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La manía del ser humano por escribir o representar mediante signos sus
ideas viene desde mucho antes de lo que se considera Dzantiguodz en la historia del
hombre. Se puede decir, que con el nacimiento del hombre nace el arte, actuando
éste como medio de expresión, tome la forma que tome.
Como casi todo, ésta afección por el arte y la literatura, evidentemente
importante durante la evolución y el desarrollo del hombre, ha intrigado, desde
su existencia, a éste mismo, esforzándose por entender su instinto creador, sus
motivaciones y técnicas. A este estudio se le ha llamado r , y toda obra que
analiza ésta Ǯcienciaǯ podrá ser llamada  r  y, paradójicamente se ha
llamador  a aquel que crea.Por lo tanto, el concepto de r  será tratado
aquí como aquel que compone no sólo poesía lírica, sino poesía dramática como
tragedias y comedias, poesía épica, ya sea en verso o prosa, o incluso fábulas y
ensayos. No nos guiaremos por la convención común de que la poesía contiene
verso, sino que la veremos como el arte de crear.
Pero las obras poéticas no son sólo prueba de nuestra inclinación hacia la
creación artística, son también meras representaciones visuales de nuestro
concepto de mundo. De esto, y con sólo mirar un par de composiciones, se puede
apreciar cuantas visiones distintas y de cuantas maneras puede presentarse el
universo. Todo poeta y todo ser humano estudia su alrededor a través de
diferentes ojos, por lo tanto, en cada creación artística que posemos los nuestros
encontraremos alguna idea que nunca antes se nos había ocurrido, otra versión
de mundo que nunca habíamos visto. Se abrirá la mente y crecerá la ansia de
aprendizaje y conocimiento al entender la cantidad de verdades que flotan tan
cerca de la propia. Con tan solo reconocer esto se ha aprendido algo fundamental
de la poesía; la importancia y satisfacción del aprendizaje.
Las obras poéticas, es decir, el arte y la literatura son, en parte, grandes
instrumentos didácticos.
De manera que se entienda en su totalidad el por qué de esta afirmación
(aunque, en cierta medida, se comenzó con la respuesta) es necesario
descomponer. Se mencionó la acepción en que Ǯobras poéticasǯ se ha utilizado y
se ha explicado cómo éstas pueden incitarnos al aprendizaje, sin embargo, parte

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importante de ésta tesis aún no ha sido atrapada por nuestros censores
analíticos (que funcionan como la lengua de los sapos), pues, ¿qué es aprender?
El aprendizaje es una actividad natural del ser humano. Casi de forma
innata aprendemos a utilizar nuestro cuerpo fisiológicamente y de manera
voluntaria decidimos qué conocimiento adquiriremos para alcanzar nuestras
metas profesionales y personales. Por lo tanto, algo es didáctico cuando de esto
se adquieren conocimientos. Claramente, la memoria y la capacidad de análisis
son responsables de que aquellas cosas que más interesan compongan
finalmente la inteligencia y que se expulsen u olviden del entendimiento aquellas
cosas que poco o nada sirven.
Todo el tiempo, excepto durante el sueño, nuestro cerebro recibe datos a
través de todos nuestros sentidos. Aún cuando se puede aprender en base a lo
que se toca (texturas), come (sabores) o huele (olores), los medios, a través de
los cuales más comúnmente se obtienen conocimientos que nuestra memoria
clasificará como material útil en cuanto al desarrollo de nuestra inteligencia, son
la vista y el oído.
La vista permite leer y observar obras de arte. Es común la imagen del
tipo encerrado, estudiando de una aterradora pila de libros, sin sacar la vista del
escritorio ni para comer. Pues el conocimiento se trasfiere de mente en mente, a
través de la escritura, y la vista es, tradicionalmente, el modo se traspasar
aquellos símbolos a ideas.
Por otro lado, el oído permite el ingreso de información auditiva, que es
fundamental para el aprendizaje en las clases universitarias, por ejemplo. Pero
también la audición nos permite captar las ideas de las conferencias, sermones e
incluso consejos de vida importantes (al fin y al cabo, los padres no sólo te
imposibilitan la existencia). Aprendemos a través de la experiencia ajena, y es
esta la semejanza en todo modo de adquisición de conocimiento, pues al leer, las
palabras cobran sentido, vida y se transforman en ideas. No son ya símbolos
muertos e insignificantes, sino parte de lo que próximamente podría convertirse
en parte de nuestro conocimiento. Se vuelven oratoria, se vuelven un chapuzón
de experiencia ajena. Cada libro, cada clase está influenciada por la experiencia

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personal. Se puede aprender de la experiencia personal. No hay que olvidar que
la ciencia no es más que conocimiento a partir de experiencia científica.
La poesía, por lo tanto no es más que la narración de la experiencia
estética del poeta. Las obras están totalmente influenciados por la época
histórica, el tipo de sociedad o las libertades y límites de esta, por lo tanto de la
poesía, como de cualquier experiencia ajena es posible aprender.
Sin embargo, no es el aprendizaje la finalidad principal del arte, incluso la
mayoría son creaciones que no tienen la menor intención de enseñar algo. La
finalidad verdadera de la poesía es lograr una identificación con el auditorio, con
el lector, con el que recibe. Intenta ser la verdad que se busca y utilizará todos
los recursos necesarios para hacerlo.La tragedia griega, por ejemplo es definida
por Aristóteles como
Dzimitación de una acción esforzada y completa, de cierta amplitud, en
lenguaje sazonado separada cada una de las especies (de aderezos)
en las distintas partes, actuando los personajes y no mediante relato,
y que mediante compasión y temor lleva a cabo la purgación ]limpiar,
purificar de tales afeccionesdz (Aristóteles, Poética, 49b24-28).

Su intención y su propósito es, finalmente, conmover y afectar


psicológicamente al auditorio. Es lo que se llama Catarsis y lo que para platón
será la liberación de las pasiones humanas que constituyen la peor parte del
alma. La cólera, las pasiones sexuales y todo apetito del alma son regados y
alimentados por la poesía, cuando, para un correcto funcionamiento del orden y
del Estado, debiesen estar secos.
Platón divide al alma en tres; la racional, que se manifiesta a través de la
cabeza, de la mente, la irrascible, que se encuentra en el pecho y la apetitiva,
aquella que circunde al estómago, órgano más débil de nuestro cuerpo.
Dzla parte que confía en la medición y en el cálculo ha de ser la mejor
del alma (ǥ) lo que se le opone es algo correspondiente a nuestras
partes inferiores (ǥ) la pintura y en general todo arte mimético
realiza su obra lejos de la verdad, y que se asocia con aquella parte de

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nosotros que está lejos de la verdaddz (Platón, La república, Libro X, p.
470)

La poesía, imitando, no lo verdadero, sino la apariencia, pues la Verdad la


conocen únicamente aquellos cuyas almas la vislumbraron, antes de insertarse
en el cuerpo de los filósofos, es inútil como instrumento didáctico, pues no
aporta conocimientos sobre la verdad, búsqueda que, para Platón, debiese ser
incesante, pero que sólo pocos (los de mejor alma) logran encontrar.
DzCuando los mejores de nosotros oímos a Homero o a alguno de los
poetas trágicos que imitan a algún héroe en medio de una aflicción,
(ǥ) cantando y golpeándose el pecho, bien sabes que nos regocijamos
y, abandonándonos nosotros mismos, los seguimos con simpatía y
elogiamos calurosamente como buen poeta al que hasta tal punto nos
pone en esa disposición (ǥ) ¿es correcto este elogio, cuando al ver un
hombre de tal índole que nosotros mismos no aceptaríamos ser (ǥ)
no sentimos abominación sino que nos regocijamos y lo alabamos?dz
(p. 474)

Estos son los efectos de la poesía, liberar, dejándose arrastrar por la


comedia la disposición a reír que se debe reprimir, por medio de la razón y por
temor a la reputación (p. 475) o llorar, gritar, sobrecogerse, por las mismas
razones.
Por otro lado, la división de Platón permite también dividir jerárquicamente,
a la sociedad, algo natural para él. Son los filósofos y gobernadores los único que
hacen uso de su alma racional. Esto es también motivo para despreciar a la
poesía, pues ésta congrega hombres de toda índole y, creando un ambiente
colectivo de aflicción, engaña a incluso los mejores hombres. De esta manera, y
además por no utilizar la razón, se comprueba que no hay nada que agrade de la
poesía a los hombres sabios y serios, más debiese ser repudiada y alejada de la
sociedad. Aún cuando Platón menciona que Dzhay que saber también que, en
cuanto a poesía, sólo deben admitirse en nuestro Estado los himnos a los dioses

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y las alabanzas a los hombres buenosdz (p. 476), condena al resto de la poesía,
debido a la falta del rol didáctico que debiese tener la literatura y por alentar las
pasiones humanas que nunca debiesen liberarse, de manera de que el Estado
funcione de forma ordenada.
Aún así, despreciando tan deliberadamente a la poesía, Platón explica la
mayoría de sus teorías a través de la elaboración o la mención de mitos.¿Qué es
un mito, sino una creación poética? Consta de historias representadas
visualmente en jarrones, dibujos, arte. Consta de una visión del mundo,
construida a partir de metáforas y lenguaje sazonado, donde la naturaleza y lo
sobre natural cobra esencial importancia. ¿Cuál sería la diferencia con un poema
lírico? Ambas son construcciones bellas de algo que podría decirse simplemente.
Platón utiliza al mito como un medio eficiente para hacer comprender a sus
lectores o auditores ideas más complejas. Utiliza al mito como un instrumento de
aprendizaje.
Por ejemplo, para explicar qué es el alma y cómo funciona, Platón cuenta
el mito de un carro (que puede volar, pues tiene alas), tirado por un par de
caballos y un conductor. De esta manera, comenta que el alma se asemeja a la
fuerza natural que une al caso y a su conductor. Así, nos enseña que los caballos
de los dioses son ambos buenos, mientras que el carro de los mortales tiene un
caballo bueno y otro malo, por eso la conducción es difícil y por eso el control de
las pasiones sexuales o el amor es para el hombre un arduo trabajo.
Otro ejemplo, es el mito de Armenio de Panfilia, que sube al cielo y es
testigo del sistema de Dzresurreccióndz de las almas.
Pero no solo Platón se contradice al utilizar el mito para hacer entender
sus ideas cuando lo poético no tenía ningún uso, sino que además crítica la
inspiración poética, argumentando que de nada le enseña, DzMe gusta aprender. Y
el caso es que los campos y los árboles no quieren enseñarme nada; pero sí, en
cambio, los hombres de la ciudaddz (Platón, Fedro, 230d), al mismo tiempo que
implora ayuda a las Musas que son, paradójicamente la inspiración de los poetas.

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DzVamos, pues, oh Musas, ya sea que por la forma de vuestro canto, merezcáis el
sobrenombre de melodiosas (ǥ), <ayudadme a agarrar> este mito que este
notable personaje que aquí veis me obliga a decirdz (237a)
Sin seguir con los ejemplos, debido a que son bastantes, queda clara la
intención del uso mítico en Platón. Y aún cuando niega rotundamente esta virtud
de la poesía, nos demuestra y afirma cómo la obra poética puede ser un
instrumento de aprendizaje.

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Aristóteles,c , Gredos, Madrid, 1999


Platón,
    , Gredos, Madrid, 1997
Platón,  r  , Gredos, Madrid, 1997

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