A traves del vidrio de la ventana del establo, observaba como caía la
nieve y luego veía con desprecio el pesebre que tenia a sus pies. ¡Paja…. pura paja! decía. ¡Cuando llegara la primavera! Entonces correré por el prado y comeré la fresca hierba.
Y llego el otoño mas, diariamente el criado le ponía dos almohadones sobre
el lomo y le hacía cargar varios cestos de fruta, papas, leña, de manera que el burrito iba y venía todo el día de la bodega a la huerta a la casa.
Entonces el burrito recordó sus días
de invierno, que eran de continuo descanso, y pensó que quizás había hecho mal en quejarse. ¡Oh, cuanto quisiera que llegue el invierno!, empezó a desear. Una noche soñó que reposaba todo el día y comía su sabrosa paja. De repente despertó y se puso a llorar.
Finalmente, llego el invierno y el burrito se sintió el animal más feliz de la
tierra..Ahora si descansaba cuanto quería y, para entretenerse, contemplaba como caía la nieve. Y la paja? La comía con tal deleite que parecía el más exquisito manjar. Y así, pasaban los días y empezó a aburrirse. Iba a decir:¡Cuánto quisiera que llegue la primavera!, pero tomo conciencia se puso a pensar i dijo. “ya entiendo no hay nada tan malo que no tenga algo bueno, ni nada tan bueno que no tenga algo malo”.
Recordó que en la primavera, si bien cargaba la hierba, también comía en el
almuerzo; y en el verano, después de trabajar bajo el ardiente sol, se iba a refrescar al arroyo; y en el otoño, cuando llegaba con las cosas para la casa, los niños lo mimaban jugaban con el .Finalmente, se dio cuenta de que si no había disfrutado lo bueno de esas estaciones, había sido por fijarse solo en lo malo de ellas.