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“Bazze, Borrás, de Antoni, y pocos más son su grupo principal de referencia porque son
el grupo matriz que lo acompaña desde cuando él no cotizaba en las grandes ligas”
explica a EG el diputado alfonsinista Juan Pedro Tunessi. Y amplía la idea: “Ricardo a
fines de los años noventa intentó el camino más difícil que era ir contra nombres muy
instalados y todo el aparato, era una opción complicada y llena de acechanzas, por lo
tanto es lógico que los que creyeron en él cuando nadie lo hacía, los que estuvieron al
calor de cuando recién empezaba, hoy tengan un lugar importante junto a él”. La
primera vez que Ricardo Alfonsín desafió a los popes del radicalismo bonaerense, en
aquel entonces Moreau, Juan Manuel Casella y Storani, fue hace ya casi quince años: en
1998. “Fue como David contra Goliat” graficó en esa época. En el 99 creó el Rapaca, en
donde ya estaban Bazze, Borrás y de Antoni. Bazze es el primer caballero ricardista.
Sobre él, fuentes del entorno de Alfonsín, usan estas definiciones: “hablar con Miguel
es hablar con Ricardo, no hay diferencia; Es sin dudas su dirigente de más confianza
entre todos los dirigentes del radicalismo; Bazze es lo que se dice propiamente la mano
derecha de Ricardo”. El presidente del comité Provincia de Buenos Aires de la UCR
hizo su carrera política en la Plata y formó parte de la mítica Coordinadora, siempre de
la mano de, paradójicamente, Freddy Storani. La relación con Ricardo empieza en el 99
cuando ambos eran diputados provinciales y Bazze, que todavía jugaba para Storani (en
la línea interna provincial CON, Corriente de Opinión Nacional), empieza a sentirse
atraído por el experimento del RAPACA. Ahí empieza la huella compartida y los
embates para quedarse con la UCR provincial.
Raúl Borrás es hijo de su homónimo que fue ministro de Defensa de Raúl Alfonsín. Es
productor agrícola y vive en Carlos Casares. En el año 2000, Alfonsín padre lo nombra
como vocero durante su presidencia del Comité Nacional radical. Es en esa etapa
cuando empieza a conocerse bien con Alfonsín hijo. De ahí al RAPACA hubo un paso.
Ahora es el jefe de campaña de Ricardo. Otro de los fundadores de RAPACA es Jorge
Deantoni, hombre de consulta permanente de Ricardo Alfonsín. Deantoni, radical del
conurbano – de San Martín – es dirigente gremial bancario (trabaja en el Banco
Provincia de Buenos Aires). Justamente por eso, es una de las patas gremiales del nuevo
alfonsinismo. Al igual que Bazze participaron de la larga lucha por desplazar a las
estructuras del “viejo alfonsinismo” de la Provincia de Buenos Aires, siempre
encolumnados tras Ricardo. “Sin dudas que esta gente representa un cambio de época en
el radicalismo, los nombres nuevos oxigenan. Y eso fue lo que siempre buscó Ricardo:
una transformación” dice Carlos Pérez Gresia, Secretario General del comité
bonaerense y uno de los dirigentes que en la actualidad está más cerca de Ricardo,
aunque no proviene del RAPACA sino de las filas de Juan Manuel Casella. La
trayectoria política de Gresia es una historia aparte. De idealismo y eclecticismo. En los
setenta, militaba en una agrupación maoísta. Llegados los años de plomo, debió partir al
exilio en París. Su mujer y compañera política, fue detenida y desaparecida. Pero
sobrevivió. ¿Y cómo un adepto del modelo marxista chino se convierte en
correligionario de la UCR? “Porque en Francia vi lo que era realmente la democracia en
funcionamiento y la libertad. Y empecé a valorar eso. Y por mis charlas con Solari
Hipólito Yrigoyen que también estaba exiliado – relata Gresia – pensé que el
radicalismo era una alternativa política democrática. Me terminé afiliando allá”. Solari
Yrigoyen había sufrido dos atentados de la triple A y también fue un detenido
desaparecido, fue uno de los fundadores del Movimiento de Renovación y cambio con
Raúl Alfonsín, que estaba enfrentado a la línea de derecha de Balbín. Por cuanto Gresia
descubrió el radicalismo, desde el radicalismo progresista.