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nerudiana

Fundación Pablo Neruda Santiago Chile nº 10 Diciembre 2010 Director Hernán Loyola

escriben
Gunther Castanedo P. Pedro Lastra Juan Antonio Muñoz
Jaime Concha Patricio Lizama Olga Ries
Francisco Escudero G. Hernán Loyola Nicole Sternsdorff
Aída Figueroa Sergio Macías B. Mario Valdovinos
Amalia Iriarte N. Gabriele Morelli José Miguel Varas

NERUDIANA – nº 10 – 2010 1

REVISTA NERUDIANA 1 10/3/11, 07:52


Sumario
Viaje inmóvil y viaje funerario en
Bombal y en Neruda 4
PATRICIO LIZAMA

Miguel Hernández en la prisión de Alicante 7


FRANCISCO ESCUDERO GALANTE

10
Miguel Hernández en el corazón de Neruda 11
SERGIO MACÍAS BREVIS

La huella de Neruda en
la poesía de Luis Rosales 13
GABRIELE MORELLI
nerudiana
El «otro» viaje de
Neruda a Isla de Pascua 17
GUNTHER CASTANEDO PFEIFFER

1960-2010: el medio
siglo de Canción de Gesta 20
HERNÁN LOYOLA

Notas de ayer y de hoy


en torno a Canción de Gesta 23
JAIME CONCHA

Pancho y Pablo 25
JOSÉ MIGUEL VARAS

Entrevista con Eliana Rojas


viuda de Francisco Coloane 28
MARIO VALDOVINOS

CRÓNICAS
La Antología General en Playa Ancha 30
PEDRO LASTRA

Il Postino: una ópera para el mundo 31


JUAN ANTONIO MUÑOZ

Congreso conmemora el
Centenario de Luis Rosales 31
Premio Pablo Neruda 2010: Christian Formoso 31
En La Chascona:
casas y cosas de Pablo Neruda 32
NICOLE STERNSDORFF

Casas y cosas de mi amigo Pablo 32


AÍDA FIGUEROA Y.

PUBLICACIONES RECIBIDAS 34
ADRIANA VALENZUELA P.

RESEÑAS
CASTANEDO PFEIFFER / (Loyola) 35
CAMACHO GUIZADO / (Iriarte) 36
ADIOSES
Bella Ajmadúlina (1937-2010) 38
OLGA RIES

Ajmadúlina responde a Neruda 40


OLGA RIES

Los juicios y opiniones vertidos en los artículos y demás materiales


aquí publicados son responsabilidad de sus respectivos autores.

Portada: Foto y reproducción de Marcel Garcés.

nerudiana
nº 10 Diciembre 2010

director y editor
Hernán Loyola

secretaria de edición
Adriana Valenzuela
bibliotecaneruda@fundacionneruda.org

diseño y diagramación
Juan Alberto Campos

FUNDACIÓN PABLO NERUDA


Fernando Márquez de la Plata 0192
Providencia. Santiago Chile

2 NERUDIANA – nº 10 – 2010

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E
El año 2010 remitía a varias efemérides conexas a Neruda y dig-
STE NÚMERO

Remito a las razones y argumentos aportados por el artículo del acu-


nas de memoria. Iniciamos en el número anterior y proseguimos cioso e infatigable doctor Castanedo (de quien reseñamos también en
ahora destacando otros personajes y libros más o menos en orden este número su libro Neruda y los barcos, Santander 2010).
cronológico de aparición. Comenzamos con un homenaje a la gran No tengo noticias de que la habanera Casa de las Américas ni
narradora María Luisa Bombal en el centenario de su nacimiento. el aparato cultural cubano hayan recordado en diciembre de 2010
Para ayudarla a recuperarse de su bullado drama de amor vivido en (como sería razonable esperar) los 50 años de Canción de Gesta,
Chile, Pablo y Maruca la invitan en 1933 a compartir con ellos el el libro que tempranamente Neruda dedicó a la revolución barbu-
departamento en el piso 20 del moderno Edificio Safico en Buenos da. Nuestra revista ha juzgado su deber la inclusión de al menos
Aires. El poeta y la narradora viven en la capital argentina algunos dos artículos, como mínimo homenaje a una obra tan importante
meses de fraternidad (no sólo de amistad) literaria en un clima de en la trayectoria de Pablo: uno mío y otro de Jaime Concha. En
recíproca ayuda y admiración: única experiencia de este tipo con este último mezclamos un fragmento de su ensayo publicado en el
una mujer en la trayectoria de Neruda. El profesor Patricio Lizama, número especial 157-160 de Anales de la Universidad de Chile
de la Universidad Católica (Santiago de Chile), nos ejemplifica tal (que dicho ateneo me encargó editar en 1971 como homenaje al
situación al analizar aspectos de afinidad y resonancias entre La Nobel de Neruda) y una nota inédita, especialmente escrita ahora
amortajada y Residencia en la tierra. para nuestra revista, y que mucho agradecemos al ilustre académi-
Sobre Miguel Hernández, también centenario, entregamos un co de California.
segundo dossier (el primero en N9) que no necesita justificación. Francisco (Pancho) Coloane, nacido en 1910 como Bombal,
Su breve estación poética fue tan intensa y dramática que están Rosales y Hernández, compartió con Neruda la pasión del mar, si
lejos de agotarse las tentativas biográficas y de exégesis textuales. bien privilegiando la región magallánica (el Estrecho y Tierra del
Proponemos dos aproximaciones: (1) una panorámica de Sergio Fuego). Fue en cierto modo nuestro Jack London, y a su amistad
Macías Brevis, asesor cultural de la embajada chilena en Madrid; marinera con Neruda dedicamos la crónica “Pancho y Pablo”, es-
(2) una de grande y novedoso interés documental sobre las prisio- crita especialmente para nerudiana por José Miguel Varas (Pre-
nes de Miguel, debida a Francisco Escudero Galante, organiza- mio Nacional de Literatura 2006), y la entrevista que con su viuda
dor del homenaje que el Ayuntamiento de Elche dedicó a los 100 Eliana Rojas sostuvo Mario Valdovinos, dramaturgo, narrador,
años del poeta. poeta y periodista, de proclamadas pasiones por la escritura de
Luis Rosales fue uno de los firmantes del espectacular Home- Neruda y por la música de Miles Davis (y por el buen jazz en ge-
naje que los poetas españoles brindaron a Neruda en 1935 a través neral: léase su libro Takes).
de la edición en opúsculo de los Tres cantos materiales (y de una Aparte las reseñas de una reedición de Camacho Guizado y
memorable cena en junio). La mención que Pablo hace de Rosales del libro de Castanedo Pfeiffer sobre Neruda y los barcos, la sec-
en su “Oda a Federico García Lorca” es índice de una relación estre- ción Crónica trae un mosaico de noticias y la intervención de
cha, que más tarde devino conflictiva porque Luis era de Granada y Aída Figueroa durante la presentación del bello libro Casas y
en su casa familiar intentó refugiarse Federico antes de ser arrestado cosas de Pablo Neruda, con textos de Aleka Vial y fotografías de
y asesinado. Sólo muchos años después se produjo su reencuentro Cristina Alemparte.
con Pablo. El profesor Gabriele Morelli, de la Universidad de El 29.11.2010 murió en Moscú la poeta Bella (Isabella)
Bérgamo, desarrolla en el ensayo que reproducimos (en homenaje a Ajmadúlina, habiendo nacido allí mismo el 10.04.1937. Hija única
los 100 años del poeta español) la influencia de Neruda, que el mis- de padre tártaro y madre ruso-italiana, fue amiga de Neruda, quien
mo Rosales admitió, sobre su poesía. El profesor Morelli acaba de le dedicó uno de los poemas de su libro póstumo Elegía (1974), que
publicar en Italia una edición bilingüe de La casa encendida / La reproducimos en la página final junto a la “Respuesta retardada a
casa illuminata (Nápoli, Liguori, 2010), uno de los poemarios más Pablo Neruda” (1975). Este poema de Ajmadúlina fue traducido es-
innovadores de Luis Rosales. pecialmente para nerudiana por Olga Ries, joven estudiosa de lite-
Para celebrar los 60 años de la primera edición de Canto general ratura hispanoamericana y comparada (rusa, alemana), nacida en
(México 1950) hemos elegido la vía insólita que nos propone el artí- Alma Ata, Kazajstán, con formación académica en Bielefeld y resi-
culo de Gunther Castanedo Pfeiffer sobre el indocumentado viaje dente en Santiago desde hace pocos meses. Debemos también a Olga
que Pablo Neruda y la exuberante pintora Maruja Mallo —su amiga Ries la crónica (casi) biográfica sobre Bella Ajmadúlina que prece-
y también su maestra de 1935-1936 en rincones y cachivaches madri- de a su poema y al de Neruda.
leños— habrían hecho a Isla de Pascua en 1945. La relación entre
este episodio y Canto general está en los cuatro poemas que el libro — El Director
incluye (en su capítulo XIV) vinculados a la misteriosa Rapa Nui. loyolalh@gmail com

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Los cien años de María Luisa

Viaje inmóvil y viaje


funerario en Bombal y en Neruda*
PATRICIO LIZAMA
Pontificia Universidad Católica de Chile

L os años que pasó María Luisa Bombal


en Buenos Aires fueron de gran rele-
vancia para su vida y su consolidación
(1) El viaje inmóvil: lugar de enuncia-
ción y forma de aprehender la realidad
la tierra’ puede serlo únicamente para al-
guien que no está en la tierra; alguien que
se siente ajeno, o al menos enajenado»
como escritora. Luego de sus estudios li- La novela presenta a una mujer envuelta (88). El hablante residenciario habita en
terarios en París y de sus vínculos con el en una mortaja que entreabre «un poco, una territorialidad confusa donde no hay
teatro en Santiago, su trabajo narrativo se muy poco» los ojos, como si quisiera mi- límites ni regiones bien delimitadas de
desplegó con gran lucidez en la capital ar- rar escondida con «aquella franja de pupi- modo que también está en un entre. En el
gentina y, en razón de ello, obtuvo la le- la». Ella ve con una mirada visionaria y poema “Agua sexual” se explicita muy bien
gitimidad inmediata de sus pares: el re- con esta conciencia de gran lucidez con- esta dualidad opuesta y complementaria de
conocimiento de los artistas y la valora- templa y trata de entender desde la muerte quien participa a la vez de dos mundos:
ción de la crítica. lo que fue su vida. Para ello se sitúa en un
En este trabajo queremos profundizar umbral, en un entre de límites ambiguos Estoy mirando, oyendo,
en la importancia que tuvo para Bombal porque si bien la protagonista está en un con la mitad del alma en el mar y la mitad del
su encuentro con Neruda en Buenos Ai- estado post-mortem, desde este «otro lado» alma en la tierra,
res pues creemos que su proyecto crea- percibe su entorno y narra sus experien- y con las dos mitades del alma miro el mundo.
dor se plasma, entre otros vínculos, en cias. Ana María se encuentra y participa
relación al trabajo del poeta chileno. En así de dos mundos. — “Agua sexual”, OC, I, 323
particular, el viaje inmóvil y el viaje fu- Desde este lugar impreciso y con esta
nerario son problemáticas que Bombal capacidad visionaria, la protagonista rea- El ve con un «párpado atrozmente levan-
apropia y más tarde articula con un se- liza una introspección autobiográfica en tado a la fuerza» (OC, I, 322), indicio al
llo original. Revisemos entonces el acer- busca del fundamento de su propia vida, menos de un moribundo, ve «aunque cie-
camiento que tuvo la narradora chilena desdoblamiento que se articula como el rre los ojos», ve como un «ciego de ojos
con Neruda. viaje al pasado de una mujer que mira a abiertos» que exactamente igual que la
otra mujer. Así, el yo es otro, clave de toda amortajada, «observa con sus ojos que la
La amortajada: viajes y residencia en poética visionaria. Esta travesía que tras- muerte preserva» (“El fantasma del buque
la tierra ciende el tiempo y el espacio, inscribe a la de carga”, en OC, I, 289). En este sentido,
novela en la tradición moderna del viaje inevitable es reparar en la enérgica conde-
En 1933, María Luisa Bombal es invita- inmóvil.1 Ella es una vigía solitaria que na nerudiana al muerto que, a pesar de su
da por Neruda a vivir en su departamen- en su condición de muerta, se encuentra estado, rehúye la posibilidad de percibir,
to de calle Corrientes. En este lugar se condenada a sufrir un «doloroso acecho» verso que otra vez nos conduce a la amor-
afianza la amistad de ambos escritores, de las personas que una a una se acercan tajada: «Execración para tanto muerto que
iniciada en Santiago el año anterior, y se a despedirla. Son estos sucesivos encuen- no mira» (“Establecimientos nocturnos”,
revela el respeto literario y genera un te- tros los que desencadenan en la amorta- en OC, I, 283), y que al mismo tiempo nos
jido nuevo a partir de la absorción o jada variados recuerdos y sentimientos plantea la maldición del don visionario del
transformación del poemario preexisten- que le permiten reconstruir e interpretar cual el poeta no puede renegar.
te. Postulemos un texto B, La amortaja- su existencia. El sujeto posee una visión que penetra
da, unido a un texto A, Residencia en la El lugar de enunciación y la manera todos los ámbitos de lo real pues como un
tierra, y destaquemos dos nexos funda- de conocer son muy similares en el libro vidente extrañado y dividido, explora el
mentales entre estas dos obras. nerudiano. Para Santí, «una ‘residencia en mundo interno, oscuro, irracional del yo,

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y el mundo externo alienado y hostil que
lo angustia. La desintegración que ame-
naza todo lo real, conduce al vidente a
explorar también las regiones insonda-
bles de lo terrestre, en búsqueda de vín-
culo y arraigo.
El vigía que recorre su vida realiza
un viaje horizontal, más cronológico,
autobiográfico y otro viaje vertical, de
inmersión «en lo más genital de lo te-
rrestre» y en ambos permanece «ancla-
do en una sustancia única y perecedera,
pero eternamente renovada» (Rodríguez
Monegal 204). Él hace un viaje inmóvil
alrededor de su ‘residencia’ en la tierra,
situación que le ofrece «la oportunidad de María Luisa Bombal, pintada por Jorge Larco, Buenos Aires, hacia 1935.
descubrir o volver a conocer su entorno» (Gentileza de Manuel Peña Muñoz).
y define el carácter visionario de todo el
libro (Santí 88).2
El yo que con toda su orfandad se pre- viaje vertical de penetración deviene viaje
(2a) El viaje funerario en Residencia senta al mundo de muerte, descubre que en de compenetración, porque el hablante se hace
este espacio subterráneo hay gérmenes de uno con la materia: «hagamos fuego» y «ar-
En “Entrada a la madera”, el hablante a vida y signos de resistencia: «Veo moverse damos». Con esta voluntad de vínculo él se
través de una «absorción física del mun- tus corrientes secas», «crecer manos inte- reintegra al mundo natural, matriz generado-
do», vía de acceso distanciada de la razón, rrumpidas», «siento morir hojas… incorpo- ra de todo cuerpo, y a la vez halla una morada
desciende a las profundidades de la tierra, rando materiales verdes / a tu inmovilidad». que lo habilita para incorporarse a la historia
cruza diversos estratos y llega al corazón Estos núcleos de supervivencia en la natu- y tener una nueva residencia en la tierra.
de la materia donde se gesta el universo raleza logran desplazar la hegemonía de la
primordial. muerte de modo que estos «se toman» el (2b) El viaje funerario en La amortajada
El viaje vertical es el de un vidente que poema y conforman una nueva hegemonía.
con sus sentidos emprende un viaje fune- El yo contempla la pluralidad de elementos Ana María permanece en su cama gran
rario pues cae en un mundo donde encuen- que nacen, la presencia de intersticios y de parte de la historia y más tarde es puesta
tra sólo muerte y desintegración, se sumer- venas desde donde surge y circula la vida: en el ataúd y llevada por sus parientes cer-
ge en un espacio donde todo es deterioro y «poros, vetas, círculos de dulzura, / peso, canos hasta la cripta del panteón familiar
disfuncionalidad: «destruidas cosas», «ma- temperatura silenciosa». donde es enterrada, trayecto que constitu-
deras inconclusas», «tréboles amargos».3 La manifestación emergente y múltiple ye el primer viaje. Entre su estadía en la
A esta realidad sombría e infernal se agre- que ahora predomina, se plasma en una enu- casa y el traslado al panteón comienza un
ga la precariedad del propio yo, sujeto sin meración caótica que construye un verdade- segundo viaje situado en un nivel de reali-
vínculos ni amparo, sin raíces ni arraigo, ro tejido. Es esta explosión de vida y este dad distinto, pues lo inicia una fuerza mis-
sin permanencia pues no encuentra un es- tejido lo que el hablante quiere apropiar, pero teriosa que aparece y desaparece, «alguien,
pacio para habitar, por tanto, vive extra- ahora desde otro espacio, un espacio habita- algo» que llama y conduce a la protago-
viado y errante, vive siempre en un tiempo do: «venid a mí… caed en mi alcoba». El nista a un «más allá» fuera del tiempo y
que todo lo destruye y disuelve.4 El des- sujeto que también puede resistir a la muerte del espacio. Esta segunda travesía es un
habitado confiesa: poseído por «lamentos se abre «a vuestra vida, a vuestra muerte», intersticio discontinuo que primero se su-
sin origen, / sin alimentos, desvelado, solo» quiere aferrarse a esta coexistencia inscrita perpone al velorio y más adelante al corte-
(“Entrada a la madera”, en OC, I, 325); «sin en la naturaleza, para, a través de una meta- jo, pero luego se instala en el relato y cie-
fuego, / sin pan, sin piedra, sin silencio, morfosis, reconstituirse de otra manera. El rra la novela.
solo, / rodé muriendo de mi propia muer- viaje funerario se convierte en viaje de Si el primer viaje culmina con el cuer-
te» (“Alturas de Macchu Picchu”, canto salvación, pues el vidente tiene el propó- po de Ana María en la cripta, el segundo,
IV, en OC, I, 437). El viaje horizontal, en sito de participar de la vida que late en la como en Neruda, es el viaje vertical de un
la tierra, conduce al viaje vertical, en las madera, materia madre, y el anhelo de vidente que desciende, cruza varios estra-
entrañas de la tierra, descenso que es un integrarse a un nosotros y así encaminar- tos y llega a «las entrañas mismas de la
viaje funerario: bajar a morir. se por otros cordones de existencia. El tierra» porque «ella se siente precipitada

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hacia abajo, precipitada vertiginosamente y, por último, acompaña al alma de la pro- Palabras finales
durante un tiempo ilimitado hacia abajo; tagonista «hasta la puerta tras la cual te en-
como si hubieran cavado el fondo de la cuentras Tú, Señor, esperándonos con tu Neruda y Bombal proponen una lectura
cripta» (Bombal 174). bondad y misericordia infinitas» (Bombal de la existencia humana a partir de un ale-
En efecto, al final de la novela, una vez 174). Con esta certeza, él la bendice por úl- jamiento respecto a esa misma existen-
más atraída por ese «alguien, algo», ella tima vez, le da la paz y la despide, y por cia la cual se plasma en una representa-
desciende «fango abajo» y atraviesa raí- tanto la deja a las puertas del Cielo, con la ción de la ausencia y de la lejanía. En am-
ces encrespadas y pequeñas madrigueras, esperanza cierta que allí será recibida por bos se advierte una percepción de estar
cae en pozos de agua y vertientes subte- Dios y tendrá vida eterna. «fuera de lugar», una vivencia de
rráneas, ve animales que respiran y seres En cambio, muy distinto es el final del «descolocación» con respecto a un cen-
de cuerpo viscoso, accede a antiguos ma- segundo viaje funerario. El deseo de la tro deseado, experiencia que se resuelve
res y bosques petrificados: caída continua protagonista es quedarse «crucificada a la como extrañeza y se asemeja al exilio.
de resonancia nerudiana pues revela la re- tierra, sufriendo y gozando», anhelo que Como sugiere Pedro Lastra, «el poeta
sistencia y los signos de vida de la natura- subvierte la creencia de su hermana, del exiliado vive y comunica un mundo que
leza que se construyen en el texto sobre la padre Carlos y de las monjas en cuanto a es para él, por lejano y perdido, el espa-
base de la repetición, la enumeración caó- considerar la vida terrena como sólo un cio de una realidad sentida como
tica y el ritmo en cadena —otra resonan- paso al «otro mundo» donde se halla la fantasmática» (250). Y agrega: «El exilio
cia residenciaria. verdadera vida. Ana María, al contrario, convierte en fantasmal todo lo que toca,
Ana María en este viaje tiene la mis- quiere vivir la vida en plenitud y así, me- confunde los contornos del espacio propio,
ma revelación que el vidente nerudiano: diado por el amor humano, encontrar a irrealiza no sólo los lugares del pasado sino
la naturaleza genera la vida y la muerte Dios «en este mundo», en el aquí y en el también los del futuro» (252). En este sen-
en una dinámica de equilibrio permanen- ahora. Tal como «si hubieran cavado el tido, si Neruda y Bombal abandonan el
te y eterno: «todo duerme en la tierra y fondo de la cripta y pretendieran sepul- lugar en principio «propio», la residencia
todo despierta en la tierra» (Bombal tarla en las entrañas mismas de la tierra», en la tierra, para acceder a uno extraño, al
175). El comprender la existencia de esta así también ella desfonda el cielo y lo deja final todo se invierte pues lo extraño será
continuidad de vida y de muerte trae caer a la tierra al decirle al padre Carlos realmente lo propio, movimiento que les
como consecuencia inmediata la trans- que le «gustaría que [el cielo] fuera lo otorga una nueva identidad.
formación de Ana María, metamorfosis mismo que es esta tierra» y al Rodríguez Monegal llamó a todo el ci-
que al igual que en Neruda la lleva de caracterizarlo como un lugar donde flo- clo de Residencia en la tierra un «diario y
regreso a la vida. Por ello el narrador, rece la vida y donde el hombre se recon- confesión de una temporada en el infier-
después de la revelación, señala: «la cilia con la naturaleza y encuentra el no» (89), experiencia semejante a la que
amortajada refluyó a la superficie de la amor: imagen que perturba al sacerdote y encontramos en las novelas de Bombal, en
vida» (Bombal 175). sobre todo a las monjas (Bombal 168). particular en La amortajada.
El segundo viaje funerario culmina en La imagen de Dios, por lo mismo, tam- La búsqueda de un fundamento para
un viaje de salvación, porque este volver bién es diferente para Ana María. No com- salir del acoso y la descolocación, Neruda
hacia atrás indica que Ana María regresa parte la veneración de ese Dios terrible, la resuelve al encontrarse con la materia,
desde la muerte a la vida. El paso le per- lejano y severo —más ligado al Antiguo establecer vínculos y así abrirse a la histo-
mite una radical renovación, pues se Testamento— que le imponen las mon- ria. Bombal propone quedarse crucificada
reconstituye en un nuevo cuerpo el cual jas y que adora su hermana; prefiere en a la tierra con un nuevo cuerpo abierto al
se funde y es uno con la naturaleza, ya cambio ese Dios más comprensivo, cer- amor; ella baja la cruz de modo que el eje
que de él salen infinidad de raíces que se cano y secreto que Zoila le hace presentir vertical queda horizontal y así postula que
hunden en la tierra «como una pujante te- (Bombal 121) y que ella busca en las co- el cielo se debe encontrar en la tierra como
laraña por la que subía temblando, hasta incidencias extrañas de la naturaleza y en lo postulará más tarde Carpentier en El
ella, la constante palpitación del univer- los signos inexplicables que aparecen en reino de este mundo, Roa Bastos en Hijo
so» (Bombal 175-6). El viaje de penetra- su vida. Para ella, Dios se le presenta de de hombre y Cortázar en Rayuela. De esta
ción deviene uno de compenetración con manera misteriosa, a través de signos, forma, Bombal y Neruda, cada uno a su
el universo. como un «alguien» anhelante de ser des- manera, encuentran una nueva residencia
El primer viaje funerario, el que trasla- cubierto y que comparte su existencia más en la tierra.♦
da a Ana María de la casa a la cripta, con- abierta al amor humano que al temor di-
cluye con la bendición del padre Carlos. Con vino, por tanto, un Dios que la acompaña *Este trabajo es parte del proyecto de inves-
los sacramentos, él prepara a Ana María para pues va «entretejiendo a ratos parte de su tigación “La vanguardia chilena en sus revistas
que acceda a la vida eterna; luego invoca a voluntad dentro de la aventura de mi vida» (1920-1930): modernidad, poesía e intelectuales”.
la Trinidad para que reciba su cuerpo y alma (Bombal 121). Fondecyt 1090735.

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REFERENCIAS Dossier MH–2
Bombal, María Luisa. Obras completas. Edición
de Lucía Guerra. Santiago: Andrés Bello, 1996.
Miguel Hernández en la prisión de Alicante
Lastra, Pedro. Obras selectas. Santiago: Andrés Testimonios carcelarios
Bello, 2008.
Neruda, OC. Pablo Neruda. Obras Completas, FRANCISCO ESCUDERO GALANTE
5 vols. Edición y notas de Hernán Loyola. Barcelona: Escritor — Ayuntamiento de Elche, España
Galaxia Gutenberg, 1999-2002.
Rodríguez Monegal, Emir. El viajero inmóvil:
introducción a Pablo Neruda. Buenos Aires: Losada, 1
1966.
Santí, Enrico Mario. “Prólogo” al tomo I de
Pablo Neruda. Obras Completas. Edición y notas de
L os últimos años de vida de Miguel
Hernández fueron un auténtico cal-
vario que retratan los niveles de intoleran-
Hernán Loyola. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 1999, cia y rencor acumulados en la España de
pp. 81-104. final de la guerra. Miguel Hernández se ha
encerrado en una literatura intimista, de so-
ledad impuesta, y su recorrido personal
resulta un vía crucis carcelario especial-
mente sangrante. de nuevo Madrid (Conde de Toreno),
El 1 de abril de 1939 concluye oficial- Palencia, Ocaña y Alicante. En los calabo-
NOTAS mente el conflicto civil que ha enfrentado zos municipales de Rosal de la Frontera
a los españoles durante tres años, y Mi- pasa Miguel siete días, del 3 al 9 de mayo,
1
Entre los poemas de esa tradición, señalemos guel Hernández se encuentra en ese mo- cuando es trasladado a la prisión provin-
“El barco ebrio” de Rimbaud, “Voyage” de mento en Cox. Venía de Madrid y Alican- cial de Huelva, según consta en la ficha de
Baudelaire, y en el ámbito español, René de te, y pudo haber tomado uno de esos bar- la Dirección General de Seguridad. Los
Costa añade los poemas metafísicos Altazor de cos salvadores que se hallaban en el puer- malos tratos y vejaciones se suceden, y sin
Huidobro, Muerte sin fin de Gorostiza, Sobre to alicantino durante los últimos días del embargo la única acusación que figura en
los ángeles de Alberti y al propio Neruda con conflicto. Sin embargo, su único pensa- el informe policial de esta villa es «haber
Tentativa del hombre infinito. Ver René de Cos- miento es volver a su tierra y reencontrarse pasado la frontera sin la debida docu-
ta, “Tentativa del hombre infinito. Notas para una con su mujer y su hijo. Allí le aconsejan mentación».
revaloración”, en Emir Rodríguez Monegal y que se marche, y por ello se desplaza a El 18 de mayo, Miguel llega a la cárcel
Enrico Mario Santí, eds., Pablo Neruda. Madrid: Sevilla donde piensa encontrar ayuda. madrileña de Torrijos, desde donde escri-
Taurus, 1980: 104-118. Para un análisis del via- A partir de este momento, Miguel bus- be a Josefina para que consiga la ayuda de
je mágico y su proyección en la vanguardia, ver ca en su entorno literario y de amistades el un abogado oriolano, y a finales de mes
Selena Millares, Neruda: el fuego y la fragua. auxilio necesario para solventar la difícil pide de nuevo a su esposa que hable con el
Salamanca: Ediciones U. de Salamanca, 2008. situación en que se encuentran él y su fa- canónigo Luis Almarcha para que interce-
2
Santí señala que el viaje inmóvil ya está presente en milia. Con fecha 19 de abril, escribe a José da por él ante las autoridades. También
Tentativa del hombre infinito. Señala que se tra- Mª de Cossío para pedirle ayuda económi- escribe de nuevo a Cossío pidiendo ayuda,
ta «de un poema en la tradición del viaje visio- ca, y a finales de ese mismo mes se en- así como a los padres de Ramón Sijé. Pa-
nario, que casi siempre es un nocturno, que en la cuentra en Huelva, desde donde pretende ralelamente, la causa abierta contra Miguel
poesía moderna inaugura El barco ebrio de alcanzar la frontera portuguesa para esca- sigue su curso, y el 9 de junio, la Auditoría
Rimbaud y que se repetirá muchas veces des- par a la represión de los vencedores. El 30 de Guerra del Ejército de Ocupación re-
pués, desde Mallarmé hasta los surrealistas» de abril cruza la frontera, llega al pueblo mite el sumario del juicio, y el juez mi-
(87). portugués de Santo Aleixo, y a continua- litar lo transfiere al Juzgado Especial de
3
En carta a Eandi, Neruda señala: «Pero, verdadera- ción a Moura donde es detenido por la po- Prensa. Asume el caso el Juez Especial
mente, no se halla usted rodeado de destruccio- licía el día 3 de mayo1 y devuelto al pri- de Prensa, Manuel Martínez Gargallo, y
nes, de muertes, de cosas aniquiladas?» (OC, V, mer puesto fronterizo español: Rosal de la el 6 de julio Miguel es interrogado y rea-
938). Frontera, que se convierte en su primera liza su primera declaración judicial. El
4
En este sentido entendemos el verso «Si me pre- cárcel. Allí recibe palizas y sufre humilla- juez solicita informes y la editorial
guntáis en dónde he estado / debo decir ‘Suce- ciones, iniciando un periplo que le llevó Espasa-Calpe se desmarca afirmando que
de’», en el poema “No hay olvido (Sonata)” de por diversas prisiones españolas: Sevilla, el poeta no trabajó para la empresa, sino
1935. Madrid (calle de Torrijos, nº 65), Orihuela, que lo hizo directamente para Cossío.

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Por su parte, el Ayuntamiento de de la declaración del falangista Juan
Orihuela emite un informe negativo so- Bellod Salmerón 4 , amigo de Miguel
bre Miguel firmado por el alcalde2 , en Hernández por haber colaborado con él en
donde se recoge lo siguiente: la revista El Gallo Crisis de Ramón Sijé.
En contestación a su escrito de fecha 4 El testimonio de Bellod es claramente fa-
del actual solicitando informes políticos y vorable a Miguel, y podría haber influido
sociales de Miguel Hernández Gilabert, he positivamente en el juicio, sin embargo no
de manifestarle que su actuación en esta viene incorporado a la causa que le sigue
ciudad desde la proclamación de la Repú- el Consejo de Guerra en Madrid. En su de-
blica ha sido francamente izquierdista, más claración Bellod dice, entre otras cosas:
aún, marxista, incapaz por temperamento Juan Bellod Salmerón, secretario de la
de acción directa en ningún aspecto, pero Jefatura provincial de la milicia de la F.E.T
sí de activísima propaganda comunistoide. y de las JONS de Valencia,
Se sabe que durante la revolución ha pu- Miguel Hernández visto por Buero Vallejo Certifico: que conozco desde su ni-
blicado numerosos trabajos en toda clase en la cárcel (1940). ñez a Miguel Hernández Gilabert, hijo
de periódicos y publicaciones, y que estu- de Miguel y Concepción del reemplazo
vo agregado al Estado Mayor de la Briga- de 1931, natural y vecino de Orihuela,
da del Campesino. Hace bastantes años se Fuera de prisión Miguel Hernández constándome ser persona de inmejora-
le conocía por ‘El Pastor Poeta’, y última- acude a la embajada de Chile y después a bles antecedentes, generosos sentimien-
mente por ‘El Poeta de la Revolución’. Cox para ver a su mujer y a su hijo. Se tos y honda formación religiosa y huma-
Lo que comunico a los efectos que con- desplaza a Orihuela para visitar a sus pa- na, pero cuya excesiva sensibilidad y
sidere oportunos. dres y también a los padres de Sijé. El 29 temperamento poético le han hecho ac-
Orihuela, 14 de julio de 1939. de septiembre es denunciado y detenido en tuar atendiendo más a los dictados del
Año de la Victoria. Orihuela, y se le traslada al seminario, con- apasionamiento momentáneo que de una
El Alcalde vertido en cárcel. La fiscalía había pedido voluntad firme y serena…
previamente la pena de muerte para el poe- Que garantizo plenamente su conduc-
Mientras tanto, el juez recibe ejempla- ta. El juez militar de Madrid pide al juez ta y actuación así como su fervor patrióti-
res de los libros y escritos publicados, en- de Orihuela que le remitan al preso y que co y religioso que se revela por lo demás
tre ellos un ejemplar de Teatro en la gue- se inhiba a su favor para unificar el expe- en la lectura de su producción literaria,
rra, lo que le lleva a concluir que Miguel diente abierto inicialmente en el Juzgado singularmente en la de su magnífico auto
Hernández participó en la guerra como Militar de Prensa de la Plaza de Callao. El sacramental ‘Quién te ha visto y quién te
agitador y propagandista. 3 de diciembre Miguel sale del seminario ve y sombra de lo que eras’, publicado en
esposado y custodiado por dos guardias la revista Cruz y Raya…..
2 civiles. Lo llevan a la estación de tren y No le creo pues en lo fundamental ene-
El 15 de septiembre, y ante sorpresa ma- desde allí es trasladado a Madrid, ingre- migo de nuestro Glorioso Movimiento, con
yúscula, el juez concede su libertad. ¿Por sando en la prisión de la Plaza de Conde cuyos principios, una vez conocidos en la
qué? No lo sabemos a ciencia cierta, pero de Toreno. El reo ha vuelto a la capital, reveladora verdad de nuestra Doctrina
cabe pensar, primero en el caos adminis- pero el juez oriolano, desoyendo la peti- hecha actuación gloriosa, le considero
trativo-burocrático que debió reinar en los ción del juez de Madrid, no envía el expe- identificado por su formación y por su tem-
primeros meses tras la finalización de la diente abierto en Orihuela y continúa su peramento….
guerra, y segundo en la descoordinación e marcha tomando declaración a testigos y No incorporar este testimonio, y otros
incluso rivalidad existente entre las auto- recogiendo declaraciones. Es el sumarísi- tantos, al expediente abierto en el Juzgado
ridades civil-políticas (léase la Falange) y mo de urgencia nº 4.487, descubierto e in- Militar de Prensa de Madrid que juzgó y con-
las militares (léase el Ejército) en la cons- vestigado por el escritor Enrique Cerdán denó al poeta, constituye una clara irregula-
trucción del nuevo régimen. Lo cierto es Tato, y publicado hace tan sólo tres sema- ridad jurídica, y está sirviendo en la actuali-
que, como preso gubernativo, las autori- nas por el Ayuntamiento de Elche3 en el dad como argumento para la petición de nu-
dades civiles no encontraron en Miguel marco de las actividades del centenario lidad de la sentencia por defecto de forma
Hernández causas graves (sólo cruzar ile- hernandiano. Se produce por tanto una si- que los herederos de Miguel Hernández han
galmente la frontera con Portugal o no lle- tuación absurda, con dos sumarísimos de cursado ante el Tribunal Supremo.
var documentación), y por ello lo ponen urgencia abiertos en paralelo contra la mis- En Madrid, el primer expediente sigue
en libertad, sin tener en cuenta que al mis- ma persona, y con testimonios recogidos su curso, y el 14 de enero de 1940 tiene
mo tiempo las autoridades militares tenían en el expediente del juzgado de Orihuela lugar el juicio sumarísimo 21.001 contra
un expediente abierto contra el poeta. pero no en el de Madrid, como es el caso Miguel y otros 28 reclusos. La fiscalía pide

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la pena de muerte, y tras 90 minutos de grafía en los albores del franquismo, un Fabregat afirma además, en carta
juicio ante el Consejo de Guerra, la mitad hombre que, a pesar de ser afecto al nue- dirigida a Miguel Signes7 , que D. Luis
de los acusados, incluido el poeta, son con- vo régimen, mantenía ciertas amistades Almarcha nunca llegó a cursar ninguna
denados a muerte. El 9 de junio se le con- y simpatías con escritores de izquierda, petición de traslado al sanatorio de Porta
muta la pena de muerte por 30 años de pri- como ocurrió con Lorca y con Alberti. Coeli antes de que el poeta se casara por la
sión. Su contacto con el exterior es exiguo, Según el testimonio de Luis Fabregat, las iglesia 24 días antes de morir. Dice así:
pero algunos amigos intentan ayudarle, gestiones que a título particular realizó cuando Francisco Martínez Marín me
entre ellos el propio Neruda desde París, García Viñolas eran continuamente ‘fre- dijo que iba a tener acceso a los archi-
también Germán Vergara, de la embajada nadas’ por el padre Vendrell, que visita- vos del Reformatorio a tomar datos para
de Chile, y Vicente Aleixandre. En la cár- ba a Miguel Hernández como delegado su libro sobre Miguel, le pedí pusiera su
cel conoce al dramaturgo Antonio Buero del canónigo Luis Almarcha, que poco mayor interés en ver si en el expediente
Vallejo, quien le realiza el retrato a carbon- después sería obispo de León y uno de figuraba alguna petición de traslado y
cillo que se convertirá en la imagen más los hombres de confianza de Franco. una solicitud de autorización de la
conocida del poeta oriolano. Vendrell —asegura Fabregat en los es- D.G.P. para hacerle una mascarilla.
critos guardados por su familia— frenó Pues bien, no figuraba ninguna solici-
3 esas gestiones de traslado para conseguir tud, y sí sólo una orden de traslado con
El 15 de septiembre es trasladado a la cár- primero el arrepentimiento del enfermo fecha posterior a su matrimonio canóni-
cel de Palencia y en esa prisión sufre neu- y su regeneración moral. go y pocos días antes de morir.
monía. El 29 de noviembre es trasladado a Esa solicitud no fue cursada de forma
la prisión de Ocaña. Miguel pide a sus oficial (en el expediente de la prisión no 4
amigos que intenten gestionar un traslado figura ninguna solicitud) sino en carta par- Esta actitud de desinterés real que tanto
a la prisión de Alicante para poder estar ticular. ¿Por qué? Sencillamente porque se Almarcha como Vendrell mostraron por la
cerca de su esposa y de su hijo, traslado estaba ‘trabajando’ su regeneración. vida del poeta fue corroborada, años des-
que se lleva a cabo el 24 de junio de 1941, Aquella regeneración que se buscaba ya pués de la muerte del poeta, por su herma-
llegando a Alicante el día 28. En el Refor- desde marzo de 1939. Pero como en sus no Vicente Hernández. En carta personal
matorio de Adultos de Alicante, ya a fina- contactos personales D. Luis no lo pudo dirigida a su amigo y paisano, el doctor
les de septiembre, el poeta recibe la visita conseguir, dejó a su lado al padre Vendrell Vicente Escudero8 , asegura:
de su esposa y de su hijo, a quien ve por para que trabajara ‘la pieza’ porque era
primera vez desde que está en prisión. Pero necesario ganarle para la iglesia. La pre- Estimado amigo:
la salud de Miguel Hernández es ya muy sión que este último señor ejerció sobre En vista de las diversas versiones que
delicada, ha contraído la enfermedad del Miguel llegó a ser asfixiante, hasta tal pun- circulan por todas partes respecto a la ayu-
tifus, y posteriormente la tuberculosis. to que, en determinado momento, llegó a da que mi hermano Miguel recibió estando
En esta última sede carcelaria, la de decirle: ‘Nosotros no vamos a conseguir en la cárcel, quiero decirte la verdad de lo
Alicante, Miguel fue tratado por el Doctor de usted lo que queremos, pero usted tam- que ocurrió en la entrevista que tuve con el
Barbero, y algunos amigos y conocidos del poco va a conseguir de nosotros lo que obispo Almarcha; creo que a los cinco o
poeta intentaron interceder para que fuera pretende’. seis meses de terminar la guerra cuando fui
trasladado a un sanatorio donde pudiera ser El escritor Enrique Cerdán Tato reco- a ver al obispo Almarcha para pedirle ayu-
operado con garantías de su afección ge en su obra La lucha por la democracia da para mi hermano. Me dijo que no podía
pulmonar. Los testimonios que ha dejado en Alicante6 referencias al perfil de este hacer ahora nada porque él no le quiso
escritos Luis Fabregat5 , amigo y compa- sacerdote afirmando que «entre la pobla- hacer caso cuando le propuso que rectifi-
ñero de cárcel de Miguel hasta su muerte, ción reclusa circulaba a hurtadillas, claro cara de sus ideas y de sus escritos. Ahora
revelan que el Reformatorio de Adultos de está, el comentario de que el padre Vendrell ya no era el caso. Esto fue la primera vez,
Alicante nunca llegó a cursar solicitud for- llevaba un crucifijo del nueve largo…», y después de la primera visita fue la segunda
mal (oficio) a la Dirección General de Pe- también el discurso que obsequiaba a los cuando mi hermano estaba ya con el pul-
nitenciaría para proceder al traslado del presos en espera de ser fusilados: «¡No ten- món quitado por D. Antonio Barbero, es-
poeta al sanatorio de Porta-Coeli (Valen- gáis miedo, porque los moritos tienen muy tando tan malo en aquella enfermería don-
cia), sino que únicamente se cursaron car- buena puntería y no os harán ningún de había 90 – 100 hombres tendidos, qui-
tas personales (no oficios). daño…, vosotros sí que sois bien afortu- tándose las puses los unos a los otros con
Además, asegura Fabregat, la inicia- nados, puesto que conocéis el momento trapos sucios, pues allí no entraba un mé-
tiva no partió directamente de la direc- exacto en que ha de veniros la muerte, y dico o un practicante en siete u ocho días.
ción de la prisión de Alicante, sino del así podéis poneros en paz con Dios y sal- Aquello era inhumano.
periodista Manuel Augusto García var vuestras almas, que es lo único que Entonces propuso D. Luis Almarcha el
Viñolas, director general de Cinemato- debe importaros!» traslado a Porta Coeli, a un sanatorio que

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se llama así. Se estuvo esperando el tras- nos aproxima una idea sobre las pésimas
lado unos 20 días y no llegó, hasta que condiciones en las que se encontraba Mi-
murió. Son malos recuerdos porque yo lle- guel Hernández en aquella enfermería.
gué a entrar allí, era terrible. La cabida Pero también Fabregat, compañero de pe-
del reformatorio es de 2.000 personas y nurias en aquellos momentos, revela co-
había 9.000. mentarios del propio poeta a su esposa en
En fin, para qué decirte más. donde habla de desidia y despreocupación
Se despide de ti con un fuerte abrazo en los cuidados que se le practicaban:
tu amigo, Vicente Hernández. Josefina, mándame inmediatamente
Vicente Hernández, Elvira Hernández tres o cuatro kilos de algodón y gasas que
y Josefina Manresa fueron las personas que Diseño computacional sobre Miguel Hernández no podré curarme hoy si no me los man-
más frecuentemente acudieron a la prisión realizado por Araceli Villalba, Santander-España. das. Se ha acabado todo en esta enferme-
de Alicante para ver a Miguel. Vicente y ría. Comprenderás lo difícil que es curar-
Elvira, al ser familiares directos (herma- Miguel se encuentra en estos años de cau- me aquí. Ayer se me hizo una cura con tra-
nos del poeta) tenían acceso a los permi- tiverio en una situación de amargura y des- pos y mal. Quiero salir de aquí cuanto
sos de visitas, sin embargo, Josefina esperación, pero el dramático panorama per- antes. Se me hacen unas curas a fuerza de
Manresa tuvo más dificultades, a pesar de sonal no merma ni un ápice la capacidad tirones y todo es desidia, ignorancia, des-
ser la esposa de Miguel, ya que no estaban creativa del poeta, que no deja de escribir preocupación.
casados por la Iglesia, y los matrimonios versos que radiografían sus sentimientos. A La propia Josefina, acompañada de
civiles materializados durante la Repúbli- este período carcelario pertenece su Cancio- Elvira, hermana del poeta, y de una de las
ca no eran reconocidos por el nuevo régi- nero y romancero de ausencias, posiblemen- hermanas de Fabregat, Maruja, fueron de
men. En más de una ocasión, los amigos te la obra cumbre de Hernández, en la que puerta en puerta por las casas para recoger
de Miguel recurrieron a una estratagema refleja con mayor profundidad los ejes la mayor cantidad de algodón y gasas que
para que pudiera ver a su hijo Manolillo. hernandianos del amor, de la muerte y de la pudieron. «En aquellos días fueron muchas
Según el testimonio de Julio Oca vida desde una óptica intimista. Como su las puertas de Alicante a las que tuvo que
‘Petete’ 9 , hijo del pintor Eusebio Oca, nombre indica, este conjunto poético es un llamar su hermana Elvira, acompañada al-
compañero de cárcel del poeta en Alican- canto a las ausencias que el poeta padece, la guna vez por una de mis hermanas, para
te, en varias ocasiones Miguel acudía a ausencia de libertad, la ausencia del hijo conseguir esas gasas y algodón.»10 .
la zona de visitas acompañando al pin- muerto, de la esposa, de su segundo hijo al Miguel murió en la madrugada del 28
tor cuando sus familiares venían a verle. que no puede ver crecer, ausencia en defini- de marzo de 1942 sin que llegara el ansia-
Eusebio Oca cojeaba de una pierna y an- tiva de la vida exterior que le es injustamente do traslado a un sanatorio. Entre Luis
daba con bastante dificultad. Por ello pre- negada. Es, por tanto, una poesía de amargu- Fabregat y Ramón Pérez Alvarez lograron
cisaba de ayuda para poder caminar. De ra, pero también cargada de esperanza, como sacar de la cárcel los últimos poemas de
esta manera, el pintor podía salir ayuda- así puede contemplarse en la famosa “Nanas Miguel Hernández, a saber: “Eterna Som-
do por Miguel cuando recibía las visitas de la cebolla”, la canción de cuna más bra”, “Cada hombre”, “Riéndose, burlán-
de sus familiares, entre ellos su esposa y emotiva y popular de la literatura española. dose con claridad del día”, “Muerte nup-
su hijo pequeño, de tan solo 2 años de En un contexto personal dramático, Miguel cial”, “Yo no quiero más luz que tu cuerpo
edad. Sin embargo, en alguna ocasión, es capaz de transmitir luz a través de estos ante el mío”, “Desde que el alba quiso ser
el ingenio y la necesidad hizo que el niño versos, que, de esta manera, se convierten en alba” y “Sonreíd con la alegre tristeza del
de 2 años que portaba la esposa de un canto de esperanza y de futuro. olivo”. Lo hicieron a escondidas, y
Eusebio Oca no fuera su hijo, sino otro Fabregat utilizó para ello la capaza con
niño de la misma edad: Manuel Miguel 5 doble fondo que portaba su hermana
Hernández, hijo del poeta. De esta ma- Y mientras se intentaba sin éxito gestionar Maruja cuando fue a verle: «La capaza
nera, gracias al engaño, Miguel Hernández el traslado, la enfermedad de Miguel avan- Maruja, la capaza. No te olvides de la
pudo ver en varias ocasiones a su hijo a zaba con velocidad galopante. Y en este capaza.»11 . Los poemas fueron entrega-
pesar de que Josefina Manresa perma- asunto es importante puntualizar algunos dos a Gabriel Sijé, hermano de Ramón,
necía fuera sin poder entrar. Son testi- aspectos relacionados con los cuidados que para que los remitiera a Josefina Manresa.
monios transmitidos por Julio Oca a sus recibió el poeta en prisión, ya que se ha lle- Tras velar su cadáver, varios paisanos
familiares, que retratan un episodio en gado a publicar que los médicos del Refor- compañeros de prisión, entre ellos Luis
cierta medida entrañable, pero también matorio de Adultos de Alicante hicieron por Fabregat y Ramón Pérez Álvarez, sacaron
revelador de la cruel situación de aisla- él todo cuanto pudieron por salvarle. su cuerpo hasta el rastrillo de la cárcel.
miento y falta de libertad que padecía Este extremo debe ser, al menos, mati- Al día siguiente fue enterrado en el ce-
el poeta. zado. El testimonio del hermano del poeta menterio de Alicante.♦

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NOTAS
1
El informe policial de las autoridades de Rosal de
la Frontera recogen la fecha del 3 de mayo
Miguel Hernández en el corazón de Neruda
como día de la detención, sin embargo, el propio
SERGIO MACÍAS BREVIS
Miguel Hernández dice en las declaraciones a la
Asesor Cultural en la Embajada de Chile, Madrid
policía del puesto fronterizo, y así consta en el
informe, que fue detenido el 30 de abril.
2
Informe del Ayuntamiento de Orihuela de fecha 1

3
14 de julio de 1939 con firma del alcalde y
sello municipal.
Cerdán Tato, Enrique. El otro sumarísimo contra
P ablo Neruda escribió: «Recordar a Mi-
guel Hernández que desapareció en la
oscuridad y recordarlo a plena luz, es un de-
Miguel Hernández. Octubre, 2010. Editado por ber de España, un deber de amor». Y esto es
el Ayuntamiento de Elche y presentado públi- lo que hacemos una vez más sobre un poeta
camente el 6 de octubre de 2010 en el salón de extraordinario en todo sentido. La razón está
plenos municipal de dicho Ayuntamiento. en la descripción que nos da Vicente
4
Declaración de Juan Bellod Salmerón incluida en el Aleixandre: «Tú, el más puro y verdadero;
expediente sumarísimo de urgencia nº 4.487, tú, el más real de todos; tú, el no desapare-
conservado en el Archivo Histórico del Ministerio cido». Cuando Neruda llegó a España en
de la Defensa, y publicado por el Ayuntamiento 1934, Miguel Hernández aún no era uno de de algunos versos que le mostró. Gozaba con
de Elche en El otro sumarísimo contra Miguel los poetas más importantes. Dominaban los las historias campesinas que éste le conta-
Hernández, libro de Enrique Cerdán Tato. de la generación del 27, como García Lorca, ba: «cuán impresionante era poner los oí-
5
Escritos personales de Luis Fabregat de fecha Alberti, Altolaguirre, Cernuda, Aleixandre, dos sobre el vientre de las cabras dormidas.
marzo de 1983 conservados por su familia. Gerardo Diego, Juan Ramón Jiménez, Así se escuchaba el ruido de la leche que
6
Cerdán Tato, Enrique. La lucha por la democra- Bergamín y otros. Miguel arribaba a Ma- llegaba a las ubres, el rumor secreto que na-
cia en Alicante. Editorial Casa de Campo, drid en ese mismo año. Al igual que el poe- die ha podido escuchar sino aquel poeta de
Madrid 1978, pág. 56. ta chileno que primero desempeña sus fun- cabras.» A Miguel se le puede definir como
7
Carta de Luis Fabregat Terrés a Miguel Signes de ciones diplomáticas en Barcelona por unos el poeta de la tierra, del amor y de la muer-
fecha 8 de julio de 1975. Archivo familiar de L. meses, para luego trasladarse a la capital, te: «después del amor, la tierra. Después de
Fabregat. Miguel lo hacía desde su pueblo de Orihuela, la tierra, nadie.»
8
Carta de Vicente Hernández al doctor Vicente donde fue pastor de cabras y cogió cierto Entre 1933 y 1934 escribe su poema “El
Escudero Esquer, de fecha 8 de septiembre de olor a incienso pueblerino por su religiosi- silbo de la llaga perfecta”, diciendo que el
1975. Archivo personal de Francisco Escudero dad, el que refleja en sus primera composi- amor es lo más agraciado, pero al mismo
Galante. La carta me fue solicitada para su ciones. Durante su corta vida –apenas al- tiempo permite que «salgan las malas an-
publicación por Eutimio Martín para su biogra- canzó los 32 años– mantuvo siempre una sias» o las malas intenciones. No deja de
fía de Miguel Hernández, El oficio de poeta. actitud humilde, provinciana, campesina, sin ser curioso que en este comienzo de la poe-
Ed. Aguilar., Madrid, febrero de 2010, pág. olvidar jamás sus raíces y, en aquel tiempo, sía cantara: «Ábreme, amor, la puerta / de
650. También es recogida por Jesucristo un fervor a Dios: «Dale que dale, dale, / la llaga perfecta», y que en sus últimos poe-
Riquelme en su tesis Aproximación semiótica molino, piedra, aire, / cabrero, monte, as- mas repitiera ante el fruto producto de su
al teatro alegórico y social de M. Hernández, tro; / dale que dale largo. / Dale que dale, amor con Josefina, que «se abren todas las
Universidad de Valencia, 1985-1986, tomo IV. Dios, / ay! / hasta la perfección.» puertas del mundo». Josefina Manresa es
9
Testimonio transmitido por Eusebio Pérez Oca. Pablo Neruda, que lo conoce a través de la esposa y compañera que trasciende en
Archivo personal de la familia Oca. Federico, nos dice en sus Memorias: «Lle- sus poemas de amor. Se identifica con la
10
Carta de Luis Fabregat Terrés a Miguel Signes gaba de alpargatas y pantalón campesinos sangre y proyecta sus ideales. Sus últimas
de fecha 8 de julio de 1975. Archivo familiar de pana desde sus tierras de Orihuela, en palabras fueron para ella con una adora-
de L. Fabregat. donde había sido pastor de cabras. Yo pu- ción apasionada: «Caudalosa mujer: en tu
11
Testimonio de Maruja Fabregat y de Marisol bliqué sus versos en mi revista Caballo Ver- vientre me entierro. / Tu caudaloso vientre
Fabregat, hermana e hija de Luis Fabregat. de y me entusiasmaba el destello y el brillo será mi sepultura. / Si quemaran mis hue-
de su abundante poesía». Neruda traza un sos con la llama del hierro, / verían que gra-
retrato literario de manera pintoresca y tier- bada llevo allí tu figura. / Con el amor a
na: «tenía una cara de terrón o de papa que cuestas, dormidos y despiertos, / seguire-
se saca de entre las raíces y que conserva mos besándonos en el hijo profundo. / Be-
frescura subterránea». Neruda percibió en sándonos tú y yo se besan nuestros muer-
él a un poeta talentoso con la simple lectura tos, / se besan los primeros pobladores del

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mundo». Su lenguaje no es rígido, se deja sino porque se le muere su hijo de pocos co a mi amiga Delia”, versos que ella cono-
llevar por los sentimientos, aunque en otros meses. Nace otro, pero esta alegría y cari- cerá muchos años después, en Chile: «Tu ter-
poemas se percibe claramente la influen- ño es muy breve, pues lo han tomado pri- nura es capaz de abrazar a los cardos / y en
cia clásica. El amor que consagra a sionero y condenado a muerte. ella veo un agua que pasa y no se altera… /
Josefina, es también para el hijo: «él hará Tu voz pasa a través de un mineral racimo. /
que esta vida no caiga derribada». Su poe- 2 No encontraréis a Delia sino muy repartida /
sía en este sentido es optimista. El futuro La amistad con Neruda y los poetas en Ma- como el pan de los pobres.» El poeta de
está en el hombre nuevo, por esta razón le drid alentaron su creación, porque «Con Orihuela no solamente sintió una amistad en-
dice a su amada: «No te quiero en ti sola: ellos me he sentido más arraigado y hondo, trañable con Pablo, sino también con aquella
te quiero en tu ascendencia». Este poema / y además menos solo. Ya vosotros sabéis / hermosa e inteligente mujer de izquierdas que
“Hijo de la luz y la sombra”, representa el lo solo que yo soy, por qué soy yo tan solo. tanto influyó en el vate sureño.
verdadero amor de la pareja humana. La /Andando voy, tan solos yo y mi sombra.» Neruda fue para él como el hermano
esposa está fundida en el nuevo ser como Neruda en sus Memorias dice: «El recuer- mayor a quien leía su creación poética y que
un sol naciente. Es un canto social en cuan- do de Miguel Hernández no puede lentamente lo alejó de la influencia religiosa
to a que el amor cumple con una finalidad escapárseme de las raíces del corazón. El de Ramón Sijé para devenir poeta social y
en la vida. Es la dicha para ellos y los de- canto de los ruiseñores levantinos, sus to- combatiente. Participa con entusiasmo y ad-
más. Es la esperanza de la especie huma- rres de sonido erigidas entre la oscuridad y miración, con Lorca, Alberti y otros, en el
na. La transformación poética que fue te- los azahares, eran para él presencia obsesi- homenaje a Neruda del 14.06.1935, y luego
niendo Miguel, causó admiración en Pablo. va, y eran parte del material de su sangre, publica un artículo elogioso, dramático y
Y a Miguel lo cautivaron el estilo vanguar- de su poesía terrenal y silvestre en la que se tremendista sobre Residencia en la tierra en
dista y la actitud generosa del poeta de los juntaban todos los excesos del color, del per- el periódico El Sol (enero 2, 1936): «Ganas
ríos y volcanes de la Araucanía, que le abría fume y de la voz del Levante español, con me dan de echarme puñados de arena en los
su hogar de la Casa de las Flores. La amis- la abundancia y la fragancia de una podero- ojos, de cogerme los dedos con las puertas,
tad con Neruda fue fundamental para la in- sa y masculina juventud.» de trepar hasta la copa del pino más dificul-
novación de su poesía. Además, se dio Él quiere a sus amigos sin posturas aca- toso y alto. Sería la mejor manera de expre-
cuenta que esa influencia era positiva para démicas, lejos de museos y bibliotecas que sar la borrascosa admiración que despierta
transformarla. son para otros momentos. Los quiere libres en mí un poeta de este tamaño de gigante.»
Por otro lado, no podía vivir en solita- como las espigas a merced del viento: «En- Además, le dedicó un bello y conmovedor
rio, aunque la soledad sea parte vital de la tre todos vosotros, con Vicente Aleixandre / prólogo en su libro El hombre acecha y un
existencia del poeta. Los primeros desen- y con Pablo Neruda tomo silla en la tierra: / poema muy sentido: “Oda entre sangre y vino
gaños poéticos lo hicieron refugiarse en sí tal vez porque he sentido su corazón cercano a Pablo Neruda”. ¡Cuánto había cambiado su
mismo. Cuando por primera vez viaja a / cerca de mí, casi rozando el mío.» Delia del poesía! Su espíritu piadoso y cristiano se re-
Madrid trata de publicar en La Gaceta Li- Carril, en ese tiempo amante de Neruda, ape- bela ante los que dividen a su España. No
teraria, pero no lo consigue. Entonces, re- nas lo conoce le toma cariño por su aspecto puede estar del lado de la iglesia que se incli-
torna a su pueblo para escribir con más de buen hombre y sin recovecos. Lo quiere na por los nacionalistas. Su creación se con-
bríos. Después de publicar Perito en lunas, como a un hijo, y Miguel un día compensa vierte en verbo militante, pero no panfletario,
el auto sacramental Quién te ha visto y esa fraternidad con una “Relación que dedi- sino riguroso, hermoso y dramático en la for-
quién te ve y sombra de lo que eras, se di- ma que da al contenido.
rige nuevamente a la capital. Si antes no lo Ante el riesgo que corre piensa en soli-
aceptaron en La Gaceta Literaria, ahora citar asilo a la embajada de Chile. Incluso
tiene entrada y resonancia en Cruz y Raya, se entrevista con el Encargado de Negocios,
que con rigurosidad edita José Bergamín, Carlos Morla Lynch, muy vinculado a los
y que le publica el auto sacramental. Y de la generación del 27, quien acepta una
Neruda lo incluye en su Caballo Verde. Con lista de refugiados que le pasa Alberti, pero
sus amigos ya no se sentirá solo, ni tan des- recapacita y prefiere no huir de España, in-
arraigado de Orihuela. Se ha enamorado de corporándose a la milicia republicana. Lo
la modista Josefina Manresa, que vive tam- liberan y nuevamente le toman preso. Des-
bién en su pueblo. Es un amor con perma- de ahí vivirá en permanente vía crucis. Su
nente nostalgia. Con Josefina se casará en amigo Pablo ya no está de cónsul en Ma-
1937, en plena guerra civil. Se convierte drid, había pedido permiso a su Ministerio
en poeta-amante-compañero-padre-mili- para hacer abandono de España en el co-
ciano. Tiempo de dolor profundo para Mi- mienzo de la guerra. La autorización se la
guel, no sólo por su patria que se desangra, dieron en noviembre de 1936. Neruda, ya

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lejos de España, cuando le comunican la si- En el centenario de otro amigo granadino
tuación de su hermano de la poesía, se des-
espera, hace gestiones para que le den la li-
bertad. Finalmente, los sufrimientos y la en- La huella de Neruda en la poesía
fermedad que contrajo Miguel en las frías
celdas acaban con su ya débil existencia: «Si
de Luis Rosales
me muero, que me muera / con la cabeza
GABRIELE MORELLI
muy alta. / Muerto y veinte veces muerto, la
Universidad de Bérgamo, Italia
boca contra la grama, / tendré apretados los
dientes / y decidida la barba. / Cantando es-
pero a la muerte, / que hay ruiseñores que
cantan / encima de los fusiles / y en medio
de las batallas.» En su consternación Neruda 1
acusa de ser culpables a varios escritores es-
pañoles y a Carlos Morla Lynch. Acusación
injusta y en algunos casos errónea. Esa
A l recordar el acto del homenaje
ofrecido a Pablo Neruda en su
tercera estancia madrileña, que concre-
muerte que provocó la dictadura franquis- tamente consiste en la publicación de Tres
ta fue tan cruel y horrorosa como la de Fe- cantos (Madrid, Plutarco, 1935) –tres
derico García Lorca. Muertes enjuiciadas poemas del libro Residencia en la tierra
por la historia. que se publicará meses después– se suele
Neruda nunca pudo olvidar a su amigo. atribuir la iniciativa a los poetas del grupo
Sangró su corazón durante toda su vida. Al del 27, cuyos nombres aparecen en la hoja
gran poeta de Orihuela, de España y de introductoria de la plaquette. En orden
Iberoamérica dedicó dos magníficos poemas: alfabético son: Alberti, Aleixandre, carta (18 de marzo de 1936) de Diego a su
en “A Miguel Hernández, asesinado en los Altolaguirre, Cernuda, Diego, León Felipe, amigo Vicente, recientemente salida a la
presidios de España” describe biográfica- García Lorca, Guillén, Salinas. De todos luz, da nuevos detalles sobre el asunto.
mente su origen, su inocencia, su cultura, su modos, en el espacio inferior del folleto Escribe el santanderino:
influencia escolástica, su toma de posición aparecen otros firmantes: Hernández,
con el fusil y el verbo: «Ya sabes, hijo mío, Muñoz Rojas, Leopoldo y Juan Panero, Yo a Neruda le debo atenciones de fina
cuánto no pude hacer, ya sabes / que para mí, Rosales, Serrano Plaja y Vivanco. amistad (aunque de mucho menor
de toda la poesía, tú eras el fuego azul. / Hoy Para algunos, el homenaje supone el importancia y profundidad, que a las
sobre la tierra pongo mi rostro y te escucho, / acto de solidaridad de los amigos del grupo que a ti te debo). Cuando solicitaron
te escucho, sangre, música, panal agonizan- generacional al vate chileno, autor del mi firma para un homenaje a Neruda,
te. / No he visto deslumbradora raza como la manifiesto de la poesía impura contra Juan yo les dije a los organizadores, que
tuya, / ni raíces tan duras, ni manos de solda- Ramón Jiménez que representaba la lírica admiraba sinceramente al poeta, como
do, / ni he visto nada vivo como tu corazón / elitista. Pero existe otra versión más es verdad, y que me parecía simpático
quemándose en la púrpura de mi propia ban- acreditada que tiene en cuenta una que los poetas españoles le demos-
dera.» (Canto general); y en “El pastor per- dedicatoria anterior del libro, que trasen públicamente su estimación y
dido” exclama: «Nadie, Miguel, te ha ol- informaba que el homenajeado había sido satisfacción por tenerle en Madrid.
vidado. / Aquí te llevamos todos / en mitad objeto de una injusta campaña de Pero me parecía hiperbólico y
del pecho /… / Verás que tu rostro arruga- denigración en su tierra natal. En la desproporcionado el homenaje, y,
do / estará en las banderas, vivirá en la vic- dedicatoria se aludía a una violenta querella sobre todo, que yo no firmaba, si no se
toria, / revivirá cuando reviva el pueblo, / contra Neruda (a quien se acusaba de suprimía toda alusión a una campaña
marchará con nosotros sin que nadie / pue- plagio), de la cual indirectamente se de que era objeto Neruda en su país.2
da apartarte más del regazo de España.» inculpaba a Huidobro. La correspondencia
(Las uvas y el viento). cruzada entre el autor de Altazor y sus Todo esto permite afirmar que si el
Neruda y Hernández, dos grandes poe- discípulos Diego y Larrea1 recuerda los grupo del 27 efectivamente trabó una
tas que los pueblos no olvidan. Permanecen preliminares del homenaje y el rechazo de intensa relación con Neruda durante su
en la memoria de la historia, como símbolos parte de los dos neófitos del creacionismo larga estancia en España, no menos
luminosos de las ilusiones del hombre, en las a firmar la primera entrega, luego sustitui- relevante fue el magisterio que el poeta
dos orillas y en el mundo entero. ♦ da por la definitiva, donde en efecto se de Residencia en la tierra ejerció sobre la
elimina la alusión a la polémica contra generación de los poetas españoles más
Madrid, otoño, 2010 Neruda y por consiguiente a Huidobro. Una jóvenes, en particular sobre Hernández,

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Rosales, Vivanco y Juan Panero, miembros Neruda, que no es un ritmo externo, sino
de la generación del 36. Me refiero al una forma estructural.4
vínculo personal y literario que se creó Al lado del tono entendido como
entre Pablo y los otros firmantes del columna estructural del poema, el lector
homenaje. Como prueba contundente de puede notar, como elemento llamativo, el
la admiración profesada por estos jóvenes uso recurrente de la condicional «si», célula
al maestro chileno –del cual se subraya estilística que rige toda la arquitectura
«su extraordinaria personalidad y su poemática –lo mismo que apuntaba
indudable altura literaria»– basta recordar Amado Alonso en su lectura de
la reseña de Vivanco aparecida en el nº 8 “Barcarola”5 («Si solamente me tocaras el
de Cruz y Raya (noviembre de 1933) sobre corazón, / si solamente pusieras tu boca
el libro Residencia en la tierra, publicado en mi corazón», etc.)–. Igualmente
en Chile en ese año. Bajo el título “La encontramos este uso en la poesía del
desesperación en el lenguaje” Vivanco granadino, sobre todo a partir de La casa
reflexiona sobre el concepto de creación encendida, la obra que más evidencia la
poética del chileno, subrayando la fuerza influencia de Neruda. Sigue en el libro
innovadora y experimental de su lenguaje posterior Rimas, en particular en el poema
moderno. «Pablo Neruda –apunta– no “Hay un dolor que se nos junta en las
desespera en su conciencia, sino en su palabras”, del que cito estos versos: «Si tú
lenguaje; y esta desesperación, más Neruda en el aeropuerto de Barajas, regresando supieras que ayer tal vez resulta caro, / ...si
profunda, es siempre la poesía». La crisis a Chile en noviembre de 1972, con Luis Rosales tú supieras que un poema / no puede ya
denunciada por Pablo (recordamos los y Luis Felipe Vivanco. volver a ser como un escaparate de joyería,
conocidos versos de su poema “Walking / si tú supieras que ahora es preciso que
around”: «Sucede que me canso de ser del tono, recordando la originalidad del de escribamos».
hombre /... Sucede que me canso de mis Neruda y de García Lorca, cuyos timbres Rosales capta especialmente en la
pies y mis uñas») coincide con la que están misteriosos parecen arrancar de lo poesía de Neruda, en una época de
atravesando en la época los jóvenes poetas profundo de la tierra. Escribe: «El tono desorientación colectiva, la recuperación
españoles. Se trata de una análoga tiene carácter emocional. Conjunta la de la realidad cotidiana y humana en la
desesperación, consecuencia de la toma de emoción vital y la conciencia artística que palabra poética, como él mismo confiesa a
conciencia de carácter existencial e no se deben confundir –¡ay del que las Félix Grande: «Lo que estaba en el aire
ideológico frente al vacío dejado por los confunde!–, ya que tienen distinta aquellos años, de manera difusa pero
valores e ideales consagrados del pasado. naturaleza.» Y más adelante: «El tono es la apremiante, era el deseo de restablecer el
tensión poética motriz y abarca todos los contacto olvidado entre la vida y la poesía,
2 componentes formales: palabra, verso, y en ese sentido la aportación de Neruda
Al lado de Vivanco, también Rosales tiempo, que sólo en él pueden fundirse. El fue decisiva».6 Pero si Rosales coincide
rememora el impacto de su lectura de tono es, pues [...] la ley de acuñamiento de lo con Neruda en la denuncia de la congoja
Residencia en la tierra: «Fue mi libro de expresivo.»3 Y el granadino indica el poema que aflige al ser humano, se diferencia
cabecera –confiesa–, mi movilización, mi “Barcarola”, en que el tono primigenio y porque el chileno encuentra solución en la
despertar». Y añade: «La lectura de este genético llega a su cima, asignando gran filosofía del marxismo que culpa a la
libro producía en mí un temblor hondo, importancia a la función del ritmo, sobre el sociedad capitalista de la injusticia y
tiritante, una dulzura, un calor húmedo cual apunta: sufrimiento del hombre, mientras que él,
como una lengua de vaca que me lamiera Es un ritmo alternante, encadenado, de profunda fe cristiana, ve el dolor como
el rostro. No era tan solo una lectura: era largo y lento, reiterativo, que vuelve condición del ser humano y componente
un contacto.» Ningún sintagma más siempre hacia su origen para tomar impulso intrínseco de nuestra vida que sólo pueden
apropiado que el último para confesar la y matizar de nuevo la expresión. Se consolar la presencia de Dios, el anhelo
influencia ejercida por el verbo de Neruda, despliega, como hemos visto ya en nuestro religioso y los afectos familiares. En este
del que Rosales se apropia físicamente, con comentario de “Barcarola”, por medio de afán por captar la sustancia genuina del ser,
una adhesión en que participa cuerpo y ondas concéntricas, cada vez mayores, que por cantar la experiencia cotidiana y vital
alma. Y más el cuerpo que el alma. Más tienen siempre el mismo arranque. No lo del hombre, Neruda anticipa una tendencia
que el contenido, seduce al granadino el olvide el lector. Este es el ritmo de rehumanizadora del grupo generacional
tono, la expresión poética, el arranque vital Residencia en la tierra, del Canto general, del 36, que inspira la revista Cruz y Raya
y formal del mensaje creativo del maestro de las Odas elementales o Memorial de Isla y, más adelante, con más iniciativa
chileno. Rosales insiste en la importancia Negra, es decir: el ritmo característico de programática, Espadaña y Escorial, que

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reúnen al grupo de los jóvenes poetas chileno, descubre su vínculo profundo con
falangistas. la literatura española. Escribe a propósito:
Si limitamos el impacto de Residencia «Y ya en los años 30, y esto es lo más
en la tierra al aspecto formal y peregrino, ¿no cayó Neruda, casi, en el
precisamente a la presencia del lenguaje goloseo gongorino de Villamediana, según
‘desesperado’, vemos que el léxico de moda del momento en cierta España
Rosales asume el dolor humano como otramente barroca, que ha igualado
elemento de la cosmovisión religiosa en después, por ese lado a las dos Españas
que se funda la voz del poeta. Es suficiente actuales?» 9
volver a su libro juvenil Abril, cuyo título De la lectura nerudiana extrae Rosales
alude al optimismo laico afirmado por el la concepción del poema entendido como
libro Cántico de Guillén (el verso «El resultado de un proceso compacto que une
mundo está bien hecho» recurre con el elemento lírico y épico, narrativo y
frecuencia también en La casa encendida). dramático, la palabra reflexiva y la
Rosales, por su parte, sabe que sólo queda coloquial. Igualmente proviene de Neruda
el peso rutinario de la realidad cotidiana, la imagen de ascendencia surrealista y
nuestra consunción física, el paso del onírica que crea la atmósfera de un mundo
tiempo y el dolor de la muerte, y por eso la irreal, habitado por seres invisibles,
necesidad de confiar en la presencia familiares o amigos desaparecidos que en
protectora de Dios. Significativos son los Luis Rosales, al fondo un retrato de César Vallejo. el pasado poblaron la vida del poeta. Se
versos del poema “Cántico del destino” de trata de una poética que el propio Rosales
Abril, que rezan: «¡La nieve, Abril, la nieve reivindicó en las páginas de Espadaña, bajo
con su cándido asombro!... la tiniebla la égida de “Poesía total”, vaticinando la
precisa / para que mis sentidos no maduren, anafórica creada por la iteración de la supresión de las fronteras que separaban los
y sólo / quede erguida esta fe de sentir condicional «si», ya citada («Si solamente géneros y dividían la forma del contenido y
asombrado hacia ti» me tocaras el corazón, / si solamente buscando el equilibrio necesario para
Pero más evidente es la deuda con pusieras tu boca en mi corazón, / tu fina amalgamar los distintos elementos. En
Neruda en La casa encendida, donde el boca, tu dientes, / si pusieras tu lengua...»), definitiva, Rosales persigue una creación
granadino sintetiza los distintos géneros donde cada célula métrica corresponde a lírica que incorpore conocimiento y vivencia
heredados de la tradición, borrando las una entera unidad fonológica y semántica. con los sentimientos y objetos de la vida
fronteras que separaban los diferentes El uso está presente también en algunos humana. Para Xelo Candel, su palabra
modos de la recepción poética. Modifica y poemas de Rimas, pero su empleo se repite poética será «de meditación y de
funde los elementos variados «en una con abundancia sobre todo en La casa conocimiento vital que busca en los
nueva forma artística ancha, flexible, oral, encendida (véase la IV parte del libro entresijos de la memoria los límites de la
manumitida, que pudiera acoger, por igual “Cuando a escuchar el alma me retiro”). existencia».10 La intensa relación humana
la amplitud del movimiento narrativo, la y literaria vivida entre Rosales y Neruda
viveza de la palabra dramática y la 3 sufre gran distancia durante y después de la
concentrada intensidad de la palabra Rosales comparte con Neruda el interés por contienda civil y, en cambio, vuelve a
lírica», según escribe el propio Rosales el descubrimiento de la obra de Villamediana, recuperarse a partir de los años cincuenta.
en su exégesis de la obra del vate chileno7 . al que dedica el importante libro Poesías Entonces se produce el proceso de
En efecto, no es difícil rastrear en el léxico (Madrid, Edición Nacional, 1944) y alejamiento del grupo de Escorial respecto
de La casa encendida los recursos después el estudio monográfico Pasión y al régimen franquista, proceso en el que
estilísticos peculiares de Residencia en la Muerte del Conde de Villamediana participan en especial Rosales y Panero. La
tierra, como la enumeración caótica, la (Madrid, Gredos, 1969). Este interés fue recuperación de los vínculos con Neruda
repetición y, sobre todo, un ritmo narrativo anticipado por el maestro chileno que, ya tiene su ápice cuando se le concede el
lento y cadencioso, que, como anota en julio de 1935, presentaba Poesías de Premio Nobel de Literatura en 1971. No se
Rosales en la lectura nerudiana, «vuelve Villamediana (En manos del silencio), conoce ninguna declaración oficial de
siempre hacia su origen para tomar impulso compilación publicada por la revista Cruz Rosales, aunque –¡bien podemos
y matizar de nuevo la expresión».8 En y Raya, y también como plaquette aparte. imaginarlo!– la noticia fuera de gran
particular, la reflexión vale para el poema La predilección nerudiana por el autor satisfacción y alegría, como lo fue para su
“Barcarola”, del que Rosales analiza la barroco es criticada por Juan Ramón amigo Luis Felipe Vivanco, quien con sutil
función del ritmo de la frase que, en Jiménez quien, al negar el carácter vena irónica comenta el acontecimiento en
numerosos pasajes, acude a la tensión indigenista asignado a la poesía del poeta su diario con estas frases: «¡Qué triunfo para

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definidor, señor de idioma? Ahora lo
tenemos lleno de frutos, exigente y fecundo.
Atravesó este mortal antipolítico el
momento desgarrador en Andalucía y se ha
recuperado en silencio y en palabra. Salud!
Buen compañero. — Pablo Neruda, París
1972.♦

NOTAS
1
Vicente Huidobro. Epistolario. Correspondencia
con Gerardo Diego, Juan Larrea y Guillermo de
Torre, 1918-1947, edición de Gabriele Morelli,
Madrid, Publicaciones de la Residencia de
Estudiantes, 2009.
2
La carta, encontrada en el archivo de la Fundación
V.H., acaba de ser publicada por G. Morelli,
“Aproximación a la lectura de La casa
encendida”, en el catálogo dedicado en el

Manuscrito original de Luis Rosales. centenario del autor, Luis Rosales. Discípulo del
aire, Sevilla, Centro Andaluz de Las Letras, 2010,
pág. 262, n. 16.
la España de Franco! Le han dado el Nobel argumento, una poesía total que asuma en 3
La poesía de Neruda, Madrid, Editora Nacional,
a Pablo Neruda. Mañana, Pau Casals, a sus su expresión los contenidos propios de la 1978; respectivamente pág. 30 y pág. 35.
noventa y cinco años, estrena la música del expresión lírica y la expresión narrativa».13 4
Ibídem, pág. 46.
himno de la ONU, y pasado mañana Pablo Ninguna expresión más adecuada para 5
Poesía y estilo de Pablo Neruda, Buenos Aires,
Picasso cumple noventa años.»11 . definir la propia experiencia poética de Editorial Sudamericana, 1966, pág. 90.
6
Rosales. El proceso de identificación, y al “La poesía de Luis Rosales: más junta que una
4 mismo tiempo de diferenciación, entre los lágrima”, en Luis Rosales, Poesía, Madrid,
En noviembre de 1972, Neruda regresa a dos poetas es evidente, como es evidente Trotta, 1966, pág. 126.
Chile desde París —habiendo dejado atrás la gran deuda –reconocida por el propio 7
La poesía de Neruda, op. cit., pág. 87.
su embajada a la que nunca regresará— y granadino– que Rosales, renovador de la 8
Ibidem, pág. 46.
su avión hace escala en el aeropuerto de poesía española de posguerra, debe a su 9
Cito del interesante libro de María Isabel López
Barajas. Vivanco y Rosales van a saludarle. amigo y maestro Pablo Neruda. Martínez, Neruda y los escritores de la Edad de
El primero anota en su Diario: «Me alegro Y para terminar recuerdo cómo en el Oro (Sevilla, CSIC, Universidad de Sevilla, 2009,
de haber bajado a Barajas y haberle dado homenaje que la revista Cuadernos págs. 98-104), que estudia también la presencia
un abrazo, a su paso por Madrid». 12 Hispanoamericanos dedica a Luis Rosales de Villamediana en la obra del poeta chileno,
Gonzalo Menéndez Pidal, también en los años 7014 , Pablo Neruda colabora aportando una nueva e importante documentación
presente, inmortaliza el encuentro en una con un texto autógrafo donde en pocas sobre el tema.
fotografía en que se ve a Neruda sonriendo líneas resume de una manera ejemplar el 10
Introducción en Luis Rosales, La casa encendida,
satisfecho entre los dos antiguos amigos, recorrido literario de su amigo. Neruda Valencia, Editorial Denes, Colección “Calabria/
ambos de nombre Luis. Poco después, llama a Rosales un «mortal antipolítico», Poesía”, 2003, pág. 12.
Rosales empieza a escribir el libro sobre que ha atravesado el periodo de la tragedia 11
Diario (1946-1975), Madrid, Taurus, 1978, pág. 231.
la obra nerudiana donde, ya en sus primeras nacional y luego, recluido en su silencio, 12
Ibidem, pág. 223.
páginas, analiza las coordenadas esenciales ha alimentado de continuo su palabra 13
La poesía de Neruda, op. cit., pág. 16.
que caracterizan la producción del vate poética, llegando a ser un gran poeta, 14
Concretamente en el número doble 257-258, fecha-
chileno. Se trata, apunta, de una poesía «exacto definidor, exigente y fecundo». do (por razones internas o administrativas de la
«donde se narren los hechos mismos que Así lo saluda su amigo Pablo: propia revista) en mayo-junio de 1971, aunque
constituyen nuestra urdimbre vital, los salió a la calle mucho más tarde, este texto-carta-
acontecimientos que hemos vivido, y Qué decir de Luis Rosales a quien yo conocí homenaje de Neruda a Luis Rosales, texto de que
suprima las pretendidas diferencias entre los naranjo, recién florido en aquellos años habla Félix Grande en su libro La calumnia, con-
géneros literarios; esto es: una poesía con treinta, y que ahora es gran poeta, exacto tando cómo se entrevistó con Neruda en París.

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En los 60 años de Canto general

El «otro» viaje de Neruda a Isla de Pascua*


GUNTHER CASTANEDO PFEIFFER
Estudioso de Neruda. Licenciado en Medicina y Doctor en Odontología.
Santander, España

E n las cronologías de Pablo Neruda se


describe el viaje que el poeta hizo a
Isla de Pascua en enero de 1971, como su
ombligo del mundo». Rapa Nui es un nom-
bre posterior, y más aún Isla de Pascua,
así rebautizada por el almirante Jakob
primer contacto con la Isla. Este hecho se Roggeveen, navegante holandés que en tiempo Neruda se convierte en su amante,
ha repetido hasta ahora en todas las biogra- 1722, a bordo del velero Thienhoven, la a pesar de la diferencia de edad. El secreto
fías del poeta. llamó Passers, o sea Pascua. idilio estalla cuando Matilde descubre la
El presente artículo se propone funda- relación. Alicia es expulsada de la casa.
mentar cómo en 1945 Neruda viajó a la 1971: La rosa separada Para intentar poner un poco de armonía con
Isla en compañía de la pintora gallega su mujer, Pablo pide al presidente Allende
Maruja Mallo. En ese momento su esposa Pablo Neruda visitó la isla en el mes de el puesto de embajador en París, ciudad que
era Delia del Carril, por lo cual se abstuvo enero de 1971 para participar en el rodaje él asociaba a la felicidad. El Senado de
entonces de comentar ese viaje, y tampo- de un documental de Hugo Arévalo para Chile aprueba en sesión parlamentaria el
co lo recordó en sus memorias. Al parecer el Canal 13 de la televisión chilena. Con- cargo de embajador en fecha 21 de enero
el asunto fue también mantenido en secre- secuencia de este viaje será su libro La rosa de 1971. En abril Neruda presenta sus cre-
to entre sus amigos. separada. Un libro triste a causa del triste denciales al presidente de la república fran-
Pero años después Maruja Mallo con- desenlace de la historia de amor entre Pa- cesa, Georges Pompidou, quien lo recibe
firmará en una conferencia aquel viaje con blo y Alicia Urrutia, joven sobrina de la con singular rapidez. En París termina el
Neruda a Isla de Pascua. Viaje que, por lo tercera mujer del poeta, Matilde Urrutia. libro que había comenzado durante su via-
demás, explicaría la inclusión en Canto Alicia había sido acogida en Isla Negra je a Isla de Pascua.
general (México, 1950) de cuatro poemas con su hija pequeña, para ayudarla en sus Así, La rosa separada no es un libro
temáticamente vinculados a la isla. problemas económicos. Con el paso del póstumo: su primera edición se publica en
París en 1972 (fecha de colofón: 16 de oc-
Rapa Nui tubre) por Éditions du Dragon, ilustrada con
seis grabados en color de Enrique Zañartu,
La Isla de Pascua o Rapa Nui es una isla chi- formato 34 x 26 cm, y presentados en una
lena ubicada en la Polinesia, en medio del carpetilla, con la particularidad de que las
océano Pacífico, con una superficie de planchas de cobre fueron rayadas con pos-
163,6 km2 y con una población actual que terioridad. La edición se limita a 99 ejem-
no llega a los 4.000 habitantes, casi todos con- plares firmados por Neruda y Zañartu. El
centrados en Hanga Roa, capital y único po- libro tendrá una segunda edición póstuma
blado existente. Administrativamente, la Isla en Buenos Aires, Losada 1973. Su último
es una provincia perteneciente a la V Re- poema es una despedida, en la que se mez-
gión-Valparaíso, Chile (en 2007 fue decla- clan versos dedicados a la belleza de la Isla
rada territorio especial cuyo estatuto está en y otros a la estéril migración humana que
trámite constitucional), y constituye hoy uno no alcanza a comprender su misterio.
de los más preciados destinos turísticos del Nada hace sospechar en el libro que
país debido a su belleza natural y a la enig- Pablo pudiera haber estado allí anterior-
mática cultura ancestral de la etnia rapa nui mente. Pero estuvo.
que ha dejado como únicos rastros esas enor-
mes estatuas llamadas moais, mundialmen- Maruja Mallo
te famosas. En 1995 la UNESCO la consa-
gró patrimonio de la humanidad. La pintora gallega Maruja Mallo (1902-
En el idioma autóctono la isla se lla- 1995) nos cuenta que con Pablo se cono-
maría Tepito-te Henúa equivalente a «el Maruja Mallo en playa Brava, Punta del Este, 1943. cieron en Madrid. En muchas tertulias y

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fiestas coincidieron. Rafael Alberti lo re-
cuerda en su crónica “La Hormiguita y
otras hojas perdidas” (El País, 22.11.1985).
También Neruda en sus memorias, escue-
tamente: «Aquel Madrid! Nos íbamos con
Maruja Mallo, la pintora gallega, por los
barrios bajos buscando las casas donde
venden esparto y esteras, buscando las ca-
lles de los toneleros, de los cordeleros, de
todas las materias secas de España, mate-
rias que trenzan y agarrotan su corazón».
Y Maruja confirmará: «Yo le acompa-
ñaba a la calle de Toledo a comprar cosas
de esparto, esteras y otras materias secas,
y mientras salía o entraba en tiendas de to-
neleros y cordeleros me recitaba versos con
voz perezosa, lenta y triste, que se identi-
ficaba muy bien con su físico» (Vicent
Manuel 1981). En una entrevista con Ma-
rino Gómez Santos, “En España con Pa-
Maruja Mallo con manto de algas, Chile. Pablo Neruda y Maruja Mallo en las playas de
blo Neruda” (ABC, 23.08.1970, p. 97), el
Chile, 1945.
poeta dijo: «Pepe Caballero y otros artis-
tas plásticos de la época, como Maruja
Mallo, y especialmente el gran Alberto García Lorca en persona que, al ver aque- a Isla de Pascua. Tan importante que in-
Sánchez (...) cruzamos el umbral de aquel lla bandera humana, la cogió de la mano, cluso transformará su forma de entender
tiempo, un tiempo encendido y apagado a la introdujo en el salón, mandó callar a la el mundo y la vida:
medida que nuestras esperanzas y nuestros concurrencia enloquecida y soltó estas pa- «Y ante el encuentro inesperado deci-
deseos se cumplían o se morían. (...) Éra- labras proféticas: ‘Esta bandera de Argen- dimos Pablo Neruda y yo penetrar en la
mos todos más o menos locos; pero la gue- tina nos custodiará un día’… Aquel día estética inédita de la monumentalización
rra nos hizo ponernos serios». estaban todas las pieles acaparadas, y Fe- en forma de estatua, donde aparecen: her-
Maruja, que frecuentó la Casa de las Flo- derico se puso cualquier cosa, pero yo he méticas practicando ritos ancestrales: tes-
res desde comienzos de 1935, recordará: visto a Lorca, a Alberti, a Bergamín, vesti- timonios enigmáticos de la incógnita del
«Neruda había traído de Java pieles au- dos de león, de tigre, de leopardo […] Eran pasado: Isla de Pascua (Rapa Nui), ojos que
ténticas de todos los monarcas de la selva, fiestas surrealistas, es decir, de libertad, por contemplan las estrellas… Y desde el fon-
león, tigre, leopardo, pantera, y máscaras eso el surrealismo molestaba tanto a la cu- do del Pacífico sentí la hiperestética de la
de tribus javanesas también auténticas. ria» (Vicent 1981). substancia del éter, de los moradores del
Entonces nos poníamos esas vestiduras y Ella marcha al exilio y llega a Buenos vacío.» (Mallo 1983).
armábamos una selva virgen llena de gri- Aires el 9 de febrero de 1937, vía Lisboa y José Luis Ferris, en su biografía de la
tos ancestrales. En medio de aquella alga- gracias a la protección diplomática de pintora gallega (Maruja Mallo, Ed. Temas
rabía de rugidos siempre sonaba de repen- Gabriela Mistral, entonces cónsul en la de Hoy, Madrid 2004), aporta el testimo-
te un timbrazo en la puerta. Era un cate- capital portuguesa. En 1939, Maruja Ma- nio de Shirley Mangini: «no hace mención
drático del piso de abajo que subía metido llo viaja a Chile, se hospeda en el hotel Neruda en sus memorias, Confieso que he
en un impecable pijama blanco a pedirnos Concón de Viña del Mar. Pablo Jiménez vivido, quizá porque no quiso documentar
que, por favor, rugiéramos más bajo, por- dice que en ese año compartieron «mági- las varias relaciones extra-matrimoniales
que no le dejábamos dormir. Creo que fue cos secretos de la noche de Valparaíso». que mantuvo» (Mangini 2001: 131, nota
Cernuda el que dijo: ‘A este señor hay que Pero es durante su segundo viaje, a fines 48). El mismo Ferris hace mención a una
invitarle a una copa de Valdepeñas la próxi- de 1945, que Neruda recorre con la pinto- carta de Bozenna Borkowska (2003: 334)
ma vez’. El sábado siguiente, en pleno ri- ra gran parte de Chile. en que Maruja se dirige al poeta chileno,
tual, se oyó el timbre. Amparo Mom, dis- conmovida por la muerte de Salvador
frazada de bandera argentina, con una gasa Maruja y Pablo viajan a Isla de Pascua Allende y preocupada por la salud de Pa-
blanquiazul, se acercó a la puerta para re- blo mismo. Al final de la misma se despi-
cibir la queja. Pero el que llegó no era el Para Maruja lo principal de esta nueva vi- de con un «Te recuerdo y quiero», que tie-
catedrático sonámbulo, sino Federico sita a Chile es el viaje que hace con Pablo ne aire de confesión y de complicidad.

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Por último, en 1983 Francisco Fernández
Ordóñez, director del Banco Exterior de
España, organizó una exposición de las
cartas de amor de Pablo Neruda a Albertina
Rosa Azócar. El cartel de la exposición,
pintado por Maruja Mallo, fue acusado de
ser el plagio del dibujo de Jorge Salas para
la carátula de un LP del grupo Inti Illimani,
editado en mayo 1976: una araucana vo-
lando asida al cuello de una llama. La lla-
ma lleva en ambos dibujos los mismos ins-
trumentos: tambor, guitarra, quena y pan.
Al fondo la cordillera andina. «Maruja Mallo y Pablo Neruda en la Isla de Pascua hacia 1945.» (Catálogo de
exposición: Maruja Mallo, Tomo II, Fundación Caixa Galicia, Madrid 2010).

Isla de Pascua en Canto general


bien «el rostro seco de Castilla / como un libre / de inventar cosas cuando estoy can-
En Canto general (1950), cuatro poemas océano de cuero» si pensamos en la ciu- tando» y en la conferencia inédita a la que
de la sección XIV, “El Gran Océano”, apa- dad donde el poeta la conoció? Pero ha- se refiere Margarita Aguirre en Las vidas
recen vinculados a la Isla de Pascua. Son cen el amor entre los moais: «Y cuando yo de Pablo Neruda, Grijalbo, 1973, p. 113, el
el poema IV, “Los hombres y las islas”; el también vaya durmiéndome / en tu amor, poeta dijo: «Hablemos francamente. Nun-
V, “Rapa Nui”; el VI, “Los constructores desnudo, / deja mi mano entre tus pechos ca dije una palabra de amor que no fuera
de estatuas (Rapa Nui)”, y el VII, “La llu- para que palpite / al mismo tiempo que tus sincera, ni habría podido escribir un verso
via (Rapa Nui)”. pezones mojados en la lluvia». Se trata de sin verdad». ¿Qué más puedo añadir?♦
Ahora bien, Neruda nunca fue capaz un poema amoroso con una sola destinata-
de escribir y menos describir algo que no ria posible: Maruja Mallo. *Las fotos de Maruja Mallo fueron enviadas
hubiera conocido. Su primer viaje oficial por el Dr. Castanedo y proceden de catálogos de
No deja de sorprendernos que en 1971
la Fundación Caixa Galicia.
a Isla de Pascua es de 1971, pero según Neruda divida los poemas de La rosa se-
Maruja allí estuvieron juntos en 1945. Y parada en dos series que se alternan, titu-
Canto general, que se publicó en 1950, en ladas Los hombres y La isla, en las que
REFERENCIAS
los mencionados poemas trae versos de este visiblemente resuena el título del primero
tipo: «llevándonos suavemente / hacia la de los poemas pascuenses de Canto gene- Borkowska 2003: Bozenna Borkowska, “Maruja
oscuridad, más abajo del agujero / de Ranu ral: “Los hombres y las islas”. Mallo en el recuerdo vivo”, en Xornadas sobre
Raraku», que parece una descripción; «No La posibilidad de encontrar alguna Maruja Mallo, Xunta de Galicia, Consellería de Cul-
temas, esperemos que caiga la lluvia, des- prueba documental del viaje de Maruja y tura, Comunicación Sociale Turismo, Santiago de
nudos, / la lluvia, la misma que cae sobre Pablo a Isla de Pascua se ha revelado difí- Compostela, 2003.
Manu Tara». cil para quien ha intentado tal tarea. Cual- Ferris 2004: José Luis Ferris, Maruja Mallo,
Sobre todo el poema “La lluvia (Rapa quier eventual testimonio de alguien que Ed. Temas de Hoy, Madrid 2004.
Nui)” sugiere un apasionado romance clan- coincidiera allí con Pablo habría apareci- Mallo 1983: Maruja Mallo, “El surrealismo a
destino, como el que suponemos entre do ya. En aquella época la isla pertenecía través de mi obra”, conferencia pronunciada en la
Maruja Mallo y Neruda: «No, que la Rei- a la Armada de Chile, y sólo en sus naves UIMP, Santander, 1981, y publicada en El surrealis-
na no reconozca / tu rostro, es más dulce / se podía acceder a ella, o en barcos bajo su mo en España, Cátedra, Madrid, 1983. También apa-
así, amor mío, lejos de las efigies, el peso / control. Pero los registros de billetes o lis- rece recogida en Maruja Mallo, catálogo de exposi-
de tu cabellera en mis manos». Pero hay tas de pasajeros invitados, podrían haber ción, Xunta de Galicia, Centro de Arte Contemporá-
un fragmento que contiene un singular in- sido eludidos por el mismo Pablo Neruda, neo de Galicia, Santiago de Compostela, 1993.
dicio: «Mis manos no eran férreas cuando que en aquel momento era senador de la Mangini 2001: Shirley Mangini, Las modernas
te conocieron, las aguas / de otro mar las República y por tanto con recursos políti- de Madrid. Las grandes intelectuales españolas de
pasaban como a una red: ahora / agua y cos para ‘ocultar’ su viaje. la vanguardia, Península, Madrid, 2001.
piedras sostienen semillas y secretos». ¿A Hay estudiosos de Neruda que sugieren Vicent 1981: Manuel Vicent, “Maruja Mallo,
qué otro mar alude el poeta, cuál era ese que los versos de Canto general se justifi- la diosa de los cuatro brazos”, El País, Madrid,
otro mar que sus manos no atrapaban? ¿A can como un viaje imaginario, pero, en mi 12.09.1981; declaraciones también recogidas y
cuál otro mar puede aludir Neruda sino al opinión, Pablo no era capaz de eso. En “Es- ampliadas en Maruja Mallo, catálogo de exposi-
mar español vinculado a Maruja, el tatuto del vino” de Residencia en la tierra, ción, Guillermo de Osma y Fundación Cultural
Cantábrico o el Atlántico de su orígenes, o dice: «Hablo de cosas que existen. Dios me Banesto, Madrid, 1992.

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1960-2010: el medio siglo de
Canción de Gesta
HERNÁN LOYOLA
Universidad de Sássari, Italia

Primeramente medité este libro en torno a Puerto


Rico, a su martirizada condición de colonia, a la
lucha actual de sus patriotas insurgentes. El libro
creció después con los acontecimientos magnáni-
mos de Cuba y se desarrolló en el ámbito Caribe.

—Neruda, Confieso que he vivido

U n testimonio de Sylvia Thayer —her-


mana de Álvaro Hinojosa— ilumi-
nó el trasfondo de estas palabras póstumas
Polonia, Bulgaria, Rumania y Checoslova-
quia, se instaló por algunos meses en París
(donde supo de los catastróficos terremotos
de Pablo Neruda sobre la génesis de Can- de mayo en el sur de Chile, en particular del
ción de Gesta (La Habana, Imprenta Na- maremoto que arrolló su inolvidable Puerto
cional de Cuba, 1960). En 1958 había es- Saavedra de la adolescencia). Desde París los
tado en Chile el portorriqueño Antonio originales del nuevo libro partieron hacia
Santaella Blanco, apasionado activista de Cuba en manos de Juan Marinello (según
la causa de la liberación política y econó- Adoum 2002: 505).
mica de la isla. Sylvia lo puso en contacto El 12.11.1960 Pablo y Matilde se em-
con Neruda, quien quedó tan impresiona- barcaron en Marsella rumbo a La Habana,
do con el relato de Santaella que comenzó donde, al llegar el 5 de diciembre, los espe-
a escribir algunos poemas «en torno a Puer- raba la «primera edición de Canción de
to Rico, a su martirizada condición de co- Gesta [de la que] se tiraron 20.000 ejem-
lonia». Pero desde comienzos de 1959 el plares en papel Gaceta, 5.000 ejemplares en
libro tomó un rumbo no previsto. papel Antique de 60 libras y 50 ejemplares
Estando Neruda en Venezuela, el 1º de en papel Guarro numerados y firmados por
abril escribió al entonces amigo Nicolás el autor» (del colofón). Recibido por el mi-
Guillén confidencialmente, de comunista Portada de Neruda para un tiraje especial de la nistro Armando Hart y por los futuros disi-
primera edición (1960).
a comunista: «Por qué tú, el más aventaja- dentes Carlos Franqui y Guillermo Cabrera
do entre los discípulos de Blas Roca [diri- Infante (respectivamente directores del dia-
gente del partido comunista cubano], no bía comenzado para América Latina» (Con- rio Revolución y del suplemento cultural de
nos envías unas cortas líneas o un ‘son para fieso que he vivido, en OC, V, 755). los Lunes), Neruda recorrerá la nueva Cuba
turistas’ explicándonos quién es Fidel Cas- Neruda entonces apostó —de inmediato durante casi un mes, concediendo entrevis-
tro, quién es el Che Guevara…? Escríbe- y sin vacilar— a la revolución recién triun- tas y verificando las transformaciones eco-
nos de manera bárbara o barbuda para sa- fante y a su joven líder, cosa digna de notar nómicas y culturales. Y leyendo poemas de
ber al fin todo lo que pasa…» (cito por dadas su habitual cautela poética y la circuns- Canción de Gesta junto al poema 20 y a
Ferro 2009: 89). Así, cuando Fidel llegó a tancia histórico-política de aquel período, y otros de su trayectoria. Antes de partir ha-
agradecer la ayuda que a su lucha habían fue así que más y más poemas en cia México tendrá un encuentro con el Che
prestado el gobierno de Larrazábal y el endecasílabos romanceados jalonaron su es- y estará en el Presidium del multitudinario
pueblo venezolano, Neruda no se perdió critura durante 1959. El libro fue completa- acto del ‘Segundo Aniversario’ en la Plaza
el discurso de cuatro horas que el líder cu- do en los primeros meses de 1960, según de la Revolución (02.01.1961).
bano pronunció «en la gran plaza de El sugiere el prólogo del autor, fechado «A bor-
Silencio, corazón de Caracas. Yo era una do del Paquebot Louis Lumière entre Améri- La escritura de Canción de Gesta fue
de las doscientas mil personas que escu- ca y Europa, 12 de abril de 1960». Neruda un desafío para Neruda. ¿Cómo abordar un
charon de pie y sin chistar aquel largo dis- estaba viajando (con Matilde) hacia la Unión evento de tal magnitud histórica y política
curso… Oyéndolo hablar ante aquella mul- Soviética como jurado permanente del Pre- sin recaer en la tentación retórica, en la
titud, comprendí que una nueva época ha- mio Lenin. Después de breves períodos en exaltación del líder? No era posible volver

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al registro de Canto general (1950) ni de cultural cubano, tras un breve período de Pablo Neruda (léase el texto en OC, V, no-
Las uvas y el viento (1954). El título mis- exaltación de Canción de Gesta en sus tas, 1390-1396) fue un documento extrema-
mo fue una transacción entre lo leve y lo publicaciones (incluyendo el nº 88 de Lu- damente infeliz, como pocos en la historia
solemne: ‘canción de gesta’ y no ‘cantar nes de Revolución, 26.12.1960, enteramen- político-cultural latinoamericana, e injusti-
de gesta’, que acaso habría sonado arcaico te dedicado a Neruda), terminó por relegar ficable desde cualquier punto de vista. Por-
y grave, y tampoco ‘canto’, que habría el libro, sin jamás explicar por qué, a esa que fue un agravio a la integridad y a la dig-
evocado un canto general ahora inviable. especie de limbo literario-revolucionario nidad revolucionarias de Neruda. La gra-
Neruda rechazó entonces la solemni- en el que todavía está. Nunca reeditado hasta tuidad y la injusticia de tal ofensa aparecen
dad y el tono épico mayores de Canto ge- hoy, desde una perspectiva actual, todavía
neral y de Las uvas y el viento en favor de más evidentes que entonces. Los mismos
un tono épico menor, deliberadamente tra- autores y firmantes de la Carta evitan re-
dicional, arcaico y popular. La diferencia cordarla, como si quemara. El aparato cul-
fue marcada por el uso del romance tural cubano ha pretendido hacer pasar como
endecasílabo (versos pares asonantados) reparación del daño algunas publicaciones
como forma métrica, constante para todo casuales, y las conferencias de algún fun-
el libro. Un brillante ejercicio de versifi- cionario menor, en homenaje al poeta chi-
cación de arte mayor, sostenido y mono- leno. Pero la dirección de la Revolución
corde como el trovar juglaresco del me- Cubana, o sea el gobierno de Cuba (verda-
dioevo: una versificación sólida y a la vez dero mandante de la Carta, según ha es-
ligera; rigurosa y a la vez popular. crito y publicado su principal redactor),
Otra diferencia fue marcada con me- hasta hoy sigue siendo deudor del desagra-
nor sutileza en la invocación épica del lí- vio público, oficial y de di-
der: «ésta es la copa, tómala, Fidel. / Está fusión mundial (como fue la
llena de tantas esperanzas / que al beberla Carta) que el poeta y revolu-
sabrás que tu victoria / es como el viejo cionario Pablo Neruda mere-
vino de mi patria: / no lo hace un hombre ce y que esperó hasta el últi-
sino muchos hombres / y no una uva sino mo minuto de su vida. (Deta-
muchas plantas: / no es una gota sino mu- lles en Loyola 2004.)
chos ríos: / no un capitán sino muchas ba- Para Neruda, hombre or-
tallas.» (poema XIX, “A Fidel Castro”). gulloso y susceptible, fue
No era difícil captar la advertencia im- muy difícil (y a ratos hasta he-
plícita en esos versos. Pero la buena fe, la roico) moverse con decoro
seriedad y la esperanzada admiración con entre la ira y la responsabili-
que un Neruda próximo a los 60 pretendió dad. «El Partido Comunista
‘advertir’ al aún joven Fidel (de 34 años) de Chile decidió concederme
sobre los peligros del poder revoluciona- en un acto público la Meda-
rio, fueron al parecer muy mal compren- lla Recabarren, recién creada
didas. Lejos estaban —y están aún— los entonces y destinada a sus
dirigentes cubanos de entender que Neruda mejores militantes. Era una
era en 1960 un poeta en metamorfosis y sobria respuesta. El Partido
en busca de la recuperación de sus sueños Del poema “Juicio Final” Comunista chileno sobrelle-
utópicos, y que desde su personal punto vó con inteligencia aquel pe-
de vista estaba muy interesado en que la ríodo de divergencias…Con
fascinante diversidad revolucionaria de hoy, que yo sepa, de Canción de Gesta no se el tiempo toda sombra de pugna se ha eli-
Fidel no se malograse. habla ni se escribe en Cuba, ni siquiera para minado…» (OC, V, 763). El conflicto en-
criticarlo. No hay memoria de él, no existe. tre los partidos fue superado, pero en lo per-
Lo cierto es que con su visita a Cuba Con razón y orgullo, en cambio, Neruda sonal el abismo subsistió para Neruda: has-
comenzó para Neruda una lamentable his- escribirá en sus memorias: «no puedo olvi- ta hoy falta el desagravio oficial al ‘chivo
toria de desencuentros e incomprensiones, dar que yo fui el primer poeta que dedicó expiatorio’ que el gobierno cubano eligió
incluso —dicho con sus palabras— de un libro entero a enaltecer la Revolución para manifestar sus divergencias políticas,
«malversaciones ideológicas» y maligni- cubana» (en OC, V, 763). puesto que Neruda era, además de impor-
dades que persistieron hasta su muerte. En 1966 la distancia devino incolmable. tante poeta, un importante miembro de la
Algo nunca aclarado sucedió. El aparato La Carta de los Intelectuales Cubanos a dirección del Partido Comunista chileno.

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Matilde decidió —seguramente lo ha-
bían concordado con Pablo— incluir “Jui-
cio Final” en las ediciones póstumas de
Canción de Gesta. Legítimamente, a mi
entender, e incluso necesariamente porque
el anuncio de 1968 expresó en modo in-
equívoco que era voluntad del autor cerrar
con “Juicio Final” esa futura edición defi-
nitiva de Canción de Gesta que él —muy
a contrapelo— eligió suspender. Y que la
muerte le impidió ver impresa.
De ahí que “Juicio Final” viene en las
Obras completas de Neruda editadas por
mí para Galaxia Gutenberg y Círculo de
Lectores en Barcelona (véase OC, vol. II,
1999, pp. 972-973). Algunos años después
publiqué a mi vez una carta abierta perso-
nal (Loyola 2004) dirigida al principal re- Soy el hombre del pan y del pescado
dactor de la Carta cubana, Roberto y no me encontrarán entre los libros,
sino con las mujeres y los hombres:
Fernández Retamar, quien además acusa-
ellos me han enseñado el infinito.
Portada de la edición Planeta, Madrid 1990, que rá a Neruda de haber transformado una
incluye “Juicio Final”. Carta «estrictamente política» en una que- —Neruda, Canción de Gesta.
rella literaria al vapulear, en “Juicio Final” Versos elegidos por Juan A. Campos.

y en otros escritos, a Nicolás Guillén, a Alejo


Aunque excluida de Obras completas Carpentier y al propio Retamar, a quien, al su interior, su desahogo contra ustedes tres
1962 y 1968 (por temor del editor Losada respecto, entre otras cosas precisé: fue más bien modesto, incluso
a la censura oficial argentina), Neruda au- «No, no fue Neruda quien confirió ca- heroicamente moderado. Y no estoy bro-
torizó ediciones de Canción de Gesta en rácter de querella literaria a este asunto. Él meando ni soy irónico: porque yo conocí
Chile (Austral, 1961) y en Uruguay (El vivió la carta abierta precisamente como [personalmente] la dimensión de la cólera
Siglo Ilustrado, 1962, 1964, 1968, 1970). una agresión gratuita a su condición polí- que Pablo se vio obligado a tragar y a di-
La edición 1968 de Montevideo incluyó un tica, como […] un agravio político enmas- gerir por lealtad a su razón política. Y cuán-
nuevo prólogo del autor —que era otra carado como carta de los intelectuales cu- to le costó.» (Loyola 2004).♦
réplica a la Carta— y además la página banos. [Pero,] por obvia disciplina de par-
106 traía en alto el número romano XLIII, tido… y sobre todo por lealtad política
sucesivo al XLII del último poema (“Es- hacia la Revolución cubana misma, Pablo
crito en el año 2000”) de la edición cuba- no podía responder, como hubiera hecho
na de 1960, y traía también el título de un en otro caso, y como sabía hacerlo, al ver-
poema, “Juicio Final”, pero sin el texto de dadero emisor de la carta abierta, por ti REFERENCIAS CITADAS
ese poema, y en su lugar este anuncio: «(El mismo identificado como ‘la dirección de
Editor hace constar que el Poeta con este la Revolución cubana’. Eso explica que Adoum 2002: Jorge Enrique Adoum, De cerca
título anuncia un poema que cerraría este haya debido [o mejor: eso explica por qué y de memoria. La Habana, Ed. Arte y Literatura, 2002.
volumen en una edición definitiva.)» eligió tácticamente] circunscribir su ‘con- Ferro 2009: Vladimir Ferro, Neruda y Cuba.
Seguramente Neruda mismo se auto- tra-ataque’ a tres escritores que conocía: Santiago de Chile, Editorial USACH, 2009.
censuró en obediencia a la razón política, Carpentier, Guillén, Retamar. Loyola 2004: Hernán Loyola, “Carta abierta a
obligado a tascar el freno por disciplina «Al hacerlo aprovechó conscientemen- Roberto Fernández Retamar en los cien años de
partidaria… y por lealtad a la revolución te el ‘juego’ que proponía la carta abierta Neruda”, en Anuario 2004, número extraordinario de
cubana. Pero no resistió a concederse al al venir firmada por intelectuales, artistas la revista Cuadernos de la Fundación Pablo Neruda,
menos ese anuncio del editor como señal y escritores, y no por el verdadero emisor Santiago 2004, año del Centenario del poeta. – Texto
hacia los ofensores y como mínimo des- (a éste, representado directamente en 1968 reproducido en Confabulario, suplemento cultural del
ahogo del malestar en que vivía. La coda por el ministro Llanusa, respondió en modo diario El Universal, Ciudad de México, 16.07.2005.
“Juicio Final” no se publicó —que yo diferente [véase OC, V, 103-106] ). ¿Qué Neruda, OC: Pablo Neruda, Obras completas,
sepa— en vida de Neruda. Mucho debe alternativa le dejaron? Admitirás que, res- 5 vols., edición y notas de Hernán Loyola. Barcelo-
haberle costado esa renuncia. pecto al volumen de la rabia que bullía en na, Galaxia Gutenberg, 1999-2002.

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Notas de ayer y de hoy
en torno a Canción de Gesta
JAIME CONCHA
University of California, San Diego (at La Jolla)

Dialéctica de la oscuridad y de El poema, éste como los demás de Can- cido en su interior, la luz que se esta-
la luz (1971)* ción de Gesta, tiene dos perspectivas de cons- blece sobre el mundo:
titución. Por una parte es canto rapsódico, para que amanecieran los jazmines.

P revia incluso a las Residencias es la


visión poética según la cual el movi-
miento de la oscuridad hacia la luz expre-
homenaje y memoria de la hazaña reciente.
El hecho está consumado: allí está, para ad-
miración de quienes quieran contemplarlo.
Esta explosión de significaciones con-
tradictorias (sombras-mastines: amanecer-
jazmines) no es algo ocasional, es algo per-
sa un tránsito totalizador entre mitades Por otra parte, él produce y genera el acto, manente en la poesía de Neruda, pero aquí,
complementarias de la realidad. Pero an- recorre el movimiento de transformación, en Canción de Gesta, se pone al servicio de
tes, sobre todo en las Residencias pero tam- vence resistencias y adversidades. El poema una particular dialéctica: oscuridad / luz.
bién en Canto general, el énfasis recaía en es un hecho y un acto a la vez.
la construcción secreta, en la arquitectura La procesalidad del poema comienza a Una nota posterior (2010)**
intestina de las cavidades, en la fisiología existir a escala minúscula para elevarse a
invisible de la vida. Ahora, en cambio, determinaciones de conjunto. Tensión de Hace tiempo, en el marco de un seminario
como el horizonte de la luz lo define todo, las segmentaciones silábicas; explosión sobre teología de la liberación y revisando
podemos ver que los primeros poemas den- dialéctica de las significaciones; alternan- algunos textos políticos sobre las principa-
tro del libro giran, por decirlo así, en bús- cia de contrarios en la totalización les revoluciones del siglo XX latinoameri-
queda de la luz. Las instancias sucesivas poemática: tales son las medidas progresi- cano, me detuve en un escrito del Che: “No-
de esa luz son las estrellas, la luna, la ma- vas en que se presenta el fenómeno. En tas para el estudio de la ideología de la revo-
drugada, la aurora, pero no como conste- “Cuba aparece” se manifiesta, por ejem- lución cubana”. Lleva la fecha de octubre
laciones de un cielo modernista [Rubén plo, un entramado aliterativo: «cuando el de 1960 y finaliza con este párrafo: «Por
Darío], sino como régimen de marcha ha- pueblo establece sus violines». eso, cuando bañados en sudor campesino,
cia la historia. Estamos indudablemente Si se observa de cerca el desenlace del con un horizonte de montañas y de nubes,
ante una teleología de la luz. poema, su cascada poderosa de rimas, ten- bajo el sol ardiente entraron a La Habana el
siones y aliteraciones, el brioso avanzar del jefe rebelde y su cortejo, una nueva ‘esca-
Pero cuando torturas y tinieblas poema, es fácil darse cuenta que su energía linata del jardín de invierno, subía la histo-
parecen apagar el aire libre… reside en la contradicción de dos significa- ria con los pies del pueblo’» (Ernesto Che
surge la mano de Fidel y en ella ciones: corta y canta. Son la urdimbre y la Guevara, Obra revolucionaria, México, Edi-
Cuba, la rosa limpia del Caribe. trama del segmento final. En éste, las aso- ciones Era, 1967, pp. 513-4).
Y así demuestra con su luz la Historia nancias tienden a desaparecer en pos de una La cita tenía para mí un claro sabor
que el hombre modifica lo que existe… congruencia más estrecha de los sonidos nerudiano, pero por mucho que busqué en
atrás queda la noche del tirano, terminales: violines-mastines-fusiles- Canción de Gesta, desde luego, y en segui-
su crueldad y sus ojos insensibles… jazmines.Y he aquí lo más interesante, en da en España en el corazón y en el Canto
todo cae en el polvo de los muertos esta medida mínima de percepción: general, no tuve éxito en identificarla. La
cuando el pueblo establece sus violines cosa quedó ahí hasta que, gracias a los
y mirando de frente corta y canta, corta el odio de sombras y mastines… prodigios del Google y a las artes electró-
corta el odio de sombras y mastines, Y así surgió Fidel cortando sombras nicas de mi colega y amiga Beatriz Pita,
canta y levanta estrellas con su canto para que amanecieran los jazmines. los versos resultaron ser parte de la “Oda
y corta las tinieblas con fusiles. a Leningrado” (Odas elementales, 1954).
Y así surgió Fidel cortando sombras La serie de la oscuridad sombras- Lo que sobre todo impedía dar con ellos,
para que amanecieran los jazmines. mastines se quiebra en el último ver- conduciendo por una pista falsa, era un
so, se escinde, sintetizando a partir del doble disfraz. En el texto en prosa que he
— CDG, IV, “Cuba aparece” último término, como un resultado na- trascrito, el par de versos tomaba un aire

NERUDIANA – nº 10 – 2010 23

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como Newton, Planck y otros peces gordos
de la matemática y de la física. Uno puede
pensar lo que quiera de esto, pero es útil su
contraste con los líderes de nuestras demo-
cracias actuales cuyo mayor timbre de glo-
ria es no haber leído jamás un libro. (Recuér-
dese la famosa declaración de la candidatu-
ra de Reagan en 1980: «We Americans are
not a philosophical people»; y échese una
ojeada a la reciente autobiografía de Bush el
Joven.) Por otra parte, muy de pasada, el
Che hace dos correcciones que siempre le
fueron entrañables, rescatando a Bolívar de
la leyenda negra con que lo percibió Marx y
mostrando que la visión de la guerra entre
Estados Unidos y México a mediados del
XIX procedía de supuestos discutibles:
«Nosotros los latinoamericanos, podemos,
Manuscrito del Prólogo de Canción de Gesta a
la tercera edición uruguaya.(1968) por ejemplo, no estar de acuerdo con su in-
terpretación de Bolívar o con el análisis que
de perfectos endecasílabos; además, el hicieran Engels y él (Marx) de los mexica-
Che, obviamente ocupado en otros me- nos, dando por sentadas incluso ciertas teo-
nesteres, citaba de memoria, cambiando rías de las razas o las nacionalidades in-
una palabra importante del breve pasaje. admisibles hoy» ( p. 508). Con desplante
Prólogo de 1968 incluido en Obras Completas,
En la “Oda” los versos se ofrecían con la típicamente argentino y con la autoridad que
II (1999).
distribución métrica especial de este tipo le confería su acción en la Sierra, el Che no
de composiciones nerudianas: se muerde la lengua, rechazando toda posi-
cuando en la escalinata ble infalibilidad en materia ideológica. Por tu y a los temas de Canción de Gesta, el
del Palacio de Invierno algo, a su muerte los chinos lo llamarán, relieve que adquieren la situación de Puer-
subió la Historia para vergüenza eterna de Mao y sus congé- to Rico y la figura de Albizu Campos,
con los pies del pueblo neres, «un aventurero pequeño-burgués». muestra el tipo de preocupaciones exis-
A estos versos en cascada, el Che les Poco antes de esta publicación, el Che tentes en ese entonces, lo que hallará ple-
daba una disposición horizontal, revelan- había pronunciado un discurso en el Primer na respuesta en el carácter regional de los
do el esquema métrico siempre virtual Congreso Latinoamericano de Juventudes poemas nerudianos. Al Canto general de
en las Odas, el de endecasílabos; y, con (agosto de 1960). Es una pieza importante, alcance latinoamericano de una década
asco inconsciente tal vez a las pompas no sólo por el momento en que tiene lugar, atrás, sucede ahora este canto de ámbito
zaristas, transformaba el Palacio de marras sino por las circunstancias que rodeaban sus caribeño y centroamericano, más la pre-
en mero jardín. El verso no dejaba de palabras. Por un lado, el cerco imperialista sencia históricamente destacada de Vene-
salir ganancioso, dicho sea de paso, y su- aprieta cada vez más, acusando a la revolu- zuela. Lo que resuena en el fondo de la po-
ministraría más tarde el título a uno de ción de castigar ilegalmente a los asesinos lítica de ese tiempo se asume y expresa en
los libros póstumos de Neruda –Jardín de de la dictadura. Demasiado paredón, es la el texto épico y rapsódico de Neruda.
invierno, 1974– sin que el poeta lo supie- queja de la prensa libre (¡véase, hoy, el affai- Dentro del libro, uno de los versos memo-
ra, por supuesto. re WikiLeaks!). Por otro, el discurso re- rables será «Ay pobre Puerto Rico, Puerto
Las páginas del guerrillero argentino- presenta un hito en el camino de definición Pobre» (CDG, XX), que lanza dardos con-
cubano, pese a tratarse de un artículo de marxista del proceso revolucionario, apenas tra la voltereta política de Muñoz Marín;
circunstancia, resultan bastante sólidas, de a un año y medio de la entrada en La Habana. y a él se juntan dos (de “Américas”: CDG,
un vuelo político indudable, incluso intelec- En lo que ahora importa, vale la pena XXXII) que condensan lo que es proba-
tualmente ambiciosas. Con naturalidad, el señalar que uno de los primeros países blemente el retrato más inolvidable de
Che empieza mencionando a Lenin (¿nexo mencionados es Chile, «ese sufrido pue- América Latina:
mnemónico con la “Oda a Leningrado”?), blo que ha sido castigado por uno de los y no hay belleza como esta belleza
sigue con Bolívar para pasar en seguida a más terribles terremotos de la historia». Su de América extendida en sus infiernos
Marx y a Engels; y ello, paseándose rauda representante es Clotario Blest (por error No hay duda que entre Neruda y el Che
y levemente por nombres de científicos ‘Bletz’ en p. 309). Y, más cercano al espíri- la simpatía y admiración fueron mutuas.

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El héroe argentino fue desde muy pronto
Los cien años de Francisco Coloane
(¿desde cuándo?) lector constante del poeta
chileno1. Éste cuenta con sobria dignidad,
en un parco párrafo de sus memorias, su Pancho y Pablo*
encuentro nocturno en las oficinas del Che
en La Habana, indicando que lo conmue- JOSÉ MIGUEL VARAS
ve, halaga y enorgullece lo que aquél le Premio Nacional de Literatura 2006
dice de su Canto general: «Acostumbra-
ba a leerlo por la noche a sus guerrilleros, 1
en la Sierra Maestra» (Confieso que he vi-
vido, 1974, p. 364). Por su parte, Neruda,
desde la muerte del Che en 1966 hasta su
E xistió una relación de amistad y de
camaradería literaria y política entre
Pancho y Pablo a partir del regreso de
propia muerte en 1973, va a atesorar el Neruda de su exilio, en 1952. Coloane no
recuerdo fantasmal de su joven compañe- formó parte del círculo de los amigos y
ro. Entre otras referencias, le dedicará el compañeros de bohemia nerudiana de los
poema “Tristeza en la muerte de un hé- años 20. En esa época estaba dedicado a
roe”, de Fin de mundo (Losada, 1969, pp. arriar ovejas por las praderas de Tierra del
58-9) y en el que es de seguro el mejor Fuego o a navegar por los canales del Sur.
de sus libros póstumos, lo rememora así: Desde los años 40 se convirtió en un devo-
to lector de Neruda, con un interés espe- dó el tema sobre la base de subrayar ante
Por qué no amanece en Bolivia cial por Residencia en la tierra. todo el valor y la trascendencia de la poe-
desde la noche de Guevara? El 16 de agosto de 1952 Francisco sía de Neruda, su identificación con el pue-
Y busca allí a los asesinos Coloane habló sobre Neruda en un acto blo, su profunda vinculación con Chile en
su corazón asesinado? solemne en el Salón de Honor de la Uni- sus múltiples aspectos. Fue, como todos
–Libro de las preguntas, XXXIV, 1974 versidad de Chile. Esa actividad y otras si- los suyos, un texto de una gran fuerza vital
milares formaban parte de la campaña que y de tono narrativo, donde se manifiesta
Neruda recuerda entonces la muerte de se venía desarrollando en medios intelec- su capacidad de vincular y hacer concre-
Guevara en tierras bolivianas justo cuando tuales y también sindicales y populares tos, conceptos abstractos, no sin humor, a
se hunde en la suya propia, envuelto en las para reclamar del gobierno de González través de la evocación o el relato de episo-
tinieblas que cubren su país. «El fuego ilus- Videla, ya en su etapa final, garantías de dios de su vida. Dijo entonces:
tre de Guevara» siguió ardiendo en su me- que al regreso de Neruda al país no conti- Viajaba en cierta ocasión en un barco
moria hasta el final.♦ nuaría la persecución contra él. La confe- carbonero desde Magallanes hasta Coro-
rencia de Pancho se titulaba “Neruda, voz nel, y leía un libro de Roger Martin du Gard
del cosmos”. No era muy académica. Abor- El verano de 1914. Al final se insertaba un
* Fragmento del ensayo “Sobre algunos
poemas de Canción de Gesta”, publicado en
Anales de la Universidad de Chile, nº 157-160
(1971), pp. 209-215.

** Texto inédito, especial para nerudiana

_________________________
1 Según J. Castañeda (también el Joven), que escribió
una biografía del Che con negra mala leche,
Guevara habría empezado a leer a Neruda ya
de guagüita (v. La vida en rojo, Alfaguara, 1997,
p. 34). El dato no es confiable.
La mejor biografía del Che que he podido
leer (por lo menos, la más satisfactoria e
inteligente) es la de Pierre Kalfon (Barcelona,
Plaza y Janés, 1997). Kalfon fue miembro del
cuerpo diplomático francés en Santiago durante
el tiempo de la Unidad Popular.

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poema de Neruda. El libro quedó abierto
en esa página sobre la mesa de la cámara
de ingenieros. Después de la cena nos que-
damos en ella un cuarto ingeniero y yo.
–¿Usted entiende algo de eso? –me dijo
con curiosidad.
–Sí, más o menos –le respondí
dubitativamente,
–Mire aquello –me dijo indicándome
una línea del poema. Y agregó: –¿Podría
usted decirme lo que significa?
Lo leí: llamaría como un tubo lleno de
viento o llanto… En esos mismos instan-
tes ululaba el viento entre las jarcias. No
supe qué responder.
–Lo entiendo –le expresé pero… con
un gesto desesperado tomé una botella va-
cía que había a nuestro frente y soplando
por ella, como hacen los niños en cualquier
tubo de vidrio, arranqué ese tembloroso
llanto de sirena que todos ustedes, más de
una vez, habrán escuchado en sus juegos
infantiles.
–¡Eso es –le dije– un tubo lleno de
viento o llanto!
Me miró como si mi cara se hubiera
transformado de repente en la faz de un
caballo o algo así, y se fue sin decirme una
sola palabra.»1
Pancho y Pablo se encontraron muchas
veces, en Michoacán (la casa de Los Guin-
dos), en Isla Negra y en La Chascona.
Coloane estuvo presente en la ceremonia con
que Pablo inauguró, durante uno de sus cum-
pleaños (año no precisado), una gran cabeza
tallada en madera de un personaje a quien el 2
poeta identificó, sin vacilar, como el pirata Los encuentros sociales, literarios y polí- En 1969, cuando los partidos de la iz-
Henry Morgan. «Gran maestro de ceremo- ticos entre Pancho y Pablo fueron nume- quierda chilena buscaban dificultosa-
nias —dice Pancho—, Pablo nos llamó en rosos. La viuda de Coloane, Eliana Rojas, mente un acuerdo en torno a un candida-
secreto a Manuel Solimano y a mí para que conserva libros con elocuentes dedicato- to único para la elección presidencial de
estuviéramos preparados para la escena. Nos rias, como la que escribió Neruda con grue- 1970, una delegación de escritores sovié-
colocamos a ambos lados de la enorme es- so plumón verde en el primer volumen de ticos visitó Isla Negra. Eliana Rojas re-
cultura, que estaba cubierta con un paño. Pa- sus Obras escogidas, selección de Coloane, cuerda que uno de ellos era el poeta
blo hizo entrar a los invitados. Manuel tenía publicadas por Editorial Andrés Bello en Mijaíl Lukonin. Como no traían un in-
el ojo izquierdo tapado con un parche negro. 1972. Allí se lee: térprete, la conversación debió desarro-
Yo me mantenía muy circunspecto. Pablo llarse en inglés, idioma que Eliana do-
descubrió la escultura. Leí entonces una evo- gracias por tu gran trabajo mina. Fatigado de responder preguntas,
cación del bucanero del siglo XVII que aso- excelente antología Neruda le dijo en un momento:
ló Cuba y toda la región del Caribe, para con- al gran Panchón que –Sigue tú.
vertirse más tarde en honorable miembro de navega a toda barba –Pero, ¿qué les digo?
la corte de Inglaterra y gobernador de Jamai- por los mares del sur –Diles lo que quieras.
ca». El pirata Morgan sigue hoy presidiendo su amigo y hermano Los visitantes habían agotado numero-
el comedor de la casa de Isla Negra. Pablo Neruda sos temas poéticos, históricos y otros. Aho-

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ra querían saber cuáles eran las perspecti- Me responde: –Vamos a recibir aquí a casa violentada por la policía y robada y
vas de la futura elección presidencial. la María Izquierdo con una comida. destruida por manos ensangrentadas.»
–Bueno –dijo Eliana y repitió con ab- –¡Pero puchas! –le dije– de repente El cortejo fúnebre en medio de camio-
soluta inocencia algo que circulaba en los esto parece casa de putas. nes militares y hombres armados, que se
medios políticos– se está buscando el can- Y se enoja como un dios este huevón. convirtió de hecho en la primera manifes-
didato único. Y si no hay acuerdo, Pablo Me mira de arriba a bajo (yo estaba muy tación de protesta contra la dictadura re-
Neruda será el candidato del Partido Co- abajo), y me dice: cién instalada, es un hecho muy conocido.
munista. –Queremos que esto sea algo espontá- Más adelante escribe Coloane:
Los soviéticos dieron un salto y Neruda, neo. Y la espontaneidad es el fruto de gran-
uno mucho mayor. Se puso rojo y dijo a des reflexiones. «Dije algunas palabras en el Cemente-
Eliana: Una frase que nunca he olvidado. rio General, que no recuerdo2 , aludí a sus
–¡Traidora! En 1969 se fotografiaron los dos, con ‘Patagonias’, increpándolo por su partida ya
Ella se encogió de hombros. cierta solemnidad, Pancho de blanco, Pa- que no podríamos gozar de esos parajes
En ese momento, ya había resuelto la blo de oscuro, en la sede del Comité Cen- donde las focas están pariendo en la pro-
dirección del Partido Comunista levantar tral, Teatinos 416, poco después de haber fundidad de las zonas heladas, en las cre-
la candidatura de Neruda. El poeta farfulló sido proclamado Neruda candidato presi- pusculares grutas que forman los últimos
unas explicaciones confusas. Comprendió dencial del Partido Comunista. hocicos del océano, las vacas de la Patagonia
que Eliana no había hecho más que repetir De ese mismo año data un hermoso se destacan del día como un tumulto, como
lo que era un secreto a voces. mensaje enviado por el poeta a su amigo: un vapor pesado que levanta en el frío su
caliente columna hacia las soledades.»♦
3 He acompañado a Pancho por todas
La amistad entre Pancho y Pablo no estu- las travesías y travesuras de cuaren-
vo exenta de ocasionales contradicciones, ta años y aquí estoy otra vez junto a * Fotografías y reproducciones de Marcel
a pesar de la admiración que existía entre su barba. Honor a tus ballenas, Fran- Garcés.
ambos. Cuenta Coloane: cisco, a tus arpones, a tu espléndida
Entre mis recuerdos, flota una frase de y perdurable infancia. 1969. Pablo.
Pablo Neruda. El estaba una vez con
Rubén Azócar colgando ristras de bande- En su libro de memorias Los pasos del NOTAS
ritas chilenas en un bar de San Antonio, hombre, escribió Coloane:
1
para una fiesta dedicada a María Izquier- El verso citado forma parte del poema
do, pintora mexicana. Los veo de pie so- «No hay duda de que mi encuentro más “Barcarola” de Residencia en la tierra.
bre unas sillas, afanados en su tarea. doloroso con Pablo fue el 23 de septiembre 2
La única grabación conservada del discurso fúne-
Rubén, con mayores dificultades por su de 1973 en la clínica Santa María, donde ya bre de Coloane, la registró un periodista italia-
corta estatura. fallecido, le abroché el botón de la camisa no presente en el lugar. Es posible escucharla
–Oye, Pablo, y tan chinesca esta cues- para cubrirle el pecho. Después el traslado en el centro Pompidou de París. (Información
tión –le digo. a su casa para acomodar su velatorio. Una de Eliana Rojas.)

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Entrevista con Eliana Rojas
viuda de Francisco Coloane
MARIO VALDOVINOS

y exclamó: ¡Eso es un tubo lleno de vien-


to o de llanto!
M.V. Mientras recuerda uno de los
legendarios cumpleaños del poeta en Isla
Negra, aquél en que inauguró el busto
de madera del pirata Henry Morgan, le
preguntamos: ¿Cómo se conocieron
ambos, eran amigos de la juventud, de
la época madura?
E.R. Conocí a mi marido, que era diez
años mayor, en 1942, a propósito de la en-
trega del primer Premio Nacional de Lite-
ratura a Augusto D´Halmar, de quien mi
madre era amiga. Yo venía llegando de
USA, más o menos el 46. Pablo vivía con

T iene 91 años y la lucidez y fragili-


dad de una adolescente. Recibe a
nerudiana sentada a contraluz de
M.V. ¿Cómo veía usted las persona-
lidades de Neruda y de Coloane, qué los
diferenciaba, qué los hermanaba?
Delia, en la calle Lynch de La Reina. No-
sotros teníamos una casa en Quintero y allí
iban a vernos. Recuerdo un almuerzo jun-
una ventana en su amplio departamen- E.R. Ambos eran de gran estatura, no to a Delia y Pablo, más los Velasco –Fran-
to que da al Parque Forestal. Su cla- sólo física, y de enorme sensibilidad, sólo cisco y su mujer María Martner—, due-
ridad supera el resplandor de la ma- que Francisco era un hombre de mucha ños de la casa de Valparaíso que años des-
ñana veraniega. modestia y Pablo… bueno, usted puede pués será La Sebastiana.
Es asistente social, con estudios en sacar sus conclusiones. Mi esposo repentinamente se sintió
USA, y militó en el Partido Comunista, Se entendieron en una zona común, muy mal y Pabló intercedió ante el doctor
junto a su marido, el escritor Francisco que era la admiración de mi esposo por la Velasco, casi ordenándoselo, para que fuera
Coloane, muerto en 2002, con quien re- poesía nerudiana. Sin saber lo que usted operado de urgencia. Ése era su nivel de
corrió el largo y sinuoso camino de vivir me preguntaría escogí este fragmento de amistad, es decir, había una corriente de
juntos más de 60 años. Trabajó en su pro- las memorias de Francisco, Los pasos del cariño profundo entre ambos, de respeto,
fesión y como traductora, incluyendo tres hombre (2000), donde aparece una anéc- de cuidarse.
años en China. Asombra comprobar que dota, a propósito de un viaje en barco con M.V. También entre los dos escritores
no vive de sus olvidos, más bien mantie- un grupo de ingenieros. Uno de ellos vio existía una clara afinidad ideológica…
ne su pasado intacto y gravitando en su un poema de Neruda entre las hojas de un E.R. Yo era militante del Partido antes
tranquilo presente. libro que mi esposo leía en ese momento que ambos, tal vez por la profesión que
Recuerda la gran amistad de su mari- y le comentó que, por ejemplo, el verso: escogí, tan relacionada con el tema social.
do con el poeta Neruda y su posición, «Llamaría como un tubo lleno de viento Tuve, en primer término, mucho contacto
como testigo de muchos acontecimientos o llanto», no lograba entenderlo. Francis- con la literatura norteamericana partidista
entre ambos escritores, de segundo pla- co tomó una botella que estaba en la mesa y con militantes de ese país.
no, de observadora, sin duda apasiona- y sopló en su interior. Surgió un sonido Pablo y Francisco no discutían de po-
da, pero siempre discreta. extenso y lúgubre, como el de una sirena, lítica, pero eran afines. Francisco era un

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y se consagró a devolver, bajo las formas
de la bondad y de la generosidad, lo que
había recibido.
Matilde era de un carácter terco, y si
bien se sentía muy amada, nunca tuvo el
ciento por ciento de la seguridad del amor
de Pablo.
Ésa es mi impresión.

Eliana cuenta que al morir su esposo


no logró nunca hacer el duelo, que él era
su única familia, junto al hijo que tienen,
Juan Francisco, pero que, a raíz de una
operación a las retinas, carece de lágri-
militante más riguroso que Pablo, un poco funeral. ¿Cómo recuerda usted esos mas y no llora, sólo evoca y siente la au-
desordenado. Francisco era invitado fijo en momentos? sencia que lleva ya ocho años. «No se llo-
los congresos culturales que armaba Pa- E.R. Se había producido el golpe mili- ra lo que se quiere, se lleva.»
blo en los años 50, por ejemplo en el Con- tar y a raíz del fallecimiento de Pablo, Fran- Termina el gratísimo diálogo con
greso Continental de 1953. cisco demostró una vez más el inmenso Eliana Rojas, la dejamos sola en su ético
En todo caso, habiendo sido yo marxis- amor que le tenía. El poeta yacía muerto y universo, mientras recordamos las pala-
ta, y marxista dura, resistí a todos los cam- Francisco me contó después que nadie se bras de Pablo Neruda dirigidas al amigo
bios y vaivenes en el Partido. Creo que las atrevía a abrocharle un botón suelto de su cuando éste recibió el Premio Nacional de
doctrinas pueden ser reelaboradas y camisa. Él se atrevió y lo hizo. Literatura en 1964 (y publicadas en Aler-
reinterpretadas, pero eso lo dejo para los que La casa de La Chascona, en Bellavista, ce nº 6, Santiago 1964, y en Neruda, Obras
vienen, yo ya me fui, ya no soy… estaba inundada y devastada por los mili- completas, Barcelona, Galaxia Gutenberg,
M.V. ¿Usted tiene una buena imagen tares. Una vez hecho el funeral la familia 2002, tomo V, p. 68):
de Neruda como persona y como artista? Dittborn acogió el cuerpo de Neruda en su
E.R. Muy buena, si bien creo que de tumba, por alrededor de seis meses. Des- Para abrazar a Coloane hay que te-
repente sacaba a relucir una ironía que era pués fue trasladado a un nicho modesto del ner brazos largos como ríos o ser un
incapaz de atajar. En una oportunidad yo Cementerio General y ahora descansa, ventarrón que lo envuelva con bar-
estaba encargada de llevar a Isla Negra a como fue su voluntad, junto a Matilde, en ba y todo o bien sentarse a examinar
un grupo de soviéticos. Iba como traduc- Isla Negra. el problema, estimarlo en sus dimen-
tora. Era el año 1968 o 1969. Aún no se Al funeral fue mucha gente que se atre- siones, medirlo en forma sistemática
sabía quién sería el candidato de la izquier- vió a desafiar la represión de los golpistas. y por fin tomarse una botella de vino
da para la elección de 1970, que en defini- Pancho estaba ensoberbecido y dijo… bar- con él y dejar la empresa para otra
tiva ganó Allende. Después del agradable baridades [lo que hizo fue gritar los nom- vez. Dejo estos planes, este abrazo,
almuerzo, Pablo me pidió que les hablara bres de Víctor Jara y Salvador Allende estas mediciones, esta botella para
a los soviéticos y yo les dije: se van a lle- durante el cortejo, lo que era muy peligro- otra vez y le mando ahora unas cuan-
var una gran noticia porque Pablo es el so en ese momento, pero que resultó de tas palabras fraternales que lo cir-
candidato de la izquierda en la próxima gran eficacia pues los soldados no se atre- cunden, lo regocijen y lo dejen dis-
elección presidencial. vieron a disparar o reprimir—ndr], al puesto a venir por Isla Negra a de-
Como aquello era secreto, Pablo me punto que debió ser contenido por el gru- safiar y competir con el océano.♦♦
miró con dura expresión y me dijo «¡trai- po nuestro que acompañaba al féretro.
dora!», y como lo hizo con tono enojado M.V. Usted conoció a dos esposas de
esa palabra me hirió, a mí me dañó. Neruda, Delia y Matilde. ¿Qué visión
Después hicimos un viaje a Concep- tenía de ambas?
ción, sin Matilde, junto a la poeta rusa Una vez que el poeta se separó de Delia,
Margarita Aliguer. Yo hacía de traductora se formaron dos bandos. Fue muy ingrato.
entre ambos. Delia tuvo un mundo extraordinario, fami-
M.V. Francisco Coloane tuvo una lia de estancieros, gente de alcurnia.
participación muy intensa a propósito Matilde era más posesiva porque tuvo una
de la muerte de Neruda, el 23 de sep- vida distinta, tal vez de muchas privacio-
tiembre de 1973, y también durante el nes. En cambio, Delia lo había tenido todo

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CRÓNICAS

La Antología General en Playa Ancha

El 20 de agosto tuvo lugar, en el Auditórium de la Universidad


de Playa Ancha, la presentación de la Antología General de
Pablo Neruda (RAE—Asociación de Academias—Alfaguara)
en presencia de Alfredo Matus, Director de la Academia
Chilena; del Rector Patricio Sanhueza Vivanco; de Carlos
Ossa Budge, gerente de la Editorial Santillana, y de una
numerosa concurrencia de profesores y estudiantes.
La Academia Chilena designó a Pedro Lastra para que
presentara el libro en esa oportunidad. Fragmentos de las
páginas del profesor Lastra van a continuación:

… Con muy buen criterio, Hernán Loyola convocó a ción suscribiría y celebraría el gran ensayista George Steiner)
autores que podían procurar aproximaciones a Neruda, que toda manifestación literaria —en este caso poética— está
variadas y complementarias. Es el primero el animado sólidamente imbricada con el contexto de la vida de su produc-
testimonio de Jorge Edwards sobre los últimos años del tor, y que de ninguna manera es ajena a las circunstancias polí-
poeta, tiempo que él compartió muy de cerca, como ticas, sociales y epistemológicamente actuales. Lo que nos en-
sabemos… trega el compilador y editor en su imprescindible guía es preci-
El estudio de Selena Millares expone, con solvencia samente esto, lo que Steiner denomina una «lectura seria…
admirable, la dimensión de las poéticas nerudianas y que da provecho al contexto, a las condiciones generadoras de
comenta el proceso de las intertextualidades que él asumió la obra, con todas las precauciones y sospechas que impone el
desde sus inicios como una práctica verdaderamente estatuto incierto del documento histórico, incluso del testimo-
productiva: «¿qué sería de mí sin mis largas lecturas de nio del autor»…
cuanto se escribió en mi patria y en todos los universos de Entre los muchos aciertos de esta antología hay que des-
la poesía?» (1962)… Las páginas de Selena Millares me tacar, pues, que el contenido de sus doce partes recoge textos
han llevado, como de la mano, a la famosa afirmación de de periodos de variable extensión, pero siempre marcados
T.S. Eliot: «El sentido histórico envuelve una percepción, por una especial significatividad. De acuerdo con esto, no
no sólo de lo que es el pasado como tal pasado, sino de su solo incluye los poemas claves de cada periodo sino que con-
presencia… Este sentido histórico es lo que hace a un sidera también otras piezas contextualizadoras, que habre-
escritor tradicional. Y al mismo tiempo, lo que lo hace más mos de estimar como esenciales: crónicas, cartas, fragmen-
agudamente consciente de su lugar en el tiempo, de su tos de la novela El habitante y su esperanza, el discurso al
contemporaneidad.» alimón sobre Rubén Darío leído en Buenos Aires con García
Entre los estudios introductorios debe destacarse la exce- Lorca en 1933, conferencias sobre Quevedo y Shakespeare,
lente guía propuesta por Hernán Loyola para caracterizar los etc. Vale decir, una suma de páginas iluminadoras de las vi-
doce apartados o capítulos antológicos que incluyen –orde- vencias, tareas, intereses y proyectos del poeta. Esta caracte-
nándola en el tiempo– toda la obra de Neruda. La considero rística tiene asimismo el singular relato inédito titulado Cró-
mucho más que una guía, … se trata no sólo de una pertinente nica de Sanpancho, cedido y presentado por el bibliófilo
y muy orientadora disposición personal del proceso creador Nurieldín Hermosilla. Con ese texto, de sesgo emotivo y hu-
de Neruda, sino de una puntualización de las variadas peripe- morístico, Neruda quiso agradecer a Francisco Cuevas
cias vitales que en cada momento dieron sentido a su queha- Mackenna su hospitalidad y protección en los difíciles días
cer y generaron la modalidad escritural y el sistema expresivo de la persecución política que sufrió en 1948…
que iban a corresponderles. Se descubre entonces, a través de
esas acuciosas e informadas observaciones (que sin vacila- –Pedro Lastra

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Il Postino: una ópera para discurso citando a Neruda: « ‘Yo vengo de
el mundo una oscura provincia, de un país separado
de los otros por la tajante geografía. Fui
En el Bicentenario de Chile, una compañía el más abandonado de los poetas y mi
como la Ópera de Los Angeles rinde poesía fue regional, dolorosa y lluviosa.
homenaje a Pablo Neruda estrenando Pero tuve siempre la confianza en el
Il Postino, del compositor mexicano hombre. No perdí la esperanza.’ Voy a
Daniel Catán. La experiencia sobrecoge comenzar al revés y con eso quiero decir que
porque es única, y después, por tantas voy a partir dándole vueltas a esa parte final
circunstancias: el Himno Nacional de del discurso de Neruda al recibir el Nobel,
Estados Unidos al inicio; la presencia de Christian Formoso y Juan Agustín Figueroa, fecha que hoy se recuerda y figura que hoy
Plácido Domingo sobre la escena; el Presidente de la Fundación Pablo Neruda. verdaderamente nos convoca (...) Y acaso el
ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, recibir [este Premio] tenga relación, como
en primera fila; la partitura en español y dice Mistral, con el caso magallánico-
con subtítulos en inglés, y los textos del antártico: ‘zona dura de vivir, pero materia
bardo cantados, dichos y hasta escritos fascinante para el chileno’. Porque no puedo
sobre el escenario. Y Chile ahí en medio, dejar de pensar que en este premio hay
como un sueño, una suerte de paraíso que implícitamente un reconocimiento a esa ma-
se evoca, añora y desea. teria fascinante, al paisaje de, como dice
Hay motivos para celebrar, sin duda. Neruda, mi oscura provincia –aunque oscura
Porque estamos hablando del que quizás sólo en invierno– y a lo ciertamente regional
de mi poesía (…)».
sea el mayor tributo artístico extranjero a
—Nicole Sternsdorff
nuestro país que se haya rendido nunca y
en el que convergen un tenor histórico Hernán Loyola, Director de Nerudiana y
como Plácido Domingo; la cantante Christian Formoso.
chilena más cotizada en el ámbito Congreso conmemora el
internacional, Cristina Gallardo-Domâs, en Centenario de Luis Rosales
la breve parte de Matilde Urrutia; una de
las mezzosopranos más destacadas de Premio Pablo Neruda 2010 fue D el 22 al 24 de noviembre 2010, en
España, Nancy Fabiola Herrera, y un otorgado al poeta puntarenense Madrid, la Comunidad Autónoma y las
equipo técnico excepcional. Además, ¡hay Christian Formoso universidades Complutense y Autónoma de
una nueva ópera para el repertorio! Eso por la ciudad, más la Universidad de Alcalá,
sí solo ya es motivo de alegría. Y si se El viernes 10 de diciembre, conmemorando realizaron un Congreso Internacional
la entrega del Premio Nobel a Pablo Neruda dedicado al Centenario del poeta Luis
agrega que la función culminó con el teatro
completo aplaudiendo de pie, casi ya no en 1971, se otorgó el Premio Pablo Rosales, así motivado en el programa:
hay más que pedir. Un público que rió, se Neruda 2010 al poeta chileno, nacido en
Punta Arenas, Christian Formoso, “en El 31 de mayo de 2010 se cumplió el
emocionó y finalmente lloró con esta
historia de amor, poesía y política. razón de la originalidad de su obra, donde centenario del nacimiento de Luis
se conjugan lo histórico, lo étnico, lo Rosales, uno de los nombres impres-
— Juan Antonio Muñoz H. indígena y lo intimista. Se destaca en su cindibles en la poesía española del siglo
Los Angeles, Estados Unidos trabajo el universo patagónico y su visión XX. Su vinculación con los poetas del 27
profunda y poética de ese mundo”, según –Federico García Lorca, Dámaso Alonso,
señala el acta unánime de todos los Gerardo Diego, Vicente Aleixandre– y su
miembros del Jurado: Edmundo Herrera, posición relevante en la promoción del 36
por la Sociedad de Escritores de Chile; –junto a Leopoldo Panero, Dionisio
Matías Rafide, por la Academia Chilena Ridruejo y Luis Felipe Vivanco, entre
de la Lengua; Oscar Hahn y Manuel Jofré, otros– lo convierten en una referencia in-
miembros del directorio de la Fundación excusable para explicar el discurrir de la
Pablo Neruda. lírica contemporánea. Pero, además, la
Presidieron la ceremonia el Presidente figura de Rosales destacó entre otros
de la Fundación, Juan Agustín Figueroa, ámbitos literarios, como la crítica, como
el poeta Oscar Hahn, y el galardonado, lo demuestran sus libros fundamentales
Christian Formoso, quien comenzó su sobre Cervantes, Villamediana y la poesía

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barroca, Pablo Neruda… Su cercanía con
los principales poetas de su entorno, su la- Casas y cosas de mi amigo Pablo
bor en el Instituto de Cultura Hispánica y
al frente de la revista Cuadernos
AÍDA FIGUEROA
Hispanoamericanos, fue decisiva para
sacar la cultura española del aislamiento a
que estuvo sometida durante muchos años. Este libro de Aleka Vial y Cristina Alemparte se nos abre con
De todos estos aspectos, al lado de otros un refulgente objeto. ¿Es un trozo del sol desprendido del astro,
que indagan en su rica personalidad, un trozo de ámbar gigante, multidorado en su transparencia? ¡Es
pretende tratar este Congreso. el pomo de una puerta y en la foto de enfrente el picaporte que se
El miércoles 24 de noviembre, la embute en la pared! He aquí una historia de casas que se van
conferencia de clausura del Congreso estuvo llenando de objetos y sorpresas: «Yo voy por casas, / calles, /
a cargo del profesor Gabrielle Morelli, escaleras / tocando cosas / divisando objetos / que en secreto
activísimo y prestigioso hispanista de la ambiciono, / uno porque repica, / otro porque / es tan suave /
Universidad de Bérgamo (Italia). Su tema como / una cadera, / otro por su color de agua profunda, / otro
fue: Pablo Neruda en Luis Rosales. El por su espesor de terciopelo.»
profesor Morelli escribió para este número La Chascona. La casa secreta del amor clandestino. Los tonos
de nerudiana un extracto de su conferencia, dominantes en la cámara de Cristina Alemparte son el oro y el
gentileza que agradecemos vivamente. rojo, los tonos del amor y del otoño. Sólo hacia lo alto de la
construcción aparece el azul. Allí, hasta la vecindad protectora del
cerro San Cristóbal en mi automóvil iba yo a dejar a mi poeta-
En La Chascona: casas y cosas político-eterno enamorado a presuntas reuniones del partido, allá
de Pablo Neruda por los años ’50. No es mucha la garantía de seguridad que ofrece
nuestro partido, pensaba yo… Fui una confiada celestina,
E l miércoles 15 de diciembre, en La afortunadamente ignorante del romance que amparaba.
Chascona, se presentó el libro Las casas y Pasaron algunos años y se supo todo. La Hormiga —Delia
cosas de Pablo Neruda con textos de del Carril— partió a Europa desesperada, Pablo y Matilde se
Aleka Vial (residió 25 años en México), fueron a vivir juntos en un departamento en Providencia hasta
con fotografías de Cristina Alemparte que fue habitable aquélla que Pablo llamó «la casa más linda del
(chilena), publicado en México por la mundo» cuando nos invitó por fin, a Sergio Insunza y a mí, a
Editora Baobab. Presentaron la edición Poli conocerla, y con la casa a su nueva reina, Matilde, la
Délano y Aída Figueroa. El libro de impresionante Chascona del cuadro de Diego Rivera.
fotografías exhibe con detalle las Entre las fotos de La Chascona destaca la del patio interior y
colecciones del Nobel chileno y los de distribución del primer piso. En los helechos, camelias y
secretos que esconden los rincones de Isla hiedras está el frondoso follaje de la niñez de Pablo. Los copi-
Negra, La Sebastiana y La Chascona. hues y el pájaro de Herrera completan la magia. En este lugar,
Por primera vez se publica un libro que fue espacio de cita para festejos y reuniones, la concreción
centrado en la relación mágica entre los de luz y materia es maravillosa. Desde su autorretrato en el muro,
objetos coleccionados por Neruda y los el poeta nos mira socarrón. Y nos invita al bar, nos apremia a
espacios creados especialmente para beber. Y luego al comedor. ¿No resulta casi demasiado? La
ellos en cada una de sus casas. La soberbia sandía del cuadro se nos viene encima, resplandecen
periodista Aleka Vial y la fotógrafa los vidrios, las escamas del pez-fuente son de plata.
Cristina Alemparte crearon un volumen La Chascona es la casa de Matilde. Al iluminar la intimidad
de 200 páginas en gran formato, con del dormitorio, Cristina nos hace evidente a una mujer de espejos
encuadernación de lujo, colorido, llamativo y tocadores, de cajuelas y rociadores de perfumes, las chinerías
y con un novedoso diseño para que el lec- abundan y en todo hay sensualidad. La Chascona es una casa
tor conozca, desde otro enfoque, los absolutamente mágica, pero fue un disparate en términos de
secretos de Pablo Neruda. El libro está comodidad y funcionamiento para un Neruda múltiple y
disponible en las principales librerías del demandante, quien no la habitó mucho, la gozó especialmente en
país y también en las tiendas de La los otoños.
Chascona, Isla Negra y La Sebastiana.

— Nicole Sternsdorff

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Aleka Vial, Aída Figueroa, Poli Délano y Cristina Alemparte, en La Chascona, diciembre 2010,

Isla Negra. La casa fundacional de Neruda. El azul profundo y sus esponsales con Matilde, y allí, no en La Chascona, quiso
la transparencia de las botellas. Cuando el poeta tomó posesión del dejar la constancia del inicio de la convivencia a través de ese
lugar, al comienzo de los ’40, quizás fulguró entonces para él ese trozo de madera que ahora fotografía Cristina con las iniciales
verso famoso que dedicará más tarde a Machu Picchu, «ésta fue la engarzadas y la fecha «1958». Neruda amó su casa de Isla Negra,
morada, éste es el sitio». Isla Negra es mar y piedra, lo hirsuto y lo nunca terminó de construirla y engalanarla, fue allí donde amó
precioso. Un pez de fierro para golpear el portón de entrada. Nos a las mujeres emblemáticas de su vida y allí también lo fue a
reciben la torre, la transparencia, los caracoles y los vigilantes. La buscar la muerte.
foto del living es una de las más impactantes de Cristina. Tomada La Sebastiana. Una mano-aldaba nos da la bienvenida y el
desde el segundo piso, nos llega todo de golpe, sea el conjunto que acceso al hall con cielorraso pintado por Francisco Velasco. Esta
sus componentes, las piedras de la chimenea, los mascarones de casa en lo alto de un cerro hizo realidad el sueño del poeta de
proa, la calidez del cuero, estamos en un interior, casi olvidamos la vivir en Valparaíso. ¿Se encarnó en el flamenco que colgó de su
inmediatez dominante del océano. Luego hablan los personajes: propia jaula de vidrio sobre el puerto? Todo fue transparencia y
María Celeste, Francis Drake, la gigantesca Medusa, ¿quizás voladura. El caballo, el musulmán, el escanciador de
un Pushkin? Y el Santo Varón de «palo puro» junto a cerveza y la fuente azul, todo el azul de los botellones,
la gran lupa suspendida. Y después los juguetes, del cielo y del mar. Y las marinas maravillosas
juguetes y más juguetes, todos los que el niño del capitán ensoñado.
Pablo no tuvo. En La Sebastiana mi amigo Pablo se
En Isla Negra nació el Canto general. enfiestó y festejó los añonuevos más
En ese gran espacio-poema que fue felices de su vida. Rodeado de amigos,
creando, el poeta-político-capitán vivió la allí celebró sin tregua la vida que amó y
mayor parte de su existencia. Allí celebró defendió hasta su muerte.♦

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PUBLICACIONES RECIBIDAS

OBRA DE NERUDA

Neruda, Pablo, Los versos del capitán. Prólogo Mario Benedetti. Bar- —Selección poemas de amor. Atenas. Editorial Patakis. 2009. Bilingüe.
celona. Editorial Random House Mondadori. Cuarta edición, —Selección poemas de amor. Atenas. Editorial Patakis. 2010. Bilingüe.
marzo 2009. —Selección de poemas. Macedonia. Editorial MIKENA, 2009.
—Confieso que he vivido. Prólogo Jorge Edwards. Barcelona. Edito- —Vinte poemas de amor e uma cançao desesperada. Traducción
rial Random House Mondadori. Octava edición, marzo 2009. de Domingo Carvalho da Silva. Río de Janeiro, Editora José
—Canto general. Madrid. Editorial Seix Barral. Colección Bibliote- Olympio. 27ª edición, 2009.
ca Breve. Segunda impresión en este formato, mayo 2009. —Ode a uma estrela. Ilustraciones Elena Odriozola. Traduc-
—Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Barcelona. ción al portugués de Carlito Azevedo. Sao Paulo. Cosac
Editorial Seix Barral. 16ª impresión en este formato: septiem- Naify, 2009.
bre 2009. —Elementare Oder. Traducción al danés Peer Sibast. Dinamarca. The
—Antología poética. Por Rafael Alberti. Madrid. Editorial Espasa Publishing House Sohn, 2009.
Calpe, 2009. —Die gedichte band. Vol. 1, 2 y 3. Alemania. Editorial Verlag Random
—Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Buenos Aires. House. Primera edición, 2009.
Editorial Planeta Argentina. Primera edición del sello Booket —Oda a un estel. Pablo Neruda. Ilustraciones de Elena Odriozola.
en este formato: diciembre 2009. Traducción al catalán de Marta Ponzoda A. Barcelona-Madrid.
—Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Edición y guía Editorial Albur, 2009.
de lectura José Carlos Rovira. Madrid. Espasa Calpe S.A.
Decimonovena edición (quinta en esta presentación), Colec- UNIVERSO NERUDIANO
ción “Austral. Poesía”. Noviembre, 2009.
—Oda a una estrella. Ilustraciones de Elena Odriozola, Barcelona- Castanedo Pfeiffer, Gunther, Neruda y los barcos. Santander. Auto-
Madrid. Editorial Albur (bajo el sello de Libros del Zorro ridad Portuaria, 2010.
Rojo). Octubre 2009. González Tuñon, Raúl, Himno de pólvora. (Tiempo del héroe /
—La rosa separada. Isla de Pascua. Rapa Nui Press, 2009. poesía de guerra). Santiago. Editorial Nueva América,
—Oda a la tipografía. Valladolid. Editorial El Pasaje de las Letras. 1943.
Edición facsímil de la primera edición, 2009. Mansilla, Luis Alberto, Gente del siglo XX. Crónicas culturales.
—Amor al mar. Las caracolas de Neruda. Madrid. Instituto Cervantes Santiago. Lom Ediciones, 2010.
/ Embajada de Chile en España. Edición a cargo de Pedro Marina, José Antonio, Palabras de amor. Madrid. Ediciones Temas
Núñez. Fotos de Claudio de Casas. Diciembre de 2009. de Hoy. 2009. (Incluye cartas de Neruda a Albertina Rosa,
—Pablo Neruda …amor al mar. Santiago. Archivo Central Andrés frag. De Oda al amor y Poema 6 de Veinte poemas).
Bello/Universidad de Chile. Edición a cargo de Sonia Martín, Eutimio, El oficio de poeta. Miguel Hernández. Madrid.
Montecino y Alejandra Araya. 2010. Aguilar, 2010.
—Cartas de amor. Edición, introducción y notas de Darío Oses. Bar- Montes, Hugo, Machu Picchu en la poesía de Pablo Neruda. San-
celona. Editorial Seix Barral, 2010. tiago, Editora Zig-Zag, 2009.
—Antología general. Organización, selección y notas de Hernán Pallante, Mauricio, I Tallone. Prefacio de Gianfranco Contini,
Loyola. Madrid, Real Academia Española / Asociación de Milán, Libri Scheiwille, 1989.
Academias de la Lengua Española, Alfaguara, 2010. Edición Ruz Trujillo, Fernando, Historia de América con Neruda.
Conmemorativa. Antofagasta. Autoedición, 2004.
—Las casas y las cosas de Pablo Neruda. Edición de Aleka Vial. Rokha, Pablo de, Neruda y yo. Santiago, Ediciones Tácitas. Segun-
Fotografías de Cristina Alemparte. México. Baobab da edición, 2007.
Ediciones, 2010. Sierra Castro, Enrique, El Neruda que conocí. Quito, Veta Edicio-
nes, 2009.
TRADUCCIONES Varios. Antología popular de la resistencia. Santiago. Ediciones de
la Resistencia, 1948.
Neruda, Pablo, Das meer. Praga. Gisela Oberbeck / Christa Varios. España – 1936. Antología de la solidaridad chilena. Selec-
Schwarz T. Grabados, 2004. ción de Hernán Soto. Santiago. Lom Ediciones, 1996.
—Yirmi Ask Siiri ve Bir Umutsuz Sarki. (Veinte poemas de amor y Varios. Homenaje de los poetas de Francia a Pablo Neruda. San-
una canción desesperada). Estambul. Editorial Kirmisi de tiago. Ediciones de la Resistencia, 1948.
Turquía. Traducción al turco Adnan Ózer. Bilingüe, 2007. Varios. Neruda: Discurso poético, escritura e internalidad.
—Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Pablo Neruda. Poitiers. Université de Poitiers, marzo - 2009.
Israel. Editorial Keshev Publishers. Traducido al hebreo por
Tal Nitzán. 2009. –Adriana Valenzuela P.

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RESEÑAS

castanedo
pfeiffer

Gunther Castanedo Pfeiffer, Neruda


y los barcos. Santander, edición de la
Autoridad Portuaria, 2010.

H asta en los más inesperados rincones


del planeta uno puede encontrar al-
gún apasionado y tenaz estudioso de
Neruda. Con mayor razón en Santander,
donde la investigación literaria y el ejerci-
cio de la poesía son de casa (Menéndez
Pelayo, Cossío…). Pero el médico y odon-
tólogo Gunther Castanedo Pfeiffer mere-
ce una especial mención laudatoria por sus
esfuerzos en el estudio y en la difusión de
la obra de Neruda en España. Ha publica-
do ya varios trabajos y en julio de 2008 dición malacológica del poeta, los desde Saigón a Kowloon (Hong Kong), a
incluso organizó en Santander, por perso- mascarones de proa, los grandes acuarios, Shangai, a Tokio, y de regreso a Rangoon,
nal iniciativa, una entera jornada de en- la fauna y la flora de la profundidad sub- todo ello durante enero-febrero 1928; y
cuentros, entrevistas de prensa, ágapes y marina, los maremotos. Y por cierto el desde Colombo a Singapore, y luego a
conferencias con ocasión del cumpleaños océano mismo y sus misterios. Batavia (Java), a mediados de 1930. Una
de Neruda. En 2010 apareció el volumen Pero los obvios protagonistas son los carta al amigo argentino Héctor Eandi re-
que aquí comentamos, auspiciado y edita- barcos. A comenzar por los pequeños vela en cambio el nombre del barco —S.
do por la Autoridad Portuaria de la ciudad, Cautín y Saturno en que el adolescente S. Merkara— que conduce a Neruda des-
y a comienzos de 2011 estará en librerías Neftalí Reyes hizo sus primeros viajes des- de Calcutta a Colombo (Ceilán) en enero
el primer tomo del ambiciosísimo de el puerto fluvial de Carahue, sobre el 1929, donde transcurrirá la segunda fase
Personario, proyecto de diccionario enci- río Imperial, hasta Puerto Saavedra en la de su exilio oriental. De ésta, y de las otras
clopédico de las personas nombradas por costa del Pacífico sur. Ellos hicieron po- dos fases (Rangoon y Batavia), el libro
Neruda en sus escritos (o conectadas a su sible ese primer contacto fundamental. entrega también abundante información.
vida). Para tener una idea de la dimensión Luego entran en escena el Baden (Buenos Por motivos bien diversos los años ’30
del proyecto, baste consignar que el pri- Aires–Lisboa) y el cargo Elsinor (Marse- inscriben en la vida de Neruda dos naves
mer volumen por aparecer cubrirá sólo los lla–Singapur), vehículos del exilio en memorables. Una es el Forafric de la tra-
nombres que inician por la letra «A». Oriente donde Neruda escribe entre 1927 vesía que desde Colombo a Puerto Montt
En su libro de 2010 Castanedo desa- y 1932 la mayor parte de la primera Resi- trae al poeta de regreso a su patria en abril
rrolla una idea muy original e interesante: dencia en la tierra. Castanedo resume efi- 1932. Viaje interminable (junto a Maruca,
la (cuasi) biografía de Neruda a través del cazmente los detalles y peripecias del lar- la esposa holandesa nacida en Java) cuya
desfile (histórico y técnico) de las muchas go viaje de Neruda (en compañía de su desolación se proyectará magistralmente al
embarcaciones, grandes y pequeñas, en que amigo Álvaro Hinojosa) con escalas en poema “El fantasma del buque de carga”.
el poeta navegó a lo largo de su vida. De Santos, Port Said, Djibouti, Colombo, Desde Buenos Aires viajará en 1934 a Es-
modo natural esta sucesión de relatos Sabang, Singapore, y de ahí hasta Rangoon paña como cónsul. En ese país nacerá su
navieros atrae al texto asuntos conexos (Birmania), su destinación final, en una hija Malva Marina y él mismo devendrá
también tratados por Neruda, por ejemplo tercera nave de nombre desconocido. Den- comunista (aún sin carné), generando con
los mitos marinos, los minúsculos buques tro de los años de exilio hacen fugaces apa- ello dos temas —el presunto abandono de
modelados dentro de botellas, algunos fa- riciones otros barcos cuyos nombres la hija y la relación del poeta con la figura
mosos personajes del mar (Lord Cochrane, Neruda no registró, como los que lo trans- de Stalin y con el comunismo en general—
Henry Morgan, Colón, Balboa), las colec- portan desde Rangoon a Madrás (¡para vi- que a mi juicio están muy lejos de haber
ciones de caracoles y la sorprendente eru- sitar al Aquarium!) en noviembre 1927; sido explorados hasta ahora con la profun-

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didad, con la ecuanimidad e incluso con la gallega. Ese año Neruda había sido elegi- camacho
seriedad científica que Neruda merece. do senador por Tarapacá y Antofagasta, guizado
La segunda nave, no sólo memorable cargo que ejerce con brillo y pasión hasta
sino además gloriosa, es el Winnipeg de que en 1948 se ve obligado a la clandesti-
1939, vehículo de los dos mil y más refu- nidad y en 1949 al exilio en Europa, que Eduardo Camacho Guizado, Pablo
giados españoles que Neruda —contra durará hasta 1952. Esos años fuera del país Neruda / Naturaleza, Historia y Poé-
viento y marea, contra el obstruccionismo serán co-protagonizados por Matilde, con tica. Bogotá: Ediciones Uniandes,
sordo de la diplomacia chilena y otras quien Neruda vive una feliz estación de 2010, 230 pp.
insidias— logra sacar de Francia y des- amor en Capri durante la primera mitad de
embarcar en Valparaíso para darles una
nueva oportunidad de trabajo y creatividad
en Chile. Acerca de la muy positiva res-
1952, para luego regresar juntos al conti-
nente americano. Aquí Castanedo introdu-
ce otra nave importante, la Giulio Cesare,
E sta obra, publicada por la Sociedad
General Española de Librería, Ma-
drid, 1978, acaba de ser reeditada por la
puesta de los españoles así salvados de los barco italiano que conduce a los enamora- Facultad de Artes y Humanidades y el De-
horrores del franquismo y de la segunda dos hasta Montevideo, donde se separan por partamento de Humanidades y Literatura
guerra mundial, hay testimonios de Víctor algunas semanas hasta la reunión en Chile. de la Universidad de los Andes (Bogotá).
Pey, Leopoldo Castedo, Roser Bru, José Habrá todavía muchos otros barcos en Su texto, el mismo de 1978, tiene algunas
Balmes y otros, que han nutrido la docu- la historia que narra este libro. Algunos sin actualizaciones, como el “Prólogo de
mentación de Castanedo. nombre, como los de los viajes de Pablo y 2009”. Este estudio se origina en cursos
De los primeros años ’40 vividos por Matilde a los «lugares sagrados» del poeta que dictó el autor en la Universidad de los
Neruda como cónsul en la capital de Méxi- en Asia y en Europa durante 1957. Otros Andes y en la Escuela Española de
co (transportado por el Yasukuni Maru des- no escapan a la investigación de Castanedo, Middlebury College; nace, pues, en las
de Valparaíso), este libro destaca el desa- así el Ussodimare y el Orinoco relaciona- aulas y conserva su sello de investigación
rrollo de la pasión malacológica que Alberti dos con un viaje a Venezuela en 1959; el académica. Es un recorrido por la obra de
había suscitado en su amigo Pablo cuando paquebote Louis Lumière y el Enrico Neruda, centrado en el «enfrentamiento
en 1939 le regala en París un caracol tritón. Dandolo, vinculados en cambio a la escri- entre naturaleza e historia» que articula,
La colección crece aceleradamente duran- tura de Canción de Gesta y al arribo de para el autor, la poesía nerudiana (6). Apo-
te un viaje del poeta a la Baja California y Neruda y Matilde a La Habana durante yado en citas del poeta y de sus críticos ya
más aún en Varadero y otras playas de Cuba 1960; y el Verdi de 1967, asociable a una clásicos como Saúl Yurkiévich, Emir
en 1942, aprovechando en positivo la sus- permanencia en Italia. Rodríguez Monegal, Amado Alonso,
pensión de su cargo por un mes que el mi- Castanedo cierra su libro con una sec- Hernán Loyola y Jaime Concha, nos orien-
nisterio chileno le ha infligido por la visa ción espectacular, impresa en papel dife- ta en la vasta bibliografía nerudiana y se-
concedida a Siqueiros. Esta enésima hos- rente, en la que desfilan las fichas técnicas ñala diferentes accesos a la poesía del chi-
tilidad burocrática determina la renuncia y el historial (nacimiento y muerte) de los leno. Los cinco primeros capítulos del li-
de Neruda a su carrera diplomática y su barcos identificados en el texto: Augustus, bro analizan los ciclos que Camacho esta-
regreso a Chile en 1943, que inicia con la Baden, Campana, Enrico Dandolo, blece en la obra de Neruda y el último es-
apoteósica despedida que le ofrecen inte- Forafric, Giulio Cesare, Louis Lumière, tudia las reflexiones del poeta sobre su
lectuales, políticos y simples lectores mexi- Merkara, Verdi, Winnipeg, Yasukuni Maru, quehacer.
canos a través de un almuerzo con dos mil entre otros. Esta sección manifiesta con luz Frente a la usual parcelación de la poe-
comensales, reunidos en homenaje al poe- admirable el rigor científico con que sía de Neruda en dos apartados, su produc-
ta. La trayectoria del retorno a casa inclu- Gunther Castanedo lleva adelante sus in- ción hasta las Residencias, «subjetiva, a
ye escalas en Panamá, en Colombia (polé- vestigaciones nerudianas. tono con la estética postmodernista y van-
mica con Laureano Gómez, acaudalado guardista», y la que va de Canto general a
político, modesto poeta, propietario del — Hernán Loyola sus poemas póstumos, obras «con preten-
diario conservador El Siglo de Bogotá, y Universidad de Sássari, Italia siones objetivas», Camacho propone cin-
años más tarde presidente del país, 1950- co ciclos, «más acordes con el cambiante
1953) y en Perú (visita a Machu Picchu). proceso creador» del poeta, que obedecen
Castanedo resume en su libro la teoría a «tonos vitales y poéticos dominantes» y
—que desarrolla más ampliamente en el no a divisiones rígidas (2): etapa juvenil,
presente número de nerudiana— sobre etapa residenciaria, ciclo de intención po-
un viaje secreto de Neruda a Isla de Pas- lítica y social, ciclo elemental y ciclo
cua en 1945, acompañado por su amiga autobiográfico.
Maruja Mallo, basándose en datos de la Camacho subraya tanto constantes
biografía y en declaraciones de la pintora como cambios permanentes en Neruda (5);

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lee en esas palabras no un conflicto psico- ingresado al lenguaje poético latinoameri-
lógico y personal, sino objetivo, histórico. cano (180). Este ciclo culmina con
En Residencias son recurrentes las imáge- Estravagario, que «por su irreverencia,
nes de soledad y angustia, pero, como en declara el poeta, es mi libro más íntimo».
“Walking around”, las fuerzas negativas El capítulo V explora la poesía
son sociales (101): peluquerías, notarios, autobiográfica, analizando textos de más
ascensores, a las que opone «un descanso de una decena de libros, entre cuyos ras-
de piedras o de lana». En “Tres cantos gos comunes está el regreso «de este Ulises
materiales”, última sección de Residencia socialista a su Itaca infantil» (208), y mos-
II, la poesía del mundo en perpetuo des- trando cómo la naturaleza, no la historia,
gaste regresa a la naturaleza, gran logro del se va definiendo como el tema del poeta
ciclo residenciario. (219). Así Memorial de Isla Negra, el li-
Tercera Residencia salta de poemas bro de mayor alcance del ciclo, retoma la
que aún hablan de aislamiento y desespe- dicotomía entre lo natural y lo elaborado
ración a “Reunión bajo las nuevas bande- por el hombre (225).
ras” donde Neruda confiesa que ha menti- El capítulo VI, “La poética”, es crucial
do en su cosmovisión pesimista, y a “Es- pues desde su juventud es constante en
paña en el corazón”, exaltado y torrencial Neruda la reflexión «sobre lo que es su
«himno épico que anticipa actitudes de lo propio oficio» (263); en ella conviven los
que será en adelante, durante varios años, contrarios: inspiración y racionalismo,
la poesía de Neruda» (127-128). De las «poesía sin pureza» y esteticismo,
guerras española y europea pasa a Améri- telurismo e historicismo. Al estallar la gue-
así, en su obra juvenil, junto a ecos «del ca, estableciendo así el tránsito hacia esa rra civil española Neruda proclama una
modernismo más depurado y más íntimo» «síntesis poética de la totalidad histórica «conversión» en su poesía; sin embargo,
(11), traza senderos que no abandonará y latinoamericana» (133): Canto General. como lo demuestra Camacho, esta obra
que guían este estudio: el telurismo y «la De este libro realza dos apartados: “La nunca asume posiciones rígidas. Precisa-
execración de la ciudad» frente al mundo lámpara en la tierra”, «uno de los más ma- mente este capítulo ilustra las múltiples
rural (15); la «impureza» o incursión en lo jestuosos momentos» del Canto (135), que direcciones de su poética, lo que reconoce
prosaico y cotidiano y la reflexión sobre la se abre con una imagen de la tierra en su el poeta en Barcarola: “Yo cambié tantas
poesía y el poeta. En el “Poema 17” de pureza primigenia, y “Alturas de Macchu veces de sol y de arte poética (…)”.
Veinte poemas de amor Neruda ya bordea Picchu”, donde se distinguen dos temas:
Muchas razones justifican la reedición
el autoexamen, el monólogo interior, con «el autoanálisis vital y poético y la re-
de un ensayo de hace 32 años, pero hay
imágenes de desintegración y una sintaxis flexión lírico-histórica» sobre América
tres que quiero destacar: se trata de un tex-
de espaldas al rigor lógico que anuncian, (141). En las secciones siguientes el poeta
to especializado pero asequible, que nos
junto al naufragio y el abandono de “Can- enjuicia la historia continental y aparecen
guía por los senderos de uno de los mun-
ción desesperada” y la corriente de con- el coloquialismo, el prosaísmo, la sátira y
dos poéticos más amplios y complejos de
ciencia en Tentativa del hombre infinito, el insulto como recursos poéticos. Conclu-
la lengua española; al estudiar a Neruda
el tono de las Residencias. yendo el estudio del Canto, Camacho se-
enseña a leer poesía, y al ser un riguroso
El capítulo II, “El ciclo residenciario”, ñala sus ejes vertebradores: «superación de
análisis de texto sigue vigente porque se
es el más largo del libro, pues analiza lo la soledad y hallazgo de la solidaridad»;
nutre de la palabra poética, que no caduca.
que muchos críticos, «entre los que nos «afianzamiento de la metafísica materia-
incluimos —declara Camacho— conside- lista de la naturaleza» y «liberación del
ran sus más logrados y trascendentales hombre oprimido» (172-3). –Amalia Iriarte Núñez.
Universidad de los Andes, Bogotá.
poemas» (57). Luego de exponer varias “La conquista elemental”, capítulo IV,
airiarte@uniandes.edu.co
interpretaciones de las Residencias, el au- comienza por Las uvas y el viento, conti-
tor presenta la suya, que asume estos tres nuación de la actitud beligerante del Can-
libros como «una aventura poética unita- to general pero que también contiene una
ria» y que analiza «desde un punto de vis- veta amorosa que incorpora una dimensión
ta principalmente social», apoyándose en social y militante (179). Luego estudia el
declaraciones de Neruda quien confiesa «vasto y maravilloso mundo de las Odas
que su poesía residenciaria refleja «la so- elementales», donde Neruda canta, con
ledad de un forastero trasplantado a un procedimientos sencillos y ojos optimis-
mundo violento y extraño» (67). Camacho tas, a objetos y utensilios que no habían

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ADIOSES

Bella Ajmadúlina (1937-2010)


Esbozo (casi) biográfico
OLGA RIES
Universidad Diego Portales

B ella (Isabella) Ajmadúlina (1937-


2010) irrumpió en la escena literaria
soviética como un relámpago: una mujer
usado por Bella, como admitió en una en-
trevista.
En una época de proclamados cambios,
tico (para seguir las palabras de
Pasternak).
Ajmadúlina conoce entonces a Neruda
joven, todavía estudiante, atractiva, inclu- con su juventud, energía y originalidad de en el marco de ese grupo de escritores y
so exótica, pues era descendiente de tárta- pensamiento, esta asociación convierte a artistas, cuya frescura y creatividad susci-
ros por el lado paterno y de un músico ita- esos artistas en personajes tan célebres como ta en el poeta chileno tanto interés como
liano emigrado a Rusia por el materno. controvertidos, ídolos de toda una genera- viva simpatía, por oposición a las críticas
Alguna vez escribió un ensayo sobre los ción, una posición que saben mantener tam- de los funcionarios oficialistas soviéticos
senderos tortuosos de su historia familiar. bién en la letárgica época de Brézhniev y hacia ellos. Esto último se percibe sobre
Su lenguaje es culto, pulido, formado con más allá, en los años postsoviéticos. Has- todo en el poema que Neruda dirige en
los clásicos de la lengua rusa, y al mismo ta su muerte Bella permanece una de las Elegía a Evtushenko.
tiempo es fresco, innovador. No lee su poe- últimas grandes figuras de la literatura en
sía: la vive, la actúa. Grabaciones en video lengua rusa, pues, de cierta manera, el Específicamente Bella comparte con
nos permiten incluso hoy participar de sus quiebre estilístico y temático de la época Neruda la capacidad de percibir la poesía
particulares «actuaciones». Tan natural y dentro de los objetos más comunes, en
profunda es la fusión de poesía y vida co- cuerdas, pequeños aviones, o dentro de la
tidiana en ella que su amigo, el cantautor escena cotidiana en un café (como la alu-
Bulat Okudyava, él mismo uno de los dida por ambos en los poemas que aquí re-
cantautores más destacados de su genera- producimos). Su poesía posee un lirismo
ción, dice de ella: «escribe como respira». excepcional, manejando de una manera
Junto a Okudyava y a su pareja de en- muy elegante y convincente un balance
tonces, Evgueny Evtushenko (de quien entre lo moderno, aparentemente prosai-
Neruda también habla en Elegía), Bella co, y lo poético-atemporal, «el verso anti-
pertenecía a un pequeño círculo de artistas guo» al que admite sentirse atraída. Nun-
bohemios, el mismo círculo al que Pablo ca sucumbe a las modas literarias, ni al afán
Neruda entra en sus viajes a la Unión So- de ser «moderna»: el fluir y la inquietante
viética. Eran jóvenes formados en la pos- belleza de sus versos parecen atemporales.
guerra y surgidos al conocimiento público Esto confiere a la obra de Ajmadúlina una
durante el deshielo de Jruschov. Incluso su orientación no siempre de acuerdo a los
aparición en la conciencia pública era algo dogmas artístico-políticos de su época, ob-
nuevo e inusitado: leen sus poemas en el sesionada con lo nuevo y el progreso, y la
escenario frente a cientos o incluso miles Bella Ajmadúlina en San Petersburgo. convierte para muchos en la última guar-
de personas, son estrellas en el sentido más diana del idioma poético ruso clásico, de
pop de la palabra. En esos años, la poesía postsoviética ha resultado ser más profun- su herencia y de sus mejores tradiciones.
no es nada intimista, ni elitista, ni rebusca- do que el de la primera mitad del siglo. Su poesía, aparentemente tan apolítica,
da, es la máxima expresión de las necesi- Lamentablemente, la época postsovié- marcará con su intenso lirismo y tono ínti-
dades emocionales e intelectuales de toda tica hasta ahora no ha producido nadie mo toda la segunda mitad del siglo XX en
una generación. Además, esta poesía viva de intensidad e influencia comparable y la literatura rusa y dará continuidad a un
ofrecía una ventaja inesperada: poemas que Bella sea quizá la última en gozar de esa fenómeno comenzado por las grandes fi-
no han podido pasar la censura para ser (merecidísima) reputación de POETA, un guras del siglo como Anna Ajmátova o
publicados pueden simplemente leerse en nombre conocido también para los que Marina Tsvetáieva. Con la misma sensibi-
el escenario –un truco no precisamente no leen poesía, y para los que leen un lidad traducía desde un gran número de
permitido, pero difícil de impedir, y muy vivo, pulsante fragmento de espíritu poé- idiomas, tanto del interior de la Unión So-

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viética como del extranjero, pero un par-
ticular amor la unía al Cáucaso y a su cultu-
ra (y es en Georgia donde se publican va-
rios poemas suyos que no se pudieron pu-
blicar en la capital por razones de censura).
Escribía prosa siempre bella, a la vez uni-
versal y personal, particularmente ensayos
sobre poetas y escritores como Pasternak,
Ajmátova o Nabókov. En el inicio de su
carrera actuó en algunas películas orienta-
das a un público juvenil y optimista.
Sin embargo, su dedicación a lo poéti-
co propiamente dicho nunca significó un
alejamiento de lo político. También en eso Bella Ajmadúlina con Serguéi Vosnesenski.
Bella es una de los últimos representantes
de una tradición que funde el arte y la con-
ciencia ciudadana: tradición potenciada por do con la actriz francesa Marina Vlady, posición, el ser no solamente una institu-
los grandes clásicos del siglo XIX como probablemente el personaje más ilustre del ción estética, sino también moral y social.
Pushkin o Dostoievski y continuada por partido comunista francés. La posición
Maiakovski y Ajmátova (varios de esos muy expuesta de la pareja crea una peque- La Respuesta retardada a Pablo Neruda
personajes se mencionan también en Ele- ña ventana a Europa que permite mayor fue escrita en 1975, dos años después de la
gía). Ya siendo estudiante en el Instituto libertad de movimiento, o sea viajes al ex- muerte de Neruda, y dialoga con un poema
Literario de Moscú en 1959 se pronuncia tranjero. El mismo Vyssotski tiene la opor- de Elegía, libro póstumo en el cual Neruda
a favor del entonces perseguido Borís tunidad de actuar en la televisión italiana expresa su amor e interés por la Unión So-
Pasternak, Premio Nobel de Literatura y mexicana (donde lo comparan con Vio- viética, su presente, historia, cultura y litera-
1958, difamado como burgués y leta Parra), y Bella tiene oportunidad de tura –tanto por los grandes clásicos como por
antisoviético, sólo para ser excluida de di- viajar a París, y de ahí a Suiza, donde visi- los audaces jóvenes criticados por la censura
cha institución — aunque finalmente le dan ta a Nabókov, hacia quien siente una enor- oficial. El poema de Bella entabla, entonces,
la oportunidad de graduarse en 1960. me admiración y simpatía. Es precisamente un diálogo con el poema de Elegía dedicado
Durante la época de Brézhniev, en la esta postura, por un lado estar protegida a ella. Aparte subrayar el hecho mismo de
década de los ‘70, no tiene miedo de utili- por su reconocimiento como autora, y por una amistad entre poetas, este poema mues-
zar su influencia de autora ya consagrada el otro seguir su instinto y su conciencia tra algo característico de Ajmadúlina: ella se
para apoyar o defender a los desfavorecidos más allá de los límites dictados por el ré- proclama parte de una continuidad cultural,
por el régimen. La unía una profunda amis- gimen, que le otorga particular respeto y con sus poemas se integra a la historia de
tad con los cantautores —controvertidos autoridad como persona e intelectual. una literatura –la rusa– conformada por
entonces, clásicos celebrados hoy— Bulat Similarmente, participa en la formación grandes figuras: se concibe un eslabón más
Okudyava y Vladímir Vysotski, y además de la nueva sociedad rusa después de la de una cadena poética interminable.
con Nadezhda Mándelstam, viuda del poe- caída de la Unión Soviética. En 1993, fir- Por otro lado, ella postula a Pablo
ta Osip Mándelstam, víctima del terror es- ma con otros intelectuales la Carta de los Neruda como un clásico moderno, com-
talinista. Mantiene contacto con el mun- 42, tomando posición en el conflicto entre parable a cualquier clásico mencionado por
do de los exiliados rusos. En Alemania oc- el presidente Borís Yeltzin y el parlamen- él en Elegía. La estrella mencionada en el
cidental una editorial de emigrantes publi- to, el último con importante presencia de primer verso podría aludir a un famoso
ca en 1969 un volumen que recoge su pro- representantes del ‘viejo poder’. La Car- verso de Pushkin dirigido a su amigo
ducción poética hasta entonces. En 1979 ta apoya al presidente, exigiendo última- Chaadáiev, símbolo de felicidad y esperan-
participa en Moscú en el escandaloso, ya mente una renovación social. Una última za infinitas. Neruda es un elemento impor-
que muy vanguardista, almanaque extra- vez demuestra su independencia intelec- tante de la cadena, a nivel translingüístico,
oficial Metrópolis. tual al negarse a participar en la primera un poeta universal y absoluto.
Consigue, durante un viaje a Europa oc- campaña electiva de Vladímir Putin, un Así como Elegía es un espejo de la es-
cidental, conocer a Nabókov y a Solyenitsin. gesto impresionante considerando el peso cena literaria soviética y el amor nerudiano
Este episodio dice mucho de la vida en la político que Putin ejercía desde su prime- a la literatura rusa, así el poema de
Unión Soviética porque Bella consigue via- ra aparición como candidato. Su identidad Ajmadúlina es una declaración de amor y
jar a París sólo porque su amigo, el poeta y de poeta siempre contenía un concepto de admiración de la literatura rusa por él y por
cantautor Vladimir Vyssotski, estaba casa- ciudadanía activa y responsable, el tomar su excepcional sensibilidad poética.♦

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Ajmadúlina responde a Neruda

PABLO NERUDA BELLA AJMADÚLINA

[A Bella Ajmadúlina] Respuesta retardada a Pablo Neruda (1975)

Detengámonos, debo dejar un beso Si de verdad tambaleó y cayó


a Ajmadúlina: éste es el café, está oscuro, su estrella protectora,
no hay que tropezar con las sillas: ¿desde dónde entonces el mensaje de Pablo?
allí, allí en aquel rincón brilla su pelo, ¿y hacia dónde mi mensaje para él ?
su bella boca está encendida
como un clavel de Granada ¿Desde qué alturas, con cuánta claridad y asombro
y no es de lámparas aquella luz azul observa el universo?
Todos somos infaliblemente bellos
sino los ojos de lo irracional,
mientras nos miran los ojos del poeta.
de la pantera que sale del bosque
mordiendo un ruiseñor,
Nunca seré otra vez la que fui
es ella que, a la vez
en el anochecer de aquel café,
rosa del destino, cigarra de la luna, cantado por unos versos mágicos
canta lo incomprensible y lo más claro, y tan benévolos conmigo.
se hace un collar de mágicas espinas
y no está cómoda en ninguna parte ¿Y si aquello jamás ocurrió así?
como una sirena recién salida del mar No importa: cuando nos reflejamos
invitada a nadar en el desierto. en las pupilas resplandecientes del poeta
somos exactamente lo que querríamos ser.

–Elegía, 1974, poema XVI, en OC, III, 2000, p. 768. –Traducción de Olga Ries

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