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Empecemos por decir que este espíritu es el enemigo número uno

de lo sobrenatural, y su influencia en la iglesia de Cristo ha


paralizado lo profético y todo aquello que es sobrenatural.
Estudiemos un poco más acerca de este espíritu.

"Él me dijo: “¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora tengo que volver
para pelear contra el príncipe de Persia al terminar con él el príncipe
de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro
de la verdad: nadie me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro
príncipe”. Daniel 10:20- 21
El espíritu de Grecia

Con la muerte de los apóstoles, en el año 100, el espíritu de Grecia


comenzó a infiltrarse. El mundo griego, en el cual los primeros
apóstoles ministraron, estuvo lleno de tales filosofías. Los griegos
fueron amantes de la sabiduría, y por eso, buscaron el
conocimiento, al punto de desarrollar una mente idólatra; en otras
palabras, ellos adoraban el conocimiento. La palabra filosofía salió
de Grecia y significa el amor al conocimiento.

Los griegos fueron los guardianes de Aristóteles, Platón y de


innumerables filósofos. Ellos tenían fuertes altercados o disputas
tratando de defender sus puntos de vista, pues amaban el debate y
el razonamiento. Fue en esta clase de mundo, donde nació la
iglesia; pero por medio de la gracia y la unción apostólica, se le dio
la capacidad de vencer esta mentalidad. El espíritu de Grecia
funciona como una estructura rígida, impregnada de razonamientos
y filosofías humanas, que tienen como objetivo que el individuo
llegue a ser un ¡súper hombre! o un ¡súper Dios!

Este espíritu se manifiesta en forma de pensamiento que limita al


creyente para que éste no entre en el Reino de Dios ni a sus
dimensiones sobrenaturales. Para el tiempo de los apóstoles, el
mundo estaba controlado políticamente por los romanos, pero
influenciado culturalmente por los griegos, los cuales fueron una de
las mayores fortalezas de oposición para el cristiano. Los espíritus
de intelectualismo y racionalismo impidieron a muchos creer que
Cristo había resucitado de la muerte. Las universidades de la época
estaban llenas de este espíritu. Sin embargo, los espíritus de

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