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1. Nuevas técnicas para la valoración de recursos alternativos: digestibilidad


in vitro e in vivo, ileal y fecal, aparente o verdadera
 

Julio Ly
 

Instituto de Investigaciones Porcinas


Apartado Postal 1, Punta Brava, La Habana 19200, CUBA

1.1 Introducción
En el inventario de recursos alimentarios alternativos que pueden usarse en
producción porcina es importante conocer los factores antinutricionales y el valor
nutritivo de tales recursos. En este texto se discutirán diversos aspectos del valor
nutritivo de alimentos tropicales, que en general no suelen catalogarse como
convencionales.

En producción porcina, y en general en producción animal, tal vez la pregunta más


importante a responder para alimentar eficientemente al ganado, sería hasta qué
punto el valor nutritivo de un alimento acompaña, y en cuál forma, a los rasgos de
comportamiento de los animales que lo ingieren. Una vez obtenida respuesta a
esta pregunta, entonces sería oportuno delimitar de qué manera se puede
alcanzar el conocimiento del valor nutritivo de tal alimento, y cómo diferentes
factores podrían hacerlo variar en mayor o menor grado.

1.2 Rasgos de comportamiento y valor nutritivo


 

Existe consenso sobre el hecho de que una buena digestibilidad de los nutrientes
de un alimento está asociado con buenos rasgos de comportamiento. Tal vez esto
querría decir que una alta digestibilidad del alimento hará que los animales
aumenten más rápidamente de peso, no necesariamente con altos consumos de
comida, lo que determinaría claramente mejorías en la conversión alimentaria.

 
No siempre se puede encontrar en la literatura científica, experimentos en los que
se estudie la interdependencia existente entre rasgos de comportamiento e índices
digestivos. Posiblemente el ejemplo más representativo de un estudio sistemático
sobre este asunto sea el que se hizo en la Universidad de Gante. Los
investigadores de Gante confeccionaron un total de ocho tipos de dietas que
variaban en su composición en ingredientes, pero que tenían una concentración
de energía y proteína digestibles (boca-recto) igual en todos los casos (13.8 kJ/g y
13.0% en base seca). Sin embargo el contenido de grasa y fibra crudas iban
desde 3.7 y 4.9 hasta 8.5 y 7.8% respectivamente.

Las dietas fueron usadas en experimentos en los que se midieron los rasgos de
comportamiento y también la digestibilidad ileal y total del N y la materia orgánica,
esta última como indicador equivalente de la energía. De acuerdo con este grupo
de investigadores belgas, entre todos los índices del valor nutritivo, el
aprovechamiento del N y la materia orgánica pueden ser representativos de lo que
ocurre con el resto de los nutrientes.

Por otra parte, el medir la digestibilidad del N a nivel ileal es indispensable, ya que
el N que desaparece en el intestino grueso no es aprovechable por el cerdo. Lo
contrario ocurre con la materia orgánica, debido a que parte de la energía que
desaparece en esa zona del tracto gastrointestinal sí se utiliza por el animal, ya
que se absorbe en forma de ácidos grasos de cadena corta.

Un resumen del trabajo realizado por el grupo de Gante fue expuesto por ellos en
el Quinto Congreso de Nutrición y Metabolismo de ProteInas que se celebró en
Rostock (Dierick et al. 1988). En la tabla 1, se muestra los rasgos de
comportamiento así como los índices de digestibilidad ileal y total de los cerdos
que consumieron las ocho dietas de prueba.

Tabla 1. Rasgos de comportamiento y digestibilidad en cerdos alimentados con


dietas isoenergéticas isoproteicas y niveles variables de grasa y fibra

  Dietas

  1 2 3 4 5 6 7 8

Nivel en dieta, %                
8.7

Grasa 3.7 6.2 5.6 6.3 7.6 8.2 7.9 8.5

Fibra 4.9 4.9 5.9 6.9 7.7 8.0 0.67 7.8

Ganancia, kg/día 0.74 0.77 0.71 0.78 0.68 0.72 4.07 0.69

Conversión1 3.45 3.63 3.61 3.65 3.67 3.75   4.12

                 

Digestibilidad de N, %             67.7  
Ileal
75.1 7.40 76.7 76.0 68.5 72.1 80.3 65.0
Rectal
83.9 83.8 83.9 81.1 77.8 81.3 12.6 77.8
Diferencia
  8.8 9.8 7.2 5.1 9.3 9.2   12.8

Digestibilidad de MO,                
%
            57.8  
Ileal
70.7 65.1 68.0 66.0 58.2 57.0 76.9 56.8
Rectal
86.6 82.1 84.0 80.0 78.4 78.9 19.1 75.6
Diferencia
15.9 17.0 16.0 14.0 20.2 21.9 18.8

 
1
kg por kg de canal

Fuente de los datos: Dierick et al. (1988)

Como Dierick et al. (1988) hicieron notar, los resultados demostraron muy
claramente que aunque los cerdos recibieron dietas isoenergéticas e isoproteícas,
el crecimiento y la conversión en canal empeoró cuando se pasó de la dieta 1 a la
dieta 8. Esto conllevó un descenso en la digestibilidad ileal de N y materia
orgánica y un incremento en la importancia de la fermentación en ciego y colon.

En la tabla 2 se expresa el resultado de comparar los datos de producción animal


con los de valor nutritivo de las dietas. Dierick et al. (1988) hallaron que la
digestibilidad ileal del N, y por extensión, de la proteína, daría una mejor
predicción de su utilización para el crecimiento de los cerdos, en comparación con
los datos fecales. Estos resultados sostienen el punto de vista de que el N
absorbido en el intestino grueso no contribuye a la síntesis proteica, tal como lo
había encontrado ya el grupo danés de Tjele (Just et al. 1985). En el experimento
danés se había observado que la proteína y los aminoácidos digestibles a nivel del
íleon presentaron correlaciones más altas con la proteína depositada en el cuerpo
que las mismas entidades cuando se midieron en el recto (r = 0.81 y r = 0.75,
respectivamente).

Tabla 2. Correlación (r) entre rasgos de comportamiento y nutrientes digeridos


hasta íleon o recto en cerdos alimentados con ocho raciones diferentes

  Ganancia, g/día Conversión, kg/kg canal

Ileon    

Digestión, g/día  

Proteína 0.76*

Materia orgánica 0.80

   
Digestibilidad, %
Proteína -0.87**

Materia orgánica -0.77*

Recto    

Digestió n, g/día  
Proteína
0.34
Materia orgánica
0.89**

Digestibilidad, %    

Proteína -0.65

Materia orgánica -0.88**

Fuente de los datos: Dierick et al. (1988)

 
Por otra parte, se hallaron igualmente valores más altos para las correlaciones
entre los rasgos de producción y la digestibilidad total o rectal de la materia
orgánica, que cuando esta se midió a nivel de la válvula íleo-cecal, lo que significa
que hay que tener en cuenta la contribución de la fermentación en el intestino
grueso y la producción concomitante de ácidos grasos volátiles en esa zona del
tracto gastrointestinal, particularmente en el caso de las dietas con alto contenido
de fibra.

En paralelo con los estudios que se hacían en Gante, en Cuba se halló evidencia
de que los rasgos de comportamiento podían muy bien correlacionarse con
índices de digestibilidad total cuando los cerdos son alimentados con mieles de
caña como única fuente de energía (Ly, 1984), y que por extensión, es posible
explicar los rasgos de comportamiento de interés económico a partir de los índices
digestivos, en cerdos alimentados con dietas tropicales no convencionales (Ly et
al. 1996 a). En la tabla 3 aparecen los resultados relacionados con la
interdependencia comportamiento-digestibilidad en la nutrición porcina con mieles
de caña.
 

Tabla 3. Relación (r) entre índices digestivos y de comportamiento en cerdos


cebados con maíz o miel de caña

  Consumo MS, kg/día Ganancia, Kg/día Conversión MS, kg/kg

Digestibilidad total,      
%
0.120 0.596* -0.787**
Materia seca
0.576* 0.865*** -0.806**
Nitrógeno
0.22 0.662* -0.828***
Energía

Fuente de los datos: Ly (1984)

 
En los estudios cubanos de evaluación de recursos tropicales no convencionales
se ha acumulado evidencia experimental sobre la interdependencia que existe
entre la digestibilidad de la energía y la de materia orgánica, tanto a nivel ileal
como rectal (tabla 4). Estos resultados sugieren que es posible pronosticar un
índice a partir del otro, lo que es importante desde el punto de vista práctico, ya
que no hay comparación entre el costo de un análisis calorimétrico y otro de
determinación de ceniza.
 

Tabla 4. Interdependencia entre la digestibilidad de energía y materia orgánica en


dietas de mieles de caña para cerdos

Recurso b R2 Sig. Fuente de los datos


estudiado

Digestibilidad        
ileal
1.013 0.992 *** Ly et al. (1995)
Topinambur
1.345 0.906 *** Ly et al. (1998ª)
Follaje de
plátano 1.065 0.984 *** Ly et al. (1998b)

Leucaena        

         

Digestibilidad 0.948 0.972 *** Ly y Diéguez (1995)


total 1.051 0.960 *** Ly et al. (1995)
Follaje de 1.318 0.828 *** Ly et al. (1996)
boniato
1.271 0.966 *** Domínguez y Ly
Topinambur (1997)
1.247 0.914 ***
Zeolita Ly et al. (1998b)
1.011 0.839 ***
Azolla Macías y Ly (1998)
 
Leucaena

Topinambur

 
 
1.3 Digestibilidad ileal y fecal

 
De acuerdo con las características del tracto digestivo de los verdos (ver Ly 1979),
es evidente que en todos los procesos digestivos que tienen lugar entre la boca y
la válvula ileocecal intervienen enzimas del animal, mientras que entre la válvula
ileocecal y el recto, solamente ocurren procesos fermentativos. De esta manera se
ha logrado establecer que toda la energía y los aminoácidos que desaparecen en
lo que se ha llamado digestibilidad ileal o prececal (digestión entre la boca y la
válvula ileocecal) es enteramente disponible para el animal, y por razones obvias,
sólo parte de la energía y nada del N que desaparece en el intestino grueso es lo
que el cerdo puede aprovechar para su metabolismo (Ly 1994).

Debido a esto, todos los experimentos que actualmente se hacen con vistas a
determinar el valor nutritivo de distintos recursos alimentarios para el cerdo, se
diseñan para determinar, por cualquiera de las técnicas que se empleen, la
digestibilidad ileal y la digestibilidad total, fecal o rectal. Algunos de los trabajos
más representativos sobre este tema, y que incluyen factores que influyen en los
sitios de digestión de nutrientes en el cerdo, han aparecido en los Seminarios
Internacionales de Fisiología Digestiva del Cerdo, como el del grupo de Tjele
(Jorgensen y Just 1988) o en publicaciones científicas europeas, como el del
grupo de Rennes (Shi y Noblet 1993).

Un informe de Dierick pudiera ser un resumen de lo que se conoce hasta el


presente, sobre la digestibilidad ileal y total de nutrientes en el cerdo. En la tabla 5
se presentan las conclusiones a las que llegó Dierick (1991) al comparar la
digestibilidad ileal y total. Además, Dierick (1991) ha indicado que, mientras la
digestibilidad total no es sensible a muchos factores que influyen en la digestión, y
por eso no es correcta, por el contrario, los datos de digestibilidad ileal pueden
reflejar la influencia del procesamiento de los alimentos, tales como el tamaño de
partícula, la granulación, el tratamiento térmico y también la influencia de
promotores del crecimiento, como los materiales antimicrobianos, probióticos,
ácidos orgánicos y enzimas.

Tabla 5. Digestibilidad ileal y total. Pros y contras

  Digestibilidad ileal Digestibilidad total

Laboriosidad Sí (Cirugía) No (Fácil de hacer)

     

Costo Cara Barata


     

¿Qué mide? Fin de la fase hidrolítica Fase hidrolítica y fermentativa

     

Influencia de la Poca Mucha


microflora
   
 
Correcta Incorrecta
Evaluación nutritiva
 
 

Fuente de los datos: Dierick (1991)

Un resumen hecho por Dierick (1991) de lo que ocurre con respecto a la digestión
ileal y total del almidón y de los polisacáridos que no son almidón (PNA) en dietas
convencionales, se presentan en la tabla 6.

Como se ve en la tabla 6, el concepto de extracto libre de nitrógeno como


representativo de los carbohidratos solubles y el de la fibra cruda, como el
equivalente a los carbohidratos insolubles más la lignina, tiene muy poco que ver
ya con la partición cuantitativa de la digestibilidad en ileal y post-ileal. Sin
embargo, se puede decir que en dietas convencionales, el almidón tiene una
digestibilidad ileal casi completa, mientras que esta es de alrededor del 20% para
los PNA. La digestibilidad total de los PNA es aproximadamente 70% en alimentos
convencionales, como promedio.

Tabla 6. Digestión de almidón y de polisacáridos que no son almidón (PNA) de


dietas convencionales en el cerdo

  Contenido en dieta, % Digestibilidad ileal, % Digestibilidad total, %

Almidón 32.60 97.2 99.7

Fibra cruda 6.80 9.3 39.3

PNA 17.53 17.9 67.1

       
Componentes de      
PNA
7.75 7.0 74.7
Arabinosa
3.02 11.0 52.0
Xilosa
1.41 9.0 82.4
Galactosa
6.76 24.5 59.9
Glucosa
2.80 28.0 81.8
Acidos urónicos
   

Fuente de los datos: Vervaeke et al. (1989, citado por Dierick 1991)

En la tabla 7 se resume lo que generalmente sucede con los lípidos dietéticos en


alimentos convencionales. Generalmente la digestibilidad total de la grasa cruda
tiende a ser ligeramente inferior a la digestibilidad ileal. Lo contrario ocurre con los
ácidos grasos. Otro aspecto a hacer notar lo es que debido a que en el intestino
grueso hay un proceso microbiano de hidrogenación de dobles enlaces, la
digestibilidad total de ácidos grasos saturados como el palmítico (C18) tiende a ser
negativa, mientras que la de los insaturados como el oleico (C18:1) tiende a ser
muy positiva.

Tabla 7. Digestión de lípidos de dietas no convencionales en el cerdo

  Contenido en dieta, % Digestibilidad ileal, % Digestibilidad total, %

Grasa cruda 6.8 68.4 64.8

       

Acidos grasos 4.6 63.8 72.6

       

C14 1.4 65.1 77.4

C16 24.3 47.8 65.7


C16:1 2.7 99.1 100.0

C18 12.5 17.4 4.6

C18:1 35.3 68.9 81.9

C18:2 19.9 85.4 93.5

C18:3 3.9 97.5 96.3

       

Acidos 67.8 57.5 49.7


grasos,
 
% en grasa

Fuente de los datos: Dierick (1991)

La tabla 8 muestra las diferencias entre la digestibilidad ileal y total de la proteína y


aminoácidos esenciales de una fuente proteica tan común como lo es la harina de
soya. Como se ha dicho ya (vide supra), el valor de la digestibilidad total de estas
entidades no tiene significado nutricional, ya que todo el N que desaparece en el
intestino grueso no es absorbido como aminoácidos, ya que aparece en el torrente
sanguíneo en forma de aminas y urea, que deben ser eliminados del cuerpo por la
vía renal después de ser generalmente neutralizados en el hígado.

Tabla 8. Digestión de compuestos de N de harina de soya en el cerdo

  Digestibilidad ileal, % Digestibilidad total, %

Proteína 79.6 87.1

Lisina 84.9 89.3

Metionina 86.4 86.5

Cistina 81.8 86.4

Treonina 75.7 86.1


Isoleucina 82.4 87.9

Triptófano 79.8 90.8

Fuente de los datos: Dierick et al. (1991)

En paralelo con los estudios europeos de fisiología de la digestión de alimentos


convencionales, el grupo de La Habana aplicó los conceptos desarrollados en esa
parte del mundo, a la caracterización y estudio de los procesos digestivos de
alimentos tropicales o no convencionales para cerdos. Como muestra, en la tabla
9 se presenta un estudio de digestibilidad ileal y total de los carbohidratos
componentes de la miel de caña de azúcar. En la tabla 10 aparece un estudio de
digestibilidad ileal y total en cerdos, de una fuente proteica foliar, como lo es la
harina de leucaena.

 
 

Tabla 9. Digestión de carbohidratos en el cerdo

  Contenido en dieta, % Digestibilidad ileal, % Digestibilidad total, %

Sacarosa 69.0 98.1 100.0

Fructosa 69.0 86.6 100.0

Glucosa 69.0 98.3 100.0

Nitrógeno1 29.0 64.8 82.3


1
Proviene de levadura torula

Fuente de los datos: Ly (1992)

 
Tabla 10. Digestión del N en dietas de miel B de caña de azúcar y levadura torula
en el

cerdo
  Contenido en dieta, % Digestibilidad ileal, % Digestibilidad total, %

Leucaena 0.0 69.2 82.7

10.0 67.8 78.9

20.0 64.2 74.5

100.01 52.8 57.0


1
Determinado por diferencia

Fuente de los datos: Ly et al. (1998)


 
 
1.4 Digestibilidad in vivo e in vitro
 

Puede afirmarse sin lugar a dudas que los principales inconvenientes de los
experimentos de digestibilidad in vivo, sobre todo con cerdos preparados
quirúrgicamente, son caros, lentos en la obtención de respuesta, y no son
adecuados para ser usados rutinariamente. La alternativa en estos casos es el
empleo de estudios de digestibilidad in vitro.
 

La sustitución de un método por otro plantea la pregunta de si un método sustituye


al otro, debido a que ambos son equivalentes, y de qué manera. La expresión
matemática que responde a esto será evidentemente una ecuación de primer
grado, con un coeficiente de determinación muy alto, e igualmente alto, un nivel de
significación para la interdependencia digestibilidad in vivo (y) - digestibilidad in
vitro (x).
En los últimos años, un número considerable de laboratorios europeos y
canadienses se han estado ocupando de este tema, estudiando qué factores
hacen más o menos precisa y exacta tal asociación, fundamentalmente en la
evaluación de alimentos convencionales para cerdos. Pudiera decirse que la
tendencia de los resultados que se han ido acumulando es que esta
interdependencia existe, y que tiene un margen de confiabilidad generalmente
aceptable.
 

Tal vez los estudios belgas hechos en Gante pudieran tomarse como ejemplo de lo que se ha
hecho recientemente (tabla 11). En el caso del informe de Dierick (1991), el valor del coeficiente
de determinación es evidentemente alto para la prediccción de la digestibilidad del N, o sea, de la
proteína cruda (Nx6.25).
 
 

Tabla 11. Predicción de la digestibilidad in vivo (y) del N a partir de la digestibilidad


in vitro

Sitio n Ecuación R2

Ileal 25 y = - 17.165 + 0.910 0.99


x

Total 30 y = - 1.823 + 0.949 x 0.99

Fuente de los datos: Dierick (1991)

 
En la tabla 12 se presenta un resumen del procedimiento de laboratorio para la determinación de
proteína y materia orgánica digestible, de acuerdo con los investigadores de Gante. Como es
fácilmente discernible, esta técnica es relativamente sencilla, rápida y barata.
 
Tabla 12. Simulación in vitro de la digestión
Paso Proteína Materia orgánica

1 150 mg de proteína 1 g de muestra

Incubación con pepsina Incubación con pepsina

4 hr/37ºC 4 hr/37oC

2 Incubación con pancreatina Incubación con pancreatina

4 hr/37oC 4 hr/37oC

Centrifugación Centrifugación

Residuo: proteína no digerida Residuo¨materia orgánica no digerida

3   Residuo + fluido ruminal

Incubación durante 48 hr
Fuente de los datos: Dierick (1991)
 
Variantes interesantes de otros grupos de investigadores pudieran ser las del grupo de Uppsala, en
el que se ha utilizado inóculo fecal porcino en vez de ruminal, para la determinación in vitro de la
materia orgánica digestible, y la del grupo de Tjele, en el que se ha desarrollado el concepto de
proteína endógena. En la tabla 13 se listan los datos de digestibilidad ileal del N medida in vivo e in
vitro, de acuerdo con Boisen y Fernández (1995).
 
Ya se conoce que la digestibilidad total in vitro es un buen indicador para predecir el
aprovechamiento de la energía dietética por parte del cerdo, no sólo desde el punto de vista de la
materia orgánica, como han propuesto los investigadores belgas (Dierick 1991), sino la materia
seca, como ha propuesto Lowgren (1992). Más aún, en Uppsala se halló que esto no solamente era
así desde este punto de vista de la digestibilidad total in vitro de la MS, sino también desde el
ángulo ileal. Esto se debe a que existe cierta relación cuantitativa entre la digestibilidad in vivo ileal
y la total (ver por ejemplo, Shi y Noblet 1993). En la tabla 14 se presenta un resumen de los
hallazgos de Lowgren (1992).
 
El uso de las nuevas técnicas para la valoración de los recursos alternativos ha sido objeto de
interés por grupos de trabajo de países tropicales como los que se asientan en Maracay (ver Díaz
1998) y La Habana (ver Ly y Domínguez 1997). Algunos resultados de interés obtenidos por
investigadores cubanos, con respecto a la determinación del valor nutritivo de macrofitas
acuáticas flotantes aparecen en la tabla 15. Es así que se ha obtenido una ecuación confiable (R2 =
0.85) para la predicción de la digestibilidad in vivo ileal del N (y) a partir de la digestibilidad in vitro
(pepsina/pancreatina) en 22 experimentos hechos con alimentos no convencionales, tropicales (Ly
y Domínguez 1997). La ecuación propuesta es y = - 13.298 + 1.121 x. Esta expresión es muy
semejante a la referida por Dierick (1991) para alimentos convencionales.
 
Tabla 13. Digestibilidad in vitro (pepsina/pancreatina) del N en alimentos
convencionales para cerdos

  Digestibilidad Digestibilidad

In vitro, % In vivo, %

Cebada 87.4 70.1

Trigo 93.6 75.4

Centeno 88.4 64.7

Avena 92.6 61.5

Harina de soya 92.9 78.1

Harina de colza 84.2 69.1


Harina de girasol 91.4 75.2

Harina de yerba 78.8 34.9

Guisantes 95.6 79.5

Harina de carne y hueso 87.5 55.5

Leche en polvo 99.6 86.0


descremada

Cáscara de cebada 81.6 55.1

Sémola de cebada 92.8 78.8

Harina de cebada 97.5 82.9

Cebada A 91.3 74.2

Cebada B 91.4 66.2

Cebada C 90.8 75.0

Fuente de los datos: Boisen y Fernández (1995)

Tabla 14. Predicción de la digestibilidad in vivo (y, ED) de la energía a partir de la

digestibilidad in vitro (x)

Sitio n Ecuación R2

Ileal 11 lY = - 27.93 + 0.36 x 0.97

Total 11 Ly = - 9.50 + 0.27 x 0.73

Fuente de los datos: Lowgren (1992)

Tabla 15. Digestibilidad de preoteínas de macrofitas acuáticas flotantes en cerdos


  Digestibilidad in Digestibilidad Pérdidas
vitro, % In vivo, %
Alimento endógenas de N MS
indigerida, %

Caseína 96.9 - - -

Harina de soya 91.4 89.9 14.9 22.0


Jacinto de agua 41.2 16.2 32.5 70.6

Lemna 67.4 56.0 14.8 61.4

Azolla 70.1 64.6 7.0 49.4

Fuente de los datos: Domínguez et al. (1996)


 
 
Como nuevas tendencias a desarrollar en los estudios de digestión de alimentos tropicales en el
cerdo, pudiera mencionarse algunos experimentos hechos en Vietnam, tales como los estudios de
producción de gas in vitro al incubar diferentes follajes con inóculo fecal porcino (Ly et al. 1997 a)
o el establecimiento de la digestibilidad in vitro de MS, estimada a partir del lavado de alimentos
tropicales (Ly et al. 1997 b).
 
 
1.5 CONCLUSIONES
En el inventario de recursos alimentarios alternativos que pueden usarse en producción porcina es
importante conocer los factores antinutricionales y el valor nutritivo de tales recursos. Desde el
punto de vista del valor nutritivo, no parece ser tan perentorio establecer la digestibilidad
verdadera como la aparente de cada uno de los nuevos alimentos que pueden introducirse en la
fórmula dietética, toda vez que en el trópico no están bien definidos los requerimientos de
nutrientes para la especie porcina.
 
Existe consenso sobre el hecho de que los rasgos de comportamiento están significativamente
correlacionados con índices digestivos de la dieta. Así, se acepta que la ganancia diaria y la
conversión alimentaria se correlacionan más estrechamente con la digestibilidad aparente del N a
nivel ileal que a nivel fecal o total. Lo contrario ocurre con la digestión de la materia orgánica, que
a su vez es sumamente semejante a la de la energía.
 
Los estudios de digestión in vivo están también muy vinculados con los estudios in vitro. Esta
última afirmación, a la que se ha llegado en diferentes laboratorios europeos tras numerosas
investigaciones, también es válida para alimentos tropicales, si se tienen en cuenta los resultados
de otros laboratorios, en esta oportunidad, de la región del Caribe.
 
Cada una de las aproximaciones al establecimiento del valor nutritivo de un alimento tiene
ventajas y desventajas. Pero si se acepta que la digestibilidad in vitro puede predecir los rasgos de
comportamiento en cerdos con un margen de confianza aceptable, entonces es obvio que este
método se destaca por lo sencillo, barato y rápido.
 
1.5 REFERENCIAS
Boisen, S. Y Fernández, J.A. 1995. Prediction of the apparent ileal digestibility of protein and amino acids in
feestuffs and feed mixtures for pigs by in vitro analysis. Animal Feed Science and Technology 51:29-
43.
Díaz, I. 1998. Evaluación de cuatro métodos (fecal, ileal, in situ e in vitro) para determinar digestibilidad del
follaje de batata (Ipomoea batatas L.) en cerdos. Tesis Magister in Scienciae. Universidad Central de
Venezuela. Maracay, pp 70.
Dierick, N.A. 1991. Recent developments in pig feed evaluation. Proceedings of the International Congress
on Pig Farming. Bruselas, p 2.1-2.8.
Dierick, N.A., Vervaeke, I., Decuypere, J., Van der Heyde, H. Y Henderickx, H. 1988. Correlation of ileal and
fecal digested protein and organic matter to production performance in growing pigs.
Wissenschaftliche Zeitschrift der Wilhem-Pieck Universitat Rostock 37:50-51.
Domínguez, P.L. y Ly, J. 1997. Balance de N y energía en cerdos alimentados con dietas de mieles de caña y
harina de azolla (Azolla spp). Revista Cubana de Ciencia Agrícola 31:75-82.
Domínguez, P.L., Molinet, Y. Y Ly, J. 1996. Ileal and in vitro digestibility in the pig of three floating aquatic
macrophytes. Livestock Research for Rural Development. 8(4):37-44.
Jorgensen, H. Y Just, A. 1988. Effect of different components on site of absorption /site of disappearance of
nutrients. In: Digestive Physiology in the Pig (L. Buraczewska, S. Buraczewski, B. Pastuszewska y T.
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V
2. Uso de la caña de azúcar y sus subproductos como fuente de energía para los cerdos en ceba:
sistemas de alimentación y sus formas de uso.

Carlos Policarpo Díaz


 

Instituto de Ciencia Animal


San José de las Lajas Apdo 24

La Habana, Cuba
e mail: ica@ceniai.inf.cu

2.1 INTRODUCCIÓN
Sería un lamentable error ignorar los retos actuales y perspectivos que tiene la
humanidad, éxodo de la población rural hacia las ciudades, disminución del área
cultivable/habitante, reducción de los beneficios del uso de los fertilizantes
químicos, globalización, incremento de la concentración del capital y dominio de
las tecnologías de avanzadas por transnacionales, sistemas de créditos con altas
tasas de interés, disminución de las ayudas de los países desarrollados
destinados a los más pobres y cambios climáticos entre otros.

La producción agropecuaria y en particular la Porcinocultura tropical se desarrolla


en este contexto político-socio-económico, por tanto, su proyección se debe
concebir sobre la máxima productividad, competitividad y eficiencia según las
modalidades productivas y recursos alimentarios disponibles. Espacio y análisis
especial se deberá dedicar a la fase de ceba, pues en ella se invierten entre el 60-
65 % de los alimentos y por lo tanto es determinante en la rentabilidad.

Varias son las premisas para lograr una mayor productividad y eficiencia, dos de
ellas el peso vivo al sacrificio y a la menor edad posible, unido a la disminución de
la conversión alimentaria son determinantes. En relación con la primera basta citar
como ejemplo de ineficiencia productiva el hecho que en varios países de la región
se deja de producir carne por concepto de un bajo peso vivo al sacrificio. La
segunda premisa sólo puede ser resuelta con una adecuada base alimentaria,
entendiéndose por esto alimentos con un buen valor nutritivo, palatabilidad y que
sus características físico-químicas no interfieran el consumo necesario para que
se exprese el potencial genético de los cerdos.
 

Cabe cuestionarse si los alimentos obtenidos de la caña de azúcar Gálvez et al.


(1980) puedan incorporarse en las dietas y garantizar los objetivos productivos
anteriormente expresados.

 
2.2 Producción, caracterización y composición de alimentos provenientes de la caña de azúcar.

Las ventajas del cultivo de la caña de azúcar pueden ser ejemplificadas como
sigue:

         Cultivo de varios ciclos productivos.


         Viable para la mecanización y formas tradicionales de cultivos.
         Admite el intercalamiento.
         Viabilidad de modificar su resistencia a las plagas, contenido de azúcares y
productividad mediante técnicas biotecnológicas.
         Responde con eficiencia a la fertilización y el riego.
         En sistemas productivos asociados es factible elevar sensiblemente su
sostenibilidad al aprovechar los desechos de la industria como fertilizantes y
generación de energía, así como aumentar la productividad de la tierra al
obtener una cosecha de un cultivo de ciclo corto.
         Alto contenido de carbohidratos solubles.
         Viabilidad para producir a través de la biotecnología otros alimentos con
mayor contenido de proteína y menor contenido de carbohidratos
estructurales.
         Factibilidad técnica de obtención de otros productos, aditivos e insumos
para otros procesos productivos.
         Factibilidad para la separación de una parte importante de los
carbohidratos solubles de los insolubles.
 

Como desventajas de la caña de azúcar con vistas a su uso en la alimentación de


los cerdos en ceba se encuentran:

         Necesidad de ser procesada y tener que trasladar mayores volúmenes


para lograr igual cantidad de nutrientes que con alimentos tradicionales.
         Rápida fermentación del jugo.
         Necesidad de invertir la sacarosa de las mieles ricas en azúcares.
         Alta densidad y bajo peso específico.
         Imposibilidad de incorporar algunos alimentos en la preparación de los
piensos.
 

Desde hace varias décadas se ha venido insistiendo (Castro,1969) en la


asociación de la industria azucarera y la producción animal. La FAO (1996), en un
análisis comparativo entre la superficie de caña de azúcar cosechada y la
producción de carne de cerdos, demostró que este importante objetivo estratégico
aún está por alcanzar.

En la tabla 1 se informa la composición bromatológica de fuentes energéticas


obtenidas de la caña de azúcar. Resalta a primera vista el hecho que sólo los
productos sometidos a procesos biotecnológicos tienen determinadas
concentraciones de proteína, así como la alta proporción de fibra cruda de otros.

Tabla 1. Información mínima sobre la composición bromatológica de fuentes energéticas

obtenidas de la caña de azúcar. Base húmeda, %

  ED
Composición, base húmeda, %
Productos MS Nx 6.25 FC Ca P MJ/kg

Jugo de caña o guarapo 15.0         2.0

Miel integral 79.5     0.10 0.80 11.1

Miel rica 80.0     0.08 0.05 11.3

Miel A 80.0     0.70 0.05 11.2

Miel B 75.0     0.85 0.05 11.0

Miel C o final 74.7     0.80 0.10 10.9

Sirope off 70.0         10.5

Azúcar 99.0         17.4

Caña troceada 26.2   7.3 0.14 0.04 2.4

Harina de caña deshidratada 90.1   23.4 0.45 0.13 2.9

Saccharina húmeda 33.0 3.3 7.3 0.10 0.08 3.6

Saccharina deshidrata 88.1 8.9 20.4 0.27 0.22 9.5

Saccharina-maíz 88.3 9.0 11.0 0.32 0.27 10.5

Saccharina-boniato 88.6 9.0 9.0 0.30 0.25 10.6

Bagazo 88.3 1.4 49.0 0.70 1.18 0.08

Bagacillo 85.4 1.4 45.0 0.13 0.10 0.09


MS = Materia seca Nx 6.25 = Proteína bruta FC = Fibra cruda Ca = Calcio P = Fósforo ED = Energía
digestible

2.3 Incorporación de cada alimento en las dietas.

No es tarea fácil lograr presentar en pocas páginas los resultados obtenidos sobre
el uso de los alimentos obtenidos de la caña de azúcar en la alimentación de los
cerdos en ceba. Basta citar que sobre el tema en cuestión se han publicados
libros, folletos, artículos científicos (Velázquez ,1970; Figueroa y Ly, 1990; Díaz y
Ly, 1991 y Díaz y Lon Wo, 1998)

Jugo de caña: El jugo de caña o guarapo ha demostrado ser (tabla 2) una


excelente fuente de energía para los cerdos. Sus desventajas radican en su
rápida fermentación que puede ser resuelta con el uso de aditivos, y en los
volúmenes que es necesario trasladar dado su bajo contenido de materia seca.
Esto puede provocar pérdidas de alimentos si no se aplica un correcto manejo de
la alimentación. Por otra parte, para instalaciones con determinados números de
cerdos resulta algo engorroso el tener que extraer jugo en dos sesiones del día y
además el criador debe definir que uso más conveniente debe dar al bagazo.

Miel integral:

En la búsqueda realizada sólo se localizó un artículo (Velázquez y Preston,1970) sobre la

evaluación de la miel integral en la ceba de cerdos. Los resultados obtenidos (tabla 3) no permiten

sugerir su uso porque los indicadores productivos no son buenos, si se tiene en cuenta que no se

le extrajo azúcar.

Miel rica:

Los pioneros (McLeod et al. 1968, Velázquez 1970, Ly 1971 y Marrero 1976) evaluaron el uso de la

miel rica en la alimentación de los cerdos en ceba y la consideraron una excelente fuente de

energía, con la correspondiente desventaja de la ausencia de nitrógeno proteico. Los estudios


posteriores (Figueroa et al., 1983 y Cervantes et al., 1986) hasta el presente han confirmado esas

aseveraciones, según se demuestra en la tabla 4.

Tabla 2. Comportamiento de cerdos alimentados con jugo de caña de azúcar.

Peso vivo, kg Consumo Conversión Consumo Ganancia

Inicio Final MS, kg kg MS/kg jugo, % MS diaria, g

26.8 54.6 1.86 3.35 83.4 555

31.9 63.4 2.70 4.49 77.4 601

33.2 67.8 2.36 3.34 74.7 707

34.3 69.6 2.73 6.52 70.3 420

34.7 82.9 2.73 4.77 72.7 573

35.6 86.4 2.70 5.07 72.4 533

37.2 77.5 2.80 5.85 71.0 479

37.2 90.9 2.67 4.22 74.5 632

38.6 100.0 3.16 3.19 74.0 991

59.2 98.5 2.85 4.22 73.8 675

60.0 100.3 2.98 3.81 72.8 782

60.9 102.1 2.93 3.66 74.8 800

75.0 102.6 3.84 4.87 84.1 789

76.0 103.3 4.17 5.35 90.2 779

77.2 105.9 4.09 4.95 79.9 821

Fuente: Savón y Díaz (1989)

Tabla 3. Comportamiento de cerdos alimentados con miel integral.


  Mieles

Indicadores Rica Integral


Peso vivo inicial, kg 29.8 29.8
Peso vivo final, kg
80.0 78.9
Consumo, MS, kg
2.2 1.7
Conversión alimentaria
   
kg MS/kg aumento
3.80 4.15
Ganancia diaria, g
609 476

 
Tabla 4. Indicadores productivos de cerdos alimentados con miel rica como fundamental fuente
energética
Peso vivo, kg Consumo Ganancia Conversión alimentaria

Inicio Final MS, kg diaria, g MS, kg/kg aumento

21.0 90.7 1.76 575 3.10

33.0 93.6 2.39 620 3.60

33.8 91.8 2.53 634 3.80

32.8 90.9 2.47 657 3.70

32.0 90.8 2.33 658 3.60

34.0 90.6 2.68 630 4.00

30.0 60.0 1.49 459 3.26

30.0 90.0 1.80 528 3.43

30.0 110.0 1.95 556 3.53

30.0 130.0 2.14 578 3.72

30.0 60.0 1.95 631 3.12

30.0 90.0 2.32 644 3.60

30.0 110.0 2.36 646 3.66


30.0 130.0 2.42 611 3.91

Fuentes: Mac Leod et al. (1968), Velázquez et al. (1972) y Lezcano y Elías (1975).

Miel A, miel B y Sirope off:

Al igual que la miel A, también se promovió el uso de la miel B y del sirope en la


alimentación de los cerdos porque posibilitaba la producción de determinadas
proporciones de azúcar y ellas contenían mayores concentraciones energéticas.
Los resultados obtenidos demuestran las diferencias en el comportamiento
productivo (tabla 5) de los cerdos en ceba cuando se alimentan con estos
alimentos. El uso de la miel B produjo un deterioro en la conversión alimentaria a
medida que incrementaron los niveles de miel en la dieta. A partir de los datos
disponibles de Mederos (1998) se obtuvo la relación siguiente: y= -2.92 + 3.70 X
con un error estándar de (b) de ± 0.41 (R2 = 98%), donde y= consumo de miel B y
X= conversión alimentaria.

 
 
 
 
 
 
 
 
Tabla 5. Ceba de cerdos con diferentes tipos de mieles como fuente energética fundamental
Tipo Peso vivo, kg Consumo, Ganancia Conversión
de miel Inicial Final MS, kg diaria, g MS, kg/kg
A 25.8 90.9 2.70 638 4.23
B 25.3 91.1 2.70 715 3.78
Final 24.4 91.2 2.70 588 4.59
Rica 25.4 89.7 2.34 572 4.10
A 25.6 89.6 2.34 558 4.20
B 25.7 85.1 2.33 530 4.40
Final 24.6 70.9 2.32 414 5.60
Sirope 28.8 94.9 2.40 592 4.17
Final 27.7 90.7 2.50 473 5.34
B 28.0 99.1 2.97 635 4.67
B 29.2 101.0 2.93 641 4.57
B 28.1 97.3 3.01 618 4.87
B 27.9 97.7 3.03 623 4.86
Azúcar 25.6 68.3 - 723 -
Sirope 25.9 69.0 - 707 -
     
Fuente: Figueroa et al. (1983), Cervantes et al. (1984); Pérez et al. (1984) , Díaz et al.
(1985) y Lezcano et al. (1992).

Miel final:

Es clásico reconocer el deterioro en el comportamiento de los cerdos cuando se


eleva la miel final en la dieta. Esto se ha asociado a una menor ingestión de
energía e incremento del tránsito de la digesta (Díaz y Ly, 1991). Los efectos de
la miel final sobre algunos rasgos del comportamiento han sido resumidos y se
presentan en la tabla 6. Los indicadores productivos sólo han mejorado con el uso
de zeolita (Castro y Elías, 1978), harina deshidratada de gramíneas (Savón
1984),suministrando primero la miel final (Castro y Elías, 1978) o suplementando
grasa (Díaz et al., 1985). En relación con las harinas de gramíneas no siempre su
uso favorece el comportamiento productivo (Díaz et al., 1985) y cuando ocurre lo
contrario la magnitud de las diferencias puede ser cuestionable (Castro et al.,
1981).

Los estudios recientes (Díaz y González, 1999) demostraron la autorregulación de


los cerdos con la ingestión de miel final (tabla 6) pero la mejora en los indicadores
productivos depende de la concentración proteica del pienso; cuando ésta es
menor al 15 %, el comportamiento se deprime. Además esta opción de ofertar la
miel final y el pienso ad libitum en comederos independientes permite mejorar la
conversión de este último. Por otra parte a medida que aumenta el peso vivo con
que inicie la fase de ceba (tabla 7) se mantiene este efecto sin detrimento de la
ganancia diaria (tabla 8).

 
 
 
 
 
 
 
Tabla 6. Respuestas productivas de cerdos a los cuales se le ofertó dos tipos de piensos (18 y 22
% de proteína) y la miel final ad libitum.

  Tipos de piensos
18 % proteína 22 % proteína
Indicadores Con Sin Con Sin
Peso vivo inicial, kg 20.1 19.8 19.8 19.1

Peso vivo final, kg 91.5 91.7 85.5 89.4

Ganancia diaria, g 771 776 708 754

Consumo, bh, kg        

Pienso 2.37 2.26 2.30 2.29

Miel final - 0.67 - 0.61

Total 2.37 2.93 2.30 2.90

Conversiones kg bh/kg aumento        

Pienso 3.09 2.92 3.25 3.04

Miel final - 0.87 - 0.82

Total 3.09 3.79 3.25 3.86

Conversión proteica kg/kg 0.51 0.48 0.64 0.60

 
Tabla 7. Peso vivo de inicio de la ceba y sus implicaciones cuando se oferta el pienso y la miel

final ad libitum.

  Peso vivo inicial, kg

Indicadores 20 30 40
Peso vivo inicial, kg 19.4 29.5 39.3

Peso vivo final, kg 91.9 87.3 92.3

Ganancia diaria, g 679 736 893

Consumos, bh, kg      

Pienso 2.34 2.48 2.81

Miel final 0.58 0.63 0.71

Total 2.92 3.11 3.52

Conversiones, bh/kg      

Pienso 3.45 3.27 3.15

Miel final 0.86 0.84 0.79

Total 4.31 4.11 3.94

Tabla 8. Relación entre el peso vivo (x) de inicio de la ceba y los indicadores
productivos cuando el pienso y la miel final se ofertan ad libitum.
Variables dependientes a b ES ± R2 Sign

           

Conversión pienso bh, kg/k 3.73 -0.01 0.002 61 P<0.001


 
         
Ganancia diaria, kg
0.456 0.011 0.0014 75 P<0.001

Fuente: Díaz y González (1999)

 
Azúcar:

El azúcar ha demostrado ser una excelente fuente energética para los cerdos en
ceba (Díaz et al., 1985) sin embargo no tuvo éxito cuando se usó para compensar
el menor contenido de energía de la miel final (tabla 9). Dada la pequeña
magnitud de las diferencias encontradas se sugirió no usarla con este objetivo.

Tabla 9. Indicadores productivos de cerdos alimentados con mezclas de azúcar y


miel final.

  Combinaciones de azúcar y miel MS, %

Indicadores Azúcar 20 40 60
55 34 13
Miel final
       

Peso vivo inicial, kg 22.4 22.3 20.6

Peso vivo final, kg 91.7 89.9 91.0

Ganancia diaria, g 511 555 586

Consumos MS, kg 1.86 1.93 1.92

Conversiones, kg MS/kg 3.70 3.57 3.37

Fuente: Mac Leod et al. (1968)

Estudios recientes han confirmado la viabilidad y factibilidad de ofertar el pienso y


el azúcar ad libitum. Los resultados obtenidos (tabla 10) permiten valorar la
magnitud de las diferencias entre los indicadores productivos cuando se usa este
alimento y la miel final. No se puede aún generalizar esta opción, pues se
requiere precisar cuando el consumo de azúcar deprime el del pienso, ya que
esto empeora los indicadores productivos. Al parecer lo anteriormente expresado
esta asociado al proceso de adaptación de los cerdos: estos se enfrentan a la vez
a dos productos, uno que contiene varios nutrientes (pienso) pero que es menos
palatable que el otro cuya única misión es aportar energía. En las tablas 10 y 11
se observa que los consumos de azúcar son similares y el del pienso estará en
función de su concentración proteica asociada a su palatabilidad. Ambos factores
son los que condicionan el potencial productivo del sistema.

Tabla 10. Efecto del suministro del pienso y azúcar ad libitum sobre los
indicadores productivos.

  Efecto de la suplementación

Indicadores Azúcar Miel final


Peso vivo inicial, kg 19.8 20.0

Peso vivo final, kg 85.6 87.5

Ganancia diaria, g 745 597

Consumos, bh, kg    

Pienso 2.18 2.50

Azúcar o miel 0.84 0.80

Total 3.02 3.30

Conversiones, bh/kg aumento    

Pienso 2.93 4.19

Azúcar o miel 1.13 1.34

Total 4.06 5.53

Conversión proteica 0.37 0.53

Fuente: Díaz y González 1999

 
 

Tabla 11. Efecto de la concentración proteica del pienso sobre el comportamiento


de los cerdos en ceba cuando este y el azúcar se ofertan ad libitum.

  Concentración de proteína, bh %

Indicadores 26 33
Peso vivo inicial, kg 25.4 25.4

Peso vivo final, kg 79.0 72.2

Ganancia diaria, g 634 556

Consumo de alimentos, bh, kg    

Pienso 1.32 0.87

Azúcar 1.03 1.09

Total 2.35 1.96

Conversiones, bh/kg    

Pienso 2.06 1.56

Azúcar 1.24 1.44

Total 3.30 3.00

Conversión proteica 0.54 0.51

   

Fuente: Díaz y González 1999

2.4 La caña de azúcar en la alimentación de los cerdos.

En la literatura disponible no se encontró ningún estudio acerca del uso de la


caña troceada o en harina en dietas que garantizan ganancias diarias superiores
a los 600 g. Sólo se localizó una evaluación de Blanco (1982) donde se usó la
caña en dietas de desperdicios procesados, pero los indicadores productivos no
fueron satisfactorios y por lo tanto no permitieron valorar el alcance de la
utilización de este alimento.
 

En contra del uso de la caña fresca (troceada o como harina) está su contenido
de materia seca y de fibra. Se debe esperar que cuando se oferte ad libitum dada
su palatabilidad se deprima el consumo de los restantes productos de la dieta y
esto afecte el comportamiento. En varias granjas de producción este fenómeno ha
sido detectado, de ahí que sea necesario precisar el mejor momento para su
suministro, pero lamentablemente no existe información científica al respecto.

Por otra parte la ausencia de nitrógeno constituye otra limitante (Lamazares et al.,
1988) la cual fue resuelta por Elías et al. (1990) mediante procesos
biotecnológicos, denominándose al producto obtenido Saccharina, que se puede
fabricar incluyendo otros alimentos, posibilitando así disminuir el contenido de
fibra. En la tabla 12 se presentan algunos resultados del comportamiento de los
cerdos con la inclusión de este nuevo alimento. En la misma se observa que
tanto en dietas con miel B o miel final, el nivel no debe ser superior al 20 %. En
términos prácticos esto significa ofertar dietas entre 5-8 % de fibra, proporción
ésta que duplica a las normas tradicionales y por consiguiente influye en los
indicadores productivos, pero la ventaja radica en el indicador costo/unidad de
incremento de peso vivo.

En los estudios dirigidos al perfeccionamiento de la tecnología de producción de


las Saccharinas se ha obtenido (Lezcano et al., 1994) una sensible elevación en el
contenido de proteína verdadera (7,0 vs 4.1 % en base seca) al situar la altura de
la capa de fermentación en 10 cm en lugar de 5 cm.
Tabla 12. Indicadores productivos de cerdos en cuyas dietas se incluyó
Saccharina.
  Peso vivo kg Consumo MS, kg Conversión Ganancia Conversión

Sistema       Saccharina MS, kg/kg diaria proteica


alimenticio
Inicio Final Total % en dieta*  

               
Miel B - supl
Miel B - supl 30.6 107.0 2.24 0 3.27 685 0.44
Miel B - supl
Miel B - supl 30.5 97.8 2.77 23 4.61 600 0.58
Tradicional
30.5 106.0 4.02 - 5.94 677 -
M.F. -supl
M.F. -supl 30.5 109.8 3.24 20 4.58 708 0.49
M.F. –supl
M.F. -supl 28.4 95.7 2.36 0 4.21 561 0.75
M.F. -supl
29.4 98.8 2.42 0 4.20 577 0.52

29.1 89.0 2.36 17 4.72 499 0.60

28.8 75.5 2.54 24 6.52 389 0.78

26.2 96.6 3.00 0 5.34 562 0.61

26.1 96.6 3.16 19 5.97 529 0.64

* Cálculos realizados a partir de datos de los autores.

2.5 Uso de alimentos energéticos de la caña de azúcar y otros


nutrimentos no convencionales.

La Saccharina también se ha usado en otros sistemas donde se elevó la


proporción de los alimentos no convencionales en la dieta. Los resultados
obtenidos indican que en el sistema de Pienso Líquido Terminado (PLT) el
nivel de este nuevo producto no debe exceder el 24 %, así como se
destaca además el alto porcentaje de productos no dependientes del
mercado.
 

En el sistema de miel proteica se obtuvieron resultados similares a los del


PLT. Se elevó la proporción de alimentos no convencionales y la
conversión proteica, esta última afectada por el hecho de considerar el 100
% del nitrógeno como proteico, lo cual no es correcto. No obstante, es
cuestionable la alta ingestión de proteína, pues no hubo diferencia entre la
harina de caña y los restantes tratamientos.

En relación a los desperdicios procesados también se obtuvo


empeoramiento de los indicadores productivos al incluir la miel final en
niveles superiores al 35 % de la dieta, siendo mejor el comportamiento
cuando se usó miel B (tabla 13).

Tabla 13. Miel final o miel B en la ceba de cerdos con desperdicios


procesados.

  Tipo de mieles *

Indicadores Final B
   

Peso vivo inicial, kg 46.4 47.5

Peso vivo final, kg 86.8 99.8

Ganancia diaria, g 454 569

Consumo, MS, kg 3.18 3.07

Conversión kg MS/kg 7.0 5.4

   

* Las dietas contenían 32.4 y 33.2 % de miel final y miel B respectivamente y en


ese mismo orden 38.6 y 39.6 de desperdicios procesados y 29.0 y 27.2 % de
pienso.

Fuente: Figueroa et al. 1985

Por otra parte es meritorio destacar el efecto no depresivo (Cervantes et


al., 1981; Ly y García, 1984) en el comportamiento (tabla 14) al ofertar o no
las dietas mezcladas, lo cual es de interés para facilitar el manejo de la
alimentación.
 

Tabla 14. Efecto del suministro de raciones mezcladas o no de


desperdicios procesados y miel final.

  Formas de suministro

Indicadores Mezclada Separada *


   

Peso vivo inicial, kg 34.7 34.7

Peso vivo final, kg 91.5 92.0

Ganancia diaria, g 710 640

Consumo, MS, kg 2.79 2.73

Conversión kg MS/kg 3.99 4.27

   

* Se ofertó la miel final en la sesión de la tarde. La dieta contenía 51.8 % de


desperdicios procesados, 41.3 % de miel final y 6.9 % de levadura torula.

2.6 Algunos elementos sobre la interpretación fisiológica.

La interpretación fisiológica de los sistemas de alimentación con productos


de la caña de azúcar están dado en primer lugar por la sensible reducción
del consumo, (alrededor de la tercera parte) cuando la harina de caña o
saccharina se ofrece húmeda en lugar de deshidratada (Lezcano et al.,
1993), asociándose esto al volumen de estos productos. A esto hay que
añadirle los efectos depresivos per se de la fibra dietética (tabla 15) y en
especial los niveles de lignina en la dieta que para un 20 % de harina de
caña deshidratada o saccharina en la materia seca de la dieta alcanza
aproximadamente 1.6-2.0 % que representa el doble de las
recomendaciones.

Tabla 15. Variación en la composición de la fibra dietética (FD), fibra neutra


detergente (FND) y fibra ácida detergente (FAD) en algunos
alimentos.
  Contenidos, MS, %

Alimentos FB FAD FND FD

       

Maíz 2.0 2.2 8.2 9.4

Trigo 2.3 3.2 9.8 10.8

Harina de caña 42.7 52.2 83.0 79.8

Saccharina 33.5 48.6 73.8 -

King grass 35.0 - 69.9 -

Fuente: Marrero et al. 1997

Por otra parte, no existen evidencias claras de una marcada elevación del
consumo para compensar la menor concentración energética de las dietas
que contienen algunos de los productos fibrosos obtenidos de la caña de
azúcar, esto se asocia al llenado estomacal y tiempo de tránsito de la
digesta.

La digestibilidad de la materia seca (tabla 16) por si sola, no permite


explicar las diferencias en el comportamiento de los cerdos alimentados
con diferentes tipos de mieles. A ella es necesario añadir la reducción y
elevación del consumo de energía y de agua respectivamente, asociado
este último a una mayor concentración de minerales y factores
desconocidos que incrementan en las mieles en la medida que se le extrae
azúcar (Ly, 1971; Marrero y Ly, 1977 y Savón, 1986).

Tabla 16. Digestibilidad y contenido de materia seca fecal de cerdos


alimentados con mieles.

Fuente de   Digestibilidad, MS, % Materia seca fecal, %

Energía Nivel MS dieta, %

Maíz 89.5 83.5 36.5

  89.0 86.3 36.3


  83.5 88.9 34.9

Azúcar 83.0 92.3 34.8

  52.0 92.2 40.7

Miel rica 80.0 91.5 36.6

  80.0 92.7 39.3

78.7 92.6 -

77.0 - 41.0

75.0 92.2 37.1

75.0 92.1 36.1

74.4 91.2 38.6

73.5 92.1 46.9

Miel integral 77.0 - 22.0

Miel final 82.3 80.0 16.3

73.1 85.3 11.4

71.0 78.5 11.8

67.1 84.8 -

65.2 84.9 -

60.0 87.8 13.5

60.0 - 14.6

Fuente: Díaz y Ly 1991

2.7 Consideraciones generales

La información presentada sobre el comportamiento de los cerdos en ceba


alimentados con alimentos provenientes de la industria azucarera, es
insuficiente, pues quedan dos aspectos vitales, uno lo relacionado con los
precios de los productos y el otro con el manejo de la alimentación.

En relación a los precios, es necesario conocer o estimar el valor


sustitutivo de cada alimento en relación al que se sustituye, esto es de vital
importancia para aquellos nutrimento como las mieles que no contienen
nitrógeno proteico. En la tabla 17 se presenta esta información y se
incluye las unidades de soya que son necesarias añadir. Esta información
permite calcular el precio a que saldría cada producto (tabla 18)
considerando la soya que se requiere adquirir para compensar la carencia
de proteína.

Para otros alimentos como la harina de caña su valor sustitutivo de los


cereales es muy similar al de la miel final, pero este se empeora en la
medida que su contenido en la dieta sobrepasa el 20 %. Similar valoración
es aplicable a la saccharina con la diferencia de que con ésta, por poseer
nitrógeno de origen microbiano, no es necesario adquirir soya para
equilibrarla a los cereales.

Tabla 17. Unidades sustitutivas de las mieles y azúcar vs el maíz o el trigo.

    Unidades de soya/unidad
sustitutiva de maíz
Producto Unidades sustitutivas

   

Maíz 1.00 (1.00) -


1.20 (1.21)
Azúcar 0.21 (0.33)
0.97 (0.98)
Miel rica 0.17 (0.27)
0.83 (0.84)
Miel B 0.15 (0.23)
0.74 (0.75)
Miel final 0.13 (0.20)

( ) Valores entre paréntesis corresponden al trigo.

 
 

Tabla 18. Precio a que saldría cada producto teniendo en cuenta la


compensación de la proteína con la soya.

  Precio sin la Variaciones de precio de la soya, USD/t

Producto Soya USD/t 180 220 260

Azúcar 120 159 (138) 172 (146) 185 (154)

  140 175 (154) 188 (162) 201 (170)

160 192 (171) 205 (178) 218 (186)

Miel rica 100 151 (134) 162 (141) 173 (148)

120 171 (154) 182 (161) 193 (168)

140 191 (175) 202 (182) 213 (189)

Miel B 60 113 (99) 122 (105) 131 (111)

80 137 (123) 146 (129) 155 (135)

100 160 (147) 169 (153) 178 (159)

Miel final 20 63 (50) 71 (55) 78 (83)

40 89 (77) 97 (82) 105 (110)

60 116 (105) 124 (110) 132 (137)

( ) Valores entre paréntesis es para comparar con el precio del maíz y trigo
respectivamente.

En relación al manejo de la alimentación se puede iniciar el análisis por las


mieles. Un estudio en detalle de los procedimientos experimentales
permitiría precisar que en la mayoría las mieles se diluyeron con agua en
una proporción 1:1 (base fresca) o se le añadió igual proporción de agua a
la dieta para facilitar su mezclaje. Como es lógico pensar tal procedimiento
requiere tiempo y gasto, por tanto, la opción presentada de ofertar la miel
separada en cualquiera de las sesiones del día puede ser una alternativa.
Con relación a la miel final, cuando se aspire a que su consumo no supere
el 20 % se puede ofertar ad libitum en comederos independientes y el
pienso también se suministrará así, pero su contenido de proteína debe
estar entre 15-18 %, pues niveles superiores no mejoran los resultados
productivos pero si incrementan la conversión proteica.

Lamentablemente no se dispone de información sobre el suministro ad


libitum de las otras mieles, pero se debe esperar que el sistema sea válido
sí se tiene en cuenta los resultados obtenidos con el azúcar ad libitum.
Una de las ventajas de ofertar las mieles ad libitum es aprovechar la
autorregulación de la ingestión de estos productos por los cerdos. Esto
evita hacer cambios de piensos, pues como se conoce es necesario
disminuir la concentración de proteína en la medida que incrementa el
peso vivo de los animales.

Tal sistema pudiera ser aplicado a los ensilajes proteicos donde se usan
las mieles como preservante. La carencia de información al respecto no
permite aseveraciones, pero ha de esperarse que al preparar mezclas de
mieles con un alimento que contenga proteína sea factible reducir en
alguna medida la concentración proteica del pienso.

En relación al suministro tradicional de las mieles en los comederos


diariamente es una práctica que provoca pérdidas de alimentos, éstas
incrementan cuando no existen protectores y los cerdos se acuestan en los
comederos.

Los productos fibrosos como la harina de caña deshidratada y la


saccharina tienen como inconvenientes su bajo peso específico que afecta
la productividad de las tolvas mezcladoras, e incluso en las tolvas
verticales no es homogéneo el mezclaje. Se conoce que en los comederos
tolvas no sale el pienso cuando su peso específico es inferior a 645 kg/m 3
(Rodríguez y González, 1999), en términos prácticos esto implica no incluir
en la dieta más de 20 % de productos fibrosos. Esta proporción estará en
dependencia de otros componentes y una alternativa pudiera ser
suministrar el excedente directamente en los comederos.

 
La clave e incluso el reto para la ciencia es lograr elevar la ingestión de
energía en los sistemas no convencionales. Esto garantizaría una mayor
tasa de ganancia y reducción de la edad al sacrificio, que como se conoce
en la medida que esta última se incrementa la eficiencia disminuye por
concepto de una mayor proporción de deposición de grasa en la canal.
¿Cómo elevar la ingestión?, esto no es viable a partir de los productos no
tradicionales que tiene cada sistema, por tanto se requerirá de fuentes
aportadoras de grasa.

El adecuado balance de los aminoácidos unido al uso de aditivos,


procesamiento de los piensos y aplicación de técnicas biotecnológicas para
elevar el contenido de proteína (Elías, 1997 y Valiño, 1997) permitirá no
sólo elevar la eficiencia sino la obtención de tasas de ganancias diarias
similares a los sistemas tradicionales de alta productividad.

2.8 CONCLUSIONES
 

La asociación entre la industria azucarera y la porcinocultura le garantiza


alimentos para esta última e incrementa la productividad de la tierra, pero la
menor o mayor tasa de ganancia de los cerdos en ceba dependerá del
alimento seleccionado y su proporción en la dieta.

La información presentada permite afirmar que es factible y viable la


conformación de sistemas de alimentación a partir del uso de alimentos
provenientes de la caña de azúcar, así como que aún quedan retos para la
ciencia.

 
 

2.9 REFERENCIAS

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3. Uso de raíces y tubérculos en la alimentación de cerdos


 
 
Carlos González Araujo, Ivonne Díaz García e Hiram Vecchionacce
 
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Agronomía

 
3.1 INTRODUCCIÓN
En Venezuela, la producción porcina especializada aporta alrededor del 95 % de
la carne de cerdo nacional, valor que para 1988 fue de 148318 t, mientras que en
1996 solo alcanzó 67200 t (MAC, 1996), generada con raciones con un alto
componente de materias primas (cereales y soya) importadas. Debido,
principalmente a limitaciones en la producción nacional por los bajos rendimientos,
unidos a la competencia por el consumo humano que dificultan su uso en la
alimentación animal. La disminución de la producción porcina, fue consecuencia
de la aplicación de políticas económicas oficiales, que originaron incrementos
sucesivos en los precios de las mezclas balanceadas, manifestándose en precios
altos del producto a nivel del consumidor, que junto a la caída del poder
adquisitivo de la población, se tradujo en una disminución del consumo de carne
de cerdo. (González, 1994), dando origen a una situación de inestabilidad y
descapitalización del sector productivo (Machado, 1989).
 
Este Sistema de producción no es él más apropiado para nuestras condiciones,
siendo necesario desarrollar una integración que incorpore dentro del circuito
porcino, la agricultura a través de cultivos tropicales con ventajas agroecológicas,
de alta eficiencia biológica, con baja demanda de insumos, que se produzcan con
tecnologías simples, con adecuados rendimientos de biomasa, que aprovechen
las condiciones del trópico, tengan mínima competencia con la alimentación
humana y con valores nutricionales que permitan incluirlos en dietas para cerdos,
reemplazando total o parcialmente los cereales y la soya, sin ocasionar
detrimentos significativos en las variables de comportamiento productivo de los
cerdos (González y Díaz, 1997).
 
3.2. Características generales.
 
Estos cultivos por las características que poseen significan una alternativa válida en
el país, con un costo de producción aproximado de 512 $/ha, y un rendimiento
promedio de raíz de 6431 kg. de MS/ha, resulta, incluido el secado, un costo de
aproximadamente 88 $/t de MS (Proyecto Batata: CONICIT-UCV) con una energía
digestible de 3150 Kcal/kg.de MS.
 

Los rendimientos de raíz de batata, provenientes de estadísticas oficiales (alrededor


de 4500 kg de raíz fresca por ha), contrastan con los resultados de
investigación(Tabla 1) que son cercanos a los promedios obtenidos en siembras
comerciales en entidades federales del país como: Cojedes (18.00 t/ha); Carabobo
(28.00 t/ha); Yaracuy (20.00 t/ha); Monagas (35.00 t/ha); Aragua (40.00 t/ha), de
acuerdo a lo reportado por Jiménez (1998). En los últimos años, investigadores del
Proyecto Batata han generado clones por mejoramiento genético (C-21; C-14; U7-
16; M-36; U7-26; T-14; U5-7; M-10; TU-117; TU-135; U-013: T-312; T-33); que han
mostrado un comportamiento sobresaliente en productividad, hasta 69.00 t/ha y
hasta 9 % de proteína, (Moreno, 1994a y Moreno 1994b). Estos cultivares
actualmente son evaluados mediante ensayos regionales en el territorio nacional.

Tabla 1. Rendimiento de batata de acuerdo al cultivar, según varios


autores.

Autor y año Rendimiento (t/ha) Cultivar

Palacios et al.., 59.58 clon UC-779


1979

Barrios, 1981 30.94 LM-24

Trujillo, 1983 40.00 UCV-41

Milano, 1984 30.09 Catemaco

Herrera, 1985 12.88 UCV – 5

Simoza, 1985 20.20 UCV – 5

Albarran, 1986 29.10 UCV – 5

Luciani, 1987 46.00 UCV – 5

Proyecto Batata, 49.00 Varios

Fuente: González, 1994.


 

Por su parte, la yuca es un cultivo muy difundido a nivel mundial, siendo Africa y
Asia las regiones de mayor producción en el mundo, en el año 1998, con 86.5 y 45
millones de toneladas, respectivamente. En América Latina el principal productor
es Brasil con 21.5 millones de toneladas en el mismo año. Este recurso está
destinado para el consumo humano y la alimentación animal, ya que constituye
una fuente energética utilizada comúnmente en Europa en alimentación animal
(Cock y Lynam, 1970). Gracias a los altos rendimientos que presenta le permite
competir con los cereales (trigo, cebada y avena), que además se destinan
principalmente para el consumo humano en esa región; la yuca utilizada por la
comunidad europea proviene de Asia. En el trópico se reportan rendimientos que
oscilan entre 12 y 40 t/ha de material fresco, lo que se traduce en 4.9 a 14 t de
MS/ ha/ año como se muestra en la Tabla 2, con un comportamiento diferencial
según la época de cosecha de acuerdo a información reportada por Iglesias et al.
(1997) quienes en ensayos regionales evaluaron el rendimiento de 20 genotipos
en 4 localidades y dos épocas (Tabla 2)

Tabla 2 Rendimiento de yuca en ensayos regionales en Colombia en la localidad


de Media Luna (Costa Norte Colombiana)

Rendimiento Rendimiento HCN


Cultivar Época de cosecha de raíces de MS (t/ha)

(t/ha)

Promedio de clones no Segundo 1995- 13.1 4.0 5


mejorados 1996

Promedio de seleccionados Segundo 1995- 16.4 5.6 7


1996

Promedio de 5 mejores Segundo 1995- 25.7 9.1 8


1996

Promedio de clones no Primero 1996-1997 18.7 6.4 6.1


mejorados

Promedio de seleccionados Primero 1996-1997 24.8 8.9 5.4

Promedio de 5 mejores Primero 1996-1997 33.8 12 6

HCM Concentración de ácido cianhidrico

Fuente: Modificado de Iglesias et al.., (1997)


 

 
3.3. Manejo agronómico del cultivo.
Las raíces son cultivos que no tienen gran demanda desde el punto de vista de su
manejo agronómico. En general, requieren de suelos sueltos y bien drenados, lo
cual se puede lograr con 1 pase de arado y de 2 a 4 pases de rastra, dependiendo
de las características del suelo. Los surcos se pueden colocar a una distancia de 1
m y la altura del camellón de 25-30 cm. La semilla es asexual y se obtiene
directamente de las siembras comerciales, aunque es importante no utilizar
semilla proveniente de zonas donde se han detectado problemas sanitarios. La
siembra se puede realizar mecanizada o manual, en ambos casos el suelo debe
estar seco para aumentar la eficiencia. Durante la siembra es importante tomar en
cuenta la polaridad de la semilla para garantizar la germinación completa del
material sembrado. La densidad de siembra para la yuca es de 12.000 plantas/ha
y para la batata de 33.000 a 40.000 plantas por ha. Después de la siembra es
imprescindible el riego para no afectar la germinación. Si el cultivo se realiza bajo
riego, se debe utilizar el mismo de una a dos veces por semana. Las malezas
deben tener un buen control durante el establecimiento del cultivo, es conveniente
realizar la siembra el día del surcado y luego aplicar un herbicida selectivo para
hoja ancha y gramíneas. Una vez establecido el cultivo, de ser necesario, se debe
hacer un control manual.

Cosecha
Para la cosecha de la batata se hace necesario eliminar el follaje con el fin de
facilitar la función de la cosechadora. Labor esta que se realiza normalmente con
una charruga aplicada sobre el surco y que profundice aproximadamente 25 cm
para que las raíces salgan a la superficie y evitar al máximo heridas que puedan
facilitar el ingreso de patógenos. Luego se procede a la recolección y ensacado
manual.

3.4. Procesamiento post cosecha


 

Las raíces de batata y yuca por su alto contenido de humedad (68-70 %), requieren de un
tratamiento previo al almacenamiento, para evitar o reducir las posibilidades de deterioro debido
a la transformación de almidones en azúcares y el ataque de patógenos. Las raíces antes de
almacenarlas, se deben lavar y exponerlas al sol o corrientes de aire que permitan eliminar el
agua externa, El almacenamiento en fresco, no debe prolongarse por periodos mayores de 12
días, ya que el deterioro físico y nutricional es alto. Si es requerido mayor tiempo de
almacenamiento se debe deshidratar, para ello es necesario cortar la raíz para aumentar la
superficie de contacto y facilitar el secado

El corte, se debe hacer con ralladora o cortadora, que origine un corte limpio, en
forma de paralelepipedo con lados de 3 a 5 mm por 10 a 15 mm y lo más largos
posibles, para que queden suficientes cámaras de aire entre los trozos y se
facilite el proceso de deshidratado, reduciendo asi la posibilidad de problemas por
presencia de hongos etc. Las cortadoras pueden ser manuales (tracción humana)
o mecánicas (tracción eléctrica) (Proyecto Batata) (foto 1). El tamaño del corte
debe ser delgado y homogéneo para garantizar el deshidratado mas rápido y en
el caso de yuca amarga se puede lograr mayor pérdida de ácido cianhídrico con
este corte ( Tobar, 1997)

El material cortado se puede deshidratar en forma natural colocándolo en patios,


con piso liso de concreto a razón de 13 kg por metro cuadrado y debe voltearse
cada media hora o de ser posible con mayor frecuencia, para permitir que la
perdida de agua sea rápida, el volteado se realiza con pala de ganchos y cabo
largo (similar a la utilizada para voltear café), separados los ganchos entre 10 y
15 cm. La raíz cortada y expuesta al sol en condiciones normales debe
deshidratarse en 48 a 72 horas. Es conveniente evaluar las condiciones de secado
antes del almacenamiento, el material debe contener entre 84 y 88% de materia
seca, en forma práctica se puede determinar, cuando al tratar de doblarlo se parte
con un sonido característico (González et al., 1995a).Para industrializar el proceso
se debe combinar el deshidratado al sol por un período aproximado de 5 horas y
luego hacerlo pasar 1 vez por un tunel de deshidratado (Proyecto Batata, datos
no publicados) En este sentido, Tobar (1997) reporta que se puede lograr la
deshidratación inicial con radiación solar bajando el contenido de humedad de 65-
70 % a 30-35 % y luego un deshidratado industrial que baje la humedad a 12-13
%.

La raíz deshidratada debe almacenarse sin moler, en sacos de fique o nylon que
permitan una buena aireación y ubicarlos en locales ventilados y de baja
humedad, donde puede permanecer por un tiempo relativamente largo, de
acuerdo a las características del local.

.
3.5. Uso del cultivo en alimentación animal
 
Aceptabilidad
No existe limitación en el consumo de raíz y follaje frescos ó deshidratados de batata, ni de un

cultivar determinado. Por lo tanto, el cultivar a sembrar dependerá principalmente de las

bondades en la producción de biomasa, de acuerdo a la zona donde se realizará la plantación

(González et al., 1992ªb, González et al.,1994ab y González et al. 1995d).

En relación al uso fresco de la yuca, es necesario tomar en cuenta el contenido de cianoglucósidos

y taninos por que tiende a ser rechazada por los animales, principalmente en los cultivares

amargos y, sin embargo, estos factores pueden ser controlados con prácticas agronómicas o con

deshidratado al sol, eliminándose el rechazo por los animales al consumo de raíz y follaje.

Digestibilidad
La raíz de batata es altamente digestible debido al contenido de almidones y
azúcares reductores, para efecto del balance de raciones se puede utilizar 3200
kcal de energía digestible ileal aparente para la raíz (González et al.,1997ª),
mientras que el follaje tiene un nivel aceptable de digestibilidad, siendo factible
utilizar una proteína digestible ileal aparente de 41.31 % (Díaz et al., 1997)
 

Por otra parte, la raíz de yuca presenta valores de energía digestible de 13.79 MJ/g (Fiahlo et al.,

citado por Ly, No publicado) mientras que el follaje tiene un contenido de PC de 30.15 % y una

digestibilidad de 58 % siendo su nivel de FDN de 41.5 % ( González et al.., 1999c)

 
 

 
Sustitución convencional con raíz
 

3.5.1. Batata

En fresco, la raíz puede sustituir hasta 75 % de los cereales en las raciones para
cerdos de 12 a 90 kg sin afectar el consumo, la conversión de alimento, o las
características de la canal (P>.05) (Tabla 3), y con una reducción de los costos
totales de producción de 15 %.
 
El uso de raíz fresca estaría destinado a unidades de producción pequeñas que
tengan disponibilidad del recurso durante todo el año, o en los casos donde el
objetivo del cultivo sea el consumo humano y el subproducto no comercial se
destine a la alimentación de cerdos.
 
Tabla 3. Efecto del nivel de sustitución de la fuente energética por raíz fresca de
batata
Nivel de Consumo Ganancia Conversión Grasa dorsal Costo
raíz relativo
(kg/anim/día) (g/día) (kg/kg) (cm)
(%) (%)

0 1.65ª 581ª 3.07 3.19 100.00

25 1.61ª 544ª 3.19 3.55 95.51

50 1.52ª 643ª 3.00 3.46 84.76

75 1.40ª 474b 3.32 3.42 85.60

100 1.04ª 429b 3.19 3.19 77.30

Fuente: González et al.., 1995e


Letras diferentes en columnas indican diferencias estadísticas significativas (P<.05)

 
La raíz deshidratada puede sustituir hasta 50 % de la fuente energética
tradicional con una reducción de los costos totales de producción de 11.5 %, con
un efecto sobre las variables de comportamiento productivo similares (P>.05)
(Tabla 4), y sin afectar las características de la canal. La disminución del nivel de
incorporación en relación al uso en fresco, se debe a que el proceso de
deshidratado industrial tiene un costo adicional, que solo la hace competitiva con
los cereales hasta 50% de sustitución.
 
 
Tabla 4. Efecto del nivel de sustitución de la fuente energética tradicional por raíz
de batata, deshidratada en forma industrial
Nivel de raíz Consumo Ganancia Conversión Grasa Costo
dorsal relativo
(%) (kg/Anim/día) (g/día) (kg/kg) (cm) (%)

0 1.56 631ª 2.82ª 2.89 100.00

25 1.66 596ªb 3.17ªb 3.14 98.50

50 1.75 617ªb 3.16ªb 3.14 88.50

75 1.59 566b 3.28bc 3.34 88.50

100 1.49 472c 3.65c 3.10 101.4

Fuente González et al.., 1999a

Letras diferentes en columna, indican diferencias estadísticas significativas (P<.05)


 

3.5.2. Yuca

La raíz de yuca deshidratada al sol, puede sustituir totalmente al maíz en raciones para cerdos

con una reducción de costo total de producción equivalente a 23.5 %, sin afectar las variables de

comportamiento productivo ni la cantidad de grasa de la canal (Tabla 4)

Tabla 4. Efecto de la sustitución del maíz por harina de raíz de yuca en dietas para cerdos en

crecimiento y engorde (30-90 kg)

Nivel de Consumo Ganancia Conversión Profundidad Costo relativo


sustitución (%) de grasa (cm)
(kg./Anim/día (g/día) (kg/kg) (%)
)

0 1.81 689ªb 2.63 1.94ab 100.00

50 1.92 722 ª 2.66 2.06a 84.82

100 1.91 635ªb 3.01 1.74ab 76.45

Fuente González et al..,. 1997c

Letras diferentes en una misma columna indican diferencias estadísticas significativas


(P<.05)
 
La sustitución convencional de los cereales por harina de raíces, en dietas para
cerdos generan un incremento de la proporción de las fuentes proteicas debido a
las diferencias en el nivel de proteína entre ellos (8-10 % para cereales y 2-4 %
para raíces). Situación que para las experiencias reportadas se solventó con la
incorporación en las dietas de hasta 20 % de harina de pescado, la cual por ser
de origen foráneo, incrementó el costo de la ración. Esto implica que si se logra
cubrir los requerimientos de fuentes proteicas con materiales producidos en el
país, el costo de la dieta será menor y por ende la reducción en el costo total de
producción.
 
La mayor demanda por fuentes proteicas en las raciones al incorporar las raíces
podría solventarse por diferentes mecanismos, por una parte se puede
implementar en el caso de la batata, el uso de cultivares con niveles altos de
proteína (Moreno 1994ª y Moreno 1994 b), otra alternativa es la utilización de
fuentes ricas en proteína pero que sean producidas en el país, como la harina de
pescado cuya limitante fundamental es el sabor que puede imprimir en las
canales, situación que en observaciones preliminares no ha sido encontrado, aún
con los niveles de incorporación antes señalados, pero que en todo caso se podría
evitar con una disminución de la harina de pescado en la dieta dos semanas antes
del sacrificio.
 
Uso de follaje de batata
El follaje de batata fresco puede ser suministrado en forma ad libitum y
complementado con un suplemento con 15 % de PC a razón de 1600 g/día sin
afectar el comportamiento productivo.(Gonzalez et al., 1999)

Uso en forma integral (Raíz y Follaje)


La batata puede ser usada en forma integral en arreglos alimenticios que
permiten incorporarla en la etapa de crecimiento; en rangos de 65% (15 % follaje –
50 % raíz) a 81%,(15 % follaje y 66 % raíz), en cerdos en finalización(60-90 Kg),
sin afectar las variables productivas y con una disminución de los costos totales de
producción de 15 % (Tablas 6 y 7).
 
Tabla 6. Efecto del nivel de incorporación de batata en forma integral, sobre las
variables productivas en cerdos desde la fase de crecimiento (30-60-kg)
Nivel de Consumo Ganancia Conversión Costo relativo
incorporación
(%) (kg/Anim/día) (g/día) (kg/kg) (%)

0 2.58 847ª 2.99 100.00

15F-50R 2.14 678 b 3.17 88.3

30F-39R 2.00 588b 3.47 91.1

Fuente García et al.., 1999


Letras diferentes en una misma columna indican diferencias significativas (P<.05)
Tabla 7. Efecto del nivel de incorporación de batata en forma integral, sobre las
variables productivas de cerdos en etapa de terminación (60-90 kg)
Nivel de Consumo Ganancia Conversión Grasa dorsal Costo
incorporación relativo
(%) (kg/Anim/día) (g/día) (kg/kg) (cm)
(%)

0 2.76 875ª 3.17 0.90ab 100.00

15F-50R 2.64 620ª 4.21 0.88 ab 84.92

15F-66R 2.675 585b 4.62 0.95 ab 105.93

Fuente González et al.., 1997d


Letras diferentes en una misma columna indican diferencias significativas (P<.05)

En el caso de madres gestantes y lactantes el nivel de incorporación de batata


puede oscilar entre 78 % (40% Follaje y 38 % raíz) y 83 % (20 % follaje y 63 %
raíz), sin afectar las variables productivas y reproductivas, con una reducción de
los costos de producción de hasta 60 % (Tabla 8).
 
 
Tabla 8. Efecto del nivel de incorporación de batata sobre las variables productivas
y reproductivas de cerdas gestantes y lactantes.
Nivel de sustitución 0% 20% F-63% R 40%F-38%R 60%F-18%R
Peso camada Nac. (kg) 12.39a 9.60a 9.95a 6.78b
No. Lech. Nac. 8.80ª 8.83ª 8.83ª 6.75b
Conversión en gestación 3.91a 6.47b 6.24b 5.95ab
Peso Camd. Destete(kg) 39.9a 27.18c 32.8b 28.85bc
GDP lechón Nac-Dest. 0.16ª 0.10b 0.12b 0.10b
% de mortalidad 12.85c 9.02b 4.76ª 12.5c
Cambio de peso -4.36a -19.44b -17.66b -23.54c
Primer celo post – destete 6.20ª 6.33ª 5.83ª 9.00b
(días)
Costo relativo 100 38.54 61.22 85.21
Fuente García et al., 1997
 
Otra alternativa para el uso del cultivo en forma integral en granjas pequeñas, lo
constituye su utilización en forma directa por los cerdos, mediante el pastoreo o la
cría de cerdos a campo, requiriéndose para la obtención de valores similares a los
cerdos estabulados de un suplemento alto en proteína. Sin embargo, permite usar
al cerdo como cosechador, disminuyendo los costos de producción ( González et
al.. 1995b)
 
La baja densidad energética del follaje obliga, cuando se incorpora en las dietas
para cerdos, a la incorporación de una fuente energética de alta concentración
bien sea grasa de origen animal o aceite vegetal, en estos casos se incorpora
aceite de palma hasta en 15 % sin que se vea afectada la calidad de la canal.
 
3.6. Análisis económico

Los resultados reportados anteriormente corresponden a pruebas realizadas en la


Unidad Experimental de la Universidad Central de Venezuela, posteriormente se
evaluó el impacto económico que tendría en una granja comercial, la
incorporación de la dieta alternativa en cada una de las etapas de producción,
Esta granja posee 460 madres, está ubicada en la Comunidad Coropo en
Maracay, y su objetivo principal es la venta de lechones. Sin embargo, ceba 90
cerdos mensuales. Se determinó que en la estructura de costos de la granja, el
alimento representa cerca del 80 % de los costos variables y que, al utilizar la
batata, en todas las fases productivas ocurrió una disminución en los costos
(Tabla 8) que, dependiendo de la etapa, oscila entre 65 % y 85 % para las etapas
de gestación, crecimiento y engorde, respectivamente, lo cual se tradujo en un
aumento de los beneficios netos de 40 % para la fase engorde. (Tabla 9)
 

Tabla 9. Variación porcentual de los costos y beneficios en una granja comercial


que utiliza alimentación alternativa

  Costo (%) Beneficio (%)

Alimento comercial, de acuerdo a 100 100


cada fase

Lactantes 85 111

Verracos 71 129

Gestantes 65 135

Iniciador 49 132

Crecimiento 84 140

Iniciador 88.5 140


Fuente: Morales, 1998 (modificado)

3.7. Transferencia tecnológica


Los resultados antes indicados, principalmente los relativos al procesamiento
postcosecha y uso de raíz deshidratada en la alimentación de cerdos, se
aplicaron en pequeña escala en una zona del Estado Sucre, orientado
principalmente a pequeños productores que pueden comprar el material fresco o
deshidratado y complementarlo con un suplemento de manera de cubrir los
requerimientos.
 

También se ha indicado una experiencia de deshidratado de grandes volúmenes


de yuca y batata en el Edo. Cojedes que permitirá, en el mediano plazo, que se
incorpore a las dietas balanceadas comerciales. Para ello, la propuesta es que se
financie a través de los productores de cerdos o de las plantas de alimento, la
siembra de esos rubros con ventas de las cosechas a futuro y los productores de
yuca entreguen el producto deshidratado al sol. Este mecanismo permitiría su
incorporación en las dietas comerciales pelletizadas y su posterior uso por
medianos y grandes productores. Este esquema se prevé funcione en el Edo.
Anzoategui, específicamente en la localidad de El Tigre.

Este potencial de incorporación de raíces y tubérculos en la alimentación de


cerdos puede ser promovido por el recientemente creado Consorcio
Latinoamericano de Yuca CLAYUCA, el cual cuenta con los siguientes socios:

País Organizaciones

Colombia FENAVI

ACOPOR

COPNGELAGRO

Venezuela FENAVI

FEPORCINA

UCV-Facultades de Agronomía y Cs.


Veterinarias

Gobernación de Cojedes

Agropecuaria Mandioca

Ecuador PRONACA

INIAP

UATAPPY

Cuba INIVIT

Bolivia  
Y como Socios potenciales a Panamá, Paraguay, Nicaragua, Brasil, Costa Rica y Argentina. Entre sus

objetivos están el fomento de la investigación sobre el cultivo con énfasis en manejo agronómico,

mejoramiento genético, procesamiento y usos, afin de dar respuestas a los problemas actuales y

promover la producción de yuca en la región.

 
3.8 REFERENCIAS
Cock, J. y J. Lynam. 1980. Potencial e investigación necesaria para el incremento de la yuca. En:
Manual de producción de yuca. CIAT, Cali, Colombia pp A-33 ¾ - A-60.
Diaz, I. , C. González y J. Ly. 1997. Determinación de la digestibilidad ileal de nutrientes del follaje
de batata (Ipomoea batatas L) en cerdos. XV Reunión Asociación Latinoamericana de
Producción Animal, Maracaibo, Edo. Zulia
Garcia, J, C. González y A. Escobar. 1997. Efectos del nivel de incorporación del follaje
deshidratado de batata (Ipomoea batatas L.) en raciones para cerdas gestantes y lactantes
sobre el comportamiento productivo y reproductivo. Archiv. Latinoam. Prod. Anim. 5 (Supl.
1)285-287
Garcia, C.; González, C.; Díaz, I. y Vecchionacce, H. 1999. Efecto de la incorporación de cuatro
niveles de follaje y raíz deshidratados de batata (Ipomoea batatas L.) en cerdos en
crecimiento y su efecto sobre el comportamiento productivo . Rev. Fac. Ciens. Vets UCV 40:
En prensa
González, C., Vecchionacce, H. Díaz, I. y Arrioja, J. 1992ª. Uso de batata (Ipomoea
batatas L.) en la alimentación de cerdos. I Determinación de preferencia de raíz de
cinco cultivares. VII Congreso Venezolano de Zootecnia. Maturín Edo. Monagas.

González, C.; Vecchionacce, H., Díaz, I. y González. J. 1992 b. Uso de batata (Ipomoea
batatas L.) en la alimentación de cerdos. II Determinación de preferencia de follaje
de cinco cultivares. VII Congreso Venezolano de Zootecnia. Maturín Edo. Monagas.

González, C. 1994. Utilización de la batata ( Ipomoea batatas L) en la alimentación de cerdos


confinados y en pastoreo. Tesis Doctoral Facultad de Agronomía, Universidad Central de
Venezuela. Maracay. 234 p.
González, C., Díaz, I. y Vecchionacce, H. 1994ª. Uso de la batata (Ipomoea batatas L.)
en la alimentación de cerdos. I Determinación de aceptabilidad de raíz
deshidratada de 6 cultivares. VIII Congreso Venezolano de Zootecnia. San Juan
de los Morros. Edo. Guárico.

González, C., Vecchionacce, H., Díaz, I. y Rodríguez, A.1994b. Uso de la batata


(Ipomoea batatas L.) en la alimentación de cerdos. II Determinación de
aceptabilidad de follaje fresco de 7 cultivares. VIII Congreso Venezolano de
Zootecnia. San Juan de los Morros. Edo. Guárico.

González, C., Díaz, I. y Tineo, C. 1995ª. Efecto del tipo de corte de la raíz de batata (Ipomoea
batatas L.) su ubicación en dos tipos de piso y dos tipos de cubierta sobre la velocidad de
deshidratado con energía solar. En:Informe Anual IPA, Facultad de Agronomía, Universidad
Central de Venezuela pp 96-98
González, C., Vecchionacce, H. y Díaz, I. 1995b. Efecto de dos niveles de suplementación
proteica a cerdos de engorde estabulados y a pastoreo de batata (Ipomoea batatas L.)
sobre la ganancia diaria de peso y las características de la canal. Revista Argentina de
Producción Animal. 15 Nº 2: 731-734.
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de Prod. Anim. Vol. 15 ( 2 ) :729 – 731
González, C., Vecchionacce, H., Díaz, I. y Rodríguez, A. 1995 d. Aceptabilidad en cerdos de follaje
fresco y raíz deshidratada de varios cultivares de batata ( Ipomoea batatas L. ). Rev. Arg. de
Prod. Anim. Vol. 15 ( 2 ) :725 – 727
González, C.; Díaz, I. y Vecchionacce, H. 1995 e. Efecto de la sustitución en cerdos de la
fuente energética tradicional por raíz fresca de batata (Ipomoea batatas L.) a partir
de iniciación sobre las variables productivas. Revista Argentina de Producción
Animal. 15 Nº 2: 734-736.

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Lam.) y otros recursos en la alimentación de animales monogástricos en Venezuela.
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González, C., Díaz, I. y Reyes, J. 1997ª. Determinación de la digestibilidad ileal aparente de los
componentes principales de la raíz de seis cultivares de batata (Ipomoea batatas L.) Arch.
Latinoam. Prod. Anim.5 ( Supl. 1 ) : 280 – 282
González, C., Díaz, I. y Salas, R. 1997b. Determinación de la digestibilidad ileal aparente en
cerdos, de la harina de pijiguao ( Bactris gasipaes H. B. K ) Arch. Latinoam. Prod. Anim. 5
( Supl. 1 ) : 283 – 284
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(Manihot esculenta C.) y harina de cormos de ocumo chino (Colocassia esculenta C.) en la
alimentación de cerdos Arch. Latinoam. Prod. Anim. 5 ( Supl. 1 ) : 277 – 279
González, D., González, C. y Díaz, I. 1997d. Efectos de diferentes niveles de follaje deshidratado
de batata ( Ipomoea batatas L) sobre las características productivas y de la canal de cerdos
en finalización Arch. Latinoam. Prod. Anim.5 ( Supl. 1 ) : 262 – 264
González, C., Díaz, I., León, M., Ly, J., Vecchionacce, H. y Bianco, A. 1999a Rasgos
de comportamiento y canal en cerdos alimentados con harina de raíz de batata
(Ipomoea batatas L.) Rev. Cubana Cienc Agríc. 33:En prensa

González, C., Díaz, I., Ly, J. y Vecchionacce, H. 1999b. Rasgos de comportamiento y


canal en cerdos alimentados a voluntad con follaje fresco de batata (Ipomoea
batatas L.) y diferentes niveles de proteína Rev. cubana Cienc. Agríc. (1999) 33:En
prensa

González, D., González, C., Díaz, I., Ly, J. y Vecchionacce, H. 1999c. Determinación en
cerdos de la digestibilidad de nutrientes de dietas de follaje de yuca amarga
(Manihot esculenta Crantz) y aceite de palma (Elaeis guineensis Jacq.) Rev.
Computadorizada de Producción Porcina Vol:6 No:2 En prensa

Iglesias, C. J. Lenis, F. Calle. 1997. Estructuración de un programa de mejoramiento y


multiplicación de semilla de yuca en la costa atlántica colombiana En: Primer Encuentro
Técnico y Nacional de Producción y Transformación de Yuca Tolú Sucre, Colombia.
Machado, L. 1989. El Crash Porcino. Inversiones Porcinas Yaritagua Edo. Yaracuy, Venezuela.
Ministerio de Agricultura y Cria 1996 División de estadísticas. Caracas Venezuela.
Morales, M. 1998. Estudio económico de los efectos de la dieta, en la estructura de costos
de una granja porcina comercial; para determinar la viabilidad de uso de un alimento
alternativo elaborado con batata (Ipomoea batatas L.). Tesis de grado, Facultad de
Agronomía. Universidad Central de Venezuela.

Moreno, J. 1994ª. Selección de clones precoces de batata (Ipomoea batatas (L.) Lam.) Tesis
de grado, Facultad de Agronomía. Universidad Central de Venezuela.

Moreno, A. 1994b. Variabilidad fenotípica y selección clonal en una población de plantas de


batata ( Ipomoea batatas (L.) Lam. ) derivada de semillas de las variedades Topeña y
UCV -7. Tesis de grado, Facultad de Agronomía. Universidad Central de Venezuela.

Tobar, M. 1997 Aspectos técnicos en el proceso de la yuca En: Primer Encuentro Técnico y
Nacional de Producción y Transformación de Yuca Tolú Sucre, Colombia.
  
Anexo 1. Dietas elaboradas con materias primas alternativas de acuerdo a la
etapa productiva.
  Crecimiento Engorde Gestación Lactancia Desarrollo Desarrollo Iniciación

  R-F R-F     Raíz Follaje Raíz

Aceite de palma 6.7 5.96 0.9 3.07   12.6  


Carbonato de 0 0 0..87 1.17 0.7 0.85 1.35
calcio

Follaje de batata 15 15 20 20   Ad libitum  


Fosfato di 0.5 0.76 0.43 0.30   2.5 0.069
calcico

Maíz 2.38 8.06 0   9.33 65.2 8.24

Minerales trazas 0.05 0.05 0.05 0.05 0.05 0.05 0.05

Pescado 9 5 4 4      
Pre mezcla de 0.15 0.15 0.15 0.15 0.15 0.15 0.15
vitaminas

Raíz 50 50 63 48 56.00   49.4

Sorgo         9.33   8.24

Sebo         0.5   1.17

Sal 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.5

Mettionina           0.78  
Lisina           0.39  
Soya 16.7 14.5 0 0 21.95 17.5 30.8
Precio de dietas              

NOTA Estas dietas fueron balanceadas considerando energía digestible y balance de Aminoácidos
por lo tanto cualquier modificación en los ingredientes implica un nuevo balanceo.
 
 
 
 
 

 
4. Producción y utilización de recursos foliares en la alimentación porcina

Lourdes Savón
 

Instituto de Ciencia Animal


Apdo. 24, San José de las Lajas
La Habana, Cuba

e mail: ica@ceniai.inf.cu

 
4.1 INTRODUCCIÓN

En los países tropicales, la expansión de la producción de animales


monogástricos ha descansado en importaciones masivas de los principales
ingredientes que conforman los alimentos concentrados como los cereales y soya.
Esto es debido en parte a sus bajos niveles de producción (30-40% de lo que
alcanzan en clima templado). En estas importaciones oscilan los precios según
acuerdos, tratados, subsidios y aranceles entre otros, que a su vez, dependen de
situaciones políticas, sociales e incluso climáticas que influyen en los rendimientos
de las cosechas y, por supuesto, en las disponibilidades. Todo lo anterior, se
refleja en el alto costo de los productos derivados de las aves y cerdos que unido
al bajo poder adquisitivo ocasiona un déficit de consumo de proteína animal por
parte de la población.

Actualmente, en los países en vías de desarrollo existe una contradicción entre la


necesidad de elevar el consumo de proteína de origen animal, la economía y la
disponibilidad de consumos de alimentos para los animales. Todo ello constituye
un reto para productores y especialistas en la búsqueda de soluciones.

Por otra parte, según Montilla (1990), el desarrollo de una agricultura vegetal
excedentaria (después de satisfacer lo requerido por el consumo humano directo),
es un pre-requisito para poder mantener una producción animal eficiente. De esta
forma, se hace necesario integrar el desarrollo de la producción agrícola animal y
vegetal en el trópico y hacer más económica la producción de carne porcina, así
como eliminar la competencia con la alimentación humana de algunos productos y
preservar el ambiente, o sea, promover una producción ecológica sostenible.

Son varias las vías y alternativas empleadas para dar solución a esta
problemática, pero una de las más atractivas lo constituye la producción y uso de
recursos foliares como fuente proteica y energética para los cerdos. Las ventajas y
desventajas, así como los retos y perspectivas que en un futuro propiciarían la
utilización de estos recursos serán analizados en esta conferencia.

4.2 ¿Por qué los recursos foliares en la alimentación porcina?

La utilización de hojas de árboles y arbustos, follajes de leguminosas y gramíneas


es un hecho muy conocido en la alimentación de rumiantes y otros herbívoros; sin
embargo, en los últimos años ésta ha tenido un buen auge en la alimentación
porcina. Sin dudas, su utilización presenta múltiples ventajas. Entre ellas,
tenemos:

       Las plantas verdes son el potencial más económico y abundante como
fuente de proteína.
       Se requiere 8 veces menos energía fósil para la producción de proteína
vegetal que para producir proteína animal.
       Los aminoácidos se sintetizan mediante la fotosíntesis a partir sólo de
elementos primarios disponibles en cantidades ilimitadas como la energía solar,
el dióxido de carbono, el agua y el nitrógeno inorgánico (o atmosférico) en el
caso de las leguminosas.
       Las proteínas foliares apenas son bajas en metionina y otros aminoácidos
azufrados.
       Su contenido de triptófano es tan alto como en el huevo, por lo que su
proteína es superior a las proteínas de granos como la soya.
       Complementa las diferencias proteicas de raíces, tubérculos, cereales y
otros granos.
       Poseen un buen contenido energético de vitaminas y minerales.
       No compite con la alimentación del hombre.
       Debido al elevado contenido de fibra puede acondicionar un mayor desarrollo
del tracto digestivo.
 

Entre las desventajas se hallan:


       Alto contenido de fibra dietética que pudiera disminuir la disponibilidad de
nutrientes.
       Presencia de factores antinutricionales que disminuye su palatabilidad,
consumo e influyen en el fisiologismo digestivo del animal.
 

Ruiz y Febles (1994) señalaron como las características más importantes que
debían poseer las fuentes foliares las siguientes:

       Facilidad para establecerse mediante semillas o porciones vegetativas.


       Rápida tasa de crecimiento.
       Buena capacidad de rebrote.
       Habilidad para fijar nitrógeno.
       Resistencia a plagas y enfermedades.
       Profundidad radicular.
       Posibilidad de evadir condiciones ambientales de estrés como la sequía, el
encharcamiento y el pH extremo.
       Alta relación hoja/tallo.
 

En la Tabla 1 se relaciona un grupo de plantas tropicales y subtropicales que


pudieran ser utilizadas potencialmente como recurso foliar en la alimentación
porcina.

Conjuntamente con las características mencionadas con anterioridad, es


necesario analizar otros aspectos fundamentales que son sus posibilidades
agronómicas (rendimiento) y su valor nutritivo.

 
 
 
 
 
 
Tabla 1. Algunas plantas tropicales que pueden ser utilizadas como recurso foliar en la
alimentación porcina.

Leguminosas Leucaena leucocephala


Lablab purpurea

Stizolobium aterrium

Vigna unguiculata

Vigna sinensis

Sesbanea sesban

Gliricidia sepium

Canavalia ensiformes

Cajanus cajan

No leguminosas Amaranthus cruentus

Avena sativa

Chenopodium quinoa

Trichantera gigantea

Cultivos Ipomea batata

Manihot esculenta

Musa paradisiaca

Gramíneas Cynodon nlemfuensis

Cynodon dactylon
 

4.3 Productividad y rendimiento agronómico de recursos foliares en el


trópico.

La productividad y rendimiento agronómico de las plantas, amén de una provisión


adecuada de insumos, se halla regulada por factores genéticos y fisiológicos. Los
factores genéticos establecen límites naturales al potencial productivo, pero dado
este sistema, son los factores ecológicos a través de su acción indirecta (latitud,
altitud, lluvia, y otras) sobre las plantas y de su manipulación por el hombre, los
que en última instancia determinan la productividad de las plantas. Sin embargo,
existen otros factores o condiciones sobre los que la capacidad del hombre se
encuentra limitada por razones físicas o económicas como es el caso de la acción
sobre la radiación solar o la temperatura ambiental, factores que son de
importancia en los procesos fisiológicos de las plantas.

En el trópico, debido a la incidencia constante de luz solar, los cultivos de ciclo


corto, como los cereales y leguminosas temporales, presentan un menor
rendimiento agronómico que los de ciclo intermedio, como la yuca, o los perennes,
como las gramíneas y leguminosas forrajeras. Además, la fuerte interacción
genotipo ambiente que existe en los países tropicales, condiciona una
dependencia directa del rendimiento agronómico a las condiciones edafoclimáticas
(Summerfield et al., 1985).

Otros factores importantes en el rendimiento y productividad son la altura y el


intervalo de corte (Ruiz y Febles, 1994). Igualmente, hay que brindar atención a la
edad del cultivo, período de crecimiento e iniciación floral como elementos que
coadyuvan a determinar el mejor momento para cosechar el follaje.

En la evaluación del potencial forrajero es muy habitual estudiar diferentes


especies y variedades de plantas. En la tabla 2 se puede observar la producción
de forraje de algunas plantas tropicales.
Tabla 2. Rendimiento (t/ha) de follaje de varias plantas tropicales.
Especies Forraje t/ha Referencias

Vigna unguiculata 3.00 – 6.00 Díaz y Padilla (1997)

Vigna unguiculata 5.8 – 8.0 Boe et al. 1991

Vigna radiata 3.00 – 4.00 Díaz y Padilla (1997)

Vigna radiata 5.1 – 6.0 Boe et al. (1991)

Canavalia 8.00 – 12.00 Boe et al.( 1991)


ensiformes

Lablab purpureus 3.00 – 4.00 `Boe et al.( 1991)

Stizolobium aterrium 3.00 – 6.00 Boe et al. (1991)

Glycine maximo 2.00 – 5.00 Boe et al. (1991)

Leucaena    
leucocephala

Musa paradisiaca 4.00 García et al. (1997)

Manihot esculenta 5.00 – 12.00 FAO (1984)

Leucaena    
leucocephala

4.4 Valor nutritivo de las fuentes foliares.

El valor nutritivo de un alimento dado depende del consumo del alimento en


cuestión y del grado en que la materia seca suministrada por éste
proporcione cantidades de energía, proteína, minerales y vitaminas a la
dieta animal.

En la tabla 3 se muestra la composición bromatológica de algunas fuentes


fibrosas. El aspecto más relevante es el elevado contenido de proteína
bruta de las leguminosas, sobre todo la leucaena y la gliricidia, en
comparación con las demás fuentes. También son notorios los bajos
valores de fibra bruta que presentan, ya que en las otras leguminosas y
fuentes de harina foliar como la yuca, por ejemplo, la fibra bruta puede
igualar o sobrepasar las concentraciones de proteína.
 
Los datos sobre la composición mineral señalan que pueden existir grandes
variaciones de acuerdo con diferentes zonas geográficas en una misma
fuente de harina foliar. D´Mello y Fraser (1995) han indicado variaciones en
las concentraciones de calcio, potasio, hierro y manganeso en muestras de
leucaena, lo que refleja fluctuaciones amplias en el contenido de cenizas.
Las concentraciones de calcio y fósforo varían mucho en las harinas
foliares de leguminosas, sin embargo, los niveles de zinc no muestran
mucha variación (Savón, 1998), pero sí son sustancialmente inferiores a los
presentes en la harina de follaje de yuca.
 

Las harinas de follaje de leguminosas y de cultivos tropicales realizan un


importante aporte de carotenos, cuya concentración dependerá del proceso
y método de secado del follaje. Si el secado se realiza rápidamente y al sol,
la concentración de caroteno será más estable que si se realiza en estufa.
Los carotenos se convierten en vitamina A en la mucosa intestinal con una
eficiencia del 30 % en los cerdos. En los follajes también se hallan
contenidos apreciables de vitaminas del complejo B y vitamina C.

Además de las diferencias en composición química entre las fuentes


foliares existen diferencias anatómicas, bioquímicas y morfológicas (Poppi y
Norton, 1995).

El follaje fresco o en forma de harina, determina una diferencia en su


calidad nutricional. Por ejemplo, en el follaje de yuca las hojas frescas
contienen menos de 2.09 Mj/kg de energía metabolizable, mientras que la
harina de hojas contiene 6.68 a 7.11 Mj/kg. Además, el contenido de fibra
bruta tiene un importante efecto adicional en la disminución de energía.

Tabla 3. Composición bromatológica de algunas fuentes foliares (% MS)

  Indicadores  

Follajes MS PB PV FB EE Ca Autores

Leguminosas              

Vigna unguiculata - 18.5 14.0 34.0 2.5 8.5 Díaz y Padilla


(1997)

Vigna radiata - 14.0 12.0 28.0 1.6 9.5 Díaz y Padilla


(1997)

Canavalia - 22.2 14.0 30.0 2.5 9.8 Díaz y Padilla


ensiformies (1997)

Lablab purperea - 18.0 13.0 32.0 2.5 7.0 Díaz y Padilla


(1997)

Stizolobium - 17.5 14.0 30.0 2.5 6.5 Díaz y Padilla


aterrium (1997)

Glycine max - 14.0 10.0 30.0 2.5 7.5 Díaz y Padilla


(1997)

Leucaena 30.7 25.8 - 19.4 - 12.3 Fernández


leucocephala (1994)

Sesbania sesban - 30.9 - 16.9 5.3 10.2 Brown et al.


(1987)

Gliricidia sepium - 29.6 - 12.0 3.0 9.9 Osei et al. (1990)

Cajanus cajan 29.5 24.3 - 24.8 5.2 5.7 Udedibie y Igwe


(1989)

               

No leguminosas              

Manihot esculenta 15.3 24.2 18.15 20.7 6.4 6.07 Buitrago (1990)

Manihot esculenta - 16.7 - 17.1 7.9 12.5 Ross y Enrique


(1969)

Ipomea batata 10.8 18.5 - 10.2 3.7 25.9 Göhl (1975)

Musa pardisica - 14.2 - 31.5 3.8 12.7 Fernández


(1994)

Hibiscus - 17.6 - 28.4 - 16.6 Piloto et al.


cannabinus (1995)

Cenedos colus - 22.8 - 16.5 6.5 - Sarmiento y


chayamausa Belmar (1997)

               
Gramíneas              

Pennisetum 20 9.0 - 28.6 1.1 14.8 Göhl ( 1975)


purpureum
Cynodon 30 12.2 - 26.6 1.7 11.9 Göhl (1975)
nlemfuensis

Cynodon dactylon 29.5 14.2 - 26.6 1.9 12.4 Göhl (1975)

Otros factores que influyen en la composición nutricional de las fuentes


foliares están relacionados con la edad de la planta y la proporción
hojas/tallos. A mayor edad de la planta, la proporción de tallo aumenta y
con ella la cantidad de fibra. Sin embargo, a mayor proporción de hojas en
relación con los tallos, se obtiene mayor concentración de proteína y un
aumento del valor nutritivo. Los cambios en la relación hoja/tallo son menos
marcados en las leguminosas a medida que se alcanza la madurez, por lo
que el valor nutritivo en relación con las gramíneas disminuye menos en un
período similar.

En relación con la composición de la fuente proteica y su valor nutritivo para


los cerdos, la calidad de la proteína se puede definir como la relación entre
la composición de aminoácidos esenciales digestibles en el alimento y la
“proteína ideal” para cubrir las necesidades de mantenimiento y producción.

En la tabla 4 se muestra la composición de aminoácidos esenciales (g/16g


N) de las fuentes proteicas foliares comparadas con la harina de granos de
soya referidas a la “proteína ideal” según varios autores. De las fuentes
foliares analizadas, el follaje de yuca es el que presenta un balance
aminoacídico más cercano a los patrones de “proteína ideal” para los
cerdos. Nótese que las concentraciones de aminoácidos considerados
como limitantes en las raciones de los cerdos (lisina y treonina) son
superiores a la harina de granos de soya y muy similar a la harina de
pescado; sólo es deficiente en aminoácidos azufrados (metionina). Las
restantes harinas foliares son deficientes en estos tres aminoácidos. Las
diferencias que se presentan entre los patrones de proteína ideal son
debidos a los distintos criterios tomados para su establecimiento (ver por
ejemplo, Boisen 1996).
 

Tabla 4. Composición de aminoácidos esenciales (g/16 g N) de fuentes proteicas foliares

comparadas con la harina de soya y de pescado referidos la ”proteína ideal”.

  Fuentes proteicas Proteína ideal

              ARC Chung Boisen


(1981) y Baker (1996)
Aminoácidos H. Leucaena2 Gliricidia3 Yuca4 Plátano5 Pescado6
(1992)
soya1

                   
Lisina 5.9 4.3 3.7 7.08 3.5 7.9 7.0 8.1 7.0
Metionina - 1.3 1.4 0.82 1.4 2.9 1.8 2.5 1.8
Met. + Cys. 2.4 2.4 - - 2.4 - 3.5 4.9 3.6
Teronina - 3.3 4.0 4.61 3.4 - 4.2 5.3 4.5
Isoleucina 4.6 9.5 4.0 4.7 3.6 4.6 3.8 4.9 4.0
Leucina 7.2 5.8 8.1 9.7 6.6 7.8 7.0 8.1 8.0
Histidina 2.6 1.7 1.7 3.0 1.7 2.3 2.3 2.6 2.5
Fenilalanina - 3.9 5.2 7.7 4.0 4.2 3.4 4.1 4.0
Finalalanina + 6.5 7.2 - - 7.5 - 6.7 7.7 8.0
Tyr
Valina 5.2 4.7 5.4 7.0 4.7 5.3 4.9 5.5 5.2
1
Cervantes (1982); 2 Fernández (1994) ; 3
Chadhobar (1982); 4
Kling et al.
1973; 5 García (1996); 6 Maylin (1983)

Otro aspecto que influye en la calidad de la proteína de la dieta, es la


proporción de aminoácidos digestibles a nivel de ileón terminal. Se han
realizado determinaciones de digestibilidad ileal de aminoácidos en fuentes
foliares tradicionales, sin embargo, estos datos son inexistentes en las
fuentes foliares tropicales en las que generalmente se determina la
digestibilidad total de la proteína de la dieta y sólo en ocasiones la
digestibilidad ileal (tabla 5). El análisis de esta última y de la proporción de
aminoácidos digestibles es un requisito indispensable para conocer en la
fuente foliar si la proteína de la dieta cubre o no los requerimientos y para
optimizar su uso mediante una adecuada suplementación de aminoácidos.

 
Tabla 5. Digestibilidad ileal “in vitro” del N de harinas foliares para el cerdo
Harina foliar Digestibilidad “in vitro”, % Fuentes

     
L. leucocephala 56.3 Domínguez et al. (1992)
Boniato foliar 58.7 Domínguez y Ly (1991)
  50.3 Díaz y González (1997)
Plátano foliar 52.4 Ly et al. ( 1991ª)
Vigna unguiculata    
Soya ( granos) 73 Ly et al. 1991

Otros criterios de evaluación de calidad de la proteína son la razón de


eficiencia proteica (PER) y el valor biológico (BV). Este último se determina
por ensayos de balance de N, aunque los resultados de esta medida se
relacionan con el primer aminoácido limitante. Eggum (1970) citado por D
´Mello (1995) informó bajos valores de BV (049 a 0.57) para las harinas
foliares de diferentes variedades cultivadas de yuca y después demostró
que éste se incrementó a 0.80 por la suplementación con metionina pura.

Otro criterio importante de evaluación nutricional que se debe tomar en


consideración se relaciona con los contenidos de energía digestible (ED) y
energía metabolizable (EM), o sea, el potencial energético de las fuentes
foliares. Los datos existentes al respecto son muy limitados. Así, Buitrago
(1990) obtuvo concentraciones de 1.50, 5.01 y 4.32 kj/kg MS de ED para el
follaje de yuca fresca o en forma de harina y para el follaje fresco de
boniato, respectivamente. Estos valores fueron muy inferiores a los
obtenidos por estos mismos autores para el maíz (14.52Mj/kg) que es el
alimento energético por excelencia. Por otra parte, Ravindran (1993)
informó valores de 9.7 Mj/kg para la harina de follaje de yuca, superior al
5.34 Mj/kg MS obtenido para la leucaena.
 

4.5 Limitaciones a la utilización de harinas foliares.

Se ha señalado que es poco frecuente que la composición química de las


harinas foliares refleje su valor nutritivo potencial. Los factores que se
asocian con la disminución de su utilización son la presencia de fibra y de
los denominados factores antinutricionales. A continuación se analizarán
estos aspectos.

Fibra dietética.
Una característica de las harinas foliares es el nivel de “fibra” que
evidentemente afecta su calidad nutricional. Hasta hace poco, se le
denominó a este indicador “fibra bruta”, pero al considerar que éste se
relacionaba muy poco con el contenido de la pared celular presente en las
plantas, fue reemplazado por los de fibra neutra detergente y fibra ácida
detergente que se corresponden con los compuestos de hemicelulosa,
celulosa y lignina, siendo la primera la que ofrece un criterio más acertado
sobre las paredes celulares de los forrajes (Van Soest, 1989) mientras que
el segundo se corresponde más con la celulosa y lignina. No obstante,
estos conceptos resultan inseguros al destruir una cantidad variable de
material fibroso que incluye pectinas, ácidos urónicos y otros. En los
últimos años, en los animales monogástricos se ha desarrollado el concepto
de fibra dietética como los polisacáridos no almidones y lignina resistentes
a la digestión enzimática (Englyst, 1989). Estos se derivan de los
componentes celulares de las paredes de la planta y tradicionalmente se
denominan en términos de su solubilidad como: insolubles (hemicelulosa y
celulosa) y solubles que incluye pectinas, gomas, y otros. Ambos se
encuentran unidos por componentes que no son carbohidratos como
lignina, taninos y otros.

La composición química de la pared celular de las harinas foliares puede


variar según la naturaleza y origen de la fibra. Mastrapa et al. (1996) y
Savón et al. (1998) caracterizaron la pared celular de las harinas foliares y
las compararon con el maíz y la alfalfa encontrando que la fibra dietética
total de las harinas foliares de plátano y canavalia duplicaban el valor
informado para el maíz ( tabla 6).

Para conocer la fracción fibrosa hay que conocer también sus propiedades
físico-químicas por ser estos factores capaces de modificar
considerablemente su calidad. Factores como densidad calórica, tamaño de
partícula, solubilidad y propiedades de superficie como la capacidad de
adsorción de agua, intercambio catiónico y otros pueden influir en procesos
fisiológicos como el consumo y la digestión de nutrientes. De ahí la
importancia de su determinación si se pretende introducir recursos foliares
en la alimentación del cerdo. Recientemente, Savón et al. (1998)
determinaron estos factores y los correlacionaron con el fraccionamiento
químico de la porción fibrosa de estos alimentos.

Tabla 6. Fraccionamiento de la fibra dietaria en harinas de follajes tropicales.

Fuente fibrosa FDtotal FB FND FAD Lignina Celulosa Hemicelulosa


               
Medigo sativa 39.87   27.61 25.54 7.75 12.09 5.87
Canavalia ensiformes 74.05 30 - 46.17 11.92 35.08 17.46
Lablab purpureus 64.92 32 52.89 41.08 12.20 31.07 16.12
Leucaena - - 46.79 21.88 6.74 15.14 24.91
leucocephala1
               
Vigna unguiculata              
Variedad habana 82 48.89 26.56 43.46 38.28 9.9 19.32 14.58
Variedad Tropic 57.81 - 40.13 27.71 6.34 22.12 11.44
Variedad INIFAT - 26.41 37.32 25.09 3.8 21.15 12.35
Musa paradisiaca 71.08 43.2 68.57 40.64 6.05 - 27.83
Ipomea batata - 22.7 - - - - -
Tricantera gigantea 45.26 - 35.33 27.26 10.76 15.61 6.76
Zea mays 28.02 - 27.36 13.20 2.73 13.21 14.16
Savón et al. 1998; 1 Santos y Alireu (1984)
 
 
Factores antinutricionales.
Los factores antinutricionales son sustancias naturales sintetizadas por los
tejidos vegetales para protegerse de depredadores tales como bacterias,
hongos, insectos y otros animales. Estos compuestos pueden originar una
disminución en el consumo voluntario, interferir en el proceso digestivo con
la utilización metabólica del alimento comprometiendo la salud y los
potenciales productivos de los animales que lo consumen.

Las harinas foliares de leguminosas (D´Mello, 1991 y 1996) y de cultivos


con alta producción de biomasa (Buitrago,1990 y García 1996) presentan
una combinación diversa de compuestos antinutricionales. En la tabla 7 se
relacionan las sustancias antinutricionales en diferentes fuentes foliares y
en la tabla 8 los contenidos de estas sustancias. De todas las sustancias,
los taninos y saponinas son las más abundantes en las harinas foliares

Las proteínas que se enlazan a los taninos alteran su metabolismo e


incluso las interacciones posteriores enzimas-taninos inhiben la actividad de
las enzimas digestivas. Así la inhibición enzimática y la formación de
complejos con los taninos y carbohidratos pueden reducir la digestibilidad.
 

En el caso de la mimosina presente en la leucaena, Wee y Wang (1987)


han planteado que después de la cosecha, se produce un rompimiento
enzimático de este aminoácido que propicia casi su completa conversión al
metabolito intermediario 3-hidroxi-4(1H)-piridona y aunque este producto
tiene un efecto tóxico potente en los rumiantes, éste no se produce en los
cerdos debido a los bajos niveles de consumo y la relativa estabilidad de la
mimosina en el tracto digestivo de estos animales (D´Mello, 1995).

 
Tabla 7. Factores antinutricionales en harinas foliares.

Sustancia antinutricional Especies Efecto


     
1. Taninos Leucaena leucocepha;a, Disminución consumo voluntario,
Canavalia ensiformes, Lablab disminución digestibilidad y
purpureus, Glycinia max, ret.denitrógeno, inhibición
Stizolobium aterrimum, Musa quimotripsina, disminución
paradisiaca, Vigna sp.,Robinia intestinal de tripsina y amilasa .
pseudoacacia
2. Cyanógenos Manihot esculenta Disminución consumo,
imposibilita transp. O2 a la sangre,
afecta met. intermediano.
3. Saponinas Sesbania sesbans y Cannavalia Retardo en el crecimiento,
ensiformis, Leucaena reducción consumo voluntario
leucocephala, C. Cajans.
4. Aminoácidos no proteicos Leucaena leucocephala, canavalia Disminución del consumo y
ensiformis crecimiento
a) a)       Mimosina
b) b)       Canavanina
5. Lectina Taninos Robinia pseudoaccacia Disminución digestibilidad de la
proteína.
6. Alkaloides Gliricidia sepium  
Fuente: D’Mello (1995)

Tabla 8. Contenido de factores antinutricionales en harinas foliares tropicales.


H. foliares Taninos gei% Saponinas Alcaloides Glucósidos Referencias
cianogénicos
Mimosina

             
L. Leucocephala - 1 – 12 - - - D’Mello (1991)
Gliricidia sepium 2.1 - - 1.7 - Osei et al.( 1990)
Sesbania sesban - - 0.7 - - Shqueir et al.
(1989)
Manihot esculenta 3–5 - - - 5 – 102 1
Reed et al.
( 1982)
2
Buitrago (1990)
Canavalia 0.21 – 0.39 - - - - Díaz y Padilla
ensiformis (1997)
Stizolobium 0.86 - - - - Díaz y Padilla
atemun (1997)
Glycine maximun 0.30 – 0.69 - - - - Díaz y Padilla
(1997)
Vigna sp. 0.21 – 0.39 - - - - Díaz y Padilla
(1997)

* 0.5 – 0.8 3 – 4 DHP (Acadomic et al. 1982)

Los efectos adversos en la harina foliar de yuca han sido atribuidos a


glucósidos cianogénicos que se hallan en la parte aérea en mayor
concentración que en la raíz. Estos glucósidos liberan ácido cianhídrico
(HCN) en el tejido dañado. La mayoría de los síntomas de intoxicación se
asocian a la afinidad del HCN con el Fe y el Cu. El radical CN - del ácido
reacciona con el ión Fe de la hemoglobina y forma la cianohemoglobina que
imposibilita el transporte del oxígeno a la sangre. Asimismo, esta radical
forma complejos con algunas enzimas que tienen iones cobre afectando el
metabolismo intermediario. Todas estas dificultades respiratorias y efectos
tóxicos protoplasmáticos pueden producir la muerte en casos extremos de
intoxicación. El modo de acción del HCN puede ser afectado por otros
componentes de la ración entre los que se destacan la vitamina B 12 y los
aminoácidos azufrados, el Fe y el Cu.
 

4.6 Métodos para incrementar el valor nutritivo de las harinas foliares.

La presencia de este rango diverso de factores deletéreos y de elevados


niveles de fibra dietética ha estimulado la búsqueda de métodos para lograr
incrementar el valor nutritivo de las harinas foliares.

El secado natural, muy utilizado en el trópico, es el ya mencionado


tratamiento efectivo para la remoción de los glucósidos cianogénicos
presentes en la harina foliar de yuca. También se ha utilizado para reducir
el contenido de mimosina de las hojas de leucaena. Otro tratamiento que se
ha seguido para la leucaena es el ensilado y blanqueado (Szyszka et al.
1985). Todos estos tratamientos reducen la mimosina, pero sin embargo,
pueden incrementar el 3-4-DHP proporcionalmente, por lo que es necesario
realizar estudios nutricionales para confirmar cualquier mejora.
 

Los aditivos alimentarios se utilizan generalmente para neutralizar los


componentes tóxicos y estables al calor que se hallan en las harinas
foliares, aunque pueden ser efectivos contra algunos inhibidores sensibles
al calor presentes en ellas. Así, se han utilizado sales de Fe y Al como
suplementos para incrementar el valor nutritivo de dietas que contienen
harina foliar de leucaena.
 

Otro método simple y efectivo para incrementar el valor nutricional de las


harinas foliares es adicionar polietilenglicol (PEG, PM 4000). Los taninos
condensados presentes en estas harinas forman complejos que se unen
más fuertemente al PEG que a las proteínas. Esto se ha comprobado con la
harina foliar de robinia en ratas, donde se incrementó la digestibilidad de la
proteína por adición de 16 g/kg de dieta.

La suplementación con metionina es un procedimiento viable para


incrementar el valor nutritivo de la harina foliar de yuca debido a la
necesidad de este aminoácido para la detoxificación del HCN. Este
producto es convertido en tiocianato que es excretado en la orina. El
tratamiento de NH4OH en combinación con el calor fue un método efectivo
en el caso de la harina foliar de sesbania, aunque la suplementación con
colesterol fue más beneficiosa. Se sugiere que el efecto del colesterol se
debe a su habilidad para formar complejos insolubles con la saponina
presente en esta harina foliar, los que prevenían la absorción de las
saponinas en el tracto digestivo de los animales.

En el caso de los altos niveles de fibra de las harinas foliares se han


ensayado también varios métodos para disminuir la cristalinidad de la
celulosa, disociar el complejo lignocelulosa y reducir el contenido de lignina
de forma tal que aumente el área superficial de la fibra, así como eliminar
otros factores que impiden su digestión. Estos métodos se clasifican en
físicos, químicos y biológicos (tabla 9).

 
Tabla 9. Métodos de pretratamientos de los materiales lignocelulósicos.

Físicos Químicos Biológicos


     
Molinado por bolas           Alcalinos Bacterias
NaOH, NH3
Molinado por rodillos Hongos
          Acidos
Vapor a alta presión Protozzos
H2SO4
Extrusión
          Solventes de lignina
Adaptado de FAN et al. 1992.

Los basidiomicetos, por ejemplo, han resultado ser los mejores organismos
lignocelulósicos. Son capaces de degradar biológicamente la lignina hasta
CO2 y H2O pasando por cierto número de compuestos intermedios. Estos
microorganismos producen enzimas celulolíticas extracelulares y enzimas
fenol oxidantes, así como enzimas transformadoras de la lignina entre las
proteínas extracelulares solubles de estos basidiomicetos.

Concentrado de proteína foliar.

El nivel relativamente alto de fibra y el volumen del material foliar


conjuntamente con su contenido en factores antinutricionales ha estimulado
el interés en el fraccionamiento foliar en un concentrado proteico foliar
(CPF) y residuos fibrosos. Estos últimos son ideales para rumiantes, en
tanto que los CPF lo son, por lo menos en teoría, para los monogástricos.
 

Entre las ventajas de la obtención del CPF de las plantas tropicales se


halla: la reducción del contenido de factores antinutricionales, la
disminución de la voluminosidad de las harinas foliares y el incremento en
el contenido de proteína y entre sus desventajas, el gasto de energía que
implica la generación de vapor para su obtención. Para preparar un CPF es
necesario una selección preliminar de las plantas que se van a utilizar bajo
los criterios de la extractabilidad de la proteína de las hojas y el contenido
proteico de producto preparado. (Tabla 10)

Tabla 10. Extractibilidad del nitrógeno de varias hojas frescas.

Especie %, N Promedio UNP Proteína Total


(MS) pH

Familia Leguminosae          

Mimosa pudica 3.66 6,5 4.87 9.72 14.59

Sesbania aegytica 4.57 6.5 11.03 22.97 34.00

Cassia fistula 2.77 6.0 15.30 54.77 70.07

Cassia albus 3.63 6.4 16.13 66.38 82.51

Canavalia ensiformis - 4.5 - 65.5 -

Familia Chenpodacia          

Beta vulgaris 4.68 6.5 15.38 63.12 78.95

Familia Gramineas          

Cynodon dactilon 3.06 6.2 17.28 44.91 62.19

Avena sativa 3.90 6.3 27.58 45.44 73.02

Familia Butacea y          
Amarantaceae

Amaranthus sp. - - - 66.4 73.5

Celosea ciestata 4.30 6.0 13.88 49.58 63.46

           

Manihot esculenta - - - 44.0 59.7


Fte.: Adaptado de Shabe (1982) y Oki (1982) y Diaz et al. (1997).

Las leguminosas son las que poseen los valores más altos de
extractabilidad del nitrógeno y el mayor contenido de proteína. En general,
la extractabilidad varía entre familias y especies y la extracción relativa de
NNP y N proteico, también varía en diferentes especies. Además, la
extractabilidad de la proteína varía con la edad de la planta y se afecta
adversamente cuando el pH disminuye.

Los CPF pueden ser separados en dos fracciones: cloroplástica o fracción


verde y la citoplasmática o fracción blanca. La proteína cloroplástica
precipita cuando el extracto de hoja se calienta entre 55 o-60oC. El
precipitado se separa por centrifugación. El sobrenadante se calienta a
80oC y la proteína precipita. La fracción citoplasmática es la que posee un
mayor valor biológico y tiene entre 12-15 % de N, en tanto que la
cloroplástica tiene 8 %N y más ceniza, grasa y carbohidrato.

Aunque muchos autores enaltecen el potencial de CPF de las leguminosas


tropicales, lo cierto es que no existen trabajos realizados en animales de
granja como el cerdo que confirmen estas expectativas. La mayor limitación
que presentan los CPF de estas fuentes, es el bajo rendimiento del
proceso de fraccionamiento, ya que la proteína verdadera se puede
coagular durante uno de los pasos del proceso, por lo tanto, no se
recuperan otros componentes nutricionales esenciales como son los
aminoácidos libres. De aquí se desprende que la producción de CPF no
debe ser una opción muy atractiva desde el punto de vista comercial a
pesar de la buena calidad nutricional de productos foliares de leguminosas.

4.7 Utilización de recursos foliares en los cerdos.

Consumo voluntario.
Es conocido que el consumo voluntario en el cerdo depende
fundamentalmente del contenido de energía digestible de la dieta; así,
mientras menor es el contenido de energía digestible, mayor será éste. Por
lo general, el consumo de follaje de leguminosas es superior al de follaje de
gramíneas.

La regulación física del consumo es el principal factor que influye en el


consumo de follaje por su mecanismo de tiempo de retención de materia
seca en el estómago. Los follajes que poseen mayor tiempo de retención en
el estómago, tienen un consumo más bajo que los que tienen un tiempo de
retención más corto. Este modelo explica la diferencia entre gramíneas y
leguminosas. El menor tiempo de retención de las partículas de las
leguminosas se relaciona con la anatomía de la hoja, que hace que se
desintegre en partículas largas en forma de aguja de los paquetes
vascularizados en contraste con las hojas de las gramíneas y también la
mayor velocidad de digestión de las leguminosas cuando se compara con
las gramíneas.

 
Aspectos digestivos y metabólicos.
No son muchas las investigaciones realizadas acerca de los aspectos
digestivos y metabólicos de la utilización de residuos foliares en cerdos.
En la tabla 11 se presentan varias pruebas experimentales con deficientes
recursos foliares en las que se muestra el aprovechamiento digestivo de
MS, nitrógeno y energía. Se observa que la digestibilidad de estos
nutrientes depende de factores intrínsecos en las fuentes analizadas que ya
han sido mencionados en acápites anteriores y factores extrínsecos
(sistema de alimentación, nivel de inclusión, estado fisiológico y sitio de
digestión).

Todas las harinas foliares mostraron una disminución de los indicadores


digestivos a medida que aumentaba su nivel de inclusión. En el caso de la
leucaena, llama la atención el valor tan bajo de la digestibilidad ileal de N
cuando se incluye un 20 % de la MS de la dieta en comparación con la
harina de residuos foliares de plátano y la harina de vigna. Aquí hay que
considerar que, además de los factores antinutricionales presentes, deben
influir, sobe todo, el contenido y tipo de fibra dietética y la proporción del
nitrógeno total asociado de la fibra dietética insoluble. Al respecto, Mastrapa
et al. (1995) hallaron valores de 66.1 y 49.5 % y de 65.8 y 41.9 % para la
fibra insoluble y el por ciento de nitrógeno asociado a la fibra insoluble de
los residuos foliares de plátano y de kenaf, respectivamente.
Posteriormente, estos mismos autores encontraron una relación
inversamente proporcional entre la digestibilidad “in vitro” del nitrógeno y el
nitrógeno asociado a la FDI.

Por otro lado, se ha observado que generalmente la inclusión de harinas


foliares en las raciones de los cerdos favorece la retención de nitrógeno, en
tanto que el balance de energía permanece invariable. Esto fue señalado
por Piloto et al. (1995) y por García (1996) cuando incluyeron hasta un 15 ó
20% de harina de residuos de plátanos y harina de kenaf , respectivamente.

El consumo de harinas foliares puede ocasionar un cambio en el patrón de


digestión de las fracciones de la pared celular. Es conocido que la
hemicelulosa es más digestible que la celulosa en los cerdos, sin embargo,
en el caso de la lignina de residuos foliares de plátanos, García (1996)
informó que cuando se incluye hasta un 15 % de este producto en la dieta
de los cerdos, la digestibilidad de la celulosa se duplica y la de la
hemicelulosa disminuye a la mitad. Esto probablemente se deba a la
formación de enlaces lignina-hemicelulosa que hace a esta última
indigestible. Además, el aumento en la digestibilidad de la celulosa se
puede deber a que las moléculas se hallan en estado poco cristalino, lo que
favorece el ataque microbiano.

Una investigación muy interesante se desarrolló en Vietnam en la que al


reemplazar la proteína de la harina de soya por niveles crecientes de harina
foliar de yuca, se notó que era posible sustituir hasta el 35 % de la proteína
de la soya por la de yuca. En ese estudio también se observó que una
menor digestibilidad de las hojas de yuca con respecto a la soya, se
compensa por un valor biológico superior de esta última.

Los aspectos digestivos de la utilización de varios forrajes frescos fueron


estudiados por un grupo de investigadores de la Universidad de Yucatán
donde se evaluó el efecto de la edad del pasto estrella (Cynodon
nlemfuensis) en el consumo, capacidad de retención de agua y la
digestibilidad de la dieta de cerdos de finalización. Los resultados sugirieron
que no hubo efecto de la edad del pasto estrella utilizado en la digestibilidad
y el consumo y que probablemente su capacidad higroscópica influye en
este resultado.

 
Por último, Savón y González (1998, datos inéditos) evaluaron el potencial energético

estimado de la fracción fibrosa de dos variedades de Vigna unguiculata para los cerdos

mediante un método “in vitro”. Se encontró que las proporciones molares de ácidos

grasos de cadena corta no difirieron entre las dos fuentes y que la contribución energética

estimada de estos ácidos a las 48 h tampoco difirió entre variedades. Las variedades

pudieron aportar un 36 % del requerimiento energético de mantenimiento del cerdo.

Tabla 11. Digestibilidad de nitrógeno ( ileal y total) y de energía en cerdos que reciben

recursos foliares.
    Nivel de inclusión  

Fuente de H. Sist. alim. (%MS) Referencia

Foliar   0 5 10 15 20 30  
L. Maíz/soya              
Leucoephala

  Dig. MS 84.4       76.7    

  Digest. Total N 81.2       68.8   Domínguez et al.


1992

                 

  Miel/Soya              

  Digest. Total N 82.7   75.9   70.05   Domínguez et al.


1993

  Digest. Total E 90.9   83.1   76.9   Domínguez et al.


1993

  Digest. Ileal N 69.2   67.8   42.6 I Idem

  Digest. Ileal E 80.1   72.7   69.1   Idem

Residuos                
foliares
plátano Pienso/Lev.
Torula

  Digest. MS 82.6 78.9 76.5 74.1     García y Ly 1996

  Digest. Total N 74.8 70.2 69.6 65.8     (Preceba)

  Digest. Total E 82.6 78.6 76.1 74.2      

                 
Miel B/Soya

  Digest. Ileal MS 71.1   71.8   74.3   Ly et al. 1998

  Digest. Ileal N 71   70.2   63.1    

  Digest. Ileal E 69.7   68.5   71.6    

  Digest. Ileal FB 39.1   20.2   15.1    


Kenaf Miel B/Soya              

  Digest. Total 88.5   83   78.5 77.5 Piloto et al. 1995


MS (preceba)

  Digest. Total 82.7   80.3   71.5 70.9  


MS

  Digest. Total E 87.4   84.1   78.5 75.5  

                 
Ipomea batata Azúcar/Soya              

  Digest. Total 94.5   81.8       Domínguez et al.


MS 1992

  Digest. Total N 89.6   73.3        

  Digest. Total E 93.5   85.6        

                 
Conioscolus                
aconitefalius
Sorgo/Soya

  Digest. Tot. MS 59.86   65.80   66.66 57.34  

  Digest. Tot. N 53.7   50.1   55 41.4 Abreu (s/e)

                 
Brossium                
alicastrum
Sorgo/Soya

  Digest. Tot. MS 88.7   80.9   79.7 74.9 Santos y Abreu

  Digest. Tot. N 85.3   73.0   71.5 67.1  

  Digest. Tot. ED 88.2   81.0   78.2 72.2  

4.8 Comportamiento productivo.

La ganancia de los cerdos a diferentes niveles de harinas foliares, se


resume en la tabla 12. Los datos mostraron que los cerdos que recibieron
leucaena (10% de la dieta) crecieron más rápido que los animales control,
pero la ganancia en peso disminuyó con las dietas que contienen niveles
altos de harina foliar (50%). Esto se explica porque la leucaena sustituye
las dietas comerciales que tienen 18 g deproteína/100 g de dieta y el
contenido proteico de la leucaena es superior. En todos los casos, la dieta
se suplementó con sulfato ferroso para evitar la posible toxicidad de la
mimosina.
 
La sustitución de hasta el 10 % de cereales en la dieta por harina del forraje
de quinúa, no varió la ganancia diaria, al igual que el estado de salud y la
mortalidad.

La harina de yuca mostró disminución significativa de la ganancia diaria de


los cerdos a medida que se incrementa su nivel de inclusión. Buitrago
(1990) demostró que la suplementación con metionina pudiera elevar la
ganancia diaria del nivel del 20 % a 500 g diarios, cifra comparable a la del
control.

Como era de esperar, la harina foliar de yuca disminuye la eficiencia de


conversión alimentaria. Estos efectos son particularmente marcados
cuando el producto se utiliza para reemplazar la harina de soya y el maíz.
Sin embargo, si la harina de yuca se emplea para reemplazar otros
materiales de baja calidad, la eficiencia de conversión alimentaria no
disminuye hasta que la harina alcance niveles cercanos al 40% en dietas
para cerdos en crecimiento.

Tabla 12. Ganancias (g/d) en cerdos que reciben diferentes niveles de harinas foliares.

  Categoría Nivel de inclusión de harina foliar (%)

Fuente foliar de cerdos 0 5 10 15 20 25 30 40 50

Leucaena Crecimiento 281   404   390   299 218 154


leucocephala1

Amaranthus2 Crecimiento- 790           700    


Ceba

(21 kg PV)

Chenopodium Preceba 294 285 248            


quinoa3

Ipomea batata4 Cerdas1 6.20         6.62      

(crias al
destete)

Musa Crecimiento 506 496 505 482          


paradisiaca5

Manihot Crecimiento 350   310            


esculenta6
(R 3.6 kg)

  Crecimiento 530       430        


ceba

(3 kg)

Manihot Crecimiento 560   480   420   370    


esculenta7

                     

1) 1)       D¨Mello y Acanovic (1982 b) 2) Piloto et al. (1997). 3) Díaz et al. (1998). 4)
Mora y Domínguez (1994).
5) García (1996). 6) Buitrago (1990). 7) Ravendra (1990).

El incremento observado en la conversión alimentaria con la inclusión del


heno de pasto estrella pudo estar relacionado con el aumento de consumo
de fibra y con la disminución del consumo de energía digestible.

En Vietnam se ha ensayado la inclusión de trichantera en sistemas


integrales de fincas tropicales, pero con este follaje el comportamiento de
los cerdos en crecimiento se reduce cuando sustituye a la harina de soya.
En contraposición, el comportamiento reproductivo de las cerdas mejora
cuando se sustituye la harina de soya por tricantera en dietas de jugo de
caña.

Por otra parte, es conocido que la inclusión de fuentes con contenidos


relativamente altos en fibra disminuye la grasa dorsal y, por tanto, mejora la
calidad de la canal de los cerdos.

4.9 Perspectivas futuras.

       La inclusión de harinas foliares de leguminosas, gramíneas y cultivos


de alta producción de biomasa con elevado contenido de fibra dietaria en
la dieta de los cerdos, impone la necesidad de estudiar las
características físico-químicas de las fibras dietarias, así como la
presencia de factores antinutricionales que pudieran unirse a la fracción
fibrosa e influir negativamente en la utilización de las proteínas y otros
nutrientes.
       Incrementar la utilización de las harinas foliares en las dietas de los
cerdos que incluyen componentes de baja calidad suministrándole una
prioridad particular al mejoramiento de las fuentes foliares que se
emplean en este propósito.
       Realizar determinaciones de aminoácidos digestibles en cerdos que
reciban harinas foliares tropicales con el objetivo de poder establecer
comparaciones con el patrón de proteína ideal para esta especie, lograr
una adecuada suplementación aminoacídica y una mayor eficiencia de
utilización del alimento.
       Es necesario dirigir investigaciones donde se evalúen con un criterio
de eficacia económica los diferentes procedimientos utilizados
(procesamiento térmico, aditivos, métodos biológicos) para mejorar la
utilización de las harinas foliares tropicales.
 

4.10 REFERENCIAS

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feeds. A review. Acta agric. Scand. Sect. A. Animal Sci. 47:31.

Buitrago, A.J.A. 1990. La yuca en la alimentación animal. Centro Internacional de


Agricultura Tropical (CIAT), Colombia. 446 pp.

Chung, T.K. & Baker, D.M. 1992. Ideal aminoacid pattern for 10 kg pigs. J. Anim.
Sci. 70:3102.

D´Mello, J.P.F. 1992. Chemical constraints of the use of tropical legumes in animal
nutrition. Anim. Feed Sci. And Tech. 38:237.

Díaz, I., González, C., Ly, J. 1997. Determinación de la digestibilidad ileal de


nutrientes del follaje de batata (Ipomea batata(L) Lam.) en cerdos. XV
Reunión Asoc. Latinoamericana de Producción Animal. Maracaibo,
Venezuela.

Díaz, J, Díaz, M.F. y Castañeda, S. 1995. Una nota sobre el uso de harina de
forraje de quinúa (Chenopodium quinoa) en precebas porcinas. Rev.
cubana Cienc. agríc. 29(2):227.

Fan, L., Lee, Y. y Gharpury, M. 1992. Adv. In Bioch. Eng. 23. Microbila reaction.
Deby Fletcher A. 157.

García, A. 1996. Uso de harina de follaje de plátano en la alimentación de cerdos


en crecimiento ceba. Tesis de Doctor en Ciencias Veterinarias. Instituto de
Investigaciones Porcinas. Ministerio de la Agricultura, La Habana.
Ly, J., Macías, M., Martínez, R. y García, A. 1998. Residuos foliares de plátano en
dietas para cerdos. Digestibilidad ileal de nutrientes. Rev. cubana Cienc.
agríc. 32: 165.

Mastrapa, L., Mederos, C.M., Rodríguez, J.L., Rodríguez, Maydel, Mazón, D. y


Rosas, B. 1996. Evaluación de la fibra dietética insoluble y del nitrógeno
asociado a esta fracción en alimentos para cerdos. Evento Porcicultura´96.
Palacio de las convenciones, Ciudad de la Habana.

Mora, L.M. y Domínguez, P.L. 1994. El boniato (Ipomea batata(L) Lam.) en la


alimentación porcina en Cuba. II Encuentro regional de nutrición y
alimentación de monogástricos. Instituto de Ciencia Animal, San José de
las Lajas.

Piloto, J.L., Mederos, C.M. y Aciro, L. 1997. Uso del amaranto (Amaranthus
cruenthus) en la alimentación de cerdos. Evento Porcicultura´97. Capitolio
Nacional, Ciudad de la Habana.

Poppi, D.F. y Norton, B.W. 1995. Intake of tropical legumes. En “Tropical legumes
in animal nutrition”. Ed. J.P.F. D´Mello y C. Revendra, CAB International,
UK.

Ravindran, V. 1993. Cassava leaves as animal feed potential and limitations. J. of


the Sci. of Fd. and Agric. 61:141.

Savón, L., Marrero, A.I., Martínez, L., González, T. y Orta, M. 1998. Manual de
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monogástricas. XII Forum de Ciencia y Técnica, 22 de julio, Instituto de
Ciencia Animal, La Habana. 338 pp.

Wee, K.L. y Wang, S.s. 1998. Effect of postharvest treatments on the gradation of
mimosine in Leucaena leucocephala leaves. Journal of Sci. Fd and Agric.
39:195.

 
5. Producción de cerdos a campo en un sistema de mínimos costos
 
Antonio Vadell
Facultad de Agronomía - Universidad de la República
Av. Garzón 780 C.P. 12900
Montevideo – URUGUAY
avadell@internet.com.uy
 
 
 
5.1 INTRODUCCIÓN
La mayoría de los países de América Latina se ven enfrentados a constantes crisis
en el sector de la producción porcina. Esta situación ha llevado al desaliento o
incluso al abandono de esta actividad a gran parte de los porcinocultores. Las
modernas técnicas de producción de cerdos procedentes del hemisferio norte,
exigen grandes inversiones que muchas veces no están al alcance de los
pequeños y medianos productores de cerdos. Los altos costos de instalación, de
equipamiento y alimentación, sumado a importantes fluctuaciones en el precio final
que recibe el productor, determinan muchas veces la inviabilidad de la empresa
porcina.
 
En los últimos años se han generado distintas experiencias de producción de
cerdos desarrolladas con el objetivo de mantener costos mínimos que permitan a
la mayoría de nuestros productores continuar en la producción. Esto debido al
cuestionamiento de aquellos sistemas que tienen como objetivo la carrera
interminable de los altos rendimientos productivos, como si ellos por sí solos
fueran capaces de asegurar rentabilidad. Se incorpora costosa tecnología
olvidando las condiciones propias de la zona de producción y los recursos con que
se cuenta.
 
Frente a esta situación, la Facultad de Agronomía, perteneciente a la Universidad
de la República, comenzó hace unos años a discutir la posibilidad de idear un
sistema de producción de cerdos viable para pequeños y medianos productores.
 
La Facultad poseía un criadero de 20 madres construido en la década del 60,
cuyas instalaciones convencionales y obsoletas no permitían investigar en
sistemas alternativos. Luego de una intensa caracterización de la producción
nacional, la cual permitió conocer en profundidad nuestra realidad, se decidió
instalar una nueva Unidad de Producción de Cerdos (UPC). La misma se
desarrolló en la Estación Experimental “Centro Regional Sur” ubicada en el
departamento de Canelones, y se optó por la cría a campo, con un tamaño de
rodeo de 50 madres, comenzando a producir en 1996.
 
El sistema ideado transita entre lo intensivo y lo extensivo. No considera que
exista una contradicción insalvable entre el uso de animales rústicos y los buenos
rendimientos. Privilegia el respeto al ambiente y el uso de los recursos locales,
fundamentalmente aquellos factibles de ser usados como alimento para los
cerdos; permitiendo la adaptación de sus componentes a la realidad del productor
y su predio, como manera de que sea sostenible a largo plazo.
 
Este trabajo describe el modelo de producción de cerdos creado y sus primeros
resultados. Estamos convencidos de que no es una receta aplicable a otras
realidades, pero si consideramos que puede ser un aporte a la discusión abierta
de nuevas experiencias. Ese es nuestro deseo.
 
5.2 Definición de la cría a campo, antecedentes y un poco de historia
Nuestro concepto de la cría de cerdos a campo es amplio. La definimos como
todos aquellos sistemas de producción de lechones o cachorros que se
desarrollan al aire libre sobre una extensión de campo.
 
En Uruguay los primeros cerdos fueron traídos por los colonizadores, tanto
españoles como portugueses. Como animal doméstico aparece desde la
instalación de los primeros poblados. En la ley 3ª (Leyes de Indias) se prevén en
los repartos de tierras la adjudicación de “tierras de pasto suficiente para diez
puercas de vientre”. Estos antecedentes históricos ya los definimos como cría a
campo. Aún hoy existen algunos establecimientos que en muy poco han variado
la cría de cerdos que transcurría en la época de la colonia. Estudios realizados
citan que la productividad en esos criaderos no supera los 7,6 lechones
destetados/cerda/año, (Azzarini et al., 1986). Si bien esta realidad de producción
casi extractiva no la compartimos, tampoco podemos ignorarla y menos aún dejar
de preguntarnos por qué existe aún en nuestros días.

En la década del 70 surgen en Europa sistemas de producción que tienen ciertos


componentes que permiten identificarlos como cría a campo. En el Reino Unido se
origina el modelo llamado “Roadnight”, mientras Francia desarrolla el “Plein air”.
En ambos casos la tendencia es de sustituir los enormes costos de instalaciones,
por medio de parideras de campo de inferior valor que las maternidades de
confinamiento (Berger, 1996). Este modelo se extiende, tanto en Europa (en
España se lo llama “camping”), como a varios países sudamericanos.
 
Las principales características de estos modelos son:
 
        Uso de instalaciones de bajo costo
        Mantener los altos parámetros productivos similares al confinamiento
        Desarrollar a campo solo la etapa de cría y el resto en confinamiento
        Usar suelos residuales, no aptos para la agricultura
        Obtener un animal similar al producido en confinamiento total

Tabla 1. Comparación entre sistema al aire libre y confinamiento en el Reino Unido


(Edwards y Zanella, 1996).
Indicador Aire libre Confinado
Parto/cerda/año 2.21 2.25
Lechones nacidos/parto 11.6 11.8
Mortalidad de lechones 17.8 % 19.1 %
Destetados/cerda/año 21.1 21.5
Ton. de alimento/cerda/año 1.46 1.25
 
 
 
 
5.3 Los objetivos que se persiguen y criterios que se aplican
 
Se parte de un relevamiento de los recursos con los cuales se cuenta y a partir de
ahí se comienza a diseñar la estrategia de producción. Por un lado Uruguay es
generador de subproductos de las industrias alimenticias (suero, residuos de
frigoríficos, etc.) los cuales son empleados mayoritariamente en la alimentación de
cerdos. Por otro lado, nuestros productores porcinos se caracterizan por poseer
tierra relativamente barata y abundante, buena capacidad de producir pasturas y
escaso capital.
 
Las premisas básicas consideradas en la definición del modelo fueron:
 
          Factible de ser adoptado por la mayoría de los productores del país.
          Mínima inversión.
          Que los productores logren su continuidad a lo largo del tiempo.
          Bajos costos operativos.
          Mejorar los parámetros de producción.
          Respetar el comportamiento animal.
          Mínima agresión al ambiente.
          Integrar el rubro porcino a otros rubros de producción.
 
5.4 La alimentación
En Uruguay, los altos precios de la ración balanceada, exigen una utilización
conservadora de la misma. La realidad en nuestra región indica que no siempre la
mejor ración está al alcance del productor. Entonces, es necesario tanto para el
productor como para el animal, contar con un sistema de alimentación que permita
dar continuidad a la producción. Nuestro punto de partida no fue preguntarnos
¿qué es lo mejor para darle de comer al cerdo?, sino ¿qué poseemos como
alimento para ofrecerle al cerdo?
 
A partir de este razonamiento nos planteamos disponer de un recurso alimenticio,
del cual el productor pudiera disponer de manera permanente. La pastura cumple
en nuestro sistema con el objetivo de estar siempre disponible,
independientemente de los cambios abruptos de precio del mercado de insumos.
Por supuesto que el forraje como tal, no es el mejor alimento para monogástricos,
pero tiene la enorme ventaja de actuar como “amortiguador” cuando se producen
las crisis de precios en el mercado. De esta manera la utilización de pasturas en el
sistema no se realiza como tapiz protector del suelo, sino como un necesario
recurso alimenticio. Para lograr una buena conservación de la pastura y ofrecer
abundante alimento de forma permanente durante todo el año, realizamos la
rotación de los animales entre los piquetes, dejando cierto tiempo vacíos los
mismos de manera de recuperar la vegetación. Esta rotación depende tanto de la
carga animal como de las condiciones climáticas existentes.
 
En la UPC se usan solamente, dos tipos de ración con las siguientes
características: ración de madres (PC 13.8%, ED 3.290 Kcal/Kg) y ración de
lechones (PC 20.3%, ED 3.500 Kcal/Kg).
 
 Tabla 2. Criterios de alimentación aplicados en la UPC, en las distintas
categorías del plantel reproductor, sobre pasturas.
CATEGORIA Kgs./día
Cerdas en gestación 1.25
Cerdas 1º semana de lactancia 3.00
Cerdas resto de la lactancia 3.00 + 0.25/lechón
Cerdas destete-celo 3.00
Verracos 3.00
 
La sustitución de 50% del concentrado por pasturas en la etapa de gestación
significa un ahorro de 23% de la ración por ciclo reproductivo. (Vadell et al..,
1999). Por otra parte la acción del pastoreo favorece el ejercicio, que sumado al
consumo de fibra, logra disminuir los problemas al parto y aumentar la producción
de leche de la cerda.
 
 
5.5 Las instalaciones
          Elección del lugar
 
Los criterios para elegir la zona donde instalar un criadero a campo son
básicamente dos: sitios no inundables y con pendientes moderadas. En algunos
países se recomiendan aquellos suelos que no sean aptos para la agricultura,
como manera de usar suelos residuales de esta actividad y por lo tanto de menor
costo. En nuestro caso no aplicamos este criterio, ya que integramos la producción
porcina en rotación con la agricultura.
 
          Descripción del criadero
 
El criadero está dividido en 53 piquetes y cuenta con una buena caminería que
permite el fácil acceso al mismo (Anexo 1). Los caminos poseen un ancho de 6
metros, logrando un buen corredor de servicio, al cual es necesario alomar para
mantener un buen piso.

El suministro de agua se realiza por bebederos automáticos (tipo chupetes). El


depósito de agua tiene que considerar un consumo máximo por cerda alojada de
20 litros diarios. La línea de agua se instala bajo tierra a 30 cm. de profundidad, de
esta manera se reducen los riesgos de rotura de la cañería y al no estar expuesta
a la intemperie se evita el congelamiento en invierno y el excesivo calentamiento
por el sol en verano.
 
En zonas de fuertes vientos es recomendable disponer de una cortina de árboles
que los amortigüe. La misma se ubicará por fuera del área perteneciente a los
piquetes. No es recomendable la plantación de árboles en el interior de los
mismos ya que dificulta las tareas de laboreo de la tierra y ejerce una competencia
con respecto a la paridera, en el momento que la cerda busca un lugar para parir.
 
Es necesario disponer de un electrificador con capacidad suficiente para
suministrar corriente a todos los alambrados.
 
          Descripción del piquete
 
El piquete es la unidad de espacio en el cual dividimos el criadero. El tamaño del
mismo es de 1500 m² y con esta superficie respetamos los criterios de espacio
suficiente para el bienestar animal, de alimentación (pasturas) y de conservación
del suelo. La cerca perimetral se compone de dos hilos de alambre a 20 y 45 cm.
del suelo respectivamente. Los principales accesorios de la UPC son:
 
          Alambrados (postes, piques, aisladores y alambre)
          Porteras
          Bebederos (chupetes con base de lozas de hormigón)
          Comederos para adultos y para lechones lactantes
          Corrales portátiles (bastidores y varillas)
          Jaula cepo
          Tanques o tarrinas para depósito de ración
 
          ¿Cuántos tipos de instalaciones?
 
En un sistema de cría de cerdos las categorías de animales presentes, a las
cuales tenemos que ofrecerles alojamiento son las siguientes:
          Cerdas gestantes
          Cerdas lactantes
          Verracos
          Lechones lactantes
          Lechones en posdestete
 
Esto da como resultado la necesidad de disponer de 4 tipos de instalaciones para
cubrir las necesidades de alojamiento de esas categorías:
          Local para cerdas gestantes
          Paridera
          Local para lechones en posdestete
          Verraquera
 
Tabla 3. Esquema simplificado de requerimientos de la instalación según las
distintas categorías de cerdos en la cría frente al frío y el calor. 1[1]
CATEGORIA FRIO CALOR

1
CERDAS GESTANTES + +++
CERDAS LACTANTES + +++
VERRACOS + +++
LECHONES LACTANTES +++ +
LECHONES POSDESTETE +++ +
REEMPLAZOS ++ ++
+ poca necesidad de la instalación a brindar respuesta
+++ máxima necesidad de la instalación de dar respuesta
 
Las temperaturas óptimas para los animales del plantel reproductor (machos,
hembras gestantes y lactantes) son de 13º a 16º C, mientras que para los
lechones al nacimiento se requieren temperaturas de 30º C, (ITP, 1993). Se
genera un rango alto de temperatura (15º C) entre las necesidades de la cerda
lactante y sus lechones dentro de una misma instalación. Esta fuerte contradicción
de requerimientos ambientales se debe resolver dentro de la paridera. Además es
importante evitar en lechones lactantes las corrientes de aire y la humedad,
mientras suministramos sombra suficiente a los animales adultos, evitando la
insolación. El éxito de las instalaciones que se usen, dependerá en gran medida,
de la capacidad de las mismas de brindar el máximo confort térmico a cada
categoría animal.
 
En un sistema de cría la instalación fundamental es la paridera. La mortalidad
durante la lactancia expresa de manera conjunta la habilidad materna y las
seguridades que brinda la paridera. Mientras que la mortalidad en las primeras 48
horas de nacida la camada, está más relacionada a las bondades de la instalación
en ofrecer un ambiente óptimo cuando más lo exigen los lechones.
 
En 1994, técnicos de la Facultad de Agronomía diseñan una paridera de campo
para los porcinocultores del departamento de Rocha. A la misma se le denominó
paridera “Tipo Rocha” (Vadell y Barlocco, 1995) y se difundió en una zona
caracterizada por la producción extensiva, donde la presencia de instalaciones es
casi nula.

 
          La paridera de campo “Tipo Rocha” (Anexo 2)
 
Los tres criterios fundamentales considerados en su diseño fueron:
 
       De bajo costo para que pueda ser adoptada por la mayoría de los
productores.
       Capaz de brindar un ambiente seguro y confortable a la cerda y su
camada.
       Construida con materiales de fácil adquisición en cualquier parte del país.
 
Las características del modelo resultante son:
 
       Económica. Las paredes se construyen con tablas de pino nacional, las
que deben ser curadas con gasoil u otro producto para lograr mayor duración
de la madera. Las tablas se deben colocar de forma horizontal, de forma de
renovar solamente las inferiores cuando se pudren por el mayor contacto con
la humedad del suelo. El techo puede ser tanto de paja como de chapa.
 
       Desarmable y móvil. La paridera está conformada por 5 partes. Las mismas
son 2 paredes laterales, un fondo y un frente y el techo. Ninguna de las partes
pesa más de 25 Kg., esta característica permite entre dos personas, mudar la
paridera de un lugar a otro en pocos minutos. Las distintas partes son
intercambiables de una paridera a otra, facilitando su reparación. La unión de
los laterales con el fondo y el frente se realiza por medio de varillas de hierro
pasantes.
 
       Versátil. Si bien su máxima utilidad se da en lactancia, se la puede utilizar
como única instalación en un criadero. Con solo cambiar el bastidor del frente
por un marco, convertimos la paridera en un refugio tanto para cerdas
gestantes como en local para lechones en posdestete. Como local de
gestación tiene capacidad para 3 animales adultos (3 gestantes o 2 gestantes y
un padrillo) y aproximadamente de 14 a 16 lechones en posdestete.
 
La paridera se complementa con la incorporación previa al parto de la cerda de
una abundante cama de paja, como para brindar un colchón de 30 cm en todo su
interior. La paja se repone hasta que los lechones alcanzan las 3 semanas de
edad.
 
Tabla 4. Datos físicos de la paridera.
Altura máxima al techo 1.35 m
Altura mínima al techo 0.75 m
Superficie interior 3.00 m2
Volumen interior 3.15 m3
Caída del techo 40 %
Partes que la integran 5
Número de tablas 18
Peso de cada parte (madera seca) 20 Kg.
 
En los Tablas 5 y 6 se presentan resultados de pérdidas de lechones en lactancia
en distintos tipos de parideras.
 
Tabla 5. Resultados de mortalidad en lactancia con destete a los 23 – 28 días, en
Francia y Reino Unido con paridera de campo “Tipo Arco” y paridera jaula en
confinamiento total (adaptado de Berger, 1996, y Edwards y Zanella, 1996).
Mortalidad en %
  A CAMPO CONFINAMIENTO
FRANCIA 16.8 12.2
REINO UNIDO (EASICARE) 18.6 17.7
REINO UNIDO (MLC) 17.8 19.1
 
 
Tabla 6. Evolución del número de lechones durante la lactancia y mortalidad en
paridera “Tipo Rocha”, en 141 partos. (Barlocco y Vadell, 1997).
Parámetro Media Mortalidad en %
Lechones nacidos vivos 8.92  
Lechones a las 48 horas 8.16 8.52
Lechones a los 21 días 7.80 12.56
Lechones a los 56 días 7.71 13.57
 
 
5.6 La genética
 
En la última década han llegado a Sudamérica grandes empresas que desarrollan
criaderos filiales que repiten los planes que realizan en Europa o Norte América.
Toda Latinoamérica ha visto establecerse en sus países, transnacionales de la
genética porcina. Venden reproductores con excelentes parámetros de
producción, tal vez de los mejores del mundo, pero lo son en función del sistema
desarrollado en el hemisferio norte, donde fueron creados. Nuestros países
poseen enormes diferencias en cuanto a los métodos de producción de cerdos,
entre ellos e internamente. Si bien en algunos casos estas empresas pueden
lograr ser viables y obtener una faja de mercado para sus productos, la mayoría
de los productores de cerdos de la región no tiene posibilidades económicas de
acceder a estos proyectos. Sin embargo, la causa más importante de rechazo de
estos paquetes tecnológicos está dada por la falta de elasticidad del sistema.
 
A los cerdos de alta productividad se les satisfacen todos sus requerimientos,
fundamentalmente nutricionales, para que expresen esa superioridad. Para ello no
se escatiman recursos, llegando incluso a usar alimentos de excelente calidad
para la dieta humana como lo es la leche en polvo. Esta realidad va acompañando
la evolución de las sociedades, los excedentes de alimentos generados en los
países ricos son utilizados en alimentación animal al no competir con la
alimentación de sus habitantes. Si queremos trasladar esta situación a nuestros
países, nos encontramos con enormes carencias en la propia alimentación
humana, siendo imposible copiar los sistemas de alimentación de los países
desarrollados.
 
Actualmente se ha impuesto una tendencia que hay que producir lo que el
mercado quiere consumir. En apariencia parece lógico. Sin embargo, a renglón
seguido se dice que el mercado exige un cerdo muy magro, pero esto es impuesto
desde campañas publicitarias ajenas a nuestra realidad. Este cerdo sólo se puede
obtener con el sistema de producción que incluye los tipos “híbridos sintéticos”.
De esta forma se puede quedar atrapado en un modelo distante de nuestras
posibilidades. Uruguay es un ejemplo de esta situación. El país históricamente crió
cerdos como un transformador de subproductos de la industria alimentaria, sin
embargo, ahora importa costosas raciones. Cerca del 90% de la faena de cerdos
se dedica a la industria del chacinado, donde la grasa es un insumo
imprescindible. Esto demuestra que no se puede empezar por plantear cómo
lograr aquel tipo de cerdo, sino qué se puede elaborar con el cerdo que al país le
conviene producir.
 
La elección de los tipos genéticos a usar tiene que estar en concordancia con la
definición del ambiente que vamos construyendo. Es así que elegimos razas
capaces de tener un buen comportamiento en la cría a campo previamente
definida. Ponzoni (1997) sostiene la importancia de las razas criollas cuando el
sistema de producción incluye el pastoreo y el manejo al aire libre como
componentes importantes del ambiente. Para ello optamos en primer lugar, de
tener una raza con fines maternales, con buena adaptación al pastoreo y rústica.
En el Uruguay existe un tipo genético criollo relativamente abandonado y muchas
veces menospreciado. Esta raza llamada Pampa, comenzó a ser estudiada por
sus características más sobresalientes (grandes consumidoras de pasturas,
buenas madres, muy dóciles y excelentes productoras de leche) según afirman
empíricamente sus productores. Hoy se están realizando investigaciones que
permitirán conocer sus ventajas en cuanto a la adaptación que poseen a producir
en ambientes poco favorables (Vadell y Barlocco, 1998).

Uno de los elementos relativamente negativo, correlacionado a su rusticidad, es el


engrasamiento al peso de faena requerido en Uruguay (Barlocco et al.., sin
publicar). Para disminuir este efecto se desarrollan planes de cruzamientos con
verracos de razas magras. La composición del plantel de madres es de un 80%
Pampa, 10% Duroc y 10% Cruza Duroc x Pampa. Se trabaja con 5 verracos, 3
Pampas, 1 Duroc y 1 Large White.
 
El plan de cruzamientos busca los siguientes objetivos:
 
- -        Animales adaptados a las posibilidades de la mayoría de los productores de
nuestro país.
- -        Capacidad del plantel de madres de enfrentar períodos de crisis en la
relación precios de los concentrados/precio del cerdo.
- -        Existencia de parte de los tipos genéticos a usar, en manos de los propios
productores organizados.
- -        Capacidad de multiplicar sus propios reemplazos de madres dentro del
criadero.
- -        Mínima o nula dependencia de empresas de la genética.
- -        Uso de la heterosis individual y maternal.
- -        Rápida capacidad de respuesta en función de cambios en el producto final.
- -        Capacidad de producir productos diferenciales.
 
A los efectos de dar cumplimiento con los objetivos mencionados, se realizan dos
tipos de cruzamientos: simple (padre Duroc o Large White x hembra Pampa) y
triple (padre Duroc x hembra Pampa y la hembra cruza resultante por un macho
terminal Large White).
 
5.7 Principales técnicas de manejo aplicadas.
 
          El servicio
 
Al destetar la cerda se la aloja en un piquete conjuntamente con un verraco. No se
hace detección de celo, realizándose una monta natural a campo. Se observa el
comportamiento de los animales y se registra cada vez que se ve una monta. No
se manejan lotes y los destetes simultáneos son de 1 a 3 cerdas, siendo éste el
número de hembras por verraco.
 
          El parto
 
La paridera se traslada entre un parto y el siguiente dentro del piquete, de manera
de obtener un efecto similar a un vacío sanitario. Es así que cada parto ocurre en
un nuevo lugar del piquete. No se realiza atención del parto, dejando que éste
transcurra naturalmente. Previo al mismo nos aseguramos abundante cama de
paja. A los lechones no se les descolmilla, no se les suministra hierro, ni se les
corta la cola. Se señalan y se pesan.
 
          La lactancia
 
Durante la lactancia los lechones tienen libre acceso a todas las partes del
piquete. Su duración es de 8 semanas y este período lo relacionamos al
aprovechamiento de la buena capacidad de producir leche de las cerdas en el
sistema. A partir del día 15 los lechones tienen a su disposición ración de
iniciación ad libitum.
 
          El destete
 
El destete a campo se realiza dejando a los lechones en el piquete de nacimiento
y llevando a la madre a un piquete lo más distante posible. En el destete se les
suministra un producto inyectable contra endo y ecto parásitos. Los lechones son
retenidos durante 48 horas por una valla de bastidores portátiles. De esta manera
se evita el reencuentro de los lechones con la madre. A los dos días se les quitan
las vallas y permanecen en el piquete hasta cumplir 11 semanas de edad. Pasado
este período de posdestete los lechones están prontos para su ingreso a las
etapas de recría - engorde.
 
          El anillado
 
Es necesario para la conservación de las pasturas realizar el anillado de los
cerdos del rodeo reproductor. Para ello le colocamos un alambre en el hocico de
manera de evitar la costumbre de hozar y dañar el tapiz vegetal.
 
5.8 La mano de obra
 
Las tareas fundamentales en el sistema las podemos dividir en dos grupos: las de
rutina (las cuales diariamente tenemos que realizar) y las esporádicas (en las
cuales nosotros podemos definir con cierto margen de tiempo en que momento se
realizan). Las primeras son la alimentación diaria de todos los animales y en
simultáneo el recorrido del criadero observando cualquier situación anormal. La
atención del parto como tal no existe y sólo requiere de una observación
cautelosa, ya que es muy raro que se presenten partos anormales. Las
esporádicas son tareas correspondientes al manejo, donde podemos tener
flexibilidad en los tiempos.
 
El destete es desencadenante de intensa actividad: a los lechones se les encierra
en un corral provisorio, se les desparacita, de ser necesario se los pesa y se
cambia de piquete a la madre alojándola con el verraco.
 
Las personas que trabajen en este tipo de criaderos tienen que poseer algunas
características como ser buenos observadores, conociendo lo que sucede
permanentemente en el criadero y cierta dosis de paciencia para el manejo de los
animales. Es ideal para realizarlo con trabajo familiar, donde existen posibilidades
entre sus componentes de cumplir distintos roles.
 
La comparación entre las características cualitativas y cuantitativas de la mano de
obra entre un sistema y otro no resulta fácil de hacer. En los sistemas confinados
como en los intensivos a campo existe la tendencia a la masificación y
estandarización de las tareas, tanto por medio del operario como por la
introducción de tecnología. También la cantidad de mano de obra utilizada tiende
a ser una preocupación buscando su permanente disminución. A diferencia de
estas características, éste sistema no busca la disminución de mano de obra si no
favorecerla y potenciarla en detrimento de la inversión. En los países de
Latinoamérica suele ser frecuente la desocupación y los salarios son muy bajos
comparados con el de los países desarrollados. Entonces no se considera la
reducción de puestos de trabajo por medio de mayores inversiones, sino que por
el contrario, se busca la conservación de la fuente laboral.
 
Las condiciones laborales se consideran netamente superiores a las de los
sistemas confinados. El ambiente de trabajo es al aire libre no existiendo nunca
condiciones de saturación del aire por medio de agentes contaminantes tan
nocivos y desagradables para la respiración. No existen las clásicas tareas de
limpieza, tan agotadoras como poco reconfortantes para el que las realiza.
 
 
 
 
 
Tabla 7. Distribución del tiempo de trabajo en la UPC según tarea. Datos
preliminares de 6 meses de registros sobre 35 horas/semana de trabajo
total (Monteverde, com. pers.).
TAREA %
Racionamiento 36
Pesadas y ventas de animales 18
Construcciones 12
Mantenimiento (alambrados, línea de agua, etc.) 9
Manejo 9
Planificación y registros 7
Sanidad 4
Otros 6
 
5.9 Los resultados obtenidos
 
Los siguientes Tablas muestran los resultados logrados en dos años de
funcionamiento de la UPC. Esta información pertenece al sistema de registros de
SINAPOR2[2] de los años 1997 y 1998.
 
Tabla 8. Principales indicadores reproductivos.
Indicador 1997 1998
Edad al primer parto (días) 358 395
Tasa de concepción (%) 83.1 79.6
Duración de la lactancia (días) 55.9 54.5
Intervalo destete-celo fecundante (días) 14.7 15.4
Intervalo entre partos (días) 183.9 182.5
Nº de partos/cerda/año 1.98 2.00
 
Tabla 9. Parámetros de prolificidad.
Indicadores 1997 1998
Nº de lechones vivos al nac./parto 8.97 9.32
Nº de lechones muertos/parto 0.41 0.31
Nº de lechones totales/parto 9.37 9.63
Tamaño de camada a las 48 horas 8.29 8.55
Mortalidad a las 48 horas (%) 7.56 9.42
Tamaño de camada al destete 7.93 8.08
Mortalidad durante la lactancia (%) 11.53 14.44
 
Tabla 10. Peso de la camada al nacimiento, 21 días y destete.
Indicadores 1997 1998
Peso de la camada al nacimiento (Kg) 10.38 11.71
Peso de la camada a los 21 días (Kg) 39.37 44.42
Peso de la camada al destete (Kg) 125.24 130.32
 
 
Tabla 11. Pesos individuales de lechones (Kg).
Indicador 1997 1998
Peso al nacimiento 1.21 1.27
Peso a los 21 días 4.86 5.18
Peso al destete 15.52 15.21
Tabla 12. Indicadores del nivel técnico en la cría.
Indicador 1997 1998
Lechones dest./cerda productiva/año 15.7 16.2
Kilos de lechón dest./cerda productiva/año 244.3 245.8
 
Tabla 13. Indicadores físicos obtenidos en posdestete (de 56 a 77 días de vida).

2
Indicador Media
Ganancia de peso individual (Kg) 0.375
Eficiencia de conversión/lote 2.75/1
 
 
Tabla 14. Resultados económicos (Lopardo et al., sin publicar).
Indicador  
Costo de instalación/cerda madre U$S 162.6
Margen bruto/hectárea U$S 571.5
Rentabilidad % 12.5
 
 
5.10 Los productos obtenidos
 
En la actualidad, se está cuestionando la carne producida en los sistemas
intensivos. Díaz Cuevas (1998), sostiene que la calidad de la canal ya no es
sinónimo de calidad de carne de cerdo comestible.
 
La cría a campo permite obtener carne de cerdo natural (lechón o cachorro), sin
antibióticos ni promotores de crecimiento. Los animales nacen y desarrollan en un
ambiente confortable, con gran libertad de movimientos y mínimas situaciones de
estrés. Estos animales se pueden engordar tanto en condiciones de confinamiento
como de campo. Esta situación coloca a los productos generados en inmejorables
condiciones de competir en el mercado como producto diferenciado con control de
certificación de su origen. Este sistema tiene que estar controlado por organismos
del estado, consumidores y la asociación de productores correspondiente. El caso
del sistema de producción del cerdo Ibérico es un ejemplo a considerar.
 
5.11 Sobre la sustentabilidad del sistema.
 
El sistema propuesto considera procesos productivos respetuosos de los recursos
naturales, que privilegian el trabajo familiar sobre la tecnología desbordante de
insumos. La dispersión del rodeo lo convierte en escasamente contaminante del
ambiente, ya que las deyecciones se distribuyen naturalmente en el campo. Estas
además se incorporan como abono orgánico al suelo y pueden ser aprovechadas
en rotación con la agricultura.
 
 
5.12 Consideraciones finales.
 
       El modelo de producción propuesto muestra su viabilidad desde el punto de
vista técnico y económico.
       En este período el modelo fue adoptado parcial o totalmente por un número
importante de productores.
       Es capaz de perdurar ante crisis de precios sin comprometer la
productividad del rodeo reproductor.
       Presenta la potencialidad de producir un producto diferenciado que puede
lograr mejores canales de comercialización.
       El modelo se fortalece y consolida si los productores se organizan y/o
asocian.

 
5.13 REFERENCIAS
 
Azzarini, A.; Goyetche, L.; Ruíz, M.I. y Mello, N. 1986. Producción y Comercialización Porcina en
Uruguay. IPRU. Montevideo, Uruguay.
Barlocco, N.; Vadell, A. 1997. Sobrevivencia de lechones en un modelo de paridera de campo. 1º
Congreso Binacional de Producción Animal Argentina-Uruguay y 21º Congreso Argentino y 2º
Congreso Uruguayo. Paysandú. Uruguay.
Barlocco, N.; Vadell, A.; Franco, J. Características de carcasas de cerdos con diferente proporción
de genes Pampa, Duroc y Large White. Trabajo presentado a XVI Reunión Latinoamericana
de Producción Animal y III Congreso Uruguayo de Producción Animal. Montevideo. Uruguay.
Berger, F. 1996. Historique, développement e résultats techniques de l´elevage des truies plein air
en France. En: I Simpósio sobre Sistemas de Suínos Criados ao Ar Livre –SISCAL.
Concordia. Brasil. pp. 1-13.
Díaz Cuevas, I. 1998. Producción de carne de cerdo para consumo fresco: restricciones y
oportunidades. Una alternativa de competitividad futura. En: Seminario Internacional de
Comercialización de Carne Porcina (1º, 1998, Canelones, Uruguay) Junta Nacional de la
Granja- JUNAGRA, MGAP.
Edwards, S y Zanella, A.J. 1996. Produçao de suinos ao ar livre na Europa: produtividade, bem-
star e consideraçoes ambientais. A Hora Veterinária. Ano 16, nº 93.
I.T.P. 1993. Memento de l´eleveur de porc. 5º edition. 381 p.
Lopardo, J.P.; Gómez, A.; Monteverde, S.; Barlocco, N.; Vadell, A. Análisis económico de un
sistema de producción de cerdos a campo. Trabajo presentado a XVI Reunión
Latinoamericana de Producción Animal y III Congreso Uruguayo de Producción Animal.
Montevideo. Uruguay.
Monteverde, S. Comunicación Personal, 1999.
Ponzoni, R. 1992. Adaptación vs. Producción: un intento de reconciliación. En: Congreso de Razas
Criollas. Zafra. España. pp 3-17.
Vadell, A.; Barlocco, N. 1995. Paridera “Tipo Rocha”. Modelo de paridera para cerdas diseñado
para el sistema de producción porcina de Rocha. Serie “Produción Porcina” Nº1. Facultad de
Agronomía-PROBIDES. Montevideo, Uruguay. 6p.
Vadell, A.; Barlocco,N. 1998. La cría intensiva de cerdos a campo en Uruguay. Memorias 1º
Encuentro de Técnicos del Cono Sur Especialistas en Sistemas Intensivos de Producción
Porcina a Campo. EEA INTA Marcos Juarez, Córdoba, Argentina.
Vadell, A.; Barlocco, N. ; Franco, J.; Monteverde, S. Evaluación de una dieta restringida en
gestación en cerdas de raza Pampa sobre pastoreo permanente. Trabajo presentado a V
Encuentro Regional sobre Nutrición y Producción de Animales Monogástricos. Maracay,
Venezuela. Diciembre, 1999.
 

6. Usos y efectos de la incorporación de grasas y aceites en dietas para cerdos

 
Dra. Coromoto Michelangeli
Universidad Central de Venezuela

Facultad de Agronomía

6.1 INTRODUCCIÓN
Los lípidos y carbohidratos de los ingredientes presentes, comúnmente en las dietas para
animales, constituyen globalmente el componente energético de la ración. El contenido de
energía de los ingredientes de la dieta, juega un papel determinante en el comportamiento
productivo de aves y cerdos, y constituye el componente individual más costoso de la
ración. Así, un conocimiento preciso no sólo de los valores de energía de la dieta, sino de
la composición de las fuentes lipídicas contenidas o adicionadas al alimento, es crucial
para obtener una mayor eficiencia en la reducción de los costos de producción.

En los últimos años y como resultado de la selección genética, se exigen dietas con una
mayor concentración energética. De allí, que la adición de lípidos (principalmente grasas y
aceites) en las dietas para cerdos no solamente, constituye una practica común sino que
se ha ido incrementando, debido a los varios efectos benéficos asociados con su
utilización.

Sin embargo, la variabilidad en la estructura química de las mezclas de aceites y grasas


(estas últimas obtenidas como subproductos), utilizadas en la elaboración de alimentos
balanceados, los cambios ocasionados durante su procesamiento, la sensibilidad de las
grasas y aceites a efectos deteriorativos durante el almacenamiento, así como
características propias del animal; edad, cambios en las secreciones de las enzimas
digestivas, líneas genéticas empleadas actualmente (modificadas en la biología del tejido
adiposo), estado de producción, régimen de alimentación, exigencias del consumidor en
cuanto a la calidad de la carne del cerdo; ha hecho necesario reevaluar la utilización de
diferentes fuentes lipídicas en la nutrición de cerdos.

El presente trabajo constituye una revisión actualizada de la información sobre el uso y


efecto de la adición de grasas y aceites en dietas para cerdos.

 
6.2 GRASAS Y ACEITES. Estructura Química.
Los lípidos están representados principalmente por los triacilgliceroles (grasas y aceites) y
en menor proporción por los fosfolípidos, ácidos grasos, esteroles (colesterol), ceras,
pigmentos y otros compuestos solubles en solventes no polares. (Moran et al., 1994).

La molécula de triacilglicerol consiste de un alcohol: el glicerol, al cual se han esterificado


3 moléculas de ácidos grasos, formando un lípido neutro. Así las grasas neutras
contienen muy baja concentración de ácidos grasos libres. Su función en el organismo es
principalmente como almacenamiento de energía (Moran et al.., 1994).

Los ácidos grasos son entonces la unidad estructural básica de las grasas y están
compuestos de una cadena carbonada que varia en longitud. Presentan un grupo terminal
metilo y un grupo carboxilo. Los ácidos grasos de las grasas utilizadas en la alimentación
de cerdos tienen 14,16 ó 18 átomos de carbono. Ácidos grasos con longitudes superiores
de sus cadenas son encontradas en los aceites de pescado (22,24 y 26 átomos de
carbono).

Los ácidos grasos con número impar de átomos de carbono son raros en las grasas
usualmente utilizadas en la alimentación animal, encontrándose principalmente en
microorganismos, animales silvestres, nueces. Las uniones carbono-carbono pueden ser
saturadas o insaturadas. La longitud de la cadena carbonada así como el número y
ubicación de los dobles enlaces dentro de la cadena carbonada, determina las
propiedades físicas y funcionales de los ácidos grasos. Así, el punto de fusión del ácido
esteárico (C18:0) es 70ºC mientras que el del oléico (C18:3) es –11ºC. En el Tabla 1 se
presenta una lista de los ácidos grasos más comúnmente encontrados en las grasas y
aceites, utilizadas en la alimentación animal.

Tabla 1. Ácidos grasos frecuentemente encontrados en las fuentes de grasas / aceites


utilizados en alimentación animal.

Nombre Átomos de C: dobles enlaces

Laurico 12:0

Mirístico 14:0

Mirístoleico 14:1

Palmitico 16:0

Palmitoleico 16:1

Esteárico 18:0

Oléico 18:1
Linoleico 18:2

Linolénico 18:3
Castaldo, (1998)

La longitud de la cadena y la posición del doble enlace también tienen importancia nutricional. Los animales
superiores, incluyendo el cerdo, tienen una capacidad limitada para insertar dobles enlaces, en las cadenas
carbonadas (desaturación). Así, no son capaces de producir desaturaciones entre el último doble enlace y el
grupo metilo terminal, por lo que la longitud de la cadena en este segmento es fija y define la familia de
ácidos grasos. En este sentido, el ácido oleico, se conoce como w-9 (ó n-9), palmitoléico, como w-7 (ó n-7),
linoleico como, w-6 y linoleico w-3.
 

Los ácidos grasos correspondientes a las familias w-6 y w-3 son metabolizados in vivo, a
moléculas de mayor peso molecular, tales como: las prostaglandinas, prostaciclinas y
tromboxanos, las cuales tienen particular importancia como reguladores de la función
celular. Debido a que estos ácidos grasos (linoleico y linolénico) no pueden ser
sintetizados a partir de otras familias, ellos son definidos como ácidos grasos esenciales
(Moran et al.., 1994).

Los triacligrliceroles usualmente consisten de más de un tipo de ácido graso pero en


general son de naturaleza similar. Así, las grasas de origen animal tales como el sebo y la
manteca de cerdo consisten predominantemente de ácidos grasos saturados, mientras
que los aceites de origen vegetal tales como la soya, la canola, el algodón, el maíz
contienen principalmente ácidos grasos insaturados. Existen, adicionalmente, tipos
específicos de lípidos, tanto de plantas como de animales, caracterizados por un ácido
graso predominante, así por ejemplo, los aceites de soya, girasol y maíz en los cuales,
predomina el ácido linoleico; en el aceite de palma, el ácido palmítico (Wiseman, 1997).

La composición de ácidos grasos de las grasas provenientes de los rumiantes, es


relativamente constante, conteniendo entre un 45 a 50% de una combinación de palmítico
y esteárico, mientras que las de las aves y cerdos, son más variables ya que éstas son
influenciadas por el tipo de grasa o aceite de la dieta. Sin embargo, los ácidos grasos
predominantes en las grasas de aves y cerdos son palmítico y oleico, con pequeñas
cantidades de esteárico y linoleico. Detalles sobre la composición de ácidos grasos de las
diferentes fuentes de grasas y aceites utilizadas en la alimentación animal se representan
en el Tabla 2.
 

El grado de saturación es finalmente el principal determinante de la dureza o fluidez de


una grasa, a temperatura ambiente. Los aceites vegetales, con alta proporción de ácidos
grasos insaturados, son líquidos a temperatura ambiente y biológica, y las grasas
animales con gran cantidad de ácidos grasos saturados tales como el sebo y la manteca,
son sólidas. Sin embargo, hay sus excepciones, el aceite de pescado es líquido a
temperatura ambiente mientras que, a esta misma temperatura, el aceite de palma es
sólido.

6.3 LA ADICIÓN DE GRASA EN DIETAS PARA CERDOS.

La concentración de grasas y aceites de ingredientes comúnmente utilizados en la preparación de alimentos


balanceados varia ampliamente. Así, los niveles de grasa de los granos de cereales varían desde 1.5 a 4.5%
(y en líneas de maíz seleccionados para contener altas concentraciones de aceite puede variar entre 4.5 y
10%); de 0.5 a 9% en subproductos fibrosos; de 5 a 20% en ingredientes proteicos comunes y de 90 a 99%
en fuentes de grasas y aceites.
Consecuentemente, el nivel de grasa de una dieta en particular va a depender no sólo del
nivel de grasa adicionada, sino del tipo de ingrediente básico utilizado.

En muchos países del mundo que cuentan con una fuerte industria para el procesamiento
de alimentos balanceados para animales, la cantidad de grasa/aceite que es adicionada a
la dieta se ha venido incrementando en forma sostenida (Castaldo, 1998). A medida que
la selección genética y el manejo de aves y cerdos avanzan hacia una mayor producción
de huevos, carne y leche, la energía de la dieta llega a ser limitante. La vía más efectiva
para incrementar la ingestión de energía es aumentando la densidad de la dieta por
adición de más grasa (Eggert, 1998).

Tabla 2. Fuentes de grasas y aceites.

Proporción en
A. Fuentes vegetales Principales ácidos grasos el aceite (%)
(principalmente
insaturados)

Soya Linoleico (C18:2) 50

Girasol Linoleico (C18:2) 50

Colza Oléico (C18:1) 60


Palmítico (C16:0) 50
Palma 40
Oléico (C18:1)
Coco Laúrico (C12:0) 55
Principales ácidos grasos(%)
 
B. Fuentes animales
(Principalmente
saturados) Mirístico Palmítico Esteárico Palmitoléico Oléico Linoléico
 
14:0 16:0 18:0 16:1 18:1 18:2

Sebo 4 30 17 5 42 2
           
Grasa de:
Oveja   24 18 4 47 4
Cerdo 1 28 12 3 46 10
Ave - 25 5 6 32 32
Principales ácidos grasos
C. Fuentes de pescado (Principalmente
insaturados)
 

Ácidos grasos de largas cadenas carbonadas (más del 10% excede los 20
átomos de carbonos)

Poli-insaturados (4 y 5 dobles enlaces)

Wiseman (1997)

En general, la investigación indica que la adición de 1 a 5% de grasa en dietas para


cerdos en crecimiento y engorde mejoran la conversión alimenticia y la ganancia de peso
diaria, sin afectar la calidad de la canal (Egger et al., 1998; Castaldo, 1998; Wiseman,
1997; Cera et al., 1989a). Sin embargo, la adición de grasa en dietas para cerdos
finalmente dependerá de los costos. La adición de grasa usualmente incrementa el costo
de la dieta, por lo cual estos costos deben ser compensados por un incremento en el
comportamiento productivo (Powles et al., 1993). Varios suplementos y dietas comerciales
contienen grasa añadida. Nuevos productos que contienen “grasa seca” pudieran reducir
parte de los problemas del manejo cuando se adiciona grasa líquida en la granja, pero la
factibilidad económica de estos productos debe ser evaluada (Stahly, 1999).

 
 

6.4 PAPEL DE LAS GRASAS Y ACEITES EN LAS DIETAS PARA CERDOS. VENTAJAS DE SU USO.

Según Castaldo, 1998, las ventajas de la adición de grasa y aceite en dietas para cerdos
pueden resumirse como sigue:

1. 1.       Alta concentración de Energía Metabolizable: un gramo de grasa contiene


aproximadamente 9400 Kcal de EM/Kg. En comparación, el almidón tiene 4200 Kcal
de EM/Kg y el maíz unas 3200 Kcal EM/Kg. Así, el valor calórico de las grasas es, al
menos, el doble del de otros ingredientes de la dieta, como carbohidratos y proteínas.
Como consecuencia la excreción de materia seca es levemente reducida. Recientes
estudios indican que la grasas/aceites tienen una respuesta sinergística en la
alimentación de cerdos y pueden llegar a tener un valor energético 3,8 veces superior
del valor de los carbohidratos como fuente de energía (Stahley et al.., 1998). En el
Tabla 3 se presentan los valores de energía (cal/g) de diferentes fuentes de grasas y
aceites según la NRC (1993).
2. 2.       Bajo incremento calórico: El proceso químico de la digestión genera calor. Sin
embargo, el calor generado durante la digestión y metabolismo de las grasas y
aceites es menor que la de otros ingredientes de la dieta, por lo que la grasa, impone
un menor estrés calórico al animal cuando las temperaturas del medio ambiente son
altas (Figura 1). Así, la grasa dietética tiene una influencia sustancial sobre la
ingestión de alimento y crecimiento de las aves y cerdos que permanentemente están
sometidas a estrés calórico (Tabla 4). Cuando las temperaturas del medio ambiente
exceden el límite de la zona de confort, la tasa respiratoria incrementa y el cerdo
consume menos alimento. Bajo estas condiciones, una mayor proporción de la
energía de la dieta es empleada para cubrir las necesidades de mantenimiento,
cuando se adiciona grasa. El menor consumo es compensado por una mayor
densidad calórica de la dieta.
 

Tabla 3. Niveles de energía metabolizable de diferentes fuentes de grasas y aceites, según la NRC.

Energía metabolizable aparente (cal/g)


Fuente
Aves Cerdos

Maíz 3348 3421

Aceite de soya 8800 7280

Sebo 7799 7894

Grasa amarilla 7656 8360

Grasa de aves 8199  

NRC, (199 )
 

Tabla 4. Respuesta de los cerdos a cada adición neta de 1% de grasa en la dieta 1/ (desde
22,7 a 113,4 Kg)

Producción de cerdos
a matadero Medio Ambiente 2/

Templado Cálido

Días a mercado - 0,25 -1,6

Alimento / cerdo, Kg - 30,05 -5,7

Grasa dorsal en la canal + 0.011 + 0.024


1/
Cerdos alimentados con dietas a base de maíz - soya adecuadamente suplementados
con aminoácidos. Se asumió 88% de digestibilidad para la grasa añadida. 2/ El medio
ambiente cálido y templado representados por condiciones equivalentes entre 5- 15 ºF
por debajo y 0-15ºF por encima de la temperatura crítica de los cerdos, en cada estado
de crecimiento.

Stahly (1984).

3. 3.       Las vitaminas A, D, E y K contenidas en el alimento, por ser liposolubles, se


solubilizan en la grasa. Por tanto, la presencia de grasa en el tracto intestinal es
esencial para la absorción de estas vitaminas liposolubles.
4. 4.       Son fuentes de ácidos grasos esenciales: Ciertos ácidos grasos tales como el
linoleico y linolénico tienen otras funciones en el cuerpo, además de ser sólo fuentes
de energía. Estas funciones incluyen mantenimiento de la integridad de la membrana,
actúan como precursoras de hormonas, e intervienen en la respuesta inmune.
5. 5.       Palatibilidad: Las grasas tienen buen sabor para la mayoría de los animales. Son
frecuentemente adicionadas para enmascarar sabores. Adicionalmente, resaltan el
sabor y mejoran la textura del alimento.
6. 6.       Tienden a disminuir la tasa de pasaje del alimento a través del tracto digestivo,
permitiendo al sistema digestivo extraer más nutrientes del alimento ingerido.
7. 7.       Actúan como lubricantes de los equipos utilizados durante los procesos de
molienda y mezclado.
8. 8.       Las grasas permiten que las partículas de alimento muy finas se “adhieran” a las
partículas más grandes, previniendo que las partículas muy pequeñas sean
arrastradas por el aire y disminuyendo la concentración de partículas finas de polvo
en el aire. Potencialmente, esta característica pudiera estar asociada con una
disminución de las concentraciones de endotoxinas en el aire, previniendo
enfermedades.
9. 9.       Facilitan el mezclado y peletizado del alimento.
 

6.5 LA QUÍMICA DETRÁS DE LA CALIDAD DE LAS GRASAS.

La grasa juega, cada vez más, un papel importante en la nutrición animal, pero, es quizás también,
uno de los ingredientes que enfrenta los mayores problemas en términos de calidad ya que es muy
sensible a degradarse y perder calidad. Esto es debido a la naturaleza química de la molécula de
ácido graso y al hecho, de que las fuentes de grasa para la alimentación animal son sub-productos
de otras industrias (Garrett, 1993).
 

La principal estrategia para mantener la calidad de una grasa o aceite, grado animal es
prevenir su oxidación (Chandler, 1993). La oxidación ocurre cuando la molécula de
triglicérido reacciona con el oxigeno para formar peróxidos y radicales libres, así como
otros compuestos potencialmente tóxicos. Este proceso es catalizado por las altas
temperaturas, exposición a la luz y metales, como el hierro y cobre. El proceso de
oxidación de la grasa es conocido como rancidez. La grasa rancia se caracteriza por mal
olor y sabor, lo cual disminuye su palatibilidad y afecta el comportamiento del animal,
desmejorando la conversión alimenticia, el crecimiento y la salud (Garrett, 1993).

Aún cuando cualquier tipo de grasas/aceite es susceptible a enranciarse, aquellos con


mayor proporción de ácidos grasos insaturados, son más sensibles a la rancidez
oxidativa, en relación a la más saturada. Sin embargo, los aceites, insaturados son
preferidos para la alimentación animal, debido a que ellos como explicaremos más
adelante son más digestibles (Pearl, 1995).

Cuando la grasa es procesada o almacenada inadecuadamente, ocurre la rancidez.


Durante el mezclado, la grasa se calienta (para aumentar la fluidez), se agita, mezcla y se
esparce, aumentando, su exposición al oxígeno. Finalmente el almacenamiento, ocurre
normalmente en contenedores metálicos. Todas estas condiciones promueven el proceso
de oxidación (Edmunds, 1990).

Para prevenir, o al menos disminuir la rancidez, es necesario la adición de antioxidantes


naturales o sintéticos tales como la etoxiquina, BHT, BHA antes del mezclado de las
raciones.

 
Según Chandler (1993), existen diferentes parámetros, con un rango de valores normales,
para evaluar la calidad de los diferentes tipos de grasas o aceites. En el Tabla 5, se
presentan los rangos de valores normales que definen la calidad de fuentes de grasas y
aceites empleados comúnmente en la alimentación animal. Un resumen de los métodos
empleados para definir la condición de una grasa o aceite, se presentan a continuación:

Condición de la grasa o
aceite Método
Dureza Título: Temperatura de congelación en ºC

Composición Ácidos grasos libres y totales

Saturación Índice de yodo

Impurezas Humedad, impurezas insolubles, insaponificables.

Estabilidad Indice de peroxidos y método actividad del oxigeno.

Compuestos tóxicos Presencia de pesticidas (clorados) o tóxicos que ocurren


naturalmente: ácido erúcico (colza) gosipol y ciclo-
propanoides (algodón)

Tabla 5. Especificaciones de calidad sugeridas para diferentes fuentes de grasas y aceites


comúnmente utilizadas en la alimentación animal.
  Grasa Grasa Mezcla de
Sebo blanca grasas
amarilla
y aceites

Ac. grasos totales, 90 90 90 90


%

Ac. grasos libres, 4-5 4 15 40-50


%

Color FAC 19 11A 15 45

Humedad, % 0.5 0.5 1.0 1.5

Impurezas, % 0.5 0.5 0.5 0.5

Insaponificables, % 0.5 0.5 1.0 2.5

HII total 1.0 1.0 2.0 4.0

Indice de yodo 48-50 58-68 58-79 85


HII: Humedad, Impurezas Insaponificables
Bisplinghoff (1998).

6.6 EFECTO DE DIFERENTES FUENTE LÍPIDICAS DIETÉTICAS SOBRE LA DIGESTIBILIDAD DE LOS NUTRIENTES

Y DE LA ENERGÍA EN CERDOS.

La digestión de las grasas y aceites procede a través de la hidrólisis del triacilglicerol,


luego de la emulsificación, en conjunción con las sales biliares, bajo la acción de la lipasa
pancreática. Estos productos de la hidrólisis: ácidos grasos libres y los 2-
monoacilgliceroles entran en la fase micelar antes de ser absorbidos (Freeman, 1984). La
variabilidad en la composición química de los lípidos, es de importancia fundamental
durante el proceso digestivo como un todo, ya que su digestibilidad dependerá finalmente
de la habilidad del cerdo para emulsificarlos, digerirlos y absorberlos eficientemente (Cera
et al., 1989a, 1989b). En general, altos contenidos de ácidos grasos insaturados en la
molécula de triglicérido conduce a una mayor absorción, lo que se traduce finalmente, en
mejoras del valor de energía digestible.

En general, pareciera que un uso más eficiente de las grasas y aceites por los animales,
se logra cuando la grasa adicionada a la dieta contiene una relación
insaturados/saturados similar a la encontrada naturalmente en el tejido adiposo del animal
(Tabla 6). Como se planteó anteriormente, la longitud de la cadena carbonada tiene
también influencia en la digestibilidad. Al comparar los valores de digestibilidad obtenidos
para el aceite de coco, de maíz, ácidos grasos libres y grasa animal, se observaron
mejores resultados para el aceite de coco, tanto para la digestibilidad fecal aparente de la
grasa y el nitrógeno, como para los parámetros productivos. Esto, posiblemente se deba
a que los triacilgliceroles de este aceite, están compuestos fundamentalmente, por ácidos
grasos de 8 a 10 átomos de carbono que al parecer tienen mayor digestibilidad que los
ácidos grasos de cadena larga de fuentes vegetales o animales (Cera et al., 1989a y
Mahan, 1991).

Tabla 6. Relación de ácidos grasos insaturados / saturados (I/S) presentes en diferentes fuentes de
grasas de origen animal.
Tipo de grasa animal Relación (I/S)

Rumiante 1.1

Cerdo 1.6-1

Aves 2-1
Bisplinghoff, (1998)
 

Otro factor importante que influye sobre la digestibilidad de la grasa en el cerdo, es la


edad, el cerdo jóven tiene un sistema gastrointestinal inmaduro. La madurez se alcanza
cuando el cerdo tiene una edad entre 6 – 8 semanas. Adicionalmente, el estrés
postdestete ejerce un efecto adverso en muchas de las funciones orgánicas, sobre todo
en los sistemas modernos de producción porcina donde existe la tendencia a destetar a
los cerdos a edades menores de 21 días (Campabadal, 1996). De allí que la utilización de
las grasas y aceites por el animal depende no sólo del tipo de grasa sino de la edad. En
general, cerdos más jóvenes tienen una digestibilidad aparente de la grasa menor (Figura
1). Con el incremento en la edad, la capacidad fisiológica para la absorción de grasa se
desarrolla y la digestibilidad de los lípidos mejora.

La razón por la cual el cerdo jóven tiene una menor digestibilidad de los lípidos de la dieta,
se debe aparentemente, a su incapacidad para reponer los ácidos biliares excretados en
las heces, a una velocidad que permita su pronta reposición en el intestino, tal como
ocurre en los animales de mayor edad (Hertrampff, 1992). Sin la reposición de los ácidos
biliares en el intestino, la grasa dietética no puede ser saponificada satisfactoriamente,
haciendo ineficiente la actividad enzimática. Un componente importante de los ácidos
biliares son los fosfolípidos, tales como la lecitina, obtenida industrialmente a partir de la
soya, maíz. De allí, que la adición de fosfolípidos (lecitina de soya) a la dieta de cerdos
(de ocho semanas de edad) ha probado ser efectiva en el mejoramiento de la respuesta
productiva cuando se adiciona grasa a la dieta (Hertrampff, 1991). Las grasas y aceites
que se utilizan en la alimentación animal, son frecuentemente mezclas de diferentes tipos
y fuentes. De allí, que el conocimiento del valor de la Energía Digestible (ED) de estas
mezclas, es crucial a fin de establecer su valor nutricional en una forma más precisa
(Figura 2). Como se dijo anteriormente, la importancia fisiológica del grado de saturación y
el contenido de ácidos grasos libres sobre el proceso digestivo como un todo, ha sido
reconocido ampliamente (Wiseman 1997, Powles et al.., 1995; Cera et al.., 1990, Guillot
et al.., 1993, Gabert et al.., 1996, Sibbald y Kramer, 1980). Sin embargo, existe poca
información publicada que relacione estas dos variables químicas, con los valores de ED.
La información existente sobre los valores de ED de los lípidos, se limita generalmente a
dar valores promedios para ingredientes comercializados comúnmente, como sebo,
aceites ácidos, grasa animal, etc., y tales descripciones son sólo una guía que da una
idea del orígen del producto, pero existe poca información sobre la variabilidad que
pudiera existir en los valores de ED para un mismo ingrediente, los cuales pudieran variar
dependiendo de la relación ácidos grasos insturados / saturados (I/S) de la dieta total. Si
la relación I/S de los ácidos grasos excede valores de 1.5: 1, la digestibilidad de la grasa
aumenta (Figura 3).

 
6.7 USO Y EFECTOS DE LA INCORPORACIÓN DE GRASAS Y ACEITES EN DIETAS PARA
CERDOS.
Las especies animales en cuyas dietas se adiciona grasa son ganado de carne y leche,
cerdos, aves, peces y animales de compañía (perros y gatos). Dentro de cada especie, el
porcentaje de la población total que recibe raciones con grasa suplementada, varia desde
un 10% para gallinas ponedoras hasta más del 90% en el caso de pollos y gatos
(Bisplinghoff, 1998).

En la mayoría de las dietas, la grasa es adicionada en un rango desde 0.50 a un 6.5%.


Una dieta típica para pollos contiene entre 2 y 5% de grasa añadida, mientras que en
pavos la dieta puede contener 5-10%. Entre un 4-6% es adicionado a dietas para ganado
de carne y leche y en los cerdos aproximadamente el 5%. El crecimiento de la acuacultura
ha contribuido también al uso de las grasas. Un típico alimento para trucha puede
contener 10-15% de grasa adicionada, usualmente como aceite de pescado. Muchos
alimentos para animales de compañía también contienen altas cantidades de grasa.

Cuando se adiciona grasa a la dieta de cerdos, la dieta debe estar formulada para
mantener constantes, las proporciones de energía y otros nutrientes críticos como las
proteínas (aminoácidos). Así, adicionar grasa sin ajustar la proteína, puede causar que los
cerdos coman menos con sólo una leve mejoría en la eficiencia. Pero adicionando grasa e
incrementando la proteína (aminoácidos) usualmente se generaran ganancias más
rápidas y mejoras en la conversión alimenticia, cuando se compara con cerdos
alimentados con dietas sin la adición de grasa. Así, los resultados obtenidos por Stahly et
al.. (1997) indicaron que dietas que contenían 5% de grasa adicionada (9% de grasa
total); cuando la proteína fue incrementada la ganancia diaria de peso fue superior (78 g)
que cuando se mantuvieron los valores de proteína igual a los de la dieta control (72 g).
La eficiencia alimentaria fue de 2.92 y 3.31 respectivamente.

Un aspecto importante a ser considerado cuando se estudian los efectos de la adición de


grasa en dietas para cerdos es lo referente a su capacidad genética. La selección
genética ha producido cerdos con un potencial de crecimiento más allá de su habilidad
para ingerir alimentos. El nutricionista debe incrementar la densidad de la dieta a fin de
subsanar esta limitación. La adición de grasa a la dieta a niveles de 3 a 5% puede jugar
un papel importante, especialmente cuando ésta, relaciona proteína y tasa de deposición
de grasa, crecimiento e ingestión de alimento. Durante la fase de crecimiento, la tasa de
deposición de proteína, incrementa consistentemente con el incremento en la ingestión de
energía hasta el límite de la capacidad del cerdo para ingerir alimento. En la fase de
finalización (100 – 120 kg) pudiera ser apropiado utilizar dietas de alta densidad
energética en los cerdos con un potencial genético para crecimiento magro, (Agher et al..,
1991).
 

Las investigaciones económicas futuras sobre la adición de grasa en la dieta para cerdos,
también deben considerar aspectos sobre la calidad de la canal, el estatus inmune del
cerdo y posiblemente la producción de desechos por el animal. A medida que la
concentración de grasa aumenta, el contenido de grasa intramuscular de los productos,
también incrementa. Este resultado esta asociado con una mayor satisfacción personal
del animal (Stahly et al.., 1997).

Otro aspecto importante, relacionado con la adición de grasa a la dieta esta asociado con
una mejora en la habilidad del músculo para retener agua, resultando en menores
pérdidas de exudados durante el almacenamiento (Eggert et al.., 1996). Sin embargo, la
adición de grasa dietética con altas concentraciones de ácidos grasos insaturados, han
arrojado disminuciones del score de textura y firmeza de la carne del cerdo (Tabla 7).
Adicionalmente, la susceptibilidad de la canal a la oxidación, las pérdidas de pigmentación
y sabor durante el almacenamiento son mayores en cerdos alimentados con fuentes de
grasas altamente insaturadas.

Por otra parte, la cantidad y tipo de grasa consumida pareciera influenciar el estado
inmune de animales monogástricos (Stahly et al.., 1997).

  

Tabla 7. Influencia de la concentración y composición de la grasa dietética sobre la calidad de la carne de


cerdo.

Grasa adicionada a la dieta


Criterio Saturada Insaturada
Ninguna
     
Composición de la grasa intra muscular
(%)
Saturada
40 32 52

Insaturada 59 68 75
     
Características físicas 1/
Color
3.4 3.6 2.8

Firmeza 4.3 3.7 2.6

Textura 4.2 3.5 3.2


Oleosa 4.7 4.2 2.5

Sin sabor, % 19. 18. 28.6


1 8
1/
Escala de 5 puntos (5= roja, firme, fina, no aceitosa)

Miller et al.. (1990)


 

 
6.8 CONCLUSIÓN
 

La variabilidad que existente en cuanto a tipo y presencia de ácidos grasos libres en


diferentes materiales conocidos globalmente como grasas y aceites, no es generalmente
tomado en consideración. Esto pudiera tener un impacto significativo en la precisión de la
formulación de las dietas para cerdos, así como la determinación del verdadero valor
económico que representa la sustitución de otras fuentes energéticas por grasas. La
relación entre grasa dietética, comportamiento productivo y calidad de la canal, es otro de
los factores importantes cuando evaluamos la cantidad y tipo de grasa que será utilizada
en las dietas para cerdos.

Debido a que la grasa como ingrediente, es muy sensible a degradarse y perder calidad
se hace necesario establecer estrategias que permitan mantener su estabilidad durante el
procesamiento y almacenamiento así como, exigir controles estrictos de los parámetros
de calidad.

6.9 REFERENCIAS
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7. Tratamiento y uso de recursos producidos con excretas porcinas
 

Roberto Sosa
 

Instituto de Investigaciones Porcinas

AP 1, Punta Brava

La Habana 19 200, CUBA


 

7.1 INTRODUCCIÓN

Las excretas porcinas, vistas por muchos como un contaminante ambiental de importancia,
pueden generar recursos muy valiosos mediante su procesamiento, de forma tal, que al
reciclarse parte de la energía y de sus nutrientes, contribuyen a hacer sostenible en el
trópico la producción porcina y de otras especies animales integradas.

Desde el siglo pasado se conocía en la India y China el uso de procesos fermentativos para
producir el biogás y tratar ecológicamente las excretas de animales de forma artesanal (Turzo et
al.., 1984). En los biodigestores, que son las instalaciones donde ocurren estos procesos, se
obtiene además un efluente líquido cuyo valor económico como fertilizante es equivalente al del
biogás (Kellner, 1990).
 

Estudios realizados en Cuba han demostrado que el uso del efluente líquido representa
económicamente más beneficio que el propio biogás (Carballal, 1998). El tratamiento
anaerobio de residuales orgánicos (específicamente de excretas de animales) imita a los
procesos que ocurren en la naturaleza donde no existen los desechos o desperdicios sino
materia prima para crear otro tipo de material útil para la vida.

Es de destacar que en los últimos años el desarrollo de esta tecnología ha sido centrado en
los aspectos técnicos principalmente en la identificación del tipo de planta más apropiado
para las condiciones dadas lo que ha permitido su generalización en las zonas rurales
(Sasse, 1986).

Si tenemos en cuenta que los primeros biodigestores que se construyeron en China y en la


India fueron de cúpula fija y campana flotante respectivamente; más tarde se han
desarrollado otros más sencillos, rápidos de hacer y con materiales más baratos como
goma, cloruro de polivinilo (PVC), red-mud-plastic (RMP) y polietileno (Kopiske, 1985;
Esquerra, 1989; Werner et al.., 1989).

Además, ya en los últimos años en varios países subdesarrollados se están utilizando


digestores tubulares de polietileno con el objetivo de reducir los costos de producción
mediante el uso de materiales locales y la simplificación de: las instalaciones, operación y
mantenimiento (Hieu et al.., 1994; Soeurn,1994; Sarwatt,1995; Khan,1996).

Un beneficio que implica esta tecnología es la sustitución de la leña por el biogás, por lo que
previene en gran medida la destrucción de los bosques. Se ha calculado que un 1 m 3 de
biogás utilizado para cocinar evita la deforestación de 0.335 ha de bosques con un promedio
de 10 años de vida de los árboles (Sasse, 1989).

Existen otras ventajas que se derivan de este sistema y que son difíciles de cuantificar como:
el mejoramiento de las condiciones de trabajo de la mujer campesina, la prevención de la
deforestación y de la contaminación del manto freático y la propagación de enfermedades al
hombre y a los animales.

7.2 Tratamiento de excretas porcinas

Hoy, en los países industrializados, el tratamiento de los residuales es un deber


apremiante. Todos están conscientes de las consecuencias que traen la sobrecarga del
suelo y las aguas por los desechos orgánicos no tratados y vertidos en cualquier lugar.
Además, el aumento de los precios de las materias primas exige un reciclaje más importante
de estos materiales. Por otra parte en los países del Tercer Mundo las instalaciones de
biogás significan ante todo la producción de energía para cocinar (Gopalakrishnan, 1984 y
Eggeling et al.., 1985).

En principio, los residuales orgánicos, y dentro de estos las excretas porcinas, se


estabilizan mediante tratamientos biológicos, los cuales se dividen en: aerobios (oxidación de
la materia orgánica a través del oxigeno) y anaerobios (en éstos la concentración de oxígeno
es perjudicial).

Dentro de los tratamientos aerobios podemos citar las siguientes tecnologías:

- -          Lodos activados.


- -          Lagunas de estabilización aerobias
- -          Filtros percoladores
En los anaerobios se encuentran:
- -          Filtros anaerobios
- -          Lagunas anaerobias
- -          Biodigestores
 

Para residuales con una DBO5 menor de 4 000 mg/l se recomiendan los tratamientos
aerobios y para los residuales con DBO5 mayor o igual a 4 000 mg/l los anaerobios.

7.3 Aspectos bioquímicos de la fermentación metanogénica.

El conocimiento de los factores microbiológicos y bioquímicos que ocurren en la


fermentación metanogénica es indispensable para entender la cinética de este proceso, y
esto permite controlarlo e incidir sobre ellos para obtener resultados satisfactorios.

Hoy se admite que en la fermentación bacteriana intervienen poblaciones microbianas


diversas, en la que se distinguen cuatro etapas: hidrólisis, acidogénesis, acetogénesis y
metanogénesis (Scriban, 1982; Marchaim, 1992).

Al menos cuatro grupos tróficos diferentes de bacterias han sido aislados en digestores
anaerobios, pudiendo ser diferenciados sobre la base de los sustratos fermentados y los
productos finales formados (Imhof, 1938, citado por Marchaim, 1992).

Estos cuatro grupos metabólicos son:

1. Las bacterias hidrolíticas y fermentativas, las cuales convierten una variedad de


compuestos orgánicos como polisacáridos, lípidos y proteínas en otros productos como el
ácido acético, H2, CO2. compuestos monocarbonados, ácidos grasos orgánicos y otros
compuestos policarbonados.

2. Las bacterias acetogénicas productoras de hidrógeno, las cuales incluyen


obligatoriamente a las dos especies facultativas que pueden transformar los productos del
primer grupo, los ácidos orgánicos de más de dos átomos de carbono, por ejemplo el
butírico y el propiónico y los alcoholes policarbonados como el etanol y el propanol en
hidrógeno y acetato.

3. Las bacterias homoacetogénicas, las cuales pueden convertir un espectro amplio de


compuestos multi o monocarbonados en ácido acético.
4. Las bacterias metanogénicas, que transforman el H 2, CO2 y compuestos
monocarbonados, por ejemplo el metanol, CO y la metilamina, en acetato, o pueden formar
metano de la decarboxilación del acetato.

La ecuación estequiométrica de Boswel es aplicable a la fermentación de la materia orgánica


(Kenealy et al.., 1981; Yougfu et al.., 1989):

CnHaOb +(n – a/4 – b/2)H2O = (n/2 – a/8 + b/4)CO2 +(n/2 + a/8 – 4)CH4

De modo que la degradación de la materia orgánica para producir metano, depende de la


interacción de varios grupos diferentes de bacterias. Una operación estable del digestor
requiere que estos grupos de bacterias se encuentren en un equilibrio dinámico y armónico.
Los cambios en las condiciones ambientales pueden afectar este equilibrio, y resultar en un
aumento de microorganismos intermediarios que pueden inhibir todo el proceso. Esto tiene
una importancia extrema para comprender hacia qué direcciones se mueven los procesos
microbiológicos y bioquímicos y poder dirigir el sistema de digestión para producir biogás
(Marchaim, 1992).

7.4 Factores que influyen en el proceso de digestión anaeróbia.

El proceso de conversión anaerobia depende de diversos factores, por ejemplo: el pH, la


temperatura, la disponibilidad de nutrientes, la presencia de sustancias tóxicas, el tiempo de
retención, la relación carbono – nitrógeno (C:N ) y el nivel de carga (An, 1996).

El pH. El rango de pH óptimo es de 6.6 a 7.6 (Yougfu et al.., 1989). Los ácidos grasos
volátiles (AGV) y entre ellos el acetato, tienden a disminuir el pH del sustrato (Marchaim,
1992). Si las bacterias metanogénicas no alcanzan a convertir rápidamente los AGV como lo
hacen las bacterias acetogénicas, éstos se acumulan y disminuyen el pH en el digestor. Sin
embargo, el equilibrio CO2-bicarbonato opone resistencia al cambio de pH.

Existen dos métodos prácticos para corregir los bajos niveles de pH en el digestor. El
primero es detener la alimentación del digestor y dejar que las bacterias metanogénicas
asimilen los AGV; de esta forma aumentará el pH hasta un nivel aceptable. Al detener la
alimentación disminuye la actividad de las bacterias fermentativas y se reduce la producción
de los AGV. Una vez que se haya restablecido el pH se puede continuar la alimentación del
digestor pero en pocas cantidades, después se puede ir aumentando gradualmente para
evitar nuevos descensos en el pH.

El segundo método consiste en adicionar sustancias buferantes para aumentar el pH


como el agua con cal. Las cenizas de soda (carbonato de sodio) constituyen una variante
más costosa, pero previenen la precipitación del carbonato de calcio. Los requerimientos
de bufer varían según el residual, los sistemas de operación y tipos de operación. Las
normas para calcular estos requerimientos han sido desarrolladas por Pohland y Suidon
(1978).

La temperatura. Los niveles de reacción química y biológica aumentan normalmente con el


incremento de la temperatura. Para los digestores de biogás esto es cierto dentro de un
rango de temperatura tolerable para diferentes microorganismos (Schmid y Lipper, 1969).
Las altas temperaturas causan una declinación del metabolismo, debido a la degradación de
las enzimas; y esto es crítico para la vida de las células. Los microorganismos tienen un
nivel óptimo de crecimiento y un metabolismo dentro de un rango de temperatura bien
definido, particularmente en los niveles superiores, los cuales dependen de la
termoestabilidad de la síntesis de proteínas para cada tipo particular de microorganismo.

Las bacterias metanogénicas son más sensibles a los cambios de temperatura que otros
organismos en el digestor. Esto se debe a que los demás grupos crecen más rápido, como
las acetogénicas, las cuales pueden alcanzar un catabolismo sustancial, incluso a bajas
temperaturas (Schimd y Lipper, 1969).

Existen tres rangos de temperatura para la digestión de residuales, el primero es el


mesofílico (de 20 a 45 0C), el segundo es el termofílico (por encima de 45 0C). El óptimo
puede ser de 35 0C a 55 0C (Fair y Moor, 1937, citado por Gunnerson y Stuckey, 1986). La
ventaja de la digestión termofílica es que la producción de biogás es aproximadamente el
doble que la mesofílica, así que, los biodigestores termofílicos pueden ser la mitad en
volumen que los mesofílicos, manteniendo su eficiencia general.

Se han realizado numerosos trabajos sobre la digestión termofílica en países templados


(Gunnerson y Stuckey, 1986). Sin embargo, se requieren considerables cantidades de
energía para calentar los residuales hasta 55 0C. El tercer rango (psicrofílico) ocurre entre
los 10 y 25 0C (Cullimore et al.., 1985; Paris et al.., 1988 y Wellinger et al.., 1988). Existen
algunas restricciones para el uso de esta temperatura en la digestión anaerobia, como son:
la necesidad de utilización de reactores anaerobios de cama fija (UASB), inóculos
mesofílicos, un tiempo de retención alto y mantener una acidificación baja (Marchaim, 1992).

Nutrientes. Además de una fuente de carbón orgánico, los microorganismos requieren de


nitrógeno, fósforo y otros factores de crecimiento que tienen efectos complejos. Los niveles
de nutrientes deben de estar por encima de la concentración óptima para las
metanobacterias, ya que ellas se inhiben severamente por falta de nutrientes. Sin embargo,
la deficiencia de nutrientes no debe ser un problema con los alimentos concentrados, pues
estos aseguran cantidades adecuadas de nutrientes.
 

Por otra parte la descomposición de materiales con alto contenido de carbono ocurre más
lentamente, pero el período de producción de biogás es mas prolongado. Los materiales con
diferentes niveles de C:N difieren notablemente en la producción de biogás, por ejemplo, la
relación de C:N en residual porcino es de 9 a 3 ; en vacunos de 10 a 20; en gallinas de 5 a
8; para humanos es de 8 y para residuos vegetales es de 35 . La relación óptima se
considera en un rango de 30:1 hasta 10:1, una relación menor de 8 :1 inhibe la actividad
bacterial debido a la formación de un excesivo contenido de amonio ( Werner, 1989).

Toxicidad. Los compuestos tóxicos incluso en bajas concentraciones afectan la digestión


disminuyendo los niveles de metabolismo. Las bacterias metanogénicas son generalmente
las más sensibles, aunque todos los grupos pueden ser afectados (Marchaim, 1992).

Un nutriente esencial también puede ser tóxico si su concentración es muy alta. En el caso
del nitrógeno, es importante mantener un nivel óptimo para garantizar un buen
funcionamiento sin efectos tóxicos. Por ejemplo en alimentos para el ganado con elevado
contenido de proteína, un desbalance debido a altos contenidos de nitrógeno y bajas
disponibilidades energéticas, causa toxicidad por generación de amónio. Usualmente, el
nivel de amonio libre debe ser mantenido en 80 ppm (Anderson et. al., 1982). Sin embargo,
una concentración alta, de alrededor de 1500-3000 ppm, puede ser tolerada (Gunnerson y
Stuckey, 1986). Marchaim (1992 citando a De Baere et al., 1984) ha informado señales
iniciales de inhibición a una concentración de NH4 + de aproximadamente 800 ppm.

Se debe tener precaución para evitar la entrada al digestor de ciertos iones metálicos, sales,
bactericidas y sustancias químicas sintéticas (Yongfu et al..,1989). Rodríguez et al.. (1996)
han informado la reducción de gas cuando son utilizadas excretas de animales tratados con
antibióticos.

Nivel de carga. Este parámetro se calcula como la materia seca total (MS) o materia
orgánica (MO) que es cargada o vertida diariamente por metro cúbico de volumen de
digestor. La MO o sólidos volátiles (SV) se refiere a la parte de la MS o sólidos totales (TS),
que se volatilizan durante la incineración a temperaturas superior a 500 0C (AOAC, 1980).
Los SV contienen componentes orgánicos, los que teóricamente deben ser convertidos a
metano. Los residuales de animales pueden tener un contenido de MS mayor del 10 %.
Según los requerimientos operacionales para un reactor anaerobio, el contenido de MS no
debe exceder el 10 % en la mayoría de los casos (Loher, 1974), por eso, los residuales de
granjas se deben diluir antes de ser tratados.

 
La eficiencia de la producción de biogás se determina generalmente expresando el
volumen de biogás producido por unidad de peso de MS o SV. La fermentación de biogás
requiere un cierto rango de concentración de MS que es muy amplio, usualmente desde 1%
al 30%. La concentración óptima depende de la temperatura. En China, la concentración
óptima es del 6% en el verano a temperaturas entre 25-27 0C y entre 10 y 12 % en la
primavera a temperaturas de 18-23 0C (Yongfu et al.., 1989).

Tiempo de retención. Existen dos parámetros para identificar el tiempo de retención de las
sustancias en el digestor:

1. 1.       El tiempo de retención de los sólidos biológicos (TRSB) que se determinan


dividiendo la cantidad de MO o SV que entra al digestor entre la cantidad de MO que
sale del sistema cada dia. Se asume que el TRSB representa la media del tiempo de
retención de los microorganismos en el digestor.
2. 2.       El tiempo de retención hidráulico (TRH) es el volumen del digestor (VD) entre la
media de la carga diaria.
Estos parámetros son importantes para los digestores avanzados de alto nivel, los cuales
han alcanzado un control independiente del TRSB y del TRH a través de la retención de la
biomasa. La medición del TRH es más fácil y más práctico que el TRSB al nivel de las
granjas (An, 1996).

7.5 Biodigestores en el tratamiento de excretas porcinas

Como se mencionó anteriormente los biodigestores más utilizados en la agricultura son los
de régimen semi – continuo, que de acuerdo con su principio de funcionamiento y
construcción pueden ser:

          De campana flotante o tipo hindú, que es el más popular en ese país donde varias
instituciones hasta 1985 han construído diferentes tipos de estas plantas resultando en
la instalación de más de 460 000 unidades. Aunque una parte fueron construídas con
ladrillos, cemento y acero para la campana que flota sobre el residual del digestor que
es donde se almacena el biogás, más tarde se desarrolló la tecnología KVIC con
campana de diversos materiales como: ferrocemento, fibra de vidrio, de polietileno de
alta densidad, de PVC, de láminas rígidas de PVC y hasta de cemento y bambú
(Srinivasan y Hanuman, 1986; Robin, 1990; Nazir,1991). Esta variante se construye de
forma vertical u horizontal y en cuanto a su uso social y volumen pueden ser individuales
o comunales.
          De tipo chino o de cúpula fija. Alrededor de 7 millones de plantas han sido
construídas en China, las cuales son fabricadas de distintas formas y capacidades, y
con diferentes materiales, pero tienen un diseño básico en el que el biogás es colectado
en una cúpula fija (Nazir,1991). En Tailandia se ha diseñado este tipo de biodigestor
pero con anillos de bambú, mientras los coreanos desarrollaron uno de bajo costo que
consiste en un tanque de ladrillos y cemento cubierto con lona de PVC.
          Del tipo tubular o de "plug flow" hechos de goma, polietileno o Red-Mud-Plástic
(RMP). Este último material fue desarrollado por primera vez en Taiwán y después en
China donde ha demostrado sus excelentes cualidades para ser usado en
biodigestores. Este material, producido en forma laminar, es una mezcla de lodos rojos
residuales de la extracción de la bauxita y contiene PVC, plasticador, estabilizador y
otros ingredientes (Gopalakrishnan, 1982). Al principio los digestores de RMP se hacían
tubulares. Más tarde se construyeron en forma de tiendas de campaña. También de
esta forma se han construído biodigestores en Nepal, pero de PVC (Devkota, 1986).
En los últimos años, países como Colombia, Etiopía, Tanzania, Vietnam, Cambodia y
Bangladesh han estado utilizando este tipo de biodigestor, basado en el modelo
taiwanés (An et. al. , 1994).

También, han sido bien recibidos por los campesinos pobres en Vietnam para producir
combustible limpio y reemplazar la leña. En tres años se instalaron en Vietnam más de
800 digestores de polietileno, en su mayoría pagados por los propios campesinos (An
y Preston, 1995).

          Con distintas variantes y diferentes tipos de materiales como por ejemplo: la Surahi
(Gopalakrishnan, 1982), el sistema JWALA, que es con agitador, digestor de ladrillos y
cemento con cúpula de polietileno de baja densidad y diferentes detalles constructivos
(Umesh, 1981) y las del tipo andino, entre otras, que es con calentamiento solar
(Theilen, 1990). Además de los digestores señalados anteriormente existen otros
sistemas de tratamiento anaerobio para depurar residuales como los filtros anaerobios y
los reactores UASB (Alessandra et. al., 1997), además de combinaciones mixtas de
estos dos (Guo-Qiang, 1992).
 

7.6 Distintos sistemas de plantas de biogás según su régimen de carga

Según el régimen de carga, los biodigestores (López, 1998; Mayari, 1998) suelen dividirse
en:

De lote o batch: Se cargan de una vez en forma total o por intervalos durante varios días, y la
descarga se efectúa cuando han dejado de producir gas combustible. Es aplicable cuando
se presenten problemas de manejo o cuando la MO está disponible de forma intermitente.
 

De régimen semi-continuo: Este tipo de digestor es más utilizado en la zona rural, cuando se
trata de sistemas de uso doméstico. Se cargan por gravedad una vez al día con volúmenes
de mezcla que depende del tiempo de fermentación. Producen una cantidad de gas
constante al dia.

De régimen continuo: Este tipo de digestor se desarrolló principalmente para el tratamiento


de aguas negras y en la actualidad su uso se ha extendido al manejo de otros sustratos. Son
plantas de gran tamaño en las que se emplean equipos comerciales para alimentarlos,
proporcionarles agitación y control. Por estas razones son grandes consumidoras de
energía.

Completamente mezclados: A diferencia de los anteriores estos sistemas requieren


menores tiempos de retención (10 a 30 dias). Son aplicados a residuos con alto porcentaje
de sólidos totales, a fin de lograr un mayor contacto entre la biomasa microbiana y el
sustrato en cuestión (Clausen y Gaddy,1983; Demuynck,1984; Kostenber y Marchaim, 1993;
Weiland,1993).

En la actualidad, para garantizar la mezcla en el interior del reactor se emplean diversos


sistemas tales como: sistema de paletas internas, los digestores con movimiento circular a
través de un eje central, y por medio del retorno del propio biogás a presión (Chaise, 1989).

El tiempo de mezclado varía en dependencia de la complejidad del sustrato empleado,


regulándose en cada caso a fin de controlar la velocidad global del proceso (Rojas,
1995).

La principal desventaja de estos reactores la constituyen las bajas velocidades de carga con
que pueden ser operados y los relativamente altos tiempos de retención requeridos, unido a
la complejidad del sistema de mezclado, sobre todo en su construcción y mantenimiento
(López, 1997).

De dos etapas: Existen múltiples combinaciones de digestores de dos etapas. La


concepción de estos sistemas está basada en el hecho de que varios grupos de bacterias
involucradas en el proceso de descomposición de la materia orgánica compleja requieren
de diferentes condiciones de pH y tiempo de retención para su crecimiento óptimo.
En estos sistemas, en el primer reactor ocurre la hidrólisis y acidogénesis de la materia
orgánica compleja, mientras que en el segundo se lleva a cabo la acetogénesis y
metanogénesis del material acidificado (Mata-Alvarez,1987).

Las variantes estudiadas de estos sistemas de doble etapa presentan como desventaja
largos tiempos de retención hidráulicos requeridos en la primera fase del tratamiento y las
bajas eficiencias de conversión reportadas (Ghosh,1975; Rijkens,1981).

Aún con la aplicación de reactores de alta tasa en la segunda etapa, la velocidad de


conversión total y la eficiencia global es determinada por la etapa de la hidrólisis y
acidificación, por lo que cualquier estudio en cuanto al mejoramiento de la velocidad de
esta primera etapa sería de gran importancia a los efectos económicos de esta variante
(López, 1997).

De digestión anaerobia seca: Este tipo de digestión es en la que tiene lugar el proceso de
degradación de residuos orgánicos con concentraciones de sólidos totales del orden del 20%
o superiores. Las principales ventajas de este sistema comparado con los procesos de
digestión de lodos anteriormente citados son los siguientes:

- Bajos consumos de agua. Solamente se requiere una mínima cantidad de agua para
llevar a cabo el proceso.

- El volumen del reactor es relativamente pequeño, debido a la alta densidad de materia


orgánica con que es operado

- -          Los requerimientos energéticos, con el fin de mantener una temperatura controlada el sistema son
bajos (producción endógena).
 
7.7 El biogás sus propiedades físicas, utilización y purificación.

El biogás es producido por las bacterias durante la digestión o fermentación de la materia


orgánica bajo la condición de exclusión del aire (proceso anaerobio) y es un combustible
más confiable si el contenido de metano es más del 50 % (Sasse et. al.,1991)

De forma general, al biogás se ha definido como la mezcla de gases cuya composición varía
de acuerdo a los detalles de su producción (Hesse, 1983). Según Prats et al.. (1996) la
composición del biogás procedente de la digestión anaerobia de los excrementos de
animales es la siguiente: CH4, 50 al 70 %, CO2, 30 al 50 %,H2S... 1 %, H2 , 2 %.

 
Entre sus propiedades físicas más notorias se encuentra su capacidad de quemarse casi sin
olores, con llama azul y un calor de combustión equivalente a 21.5 MJ m-3 (573 BTU por pie
cúbico o 5135 kcal m-3), valor que puede variar entre 19.7 y 23 MJ m-3. Su temperatura de
auto-ignición es similar a la del metano puro y varía de 923 K hasta 1023 K (650-750 °C).
Como media, el biogás no purificado produce de 20 a 23 MJ m3 (4700-5500 kcal m-3).

Principales usos del biogás.

Hesse (1983) ha indicado que un metro cúbico de biogás totalmente combustionado es


suficiente para: generar 1.25 kwh de electricidad, generar 6 horas de luz equivalente a un
bombillo de 60 watt, poner a funcionar un refrigerador de 1 m 3 de capacidad durante una
hora, o hacer funcionar una incubadora de 1 m 3 de capacidad 30 minutos o hacer funcionar
un motor de 1 HP durante 2 horas.

En principio, todos los motores pueden ser adaptados a biogás, pero los más conmúnmente usados
son los motores de gas-Otto y los de gas-Diesel (Dohne, 1998). Esto quiere decir que un metro cúbico
de biogás puede compararse con 0.4 kg de aceite diesel, 0.6 de petróleo o 0.8 kg de carbón.
 

La presión a la que se encuentra el biogás almacenado define la distancia a la que se puede


transportar a través de tuberías. Se ha calculado ( Borda citado por Hesse, 1983) que a la
presión de 0.8 kN m2 (8 cm de columna de agua) puede transportarse 1 m 3 de biogás por
hora en una tubería de 1.27 cm (1/2”) a una distancia de 20 m, así como en tuberías de
1.91 cm (3/4”) a 150m de distancia . Para un diámetro de 2.54 cm (1”) podrá transportarse a
500 m. Si se precisa de 2m-3 por hora se deben disminuir las distancias.

Purificación del biogás


 

En la práctica la purificación del biogás es la remoción del dióxido de carbono o el sulfuro


de hidrógeno o ambos. El dióxido de carbono es eliminado para aumentar el valor como
combustible del biogás. El sulfuro de hidrógeno se elimina para disminuir el efecto de
corrosión sobre los metales que están en contacto con el biogás (Hesse, 1983).

Para las comunidades rurales es más práctico no ocuparse de la remoción del dióxido de
carbono. En general los campesinos prefieren un gas menos eficiente que tener tiempo
ocupado en el control del mismo, por lo que en las pequeñas granjas esta labor se considera
innecesaria. Para grandes plantas de biogás y otras específicas donde los aspectos técnicos
son menos onerosos, existen justificaciones económicas para la purificación.

 
El método químico más simple y eficiente de remoción del dióxido de carbono es su
absorción en agua de cal. Este método necesita mucha atención por cuanto el agua de cal
se agota y necesita recambiarse frecuentemente, lo que trae como consecuencia su
preparación frecuente sino se obtiene comercialmente. El agua de cal puede sustituirse por
una solución acuosa de etanolamina la cual absorbe el dióxido de carbono (y también el
sulfuro de hidrogeno), aunque este proceso es caro para hacerlo rutinario en la purificación
del biogas debido al calentamiento periódico a que tiene que ser sometida esta sustancia
para su regeneración.

Otra alternativa, es utilizar otro residual fuertemente alcalino como medio de absorción de
estos gases como son los efluentes de cultivos de microalgas. El líquido efluente del
digestor es vertido directamente en un tanque de gran tamaño para producir el alga
spirulina. El alga es filtrada para ser usada como alimento de cerdos o patos o bien como
aditivo, y el agua residual que tiene un valor de pH de 10 o más es almacenada en un
tanque cilíndrico. Esta agua se hace atravesar en contracorriente al biogás. El agua que
queda como resultado de esta reacción contiene carbonato de hidrogeno la cual es
reutilizada en el cultivo de las algas.

El dióxido de carbono es bastante soluble incluso en agua neutral (878 cc/litro a 20 °C) bajo
presión atmosférica, así que el lavado con agua ordinaria es quizás el método mas sencillo
de eliminación de impurezas.

El CO2 es soluble en agua mientras que el metano no lo es. A alta presión, la solubilidad del
CO2 aumenta proporcionalmente permitiendo que la concentración de metano en el biogás
se incremente (Lau-Wong, 1986).

Además de los métodos tradicionales de desulfuración con limallas de hierro existe un


procedimiento basado en la adición de aire al 1.5 % del volumen de biogás producido
(Henning, 1986). Con este método se asegura una disminución del contenido de H 2S de
aproximadamente 120 ppm o 0.012 % en volumen de biogás.

7.8 Biodigestores construídos por el Instituto de Investigaciones Porcinas.


 

El Instituto de Investigaciones Porcinas de Cuba desde la década de los 80 ha desarrollado y


construído biodigestores de cúpula fija y tubulares de polietileno.
 
La gama de variantes constructivas de los digestores de cúpula fija comprende desde los
8 hasta los 90 m3. En la tabla 1, se muestra el comportamiento de un digestor de este tipo
con excretas porcinas y vacunas y en la tabla 2 se ofrece la caracterización de los
residuales utilizados en un biodigestor tubular de polietileno.

Tabla1. Característica del residual y el biogas en un biodigestor de cúpula fija de 12 m3.

  S.T% S.V % pH CO2 % O2 % H2 % CH4 % m3 /d kg

Entrada digestor 8,7 7,38 4,96 - - - - -  

Salida digestor 1,73 1,16 7,8 - - - - -  

Remoción, % 80,0 84,0 - - - - - -  

Composición       34,28 1,16 4,36 60,0 -  


Biogas

Producción               6,48  
Biogas

Excreta:                 39

Porcina 105

Vacuna

Fuente: Félix (1994).

Tabla 2: Composición química de las excretas utilizadas en un biodigestor tubular de


polietileno.

  Residual Vacuno Residual Vacuno


Porcino
Indicador    

         

Afluente Efluente Afluente Efluente

Materia Seca (%) 1.97 ± 0.89 0.35 ± 0.06 5.397 ± 2.467 2.51 ± 1.65

Cenizas (%) 12.82 ± 6.28 17.29 ± 9.35 21 ± 4.55 27.68 ± 11.49

Sólidos Volátiles 1.66 ± 0. 172 0.29 ± 0.05 4.28 ± 2.06 1.74 ± 1.10
(%)

Nitrógeno total (%) 4.04 ± 1.3 11.9 ± 2.36 2.61 ± 1.11 7.85 ± 3.42

Demanda Química 20333.48 4417.64 45534.42 21 148

De Oxigeno (mg/L) ± 19683.5 ± 6428.77 ± 16250.71 ± 11903.66

PH 6.81 ± 0.48 6.81 ± 0.36 6.51 ± 0.7 7.36 ± 0.46

Fuente: Sosa (1999)

El valor del metano en este tipo de instalación es de 67 % y el de dióxido de carbono es


de 32 %, lo que muestra la buena calidad del biogás (Werner,1989, Eggeling et. al., 1985,
Marchaim, 1992). De forma general se verificaron para ambos residuales una adecuada
eficiencia en las remociones de la materia seca y de la D.Q.O. (Tabla 3).

 
Tabla 3: Indicadores productivos del biodigestor tubular de polietileno.
Indicadores Residual vacuno Residual vacuno-
porcino

TRH (dias) 65.12 ± 7.49 25.45 ± 2.91

Carga orgánica 0.33 ± 0.14 2.16 ± 0.258

(kgMS/m3

digestor/día)

Carga orgánica 0.28 ± 0.13 1.713 ± 0.204

(kgSV/m3 digestor/día)

Rendimiento específico de 123.5 ± 24 314.09 ± 65.74


biogás

(l/m3 digestor/día)

Eficiencia de remoción DQO 73.43 ± 14.4 56.77 ± 20


(%)

Eficiencia de remoción MS (%) 71.77 ± 20.07 59.2 ±20

Eficiencia de remoción SV (%) 71.07 ± 18.3 63.89 ± 15.8


Fuente: Sosa (1999)
 
7.9 Uso del efluente de los biodigestores
 

Otro producto, quizá el más importante desde el punto de vista económico, es el afluente
del biodigestor. Su uso ha sido probado en varios países y en diferentes cultivos,
reportando incrementos en las cosechas y mejoramientos en las propiedades del suelo
(Daize et al.,1991; Xuesheng et al.,1992; Jianmin et al., 1992; Kanwar et al.,1993 y Singh
et al.,1995) a diferencia de los fertilizantes químicos que reducen la productividad de la
tierra (Narain, 1990). También se utiliza para la acuicultura (Yu, 1992) y se investiga en
la alimentación de cerdos como suplemento (Tong, 1995). En la tabla 4 se expresa la
concentración de nutrientes encontrados en efluentes de biodigestores con distintos
tipos de excretas (Werner, 1989).

Tabla 4. Concentración de nutrientes (en % Sólidos Totales) encontrados en efluentes de


biodigestores con distintos tipos de excretas

Tipo de NRAG P2O5 K2O5 CaO MgO


Excretas

Vacuna 2.3 - 4.7 0.9 – 2.1 4.2 – 7.6 1.0 – 4.2 0.6 – 1.1

Porcina 4.1 – 8.4 2.6 – 6.9 1.6 – 5.1 2.5 – 5.7 0.8 – 1.1

Avicola 4.3 – 9.5 2.8 – 8.1 2.1 – 5.3 7.3 – 13.2 1.1 – 1.6

En muchas zonas se han comenzado investigaciones sobre el empleo de los efluentes de


biodigestores sobre los rendimientos de diferentes cultivos, algunos de estos resultados se presentan
en la tabla 5.
 
Almacenamiento y aplicación del efluente
 

Con vistas a retener las propiedades fertilizativas del efluente de biodigestores es necesario almacenar
al efluente en forma líquida dentro de un hueco o tanque con tapa y después aplicarlo en el campo.
 
Esto es debido a que el almacenaje en forma líquida trae consigo pérdidas de nitrogeno por la
evaporación del amoníaco. Por esta razón y para limitar el volúmen del recipiente para almacenar (el
cual debe equivaler al volumen de 30 días de suministro de efluente o corresponder al 50 % del
volumen del digestor), el período de almacenamiento debe ser limitado a 2 – 4 semanas (Werner,
1989). El resultado de un modo de fertilización casi continuo (cada 2 – 4 semanas) está sin embargo
en contradicción con el criterio clásico de fertilización el cual recomienda fertilizar solo 2 –4 veces al
año y en la fase de crecimiento de las plantas, que es cuando mejor utilizan las fuentes adicionales de
nutrientes.
 
Tabla 5. Efecto del uso de efluentes de biodigestores sobre el rendimiento en las cosechas
de varios cultivos.
  Cantidad de Rendimiento Rendimiento Incremento de  
efluente con efluente con residual la cosecha
Cultivo (kg/ha) líquido (kg/ha) (kg/ha) % del
3
(m /ha) incremento

Boniato 17 24 000 21 500 2 500 12

Arroz 15 6 500 6 000 500 8

Maíz 22.5 5 000 4 600 400 9

Algodón 22.5 1 300 1 200 100 8

Fuente: Chengdu (1980) citado por Werner (1989)


 
Uso de residuales porcinos en el cultivo de plantas acuáticas.
En Cuba, donde se han comenzado los estudios de la utilización de residuales
líquidos porcinos para la fertilización de plantas acuáticas (lemna, azolla y jacinto de
agua) se han determinado los rendimientos obtenidos (tabla 6) y se destaca como
superior el rendimiento del jacinto de agua (130 t/ha/año) seguido de la azolla con más
de 30 t/ha/año y por último la lemna con alrededor de 18 t/ha/año. Sin embargo, estos
rendimientos son susceptibles de variar, en función de las condiciones climáticas, época
del año y fertilización, por lo que no pueden ser considerados como valores definitivos
(García,1996). Mientras que los mayores porcentajes de materia seca y proteína lo
presentan la azolla y la lemna (tabla 7). En la tabla 8, se presenta la composición de
aminoácidos de las plantas acuáticas.

Tabla 6. Producción de plantas acuáticas en estanques cubanos fertilizados con aguas


residuales.

  Rendimiento (t/ha/año)

Lemna Azolla Jacinto de agua

Materia fresca 307 569 2190

Materia seca 18.4 34.2 131.4

Nitrógeno 5.9 9.6 23.7

Fuente: García, 1996 (datos de Domínguez et al. 1993)

 
Tabla 7. Análisis proximal de plantas acuáticas (% BS)

  Lemna Azolla Jacinto de agua

Materia seca 6.2 6.2 5.6

Proteína cruda 28.0 30.7 19.0


Fibra cruda 21.3 23.6 25.0

Cenizas 28.0 28.6 25.0

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tabla 8. Composición de aminoácidos (%MS) en plantas acuáticas.
A.A 1 Lemna Azolla Jacinto

  Xm DS Xm DS Xm DS

Alanina 1.72 0.07 1.26 0.04 0.81 0.03

Arginina 1.59 0.06 1.17 0.03 0.69 0.02

Aspártico 2.70 0.08 1.09 0.03 1.34 0.04

Cistina 0.21 0.01 0.19 0.01 0.16 0.01

Glutámico 3.11 0.08 2.48 0.06 1.50 0.06

Glicina 1.55 0.06 1.12 0.03 0.81 0.03

Histidina 0.53 0.02 0.43 0.01 0.26 0.01

Isoleucina 1.35 0.04 0.96 0.03 0.58 0.01

Leucina 2.40 0.06 1.80 0.04 1.06 0.03

Lisina 1.16 0.04 0.87 0.03 0.58 0.02

Metionina 0.47 0.02 0.36 0.01 0.22 0.01

Fenilalanina 1.49 0.04 1.08 0.03 0.66 0.02

Serina 1.35 0.04 1.02 0.03 0.66 0.02

Threonina 1.30 0.04 0.92 0.03 0.62 0.02

Valina 1.80 0.05 1.31 0.04 0.84 0.03

N2 5.20 0.25 3.92 0.15 3.84 0.15

1 aminoácidos 2 nitrógeno

Fuente: Macias 1997 (datos no publicados).


 
Uso de residuales porcinos en el cultivo de peces de agua dulce.
Los residuales porcinos pueden ser reciclados a través de biodigestores, lagunas de
plantas acuáticas y por último ser utilizados para la alimentación de peces como se
observa en la tabla 9. Se conforma así, un eficiente sistema de reciclaje de energía y
nutrientes basado en la de reutilización de las excretas porcinas.

 
Tabla 9. Producción de peces en lagunas fertilizadas con residuales (García y Molinet, 1996).

Producción (t/ha/año) País Fuente

15 China Chan (1994. Comunicación persona)


6.8-7.8 Tailandia Edwards (1990)
1.0 Malasia Tan y I luat (1900)
15 Hungría Woynarovich (1980)
10 Tailandia Delmendo (1980)

7.10 REFERENCIAS
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7. Tratamiento y uso de recursos producidos con excretas porcinas


 

Roberto Sosa
 

Instituto de Investigaciones Porcinas

AP 1, Punta Brava

La Habana 19 200, CUBA


 

7.1 INTRODUCCIÓN

Las excretas porcinas, vistas por muchos como un contaminante ambiental de importancia,
pueden generar recursos muy valiosos mediante su procesamiento, de forma tal, que al
reciclarse parte de la energía y de sus nutrientes, contribuyen a hacer sostenible en el
trópico la producción porcina y de otras especies animales integradas.

Desde el siglo pasado se conocía en la India y China el uso de procesos fermentativos para
producir el biogás y tratar ecológicamente las excretas de animales de forma artesanal (Turzo et
al.., 1984). En los biodigestores, que son las instalaciones donde ocurren estos procesos, se
obtiene además un efluente líquido cuyo valor económico como fertilizante es equivalente al del
biogás (Kellner, 1990).
 

Estudios realizados en Cuba han demostrado que el uso del efluente líquido representa
económicamente más beneficio que el propio biogás (Carballal, 1998). El tratamiento
anaerobio de residuales orgánicos (específicamente de excretas de animales) imita a los
procesos que ocurren en la naturaleza donde no existen los desechos o desperdicios sino
materia prima para crear otro tipo de material útil para la vida.

 
Es de destacar que en los últimos años el desarrollo de esta tecnología ha sido centrado en
los aspectos técnicos principalmente en la identificación del tipo de planta más apropiado
para las condiciones dadas lo que ha permitido su generalización en las zonas rurales
(Sasse, 1986).

Si tenemos en cuenta que los primeros biodigestores que se construyeron en China y en la


India fueron de cúpula fija y campana flotante respectivamente; más tarde se han
desarrollado otros más sencillos, rápidos de hacer y con materiales más baratos como
goma, cloruro de polivinilo (PVC), red-mud-plastic (RMP) y polietileno (Kopiske, 1985;
Esquerra, 1989; Werner et al.., 1989).

Además, ya en los últimos años en varios países subdesarrollados se están utilizando


digestores tubulares de polietileno con el objetivo de reducir los costos de producción
mediante el uso de materiales locales y la simplificación de: las instalaciones, operación y
mantenimiento (Hieu et al.., 1994; Soeurn,1994; Sarwatt,1995; Khan,1996).

Un beneficio que implica esta tecnología es la sustitución de la leña por el biogás, por lo que
previene en gran medida la destrucción de los bosques. Se ha calculado que un 1 m 3 de
biogás utilizado para cocinar evita la deforestación de 0.335 ha de bosques con un promedio
de 10 años de vida de los árboles (Sasse, 1989).

Existen otras ventajas que se derivan de este sistema y que son difíciles de cuantificar como:
el mejoramiento de las condiciones de trabajo de la mujer campesina, la prevención de la
deforestación y de la contaminación del manto freático y la propagación de enfermedades al
hombre y a los animales.

7.2 Tratamiento de excretas porcinas

Hoy, en los países industrializados, el tratamiento de los residuales es un deber


apremiante. Todos están conscientes de las consecuencias que traen la sobrecarga del
suelo y las aguas por los desechos orgánicos no tratados y vertidos en cualquier lugar.
Además, el aumento de los precios de las materias primas exige un reciclaje más importante
de estos materiales. Por otra parte en los países del Tercer Mundo las instalaciones de
biogás significan ante todo la producción de energía para cocinar (Gopalakrishnan, 1984 y
Eggeling et al.., 1985).

 
En principio, los residuales orgánicos, y dentro de estos las excretas porcinas, se
estabilizan mediante tratamientos biológicos, los cuales se dividen en: aerobios (oxidación de
la materia orgánica a través del oxigeno) y anaerobios (en éstos la concentración de oxígeno
es perjudicial).

Dentro de los tratamientos aerobios podemos citar las siguientes tecnologías:

- -          Lodos activados.


- -          Lagunas de estabilización aerobias
- -          Filtros percoladores
En los anaerobios se encuentran:

- -          Filtros anaerobios


- -          Lagunas anaerobias
- -          Biodigestores
 

Para residuales con una DBO5 menor de 4 000 mg/l se recomiendan los tratamientos
aerobios y para los residuales con DBO5 mayor o igual a 4 000 mg/l los anaerobios.

7.3 Aspectos bioquímicos de la fermentación metanogénica.

El conocimiento de los factores microbiológicos y bioquímicos que ocurren en la


fermentación metanogénica es indispensable para entender la cinética de este proceso, y
esto permite controlarlo e incidir sobre ellos para obtener resultados satisfactorios.

Hoy se admite que en la fermentación bacteriana intervienen poblaciones microbianas


diversas, en la que se distinguen cuatro etapas: hidrólisis, acidogénesis, acetogénesis y
metanogénesis (Scriban, 1982; Marchaim, 1992).

Al menos cuatro grupos tróficos diferentes de bacterias han sido aislados en digestores
anaerobios, pudiendo ser diferenciados sobre la base de los sustratos fermentados y los
productos finales formados (Imhof, 1938, citado por Marchaim, 1992).

Estos cuatro grupos metabólicos son:

1. Las bacterias hidrolíticas y fermentativas, las cuales convierten una variedad de


compuestos orgánicos como polisacáridos, lípidos y proteínas en otros productos como el
ácido acético, H2, CO2. compuestos monocarbonados, ácidos grasos orgánicos y otros
compuestos policarbonados.

2. Las bacterias acetogénicas productoras de hidrógeno, las cuales incluyen


obligatoriamente a las dos especies facultativas que pueden transformar los productos del
primer grupo, los ácidos orgánicos de más de dos átomos de carbono, por ejemplo el
butírico y el propiónico y los alcoholes policarbonados como el etanol y el propanol en
hidrógeno y acetato.

3. Las bacterias homoacetogénicas, las cuales pueden convertir un espectro amplio de


compuestos multi o monocarbonados en ácido acético.

4. Las bacterias metanogénicas, que transforman el H 2, CO2 y compuestos


monocarbonados, por ejemplo el metanol, CO y la metilamina, en acetato, o pueden formar
metano de la decarboxilación del acetato.

La ecuación estequiométrica de Boswel es aplicable a la fermentación de la materia orgánica


(Kenealy et al.., 1981; Yougfu et al.., 1989):

CnHaOb +(n – a/4 – b/2)H2O = (n/2 – a/8 + b/4)CO2 +(n/2 + a/8 – 4)CH4

De modo que la degradación de la materia orgánica para producir metano, depende de la


interacción de varios grupos diferentes de bacterias. Una operación estable del digestor
requiere que estos grupos de bacterias se encuentren en un equilibrio dinámico y armónico.
Los cambios en las condiciones ambientales pueden afectar este equilibrio, y resultar en un
aumento de microorganismos intermediarios que pueden inhibir todo el proceso. Esto tiene
una importancia extrema para comprender hacia qué direcciones se mueven los procesos
microbiológicos y bioquímicos y poder dirigir el sistema de digestión para producir biogás
(Marchaim, 1992).

7.4 Factores que influyen en el proceso de digestión anaeróbia.

El proceso de conversión anaerobia depende de diversos factores, por ejemplo: el pH, la


temperatura, la disponibilidad de nutrientes, la presencia de sustancias tóxicas, el tiempo de
retención, la relación carbono – nitrógeno (C:N ) y el nivel de carga (An, 1996).

El pH. El rango de pH óptimo es de 6.6 a 7.6 (Yougfu et al.., 1989). Los ácidos grasos
volátiles (AGV) y entre ellos el acetato, tienden a disminuir el pH del sustrato (Marchaim,
1992). Si las bacterias metanogénicas no alcanzan a convertir rápidamente los AGV como lo
hacen las bacterias acetogénicas, éstos se acumulan y disminuyen el pH en el digestor. Sin
embargo, el equilibrio CO2-bicarbonato opone resistencia al cambio de pH.
Existen dos métodos prácticos para corregir los bajos niveles de pH en el digestor. El
primero es detener la alimentación del digestor y dejar que las bacterias metanogénicas
asimilen los AGV; de esta forma aumentará el pH hasta un nivel aceptable. Al detener la
alimentación disminuye la actividad de las bacterias fermentativas y se reduce la producción
de los AGV. Una vez que se haya restablecido el pH se puede continuar la alimentación del
digestor pero en pocas cantidades, después se puede ir aumentando gradualmente para
evitar nuevos descensos en el pH.

El segundo método consiste en adicionar sustancias buferantes para aumentar el pH


como el agua con cal. Las cenizas de soda (carbonato de sodio) constituyen una variante
más costosa, pero previenen la precipitación del carbonato de calcio. Los requerimientos
de bufer varían según el residual, los sistemas de operación y tipos de operación. Las
normas para calcular estos requerimientos han sido desarrolladas por Pohland y Suidon
(1978).

La temperatura. Los niveles de reacción química y biológica aumentan normalmente con el


incremento de la temperatura. Para los digestores de biogás esto es cierto dentro de un
rango de temperatura tolerable para diferentes microorganismos (Schmid y Lipper, 1969).
Las altas temperaturas causan una declinación del metabolismo, debido a la degradación de
las enzimas; y esto es crítico para la vida de las células. Los microorganismos tienen un
nivel óptimo de crecimiento y un metabolismo dentro de un rango de temperatura bien
definido, particularmente en los niveles superiores, los cuales dependen de la
termoestabilidad de la síntesis de proteínas para cada tipo particular de microorganismo.

Las bacterias metanogénicas son más sensibles a los cambios de temperatura que otros
organismos en el digestor. Esto se debe a que los demás grupos crecen más rápido, como
las acetogénicas, las cuales pueden alcanzar un catabolismo sustancial, incluso a bajas
temperaturas (Schimd y Lipper, 1969).

Existen tres rangos de temperatura para la digestión de residuales, el primero es el


mesofílico (de 20 a 45 0C), el segundo es el termofílico (por encima de 45 0C). El óptimo
puede ser de 35 0C a 55 0C (Fair y Moor, 1937, citado por Gunnerson y Stuckey, 1986). La
ventaja de la digestión termofílica es que la producción de biogás es aproximadamente el
doble que la mesofílica, así que, los biodigestores termofílicos pueden ser la mitad en
volumen que los mesofílicos, manteniendo su eficiencia general.

Se han realizado numerosos trabajos sobre la digestión termofílica en países templados


(Gunnerson y Stuckey, 1986). Sin embargo, se requieren considerables cantidades de
energía para calentar los residuales hasta 55 0C. El tercer rango (psicrofílico) ocurre entre
los 10 y 25 0C (Cullimore et al.., 1985; Paris et al.., 1988 y Wellinger et al.., 1988). Existen
algunas restricciones para el uso de esta temperatura en la digestión anaerobia, como son:
la necesidad de utilización de reactores anaerobios de cama fija (UASB), inóculos
mesofílicos, un tiempo de retención alto y mantener una acidificación baja (Marchaim, 1992).

Nutrientes. Además de una fuente de carbón orgánico, los microorganismos requieren de


nitrógeno, fósforo y otros factores de crecimiento que tienen efectos complejos. Los niveles
de nutrientes deben de estar por encima de la concentración óptima para las
metanobacterias, ya que ellas se inhiben severamente por falta de nutrientes. Sin embargo,
la deficiencia de nutrientes no debe ser un problema con los alimentos concentrados, pues
estos aseguran cantidades adecuadas de nutrientes.

Por otra parte la descomposición de materiales con alto contenido de carbono ocurre más
lentamente, pero el período de producción de biogás es mas prolongado. Los materiales con
diferentes niveles de C:N difieren notablemente en la producción de biogás, por ejemplo, la
relación de C:N en residual porcino es de 9 a 3 ; en vacunos de 10 a 20; en gallinas de 5 a
8; para humanos es de 8 y para residuos vegetales es de 35 . La relación óptima se
considera en un rango de 30:1 hasta 10:1, una relación menor de 8 :1 inhibe la actividad
bacterial debido a la formación de un excesivo contenido de amonio ( Werner, 1989).

Toxicidad. Los compuestos tóxicos incluso en bajas concentraciones afectan la digestión


disminuyendo los niveles de metabolismo. Las bacterias metanogénicas son generalmente
las más sensibles, aunque todos los grupos pueden ser afectados (Marchaim, 1992).

Un nutriente esencial también puede ser tóxico si su concentración es muy alta. En el caso
del nitrógeno, es importante mantener un nivel óptimo para garantizar un buen
funcionamiento sin efectos tóxicos. Por ejemplo en alimentos para el ganado con elevado
contenido de proteína, un desbalance debido a altos contenidos de nitrógeno y bajas
disponibilidades energéticas, causa toxicidad por generación de amónio. Usualmente, el
nivel de amonio libre debe ser mantenido en 80 ppm (Anderson et. al., 1982). Sin embargo,
una concentración alta, de alrededor de 1500-3000 ppm, puede ser tolerada (Gunnerson y
Stuckey, 1986). Marchaim (1992 citando a De Baere et al., 1984) ha informado señales
iniciales de inhibición a una concentración de NH4 + de aproximadamente 800 ppm.

Se debe tener precaución para evitar la entrada al digestor de ciertos iones metálicos, sales,
bactericidas y sustancias químicas sintéticas (Yongfu et al..,1989). Rodríguez et al.. (1996)
han informado la reducción de gas cuando son utilizadas excretas de animales tratados con
antibióticos.

 
Nivel de carga. Este parámetro se calcula como la materia seca total (MS) o materia
orgánica (MO) que es cargada o vertida diariamente por metro cúbico de volumen de
digestor. La MO o sólidos volátiles (SV) se refiere a la parte de la MS o sólidos totales (TS),
que se volatilizan durante la incineración a temperaturas superior a 500 0C (AOAC, 1980).
Los SV contienen componentes orgánicos, los que teóricamente deben ser convertidos a
metano. Los residuales de animales pueden tener un contenido de MS mayor del 10 %.
Según los requerimientos operacionales para un reactor anaerobio, el contenido de MS no
debe exceder el 10 % en la mayoría de los casos (Loher, 1974), por eso, los residuales de
granjas se deben diluir antes de ser tratados.

La eficiencia de la producción de biogás se determina generalmente expresando el


volumen de biogás producido por unidad de peso de MS o SV. La fermentación de biogás
requiere un cierto rango de concentración de MS que es muy amplio, usualmente desde 1%
al 30%. La concentración óptima depende de la temperatura. En China, la concentración
óptima es del 6% en el verano a temperaturas entre 25-27 0C y entre 10 y 12 % en la
primavera a temperaturas de 18-23 0C (Yongfu et al.., 1989).

Tiempo de retención. Existen dos parámetros para identificar el tiempo de retención de las
sustancias en el digestor:

3. 1.       El tiempo de retención de los sólidos biológicos (TRSB) que se determinan


dividiendo la cantidad de MO o SV que entra al digestor entre la cantidad de MO que
sale del sistema cada dia. Se asume que el TRSB representa la media del tiempo de
retención de los microorganismos en el digestor.
4. 2.       El tiempo de retención hidráulico (TRH) es el volumen del digestor (VD) entre la
media de la carga diaria.
Estos parámetros son importantes para los digestores avanzados de alto nivel, los cuales
han alcanzado un control independiente del TRSB y del TRH a través de la retención de la
biomasa. La medición del TRH es más fácil y más práctico que el TRSB al nivel de las
granjas (An, 1996).

7.5 Biodigestores en el tratamiento de excretas porcinas

 
Como se mencionó anteriormente los biodigestores más utilizados en la agricultura son los
de régimen semi – continuo, que de acuerdo con su principio de funcionamiento y
construcción pueden ser:

          De campana flotante o tipo hindú, que es el más popular en ese país donde varias
instituciones hasta 1985 han construído diferentes tipos de estas plantas resultando en
la instalación de más de 460 000 unidades. Aunque una parte fueron construídas con
ladrillos, cemento y acero para la campana que flota sobre el residual del digestor que
es donde se almacena el biogás, más tarde se desarrolló la tecnología KVIC con
campana de diversos materiales como: ferrocemento, fibra de vidrio, de polietileno de
alta densidad, de PVC, de láminas rígidas de PVC y hasta de cemento y bambú
(Srinivasan y Hanuman, 1986; Robin, 1990; Nazir,1991). Esta variante se construye de
forma vertical u horizontal y en cuanto a su uso social y volumen pueden ser individuales
o comunales.
          De tipo chino o de cúpula fija. Alrededor de 7 millones de plantas han sido
construídas en China, las cuales son fabricadas de distintas formas y capacidades, y
con diferentes materiales, pero tienen un diseño básico en el que el biogás es colectado
en una cúpula fija (Nazir,1991). En Tailandia se ha diseñado este tipo de biodigestor
pero con anillos de bambú, mientras los coreanos desarrollaron uno de bajo costo que
consiste en un tanque de ladrillos y cemento cubierto con lona de PVC.
          Del tipo tubular o de "plug flow" hechos de goma, polietileno o Red-Mud-Plástic
(RMP). Este último material fue desarrollado por primera vez en Taiwán y después en
China donde ha demostrado sus excelentes cualidades para ser usado en
biodigestores. Este material, producido en forma laminar, es una mezcla de lodos rojos
residuales de la extracción de la bauxita y contiene PVC, plasticador, estabilizador y
otros ingredientes (Gopalakrishnan, 1982). Al principio los digestores de RMP se hacían
tubulares. Más tarde se construyeron en forma de tiendas de campaña. También de
esta forma se han construído biodigestores en Nepal, pero de PVC (Devkota, 1986).
En los últimos años, países como Colombia, Etiopía, Tanzania, Vietnam, Cambodia y
Bangladesh han estado utilizando este tipo de biodigestor, basado en el modelo
taiwanés (An et. al. , 1994).

También, han sido bien recibidos por los campesinos pobres en Vietnam para producir
combustible limpio y reemplazar la leña. En tres años se instalaron en Vietnam más de
800 digestores de polietileno, en su mayoría pagados por los propios campesinos (An
y Preston, 1995).

          Con distintas variantes y diferentes tipos de materiales como por ejemplo: la Surahi
(Gopalakrishnan, 1982), el sistema JWALA, que es con agitador, digestor de ladrillos y
cemento con cúpula de polietileno de baja densidad y diferentes detalles constructivos
(Umesh, 1981) y las del tipo andino, entre otras, que es con calentamiento solar
(Theilen, 1990). Además de los digestores señalados anteriormente existen otros
sistemas de tratamiento anaerobio para depurar residuales como los filtros anaerobios y
los reactores UASB (Alessandra et. al., 1997), además de combinaciones mixtas de
estos dos (Guo-Qiang, 1992).
 

 
7.6 Distintos sistemas de plantas de biogás según su régimen de carga

Según el régimen de carga, los biodigestores (López, 1998; Mayari, 1998) suelen dividirse
en:

De lote o batch: Se cargan de una vez en forma total o por intervalos durante varios días, y la
descarga se efectúa cuando han dejado de producir gas combustible. Es aplicable cuando
se presenten problemas de manejo o cuando la MO está disponible de forma intermitente.

De régimen semi-continuo: Este tipo de digestor es más utilizado en la zona rural, cuando se
trata de sistemas de uso doméstico. Se cargan por gravedad una vez al día con volúmenes
de mezcla que depende del tiempo de fermentación. Producen una cantidad de gas
constante al dia.

De régimen continuo: Este tipo de digestor se desarrolló principalmente para el tratamiento


de aguas negras y en la actualidad su uso se ha extendido al manejo de otros sustratos. Son
plantas de gran tamaño en las que se emplean equipos comerciales para alimentarlos,
proporcionarles agitación y control. Por estas razones son grandes consumidoras de
energía.

Completamente mezclados: A diferencia de los anteriores estos sistemas requieren


menores tiempos de retención (10 a 30 dias). Son aplicados a residuos con alto porcentaje
de sólidos totales, a fin de lograr un mayor contacto entre la biomasa microbiana y el
sustrato en cuestión (Clausen y Gaddy,1983; Demuynck,1984; Kostenber y Marchaim, 1993;
Weiland,1993).

En la actualidad, para garantizar la mezcla en el interior del reactor se emplean diversos


sistemas tales como: sistema de paletas internas, los digestores con movimiento circular a
través de un eje central, y por medio del retorno del propio biogás a presión (Chaise, 1989).

El tiempo de mezclado varía en dependencia de la complejidad del sustrato empleado,


regulándose en cada caso a fin de controlar la velocidad global del proceso (Rojas,
1995).

 
La principal desventaja de estos reactores la constituyen las bajas velocidades de carga con
que pueden ser operados y los relativamente altos tiempos de retención requeridos, unido a
la complejidad del sistema de mezclado, sobre todo en su construcción y mantenimiento
(López, 1997).

De dos etapas: Existen múltiples combinaciones de digestores de dos etapas. La


concepción de estos sistemas está basada en el hecho de que varios grupos de bacterias
involucradas en el proceso de descomposición de la materia orgánica compleja requieren
de diferentes condiciones de pH y tiempo de retención para su crecimiento óptimo.

En estos sistemas, en el primer reactor ocurre la hidrólisis y acidogénesis de la materia


orgánica compleja, mientras que en el segundo se lleva a cabo la acetogénesis y
metanogénesis del material acidificado (Mata-Alvarez,1987).

Las variantes estudiadas de estos sistemas de doble etapa presentan como desventaja
largos tiempos de retención hidráulicos requeridos en la primera fase del tratamiento y las
bajas eficiencias de conversión reportadas (Ghosh,1975; Rijkens,1981).

Aún con la aplicación de reactores de alta tasa en la segunda etapa, la velocidad de


conversión total y la eficiencia global es determinada por la etapa de la hidrólisis y
acidificación, por lo que cualquier estudio en cuanto al mejoramiento de la velocidad de
esta primera etapa sería de gran importancia a los efectos económicos de esta variante
(López, 1997).

De digestión anaerobia seca: Este tipo de digestión es en la que tiene lugar el proceso de
degradación de residuos orgánicos con concentraciones de sólidos totales del orden del 20%
o superiores. Las principales ventajas de este sistema comparado con los procesos de
digestión de lodos anteriormente citados son los siguientes:

- Bajos consumos de agua. Solamente se requiere una mínima cantidad de agua para
llevar a cabo el proceso.

- El volumen del reactor es relativamente pequeño, debido a la alta densidad de materia


orgánica con que es operado

- -          Los requerimientos energéticos, con el fin de mantener una temperatura controlada el sistema son
bajos (producción endógena).
 
7.7 El biogás sus propiedades físicas, utilización y purificación.
El biogás es producido por las bacterias durante la digestión o fermentación de la materia
orgánica bajo la condición de exclusión del aire (proceso anaerobio) y es un combustible
más confiable si el contenido de metano es más del 50 % (Sasse et. al.,1991)

De forma general, al biogás se ha definido como la mezcla de gases cuya composición varía
de acuerdo a los detalles de su producción (Hesse, 1983). Según Prats et al.. (1996) la
composición del biogás procedente de la digestión anaerobia de los excrementos de
animales es la siguiente: CH4, 50 al 70 %, CO2, 30 al 50 %,H2S... 1 %, H2 , 2 %.

Entre sus propiedades físicas más notorias se encuentra su capacidad de quemarse casi sin
olores, con llama azul y un calor de combustión equivalente a 21.5 MJ m-3 (573 BTU por pie
cúbico o 5135 kcal m-3), valor que puede variar entre 19.7 y 23 MJ m-3. Su temperatura de
auto-ignición es similar a la del metano puro y varía de 923 K hasta 1023 K (650-750 °C).
Como media, el biogás no purificado produce de 20 a 23 MJ m3 (4700-5500 kcal m-3).

Principales usos del biogás.

Hesse (1983) ha indicado que un metro cúbico de biogás totalmente combustionado es


suficiente para: generar 1.25 kwh de electricidad, generar 6 horas de luz equivalente a un
bombillo de 60 watt, poner a funcionar un refrigerador de 1 m 3 de capacidad durante una
hora, o hacer funcionar una incubadora de 1 m 3 de capacidad 30 minutos o hacer funcionar
un motor de 1 HP durante 2 horas.

En principio, todos los motores pueden ser adaptados a biogás, pero los más conmúnmente usados
son los motores de gas-Otto y los de gas-Diesel (Dohne, 1998). Esto quiere decir que un metro cúbico
de biogás puede compararse con 0.4 kg de aceite diesel, 0.6 de petróleo o 0.8 kg de carbón.
 

La presión a la que se encuentra el biogás almacenado define la distancia a la que se puede


transportar a través de tuberías. Se ha calculado ( Borda citado por Hesse, 1983) que a la
presión de 0.8 kN m2 (8 cm de columna de agua) puede transportarse 1 m 3 de biogás por
hora en una tubería de 1.27 cm (1/2”) a una distancia de 20 m, así como en tuberías de
1.91 cm (3/4”) a 150m de distancia . Para un diámetro de 2.54 cm (1”) podrá transportarse a
500 m. Si se precisa de 2m-3 por hora se deben disminuir las distancias.

Purificación del biogás


 

En la práctica la purificación del biogás es la remoción del dióxido de carbono o el sulfuro


de hidrógeno o ambos. El dióxido de carbono es eliminado para aumentar el valor como
combustible del biogás. El sulfuro de hidrógeno se elimina para disminuir el efecto de
corrosión sobre los metales que están en contacto con el biogás (Hesse, 1983).

Para las comunidades rurales es más práctico no ocuparse de la remoción del dióxido de
carbono. En general los campesinos prefieren un gas menos eficiente que tener tiempo
ocupado en el control del mismo, por lo que en las pequeñas granjas esta labor se considera
innecesaria. Para grandes plantas de biogás y otras específicas donde los aspectos técnicos
son menos onerosos, existen justificaciones económicas para la purificación.

El método químico más simple y eficiente de remoción del dióxido de carbono es su


absorción en agua de cal. Este método necesita mucha atención por cuanto el agua de cal
se agota y necesita recambiarse frecuentemente, lo que trae como consecuencia su
preparación frecuente sino se obtiene comercialmente. El agua de cal puede sustituirse por
una solución acuosa de etanolamina la cual absorbe el dióxido de carbono (y también el
sulfuro de hidrogeno), aunque este proceso es caro para hacerlo rutinario en la purificación
del biogas debido al calentamiento periódico a que tiene que ser sometida esta sustancia
para su regeneración.

Otra alternativa, es utilizar otro residual fuertemente alcalino como medio de absorción de
estos gases como son los efluentes de cultivos de microalgas. El líquido efluente del
digestor es vertido directamente en un tanque de gran tamaño para producir el alga
spirulina. El alga es filtrada para ser usada como alimento de cerdos o patos o bien como
aditivo, y el agua residual que tiene un valor de pH de 10 o más es almacenada en un
tanque cilíndrico. Esta agua se hace atravesar en contracorriente al biogás. El agua que
queda como resultado de esta reacción contiene carbonato de hidrogeno la cual es
reutilizada en el cultivo de las algas.

El dióxido de carbono es bastante soluble incluso en agua neutral (878 cc/litro a 20 °C) bajo
presión atmosférica, así que el lavado con agua ordinaria es quizás el método mas sencillo
de eliminación de impurezas.

El CO2 es soluble en agua mientras que el metano no lo es. A alta presión, la solubilidad del
CO2 aumenta proporcionalmente permitiendo que la concentración de metano en el biogás
se incremente (Lau-Wong, 1986).

 
Además de los métodos tradicionales de desulfuración con limallas de hierro existe un
procedimiento basado en la adición de aire al 1.5 % del volumen de biogás producido
(Henning, 1986). Con este método se asegura una disminución del contenido de H 2S de
aproximadamente 120 ppm o 0.012 % en volumen de biogás.

7.8 Biodigestores construídos por el Instituto de Investigaciones Porcinas.


 

El Instituto de Investigaciones Porcinas de Cuba desde la década de los 80 ha desarrollado y


construído biodigestores de cúpula fija y tubulares de polietileno.
 

La gama de variantes constructivas de los digestores de cúpula fija comprende desde los
8 hasta los 90 m3. En la tabla 1, se muestra el comportamiento de un digestor de este tipo
con excretas porcinas y vacunas y en la tabla 2 se ofrece la caracterización de los
residuales utilizados en un biodigestor tubular de polietileno.

Tabla1. Característica del residual y el biogas en un biodigestor de cúpula fija de 12 m3.

  S.T% S.V % pH CO2 % O2 % H2 % CH4 % m3 /d kg

Entrada digestor 8,7 7,38 4,96 - - - - -  

Salida digestor 1,73 1,16 7,8 - - - - -  

Remoción, % 80,0 84,0 - - - - - -  

Composición       34,28 1,16 4,36 60,0 -  


Biogas

Producción               6,48  
Biogas

Excreta:                 39

Porcina 105

Vacuna

Fuente: Félix (1994).

Tabla 2: Composición química de las excretas utilizadas en un biodigestor tubular de


polietileno.

  Residual Vacuno Residual Vacuno


Indicador Porcino

   

         

Afluente Efluente Afluente Efluente

Materia Seca (%) 1.97 ± 0.89 0.35 ± 0.06 5.397 ± 2.467 2.51 ± 1.65

Cenizas (%) 12.82 ± 6.28 17.29 ± 9.35 21 ± 4.55 27.68 ± 11.49

Sólidos Volátiles 1.66 ± 0. 172 0.29 ± 0.05 4.28 ± 2.06 1.74 ± 1.10

(%)

Nitrógeno total (%) 4.04 ± 1.3 11.9 ± 2.36 2.61 ± 1.11 7.85 ± 3.42

Demanda Química 20333.48 4417.64 45534.42 21 148

De Oxigeno (mg/L) ± 19683.5 ± 6428.77 ± 16250.71 ± 11903.66

PH 6.81 ± 0.48 6.81 ± 0.36 6.51 ± 0.7 7.36 ± 0.46

Fuente: Sosa (1999)

El valor del metano en este tipo de instalación es de 67 % y el de dióxido de carbono es


de 32 %, lo que muestra la buena calidad del biogás (Werner,1989, Eggeling et. al., 1985,
Marchaim, 1992). De forma general se verificaron para ambos residuales una adecuada
eficiencia en las remociones de la materia seca y de la D.Q.O. (Tabla 3).

 
Tabla 3: Indicadores productivos del biodigestor tubular de polietileno.
Indicadores Residual vacuno Residual vacuno-
porcino

TRH (dias) 65.12 ± 7.49 25.45 ± 2.91

Carga orgánica 0.33 ± 0.14 2.16 ± 0.258

(kgMS/m3

digestor/día)
Carga orgánica 0.28 ± 0.13 1.713 ± 0.204

(kgSV/m3 digestor/día)

Rendimiento específico de 123.5 ± 24 314.09 ± 65.74


biogás

(l/m3 digestor/día)

Eficiencia de remoción DQO 73.43 ± 14.4 56.77 ± 20


(%)

Eficiencia de remoción MS (%) 71.77 ± 20.07 59.2 ±20

Eficiencia de remoción SV (%) 71.07 ± 18.3 63.89 ± 15.8

Fuente: Sosa (1999)


 
7.9 Uso del efluente de los biodigestores
 

Otro producto, quizá el más importante desde el punto de vista económico, es el afluente
del biodigestor. Su uso ha sido probado en varios países y en diferentes cultivos,
reportando incrementos en las cosechas y mejoramientos en las propiedades del suelo
(Daize et al.,1991; Xuesheng et al.,1992; Jianmin et al., 1992; Kanwar et al.,1993 y Singh
et al.,1995) a diferencia de los fertilizantes químicos que reducen la productividad de la
tierra (Narain, 1990). También se utiliza para la acuicultura (Yu, 1992) y se investiga en
la alimentación de cerdos como suplemento (Tong, 1995). En la tabla 4 se expresa la
concentración de nutrientes encontrados en efluentes de biodigestores con distintos
tipos de excretas (Werner, 1989).

Tabla 4. Concentración de nutrientes (en % Sólidos Totales) encontrados en efluentes de


biodigestores con distintos tipos de excretas

Tipo de NRAG P2O5 K2O5 CaO MgO


Excretas

Vacuna 2.3 - 4.7 0.9 – 2.1 4.2 – 7.6 1.0 – 4.2 0.6 – 1.1

Porcina 4.1 – 8.4 2.6 – 6.9 1.6 – 5.1 2.5 – 5.7 0.8 – 1.1

Avicola 4.3 – 9.5 2.8 – 8.1 2.1 – 5.3 7.3 – 13.2 1.1 – 1.6

En muchas zonas se han comenzado investigaciones sobre el empleo de los efluentes de


biodigestores sobre los rendimientos de diferentes cultivos, algunos de estos resultados se presentan
en la tabla 5.
 
Almacenamiento y aplicación del efluente
 

Con vistas a retener las propiedades fertilizativas del efluente de biodigestores es necesario almacenar
al efluente en forma líquida dentro de un hueco o tanque con tapa y después aplicarlo en el campo.
 
Esto es debido a que el almacenaje en forma líquida trae consigo pérdidas de nitrogeno por la
evaporación del amoníaco. Por esta razón y para limitar el volúmen del recipiente para almacenar (el
cual debe equivaler al volumen de 30 días de suministro de efluente o corresponder al 50 % del
volumen del digestor), el período de almacenamiento debe ser limitado a 2 – 4 semanas (Werner,
1989). El resultado de un modo de fertilización casi continuo (cada 2 – 4 semanas) está sin embargo
en contradicción con el criterio clásico de fertilización el cual recomienda fertilizar solo 2 –4 veces al
año y en la fase de crecimiento de las plantas, que es cuando mejor utilizan las fuentes adicionales de
nutrientes.
 
Tabla 5. Efecto del uso de efluentes de biodigestores sobre el rendimiento en las cosechas
de varios cultivos.

  Cantidad de Rendimiento Rendimiento Incremento de  


efluente con efluente con residual la cosecha
Cultivo (kg/ha) líquido (kg/ha) (kg/ha) % del
3
(m /ha) incremento

Boniato 17 24 000 21 500 2 500 12

Arroz 15 6 500 6 000 500 8

Maíz 22.5 5 000 4 600 400 9

Algodón 22.5 1 300 1 200 100 8

Fuente: Chengdu (1980) citado por Werner (1989)


 
Uso de residuales porcinos en el cultivo de plantas acuáticas.
En Cuba, donde se han comenzado los estudios de la utilización de residuales
líquidos porcinos para la fertilización de plantas acuáticas (lemna, azolla y jacinto de
agua) se han determinado los rendimientos obtenidos (tabla 6) y se destaca como
superior el rendimiento del jacinto de agua (130 t/ha/año) seguido de la azolla con más
de 30 t/ha/año y por último la lemna con alrededor de 18 t/ha/año. Sin embargo, estos
rendimientos son susceptibles de variar, en función de las condiciones climáticas, época
del año y fertilización, por lo que no pueden ser considerados como valores definitivos
(García,1996). Mientras que los mayores porcentajes de materia seca y proteína lo
presentan la azolla y la lemna (tabla 7). En la tabla 8, se presenta la composición de
aminoácidos de las plantas acuáticas.

Tabla 6. Producción de plantas acuáticas en estanques cubanos fertilizados con aguas


residuales.

  Rendimiento (t/ha/año)

Lemna Azolla Jacinto de agua


Materia fresca 307 569 2190

Materia seca 18.4 34.2 131.4

Nitrógeno 5.9 9.6 23.7

Fuente: García, 1996 (datos de Domínguez et al. 1993)

 
Tabla 7. Análisis proximal de plantas acuáticas (% BS)

  Lemna Azolla Jacinto de agua

Materia seca 6.2 6.2 5.6

Proteína cruda 28.0 30.7 19.0

Fibra cruda 21.3 23.6 25.0

Cenizas 28.0 28.6 25.0

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tabla 8. Composición de aminoácidos (%MS) en plantas acuáticas.
A.A 1 Lemna Azolla Jacinto

  Xm DS Xm DS Xm DS

Alanina 1.72 0.07 1.26 0.04 0.81 0.03

Arginina 1.59 0.06 1.17 0.03 0.69 0.02

Aspártico 2.70 0.08 1.09 0.03 1.34 0.04

Cistina 0.21 0.01 0.19 0.01 0.16 0.01

Glutámico 3.11 0.08 2.48 0.06 1.50 0.06

Glicina 1.55 0.06 1.12 0.03 0.81 0.03

Histidina 0.53 0.02 0.43 0.01 0.26 0.01

Isoleucina 1.35 0.04 0.96 0.03 0.58 0.01

Leucina 2.40 0.06 1.80 0.04 1.06 0.03


Lisina 1.16 0.04 0.87 0.03 0.58 0.02

Metionina 0.47 0.02 0.36 0.01 0.22 0.01

Fenilalanina 1.49 0.04 1.08 0.03 0.66 0.02

Serina 1.35 0.04 1.02 0.03 0.66 0.02

Threonina 1.30 0.04 0.92 0.03 0.62 0.02

Valina 1.80 0.05 1.31 0.04 0.84 0.03

N2 5.20 0.25 3.92 0.15 3.84 0.15

1 aminoácidos 2 nitrógeno

Fuente: Macias 1997 (datos no publicados).

 
Uso de residuales porcinos en el cultivo de peces de agua dulce.
Los residuales porcinos pueden ser reciclados a través de biodigestores, lagunas de
plantas acuáticas y por último ser utilizados para la alimentación de peces como se
observa en la tabla 9. Se conforma así, un eficiente sistema de reciclaje de energía y
nutrientes basado en la de reutilización de las excretas porcinas.

 
Tabla 9. Producción de peces en lagunas fertilizadas con residuales (García y Molinet, 1996).

Producción (t/ha/año) País Fuente

15 China Chan (1994. Comunicación persona)


6.8-7.8 Tailandia Edwards (1990)
1.0 Malasia Tan y I luat (1900)
15 Hungría Woynarovich (1980)
10 Tailandia Delmendo (1980)

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9. Rasgos reproductivos y de crecimiento en cerdos criollo cubanos
 
Carmen Rico
 

Instituto de Ciencia Animal


San José de las Lajas Apdo. 24 La Habana Cuba.

e mail: ica@ceniai.inf.cu

9.1 INTRODUCCIÓN
El cerdo Criollo cubano, al igual que sus similares que habitan el resto del área del Caribe y de
Latinoamérica, tiene su origen en cerdos de origen ibérico, traídos durante la colonización por los
españoles del “Nuevo Mundo”.
 

Según la Historia de las Indias de Fray Bartolomé de las Casas, la introducción del cerdo
en América, ocurre en el segundo viaje de Cristóbal Colón en 1493 y continúa en
expediciones subsiguientes. La política de los Reyes Católicos era el fomento de una
importante ganadería (porcina, bovina, ovina, entre otras) en el área de las Antillas, que
sirviera de abastecimiento de alimento a las expediciones de conquista del territorio
continental americano. Desde entonces, este tipo de cerdos, se ha mantenido en el
continente americano en crianza familiar con un manejo extensivo y una alimentación
basada mayormente en desperdicios de cocina y de cosechas y lo que ellos mismos
buscan en la tierra: pastos naturales, caracoles, lombrices, etc. Es decir, haciendo uso de
los recursos naturales.

Independientemente del papel que desempeñan para la producción porcina especializada,


razas como la Large White, Landrace, Duroc, Hampshire y otras; el cerdo Criollo sigue
constituyendo una parte importante de la masa porcina latinoamericana y constituye
fuente de alimento y de ingresos adicionales para sus poseedores.

Es por ello que es importante la conservación y por qué no, la mejora, de este recurso
genético de América Tropical.

La presente conferencia hace una revisión sobre su ancestro principal: el cerdo ibérico y
se muestran los resultados de algunos trabajos de tipo experimental realizados en
Guadalupe, Haití y Uruguay. Por último, se presentan los resultados obtenidos en Cuba
en el proyecto de tipificación del cerdo Criollo.
 

9.2 Su ancestro: El Cerdo Ibérico


 

Del cerdo Criollo se conoce poco, aunque se le han atribuido ventajas como la rusticidad,
capacidad para el consumo de alimentos altos en fibra y otros, que no están avaladas
totalmente por la evidencia experimental. Por otra parte, la caracterización de su
comportamiento tanto reproductivo como de crecimiento y canal es bastante limitado.

En España, su país de origen, existen diferentes variedades de cerdos ibéricos que


tienen en común según Delgado et. al. (1998) tres aspectos fundamentales:

          Producción de alimentos de alta calidad (jamón de cerdo ibérico)


          Adaptación a las condiciones de producción extensivas de la dehesa mediterránea
          Variabilidad genética y rusticidad
 

Estos autores compararon 8 variedades de cerdos ibéricos a través de 25 variables


morfológicas (17 cuantitativas y 8 cualitativas), con el objetivo no sólo de caracterizarlas,
sino de determinar qué tanto se acercan entre sí. Para ello, utilizaron aparte de los
análisis de varianza de rigor, análisis de discriminantes canónicos e incluso realizaron la
caracterización genética mediante marcadores de ADN. Los resultados obtenidos les
permitieron concluir:

          Que existe gran proximidad genética entre todas las variedades estudiadas a
excepción del Manchado de Jabugo, por lo que hay una identidad racial excepto para
ésta última.
          La heterogeneidad existente entre variedades para los caracteres morfológicos,
tanto cuantitativos como cualitativos, está dada por la acción del hombre en cada una
de las regiones de procedencia.
 

La tabla 1, muestra algunos de los resultados que Delgado et al. (1998) obtuvieron en
cuanto a la caracterización morfológica.

 
Tabla 1. Resultados de caracterización morfológica en el cerdo Ibérico
Carácter Valor mas frecuente Otros

No. de mamas 10 11, 12

Color de la capa Negro Manchado, rubio, rojo

Color de pezuñas Negro Veteado, rosado


Color de mucosas Negro Clara, despigmentada,
manchada

Forma de oreja Alero de teja Caída, empinada

Presencia de pelo Abundante Escaso, ausente

Perfil fronto nasal Subconcavo Recto, cóncavo

Fuente: Delgado et al. (1998)

Desde el punto de vista reproductivo, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico


informa un tamaño de camada promedio de 7-9 lechones, con un peso individual que
oscila entre 1.1 y 1.2 kg./lechón.

En cuanto al crecimiento del cerdo ibérico, Silió et al. (1998) compararon en la variedad
Torbiscal una línea seleccionada a 4 meses por peso y espesor de la grasa dorsal
(ajustada a 40 Kg) con una control. Estos autores señalaron los siguientes valores para
311 cerdos sacrificados en un período de 4 años: edad al sacrificio: 387 días, peso
promedio al sacrificio: 159 Kg y peso de la canal: 127 kg. Encontraron además, que no
existían diferencias en la ganancia entre las líneas con un valor de alrededor de 380 g/día,
pero sí en el espesor de la grasa que fue menor en la línea seleccionada.

En este sentido, es cuestionable el hecho de seleccionar contra grasa en el cerdo ibérico,


pues su objetivo fundamental está dado precisamente para la producción de jamones de
gran infiltración de grasa independiente del sabor especial que le confiere el tipo de
alimentación (bellota)

9.3 Algunos resultados del cerdo Criollo en el Caribe y Latinoamérica

Canope y Raynaud (1981) realizaron un estudio en Guadalupe comparando el


comportamiento de las razas Large White y Criollo. Para ello utilizaron un rebaño Criollo
de 43 hembras y 5 machos y uno Large White de 40 hembras y 5 machos, criados lado a
lado y de igual forma. Los principales resultados sobre el comportamiento reproductivo
(tabla 2) fueron indicativos de mayor precocidad sexual y mejor intervalo destete
concepción en el Criollo, con menores pesos a la pubertad y a la monta que el Large
White. En cuanto al tamaño y peso de la camada, la superioridad del Large White fue
manifiesta al nacer y se mantuvo al destete a pesar de tener mayor mortalidad en crías
(tabla 3)

 
Tabla 2. Indicadores reproductivos de cerdas Large White y Criollo

Carácter Criollo Large White

Edad a la pubertad, días 171 275

Edad a la primera monta, días 204 275

Edad a la primera monta fecundante, 212 283


días

Edad al primer parto, días 327 396

Peso a la pubertad, Kg 52 107

Peso a monta fecundante, Kg 54 110

Intervalo destete-estro, días 23 25

Intervalo destete-concepción, días 29 36

No. de mamas, no. 12 13

Duración de la gestación, días 114 114

Fuente: Adaptado de Canope y Raynaud (1981)

Estos autores extienden su estudio hasta el crecimiento y las canales sí bien, el número
de animales fue muy limitado (16 LW y 21 Cr). Los resultados indican una tasa de
crecimiento inferior del Criollo, que demoró 16 días más en alcanzar los 85 Kg y una canal
mas grasa y con menor proporción de cortes de primera que el Large White.

Tabla 3. Comportamiento de las camadas de cerdas Large White y Criollo

Carácter Large White Criollo Significación

Tamaño de camada al nacer, 9.4 7.3 **


no.

Tamaño de camada a 21 días, 7.5 6.9 *


no.

Tamaño de camada al destete, 7.4 6.7 *


no.
Peso promedio al nacer, g 1377 906 **

Peso promedio a 21 días, g 4970 3596 **

Peso promedio al destete, g 8030 5322 **

% de pérdidas:      

20.1 5.2  
Nacimiento-21 días
Nacimiento-destete 21.3 8.5  

Fuente: Adaptado de Canope y Raynaud (1981)

También en Guadalupe, Despois et al. (1991) realizaron un estudio sobre la productividad


de cerdas Large White contra la F1 Large White x Criollo con un total de 297 camadas.
Los principales resultados indican mayor precocidad de las F1 Cr x LW sin diferencias en
los ritmos reproductivos. En cuanto a la prolificidad, no existen diferencias entre
genotipos al nacer, pero sí al destete favorable a las cerdas F1 debido a una mortalidad
inferior. Estos autores concluyen que en los rebaños cooperativos, las condiciones
ambientales menos favorables (estado sanitario, alimentación irregular) explican en gran
parte la superioridad de las hembras F1. Pero incluso en condiciones ambientales
mejoradas (rebaño experimental) el LW puro muestra una productividad numérica inferior
a la de las hembras cruzadas (13.6 vs 16.2 cerdos destetados/puerca/año.

En Haití, a finales de la década del 80, comenzó un proyecto francés de repoblación de


cerdos rústicos con destino al campesinado haitiano que permitió comparar el
comportamiento de las madres Criollo vs el F1 y el F2 chino x gascon (179, 421 y 324
camadas respectivamente). Los principales resultados indican una prolificidad del F1
mucho más alta que la del Criollo (11.4 cerdos destetados /camada en contraste con 7.9
en Criollo) a nivel de centro multiplicador, es decir, con buenas condiciones de manejo y
alimentación (Delate et al. 1991).

Sin embargo, ya a nivel de campesino, donde estas condiciones son deficitarias, con
niveles de proteína y energía bajos y fibra excesiva, la prolificidad de las hembras
cruzadas (en su mayoría 50% Criollo, 25 % gascon y 25% chino) fue similar a las del
criollo nativo haitiano antes del brote de fiebre porcina (4.1 destetados/camada). En
situaciones extremas, el tamaño de la camada se redujo en 45% mientras que el
desarrollo corporal lo hizo en 75%, por lo que concluyen que cerdos rústicos dan prioridad
a la función reproductiva más que al crecimiento y por consiguiente, a la conservación de
la especie.

 
9.4 Resultados del proyecto de tipificacion del cerdo Criollo en Cuba

La raza Criollo en Cuba, está distribuida en todo el país aunque es mayoritaria en la


región oriental. Se estima un total de 200,000 reproductores y una población total de
aproximadamente 1.2 millones de cabezas. Estos animales se encuentran mayormente
en manos del campesinado, con un tipo de producción familiar, y una alimentación
mayormente sobre la base de desperdicios de cosechas y de cocina y de los recursos
naturales. En el presente siglo, sufrió cierto mestizaje con las razas Duroc y Hampshire
fundamentalmente.

En 1992, la Empresa Nacional de Genética Porcina, consciente de la necesidad de


preservar y mejorar este recurso genético, comienza el proyecto de tipificación del cerdo
Criollo. Dicho proyecto persigue la conservación y mejora de este genotipo, garantizando
su pureza racial, y la caracterización de su comportamiento tanto desde el punto de vista
morfológico como productivo.

Para ello, se escogió la granja genética San Pedro, sita en Artemisa, provincia Habana,
con una capacidad para 100 reproductoras y 500 animales en desarrollo. Consta de una
nave de maternidad-lactancia y una de desarrollo ambas estabuladas, mientras que la
gestación se desarrolla en cuartones de pastoreo con casas de sombra. El pasto es
natural. La alimentación se realiza con los tipos de piensos concentrados y las normas de
suministro establecidas para las razas especializadas en los otros rebaños genéticos del
país.

Como objetivos a determinar en el proceso de producción y tipificación del cerdo Criollo


se incluyeron los siguientes:

          Determinación de las características morfológicas, entre ellas, el color de la capa,


presencia de mamelas, de pezuñas casco de mulo o ambas, y la forma de las orejas y
de la cabeza.
          Determinación de las características reproductivas, entre ellas la edad al primer
estro, prolificidad, pérdidas en la lactancia, etc.
          Determinación de las características de tipo productivo tales como la velocidad de
crecimiento y el espesor de la grasa dorsal.
 

Para la selección de los animales de fundación, se escogió una representación de los


existentes en las diferentes zonas del país (occidental, central y oriental) que reunieran
las siguientes características:

          Cerdos jóvenes de 3-4 meses de edad


          Pigmentación negra, sin manchas, con pelos negros, gruesos, largos, tanto
peludos como entrepelados (no se seleccionaron animales lampiños), cabeza
rectilínea, orejas medianas, semicaídas, con extremidades y pezuñas resistentes y
número de tetas no inferior a 10, simétricas y funcionales.
          En todos los casos, antes del traslado de los cerdos para la granja de destino, se
realizaron por parte del Instituto de Medicina Veterinaria en cada provincia, dos
pruebas serológicas pareadas y el resto de las investigaciones orientadas por dicho
Instituto, avaladas mediante certificado de salud.
          Cada animal seleccionado, se identificó mediante muescas en las orejas y se
anotaron todos los datos posibles sobre su origen.
 

El rebaño de fundación se escogió, dentro de las posibilidades de existencia de este tipo


de cerdos, de lugares con condiciones sanitarias aceptables, siendo su adquisición de
forma paulatina, en dependencia de las posibilidades objetivas de selección de acuerdo
con el número y características de los animales y provinieron fundamentalmente de dos
provincias centrales y dos orientales. La evolución de los indicadores del centro en el
transcurso desde su fundación hasta 1998 se presentan en la tabla 4.

El desarrollo de este proyecto ha permitido la realización de una serie de estudios de tipo


poblacional que se presentan a continuación, independientemente de aquellos de tipo
experimental realizados en Cuba por el Instituto de Investigaciones Porcinas que son
objeto de otra reseña.

 
 

Tabla 4. Evolución de los indicadores zootécnicos en el rebaño genético de ganado porcino Criollo

INDICADORES 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998

Masa inicial, cabezas   515 483 594 665 610 694

Masa final, cabezas 284 483 594 665 610 694 914

Producción total, cabezas   616 885 1213 1398 1122 1334

Existencia de reproductoras, cabezas 88 104 108 101 93 98 107

Tasa de efectividad, %   71.0 87.0 82.0 74.0 81.8 84.1

Partos por puerca promedio, u   1.52 1.85 2.11 2.10 2.07 2.16

Promedio de crías vivas, cabezas   6.8 6.6 6.7 6.9 6.9 8.0

Tasa de mortalidad en crías, %   20.5 11.0 12.4 19.0 13.9 15.2

Productividad numérica   8.8 10.4 12.2 11.7 12.8 13.6

INDICADORES PRODUCTIVOS              

Seleccionados Machos   18 74 101 187 188 324

Hembras   36 88 148 171 270 386

Edad promedio, días Machos   270 222 226 232 237 230

Hembras   277 232 229 236 235 229

Peso final promedio, kg Machos   87 85 82 63 55 64

Hembras   80 81 78 64 51 63

Peso por edad, g Machos   324 381 367 272 232 279

Hembra   291 352 344 274 218 278


s

Fuente: Empresa Genética Porcina

Características del tipo:


 

A siete años de comenzado el proyecto, la mayor proporción de animales del centro son
de capa negra y prácticamente lampiños a pesar de que la población de fundación fueron
animales peludos y entrepelados. No se ha definido hasta que punto esta situación está
dada por un componente genético o por mejor adaptación del animal lampiño. En
estudios realizados por Barba et al. (1998) en la región oriental de Cuba, se determinó en
un total de 620 cerdos Criollo, que el 91% de los animales era de capa negra, con dos
“variedades”: el entrepelado con un 40% y el resto de la variedad lampiña.

La presencia de mamelas se observa bastante y también las pezuñas en forma de casco


de mulo, aunque en menor proporción.

Indicadores reproductivos

La tabla 5 muestra los promedios obtenidos para los caracteres relacionados a la reproducción y al
desarrollo de la camada en cerdos Criollo (Rico et al., datos sin publicar).
 
Los valores encontrados para la edad a la concepción y al primer parto, son superiores a los
reportados para este genotipo por Canope y Raynaud (1981). Las observaciones realizadas en el
Centro indican que el primer celo ocurre aproximadamente a los 4 meses de edad, por lo que en el
momento en que ocurre la primera cubrición, la cerda Criolla ha presentado entre 4 y 5 celos en los
que no fue apareada por el bajo peso.
 

 
 
Tabla 5. Medias, desviaciones estándar y coeficientes de variación para cinco indicadores reproductivos en
cerdos Criollo

Carácter n Media Desv. CV (%)


estándar

Edad a 1ra concepción, 199 297.1 (212) 71.9 24.2


días

Edad al 1er parto, días 199 410.5 (237) 72.0 17.5

Número de mamas, no. 166 11.3 (12) 1.1 9.7

Duración de la gestación, 640 113.4 1.7 1.5


días
Servicios/gestación, no. 660 1.1 0.4 36.4

Entre paréntesis valores obtenidos por Canope y Raynaud (1981)

Fuente: Rico et al. (datos no publicados)

El valor de los servicios por gestación (1.1 servicios), es muy favorable e indica un buen
comportamiento reproductivo para la raza. La duración de la gestación no difiere de la
establecida para la especie.

Los resultados de los análisis de varianza realizados han indicado diferencias


significativas entre padres para las edades a la concepción y al primer parto del orden de
111 y 109 días respectivamente. Las heredabilidades estimadas fueron 0.69 ±0.35 y
0.70±0.35 para las edades a la concepción y al primer parto respectivamente.

Análisis de la prolificidad y pesos de la camada de cerdos Criollo:


Para este análisis, se utilizó la información de 182 cerdas que estuvieron en servicio
desde 1993 hasta 1997. En total se analizaron los datos de 598 camadas.

Las medias mínimo cuadráticas obtenidas se muestran en la tabla 6. Un aspecto negativo


que se observa es la alta mortalidad total (17%), algo contradictorio con la mayor
rusticidad atribuida a este genotipo. La causa mayor de mortalidad fue el aplastamiento
de las crías, dado en parte por las condiciones de los corrales de maternidad. En este
sentido, se tomaron medidas en el Centro encontrándose actualmente este indicador en
9%. Independientemente de las características de los corrales, el hecho de estar las
cerdas estabuladas en la maternidad también pudiera estar influyendo este resultado
pues Delate et al. (1991) señalaron que el Criollo mostró menor adaptación a este tipo de
explotación.

Tabla 6. Medias mínimo cuadráticas (MMC) y errores estándar (ES) para caracteres de prolificidad y
camada.
Rasgo MMC ES
Nacidos totales, no. 7.7 0.2

Nacidos vivos, no. 7.4 0.2

Vivos a 21 días, no. 6.8 0.2

Número de destetados, no. 6.4 0.2


Peso de la camada, Kg:    

Al nacer 10.7 0.4

A 21 días 27.4 0.9

Al destete 43.8 1.5

Fuente: Rico et al., datos no publicados

Los resultados del análisis de varianza (tabla 7) indicaron que el año de parto fue la
influencia ambiental más consistente e influyó en todos los caracteres excepto el peso de
la camada al nacer, que sólo fue influido por el bimestre. Contrario a lo esperado, no se
encontraron diferencias entre partos para tamaño y peso de la camada.

Tabla 7. Resultados del análisis de varianza para el comportamiento de la camada en cerdas


Criollo.
Fuente de g.l NT NV PCN N21 PC21 ND PCD
variación

Parto 4 3.2 5.7 8.9 0.6 12.8 1.0 3.3

Año 4 24.3*** 19.6** 27.9 17.9** 356.2** 16.5*** 1305.1*

Bimestre 5 2.5 3.7 41.9 2.8 79.0 1.9 117.2

Interacción 20 4.1 5.3 17.5 4.6 144.4* 5.1 254.2

Regresión 1           3.5 230.3

Error 564 4.4 4.9 12.2 4.9 88.1 4.6 218.2

C.Determ. %   8.3 7.8 9.3 6.2 8.4 7.1 9.1

 
Hubo una tendencia positiva para el efecto del año con prácticamente 1 cría nacida y
destetada más en 1997 en relación con 1993. Los valores de heredabilidad estimados
fueron muy bajos (menores de 0.1) y con altos errores estándar. El tamaño de la
población estudiada y el número de sementales analizados puede haber influido en estos
resultados. En general, los tamaños y pesos de camada encontrados para el Criollo, son
bastante satisfactorios. Queda por investigar si este genotipo mostrase un mejor o peor
comportamiento en las condiciones tradicionales de crianza en que se ha desarrollado
desde su introducción al país.

Crecimiento y espesor de la grasa dorsal de cerdos Criollo:

 
El cerdo Criollo, desde la creación del Centro Genético se ha regido por las mismas
normas de los centros de las razas especializadas. Esto incluye no sólo la alimentación
con suministro de concentrados y el control de la información sino la realización de las
pruebas de comportamiento.

Se utilizó la información de un total de 1818 animales nacidos entre 1993 y 1998 que
pasaron la prueba de comportamiento y se analizaron los caracteres edad final, peso final,
peso por edad, espesor de la grasa corregido a 100 Kg de peso vivo y el espesor de la
grasa total (sin corregir por peso).

En la tabla 8, se presentan los coeficientes de determinación parcial y la significación de


los efectos estudiados en el modelo ambiental. La interacción del año por el bimestre fue
significativa para todos los caracteres y mostró un comportamiento errático, no
pudiéndose definir una tendencia para el efecto del bimestre en los años en ninguno de
los rasgos estudiados. El sexo influyó significativamente en todos los rasgos excepto la
edad final como era de esperar. El año y su efecto en interacción con el bimestre fueron
los factores que más determinaron la variación de los rasgos de crecimiento.

Tabla 8. Coeficientes de determinación parciales y significación obtenida para los factores


ambientales estudiados.

Fuente de Variación Edad final Peso final Peso/edad G. total G. corregida

Año de nacimiento 12.6 *** 9.9 *** 35.3 *** 0.7 * 1.0 ***

Bimestre nacimiento 3.8 *** 5.8 *** 1.2 ***   1.8 ***

Año x Bimestre 22.1 *** 15.9 *** 13.4 *** 2.8 *** 5.0 ***

Sexo   0.8 *** 0.8 *** 1.6 *** 11.0 ***

Regresión en edad   2.7 ***      

Regresión en peso       2.5 ***  

Coeficiente determ, 36 42 15 20 55
%

Fuente: Rico et al. datos no publicados

La tabla 9 muestra los promedios ajustados obtenidos por año y sexo para los caracteres
estudiados. En los años 1996 y 1997 hubo una disminución notable en el peso final y el
peso por edad que tiende a recuperarse ya en 1998. Cuando se analiza la grasa
corregida llama la atención que en los años en que el peso final fue mas bajo, la grasa
obtuvo valores más altos.

 
Tabla 9. Indicadores por año de nacimiento y sexo para crecimiento y espesor de la grasa en
Criollo
Año n Edad final Peso final Peso/edad G. corregida G. total

1993 77 260 78 321 18.7 54.3 (13.5)

1994 207 228 84 372 17.0 50.0 (12.5)

1995 238 256 70 289 18.5 47.4 (11.8)

1996 448 237 57 245 19.0 45.0 (11.2)

1997 577 228 58 252 19.5 46.6 (11.6)

1998 271 230 72 312 17.1 49.9 (12.4)

Sexo:            

Machos 757   71 305 16.7 46.0 (11.59)

Hembras 1061   69 293 19.9 51.7 (12.9)

Fuente: Rico et al. , datos no publicados

Esto puede ser ocasionado por dos causas. La primera una mayor imprecisión del equipo
a determinar al determinar la grasa en pesos bajos. La segunda, el ajuste que se realiza
a 100 Kg, de animales tan lejanos a ese peso, puede incluir sesgo en la estimación. Tan
es asi, que cuando se analiza la grasa total, que si se ajustó al peso real promedio del
Criollo en el período, la tendencia es contraria.

Las heredabilidades estimadas a partir del modelo genético fueron bajas y de igual
magnitud para el peso final y el peso por edad (0.10 ± 0.04) con diferencias entre padres
extremos de sólo 10 Kg para peso final y 32 g para el peso/edad. Contrario a lo
esperado, la heredabilidad del espesor de la grasa fue nula.

El comportamiento del cerdo Criollo en los seis años estudiados, se resume en la tabla
10. La tasa de crecimiento en el período estudiado estuvo alrededor de los 300 g/día,
alcanzando a los 7 meses y medio de edad un peso de 64 Kg, muy inferior como era de
esperar al de las razas especializadas y que coincide con los informes en este genotipo.

 
Tabla 10. Medias mínimo cuadráticas y errores estándar para crecimiento y espesor de la
grasa de cerdos Criollo

Carácter MMC ES

Edad final en prueba, días 239.8 0.7

Peso final en prueba, Kg 64.3 0.5

Peso/edad, g/día 298.7 1.9

Grasa total, mm 48.9 (12.2) 0.9

Grasa corregida, mm 18.6 0.2

Fuente: Rico et al. , datos no publicados


 

9.5 Consideraciones finales sobre el cerdo Criollo

Las características del Criollo cubano, no se diferencian de lo generalmente establecido para este genotipo:
son animales de lenta tasa de crecimiento y alta deposición de grasa en la canal en comparación con las
razas especializadas porcinas. Esto lo limitaría sin dudas para un sistema de producción intensiva de carne
magra.
 

Existen sin embargo, otras posibilidades para su utilización. Una de ellas consiste en su
evaluación como posible productor de jamones del tipo ibérico. Esta vía implica la
adopción de un sistema de alimentación y manejo en las montañas de la zona occidental
del país, donde únicamente existe la bellota, o de sistemas de ceba similares que
conlleven el uso de otras fuentes de ácidos grasos como el fruto de la palma real
(palmiche).

La otra vía, es su utilización en condiciones extensivas de producción y a nivel familiar,


con un uso máximo de recursos naturales para la alimentación. En este sentido, la
mejora del cerdo Criollo y su posible utilización en cruzamiento, adquiere importancia
trascendental.

 
El uso de criollos mejorados en estas poblaciones implica un programa de mejora que no
puede ser igual al de las razas especializadas. Es necesario crear condiciones de
tenencia en el centro, que permitan que, independientemente de que en la alimentación el
animal reciba pienso seco (que permita expresar diferencias en potencial genético),
también esté en contacto en gran parte de su vida con aquellas condiciones para las que
está “diseñado” genéticamente. Esto es sumamente importante en función de posibles
interacciones genotipo ambiente y conlleva la tenencia del animal en pastoreo, no sólo en
la etapa de gestación como lo es actualmente, sino en toda su vida, incluyendo el
desarrollo de las categorías menores.

La selección de los animales, no debe ser contra grasa como es actualmente, por dos
razones. Si un objetivo es la producción de embutidos de tipo ibérico, la grasa en la
carne, sobre todo la intramuscular, es básica, por lo que una selección contra grasa dorsal
quizá pudiera afectar la grasa intramuscular. Por otra parte, el cerdo a nivel de
campesinado, no es sólo una fuente de proteína sino de grasa animal. Si se pretende
mejorar la productividad en este sector con el uso de cruzamientos con razas
especializadas (Duroc o Hampshire), esto de hecho mejora la ganancia pero disminuirá
en cierta medida el espesor de la grasa, por lo que no es necesario disminuirlo aún más
por la vía de la selección en el cerdo Criollo.

Por ultimo, queda abierto un amplio campo de investigación en este genotipo. Algunas
interrogantes como la evaluación de diferentes fuentes de ácidos grasos en la
alimentación, sus requerimientos de energía y proteína (que pudieran ser diferentes a los
de las razas especializadas) en las etapas de reproducción, crecimiento y otros, deben
ser objetivos priorizados en la proyección a corto plazo de las investigaciones sobre el
Cerdo Criollo.

 
9.6 REFERENCIAS

Barba, C.J., Velázquez, F., Pérez, F. y Delgado, J.V. 1998. Contribución al estudio racial del cerdo
Criollo cubano. Arch. Zootec. 47:51
Canope, I. y Raynaud, Y. 1981. Etude comparative des performances de reproduction, d’engraissement et de
carcasse des porcs Créole et Large White en Guadeloupe. J. Rech. Porc. en France 1981 p 307

Delate, J.J., Le Guyadec, P., Le Duot, P. y Duclos, J.M. 1991. Croissance et reproduction des porcs rustiques
d’origine français selon le milieu d’elevage en Haîti. J. Rech. Porc. en France 1991 p 381.
Delgado, J.V., Vega, J.L., Barba, C., Martínez, Amparo y Zamorano, María J. 1998. Caracterización
morfológica y genética de las variedades del tronco ibérico. Solo Cerdo Ibérico No. 1:27.

Despois, E., Mandonnet, N. y Canope, I. 1991. Etude comparative de la productivité des truies Large White
et F1 Créole x Large White dans les systèmes de production semi-intensifs en Guadeloupe. J. Rech. Porc.
en France 1991 p 377
Silió, L., Rodrigañez, J., Rodríguez, Carmen y Toro, M. 1998. Mejora del rendimiento en piezas nobles en una línea de cerdo ibérico
obtenida por selección a 4 meses de edad. Solo Cerdo Ibérico No. 1:21

  

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