MOVILIZACIÓN – PASACALLE

“CON ESPERANZA Y DIGNIDAD, FUJIMORI NUNCA MÁS”

Declaración Pública

Quienes nos manifestamos hoy día bajo el lema: “Con Esperanza y Dignidad, Fujimori Nunca Más”
lo hacemos comprometidos con los valores supremos de amor y respeto a la vida y a la libertad
plena de todas las personas. La democracia es el régimen político y el sistema social que expresa y
garantiza los valores de una vida digna en justicia en igualdad.

Nos enfrentamos ahora al grave riesgo del ascenso electoral de una fuerza política, cuyo proyecto
representa la amenaza manifiesta de la destrucción de la democracia, sus instituciones y sus valores.
La candidatura de Keiko Fujimori y Fuerza 2011 es el proyecto político de restauración del
fujimorismo.

Esta candidatura se ha declarado heredera de la década autoritaria del gobierno de Alberto Fujimori,
ha reunido a parte importante de sus operadores políticos, silencia la corrupción y destrucción del
estado de derecho, practicados por ese régimen, e impulsa la impunidad al pretender la liberación
del sentenciado ex presidente.

El gobierno de Alberto Fujimori constituyó una dictadura que alcanzó la dimensión más nefasta de
un régimen político de autoritarismo y corrupción. Tenemos vivas en la memoria la perversión y el
avasallamiento de las instituciones democráticas, la sistemática violación de los derechos humanos,
así como la instauración del latrocinio y la corrupción en el ejercicio del poder. También
recordamos el uso premeditado del engaño y el terror, y la manipulación de la inseguridad
ciudadana y de las necesidades de los marginados, como instrumentos de dominación de las
personas.
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Parte importante de los medios de comunicación de masas fueron capturados por la mafia
fujimontesinista, convertidos y articulados en un aparato de producción de mentiras y
amedrentamiento. Recordamos las campañas psicosociales orientadas a formar una opinión pública
enajenada y sometida.

Son emblemáticos los sótanos del Sistema de Inteligencia del Ejército (SIE), donde se torturaba y
desaparecía a las personas, y la sala del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN), donde se compraba
conciencias, malversando los fondos del Estado.

Entre las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, tenemos presente ahora las agresiones
contra la dignidad de las mujeres, en particular las esterilizaciones forzadas, aplicadas a más de
300,000 de ellas, como supuestos métodos de desarrollo y planificación familiar.

Los derechos laborales fundamentales y la dimensión humana del desarrollo fueron atropellados, a
la vez que se instauró una trama de prebendas y privilegios que involucró a empresarios y
tecnócratas cómplices del régimen. Al mismo tiempo, una política de promoción de la inversión
pretendió su eficiencia precarizando el empleo y los salarios. Se ataco con especial énfasis a los
sindicatos, llegando incluso a asesinar a dirigentes gremiales.

Fue la movilización democrática de amplios sectores de la ciudadanía de las diversas regiones del
país la que abrió el paso a la transición democrática, recuperando el estado de derecho y derribando
la dictadura fujimontesinista.

Recordamos la inquebrantable lucha de los familiares de las víctimas reclamando justicia, y de

quienes sufrieron en carne propia la violación de sus derechos; la gesta de los movimientos
estudiantiles de 1997 en adelante, que rompió el miedo con el lema de “somos estudiantes, no
somos terroristas”; la protesta permanente y muchas veces solitaria del movimiento sindical y la
acción de diversos movimientos de la sociedad civil organizada, especialmente las organizaciones
de los derechos humanos, las mujeres y los artistas.

Tenemos presente el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación como un aporte

fundamental a la transición democrática. La CVR demuestra la vigencia de la deuda del proyecto
republicano con quienes han sido históricamente discriminados en razón de su diversidad cultural.
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Propone la refundación del pacto social de la nación peruana. Asumimos aquí su balance y
recomendaciones, cuyo cumplimiento exigimos.

El ascenso y la amenaza del proyecto fujimorista pone en evidencia tareas pendientes, no afrontadas
con suficiente energía por nuestra democracia, particularmente la postergación del ideal de justicia
en el crecimiento económico y una mayor consecuencia en las reformas democráticas de la
institucionalidad del Estado, más atentas a la lucha contra la corrupción y más sensibles a las
demandas populares. La violencia del fujimorismo frente al Informe de la CVR simboliza el
carácter antiético de su proyecto.

El proyecto fujimorista pretende aprovechar nuestra débil institucionalidad democrática, recurriendo

al mismo esquema autoritario de acción política de su pasado gobierno: exacerbando las brechas
sociales y el egoísmo de quienes no quieren prosperar en democracia, volviendo a instrumentalizar
el miedo y a manipular la desmoralización generada por una insuficiente vida democrática e impedir
el ejercicio de la ciudadanía destruyendo el empleo digno.

Ante ello, esta tarde, y en esta avenida, nos ponemos de pie para expresar nuestro compromiso con
la democracia, los derechos humanos y la justicia social. Convocamos al pueblo de nuestra patria a
votar en contra de la candidatura de Keiko Fujimori, que trae en sus entrañas la humillación, el
oprobio y la vergüenza de repetir el sometimiento ante la mentira, la corrupción y la violencia del
abuso del poder.

¡!!Con Esperanza y Dignidad, Fujimori Nunca Más!!!

Lima, 26 de mayo de 2011

Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH),

Coordinadora Nacional de Afectados por la Violencia Política (CONAVIP)
Confederación General de Trabajadores del Peru (CGTP)
Central Única de Trabajadores (CUT)
Movimiento Ciudadano “Para que no se repita”
Colectivos y movimientos de ciudadanos y ciudadanas, estudiantes y trabajadores