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Caracas 28/11/10.

Universidad Metropolitana. Francisco Molines


Fundamentos Éticos de la Democracia. #200864540
Prof. Oscar Vallés

4to examen parcial de FED.

En este trabajo, vamos a tratar dos puntos, y son los siguientes:

1. ¿Es la problemática de la democracia, tanto en Nino como en Waldron, tal y


como lo resume Amy Gutmann?
2. ¿Es razonable la crítica que hace Gutmann a Waldron sobre la regla de la
mayoría?

Para poder aclarar el primer punto debemos citar aquí la problemática de la democracia
en Nino y en Waldron según Gutmann:

“Una de las preocupaciones centrales de Carlos Nino fue defender un tipo de


democracia más deliberativo de lo que recomiendan o quizá de lo que incluso admiten
las teorías convencionales de la democracia. Jeremy Waldron, en cambio, nos propone
alejarnos de cualquier preocupación sobre la calidad de la deliberación política en la
democracia para concentrarnos, primero, en el valor de la votación, y luego, en el
mayoritarismo en la democracia”. (Extraido del artículo de Gutmann “Democracia
Deliberativa y la Regla de la Mayoría: Una replica a Waldron”).

Ya yendo al grano, Es cierto lo que Gutmann dice de Nino. Él defendía lo que llamaba
una “democracia deliberativa”, la cual buscaba convertir intereses parciales (de cada
quien) en intereses imparciales (de todos por igual) mediante la evaluación del nivel de
importancia de cada idea planteada antes de ir a la votación por mayoría. Entonces, cada
promotor de su propia idea tiene que tratar que ésta tenga un nivel de importancia
suficiente para atraer a más y más votantes a su causa y así ganar dicha votación. Ahora,
en lo que concierne a Waldron, no es pretenda que no nos preocupemos demasiado por
la calidad de la deliberación, sino que él plantea el modelo de una corte suprema de
nueve jueces, usando la misma votación por mayoría, no sin antes recurrir a la
deliberación entre ellos. En otras palabras, no habría ninguna asamblea para deliberar ni
tampoco participación directa de la población. Puesto que estamos hablando de muchas
personas, Waldron prefiere que sean nueve personas razonablemente capacitadas
quienes deliberen y voten, y aún después de eso habrá desacuerdo, pero tal vez Waldron
piense que es mejor que unos pocos estén en desacuerdo que millones de personas lo
estén (Hay que ver también que muchos de esos millones de personas no tienen el nivel
de comprensión y educación de los jueces). Ya concluyendo, debemos aclarar que no es
que Waldron no le preocupe la calidad de la deliberación, sino que él parece no confiar
en la multitud, en el pueblo llano, y prefiere que ese trabajo lo hagan nueve jueces
razonables y capacitados. También debemos aclarar que la idea de los nueve jueces es la
de Waldron, no de Nino, y que se presenta como una forma de poder conciliar la
votación con la deliberación, puesto que Waldron considera que la votación puede ser
un indicio de que la deliberación fracasó y que no hubo consenso. Y en cuanto al valor
de la votación, está claro que cada juez tiene un voto de igual valor al del otro. En
cuanto a la Regla de la Mayoría, Waldron la sigue aplicando, pero con los jueces. Como
dijimos anteriormente, entre los jueces puede haber desacuerdo, pero ellos igual tendrán
que votar porque hay un plazo para la deliberación, y además surge lo que se llama “el
desacuerdo razonable”, que se trata de pensar que cada quien expone su idea y que no
siempre se trata de contrariar a la nuestra por razones de envidia o ensañamiento de ahí
a que Waldron desconfíe del pueblo llano. Por eso, no hay obstáculo entre deliberación,
desacuerdo y votación.

En cuanto al segundo punto, es válida la crítica que hace Gutmann a la Regla de la


Mayoría, no obstante, ella misma nos dice al comienzo de su artículo que “es un lugar
común considerar a la Regla de la Mayoría como el principio central de la democracia”.
Ahora bien, Gutmann critica una perspectiva de esta regla que ella considera
moralmente indefendible. Se trata de que muchas veces (Y ha pasado con frecuencia en
la historia) que hay un gran sector de la población más aventajado que se las arregla
para consolidar su mayoría y también hay sectores menos aventajados que no pueden
hacer nada sino vivir como viven (A menudo muy mal) y sufrir los abusos y
arbitrariedades del otro sector más dominante. Un ejemplo para explicarnos mejor: En
los Estados Unidos del siglo XXI y principios del XX siempre hubo atropello a
minorías como la afroamericana, latina y en muchos casos europea (Irlandeses) y
asiática. La clase mayoritaria y dominante eran los blancos estadounidenses que a través
de los siglos habían logrado amasar cuantiosas fortunas desde la llegada de los ingleses
a Norteamérica. La política era exclusivamente de blancos y el poder económico les
permitía escalar posiciones, todas las leyes y reformas eran aprobadas y hechas a la
medida por blancos, sin tomar en cuenta a las otras razas. Las minorías no tenían los
mismos derechos que los blancos estadounidenses, les resultaba difícil ganarse la vida y
sólo habían matrimonios “monoraciales” (Una sola raza), entre otros problemas.

Por eso, Amy Gutmann está a favor de un sistema que delibere más y así proteger los
derechos de las minorías, como el respeto a la libertad de culto. Esto concuerda de
alguna forma con lo que decía Nino, que ponía especial énfasis en deliberar (Explicado
más arriba).

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