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Odontología
16 de mayo de 2011
OBJETIVO
Y un número, con gran contenido místico, Fi, una razón natural igual a
1,6180339..., de la que actualmente, en el mundo tan artificial que hemos creado,
ya no se hace mención y resulta ridículo pensar en las matemáticas como algo
más que algoritmos de computadores, y lógicas cuadriculadas en donde no hay
espacio para las matemáticas de Dios, es verosímil aseverar al observar por
ejemplo la relación entre la distancia entre las espiras del interior de un caracol,
que nuestro dios creador es un gran matemático, escultor, artista y arquitecto.
La relación entre el grosor de las ramas principales y el tronco, o entre las ramas
principales y las secundarias
La relación entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia del codo a los
dedos.
Así pues, Fi al igual que Pi Y E, no es un número fijo, sino una relación natural del
que la fuente creadora entendida como Dios, hizo uso profuso en formas
esenciales, desde sistemas de estrellas hasta virus.
Aunque es sorprendente la antigüedad del número, siglo sexto a.C, es aún más
sorprendente, que construcciones más antiguas como la pirámide de Keops, y el
Partenón, fue descubierto que están en proporción áurea.
Los antiguos griegos adoptaron Fi como la proporción Divina, como una medida
sagrada en arte y arquitectura llena de misterio. Ellos buscaron guía divina en el
oráculo de de Fi, cuyo símbolo fue una serpiente enrollada alrededor de un huevo.
El Partenón, una construcción maravillosa y muy antigua de Atenas esta
compuesto de muchos rectángulos Fi.
Así en dos dimensiones, vemos que PHI es un armónico natural, una razón única
capaz de regenerarse a si misma de nuevo y de nuevo en cada reducción en
escala. Este efecto busca entonces formas geométricas estables.
La relación entre el ancho del arco de la sonrisa entre el ancho de los 8 dientes
que podemos observar al sonreír, es también áurea.
Cuando los dientes no están juntos, la línea de los labios divide la parte inferior del
rostro según la proporción áurea.
Al principio tienen 1 par, al final del 1 mes tienen 1, al final del segundo mes
tienen 2 pares uno adulto y uno bebe), al final del tercer mes tiene 3 pares, al final
del cuarto tiene 5 pares, al final del quinto tiene 8 pares, y esto continua en lo que
se le llamo serie de Fibonacci:
Sin embargo, el ser humano, con sus avances, ciertamente, cuanto más descubre
más se fragmenta, el hombre que desde tiempos remotos, ha luchado por la
supervivencia tiende ahora a la autodestrucción, debe ser este estado el
cataclismo de la obra de nuestro creador. La forma en que tratamos nuestro
cuerpo y tratamos la tierra viva, la encontramos reflejada diariamente en la miseria
que vemos y cuestionamos tanto.