Historia natural de la influenza.

Alumno: Coyol Morales Lucia

Grupo: 2602

Materia: Epidemiologia

La Influenza es una enfermedad viral, considerada actualmente como una enfermedad emergente,
que ha cobrado gran relevancia mundial principalmente por la ocurrencia de brotes de influenza
aviar en humanos en Asia, con el potencial riesgo de pandemia. La importancia de esta
enfermedad está en su elevado potencial epidémico, determinado por su alta transmisibilidad y
rápida capacidad de propagación, la existencia de un reservorio animal y la capacidad del virus de
cambiar genéticamente. La influenza se transmite principalmente por gotitas de flügge, aunque
también es importante el mecanismo indirecto, a través de objetos contaminados. Además, tiene
un corto período de incubación (media de 2-3 días) y un largo período transmisibilidad (1 día
previo y hasta 7 días después de iniciado los síntomas). El Indice de Reproducción (Ro)6 se ha
estimado aproximadamente en 10, siendo superior al SARS ( Ro = 3)7. Estas características de la
historia natural de la enfermedad son importantes a considerar para la aplicación y eficiencia de
las medidas de control en situación de brote y pandemia8.

El virus influenza se caracteriza por cambiar en forma continua y rápida, a veces dramáticamente.
Los virus de Influenza A y B son los que ocasionan regularmente epidemias y solamente el tipo A
produce pandemias. En el siglo XX se presentaron 3 pandemias y varios eventos con cepas nuevas,
que no derivaron en una pandemia.

El virus tipo A se divide en subtipos, según las características de dos de sus proteínas de superficie:
hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). En los humanos circulan predominantemente tres
hemaglutininas (H1, H2 y H3) y dos neuraminidasas (N1 y N2). En el siglo XX circularon tres
subtipos de virus A en humanos: A(H2N2), A(H1N1), A(H3N2) y, a partir de 1997, predominan los 2
últimos, además de las cepas A(H1N2). La Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza la
vigilancia internacional de esta enfermedad desde 1948, con el objeto de identificar y vigilar la
propagación de las variantes antigénicas del virus influenza.

Esta vigilancia permite actualizar la recomendación de la vacuna en forma anual, basada en la

información de las cepas circulantes a nivel mundial.