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MÓDULO:

FUNCIONALIZACIÓN PEDAGÓGICA DE LOS MMC


Jorge Sánchez Villarroel

EL DISCURSO TELEVISIVO:
CARACTERÍSTICAS Y
FUNCIONES

Patricio Espinoza Henríquez


Universidad del Bío-Bío
Características del discurso
televisivo
ANTECEDENTES

• Diversas esferas del pensamiento contemporáneo tienden a


definir nuestras sociedades como sociedades de la
comunicación o sociedades de la información.
• En este contexto, no cabe duda que la televisión mantiene un
papel central en la conformación de las nuevas coordenadas
sociales que conforman el actual medioambiente
comunicativo.
• La televisión ha alcanzado en nuestras sociedades un estado
de mito o bien de metamedio, esto es: un instrumento que
dirige no sólo nuestros conocimientos del mundo, sino
también nuestra percepción de las maneras de conocer.
LA TELEVISIÓN COMO AMBIENTE

El ambiente televisión nos sitúa en un ámbito de existencia, en


un espacio en el que habitamos, en el que construimos
nuestra intimidad y nuestras relaciones sociales, en el que se
conforma la opinión pública y se teje la socialidad.

En suma, la televisión crea una nueva mediosfera que se


define por unos rasgos específicos que la diferencian y
distinguen:
MEDIOSFERA:
LA TELEVISIÓN COMO AMBIENTE

• Tiene un alcance planetario que llega a todos y todo; las


culturas locales se ven cada vez más sometidas a esta
mundialización de la cultura de la aldea global.

• Genera un sincretismo semiótico, en la medida que se trata


de una mezcla de lenguajes diversos y medios heterogéneos
(cine, teatro, radio, poesía, prensa, fotografía, etc.).

• El resultado es una semiótica compleja y heterogénea, que


genera nuevos modos perceptivos y nuevos hábitos
cognoscitivos.
Continuación…
• Produce una profunda transformación social, ya que en el
nuevo espacio público que genera, altera la separación
entre lo público y lo privado. El nuevo medio entra en las
casas, rompiendo la intimidad, al tiempo que se hace
accesible a todos.

• Consolida una nueva sintaxis cultural, que se compone de


ritmos acelerados, discursos fragmentarios, conectivos,
vagos y difusos; estructuras provisionales, móviles y poco
organizadas.

• La televisión podría vincularse, en sus aspectos estéticos, al


impresionismo y hasta el surrealismo llevado a sus extremos
(discurso esquizoide).
LA TELEVISIÓN COMO DISCURSO
1. UBICUIDAD: El discurso televisivo resulta omnipresente en la
sociedad actual, ocupando espacios públicos y privados.

2. INMEDIATEZ: El discurso televisivo suprime distancias y


destruye las coordenadas del tiempo. La realidad televisiva
penetra en el instante y junto a su ubicuidad conforma un todo
que permite construir un mundo inventado que se asemeja al
real, hasta el punto que el espectador deja de pensar como tal y
tiene la ilusión de ser él mismo el actor (verosímil televisivo).

3. BREVEDAD: En cuanto que el medio impone su propio ritmo y


crea su propia linealidad.

4. CADUCIDAD: El mensaje televisivo es efímero y las imágenes


consumidas conducen a la nada. De cualquier modo el discurso
televisivo mantiene su impacto social.
LOS REGÍMENES COMUNICATIVOS DE LA
TELEVISIÓN
1. El régimen de la información: la base inicial de todo mensaje se
encuentra en su estructuración de naturaleza verosímil.

2. El régimen de la opinión: basado en la necesidad de la


interpretación de los datos, que ayude a seleccionarlos, a ubicarlos y
a darles sentido.

3. El régimen de lo ajeno: los mensajes televisivos fagocitan todo tipo


de géneros y medios (cine, radio, fotografía, teatro, pintura). La
estructura del discurso televisivo los convierte en componentes
básicos del medio.

4. El régimen ontológico (efecto de creación de realidad): el discurso


televisivo opera sobre la base de la construcción de mundos posibles
autoreferentes. Es el principio de la medialidad.
Continuación…
5. El régimen de la presencia: lleva a convertir a los medios en ruido
ambiental que hoy se considera necesario para vivir.

6. El régimen de lo propio: la televisión y sus mensajes elaboran su


propia realidad, e incluso sus propias modalidades comunicativas:
videoclips, telefilmes, espots publicitarios, etc.

7. El régimen del ensueño: el discurso televisivo tiende a la


ensoñación, absorbiendo los viejos mecanismos de la narración. La
televisión se autoerige como el cuento de hadas del presente y se
identifica con las leyendas del presente que configuran las mitologías
de la sociedad industrial.

8. El régimen del espejo: el medio televisivo se autoerige como una


ventana abierta al mundo.
Continuación…
9. El régimen del estrellato: todo en televisión tiende a la
vedetización (Sánchez Noriega)y sus mensajes se encaminan
esencialmente a atraer la atención, independientemente de la
calidad de los mismos.

10.El régimen del espectáculo: una de las características


esenciales del discurso televisivo es su espectacularización. En
este sentido, Postman sostiene que:

“El entretenimiento es la supraideología de todo el discurso


de la televisión, ya que no es que la televisión sea
entretenimiento, sino que ha hecho del entretenimiento en sí
el formato natural de la representación de toda la
experiencia.”
CARACTERÍSTICAS ANALÍTICAS DEL
DISCURSO TELEVISIVO
1. DISCURSO HIPERTRÓFICO:

• La función comunicativa que tradicionalmente tenían los


medios de comunicación ha ido dando paso en los
mensajes televisivos a la acumulación anárquica de
información y, consecuentemente, a la hipertrofia, por su
redundancia, insistencia y ruido.

• Por ello aunque el espectador crea ser consciente de estar


en contacto con la realidad, la mediación simbólica
proporciona una visión de la realidad seleccionada, a veces
manipulada intencionalmente con fines específicos.

• Se trata una perspectiva atrofiada, saturada, cuando no


espectacularizada.
2. DISCURSO ESPECTACULARIZANTE:
• La inusitada espectacular, la asombrosa capacidad de la televisión para
colmar la mirada del espectador.
• La cotidianización del espectáculo y su absoluta accesibilidad facilitan
la descorporeización del espectáculo para culminar en un mundo
habitado por "imágenes intemporales y sustitutas de cuerpos
denegados".
• Cerezo señala que este discurso espectacular y espectacularizante
anula o atenúa las facultades críticas del espectador y es una de las
claves de su puesta en escena.
• Esta sistemática espectacularización invade la realidad cotidiana. La
realidad es construida, presentada y servida como un espectáculo que
está en función de la programación televisiva.
• La televisión es, ciertamente, un espectáculo hermoso, una delicia
visual, emitiendo miles de imágenes en cualquier día. No hay
descanso para la vista, pues constantemente hay algo nuevo para ver.
3. DISCURSO AUTOCONTEXTUALIZADO:

• La televisión más que la suma de programas concretos, es ante


todo la programación. Todos los discursos pasan a formar
parte de esta superestructura, conformando un solo discurso
autónomo y contextualizado.

• Esta autocontextualización provoca la creación de un discurso


autónomo, autorreferencial, autoconsistente, que dice del
mundo, impone una visión de la realidad, y que dice sobre todo
de sí mismo, autorreferente y justificación de su propia
existencia.
4. DISCURSO FRAGMENTARIO:

• La estructura funcional del discurso televisivo se caracteriza tanto por la


continuidad de un discurso que parece que no tiene fin, como por su
fragmentación.

• Las unidades programáticas son constantemente fragmentadas, otras


aparecen divididas en capítulos. Se aprecia una clara indefinición
temporal y temática de muchos programas que fluyen dentro de la
programación, más que como unidades independientes, como parte de un
todo que a su vez se fragmenta permanentemente, haciéndose referencias
permanentes a otros programas.

• En suma, el discurso televisivo aparece sistemática y constantemente


fragmentado por: cortes publicitarios, interrupciones publicitarias y
autopublicitarias, cuñas informativas, etc.
Continuación…

• Ya no sabemos si cada fragmento es una parte de un todo más


amplio o si ese todo consiste en un ser fragmentario, cuyas partes
se diluyen en un macrodiscurso que escamotea su continuidad
para, precisamente, tener al espectador pendiente y sujeto a la
posible continuación de un todo que nunca concluye.

• La fragmentación es una promesa de unidad y de unicidad, que


nunca se ve colmada, pero que tampoco decae como proyecto. Se
produce cada vez, un consumo a trozos.
5. DISCURSO GESTICULANTE Y DE SIMULACRO:

• El discurso televisivo dramatiza un proceso de comunicación


que imita en su totalidad a la comunicación real.

• El sujeto de la enunciación textual juega a comunicarse con


cada uno de nosotros en la intimidad de nuestro hogar; se
produce de esta forma lo que González Requena denomina
genuinamente como simulacro de comunicación, ya que
verdaderamente no hay comunicación.

• En el discurso televisivo dominante, la comunicación -la


transmisión de información- existe, pero sólo como
epifenómeno, puntual, marginal.
Continuación…

• Lo que en él domina es la articulación de una


relación espectacular.

• La potencia formidable del discurso televisivo y


su poder manipulatorio, se evidencia en su
capacidad de inventar mundos y ficciones, dentro
de un juego de simulacros constantemente
asumidos por la mente.
6. DISCURSO CONVERSACIONAL:

• En televisión es el texto mismo el que se presta a representar


la ficción de una conversación entre enunciador y
enunciatario.

• Asimismo, la conversación, como estructura interaccional, es


representada en pantalla por sujetos que juegan a conversar
para ser contemplados por otros que asisten a esta
conversación desde fuera de ella.

• Se trata otra vez del simulacro comunicativo de la televisión,


basado en el juego de las conversaciones ficcionales o
representadas que conllevan especialmente la inclusión del
telespectador en el tejido del discurso.
7. DISCURSO FANTASMÁTICO:

• Frente a la realidad teatral y cinematográfica que mantiene una


cierta distancia y requiere un acto consciente de presencia, la
realidad televisiva se incrusta en los hogares.

• Según Cerezo, la ilusión televisiva da vida y realidad a unos


cuerpos que dicen estar allí presentes, en directo, para mostrarse en
su realidad misma, no ficticia.

• Sin embargo, lo que el espectador percibe es una reducción escalar


de tamaños, una imagen parpadeante, colorista, punteada, de baja
definición, de mediana iconicidad, en la que unos cuerpos
gesticulan su realidad y su presencia.
8. DISCURSO PALIMPSÉSTICO:

• Frente al discurso lineal que ofrece la comunicación impresa o


incluso el cierto orden lineal de la comunicación
cinematográfica, la programación televisiva ofrece una
linealidad discontinua, incoherente, desconectada de toda
lógica.

a) zapping (saltos de estación)


b) zipping (aceleración de la lectura de imágenes mediante
el magnetoscopio para evitar ciertos fragmentos),
c) grazzing (saltos de canal para seguir varios programas
simultáneamente)
d) flipping (cambios de cadenas por el mero placer del
cambio, sin intención explícita)
Continuación…

• La lectura casi simultánea de las diversas


programaciones de la televisión que se superponen en
un mismo horario abandona toda coherencia del
discurso.

• Se trata de un visionado a la deriva, de naturaleza


ficticia, en la medida que sólo es posible saltar entre
los programas que se emiten en la programación en un
tiempo concreto, pero no saltar de la franja horaria.
9. DISCURSO INTERTEXTUAL:
• El discurso televisivo es ante todo intertextual.

• Opera sobre la base de constantes referencias a su propia


estructura.

• Los personajes actores pasan de una cadena a otra; los motivos,


temas, esquemas de programación, elementos estéticos se
entrecruzan y se imitan unos a otros.

• En la televisión comercial tradicional, la libertad y abundancia


de canales no es garantía de diversidad, sino que a veces
produce el efecto contrario: la monotonía y la uniformidad,
provocada por esta intertextualidad del discurso.
10. DISCURSO NARRATIVO:

• Toda la programación televisiva se basa ante todo en la


narratividad.

• La descripción en los mensajes televisivos es infrecuente y se opta


por la estructura cognitiva, literaria y de acción, que ofrece la
narración.

• Se trata de esquemas simples, repetitivos, fáticos y conativos, de


tal manera que parece que estamos asistiendo a la misma historia
contada con una nueva variante más superficial que profunda.

• En televisión el relato es la matriz generadora de significados,


adquiriendo la narratividad televisiva una dimensión simbólica.
11. DISCURSO FABULADOR:

• La autorreferencialidad característica del discurso


televisivo viene en sí determinada por su capacidad de
fabulación, de desfiguración de la realidad hasta
convertirla en una mera fábula, en una mera mentira
que disfraza el orden de lo real.
12. DISCURSO MANIPULADOR:

• Toda construcción textual participa de un grado mayor o menor


de manipulación, en cuanto que se trata de un acto selectivo
realizado en un momento y por un sujeto concreto.

• El discurso televisivo, en muchos casos, supera este primer grado


manipulatorio, y entra en el estadio que se denomina el arte de la
mentira, del engaño o de la falacia, por exceso de adorno,
complicación del decoro, o búsqueda de efectos falaces.

• Esta manipulación parece más peligrosa cuando se quiere


disfrazar, disimular o negar, y cuando el mensaje se presente
como la verdad misma de los hechos.
13. DISCURSO HIPNÓTICO:

• La conjunción de los códigos visuales y escritos, con soportes de voz,


música, sonido, imagen en movimiento, color, texto y forma constituyen un
poderoso atractivo para captar la atención y mantenerla, al tiempo que la
potencia del mensaje anula parcialmente los filtros críticos del
razonamiento y se potencian los efectos emotivos.

• El poder hipnótico del discurso televisivo está presente también en el cine,


incluso agudizado por el contexto de recepción.

• Sin embargo, el consumo televisivo se produce en el hogar, de forma


mecánica y con unas dosis extremamente superiores.

• Por ello el espectador semántico sucumbe ante las delicias del medio y sólo
el filtro crítico, el distanciamiento, la capacidad de juzgar y comparar y la
educación estética serán capaces de atenuar, e incluso anular, este fuerte
poder.
14. DISCURSO INCESANTE:

• La continuidad ilimitada de la programación y el


crecimiento progresivo de estaciones ha aumentado
el poder de penetración y de sintonización del medio
televisivo con las necesidades del público.

• La televisión actual emerge como un torrente


permanente de imágenes (visuales y sonoras) de
todo tipo, que invita a suplantar el mundo
intensional del discurso televisivo, por el mundo
extensional de nuestra referencia cotidiana.
15. DISCURSO HETEROGÉNEO:

• La complejidad de la televisión explica la heterogeneidad de su


discurso.

• Ello viene dado, en parte, por la diversidad de códigos, de mensajes,


de públicos y destinatarios, de ofertas y estilos implicados.

• Sin embargo, este discurso, dentro de su apariencia de heterogeneidad,


esconde un mensaje poco plural, en la medida en que la televisión
unifica, nivela y hace confluir en unos mensajes característicos y
fácilmente identificables y comprensibles para una gran mayoría.

• Frente a la potencia comunicativa del medio, habría que destacar su


pobreza de contenidos y de creación de formas y de lenguajes,
vinculada a las formas que ha adoptado el consumo visual.
16. DISCURSO RUIDOSO:

• La característica presencia y penetración del discurso televisivo es a


su vez la raíz de su redundancia.

• El exceso de información hipertrofia las informaciones, dando lugar


a lo que semióticamente se denomina ruido.

• Se produce así otra de las marcadas paradojas del medio: un discurso


que aparentemente conecta con el mundo y abre sus ventanas y que
en cambio es la raíz de la desconexión, absorbiendo el sentido de la
realidad.
• Se trata, como indica el autor, de un ruido que nos aísla del
pensamiento y de la soledad, abismándonos en un caos evasor.
ACTIVIDAD GRUPAL

1. Asociar las características del discurso televisivo con


alguna de las unidades programáticas transmitidas por la
televisión chilena.
2. Establecer la función de dichas características en la
construcción de los significados del texto visual seleccionado.

3. Presentar los resultados del análisis al resto de los


participantes.
4. Tiempo del ejercicio: 45 minutos
5. Tiempo de la exposición: 10 minutos

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