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MALNUTRICIÓN

La malnutrición es un estado complejo de déficits, excesos e imbalances, e incluye


tanto la hiponutrición (o desnutrición) como la hipernutrición. 1 Ambas condiciones son
el resultado de un desequilibrio entre las necesidades corporales y el consumo de
nutrientes esenciales.

El término "malnutrición", empleado en muchas ocasiones como sinónimo de


desnutrición, tiene un carácter más genérico porque incluye, además, los
trastornos nutricionales como desequilibrio positivo o estados de malnutrición por
exceso, del cual la obesidad exógena es la forma clínica más representativa. La figura 1
muestra cómo las distintas formas de desequilibrio nutricional pueden producirse, tanto
por cambios en las necesidades, como en los aportes2.

Figura 12: Esquema que muestra las diversas formas de desequilibrio nutricional.
A)Malnutrición por defecto; B) malnutrición por exceso, y C) Buena nutrición

Por lo tanto, el desafío para profesionales de la salud será el tratamiento de estos déficits
e imbalances en personas con hipernutrición, la que se visualiza mejor en niños y

1
C. DE LA MATA. “MALNUTRICIÓN, DESNUTRICIÓN Y SOBREALIMENTACIÓN”. REV. MÉD. ROSARIO 74: 17
- 20, 2008. DISPONIBLE EN: http://www.bvsde.ops-oms.org/texcom/nutricion/mata.pdf

2
M. Santiago V., A. Gomez V. “Malnutrición y avitaminosis”. TEMAS DE PEDIATRIA. La Habana 2006. Disponible
en: http://gsdl.bvs.sld.cu/cgi-bin/library?e=d-000-00---0pediatra--00-0-0--0prompt-10---4------0-1l--1-es-
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adultos con sobrepeso u obesidad. La hipernutrición es solamente exceso de energía, y
la malnutrición también afecta a la gente obesa.
El término malnutrición se refiere a las carencias, excesos o desequilibrios en la
ingesta de energía, proteínas y/o otros nutrientes. Aunque el uso habitual del término
«malnutrición» no suele tenerlo en cuenta, su significado incluye en realidad tanto la
desnutrición como la sobrealimentación.
La desnutrición es el resultado de una ingesta de alimentos que es, de forma
continuada, insuficiente para satisfacer las necesidades de energía alimentaria, de una
absorción deficiente y/o de un uso biológico deficiente de los nutrientes consumidos.
Habitualmente, genera una pérdida de peso corporal. El término sobrealimentación se
refiere a un estado crónico en el que la ingesta de alimentos es superior a las
necesidades de energía alimentaria, generando sobrepeso u obesidad.

Carencias, excesos o desequilibrios1


Tras años de hablar de desnutrición oculta, reflexionemos sobre el concepto de
malnutrición. De hecho, es mucho más probable que alguien –intentando una autocrítica
de su ingesta habitual– acepte tener desequilibrios y excesos, y con un poco más de
recelo, admita finalmente que también puede tener carencias. Muchas veces vemos con
preocupación que algunas personas que intentan perder peso excesivo inician
simultáneamente una etapa de más actividad física, acompañada “solamente” de menor
ingesta de energía que antes. Pero es sabido que todo aquél que tenga un modo de vida
sedentario deberá acotar su ingesta de energía a niveles por debajo de poder satisfacer
todos los requerimientos, para no ganar peso.
Volviendo al subtítulo y releyendo la definición de la OMS: el término malnutrición
incluye en su significado tanto a la desnutrición como a la sobrealimentación.
Analicemos los alcances del término con detenimiento en un cuadro sinóptico, a fin de
no pasar por alto, cuando las veamos, las múltiples formas de presentación clínica
posible del estado de malnutrición: la interacción “o” de las palabras carencias, excesos
y desequilibrios, y las interrelaciones “y/o” de las palabras energía, proteínas y otros
nutrientes, demuestran en el cuadro por qué la malnutrición incluye tanto a la
desnutrición como a la sobrealimentación.
Sigamos con lo descripto por la OMS: el estado crónico de sobrealimentación en el
que la ingesta alimentaria supera las necesidades de energía, se considera a menudo que
no afecta por igual a ricos y pobres, pero en realidad, junto a la desnutrición, ambos
están cada vez más asociados a la pobreza. Este hecho se conoce como la doble carga
de la malnutrición.
La transición de la lactancia materna exclusiva a la alimentación complementaria se
realiza típicamente en el período de los 6 a los 18-24 meses, en el cual el niño es
muy vulnerable. En esta etapa muchos niños comienzan a sufrir malnutrición. Por eso
es fundamental que los lactantes reciban alimentos complementarios adecuados,
suficientes e inocuos, para garantizar una transición correcta de la lactancia materna al
consumo pleno de los alimentos. Aquí donde vivimos –y no allá lejos, en el hemisferio
norte– la prevalencia de sobrepeso y obesidad está aumentando especialmente en niños.
Pero la malnutrición puede acompañarse de peso normal y hasta excesivo.

Cabe la reflexión: no limitarse a ver y tratar sólo la sobrealimentación e insistir con


mensajes restrictivos sobre alimentación, que contribuyan a generar más confusión y
trastornos alimentarios. Convendrá poner el énfasis en los alimentos necesarios y
protectores que no pueden faltar en una dieta completa. Es, entonces, una ocasión
histórica para la responsabilidad de los diversos profesionales de la salud: la de detectar
y tratar en estos casos las carencias, excesos o desequilibrios de la malnutrición,
concepto más amplio y abarcativo que el de la desnutrición oculta. De lo contrario el
estado nutricional y la salud en seguirá deteriorándose, mientras aumenta la prevalencia
de sobrepeso y obesidad en todas las edades.
DESNUTRICIÓN
Definición3
Etimológicamente viene del latín Dis, Separación o negación, y Trophis o Thophs,
Nutrición.
Podemos considerar la desnutrición como un balance negativo que presenta como
características la depleción orgánica y cambios en la composición bioquímica del
organismo. Puede expresarse como un conjunto de fenómenos de dilución, hipofusión
y atrofia.
Frecuencia3: Se presenta en todos los individuos de todas las razas y en cualquier parte
del mundo, siendo su mayor incidencia en las edades infantiles.
Etiología y fiosiopatología3:
Los factores cuya etiología tiene valor definitivo en la desnutrición son tres:
1) Factores que determinen la disponibilidad de los elementos.
a) Producción.
b) Transporte.
c) Almacenamiento.
2) Factores que determinen el consumo.
a) Económicos.
b) Culturales.
c) Psicológicos.
3) Factores que determinen el aprovechamiento.
a) Momento fisiológico.
b) Condiciones fisiopatológicas presentes.
c) Estado previo de nutrición.

3
R. Vásquez Z. y F. Rodríguez G.. “Desnutrición”. Revista Honduras Pediátrica
Vol. 3 - No. 2, Año 1967. Disponible en: http://www.bvs.hn/RHP/pdf/1967/pdf/Vol3-
2-1967-7.pdf
La gravedad o grado de desnutrición se determina siguiendo la clasificación dada
por la O.M.S, basada en el grado de pérdida de peso3:
Desnutrición grado I, hay pérdida del 15 al 25% de peso.
Desnutrición grado II, hay pérdida del 25 al 40% de peso.
Desnutrición grado III, hay pérdida de más del 40% de peso.

DESNUTRICIÓN PROTEICOENERGÉTICA 4

Es un estado anormal, inespecífico, sistémico y potencialmente reversible, que se


origina como resultado de la deficiente utilización de los nutrientes esenciales por las
células del organismo; se acompaña de diversas manifestaciones clínicas, de acuerdo
con los factores etiológicos, y presenta distintos grados de intensidad y desarrollo, lo
que confiere el carácter de complejo sindrómico.

En el niño este trastorno afecta no solo el peso corporal, sino también el crecimiento y
el desarrollo.

La desnutrición proteicoenergética (DPE) constituye un importante problema de


salud, no circunscrito a los países en vías de desarrollo, sino también en los sectores
más pobres, explotados y discriminados de los países industrializados.

4
M. Santiago V., A. Gomez V. “Malnutrición y avitaminosis”. TEMAS DE PEDIATRIA. La Habana 2006. Disponible
en: http://gsdl.bvs.sld.cu/cgi-bin/library?e=d-000-00---0pediatra--00-0-0--0prompt-10---4------0-1l--1-es-
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Se establece como consecuencia de un desequilibrio entre los aportes y los
requerimientos de nutrientes y energía, cuando el aporte es inferior a las
necesidades.

La DPE está estrechamente ligada a distintos factores de riesgo, y su alta prevalencia en


una comunidad determinada está muy relacionada al subdesarrollo económico y
tecnológico, a la injusticia social, la incultura y al analfabetismo. Entre los factores de
riesgo nutricional en niños pequeños están los vinculados con el individuo, los padres,
el medio familiar y el medio ambiente en general.

La DPE es, por tanto, el resultado de una privación no solo alimentaria, sino social,
donde interactúan factores psicológicos y sociales que repercuten sobre el crecimiento y
desarrollo normal del individuo, al impedir la plena manifestación de sus
potencialidades genéticas; la cifra de los que sobreviven en estas condiciones es muy
superior a la de aquellos que mueren tempranamente.

Por lo general en los casos de DPE grave hay indicios clínicos y muchas veces
comprobación bioquímica de carencias de micronutrientes, lo que no sorprende si el niño o
el adulto consumen una dieta inadecuada. Tanto en el marasmo nutricional como en el
kwashiorkor (y además en la MPE moderada), los exámenes clínicos o las pruebas
bioquímicas, a menudo registran, por ejemplo, carencia de vitamina A, anemia nutricional
y/o carencia de zinc. Sin embargo, no está comprobado que alguna carencia de
micronutrientes sea la causa principal de la MPE o que por sí misma sea responsable del
edema en el kwashiorkor.

Sin tener en cuenta qué teoría o etiología demuestre ser la correcta, es posible prevenir la
DPE si se mejora la cantidad de alimentos consumidos, si se dan los pasos adecuados para
garantizar que las dietas sean nutricionalmente bien equilibradas y si se controlan las
infecciones.

Etiología4

El síndrome de DPE se origina como consecuencia de un aporte deficiente de energía y


de nutrientes esenciales para la formación, el mantenimiento y la reposición de tejido
en el organismo. Este déficit al nivel hístico puede deberse a dos grandes causas:

1. Causa primaria: Aporte dietético deficiente, muy relacionado con factores


socioculturales, económicos y ecológicos en general. En este caso se dice que la
desnutrición es de causa primaria.

2. Causa secundaria: Existencia de circunstancias que impiden la adecuada


utilización por la célula de estos nutrientes, lo cual puede deberse a:

Absorción defectuosa de nutrientes, presente en la


a) enfermedad celiaca, en afecciones parasitarias intestinales, en
varios síndromes diarreicos crónicos y otros.
Incremento en las necesidades de energía y nutrientes, como
b) ocurre en las enfermedades consuntivas como el SIDA, la
tuberculosis, las enfermedades malignas o el hipertiroidismo.
c) Pérdidas exageradas de nutrientes como sucede en la nefrosis
o las enteropatías exudativas.
Trastornos en la adecuada utilización de los nutrientes al nivel
d) celular, como se ve en las cardiopatías, las neuropatías y la
diabetes mellitus.

En estos casos se dice que la desnutrición es de causa secundaria.

3. Causa mixta: Cuando se mezclan factores primarios y secundarios como se


observa con frecuencia en pacientes de nivel sociocultural bajo que, además,
sufren una enfermedad de base, se dice que la desnutrición es de causa mixta.

Líneas de desarrollo de desnutrición proteicoenergética y manifestaciones


clínicas 4

La DPE como síndrome pluricarencial exhibe distintas manifestaciones clínicas. Sin


embargo, de acuerdo con la magnitud de la deficiencia proteínica y a la mayor o menor
adecuación del aporte energético es posible distinguir dos líneas de desarrollo bien
características:

A. La del Kwashiorkor
B. La del marasmo nutricional.

A. WASHIORKOR5

observa a menudo en niños de uno a tres años de edad, pero puede aparecer a cualquier
edad. Se encuentra en niños que tienen una dieta por lo general baja en energía y
proteína y también en otros nutrientes. A menudo los alimentos suministrados al niño
son principalmente carbohidratos; alimentos de mucho volumen que además no se
suministran frecuentemente.

El kwashiorkor es común que se asocie con enfermedades infecciosas, que, inclusive, lo


pueden precipitar. La diarrea, infecciones respiratorias, sarampión, los ferina, parásitos
intestinales y otras entidades clínicas son causas habituales subyacentes de DPE y
pueden hacer que los niños desarrollen el kwashiorkor o el marasmo nutricional. Estas
infecciones por lo general producen pérdida del apetito, que es una causa importante de
la DPE grave. Las infecciones, especialmente las que se acompañan de fiebre,
ocasionan una mayor pérdida de nitrógeno en el organismo, que sólo se puede
reemplazar con una dieta con proteínas.

Signos clínicos del kwashiorkor

El kwashiorkor es relativamente fácil de diagnosticar teniendo en cuenta la


historia clínica del niño, los síntomas y los signos observados. Las pruebas
de laboratorio no son esenciales pero dan algo de luz. Todos los casos de
5
FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS. “Desórdenes de

malnutrición”. Nutrición Humana en el Mundo en Desarrollo. Disponible en:


http://www.fao.org/docrep/006/w0073s/w0073s0g.htm
kwashiorkor presentan edema hasta cierto grado, fallas en el crecimiento,
disminución de los músculos e infiltración grasa del hígado. Otros signos
incluyen cambios mentales, anormalidades en el cabello, dermatosis típica,
anemia, y diarrea, así como carencias de otros micronutrientes.

Edema. La acumulación de líquido en los tejidos hace que se hinchen; en el


kwashiorkor esta condición se encuentra presente casi siempre hasta cierto
grado. De modo usual empieza con una ligera hinchazón de los pies y no es
raro que se extienda a las piernas. Más adelante, también se hinchan las
manos y la cara. Para diagnosticar la presencia de edema el encargado de la
atención de salud presiona con un dedo o el pulgar sobre el tobillo. Si hay
presencia de edema, la depresión que se forma toma unos segundos para
volver al nivel de la piel.

Crecimiento deficiente. Siempre hay una carencia en el crecimiento. Si se


sabe la edad precisa del niño, se encontrará que es más pequeño de lo normal
y, excepto en casos de edema evidente, tendrá menor peso de lo normal (casi
siempre de 60 a 80 por ciento del estándar o por debajo de 2 DE). Estos
signos se pueden enmascarar por el edema o si se ignora la edad del niño.

Emaciación. La emaciación también es típica, pero puede no descubrirse por


el edema. Los brazos y piernas del niño son delgados debido a la pérdida de
masa muscular.

Infiltración grasa del hígado. Siempre se halla en el examen postmortem de


casos de kwashiorkor. Puede causar agrandamiento palpable del hígado
(hepatomegalia).

Cambios mentales. Los cambios mentales son comunes pero no siempre se


perciben. El niño por lo general es apático con su entorno e irritable cuando
se le mueve o molesta. Prefiere permanecer en una misma posición y casi
siempre está triste y no sonríe. Es raro que tenga apetito.

Cambios en el cabello. El cabello de los niños asiáticos, africanos o


latinoamericanos normales es generalmente de color negro oscuro, de textura
gruesa y con un brillo saludable que refleja la luz. En el kwashiorkor, el
cabello se vuelve más sedoso y delgado. El cabello africano pierde su
consistencia apretada. Al mismo tiempo carece de brillo, es opaco y sin vida
y puede cambiar su color a castaño o castaño rojizo. Algunas veces se
pueden arrancar con facilidad mechones pequeños y casi sin dolor. Al
examen con microscopio, el cabello arrancado exhibe cambios en la raíz y
un diámetro más estrecho que el cabello normal. La resistencia tensil del
cabello también disminuye. En América Latina, se han descrito bandas de
cabello descolorido como signo del kwashiorkor. Estas líneas de cabello
castaño rojizo se han denominado «signo de bandera» o «signa bandera».

Cambios en la piel. La dermatosis aparece en algunos pero no en todos los


casos de kwashiorkor. Tiende a aparecer primero en las áreas de fricción o
de presión, como las ingles, detrás de las rodillas y en el codo. Aparecen
parches pigmentados oscuros, que se pueden pelar o descamar con facilidad.
La semejanza de estos parches con pintura seca, quemada por el sol, ha dado
origen al término «dermatosis de pintura en copos». Por debajo de los copos
de piel hay áreas atróficas no pigmentadas, que pueden parecer la
cicatrización de una quemadura.

Anemia. Casi todos los casos tienen algún grado de anemia debido a la falta
de la proteína que se necesita para producir células sanguíneas. La anemia se
puede complicar por carencia de hierro, malaria, uncinariasis, etc.

Diarrea. Las heces por lo común son sueltas y con partículas de alimentos
no digeridos. Algunas veces tienen olor desagradable o son semilíquidas o
teñidas con sangre.

Cara de luna. Las mejillas pueden parecer hinchadas ya sea con tejido graso
o líquido, y dar la apariencia característica que se conoce como «cara de
luna».

Signos de otras carencias. En el kwashiorkor por lo general se puede palpar


algo de grasa subcutánea y la cantidad ofrece una indicación del grado de
carencia de energía. Los cambios en la boca y los labios, característicos de la
falta de vitamina B son comunes. Se puede observar la xerosis o la
xeroftalmía resultante de la falta de vitamina A. También se pueden
presentar carencias de zinc y de otros micronutrientes.
B. MARASMO NUTRICIONAL6

En la mayoría de los países el marasmo, la otra forma grave de MPE, predomina ahora
mucho más que el kwashiorkor. En el marasmo, la principal carencia es de alimentos en
general, y por lo tanto, también de energía. Puede suceder a cualquier edad, sobre todo
hasta alrededor de tres años y medio, pero en contraste con el kwashiorkor, es más
común durante el primer año de vida. El marasmo nutricional es en realidad una forma
de hambre, y las posibles causas subyacentes son numerosas. Por cualquier razón, el
niño no recibe cantidad suficiente de leche materna o de cualquier alimento alternativo.

Quizás las causas precipitantes más importantes del marasmo son las infecciones y
enfermedades parasitarias de la infancia. Estas incluyen sarampión, los ferina, diarrea,
malaria, y otras debidas a parásitos. Las infecciones crónicas como la tuberculosis
pueden también llevar al marasmo. Otras causas comunes del marasmo son el parto
prematuro, la deficiencia mental y las molestias digestivas, como malabsorción o
vómito. Una causa muy común es también la interrupción temprana de la lactancia.

Características clínicas del marasmo nutricional

Crecimiento deficiente. En todos los casos el niño no crece en forma adecuada.


Si se conoce la edad, el peso será muy bajo según los estándares normales (por
debajo de 60 por ciento o -3 DE del estándar). En los casos graves la pérdida
muscular es obvia: las costillas sobresalen; el estómago, en contraste con el resto
del cuerpo, puede ser protuberante; la cara tiene una característica simiesca
(como un mono); y las extremidades inferiores son muy delgadas. El niño parece
ser sólo piel y huesos. Un caso avanzado de la enfermedad es inconfundible, y
una vez que se ve, jamás se olvida.

Emaciación. Los músculos siempre se encuentran muy disminuidos. Hay poca


grasa subcutánea, si es que queda algo. La piel cuelga en arrugas, sobre todo
alrededor de las nalgas y los muslos. Cuando se toma la piel entre el índice y el
pulgar se nota la ausencia de la capa habitual de tejido adiposo.

Estado de alerta. Los niños con marasmo raramente son desinteresados como
los que sufren kwashiorkor. Los ojos profundamente hundidos les dan una
apariencia bastante despierta. También se puede manifestar en modo menos
infeliz e irritable.

Apetito. El niño por lo general tiene buen apetito. En realidad, como cualquier
individuo hambriento, el niño puede ser voraz. Los niños con marasmo a
menudo se chupan las manos violentamente o la ropa o cualquier otra cosa a su
alcance. Algunas veces emiten sonidos de succión.

Anorexia. Algunos niños son anoréxicos.

6
FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS. “Desórdenes de malnutrición”.
Nutrición Humana en el Mundo en Desarrollo. Disponible en:
http://www.fao.org/docrep/006/w0073s/w0073s0g.htm
Diarrea. La materia fecal puede ser suelta, pero no es una característica
constante de la enfermedad. La diarrea de naturaleza infecciosa, como ya se
mencionó, puede comúnmente haber sido un factor precipitante.

Anemia. Casi siempre se encuentra anemia.

Ulceraciones en la piel. Puede haber úlceras por presión, pero por lo general
están sobre las prominencias óseas, no en áreas de fricción. En contraste con el
kwashiorkor, no existe edema y en el marasmo no hay dermatosis en copos de
pintura.

Cambios del cabello. Puede haber cambios semejantes a los del kwashiorkor. Es
más común un cambio en la textura que en el color.

Deshidratación. Aunque por sí misma no es una característica de la enfermedad,


es común que la deshidratación acompañe al marasmo; como resultado de una
fuerte diarrea (y algunas veces del vómito).

C. KWASHIORKOR MARÁSMICO7

A los niños con características de marasmo nutricional y kwashiorkor se les clasifica


como kwashiorkor marásmico. Según la clasificación de Wellcome (véase más arriba)
se da este diagnóstico a todo niño con malnutrición grave que tiene edema y un peso por
debajo de 60 por ciento de lo esperado para la edad. Los niños con kwashiorkor
marásmico tienen todas las características del marasmo nutricional, incluso emaciación
grave, falta de grasa subcutánea, crecimiento deficiente, y además del edema, que
siempre se encuentra, pueden tener también algunas de las características del
kwashiorkor ya descritas. Asimismo puede ocasionar cambios en la piel, por ejemplo,
dermatosis en copos de pintura; cambios del cabello, cambios mentales y
hepatomegalia. Muchos de estos niños presentan diarrea.

NOTA IMPORTANTE7:

Creer que el kwashiorkor resulta de una carencia de proteína, y que el marasmo


nutricional se debe a falta de energía en los alimentos, es una excesiva
simplificación, porque las causas de ambas entidades son complejas. En efecto,
hay factores tanto endógenos como exógenos que pueden determinar si un niño
desarrolla marasmo nutricional, kwashiorkor o la forma intermedia conocida
como kwashiorkor marásmico. En un niño que consume mucho menos alimento
del necesario para suplir a sus necesidades de energía, ésta se obtiene a partir
de la grasa corporal y del músculo. Aumenta la gluconeogénesis en el hígado y,
hay pérdida de grasa subcutánea y agotamiento muscular. Se ha sugerido que
en estas circunstancias, sobre todo cuando el consumo de proteína es muy bajo
7
FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS. “Desórdenes de malnutrición”.
Nutrición Humana en el Mundo en Desarrollo. Disponible en:
http://www.fao.org/docrep/006/w0073s/w0073s0g.htm
con respecto al consumo de carbohidratos (y si la situación se agrava quizá por
pérdidas de nitrógeno a causa de infecciones), se llevan a cabo diversos
cambios metabólicos que pueden contribuir al desarrollo del edema. Se retienen
más sodio y agua, y gran parte de ésta se acumula fuera del sistema
cardiovascular, en los tejidos, y se produce un edema oculto. El papel
verdadero de la infección no se ha explicado de modo satisfactorio, pero ciertas
infecciones producen mayor aumento del nitrógeno urinario, que viene de los
aminoácidos del tejido muscular.

No hay consenso sobre la causa verdadera del edema que es característico del
kwashiorkor. Casi todos los investigadores están de acuerdo en que la carencia
de potasio y la retención de sodio son importantes en la patogénesis del edema.
Hay pruebas en favor del argumento clásico que la malnutrición edematosa es
un signo de consumo inadecuado de proteína. Por ejemplo, el edema, el hígado
graso y una condición semejante al kwashiorkor se pueden inducir en cerdos y
mandriles con una dieta baja en proteína. La evidencia epidemiológica además
muestra mayores tasas de kwashiorkor en Uganda - donde la dieta básica es el
plátano, que tiene un contenido muy bajo de proteína - con respecto a las áreas
vecinas donde el alimento básico es un cereal.

Dos teorías nuevas para explicar la causa del kwashiorkor7

Recientemente se han propuesto dos teorías nuevas para explicar la causa del
kwashiorkor. La primera afirma que el kwashiorkor se debe a envenenamiento por
aflatoxina. La segunda sostiene que los radicales libres son importantes en la
patogénesis del síndrome, dado que la mayoría de las características clínicas del
kwashiorkor se podrían originar en un exceso de radicales libres. Esta teoría novedosa,
aún por demostrar, también sugiere que el kwashiorkor, aunque producido por radicales
libres, quizá atacaría tan sólo a niños con carencia de consumo de alimentos y que estén
expuestos a infecciones. Por lo tanto, si se comprueba que esta teoría es correcta, apenas
explicaría un mecanismo en la patogénesis del kwashiorkor. No cambia el hecho que si
se mejora la dieta y si se controlan las infecciones se logra una reducción importante del
kwashiorkor y del marasmo nutricional. Ni la teoría de la aflatoxina ni la de los
radicales libres se han demostrado de modo experimental, tampoco hay estudios
adecuados decisivos para sustentar la hipótesis de la falta de adaptación individual como
causa de un MPE grave. Sorprende que ninguna investigación haya podido probar de
modo definitivo ya sea la semejanza o la diferencia en el consumo alimentario de los
niños que desarrollan kwashiorkor con edema y los que muestran signos clínicos de
marasmo nutricional sin edema.

ETAPAS EVOLUTIVAS EN LA DESNUTRICIÓN2

En el proceso de desequilibrio de nutrientes y energía que caracteriza la desnutrición, el


organismo pasa por distintas etapas, cada una con peculiaridades muy definidas. Estas
etapas son:
• Compensación.
• Descompensación.
• Recuperación.
• Homeorresis.

Compensación. Esta etapa comprende todo aquel lapso en que el organismo,


sometido a un balance nutricional negativo, es capaz de mantener la homeostasis
mediante un proceso gradual de adaptación al ingreso insuficiente de nutrientes y
energía que es compensado por la utilización de las reservas hísticas.

A partir de la fase o periodo agudo inicial, de inanición, el proceso evoluciona hasta


llegar a la cronicidad. En el periodo agudo solo se afecta el peso y, en la medida que
pasa a la cronicidad, por la prolongación del estado deficitario, disminuyen la
velocidad de crecimiento y la maduración, de modo que un desnutrido crónico ya
exhibe una notable afectación de la talla y un retraso en la madurez.

Descompensación. El paciente con una desnutrición compensada pasa a la etapa de


descompensación cuando su organismo es incapaz de mantener el equilibrio
homeostático, al no poder compensar el déficit de energía y nutrientes como lo venía
haciendo hasta entonces. Esta situación se presenta con frecuencia de forma brusca,
precipitada por una afección intercurrente que, en general, es de causa infecciosa
(gastroenteritis, otitis media, neumopatía aguda, sarampión, etc.), que incrementa
súbitamente los requerimientos nutricionales, a la vez que limita más los aportes.

Esta etapa se caracteriza por el desequilibrio hidromineral (hiponatremia,


hipopotasemia, hipocalcemia e hipomagnecemia), los trastornos metabólicos
(hipoglicemia, acidosis metabólica y depleción de zinc) y la termorregulación
(hipotermia). La evolución de paciente en esta fase puede ser fatal y causar la muerte
bajo cualquiera de las circunstancias anteriores.

Si se instaura un adecuado tratamiento, puede revertirse la situación y pasar de nuevo


a la etapa de compensación. Un paciente con DPE puede descompensarse a partir de
cualquier momento evolutivo de la etapa de compensación (agudo o inicial,
subagudo o crónico).

Recuperación. Si se corrigen los factores que determinan el desequilibrio nutricional,


el paciente puede pasar de la etapa de compensación a la de recuperación. Esta
última es un paso obligado para la vuelta a un estado de nutrición normal, y será
tanto más duradera cuanto más haya evolucionado el proceso de desnutrición.

La recuperación al estado de nutrición normal solo es íntegra si se parte de una


desnutrición aguda que no haya afectado aún el crecimiento y la madurez. En otro
caso, lo que se ha dejado de ganar es irrecuperable, por lo cual el desnutrido que
retorna a un estado de normalidad nutricional alcanzará, al llegar a la edad adulta,
una talla inferior a la que corresponde su potencial genético y tendrá una limitación
mayor o menor de su capacidad física e intelectual en dependencia del daño
ocasionado.

Homeorresis. Cuando el estado deficitario se prolon-ga de forma indefinida, el


organismo completa su proceso de adaptación y se establece un reajuste metabólico
que se manifiesta en una reducción de las necesidades celulares de nutrientes y
energía. De esta forma el desequilibrio entre las necesidades y el aporte desaparecen,
se equilibran el peso y la talla, se recuperan las reservas y el paciente adopta una
morfología casi armónica. Se llega a un proceso irreversible en el que se evidencia
una disociación entre la edad cronológica y la biológica. El niño en homeorresis
aparenta menor edad, tanto por su peso y talla, como por su composición corporal, su
madurez y su capacidad intelectual.

El término "homeorresis" significa `adopción de un nuevo equilibrio', en


contraposición a homeostasis que es `conservación del equilibrio original'.

DIFERENCIAS PRINCIPALES ENTRE MALNUTRICIÓN Y DESNUTRICIÓN

UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA


FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

MONOGRAFÍA: MALNUTRICIÓN Y DESNUTRICIÓN

CURSO : SEMIOLOGÍA.

CICLO : V CICLO - 2011

DOCENTE : DR. HEYNE ESPINOZA.

ALUMNO : ANCAJIMA MORE EDGAR JOEL.


PIURA, MAYO del 2011

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