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INFANTIL EN LA ESCUELA,
Aportacione s de Viktor Lowenfeld
Carmen Alcaide
Introducción
En la infancia, el arte es fundamentalmente un medio de
expresión. Los niños y niñas son seres en constante cambio
y la representación gráfica que realizan no es más que
el lenguaje de su pensamiento. A medida que van
creciendo van percibiendo el mundo de forma diferente, por
lo que la manera de expresar su realidad va cambiando. Se
expresan de forma directamente proporcional a su desarrollo.
Cuando el gusto estético de los adultos no concuerda con el
modo en que se expresan plásticamente los niños, surgen
dificultades ya que la crítica o exigencias de sus mayores
impiden al niño utilizar el arte como una verdadera forma de
comunicación. Si no hubiera ningún tipo de
interferencia, el niño se expresaría libremente y sin
inhibiciones, sin que fuera necesario ninguna clase de
estímulo. Evidentemente el desarrollo infantil, no puede
medirse por los cánones de belleza de los adultos. En la
educación artística, el producto final - si bien es
importante- debe estar subordinado a los logros que
produzca el proceso creador.La obra producida es un
reflejo del niño en su totalidad ya que en ella expresa sus
sentimientos e intereses y demuestra el conocimiento que
posee del ambiente que le rodea. (D. Acerete)
La educación en general, debería tratar de estimular a los
alumnos y alumnas para que se identifiquen con sus
propias experiencias, y para que desarrollen los
conceptos que expresen sus sentimientos, sus
emociones y su propia sensibilidad estética. El educador
de plástica debería comprender que lo realmente importante,
no es lograr que el niño aprenda las respuestas que
satisfagan a los adultos, sino que logre su propia
respuesta. El proceso de creación involucra la incorpo-
ración del yo a la actividad que se realiza. La expresión
del sí mismo, llamada autoexpresión, no significa que
haya que expresar un conjunto de emociones descontroladas
a la hora de construir formas, sino que da una salida a los
sentimientos y pensamientos del individuo, según el
determinado nivel de su desarrollo o momento de su vida.
En las experiencias artísticas, el mismo contenido puede ser
representado por un niño pequeño y por un artista adulto. Lo
que varía es la relación subjetiva entre el creador y las cosas,
las personas o los sentimientos que provocan el mundo que
nos rodea. Comprendiendo la forma en que un niño dibuja y
los métodos que usa para representar su ambiente, podemos
penetrar en su comportamiento y apreciar la complejidad y
las variaciones que tienen lugar, en el proceso mediante el
cual el niño crece.
El conocimiento de las variaciones que aparecen en los
dibujos para los distintos niveles del desarrollo, y las
relaciones subjetivas entre el niño y su medio, son elementos
necesarios para interpretar el desarrollo de las actividades
artísticas y creativas. Es más, para trabajar con los niños
en el ámbito de la expresión plástica, es
imprescindible comprender las diversas etapas del
desarrollo y poseer un conocimiento completo de los
alcances del arte en cada una de ellas.
Algunos antecedentes
A finales del siglo XIX se publicaron los primeros estudios
sobre la expresión gráfica de los niños. Esta actividad infantil
había comenzado a ser objeto de análisis sistemáticos, en
aquella época en la que también comenzó a desarrollarse la
psicología científica. Hacia 1857, Ruskin se interesa por lo
que se ha considerado como las posibilidades educativas del
dibujo. Si bien lo que pretendía era especialmente descubrir
artistas entre sus discípulos, desde aquellos años, hablaba
de lo conveniente que resultaba que la práctica artística, en
niños menores de 12 o 14 años, fuera absolutamente
voluntaria.
Hacia fines de 1885, un maestro inglés de apellido Cooke, -
en relación con Sully, el principal psicólogo inglés de la
época- publica dos artículos sobre el tema, que son los
primeros documentos de un largo y cada vez más complejo
proceso de investigación. Estos escritos científicos tienen la
importancia de ser los antecedentes de teorías posteriores,
ya que proclaman la necesidad de desarrollar el espíritu,
fomentando la expresión, la imaginación y estimulando
la actividad mentalvoluntaria.
Sully publica, diez años más tarde, una obra de psicología
infantil, en la que trata de explicar de forma teórica, la
creciente cantidad de testimonios aislados que venían
apareciendo. En sus "Estudios sobre la infancia" elabora una
teoría que - coherentemente con su época- resulta de
corte evolucionista. Relaciona los dibujos infantiles, con los
fenómenos de la cultura racial
primitiva y además, desarrolla una teoría sobre la relación
entre juego y arte, que luego retomaríaHerbert
Read. Afirma que el impulso lúdico se convierte en impulso
artístico, cuando el individuo participa cada vez más en la
conciencia social y advierte que su capacidad de "dar forma"
–de crear algo artístico- puede llegar a ser valorada por los
otros y proporcionarle el reconocimiento general.
Al analizar la evolución de los dibujos infantiles, Sully se
limita al cuerpo humano y los animales, realizados por los
niños más pequeños - entre los 2 y 6 años de edad-. Su
clasificación de las distintas etapas del desarrollo,
comenzando por el garabato sin objeto, seguido del
diseño "lunar" del rostro humano, hasta llegar al tratamiento
más complejo de la figura, ha sido la base de todas las
clasificaciones posteriores.
Siguiendo con la aproximación histórica, encontramos entre
otros, a Levinstein, Stern, Burt y Luquet. Hacia
1913, Luquet define la evolución en términos deestadios y
las etapas sucesivas que tienen, como denominador común,
el concepto de realismo: realismo fortuito, realismo
fallido, realismo intelectual y realismo visual. Sin
embargo, se equivoca al considerar que la realidad del niño,
tiene como modelo la realidad del adulto ya que,
posteriormente, Piaget ha demostrado que el realismo
infantil tiene que ver con una percepción egocéntrica de la
vida. Al no tener conciencia de la existencia del yo, el niño/a
considera que su propia visión de la realidad es la única
realidad absoluta y objetiva.
Es fácil comprender que, en aquellos años en los que el
dibujo y la pintura debían ser necesariamente académicos,
realistas y de técnica depurada, la representación gráfica
infantil se describiera en términos de “imperfecciones”, de
“errores”. Sin embargo, son precisamente esas imperfec-
ciones gráficas de las que hablaLuquet, las que constituyen
la aportación más interesante de su teoría. Esas
imperfecciones gráficas, que nosotros llamaríamos
simplemente "características", son particularmente evidentes
en el transcurso del período de 4 a 10 años. Tres conceptos,
el de ejemplaridad, el de transparencia y el
de abatimiento, ilustran más específicamente este período,
y serán retomados posteriormente por otros autores.
(A.Cambier)
En cuanto a Cyril Burt, se puede decir que ya en 1927,
establece su teoría de la evolución de los dibujos infantiles,
en etapas muy detalladas. Como posteriormente
harán Lowenfeld y otros, describe los comienzos de la
expresión gráfica con el período del garabato entre los 2 y
los 5 años. Pero enumera mayores diferencias de las que se
consideran posteriormente: el garabato sin
finalidad, garabato con sentido, garabato
imitativo y finalmente el garabato localizado, como
transición hacia la línea, a los 4 años. Entre los 5 y 6 años,
establece el simbolismo descriptivo, como la
representación de la figura humana con tolerable exactitud,
siendo distinto para distintos niños, pero al que cada uno se
aferra con bastante fuerza. Posteriormente, de 7 a 9 años
el realismo descriptivo, es cuando el niño trata de
catalogar y comunicar todo lo que le interesa y aunque el
esquema se hace más fiel a los detalles, la representación es
más bien genérica. Hacia los 9 y 10 años, el realismo
visual dividido en dos clases, bidimensional y tridimensional.
El niño pasa de un dibujo de memoria a un dibujo donde
la observación de la naturaleza, empieza a cobrar
sentido. Hacia los 11 años, y hasta los 14, habla de una
inevitable represión que considera como parte del
desarrollo natural del individuo, para llegar a los 15 años con
el verdadero despertar artístico... si es uno de los pocos
afortunados, que ha logrado superar la etapa anterior.
Todas estas teorías, nítidamente evolucionistas, han sido
criticadas en este punto por Herbert Read (1959). Este
autor plantea que no todos los primeros
dibujosrepresentacionales, surgen al azar del garabato, que
desde las primeras expresiones infantiles se encuentran
diferenciadas las intenciones que tuvieran en cada caso,
como veremos seguidamente.
Así como la aportación de Luquet es basarse en la idea
de realismo, la de Lowenfeld gira en torno a la
idea de esquema, palabra que utilizaría por primera vez, en
forma casual, el ya citado Sully. El esquema, propio de cada
niño en particular, es el signo con que cada uno representa el
concepto que tiene de las cosas. Los niños, salvo raras
excepciones, no están interesados en la representación del
mundo, siguiendo los cánones del realismo visual. La
actividad gráfica es un medio especializado de
comunicación, dotado de sus propias características y leyes
y el impulso espontáneo de los niños es una representación,
partiendo del aspecto sentimental o la sensación subjetiva
interior. Como decíamos anteriormente, sólo
cambian porque se impone gradualmente al niño una actitud
naturalista, sin embargo, si esos mismos niños se entregan a
una actividad gráfica espontánea, es siempre de
índole esquemática. Luquet, había remarcado
esta duplicidad de estilos desde el comienzo mismo de la
actividad gráfica de niños muy pequeños. Puede explicarse
considerando que el niño dibuja con dos intenciones
claramente diferenciadas: una para satisfacer sus propias
necesidades internas y otra como actividad socializante,
como muestra de simpatía hacia otra persona.
Etapa esquemática
Pseudonaturalismo
Entre los 12 y los 13 años el producto final de la creación
artística adquirirá cada vez más importancia; se verá
aparecer una distinción clara en las reacciones sensoriales de
los niños ante su producción gráfica. Unos reaccionan más
a estímulos de orden visual, tales como los colores o la
luz; se inclinan a introducir la perspectiva en la
representación del espacio. Otros se interesan sobre
todo en la interpretación de experiencias subjetivas y
ponen el acento en las relaciones emocionales existen-
tes entre ellos mismos y el objeto.
Para Lowenfeld sólo los niños de tipo visual desean llegar
a una concepción "realista", es decir determinada por los
cambios visuales ocurridos en el modelo, como por ejemplo
la modificación del tamaño del objeto con el
alejamiento. Para esos niños el espacio, con su
cualidad tridimensional, se convierte cada vez más en el
centro de sus intereses: su dibujo muestra un
espectáculo. Pero estos jóvenes están en pleno proceso de
transformación. Este período de la vida está signado por la
inhibición y la conciencia crítica de sí mismo más que por
la libertad expresiva. Sufren cuando perciben en sus dibujos
características infantiles, que ellos llaman deformaciones,
porque se empiezan a sentir adultos. Necesitan más tiempo
para la contemplación y la meditación y se han vuelto más
sensibles a la belleza de la naturaleza. Están en constante
enfrentamiento con la autoridad del mundo adulto, pero se
sienten inseguros sobre lo que les tocará vivir después de
abandonar la infancia.
El cuerpo adquiere un enorme significado y lo dibujan
y caricaturizan constantemente. Las características
sexuales de los personajes son muy exageradas. Su
creciente sentido del humor y la crítica constante a todo lo
que los rodea, los inclina a representar el mundo en
forma satírica y a través de caricaturas. En general el
joven de esta edad tiene todas las capacidades motoras
y de observación desarrolladas como las de un adulto,
pero su enorme autocrítica las inhibe en numerosas
ocasiones.
La decisión
A partir de los 13 o 14 años, Lowenfeld afirma que les llega
el momento de elegir cuál de todas las actividades que
conoce desea dominar mejor, qué técnica va a perfeccio-
nar y para qué lo va a hacer. En esta etapa se afirma
plenamente la diferenciación, ya perceptible con anterioridad,
de dos tipos creativos bien diferenciados. El tipo háptico y el
tipo visual.
El sujeto de tipo visual contempla las cosas del exterior,
considera primero el conjunto, analiza después los detalles,
para finalmente sintetizar sus impresiones parciales en un
nuevo todo; es un observador atento y se comporta
como espectador admirativo. Esos sujetos comienzan
generalmente su dibujo por un contorno del objeto a
representar, dibujo que enriquecen después con numerosos
detalles.
El tipo háptico, menos preocupado por la experiencia visual,
es esencialmente emocional: se proyecta en su dibujo, en
el cual participa como actor, y allí expresa las
numerosas impresiones sensoriales, kinestésicas y táctiles
que lo animan. Poco preocupado por el respeto a las
impresiones visuales, las interpreta al capricho de sus
sentimientos, la imagen visual es corregida en función de
factores personales, y las proporciones del dibujo, por
ejemplo, pueden estar determinadas por el valor emocional
de los objetos.
En realidad estamos ante una manifestación de la existencia
del estilo gráfico que encontramos en la historia del
arte. El tipo visual privilegia las apariencias, se relaciona
con el impresionismo. El tipo háptico privilegia el lugar
del yo, se relaciona con la escuela expresionista.
Para finalizar, diremos que Piaget, al estudiar el raciocinio
de los niños, descubrió que hay estadios en el desarrollo que
se pueden ligar estrechamente con las etapas que
analiza Lowenfeld. La primera etapa, dura hasta los 2 años
y ha sido llamada por Piaget como el
período "sensoriomotor", luego le sucede el "preope-
racional", que se prolonga hasta cerca de los 7 años,
seguido por la etapa de las "operaciones concretas", que
se extiende aproximadamente hasta los 11 años. Los
trabajos de Piaget vienen a demostrar que no se le hace
ningún bien al niño criticándole los dibujos u otras
creaciones. Si se considera necesario cambiar la forma
de un trabajo ejecutado por un niño, debemos
primero, cambiar en él sus conceptos.(LOWEN-
FELD,1972)
Una de las cualidades de los trabajos de Lowenfeld, es
haber descrito la evolución del dibujo de una manera muy
pragmática, sin desdeñar ni las cuestiones concretas ni
los aspectos pedagógicos que encuentra quien se interese
en la educación del niño. Habla
de materiales y técnicas apropiadas para cada etapa.
Propone actitudes a seguir por los maestros y padres para
favorecer el correcto desarrollo de sus niños. Los
cuestionarios que propone para juzgar las cualidades y
aptitudes del niño dibujante, son originales y constituyen una
herramienta que obliga a los educadores, a reflexionar sobre
el porqué y el cómo de la representación artística.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
ACERETE, D.: 1974, Objetivos y didáctica de la
educación plástica,Kapelusz, Buenos Aires.
LOWENFELD, V.:1958, El niño y su arte, Kapelusz, Buenos
Aires.
LOWENFELD, V. y BRITTAIN, W.: 1972, Desarrollo de la
capacidad creadora. Kapelusz, Buenos Aires, [1º ed.,1961]
READ, H.: 1959, Educación por el arte, Paidós, Buenos
Aires, [1º ed., 1943]
WALLON, P. y Otros: 1992, El dibujo del niño, Siglo XXI,
Madrid, [1º ed., 1990]
WIDLÖCHER, D.: 1988, Los dibujos de los niños, Herder,
Barcelona, [1º ed., 1965]
1.
Contenido.
2. Desarrollo del garabateo
3. Arte, creatividad e imaginación en las diversas etapas del dibujo
4. El significado del color
5. Funciones del dibujo
6. El dibujo y los garabateos de los niños para el adulto
7. Como decodificar el dibujo espontáneo
8. Conclusiones.
9. Bibliografía.
INTRODUCCIÓN.
Por medio de la realización del siguiente trabajo, se pretende realizar
una investigación acerca de las diversas etapas por las cuales atraviesa un niño
que pasa por la edad preescolar, es decir, comprendida entre los 0 y los 6 años
de edad.
Se presentará información de manera clara y precisa acerca de diversos
factores y características relevantes en cada etapa, las cuales corresponden al
garabateo descontrolado, el garabateo controlado, el garabateo con nombre y
la etapa pre-esquemática.
De igual manera nos orientaremos en relación a diversos aspectos que son
de carácter relevante destacar en relación a losdibujos de los niños, como lo
son la creatividad, la imaginación y el arte. También se estudiarán diversos
factores que nos permitirán como futuras docentes la
adecuada interpretación de los dibujos de los niños que se encuentran en edad
preescolar.
Como datos anexos, se mostrarán diversos dibujos que han sido realizados por
niños que se encuentran en edad preescolar. Estos dibujos serán presentados
con un breve análisis que permitirá profundizar en los aspectos teóricos
señalados en el trabajo. Esperamos sea de su agrado.
CONTENIDO.
Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo del niño, pues
allí logra pautas de aprendizaje, actitudes y cierto sentido sobre si mismo. Este
aprendizaje se va dando a medida que el niño intercambia con el ambiente;
inicialmente con la mamá, papá, hermanos, etc., y así progresivamente con el
resto de sus familiares directos, indirectos o amigos.
Tocar, sentir, manipular, ver, saborear, escuchar en síntesis toda forma de
percibir el entorno es una base para la reproducciónartística para los niños.
La primera expresión ocurre muy temprano, que es la expresión vocal. El
primer registro gráfico de los niños, toma forma de garabato y ocurre
alrededor de los 18 meses de edad. Este primer trazo es un paso muy
importante en su desarrollo, marca el comienzo de la expresión, el que
progresivamente no solo lo llevará al dibujo y a la pintura, sino también a la
palabra escrita.
Por medio de los dibujos el niño logra expresar su estado psicológico y
bienestar emocional, es además un medio desocialización con los demás y
sirve también por cuanto permite desarrollar la motricidad fina, es decir,
aquella que se relaciona con el movimiento de los dedos, lo cual facilita
los procesos posteriores de la escritura. A través del dibujo de los niños, los
mismos pueden decir lo que sienten, ya que éste les permite hacer relación
entre su mundo interno y su mundo exterior.
Generalmente los padres son los primeros personajes en ser plasmados y en
dependencia en como ellos sientan su afecto, lo pueden pintar muy grande, o
simplemente hacer una raya; un punto también puede representar un avión o
cualquier otra cosa. Los padres deben respetar y mostrar interés por sus
primeros dibujos, preguntarles qué es lo que hacen o pintan, así los niños se
dan cuenta de que lo que pintan representa algo real.
Casi siempre los niños tienen la percepción de que han hecho algo importante
y por eso obsequian sus garabatos con orgullo a quienes son parte de
su corazón (padres, abuelos, hermanos, etc.). La forma en que esos primeros
trazos sean recibidos influirá notablemente en el desarrollo posterior del
niño.
DESARROLLO DEL GARABATEO:
Los garabatos tienden a seguir un orden bastante predecible. Comienzan con
trazos desordenados en un papel y continúan gradualmente evolucionando
hasta convertirse en dibujos con cierto contenido reconocible para un adulto.
De manera general los garabatos se pueden clasificar en las siguientes etapas:
1. Garabateo Descontrolado: Los primeros trazos aparentemente
no tienen sentido, y el niño parece no darse cuenta de que podría hacer
con ellos lo que quisiera. Los trazos varían en longitud y dirección, a
menudo el niño mira hacia otro lado mientras hace estos trazos y
continúa garabateando. La calidad de las líneas varía, pero esto ocurre de
manera accidental. El niño emplea diversos métodos para sostener el
lápiz, puede sostenerse con la punta hacia el papel, de lado, sujetarse con
el puño p entre los dedos cerrados. No se emplea todavía los dedos o la
muñeca para controlar el elemento que se dibuja. Muchas veces el
garabato se hará no en papel, sino en el polo acumulado, sobre las
paredes o muebles, sino se le proporcionan los medios y el lugar
adecuado.
En esta etapa los trazos del niño serán casi el doble de largos y en algunas ocasiones tratará
de emplear colores en sus dibujos. También les gusta llenar toda la página, siendo que antes
tenían problemas parta emplear la hoja. Ensayan varios métodos para sostener los lápices,
tomándolo de manera general de forma parecida a los adultos. Los garabatos son ahora
mucho más elaborados y en algunas ocasiones descubre ciertas relaciones entre lo que ha
dibujado y el ambiente, parecidos que sólo existen para los niños. Los trazos toman una
dirección impredecible. Puede copiar un círculo pero no un cuadrado.
Esta etapa llega hasta los tres años aproximadamente, y el niño va emergiendo en
preferencias manuales, se inicia la verdadera integración visual y motriz, la cual se
completa al llegar a las primeras etapas de la adolescencia.
El rol de los adultos (padres, maestros, etc.) en esta etapa es mucho más importante, ya que
a menudo los niños acuden a ellos con sus garabatos, deseosos de hacerlos participar en su
entusiasmo, la participación con el reconocimiento en la experiencia es lo más importante,
no el dibujo en sí.
De manera general en esta etapa se pueden destacar las principales características:
• Dirige su mano, con la vista, sobre la superficie donde grafica (coordinación visual-
motora).
• Al placer táctil y kinestésico se le suma su interés visual por las
conquistas gráficas que va obteniendo.
• Aparecen reiteraciones de trazos: circulares, líneas cortadas, puntos, etc. con
centros de intersección.
• Controla los espacios gráficos aunque a veces por el entusiasmo excede los límites
del soporte.
• Se reconoce autor por los trazos.
• Puede superponer y alineas algunas piezas de construcción, sin combinarlas entre
si.
• Se interesa por dejar marcas reiteradas en los materiales moldeables.
Esta etapa marca el cambio del pensamiento kinestésico (de movimiento) al pensamiento
imaginativo. En este momento el niño desarrolla una base para la retención visual.
Los dibujos no han cambiado mucho desde los primeros garabateos, pero ahora los realiza
con alguna idea sobre el dibujo que realizara. Sigue disfrutando del movimiento físico y si le
dan un nuevo instrumento para dibuja, el niño pasará un tiempo considerable para ver
como es en todos sus aspectos, tal y como lo haría un adulto.
La cantidad de tiempo que un niño le dedicará al dibujo, en esta etapa, aumentará y los
garabatos serán mucho más diferenciados. Los trazos pueden estar bien distribuidos por
toda la página y a veces estarán acompañados por un una descripción verbal de lo que está
haciendo. Esta conversación muchas veces no va dirigida a nadie en particular, sino que
será una suerte de comunicación con el propio yo. En algunas ocasiones, el niño anuncia lo
que va a hacer, en otras el dibujo es el resultado de las primeras exploraciones en el papel.
En esta etapa los adultos deben abstenerse de encontrar una realidad visual en los trabajos
de los niños, o de dar a los mismos su propia interpretación. Puede ser peligroso que los
padres o maestros impulsen al niño a que de nombre o encuentre explicación a lo que ha
dibujado. Por el contrario deben tratar de incluir confianza y entusiasmo en este nuevo
modo de pensar.
En esta etapa se pueden mencionar las siguientes características primordiales:
• Ejecuta formas cerradas, generalmente circulares y trazos sueltos que asocia con
objetos de la realidad, dándoles así un nombre.
• Hay intención representativa, aunque un adulto no pueda reconocer el objeto
representado.
• A veces anuncia que es lo que hará antes de comenzar, y muy a menudo cambia de
nombre mientras trabaja o cuando ha terminado.
• Usa el color con criterio subjetivo para reforzar el significado de las formas.
• Al modelar aísla trozos de material, les de nombre y puede hacerlos actuar como si
fueran objetos reales.
• Con material de construcción logras estructuras sencillas.
La figura humana se dibuja típicamente con un círculo por cabeza y dos líneas verticales
que representan las piernas. Estas representaciones "cabeza-pies" son comunes en los niños
de 4 a 5 años. No debe llamar la atención que la primera representación sea una persona, ya
que la importancia de las personas en los dibujos de los niños es bien evidente a lo largo de
toda la infancia.
La representación de un personaje "cabezón" o "renacuajo" se torna más elaborada con la
adición de los brazos que salen a ambos lados de las piernas, con el agregado de un
redondel entre ambas piernas que representa el vientre, y en algunas ocasiones, con la
inclusión del cuerpo.
De manera global se pueden citar las siguientes características dentro de esta etapa:
• PRIMERA FASE: INICIAL (también llamada pre-esquemática):
a. Se inicia entre los tres y cuatro años, y se supera alrededor de los cinco o cinco años
y medio.
b. Aparecen representaciones comprensibles por el adulto.
c. La primera representación que aparece, de manera general, es la figura humana en
forma de renacuajo.
d.Paulatinamente aparecen objetos de interés para el niño.
e. Cambia muy a menudo la forma de representar un mismo objeto.
f. El niño se concentra en representar las formas, el color tienen un interés
secundario.
g. Coexisten objetos reconocibles con formas incomprensibles (garabatos).
h.Esporádicamente pueden aparecer trasparencias.
i. En tercera dimensión modela objetos reconocibles.
• SEGUNDA FASE: MEDIA (también se puede encontrar como un pasaje entre las
etapas pre-esquemática y esquemática):
a. Se inicia entre los cinco o cinco años y medio y se supera alrededor de los seis años
y medio o siete.
b. Se interesa por representar la forma de los objetos.
c.Aparecen la línea del suelo, o la franja del cielo.
d.Hacia la finalización de la fase, la forma representativa de cada objeto se va
estabilizando, no la cambia con tanta frecuencia con lo que lo hacia antes.
e. Los objetos representados pueden aparecer a veces por razones expresivas o
emocionales algunas alteraciones formales, tales como supresión de partes,
exageración de tamaños, del número de elementos o detalles, color notoriamente
diferenciador, etc. Estas alteraciones transitorias, muy positivas, indican una relación
flexible del niño con su medio.
f. El color sigue siendo subjetivo, excepto para algunos elementos de
la naturaleza, árboles, cielo, sol, etc.
g. En tercera dimensión arma escenas (modelado, armador, etc.).
a. Se inicia entre los seis años y medio o siete y se supera alrededor de los ocho o
nueve años.
b. Los cambios más notables se producen en el manejo del color: ahora
es objetivo y genérico.
c.La forma de los objetos se estabiliza, este es un patrón personal de representación
que logra cada niño, y que utiliza cada vez que necesita representar un mismo objeto.
d.El esquema de figura humana está constituido por formas geométricas que
separadas del contexto pierden significación.
e. Continúan alteraciones formales por causas emocionales o expresivas mencionadas
en la fase anterior.
En estas etapas el color desempeña un papel secundario, lo importante es lograr una mayor
coordinación motriz. Especialmente en los dos primeros niveles citados (garabato
desordenado y controlado).
Algunas veces la elección del color puede apartar la atención del niño de sus garabatos y
concentrarla en la actividad de jugar con los colores. Es importante que el niño pueda
distinguir sus trazos del resto de la pagina, importando aquí el contraste de los materiales
con los que trabajara, es decir colores oscuros en hojas blancas, o bien colores claros en
hojas oscuras. Solo cuando los niños llegan al tercer nivel (garabato con nombre) empleara
distintos colores para darles distintos significados.
Aunque hay que tener muy presente que el empleo y manejo de los colores es más
exploratorio y mecánico que una respuesta emocional, como si ocurrirá con adolescentes o
adultos.
• ETAPA PRE-ESQUEMÁTICA:
LA PRESIÓN:
El dibujo y la escritura en realidad tienen tres dimensiones. El surco dejado en la hoja (que
algunas veces se perfora directamente en algún punto) es la tercera dimensión.
La huella más o menos profunda (y/o gruesa, según el instrumento utilizado para dibujar)
es la registración de la presión, de la fuerza del sujeto. La calidad del trazado remite a los
recursos y a las posibilidades de su autor y también a su energía psicofísica constitucional
(pero también al estado de ánimo del momento).
Entre las distintas manifestaciones de la intensidad del trazado, se puede tomar en
consideración sobre todo el trazo fuerte, enérgico que es el reflejo de la tendencia a
imponerse, a hacerse ver, a agredir el ambiente. Un trazo fuerte podría ser el índice de un
mecanismo de compensación, es decir, la reacción a una sensación de debilidad. Es
necesario saber distinguir bien el trazo realmente fuerte y seguro del tenso y rígido, que
obviamente remite a situaciones de preocupación, tensión y aprensión.
Un trazo repetitivo que comienza con seguridad y luego se amortigua ilustra una situación
en la cual al entusiasmo inicial sigue inmediatamente el envilecimiento.
Un trazado constantemente débil, casi con el temor de dejar huellas en la hoja (en
grafología lo llamamos "filiforme") describe el temor a afrontar el ambiente, la escasa
energía psicofísica, el riesgo de la depresión, la emotividad, la ansiedad (más o menos
disfrazada), pero también la sensibilidad y la delicadeza.
Un trazado intenso y oscuro, sobre todo si muy marcado y repasado, revela propensión a la
agresividad, la necesidad de liberación de los impulsos (¿incluso contra los padres?) y el
consiguiente temor a ser reprendido con, además, el riesgo sucesivo de un contragolpe
depresivo. Repasar sistemáticamente sobre el mismo punto constituye uno de los índices
más evidentes del ansia o del temor en relación con el personaje o con la cosa representada.
Los trazos breves y bruscos, casi como algunas pinceladas de Van Gogh, son índice de
impulsividad y excitabilidad.
CONCLUSIONES.
Gracias a la elaboración de este trabajo investigativo se ha podido llegar a
conocer un tema de gran importancia para la carrera de educación preescolar,
ya que nos permitirá como futuras docentes tener claros conceptos acerca de
la diversidad de información que existe con respecto al tema de las etapas del
dibujo en los niños en edad preescolar.
Se ha podido llegar a conocer aspectos como cuales son las principales etapas
del dibujo; las cuales son las siguientes: garabateo descontrolado, garabateo
controlado, garabateo con nombre y etapa pre-esquemática. En cada una de
ellas hemos podido llegar a analizar las diversas características que las
conforman, entendiendo de manera más específica y detenida las mismas.
Comprendimos por medio de ejemplos y teorías cual es la gran importancia
que posee la creatividad, el arte y la imaginación dentro del proceso educativo
y en el desarrollo de los niños.
De igual modo se analizaron diversos aspectos por medio de los cuales se
puede realizar un análisis básico acerca de los dibujos que son realizados por
niños en edad preescolar, información que nos permitirá poseer
conocimientos para aplicar en aula.
Se mostraron por medio de anexos diversos dibujos que fueron realizados por
niños de diversas edades, y pertenecientes a diversas etapas del dibujo. De los
mismos se realizó un breve análisis basado en las características estudiadas en
la elaboración del trabajo. De esta manera se explica la teoría mediante
diversos ejemplos prácticos y visuales.
INTRODUCCIÓN:
Para el niño el arte es un medio de expresión. Los niños son seres dinámicos;
el arte es para ellos un lenguaje de pensamiento. Un niño ve el mundo en
forma diferente y, a medida que crece, su expresión cambia. Cada dibujo
refleja los sentimientos, la capacidad intelectual, el desarrollo físico, la aptitud
perceptiva, el factor creador implícito, el gusto estético, e incluso el desarrollo
social del individuo. En los dibujos se perfilan todas las transformaciones que
sufre el niño a medida que crece y se desarrolla.
Rodrigo hizo los dibujos en la casa de su abuela, donde pasa gran parte del día
mientras sus padres trabajan. No estaba totalmente concentrado en los dibujos,
ya que al mismo tiempo estaba mirando la televisión.
Al solicitarle que dibujara una persona (dibujo A), Rodrigo graficó a su papá,
a su mamá, y al auto familiar. En cuanto al dibujo libre (dibujo B), realizó un
auto, una flor, a su papá y se dibujó a él mismo.
De acuerdo a los dibujos de Rodrigo podemos observar que se encuentra en
la etapa preesquemática, ya que en ésta la figura humana se dibuja
típicamente con un círculo por cabeza y dos líneas verticales que representan
las piernas. Esta representación se denomina "renacuajo" o "cabezón". Este
"renacuajo" se tornó más elaborado al incluirle Rodrigo el cuerpo en forma
de rectángulo.
Los autores indican que los objetos en el espacio tienden a estar en un orden
caprichoso durante esta etapa. El niño concibe el espacio como relacionado
con sí mismo y su propio cuerpo. Esto puede verificarse en la ubicación del
papá en el dibujo B, el que parece estar en el aire. Pero no observamos esta
característica en otros objetos, e incluso los consideramos bien distribuidos en
el espacio total de la hoja
A su vez podemos ver que el interés por las personas es la base de sus dibujos,
incluyéndolas también en su dibujo libre (madre y padre).
Como hizo Priscila, en esta etapa el niño comienza a dar nombre a sus
garabatos. Antes de esta etapa el niño se satisfacía con los movimientos que
ejecutaba, pero ahora comienza a conectar dichos movimientos con el mundo
que la rodea, y dibuja con una intención; indicando así el paso del
pensamiento kinestésico al pensamiento imaginativo. Esto puede verse en el
hecho de que Priscila dibujó con intención de realizar diferentes objetos, como
un equipo de música, por ejemplo.
Priscila distribuyó bien los trazos por toda la página en el dibujo B. Y
acompañó el dibujo con la descripción verbal de lo que hacía. A partir que el
niño asigna nombres a sus garabatos, como hace Priscila, se tiene una clave
definida para interpretar su pensamiento.
Como se ve en los dibujos hechos por ella, hay poca relación entre el color y
el objeto, ya que el niño ha comenzado a crear formas conscientemente y son
estas formas en sí las que le resultan importantes. Esto se puede ver en la
persona naranja y el tallo de la flor azul, o el televisor rojo.
En cuanto al espacio, a primera vista parecería que Micaela ubicó los objetos
de modo caprichoso. Sin embargo una observación más detenida nos
demuestra que concibe al espacio como aquello que la rodea, al graficar todos
los objetos que tenía a su alrededor. Es decir, los objetos aparecerán arriba,
abajo, uno junto a otro, en la forma que el niño los comprende. El espacio se
concibe como algo que está alrededor del niño. El niño de esta edad
comprende al espacio como relacionado primordialmente con sí mismo y su
propio cuerpo
Esta niña presentó una actitud inesperada para nosotras, ya que al darle las
hojas para que dibujase, agarró una hoja sola y la dividió en dos. Esta actitud
podría relacionarse con la costumbre que tiene en el colegio de hacer sus
dibujos y luego romperlos. Respecto a este tema, Vanesa no dice nada, no da
ninguna explicación; y nosotras no quisimos interrogarla puesto que sabemos
que está con tratamiento psicopedagógico en el colegio, y temimos
perjudicarla. Otro aspecto que nos llamó la atención es que no pintó la casa en
el dibujo B.
En ambos dibujos podemos observar que utilizó como línea de base el borde
inferior de la hoja. Este hecho podría indicar que Vanesa recién está
comenzando a utilizar la línea de base. Desde un punto de vista proyectivo,
indicaría inseguridad; ya que los individuos inseguros, que padecen de
sensaciones de inadaptación, suelen utilizar como línea de base este borde de
la hija. Se apoyan en esta parte de la página como si esto representara para
ellos una seguridad compensatoria.
El espacio entre la línea de base y la línea del cielo significa el aire para los
niños. También se verifica el uso de las líneas de base en la chimenea
dibujada perpendicular al techo de la casa. En este caso la línea del techo sirve
como línea de base.
Los autores mencionan que en esta etapa los niños utilizan óvalos, triángulos,
círculos, rectángulos o figuras irregulares, para el esquema del cuerpo humano
y toda clase de formas para las piernas, brazos y ropa. Esto lo vemos
claramente reflejado en los dibujos de las personas hechos por Vanesa.
Además cuenta con todas las partes esperables en el dibujo humano a esa
edad: ojos, nariz, boca, cuello y cabello. También incluyó símbolos diferentes
para los pies y dibujó los dedos de las manos. Incluso dibujó la ropa en lugar
del cuerpo.
Cristian realizó los dibujos en su casa, por iniciativa propia, lo que podría
significar que él necesitase del dibujo como medio de expresar sus
sentimientos. A pesar de todo el movimiento que había a su alrededor él no se
distrajo, estando muy concentrado en los dibujos.
En cuanto al esquema humano, vemos que falta el cuello y que no incluyó los
dedos de las manos. Lo que sí se verifica es la utilización de figuras
geométricas para el esquema del cuerpo.
En cuanto al color, Cristian estableció la relación entre el color y el objeto. Y
al diferenciar el color de la ropa, de las diversas partes del cuerpo, podría
indicar el comienzo de un esquema de color individual.
Por otro lado no usa sólo líneas geométricas, y cada parte del cuerpo tiene su
significado, aún cuando se la saque del conjunto.
En cuanto al color, podríamos decir que Brian todavía establece una rígida
relación color-objeto, sin haber refinado aún su sensibilidad visual para
apreciar la diferencia entre distintos matices de un mismo color.
CONCLUSIÓN:
Respecto a nuestro encuentro con los chicos, nos acercamos a ellos con la
duda acerca de si aceptarían dibujar para nosotras, siendo que no nos conocían
profundamente; pero nos sorprendió su absoluta disposición para dibujar.
Incluso algunos de ellos, como Cristian, se ofrecieron voluntariamente, sin
previo pedido nuestro.
Este hecho nos confirma una vez más la importancia que tiene para los niños
el dibujo como medio de expresión y comunicación.