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En su gabinete integra a políticos de las formaciones que le apoyaron como los representantes del
partido MAS, Teodoro Petkoff en la cartera de finanzas, y Pompeyo Márquez en el ministerio de
fronteras; así como algunos independientes en los otros ministerios. En cualquier caso el apoyo del
MAS y de otros partidos fue fundamental para poder aprobar las leyes en el Congreso Nacional en
sus primeros años de gobierno, debido a los pocos escaños en el parlamento conseguido por su
partido Convergencia. El 18 de diciembre de 1994 inaugura el tramo Plaza Venezuela–El Valle de
la Línea 3 del Metro de Caracas, iniciado en gobiernos anteriores. En el año 1996 recibió la
segunda visita del papa Juan Pablo II, que decidió bendecir a los presos del Retén de Catia en el
oeste de la ciudad de Caracas (poco después dicha prisión fue demolida).
Crisis económica
En el primer año de su segundo gobierno tiene que manejar una fuerte crisis financiera que se
inicia con la intervención del Banco Latino que había quebrado en el gobierno interino de su
predecesor en la presidencia Ramón José Velásquez, después de la destitución de Pérez, continuó
con el derrumbe e intervención de una decena de instituciones bancarias y culminó con la fuga de
capital por concepto de auxilios financieros otorgados por el Estado a la banca, miles de ahorristas
afectados y un grave desequilibrio en la economía de Venezuela. La confianza y credibilidad de
venezolanos y extranjeros en las instituciones bancarias fue afectada gravemente. Más de setenta
mil medianas y pequeñas empresas quebraron, fundamentalmente por el control de cambio
impuesto por el gobierno, que dificulta la obtención de divisas para adquirir insumos.
Aunque Caldera prometió durante su campaña no acudir jamás ante el Fondo Monetario
Internacional (FMI), debió hacerlo ante la crisis económica. El nulo efecto de la práctica
intervencionista en la economía del país, hace que Caldera anuncie el programa llamado Agenda
Venezuela que prometía restablecer el equilibrio macroeconómico y apalear la inflación. Aplicando
medidas tildadas por sus detractores como "de corte neoliberal" de acuerdo con las
recomendaciones del FMI, que hasta entonces se había resistido a adoptar. Así, se devaluó el
bolívar en un 70%, el control de cambio fue levantado, los combustibles se encarecieron en un
800%, se liberalizaron los tipos de interés (el IVA subió a 16,5%), se continuó el proceso de
privatización de los activos del Estado y se avocó a la disciplina en el gasto público, que no
surtieron efectos debido a la crisis económica mundial en ese momento. Está medidas fueron bien
acogidas en el exterior, pero no en el país, en donde fueron frecuentes las manifestaciones y
disturbios de la población venezolana que se sentía afectada negativamente.
En 1997, una comisión tripartita, conformada por el sector empresarial, laboral y Gobierno,
asumieron la reforma del régimen de prestaciones sociales, tras la revisión profunda de la Ley
Orgánica del Trabajo. La labor de la comisión tripartita quedó plasmada en un sistema de
prestaciones sociales que preveía, entre otras cosas, su pago anual y no al cese del desempeño
laboral como se hacía anteriormente; al mismo tiempo, se establecieron cinco subsistemas de
seguridad social con la finalidad de mejorar la actividad del Ejecutivo en la resolución de los
problemas básicos de los trabajadores venezolanos.
Debido a diferencias con partidos de la coalición gubernamental como el MAS, Caldera buscó el
apoyo de la principal fuerza legislativa el partido AD, donde algunos de sus miembros entraron en
su gabinete.
Durante el gobierno de Caldera fueron sobreseídos y salen en libertad los militares responsables
de los intentos golpistas de 1992, que se agruparon en el partido político Movimiento V República
(MVR), dirigido por Hugo Chávez, para lograr el apoyo de los grupos de izquierdas a su precario
gobierno de minoría parlamentaria.
El segundo período de gobierno de Caldera sentó las bases del ascenso de Hugo Chávez a la
presidencia de la república. La caída de los partidos tradicionales y el movimiento populista iniciado
por Caldera, dieron pie a Chávez para iniciar su propio movimiento, el cual se cristalizó al legalizar
el partido MVR proveniente del MBR-200, que logró una clara victoria en las elecciones
presidenciales de 1998.
Muerte
La quiebra del Banco Latino fue seguida del desplome de una docena más de bancos,
complicando el inicio del gobierno de Caldera, gobierno cuyos primeros meses transcurrieron en la
ejecución de planes económicos poco exitosos, como el Plan Sosa, el Corrales, entre otros. La
promesa electoral de Caldera de establecer un gobierno con prioridad en los temas sociales no
pudo ser cumplida, y su Carta de Intención con el Pueblo fue sustituida por la denominada
Agenda Venezuela, plan económico éste que contó con el aval del Fondo Monetario Internacional.
Caldera quiso continuar con el plan de privatizaciones iniciado por Carlos Andrés Pérez, plan que se
había sido detenido por Ramón J. Velásquez en su corto mandato. Para ello, Caldera planeó privatizar
SIDOR y otras empresas básicas, aunque en la práctica pudo sólo llevar adelante la venta de
VENALUM, que fue adquirida por el consorcio empresarial extranjero “Amazonia”. En materia petrolera,
PDVSA aceleró el proceso de apertura petrolera, que tenía como objetivo primordial, la búsqueda de
nuevos capitales para llevar a cabo un vasto programa de inversiones. La apertura petrolera encontró
grandes resistencias en los sectores de izquierda, en especial, desde el partido “Patria para todos”
(PPT), que acusó al gobierno de querer desnacionalizar a la principal industria del país.
La quiebra del Banco Latino fue seguida del desplome de una docena más de bancos, complicando el
inicio del gobierno de Caldera, gobierno cuyos primeros meses transcurrieron en la ejecución de planes
económicos poco exitosos, como el Plan Sosa, el Corrales, entre otros. La promesa electoral de
Caldera de establecer un gobierno con prioridad en los temas sociales no pudo ser cumplida, y su
Carta de Intención con el Pueblo fue sustituida por la denominada Agenda Venezuela, plan
económico éste que contó con el aval del Fondo Monetario Internacional.
Al evaluar la segunda gestión del Dr. Caldera hay que señalar que durante ésta se aceleró la crisis
política del bipartidismo, pues ni AD ni COPEY tuvieron participación protagónica en el gobierno. La
crisis del modelo político Puntofijista alcanzará su máximo nivel en 1998, cuando ambos partidos
fueron derrotados de manera aplastante por Hugo Chávez Frías, quién ganó las Elecciones celebradas
el 6 de diciembre de 1998.
Rafael Caldera llegó al poder por segunda vez en 1994. Aunque éste prometió durante su
campaña no acudir jamás ante el Fondo Monetario Internacional, debió hacerlo ante la crisis
económica. En 1996 anunció el programa llamado Agenda Venezuela que prometía restablecer el
equilibrio macroeconómico y apalear la inflación.
El año 1994 estuvo caracterizado por la crisis financiera. Se inició con la intervención del Banco
Latino, siguió con el derrumbe e intervención de una docena de instituciones bancarias más y
culminó con la fuga de capital por concepto de auxilios financieros otorgados por el Estado a la
banca, miles de ahorristas afectados y un grave desequilibrio en la economía de Venezuela, así
como la merma en la confianza y credibilidad de venezolanos y extranjeros en las instituciones.
Rafael Caldera, brillante miembro de la clase intelectual de Venezuela y experto en el área del
Derecho Laboral y seguridad social de los trabajadores, aprovechó esta condición para lograr que
en 1997, una comisión tripartita, conformada por el sector empresarial, laboral y Gobierno,
asumieran la reforma del régimen de prestaciones sociales, tras la revisión profunda de la Ley
Orgánica del Trabajo.
En 1983 se había formado un movimiento en las fuerzas armadas llamado MBR-200, responsable
en 1992, de las dos intentonas golpistas en contra de Carlos Andrés Pérez. Luego de sus dos
fracasos, fueron encarcelados sus principales líderes, entre ellos, Hernán Grüber Odremán,
Francisco Arias Cárdenas y Hugo Chávez Frías. Durante el gobierno de Caldera fueron sobre
seídos y salen en libertad conformando el partido político Movimiento Quinta República (MVR),
comandado por Hugo Chávez.
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Segundo Gobierno de Rafael Caldera (1994-1998)
Las elecciones del 5 de diciembre de 1993, resultó electo por segunda vez Rafael Caldera.
Durante la campaña electoral COPEI se dividió y una buena parte de su militancia pasó a
apoyar la candidatura de Rafael Caldera, y a constituirse bajo el nombre de Convergencia.
Rafael Caldera eliminó el Impuesto al Valor Agregado (IVA), la cual fue una de sus
propuestas electorales, pero poco después, le puso otro nombre, Impuesto Suntuario a las Ventas
(ISV), que no es nada más que un IVA disfrazado.
En los primeros meses del gobierno, hubo un gran desequilibrio con respecto a los bancos
del país, al ser intervenido el Banco Latino, luego los Bancos Consolidado, Venezuela, Progreso,
entre otros; y el auxilio financiero a los Bancos Unión, Mercantil, etc. La causa de este desequilibrio
fue el robo del dinero de dichas instituciones. Actualmente solamente ha sido apresado por parte
de las autoridades estadounidenses, Orlando Castro, responsable por el desfalco del Banco
Progreso en Puerto Rico y Venezuela. El gobierno de Rafael Caldera, casi no ha hecho nada para
apresar a la larga lista de banqueros prófugos restantes.
Esas inmensas sustracciones de dinero provocaron una enorme baja de las reservas
monetarias internacionales, lo cual hizo obligar a Caldera a poner un control cambiario, que fue
desmontado el pasado 15 de abril de 1996.
Caldera comenzó a aplicar la denominada "Agenda Venezuela", que contó con el apoyo del
Fondo Monetario Internacional y que contempló un aumento de la gasolina de un 500%, devaluar
la moneda en casi un 100%, entre otros.
Muchas personas consideran, que dicha "Agenda Venezuela", es como la repetición de lo
hecho por Carlos Andrés Pérez, que trajo consecuencias gravísimas para Venezuela.
Hombre de vasta formación intelectual y habilidades políglotas (además del español, dominaba el
inglés, el francés y el italiano, y tenía conocimientos de alemán y portugués), en el haber de Rafael
Caldera figura una extensa y variada producción ensayística, con incursiones en las ciencias
sociales, las ciencias políticas y las humanidades, y en la que ocupa un lugar destacado el estudio
de la figura de Andrés Bello. Se citan los siguientes trabajos: Andrés Bello. Su vida, su obra y su
pensamiento (1946); Idea de una sociología venezolana (1953); Aspectos sociológicos de la cultura
en Venezuela (1957); El bloque latinoamericano (1961); Moldes para la fragua (1962); El lenguaje
como vínculo social y la integración latinoamericana (1967); Ideario. La Democracia Cristiana en
América Latina (1970); Especificidad de la democracia cristiana (1972); La Casa de Bello (1973);
Temas de Sociología Venezolana (1973); Justicia social internacional y nacionalismo
latinoamericano (1973); Cinco años de cambio (1974); La nacionalización del petróleo (1975);
Reflexiones de la Rábida: Política y Ciencia Social ante la realidad latinoamericana (1976);
Caracas, Londres, Santiago de Chile: las tres etapas de la vida de Bello (1981); Bolívar siempre (El
Libro Menor) (1987); El pensamiento jurídico y social de Andrés Bello (1987); Los causahabientes,
de Carabobo a Puntofijo (1999).Rafael Caldera fue presidente honorífico o miembro pleno de más
de una veintena de centros académicos y de investigación en los campos del Derecho y las
Ciencias Sociales de América y Europa, entre los que se citan la Asociación Iberoamericana de
Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (AIDTSS), el Instituto Internacional de Sociología
(IIS), la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS), la Academia de Ciencias Políticas y
Sociales de Venezuela (ACIENPOL), la Academia Nacional de la Historia de Venezuela (ANH) y la
Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España (RACMYP). Como miembro de la
Academia Venezolana de la Lengua, solicitó y obtuvo de la Real Academia Española la inclusión
en su Diccionario de la palabra millardo para referirse a la cantidad de mil millones. Decenas de
universidades de todo el mundo honraron como profesor o doctor honorario a Caldera, quien
perteneció asimismo al Consejo de Presidentes y Primeros Ministros del Centro Carter de Atlanta.