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La circunstancia por la que Roberto Salomón dejó el país en los 80 fue la misma de muchos
otros artistas nacionales: la guerra. Sin embargo, ha mantenido un vínculo muy afectivo con
el teatro y su patria, misma que lo vio nacer como actor sobre las tablas. Ahora, regresa por
un período muy corto, pero declara que su único propósito en el país es hacer teatro.
Salomón comenzó a actuar a los 21 años, durante su paso por la universidad, y estudió
Historia del Arte y la Literatura Francesa. Posteriormente, en Estados Unidos, descubrió su
vocación por la dirección teatral.
Walter Béneke, entonces ministro de Educación, preparaba una reforma en la que incluía
una escuela de teatro como uno de sus principales proyectos, para el cual solicitó ayuda de
Roberto Salomón, que contaba en esa época con tan solo 23 años de edad. Salomón rechazó
la oferta aduciendo que aún no estaba preparado para ello.
Hoy por hoy, el director asegura que el inconveniente esencial es la producción teatral. “El
problema no ha cambiado. Yo creo que hubo varios momentos de producción teatral en El
Salvador. Unos de ellos fue cuando se fundó el Teatro Universitario; otro, cuando se fundó
Bellas Artes; y otro, cuando se fundó el Bachillerato en Artes. Esos fueron tres momentos
en que realmente hubo un constancia teatral y una constancia en la producción, que es lo
que falta mucho hoy en día”.
Asimismo asegura que sí hay esfuerzos, pero que debe haber una sistematización. “Yo
hablo de abrir los periódicos en la tarde y que se pueda decidir, así como uno decide ir al
cine, ir al teatro, y tener algo que ver”, sostuvo.
Roberto Salomón trabajó, desde 1975, para montar obras para el Teatro Nacional, motivado
por la idea de apoyar a los jóvenes actores que estaban en formación. Sin embargo, dos
años más tarde dejaría la catedral del teatro por la de censura sufrida en uno de sus
montajes, precisamente consignado a la inauguración del recinto.
Así nació Acto Teatro, un centro cultural independiente comandado por Salomón, en ese
entonces ubicado en la 3ª. Calle Poniente. Ahí, el director realizó dos temporadas teatrales,
la primera de 150 funciones y la segunda de 100. Acto Teatro desapareció totalmente
durante la guerra.
Salomón declaró que intenta conciliar su trabajo y su vida en Suiza con la labor teatral en
su país. Sin embargo asegura que es difícil hacer teatro hoy en día en El Salvador. “Me
parece que las cosas están despejándose un poco, pero hoy por hoy es difícil”, sostuvo.
“Hace diez años yo tenía un discurso en el que decía a los que hacen teatro que aquí hay
espacios donde hacer espectáculos, lo que falta son producciones. Hoy, diez años después,
me parece que no hay bastantes espacios”. A pesar de ello, Salomón asegura que hay un
público muy deseoso de ver teatro, y gente deseosa también de hacer teatro.
“Muy deprimida”. Esa es la expresión que Roberto Salomón utiliza para describir su
percepción de la escena teatral salvadoreña. “Hay esfuerzos notables, como el Festival
Centroamericano de Teatro, pero hay que decir que, por muy loable que sea, es un esfuerzo
por mostrar lo que se hace en la zona centroamericana, sin énfasis en mostrar lo nacional”.
Salomón sostiene que el propósito del Festival no es mostrar lo nacional, aunque en el
mismo se incluyan espectáculos nacionales.
De igual forma se refiere a los actores, que, según dice, “están desesperados. Uno habla con
los jóvenes y dicen que quieren estudiar, pero no saben adónde”. Además señala que las
autoridades aseguran que se está haciendo mucho por el teatro, sin embargo el director ve
lo contrario en la falta de espectáculos y opciones para ver teatro.
Es una Institución Cultural que brinda servicios para el desarrollo de las artes, entre las que
podemos mencionar: obras de teatro tanto nacionales como internacionales, conciertos de
cámara, sinfónicos, música popular y folklórica, etc.
Tel.: (503)2208-3197
teatron@concultura.gob.sv
(503) 2208-8148
Teatro Presidente
En local de Antiguo Cine Monumental con adaptaciones recientes de acústica para acoger
presentaciones de espectáculos. Cuenta con un mural en cerámica de los artistas
salvadoreños Roberto Galicia y Roberto Huezo. Su capacidad es de 1,429 asientos.
Tel.: (503)2208-
8148 (503) 2243-
(503) 2208- 3407
3197
Manlio Argueta
2221-8847, 2221-8847
Douglas Reyes
2281-2397
Jasmine Campos
2271-1071, 2222-0665
2271-1071, 2271-1806
Jorge Dalton
Producción de Audiovisuales
2270-0828
Margarita Carpio
2298-1839, 2298-1843
Leandro Avendaño
Rosalina de Alfaro
Teatro Presidente
2208-8148, 2243-3407
http://es.wikipedia.org/wiki/Matilde_Elena
_L%C3%B3pez
Matilde Elena López
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20 de febrero de 1919
Nacimiento
San Salvador, El Salvador
11 de marzo de 2010
Defunción
San Salvador, El Salvador
Ocupación catedrática
Nacionalidad salvadoreña
Período Siglo XX
Matilde Elena López (San Salvador, 20 de febrero de 1919 - 11 de marzo de 2010[1] ) fue
una poeta, ensayista y dramaturga salvadoreña .
En 1961 ganó el primer lugar en los Juegos Florales de San Miguel y los Juegos Florales de
Nueva San Salvador. Desde 1997, era miembro de número de la Academia Salvadoreña de
la Lengua.
Referencias [editar]
1. ↑ Muere dramaturga Matilde Elena López
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Matilde_Elena_L%C3%B3pez"
Categorías: Fallecidos recientemente | Nacidos en 1919 | Fallecidos en 2010 | Escritores de El
Salvador | Escritores en español | Salvadoreños (ciudad)
http://www.eluniversal.com.mx/notas/6655
71.html
Muere dramaturga Matilde Elena López
La destacada escritora salvadoreña falleció a los 91 años debido a complicaciones de los
problemas pulmonares que padecía
La destacada escritora salvadoreña Matilde Elena López falleció a los 91 años de edad en un
hospital de esta capital, aquejada por problemas pulmonares, informó su familia.
López, acreedora del Premio Nacional de Cultura en 2005, fue pionera en el ensayo y quien
abrió puertas a otras mujeres escritoras en este pequeño país centroamericano.
De carácter muy fuerte, la dramaturga deja un gran legado de sus obras que seguirán siendo
del conocimiento de los amantes de la lectura y sobre todo, porque es considerada la
pionera del ensayo en El Salvador.
López contribuyó desde muy joven en la vida política del país, incluso participó en el
intento por derrocar al dictador y general Maximiliano Hernández, durante la década de los
años 40.
La escritora y poetisa será sepultada esta tarde en el cementerio privado "Jardines del
Recuerdo".
http://www.artepoetica.net/matilde.htm
http://www.libros.com.sv/edicion22/elena.h
tml
Matilde Elena López: ambidiestra e
izquierdista
Por Francisco Figueroa
Maqtilde Elena
Lopez
En la Radio YSP hubo una reunión en la que también estaba Arturo Romero, quien le dijo a
Matilde: “Hablemos nosotros” y ella gritó: “¡Ha sonado la hora de la liberación!”. Y quitaron la luz.
En su casa creyeron que la habían matado.
Arturo Romero habría dicho en esta misma transmisión que todos los cuarteles estaban con la
revolución, menos El Zapote, y Martínez que estaba en La Libertad dijo: “Le agradezco al
mediquillo que diga cuál es el cuartel que no está con ellos”, y se fue directo al Zapote, y desde allí
efectivamente reaccionó.
Algunas cosas falsas se repiten en la historia de las letras salvadoreñas, como por ejemplo, aquella
de afirmar que la doctora Matilde López perteneció al grupo de los Seis, y otras que en el
transcurso de una entrevista aletargada por una calurosa tarde nos llevó a la casa de la señora de
las letras en nuestro país.
Matilde, nacida en 1922, descubre su vocación por las letras mucho antes de abandonar las
calcetas de estudiante de primaria. Sus artículos comenzaron a ser publicados en El Diario Nuevo
dejando sus escritos en la redacción, desconociendo quiénes publicaban aquellos trabajos, que se
trataba de apenas una chiquilla. Don Napoleón Viera Altamirano también le ofreció publicar en El
Diario de Hoy, con la promesa de que allí no quedaría sin salir a la luz.
La Generación Antifascista, a la que perteneció, era un grupo de jóvenes que se reunían en primer
lugar con la idea de conseguir libros, orientación, abrirse paso con sus contribuciones, después
luchar contra Martínez y finalmente ubicarse en el momento histórico que les había tocado vivir.
Surgía el fascismo en Europa con Hitler y Mussolini.
Pertenecieron a esta Generación: Ramón Hernández Quintanilla, Luis Mejía Vides, Luis Gallegos
Valdez, Alfonso Morales, Raúl Elas Reyes, Manuel Aguilar Chávez, y se disolvieron como grupo
solamente después del golpe de Estado de Osmín Aguirre y Salinas, el 21 de octubre de 1944.
Matilde tenía 22 años.
Por conexiones que tenían, los opositores al régimen debieron refugiarse y recibir el apoyo de la
población que les llevaba canastos llenos de alimentación; debieron asilarse en un colegio belga, y
entre todos los lugares donde estaban escondidos, en una ocasión llegó un grupo de personas que
afirmaban que a María Loucel y a Matilde, las habían capturado y que estaban lavando los
uniformes de los soldados. Ella reía escondida, detrás.
El Fascismo era entendido como la dictadura que se basa en una alta demagogia social y racial. El
pensamiento de oposición y su compromiso con la democracia llevó a Matilde a exiliarse en
Guatemala, donde Ubico había sido derrotado en la revolución de octubre y donde además había
estudiado durante su infancia. Allá fue recibida por la comunidad intelectual y sus antiguos
conocidos.
Matilde Elena López ha escrito poesía, ensayo, crítica literaria, teatro y promete una novela.
Debido a un problema con su brazo derecho debió aprender a escribir también con la mano
izquierda.
No niego mi sorpresa cuando al consultarle sobre qué es ser de izquierda, ella me respondió: “Ser
de izquierda es la forma más democrática posible en un país, ser demócrata en un alto sentido”. Es
curioso que no se define como marxista leninista, quizás mejor le caería el epíteto de idealista
utópica.
“Martínez asesinó a los treinta mil o treinta y dos mil campesinos –dice-, no porque fueran
marxistas leninistas, sino porque se habían alzado por las necesidades que tenían; por la burla que
les había hecho Araujo. Si el propio Masferrer cayó en esa trampa, por eso dijo al final, yo no los
engañé, yo fui el engañado, creí que eran gentes que cumplían, pero no era así, fui yo el engañado
y ya muriéndose dijo eso. Pero es que con la bandera de Araujo había prometido repartir las tierras
y desde luego cuando eso no fue, se alzaron, y él tuvo que decir que no sabía, él no era
demagogo, él creyó y se puso en medio de las fuerzas del capital y las fuerzas de los
trabajadores”.
Para ella, Roque fue el tipo más genial que conoció. La invitó a conocer su biblioteca, tuvieron una
amistad única, completa y de gran cariño siempre, y cuando él estuvo afuera siempre le mandaba
muchos libros o algunos folletos importantes que él creía que le podían servir.
Ella lo presentó entonces como el mejor poeta joven del momento, “brillante expresión de la joven
poesía salvadoreña” fue el título. “Roque creía mucho en Pedro Geoffroy Rivas, quien le dijo: te voy
a dejar el cetro de la poesía salvadoreña; pero cuando Roque se dio cuenta que estaba Julio
Fausto y se fueron a la televisión y le decían: “Vení vos, decinos qué te hicieron los comunistas”,
Roque Dalton ya no estaba de acuerdo con eso”. Y cuenta Matilde que un día el joven poeta iba
por la antigua biblioteca y vio a Pedro, y Roque salió en carrera abierta detrás de Pedro, el viejo
salió corriendo y desapareció. Roque estaba defraudado y lo quería insultar.
Repitiendo unos versos de Matilde, me pregunto: ¿Qué haces tan solo(a) en medio del olvido?/
¿qué haces perdido(a) en medio de la niebla?/ donde crece la noche sin luceros”. (Del poema “En
los vastos espacios del olvido”)