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Distribución de elementos traza en taxones del Pleistoceno

inferior de Venta Micena

1 MALGOSA A 1 SAFONT S., 1 SUBIRA M.E., 2 FERNÁNDEZ J.L., 3 GIBERT J.


'Unitat d'Antropologia,
Dpt. Biologia Animal, Biologia Vegetal i Ecologia, Universitat Autonoma de Barcelona.
=Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Institut de Ciencies de la Terra "Jaume Almera", Barcelona.
'Institut de Paleontologia "Dr. M.Crusafont",
Sabadell.

RESUMEN

El principal objetivo de este estudio es conocer la paleodieta de las especies animales que habitaron en la
zona de Venta Micena durante el Pleistoceno inferior, utilizando para ello las concentraciones de determinados
elementos traza. Este tipo de análisis debe tener muy en cuenta la condición de fósiles de las muestras y por
consiguiente su elevado grado de alteración química. A pesar de todo, algunos elementos químicos (Ba y Zn)
parecen ser capaces de reconstruir la cadena trófica, demostrando por tanto la existencia de niveles biogenéticos
subyacientes a la contaminación. La cadena trófica reconstruida a través de las concentraciones de elementos traza
permite situar los niveles correspondientes a los restos homínidos hallados en el yacimiento.

ABSTRACT

The main object of this study is to know the paleodiet of the animal species that lived in Venta Micena
during the Pleistocene by means of trace element analysis carried out by XRF and ICP/MS. In this case and
due to the fact that the fossilization process caused diagenetic changes in all the samples and difficulted the
palaeodietary reconstruction, this works attempst to find out if differences among dietary groups still remain in
order to place the scores of the hominid remains into the trophic chain.

INTRODUCCION

Durante las dos últimas décadas, los restos fósiles enterrados en la región de Orce han sido estudiados
atendiendo a aspectos morfométricos, bioquimicos y también geoquímicos (V artículos de este libro). Con el
presente estudio se ha querido ampliar el espectro de análisis con otra aproximación basada en las concentraciones
de elementos traza de los especímenes fósiles.
Los elementos traza son elementos quimicos que se hallan en concentración inferior al 0.01% en el
individuo (Radosevich, 1989) y cuya incorporación en el organismo tiene lugar principalmente a través de la
dieta. Algunos de estos elementos se depositan en el hueso y por tanto son susceptibles de ser cuantificados en
restos antiguos.
La dieta es pues la fuente primordial de entrada de estos elementos en el organismo animal. Por lo tanto,
si se conoce la composición quimica de los alimentos y la proporción de los elementos traza que lo integran
es posible realizar una valoración del tipo de dieta ingerida.
El ejemplo más claro es el que proporciona el estroncio, un elemento alcalinotérreo no esencial para la vida.
El estroncio tiene un comportamiento químico muy similar al del calcio y como éste se deposita principalmente
en el hueso. Al no ser esencial, su acumulación en el organismo dependerá exclusivamente de la disposición que
se tenga de él.
La mayor parte de los suelos disponen de abundantes depósitos de estroncio, y por tanto proporcionan a
las plantas la posibilidad de adquirirlo en grandes cantidades; ademas las plantas no disponen de un mecanismo
de selección que les permita discriminar los elementos químicos que adquieren, por lo que contienen grandes
concentraciones de estroncio. Por todo ello, los animales que se alimentan exclusivamente de plantas -los
herbívoros- disponen también de estroncio en grandes cantidades; sin embargo, el tracto digestivo de los mamiferos
es altamente selectivo y discrimina al estroncio en favor del calcio, un elemento esencial para el desarrollo del

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MALC;OSA, A; SAFONT, S.; SUBIRÁ, M.E FERNÁNDEZ, J.L.; GIBERT,

individuo. Además de la selección durante la ingestión de los elementos (Comar et al., 1957), también existe una
mayor excreción de estroncio a través de la orina y las heces que de calcio. Posteriormente, el estroncio no
excretado, se acumula en el hueso, que actúa corno principal reservorio de prácticamente todos los elementos
químicos. En definitiva, los herbívoros contienen en sus huesos cantidades apreciables de estroncio (Toots y
Voorhies, 1965; Schoeninger, 1979; Gilbert, 1985).
Por otro lado, los animales carnívoros no disponen de una fuente de estroncio tan asequible, puesto que la
carne no actúa corno depósito de estroncio, mientras continúa existiendo la selección a favor del calcio en el
tracto intestinal durante los procesos de absorción y excreción de los alimentos. El reservorio de estroncio en
los huesos de los carnívoros será entonces considerablemente menor que en los herbívoros. Los omnívoros, por
otro lado, se encontrarían en una situación intermedia.
Así pues vemos que, a partir de las concentraciones de estroncio, puede reconstruirse una cadena trófica en
la que los niveles de este elemento disminuyen paralelamente a la disminución del consumo de elementos
vegetales. Sobre la escala trófica construida en un yacimiento podrian colocarse aquellas especies en las que
quisiéramos determinar su dieta, en nuestro caso los eventuales homínidos que puedan hallarse en el yacimiento
de Venta Micena, Orce.
Se ha establecido un comportamiento similar para otros elementos químicos como el bario (Lambert et al.,
1984; Francalacci y Borgognini, 1988), y se han descrito comportamientos antagónicos para el cobre o el zinc
(ICepinger, 1984; Byrne y Parris, 1987; Lambert y Weydert-Homeyer, 1993; Gilbert, 1985). A pesar de que no
existe una base fisiológica bien establecida para muchos elementos traza, los estudios multielementales propor-
cionan una gran capacidad discriminatoria de la dieta.
Esta base sencilla del funcionamiento de los elementos traza corno indicadores de dieta se ve complicada
por interacciones entre ellos, pero sobre todo por la acción de la diagénesis a la que se ven sometidos todos los
huesos una vez son enterrados. Todos sabemos que el hueso es un material altamente maleable y que responde
rápidamente al ambiente, tanto en el organismo vivo como en los distintos depósitos donde puede hallarse
enterrado, pudiendo haber un intercambio de elementos con el suelo. Es imprescindible hacer pues una inter-
pretación de la posible acción diagenética que se haya producido sobre el hueso que se va a estudiar; por ejemplo
comparando las concentraciones en los restos antiguos con huesos modernos procedentes de la misma región o
bien analizando los niveles en el suelo de los elementos a utilizar.
Ello sitúa el estudio que pretendemos realizar en los restos de Orce en una encrucijada. Así, es imprescin-
dible conocer los elementos introducidos exclusivamente a través de la dieta, pero disponemos de unos huesos
muy diagenéticos, con una composición química extremadamente transformada por su propia condición de
fósiles.
Aunque algunos investigadores han trabajado ya en restos fósiles (Toots y Voorhies, 1965;Wyckoff y Doberenz,
1968; Boaz y Hampel, 1978; Sillen, 1981, 1986, 1992; Sillen y LeGeros, 1991), los resultados obtenidos son muy
diversos y, en principio, no todos positivos. El problema radica siempre en la elevada diagénesis y en la impo-
sibilidad de eliminarla totalmente a pesar de los múltiples intentos realizados.
Lo que se pretende en este trabajo es conocer si a pesar del cambio diagenético que se ha producido en
los restos fósiles durante el enterramiento, y que evidentemente debe tenerse en cuenta, subyacen unos niveles
diferenciales de los elementos traza en los distintos niveles tróficos que sean indicadores de la dieta.

MATERIAL Y METODO

Los estudios de elementos traza en el yacimiento de Venta Micena se iniciaron en 1992 con la medición
de Sr, Ba, Zn, Cu y Mg como elementos traza, así como Ca y P como elementos mayoritarios tanto en huesos
fósiles como en huesos actuales y suelos (Safont, 1992; Malgosa et al., 1992). La cuantificaci6n se realizó por
espectrofotometría de fluorescencia de rayos X (XRF), usando como patrones los datos obtenidos tanto con esta
metodologfa, corno por AAS y AES/ICP. La metodologia de fluorescencia de rayos X permite conservar la
muestra para futuros análisis aunque transformada en polvo y compactada. Durante el año 1995 se ha podido
analizar otra serie de muestras de fauna fósil con una técnica nueva puesta a punto por primera vez en España:
espectrofotometría de masas con plasma inducido (ICP/MS). A pesar de que esta metodología es destructiva, se
reduce la cantidad de material necesario para el análisis de 5 g a 0.1 g, a la vez que se obtiene una mayor
precisión (hasta ppb).
Los resultados de ambas metodologías analíticas aplicadas sobre muestras fósiles de la fauna de Venta Micena
muestra unos resultados equiparables. Como se ha comentado anteriormente, las primeras 72 muestras de huesos

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fósiles pertenecían a once diferentes taxones faunísticos (tabla 1) con dietas diferentes y fueron analizadas
mediante fluorescencia de rayos X. Para el estudio a través de ICP/MS solamente se analizaron 34 muestras
pertenecientes, cuando fue posible, a los mismos taxones considerados en el primer estudio (tabla 1).
La metodología de XRF, bastante más compleja que la de ICP/MS, precisa, previo a la lectura de los
elementos a analizar, de la pulverización y homogeneización de las muestras, posteriormente deben compactarse
con una resina sintética (elvacite) para producir la pastilla que será analizada por el espectrofotómetro (Safont,
1992). Para el segundo método (ICP/MS), el hueso pulverizado es disuelto en una mezcla de ácido nitrico
(HNO3), ácido perclórico (HC104) y fluorhídrico (HF) que es llevada a sequedad para posteriormente ser
redisuelta en nitrico y cuantificarse directamente.

RESULTADOS

Los estudios de elementos traza deben basarse en la comparación de las concentraciones de dichos elementos
entre los niveles de la cadena trófica del ecosistema estudiado. Para comprobar la correcta conservación de las
muestras, se han analizado las concentraciones de los elementos mayoritarios del hueso, sobretodo la relación Ca/
P puesto que se considera que permanece constante en huesos no contaminados (Sillen, 1981). Durante el
estudio a través de fluorescencia de Rayos X se observó que las muestras fósiles de Venta Micena presentaban
niveles de Ca/P bastante elevados (X= 2.77 s= 0.26) con referencia a los que se consideran normales (2.2)
(Hancock et al., 1989), aunque similares a los observados en huesos actuales (2.62; 2.45) (Hancock et al., 1989,
Grupe y Piepenbrick, 1988 respectivamente). Ante estas evidencias se consideró que era posible continuar con
el estudio de los elementos traza puesto que los huesos fósiles no parecían haber padecido un proceso diagenético
muy importante para estos dos elementos, sin que ello implique necesariamente que el resto de elementos no
se hubiesen modificado.
Por lo que se refiere a los elementos traza usados corno discriminadores de dieta (bario, estroncio, cobre
y zinc), los resultados de los dos métodos muestran bastante parecido (tabla 2). De hecho no se ha realizado una
comparación estadística entre las dos metodologías analíticas puesto que el número de huesos analizados por ICP/
MS para cada taxón era excesivamente bajo, por ello los resultados se han analizado de forma gráfica para cada
elemento (figuras 1-4).
En primer lugar cabe destacar la elevada concentración de estroncio que presentan las muestras, ya sean
analizadas por XRF como por ICP/MS (figura 1) puesto que los niveles más habituales en restos antiguos oscilan
entre los 30 y los 300 ppm (Grupe y Kruger, 1990; Subid, 1993). Sin la necesidad de realizar un análisis más
profundo de los datos se puede verificar que dichas concentraciones son producto de un proceso diagenético con
introducción post mortero de Sr, posiblemente debido a los elevados niveles de celestina que presentan los suelos
de la región de Orce. A pesar de ello, los valores determinados en los fósiles de Orce son siempre más elevados
en los herbívoros que en los carnívoros; también se da la circunstancia que para ambas metodologías los
omnívoros presentan niveles superiores a los de los herbívoros. El otro elemento discriminador de dieta herbí-
vora, el bario, también presenta grandes concentraciones (figura 2), aunque no tan exageradas como en el caso
del estroncio y muestra un comportamiento similar al esperado en una cadena trófica actual: los valores mayores
se encuentran en los herbívoros, seguidos de los carnívoros y de los omnívoros.
En cuanto al cobre ha sido considerado corno discrirninador de dieta cárnica puesto que se acumula
principalmente en el músculo aunque puede hallarse en elevadas concentraciones en nueces (Byrne y Parris,
1987; Gilbert, 1985). Los resultados de XRF (figura 3) muestran unos niveles muy bajos, con una ligera
diferencia entre herbívoros y carnívoros. Estas diferencias aumentan ligeramente a través de ICP/MS puesto que
este método es mucho más sensible que la fluorescencia. Refiriéndonos a la cadena trófica, los dos métodos
muestran concentraciones más elevadas para los carnívoros que para los herbívoros. El único representante
omnívoro siempre muestra niveles superiores a los aparecidos en los herbívoros; pero a través de fluorescencia
presenta también niveles de cobre más elevados que los carnívoros, lo que no sucede en ICP/MS.
Finalmente y también como discrimador de dieta cárnica se ha considerado el zinc (figura 4). Las dos
metodologías reproducen unos resultados equivalentes, con niveles superiores en los especímenes de dieta car-
nívora que en los herbívoros, pudiendo destacar las elevadas concentraciones que muestra el omnivoro en ambos
casos. El espécimen considerado omnívoro pertenece al género Ursus. Aunque se trata de una unica muestra, su
comportamiento no siempre lo sitúa entre los dos grandes grupos dietéticos, herbívoros y carnívoros. Ello puede
ser interpretado como un artefacto que podría subsanarse con un incremento muestral o bien con un cambio
en la ubicación del individuo que debería recolocarse entre los carnívoros.

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MALGOSA, A; SAFONT, S.; SUBIRÁ, M.E.; FERNÁNDEZ, J.L.; GIBERT, J.

Todos los resultados analizados hasta el momento muestran el comportamiento esperado en una cadena
trófica teórica: los herbívoros presentan niveles de Sr y Ba superiores que los carnívoros así como niveles
inferiores de Cu y Zn. Por tanto, el análisis cualitativo de los resultados parece confirmar la existencia de unos
niveles biogenéticos de los elementos que subyacen a los cambios diagenéticos que evidentemente han sufrido
los huesos durante el proceso de fosilización. Estos cambios son más evidentes en el caso del estroncio, cuyos
niveles son anormalmente elevados y quizás tambien en el caso del bario, aunque en menor medida.
Evidentemente, un análisis exclusivamente gráfico de los resultados puede llevar a una interpretación inco-
rrecta de los mismos, por ello se analizaron estadisticamente y de forma separada los resultados para XRF y para
ICP/MS. Al aplicar un test de la U de Malrn-Withney entre herbívoros y carnívoros ( 1 ), los huesos analizados
por fluorescencia presentaron valores estadísticamente diferentes para el bario (Z = -2.1085 p= 0.0299) y para el
zinc (Z= -2.1085 p = 0.035); mientras que ni el cobre ni el estroncio mostraban diferencias entre los dos grupos
dietéticos. Por lo que se refiere a las muestras analizadas por ICP/MS solo en el caso del bario se aprecian
diferencias significativas entre los dos grupos (Z = -2.1282, p = 0.0333). Estos resultados parecen, por tanto,
contradecir las diferencias observadas gráficamente, exceptuando el caso del Ba y del Zn. Parecería por tanto,
que en Venta Micena, solo los niveles de bario serían capaces de reproducir la cadena trófica mientras que el resto
de elementos no podrian hacerlo, ya sea por contaminación como en el caso del estroncio o por otras causas:
la edad y el sexo de los individuos, el escaso número de representantes de cada tipo de dieta o el gran número
de especies analizadas con variedad de estilos dietéticos (por ejemplo "grazers" y "browsers", etc).
El objetivo final del estudio de paleodieta en los fósiles de Orce es analizar las concentraciones de estos
mismos elementos en fósiles de homínidos, en este caso el espécimen VM-369, 1, .con el fin de determinar, en
lo posible, su dieta. La muestra homínida fue analizada únicamente por ICP/MS, para evitar la utilización de
una gran cantidad de hueso fósil. Los resultados se muestran en la tabla 2 así corno en las figuras correspondientes
a cada uno de los elementos analizados. Las concentraciones de estroncio (figura 1) para este ejemplar son las más
elevadas de toda la serie e incluso superiores a las determinadas por XRF, por tanto podría interpretarse como
una dieta altamente rica en vegetales. De todos modos, puesto que el estroncio parece ser un elemento altamente
móvil en Venta Micena, es mucho mas probable que VM-3691 corresponda a un ejemplar muy contaminado para
este elemento.
Por otro lado, los niveles de bario son altos (figura 2), pero no llegan a superar el intervalo de variación
de los herbívoros medidos por ICP/MS. Puesto que este elemento presentaba diferencias significativas para las
dos metodologías utilizadas, los valores determinados en el resto homínido pueden aportar una información más
apropiada que el resto de los elementos; así parecería que la concentración de bario correspondería a un
espécimen con una dieta básicamente herbívora.
Los niveles de cobre hallados en VM-3691 también son superiores a los presentes en la fauna, incluso
superiores a los de los carnívoros (figura 3). Un resultado de este tipo estaría, bajo parámetros clásicos, en
correspondencia con una dieta con un importante aporte cárnico, pero dada la baja capacidad discriminatoria
que muestra este elemento en Orce, sea cual sea la metodología utilizada, los resultados no pueden ser consi-
derados fiables. De todas formas una dieta rica en Cu también podría ser debida al consumo preferente de frutos
tipo nuez sin que ello sea contradictorio con los niveles de bario.
Finalmente, en el caso del zinc, los valores determinados en VM-3691 son muy bajos, situándose por debajo
del intervalo de variación de los especímenes herbívoros analizados por ICP/MS (figura 4). En este caso, el valor
obtenido podría corresponder a un individuo con un escaso aporte cárnico, contrariamente a las indicaciones
del cobre pero perfectarnente coherente con los elevados niveles de bario y estroncio, a pesar de que este último
elemento estaría ampliamente influido por los suelos del yacimiento.
Así pues, reuniendo la información de los dos elementos que probablemente reproducen la cadena alimentaria
de Orce (Ba y Zn),VM-3691 correspondería al esquema teórico de un animal con una dieta mucho más rica
en vegetales que en carne.

CONCLUSIONES

En general, el estudio presentado muestra cómo los resultados obtenidos por ICP/MS son muy similares a
los que previamente habían sido obtenidos a traves de la fluorescencia de rayos X, a pesar de que los valores no
han podido ser comparados estadísticamente por el escaso número de muestras analizadas por la primera meto-
dología.
Por lo que se refiere a los elementos, en general, parece que se mantienen las concentraciones biogenéticas
de bario y probablemente del zinc, mientras que los niveles de estroncio están claramente afectados por la

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composición del suelo. En el caso del cobre, los niveles son más dificiles de interpretar puesto que los dos
métodos tienen una capacidad de detección muy diferente, añadido a una escasa capacidad discriminatoria al
comparar grupos dietéticos.
A pesar de los evidentes aportes diagenéticos que ha padecido el estroncio, todos los elementos tienen el
comportamiento esperado dentro de la cadena trófica, elevados niveles de Sr y Ba para los herbívoros y altos
valores de Cu y Zn en los carnívoros. Además, el Zinc presenta diferencias significativas entre los dos grupos
para cualquiera de las dos metodologías usadas lo que implica que es altamente capaz de reproducir la cadena
trófica. Asimismo, el bario puede reproducirla cuando las muestras se analizan por XRF, y probablemente un
incremento en el número de muestras analizadas por ICP/MS mostraría su capacidad discriminatoria.
El trabajo se ha basado en un elevado número de taxones y un escaso número de especímenes en cada uno
de ellos. No se trata, sin embargo, de un estudio piloto sino que el número de muestras no han podido ser
escogidas y reflejan las dificultades de trabajar con este tipo de material, escaso aunque se trate de un yacimiento
muy rico en restos de grandes y medianos mamíferos. Ello influye evidentemente en el análisis estadístico ya que
se barajan muchas variables. Por ello no es de descartar que futuros trabajos con un mayor tamaño muestral
ratificarán los resultados gráficos o bien confirmarán la escasa utilidad de algunos elementos diagenéticos.
El estroncio ha sido considerado un elemento altamente informativo para la mayoría de autores (Runia,
1987; Klepinger, 1984; Sillen, 1986, entre otros) e incluso como el único realmente válido para estudios de
paleodieta (Klepinger, 1990; Ezzo, 1994). Las concentraciolles de estroncio halladas en Orce y en los fósiles de
la región, muestran sin embargo como cada yacimiento es un caso particular donde todas las posibilidades deben
ser exploradas. Puede que a pesar de las elevadas concentraciones diagenéticas que contienen los fósiles de Venta
Micena, persistan unos niveles biogenéticos diferentes entre los especímenes con dietas diversas como se muestra
en los gráficos; niveles que pueden ser debidos a una dieta herbívora o carnívora rica per se en Sr. A pesar de
ello parece que elementos poco conocidos en su aspecto fisiológico como el Zn, aunque sean esenciales para
la vida, reflejan mejor las cualidades alimenticias en algunos yacimientos.
Por lo que se refiere a la muestra homínida, VM-3691, presenta un elevado contenido en estroncio,
moderadamente altas concentraciones de bario y cobre así corno baja concentración de zinc. Estos valores se
corresponden, teóricamente, con el comportamiento de un animal con un elevado consumo de vegetales (Sr y
Ba) y un bajo suministro de carne (Zn). De todos modos, el presente estudio es una mera aproximación a la
situación dietética del homínido dentro de la cadena trófica de Venta Micena a través del análisis de una única
muestra. Una interpretación más precisa de los datos requeriría aumentar los especímenes en estudio así como
tener en cuenta otros aspectos aparte de la nutrición, tales como el comportamiento fisiológico de los elementos,
su biogeoquímica, la distribución de los huesos en el yacimiento, etc...
El análisis de elementos traza para la determinación de la dieta puede ser aplicado a restos fósiles con
resultados satisfactorios que reproducen una cadena trófica teórica. Así pues bajo una acción diagenética evidente
en los fósiles de Venta Micena, se conservan unos restos en condiciones excepcionales que han permitido la
obtención de proteínas fósiles y demuestran unos niveles biogénicos de elementos traza.

(') En ningún caso se ha considerado el omnívoro puesto que nunca habría presentado diferencias signifi-
cativas al tratarse de un solo espécimen.

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DIETA ESPECIE XRF ICP/MS

Herbívora Equus stenonis 26 9


Praemegaceros solilhacus 13 5
Cervus elaphoides 2 4
Dícerorhinus etruscus 1
Capra alba 1 1
Soergelia mínor 9
Bóvidos indeterm. 9 8

Carnívora Paclzycrocuta brevirostris 4 1


Canis etruscus 2 2
Félidos indeterm. 4 2

Omnívora Ursus etruscus 1 1


Horno sp. 1

TOTAL 72 34

Tabla 1: Número de especímenes estudiados por XRF y ICP/MS en Venta Micena.

XRF ICP/MS

GRUPO ELEMENTO 71 a 7 G

Herbívoros Ba 918,8 571,8 1275,13 1402,03


Sr 3984,8 567,6 3278,01 844,91
Cu 10 3,7 15,87 3,91
Zn 61,4 11,1 79,7 30,96

Carnivoros Ba 492,3 346,4 512,54 723,98


Sr 3664,3 493,7 2977,79 738,99
Cu 10,4 2,3 18,59 1,33
Zn 72,8 10,9 88,21 34,61

Omnívoro Ba 201 236,85 -


Sr 4322 - 3864,81 -
Cu 13 15,67 -
Zn 75 101,78 -

Horno sp Ba - 1098,02 -
Sr 5130,86 -
Cu - 18,43 -
Zn - - 41,25 -

Tabla 2: Concentraciones de los distintos elementos traza en los tres grupos dietéticos considerados y en el
especimen VM-3691, medidos por XRF y ICP/MS.

71

MALGOSA, A; SAFONT, S.; SUBIRÁ, M.E.; FERNÁNDEZ, J.L.; GIBERT, J.

5.500
XRF ICP/MS
5.000 —

4.500
o.
o
4.000 —

3.500 —

3.000 —

2.500

2.000

o o
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Fig. 1. Concentraciones de estroncio en los distintos niveles tróficos de Venta Micena (mostrados como media
± desviación) según las dos metodologías utilizadas (XRF y ICP/MS).

3.000
XRF
ICP/MS
2.500 --

2.000 —

1.500

1.000

500 —

o \
oc9 0 oc" o é)
oc' 0.9- >
o
09
<L-
-9 -.
Q- -4
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0 .\- 0$‘
<2--
2
s <<5 dl-

Fig. 2. Concentraciones de bario en la fauna de Orce medidas por XRF y ICP/MS.

72

DISTRIBUCIÓN DE ELEMENTOS TRAZA EN TAZONES DEL PLEISTOCENO INFERIOR DE VENTA...

25
XRF ICP/MS
20 —

E
a.
= 15 —

10 —

5—

co O
0 O
c-J
O
Q- oCD O
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O
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O

Fig. 3. Concentraciones de cobre en los taxones de Venta Micena distribuidos según su dieta.

130 — XRF ICP/MS

110
E
Q.
o_
N
90 —

70 —

50 —

30

o
oc9 o
co
o9-- o o o
cz,
o9- o
e-
.4(9-
-..\ -..\ ,.\()
O .9)
e-- e-
sz,<<"9- ov-

Fig. 4. Valores de sinc en las muestras fósiles de Venta Micena, mostrados como media ± desviación típica.

73
MALGOSA, A; SAFONT, S.; SUBIRÁ, M.E.; FERNÁNDEZ, J.L.; GIBERT, J.

25

XRF ICP/MS
20 —
T
o_
15
o
=

10

5—

OSO
oc°
.c¿L
o' O" OS1 ,"b
-.1(9~ -A\1\

cr9- ‘2•<5~.OP
A 0\1\

Fig. 3. Concentraciones de cobre en los taxones de Venta Micena distribuidos según su dieta.

r
130 — XRF ICP/MS

110
E

N 90 —

o
oco 9
OS ,C5-. e-S)
-- „\ 09- 4(9-
"-- -.1
JO
9? \-\ (1)\' 0 ' \-- • \''.
q- <2.-
0\1‘
•Z`<8.- (21-

Fig. 4. Valores de sine en las muestras fósiles de Venta Micena, mostrados como media ± desviación típica.

74

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