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LA TUTORIA DEL ENTREDICHO

Establece nuestro legislador civil, en su artículo 397, lo siguiente: "El entredicho queda bajo
tutela y las disposiciones relativas a la tutela de los menores son comunes a la de los entredichos,
en cuanto sean adaptables a la naturaleza de ésta". Por lo tanto, el entredicho tendrá un
representante legal que es el tutor, un Consejo de tutela, un protutor y por encima de todos,
ejerciendo sus delicadas funciones el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil del domicilio del
entredicho.
Así mismo establece en su Artículo 398 ejusdem: "El cónyuge mayor de edad, y no separado
legalmente de bienes, es de derecho tutor de su cónyuge entredicho. A falta del cónyuge, o
cuanto éste se halle impedido, el padre y la madre acordarán, con aprobación del Juez cuál de
ellos ejercerá la tutela del entredicho". No prevé nuestro legislador lo que procede cuando el
padre y la madre no están de acuerdo, ni cuando sólo uno de los padres pueden ejercer la tutela
ya que con respecto a él, está legalmente establecida la filiación y no lo esta con respecto al otro
progenitor, o éste haya fallecido, sea inhábil para el cargo o se haya excusado del mismo. En
nuestra opinión, si no existe acuerdo, la designación del progenitor que ha de ejercer la tutela
corresponde al Juez y si solo uno de los padres puede ejercerla, a éste corresponde el cargo.
Y por último, el Artículo 399 ejusdem, establece que "A falta de cónyuge padre y madre o
cuando éstos estuvieren impedidos, el Juez nombrará tutor del modo previsto en el Artículo 309,
a menos que el padre y la madre hayan nombrado tutor por testamento o por escritura pública
previendo el caso de interdicción del hijo".

REVOCATORIA DE LA INTERDICCIÓN

"Se revocará la interdicción a instancia de los parientes, del cónyuge, del mismo entredicho, del
Síndico Procurador Municipal o de oficio, cuando se prueba que ha cesado la causa que dio lugar
ella. (Artículo 407 del Código Civil Venezolano).
El Tribunal competente para la revocación es el del domicilio del tutor y puede ser o no el mismo
que le decretó en primera instancia.
Ahora bien, como las normas que regulan la interdicción pertenecen al orden público, tanto el
Juez como el Síndico Procurador Municipal están obligados, si llegaren a tener conocimientos
que han cesado los motivos que provocaron la interdicción, a solicitar la revocación, puesto que
el legislador no puede privar indebidamente a una persona del libre ejercicio de sus derechos.
A la revocación se pueden oponer las mismas personas que pueden solicitar la interdicción y se
les admitirá "coma partes legítimas en las respectiva actuación."
A diferencia de la tutela de menores, la tutela del entredicho, en principio, es perpetua; ésta
termina por fallecimiento del alienado o por su retorno a la salud, requiriendo en éste último
caso, la sentencia de levantamiento, rehabilitación o revocación.

CAPITULO IV

LA INHABILITACIÓN

Artículo 409. Código Civil: "El débil de entendimiento cuyo estado no sea tan grave que de lugar
a la interdicción, y el pródigo, podrán ser declarados por el Juez de Primera Instancia inhábiles
para estar en juicio, celebrar transacciones, dar ni tomar a préstamo, percibir sus créditos, dar
liberaciones, enajenar o gravar sus bienes o para ejecutar cualquiera otro acto que exceda de la
simple administración, sin la existencia de un curador que nombrará dicho Juez de la misma
manera que da tutor a los menores. La prohibición podrá extenderse hasta no permitir actos de la,
simple administración sin la intervención del curador, cuando sea necesaria esta medida.
La inhabilitación podrá promoverse por los mismos que tienen derecho a pedir la interdicción".
En el antiguo Derecho Romano se conoció esta institución desde el punto de vista de la curatela.
Se concibió para los llamados pródigos o sea," a todos los que disipasen sus bienes de cualquier
procedencia que fuesen. Posteriormente generalizada esta institución tomó un nuevo carácter, no
sólo en el de la familia, sino también en el del pródigo yen el de la sociedad entera.
Bajo este derecho, al pródigo inhabilitado no se le concedía el derecho de administrar sus bienes,
ya que asemejándolo al loco era considerado absolutamente incapaz, y era su curador quien
administraba sus bienes. Posteriormente se creó la curatela de los "menti capti" a los sordos, a los
mudos y a las personas atacadas por enfermedades graves.
El antiguo Derecho Francés tomó del Derecho Romano las normas que regían a la
inhabilitaciones, es decir, que las personas incapacitadas jamás podrían administrar ni disponer
de sus bienes.
En nuestro ordenamiento jurídico, a diferencia del Francés, la protección del pródigo no está
encomendada a un Consejo Judicial sino a un tutor. En España sólo está organizada la de los
pródigos.
La inhabilitación (civil) consiste en una privación limitada de la capacidad negocia¡ en razón de
un defecto intelectual que no sea tan grave como para originar la interdicción o en •razón de
prodigalidad. Esta a su vez puede ser general o parcial. En el primer caso la persona puede ser
inhabilitada para enajenar, gravar o hipotecar sus bienes permitiéndose los demás actos de
administración y disposición; y en el segundo caso la persona puede ser inhabilitada en general
de todo acto que exceda de la mera administración y aún privársele esta misma.

CLASES DE INHABILITACIÓN

En Venezuela está institución podemos enfocarla desde dos (2) puntos de vista:

Judicial y Legal.

Es Judicial cuando es declarada por el Juez de acuerdo a un procedimiento judicial, dentro de


esta categoría se encuentran los pródigos y los débiles de espíritu.
Es Legal cuando afecta a personas determinadas por la Ley sin que sea necesario un
pronunciamiento judicial, es decir, se da de pleno derecho, nos referimos aquí a la del sordo
mudo, al ciego de nacimiento, al que se hubiere cegado desde la infancia (50).
En nuestro derecho pueden solicitar la inhabilitación y la revocatoria, las mismas personas que
pueden demandar la interdicción (51), con la diferencia que aun cuando la inhabilitación se sigue
por el mismo procedimiento de la interdicción, en ésta no podrá procederse de oficio ni
decretarse inhabilitación provisional.
(50)
Código Civil Venezolano. Articulo 410
(51)
Código Civil Venezolano. Artículo 409.

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