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PROTECCIÓN Y

CONSERVACIÓN DE LA
BIODIVERSIDAD EN LA CIUDAD
DE COCHABAMBA

PROYECTO “PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD


EN LA CIUDAD DE COCHABAMBA”
PROYECTO “PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN
DE LA BIODIVERSIDAD EN LA CIUDAD DE COCHABAMBA”

I. ANTECEDENTES

La ciudad de Cochabamba (provincia Cercado), capital de departamento del mismo nombre, se


encuentra ubicada en el centro geopolítico de la República de Bolivia, a una altitud de 2560 m.s.n.m.,
constituye un valle cerrado de 30.932,42 hectáreas, entre las coordenadas 17°30’ a 17°27’ de latitud sur
y 66°15’ a 66°08’ de longitud oeste.

De acuerdo a las características y particularidades ecológicas y geoclimáticas de la provincia Cercado,


corresponde su Ecoregión a los Valles Secos Interandinos de la cordillera Oriental de los Andes y resalta
una importante diversidad biológica en su flora y fauna nativa.

Sin embargo, el crecimiento de la frontera urbana, las políticas de fragmentación territorial, a través de
emisión de Títulos Ejecutoriales y las características de segregación socio-espacial de programas
gubernamentales, asociada a la presión de migraciones y los asentamientos ilegales, han contribuido a
limitar y rebasar la capacidad de preservación y protección de las áreas verdes y su biodiversidad de la
Provincia en décadas pasadas, no solo en su manejo sino incluso en su derecho propietario.

Frente a estos antecedentes, la H. Municipalidad de Cochabamba, a través de la Dirección de Gestión


Ambiental, en cumplimiento de la Ley del Medio Ambiente 1333 (sobre la flora y fauna silvestre, declara
patrimonio del Estado, señalando como obligación del Estado y la sociedad la protección, conservación y
restauración de la fauna y flora silvestre, ya sea terrestre o acuática), y la Ley de Municipalidades 2028
(Art. 5, inc. 1 y 4 que expresa: “Promover y dinamizar el desarrollo humano sostenible, equitativo y
participativo del Municipio, a través de la formulación y ejecución de políticas, planes, programas y
proyectos concordantes con la planificación del desarrollo departamental y nacional; así como preservar
y conservar, en lo que le corresponda, el medio ambiente y los ecosistemas del Municipio, contribuyendo
a la ocupación racional del territorio y al aprovechamiento sostenible de los recursos naturales”), ha
determinado fortalecer el diseño de planes y proyectos de gestión de sus áreas verdes y áreas de
manejo de cuencas de su jurisdicción.

En estos términos, es prioridad del Gobierno Municipal, planificar e implementar áreas de forestación en
todo el Cinturón Ecológico, bajo características de protección de la cobertura vegetal, en zonas
susceptibles a la erosión, contaminación y de reposición de la flora y fauna nativa, asociada a contribuir
el proceso sostenible de manejo de zonas amenazadas por la invasión de asentamientos urbanos no
planificados, lo que permitirá proteger los suelos de las inclemencias climáticas y mejorar la calidad
ambiental de la región.

II. CARACTERÍSTICAS ECOLÓGICAS DE LA REGIÓN

De acuerdo a la caracterización que realiza DE LA BARRA (1998), la ciudad de Cochabamba está


rodeada al norte por la Cordillera del Tunari (5035 m., correspondiendo a un Área Protegida declarada
como Parque Nacional Tunari, con una extensión de 5.684,59 Has. dentro la jurisdicción municipal), al
oeste por la Cordillera del Mazo Cruz 84606 m.), al este una estrecha lengua rocosa conformando la
Serranía San Pedro que le separa del valle de Sacaba, y al sur una alineación de cerros pedregosos de
hasta 3000 m. de altura, constituyendo su límite con el valle de Santibáñez.

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Los datos meteorológicos disponibles para la ciudad de Cochabamba por el Servicio Nacional de
Meteorología e Hidrología (SENAMHI), y el modelo bioclimático de RIVAS-MARTÍNEZ (1997), la
determinan a la zona con un macrobioclima tropical, un bioclima xérico, un piso bioclimático Mesotropical
(nivel inferior) y un ombrotipo semiárido (nivel superior), con una temperatura media anual de 16,3°C y
una precipitación media anual de 500 mm, con dos épocas bien marcadas, la estación seca de invierno
(mayo – octubre) y la estación lluviosa de verano (noviembre – abril).

Geológicamente, todo el territorio es de origen tectónico y sedimentario, estando enmarcado por


distintas unidades estratigráficas originadas en las eras Paleozoica y Cenozoica, donde los
afloramientos rocosos corresponden principalmente a prolongaciones de la Cordillera del Tunari (DE LA
BARRA, 1998).

Geomorfológicamente, la cuenca de Cochabamba es un valle colmatado por depósitos cuaternarios


fluviolacustres y tectónicamente se considera un graben que forma extensas terrazas sometidas a la
erosión fluvial, debido a los ríos que la atraviesan, como es el río Rocha (DE LA BARRA, 1998).

VEGETACIÓN

Son varios los estudios realizados sobre la vegetación de Cochabamba. Según RIBERA (1992), la
ciudad de Cochabamba se halla situada dentro la región geográfica de los Valles Secos Interandinos
también llamados Valles Mesotérmicos, cuya vegetación potencial de este valle está constituida por los
bosques azonales freatófilos de algarrobo, ocupando también los glacis de pie de monte, abanicos
aluviales y terrazas fluviales. Los árboles más frecuentes en este bosque original son: Prosopis alba,
Acacia visco, Celtis tala, Schinus molle, Jacaranda mimosifolia.

Los estudios realizados por NAVARRO (1996, 1997, 2002), caracterizan a la vegetación de la ciudad de
Cochabamba en dos Provincias Biogeográficas:

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1. La cordillera del Tunari en la Provincia Biogeográfica de la Puna Peruana, dentro el Distrito
Biogeográfico del Tunari, donde caracteriza a lo largo de la cordillera dos diferentes pisos
ecológicos:

¾ L
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a
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ó
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P
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neño que se desarrolla desde los 3100-3200 m hasta los 3900-4000 m de altitud, cuya
vegetación climatófila potencial de este piso está dominada por varias subespecies de
Polylepis besseri (K’ewiña), como bosques bajos con dosel de 6-8 m de altura de cobertura
variable en función del grado de conservación. El sotobosque arbustivo puede alcanzar
bastante densidad, siendo característica la presencia de Berberis commutata, Berberis
rariflora, Citharexyllum punctatum, Escallonia resinosa, Gynoxis psilophylla, Schinus
microphyllus y Vallea stipularis, que pueden ser compartidas también con algunas otras
asociaciones dominadas por Polylepis. El sotobosque herbáceo está dominado por
matorrales seriales del género Baccharis y en los afloramientos pedregosos se desarrolla
una comunidad saxícola caracterizada por la cactácea endémica Echinopsis
(Trichocereus) tunariensis y la bromeliácea Puya glabrescens (NAVARRO et al., 1996,
NAVARRO 1997, NAVARRO & MALDONADO, 2002).

Serie de Berberis commtata – Polylepis Asociación de Puya glabrescens y Trichocereus


besseri tunariensis 3
¾ La vegetación del Piso Altoandino, ocupando una banda altitudinal entre los 3900-4000 m
y los 4600-4700 m, dominada por pajonales húmedos bastante variados, como los pajonales
climatófilos, dependientes exclusivamente del agua de las precipitaciones caracterizados por
la macroserie de Azorella diapensioides y Festuca dolichophylla; en contacto con ellos
se instalan otro tipo de pajonales edafoxerófilos, que presentan en general menor cobertura,
biomasa y diversidad florística con la presencia de Pycnophyllum molle y Aciachne
acicularis; acentuándose en la vegetación saxícola y rupícola que cubre los afloramientos
rocosos o pedregosos del piso altoandino con la presencia de Lobivia maximiliana subsp.
caespitosa, cactácea característica de la vegetación saxícola altoandina y uno de los cactus
que mayor altitud alcanza en Bolivia (4600 m). Finalmente, hacia los suelos mal drenados o
susceptibles incluso de anegarse temporalmente, se desarrollan pajonales hidrófilos densos,
los cuales a su vez dan paso a los bofedales y a diversos tipos de vegetación acuática con
diversas especies que ocupan las depresiones topográficas inundadas (NAVARRO et al.,
1996, NAVARRO 1997, NAVARRO & MALDONADO, 2002).

Lobivia maximiliana subsp. Caespitosa

2. Y la ciudad misma de Cochabamba en la Provincia Biogeográfica Boliviano – Tucumana, en el


Distrito Biogeográfico del Caine, distinguiéndose dos tipos de vegetación:

¾ La vegetación Boliviano–Tucumana del Piso Prepuneño que abarca desde los 2300 a
3100 m de altitud, con bioclima xérico seco inferior a semiárido superior, ocupando las
laderas inferiores de las serranías periféricas, como la de San Pedro y de la Cordillera del
Tunari, cuya vegetación están reducidos a enclaves residuales muy localizados y más o
menos degradados, donde se puede observar aún que son microbosques decíduos con
dosel de 6-8 m en las zonas más conservadas. Florísticamente, estos bosques se
caracterizan por la combinación peculiar del Soto (Schinopsis haenkeana) y la Kacha-
Kacha (Aspidosperma quebracho-blanco), con algunos árboles de óptimo mesotropical
como la Gargatea (Carica quercifolia) y a veces también el Jacarandá (Jacaranda
mimosifolia), este último sobre todo en el tramo altitudinal superior de la serie.
Fitosociológicamente, estos bosques han sido descritos como la asociación Carico
quercifoliae – Schinopsietum haenkeanae por DE LA BARRA (1998), con sus siguientes
etapas de sustitución: Arbustedas espinosas seriales prepuneñas con la asociación Harrisio
tetracanthae y Prosopietum andicolae; matorrales arbustivos xerofíticos seriales
prepuneños con la asociación de Lippio bolivianae y Acalyphetum lycioidis; herbazal

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xerofítico serial prepuneño con la asociación de Glandulario cochabambensis y
Kallstroemietum bolivianae; y herbazales xerofíticos vivaces pioneros con la asociación de
Chlorido castillonianae y Rhynchelitretum repentis; y la vegetación saxícola que se
desarrolla en las laderas muy pedregosas de fuertes pendientes, en las grietas y fisuras de
los afloramientos rocosos, compuestas principalmente por las bromeliáceas Puya
glabrescens, Puya mirabilis y la cactácea endémica de la serranía de San Pedro Parodia
schwebsiana (NAVARRO et al., 1996, NAVARRO 1997, NAVARRO & MALDONADO,
2002).

Relictos del bosque climatófilo de Soto (Schinopsis haenkeana) en la Serranía San Pedro

Parodia schwebsiana

¾ La vegetación Boliviana–Tucumana Edafohigrófila condicionada por la acumulación


relativa o existencia de agua, al menos de forma estacional y ya sea saturando el suelo i
inundándolo o bien como niveles freáticos someros. Esta vegetación edafohigrófila es
dividida en dos grupos principales, en función de la naturaleza y origen del agua:

- La Vegetación Freatófila, correspondiendo aquéllas áreas donde se hallan


niveles freáticos poco profundos y accesibles a las raíces de árboles y arbustos,
en suelos salinos y no salinos (proximidades del río Tamborada, Champa Rancho,
Itojta, La Mayca, Pucara y la zona del aeropuerto), entre los 2100 y 2900 m de
altitud, cuya vegetación clímax edáfica es un bosque bajo, con dosel promedio de
5-10 m de altura, dominado ampliamente por el Algarrobo valluno o T’akho
(Prosopis alba), árbol freatófilo acompañado por algunas otras especies
características o indicadoras de la formación, que varían según las zonas, como
los árboles de Acacia caven, Acacia visco, Caesalpinia spinosa, Celtis tala,
Geoffroea decorticans, Jodina rombifolia y los arbustos Lycium spp.,
Mimozyganthus carinatus, Schinus longifolius, Tecota garrocha y Vallesia
glabra. Además suelen ser frecuentes algunos arbóles que se comportan como
climatófilos en suelos de ladera bien drenados sólo en ombroclimas subhúmedo o

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seco superior, mientras que en ombroclima seco inferior o semiárido se comportan
como edafohigrófilos, tales como el Molle (Schinus molle), la Gargatea (Carica
quercifolia) y el Jacarandá (Jacaranda mimosifolia). Es frecuente y
característica la liana leñosa Clematis montevidensis, y algo menos abundantes
también Pisoniella arborescens y los bejucos herbáceos subfruticosos
Tropaeolum sp., Mikania sp., Funastrum gracile y Aristolochia prostrata
(NAVARRO et al., 1996, NAVARRO 1997, NAVARRO & MALDONADO, 2002).

Prosopis alba Jacaranda mimosifolia

Acacia visco

Carica quercifolia

- La Vegetación Ribereña, que comprende aquellas zonas que pueden anegarse


temporalmente por aguas procedentes del desbordamiento de los cauces fluviales, es decir,
varios tipos de vegetación desarrollados a las orillas de los ríos y arroyos de la Provincia
Boliviano-Tucumana, donde ocupan fundamentalmente las playas fluviales, las terrazas
fluviales recientes y el lecho mayor de los cursos de agua, entre los 2500 y 2600 m en el
valle central de Cochabamba. Aunque en su mayor parte está destruido, el bosque original, a
juzgar por los fragmentos existentes, estaría dominado por el Ceibo o Chilijchi (Erythrina
falcata), acompañado de otras especies características como: Acacia visco, Salix
humboldtianum, Schinus fasciculatus, Acalypha plicata, Tecoma garrocha, Tecoma
cochabambensis y a menudo también de las especies diferenciales Jacaranda
mimosifolia, Schinus molle y Tipuana tipu. Hacia las laderas bien drenadas, los bosques
ribereños de Ceibo contactan con la serie climatófila de Jacaranda mimosifolia-Tipuana
tipu en su nivel altitudinal superior, o bien con la serie climatófila de Cardenasiodendron
brachypterum-Schinopsis haenkeana en su nivel altitudinal inferior (NAVARRO et al.,
1996, NAVARRO 1997, NAVARRO & MALDONADO, 2002).

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Tipuana tipu Erythrina falcata

Schinus molle

Salix humboldtianum

Los bosques naturales de la ciudad de Cochabamba, en la actualidad se encuentran casi totalmente


destruidos, con muy poca vegetación arbórea nativa, ocasionada por la acción humana, comenzando
con la expansión del Imperio Inca, continuando durante la época colonial española y con el crecimiento
actual de la ciudad (DE LA BARRA, 1998).

FAUNA

La fauna de la ciudad de Cochabamba no ha sido muy estudiada y además que se constituye


actualmente en uno de los recursos más amenazados para su existencia, razón por la cual, la escasa y
dispersa información proveniente de trabajos puntuales para algunos grupos de animales, especialmente
invertebrados, hace que el conocimiento acerca de ellos sea aún incipiente, por lo que, es muy difícil, en
algunos de los casos, precisar con exactitud la riqueza de especies, su distribución y por ende su
endemismo. Claramente, hay grupos de animales que están mejor estudiados como es el caso de las
aves, y otros completamente desconocidos.

Los escasos estudios sobre la fauna de los Valles Secos Interandinos, reportan que la misma muestra
aspectos de transición entre la andina por un lado y la amazónica por otro.

Con respecto a la fauna de la Cordillera Tunari, el CLAS de la Universidad de San Simón (según informe
del SERNAP, 2000), reporta 13 especies de mamíferos, 23 especies de aves, dos especies de reptiles y
dos especies de anfibios, con especies importantes como Merganetta armata, Oreomanes fraseri,
Poospiza garleppi, Saltator ruufiventris, particularmente P. garlepii y O. fraseri, como especies de

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aves endémicas que viven dentro los bosquecillos
amenazados de Polylepis besseri subtusalbida. Por
otro lado, estudios más recientes realizados por
BALDERRAMA & RAMÏREZ (2001) sobre la avifauna en
el Tunari, determinó que existe una fuerte intervención
humana (agricultura, urbanismo), cuya vegetación
valluna y montana está muy degradada y solo
representada en quebradas y fragmentos de bosques
de Polylepis, donde se han registrado 160 especies de
aves, de las cuales cuatro especies son endémicas
bolivianas: Poospiza garleppi en peligro de extinción,
Oreotrochilus adela, Aglaeactis pamela y Asthenes
heterura vulnerables. El Parque Nacional Tunari es una
de las áreas protegidas más importante en cuanto a
diversidad y endemismos de aves de Polylepis en
Bolivia y la única con poblaciones de P. garleppi.

En cuanto a la fauna del valle mismo de Cochabamba,


existen muy pocos reportes sobre la misma; algunos
trabajos puntuales son registrados para la laguna Alalay
(ARIAS, 1997, 1998), para las lagunas de Coña Coña y
Albarrancho (Proyecto Manlake – UMSS), y en general
sobre la fauna que se encuentra en la Región de los
Valles Secos Interandinos, así por ejemplo tenemos:

No se conoce aún todas las especies de anfibios que se


encuentran en el valle de Cochabamba, pero en este
grupo REICHLE (2003) reporta algunas especies
endémicas del género Hyla para los Valles Secos
Interandinos; IBISCH & MÉRIDA (2003) registran la
presencia de Bufo spinolosus en el piso puneño de
Cochabamba, y ARIAS (1997) para la laguna Alalay
reporta 2 especies, un sapo y una rana (Bufo arenarum
y Pleurodema cinerea).

En cuanto a los reptiles se reporta a Bothrops


neuwiedii como especie endémica de los Valles Secos
Interandinos, sin embargo, no existen muchos estudios
publicados sobre la diversidad de reptiles en las diferentes ecoregiones del país (IBISCH & MÉRIDA,
2003). En la fauna de la laguna Alalay en Cochabamba, ARIAS (1997) registra dos especies de reptiles
(Waglerophis merremii y Liophis cf. cei).

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Las aves representan a uno de los grupos de animales mejor estudiados en Bolivia, se encuentra dentro
de los diez países más ricos en especies de aves del mundo, y aproximadamente el 45% de todas las
aves del continente sudamericano se encuentra dentro el territorio boliviano. Esta enorme riqueza se
debe principalmente a la diversidad de zonas de vida presentes en el país (HERZOG, 2003). Para los
Valles Secos Interandinos se registran 520 especies de aves, de acuerdo a la base de datos de la
distribución de las aves bolivianas compilada por la Asociación Armonía/BirdLife Internacional. De las 16
especies endémicas bolivianas que actualmente se reconocen, siete de ellas (Ara rubrogenys,
Myiopsitta luchsi, Ochetorhynchus harterti, Cranioleuca henricae, Asthenes berlepschi, Poospiza
garleppi y Oreopsar bolivianus) se encuentran en los Valles Secos Interandinos; por lo que, FJELDSA
et al. (1999) atribuyen que la formación de éstos altos niveles de endemismo en comunidades de aves,
se debe a la alta estabilidad ecoclimática a lo largo de miles de años en algunas regiones de los Andes,
como es el caso de las pendientes en el Norte del valle de Cochabamba (Parque Nacional Tunari),
donde los bosques de Polylepis albergan el mayor grado de endemismo de aves. Por otro lado, para el
ecosistema Alalay ARIAS (1997, 1998), registra más de 136 especies de aves, tanto de tierras altas
como de tierras bajas; entre las especies características de las tierras bajas y poco comunes, se
encuentran Dendrocygna autumnalis, Sarkidiornis melanotos y Rynchops níger y entre las
nidificantes más importantes están Rollandia rolland, Fulica ardesiaca, Oxyura jamaicensis, Anas
puna, Anas bahamensis, Dendrocygna bicolor, Plegadis ridgwayi, Egretta thula, Rallus
sanguinolentus, Jacana jacana, Tachuris rubrigastra, Himantopus melanurus, Charadrius collaris,
y otros; entre las especies típicas de los valles secos de Cochabamba, de amplia distribución, se
encuentran una variedad de picaflores (Chlorostilbon aureoventris), el tarajchi (Molothrus badius), la
golondrina (Notiochelidon cyanoleuca), el jilguero cabeza negra (Carduelis maguellanicus), el
hornero (Furnarius rufus), etc.

En general, muy pocos estudios se concentraron sobre los mamíferos en Bolivia, sin embargo, siguen y
seguirán publicándose y estos registros serán especialmente para especies de menor tamaño como es
el caso de roedores y/o murciélagos. Dos especies de roedores (Phyllotis wolffsohni y Ctenomys

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lewisi) se registran como endémicas para los Valles Secos Interandinos (IBISCH & MÉRIDA, 2003). En
Cochabamba, para la laguna Alalay ARIAS (1997) reporta la presencia de 8 especies de mamíferos
entre murciélagos, vampiro, ratones, conejillos, etc. (Lasiurus cinereus, Desmodus rotundus, Myotis
levis, Rattus rattus, Mus musculus, Didelphis albiventris, Galea m. musteloides y Pseudalopex
culpaeus andinus).

III. CAUSAS PARA LA DEGRADACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD

En Bolivia, los ecosistemas más degradados corresponden especialmente a las ecoregiones de la Puna
y los Valles Secos Interandinos. Claramente, en los Andes, la presencia prolongada de culturas
agrocéntricas y una densidad poblacional elevada en un entorno ambientalmente sensible han causado
mayor degradación. La actividad humana se concentra hace miles de años en la Puna Húmeda, Puna
Semihúmeda, Puna Seca y en la ecoregión de los Bosques Secos Interandinos. Por eso, la vegetación
natural fue casi completamente eliminada y por ende la fauna (IBISCH & MERIDA, 2003).

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En Cochabamba, entre las principales causas para la degradación de la biodiversidad se ha identificado
a los siguientes:

¾ El acelerado crecimiento de la mancha urbana, que naturalmente ha ido en desmedro de la


vegetación boscosa natural, los mismos que virtualmente han desaparecido y con ellos la fauna
silvestre.

¾ Los cambios de hábitats de especies silvestres en cultivos y potreros, causando fragmentación y


hasta desaparición de hábitats remanentes (incluyendo uso de fuego para deforestar).

¾ La perturbación de hábitats que lleva a un ahuyentamiento de la fauna (presencia humana,


tráfico vehicular, ruido, apertura de caminos, turismo, etc.).

¾ Los cambios de la calidad del hábitat de especies silvestres debido a la contaminación


inorgánica y orgánica (contaminación atmosférica, de aguas, de suelos, etc.).

¾ Cambios de la calidad del hábitat de especies silvestres generadas por cambios de la densidad
poblacional de otras especies ajenas al ecosistema natural original (incluyendo introducción de
especies exóticas, individuos criados en cautiverio y agentes patógenos).

¾ La extracción de individuos de plantas y animales para uso alimenticio, medicinal, para


construcción, forestal o como leña.

¾ La devaluación cultural y pérdida de saberes y prácticas tradicionales pertinentes para la


conservación y uso sostenible de la biodiversidad.

IV. MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PLANIFICADAS

La esperanza de conservar relictos de la fauna y flora nativa propia de los valles del Municipio de
Cochabamba, están confinados a pequeños espacios que aún quedan, como la serranía de San Pedro,
la Colina San Sebastián, Parque Tunari, ecosistemas acuáticos (lagunas Alalay, Coña Coña y
Albarrancho, río Rocha) y algunos otros pequeños espacios; por lo que, la H. Municipalidad de Cercado,
a través de la Dirección de Gestión Ambiental, con el propósito de recuperar y conservar estas áreas
naturales e incrementar otros de interés para la educación, recreo, salud ambiental, psicológica y
cultural, tiene planificado el desarrollo de las siguientes acciones:

¾ Inventariación, sistematización y compatibilización de las áreas verdes de la ciudad/distrito


(ubicación, superficie, características particulares y estado actual).

¾ Reforestación de unidades representativas del Cinturón Ecológico (Serranía de San Pedro,


Colina San Sebastián, Cristo de la Concordia, lagunas Alalay, Coña Coña, Albarrancho, río
Rocha).

¾ Selección de áreas de implementación de cercos vivos – Parque Nacional Tunari (Jurisdicción


Cercado).

¾ Forestación de zonas de seguridad de torrenteras en los Distritos 1 y 2.

¾ Selección y planificación de áreas de forestación en todos los distritos (Distritos 1-14).

¾ Implementación de un Programa de Educación Ambiental para la protección y conservación de


la biodiversidad.

¾ Desarrollo de un Plan de Mejoramiento para el manejo de las áreas verdes.

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¾ Fortalecer a la unidad municipal encargada de actividades de conservación de la biodiversidad,
como es el Jardín Botánico, para cumplir los estándares internacionales.

Para la reforestación de las diferentes áreas verdes del Municipio de Cochabamba, se ha tomado en
cuenta las recomendaciones realizadas por DE LA BARRA (1997), sobre las especies nativas descritas
en el siguiente cuadro:
ESPECIES FORESTALES NATIVAS EN LA CIUDAD DE COCHABAMBA: ECOLOGÍA Y
RECOMENDACIONES PARA USOS DE REFORESTACIÓN

ESPECIE INTERVALO AUTOECOLOGÍA ZONAS DE


ALTITUDINAL FORESTACIÓN
RECOMENDADAS

Schinopsis haenkeana (Soto) Especies climatófilas Serranía San Pedro,


Carica quercifolia (Orko- en las laderas de los Colina de San Sebastián,
Karalawa) < 2800 m cerros y serranías de Cerro Verde, Cerro San
Aspidosperma quebracho- la cuenca de Miguel, Huayrakása,
blanco Cochabamba. serranías al sur y
(Kacha) Soportan intensas suroeste que rodean la
Acacia macracantha (Kiñi) sequías. ciudad.
Prosopis andicola (Alkothacgo)

Especie freatófila, que Zona del Aeropuerto, La


desarrolla sobre Mayca, Jaihuayco,
Prosopis alba (Algarrobo) 2500 – 2570 suelos arcillosos y/o Lajma, Pucara, Campo
m salobres, soporta Ferial y barrios aledaños
anegamiento al Cementerio General,
estacional. etc.
Schinus molle (Molle) 2500 – 3100 Especie climatófila, en Todo el valle de
m laderas > 2700 m, Cochabamba, en el fondo
edafohigrófilo en el de la cuenca, en las
fondo del valle (>2700 laderas de altitudes
m). inferiores de cerros y
Salix humboldtiana (Sauce) serranías.
2500 – 2750 Especie edafohigrófila, Márgenes de cauces
m que desarrolla cerca fluviales, abanicos y
de los cauces glacis con elevados
fluviales. niveles freáticos, ríos
Rocha, Tamborada, etc.
Especies climatófilas En toda la zona norte de
Kageneckia lanceolata (Chiñi- en las laderas de la la ciudad, especialmente
lloque) Cordillera del Tunari, > a partir de la Av.
Jacaranda mimosifolia a 2700 m. Son de Heroínas, al norte de los
(Jacarandá) 2560 – 3100 carácter edafohigrófilo barrios de Cala Cala,
Erythrina falcata (Ceibo) m en el fondo del valle Mayorazgo, Villa
Caesalpinia spinosa (Tara) de 2560 m a menos Montenegro, Chiquicollo,
Acacia visco (Jarcka) de 2700 m. No todas las zonas aledañas
Zanthoxylum coco (Chirimolle) soportan los suelos a Tiquipaya.
Cedrella lilloi (Cedro) salinos.

Edafohigrófila, En la zona central de la


desarrolla en la zona ciudad, hacia el Estadium
Schinus pearcei (Terebinto) 2550 – 2570 media y baja de los por el norte, hacia San
m glacis coluviales, en Pedro por el este, al
suelos areno-limosos. oeste hacia la Chimba,
etc.

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V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

INFORMES Y DOCUMENTOS de la Dirección de Gestión Ambiental sobre recuperación


de áreas verdes.

ARIAS, S. 1997. Biodiversidad y manejo ambiental de la laguna Alalay. Boletín Informativo


Mensual "Municipio y Medio Ambiente", H. Municipalidad de Cochabamba, No.3.

ARIAS, S. 1998. Proyecto "Conservación de la Ornitofauna de la Laguna Alalay". CUEMAD -


UMSS. 57 p.

BALDERRAMA, J. A. & M. C. RAMÍREZ. 2001. Diversidad y endemismo de aves en


dos fragmentos de bosque de Polylepis besseri en el Parque Nacional Tunari
(Cochabamba – Bolivia). Rev. Bol. Ecol. 9:45-60.

DE LA BARRA, N. 1997. Reconstrucción y evolución del paisaje vegetal autóctono de


la zona urbana y periurbana de la ciudad de Cochabamba. Tesis de Grado para
para obtener el Título de Licenciada en Biología. UMSS. 114 p.

DE LA BARRA, N. 1998. Reconstrucción de la vegetación original de la ciudad de


Cochabamba. Rev. Bol. de Ecol. 4:3-37

FJELDSA, J., E. LAMBIN & B. MERTENS. 1999. Correlation between endemism and
ecoclimatic stability documented by comparing Andean bird distributions
and remotely sensed land surface data. Ecography 22:63-78.

HERZOG, S. K. 2003. Aves. En: Biodiversidad: La riqueza de Bolivia. Estado de


conocimiento y conservación. Editorial FAN. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
638 p.

IBISCH, P.L. & G. MÉRIDA. 2003. Biodiversidad: La riqueza de Bolivia. Estado de


Conocimiento y conservación. Editorial FAN. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
638 p.

NAVARRO, G., S. ARRÁZOLA, C. ANTEZANA, E. SARAVIA & M. ATAHUACHI. 1996.


Series de Vegetación de los Valles Internos de los Andes de Cochabamba (Bolivia).
Ecología y Conservación Ambiental. Vol. I N° 1:3-20.

NAVARRO, G. 1997. Contribución a la clasificación ecológica y florística de los bosques


de Bolivia. Rev. Bol. Ecol. 2:3-37.

NAVARRO, G. & M. MALDONADO. 2002. Geografía Ecológica de Bolivia. Vegetación y


Ambientes Acuáticos. Editorial: Centro de Ecología Simón I. Patiño. 719 p.

REICHLE, S. 2003. Anfibios. En: Biodiversidad: La riqueza de Bolivia. Estado de


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