Professional Documents
Culture Documents
C. Lorenzano
Contrariamente al método inductivo, Popper nos hace ver que ninguna ciencia, ningún
conocimiento puede comenzar por la observación de lo que sucede. Su criterio es muy simple.
Sencillamente, nos dice que si alguien nos pregunta acerca de lo que nos transmiten nuestros
sentidos en un momento determinado, difícilmente sepamos como responderle correctamente.
¿Debemos contestarle que estamos sentados frente a un río?, ¿o que vemos llover?, ¿o que el
pasto es verde, brillante?, ¿o que se forman charcos aquí y allá por la lluvia?, ¿o que
escuchamos la radio transmitiendo un programa de ópera?, ¿o que nuestro perro nos
acompaña?, ¿que alguien pasa corriendo y grita?
Como constatamos, no hay una única respuesta a la pregunta acerca de qué experimentan
nuestros sentidos. Algunas de las cosas que experimentamos tienen relación entre sí, otras no.
Popper nos indica que una experiencia dada, para que sea significativa, tiene que serlo con
respecto a un punto de vista específico, y no otro. Una respuesta es adecuada, si nos
preguntamos por el tiempo. Otra, si lo es por el lugar en el que estamos. Otra, por nuestra
posición. Otra, por lo que escuchamos, etc. En ciencia, el punto de vista que dirige la
experiencia, la observación, es una hipótesis.
Desde nuestro ejemplo de la medicina, observamos con cuidado la boca del paciente -además
de porque lo exige la buena rutina clínica-, pues tenemos la hipótesis, por presentar además
decaimiento y temperatura, de que padece una enfermedad infecciosa, que dada su edad,
pudiera ser una eruptiva. Creemos que es un caso -un ejemplo- de la teoría infecciosa de las
enfermedades, que dice que en “todos los casos en que encontremos una mancha de Koplik en
la boca del paciente, este tendrá una erupción sarampionosa”. Es el conocimiento de esta
hipótesis la que nos hace buscar en la boca del paciente, y luego la erupción, o palpar los
ganglios para saber si no será una erupción rubeoliforme.
Es hora de que definamos qué se entiende por hipótesis. Una hipótesis es una proposición
general, de la forma “Todos .... “ -una ley, en fin-, cuya verdad o falsedad desconocemos, pero
a la que investigaremos para ver si es verdadera o falsa. Se trata, pues, de un enunciado de
Nivel II o III, que hemos definido como el nivel de lenguaje de las leyes. Como veremos, es la
respuesta tentativa a un problema con el que nos enfrentamos.
El método, pues, no empieza, no puede empezar por observaciones, sean cuales fueran. El
sentido de las investigaciones no va desde la observación hacia las leyes, sino,
sorprendentemente, desde lo que se conocía hasta ese momento, desde las leyes -las
hipótesis-, hacia las observaciones.
Nivel I
Inducción
Nivel II o III (leyes)
Deducción
Nivel I
Hipótesis
Deducción
Consecuencias observacionales
Hacemos notar que cambiamos con respecto al conocido esquema de la inducción tanto el
sentido de la inferencia (se llama inferencia a un proceso de razonamiento) que se invierte
desde los hechos a las leyes, como la misma inferencia, que pasa a ser de deducción, en vez
de inducción. Asimismo, hemos cambiado el punto de partida, que sigue siendo de enunciados
de Nivel II o III, pero ahora llamándolos hipótesis; también reemplazamos Enunciados Nivel I
por su nombre en el método: consecuencias observacionales, pues refleja con este nombre
que es la consecuencia de un proceso de deducción
¿Cómo, - se dirá - sólo eso se ha cambiado? ¿No presenta la deducción problemas similares a
la inducción? Si así fuera, no habría ninguna ganancia. Pero no es así. Al contrario de la
inducción, las leyes de la deducción son auténticas leyes lógicas, que pueden conectar sin
problemas las premisas con las conclusiones. La diferencia es la siguiente. El principio de la
inducción no era una ley lógica porque permitía inferir -inducir- una falsedad; es decir, se
pasaba de una verdad a una falsedad. Lo que caracteriza a una ley lógica es que en el proceso
de inferir -ahora deducir- se conserva la verdad, es decir, no se puede pasar de verdad en las
premisas a falsedad en las conclusiones.
Como veremos luego, al introducir a la deducción como la inferencia que permite ir desde las
hipótesis, consideradas como las premisas del método, hasta sus conclusiones o
consecuencias observacionales, se presenta una cuestión paradójica con respecto a la verdad
o falsedad de las hipótesis, cuya elucidación buscamos mediante el método.
Los otros elementos
del método
Habíamos dicho que una hipótesis es una propuesta de solución a un problema. Normalmente,
dentro del método hipotético-deductivo, se trata de un problema empírico, que plantea la
realidad. Pero también puede tratarse de un problema dentro de una teoría dada, y no sólo un
problema empírico.
En medicina, el problema puede consistir en el malestar del paciente, que obliga a buscar
signos y síntomas, y proponer -como hipótesis- que padece una cierta enfermedad.
Los médicos no somos científicos, sino que aplicamos un conocimiento ya elaborado. Por eso,
nuestras hipótesis ya están dadas dentro de un repertorio conocido de antemano, y cuyas
variables dan lugar al diagnóstico diferencial.
Pero un científico tiene un problema y carece de antecedentes seguros para formular sus
hipótesis. Su respuesta al problema debe ser original.
¿Cómo se hace? No hay una única manera. Popper llama intuición al proceso que permite
formular una hipótesis plausible a un problema dado.
Con este término da nombre al proceso creativo, que no sigue reglas fijas, y que sigue caminos
a veces insospechados. En ocasiones, se propone una hipótesis por analogía con otras
circunstancias; por ejemplo, se puede pensar que la propagación del sonido en todas
direcciones desde una fuente sonora, lo hace por ondas, similares a las que se provocan en el
agua cuando la impacta una piedra. A veces, la iluminación ocurre mediante un sueño: Kekulé,
un químico que estaba intrigado por conocer la fórmula de las sustancias orgánicas, sueña,
luego de dormirse mirando el fuego de una chimenea, con una serpiente que se muerde la cola
e intuye que allí se encuentra la solución a su problema. Propone, en vez de un ordenamiento
lineal de los elementos de las moléculas, un orden que se cierra en sí mismo, casi un círculo,
un hexágono; desde entonces, se sabe que las sustancias orgánicas se ordenan según la
forma del ciclohexano. Otras veces, es una metafísica griega, como el atomismo, la que guía
las investigaciones sobre la constitución de la materia de fines del siglo XIX y que culminan con
la teoría atómica.
Con los nuevos elementos, el esquema del método hipotético-deductivo es ahora, luego de
introducir en el esquema anterior el problema y la intuición de la que surge la hipótesis, el
siguiente:
Problema
Intuición
Hipótesis
Deducción
Consecuencias Obs.
cómo deducir
La hipótesis que se pone a prueba con estas experiencias, es la siguiente: “Todos los perros a
los que se quita el páncreas -pancreato-privos- desarrollan diabetes”.
(Para quienes no tenga a mano los artículos anteriores, un enunciado existencial expresa que
“existe alguno o algunos ejemplares de tales o cuales características”, pero sin particularizar
aquello de lo que habla en un ejemplo preciso, por lo que es tan indeterminado como una ley
general).
Según la lógica, la negación de este enunciado existencial es equivalente a la ley hipotética, y
puede ser escrita a la manera de una prohibición: “No es posible que exista un perro sin
páncreas que no desarrolle diabetes”, expresada como la negación del enunciado existencial
que se deduce inmediatamente de la ley.
Una de las maneras de presentar esta circunstancia, es manifestar que una ley -hipotética o ya
establecida- es equivalente a aquello que prohíbe que ocurra (algo largamente conocido desde
los sistemas legales: las leyes prohíben). En esta posibilidad de negar que ocurran
determinados sucesos, radica el núcleo central del método hipotético-deductivo.
Recién ahora damos el paso siguiente, que consiste en ir desde este enunciado existencial a
un enunciado observacional que lo ponga a prueba.
(Nuevamente para quienes no tiene a mano los artículos anteriores un enunciado
observacional habla de ésta o estas cosas determinadas que se encuentran en tal lugar en tal
momento y cuya verdad o falsedad puede constatarse directamente).
Este enunciado se armará especificando, concretando, los datos más generales del enunciado
existencial, de tal manera que diga de qué perro se trata, además de datos generales acerca
de su situación espacio temporal (aunque en la redacción esta información pueda darse por
supuesta). Veámoslo: “No es posible que a Sultán, que se encuentra en el laboratorio de
Fisiología de la Facultad de Medicina, se le extirpe el páncreas y no desarrolle diabetes”.
Como se observa, tiene la forma de una predicción, predice lo que pueda suceder con Fido.
Es este enunciado el que se pone a prueba y su verdad o falsedad dirán sobre la verdad o
falsedad de la teoría.
Hipótesis
“Todos los perros a los que se quita
el páncreas -pancreato-privos-
desarrollan diabetes”
Inferencia inmediata
Negación del existencial
que contradice la hipótesis
“No es posible que existan algunos
o al menos un perro que no tiene
páncreas y no desarrolla diabetes”:
Es necesario remarcar que los mecanismos deductivos permiten visualizar cómo se traslada la
verdad o falsedad entre las premisas (las dos primeras) y las conclusiones (los enunciados que
expresan el resultado de la experiencia de extirpar el páncreas a Sultán). La esencia del
método hipotético-deductivo consiste en esto, en saber cómo la verdad o falsedad del
enunciado básico dice acerca de la verdad o la falsedad de la hipótesis que ponemos a prueba,
que, como recordamos, es algo que ignoramos al comienzo de la investigación, cuando la
proponemos para solucionar un problema.
Por supuesto, el proceso puede ser mucho más largo, e incluir hipótesis intermedias, pero este
es un buen esquema que lo sintetiza.
Este proceder es coherente con concebir el avance del conocimiento mediante la crítica
racional y, por supuesto, con el proceder de los propios científicos, los que deben responder,
cuando presentan sus hipótesis en artículos o congresos, a los contraejemplos a que los
someten sus colegas. Sólo así pueden mantener sus puntos de vista: si previamente han
tratado de refutar sus propias hipótesis y no pudieron, es señal de que podrán defenderlas de
los intentos de refutación que sufrirán cuando sean discutidas públicamente
Una vez llegado al enunciado básico observacional, que es una consecuencia de deducir
desde la hipótesis, llega la hora de ver si esto se cumple o no se cumple.
Supongamos que enunciemos de la siguiente manera el resultado de la experiencia: “A Sultán
se le extirpó el páncreas y no padece diabetes”.
Este enunciado básico, por supuesto, contradice el enunciado existencial que prohibe que eso
suceda con Sultán, que es, entonces, falso.
Para explicarlo debemos recurrir a las leyes de la lógica. Sabemos que lo obtuvimos
deduciendo desde la hipótesis.
Es sabido que las leyes de la lógica conservan la verdad, es decir, que si se parte de premisas
verdaderas, la conclusión debe ser verdadera.
Como la lógica prohíbe que se pueda ir desde la verdad de las premisas a una conclusión
falsa, necesariamente la premisa -la hipótesis- debe ser falsa.
Como vemos, no hay dudas acerca de que el método nos permite constatar si una hipótesis es
falsa, nos permite refutarla.
La primera respuesta que surge, es que la hipótesis es, por lo tanto, verdadera.
Sin embargo, esto no es así, no puede decirse que la hipótesis sea verdadera. De acuerdo a
las leyes de la lógica, desde premisas falsas, con un razonamiento verdadero, puede llegarse a
una conclusión verdadera. La verdad de la conclusión no dice nada acerca de la verdad de la
premisa.
¿Y qué pasa si siempre las predicciones que permite la hipótesis son verdaderas? ¿Podemos
en este caso decir que la hipótesis es verdadera, o que está más próxima a la verdad? De
ninguna manera. No importa que sea un caso o que sean mil; no por eso la hipótesis avanza
hacia la verdad.
Esta asimetría entre la refutación y la verificación de las hipótesis -se refutan, pero no se
verifican- se expresa diciendo que la verdad desciende en la cadena deductiva -la verdad se
conserva- mientras que la falsedad asciende.
Afirmar la verdad de la hipótesis de la que partió la cadena deductiva es un error lógico, una
falla de razonamiento llamada Falacia de afirmación del consecuente. Consiste precisamente
en esto, afirmar mediante la verdad de la conclusión (el consecuente) de un razonamiento, la
verdad del antecedente, o premisa primera.
Una vez vistos y justificados los pasos del método hipotético deductivo simple, esbocemos a
espejo suyo los pasos que debe tener un protocolo de investigación a los efectos de estar
correctamente formulado y, luego, cómo debe ser descrita-en un artículo- la experiencia.
Los pasos son los siguientes:
Problema
Hipótesis
Resultados esperados
Discusión
El primer punto, Problema, debe discutir y aclarar el problema que se intenta solucionar.
Sin embargo, este esquema muy simple será enriquecido en la medida en que avancemos
en las distintas metodologías.