E L M U N D O, S A B A D O 3 0 D E A G O S T O D E 2 0 0 8 A 11

AL
T OMREO
R ÍSA

la CORRIDA

Ruiz Manuel, en el saludo capotero ante el segundo toro del festejo. / JUAN MARFIL

SEXTA DE FERIA. El triunfalismo del público concedió dos fáciles Puertas Grandes a Ruiz Manuel y El Juli. Los
inválidos ejemplares de Daniel Ruiz suprimieron la emoción de un festejo en el que los varilargueros, una vez más,
trabajaron lo justo. Llegará el momento en el que se anuncien corridas de toros sin picadores.

Triunfal corrida de toros sin picadores

ALBERTO GUTIÉRREZ será fundamental, salvo que los rridas de toros. A El Juli, aquel ni- absoluta del astado. Pero dicha
Almería taurinos persistan en su afán de ir ño prodigio que enloqueció con su PITOS Y APLAUSOS condición no menguó el entusias-
eliminándolo del toreo, al igual variedad con el capote y que hoy mo del público, tan entregado al
ampoco ayer disfrutamos que el público, que consiente que sólo practica la chicuelina, se le F Ruiz Manuel chaval que incluso le pidió las dos

T de la grandeza del toro de

lidia, de su encastada no-
bleza, de su legendaria
presencia cuando sale a la plaza
para erigirse en rey y amo de la
fiesta. No, ayer vimos aparecer
por la puerta de toriles un encie-
rro de Daniel Ruiz manso, bajo de
raza y muy mal presentado. Hubo
toros cuyas astas salieron escobi-
no se pique y que toda la tauroma-
quia se base en el último tercio.
Así y sólo así se perderá la esencia
del espectáculo. Quien no quiera
verlo, quien mire hacia otro lado,
se estará equivocando: en la suer-
te de varas se calibra la bravura
de las reses y el futuro de las co-
concedieron dos orejas por una
faena muy técnica, pero muy des-
pegada, distante y, por si fuera
poco, rematada con un bajonazo a
una res muy pobre de pitones.
Un pase circular produjo el de-
lirio en la plaza y después del sar-
tenazo afloraron los pañuelos en
el tendido. Con el quinto, otro in-
válido más en la escaleta del
Cortó dos orejas a un animal in-
válido y descastado. Lo intentó e
incluso interpretó algún natural de
bella factura. Pero emoción, poca.
No tuvo culpa.
G El Juli
Una figura del toreo no puede ve-
nir a Almería con un encierro como
el de Daniel Ruiz. Dos orejas dema-
orejas que el presidente, cómo no,
concedió enseguida. Triunfalismo
en vena. Quedaba Cayetano, el to-
rero de Armani, el nieto de Or-
dóñez, el chico discreto y tímido
que en sus comienzos poseía ele-
gancia y empaque.
Ayer, no pudo demostrar nada
porque careció de enemigos,
mansos, inválidos y descastados;

lladas nada más saltar a la arena,
pitones tan sospechosos de afeita-
do que uno cree, tal vez ingenua-
mente, que la autoridad los envia-
rá a analizar al concluir el festejo.
¿Lo hará? Qué sabe nadie…
La corrida fue lidiada sin pica-
dores, porque los hombres del
castoreño no participaron de la
fiesta en la que El Juli y Ruiz Ma-
nuel salieron triunfalmente a
hombros. Pero, antes de entrar en
harina con los toreros, hay que
decir bien alto que el aficionado
tiene derecho a ver la lidia com-
pleta, desde el principio hasta el
final. Y que el tercio de varas es y
S
guión de la tarde, hubiese cortado
una oreja de no haber marrado
con la espada. El diestro alme-
riense Ruiz Manuel sorteó un pri-
mer toro manso al que replicó con
una faena en la que destacaron
los pases de pecho. También mató
mal. Mientras que con el cuarto,
un inválido de libro, el chaval del
e enviarán a barrio del Zapillo instrumentó
una faena a media altura, hasta
analizar las que el burel se echó a tierra y de
ahí no había nadie que lo sacara.
sospechosas astas Ruiz Manuel desgranó un par de
naturales de bella factura, intentó
de los toros? el toreo bueno, pero el trasteo ca-
reció de emoción por la invalidez
siado fáciles después de un indecen-
te bajonazo y una faena técnica y
poderosa, pero despegada.
G Cayetano
En tardes como la de ayer, no se le
puede exigir demasiado en la muleta.
Tampoco brilló con la capa, no inter-
vino en quites y uno se olvida hasta
que llegó a torear el nieto de Ordóñez.
G Daniel Ruiz
Enésima decepción ganadera de
la feria. Mansedumbre, invalidez,
paupérrima presentación…, ¿a al-
guien le suena?
por si hubiera dudas. Nada hay
que me hubiera gustado más que
contar a los lectores que la feria
ha sido un éxito artístico, un cau-
dal de bravura en todos los encie-
rros, una pura emoción. No, no lo
ha sido. La decepción ha lustrado
una semana de expectativas, te-
niendo en cuenta, además, que el
abono es muy caro y que la crisis
comienza a ser preocupante. ¿Se
tomarán cartas en el asunto?
Crítica de Carlos Crivell
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