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LOS TEJIDOS EPITELIALES

En este capítulo estudiaremos: F1. Etimología


F2. Concepto
F3. Histogénesis
F4. Clasificación
F5. Los tejidos epiteliales simples
F6. Los tejidos epiteliales estratificados
F7. Los tejidos epiteliales especiales: seudoestratificado y de
transición
F8. Los complejos de unión de los tejidos epiteliales
F9. El tejido epitelial glandular

F1. ETIMOLOGÍA

El término epithelium se origina en dos voces: epi que es sobre o alrededor y thele que es pe-
zón o mamila. El nombre se lo empleó por primera vez para designar a la membrana transpa-
rente que recubre los labios. El término pezón al que se refiere en el significado hace alusión a
los pequeños pezones, o papilas, o mamelones formados por el tejido conjuntivo subyacente y
ricos en capilares que se proyectan en la membrana epitelial de los labios, y que originan el
color rojo de los mismos, por cuanto la sangre en los capilares de las papilas es visible a través
del epitelio transparente.

Posteriormente, la denominación se extiende a todas las membranas que se encuentran por


fuera en el cuerpo, o por dentro en los órganos cilíndricos o cavitarios abiertos al exterior, y por
último a las partes de estas membranas que introducidas en los tejidos circundantes cons-
tituyen las formaciones glandulares, y que se les conoce como epitelio glandular.

F2. CONCEPTO
Al tejido epitelial se lo define así:

Son las membranas transparentes u opacas constituídas por una o varias hileras de
células, de igual o de diferente morfología, unidas entre si por un cemento intercelular o
complejos histológicos, y que sirven de cubierta exterior al cuerpo, de revestimiento
interior a los con-ductos y a las cavidades abiertas al exterior, y para la síntesis de
productos de secreción glandular.

Las membranas que revisten las cavidades corporales serosas se denominan mesotelios, mien-
tras que las que revisten las cavidades cardíacas, los vasos sanguíneos y las vías linfáticas se
denominan endotelios.

Se diferencian así, los términos de recubrimiento para las membranas o superficies externas y
de revestimiento para las membranas o superficies internas.

Dr. Gustavo Mora Venner


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Casi siempre, los epitelios y sus derivados están separados de los tejidos conectivos subya-
centes o circundantes, por una delgada capa de acelular, llamada membrana basal, com-
puesta por una lámina basal, derivada del epitelio y por una lámina reticular, derivada del
tejido conectivo (esta membrana será descrita con mayor detalle, al tratar de los tejidos
conectivos).

FB3. HISTOGENESIS

El tejido epitelial es uno de los cuatro tejidos básicos del organismo y deriva de las tres capas
germinales, ya que en su mayor parte se origina de la hoja externa (el ectodermo), en menor
proporción de la hoja interna (el endodermo) del embrión, y solo una pequeña parte (algo de
los epitelios urogenitales y de las glándulas suprarrenales), es de origen mesodérmico.

F4. CLASIFICACIÓN
Al tejido epitelial se lo puede clasificar tomando en cuenta cuatro criterios:

 Según el número de hileras celulares;


 Según la forma de las células;
 Según la combinación de los dos criterios anteriores; y,
 Según la función que desempeña el epitelio.

Fig. B-1. Dibujo esquemático de los cuatro tipos de epitelio


simple.

FB4.1. Según el NÚMERO DE LAS HILERAS CELULARES que los forman, ellos son: simples y compues-
tos, o más comúnmente conocidos como estratificados, y formados los primeros por una sola
hilera de células, y los estratificados por varias hileras de células.

F4.2. Un segundo criterio se basa en la FORMA DE LAS CÉLULAS, y según éste, los epitelios son:
planos, cúbicos o cilíndricos, cuyas denominaciones determinan la forma de las células que
constituyen a cada uno de ellos.
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F4.3. Si combinamos los DOS CRITERIOS ANTERIORES de clasificación, tendremos una tercera for-ma
de clasificarlos en: planos simples o compuestos (o estratificados), cúbicos simples o com-
puestos (o estratificados), y cilíndricos simples o compuestos (o estratificados) (figuras B-1 y
figura B-2 A, B y C).

Para el epitelio plano estratificado (o compuesto), este tipo de nombre no es tan adecuado en
cuanto a su denominación, ya que solo las capas superficiales de las células son planas y, las
otras son cúbicas, cilíndricas o poliédricas.

El epitelio plano estratificado puede ser queratinizado, no queratinizado o incluso paraquerati-


nizado (figura B-2 F).

Aparte de los mencionados hasta aquí, existen dos tipos especiales de epitelios que son: el
seudoestratificado y el epitelio de transición.

El EPITELIO SEUDOESTRATIFICADO presenta una sola hilera de células, pero de diferente altura, lo que
hace que a la observación microscópica presente núcleos en varias hileras. Este tipo de epitelio
puede presentar o no cilios (fig. B1, abajo derecha y fig. B-2 D).

Se denomina EPITELIO DE TRANSICIÓN al epitelio estratificado de las vías urinarias, su superficie libre
se caracteriza por contener grandes células en forma de cúpula. Las hileras de células de este
epitelio varían en número según los diferentes estados de ocupación que presente el órgano al
cual revisten, ya que cuando aquél está vacío el epitelio será más alto y por tanto mostrará
mayor número de hileras celulares, en tanto que, al distenderse, el epitelio baja de espesor y
presentará un menor número de estratos celulares, tal y como sucede con la vejiga urinaria
(figura B-2 E).

FB4.4. Otro criterio de clasificación, se basa en la FUNCIÓN que desempeñan los epitelios, y se-
gún ésta, ellos se clasifican en epitelios de protección, en epitelios de revestimiento, en epite-
lios absorbentes, en epitelios secretorios y en epitelios glandulares.

A continuación describiremos brevemente la estructura, ubicación y función de cada una de


estas variedades de epitelios.

F5. LOS TEJIDOS EPITELIALES SIMPLES

Recuérdese que son: plano simple, cúbico simple y cilíndrico simple.

F5.1. El tejido PLANO SIMPLE (fig. B-1 A; fig. B-2, arriba izquierda; y fig. B-3), está constituido por
la unión de células planas, adheridas unas a otras por una sustancia cementosa intercelular.
Siempre presentan en sus bordes libres, prominencias o escotaduras que se acoplan con las
células vecinas a fin de formar una membrana homogénea. Las células de este epitelio son
planas, achatadas; el núcleo es oval y aplanado y se encuentra en el centro de la célula. Vistas
de perfil, las células suelen adoptar una forma ahusada, es decir, más delgadas en los extre-
mos que en la porción central, que contiene al núcleo.

Este epitelio lo encontramos en los cortes de las íntimas de las estructuras histológicas (capi-
lares formando los endotelios, alvéolos pulmonares, los glomérulos renales, etc.), y por lo
mismo, cumple funciones vitales importantes (tal como sucede con la filtración y diálisis, la
hematosis, etc.).

Forman parte de este epitelio también, las membranas mesoteliales que revisten las cavidades
internas (pleura, peritoneo, meninges, etc.), así como las membranas serosas de los órganos.
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La figura B-3 muestra un tejido ejemplo, donde se aprecia entre otras cosas, tejido plano sim-
ple, como parte de los vasos sanguíneos (endotelio).

Fig. B-2: Gráficos que ilustran en blanco y negro los distintos tipos de
epitelios.

F5.2. Visto en un corte transversal, las células del tejido CÚBICO SIMPLE (fig. B-1, fig. B-2 B, arriba
derecha y fig. B-4), son casi cuadradas, con su núcleo esférico y el cual está ubicado en el
centro. Se lo encuentra en el ovario, en muchos conductos excretores de glándulas, en parte
del árbol bronquial, en las vías espermáticas (solo en pequeñas partes) y su función es exclu-
sivamente de revestimiento.

F5.3. El tejido CILÍNDRICO SIMPLE (fig. B-1 abajo izquierda, fig. B-2 B, y fig. B-5), es más fre-cuente
que el anterior, está constituído por células más altas que anchas (son columnares) en una sola
hilera; por lo general, los núcleos son ovalados y se ubican aproximadamente a la misma
altura, más cerca de la base de las células.
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Al tejido se lo encuentra en casi todo el tubo digestivo (desde el cardias hasta el ano) y es el
epitelio secretor, característico de las glándulas. Se lo encuentra también en los conductos
glandulares anchos, en las vías urinarias y en árbol bronquial. Sus células son secretoras y ab-
sorbentes en muchos de los sitios de distribución como en el intestino delgado; las células se-
cretoras son conocidas con el nombre de caliciformes, ya que producen moco para la protec-
ción del epitelio, en tanto que las absorbentes, presentan en la superficie libre el llamado «ri-
bete estriado», que está compuesto por minúsculas prominencias denominadas microvelloci-
dades, que son prominencias del citoplasma, recubiertas con una membrana celular, con 80 a
100 milimicras de diámetro y media micra de longitud, y su finalidad es aumentar la superficie
absorbente.

Fig. B-3. Fotomicrografía de epitelio plano simple de uno de los


conductos semi-circulares membranosos del oído interno.

De manera especial, las células del epitelio cilíndrico simple se mantienen unidas debido a la
presencia de los llamados complejos de unión, que no son exclusivos de este tipo de tejido,
sino de todos los epitelios (excepto el glandular), y de los cuales hablaremos más adelante.

Fig. B-4. Fotomicrografía de epitelio cúbico Fig. B-5. Fotomicrografía de epitelio cilíndrico
simple de los folículos de la glándula tiroides. simple de la pars pilórica del estómago.
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F6. LOS TEJIDOS EPITELIALES ESTRATIFICADOS


A este grupo pertenecen fundamentalmente dos clases de epitelios: los planos o pavimentosos
estratificados con queratina y sin queratina. Pero existen también el cúbico estratificado y el
cilíndrico estratificado, conforme se describió antes. Recordemos que estos epitelios se carac-
terizan porque presentan varias capas de células (fig. B-6).

F6.1. El epitelio PLANO ESTRATIFICADO SIN QUERATINA (fig. B-2 F y fig. B-7), es una capa gruesa de
epitelio, que consta de varias hileras de células de diferente morfología y que de adentro
afuera son: una basal, generatriz o germinativa de células cilíndricas altas, dos o más hileras
intermedias de células cúbicas y después una de células poliédricas, para terminar con un ter-
cer estrato de algunas hileras de células planas.

Las células cilíndricas altas del estrato basal muestran nú-


cleos con abundante cromatina y mitosis para la repro-
ducción de los estratos superiores. Las células del tercer
estrato son células planas, nucleadas, y presentan algu-
nos gránulos de queratohialina.

Estas membranas las encontramos en superficies húme-


das sometidas a agresiones (como son la boca, el esófa-
go, la vagina, entre otras) y la humedad que presentan
provienen de glándulas ubicadas por debajo del epitelio,
cuyos conductos se abren paso a la superficie entre las
varias hileras de las células, por lo que su función es úni-
Fig. B-6. Epitelio plano camente de protección, contra las agresiones de todo or-
estratificado. den, a las que están sometidas estas superficies húmedas.

F6.2. El epitelio PLANO ESTRATIFICADO CÓRNEO O CON QUERATI-NA


presenta una estructura histológica muy similar al
anterior, ya que se observa una capa basal, generatriz o
germinativa de células cilíndricas, una intermedia de cé-
lulas poliédricas y un estrato superficial de dos capas de
células planas. La única diferencia entre los epitelios, es
la presencia en la segunda capa de células superficiales,
el que éstas son planas, anucleadas y llenas de una pro-
teína, llamada QUERATINA.

Las células cilíndricas de la capa basal presenta el lla-


mado velo celular (ver ésto, más adelante en los com-
plejos de unión de los epitelios –F8).

Las células poliédricas de la capa intermedia presentan


las llamadas tonofibrillas o tonofilamentos, que son con-
densaciones de material fibrilar del velo celular (en la
capa basal), junto con ribosomas libres, que parecen in-
tervenir en la secreción de este material fibrilar. Los Fig. B-7. Fotomicrografía de epitelio
pla-no estratificado no
tonofilamentos que a veces son muy gruesos (son sus-
queratinizado de esó-fago.
ceptibles de ser observados con microscopio de luz (ML)),
se unen a desmosomas, dando la apariencia de pasar de
una célula a otra y fueron descritos por Malpighi, por lo que a este estrato, él lo llamó
«espinoso» (actualmente se lo conoce como estrato espinoso o de Malpighi).

El último estrato (el más superficial), es de células achatadas escamosas (que son las que
confieren el nombre al epitelio) y éstas se disponen en dos capas: una capa interna, con célu-
las nucleadas y una capa externa con células anucleadas. Las células con núcleos presentan
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depósitos de pequeños gránulos (coloreables de azul con la hematoxilina), llamados de quera-


tohialina y que son precursores de la queratina. Por la presencia de estos gránulos, a este es-
trato se lo llama también estrato «granular». En la capa externa, las células no presentan ni
núcleos ni gránulos y se agrupan formando grandes conglomerados de células prácticamente
muertas y llenas de queratina, la cual brinda a esta capa y al epitelio de las que ella forma
parte sus peculiares características, que son la impermeabilidad al agua, la de constituirse en
una barrera contra las agresiones microbianas, y las de la naturaleza (entre las que están físi-
cas: calor, frío, etc., químicas: ácidos y álcalis no muy fuertes, tóxicas: venenos, traumáticas:
de cualquier tipo, etc.), y el de impedir la evaporación de los líquidos orgánicos que se en-
cuentran por debajo de la capa.

Este tipo de epitelio se ubica en las superficies secas sometidas a agresiones, lo cual consti-
tuye la parte externa del cuerpo (la epidermis). En la piel gruesa, hay un aumento considerable
de las capas queratinizadas superficiales, por lo que este epitelio presenta mayor resistencia,
como sucede en las palmas de las manos y en las plantas de los pies.

La QUERATINA es una sustancia de naturaleza proteica, fibrosa y correosa, muy resistente a


las agresiones y a todo tipo de cambio en el medio ambiente. Parece ser sintetizada por los ri-
bosomas libres o por el retículo endoplasmático de superficie rugosa de las células de la capa
interna del estrato superior de la piel. Otos componentes celulares contribuyen a la secreción
de otros compuestos que la transforman en queratina.

F6.3. Tanto el EPITELIO CÚBICO ESTRATIFICADO como el cilíndrico estratificado se presentan con poca
frecuencia. Hay epitelio cúbico en dos capas en los conductos de excreción de las glándulas
sudoríparas.

F6.4. El EPITELIO CILÍNDRICO ESTRATIFICADO en sus capas más profundas, se asemeja al plano es-
tratificado, pero las células superficiales tienen forma cilíndrica; se lo encuentra en los con-
ductos excretores de ciertas glándulas de gran tamaño (fig. B-8).

Fig. B-8. Epitelio cilíndrico estratificado de un conducto excretor


interlo-bulillar de la glándula submaxilar.
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F7. LOS TEJIDOS EPITELIALES ESPECIALES: SEUDOESTRATIFICADO Y DE TRANSICIÓN

F7.1. El TEJIDO EPITELIAL SEUDOESTRATIFICADO (algunos autores lo llaman epitelio cilíndrico seu-
doestatificado), es un epitelio simple especial, de una sola hilera de células, que descansa so-
bre una membrana basal, pero con la particularidad de que aquellas tienen diferentes dimen-
siones (cilíndricas y afinadas), y no todas llegan a la superficie, dando al corte, el aspecto de un
epitelio de varias hileras de células (fig. B-1), razón por la cual tiene esta denominación.

En ambos tipos celulares, al núcleo se lo encuentra en la


parte más ancha, por lo que a éstos se los observa en
diferentes niveles.

Como entre las células más altas, se pueden alternar al-


gunas células caliciformes, el epitelio es también secre-
torio de moco para la protección.

Algunos epitelios de esta variedad presentan en sus cé-


lulas más altas cilios vibrátiles (fig. B-2 D y fig. B-9), en
cuyo caso, la actividad de ellos consiste en la moviliza-
ción o de cuerpos extraños o de ciertos elementos orgá-
nicos, como sucede en las trompas de Falopio con la mi-
gración del óvulo, al que lo ayudan.

Al epitelio seudoestratificado lo encontramos también en


Fig. B-9. Epitelio cilíndrico
las vías aéreas (tráquea y bronquios), en las vías esper- seudoestratifi-icado de la mucosa
máticas, en parte de las vías biliares, en los grandes de la tráquea. La su-perficie luminar
conductos de excreción de muchas glándulas y en otos muestra cilios
lugares.

F7.2. El EPITELIO DE TRANSICIÓN (fig. B-2 E y fig. B-10), es también una variedad especial entre los
tejidos estratificados, ya que siempre presenta más de dos hileras de células, las que son muy
parecidas a las que presentan los epitelios planos estratificados; por lo mismo, se encuentra en
este epitelio, una capa basal de células cilíndricas,
después una o más capas de células cúbicas o
poliédricas, y finalmente una capa superficial de células
planas.

Lo especial de este tipo de epitelio, es que presenta,


como ya antes se ma-
nifestó, diferentes as-
pectos, según el esta-
do el órgano en el cual
Fig. B-10. Epitelio de se en-cuentran, esté dilatado o
transición. lleno, o bien se halle replegado
o va-cío, por lo que generalmente varía el número de hileras
celu-lares, ya que en el primer caso, es bajo, con dos o tres
hile-ras celulares y en el segundo caso es alto, con más de
cinco hileras celulares. Todas las células epiteliales están
capacitadas, en cierto grado, para acomodarse a las
variaciones de la superficie epitelial.

El epitelio de transición se encuenta solo en las vías urinarias


excretoras (fig. B-11), por lo que es típico de este lugar y por Fig. B-11. Fotomicrografía de
lo que a menudo se le denomina urotelio. Su función es exclu- epi-telio de transición de una
sivamente de protección. vejiga u-rinaria contraída.

El siguiente es un RESUMEN de los tejidos epiteliales:


TIPO FORMA DE LA SUPERFICIE EJEMPLOS
CELULAR
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Plano
SIMPLE
Aplanado Revestimiento de las paredes de los
vasos sanguí-neos y de las vías
linfáticas (endotelio), de las cavida-des
pleural y abdominal (mesotelio).
Cúbico Cúbica Revestimiento de los conductos de la
mayoría de las glándulas.
Cilíndrico Cilíndrica Revestimiento de gran parte del tracto
digestivo, de la vesícula biliar.
Seudoestratificado* Células con variadas Revestimiento de a cavidad nasal, de
dimensiones, solo algunas la tráquea de los bronquios, del
células cilíndricas lle-gan a epidídimo.
la superficie; las
superficiales suelen
mostrar cilios.
Plano no queratina- Aplanada (con núcleos) Revestimiento de la boca, del esófago,
ESTRATIFICADO

zado de la vagina.
Plano queratinizado Aplanada (sin núcleos) y Revestimiento de la piel.
queratina
Cúbico Cúbica Revestimiento de los conductos de las
glándulas su-doríparas.
Cilíndrico Cilíndrica Conjuntiva del ojo; revestimiento de
algunos conduc-tos excretores
grandes.
De transición (uro- Grandes células con forma Revestimiento de los cálices renales,
telio) de cúpu-la cuando la de la pelvis re-nal, del uréter, de la
vejiga está vacía; apla- vejiga, de la porción proximal de la
nada cuando la vejiga está uretra.
distendi-da.

* En ocasiones es llamado cilíndrico seudoestratificado

F8. LOS COMPLEJOS DE UNIÓN DE LOS TEJIDOS EPITELIALES


Las membranas de las superficies laterales de las células (especialmente entre las células epi-
teliales cilíndricas), de los diferentes estratos celulares, tanto en los epitelios simples como en
los estratificados, se encuentran adheridos mediante diversos sistemas especializados, conoci-
dos con el nombre de complejos de unión, los cuales solamente han podido ser observados y
descritos por el uso del microscopio electrónico (ME).

Existen algunos tipos de complejos de unión, de los cuales, los más importantes son tres, que
de la superficie al interior se denominan: zónula ocluyente o de unión estrecha, zónula ad-
herens y desmosomas (fig. B-12). La denominación de zónula se debe a que la zona yuxtalu-
minal de la fusión de las membranas, se extiende como un cinto, alrededor de toda la célula.
Otros tipos de complejos de unión son los hemidesmosomas, los nexos.

Pero las células presentan también los denominados apéndices, entre los que vale la pena
mencionar: al velo celular, a los cilios vibrátiles y a los pies basales.

F8.1. Las ZÓNULAS OCLUYENTES o ZONULAE OCCLUDENS o de unión estrecha, se encuentran inme-
diatamente por debajo de la superficie libre del epitelio, donde la capa externa de las membra-
nas de dos células vecinas se acercan hasta aparentemente fusionarse (fig. B-13, arriba a la iz-
quierda y fig. B-14 d). En realidad y a gran aumento, se observa que las membranas solo están
en contacto entre si a lo largo de una serie de puntos, donde las dos láminas externas de cada
membrana se distinguen como una única línea y realmente parecen fusionanarse.

Vistas al microscopio, estas zónulas tienen el aspecto de una línea mucho más gruesa, a la cual
siguen zonas claras y finas, que representan los espacios libres de las membranas celulares
entre dos láminas (externa, ya fusionada, e interna, que se conserva independiente). Luego se
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observa otra línea obscura, correspondiente a la lámina interna y finalmente por dentro de
éstas el citoplasma celular.

Se cree, que la unión entre las membranas celulares, se debe a una proteína integral de mem-
brana, llamada ocludina, que interviene en la formación de los puntos ocluyentes.

Este tipo de contacto adquiere importancia en los epitelios de transporte (por ejemplo, en el
intestino delgado), donde el pasaje transcelular de la capa del epitelio permite la selección del
tipo de sustancias transportadas.

Fig. B-12. Gráfico que demuestra los tres principales complejos de unión,
especialmente de las células epiteliales cilíndricas.
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F8.2. Las ZÓNULAS ADHERENS o ZONULAE ADHERENTES (fig. B-12, arriba derecha y fig. B-13 e), son más
interiores (están más abajo) que las occludens. Con estos complejos las membranas parecen
divergir, pese a que si se unen, aunque sin llegar a fusionarse, ya que entre ellas hay un
espacio de unos 200  de espesor y lleno de un material homogéneo de baja densidad homo-
génea.

Fig. B-13. Dibujos esquemáticos de los complejos de unión por debajo de la superficie libre
de células epiteliales cilíndricas (como se encuentran, por ejemplo, en el intestino
delgado). a muestra las rela-ciones entre las células, como se ven al microscopio óptico y
b como se ven al microscopio electrónico. c ilustra los detalles con mayor aumento al
microscopio electrónico. d, e y f son los cortes transversales de la zónula occludents, de la
zónula adherens y de los desmosomas, respectivamente). Nótese que u-na zónula se
presenta en forma de anillo alrededor de toda la periferia de la célula, mientras que el des-
mosoma es un contacto localizado.

Investigaciones han demostrado que en las placas de las zonulae adherentes, el plasmalema
contiene moléculas de proteínas transmembranas llamadas cadhaerinas (fig. B-14), que en
parte se fija a la cara citoplasmática de la membrana y en parte se une en la hendidura
intercelular a moléculas de cadhaerina correspondientes a la membrana celular de la célula
vecina.

La eliminación de iones de calcio del medio extracelular induce a la separación de la zónula


adherens, como consecuencia de la dependencia de los iones de calcio de las moléculas de las
proteínas.

F8.3. Los DESMOSOMAS o MÁCULAS ADHERENTES (fig. B12, abajo derecha), son complejos de unión,
que se encuentran más abajo que el último, y a diferencia de los dos anteriores que forman
una especie de cinturones que rodean a toda la célula, son pequeñas porciones de unión entre
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dos células vecinas, que tampoco llegan a fusionarse, sino que simplemente se unen, mediante
un material de baja densidad electrónica.

Los desmosomas son especialmente comunes, en los


epitelios expuestos a fuertes acciones mecánicas, como
sucede con el epitelio plano estratificado de la epidermis
y el epitelio cilíndrico simple del intestino.

Estructuralmente, se observa que están formados por las


dos membranas opuestas de los desmosomas, separadas
por un espacio intercelular de unos 20 nm de ancho. Las
membranas celulares presentan el espesor habitual, pero
sobre la cara citoplasmática de cada membrana celular
se observa un material electrodenso en forma de placa.

Diversas proteínas (desmogleina, desmocolina, llamadas


en forma genérica, integrinas) (fig. B-15), intervienen en
la ultraestructura de los desmosomas. Los filamentos no
finalizan en la placa densa, sino que entran en contacto
con ella, formando un lazo en orquilla en la capa densa y
vuelven al citoplasma, alejándose del desmosoma.
Fig. B-14. Dibujo esquemático de
una zó-nula adherens.
F8.4. Existen también los que se han denominado hemi-
desmosomas (fig. B-12, abajo izquierda), que se componen de solo la mitad de un
desmosoma y que también pertenecen al grupo de contactos de anclaje entre las células. Solo
se encuentran sobre la superficie basal de las células epiteliales, donde no hacen contacto con
las células adyacentes, sino que limitan con la sustancia extracelular del tejido conectivo, al
cual fijan al tejido epitelial.

F8.5. La ciencia ha demostrado, que a más de los tres


complejos de unión descritos, existen otros (como los
nexos), que también intervienen en la unión de las
membranas epiteliales. Es un contacto intercelular ex-
tendido que se encuentra sobre las superficies laterales
de las células epiteliales. El espacio intercelular entre los
nexos es de 2 nm y la hendidura se mantiene constante
en el ancho a lo largo de toda la zona de contacto. Al
igual que los demás complejos de unión, los nexos
muestran la presencia de otro tipo de proteínas existen-
tes a ese nivel, son las conexinas, que también funcionan
ayudadas con calcio.

Se encuentran nexos en casi todos los tipos celulares,


pero son especialmente numerosos en los tejidos que re-
Fig. B-15. Dibujo esquemático de quieren comunicación muy rápida entre las células que los
un desmosoma. componen.

F8.6. El VELO CELULAR son las condensaciones, que dentro de las células actúan como soporte o
esqueleto de ellas. El velo celular muestra diferencias en su presentación, pues se condensa
más en el borde libre de las células, formando el «velo terminal», que se observa especial-
mente, donde hay microvellocidades o cilios vibrátiles.

F8.7. Los cilios vibrátiles o fimbrias son verdaderos apéndices de algunas células cilíndricas
altas y se encuentran en un número aproximado de 270 en la superficie libre de cada célula.
Son prolongaciones móviles, que mediante movimientos oscilatorios activos, son capaces de
movilizar líquidos o una capa mucosa encima de la superficie del epitelio en el que se encuen-
tran.
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Cada cilio es una estructura aislada, que como un árbol implantado en el suelo, una parte del
mismo está incrustado en el interior del citoplasma, y la parte libre fuera de la célula, está cu-
bierta por una membrana celular. Cada cilio mide en promedio, unas 10 μ de largo y unas 0,2 μ
de diámetro, por lo que son capaces de ser observadas con el MO, aunque su verdadero as-
pecto se evidencia con el ME.

Los cilios se asemejan mucho al


centríolo, ya que contienen un
complejo juego interno de mi-
crotúbulos longitudinales deno-
minado axonema. En cortes
transversales se ve que éste se
compone de dos túbulos indivi-
duales rodeados por un anillo de
nueve túbulos dobles dispuestos
en forma regular (lo que se co-
noce como estructura “9” + “2”)
(fig. B-16). La base de cada cilio
presenta un pequeño grano, lla-
mado cuerpo basal o corpúsculo
basal, el cual presenta la misma
estructura del axonema, solo que
Fig. B-16. Dibujo esquemático de un corte transversal a
través del a-xonema de un cilio.
en lugar de túbulos dobles, éstos
son nueve microtúbulos triples,
que forman la pared de un cilindro hueco (fig. B-17). Desde el cuerpo basal se extienden pe-
queños filamentos “raíces”, hacia el citoplasma apical. El axonema de los microtúbulos trans-
curre desde el extremo superior del cilio hasta la base,
donde los nueve túbulos dobles periféricos se continúan
con la pared del cuerpo basal.

No existe relación entre los microtúbulos dobles centrales


y los periféricos en los cilios (fig. B-16), ya que mientras
los dos microtúbulos centrales se corresponden exacta-
mente con los microtúbulos citoplasmáticos, los periféri-
cos no lo hacen. De hecho, hay dos tipos de túbulos peri-
féricos; hay un túbulo circular completo llamado túbulo A
y uno incompleto en forma de C, llamado túbulo B, ad-
herido al A. en conjunto forman una figura de ocho (8) al
corte transversal. El túbulo A presenta una pared com-
pleta, compuesta por 13 protofilamentos, mientas que el
túbulo B solo contiene 10 protofilamentos y comparte tres
con el túbulo A. Desde el túbulo A se extienden dos hileras
de brazos cortos, uno externo y otro interno en dirección al
próximo túbulo doble. Los brazos están compuestos por la
proteína motora dinéina ciliar, que se ubica a lo largo del
túbulo doble a intervalos de unos 20 nm. Desde los túbulos
A, se extienden, además, hacia los dos túbulos centrales
unos ejes radiales, donde se fijan a una vaina que rodea a
los microtúbulos centrales. Los túbulos dobles externos
están también relacionados entre si a través de piezas de
unión de nexina.

F8.8. Un grupo de filamentos muy finos se disponen en


forma de cono, y se extienden desde el corpúsculo basal
hacia el citoplasma en la dirección de los movimientos del
cilio, es lo que se denomina PIE BASAL, el que parece servir Fig. B-17. Dibujo esquemático que
de apoyo, para la firmeza de los movimientos vibrátiles del en tres dimensiones, muestra la
cilio. confor-mación ultraestructural de
un cilio y el correspondiente
F9. EL TEJIDO EPITELIAL GLANDULAR
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Dr. Gustavo Mora Venner

Es un tipo especializado de tejido epitelial, cuyas células dedican toda su actividad a la elabo-
ración de secreciones. Morfológicamente, constituyen órganos especiales llamados GLÁNDU-
LAS, que son células o acúmulos de células, cuya función es la secreción y que se encuentran
distribuídas por todo el organismo, a fin de suplir, las necesidades, que de secreciones tienen
sus estructuras.

Secuencialmente, estudiaremos de las glándulas: su estructura, su origen y etimología, su


clasificación, la regeneración del epitelio secretorio y el control nervioso de su secreción.

F9.1. ESTRUCTURA. Este tejido está casi exclusivamente constituído por células. En las glán-
dulas exócrinas, cuyos productos se vierten al exterior o hacia distintas cavidades, la estructu-
ra encierra dos partes: la una que incluye a solamente células secretorias, donde se producen
o secretan las distintas sustancias, y la otra que incluye a las células de revestimiento o no se-
cretoras, que es la parte que se dedica solamente a conducir los productos de secreción hacia
afuera de la glándula. La primera porción se denomina ADENÓMERO, UNIDAD SECRETORA o
TERMINAL SECRETORA (Geneser), la segunda porción se denomina CONDUCTO EXCRETOR. En
las glándulas endócrinas y dado que las secreciones no salen al exterior ni a ninguna cavidad,
ya que se vierten directamente en los capilares sanguíneos, las glándulas están formadas
exclusivamente por adenómeros o unidades secretoras y no presentan conductos secretores
(parte inferior de la Fig. F-18).

Las células secretoras de las glándulas exócrinas reciben el nombre de PARÉNQUIMA y están se-
paradas del tejido conectivo circundante y de los elementos vasculares, por un armazón tam-
bién de tejido conectivo (generalmente una cápsula o envoltura), a partir de la cual entran ta-
biques, de tejido conectivo (el armazón y tabiques reciben el nombre de ESTROMA), que dividen o
separan a la glándula en compartimentos llamados LÓBULOS (éstos se subdividen en
estructuras más pequeñas llamadas lobulillos, debido a la presencia de tabiques más pequeños
que los anteriores; usualmente, en el espesor de tales tabiques corren arterias, venas, filetes
nerviosos y algunos segmentos de los conductos excretores de tales glándulas) y una mem-
brana basal (al hablar de sistemas y aparatos, se empleará con más frecuencia, las palabras
parénquima y estroma).

De acuerdo a la manera como se disponen los adenómeros en las glándulas endócrinas


tenemos glándulas acordonadas, cuyas células se disponen en hileras o cordones rectos o
irregulares separados por capilares entre sí, se puede ver en los islotes del páncreas. En otras
las células se disponen como racimos rodeadas de capilares, como se ve en las células
intersticiales del testículo. Otras se disponen formando una estructura redonda con luz central
a manera de saco, se les denomina folículos. Se pueden ver en la tiroides. No está bien
determinada la presencia de una membrana basal en los epitelios glandulares endócrinos.

Las células de las unidades secretorias de las glándulas exócrinas son de dos clases: cilíndricas
y cúbicas, que más bien adoptan la forma de una pirámide truncada y que se mantienen
unidas por los mismos complejos de unión de los epitelios. Entre las células de las unidades
secretorias de estas glándulas (como en las salivales y en los acinos pancreáticos), hay
intercaladas, de trecho en trecho, unas células especiales llamadas CÉLULAS EN CANASTA, CÉLULAS EN
CESTA o CÉLULAS EN CESTA DE BOLL, o CÉLULAS MIOEPITELIALES (Fig. F-19); son células mioides, derivadas del
ectodermo, que comparten la lámina basal del parénquima glandular; se caracterizan por
contener abundante fosfatasa alcalina Estas células presentan largas prolongaciones que
rodean a los acinos secretores y a través de ocasionales contracciones (en sus citoplasmas se
ha identificado una proteína de tipo contráctil parecida a las de las células musculares),
contribuyen a la liberación del producto de secreción en el sistema de conductos. Las células
de la unidad secretora de las glándulas endócrinas tienen formas piramidales o poliédricas. Los
conductos de las glándulas exócrinas (de las sudoríparas, por ejemplo), se componen de un
epitelio cúbico estratificado, cuyas células son más pequeñas que las correspondientes células
de las unidades secretoras (de hecho, en los cortes histológicos, los conductos siempre son
más obscuros que las unidades secretoras).

F9.2. ORIGEN. El origen de las glándulas está en el mismo tejido epitelial , sea del exterior, o del
interior (en algunos casos proceden del ectodermo, como las glándulas de la tráquea y de los
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bronquios, en otros, del mesodermo, como sucede con las glándulas del útero y de la vagina, y
en otros casos proceden del endodermo, siendo ejemplos de ello el hígado y el páncreas), el
cual y en un momento dado del desarrollo, invade el tejido conjuntivo que se encuentra por
debajo o por encima, formando cordones celulares, que luego, en el fondo de este tejido,
forman una especie de divertículos, que posteriormente serán las unidades secretorias o
acinos, en tanto que el resto del cordón, continuará simplemente como células epiteliales y
constituirá el conducto glandular, cuando éste deba formarse, como sucede con las glándulas
exócrinas (Fig. F-18).

Fig. F-18. Esquema que demuestra el desarrollo de las glándulas exócrinas y


endócrinas.

En otras ocasiones, y en el interior del conjuntivo, los cordones epiteliales forman los acúmulos
celulares y luego entre ellos se forman los capilares sanguíneos. Las células se especializan en
la actividad secretoria y están constituídas en unidades secretorias, no se abren a ninguna
cavidad ni al exterior, ya que el cordón celular que las une con esta parte, desaparece con el
tiempo, y ellas vierten sus secreciones, directamente por medio de los capilares, a la
circulación sanguínea, como sucede con las glándulas endócrinas (Fig. F-18).
F9.3. ETIMOLOGÍA. Etimológicamente, los términos de exócrinas o endócrinas proceden de las
voces griegas “exo” y “endo”, que significan hacia fuera o hacia adentro respectivamente, y de
la voz, así mismo griega “krino”, que significa: yo secreto, yo separo, según las glándulas sean
de una de las dos variedades que hemos visto en el origen.
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F9.4. CLASIFICACIÓN. Hay muchos criterios que sirven de base para hacer la clasificación de las
glándulas y esos criterios, con exclusividad, se refieren a las glándulas exócrinas; la mayoría de
autores está de acuerdo en que aquellas pueden clasificarse de acuerdo:

Fig. F-19. Corte histológico de una glándula sudorípara


écrina; se evidencia: la porción secretora (s); los conductos
(D); las células mioepiteliales (MC); células adiposas (AC) y
numerosos y pequeños vasos sanguíneos cercanos a la

 A su morfología de las unidades secretorias;


 Al número de células que forman las unidades secretorias;
 Al número de unidades secretorias que terminan en el conducto glandular;
 A la forma o manera de emitir las secreciones;
 Al tipo de secreción que ellas producen; y,
 Al lugar hacia donde ellas vierten sus secreciones.

F9.4.1. En relación con la MORFOLOGÍA de las unidades secretoras, las glándulas pueden ser de
tres tipos: tubulares, acinosas o alveolares y túbuloacinosas o túbuloalveolares.

Una glándula es TUBULAR cuando la unidad secretora y el conducto secretor forma un solo tubo.
Una glándula es ACINOSA o ALVEOLAR cuando la unidad secretora forma una cavidad más o menos
esférica en forma de un acino o de un alveolo, cuyo diámetro es lógicamente superior al del
conducto secretor; aunque en el pasado se estableció cierta distinción entre acinos y al-véolos,
en la actualidad, suelen llamarse a todas las formaciones glandulares alvéolos, excepto a las
del páncreas, que por costumbre todavía se las denominan acinos. Y, una glándula es
TUBULOACINOSA o TUBULOALVEOLAR cuando se combinan los dos tipos anteriores (Fig. F-20).

F9.4.2. Según el NÚMERO DE CÉLULAS QUE CONFORMAN LAS GLÁNDULAS, éstas pueden ser unicelu-lares o
multicelulares.
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Una GLÁNDULA UNICELULAR se compone de una sola célula secretora. En los mamíferos, el único
ejemplo de glándula unicelular epitelial es la denominada CÉLULA CALICIFORME, que se encuentra en
el epitelio de muchas membranas mucosas. Las células caliciformes secretan mucina, que es
una glucoproteína compuesta por alrededor de 75 % de hidratos de carbono y 25 % de
proteína. Al captar agua, la mucina se transforma en mucus.

Fig. F-20. Clasificación de las glándulas exócrinas de acuerdo a su


morfología.

Este tipo de células tienen este nombre, por cuanto justamente tienen la forma de un cáliz; en
ellas, la porción apical aparece distendida por las gotas de mucina acumuladas (aparecen lle-
nas de los productos de secreción), mientas que el núcleo se encuentra en la zona basal, más
angosta de las células (Fig. F-21).

Fig. F-21. Dibujos esquemáticos de las características al ME


de las células caliciformes.

La GLÁNDULA MULTICELULAR más simple se denomina superficie epitelial secretora, puesto que se
compone de una capa epitelial de células secretoras del mismo tipo, constituyendo un ejemplo,
el epitelio superficial del estómago.
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F9.4.3. Por el NÚMERO DE UNIDADES SECRETORIAS que terminan en el conducto glandular, las
glándulas son simples y compuestas.

Una glándula es SIMPLE cuando cada unidad secretora emite sus productos por un solo conducto
glandular. Una glándula es COMPUESTA cuando por un mismo conducto vierten sus secreciones
varias unidades secretoras. Ham dice que una glándula es simple cuando tiene un conducto
que no se ramifica, y es compuesta, cuando el conducto se ramifica (Fig. F-22).

Fig. F-22. Clasificación de las glándulas exócrinas de acuerdo al número de acinos


glandulares y a la forma del conducto excretor.

Las porciones secretoras de las glándulas simples pueden a su vez, ser contorneadas o rami-
ficadas; el sistema de conductos de las glándulas compuestas también puede ser ramificado.

F9.4.4. Según la forma que tienen las glándulas de expulsar las secreciones, ellas pueden ser
de tres tipos: holócrinas, apócrinas y merócrinas (HAM).

Una glándula es HOLÓCRINA, cuando al emitir sus secreciones, la glándula lo hace justamente con
todos sus elementos, desapareciendo por consiguiente con la secreción toda la glándula; a
este tipo pertenecen, por ejemplo, las glándulas sebáceas de la piel. Una glándula es APÓCRINA,
cuando con la secreción, se elimina solo una parte de la glándula, lo cual se evidencia que
sucede en las células caliciformes o glándulas unicelulares, lo mismo que en las glándulas
mamarias. Y, una glándula es MERÓCRINA, cuando, la glándula al emitir sus secreciones ésta
queda íntegra, es decir, se expulsan solo los productos de secreción, que ella ha sintetizado; a
este tipo pertenecen la mayoría de las glándulas de nuestro organismo, como la parótida, las
sebáceas, los testículos y los ovarios. Cuando es una glándula sudorípara la que secreta sus
productos a través de un conducto, hacia la superficie de la piel, en lugar de merócrina, se la
conoce como ÉCRINA.

F9.4.5. De acuerdo al TIPO DE SECRECIÓN PRODUCIDO POR LAS GLÁNDULAS, ellas pueden ser: serosas,
mucosas y mixtas. Las glándulas de este grupo, presentan estructura histológica diferente y
además, las secreciones son, en el primer caso de «suero», y en el segundo caso de una glu-
coproteína, que mezclada con agua forma moco.

Las unidades secretorias de las glándulas serosas (unidades secretorias serosas –USS), cons-
tan de una cavidad revestida por el epitelio glandular, y al corte se observan redondeadas y
con sus células prismáticas, de modo que la base que es periférica, es ancha y el vértice hacia
la luz del acino, es pequeño y dejan muy poca luz en el mismo. El citoplasma en la parte basal
es basófilo por su rico contenido en ribosomas libres y fijos; el núcleo redondeado se encuentra
en posición parabasal, ésto es cerca de la periferia, aunque no pegado a ella. El citoplasma en
la parte superior, o sea en el vértice, se muestra lleno de gránulos eosinófilos, que son de
zimógeno (que constituyen la base de la secreción de estas unidades serosas), y que se tiñen
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con bastante intensidad con la H-E (Fig. F-23). Ejemplos de estas glándulas son la parótida, el
páncreas.

Las unidades secretorias de las glándulas mucosas (unidades secretorias mucosas –USM), se
diferencian de las anteriores, únicamente por el aspecto de las células secretoras del acino, ya
que éste es igual que el anterior en su forma, puesto que tiene un epitelio prismático similar,
sus células son iguales, pero el núcleo, en lugar de ser redondo parabasal, es aplanado en
forma de disco, pegado contra la base e hipercrómico (Fig. F-24). En el citoplasma hay menor
basofilia en la base, y en el vértice, o sea, en la porción entre el núcleo y la superficie libre,
estrecha, se observan gránulos mucígenos, llamados así, ya que contienen mucina (que es una
glucoproteína), la que forma moco. Las vesículas o gránulos que lo contienen, dan a esta parte
de la célula, un aspecto vacuolado y se tiñen poco con los colorantes de H-E. Ejemplos de estas
glándulas son las palatinas.

Fig. F-23. Microfotografía a gran aumento de una glándula mucosa en la que se


muestra la dis-posición de la unidad secretora. Se muestran también dos conductos
seccionados casi transver-salmente.

En las unidades secretorias de las glándulas mixtas o seromucosas (unidades secretorias


mix-tas o seromucosas –USS), (Fig. F-24), se encuentran los dos tipos de secreciones.
Histológica-mente, los acinos son de verdaderas unidades mucosas, ya que presentan las
características descritas, solo que, rodeando a estas unidades encontramos células serosas,
que forman una especie de medialuna, y que como fueron descritas por el fisiólogo italiano
Giuseppe Giannuzzi (1830 – 1876), por lo que se las conoce con el nombre de medialunas
serosas de Giannuzzi (Fig. F-24). Las secreciones de estas células serían eliminadas hacia la luz
del acino por finos conductos que se encontrarían entre las células mucosas. Ejemplos de estas
glándulas son las sublinguales, las submandibulares.

F9.4.6. Por el LUGAR HACIA DONDE LAS GLÁNDULAS VIERTEN SUS SECRECIONES, ellas son exócrinas,
endócrinas y mixtas o compuestas.

Una glándula es exócrina, ya que, para eliminar sus productos de secreción requieren de un
conducto glandular o de un sistema de conductos; el producto secretado por estas glándulas,
se elimina o bien al exterior, o bien a la luz de alguna cavidad interna. Ejemplos de estas
glándulas son la glándula parótida, que produce saliva y que la manda a la boca a través del
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conducto parotídeo o de Stensen; o las varias glándulas sebáceas, que vierten su secreción a
través del respectivo conducto que se abre a los folículos pilosos (como se muestra en la Fig. F-
25).

Fig. F-24. Microfotografía a mediano aumento de una glándula mixta. Se


observan las u-nidades secretorias mucosas y las medias lunas serosas.

Una glándula es endócrina, cuando, para eliminar sus productos de secreción, que se llaman
HORMONAS, no necesita de un conducto glandular, ya que lo hace directamente a la circula-
ción sangínea, a través de los capilares sangíneos. Ejemplos de estas glándulas son: la epífisis
o glándula pineal, la hipófisis o pituitaria, la tiroides, las paratoroides, las suprarrenales y el
timo (todas ellas producen solo hormonas).

Fig. F-25. Gráfico de un corte de piel, donde se observa


un folículo piloso y el conducto de una glándula sebácea,
que termina en él.
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Una glándula es mixta o compues-


ta, cuando, histológicamente está
predispuesta para producir tan-to
hormonas como sustancias que se
secretan a través de conductos glan-
dulares; ejemplos de este tipo de
glándulas los son: el páncreas, el hí-
gado, los testículos y los ovarios.

El páncreas (Fig. F-26), por ejemplo,


como glándula de secreción externa,
produce el jugo pancreático, que a
través del conducto pancreático
(conducto de Wirsung), lo manda a
la segunda porción del duodeno,
Fig. F-26. Gráfico del páncreas que muestra al conducto justo donde está la ampolla hepato-
pan-creático (conducto de Wirsung).
pancreática (ampolla de Vater), que
presenta la papila duodenal, a unos
10 cm por abajo del píloro del estómago. Como glándula de secreción interna, el páncreas
produce las dos principales hormonas que controlan la glice-mia; la insulina (que se produce en
las células beta) y el glucagón (que se produce en las células alfa).

El siguiente cuadro resume lo relacionado con los distintos tipos de glándulas en cuanto a su
clasificación.

Nº CRITERIO DE CLASIFICACIÓN TIPOS DE GLÁNDULAS


1 LA MORFOLOGÍA Tubulares Acinosas* o alveola- Túbuloacinosas o
res túbuloalveolares
2 NUMERO DE CÉLULAS QUE FOR- Unicelulares Multicelulares
MAN LA UNIDAD SECRETORIA
3 NÚMERO DE UNIDADES SE- Simples** Compuestas**
CRETORIAS QUE TERMINAN EN
EL CONDUCTO GLANDULAR
4 FORMA DE EMITIR LAS SECRE- Holócrinas Apócrinas Merócrinas***
CIONES
5 TIPO DE SECRECIÓN Mucosas Serosas Mixtas o seromu-
cosas
6 EL LUGAR A DONDE VIERTEN Exócrinas Endócrinas Mixtas o com-
SUS SECRECIONES puestas

* En ocasiones es llamada acinar.


** Simple si el conducto no se ramifica para varias unidades secretoras (es decir, drena una sola unidad
secretora), y compuesta si el conducto se ramifica para varias unidades secretoras (hay autores que en
lugar de ramificadas, las llaman contorneadas).
*** O écrinas en caso de tratarse de glándulas sudoríparas.

Los criterios para clasificación de las glándulas sirven para actualmente calificar a ellas con un
buen número de nombres, que los describen exactamente de acuerdo a sus características
histológicas. Lo más común que suele suceder con las glándulas, es que hay una mezcla de los
varios tipos de criterios para identificar o describir exactamente a una glándula en una sola
(Fig. F-27); así podemos encontrar glándulas simples, tubulares; glándulas simples alveolares;
glándulas serosas, exócrinas, etc. Ejemplos de glándulas son:

−Tubulares, simples, son las del intestino grueso, ya que tienen una sola luz simple y recta, dentro de la
cual se des-cargan los productos de secreción, que provienen de células secretoras, que son células
caliciformes (glándulas tubulares, simples y unicelulares).

−Tubulares, simples, contorneadas son las glándulas sudoríparas, que se constituyen en casi el único
ejemplo de este tipo de glándulas, ya que cada una consta de un tubo simple, estrechamente enrollado
en tres dimensiones.
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−Tubulares simples ramificadas se encuentran principalmente en el estómago, donde cada glándula
consta de tres secciones túbulo secretoras que convergen en un conducto simple, no ramificado, de
diámetro más ancho.

− Acinosas, simples son las células productoras de moco de la uretra peniana, que se tiñen pálidamente,
en compa-ración con las células no secretoras.

− Acinosas, simples, ramificadas, son un buen ejemplo de un buen servicio; el modo de secreción es
holócrino.

− Tubulares, compuestas, ramificadas son las de Brunner del duodeno; las porciones secretoras tienen
forma tubular, ramificada y enrollada.

− Acinosas, compuestas constituye el páncreas, donde cada uno de los acinos se vacía en un conducto
diminuto.

− Túbuloacinosas, compuestas son las glándulas salivales submandibulares, donde cada una tiene tres
tipos de unidades secretoras, llamadas tubular ramificada, acinosa ramificada y tubular ramificada con
porciones acinos as llamadas semilunares.

Fig. F-27. Dibujos esquemáticos de distintos tipos de glándulas: a es una glándula


simple, no ramificada, tubular (por ejemplo, las criptas de Lieberkühn del tubo
digestivo; b es una glándula simple, no ramificada, arrollada, tubular (glomerular)
(por ejemplo, las glándulas sudoríparas, ecrinas); c es una glándula simple,
ramificada, tubular (por ejemplo, las glándulas del píloro); d es una glándula simple,
no ramificada, alveolar; e y f son glándulas simples, ramificadas, alveolares (por
ejemplo, las glándulas sebáceas de la piel); g es una glándula compuesta,

F10. REGENERACIÓN DE LAS CÉLULAS DEL EPITELIO SECRETORIO


Como las células secretorias tienden a morir y eliminarse (por ejemplo, en el caso de las glán-
dulas holócrinas), su regeneración se hace según dos hipótesis:

1. Por reproducción de las otras células secretorias del acino, que no han sido destruídas y que
han quedado como una parte de él, y,

2. Por transformación de las células del conducto glandular con las cuales se continúa la uni-
dad secretoria, las cuales se diferenciarían y reemplazarían a las que mueren.

F11. EL CONTROL NERVIOSO DE LA SECRECIÓN GLANDULAR


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Para su actividad, las glándulas están influenciadas por el sistema nervioso, el mismo que en-
vía diferentes impulsos involuntarios (ya de cohibición de su actividad, ya de estímulo), según
las circunstancias. Por lo tanto, en su funcionamiento, las glándulas están regidas por el sis-
tema nervioso autónomo, ya que reciben inervación tanto del sistema simpático, como del pa-
rasimpático, cuyas terminaciones nerviosas llegan hasta las bases de las células secretorias.

Para actuar el sistema nervioso autónomo, y a través de sus fibras simpáticas y parasimpáti-
cas, libera varios neurotransmisores, los que varían en cuanto al órgano en el cual se liberan.
Generalmente, son las fibras parasimpáticas, las que liberan acetilcolina e inhiben la secreción
de las células, en tanto que las fibras simpáticas, liberan adrenalina o noradrenalina, y estimu-
lan la actividad de las unidades secretorias.
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ANEXO 2

APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS CONOCIMIENTOS

E l PENFIGOIDE AMPOLLAR es una enferme- migran desde el sitio de origen y hacen me-
dad autoinmune, poco frecuente, cau- tástasis en otra zona del organismo y con-
sada por autoanticuerpos, que se fijan tinúan su proliferación. Los tumores malig-
a algunos de los componentes proteicos de nos que se originan en el epitelio superficial
los hemidesmosomas. Los pacientes con es- se denominan carcinomas, mientras que los
ta patología exhiben ampollas cutáneas en que se desarrollan a partir del epitelio glan-
las ingles, la zona de pliegue de la axila y, a dular se denominan adenocarcinomas.
menudo, en la cavidad oral. Por fortuna, se
puede controlar con esteroides y fármacos METAPLASIA. Las células epiteliales derivan de
inmunosupresores. ciertas capas de células germinales, poseen
morfología y ubicación definidas, y realizan
FORMACIÓN DE TUMORES. Bajo ciertas condicio- funciones específicas; sin embargo, bajo
nes patológicas no funcionan correctamente ciertas condiciones patológicas pueden sufrir
los mecanismos que regulan la proliferación metaplasia, por lo que se transforman en
celular; en consecuencia, la proliferación del otro tipo de epitelio. Un ejemplo de estas
epitelio da origen a tumores que pueden ser metaplasias se observa en el epitelio de re-
benignos, si son localizados, o malignos si vestimiento de la cavidad oral de las perso-
nas que fuman o mastican tabaco.

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