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La salud mental es como pensamos, sentimos y actuamos

cuando lidiamos con la vida. También ayuda a determinar


cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con otras personas
y tomamos decisiones. Al igual que la salud física, la salud
mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la
niñez y la adolescencia hasta la edad adulta.
habilidad del niño de temprana edad de experimentar
emociones, entablar relaciones y aprender. El mundo de este
periodo, por lo general, es muy breve. Los bebés crecen entre
familiares, amigos y su comunidad. Aprenden sobre ellos mismos
y el mundo que los rodea a través de las relaciones que tienen
con sus seres queridos.
Al ayudar a su bebé a sentirse querido y protegido, fomenta su
salud mental. Usted puede ayudar a que su bebé se sienta
protegido, creando un ambiente estable y predecible,
mediante rutinas diarias para su bebé y una manera de actuar
sanamente coherente, fácil de captar y reconocer.
V Los bebés necesitan que tanto sus padres
como la demás gente importante para su
desarrollo les ayuden a manejar sus
sentimientos.
V Los padres ayudan a sus bebés a relajarse
naturalmente al alzarlos, abrazarlos,
hablarles suavemente, reafirmarlos o
mecerlos con ternura. Cuando las familias
crean hogares seguros y afectuosos, los
niños aprenden a manejar sus sentimientos
más fácilmente.
V ëodéele de relaciones que ´nutranµ su salud emocional.
V Muéstrese feliz: sonría y ría.
V Cree un ambiente confiable y afectuoso.
V Provéale de cuidadores estables y coherentes, tanto en casa como en
la guardería infantil.
V Entienda y responda a las señales del (de la) niño(a).
V Pasen tiempo juntos, sin prisas.
V Consuélelo(a) y reafírmelo(a) cuando esté asustado(a), enojado(a) o
dolido(a).
V Prepare rutinas que promuevan la estabilidad y la seguridad.
V Aprenda sobre las etapas de desarrollo: tenga expectativas apropiadas
según la edad del (de la) niño(a).
V Modele buenas relaciones y maneras saludables de manejar los
conflictos.
V Considere de qué manera lo que usted hace o lo que le está pasando
puede afectar a su niño(a).
V ëeconozca las primeras señales o muestras de problemas emocionales
o mentales.
V Extrema timidez.
V Minuciosidad excesiva.
V Trastornos del sueño.
V Trastornos de la alimentación.
V Fracaso en mejorar, prosperar o tener éxito.
V Conductas agresivas.
V Conductas desafiantes.
V Conductas impulsivas e hiperactivas.
V Falta de respuesta ante las consecuencias o demasiada sumisión o
condescendencia con lo que se le pide.
V Quietud o calma extremas; indiferencia a los demás.
V Demasiada actividad.
V ëetraimiento.
V Tristeza extrema.
V Conductas de excesivo apego o dependencia.
V Largas y frecuentes rabietas.
V ëesulta fácil para los padres identificar las
necesidades físicas de sus hijos:
alimentación nutritiva, ropas de abrigo
cuando hace frío, llevarlos a dormir a una
hora razonable, sin embargo los problemas
de salud mental en los niños pueden ser
más difíciles de identificar, pero puede
aprender a reconocer los síntomas. Preste
atención a las manifestaciones excesivas
de enojo, miedo, tristeza o ansiedad.
Algunos problemas de salud mental comunes en los niños son:

V Depresión.
V Ansiedad.
V Trastornos de conducta.
V Trastorno de atención e hiperactividad.

Los problemas de salud mental pueden interferir en la vida


cotidiana de la casa, la escuela o la comunidad. Sin ayuda, los
problemas de salud mental pueden conducir a fracaso escolar,
abuso de alcohol u otras drogas, discordias familiares, violencia o
incluso suicidio. Sin embargo, hay ayuda disponible.

Una buena salud mental permite que los niños piensen claramente,
se desarrollen a nivel social y aprendan nuevas habilidades.
Además, los buenos amigos y las palabras de ánimo de los adultos
son aspectos importantes para ayudar a los niños a desarrollar la
confianza en sí mismos, una buena autoestima, y una percepción
de la vida emocionalmente sana. Tanto la salud física como la
mental son importantes.
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V Alimentación adecuada
V Un lugar adecuado para vivir, abrigo y sueño adecuado
V Ejercicio
V Vacunación
V Vivir en un ambiente sano

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V Amor incondicional de su familia


V Confianza en sí mismos y una buena autoestima
V La oportunidad de jugar con otros niños
V Verse apoyados y animados por profesores y cuidadores
V Vivir en un ambiente seguro
V Disciplina apropiada
V La primera cosa que los padres pueden hacer es cuidarse
ellos mismos. Aun antes de que su bebé haya nacido, una
madre que come bien, que hace ejercicio regularmente y
evita substancias dañinas como las drogas y el alcohol, está
ayudando a su niño a desarrollar una buena salud física y
mental. Después de que el niño haya nacido es todavía
importante comer bien y hacer ejercicio regularmente, pero
los padres también deben asegurarse que su niño tenga la
oportunidad de desarrollar buenas relaciones.
V Ellos están comenzando a desarrollar confianza y ²lo más
importante- sentido de seguridad. Los niños que desarrollan
esta confianza se arriesgan, exploran su mundo y tratan
nuevas cosas porque ellos saben que están seguros.
V Esté seguro que su niño tiene mucho amor, comprensión y
apoyo.
V Ayude a su niño a hablar de sus sentimientos.
V Anime a su niño a tratar nuevas cosas.
V Provea un lugar seguro para que su niño aprenda a ser
independiente.
V Muéstrele a sus niños maneras efectivas para resolver
problemas y conflictos.
V Permítale a su niño que resuelva problemas por sí mismo.
V Enséñele a su niño ejercicios de respiración profunda para
ayudarle a reducir el estrés.
V Enséñele a su niño a apreciar y respetar a otros
V Anime a su niño a ayudar a otros.
V Ser adolescente es difícil. Se sienten estresados por tratar de
ser agradable, desempeñarte bien en la escuela, llevarte
bien con la familia y tomar decisiones importantes. La
mayoría de estas presiones son inevitables y preocuparte por
ellas es normal. Sin embargo, sentirte muy triste,
desesperanzado o sin valor alguno puede ser un signo de
advertencia de un problema de salud mental.
V Los problemas de salud mental son reales, dolorosos y,
algunas veces, graves. Es posible que necesites ayuda si
presentas los signos mencionados anteriormente o si:
V Te sientes frecuentemente molesto o muy preocupado
V Sufres por mucho tiempo después de una pérdida o una
muerte
V Piensas que alguien o algo controla tu mente o que tu
mente está fuera de control
V Consumes alcohol o drogas
V Te ejercitas obsesivamente, haces dietas y/o comes en
exceso
V Lastimas a otras personas o destruyes la propiedad ajena
V Haces cosas imprudentes que podrían lastimarte o lastimar a
los demás
La adolescencia es una etapa de cambios en todos sentidos, de
desarrollo y maduración. Pues bien, en el campo de la mente,
también ocurre una de las transformaciones más fascinantes.

De manera similar como ocurre en el cuerpo, el cerebro, asiento


de la mente, termina por dar el último estirón y su maduración se
completa.

Las funciones cerebrales superiores que componen la mente,


como son la conciencia, la orientación, el lenguaje, el
pensamiento, la afectividad, la percepción de los sentidos, la
atención, la memoria, el juicio y la inteligencia se desarrollan y
adquieren todo su esplendor durante la adolescencia.
Poco a poco va encontrando el camino, madurando sus
emociones, compartiendo sus gustos, apropiándose de
actitudes peculiares y diferenciándose de los demás. Cuando al
fin ya sabe lo que quiere, sus emociones se han estabilizado y ya
no se siente único sino parte de un promisorio mundo de
jóvenes. Es entonces cuando se acaba la adolescencia

Por otra parte, la timidez es un rasgo de la personalidad que


muchos tenemos en grado variable. Ser tímido pone en juego
aspectos de nuestra inseguridad y la única manera de superar o
controlar la timidez es atreviéndose poco a poco a hablarle a
una chica, a un compañero en la escuela, a un desconocido
de la colonia, sin que te importe ser rechazado y sin que tengas
que aparentar lo que no eres.
Se calcula que el 20% de los adolescentes de todo el mundo tiene
problemas mentales o de comportamiento. La depresión es la enfermedad
que más contribuye a la carga mundial de morbilidad entre los jóvenes de
15 a 19 años de edad, y el suicidio es una de las tres causas principales de
mortalidad entre las personas de 15 a 35 años.

Los problemas de salud mental de los adolescentes acarrean unos altos


costes sociales y económicos ya que, conforme pasa el tiempo, suelen sufrir
discapacidades. Los factores de riesgo de los problemas de salud mental
están suficientemente demostrados e incluyen los malos tratos en la
infancia; la violencia en la familia, la escuela y el vecindario; la pobreza; la
exclusión social y la desventaja en materia de enseñanza.

Por lo tanto, los problemas de salud mental en los jóvenes representan un


importante reto para la salud pública de todo el mundo. Las medidas
preventivas pueden ayudar a evitar el agravamiento y la progresión de los
trastornos mentales, y una pronta intervención limita la gravedad de los
mismos. Los jóvenes a los que se les reconocen sus necesidades de salud
mental actúan mejor en la sociedad, rinden de manera más eficaz en la
escuela y tienen más posibilidades de convertirse en adultos productivos y
bien adaptados socialmente que aquellos cuyas necesidades no están
siendo satisfechas.

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