You are on page 1of 24

Capítulo

ANATOMIA Y
FISIOLOGIA HEPATICA 2
Vinicius Gomes da Silveira
Joaquim Ribeiro Filho

Traducción: C. Loinaz, R. Padrón

La cirugía hepática ha tenido su gran desarro- so. Este rudimento endodérmico surge bajo la for-
llo a partir de los nuevos conceptos empezados por ma de un divertículo o brote hueco en la faz ven-
Coiunaud1, en 1957, desarrollados posteriormen- tral de la porción del intestino primitivo que
te por Thon That Tung y Bismuth 2 3. posteriormente se transforma en la parte descen-
El primer trasplante trasplante de hígado hu- dente del duodeno 1 2. Este divertículo es cubierto
mano fue realizado, en 1963, por Thomas Starzl. por el endodermo, se desarrolla en el mesodermo
Es a partir de 1983, año en que en una reunión de circunvecino y se divide en dos partes: craneal y
consenso del National Institute of Health (NIH) caudal. La parte craneal, llamada pars hepatica se
desarrolla de una manera bastante considerable,
— USA, el trasplante hepático pasó a ser un proce-
se propaga por el septo transverso, porción del
dimiento terapéutico aceptado universalmente.
mesodermo situada entre el ducto vitelino y la ca-
Hasta llegar a ser adoptado como método terapé-
vidad perocárdica y, finalmente, engendra el pa-
utico ha recorrido un largo camino, desde los ani-
rénquima hepático. Este parénquima hepático se
males de experimentación, pasando por el
desarrolla en la forma de dos brotes sólidos de cé-
desarrollo de la técnica operatoria y conocimiento
lulas, que se adentran en el mesodermo, engen-
de la fisiopatología y tratamiento del rechazo, a los
drando los lóbulos derecho e izquierdo del hígado.
primeros pacientes.
La pars hepática da origen también a los ductos
Con el surgimiento de nuevas metodologías hepáticos derecho e izquierdo y a la parte proxi-
diagnósticas, sobre todo estudios de imagen — mal del ducto hepático. La caudal, llamada pars cis-
ultra-sonografia, ultra-sonografia per-operatoria, tica, es menor que la pars hepática y engendra la
arteriografia, tomografia computadorizada y reso- vesícula biliar y el conducto cístico. La apertura del
nancia magnética —, se hizo posible la valoración conducto colédoco se encuentra al principio en la
pre y per-operatoria de la anatomía del hígado, la pared ventral del duodeno. Con la rotación del
cual es de capital importancia en los trasplantes intestino, la cual ocurre posteriormente, la apertu-
de donante vivo. ra es llevada a la izquierda y, después en la direcci-
El conocimiento de la anatomía y fisiología ón dorsal, en la posición que ocupa en el adulto5.
hepática son imprescindibles para todos los que El hígado, a medida que se desarrolla, se separa
desean realizar la cirugía y trasplante del hígado. gradualmente, conjuntamente con el mesogastrio
ventral del intestino, del septo transverso. De la faz
EMBRIOLOGIA inferior del septo transverso, el hígado se proyecta
en dirección caudal, hacia la cavidad abdominal. El
El desarrollo del hígado empieza a partir del mesogastrio ventral, con el desarrollo del hígado,
octavo día de la gestación. En le vigésimo quinto se queda dividido en dos partes: ventral y dorsal.
día se vuelve claramente visible en corte transver- La parte ventral engendra los ligamentos falcifor-

13
me y coronario, y la parte dorsal el omento menor. A pesar de la protección dada por la cobertura de
Cerca del tercer mes de gravidez, el hígado ocupa las costillas y cartílagos es el órgano abdominal más
casi toda la cavidad abdominal y su lóbulo izquier- frecuentemente lesionado en el trauma abdomi-
do es casi tan grande como el derecho. nal. La cápsula fibrosa del hígado (Glisson) da al
El hígado sufre un relatico fenómeno de regre- hígado del cadáver una forma bastante precisa. En
sión. Representa el 10% del peso corporal a los 60 el vivo, sin embargo, el órgano es blando, fácilmen-
días de gestación. En el nacimiento representa el te romplible y con cierto grado de dificultad para
5% de la masa corporal, y en los adultos es alrede- ser suturado3.
dor de 2,5%. La regresión tiene lugar principalmen- Mide en su diámetro mayor, o transverso, 20 a
te a costa del lóbulo izquierdo. 22,5 cm. En la faz lateral derecha, verticalmente,
mide cerca de 15 a 17 cm y su mayor diámetro dor-
so-ventral, 10 a 12,5 cm, está en el mismo nivel que
ANATOMIA la extremidad craneal del riñón derecho.
El hígado es el mayor órgano del cuerpo hu- Tiene la forma de una cuña con la base a la
mano. En el adulto cadáver, pesa cerca de 1200 a derecha y el ápice a la izquierda, es irregularmen-
1550 g. En el vivo, cerca de 2500 g. En los niños, es te hemisférico con una faz diafragmática, conve-
proporcionalmente superior. Por eso, en aquellos xa, extensa y relativamente lisa (Fig. 2.1), y otra faz
muy jóvenes es hasta cierto punto responsable de visceral, cóncava y más irregular (Fig. 2.2).
la protuberancia abdominal. El tejido del parénquima hepático está compu-
El hígado es un órgano intra-torácico, situado esto de lóbulos unidos por un tejido areolar extre-
detrás de las costillas y cartílagos costales, separa- mamente fino en el cual se ramifican la vena porta,
do de la cavidad pleural y de los pulmones por el la arteria hepática, las venas hepáticas, linfáticos y
diafragma. Localizado en el cuadrante superior de nervios, estando todo el conjunto revestido por
la cavidad abdominal se proyecta a través de la una túnica fibrosa y una serosa. La túnica serosa
línea media hacia el cuadrante superior izquierdo. (tunica serosa) deriva del peritoneo y cubre la mayor

Diafragma

Ligamentos falciforme

Ligamento redondo

Estômago

Vesícula biliar

Fig. 2.1 – La cara diafragmática del hígado es convexa, extensa y relativamente lisa. La Fig. 2.muestra las porciones ventral, superior y derecha.

14
Ligamento redondo

Hilo hepático

Vesícular biliar
Artéria hepática própria

Colédoco

Rim direito

Ângulo hepático de cólca

Fig. 2.2 – La cara visceral del hígado mantiene contacto con diversas vísceras abdominales formando innumerables fosas e impresiones

parte de la superficie del órgano. Está íntimamen- cretan; vasos sanguíneos en íntima relación con
te adherida a la túnica fibrosa. La túnica fibrosa las células, con la sangre a la cual la secreción deri-
(tunica areolar) se sitúa debajo del revestimiento va; y ductos, a través de los cules la secreción es
seroso y recubre toda la superficie del órgano. Es eliminada.
de difícil identificación, excepto donde la serosa El espacio porta es la denominación dada a los
está ausente. En el hilio la túnica fibrosa se conti- espacios existentes en todo el parénquima en los
núa con la cápsula fibrosa de Glisson, en la super-
cuales se encuentran distribuidas las ramas meno-
ficie del órgano, al tejido areolar que separa los
res de la vena porta, de la arteria hepática y de los
lóbulos.
ductos biliares. Estas tres estructuras están unidas
Los lóbulos (lobuli hepatis) suponen la princi- por un delicado tejido conjuntivo, a la cápsula fi-
pal masa del parénquima. Sus lobulillos, con cerca brosa perivascular o cápsula de Glisson.
de 2mm de diámetro, dan un aspecto maculado a
En el hígado encontramos áreas sin cobertura
la superficie del órgano. Son más o menos hexa-
peritoneal. En la faz diafragmática una gran parte
gonales, con las células agrupadas en torno de una
de la porción dorsal no está recubierta por perito-
vena centrolobulillar, división menor de la vena
neo y está fijada al diafragma por tejido conjuntivo
hepática. Las paredes adyacentes de los lóbulos
laxo. Esta área descubierta, llamada área desnuda
vecinos hexagonales (o irregularmente poligona-
(area nuda), está limitada por las hojuelas superior e
les) están unidas entre sí por una cantidad míni-
inferior del ligamento coronario. En la faz visceral
ma de tejido conjuntivo. Microscópicamente, cada
lóbulo consiste en un conjunto de células, células no encontramos la cobertura del peritoneo en el hilio
hepáticas, distribuidas en placas y columnas radi- y en la inserción de la vesícula biliar.
adas, irregulares, entre las cuales se encuentran los
canalículos sanguíneos (sinusoides). Entre las célu- Ligamentos
las están también los diminutos capilares biliares.
Por lo tanto, en el lóbulo existe todo lo esencial de El hígado está fijado a la cara inferior del dia-
una glándula de secrecion, o sea, células que se- fragma y a la pared ventral del abdomen por cin-

15
co ligamentos; cuatro de éstos — el falciforme, el hígado, hacia el hilio, donde se continúa con el li-
coronario, el triangular direcho y el triangular iz- gamento venoso.
quierdo — son pliegues peritoneales; el quinto, el El ligamento venoso, similar al ligamento re-
ligamento redondo (ligamentum teres hepatis) no es dondo, es una reminiscencia fibrosa del ducto
realmente un ligamento sino un cordón fibroso venoso que conecta la rama izquierda de la vena
resultante de la obliteración de la vena umbilical. porta con la vena hepática izquierda próximo a la
El hígado está unido también a la curvatura menor unión con la vena cava inferior. No tiene función
del estómago y al duodeno por los ligamentos he- de fijación hepática.
patogástrico y hepatoduodenal, respectivamente.
Las conexiones del hígado con el diafragma por
El ligamento falciforme (ligamentum falciforme los ligamentos coronario y triangular, el tejido con-
hepatis) o ligamento suspensorio, triangular, está juntivo del área desnuda y las íntimas conexiones
constituido por hojuelas peritoneales que se origi- de la vena cava inferior, por medio de tejido con-
nan de la reflexión del peritoneo visceral hepático juntivo y, finalmente, las venas hepáticas, sostienen
sobre el peritoneo diafragmático. Al nivel del bor- la parte posterior del hígado. En resumen, la posici-
de anterior del hígado el ligamento falciforme con- ón del hígado es mantenida por la fijación fibrosa
tiene el ligamento redondo. El ligamento en el área desnuda y, en un mayor grado, por la
falciforme, por ser fino, no ayuda en la fijación, unión de las venas hepáticas a la vena cava inferior.
aunque, probablemente, limite los desplazamien-
tos laterales. El hígado puede ser movilizado parcial o total-
mente, seccionando los ligamentos triangulares,
El ligamento coronario (ligamentum coronarium falciforme y los ligamentos coronarios. Al seccio-
hepatis) consiste en una hojuela anterior y una pos- nar los ligamentos coronarios por completo del
terior. La hojuela anterior o anterosuperior es la re- área desnuda se consigue la separación del órga-
flexión del peritoneo visceral de la cara superior del no del diafragma.
hígado sobre el diafragma, y se continúa con la ho-
juela derecha del ligamento falciforme. La hojuela
posterior, reflexión del peritoneo visceral de la cara Circulación
inferior del hígado sobre el peritoneo parietal pos-
terior, se refleja del margen caudal del área desnu- Los vasos relacionados con el hígado son la
da hacia el riñón y la glándula suprarrenal derecha, arteria hepática, la vena porta y las venas hepáti-
siendo llamado ligamento hepatorrenal cas (o suprahepáticas). El conocimiento de la cir-
culación y sus variaciones anatómicas es de suma
Los ligamentos triangulares (ligamentos latera- importancia en la cirugía hepática.
lis) son dos: derecho e izquierdo. El ligamento tri-
angular derecho (ligamentum triangulare dextrum) El pedículo hepático está localizado en la parte
está situado en el extremo derecho del área des- inferior y derecha del omento menor o pars vascu-
nuda, constituído por un pequeño pliegue que se losa. Agrupa las estructuras vasculares que traen
prende al diafragma, formado por la aposición de la sangre al hígado, la vena porta y la o las arterias
las hojas anterior y posterior del ligamento coro- hepáticas, y las vías biliares extrahepáticas (Fig. 2.2).
nario. El ligamento triangular izquierdo (ligamen- Junto con estos tres elementos principales se agre-
tum triangulare sinistrum) es un pliegue bastante gan también los nervios y los vasos linfáticos. La
grande que une la parte posterior de la cara superi- triada hepática — vías biliares extrahepáticas, vena
or del lóbulo izquierdo al diafragma; su hoja anteri- porta y arteria hepática — se reúnen en el liga-
or se continúa con la hoja izquierda del ligamento mento hepatoduodenal ventralmente al forame
falciforme. Termina a la izquierda en una fuerte epiploico (de Winslow), en el hilio hepático, con el
banda fibrosa, el apéndice fibroso del hígado. ducto hepático, situado ventralmente a la derecha,
El ligamento redondo (ligamentum teres hepa- la arteria hepática a la izquierda y la vena porta
tis) es un cordón fibroso resultante de la oblitera- dorsalmente, entre la arteria y el ducto.
ción de la vena umbilical. Partiendo del ombligo,
se dirige hacia lo alto, en la margen libre del liga- Circulación Arterial
mento falciforme, hacia la incisura del ligamento
redondo en el hígado, a partir de la cual podrá ser La arteria hepática abastece el hígado de san-
seguido en su fisura propia, en la cara inferior del gre arterial y es responsable de aproximadamente

16
25 a 30% del total del flujo de sangre que llega al arteria hepática derecha y la arteria hepática iz-
hígado. Ofrece cerca del 50% del oxigeno necesa- quierda. La arteria hepática derecha generalmen-
rio. La obstrucción de la arteria hepática en un hí- te pasa detrás del conducto hepático común para
gado normal es usualmente inofensiva pero, si entrar en el triángulo cístico (triángulo de Calot),
ocurre en un hígado trasplantado se sigue habitu- que está formado por el ducto cístico, ducto hepáti-
almente de necrosis hepática o de las vías biliares. co y cranealmente por el hígado. En el triángulo cís-
La vascularización arterial hepática está carac- tico la arteria hepática derecha da origen a la arteria
terizada por una gran variación anatómica7. Estas cística. La arteria hepática izquierda da usualmente
variaciones anatómicas son muy importantes y de- origen a arteria hepática media (Fig. 2.3).
ben ser conocidas en virtud de sus implicaciones, El flujo de sangre que nutre el segmento su-
en el análisis de todos los exámenes morfológicos, praduodenal del ducto biliar es precario. Los estu-
en particular la arteriografía del tronco celíaco o de dios han mostrado que el aporte sanguíneo al
la arteria mesentérica superior que pueden ser soli- ducto biliar se origina de pequeñas arterias que as-
citadas en el estudio de una cirugía hepática. cienden y descienden por el ducto biliar extrahe-
El patrón anatómico más frecuente, que repre- pático, longitudinalmente, en forma de arcada,
senta más de 50% de los casos, tiene la siguiente siendo los más importantes los que corren a lo lar-
descripción: la arteria hepática común se origina go de los bordes laterales llamados de las 3 y 9 ho-
como una rama del tronco celíaco y sigue a la de- ras8 (Fig. 2.3).
recha en dirección al omento menor, asciende si- La importancia del conocimiento de las varia-
tuándose a la izquierda del ducto biliar y ciones anatómicas de la arteria hepática no está vin-
anteriormente a la vena porta. Al ascender da ori- culada solamente a la cirugía o a la investigación
gen a tres arterias, en la siguiente secuencia: arte- diagnóstica del hígado. Un ejemplo de la necesi-
ria gastroduodenal, arteria supraduodenal y arteria dad de ese saber es la resección duodenopancreá-
gástrica derecha. Después de dar origen a estas tica. Una de las variaciones anatómicas es la
arterias pasa a ser llamada arteria hepática propia. arteria hepática común originada de la arteria me-
La arteria hepática propia continúa ascendiendo sentérica. La arteria hepática común puede pasar
y en el hilio hepático se divide dando origen a la detrás o por dentro de la cabeza del páncreas y su

Artéria hepática média


Artéria hepática esquerda
Artéria hepática direita

Artéria cística Ducto hepático comum


Artéria gástrica esquerda
Artéria 9 horas
Artéria 3 horas Tronco celíaco
Artéria gástrica direita
Artéria gastroduodenal

Artéria retroduodenal Artéria supraduodenal

Artéria pancreatoduodenal inferior

Artéria mesentérica superior


Artéria pancreaticoduodenal anterosuperior
Primeira artéria jejunal

Artéria gastroepiplóica ireita

Fig. 2.3 – El patrón anatómico más frecuente de arterialización hepática representa más del 50% de los casos

17
Vesícula biliar

Artéria hepática comum

Colédoco

Artéria gástrica direita


Artéria mesentérica superior
Artéria supraduodenal

Artéria gastroduodenal

Fig. 2.4 – Arteria hepática común originándose de la arteria mesentérica superior

ligadura durante la duodenopancreatectomía pri- ando los procedimentos quirúrgicos se realizan en


va al hígado de su aporte de sangre arterial. esta región
Las variaciones anatómicas de la arteria hepá-
tica, encontradas en más de 40% de los casos, van Circulación Venosa
desde el origen de los vasos hasta sus segmentaci-
ones. Las más frecuentes son: La circulación venosa comprende el flujo ve-
noso que llega al hígado por medio de la vena porta
a — arteria hepática común originada de la ar-
y el drenaje venoso del hígado hacia la vena cava
teria mesentérica superior (Fig. 2.4); inferior a través de las venas hepáticas.
b — arteria hepática derecha accesoria origi-
nada de la arteria mesentérica superior y dando
origen a la arteria cística (Fig. 2.5); Vena Porta (vena portae)

c — arteria hepática derecha originada de la La vena porta drena la sangre del área esplác-
arteria mesentérica superior y dando origen a la nica y es responsable del 75% de la sangre que fluye
arteria gastroduodenal, arteria supraduodenal y hacia el hígado. Es una vena sin válvulas, con una
arteria gástrica derecha (Fig. 2.6); extensión que varía de 5,5 a 8cm y un diámetro
d — arteria hepática izquierda accesoria origi- medio de 1,09cm, originada detrás del páncreas,
nada de la arteria hepática derecha (Fig. 2.7); en la transición de la cabeza con el cuerpo, como
continuación de la vena mesentérica superior des-
e — bifurcación proximal de la arteria hepática pués de añadirse a ésta la vena esplénica. Anató-
u origen separado de las arterias hepáticas dere- micamente la vena porta está formada por la
cha e izquierda en el tronco celíaco (Fig. 2.8); confluencia de las venas mesentérica superior, es-
f — arteria hepática izquierda originada de la plénica y mesentérica inferior. Una vez formada
arteria gástrica izquierda (Fig. 2.9); se dirige en dirección al hilio hepático situándose
g — arteria hepática izquierda accesoria origi- posteriormente al ducto biliar y la arteria hepática
nada de la arteria gástrica izquierdas (Fig. 2.10) en el borde libre del omento menor. En el hilio
hepático se divide en rama derecha y rama izqui-
y h — arteria hepática derecha cruzando el erda que se agrupan respectivamente con la arte-
ducto hepático común anteriormente en vez de ria hepática derecha y el conducto hepático
cruzarlo posteriormente (Fig. 2.11). derecho a la derecha y la arteria hepática izquier-
Otras variaciones anatómicas pueden también da y el conducto hepático izquierdo a la izquier-
existir, y su existencia no puede ser ignorada cu- da. Al contrario de la arteria hepática las

18
Artéria hepática média
Artéria hepática direita Artéria hepática esquerda

Vesícula biliar

Colédoco

Artéria hepática direita acessória

Veia porta

Artéria mesentérica superior

Fig. 2.5 – Arteria hepática derecha accesoria originándose de la arteria mesentérica superior y dando origen a la arteria cística

Artéria hepática média

Artéria hepática esquerda

Vesícula biliar

Artéria cística

Artéria hepática direita

Colédoco

Artéria gástrica direita


Artéria supraduodenal

Artéria gastroduodenal Artéria mesentérica superior

Fig. 2.6 – Arteria hepática derecha originándose de la arteria mesentérica superior

variaciones anatómicas y anomalías congénitas de Después de la divissión de la vena porta, en el


la vena porta son raras. hilio hepático, en rama derecha y rama izquierda,
Teniendo en cuenta el estudio de la circulación estas sufren nuevas divisiones y subdivisiones.
aferente y eferente del hígado y de sus conductos Rama Derecha de la Vena Porta — es la más
biliares, Couinaud1 ha descrito ocho segmentos corta de las dos principales ramas, mide de media
hepáticos, enumerados en el sentido de las agujas de 0,5 a 1cm de extensión, y por ello su disección
del reloj, mostrando que no había circulación co- es más difícil que la izquierda. Se sitúa anterior-
lateral entre los segmentos. El drenaje biliar tambi- mente al proceso caudado, se divide inmediata-
én es específico para cada segmento 9. La mente al entrar en el hígado, a través de la placa
segmentación hepática será descrita más adelante. hiliar, dando una rama anterior y otra posterior.

19
Artéria hepática esquerda acessória

Artéria hepática esquerda

Artéria hepática direita

Colédoco

Veia porta

Fig. 2.7 – Arteria hepática izquierda accesoria originándose de la arteria hepática derecha

Artéria hepática média

Artéria hepática esquerda

Artéria hepática direita

Tronco celíaco

Fig. 2.8 – Bifurcación proximal de la arteria hepática u origen separado de las arterias hepáticas derecha e izquierda en el tronco celíaco

Artéria hepática esquerda

Artéria gástrica esquerda


Artéria hepática direita

Colédoco

Fig. 2.9 – Arteria hepática izquierda originándose de la arteria gástrica izquierda

20
Artéria hepática esquerda
Artéria hepática média

Artéria hepática esquerda acessória

Artéria hepática direita Artéria gástrica esquerda

Fig. 2.10 – Arteria hepática izquierda accesoria originándose de la arteria gástrica izquierda

Artéria hepática esquerda


Artéria hepática média

Artéria cística

Artéria hepática direita

Ducto hepática comum

Fig. 2.11 – Arteria hepática derecha cruzando anteriormente al conducto hepático común

La rama anterior, vaso voluminoso, pasa anterior- Rama Izquierda de la Vena Porta — ésta es la
mente y en un ángulo agudo se curva en direcci- rama más larga, midiendo 4cm de longitud, situán-
ón a la superfície anterior donde se divide en dos dose anteriormente al lóbulo caudado y pasa a la iz-
ramas, una ascendente para el segmento VIII y otra quierda en la placa hiliar dirigiéndose posteriormente
descendente hacia el segmento V, situándose de para alcanzar la fisura portoumbilical. En la fisura se
ese modo en un plano vertical. La rama posterior hace más delgada y entra en el parénquima hepáti-
se curva de manera superolateral hacia la convexi- co. En este punto, se une anteriormente al ligamento
dad superior del hígado y se divide también en dos redondo (ligamentum teres hepatis). De la pared late-
ramas, una ascendente para el segmento VII y otra ral izquierda se originan dos ramas para el segmento
descendente para el segmento VI, situándose de ese II y segmento III, respectivamente. A partir del ori-
modo en un plano horizontal. La rama derecha de gen de estas dos ramas la vena sigue hacia la dere-
la vena porta está situada anteroinferiormente en- cha hacia el segmento IV, donde se divide en rama
tre sus ramas anterior y posterior (Fig. 2.12). ascendente y rama descendente (Fig. 2.12).

21
Veia cava

Veias hepáticas

II
VIII
III

VII

IV
Ligamento redondo
V

Ramo anterior
VI
Ramo esquerdo da veia porta

Ramo posterior
Ramo direito da veia porta

Fig. 2.12 – La vena porta está dividida en rama derecha y rama izquierda. La rama derecha, corta, se divide inmediatamente; la rama izquierda, más
larga, se divide después de entrar en el parénquima

Aunquer las variaciones anatómicas en la vena erda, que convergen hacia la cara posterior del hí-
porta sean raras, esas anomalías ocurren general- gado y se abren en la vena cava inferior. Las veni-
mente en la divissión de la vena en la placa hiliar. as del grupo inferior varían en número y son de
Una de ellas es la rama que lleva la sangre para los tamaño pequeño, se originan en los segmentos I
segmentos V y VIII originándose de la rama iz- (lóbulo caudado), VI y VII. Las venas del grupo
quierda de la porta (Fig. 2.13). inferior son llamadas también venas hepáticas de-
El segmento I (lobulo caudado) está irrigado por rechas accesorias. Las tributarias de las venas he-
dos o tres ramas que dejam la bifurcación de la vena páticas discurren aisladas y se encuentran en
porta, saliendo de la rama derecha o de la izquier- contacto directo con el tejido hepático. No pose-
da. El lóbulo caudado, segmento I, drena por unas en válvulas.
venas directamente hacia la vena cava inferior, in- Vena Hepática Derecha — mide de 11 a 12 cm
dependiente de las tres principales venas hepáti- de longitud y es la mayor vena del hígado. Drena
cas. Generalmente, el lóbulo caudado drena por gran parte del hígado derecho, o sea, los segmen-
una vena media y una vena superior y el proceso tos V, VI, VII y parte del VIII. En general está for-
caudado por una vena inferior pero, el número de mada por tres venas que se dividen en rama
venas es variable. superior, media e inferior. La rama superior es cor-
ta (1 a 2cm) y la más voluminosa de las ramas. La
rama media discurre en sentido transverso y en-
Venas Hepáticas (vv. hepaticae)
tra en la vena cava un poco por encima de la rama
El drenaje venoso del hígado empieza en el superior. La rama inferior, que está presente en 20%
parénquima hepático, en las vénulas centrales o de los pacientes, drena dos o tres segmentos del
intra-lobulares, y en las sub-lobulares, las cuales hígado derecho directamente hacia la vena cava.
se juntan para engendrar venas cada vez mayores En muchos casos, una o dos venas se originan de
que se disponen en dos grupos. El grupo superior la superfice posterior del hígado, segmentos VII y
en general consiste en tres grandes venas, la hepá- VIII, y se juntan al tronco principal próximo a la
tica derecha, la hepática media y la hepática izqui- vena cava. Pueden también, algunas veces, desem-

22
bocar separadamente en la vena cava. El tronco de Normalmente, en la mayoría de los casos, no
la vena hepática derecha se une a la vena cava en existen ramas en los últimos centímetros de la vena
su margen derecha, separada del tronco formado hepática derecha, lo que hace fácil su disección
por las venas hepáticas media e izquierda (Fig. 2.14). cerca de la unión con la vena cava.

Veia cava

Veias hepáticas

VIII II

III

VII
IV

Ligamento redondo

VI
Ramo anterior Ramo esquerdo da veia porta

Ramo direito da veia porta


Veia porta

Fig. 2.13 – Variación anatómica. La rama anterior, hacia los segmentos V y Viii, originándose de la rama izquierda de la vena porta

Veia cava

Veia hepática média

VIII IV
Veia hepática direita

VII

V
VI

Fig. 2.14 – La vena suprahepática derecha drena los segmentos V, VI, VII y parte del segmento VIII

23
Vena Hepática Media — se sitúa en un plano dos configuraciones principales. Una de las dispo-
entre la mitad derecha e izquierda del hígado, en siciones consiste en un tronco corto formado por
la fisura mediana, y drena principalmente los seg- tributarias — una rama intersegmentaria de la par-
mentos IV,V e VIII. Tiene cerca de 12 cm de longi- te dorsal del segmento IV, una vena ventral de la
tud y se origina en la profundidad del parénquima parte anterior del segmento III y una rama dorsal
hepático, próxima al fondo de la vesícula, por las del segmento II; la otra forma consiste en un tron-
venas que drenan la porción anterior de los seg- co largo con dos o tres ramas drenando el segmento
mentos V y IV respectivamente. La vena así for- II, un número similar de ramas ventrales drenan-
mada corre dorsalmente para cruzar la bifurcación do el segmento III y una tributaria intersegmenta-
del pedículo hepático. Pasando superiormente re- ria del segmento IV (Fig. 2.15). Las venas hepáticas
cibe ramas de la derecha originadas de la parte media e izquierda normalmente se juntan para
dorsal del segmento VIII y nuevas ramas de la iz- formar un tronco común y desembocar en la vena
quierda provenientes de la parte dorsal del seg- cava (Fig. 2.15). Sin embargo, pueden desembocar
mento IV (IV a). Continúa en dirección al dorso separadamente.
para formar el tronco común con la vena hepática El lóbulo caudado, segmento I, debe ser consi-
izquierda, en 90% de los casos, y desembocar en la derado funcionalmente como un segmento autó-
vena cava (Fig. 2.15) nomo porque la vascularización es independiente
Sin embargo, algunas veces las venas hepáti- de la división glissoniana y de las tres venas hepá-
cas media e izquierda desembocan separadamen- ticas. El segmento I recibe dos o tres ramas que se
te. En las hepatectomías derechas o izquierdas, originan de la bifurcación de la vena porta o de la
todas las ramas que vienen de la derecha o de la rama izquierda de la vena porta. Estas ramas pue-
izquierda se ligan de acuerdo con el lado que va a den originarse concomitantemente de las ramas
ser resecado. derecha e izquierda de la vena porta y raramente
Vena Hepática Izquierda — está representada se originan aisladamente de la rama derecha de la
en la superficie por la fisura lateral izquierda y dre- porta. Las venas hepáticas del segmento I son in-
na los segmentos II, III y la parte dorsal del seg- dependientes de las tres venas hepáticas princi-
mento IV. Su formación es muy variable, existiendo pales y drenan directamente en la venia cava

Veia cava

Veia hepática direita Veia hepática média

VIII Veia hepática esquerda


VII
II

I
IV

III

V
VI

Veia porta Ligamento redondo

Fig. 2.15 – La vena hepática media drena los segmentos IV, V, y VIII y la vena hepática izquierda drena los segmentos II, III y la parte dorsal del IV. Las
venas hepáticas media e izquierda forman un tronco común para desembocar en la vena cava.

24
inferior. La resección quirúrgica del segmento I, guíneos por una distancia mínima igual a la mitad
debido a las características anatímicas, es conside- de la longitud de una célula hepática. Los canales
rada un procedimiento quirúrgico técnicamente así formados se proyectan hacia la periferia del
avanzado. lóbulo y se abren en los ductos bilíferos interlo-
bulares, que transcurren por la cápsula de Glisson
acompañando a la vena porta y la arteria hepáti-
Conductos Biliares ca. Al final se forman dos troncos principales, he-
El tracto biliar además de almacenar la bilis pático derecho y hepático izquierdo, que salen del
producida en el hígado, la transporta también ha- hígado a través del hilio y se unen para formar el
cia el duodeno donde es necesaria para la digesti- conducto hepático (Fig. 2.16).
ón y absorción de las grasas. La bilis se produce en El conducto hepático derecho tiene aproxima-
los hepatocitos y es constantemente secretada ha- damente 1 cm de longitud y está formado por el
cia los canalículos bilíferos intercelulares (capila- conducto derecho posterior, originado de los duc-
res bilíferos) y de ahí a través de ductos cada vez tos de los segmentos VI y VII, y por el conducto
mayores llega a los ductos principales. Cerca de derecho anterior, originado de los ductos de los
13% de los individuos presentan variaciones ana- segmentos V y VIII. El conducto derecho posteri-
tómicas de los conductos biliares10 11. El conocimi- or alcanza el hilio pasando superiormente a la rama
ento de la anatomía de las vías biliares, anterior de la rama derecha de la vena porta, posi-
principalmente de las variaciones anatómicas in- ción epiportal, y algumas veces aparece como un
tra-hepáticas, es de suma importancia, principal- surco, en la rama derecha de la vena porta, en los
mente en los trasplantes con donante vivo. exámenes radiológicos. Esta posición epiportal es
inconstante, en 20% de los casos el conducto dere-
cho posterior pasa inferiormente a la rama anteri-
Intra-Hepáticos or de la rama derecha de la vena porta, posición
Los canalículos bilíferos intercelulares (capi- hipoportal (Fig. 2.16).
lares biliferos) se inician como pequeños espacios El conducto hepático izquierdo es más largo
tubulares situados entre las células hepáticas. Es- que el derecho, mide de media 2,5 cm, pudiendo
tos espacios son simplemente canales o grietas si- variar su longitud de 1 a 5 centímetros. Esta varia-
tuados entre las caras contiguas de dos células o ción del tamaño depende del tamaño del lóbulo
en el ángulo de encuentro de tres o más células, cuadrado. El conducto hepático izquierdo está
estando siempre separados de los capilares san- formado por los conductos de los segmentos II y

Ducto direito posterior


VIII Ducto esquerdo posterior

Ducto hepático esquerdo


VII II

V
Ducto direito anterior I
III
VI
Liagmento redondo
IV
Ducto hepático direito

Ducto esquerdo anterior


Ramo direito da veia porta

Ramos esquerdo da veia porta

Veia porta
Ducto hepático comum

Fig. 2.16 – La forma más común de presentación de los conductos biliares y los segmentos que ellos drenan

25
III y un ducto del segmento IV. Los ductos de los
segmentos III y IV forman el conducto izquierdo
anterior y el conducto del segmento II forma el Ligamento falciforme
conducto izquierdo posterior que recibe el drena-
je del segmento I (Fig. 2.16). El segmento I está dre-
Ducto do
nado por dos o tres ductos que entran tanto en el II
segmento I
conducto hepático derecho como en el conducto
hepático izquierdo próximo a la confluencia.
Las variaciones anatómicas de los conductos
intrahepáticos deben ser conocidas, principalmen-
te los de la izquierda; el lóbulo izquierdo se utiliza III
Ducto hepático
más en los trasplantes con donante vivo. Las vari- esquerdo Ducto do
aciones anatómicas más habitualmente encontra- segmento IV
das son: a — es la más común, representa 55% de
Ligamento redondo
los casos, los ductos de los segmentos II, III se unen
a la izquierda del ligamento redondo (ligamentum
Fig. 2.17 – La variación anatómica encontrada más frecuente, 55% de
teres hepatis) y el ducto del segmento IV desembo- los casos, el conducto del segmento IV desemboca cerca de la unión de
ca, contiguo a la cara derecha del ligamento redon- los ductos de los segmentos II y III
do, en este tronco formado y, en seguida,
desemboca un ducto del segmento I (Fig. 2.17);
b — representa 30% de los casos, los ductos de
los segmentos II y III se unen a la izquierda del Ligamento falciforme
ligamento redondo y el tronco formado recibe a la
derecha del ligamento, pero no contiguo a éste, Ducto do II
dos ductos del segmento IV y, en seguida, un duc- segmento I
to del segmento I (Fig. 2.18)
y c — se encuentra en 10% de los casos, los
ductos de los segmentos II y III se unen a la dere-
cha del ligamento redondo y antes de esta unión
el ducto del segmento III recibe los ductos del seg- III
mento IV, y después en el tronco formado desem-
boca el ducto del segmento I (Fig. 2.19). Ductos do Ligamento redondo
segmento IV

Extra-Hepáticos
Fig. 2.18 – La variación anatómica encontrada en 30% de los casos. Los
La unión de los conductos hepáticos derecho e conductos de los segmentos IV y I desembocan en el tronco ya formado
izquierdo, llamada confluencia biliar, en el hilio por la unión de los segmentos II y III
hepático, forman el canal biliar principal, conduc-
to hepático (ductus hepaticus), que se dirige hacia
la derecha cerca de 4 cm entre las hojas del omen- El conducto colédoco está formado por la
to menor, donde se junta, en ángulo agudo, al con- unión de los conductos cístico y hepático común;
ducto cístico (ductus cysticus) para formar el tiene cerca de 7,5 cm de longitud y el diámetro me-
conducto colédoco (ductus choledochus) que drena dio es de 0,6 a 0,8 centímetros. Desciende a lo largo
en el duodeno. El conducto hepático y parte del del borde derecho del omento menor, dorsalmente
colédoco se acompañan por la arteria hepática y la a la porción superior del duodeno, ventralmente a
vena porta. la vena porta y a la derecha de la arteria hepática.
La confluencia biliar presenta numerosas vari- Puede haber también anomalías anatómicas
aciones anatómicas y, en la mayoría de ellas el con- en los conductos biliares extra-hepáticos y las más
ducto hepático izquierdo es normalmente un comunes son: a — unión baja de los conductos
simple tronco antes de unirse al hepático derecho hepáticos derecho e izquierdo; b — conducto bi-
(Fig. 2.20). liar común duplicado; c — unión del conducto

26
quima pancreático, y se dirige hacia la segunda
Ligamento porción del duodeno, entrando oblicuamente en
falciforme
la pared duodenal junto con la parte terminal del
conducto pancreático, o conducto de Wirsung.
Antes de entrar en el duodeno, atravesando el es-
Ducto do segmento I II fínter de Oddi, los conductos biliar y pancreático
transcurren juntos aproximadamente durante dos
centímetros, separados por un septo transampu-
lar. Después de atravesar el esfínter de Oddi, don-
de se vuelven un canal común, la ampolla de Vater,
III
entran en la luz duodenal como una protrusión
Ducto hepático
esquerdo
que recibe el nombre de papila de Vater. La papila
de Vater se identifica en los exámenes endoscópi-
Ductos do Ligamento cos en virtud de un pliegue longitudinal de la
segmento IV redondo mucosa duodenal.
El esfínter de Oddi es el lugar donde el con-
Fig. 2.19 – La variación anatómica encontrada en 10% de los casos. Los
ducto biliar y el conducto pancreático con sus es-
conductos de los segmentos II y III se unen a la derecha del ligamento fínteres pasam a través de la pared duodenal. El
redondo con los conductos del segmento IV desembocando en el conducto tamaño, longitud, del esfínter de Oddi determina
del segmento III
la influencia del tonos y del peristaltismo duode-
nal sobre el flujo de bilis y el paso de cálculos hacia
hepático derecho con el conducto cístico; d — el duodeno (Fig. 2.21).
ducto hepático derecho drenando directamente
en la vesícula.
Vesícula Biliar y Conducto Cístico

Esfínter de Oddi La vesícula biliar (vesica fellea) es un saco mús-


culo-membranoso cónico o en forma de pera, que
El conducto colédoco atraviesa la parte poste- funciona como reservorio de bilis, localizada en la
rior de la cabeza del páncreas, dentro del parén- superficie de la cara inferior del lóbulo derecho del

56% 16% 12% 9%

4% 3%

Fig. 2.20 – La confluencia biliar presenta inmensas variaciones anatómicas. Sin embargo el conducto hepático izquierdo se presenta normalmente como
un único tronco

27
Dobra longitudinal da mucosa duodenal

Parênquima pancreático

Esfíncter do colédoco

Papila de Vater

Esfíncter pancreático

Esfíncter ampular

Fig. 2.21 – Esfínter de Oddi.

hígado, extendiéndose de la extremidad derecha Histológicamente, la vesícula posee cuatro ca-


de la porta el borde inferior del órgano. La super- pas: mucosa (epitelio columnar y lámina propia),
fície de la vesícula que no está en contacto con la muscular (fina capa de músculo liso), perimuscular
superficie del hígado está cubierta por peritoneo. (tejido conjuntivo) y serosa (en la cara peritoneal).
Ocasionalmente la vesícula está toda recubierta por El conducto cístico se origina del cuello de la
peritoneo. En esos casos se une al hígado por una vesícula, transcurre dorsal y caudalmente hacia la
especie de mesenterio. Anatómicamente la vesícula izquierda y se une al conducto hepático para for-
biliar está dividida en cuatro partes: fondo, cuer- mar el conducto colédoco, aunque, en algunos ca-
po, infundíbulo y cuello. sos, puede unirse al conducto hepático derecho.
La irrigación vascular consiste en una única La longitud y el diámetro son variables, la longi-
arteria cística que normalmente surge de la arteria tud varía de 0,5 a 8 cm y el diámetro de 3 a 12 mm.
hepática. Sin embargo, el origen de la arteria císti- Sigue un trayecto tortuoso y la relación con el con-
ca puede variar considerablemente, pudiendo sur- ducto hepático es también variable, pudiendo unir-
gir de uma arteria hepática aberrante, de una se en un ángulo recto o correr paralelo antes de
arteria hepática izquierda y ocasionalmente de la juntarse. Los conductos pueden unirse justo antes
arteria mesentérica superior. No existe una vena de que el conducto biliar común entre en la pared
cística. El retorno venoso ocurre a través de múlti- duodenal. Cuando el conducto cístico corre para-
ples pequeñas venas que corren hacia la superfi- lelo al conducto hepático pueden ambos estar fir-
cie del hígado o hacia el conducto cístico y se unen memente adheridos. La mucosa que reviste la
a las venas del conducto hepático común antes de superficie interna del conducto cístico se eleva en
entrar en el sistema venoso portal. una serie de pliegues en forma de media luna, en
El drenage linfático sigue un patrón similar al número de cuatro a diez, proyectándose en la luz
del retorno venoso, los pequeños linfáticos corren en sucesión regular y están dirigidas oblicuamen-
a lo largo de la superficie hepática de la vesícula te, presentando el aspecto de una válvula espiral
en dirección a los ganglios linfáticos en torno del continua, válvula espiral de Heister. La función de
conducto cístico. Ocasionalmente, los linfáticos se las válvulas es prevenir o impedir la distensión ex-
dirigen hacia los linfáticos del hilio hepático. cesiva o el colapso del conducto cístico durante los
La inervación de la vesícula, motora y sensiti- rápidos cambios de presión en la vesícula o en el
va, semejante a la de otras vísceras gastrointesti- conducto colédoco. Las válvulas mantienen un
nales, se da a través de fibras parasimpáticas y gradiente de presión continuo entre la vesícula y
simpáticas 12. el conducto hepático permitiendo un flujo biliar

28
lento y estable en ambas direcciones. Cuando el segmento terminal de la vena cava inferior. Los
conducto se distiende los espacios entre los plie- troncos descendentes emergen en el hilio hepáti-
gues se dilatan dejando el conducto cístico con una co y terminan en los linfonódulos hepáticos.
apariencia externa torcida. El drenaje linfático del conducto colédoco va a
los linfonódulos hepáticos situados a lo largo del
Drenaje Linfático conducto y a los linfonódulos pancreaticoduode-
nales superiores.
El drenaje linfático del hígado se divide en dos
grupos: superficial y profundo.
Inervación
En el drenaje linfático superficial los vasos lin-
fáticos se originan en el tejido areolar subperito- La inervación hepática se realiza por nervios
neal en toda la superfície del órgano y pueden que derivan de los vagos derecho e izquierdo y
unirse en vasos superficiales de la cara convexa y del plexo celíaco del simpático. Los plexos forma-
vasos superficiales de la cara visceral. dos por fibras nerviosas a lo largo de la arteria he-
En la parte posterior de la cara convexa los va- pática y de la vena porta penetran en el hilio
sos linfáticos superficiale alcanzan los nódulos ter- hepático y acompañan a los vasos y conductos en
minales por tres vías diferentes: a) pasam a través los espacios interlobulares. Las venas hepáticas re-
del foramen de la vena cava en el diafragma y ter- ciben apenas fibras simpáticas y los ductos bilífe-
minan en uno o dos linfonódulos situados alrede- ros y la vesícula biliar reciben fibras simpáticas y
dor de la parte terminal de la vena cava inferior; b) parasimpáticas que se distribuyen en sus paredes
del lado izquierdo un pequeño número de vasos donde forman plexos similares a los plexos de la
linfáticos se dirige posteriormente hacia el hiato eso- pared intestinal.
fágico y termina en el grupo paracardial de linfo-
nódulos gástricos superiores; c) del lado derecho los FISIOLOGIA
vasos linfáticos, en número de uno o dos, recorren
la cara abdominal del diafragma, cruzan el pilar El hígado tiene un papel vital para el organis-
derecho y terminan en los linfonódulos preaórticos mo humano, presentando multiplicidad funcional
que circundan el origen del tronco celíaco. Los va- metabólica, digestiva, hemostática, inmunológica
sos linfáticos de los lóbulos derecho e izquierdo y de reservorio, con flujo de alrededor de 1500 mL
adyacentes al ligamento falciforme convergem for- de sangre por minuto.
mando dos troncos, uno acompaña a la vena cava
inferior a través del diafragma y termina en los lin-
Fisiología Celular
fonódulos alrededor del segmento terminal de este
vaso y el otro sigue inferoanteriormente, rodea el Hepatocitos
borde inferior agudo del hígado, acompaña a la
parte superior del ligamento redondo y termina en Los hepatocitos son células poliédricas de 20 nm
los linfonódulos hepáticos superiores. de longitud por 30 ìm de anchura, con núcleo cen-
tral redondeado u ovalado, pudiendo en 25% de
En la cara visceral la mayoría de los vasos lin-
los casos ser binucleados. Representan el 80% de la
fáticos convergen hacia el hilio hepático y acom-
población celular hepática en el hombre (Fig. 2.22).
pañan a los vasos linfáticos profundos, que
emergen en el hilio, hasta los linfonódulos hepáti- Presentan membrana hepatocitaria, citoesque-
cos. Uno o dos vasos linfáticos de la parte posteri- leto con microfilamentos, microtúbulos y filamen-
or de los lóbulos derecho y caudado siguen la vena tos intermediarios de citoqueratina y organelas
cava inferior a través del diafragma y terminan en como las mitocondrias, retículo endoplasmático
los linfonódulos vecinos de esta vena. rugoso y liso, aparato de Golgi, lisosomas y pero-
En el drenaje linfático profundo los vasos lin- xisomas.
fáticos convergen hacia troncos ascendentes y des- El citoesqueleto tiene papel funcional en el
cendentes. Los troncos ascendentes acompañan a transporte de sustancias y en la dinámica de los
las venas hepáticas, atraviesan el diafragma y ter- canalículos biliares. Las mitocondrias participan en
minan en los linfonódulos que están alrededor del la fosforilación oxidativa y la oxidación de ácidos

29
Fig. 2.22 – Hígado teñido con tricrómico de Masson: la flecha mayor
señala un sinusoide, la menor corresponde a un hepatocito

grasos. El retículo endoplasmático rugoso se en-


carga de la síntesis de albúmina, fibrinógeno y di-
versas proteínas mediadoras de reacciones
inflamatorias y de la coagulación sanguínea. En el
retículo endoplasmático liso se da depósito de gli-
cógeno, conjugación de bilirrubina, esterificación
de ácidos grasos, glicogenolisis, desiodación de ti-
roxina, síntesis de colesterol y de ácidos biliares,
metabolismo de lipídos y de sustancias liposolu-
bles, de esteroides y de fármacos como fenobarbi-
túricos, alcohol y tabaco.
El aparato de Golgi realiza el transporte de li- Fig. 2.23 – Tejido hepático teñido por hematoxilina-eosina. La flecha mayor
pídos hacia el plasma, tiene actividad fosfatásica corresponde a un hepatocito. La flecha menor muestra un sinusoide.
ácida catabólica, produce glicoproteína y promue-
ve la adición de carbohidrato a las lipoproteínas.
Los lisosomas presentan actividad fosfatásica áci-
da además de poseer 30 enzimas hidrolíticas res- Realizan endocitosis, intervienen en la síntesis
ponsables del catabolismo de cuerpos extraños, de la matriz extracelular, con producción de colá-
elementos sanguíneos envejecidos y depositar hi- geno IV, fibronectina, colágeno III. Producen me-
erro. Los peroxisomas metabolizan las purinas, los diadores de reacciones inflamatorias tales como
lipidos, el alcohol y el peróxido de hidrogeno, par- interleucinas 1 y 6, prostaciclinas y prostaglandi-
ticipan en la gluconeogenesis, en la beta-oxidación nas E2 y vasorreguladores como el monóxido de
de los ácidos grasos de cadena larga13. nitrogeno, que representa un papel fundamental
en el desarrollo de fibrosis e hipertenssión portal13.
Sinusoides
Células de Kupffer
Los sinusoides tiene un diámetro de 105 a 110
ìm y ocupan de 6 a 8% de la superficie endotelial Las células de Kupffer son células macrofági-
(Fig. 2.23). cas, móviles, ligadas a las células endoteliales, pu-

30
eden representar 80 a 90 % de la población macro- ción del oxígeno sanguíneo14. Los valores norma-
fágica fija del organismo, con funciones inmunita- les de flujo venoso en torno al hígado están expre-
rias de fagocitosis de agentes infecciosos y de sados en la Tabla 2.1 15.
células tumorales. Sintetizan citocinas, eicosanoi-
des y derivados reactivos de oxigeno13.
Tabla 2.1
Flujo Venoso (mL/min)
Células Estrelladas o Células de Ito
Vena Mesentérica Superior 600 a 1100
Son células perisinusoidales, tienen papel de
Vena Esplénica 160 a 240
depósito de grasa y, principalmente de vitamina
A, siendo el principal almacenador de esta vitami- Vena Porta 840 a 1260
na. Sintetizan y modulan la degradación de la
matriz extracelular, produciendo colágeno, glico- Vena Ázigos 100 a 200

proteínas y proteoglicanos. Regulan el flujo san- Hepático Total 1200 a 1800


guíneo sinusoidal por su capacidad contráctil en
respuesta a diversos agentes como tromboxano A2,
prostaglandinas F2, sustancia P y endotelinas 113.
El control del flujo hepático se da en las arterio-
las hepáticas, en las vénulas portales, en las vénulas
Matriz Extracelular hepáticas y en las arteriolas pre-hepáticas. La canti-
dad de sangre que llega al hígado por la arteria he-
Situada en el espacio porta, en continuidad con pática es inversamente dependiente del flujo portal,
el tejido conjuntivo de la cápsula de Glisson, en el regulado por sustancias vasoactivas, dilatadoras
espacio de Disse perisinusoidal y en las venas cen- arteriales como adenosina, prostaglandinas, gluca-
trolobulillares. Está compuesta de colágeno, pro- gón e histamina, o constrictivas como angiotensi-
teoglicanos y glicoproteínas. La interacción entre na, peptídos, endotelinas y vasopresina13. La arteria
las células y la matriz extracelular es esencial para hepática normalmente hace llegar 30 mL por mi-
el mantenimiento de la homeostasia. Esta interac- nuto por 100 gramos de hígado. El índice de resis-
ción es extremamente compleja y frágil y repre- tencia arterial medido por eco-doppler (índice de
senta un papel fundamental en la fibrosis y en la pulsatilidad) es de media 2,34 ± 1,2916.
oncogénesis hepática13. La vena porta normalmente es responsable de
un flujo de 90 mL por minuto por 100 gramos de
Células Tronco hígado perfundido. La presión portal varía de 5 a
8 mmHg, con velocidad de flujo portal de 38,3 +/-
En el hígado normal o patológico estas células 14,6 cm/seg. Las venas hepáticas drenan la totali-
surgen de células hijas provenientes de la propia dad del flujo hepático, manteniendo un flujo de
divissión celular de hepatocitos o de células bilia- 1,2 a 1,8 litros por minuto, y su presión libre es de
res. Se pueden originar también de las células que 1 a 2 mmHg.
limitan el canal de Hering o de células tronco de La idea de interrumpir temporalmente la vas-
origen medular que colonizan el hígado por vía cularización aferente del hígado, para diminuir el
sanguínea dando origen a nuevos hepatocitos o sangrado al efectuar una resección hepática, es
nuevas células biliares13. antigua, siendo descrita por Pringle en 1908. Esta
interrupción se da predominantemente por el
clampaje venoso, interesando principalmente la
Hemodinámica
circulación esplácnica e ilustra perfectamente la re-
El hígado del adulto está perfundido por 120 gulación periférica del débito cardíaco y el papel
mL por minuto para cada 100 gramos de tejido de reservorio sanguíneo ejercido por el hígado.
hepático, lo que equivale a un cuarto del débito En el hombre, el clampaje del pedículo hepáti-
cardíaco, siendo 25% el por la arteria hepática y co aferente aumenta constantemente la presión
75% por la vena porta. Sin embargo, el hígado arterial, tanto sistólica como diastólica, a pesar de
puede ser responsable de hasta el 50% de la capta- ocasionar una bajada moderada del débito cardía-

31
co. La resistencia vascular periférica aumenta cer- Tabla 2.2
ca del 50%. Para impedir el sangrado de origen Concentración de Electrolitos en la Bilis Humana
suprahepático, puede ocluirse la vena cava inferi-
mEq/L
or, por encima y debajo del hígado, excluyendolo
completamente de la circulación, ocasionando ba- Na+ 132 a 165
jada estable del índice cardíaco de cerca de 50%,
K+ 4,2 a 5,6
manteniendo la pressión arterial media, gracias al
aumento de la resistencia vascular periférica17. Es- Ca++ 0,6 a 2,4
tas modificaciones pueden permanecer estables
por hasta 90 minutos, y vuelven a la normalidad Mg++ 0,7 a 1,5

en algunos minutos tras el desclampaje, tras un Cl– 96 a 126


breve período de aumento del retorno venoso, de
la presión arterial y del índice cardíaco18. HCO³– 17 a 55

Se consideró por mucho tiempo, a partir de tra- Ac. Biliares 3 a 45


bajos experimentales en perros, que el hígado so-
portaría apenas 15 minutos de isquemia, pero
actualmente trabajos clínicos extienden este límite dependiente de la producción de ácidos biliares
hasta 120 minutos, ocasionando daños isquémicos por los hepatocitos, proceso que requiere elevado
reversibles19. En el hígado cirrótico, el tiempo de consumo energético, siendo influenciado por la
isquemia se admite en límites de 40 a 60 minutos, ingesta alimentaria, por la motilidad intestinal y
si la función hepática está preservada, pero se acon- por el funcionamiento de la vesícula biliar22.
seja no sobrepasar los 30 minutos20.
Las bilirrubinas proceden del catabolismo de
El flujo hepático declina con el envejecimiento la hemoglobina en el sistema retículo endotelial de
en cerca de 0,5 a 1,5 % por año, pudiendo llegar a varias localizaciones en el organismo como el bazo
una reducción de 40 % a partir de los 65 años, con la y la médula ósea, a partir de la abertura del anillo
consecuente disminución de la tolerancia a la isque- tetra-pirrólico del radical heme, originando la bili-
mia, de la función hepática y de la capacidad rege- verdina-ferro-globina. El hierro y la globina se se-
nerativa en individuos con edad superior a 65 años21. paran formando la biliverdina que, tras la
reducción, da origen a bilirrubina no conjugada o
Secreción Biliar indirecta, insoluble en agua, pero que es llevada al
hígado por la albúmina, donde en el interior del
La bilis, principal vía de eliminación del coles- hepatocito se liga a glutation-S-transferasa y a pro-
terol, es una solución isotónica, formada por áci- teína Z, siendo entonces conjugada a ácido glu-
dos, sales y pigmentos biliares, así como de curónico, formando monoglucurónidos de
colesterol, fosfolípidos, electrolitos inorgánicos, bilirrubina, proceso catalizado por la uridina-di-
mucina, múltiples metabolitos y agua. Las concen- fosfato-glucuronato -glucuronil-transferasa
traciones de sus principales componentes se en- (UDPGT), pasando a bilirrubina conjugada (diglu-
cuentran en la Tabla 2.2. Presenta osmolaridad curónica) o bilirrubina directa, que es hidrosoluble
semejante a la del plasma (300 mOsm/mL) y un y es excretada hacia los canales biliares y de ahí ha-
pH entre 6 y 8,8. cia el intestino, donde es reducida por la acción de
El hígado produce la mayoría de los elemen- bacterias a urobilinógeno (mesobilirrubinógeno, es-
tos que componen la bilis. Esta se segrega en los tercobilirrubinógeno y d-bilirrubinógeno). Cerca del
canalículos biliares en sentido inverso al flujo san- 80% del urobilinógeno es excretado en las heces y
guíneo. La producción diaria de bilis es de 0,15 a el 20% es reabsorbido por la circulación entero-he-
0,16 mL/min y se efectúa a través de transporte pática, siendo nuevamente transformado en bilir-
activo concentrador de ácidos biliares desde la san- rubina. Apenas una pequeña parte escapa de este
gre hacia los canalículos biliares, por una secreci- proceso, siendo excretado por la orina15.
ón canalicular ácido-biliar independiente y por la Los ácidos biliares provienen esencialmente del
reabsorción y secreción de fluidos y de electrolitos catabolismo del colesterol y son sintetizados exclu-
inorgánicos por los canalículos y ductos biliares21. sivamente por el hígado, formando derivados glu-
La variación en la producción diaria de bilis es cocólicos y taurocólicos, presentes en la bilis como

32
sales de sodio y de potasio. En el intestino, pro- tilo y del ion acetato, que forman el Acetil-Coenzi-
mueven la formación de micelas de lipidos prove- ma A, involucrado en el ciclo de Krebs, etapa aeró-
nientes de la ingesta alimentaria, después son bica de la oxidación de los carbohidratos y fase final
reabsorbidos en el íleon terminal, formando una común al metabolismo de lípidos y proteínas.
circulación entero-hepática, 6 a 8 veces al día. La glucemia se controla indirectamente por
intermedio de la gluoregulación hecha por la in-
Metabolismo sulina y el glucagón. La hiperglucemia estimula la
insulina favoreciendo la formación de glucógeno
El hígado es un órgano complejo y de múlti- y bloqueando la producción de glucosa. La hipo-
ples e intensas funciones metabólicas, energéticas, glucemia se acompaña de elevación de glucagón,
hemostáticas y de defensa. El metabolismo hepá- con disminución de la relación insulina/glucagó,
tico resulta de interacciones complejas, las cuales lo que activa la glucogenólisis y la neoglucogéne-
contribuyen a las relaciones entre los hepatocitos sis, transformando el hígado en gran productor de
y las células extra-parenquimatosas, las variacio- glucosa.
nes de substratos y de mediadores humorales, su En la fase interprandial y en reposo, e hígado
inervación y presión de oxígeno, siendo bien estu- produce 4,5 g/h de glucose por la glucogenólisis,
diadas en reciente revisión23. degradación de glucógeno en glucosa-6-fosfato,
que será convertido en glucosa en el hígado y en
Metabolismo de los Carbohidratos elo riñón y en lactato en el músculo. La neogluco-
génesis promueve la conversión de sustancias no
El hígado es el principal responsable de la ho- glucídicas en glucógeno, principalmente ácidos
meostasia de los carbohidratos, consumiendo, al- grasos, amino-ácidos y ácido pirúvico.
macenando y produciendo glucosa. Gracias a su La glucosa-6-fosfato puede además formar el
situación anatómica, absorbe glucosa y hormonas ácido 6 fosfoglucónico, dando lugar a una pen-
intestinales y pancreáticas. Los carbohidratos in- tosa, que es metabolizada y produce nucleóti-
geridos en la dieta en forma de polisacáridos (al- dos, ácidos nucleicos y adenosina tri-fosfato,
midón) o como disacáridos (sacarosa, lactosa), se representa 5% del metabolismo de los carbohi-
transforman bajo la acción de enzimas en mono-
dratos y es importante para la síntesis de ácidos
sacáridos (glucosa, fructosa, galactosa, ribosa), lle-
grasos y esteroides.
gan al hígado por la vena porta, siendo
rápidamente absorbidos por los hepatocitos, cerca La fructosa participa del metabolismo de los
de 50% de la ingesta, para ser metabolizados. glúcidos por intermedio de la conversión de me-
tabolitos integrables en la glucólisis. Controlada
La penetración de la glucosa en los hepatoci-
por la actividad de una fosfofructoquinasa, pro-
tos se da por difusión facilitada por transportador
duciendo acetilcoenzima A y gliceraldehído-3-fos-
de membrana, lográndose rápidamente un equili-
fato, participa en la glucólisis. Su transformación
brio con la extracelular. En el hepatocito la glucosa
es rápidamente transformada en glucosa-6-fosfa- en fructosa 1-6-difosfato podrá transformala en
to y de ahí a glucosa-1-fosfato, siendo incorpora- glucose o glucógeno.
da al glucógeno, reacción catalizada por la La galactosa es fosforilada por una galactoqui-
glucógeno sintetasa, proceso llamado de glucogé- nasa transformándose en uridil-difosfo-galactosa,
nesis, principal forma de almacenaminto de car- que es utilizada en la síntesis de diversas glicopro-
bohidratos del organismo humano. Este proceso teínas y de glucosaminglicanos. La transformación
se da en los hepatocitos periportales. en uridil-difosfo-glucosa también es posible23.
En la glucólisis, que generalmente ocurre en
hepatocitos perivenosos, la fosforilación de gluco- Metabolismo de las Proteínas
sa en glucosa-6-fosfato constituye la primera eta-
pa, asegurada por una glucoquinasa, degradando Tras la alimentación, el hígado capta aminoáci-
la glucose en ácido pirúvico. La desfosforilación dos de la circulación portal y a través de transami-
de la glucosa-6-fosfato, catalizada por la glucosa nación los recompone en proteínas estructurales
6-fosfatasa, mantiene el ciclo glucosa/glucosa-6-fos- y plasmáticas (albúmina, haptoglobinas, transfer-
fato. El ácido pirúvico es precursor del radical ace- rina, ceruloplasminas, alfa, beta y gama globuli-

33
nas y lipoproteínas), enzimas, nucleótidos y el ra- sencia de acidosis se observa diminución de la pro-
dical heme. En la desaminación, con formación de ducción de urea e inversamente en presencia de
ácidos grasos y carbohidratos, hay producción alcalosis. En este ciclo, los principales surtidores
energética a través del ciclo de Krebs o por neo- de radicales aminados son la glutamina, arginina
glucogénesis. y alanina.
La actividad de síntesis es intensa y representa
cerca del 25% del consumo energético, es conti-
nua y no presenta posibilidad de almacenamiento H2O O
local, produce enzimas implicadas en la depuraci- Fumarato Arginina
ón de toxinas y de xenobióticos. Las células extra- H2N–C–NH2
parenquimatosas participan de la síntesis del factor Argininosuccinato Ornitina (urea)
VIII y las células de Ito de la proteína “retino-band”
y da alfa-1-antitripsina. También se sintetizan el
Aspartato Citrulina Carbamilfosfato
factor I de crecimiento, la insulina-like (IgF1) y pro- R–NH2 R–C–NH2
teínas de ligación. Los principales factores de estí-
mulación son la disponibilidad de aminoácidos, el
O
aumento de la relación insulina/glucagó y el aumen-
to de volumen hepático. La variación de estos fac- CO2 + NH4
tores tiene efecto inhibidor, lo mismo que el cortisol.
El hígado es capaz de sintetizar aminoácidos Fig. 2.24 – Ciclo de la urea.
no esenciales por seis vías, que utilizan alfa-ceto-
ácidos, para los cuales se transfiere un radical ami-
nado durante la transaminación: oxaloacetato y La tasa de producción de urea depende de la
alfa-cetoglutarato (ciclo de Krebs); piruvato, 3-fos- concentración de substratos y de la regulación alos-
foglicerato y fosfoenolpiruvato (glucólisis) y ribo- térica a nivel de enzimas. El acúmulo de aminoá-
sa 5 fosfato (pentosa fosfato). cidos activa la ureogénesis, en el período
posprandial, 50% del nitrógeno absorbido es trans-
Los amino-ácidos son degradados por diver-
formado en urea. En períodos interprandiales,
sas vías que convergen hacia el ciclo de Krebs: ala-
ayuno o agresión (trauma o sepsis), la liberación
nina, glicina, cisteína, serina, treonina y triptófano
de aminoácidos por el tejido muscular, necesaria
por el piruvato; isoleucina, leucina y triptófano por
el Acetil-Coenzima A; leucina, lisina, fenil-alani- para la producción de energía, conlleva el funcio-
na, tirosina y triptófano por el Acetoacetil-Coenzi- namento continuo de la ureogénesis. La arginina
ma A; glutamato, glutamina, histidina, prolina y es el principal estimulador, mas su efecto está limi-
arginina por el alfa-ceto-glutarato; isoleucina, me- tado por la conversión en citrulina, que es poco
tionina y valina por el Succinil-Coenzima A; tiro- captada por el hígado, cuya enzima está inhibida
sina, fenil-alanina y aspartato por el fumarato; por régimen hiperproteico23.
aspartato por el oxaloacetato. Apenas la leucina y
la isoleucina no sirven de sustrato para la neoglu-
Metabolismo de los Lípidos
cogénesis, mas son cetogénicos. Los aminoácidos
de cadena ramificada no son degradados en el hí- En el hígado ocurre lipolisis: degradación de
gado. La hidroxiprolina y la metil-histidina no son triglicéridos en glicerol y ácidos grasos, que son
utilizadas para la síntesis proteica por sufrir modi- degradados en acetilcoenzima A y no son recon-
ficaciones durante su incorporación en cadenas vertidos en glucosa. En la fase posprandial, la libe-
peptídicas. ración de ácidos grasos por el tejido adiposo llega
La ureogénesis ocurre estrcitamente en el hí- a 5g/h, siendo utilizada con fines energéticos tras
gado, pues la arginasa, que cataliza la última reac- conversción en acetilcoenzima A por betaoxidaci-
ción, es exclusiva del hígado (Fig. 2.24), transforma ón mitocondrial. El hígado participa del metabo-
la casi totalidad del amonio producdo en los riño- lismo de la mayoría de los ácidos grasos, excepto
nes y por bacterias intestinales en urea. En este ci- de los ácidos linoleico y linolénico, que deben ser
clo, la producción de fumarato hace la relación con suministrados por la alimentación. Los ácidos gra-
el ciclo de Krebs produciendo piruvato. En pre- sos originados en la lipólisis contribuyen a la sín-

34
tesis de triglicéridos en el hígado, excretados en ácidos grasos de cadena larga en la mitocondria y
forma de lipoproteínas de bajo peso molecular. favorecen su integración en triglicéridos23.
La lipogénesis, síntesis de ácidos grasos a par-
tir de acetilcoenzima A y de triglicéridos a partir Hemostasia
de ácidos grasos y glicerolfosfato, es una vía ali-
mentada exclusivamente por la glucólisis. El ace- El hígado es el responsable de la síntesis, acti-
tilcoenzima A resulta de la acción de una piruvato vación y aclaramiento de los diversos factores de
coagulación, de sus inibidores y de fibrinolisis. La
deshidrogenasa sobre el piruvato en el interior de
hemostasia primaria depende del número y de la
la mitocondria; posteriormente, en presencia de
función plaquetaria, en cuanto que la coagulación
biotina en el citoplasma el acetilcoenzima A se con-
depende de la activación de factores y de la pre-
vierte en malonil-coenzima A, que es el primer in- sencia de plaquetas activadas24 (Fig. 2.25).
termediario de la síntesis de ácidos grasos. La
introducción de una unión al ácido palmítico o al
ácido esteárico, forman respectivamente los ácidos
VIIa X
palmitoleico y oleico, que son el origen de ácidos
grasos mono o polisaturados. IXa IX Xa
La síntesis de triglicéridos se hace por esterifi- IX
cación de ácidos grasos libres en el hígado. Hay II IIa
además producción de fosfolípidos y lipoproteí- IIa IXa XI
VII/vWF V Plaquetas
nas, como la apoproteína B, que se ligan a los tri-
glicéridos y pasan a la circulación, reacción Xa Va Plaquetas
estimulada por la insulina. En la luz intestinal, los XIa VIIIa
activadas
X
triglicéridos sufren hidrólisis parcial por la acción II
de la lipase, produciendo glicerol que es hidroso-
Fig. 2.25 – Activación de la cascada de la coagulación. VWF (factor de
luble y es transportado hacia el hígado, por otro von Willebrand).
lado, donde formará complejos con las sales bilia-
res, los ácidos grasos promueven nueva síntesis de
triglicéridos en el intestino, a través de nueva con- La fibrinolisis se inicia por el hígado con la pro-
jugación con glicerol. ducción y liberación por las células endoteliales del
activador tisular de plasminógeno (tPA — tissue
La síntesis hepática de colesterol depende de
plasminogen activator), que convierte el plasmi-
la cantidad absorbida por el intestino de este es-
terol, además de otros factores como catecolami- nógeno en plasmina activada, causando la degra-
dación de la fibrina (Fig. 2.26). El plasminógeno y
nas y estrógenos. Se hace a partir de moléculas
los factores antifibrinolíticos también son sinteti-
de acetilcoenzima A, por intermedio de mevalo-
nato y de “squalène”. El colesterol se excreta en zados por el hfígado.
la bilis, siendo convertido en ácidos biliares, pero
cerca de 70% del colesterol plasmático es esterifi-
Trombina
cado a ácido graso. (factor IIa)
La cetogénesis, síntesis de compuestos en C4,
como acetoacetato e hidroxibutirato, cuerpos ce- Factor XIII Fibrinógeno
tónicos que constituyen unidades acetil-exporta-
bles y son una manera de solubilizar los lípidos. Factor XIII Fibrina
Activado
En la circulación, los cuerpos cetónicos se compor-
tan como substratos energéticos alternativos de Polímeros de Fibrina FDPs
glucosa, pudiendo penetrar en las células e incor- Plasmina (-) alfa 2
antiplasmina
porarse al ciclo de Krebs, tras reactivación en ace- Estabilización
Plaquetaria tPA (-) PAI-1
toacetilcoenzima A. La regulación de la cetogénesis
es hormonal, siendo el glucagón el principal esti- Plasminógeno
mulador de la oxidación de ácidos grasos. La ele- Fig. 2.26 – Fibrinogénesis y Fibrinolisis. FDPs – productos de degradación
vación de la relación insulina/glucagón e ingesta del fibrinógeno; TPA – plasminógeno tisular activado; PAI-1 – inhibidor
elevada de carbohidratos bloquean la entrada de del plasminógeno activado.

35
El hígado sintetiza la mayoría de los factores 10. Benson EA, Page RE. A practical reappraisal of the anatomy of the
extrahepatic bile ducts and arteries. Br. J. Surg. 63: 853-860, 1976.
de coagulación, con producción exclusiva del fi- 11. Stolkind E. Congenital abnormalities of gallbladder and extrahe-
brinógeno (factor I), protrombina (factor II) y fac- patic ducts. Br. J.Child. 36:1115-1182, 1939.
tores V, VII, IX y X. En la insuficiencia hepática la 12. Burnett W, Gairns FW, Bacsich P. Some observations on the iner-
vation of the extrahepatic biliary system in man. Ann Surg. 159:
di´sminución de estos factores acarrea coagulopa- 8-26, 1964
tía. El hígado también sintetiza una pequeña frac- 13. Blanc JF, Lepreux S, Balaboud C et al. Histophysiologie Hépati-
ción del factor VIII. Los factores II, VII, IX y X son que. Encycl Méd Chir. Elsevier, Paris, Hépatologie 7-005-A-10,
2002, 13pp.
glicoproteínas cuya síntesis es dependiente de la 14. Mathie RT, Wheatley AM. Liver blood flow: physiology, measu-
absorción de vitamina K, encontrándose disminu- rement and clinical relevance. In: Blumgart LH, Fong Y. Surgery
ídos en presencia de colestasis. El factor VII ha sido of the Liver and Biliary Tract, 3nd ed., Saunders ed, London,
2000, vol 12, cap 4, pp 85-107.
utilizado como excelente marcador de función he- 15. Mies S, Alfieri Jr F. Anatomia e Fisiologia do Fígado. In: Kalil NA,
pática y el factor V ha sido empleado para indicar Coelho J, Strauss E. Fígado e Vias Biliares, Revinter Ed, Rio de
Janeiro, 2001, pp 3-10.
trasplante hepático en presencia de hepatitis ful- 16. Bolognesi M, Sacerdoti D, Bombonato G et al. Change in portal
minante o subfulminante25. flow after liver transplantion: effect on hepatic arterial resisten-
ce indices and role of spleen size. Hepatology, 35: 601-608, 2002.
17. Delva E, Barberousse JP, Nordlinger B et al. Hemodynamic and
biochemical monitoring during major liver secretion with use of
REFERENCIAS hepatic vascular exclusion. Surgery, 95: 309-317, 1984.
18. Huguet C, Gavelli A, Bona S. Hepatic resection with ischemia of
1. Couinaud C. Le Foie: études anatomiques et chirurgicales. Pa-
the liver exceeding one hour. J Am Coll Surg, 178: 454-458, 1994.
ris: Masson, 1957.
19. Hannoun L, Borie D, Delva E et al. Liver resection with normo-
2. Tung TT. Chirurgie d’exérèse du foie. Paris: Masson, 1962.
thermic ischaemia exceeding 1 hour. Br J Surg, 80: 1161-1165, 1993.
3. Bismuth H. Surgical anatomy and anatomical surgery of the li-
20. Edmond J, Wachs ME, Renz JT et al. Total vascular exclusion for
ver. World J. Surg. 6: 5-9, 1982.
major hepatectomy in patients with abnormal liver parenchy-
4. Hamilton WJ, Boyd PC, Mossman HW. Human Embryology. ma. Arch Surg, 130: 824-831, 1995.
New York, Macmillan, p.339, 1976. 21. Schmucker DL. Liver function and phase I drug metabolism in
5. Severn CB. A morphological study of the development of the the elderly: a paradox. Drug & Aging, 18: 837-851, 2001.
human liver. II. Establishment of liver parenchyma, extra hepa- 22. Erlinger S. Bile Secretion. In: Blumgart LH, Fong Y. Surgery of
tic ducts and associated venous channels. Amer.J.Anat., 133: 85- the Liver and Biliary Tract, third ed, W B Saunders, London, 2000,
107, 1972. pp 109-120.
6. Ger R. Surgical Anatomy of the liver. Surg. Cl. N. Am. Vol 62, n° 23. Frimmer M, Ziegler K. The transport of bile acids in liver cells.
2: 179-192, 1989. Biochimica et Biophysica Acta, 947: 75-99, 1988.
7. Hiatt JR, Gabbay J, Busuttil RW. Surgical anatomy of the hepatic 24. Schlienger JL, Borg J. Métabolismes hépatiques, Encycl Méd Chir
arteries in 1000 cases. Ann. Surg. 220: 50-52, 1994. (Elsevier, Paris), Hépatologie, 7-005-B10, 1999,12p.
8. Northover JMA, Terblanche J. A new look at the arterial supply 25. Roberts HR, Monroe DM, Oliver JA. newer concepts of blood
of the bile duct in man and its surgical implications. Br. J. Surg. coagulation. Haemophilia, 1998, 4:331-334.
66: 379-384, 1979. 26. Bismuth H, Samuel D, Castaing D et al. Orthotopic liver trans-
9. Hjortjo CH. The topography of the intrahepatic duct system. plantation in fulminant and sub fulminant hepatitis. Ann Surg,
Acta Anatomica. 11: 599-615, 1950. 1995, 222: 109-119.

36

You might also like