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SEMILLAS DEL REINO

Casitas bíblicas en el sur de Bogotá


Una experiencia de lectura popular de la Biblia

. Presentación ............................................ 3

. Bogotá: “más cerca de las estrellas...


más lejos de los barrios”............................ 5
La localidad 18 “Rafael Uribe Uribe” .......... 8
Todo comenzó en el barrio Diana Turbay.... 10

. Historia de unas casitas........................... 11


Monjitas en botas y overol ....................... 11
Parroquia y cura ..................................... 13
Primero fueron las asambleas bíblicas...... 14
Luego la comisión bíblica ........................ 17
Nacen las primeras casitas bíblicas.......... 21
Casitas sin animadoras no son casitas ..... 23
La infancia también entra........................ 26
El conflicto con los párrocos .................... 28
La escuela bíblica ................................... 29
Semillas del Reino .................................. 32

. Lo que la palabra hizo ............................. 36


La identidad: ¿por qué casitas bíblicas?... 36
¿Cuál es el método de lectura bíblica?..... 40
Cosecha de frutos maduros ..................... 52
Sueños y proyectos ................................. 55
Hacia el futuro........................................ 58

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PARTICIPANTES DEL PROCESO DE SISTEMATIZACION:

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Cecilia Camacho
Jorge Quiceno
Lucila Vega
Leonardo Sotelo
Leonardo Díaz
Herly Delgado
Berenice Bernal
Alcira Laguna
Ana Lagos
Mercedes Rojas
Mery Merchán
María Márquez
Didier Buitrago
Lucila Rodríguez
María Silvia Arias
Julián Andrés López Diseño de caratula:
Daiana González JUAN CAMILO NARANJO LOMEÑ A
Hna. Zoila Cueto
Hna. Gilma Giraldo Diseño gráfico y diagramación:
Hna. Yanette Odriere ROSA BERNAL D.
Hna. Luz Miryam Espinosa
P. Alberto Camargo Ilustración:
MARIA HELENA CESPEDES
EQUIPO DE SISTEMATIZACION:
Dora Parra Fotografías:
Marleny Garzón
José Jara Edición e impresión:
Moisés García DIMENSION EDUCATIVA
Calle 41 Nº 13-41
SECRETARIA: Tels. 245 31 46 - 232 39 01
Nancy Andoa Fax. 245 77 45
E-mail: dimed@telecom.com.co
COORDINACION: Bogotá - Colombia
Fernando Torres M. Julio 2004

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Presentación

Estas páginas intentan plasmar la vida de las casitas bíblicas


durante un poco más de doce años. En verdad que no fue fácil hacer-
lo. Significó un enorme trabajo de reconstrucción e interpretación
colectiva de la experiencia para lo cual necesitamos tres talleres,
veinticinco entrevistas, recuperación de fotografías y documentos;
luego, en un segundo momento un trabajo de organización, análisis y
profundización de la información, y para terminar un trabajo de
redacción, corrección y edición del texto. Fueron dos años y medio
insistiendo, acompañando y animando el proceso. Fue difícil, por las
circunstancias propias de las experiencias comunitarias, pero no fue
imposible. Ahora, con inmensa satisfacción podemos celebrar. gozar y
compartir los resultados de tan arduo trabajo.

Constatamos que la experiencia, durante la práctica educativa de


la sistematización, ha crecido significativamente. Leer el proceso
desde las preguntas y los desafíos del presente permite revisar, cues-
tionar, replantear las prácticas y las teorías que lo inspiran y lo susten-
tan. Preguntarse por las razones de su permanencia lleva a hacer
relaciones con el contexto y con las ideologías, a descubrir las propias
fortalezas, a apreciar la riqueza de los conflictos, a tener una mayor
conciencia de las debilidades y de los riesgos. Ver el camino recorrido
y a partir de él mirar el futuro es motivo de esperanza, de autoafirma-
ción, de optimismo y de fe.

Ahora tenemos frente a nuestros ojos el testimonio de una


comunidad que se ha esforzado creativamente por hacer vida la
palabra de Dios. En medio de la pobreza, de la violencia, de los con-
flictos, de las múltiples adversidades, de los peligros, de las amenazas,
de los escasos recursos, de la involución de la Iglesia Católica, de las
crisis propias de los procesos comunitarios las casitas bíblicas han

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nacido y se han sostenido como experiencia ecuménica laical. Hoy
son un referente importante para una lectura bíblica inculturada en
contextos urbanos marginados. Su aporte está abriendo caminos de
nueva evangelización urbana, inimaginados en la academia teológica o
en las burocracias eclesiásticas.

Como fermento en la masa, las casitas bíblicas en el sur de Bogotá,


crecen en humanidad y en espiritualidad. Crecimiento como resultado
de un proceso educativo en el que no se aprende “cosas” de Dios,
pues los aprendizajes no son otros que el de ser mejores seres
humanos, capaces de construir un mundo justo, viviendo en comuni-
dades equitativas, críticas y solidarias. Si la lectura bíblica no da lugar
para este tipo de crecimientos, habría que revisarla, pues hay algo
perverso en el modo de leer. Es lo que las casitas se han empeñado
en corregir.

Que estas “Semillas del Reino” nos enseñen, una vez más, al Dios
de la Vida revelando su proyecto a la gente sencilla y humilde y ocul-
tándolo a sabios y entendidos (Lc 10,21) porque así es su parecer.

Fernando Torres M.

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Bogotá: “más cerca de las estrellas...
más lejos de los barrios”
Las alcaldías de Mockus (1995-96-97)-Peñaloza (1998-99-2000)-
Mockus (2001-02-03) implementaron el desarrollo de un modelo de
ciudad altamente productiva y competitiva que a diez años ya “salta a
la vista” a través de la transformación de la estructura urbana y de la
cultura ciudadana. ¿Qué modelo de ciudad se está imponiendo? Si
vemos sus programas de gobierno nos encontramos con expresiones
tales como “cultura ciudadana”, “espacio público”, “calidad ambiental”,
“progreso social”, “productividad urbana”, “legitimidad institucional”,
“cultura tributaria”, “participación ciudadana”, “transformación urba-
na”, “encuentros ciudadanos”, “ciudad igualitaria”, “gestión pública
admirable”, “desmarginalización”, etc. ¿qué quiere decir? ¿a qué se
refiere? Sin duda que no son palabras huecas. Detrás de ellas hay un
proyecto de ciudad acorde con los intereses económicos, políticos y
culturales de las elites del país en un nuevo contexto mundial.

Fruto de la Consti-
tución de 1991, la ciu-
dad adquiere una legis-
lación específica que la
dota de autonomía po-
lítica, fiscal y adminis-
trativa a fin de cumplir
las funciones de Distri-
to Capital. El Estatuto
Orgánico de Santafé de
Bogotá fue promulgado
en julio de 1993. Es la
herramienta jurídica
con la que se desarro-
¨ Barrio Diana Turbay. Sector Ayacucho. Primeros años…

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lla la transformación de la ciudad bajo tución infantil, etc., que a diario viven la
las administraciones de Mockus y mayoría de los habitantes de la Capital.
Peñaloza; lo que a la postre ha llevado En términos de bienestar social hoy la
a la ampliación y profundización de la ciudad es mucho más precaria que
participación ciudadana y la descentra- hace 10 o 12 años. Hasta la pujante
lización política-administrativa. Esta clase media de ayer, hoy ha entrado en
nueva dinámica de democracia partici- un acelerado proceso de empobreci-
pativa ha logrado considerables avan- miento.
ces políticos a pesar de los obstáculos
A las luchas sociales tradicionales
y resistencias que ofrecen las prácticas
por techo y servicios y contra el alto
tradicionales como el caciquismo, el
costo de vida (años 70 y 80s) se le
clientelismo, la corrupción, la amenaza,
han sumado nuevos sujetos sociales
la persecución, etc. Si bien es un avance
urbanos a partir de sus organizacio-
en la cultura política no se aprecia lo
nes y la reivindicación de sus intere-
mismo en cuanto al bienestar y la
ses: las madres comunitarias, las
justicia social de la ciudad.
feministas, los deudores del sistema
Una ciudad bonita, confortable, se- UPAC, los vendedores ambulantes,
gura, ecológica, eficiente, turística, mo- los desplazados, los defensores de los
derna ha comenzado a nacer. La derechos humanos, los ecoambienta-
ciudad que los empresarios, los co- listas, las trabajadoras sexuales, los
merciantes, los banqueros, los indus- homosexuales, los taxistas, los pacifis-
triales, los medios de comunicación tas, etc.; signo de la emergencia de
siempre habían soñado… una bella múltiples experiencias asociativas
ciudad “2.600 metros más cerca de las protagonizadas por los sectores más
estrellas”. afectados tanto por las políticas
económicas neoliberales como por el
Otra Bogotá se experimenta desde
nuevo modelo de ciudad imperante.
la realidad de pobreza, hambre, desem-
pleo, economía informal, endeudamien- Las organizaciones populares
to, desplazamiento, limpieza social, comunitarias de los barrios y algunas
conflicto armado, armamentismo, inso- ONGs surgidas de la teología de la
lidaridad, delincuencia organizada, dro- liberación, de la educación popular, de
gadicción, impunidad, indigencia, prosti- los activistas sociales de izquierda, de

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los exiliados del Cono Sur, del movi- devoción popular católica al Divino
miento cultural comienzan a influir Niños Jesús en el santuario del barrio
más decisivamente en las localidades, 20 de julio hasta las multitudinarias
en la formación de ciudadanías críti- concentraciones de la iglesia Carismá-
cas, en la generación de nuevos pro- tica Internacional en el coliseo El Cam-
cesos asociativos de base, en la pín expresan la diversidad de búsque-
formación de sentidos de vida solida- das religiosas urbanas como respuesta
rios, con lo que amplían el sentido de a las necesidades, cada vez mayores.
lo político y profundizan la democra-
Los barrios ven nacer “iglesias cristia-
cia participativa urbana. Estos nuevos
nas”, al cual más ofreciendo soluciones
núcleos de poder ciudadano generan
divinas a los problemas humanos. Las
una cultura política de la inclusión, de
parroquias católicas y las iglesias pro-
la participación, de la negociación, de
testantes históricas se “pentecostali-
la defensa de la vida, de la resistencia
zan” a fin de sostener su competitivi-
cultural, de la organización social a
partir de los derechos y de las memo- dad en el mercado religioso.
rias de las víctimas, de los más vulne- La Arquidiócesis de Bogotá inicia
rables, de las poblaciones invisibiliza-
en 1989 un proceso sinodal a fin de
das. Otra experiencia de ciudad, de
abrir la iglesia a los nuevos desafíos
democracia y de cultura ciudadana es
que la estructura y la cultura de la
reivindicada desde estos espacios
ciudad le plantea; proceso que cul-
comunitarios.
mina con la elaboración de un Plan
La vida religiosa en la ciudad es Global de Pastoral (1999-2008), cuyo
diversa, compleja y cambiante. Desde la objetivo general dice así:

“La Iglesia que peregrina en Bogotá, con la actitud del


Buen Samaritano, se compromete a trabajar en unidad
pastoral para construir e impulsar comunidades
eclesiales arraigadas en la Palabra y en la práctica
misericordiosa de Jesucristo, comunidades que sean
Buena Noticia, levadura transformadora del tejido de
nuestra sociedad, camino del Reino definitivo”.

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La Localidad 18 “Rafael Uribe Uribe”

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La localidad 18 se encuentra al sur-oriente de Bogotá. La configuración de
su territorio se dio a partir de las haciendas y fincas Llano de Mesa, Santa Lucía,
El Porvenir, La Hierbabuena, San Jorge, El Quiroga, Granjas de San Pablo,
Granjas de Santa Sofía, Los Molinos de Chigüaza y La Fiscala. Aunque la locali-
dad fue poblada desde la época de la colonia, su verdadera expansión se pro-
duce en la década del cincuenta, en razón principalmente de las migraciones
masivas producidas por la violencia liberal-conservadora.

La zona 3 de la Localidad es un conjunto de barrios localizados en el


extremo sur-oriental parte alta. Los primeros barrios que se construyeron
fueron San Agustín y Palermo Sur a comienzos de los años setenta. Luego, en
1978, el Instituto de Crédito Territorial entrega el proyecto de edificios deno-
minado Molinos Segundo Sector y en 1979 surge el barrio Diana Turbay por
iniciativa de uno de los mayores urbanizadores ilegales del sur de la ciudad,
Alfredo Guerrero Estrada. Estos terrenos hacían parte de la hacienda Los
Molinos, pero fueron vendidos por la familia Morales Gómez a la Cooperativa
de Vivienda del Sur Oriente, propiedad de Guerrero Estrada.

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Todo comenzó en el barrio Diana Turbay

¨ Barrio Diana Turbay


“Esta urbanización DIANA TURBAY surgió a raíz del desalojo de los
habitantes del barrio Guacamayas. Ante esta apremiante necesidad, el
doctor Alfredo Luis Guerrero Estrada compró el terreno en donde hoy está
ubicado nuestro barrio. Entonces era alcalde menor de San Cristóbal Sur.
Familias de bajos recursos económicos, pobres, señalados, desamparados y
marginados encontramos aquí la solución de vivienda para nuestros hogares.
A partir de enero del 1981, la Cooperativa de Vivienda Popular del Sur
Oriente de Bogotá, dio la orden para empezar a construir el barrio.
Asombrosamente se llenó el terreno de gentes que como hormigas arrieras,
trabajaban afanosamente en sus lotes, todos desesperados por tener su
habitación propia. Iban y venían llevando materiales, agua y todos los
implementos necesarios. Aparecían casitas por todas partes, como por arte
de magia. Se pobló el barrio rápidamente. Surgieron negocitos: panaderías,
famas, avícolas, luego los domingos había plaza. Poco a poco el barrio fue
creciendo. Muchas mujeres abandonadas por el esposo, madres solteras y
viudas, en esta urbanización encontramos estabilidad y refugio para
nuestras familias”. (Dora Parra)

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Historia de unas casitas

Monjitas en botas y overol


La Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas
CLAR crea y anima en 1979 las comunidades religiosas insertas en
medios populares CRIMPO. Esta opción lleva a muchas religiosas y
religiosos a vivir y desarrollar su ministerio en los barrios pobres
de las ciudades. Se dedican fundamentalmente a la educación
popular, la salud, la formación del laicado, la catequesis, la pastoral
social, la organización de las comunidades eclesiales de base CEBs,
la lectura popular de la Biblia, la economía solidaria, la pastoral
juvenil, la particiación ciudadana, etc.

Como expresión de este movimiento evangelizador


llegan las primeras religiosas al barrio Palermo Sur, eran
las hermanas del Apostolado del Sagrado Corazón de
Jesús, llegaron a los terrenos de la Penitenciaría La
Picota, comenzaron a construir la casa para vivir en
dicho lugar donde ahora es la escuela Fe y Alegría. La
Hermana Romualda fue la fundadora de Fe y Alegría.
Luego las otras hermanas fundaron el centro de salud,
¨ Hermana Romualda el hogar infantil, el comedor para los desplazados.

Las Hermanas Hijas de Jesús fueron las primeras en abrir camino


de pastoral en el Diana Turbay, empezaron a construir la capilla de
Santa Bernardita, la hermana Celina que se ponía botas y overol para
subir piedra al lugar donde hoy está la capilla. Fue la primera que
convocó a la comunidad. Visitaba las casas “puerta a puerta” animando
a la comunidad. Ellas eran amigas de la gente. Eran como una más. No
tenían hábito. Se ponían bluyin y botas porque había mucho barro. Eran
pobres, humildes, sencillas. Eran solidarias con las vecinas. Entraban a

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¨ Hermanas Rosalía y Celina

los ranchitos. Las comunidades religiosas no tenían “monarquías”, eran


todas iguales. Había mucha gente. Ellas querían hacer iglesia, animar a la
comunidad. El Diana comenzó a constituirse como iglesia con el
testimonio de estas hermanas. Esto no se puede olvidar. Esta comuni-
dad comenzó a vivir como comunidad eclesial con el testimonio y el
dinamismo de las religiosas insertas en medios populares.

Poco después llegan las Hermanas Misioneras Maristas, las


Hermanitas de la Asunción y los Padres Marianistas. Los Hermanitos
del Evangelio vivirán en el anonimato durante dos o tres años en el
barrio Palermo Sur. Esta experiencia de vida religiosa abonó el
terreno durante esta década del 80 para que después se creara la
parroquia de Santo Toribio de Mogrovejo y se iniciara un nuevo
proceso de evangelización con la llegada del P. Alberto Camargo.

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Parroquia y cura

En enero de 1989 llega a la comunidad el P. Alberto Enrique


Camargo:

“Me impresionó su realidad, un lugar pobre, necesitado desde


todo punto de vista, con todo por hacerse, con una gente
valiosísima, acogedora, con gente que enseguida rodeó la
propuesta ¿qué tipo de propuesta? Meterse a conocer y a
trabajar esa realidad e ir respondiendo a ella… Yo llegué y
encontré una misión encendida, allí se estaba trabajando, las
comunidades religiosas habían hecho una presencia, habían
abonado todo este terreno desde años…¿Qué había que hacer?
Ponerse a trabajar y aportar. ¿Dónde comienzo yo a ver un
aporte de parte mía? En la necesidad de juntarse, de
organizarse y de apoyar todos los procesos que había y que
podíamos iniciar” (P. Alberto Camargo)
El padre encuentra a las religiosas y se apoya en ellas. Convoca al
laicado. Organiza la catequesis por sectores (se llegó a organizar 25
sectores) con los jóvenes lo que movilizó la infancia y la juventud
como un signo de vida que difícilmente se puede olvidar. Las familias
participan en la formación catequética a través de las “escuelas de
padres”. La pastoral de la salud, la pastoral social, la pastoral juvenil y
la catequesis fueron la base para crear un ambiente de encuentro,
reflexión, oración y proyección. La construcción de la casa de todos,
como se llamó al templo parroquial, fue una experiencia de comuni-
dad viva, pues la construcción iba a la par con el esfuerzo por hacer
comunidad. Allí se celebraba la vida en la eucaristía, pero también era
el escenario para la lúdica, el teatro, el arte infantil y juvenil. Fue el aula
múltiple para los colegios y muchas otras actividades comunitarias.

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¨ Construcción del templo parroquial

“Por esta razón, no le habíamos puesto un altar fijo, de piedra,


pues el mejor altar que teníamos era la vida misma de la gente,
su celebración permanente, su crecimiento humano y solidario”
(P. Alberto Camargo)

Primero fueron las asambleas bíblicas


“Lo bíblico comienza con las Hermanitas de la Asunción, con
Luz Myriam, con Piedad, con Elena, con Janetica, con Hilda y
comenzamos asambleas bíblicas. Eso fue lo primero, las
asambleas bíblicas. ¿Qué hacíamos? Nos sentábamos allá en la
casa de las Asuncionistas y elaboramos un guioncito bíblico”
(P. Alberto Camargo)

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La Hermana Luz Miriam Espinosa dinamizó esta primera etapa de la pasto-
ral bíblica. Ella propuso que las asambleas bíblicas comenzaran con motivo de
las fiestas patronales a ejemplo de Santo Toribio quien se dedicó a evangelizar
recorriendo las montañas peruanas…

¨ Hermana Luz Myriam Espinoza (de pie)

“Queríamos hacer eco al santo patrón y por eso nos íbamos


por sectores haciendo asambleítas bíblicas, y los textos que
manejábamos era con aplicación al contexto, al entorno, a la
vida de las personas, eso se hizo durante el 89 y el 90,
durante la navidad también hacíamos asambleas bíblicas…”
(P. Alberto Camargo)

En el siguiente testimonio, la Hermana Luz Myriam comunica su vivir y su


sentir, junto con el de su comunidad, durante este momento inicial de la cami-
nada bíblica:

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“Desde que llegamos como comunidad al Diana Turbay (1988), nos dimos
cuenta que allí la vida desbordaba todo cálculo. El encuentro con la gente
nos llamaba insistentemente a abrir el corazón y las manos, para entregar y
recibir en una reciprocidad que no podía más que sorprendernos y alimentar
nuestra esperanza desde lo ordinario y cotidiano. El Evangelio se nos
mostraba a cada paso… Era el libro de la vida compartido y comido entre
hermanos y hermanas que buscábamos seguir al único Señor y Maestro.

En la calidez de muchos diálogos y sueños compartidos, fuimos tejiendo la


iniciativa de emprender un camino que nos llevara de la vida a la Palabra y
de la Palabra a la vida. La gente del barrio se encargó de irnos mostrando el
camino; emprendimos rutas tan sencillas y tan llenas de proximidad, que
apenas si podíamos asimilarlas a granos de arena que no parecían tener
relevancia ni figuración alguna. Eran pequeños comienzos… encuentros de
vecinos que nos dejábamos sorprender por lo bien que describía el Evangelio,
nuestra propias vivencias, y por las luces que nos daba para seguir andando.

Fuimos encontrándole cada vez más gusto a esta manera de reconocernos


unidos por cosas tan comunes y tan nuestras… Empezamos a juntar
experiencias y a creer cada vez más en el valor de estas pequeñas semillas de
Reino… Los primeros materiales de reflexión, armados después de varios
encuentros y reuniones hasta bien entrada la noche, estaban hechos con la
simplicidad de quienes se saben en camino. Recuerdo con emoción, los
primeros encuentros de quienes empezaban a participar en las Asambleas
Bíblicas; nuestros trabajos en equipo para preparar la jornada y ambientar
el lugar, las eucaristías con Alberto llenas de vida celebrada y de rostros
conocidos y amados.

La pasión por este compartir de la Palabra y de la Vida, marcó de manera


muy significativa mi camino personal y mi decisión por Jesús como

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Hermanita de la Asunción. Aprendí que al Evangelio se entra mejor a pie
descalzo y en compañía de otros y de otras caminantes. Constaté su fuerza
transformadora, su resonancia propia cuando sale de la boca de pequeños y
sencillos.

Participar en la gestación de este proyecto de las casitas bíblicas y hacer


hoy, memoria de él, me ayuda a confirmar una vez más la verdad de
aquella parábola en la que Jesús nos presenta el Reino como una semilla
que se siembra y que, estemos dormidos o despiertos, ella crece y da su
fruto…” (Hna. Luz Miryam Espinosa)

Luego la comisión bíblica

¨ Comisión bíblica celebrando la vida

Hacía falta algo… un equipo que le diera consistencia y orientación a lo que


con tanto entusiasmo se iniciaba… Nace la comisión bíblica parroquial:

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“Yo tenía en el esquema mental lo de una comisión bíblica desde
hacía un buen tiempo porque me parecía que había que tener un
equipo de reflexión bíblica… entonces yo le dije a Luz Miriam, mire
este trabajo bíblico toma tanta fuerza que necesitamos una comisión
y así nació la comisión bíblica, éramos poquitos y nos reuníamos a
reflexionar las asambleas bíblicas” (P. Alberto Camargo)

“Para mi sorpresa un buen día me llega una carta del padre Alberto
invitándome a formar parte de la tal comisión bíblica. Entonces fui
y me presenté. Estaban las hermanitas Miriam y Yaneth que me
contaron de qué se trataba, cómo íbamos a comenzar, que después de
las asambleítas el compartir era leer un pasaje bíblico y traerlo a la
realidad con testimonios de la gente. Bueno esa era la idea. Ya
después si fue cuando se armaron los cursos bíblicos…” (Ana Lagos)

Esta comisión va a tener como trabajo principal la formación de animado-


ras y animadores. En noviembre de 1991 comienza los cursos de Biblia: Se
hacían durante los domingos en la tarde durante el mes de la Biblia.

“Este curso nació de las preguntas fundamentales de la gente, qué


piensa la gente, qué quiere la gente, que le inquieta, qué le pregunta
a la Biblia, eran un montón de preguntas y con base a ellas la
comisión diseñó el curso” (P. Alberto Camargo)

“El padre Alberto promocionaba los cursos. El ayudó mucho con la


invitación a la gente. Por eso fue la buena respuesta que tuvimos. Yo
no estaba sola. A mí me acompañaban las hermanitas. Después del
curso el padre hizo un envío en la parroquia, en una eucaristía...”
(Ana Lagos)

Se clausuraban durante una misa solemne en donde se le entregaban a cada


participante un diploma. Eran “graduaciones” con todas las de la ley…

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¨ Graduaciones

“Eso sí que era un espectáculo en el sentido de celebración y festejo,


de gozo…los que terminaban su curso tenían la misa mayor de la
parroquia que era a las seis y media de la noche, se presentaba a la
comunidad los nuevos animadores bíblicos: aquí están sus
animadores y este es el diploma que los acredita… Y se hacían
fotografiar… ¡cómo llegaban todos con su mejor traje! ¡Venían
bien acicalados! Yo les decía a manera de chiste mis doctoras y mis
doctores en Sagrada Escrituras de la Biblia Popular… esas
graduaciones eran un verdadero estímulo y sobre todo una fiesta
muy grande, la gente quedaba impresionada con eso porque era la
misa, la alegría, eran los cantos…” (P. Alberto Camargo)

La experiencia de formación y animación en la Comisión Bíblica ha sido


crucial para las personas que hacen o han hecho parte de ella:

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“Fue una experiencia muy positiva, me ayudó muchísimo a
reafirmar mi identidad, me ayudó a ver que podía aportar desde la
sencillez y también desde mis limitaciones, me ayudó a crear otros
espacios, a dejarme aportar de tantas mujeres tan sencillas pero
también llenas de Dios y también de hombres como José, Moisés,
Fernando” (Hna. Zoila Cueto)

“Eso sí que me ha llenado y ahí sí que se aprende…para mí la


comisión ha sido muy importante, casi nunca falto a las
reuniones…esté donde esté yo tengo esta reunión…hago lo posible
por no fallar porque de cada sábado aprendo algo y sé que me va a
fortalecer, para mí, para mis hijos, para mi hogar, para mi camino
de la vida” (Marleny Garzón)

“Lo original de esta comisión bíblica es que es algo muy


comunitario donde se tiene en cuenta el ser de la persona como tal,
donde no se excluye, donde todos somos iguales, donde hay espacio
para todo el mundo, y donde se valora a la persona sin distinción
alguna” (Moisés García)

“Me gustó la manera de profundizar la palabra y yo me quedé y


me ha gustado, me ha servido mucho para mi familia, para
mantener la esperanza… a veces parezco como un niño, salgo
animado de la comisión para seguir la lucha… Veo yo que Dios
tiene la mano puesta en la comisión bíblica y en su caminar bíblico
y su palabra que es lo que más nos ha sostenido”. (José Jara)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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Nacen las primeras casitas bíblicas

¨ Curso sobre Apocalipsis

En 1993, al evaluar el curso sobre el Apocalipsis, los participantes expresa-


ron sus expectativas, entre ellas, una que llamó particularmente la atención
“queremos dar a otros lo que hemos recibido, pero acompañados”. Reforzando esta
idea, algunas personas sugirieron que se hiciera en las mismas casas de familia
para facilitar la participación de quienes no podían asistir a los cursos parro-
quiales. Así se pasó del curso bíblico parroquial a las casas de familia…

“Alguien dijo casitas, nuestras casitas, dice la gente, pues que


sean casitas bíblicas, dice el sujeto colectivo, pues ¡jalémosle!
Dijimos todos” (P. Alberto Camargo)
Y se “inauguraron” las primeras casitas bíblicas. Una persona que había
hecho el curso de primer nivel ofrece su casa y su familia como lugar de lectura
y escucha de la palabra de Dios. El párroco, junto con la comisión bíblica, la
familia anfitriona y el vecindario “entronizan” la Biblia en medio de una eucaris-
tía y entre todos “bautizan” la casita bíblica. Llevaron nombres muy significati-

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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vos: “Casita de Betania”, “Casita de Nazaret”, “Casita ríos de agua viva”, etc. Los
nombres de las casitas bíblicas salen de la misma gente, y “lo que sale de la
gente eso queda”, dice la Hermana Gilma Giraldo

Así se abren las puertas de las casitas bíblicas para que semanalmente
continúen reuniéndose alrededor de la palabra. A una casita le sucede otra y
otra y otra…

“Había tal entusiasmo y la gente comenzó a pedir casitas


bíblicas…se pedía y se pedía y nos veíamos exigidos ¿Y cuál iba a
ser el apoyo? Las reuniones que se empezaban a hacer de
acompañamiento mensual los domingos… Yo empecé a soñar
algo…que todo el sector se llenara de casitas bíblicas”
(P. Alberto Camargo)

Las casitas son la manera como la gente pudo “llevar” lo que aprendieron
en los cursos a sus familias y vecindario…

“Nosotros necesitamos dar lo que recibimos, no nos podemos


quedar con eso, con esta experiencia tan rica, tan bonita, porque se
puede morir, entonces ¿cómo aportar? ¿cómo poner esto que estoy
aprendiendo al servicio de la comunidad? Y de ahí surgieron las
casitas bíblicas que son por cuadras, que son por vecinos y vecinas
que se convocan para leer, reflexionar y escuchar la palabra a partir
de la realidad que están viviendo” (Hna. Zoila Cueto)

“Yo comencé por mi mamá que es la animadora. Las primeras


reuniones iba poquita gente pero después ya como que a la gente le
comenzó a gustar. También tuvimos la ayuda de la hermana
Yaneth. Ella no era la que dirigía pero ella le ayudaba a mi mamá.
Pues cuando empezó la casita bíblica en mi casa yo era todavía
jovencito, tenía como diez años por ahí, y me gustó mucho y hasta
hoy sigo compartiendo en la casita bíblica” (Leonardo Sotelo)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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De los cursos de iniciación se pasa a las casitas bíblicas. De una casita
“madre” nace otra casita “hija” en la que se entroniza la Biblia. La animadora
hace unas palabras de invitación a la comunidad, Una de las fundadoras de las
casitas “madres” hacen una entrega de la Biblia a la nueva casita bíblica. De una
casita nace otra casita. Esto asegura el proceso de formación de las nuevas
animadoras. Una experiencia crece, madura y da a luz nuevas casitas bíblicas. El
ambiente familiar influye en la lectura bíblica, involucra a los niños, los jóvenes,
los señores, a las abuelitas que no saben leer.

La casita “Caminos de Luz” nace a partir de la vecindad de las Hermanitas


de la Asunción, las “amigas de la cuadra” que empezaron a “ser luz” mediante la
lectura bíblica..

A la altura de 1994 se alcanzaron a fundar 25 casitas distribuidas por toda


la parroquia.

Casitas sin animadoras no son casitas

¨ Animadoras

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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En la comisión fue surgiendo el criterio que no nacía ninguna casita bíblica si
no se aseguraba su acompañamiento y que la persona que estaba al frente de la
casita bíblica no iba a empezar solita sino que tenía que estar acompañada, por
lo menos durante un primer tiempo. Surgen así las animadoras:

“El padre Alberto fue el que nos presentó ese manjar, esa mesa
de la Palabra, él fue el que nos la sirvió y nos invitó, él en las
eucaristías, en la fiesta del Espíritu Santo en Pentecostés…el
con esa manera de evangelizar, con tanta sencillez, con esa
pedagogía como la de Jesús...él me manda a decir con las
hermanas que haga una casita bíblica en mi casa, yo dije no,
pero al padre Alberto cómo se le ocurre, dije yo no, yo puedo ir a
cuantos cursos den, voy a aprender, pero que yo me ponga al
frente de unas personas que van a venir y que yo les voy a
hablar, pero ¿de qué les voy a hablar si yo no sé nada?... de
pronto una mañana llega el padre Alberto con esa alegría y salí
y lo abracé, y me dijo “¿qué es lo que me mandó a decir?”, le
dije vea padre, yo no voy a hacer una casita bíblica porque yo
no sé, entonces él dijo, es que nadie sabe lo que tú sabes, tú
puedes saber más que yo…” (Dora Parra)

“Mi primera experiencia fue en la casita de Mercedes. Eso era


un reto para mí. Empezando que yo hacía mucho tiempo que
no estudiaba. Aunque yo había recibido luces de la doctrina
social de la iglesia…pero ese día era un reto porque allí
esperaban a la monjita y al padre, y todo el mundo se miraba, y
¿dónde está? Entonces yo miré a Mercedes que era la que tenía
que arrancar como anfitriona, inició Mercedes y entonces yo les
dije, bueno entonces de aquí en adelante voy a estarlos
acompañando y no me miren así, si yo soy del barrio pero si el
padre Alberto me manda aquí es porque él mismo me ha

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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preparado. Algo habrá visto en mí, que soy capaz de estar al
frente de ustedes. Miren, acá lo que vamos a hacer es en un
primer momento un compartir, nosotros tenemos muchas
inquietudes que ni al curita ni a la monjita somos capaces de
decírselas, bueno ahora tengamos esa charlita acá, qué
preguntas con respecto a la Biblia o la iglesia tenemos guardado
en el corazón y que no hemos sido capaces de expresarlo” (Ana
Lagos)

“A raíz del segundo nivel de Biblia que se hizo en Santa


Bernardita apareció Dorita, la tuve que convencer, las
hermanitas me habían comisionado para buscar gente, yo dije,
aquella sabe contestar, está en lo que está, Merceditas también
pero un poco más rezagadita, Silvia entiende mucho pero se
desubica. A Dorita, el día que le fui a decir, mire te estoy
invitando para que aquí en tu casa hagas una casita bíblica,
hay no cómo se le ocurre si todavía no sé nada…ella me puso
muchas objeciones…lo único que le dije ¿usted quiere? Ella me
dijo, yo si quisiera, le dije entonces el Espíritu Santo hace todo
lo demás, sea dócil a él y con eso tiene…” (Ana Lagos)

Ana Lagos, Dorita, Mercedes, Cecilia, Marleny, Alcira, Berenice, Herly, Lucila,
Amanda, María Silvia, Alicia junto con las religiosas acompañantes Yanetico,
Zoila, Gilma se convirtieron en el alma de las casitas bíblicas. Mujeres sencillas,
sabias y generosas que supieron sembrar y cuidar lo sembrado.

¿Cómo se logró estas animadoras? Con entrega, acompañamiento, estímulo,


preparar juntas, cercanía de las religiosas, aprender a partir de la realidad, las
religiosas “las fueron soltando” hasta que las señoras fueron asumiendo, la
participación en los encuentros del movimiento bíblico, la formación en la
escuela bíblica.

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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La infancia también entra

¨ Casita bíblica infantil

Como en toda comunidad no faltan las niñas y los niños quienes participa-
ban activamente en las casitas bíblicas. También solicitaron una casita especial.
Así nacieron las casitas bíblicas infantiles. Para fortalecer esta iniciativa se
incluyó en el año de 1995, dentro del mes de la Biblia, el curso bíblico infantil.

“Con Mery empezamos a ver que la Biblia también tiene algo que decirle a
los niños, la Biblia también es para ellos y lo más importante es que los
niños también ellos tienen mucho que enseñar y entonces nos nació esa
sensibilidad de trabajar con ellos y empezamos a caminar, a formar grupos,
a hacer cursos de iniciación bíblica infantil…. Con Mery hicimos tres cursos
o cuatro. Fue una experiencia maravillosa. Los niños responden, aprenden y
enseñan muchísimo. Los cursos no solo servían para que los niños
conocieran la Biblia e interpretaran lo que Dios quiere decirles a ellos sino

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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que también nos permitía ir viendo qué iban haciendo los niños con el texto
con respecto al hoy, entonces nosotros podíamos deducir cómo los niños
veían a Dios hoy, cómo sentían a Dios hoy, qué podían hacer ellos por el
mundo como hermanos, como experiencia bíblica” (Jorge Quiceno)

¨ Casita bíblica infantil

“Con Jorge, un compañero animador, también fuimos viendo la posibilidad


de hacer un mes bíblico para los niños, que partiera de la necesidad y de la
realidad que los niños viven y que también se articulara con una práctica
pedagógica, es así como surgió el mes bíblico infantil, que fue exitoso,
acudían niños de muchas casitas, hijos también de animadores y del mismo
Fe y Alegría, de la parroquia y se fue formando el movimiento…Los niños
venían los sábados, sin uniformes, no se trabajaba en las aulas, luego con
Jorge intentamos ir a las casas, nos rotamos de casa en casa, y ya los niños
podían expresarse, ellos producían el conocimiento y nosotros solo fuimos
acompañantes” (Mery Merchán)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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El conflicto con los párrocos
Llega un nuevo párroco. ¿Qué pasa con las casitas bíblicas?

El padre Norberto no acepta el proyecto ni la opción ecuménica de la


escuela bíblica y las casitas se repliegan a sus familias y a su vecindario. Algunas
religiosas de la comisión secundan al párroco y el grupo vive los momentos
más difíciles de su historia.

“Fue por la palabra esa de ecumenismo y dijo no, no, lo que


ustedes quieren es acabar con la parroquia y lo duro fue que
nosotros nos sentimos solos. Con Anita enfrentamos la situación
y fue dura la pelea. Ese día salimos de la comisión bíblica
amargados, aburridos, dijimos no, esto aquí no. Entre mí pensé,
hasta aquí llegó la comisión bíblica y las casitas bíblicas pues ya
no teníamos apoyo y nosotros ya éramos más poquitos… ahí
fuimos duros, yo fui duro y dije ¿cómo es esto? Primero los
obispos enseñan que la palabra de Dios es el centro de todo pero
a la hora de la verdad no es así…” (José Jara)

“Cuando decidimos por el ecumenismo fue todo el grupo, en


consenso… pero cuando Norberto nos cuestiona, las religiosas
no respaldan, me preguntaba bueno y ahora ¿qué
pasó?…entonces yo me retiré…fue un momento muy difícil,
sumando con la partida de Alberto, vino un momento en que la
comisión prácticamente salió de la parroquia y se fueron
desanimando las casitas bíblicas…” (Ana Lagos)

La opción ecuménica es motivo de conflicto. Decaen las casitas al faltar el


apoyo de los párrocos. Muchas desaparecen. Se desanimó la gente. Se acabaron
las casitas bíblicas en San Agustín y sólo quedaron las del Diana Turbay. Pocas se
sostienen gracias al acompañamiento de las Hermanitas de la Asunción. Sin

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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embargo la comisión bíblica se fortalece con laicas y laicos y con el acompaña-
miento del señor Carlos Mario Vásquez del CEDEBI (Colectivo Ecuménico de
Biblistas) y del señor Fernando Torres de Dimensión Educativa. La fortaleza de
la comisión es la presencia cada vez mayor del laicado hasta llegar al año 2000
a ser integrada únicamente por el laicas y laicos provenientes de las mismas
casitas bíblicas.

La escuela bíblica

¨ La escuela bíblica

Entre 1993 y 1994, en vistas del éxito de los cursos bíblicos por niveles y
como una manera de darle continuidad y profundización, nace la escuela de
animadoras y animadores de la palabra “Tierra buena en la ciudad”.

“Ahí era donde se diseñaba los encuentros semanales de las


casitas bíblicas, esas jornadas fueron las que dieron las bases
para que se sostuviera el empeño de todo el grupo. Primero fue

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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En la casa de la pastoral social y luego en Fe y Alegría” (P.
Alberto Camargo)

Durante los años de 1994 y 1995 se hacen los cursos “La Familia en la
Biblia”. Sobre esta experiencia la Hermana Yanetico hace la siguiente reflexión:

“En la evaluación de este curso escuchamos preciosos


testimonios de las animadoras. Una señora nunca había abierto
una Biblia, otra tiene su casita bíblica y se maravilla con la
palabra de Dios y la transmite con amor. Otra cuenta que nadie
nos enseñó el amor y que el estudio del Cantar de los Cantares
aprendió el amor. Ella escribió un poema de amor a su esposo
con expresiones profundas. El esposo también le escribió un
poema de amor. El amor transforma los corazones” (Hna.
Yanetico)

Durante estos dos años se resaltó y se valoró el papel de las mujeres en las
familias de Israel y su protagonismo en el proceso de liberación; esto afirmó el
liderazgo de las mujeres al frente de las casitas bíblicas y de sus propias familias,
además les ayudó en su autoestima y en la valoración de su propia dignidad.

En junio de 1997 se tiene una nueva propuesta de la Escuela Bíblica llamada


“Pequeños y sencillos. Escuela ecuménica de animadores de la palabra”, abierta a la
diversidad religiosa y a las diferentes experiencias bíblicas ecuménicas de la
ciudad. Esta opción es otro motivo del conflicto con los párrocos, conflicto que
a su vez debilita la participación de personas de las parroquias en los cursos
bíblicos.

En el 2000 se hizo el curso sobre el jubileo bíblico siguiendo la propuesta


que hizo Dimensión Educativa. Para el 2001 se definió el tema de la economía
de Dios en la Biblia como continuidad del jubileo y con la intención de animar,
promover y fortalecer los proyectos de economía colectiva y solidaria en las
casitas bíblicas. En el 2002 se estudió el tema de las madres del pueblo de Dios
y en el 2003 se dio inicio al tema de las viudas de Israel.

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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Algunos testimonios sobre la experiencia vivida en la escuela bíblica:

“La escuela bíblica surge como una necesidad de formación para


los animadores y animadoras de la palabra de Dios, es necesario
estar formados para liderar las casitas bíblicas…una formación
adecuada para una comunidad popular, para una comunidad que
necesita medios para poder vivir, una formación que sensibilice a la
persona para las necesidades de la familia, de la comunidad…la
formación bíblica es la que hace que la persona se sensibilice, la
formación bíblica hace que en el corazón de uno sienta la necesidad
del otro, la formación bíblica le hace a uno más humano, le hace a
uno como andar con los zapatos de los demás” (Moisés García)

“En la escuela bíblica ya la gente sabe para dónde va y cuál es su


opción. No es sólo la comisión sino toda la gente que está con
nosotros en la escuelita bíblica” (José Jara)

“En realidad lo que a nosotras nos ha puesto pilas, que nos ha


despertado mucho son las escuelas bíblicas los días domingos,
porque hay mucho espacio para uno participar y para uno hablar y
para uno preguntar…la escuela bíblica fue la que me abrió todo el
espacio y puedo decir que todo lo que sé, el miedo, mi timidez y mis
preguntas y mis inquietudes…ahí fue donde me pellizqué…”
(Marleny Garzón)

La Escuela Bíblica con el tiempo y sobre todo después del conflicto con los
párrocos se convirtió en el centro del caminar bíblico. Ahí se aprendió a dar los
primeros pasos en el manejo y la interpretación de la Biblia. Se aprendió a
hacer los encuentros en la casa y a trabajar con la comunidad. Se aprendió a
orar con la Biblia y desde la Biblia, a compartir, a reflexionar y a hacer vida la
palabra de Dios. Los temas estudiados han ayudado a construir familia con
fundamentos espirituales, han dejado huella en las personas participantes.

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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Semillas del Reino

¨ Una casita bíblica

A partir del conflicto las casitas bíblicas, desde su propio espacio familiar y
vecinal, vivirán una experiencia de autonomía con relación a las parroquias,
pero sin dejar de participar cuando las condiciones lo permiten. A partir de
1998 se vienen dando varias experiencias de participación. En algunos momen-
tos se está más afuera de las parroquias en otros se está más adentro.

En 1999 la Arquidiócesis de Bogotá crea la parroquia de San Policarpo en el


antiguo sector de Santa Bernardita de la parroquia de Santo Toribio. Es el
sector donde están ubicadas la mayor parte de las casitas bíblicas actualmente.
A partir del 2001 la parroquia la asumen los sacerdotes diocesanos y la anima-
ción pastoral cambia de orientación abriéndose a la participación de las casitas
bíblicas.

Esta experiencia se expresa en los siguientes testimonios:

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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“A veces a los sacerdotes les da miedo cuando uno habla de Biblia. Ellos
quién sabe qué pensarán, como que les asusta que uno pueda dar como un
testimonio bíblico, con una personita tan sencilla y humilde, que no tiene
mucha importancia con nadie, ellos les aterra....” (Cecilia Camacho)

“Lo que se ve es que los sacerdotes piensan que pierden el protagonismo y


entonces ellos tratan más de opacar y quieren que esto no continúe, pero yo
creo que es necesario continuar, sabiendo que lo que hacemos lo hacemos en
el nombre de Dios y que sea para el servicio de la comunidad y de la familia,
se debe continuar, no debemos dejar que esta luz se apague, así como en las
primeras comunidades…que ellos no quieren que la comunidad descubra la
Biblia y se den cuenta de que la Biblia la podemos hacer vida y de que por
medio de este estudio haya una liberación de la persona, pues muchas veces
nuestra iglesia nos ha querido tener adormecidos, a formarnos cristianos
pasivos y no cristianos activos, entonces el clero se siente desplazado por los
laicos (Moisés García)

“Pero a la hora de ellos aportar y meterle al cuento de la transformación


social como lo dice la doctrina social de la iglesia, ahí si lo piensan dos veces,
ahí si ya no hay recursos, ahí ya no tienen tiempo, eso que lo hagan los
laicos…ahí sí me parece que a ellos les falta mucho compromiso…” (Jorge
Quiceno)

“Yo creo que la otra crisis es el temor de que los laicos asumamos con más
fuerza nuestra opción laical teniendo como centro la palabra de Dios, creo
que eso hace que tambalee la parte jerárquica, no sé si es por el miedo a
perder el poder o el miedo de que el laico asuma responsabilidades que ellos
van y se queden sin su pan, tienen temor que el laicado asuma con más
fuerza su servicio a la iglesia” (José Jara)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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Personas de las casitas bíblicas participan en la pastoral parroquial: pastoral
social, pastoral de la salud, pastoral litúrgica, pastoral juvenil, catequesis. La
casita bíblica ha sido escuela de formación de agentes de pastoral laicos, es la
que ha “abierto las puertas” para que el laicado viva una experiencia de fe en
donde son protagonistas y desde donde se proyectan a la comunidad.

Las casitas bíblicas continúan ligadas a la comunidad. Se proyectan a los


sectores más pobres. Organizan misiones y visitan las familias desplazadas.
Participan en los encuentros ecuménicos de experiencias bíblicas tanto a nivel
de Bogotá como a nivel nacional.

En el año de 2003 se constituye la primera casita bíblica juvenil, lo que le


inyecta un nuevo dinamismo al proceso. Asume compromisos con la pastoral
social, con las casitas bíblicas infantiles, con las familias desplazadas del sector
Nueva Esperanza y con la misma Escuela Bíblica. En este mismo año participan
en el encuentro de teología juvenil organizado por Dimensión Educativa a nivel
nacional.

“Todo comenzó con la convocatoria de jóvenes del barrio para invitarlos a


una reunión casi a media noche para profundizar y armonizar el trabajo y
papel de los jóvenes en medio de esa realidad que los rodea, desde el principio
se llamó Casita Bíblica Juvenil, siendo fieles a las raíces de nuestras mamitas
las Casitas Bíblicas, contando con la misma metodología, pero adaptada a
la realidad juvenil. La primera reunión fue en la casa de un muchacho que
no tenía ni idea de lo que haríamos y se reunieron más de 30 jóvenes del
barrio. La segunda reunión era la expectativa de poder hacer un buen grupo
lleno de armonía, fraternidad y trabajo por llevar la palabra de Dios a la
realidad. Para organizar y explicar mejor el trabajo de una Casita Bíblica
Juvenil, Andrés Molina y yo, planeamos una lunada en la terraza de uno de
ellos, hubo música de Judith Bautista y el grupo Radicales, dinámica de
conocimiento y presencia de la Casita Bíblica Camino de Luz y Familia de
Nazareh” (Leonardo Díaz)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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Podemos decir que la base de lo que actualmente existe es resultado de:

1. El testimonio y acompañamiento de las religiosas.

2. El entusiasmo y el compromiso del P. Alberto Camargo.

3. La comisión bíblica estable, laical y permanente.

4. La escuela bíblica como espacio de formación.

5. La estabilidad de las casitas bíblicas.

6. El compromiso de las animadoras y los animadores.

7. El lugar de las casitas bíblicas en las familias junto con su vecindario.

8. La vocación de “semilla de mostaza” y de “fermento en la masa” siendo


“pequeña comunidad de pequeñas y de pequeños”.

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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Lo que la palabra hizo

La identidad: ¿por qué casitas bíblicas?


“Me llamó mucho la atención el La Biblia: la palabra de Dios que
nombre de casita bíblica. Le es la puerta de entrada
pregunté a la Hermana Gilma, La paloma: el Espíritu Santo que
porqué se llama “casita bíblica”. cubre la experiencia de la Casita
Ella me dijo: mire cómo es la Bíblica
reunión y usted luego saca las Grupo de siete personas:
conclusiones. Fui mirando todo y comunidad de hermanas y de
me pareció bonito resumirlo en un hermanos
solo dibujo sin palabras. Fue lo Pan: compartir
que me pareció que era la casita Corazón: amor
bíblica en base a lo que vi en mi Cruz: ecumenismo
segunda reunión en la que Todos los signos juntos expresan lo
participaba. Los signos simbolizan que es una casita bíblica”
lo siguiente: (Leonardo Díaz)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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Quien conoce la experiencia pregunta ¿por qué se llama “casitas bíblicas”?
Más que un lugar de encuentro, “casitas” hace referencia a un modo de ser, de
sentir, de obrar.Veamos todo lo que significa “ser casitas”:

9 reunión y encuentro familiar para la formación comunitaria y espiritual.


9 renacer personal a partir de la cercanía, el afecto, la acogida y la igual-
dad.
9 libertad para expresar ideas, sentimientos, experiencias, testimonios,
oraciones, necesidades, alegrías, tristezas, dolores, etc.
9 sigue el ejemplo de las primeras comunidades cristianas.
9 no es excluyente, es humana, ecuménica, servicial y solidaria.
9 ambiente familiar, ameno, sencillo al alcance de la comunidad.
9 fuera de las estructuras parroquiales, sin ataduras y con autonomía.
9 espacio humano, solidario con el sufrimiento de las personas.
9 no solo se aprende sino que se transforma, ahora son familias mejores
centradas en la palabra de Dios.
9 nueva evangelización que se gesta con el vecindario compartiendo el
texto bíblico e interpretándolo a partir de la vida.
9 la Biblia está en las manos del laicado, del pueblo, del pobre, del humilde.
9 no es reflexión de uno solo, es el compartir comunitario que ayuda a
enriquecer la vida de cada persona.
9 no es un “nidito aparte” porque está dentro de la comunidad de creyen-
tes.
9 es una escuela de la Palabra donde se aprende a vivir en comunidad
eclesial con responsabilidad social.
9 laicado que se forma como iglesia pueblo de Dios.
9 trabaja por una sociedad y una ciudadanía mejor, partiendo de la reali-
dad y llevando la Palabra a la vida.
9 busca hacer la voluntad de Dios.
9 la experiencia y la reflexión compartida hace que la persona sea sabia.
9 ahí se siente bien porque las personas siendo diferentes son como
hermanas y hermanos.
9 coloca las vidas de las personas en el rumbo del reino de Dios.

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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9 la lectura bíblica da valor y alegría para trabajar por los demás.
9 construye día a día el reino de Dios con acciones concretas humaniza-
doras.
9 desde el lugar del laicado realiza la misión evangelizadora a través del
testimonio, el servicio y la solidaridad empezando por las mismas fami-
lias.
9 con el acceso a la palabra de Dios se fortalece la pastoral de la iglesia.
9 es una voz de aliento, de alternativa, de esperanza en tiempos que no
hay aliento, ni alternativa, ni esperanza.
9 es una sabiduría comunitaria que acompañar cuando se necesita, está
cuando hay que estar, tiene libertad de anunciar cuando hay que anun-
ciar, de denunciar cuando hay que denunciar, tiene conciencia de qué es
lo que se está haciendo.

Los siguientes testimonios confirman lo anterior:

“La casita bíblica es el sitio para los excluidos, para los pobres,
para los que no tienen sitio en otra parte, para los que no tienen
reconocimiento. La casita bíblica es el sitio de todos…” (Moisés
García)

“Es un compartir, como en la época en que también lo hacía


Jesús, porque en la casita bíblica Dios también está presente,
somos como apóstoles y también repartimos el pan y estamos en
comunidad…” (Leonardo Sotelo)

“Aquí como siempre ha sido el pan compartido, si de pronto no


hay, comparten ellas que vienen, así como dicen, pobremente,
aunque sea un “aguapanela” la compartimos entre todas”
(Mercedes Rojas)

“Lo que más me gusta es compartir, que uno lea la palabra


entender la palabra, cómo es, reunirse con harta gente…en una

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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casita bíblica no sólo debe recibir sino también compartir la
palabra con otras personas” (Lucila Vega)

“Siempre ellas son las que más participan… ellas también están
dando su forma de entender las cosas… ellas captan más”
(Julián Andrés López)

“Lo que anima y une, ese calor de familia, hay ese amor que
nos vamos a reunir, que vamos a leer la palabra, que cada uno
la meditamos a nuestra manera y lo que entendamos lo
compartimos, entonces eso llama la atención” (Mercedes Rojas)

“Esto es para los pequeños y sencillos, eso es la casita bíblica,


una cosa sencilla y pequeña que nació con una reunión, cuando
iniciamos éramos 10 personas, fue bonito porque el compartir es
la fe…algo sencillo para personas sencillas, creo que eso es lo que
ha hecho que la gente se agrupe” (José Jara)

“La interpretación que el pueblo está haciendo en la casita


bíblica es una interpretación llena de vida y llena de
compromiso, llena de enseñanza, a donde antes no éramos
protagonistas, ahora somos protagonistas y de haber sido
cristianos pasivos ahora somos activos” (Moisés García)

“Es el pequeño espacio donde puede uno ser persona, que


podemos dialogar, exponer las críticas, donde se acogen a los
niños, donde podemos ser alegres y felices, es lo que hace que
tengamos esperanza y sigamos luchando. A veces tenemos como
desilusiones en este caminar, pero lo único que nos ilumina en
esas situaciones es la palabra de Dios” (José Jara)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
39
Decimos que la palabra de Dios se hace CASA porque la parte más impor-
tante de la vida de los seres humanos transcurren en la casa. Allí se procrea, se
amamanta, se dan los primeros pasos, se aprende a hablar, se come, se juega, se
descansa, se sueña. Por eso nuestro caminar bíblico se da en la casa. Nuestra
vocación misionera como casitas bíblicas es ser levadura en la masa. Somos
levadura cuando tejemos comunidad familiar, donde todas y todos contamos
con igualdad de condiciones pero donde las mujeres, las niñas y los niños, y las
personas mayores son protagonistas. El liderazgo de las mujeres se ha consti-
tuido en columna vertebral a partir del espacio de la casa, desde donde ellas se
mueven, sacan ideas, se fortalecen y velan por su intimidad y su autonomía, y
toman decisiones de acuerdo al momento o a la situación que están viviendo.

La CASA es el lugar de la espiritualidad donde se aprende a amar a Dios y a


disfrutar de la ternura y la misericordia que nos brinda. Desde ahí afirmamos
nuestra identidad laical y nuestro testimonio ecuménico de pueblo de Dios.

¿Cuál es el método de lectura bíblica?


Siguiendo el relato del “Camino de Emaús” (Lc 24,13-35), podemos decir
que el método se resume en ir de la vida a la Biblia y de la Biblia a la vida,
siguiendo los siguientes pasos:

1. Caminar y conversar en comunidad (vs. 13-14)


El método tiene como paso inicial una conversación y una andadura, a
través de lo cual se construye la realidad, se interpretan las intenciones y las
motivaciones, se expresan las emociones y sentimientos, se promueven enten-
dimientos mutuos y se establecen compromisos:

“Es que la comunidad es la que le da fortaleza, porque si uno se


esconde se muere...” (Cecilia Camacho)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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“Siempre que nosotros nos reunimos acá hacemos una oración por
los drogadictos, los enfermos, por nuestros hogares, por los que se
están muriendo, por la paz…” (Alcira Laguna)

“El solo hecho de reunirse en un lugar de encuentro de los niños,


ellos se sentían como si fuera su espacio, donde pudieran contar su
vida, contar su historia, confrontarla, recrearla, hacer de la Biblia
un gran cuento que tiene muchos cuentos” (Mery Merchán)

2. Entrar a la conversación y escuchar (vs. 15-24)

Acercamiento, silencio y “entrada” para escuchar, acompañar y aprender


discipularmente. Lo más importante no es “lo que se dice” sino lo que ocurre
en el intercambio y el compartir, el ambiente afectivo propicio para el aprendi-
zaje, el cambio personal y el compromiso:

“Nos dimos cuenta que tanto las niñas como los niños necesitaban
formarse más y de formar animadores, nos dimos cuenta que
trabajar con niños requiere de mucha preparación y hay que tener
mucha metodología, emplear muchas didácticas y recrear, y
empezamos a abordar la Biblia desde el cuento, desde la danza,
desde la cultura, desde la música, desde la poesía, y nos dimos
cuenta que los niños se recreaban con eso” (Mery Merchán)

“Jesús empieza por las necesidades del pueblo. Jesús busca


levantarles la esperanza” (Taller de sistematización)

“Nosotros partimos de la realidad que los niños viven con una


cantidad de dinámicas que nos sirven para entrar al texto, luego en
la producción se expresan los gritos en poesía, en cantos, en
dibujos…ese es el paso de Dios por la vida de los niños…” (Mery
Merchán)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
41
“En el pequeño espacio donde puede uno ser persona, que
podemos dialogar, exponer las críticas, donde se acogen a los
niños, donde podemos ser alegres y felices, es lo que hace que
tengamos esperanza y sigamos luchando” (José Jara)

“Nosotros nos reunimos y nos contamos las dificultades que nos


están pasando y uno siente que las personas lo están oyendo a
una, está dando ánimo… Uno espera ese día para encontrarse,
para seguir contando cómo Dios nos sigue diciendo en su texto,
eso nos llena a uno mucho....” (Cecilia Camacho)

“Que todo se hable dentro de la casita, dentro de la reunión y no


se hable por fuera” (Mercedes Rojas)

“Sé que mis problemas no se van a convertir en chismes o no


van a causar daño a nadie, porque nos preparamos en la casita
bíblica para eso” (Cecilia Camacho)

“Hemos compartido las lágrimas, porque lloramos juntas


nuestras tristezas y nuestros dolores, pero también compartimos
nuestras alegrías” (Marleny Garzón)

3. Introducir claves de interpretación (vs. 25-26)

No basta saber las cosas que pasan. Es necesario saber por qué y para qué
pasa lo que pasa. Así se produzcan “choques” de interpretaciones, pues mucho
mejor, ya que esos “choques” son los que ayudan a aprender teniendo en
cuenta otros puntos de vista. Echamos mano a claves de interpretación para
que la Biblia diga al hoy de la comunidad lo que tiene que decir y para que el
hoy deje de ser confuso y el mañana temeroso:

“Esa forma que se tiene de poner en la realidad, en el hoy, en el ya,


es un mensaje que se hace presente, que me da respuestas y
esperanzas” (Jorge Quiceno)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
42
“Uno lee un trocito y ese trocito de pronto le queda a uno y lo
medita y dice, bueno, hay que cambiar… uno se pone como en
esa tónica de cambio” (Mercedes Rojas)

“Leemos el texto, contamos lo que a mí me está pasando, veo


que en el texto hay algo muy parecido o hay una fortaleza para
lo que me está pasando y lo que tengo que hacer es buscar una
solución” (Cecilia Camacho)

“Aquí no hay lectores, ni hay estudiantes, sino sencillitos,


sencillitos... como uno no es lector, como uno es flojo para leer,
entonces ahí se anima a leer ese trocito que le va dando la luz y
que le va dando el entendimiento para seguir” (Mercedes Rojas)

“Vemos nosotros en los textos la vida cotidiana nuestra y la vida


de nuestro pueblo, la vida de la familia… en estos textos bíblicos
vemos el ser de nosotros, la persona, el ser de la comunidad, el
ser de toda la creación… es que el texto nos lleva a ver en la vida
las necesidades que tenemos y estos textos nos ilumina el camino
a seguir para que la vida tenga sentido” (Moisés García)

“Los niños trabajamos parte por parte y al final sacamos la


conclusión… nosotros los niños tenemos la imaginación más
grande del mundo… con la imaginación uno puede crear su
mundo completo entonces uno capta lo que se está diciendo en la
Biblia” (Julián Andrés López)

“Al leer los textos los leemos como si Dios estuviera presente con
nosotros, con nuestros sufrimientos y dolores. Dios no es ajeno a
nuestros dolores” (Taller de sistematización)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
43
“Esto es una espiritualidad, porque nos acercamos desde la
experiencia de la vida y la experiencia de la fe al texto” (Taller
de sistematización)

“A través de la lectura del texto se muestra otro rostro de Dios”


(Taller de sistematización)

“Lectura de Biblia como creyentes, como un acto de fe. Este es el


ambiente fundamental de la lectura bíblica” (Taller de
sistematización)
4. Explicar la Biblia (v. 27)

Poco a poco, sin llenarse de


informaciones innecesarias, se va
“digiriendo”, el texto. Se trata de ir
a los detalles, ver los pequeño, lo
escondido, lo que siempre ha
estado invisible. Versículo por
versículo, sin afán, sospechando,
preguntando, curioseando. Se
resalta la presencia, la voz y la
acción de mujeres, niñas y niños,
jóvenes, gente excluida y discrimi-
nada por diferentes motivos,
desplazados, huérfanos, viudas,
desempleados, gente con discapa-
cidad. Es una explicación para ver
¨ Grupo de estudio
lo que no se ha querido ver:

“Uno entre más lee la Biblia más quiere aprender, más quiere
saber qué pasa, más quiere descubrir. Así nos propusimos
aprender en cada reunión…siempre salimos muy fortalecidas”
(Marleny Garzón)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
44
“Me gustaba las explicaciones que daba la hermanita, eran
muy fáciles de entender. Ella nos explicaba de una forma que
entendiéramos…” (Leonardo Sotelo)

“Uno no va a dar cosas altas que no se entienda nada, uno va a


lo que logre entender la gente de aquí” (Mercedes Rojas)

“Primero leíamos y después pensábamos y luego pintábamos”


(Leonardo Sotelo)

“Hacíamos la oración con lo que salía del texto” (Julián Andrés


López)

“Hay unas puertas de entrada, como el juego, la inducción, el


cuento, la poesía, y hay unas llaves como la ternura, la
proximidad, o sea nosotros, irnos acercando más, ir entrando en
la parte vivencial, ir descubriendo esas categorías con los niños y
con las niñas” (Mery Merchán)

“Siempre meditábamos el evangelio del domingo y de pronto se


hacían preguntas, 3 ó 4 preguntas y cada uno habla a su
manera de lo que entiende, de lo que el evangelio le dice y vamos
compartiendo” (Mercedes Rojas)

“Dramatización de los textos: cuando más se queda, cuando


más se siente, cuando más se entiende” (Taller de
sistematización)

5. Quedarse con la comunidad (vs. 28-29)

Ahora, la Palabra entra en la casa de la comunidad para quedarse. Entra por


la puerta ancha de la cultura, el afecto, la solidaridad y la religión popular. La
Palabra se hace pan, corazón, casa, comunidad. Está en lo más profundo
echando raíces, sosteniendo y alimentado:

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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¨ Almuerzo compartido

“Siento que sí es un espacio donde ellas y ellos efectivamente


descubren la cercanía de la Biblia, el mismo hecho de poder
tocar una Biblia, de que la Biblia puede tener rayones de
muchos colores, de que ellos le pueden hacer los muñequitos que
quieran, la hace como parte de ellos” (Mery Merchán)

“Volver a las raíces de nuestras culturas, la memoria de nuestros


antepasados” (Taller de sistematización)

“Descubrir a Dios en el caminar nuestro, en medio de tanto


dolor, tanto sufrimiento es una experiencia única, porque
fortalece la esperanza, da resistencia para seguir luchando y da
otra dimensión a la vida” (Hna. Zoila Cueto)

“Es un compartir, como en la época en que también lo hacía


Jesús, porque en la casita bíblica Dios también está presente,

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
46
somos como apóstoles y también repartimos el pan y estamos en
comunidad” (Leonardo Sotelo)

“Nosotras acordamos traer entre todas cualquier cosita, lo que


llamamos el pan compartido, ya hemos formado como una
familia porque esta es una de las primeras casitas bíblicas”
(Alcira Laguna)

“Con toda la riqueza de la lectura popular de la Biblia la gente ha


venido desarrollando una espiritualidad que ha impactado en su
vida… ahora podemos ir elaborando algunas intuiciones
hermenéuticas, podemos enriquecer nuestra reflexión teológica,
quizá ahí hay otro desafío ya en el campo de hacer teología, desde
nuestros contextos, desde nuestras luchas y esperanzas” (P.
Alberto Camargo)

6. Abrir los ojos de la comunidad (vs. 30-31)

El encuentro, la escucha, el diálogo, la interpretación, el compartir, el com-


promiso lleva poco a poco a una nueva manera de sentir, de pensar, de actuar.
Una nueva manera de ver y sentir a la humanidad, a la creación, a Dios. La
comunidad que se ha puesto en camino abre los ojos y descubre lo que ahora
es, lo que ahora puede, lo que ahora vale:

“Esto le hace a uno sensibilizarse tanto y lo hace a uno sentir el


dolor ajeno, lo hace volver a uno como tan colaboradora en las
cosas materiales y en las cosas espirituales…” (Marleny Garzón)

“Vamos descubriendo al Dios de los pobres, el Dios solidario que


camina, que anda con nosotros en nuestras luchas… desde la
palabra de Dios vemos que el Dios nuestro está ligado a la
persona que sufre… en la casita bíblica se presenta otro Dios, un
Dios totalmente diferente” (Moisés García)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
47
“Ya tenemos un Dios más humano, más como con nosotros, más
cercano, antes lo veíamos castigado, ahora es un Dios padre y
madre, que es bien misericordioso, es algo que ve uno con mucha
alegría” (José Jara)

“La experiencia bíblica me hizo cambiar y a través de ella pude


ayudar a mi familia, ayudé a mis sobrinos y a mi madre a
cambiar de perspectivas, a darse un valor que merecemos como
personas” (Jorge Quiceno)

“Da alegría que las personas sencillas están preocupándose por la


situación del país, que es lo que hace que uno se motive y diga
bueno en estas personas hay un cambio, miran las realidades
diferentes y esto ha sido en base a la palabra de Dios que nos ha
ayudado a ver las cosas con más claridad” (José Jara)

7. Arder el corazón de la comunidad (v. 32)

Las convicciones, los principios, las opciones, las creencias se fortalecen y se


alimentan en el “calor y la unión familiar” de la casa comunitaria. Enamo-
ramiento colectivo que pone la vida en “otra órbita”, en la órbita del servicio, la
solidaridad, el amor eficaz:

“Ya nosotros tenemos un fortalecimiento muy metido en el


corazón y uno se siente como tan fuerte que uno ya no se deja que
otro venga y le diga a uno que las cosas son así, y uno, sí bueno,
son así” (Marleny Garzón)

“Es una alegría llegar a diez años y no habernos cansado de este


caminar, todo esto nos trae la alegría de poder seguir viviendo esto
en unión familiar, que de día a día nos acerca en ese calor de
familia” (Mercedes Rojas)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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“El trabajo de la Biblia es un vivir enamorado y comprometido
con la misión que Dios nos ha encomendado del servicio y de la
solidaridad” (Moisés García)

8. Acción de la comunidad
(v. 33-34)
No es hacer por hacer. Es una
acción fruto del consenso y del enten-
dimiento mutuo, una vez que se lee la
Biblia desde la vida. La Palabra se
torna acción por el amor, por la
oración, por la decisión comunitaria.
Las personas en comunidad, crecen en
humanidad y en espiritualidad com-
prometiéndose en la construcción de
otro mundo posible:

¨ Hermana Zoila Cueto con niñas y niños de la comunidad

“Entre los mismos niños se ponen un compromiso, los


compromisos como no gritar a otro niño, no pegarle a otro
niño…” (Julián Andrés López)

“Ese es el objetivo de estas reflexiones bíblicas, hacer vida la


palabra de Dios en las personas, en la familia, en la comunidad,
entonces vida, Biblia y comunidad es lo mismo” (Moisés
García)

“El método de la palabra es un método que lleva a la acción. La


palabra es acción” (Taller de sistematización)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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“El caminar de la palabra de Dios es el que ilumina el caminar
junto con mi pareja y con mi casa” (José Jara)

“De aquí han nacido más pastorales como la pastoral del canto,
la pastoral de la salud, también la solidaridad … antes éramos
personas que no nos reuníamos, y después de las reuniones hemos
salido con un compromiso de trabajar por la comunidad...aquí en
la parroquia ahora se ve a mucha gente comprometida que se han
formado en las casitas bíblicas...” (Cecilia Camacho)

“En la casita bíblica veíamos cómo ayudar… cuando íbamos a


visitar a los enfermitos pues ellos se alegraban de vernos y pues
abandonaditos algunos y nosotros los aseábamos, los
ayudábamos, los consentíamos…” (Leonardo Sotelo)

“En la navidad cada uno se desprendió de algo de su pesebre para


que una mamá tenga con qué hacerle el pesebre a sus hijos” (Hna.
Yanetico)

9. Contar y celebrar el relato del proceso (v. 35)

¨ Testimonio de casitas bíblicas


en una misa dominical

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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La comunidad, que ha crecido como sujeto, cuenta lo vivido en el trans-
curso de su crecimiento como un testimonio de fe. El relato construido colec-
tivamente es contado, reconocido y celebrado para afirmar y profundizar la
nueva experiencia. Comunidad sin relato propio no es comunidad protagónica:

“Tuvimos una experiencia en un mes bíblico donde los niños


elaboraron su Biblia, su gran cuento y empezaron elaborando su
génesis, entonces empezaron a preguntarle al papá y a la mamá,
bueno y yo de dónde vengo y por qué vengo, porqué estoy aquí,
dónde nací…ir descubriendo que también había nacido del
fruto de una experiencia de amor, entonces es como hilar la vida
con la palabra” (Mery Merchán)

“Mi testimonio de cambio de vida es total. Ahora soy


protagonista de un amor profundo de Dios que vivo junto con
mi familia y esto es importante contarlo para que otras personas
vean que si es posible cambiar” (Marleny Garzón)

“Para que otras personas continúen este camino, para que se


conserve de generación en generación como fuente de vida, para
reconocer a las personas que han aportado, para seguir
transformando la vida” (Moisés García)

“Contando lo que hemos vivido en este camino hacemos


memoria y esa memoria es esperanza y fuerza para seguir
caminando y para seguir siendo modelo de vida para mi familia
y para mi comunidad” (José Jara)

La memoria nos dice cómo llegar a Dios, cómo estar con El y


nos hace fuertes y no nos deja caer por los problemas o por los
chismes” (José Alberto Jara Andoa -Casita bíblica infantil)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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Cosecha de frutos maduros

¨ Sancocho comunitario

El caminar bíblico produce en la vida de las personas y en el proceso comu-


nitario “cosechas” de enorme variedad de frutos: autoridad, seguridad, confian-
za, autoestima, poder, fuerza, testimonio, unidad familiar, reconocimiento social,
autoaprendizaje, solidaridad, conciencia crítica, compromiso eclesial, protago-
nismo laical, proyección comunitaria, formación ciudadana, defensa de los
derechos humanos, amor por la vida, aceptación y respeto de las diferencias,
sensibilidad social, organización del tiempo y de los recursos, ecumenismo,
sabiduría, crecimiento espiritual, crecimiento intelectual, mayor afecto familiar,
participación de la infancia, liderazgo femenino, oración unida a la acción, nueva
identidad cristiana, articulación de los grupos bíblicos, alegría en el compartir,
fortalecimiento de las pastorales, amistad vecinal, vencer el egoísmo, motivación
y organización juvenil, etc.

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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“Ahora tengo la seguridad de la palabra de Dios que me dice que yo
puedo hablar y dirigirme a los sacerdotes...por eso yo tengo esa
seguridad y esa confianza y como esa autoridad, como ese poder de
hacer las cosas como yo quiero, porque yo se que las cosas que yo hago
es porque Dios me lo permite y desde ese punto de vista coge uno
fuerza” (Dora Parra)

“Somos una familia unida que podemos servir como ejemplo, y la gente
nos reconoce y nos saluda, cuando tienen algún problema vienen y
hablan con mi mamá como a buscar una solución” (Leonardo Sotelo)

“Si algo he aprendido en las casitas bíblicas es esa sencillez, esa


naturalidad para las cosas, eso de que Dios no está en una catedral sino
en el compartir, en el vivir, en el ayudar” (Leonardo Díaz)

“En las casitas bíblicas hay mucha solidaridad con los más pobres.
Entre todos se alcanzó dos veces a comprar un mercadito para llevarlo a
una mujer pobre, paralizada a causa de un balazo que le dio su esposo
en la columna vertebral” (Hna. Yanetico)l

“Nosotros en una reunión llegamos y si traemos algo a la cocina, allá


servimos; porque esa enseñanza nos ha dejado la señora Mercedes, esta
es su casa; ustedes verán si quieren barrer, cocinar algo, es totalmente
todo de ustedes” (Leonardo Díaz)

“Este caminar a mi me cambió mucho, en mi forma de vivir, en mi


forma de ser con mis hijos en la casa, con la gente, yo era una de las que
si yo tenía bien y si el otro no tenía… de malas” (Marlene Garzón)

“Lucilita aprendió a leer después de que estuvo en la casita bíblica…


aprendió a hablar, a leer igual que yo, igualito” (Mercedes Rojas)

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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“Primero perdí el miedo y salí a darme a conocer con los vecinos, a
saludar y segundo, entré como más comprometida a la iglesia”
(Cecilia Camacho)

“Pero en la casita bíblica aprendemos a hacer comunidad, es como


una escuela donde se aprende a ser comunidad” (Cecilia Camacho)

“A través del trabajo bíblico que hemos hecho me ha llevado a un


compromiso y me ha hecho misionero de la palabra de Dios en el
negocio, en la calle, en el colegio, en la escuela y en toda parte”
(Moisés García)

“Es de mucha esperanza que hayamos podido construir un laicado


más fuerte en nuestro barrio” (José Jara)

Esta cosecha de “frutos maduros” plantea las siguientes reflexiones:


1. Este proceso de lectura bíblica humaniza, pone a andar con los zapatos
de los otros, produce mejores seres humanos con espiritualidad solidaria.
2. Estos resultados se logran a través de procesos de educación, concien-
tización y sensibilización a partir de la vida cotidiana de las personas y
de las comunidades.
3. La experiencia es productiva, se ven resultados concretos que se
comparten y se celebran en las comunidades.
4. La palabra de Dios da esperanza en la vida y en los proyectos comuni-
tarios.
5. Motiva para seguir adelante con más fuerza y seguir luchando, mucho
más en medio de tantas dificultades.
6. Los frutos son riqueza comunitaria que debemos aprender a cuidar y a
repartir.
7. Son la manifestación de Dios en las personas que han crecido espiritual
y humanamente a través de la lectura bíblica.

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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Sueños y proyectos
Los nuevos desafíos del presente, el camino recorrido que produce trans-
formaciones, la manera de vivir la fe en comunidad son razones más que
suficientes para asumir el futuro esperanzadoramente. Estos son los sueños y
proyectos que ahora se propone:

“Pensar como una propuesta bien interesante para los jóvenes


que les guste esto, que tengamos un espacio para hablar”
(Leonardo Sotelo)

“Tratar de hacer actividades, como representaciones, cursos


para tocar guitarra en la iglesia…eso es lo que más atrae a los
jóvenes” (Didier Buitrago)

“Que participaran más niños, que dejaran que los niños


llegaran, que nos acogieran” (Julián Andrés López)

“Que cuando ustedes van allá a estudiar en la escuela bíblica los


domingos que todos los niños hagamos una obra de teatro”
(Daiana González)

“Que pusieran otra casita bíblica para los niños, sería muy
bonito también, que hubiera jóvenes que les explicara a los
niños” (María Márquez)

“Empezar a profundizar más en la palabra de Dios con mis


hijos, con mi esposa, porque creo que es lo que nos va a dar
raíces y desde ahí que nazca un proyecto económico que pueda
ser toda la familia que está vinculada” (José Jara)

“Hacer otras casitas bíblicas, porque aquí por lo menos llega


mucha gente nueva, y la gente nueva hay que empezarla a

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
55
trabajar desde lo más bajito como empecé yo” (Cecilia
Camacho)

“Cuando vimos el año pasado la economía de Dios y me pareció


vital poder hacer un proyecto y poderlo llevar a cabo porque en
este caminar hay personas que necesitan muchas cosas”
(Leonardo Díaz)

“Sería muy lindo tener como unos talleres para uno, así como
venimos el día viernes a estudiar la palabra, venir un día en la
semana para un tallercito que ayude a la economía” (Alcira
Laguna)

“El movimiento tiene que responder con una economía en


donde haya para todos que es la propuesta de Jesús, en donde
todos seamos iguales, en donde todos trabajemos, en donde todos
aportemos” (Jorge Quiceno)

“Que las casitas bíblicas trabajen en proyectos económicos que


sean alternativos para las familias y para la comunidad”
(Moisés García)

“Que las casitas bíblicas sean fermento de proyectos económicos


a base de la economía de Dios… podemos ver una economía
diferente, que podamos ser felices” (José Jara)

“Hacer una especie de San Andresito donde haya de todo,


zapatos, salón de belleza, comida, ropa…todo lo que sabe hacer
la gente” (Marlene Garzón)

“Invitar señoras que quieran aprender algo de lo que uno sabe,


por lo menos de cocina, tortas, empanadas, enseñarles, ese sería
mi sueño” (Lucila Vega)

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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“Ayudar a las mujeres que les ha pasado el mismo caso
mío...cómo ayudarles a salir de tan tremenda dificultad...cómo
afrontar este tipo de problemas” (Cecilia Camacho)

“Mirar cómo abordar la Biblia con los niños, de pronto para no


repetir esquemas sino para recrear y fundamentar los elementos
de una hermenéutica infantil.” (Mery Merchán)

“Escribir una Biblia para los niños desde el testimonio de los


niños. Testimonio de la vida de los niños como su propia Biblia
para que sean ejemplo para los demás niños y niñas” (Taller de
sistematización)

“Cómo ayudar en concreto a los niños drogadictos. Es una


misión de los niños de las casitas bíblicas infantiles” (Taller de
sistematización)

Tareas que se proponen para profundizar y ampliar la experiencia:

1. Retomar la CASA para desde ahí producir teología laical, familiar,


urbana, ecuménica, cotidiana, afectiva, vecinal. Desarrollar la teología de
la casa.

2. Trabajar en la formación de GENERO haciendo énfasis en la construc-


ción de una masculinidad humanizada y humanizadora.

3. Desarrollar la LECTURA URBANA de la Biblia teniendo más en


cuenta la cultura, el espacio, la ecología, la periferia y el mundo urbano.

4. Profundizar el ECUMENISMO, valorando e incluyendo la diversidad


religiosa y cultural presente en las familias y en los barrios.

5. Continuar trabajando la ECONOMIA DE DIOS junto con las expe-


riencias económicas de ayuda mutua, trueque, minga, autogestión
familiar, resistencia, etc., que ya están dándose en las casitas bíblicas.

! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !!
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Hacia el futuro

¨ El Diana y sus alrededores

“Creo que hay que pensar en dos cosas: por un lado generar encuentros con
las primeras intuiciones que se van dando en otros espacios respecto de la
reflexión CASA-COMUNIDAD. Esto enriquece el camino andado hasta
ahora por las casitas y les amplía el horizonte. Por otro lado, proceder a la
apertura de otras casitas en cuanto sea posible. Estos dos pasos tienen un
gran marco de reflexión: la misión urbana. Se trata de articular, de
favorecer las redes que nacen en los contextos urbanos, bajo la inspiración de
la misión en la ciudad y los nuevos rostros y caminos que está tomando la
pastoral urbana” (P. Alberto Camargo)

“La semilla está sembrada en la tierra buena de la ciudad. Se trata ahora


de protegerla, cuidarla y asegurar su crecimiento para así lograr frutos en la

!! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !
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misión urbana, metiéndonos en la realidad de la ciudad, escuchando sus
lamentos, comprometiéndonos con acciones samaritanas, involucrándonos
en la vida de las comunidades, desarrollando ciudadanías participativas,
críticas y protagónicas, y dejando huellas duraderas para las próximas
generaciones urbanas” (Equipo bíblico Semillas del Reino)

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Esta publicación se terminó de imprimir
en el mes de julio de 2004, en los
talleres de Dimensión Educativa
Calle 41 Nº 13-41
Bogotá - Colombia
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