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Históricamente a mediado del siglo XIX, en Venezuela al igual que en otros países
la tendencia de la sociedad hacia las personas con necesidades especiales fue de
caridad y de protección, segregándolas de la familia y de la comunidad,
impidiéndoles su desarrollo personal-social como ser humano.
Al comienzo del siglo XX se evidencia alguna preocupación por las personas con
necesidades especiales, bien por motivos filantrópicos o voluntarios, promovidos
por los padres y amigos de estas personas; se piensa en esa época que pueden
mejorar y compensar sus limitaciones. Sin embargo, el modelo asistencial que se
perfilaba en ese momento los mantenían segregados por cuanto se le consideraba
portador de un defecto que debía corregirse y no como una persona diferente a la
que por ley natural debía promovérsele el desarrollo de sus potencialidades, y el
derecho a su integración social como cualquier ciudadano, en todo los ámbitos;
familia, escuela y comunidad. Cabe señalar que la participación estatal era muy
restringida, por lo que las instituciones que se creaban provenían de la iniciativa
privada.
Posteriormente, con la aparición del modelo psicológico se enfatizó el uso del Test
como principal instrumento de diagnóstico considerándose la evaluación de la
inteligencia en términos de un coeficiente intelectual (C.I.), lo que conllevó a la
categorización de los niños en niveles de desarrollo intelectual, utilizándose este
parámetro para la ubicación del niño.
Estas declaraciones aportan a todos los países una base legal para la integración
de las personas con necesidades especiales a la educación; familia, salud,
trabajo, recreación y cultura. De esta forma se preparaba el terreno para el
desarrollo de iniciativas en todos los países.
Estos hechos y las presiones ejercidas por las asociaciones de padres que
solicitaban el derecho de los hijos con necesidades especiales a ser considerados
como personas, ofrecían una alternativa más justa "la integración social de las
personas con necesidades especiales, para elevarlos en el papel que les
correspondía, como miembros de una sociedad" (García, 1989), es decir, una
persona activa en la sociedad con la oportunidad de ejercer sus derechos y
cumplir con sus obligaciones.
Podría decirse sin lugar a dudas que éste fue un año pródigo en materia de
integración, se establecía como precepto que todas las personas con necesidades
especiales tenían los mismos derechos humanos que los demás miembros de la
sociedad, y por lo tanto, debía establecerse una política integral para satisfacer las
necesidades de estas personas en su entorno familiar, escolar, laboral y social.
Para 1986, se consideró pertinente realizar una consulta y análisis con los equipos
de integración social y los planteles y servicios de la modalidad de Educación
Especial acerca de la conceptualización y la praxis de la integración social, con la
intención de proporcionar una coherencia teórica y unificar criterios en cuanto a las
líneas a seguir para la implementación de este principio. En dicha consulta se
analizó una vez más a los equipos de integración evidenciándose la necesidad de
actualizar a los Profesionales en lo referente a la conceptualización de la
integración, y los enfoques teóricos que la sustentan.
Para el año 1988, se hizo un intento para promover acciones coordinadas con los
niveles de Preescolar y Básica en las instancias zonales para la integración
escolar de las personas con necesidades especiales. Si bien es cierto que algunas
zonas realizaron propuestas concretas entre los entes de Educación, Salud,
Trabajo y Familia, estas no cristalizaron en toda su plenitud, por cuanto, no
respondían a líneas de acción articuladas entre los niveles y modalidades del
sistema educativo y otros sectores del ámbito nacional.
Si bien es cierto que los equipos de integración han realizado acciones para la
integración familiar y comunitaria, estas no responden a un lineamiento de política
articulada entre el Ministerio de Educación y los otros sectores de la vida Nacional.
Otra de las debilidades encontradas en esta época, es la desvinculación de los
equipos de integración con los planteles y servicios de Educación Especial.
Otras de las situaciones confrontadas por los equipos de integración, ha sido la
necesidad de actualización permanente de sus profesionales en materia de
políticas de atención integral de la población con necesidades especiales,
programas de bienestar social, etc.
Por otra parte, se ha evidenciado que la mayoría de los equipos han planificado y
ejecutado proyectos de integración social, que de contar con el apoyo de una
política intersectorial hubiese tenido una mayor trascendencia en beneficio de la
población con necesidades educativas especiales.
En relación a la integración laboral se aprecia que aún cuando en la
fundamentación teórica del modelo de atención de las personas con necesidades
especiales en cuanto a Educación y Trabajo, se concibe el trabajo en íntima
relación con la Educación y una significación social, en la práctica se centra en el
desarrollo de habilidades y destrezas de los jóvenes y adultos en un oficio a fin de
incorporarlos al campo laboral, valorizándose de esta forma el sentido
socioeconómico y no el desarrollo integral de la persona, donde la Educación y el
Trabajo son dos procesos inclusivos que se dan desde tempranas hasta la
adultez. Esto trae como consecuencia que de acuerdo al compromiso cognitivo de
la persona se decide su capacidad productiva para insertarse en el campo laboral.
Esto por supuesto, dificulta sus posibilidades de integración socio-laboral,
permaneciendo en la mayoría de los casos por largo tiempo en la institución.
(Documento Reorientación Político Conceptual de Educación y Trabajo (1997))
En este orden de ideas, las acciones desarrolladas para la integración laboral, han
sido en su mayoría por iniciativa de los talleres de educación laboral y no
articulados interinstitucional y sectorialmente.
Otras de las políticas establecidas para este mismo año, .Es la resolución Nº1762
del 09-10-96, donde se establecen las normas para el ingreso y permanencia de
los alumnos en los Planteles Oficiales y Privados de los niveles de Preescolar,
Básica, Media Diversificada y Profesional. Consecuentemente se plantea la
reorientación del Programa de Integración. Este se define como un programa de
apoyo de la Dirección de Educación Especial como instancia nacional que tiene la
competencia de diseñar las políticas relacionadas con la Integración Social de las
personas con necesidades especiales, supervisar y velar por el cumplimiento de la
Política de Integración Social así como también efectuar seguimiento a los
acuerdos y convenios que se realicen en función de la integración social de las
personas con necesidades especiales entre otras.
Se destaca aquí la importancia del núcleo familiar, por cuanto esta es la base
desde la cual el niño comienza el desarrollo de su vida psíquica y social; la
comprensión, la aceptación y el amor son factores decisivos para la formación de
su personalidad y posterior desarrollo como individuo. Ante esta responsabilidad
cabe a la familia la tarea de proporcionar al niño todos los medios necesarios para
que incremente en mayor grado posible todas sus capacidades y posibilidades.
En esta edad, una buena valoración de sí mismo por parte de los demás y los
refuerzos sociales gratificantes, contribuyen a elevar el nivel de autoestima.
Por lo tanto es imprescindible en los primeros 5 años, y sobre todo en esta
población tener en cuenta que esta requerirá siempre de refuerzos afectivos y
sociales de reconocimiento y valoración objetiva de sus propias capacidades,
éxitos y fracasos, para consolidar su personalidad.
En la edad escolar el niño, está tratando de afirmarse como persona y esta lucha
constante entre sus experiencias, emociones, inseguridad e impulsos le produce
cambios de carácter y humor. A esta actuación hay que agregar el ingreso a la
escuela; nuevos compañeros, experiencias diferentes que habrá de asimilar en
medio de una creciente exigencia intelectual, asumiendo nuevos roles, y una
mayor disciplina. Así mismo, comienza a integrarse en pequeños grupos
compartiendo elementos entre ellos, y a menudo se juegan posiciones individuales
y de supremacía y ninguno quiere perder. Esta etapa va pasando y el niño se ira
adaptando, comprendiendo, sociabilizándose e integrándose paulatinamente hasta
completar este periodo tan decisivo de su vida. Ahora bien, cuando los niños
presentan necesidades especiales sensoriales, dificultades de aprendizaje,
impedimentos físicos, retardo mental, autismo y talento estos pueden interferir en
su adaptación escolar y social. Por ello es sumamente importante comprender la
tarea fundamental que deben asumir la familia y los maestros. Los padres más allá
de la natural e instintiva preocupación e interés, deben proveerse de los
conocimientos esenciales para poder acompañar a su hijo a través de sus
experiencias con amor e inteligencia y una clara conciencia de la importancia que
tiene, el crear un clima de aceptación, motivación y creencia en las posibilidades y
capacidades del niño.
La familia es un cambio más, al cual la persona tiene que hacer frente, se percibe
la necesidad de abandonar la protección y seguridad que siempre ha tenido. La
búsqueda de identidad y de independencia conduce a la necesidad de
intercambiar ideas, experiencias, e interacción con los compañeros del mismo
sexo y del opuesto, y a desarrollar destrezas e intereses.
Así mismo en esta etapa, muestra interés por adquirir y renovar sus conocimientos
como fuente de desarrollo permanente y de proyección hacia el futuro para
atender las demandas de los cambios que son necesarios para su
desenvolvimiento.
Todo esto constituye un espacio de integración social por cuanto facilita el máximo
desarrollo de las potencialidades al favorecer desde edades tempranas la
participación e interacción en el medio comunitario requiriendo para ello la
comprensión de todos y cada uno de los factores que conforman la sociedad, esto
conlleva a un cambio de actitud y expectativas, a través de medidas de
información y educación a la comunidad.
Desde el punto de vista del enfoque histórico cultural, este plantea la importancia
de la interacción social para la construcción de las funciones superiores, entre las
cuales el aprendizaje es considerado fundamental para el desarrollo del niño en su
entorno cultural. Este proceso de interacción implica construir las experiencias
culturales indispensables para el desarrollo integral del individuo, potenciándose
de esta forma las relaciones con el entorno aspecto fundamental para su
participación activa en la sociedad en todos los ámbitos familia, escuela y
comunidad es decir tal como lo señala el mismo autor "aportes del entorno", entre
los cuales se distinguen la estimulación que el niño recibe, y el establecimiento del
vínculo madre e hijo. Además es necesario el encuentro entre el sujeto y la
realidad y el espacio de enriquecimiento en términos de sus aprendizajes sociales,
lo cual es una expresión viva de la integración. (p.110).
Vygotsky citado por Mirabent (1989) establece que las funciones psíquicas
superiores aparecen primero fuera del individuo, en la cultura, es decir en los
conocimientos acumulados en la sociedad, en la que nace, y solo durante el
desarrollo, lo que permite una comprensión más profunda de su condicionalidad
social. Esto ayuda a entender como en el transcurso de la relación del niño con la
realidad, lo objetivo o sea lo social, se convierte en subjetivo o en individual, es
decir, como lo que el niño adquiere en sus relaciones con los adultos y coetáneos
lo lleva sucesivamente a la organización de su propia actividad.
"El hombre llega a ser sujeto por una reflexión sobre su situación, sobre su
ambiente concreto, mientras más reflexiona sobre la realidad, más emerge,
plenamente consciente, comprometido, listo a intervenir respecto a la realidad
para cambiarlo".(p.61)
Desde esta perspectiva la educación tiene que ver con dos aspectos
fundamentales: formar al individuo como persona constructora de una historia,
responsables de sus acciones y las de la colectividad, y como agentes capaces de
suscitar nuevas ideas, opciones y transformaciones para si y para los demás. Es
indudable que en este proceso cobra particular relevancia la influencia que ejerce
la escuela como institución social por excelencia sobre la familia que integra la
comunidad, dada las expectativas que esta tiene. (p.36).
3.2.2 Bases Legales para la Integración Social
La fundamentación legal de la integración social se inscribe en los derechos
fundamentales del hombre, de la dignidad y condición de la persona. Estos
derechos, atributos de todas las personas e inherente a su dignidad que el Estado
está en el deber de respetar, garantizar o satisfacer son los derechos humanos.
En Venezuela la integración se fundamenta primeramente en la tabla de los
derechos del niño venezolano (1936) elaborado en la primera convención del
Magisterio Venezolano, donde se establecen todas aquellas garantías que
necesita el niño para desarrollarse en la vida social como persona, para disfrutar
de una vida digna, que permita la satisfacción de las necesidades esenciales.
En este mismo orden de ideas la integración social se fundamente en
declaraciones y mandatos internacionales .Al respecto en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos como primer documento promulgado a nivel
internacional (1945) establece en el artículo I que "todos los seres humanos nacen
libres e iguales en su dignidad".
Otro de los documentos que sustentan la integración social de las personas con
necesidades especiales es la recomendación 99 de la Organización Internacional
del Trabajo (O.I.T.) del año 1955, referida a los principios y práctica de la
Adaptación y Readaptación profesional del impedido donde se establece la
necesidad de asegurar medidas adecuadas y al alcance de todas las categorías
de personas inválidas y de promover oportunidades de empleo en le mercado
regular.
Por otra parte la Ley Orgánica del Trabajo de 1990 reafirma en su artículo 24 que
"toda persona tiene derecho al trabajo". Así mismo en el capítulo IX (Artículo 375
al 378 se establece las condiciones y el derecho de las personas con necesidades
especiales al trabajo).
Otro instrumento legal que fortalece el derecho de las personas con necesidades
especiales en Venezuela es la Ley de Integración Social de las personas con
incapacitadas, promulgada en el año, 1993 en el cual se destaca la obligatoriedad
de la integración en los ámbitos familiar, escolar, laboral y social.
Por otra parte el modelo para la integración social tiene un enfoque educativo, por
cuanto se propicia un proceso de ajuste de las personas con necesidades
especiales a los valores, exigencias y pautas de comportamientos de los grupos
que conforman el medio ambiente social en el cual se desenvuelve; y en general
su integración en la vida de los mismos. Es decir, desde una perspectiva educativa
se persigue la formación integral del individuo para su participación activa dentro
del grupo social en el cual le toca convivir.
Desde este punto de vista el ser humano está sujeto a cambios, esto se hará en la
medida en que se les brinden las condiciones y experiencias que le permitan el
desarrollo de sus capacidades.
Tomar en cuenta que cada individuo es único, irrepetible, conduce a que la praxis
del modelo de integración, se inscriba en el respeto por las diferencias.
Este cometido se hace vigente en los proyectos de plantel como una estrategia
educativa, para la consolidación de la institución escolar como instancia
cohesionadora e integradora de la comunidad, se trata pues, de entender la
integración escolar como componente del proyecto pedagógico de plantel, en un
trabajo de construcción colectiva, entre el plantel y su entorno por medio de la
participación de la asociación de las familias, asociaciones de vecinos, otras
organizaciones sociales y económicas, que promuevan la efectiva integración
social.
El docente que requiere la escuela integradora debe tener un perfil cuya actividad
no sea el mero aplicador de normas y principios, sino la de un profesional que a
través de su práctica aprenda a construir y contrastar nuevas estrategias de
acción, nuevos modos de enfrentar y de comprender los problemas que una
situación tan compleja como la que ofrece la escuela integradora suele ocurrir
frecuentemente. Carr (1984).
1) diseñar las políticas relacionadas con la Integración Social de las personas con
necesidades especiales;
2) supervisar y velar por el cumplimiento de la política de Integración Social así
como también efectuar seguimiento a los acuerdos y convenios que se realicen en
función de la integración social de las personas con necesidades especiales;
3) asesorar a los diferentes sectores en las Instancias Territoriales en la
administración y ejecución de las políticas y programas para la integración social;
4) asesorar técnicamente a los organismos gubernamentales y no
gubernamentales de acuerdo a sus requerimientos en materia de integración
social;
5) propiciar intercambios con instituciones y entes públicos y privados nacionales
como internacionales a fin de generar propuestas que apunten a la optimización
de la integración social de las personas con necesidades especiales;
6) orientar el desarrollo profesional de los recursos humanos de la Modalidad de
Educación Especial en los ámbitos estatales y municipales en cuanto a la política
y administración de la Integración Social;
7) asesorar a los entes formadores en lo que respecta a la formación profesional
en el campo de integración;
8) orientar a las asociaciones de personas con necesidades especiales para la
elaboración de proyectos que redunden en su efectiva integración social; 9)
asesorar a los medios de comunicación para la realización de programas de
divulgación, difusión y orientación a la familia y a la comunidad sobre las personas
con necesidades educativas especiales y su integración social.
A tal efecto, los planteles y servicios de Educación Especial, tales como: Institutos
de Educación Especial, Aulas Integradas, Unidades Psicoeducativas, Centros de
Dificultades de Aprendizaje, Centros de Atención Integral, Centros de
Rehabilitación de Lenguaje, Talleres de Educación Laboral, Centros de Desarrollo
Infantil, Centros Experimentales de Artes y Ciencias, más allá de cumplir con los
objetivos para los cuales fueron creados, tienen la responsabilidad de asumir la
integración social de esta población a la familia, escuela y comunidad. Igualmente
los Núcleos de Bienestar Estudiantil, los Servicios de Orientación, los Equipos
Técnicos Zonales de Preescolar, a través de un trabajo articulado con los servicios
de Educación Especial, brindarán apoyo para la Integración Social.