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Al igual que las civilizaciones antiguas India progreso económicamente siendo el principal
motivo su temprana población de su territorio. Las condiciones geográficas favorecían el
desarrollo de la producción material. Y numerosas zonas del Indostán, eran
abundantemente regadas por las lluvias, dando lugar a que la agricultura pudiera
desenvolverse. En el valle del Ganges se cultivaba el arroz, el yute y la caña de azúcar,
poseían una gran cantidad de madera. En su territorio se habían descubierto yacimientos
de minerales, incluidos el cobre y el hierro.
Surgió la división geográfica del trabajo; establecieron se vínculos económicos entre zonas
muy alejadas y comenzó a practicarse el intercambio, todo lo cual había de conducir
lógicamente a un incremento de la productividad social del trabajo Se instituyó el sistema
de castas. Las tempestuosas aguas del océano y las impresionantes alturas del Himalaya
separaban a la India de otros pueblos y originando una tendencia al estancamiento.
Los aborígenes de la India eran los drávidas, de pequeña estatura y tez morena. Sus
numerosas agrupaciones se mantuvieron largo tiempo en extensísimas zonas, sobre todo
en el centro y en el sur del país.
A los fines del III milenio corresponde el florecimiento de la cultura de Harappa, valle del
Indo siendo una sociedad bastante adelantada.
Con la existencia de tierras feraces (sobre todo los valles de los ríos) la población se
dedica pronto a la agricultura, surge el producto excedente y comienza la explotación de
los esclavos. Las industrias artesanas comenzaban a disociarse de la agricultura, y el
comercio estaba en germen.
En la primera mitad del II milenio a.n.e., la cultura de Harappa decayó. A mediados de ese
milenio penetraron en el Penjab las tribus arias, y es muy probable que destruyeran los
antiguos focos de cultura.
Esta invasión extranjera tuvo enormes repercusiones. Los arios eran, en un principio,
pastores nómadas, cuya riqueza principal era la ganadería. Sus guerras tendían a
conquistar ganado, como objetivo máximo. Consideraban la vaca un animal sagrado. De
ahí que la primera consecuencia directa de la invasión de los nómadas fuese la
destrucción de las ciudades y el desplome de la agricultura. Pero, posteriormente, los
propios arios se dedicaron a labrar la tierra, cultivando la cebada y mejorando las técnicas
agrícolas. El arado se afianza como medio fundamental del laboreo, usándose ya los
bueyes. Andando el tiempo renacen las industrias artesanas y reaparecen las ciudades.
En los siglos IX y VIII a.n.e. se inicia ya la fundición de hierro.
En el valle del Indo, la esclavitud existía ya antes de la invasión de los arios los cuales no
hicieron sino heredarla. La comunidad se basaba en la economía natural, mezcla de
agricultura y de industria doméstica. Sin embargo, progresó la expropiación de tierras a
favor de los brahmanes y de los chatrias. Florecía la usura, el incumplimiento del pago de
una deuda traía consigo la venta de los bienes del deudor, la confiscación de su casa e
incluso su reducción a esclavitud.
En líneas generales, la población de la India era relativamente escasa, mientras que las
riquezas naturales no tenían fin. En los abundantes pastos se criaba ganado en cantidad
innumerable. La cría caballar estaba en auge, y la agricultura se consideraba una
ocupación tan honrosa que ni siquiera los brahmanes rehusaban practicarla. Las calles se
distribuían por profesiones. La vaca se consideraba animal sagrado. La agricultura y la
ganadería se entrelazaban. Los vaishies venían obligados a cultivar cereales, y también
podían hacerlo los brahmanes en caso de necesidad. La tierra se cultivaba con
instrumentos de metal, entre los que figuraba el azadón de hierro.
Existía ya una industria doméstica primitiva. Se hacía distinción entre los "oficios lícitos"
y los "ilícitos". El trabajo artesano era considerado apto para los sudras Al parecer la rama
industrial más desarrollada era la textil por los tejidos de seda, de lino, de lana y de
algodón que poseían.
Como conjunto, la economía de la India a mediados del I milenio I a.n.e. seguía siendo
natural. Los impuestos se recaudaban en especie. Una de las obligaciones del patriarca
de cada poblado rural era la de reunir alimentos, bebidas y combustible "para el rey". Se
estipulaba la recogida de leña, carne, miel, mantequilla, perfumes, hierbas medicinales,
jugos, flores, raíces, frutos, hojas, plantas, cueros, etc. A ello se agregaban los tributos en
especie. Todos los sudras que vivían de su trabajo venían obligados a trabajar un día cada
mes para el fisco. Se desarrollo considerablemente el comercio, había mercaderes
profesionales, y algunas ramas del comercio eran accesibles a los brahmanes. Leyes
especiales estipulaban castigos para quienes engañasen a los compradores. Existía la
moneda, y la kirshpana de cobre era la unidad de dinero metálico. En el tráfico mercantil
se usaba, asimismo, el oro y la plata.
La usura era fenómeno corriente, las leyes de Manú lo veían como una actividad
económica normal de los vaishies. En caso de extrema necesidad, podían practicarla los
brahmanes y los chatrias. Era obligatorio pagar las deudas. Considerábase que quien
cobraba el dos por ciento mensual "no pecaba, en su afán de lucro". Pero este tipo era
privilegiado y se destinaba sólo a los brahmanes. Los chatrias habían de abonar el tres por
ciento; los vaishies, el cuatro por ciento, y los sudras, el cinco.
Si la garantía dejada en prenda de una deuda producía ganancia, no era lícito cobrar
ganancia. La garantía debía ser devuelta. Pero, no obstante, la sujeción personal a cambio
de un préstamo era muy dura, un préstamo en dinero se consideraría saldado si los
intereses devengados por el mismo se elevaban al doble de su valor.
Se les negaba el derecho de propiedad: todo lo adquirido por ellos se con sideraba
perteneciente a su señor. El raptó de un esclavo se penaba como robo; La descendencia
de las esclavas pasaba a poder del dueño. Un esclavo estaba inhabilitado para
comparecer en calidad de testigo; Un contrato concertado por un esclavo carecía de
validez.
La invasión de los macedonios y de los griegos en 327 no afectó a dicho Estado, y las
propias conquistas de Alejandro Magno resultaron poco duraderas. Estalló una
insurrección anti macedónica que aceleró la unificación política de la India septentrional. El
caudillo de los sublevados, Chandragupta, emprendió una marcha sobre Magadha, se
apoderó del reino y fundó la nueva dinastía de los Mauria, cuyos dominios a fines del siglo
IV a.n.e., abarcaban a toda la India septentrional. Surgió por primera vez todo un imperio,
que, en tiempos de Asoka (273-236 a.n.e.), alcanzó su mayor florecimiento.
Se hacía notar la influencia del régimen de castas: había toda clase de facilidades para
esclavizar a los sudras y a los mlechjos (bárbaros), Imperaba la idea general de que "un
ario no puede ser esclavo" y si algún ario caía en la esclavitud, era susceptible de rescatar
y de emancipar. Una parte de los esclavos pertenecía a las comunidades.
El imperio de los Mauria tuvo poca solidez. El separatismo, tanto tribal como territorial,
tenía hondas raíces. La economía, en lo fundamental, seguía siendo de índole natural, y
los impuestos se recaudaban en especie. De ahí que no hubiese premisas económicas
suficientemente vigorosas para imponer la centralización política el imperio comenzó a
desintegrarse después de la muerte de Asoka (236 a.n.e.). se repartió el imperio entre los
herederos de la corona. El Sur se separó del Norte. Las invasiones exteriores acentuaron
el caos político. A comienzos del siglo II a.n.e., los griegos ocuparon la cuenca del rio
Kabul y parte del Penjab. En la divisoria de los siglos II y I a.n.e., las tribus de los
masagetas, procedentes del Asia central, sometieron los territorios principales del
Noroeste de la India. Y posteriormente, a comienzos del siglo I d.n.e., se produjo la
invasión de los partos. India entró en la nueva era como un país políticamente
fragmentado y desgarrado por los conquistadores extranjeros.