Professional Documents
Culture Documents
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
TESIS
i
ii
iii
Agradecimientos:
A mis padres,
Al Conacyt,
en Martínez de la Torre.
iv
ÍNDICE
Introducción. ¿Cuál es la motivación del autor y el contexto de la tesis?..................1
I. Discusión teórica sobre los intermediarios…………………………………………3
Antropología económica formalista y sustantivista…………………………...…4
Cadenas agroindustriales.......................................................................................9
La búsqueda de sentido a partir de los conceptos teóricos……………………..15
Un enfoque flexible de aproximación a la realidad. …………………………...17
Conceptos teóricos sobre los intermediarios…………………………………...19
La perspectiva orientada al actor………………………………………...……..22
Conclusiones………………………………………………………………..…..24
v
V. Estudios de caso sobre intermediarios.
Miguel y su “flota”……………………………………………………………119
José, comprador de la empacadora…………………………………………... 132
VI. Conclusiones………………………………………………………………….146
Índice de tablas.
Índice de figuras.
vi
Figura Título Página
14 Comparación del aporte al valor de la 56
producción total por cada cultivo en el DDR
Martínez de la Torre para el año 2008.
15 Comparación del aporte a la superficie 57
cosechada total por cada cultivo en el DDR
Martínez de la Torre para el año 2008.
16 Foto satelital de la zona donde se ubica la 73
subasta San Manuel.
17 Distribución de los locales, servicios y posibles 76
trayectorias de los productores.
18 Fachada de la subasta San Manuel. 80
19 Un “coyote” camina entre los puntos de compra 84
observando los limones.
20 Punto de compra de una empacadora. 86
21 Reporte de precios y clima para empacadores y 114
productores.
vii
Introducción. ¿Cuál es la motivación del autor y el contexto de la tesis?
El trabajo de campo lo llevé a cabo de junio a septiembre del año 2006. La preparación previa
fue mediante un seminario sobre cadenas agroindustriales, impartido por Humberto González y
Margarita Calleja, en el que también participaban dos estudiantes de economía. El interés surgió
al hablar con un compañero estudiante de sociología que estaba tomando el seminario; al cual
llegué cuando ya tenían algunas sesiones. El compañero que me habló del curso no volvió a
asistir y sólo quedamos tres estudiantes. El ritmo del curso era bueno, teníamos que comentar
cada semana algún artículo sobre antropología económica y cadenas agroindustriales, además de
tesis) nos propuso hacer trabajo de campo mediante una beca Conacyt (Consejo Nacional de
sobre el tema del limón persa. Sólo yo acepté la invitación. Me agradó mucho la idea porque
sentía que un estudiante de sociología debía pasar por esa experiencia, ir lejos de casa y aprender
un poco del oficio. No tenía ideas claras de lo que tenía que hacer ni cómo hacerlo.
Tuve que partir solo a Martínez de la Torre, y por casualidad pude tener el contacto de un
intermediario de cítricos que trabaja en la región, quien al tener amistad y hacer negocios con el
investigación. Al principio no entendía nada de lo que pasaba en la subasta San Manuel (mercado
de compra-venta de limones) y me parecía aburrido, pero conforme fueron pasando los días
entendí un poco de la complejidad del comercio local. Escribí un diario de campo en el que
registré los sucesos día a día y realicé una docena de entrevistas, además registré pequeños clips
de video y fotos con una cámara digital. El protocolo de tesis que había trabajado antes de ir al
campo quedó superado por la realidad. Pensé en integrar el enfoque dramatúrgico de Goffman
1
porque me ayudaba a describir la complejidad del comercio en la subasta San Manuel como una
limones. Este proceso de trabajo tuvo una ventaja, no llegué al campo con ideas preconcebidas
acerca del contexto y los actores. Recabé lo que para mí era una gran cantidad de datos que en
ese momento no sabía utilizar: 60 páginas en el diario de campo, una docena de entrevistas y tres
pequeños estudios de caso. La desventaja fue que no tenía idea de cómo conectar los resultados
empíricos con la teoría, para lo cual tuve que hacer nuevas lecturas, y fue un proceso inverso al
que idealmente se enseña en la universidad. Tenía en mis registros y experiencias una idea de lo
que quería expresar, pero no estaba seguro de cómo escribirlo, no sabía qué dejar fuera.
Empecé con una discusión teórica sobre los intermediarios en la que traté de ser crítico
con los enfoques que se tienen sobre estos actores. Humberto González me recomendó trabajar
en la etnografía como la parte principal del trabajo. ¿Cómo iba a expresar la complejidad de la
subasta de forma escrita? Tenía la sensación de que los textos sociológicos eran muy crípticos y
poco claros. Estaba buscando cierta claridad en la escritura y una forma de presentar el texto de
Quebré el tiempo del diario de campo tratando de describir los tres meses como si
sucedieran en un solo día. No sé hasta qué punto he logrado esa redacción clara que dé cuenta de
una realidad que se escapa. Traté de acercar al lector lo más posible a lo que sucedió en la
subasta durante esos días. Los capítulos 1 y 3 sufrieron pocos cambios a lo largo del proceso de
trabajo de la tesis, lo más difícil fue relacionar el contexto local e internacional con lo descrito en
la etnografía. Al principio el texto completo era bastante caótico, una vez que tomó cierta forma
perdí los archivos de texto y tuve que volverlo a teclear a partir de una copia impresa.
2
I.
Parecen estar presentes en muchos tipos de intercambios entre distintas personas, se les puede
ver esperando a la gente en las filas de las casas de empeño, ofreciendo agilizar trámites
transportistas. En suma, los “coyotes” son intermediarios en las más variadas actividades
económicas y su presencia parece inmanente a donde sea que dirijamos la mirada buscando la
economía, por ejemplo, los trabajos que hemos podido encontrar sobre intermediarios se centran
de actores racionales.
3
Antropología económica formalista y sustantivista.
antropología económica, desde el punto de vista de Orlove (1986) la tendencia del actor racional
puede considerarse una rama de la corriente teórica de los llamados formalistas, quienes
de recursos escasos. Los formalistas tenían sus contra-partes teóricos en los subjetivistas.
Subjetivismo y formalismo fueron términos usados por primera vez por Karl Polanyi para
trataron de analizar a las instituciones que están involucradas en satisfacer las necesidades
antagónicas, pero, en los años setenta del siglo veinte, se inició un intento de reconciliación que
abreva de las diferentes tendencias teóricas. Aun así David Graeber (2001) argumenta que esta
discusión, aún cuando fue relegada y considerada anacrónica, nunca ha sido resulta del todo.
Orlove hace un recuento de las distintas posiciones que tomaron diversas escuelas de
teoría de las decisiones, la cual “examina las distintas maneras en que la sociedad, la cultura y
medio físico influyen en las decisiones que los individuos toman entre las diferentes alternativas
de conducta” (1986, p.86) que se les presentan. La característica principal de este enfoque es que
consideran al individuo y a las decisiones que éste toma como la unidad básica de análisis, en
este sentido fue una actualización de las tesis de los formalistas, pero con elementos más
complejos.
Los llamados culturalistas, por otra parte, tienen influencia de los subjetivistas y de las
ciencias sociales francesas, especialmente Emile Durkheim, Marcel Mauss, Claude Lévi-Strauss
4
y Louis Dumont. Los culturalistas analizan las interrelaciones entre las estructuras económicas y
sociales. Consideran que dentro de una sociedad dada pueden coexistir diferentes sistemas
económicos y sociales. Los culturalistas toman como unidad de estudio a la sociedad, para ellos
la atribución de valor a las mercancías es una cuestión cultural (Orlove, 1986). Hasta aquí la
a partir de esa suposición hacen generalizaciones sobre cualquier tipo de sociedad. En ese
sentido, la perspectiva formalista “tiene una visión de la sociedad como una colección de
inconscientes entre medios alternativos y fines alternativos”1 (1982, p.207). Dentro de esta
perspectiva la falla que Prattis (1982) encuentra es que los formalistas pretendían generalizar la
maximización como un fenómeno universal, sin decir nada acerca de lo que las personas quieren
económica tenía una función dentro de la teoría social: “proveer descripciones etnográficas de
los diferentes sistemas de valores y culturas, para que el analista pudiera aislar las alternativas
(Prattis, 1982, p.207). Siguiendo la lógica de Prattis, bajo la perspectiva formalista, el hombre es
un ser racional que “actúa para obtener las cosas que valora a través del uso racional de reglas y
recursos de su ambiente cultural y físico” (1982, p. 208). La idea principal es que todos los seres
humanos realizan cálculos racionales. Graeber (2001) afirma que este tipo de “economicismo”
viene de una idea: la conducta humana está regulada por una cierta noción del “deseo”, la cual
está basada a su vez en cierta noción del “placer”. Es decir que las personas constantemente
tratan de obtener cosas o experimentar situaciones que les gratifican de alguna manera.
1
Todos los textos no disponibles en español son traducción propia.
5
A este enfoque Karl Polanyi, (Prattis, 1982) antepuso lo que llamó sustantivismo,
afirma que la perspectiva formalista no es aplicable para economías que no son de mercado, y
individual de su ámbito burgués para diseminarlo por el mundo” (Prattis, 1982, p.209). La
económicas y no económicas, de manera que el examinar cuál es el lugar que ocupa la economía
(Graeber, 2001) hay procesos mediante los cuales una sociedad se provee a sí misma de comida,
cobijo, y otros bienes materiales, estos procesos no pueden separarse de las otras esferas de la
sociedad ya sean políticas, religiosas o de cualquier tipo. Sin embargo al parecer los
que decir acerca de la motivación de los actores, y en eso se acercaban a los formalistas
(Graeber, 2001).
su hipótesis fundamental: “la escasez de medios para satisfacer fines de diferente importancia es
casi una condición universal” (1982, p.212), para Prattis la palabra “casi” presupone que la
economía y el principio de escasez no son isomórficos. Esto es lo que lo lleva a concluir que la
economía formalista no puede dar cuenta de la naturaleza humana, debido a que no tiene validez
para describir tanto sistemas de mercado, como sistemas campesinos. Según Prattis los
6
formalistas asumen lo siguiente:
nada significativo para tener una explicación de la motivación de los actores. Esto
implica que no hay consideración alguna por el contexto y la historia en que esas
setenta del siglo veinte. Para Graeber (2001), una vez que se consideró agotado el debate
“código oculto”, el “sistema simbólico” que conecta las cosas. El gran problema para el
estructuralismo, fue el moverse de los esquemas fijos, casi graníticos, a la acción social y
considera el callejón sin salida al que llegó la teoría de ese tiempo. Hay teorías que parten
Graeber (2001) es que las teorías que sucedieron al agotamiento del debate
7
abismo entre las dos posiciones.
Es de utilidad para este trabajo de investigación, la afirmación que hace Prattis, desde la
comercio, para analizar el proceso de cómo se toman decisiones. Además requiere situar a los
actores en términos del acceso y control que tienen sobre los recursos: ya sean bienes, servicios,
información u otras personas. Se toma en cuenta que una acción ocurre a partir de dónde el actor
esté situado y se deben analizar las motivaciones (de las cuales ni formalistas ni subjetivistas
decían mucho de acuerdo a Graeber), la experiencia, los medios disponibles, mediante los cuales
racionalidad de los actores opera. En que las decisiones estratégicas son adaptadas a ese medio
en el que se desenvuelven. Hay que marcar una diferencia clara entre las redes de relaciones que
Los microsistemas sociales analizados por Goffman son unidades que se forman y se diluyen
rápidamente, y en cuyo interior los actores luchan y cooperan para definir el sentido de la
realidad del microsistema, pero al mismo tiempo son unidades ligadas a otras estructuras
8
(Wolf, 1982, p.39)
encuentran infinidad de actores que median y “conectan” a los que buscan concretar un
intercambio económico o transacción, para tal caso se considera que una actuación es la
“actividad de un individuo que tiene lugar durante un periodo señalado por su presencia continua
ante un conjunto particular de observadores y posee cierta influencia sobre ellos” (Goffman,
1997, p.27). En este trabajo se plantea que el rol del intermediario o “coyote” puede ser asumido
por infinidad de actores que participan en una cadena agroindustrial. Un papel es una “pauta de
acción preestablecida que se desarrolla durante una actuación y que puede ser presentada o
como: “la promulgación de los derechos y los deberes atribuidos a un estatus dado, podemos
decir que un rol social implicará uno o más papeles y que cada uno puede ser representado por el
Cadenas agroindustriales.
Se tiene un método para analizar las interacciones en los encuentros que tienen por motivo el
intercambio comercial, pero estas situaciones que los actores van estructurando se dan en un
contexto, Wolf (1989). Hay una historia local y la coyuntura de un sistema de abastecimiento de
alimentos creado en los países más industrializados, lo cual es un factor sumamente importante
para entender cuál es la función de los intermediarios. La homogeneidad requerida por los
supermercados en todo el mundo, pero especialmente en los países más industrializados, implica
9
Para Immanuel Wallerstein y Terence Hopkins (1994) una cadena implica una red de
unidas de producción reciben inputs y dan outputs, ésta transformación permite situar a una
mercancía en una cadena específica o en múltiples cadenas. Para Wallerstein y Hopkins (1994) el
ubicar las relaciones de las cadenas de mercancías permite monitorear las divisiones del trabajo y
el sistema-mundo.
la Cadena Global de Mercancías (CGM) y cuyo exponente principal es Gary Gereffi. La CGM es
una herramienta conceptual que se utiliza para analizar el flujo de una mercancía desde la
producción hasta el consumo. De acuerdo a Gereffi la CGM puede contribuir a los estudios en
aporte del enfoque de las CGM es que permite ligar lo “micro” que él relaciona a cuestiones de
organización en lo local y nacional; y a lo “macro” que en su perspectiva tiene que ver con los
Las CGM buscan el análisis de la competencia entre diversos esfuerzos de producción, pero
esto no quiere decir que se enfoquen solamente en lo puramente económico. Gereffi dice que
mediante el enfoque de la GCC, se puede explorar cómo los diversos actores que participan en
las cadenas, usan la etnicidad y la identidad como recursos sociales muy importantes para ser
10
Gary Gereffi y Frederick Mayer definen a la gobernanza como el proceso de regulación ejercido
tienen una tendencia a estar dirigidas por la producción (Gereffi, 2004) menciona en este caso a
las compañías transnacionales de automóviles, donde las barreras de entrada son a gran escala, es
decir se necesita una mayor inversión para entrar al negocio, además se caracterizan por el uso
grandes empresas con marcas reconocidas. En éstas las barreras de entrada son bajas (la
inversión no es tan grande como la que se tiene que hacer para entrar al negocio de los
automóviles), y los agentes clave son los que controlan el diseño y el marketing. Un ejemplo es
la producción de zapatos donde los distribuidores controlan a los productores, por medio del
acceso que tienen al mercado minorista donde se hace la venta (Gereffi et al, 1994).
Gereffi y Mayer (2004) argumentan que hoy en día estamos ante una crisis de
mercado garantice la estabilidad, económica y social. Falta, según esta visión, que los efectos
indeseables de las transacciones de mercado sean compensados. Gereffi y Mayer (2004) definen
a esto como un déficit de gobernanza de gran magnitud el cual puede generar movilizaciones
sociales de actores que demandan mayor control sobre los efectos indeseables del mercado.
Gereffi y Mayer (2004) consideran que estamos ante la invención de nuevos mecanismos de
gobernanza, los cuales se pueden percibir en el intento, por parte de la sociedad civil y algunos
gobiernos, de que los tratados de libre comercio incluyan el respeto al medio ambiente o que las
11
empresas sean socialmente responsables. Según Gereffi y Mayer (2004) estos procesos generan
(2004) consideran que “fuerzas sociales” en los países más industrializados impulsaron como
trabajo y protección del medio ambiente. Otro aspecto que Gereffi y Mayer (2004) hacen notar
es que surge lo que ellos llaman la “gobernanza privada”, es decir instituciones privadas que
estándares de trabajo.
Gereffi y Mayer (2004) argumentan que las compañías tienden a proteger su reputación ante
los consumidores y en parte por esto surgen estos procesos de certificación. Sin embargo, al
parecer sólo las grandes compañías que están a la vista de todos, tienen presión para no violar los
códigos de conducta que establecen las certificaciones. Según Gereffi y Mayer (2004) hay una
cantidad de compañías que están sujetas a estas presiones de gobernanza. Unas son poco visibles
a la opinión pública y otras son parte del outsourcing, (estrategia comercial en que las compañías
grandes y de gran nombre delegan su producción a otras que no respetan las garantías de los
Gereffi y Mayer (2004) consideran que los países en desarrollo han fortalecido a las
instituciones que facilitan el accionar del libre mercado, pero no poseen instituciones que puedan
12
compensar y regular los efectos nocivos que se tienen como resultado del comercio internacional
sin restricciones. El déficit de gobernanza puede hacerse más agudo conforme se profundice el
proceso de globalización en el que estamos inmersos. Ante esto, Gereffi y Mayer (2004)
consideran importante el surgimiento de una sociedad civil global que pueda presionar a las
Un aspecto importante del concepto de GGM es que toma en cuenta que las cadenas están
compuestas por una red formada por contratistas, subcontratistas y agentes clave donde se
considera crucial el análisis del poder en la forma de conducta estratégica. Hay estrategias y
tácticas usadas por los actores que participan en un intercambio económico. Describir y analizar
éstas es uno de nuestros objetivos, esto es importante dentro de la tradición francesa del estudio
de las cadenas de mercancías, que usa el concepto de filière, la traducción literaria significa
“cadena”.
el estudio de sistemas de producción locales. Fue hasta después de los años ochenta cuando se
empezó a utilizar en el estudio del comercio internacional, siendo una tradición de estudios
(Raikes, Friis Jensen, y Ponte, 2000). Estas investigaciones han sido usadas para justificar las
(Haugen, 2003) dentro de la tradición antropología, que se enfoca al análisis del poder dentro de
los mercados, y que hacen uso de la teoría de las convenciones, la cual presupone que para el
funcionamiento de los mercados debe existir un lenguaje común entre los participantes y que
13
diferentes mercados tienen diferentes criterios según los cuales las mercancías se consideran
sociológica con la CGM y la filière. Desde el advenimiento de internet emerge una manera más
dramática a la globalización, donde se habla de espacios, tiempos y culturas distintas unidas por
en tiempo real conforman cadenas de mercancías y complejas divisiones del trabajo. En este
relaciones sociales de producción a nivel regional (Haugen, 2003). No es extraño entonces que la
corriente de pensamiento de la filière (Raikes, Friis Jensen, y Ponte, 2000) se conecte con los
culturalistas que han sido influenciados por el pensamiento francés. En una investigación de
corte culturalista Orlove analiza el valor que la caña de azúcar y el arroz tienen para los
agricultores. Su análisis le permite ver cómo estos cultivos se posicionan en diferentes sistemas
económicos, con diferentes tipos de relaciones sociales (1986). En el análisis de una cadena
agroindustrial se puede observar que mercancías como los limones y naranjas, a pesar de ser
producidas por una misma persona, implican diferentes relaciones sociales para llegar a las
mercado interno.
una manera determinista, donde las grandes estructuras condicionan de una manera absoluta la
manera en que los mercados locales se conforman y funcionan. Hay una complejidad que las
diferentes teorías abordan a veces solamente con palabras distintas, por ejemplo, los neo-
marxistas explican que los diferentes niveles que conforman la sociedad: la base (originalmente
14
Marx se refería a la familia), el modo de producción y la superestructura están interrelacionados
de manera dinámica y se moldean unos a otros, en el caso concreto de esta investigación se trata
de mostrar como la suma de interacciones a través del tiempo moldean los elementos dados por
imponen.
Ya sea analizando cómo los actores toman decisiones de manera racional y qué es lo que motiva
esas decisiones o cómo se relaciona la economía con la sociedad y la cultura para determinar el
valor de las mercancías; la meta primordial de este trabajo es poder conectar el conocimiento
empírico, con las distintas tendencias teóricas. Encontrar los puntos en común y las
articulaciones entre éstas en lugar de considerarlas totalmente antagónicas, de esta manera sew
En esta investigación, lo que buscamos es dejar de lado las camisas de fuerza de la teoría
los primeros trabajos de Goffman. Hay muchas similitudes, Goffman puede considerarse un
sociedad anglosajona) como si le fuera ajeno. Esto con muy buenos resultados; no es extraño que
hoy la antropología haya cerrado la brecha que la separa con distintos campos de la sociología, y
Hemos mencionado que el aporte de las CGM a este andamiaje teórico que se pretende
utilizar es el análisis del poder en forma de conducta estratégica. Ahora analizaremos los puntos
15
de unión entre la sociología y la antropología para afinar nuestro método de acercamiento a la
realidad. Para Prattis (1982) la dicotomía micro y macro es falsa ya que esta se circunscribe a
una serie de supuestos hechos para y por una teoría, el simple hecho de investigar un campo del
conocimiento supone dos niveles de abstracción: uno fenomenológico, al elegir el estudio que se
hará, y otro que trata de ordenar lo que se ha visto o experimentado en patrones y regularidades.
Prattis plantea que es muy difícil que el acercamiento fenomenológico y las regularidades que se
buscan en la realidad sean isomórficas, es decir que concuerden perfectamente (p.206). En este
caso el acercamiento a la investigación se dio por un interés en los problemas prácticos que la
sociología puede abordar. Una vez en el campo, las lecturas sobre teoría social y económica no
parecían servir de mucho para esa búsqueda de regularidades y patrones, el investigador como
observador no podía captar las sutilezas del comercio y las actividades económicas para
Se considera que los actores estructuran las relaciones sociales en los mercados locales
por medio de la interacción y ésta puede “ser definida en términos generales, como la influencia
recíproca de un individuo sobre las acciones del otro cuando se encuentran ambos en presencia
física inmediata” (Goffman, 1997, p.27). Una vez establecidas las herramientas que utilizaremos
para llevar a cabo la investigación se puede discutir qué es lo que significa ser intermediario.
En el campo ese encuentran una infinidad de actores que buscan concretar una
transacción. Se plantea una hipótesis: el rol de intermediario o “coyote” puede ser asumido por
infinidad de actores que participan en una cadena agroindustrial (una CGM en donde el producto
final es un fruto, en este caso el limón persa) y no un producto manufacturado. En los primeros
eslabones de la cadena está la subasta San Manuel (Martínez de la Torre, Veracruz) el lugar
donde los “coyotes” hacen uso del conocimiento del medio y las relaciones sociales para manejar
16
la especulación y aprovechan su posición para llevar a cabo un estudio constante de la actividad
económica. Actividad que otros actores, en concreto los productores, no pueden llevar a cabo de
forma eficiente simplemente porque deben dedicar mucho tiempo a sus parcelas. Aún admitiendo
que los pequeños productores son los más desfavorecidos en cuanto a cuotas de poder se
pretende mostrar que los campesinos en un momento dado, bajo ciertas circunstancias pueden ser
intermediarios.
Asumimos entonces que hay diversos tipos de actores que pueden llegar a tener un rol de
intermediación. Desde este punto de vista los agricultores pueden, de la manera típica en que lo
situación particular (en este caso la compra-venta de limones) de la manera que juzguen
conveniente. Las habilidades más básicas del intermediario no son características de un tipo
particular de actor, ya que son utilizadas por todos nosotros en la vida diaria en diversas facetas
de nuestras interacciones con los demás. A partir de estos supuestos cualquier actor involucrado
en una cadena agroindustrial, con disposición a ello y el desarrollo de ciertas habilidades, puede
asumir en algún momento el rol de intermediario. La cadena agroindustrial del limón persa se ha
hecho más compleja a lo largo del tiempo, y ha diversificado las actividades que los productores
Los productores tienen, por necesidad, que adaptarse a sus circunstancias. Prattis
considera que la familia y las relaciones económicas fuera del modo de producción capitalista
son parte de una estrategia de sobrevivencia de los productores que les permiten mantener y
reproducir su forma de vida. Aun así están sometidos a una presión muy fuerte para cambiar
17
responden a los intereses del mercado permiten a un agricultor seguir con su actividad (1982
p.224).
historia de una zona en Veracruz: Martínez de la Torre y municipios aledaños. En esta región la
cadena agroindustrial es muy importante; incluso fundamental para la economía local. Esto hace
totalmente diferente la trayectoria que sigue una fruta como el limón persa para llegar al
consumidor final. Por ejemplo, los consumidores no parecen tener la mínima preocupación
acerca de la manera en que las frutas llegan al supermercado, puede que lo que les interese es
que tengan buen sabor o buen aspecto, quizás, más que nada un precio que consideren razonable.
aguacates o tomates se vuelven evidentes para quien está en el negocio de producir, vender o
distribuir mercancías perecederas. Aún algo tan simple llevar un limón a la mesa de un comensal
se complica: ¿de qué manera ha llegado hasta ahí? ¿Por cuantas manos ha pasado? ¿Se paga el
precio justo por un limón? El asunto puede volverse más espinoso si se cuestiona la organización
misma del sistema económico que permite que ese limón llegue a la cocina de un consumidor,
del clima, la geografía, la cultura, el mercado, las transnacionales y todo lo que conlleva el
camino de una simple fruta para ser comercializada en cualquier parte del mundo.
El factor que está en los eslabones de la mayoría de estas cadenas es el del intermediario.
precisamente cuando cambian de dueño (Echánobe, 2002). Con base en el trabajo de campo se
pueden enlistar distintas concepciones que los productores, empacadores e intermediarios tienen
sobre el tema:
18
Algunos productores y empacadores afirman que los intermediarios son un mal necesario
puesto que las empacadoras no pueden atender a una gran cantidad de productores al
mismo tiempo.
Los “coyotes” son los únicos que consideran que defienden el precio de la fruta del
Los productores organizados en la única cooperativa, en la voz del jefe del periodo de la
Para analizar estas opiniones, expresadas por la gente que participa en la comercialización
del limón persa y que fueron recabadas en diferentes situaciones, durante el trabajo de campo, se
Repasemos ahora los conceptos teóricos sobre la intermediación. Se tienen intermediarios macro
en las compañías transnacionales, son quienes “conectan” a los productores que buscan producir
para mercados de los cuales tienen muy poco conocimiento y comercializadores que han
aprendido muy bien las especificidades de su mercado, pero quienes saben poco o nada sobre el
transporte y conservación de bienes perecederos (Friedland, 1994). Esto coincide con Erick Wolf
quien propone la categoría de bróker para calificar a los mediadores que ponen en contacto a
personas o instituciones que se encuentran en distintos niveles. Estos brokers pueden ser
individuos, grupos o instituciones (De La Peña, 1988). El término bróker se utilizará para
referirse a los intermediarios extranjeros que trabajan desde sus países, especialmente Estados
Unidos de América (EUA) y quienes generalmente no tienen contacto directo con los productos
19
(González y Calleja, 1999).
Lommnitz(1994) considera que todos estos intermediarios desarrollan sus habilidades en redes
de intercambio recíproco. Además muestra en sus estudios cómo los intermediarios (al tener una
habilidad o relación especial con un patrón) pueden usar redes de ayuda mutua para obtener
ganancias económicas (Adler Lomnitz, 1994). Este trabajo se enfoca a los intermediarios
presentes en la comercialización.
Desde la economía Daniel Spulber considera que los intermediarios deben competir con
Spulber afirma que estas dos formas de negociación coexisten y se pregunta cuáles son las
ventajas de llevar a cabo transacciones con un intermediario. Para Spulber cuando los
fracasar aumenta. Spulber dice que un intermediario puede disminuir el riesgo en una compra-
venta regateando y obteniendo información sobre los precios, lo cual ofrece una ventaja (para los
tendría que incurrir en costos para viajar y obtener información. Cuando los proveedores buscan
a un comprador, tienen que invertir en gastos para llevar su producto y comunicar la información
20
acerca del producto, desde esta visión los intermediarios reducen los costos del intercambio
pueden encontrar donde una mercancía cambia de manos, pero quién es el intermediario, qué
habilidades posee y cuántos tipos de intermediarios hay. Las características generales que se
Se encuentra presente en la mayoría de los casos donde una mercancía pasa de una mano
a otra.
tienen una posición distinta en la cadena agroindustrial y por la estructura de la misma les
es difícil relacionarse para llevar a cabo transacciones de manera efectiva (Woolf, 1979).
Los intermediarios toman diferentes posiciones en la cadena dependiendo del acceso que
intermediarios y cada uno tiene una función específica dentro de los niveles que une o los
ámbitos que maneja. En el trabajo de Humberto González se pueden observar tres tipos de
intermediarios: los que gestionan la relación con las transnacionales, los que gestionan la
relación con los ejidatarios y por último los que administran las relaciones con el estado
(González Chávez, 1997). Los intermediarios han sido considerados como personas que pueden
21
identificarse fácilmente, pero en la realidad pueden tratarse de una multiplicidad de actores,
quienes no necesariamente tienen que dedicarse de tiempo completo a esta actividad. El punto es
que la intermediación puede ser vista de una manera más clara cuando se le enfoca como un
proceso dentro de un sistema de comercialización, antes que una acción aislada. Si solamente
satanizando su actividad, dejamos de ver cómo los productores en algún momento dado realizan
esta labor o hacen uso de las habilidades y recursos que se consideran típicas del intermediario. A
partir de ésta idea se puede definir a un proceso de intermediación como un conjunto de fases
sucesivas de una acción, en una situación específica, cuyo propósito es el intercambio de un bien
entre personas de distintos ámbitos. Estas fases son llevadas a cabo por uno o varios actores que
toman el rol de negociante en un momento dado. Este rol probablemente no defina toda la
reuniendo la cosecha de otros campesinos y llevándola al mercado y no por eso deja de ser
Regresemos ahora a lo que Graeber (2001) considera como una cuestión nunca resuelta en la
antropología económica. Tenemos por un lado las perspectivas teóricas que hablan de procesos
de largo alcance y centrados en el mercado, en contraposición están las corrientes dentro de las
ciencias sociales y la antropología, que se centran en las interacciones entre actores y los estudios
de caso. Norman Long (2007), al igual que Graeber (2001) con la antropología económica,
determinista, que privilegiaban las grandes estructuras como condicionantes que constriñen de
manera casi unívoca a los actores. La hegemonía de esta perspectiva, principalmente en los años
22
setenta del siglo veinte, es considerada por Long (2007) como una limitante para entender la
realidad:
Una manera se salir de este callejón […] era adoptar una perspectiva orientada al actor
que explorara cómo los actores sociales („locales‟ y „externos‟ en arenas particulares) se
enfrentaban en una serie de batallas entrelazadas, por los recursos, significados, y el
control y legitimidad institucional.” (Long, 2007, p.21)
Long (2007) argumenta que el germen de lo que él llama la perspectiva orientada al actor
se dio en los años sesenta del siglo veinte con el auge de los estudios de caso etnográficos, el
construccionista que “está interesado en […] entender los procesos por los cuales los actores
específicos y las redes de actores se comprometen con y coproducen así sus mundos sociales
(inter) personales y colectivos” (p.22). Long trata de conciliar los enfoques que se centran en la
vida cotidiana de los actores, con los análisis que toman en cuenta a las instituciones, los
recursos, las cosmovisiones, el contexto y la historia. Long (2007) parte del supuesto de que las
que dificultan conciliar las perspectivas estructurales con las corrientes de pensamiento que
toman en cuenta a los actores. En todo caso, lo que es importante para este trabajo, Long (2007)
afirma que estas dos tendencias en las ciencias sociales pueden ser combinadas.
“deterministas, lineales y externalistas del cambio social” (p.38). Long (2007), al igual que
Graeber (2001), crítica también a los enfoques postmodernistas, ya que considera que estos no
toman en cuenta hasta qué punto los actores se pueden enfrentar a esas fuerzas que los
determinan. Dentro de la perspectiva orientada al actor no se niega que hay elementos exteriores
que determinan a las personas en su vida diaria, pero no se considera útil centrarse solamente en
23
lo externo para dar cuenta de cómo se da el cambio social:
actores presentes y no presentes, pero también hace hincapié en considerar que “las opciones
individuales están influidas por marcos más amplios de significado y acción” (p.44). Esto lleva a
considerar en los análisis de la interacción a la cultura y los contextos específicos en que los
desarrollo cómo los actores reaccionan hacia ciertos cambios estructurales y políticas públicas, y
además cómo llevan a cabo y conciben sus propios planes de desarrollo. Dentro del enfoque de
Conclusiones.
Se han revisado los diferentes planteamientos teóricos sobre los actores económicos, para Karl
Popper (2000) los formalistas no cumplirían en sus tesis fundamentales con el requisito de
considerar la falibilidad de su teoría. Mientras que Prattis deja muy claro que no se deberían
hacer suposiciones sobre la racionalidad de los actores sin antes hacer un análisis de las
condiciones en que se encuentran, su contexto y cuáles son los factores que influyen en las
mediante los cuales alcanzan los fines buscados. Esto implica explorar la lógica situacional de
los actores. Estas decisiones se van tomando a partir de una red de relaciones tanto económicas
24
como de amistad e información. Los actores a los que dedicamos este análisis primordialmente
son intermediarios, ya sea que tienen el rol bien definido de intermediarios como actores o en el
económica del comercio de frutas, se lleva a cabo en un marco estructural que es directamente
regulado por la USDA (United States Drug Administration) de los Estados Unidos. Graeber
(2001) hace ver que la discusión entre formalistas/sustantivistas no ha sido agotada del todo y
Long (2007) propone una perspectiva del actor que busca la reconciliación entre el estudio de la
totalidad y las estructuras, con la acción social y el cambio. El uso del concepto de cadenas
agroindustriales permite analizar el flujo de mercancías que se lleva a cabo bajo éstas
restricciones comerciales y candados impuestos, en este caso, por los Estados Unidos. Bajo esta
perspectiva dos tipos de fruta cosechadas por un mismo productor, incluso dos tipos diferentes de
calidad de una misma fruta, pueden estar fluyendo en cadenas distintas de comercialización; ya
sea en el mercado interno, los Estados Unidos, Europa, Japón, cada una de las opciones implica
diferentes fuerzas que están en tensión por la búsqueda de regular los procesos económicos.
Se tiene como base a la CGM para analizar a los intermediarios del comercio de frutas,
económica y la economía. El objetivo es estudiar cómo se han ido estructurando las relaciones
sociales por medio de la interacción cara a cara. La investigación está enfocada a los actores que
tienen el rol de intermediarios y a quienes pueden asumir este rol de manera temporal, es decir
principales de este tipo de actores es disminuir el costo de las frutas para los compradores.
25
Figura 1. Localización geográfica del área de estudio.
Figura 1. Se puede ver el distrito de desarrollo rural (DDR) de Martínez de la Torre, con el
26
II
En México se conoce como limones a lo que en los países anglosajones se le llama limas
(limes); lo que en los países del norte reconocen como limón (lemon) son las variedades Citrus
Limonium, Citrus Risso y el Citrus Osbeck, estos últimos son frutos amarillos, mucho menos
ácidos en comparación a las variedades verdes que se consumen en México (Morton, 1987). En
México cultivamos, y reconocemos como tal, principalmente a dos tipos de limones: el limón
mexicano (Citrus aurantofolia) y el limón persa (Citrus latifolia Tanaka) limón más grande sin
Para no confundir al lector, a partir de este punto, cuando haya alguna referencia a los “limones” se
describirá a los limones persa (Citrus latifolia Tanaka). En dado caso se especificará si hay alguna
mención de los limones mexicanos (Citrus aurantifolia) o limones “amarillos” (Citrus Limonium,
Los limones deben separarse en tipos de calidades bien definidas, tal como lo sugiere el
Alimentación):
27
Las características de la planta permiten que sea explotada todo el año, puesto que da flores los
12 meses del año. Acorde al manual de SAGARPA el periodo de más alta producción se da de
abril se da el periodo de escasez cuando la planta produce el 30% de las frutas que se cosechan
en un año. Los investigadores de SAGARPA consideran que la frutas están listas para ser
comercializadas de diez a cien días después de la floración, el diámetro mínimo que se considera
deben tener los limones es de 4.5 centímetros con una coloración verde brillante (Díaz et al.,
2000). Otras de las características técnicas de la planta, que puede explicar el boom de la
producción del limón persa, es que el árbol llega a su pico de producción después de siete años
de ser plantado; esta productividad se mantiene por cerca de siete años más. Otros factores muy
importantes que condicionan la productividad de una huerta, aparte de la edad de los árboles son:
el clima, el estado de los suelos y el grado de tecnificación con que trabajen los agricultores
Durante el proceso de corte de la fruta es crucial que no haya rocío acumulado en los
limones, para verificar esto se zarandea el árbol desde el tronco, si esté chorrea gotas de agua los
productores no deben pizcar la fruta (Díaz et al., 2000); esto es la causa de que la actividad en la
subasta San Manuel comience después de las 12:00 pm del día. Los productores inician su
jornada en la subasta entre las seis o siete de la mañana para contratar cortadores para sus
huertas. El corte se lleva a cabo generalmente entre nueve y once de la mañana, dependiendo del
clima, considerando el trayecto de las huertas a la subasta, lo más temprano que un productor
podría llegar a la subasta es las 12:30 pm. “El corte de la fruta se hace cada 15 a 20 días o hasta
mercado” (Díaz et al., 2000, p.124). La fruta se cosecha con las manos, la poda constante de los
28
árboles permite mantenerlos a una altura no mayor de tres metros. Cuando son muy altos se
regularmente son vaciados en ayates (recipientes hechos de fibra vegetal) y luego depositados en
rejas de plástico, para después ser clasificados. El uso de ayates puede causar oleocelosis en los
limones, lo cual consiste en que se dañan las celdas de la cascara de la fruta, dejando salir el
aceite que contienen, esto provoca una especie de necrosis, que se manifiesta como una mancha
negra en el limón. Las rejas donde se transportan los limones a las empacadoras generalmente
tienen una capacidad para 18 kilogramos. Esto muestra el extremo cuidado que deben tener lo
productores y “coyotes” con las frutas, sobre todo deben evitar golpearlas y dejarlas expuestas al
sol, según SAGARPA hasta 10% del volumen de una cosecha puede perderse por daños
ocasionados por oleocelosis y coleados, es decir manchas por golpes. Todos los cuidados que se
tienen con los frutos para exportación no tienen lugar si la cosecha se destina al mercado
nacional, en cuyo caso sólo se toma en cuenta que los limones estén suficientemente maduros
Otra de las razones por la que el cultivo de limones persas ha crecido de forma
29
Figura 2. Limones con manchas amarillas.
Figura 2. Se observan las imperfecciones de los limones, manchas amarillas causadas por la
poca exposición de esa parte de la cáscara al sol, debido a una hoja; asimismo, en el limón de la
derecha, se aprecia una “cicatriz” causada por una rasgadura, imperfección que suele presentarse
al momento de pizcarlo.
30
Figura 3. Limón “verde” en contraste con limones que tienen manchas amarillas.
Figura 3. En la imagen 5 se puede ver un limón “verde”, es decir de calidad de exportación para
Japón y Europa. Sus características son la uniformidad en el color y una cáscara gruesa, además
de un tamaño regular que generalmente llena la palma de la mano. El propósito de esta imagen es
observar el contraste del limón verde con el contenido de las rejas al fondo, donde se observa que
hay limones que no son uniformes en el color y que por ese motivo no cumplen con la calidad
para Japón. El comprador de la empacadora y los “coyotes” (a los que se describirá en el capítulo
método es bastante falible y requiere de mucha experiencia para llevarse a cabo con eficacia.
31
Breve recuento de la historia económica de la región.
capital del estado de Veracruz, fue fundado en 1882 y es hasta 1952 cuando oficialmente se
convierte en ciudad. Está localizado al norte del estado y limita al Oeste con Papantla y Puebla,
al Norte con Tecolutla, al Este con Nautla y Misantla, y al Sur con Atzalán. El aspecto
circunstancias ha aumentado el poder que, aunque de manera restringida, pueden ejercer los
productores frente a los demás actores. Los factores son los siguientes:
1949 un nicho en el mercado (Morton, 1987). Para 1954 ya había 40 hectáreas sembradas con
limón persa en Florida; la producción, según Morton (1987), se incrementó en un 60 por ciento
de 1970 a 1980. En 1987 Florida producía el 90 por ciento del limón persa cultivado en los
Estados Unidos, este se usaba para comercialización en fresco y para su uso procesado: jugo de
32
de promover el desarrollo y comercialización de este cultivo fue: The Florida Lime and Avocado
Administrative Committe.
esto no es concluyente y se requeriría de un estudio más amplio para analizar todas las
implicaciones de este hecho, lo cual está más allá de las posibilidades de este trabajo. En Florida
de 14,826 hectáreas registradas para el cultivo de limones 2,718 quedaron inhabilitadas después
33
Tabla 1. Descenso de la producción de limones persas frescos y procesados en Florida, Estados
Unidos.
Nota. Elaborada por el autor, unidades en hectolitros, cifras obtenidas de la página web del Ministerio de Agricultura
de la Florida: http://www.nass.usda.gov/Statistics_by_State/Florida/Publications/Citrus/index.asp.
Tabla 1. El registro se descontinuó, a partir del año 2002 no hay más datos disponibles, nótese la
34
Figura 4. Descenso del número de hectáreas cultivadas con limones persas en Florida, Estados
Unidos.
3500.00
3000.00
2500.00
2000.00
Hectáreas
1500.00
1000.00
500.00
0.00
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Años
Nota. Elaborada por el autor cifras obtenidas de la página web del ministerio de agricultura de la Florida:
http://www.nass.usda.gov/Statistics_by_State/Florida/Publications/Citrus/index.asp.
Figura 4. Se puede ver claramente cómo en el años de 1992 cae la producción de limones
drásticamente, vuelve a recuperarse y para el año 2002 recae hasta dejar de ser un cultivo
comercial importante.
35
De acuerdo con Odille Hoffman, el concepto de territorio implica “una dimensión cultural que no
necesariamente reviste 'región'. Un espacio se vuelve territorio solamente si está respaldado por
una comunidad de personas, un grupo que lo reivindica suyo, sea material simbólica o
Martínez de la Torre es una ciudad que tiene, según el INEGI 97,768 habitantes (2000) y
limón persa; se dice que si llueve y no se cortó el limón la gente no sale de sus casas. La
actividad productiva del limón persa viene desarrollándose de manera constante a partir de los
años 80 del siglo pasado, siendo uno de los pioneros Francisco Couturier, fallecido en el año
2006, quien ya exportaba cítricos a Estados Unidos desde 1960 y conformó la empacadora
Couturier y Hermanos. Las personas consultadas para este trabajo lo identifican como el
iniciador de la actividad agroindustrial del limón persa en la región. El cultivo de cítricos fue una
tradición familiar de los Couturier desde que llegaron a San Rafael en la segunda mitad del siglo
XIX. Según la página web CNN expansión, en el año 2007 Couturier y Hermanos cosecharon
102 mil toneladas de naranjas, toronjas y limones. La conexión con los orígenes franceses de la
comunidad de San Rafael y la iniciativa mostrada por éstos para buscar oportunidades de llevar
productos perecederos a otros países, son factores de gran importancia para entender cómo se ha
ido consolidando esta región como la máxima exportadora de limones persas del país.
de la región de Martínez de la Torre hasta los años 40 del siglo pasado, trabajo en el que se
consultó para este breve recuento. Misantla y Tlapacoyan, que están al pie de las montañas donde
inicia el río Bobos (el cual desemboca en Nautla) ya eran desde tiempos prehispánicos
36
región costera. La mayor parte del espacio actual de la región parece haber sido usado para la
ganadería y gran parte era ocupado por una hacienda (Hoffman, 1994). No se tiene certeza de los
movimientos demográficos del lugar hasta el siglo XIX. Los indígenas huyeron de la zona, y los
Tlapacoyan, controlada por los españoles con “numerosas localidades indígenas y algunos
(ciruela de castilla), más tarde caña de azúcar y tabaco” (Hoffman, 1994, p.134).
indígenas y españoles sobre la producción de tabaco, donde las autoridades españolas les niegan
la licencia a los indígenas para cultivarlo. Estas son huellas de una disputa en la que a los
indígenas se les despoja de las tierras y sólo se les autoriza a cultivar y pescar, es decir las
mínimas actividades para garantizar la subsistencia, no se les permite entrar en los cultivos
comerciales. Este puede ser uno de los motivos por los que en la actualidad en la región es difícil
encontrar grupos indígenas, los más cercanos son los totonacas quienes se encuentran en
Papantla un municipio que no entra en la región delimitada por Hoffmann. Fue así como se ha
En suma a pesar de la poca y dispersa información disponible hasta el siglo XIX, se puede
pensar en un espacio regional regido por los dos pueblos principales, Misantla y
Tlapacoyan, donde una colonización vacilante, en las tierras bajas despobladas, no logra
competir con una zona de sierra y de pie de monte dinámica y productiva, densa y
diversamente poblada (Hoffmann, 1994, p.136).
En la región que comprende los municipios de Martínez de la Torre-Misantla, Hoffman
a los colonos extranjeros con un enclave en San Rafael, pues a partir de la Independencia de
México se dio una dinámica de enclave con la política del gobierno de buscar poblar la zona,
buscando atraer para esto colonos extranjeros provenientes de Europa con el propósito de que se
37
asentaran en las tierras bajas del Golfo de México. Se creó entonces un enclave en lo que es hoy
la población de San Rafael. Los franceses provenientes de Dijon llegaron en 1833 y se asentaron
por primera vez en Jicaltepec: “vivían de la agricultura y el comercio gracias al vecino puerto de
Nautla, desde donde exportaban vainilla, cueros y maderas preciosas a Burdeos, El Havre y los
Estados Unidos” (Hoffman, 1994, p.138). Es decir antes de la llegada de los Couturier ya había
En 1842 Guadalupe Victoria estableció una hacienda al norte del río Bobos, al morir Guadalupe
Victoria, las propiedades pasaron a ser controladas por el abogado Francisco de Paula López y
más tarde el licenciado Rafael Martínez de la Torre, originario de Teziutlán, como pago de
asentaron en lo que ahora es San Rafael. Aunque la colonia empezó a desarrollarse, se vio
sumergida en un impasse durante la revolución, el cual se revertió al término del conflicto, con el
auge de la ganadería. Es en esta ola de inmigración en la cual se establecen las familias que
Para 1907 la mayoría de los hacendados que acapararon la región son de otras localidades
como Teziutlán, Xalapa “y a veces Misantla” (Hoffmann, 1994, p.146).Ya desde el siglo XIX se
puede apreciar que “alrededor del río Bobos, los procesos de organización regional, empezando
sino que son impulsados por instancias y actores externos, nacionales o extranjeros” (Hoffman,
1994, p.141). La región costera permaneció poco poblada y carente de importancia económica
durante todo el siglo XIX. En otro patrón de apropiación territorial “para 1912 el español Manuel
Zorrilla Bringas posee una hacienda que se extiende por los municipios de Atzalán, Tlapacoyan,
38
Martínez de la Torre y Tecolutla, con más de 30 mil hectáreas en los tres primeros y
prácticamente otro tanto en el cuarto” (Hoffmann, 1994, p.144). Teziutlán permaneció entonces
como la capital comercial de la región. La región siempre ha estado marcada por una fuerte
influencia de hacendados desde entonces. Muchos de los hombres de negocios que ahora
desarrollan su actividad en la región son de otras partes del país y del estado. Después de que la
constitución ha propiciado el regreso de los latifundios, aun así los productores que tienen de
cuatro hasta veinte hectáreas son los que producen una gran parte de los cítricos.
Para la primera mitad del siglo XX en la región había ganadería, producción de caña, tabaco,
económica cambió cuando se inauguró una nueva vía de comunicación entre Nautla y Teziutlán
Todos estos modelos de apropiación (de acuerdo con Hoffman) hacen de la región de
Para entender cómo se ha generado este auge del limón persa como cultivo de
exportación, debemos considerar que la producción de frutas y hortalizas “en el Valle del Rio
Grande en Texas, a partir de los años sesenta del siglo XX, articuló y se volvió „dependiente‟ de
la horticultura en México, Nuevo México y Centro América” (González y Calleja, 1999, p.62).
39
Los empacadores texanos especializados en unos cuantos cultivos hortofrutícolas han creado
un calendario de siembra que les permite abastecerse de productos frescos durante todo el
año, para satisfacer la demanda de los Estados Unidos y Canadá. El financiamiento, su
experiencia para desenvolverse en una frontera social y cultural, su conocimiento y los
vínculos que mantienen con los mercados del norte son los principales recursos que les
permiten abastecerse del producto y tener control sobre los productores. (González y Calleja,
1999, p.62).
Robert Álvarez ha estudiado las redes de relaciones personales y patronazgo que se tejen en
torno al transporte de frutas y vegetales de México a los Estados Unidos, en los años ochenta del
siglo XX. En uno de sus trabajos caracteriza a los transportistas del sur de México, quienes
manejaban sus negocios con base en una identidad diferente a los del norte. Álvarez argumenta
que ambos grupos tienen distintas maneras de manejar “el riesgo” que implica la actividad
patronazgo. Álvarez pone énfasis en la confianza como una forma de asegurar las relaciones
planteamiento para nuestro trabajo es que Álvarez considera que los sectores informales de la
economía, en el que entran los “coyotes”, pueden ser “entendidos en términos de los estilos de la
explotación, mediada por la cultura, en relación con los sectores dominantes”(Álvarez y Collier,
1994, p.624). Álvarez le da importancia al estudio de los sectores informales y caracteriza en los
sistemas de comercialización que estudia, cómo el comercio está ligado a un sistema cultural
específico basado en relaciones cara a cara (Alvarez, 1994). El sistema de patronazgo que
Álvarez describe en el caso de los chileros dentro del comercio de exportación de los años
noventa del siglo XX, está caracterizado por la autoridad y el poder del patrón, además de la
formación de grupos basados en la confianza y lealtad. Álvarez considera que una ideología
específica influye en los sectores informales que subsisten alrededor del las actividades de
exportación. Su tesis es que este tipo de funcionamiento permite manejar el riesgo de las
40
El trabajo de Álvarez ayuda a entender la manera en que se viene conformando el sistema de
moldeado. Álvarez se enfoca en analizar los efectos que han tenido los programas neoliberales
en los mercados globales de frutas y vegetales. Uno de sus principales argumentos es que los
Estados Unidos penetran las estructuras de producción y distribución de otras naciones. Por esa
razón las políticas de Estados Unidos tienen una gran influencia en la vida de productores y
distribuidores que están dentro del comercio globalizado. Los estudios de Álvarez permiten
manera directa en la subasta y en los campos de cultivo, pero aun así están presentes. Para
de México, Álvarez usa el concepto de Imperio de Hard y Negri, como: “una fuerza que opera
sin límites espaciales establecidos con un nuevo diseño de la producción, además de normas e
normas impuestas por los Estados Unidos para pasar la certificación de inocuidad y los controles
de calidad. Para Álvarez el “libre comercio” que genera esta actividad es de hecho una condición
instituciones de los Estados Unidos, un país organizado ya no como un estado nación sino como
de Negri y Hard, Álvarez considera al estado como una red de agentes con prácticas específicas e
instituciones que ejercen una influencia directa en los productores locales, por lo que considera
que Estados Unidos ha creado una burocracia que controla el intercambio comercial fuera de los
41
gobierno mexicano sobre los aspectos del comercio liberalizado de las frutas de exportación, las
únicas reglas claras, en cuanto al manejo de la fruta son las dictadas por las agencias de Estados
Desde este enfoque, las desigualdades en la relación comercial entre México y Estados
México. Los actores considerados en el plano global son la USDA (United States Department of
Agriculture) Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la FDA (United States Food
La USDA ha tenido la función de promover los cultivos que considera apropiados para su
país en México y otras naciones; en términos capitalistas, busca el mejor interés para el consumo
interno de los Estados Unidos, además se asegura que los productos agrícolas que les son
En este contexto, el intercambio de frutas y vegetales es cada vez más importante para
las economías llamadas en vías de desarrollo, que están frecuentemente en la búsqueda de entrar
nuevas formas de producción que intentan competir en el intercambio económico. Por ejemplo
los mangos que se producen principalmente en México y Brasil, son el segundo cultivo de
Álvarez argumenta que la posición de Estados Unidos como el máximo importador de frutas
del mundo facilita que pueda imponer regulaciones para los países productores y de esa manera
42
amenazan a los sistemas de producción y distribución existentes. Este es el caso del limón persa,
donde los pequeños productores han visto las regulaciones como una manera de sacarlos del
cerca de 60 en el año 2004. Álvarez (2006) sostiene que se ha creado una dinámica sistémica
entre los Estados Unidos y la agroindustria mexicana, a partir de esto los productores y
distribuidores responden a los requerimientos de normas de inocuidad, además tienen que pagar
cuotas para ser supervisados por los inspectores. Es decir que los productores son los que
sostienen a la maquinaria que los regula, les sanciona, y depende directamente de los Estados
Unidos.
La FDA y la USDA se han institucionalizado en México a través de sus lazos con SAGARPA
“dinámica de Imperio” que trasciende los límites tradicionales del estado nación. El argumento
distribución del limón persa. A diferencia de lo que sucede con la agroindustria del mango,
donde los requerimientos se han visto como una nueva regulación para ser acatado, en la
industria del limón persa, las exigencias se toman con mucho escepticismo, confusión y ansiedad
desde que son anunciadas en el año 2002 (Álvarez, 2006). Es aquí donde se puede ver
claramente la utilidad del concepto de cadenas agroalimentarias, ya que alrededor de cada fruta
sistémica al comercio dirigido por los Estados Unidos, lo que tiene que ver con diversos factores
43
2. Aunque hay empacadores que producen en sus huertos, la mayoría de los limones son
llevado a cabo este tipo de venta de sus frutos, pero si se mencionó que algunas
4. Puestos cerca de las congregaciones donde los limones son lavados y vendidos a
llegar a la subasta).
En este trabajo no hay registros de los tipos de venta que se dan directamente con las
empacadoras y cuando los productores van a la báscula; los tipos de compra a pie de huerta y en
tiene un registro directo de estas actividades, pero sí hay constancia de la actividad en puntos de
El punto de vista de Álvarez (2006) es que el cumplir cabalmente con las regulaciones
fitosanitarias que se han querido introducir, implicaría que el sistema actual de compra venta
mayoría de los pequeños productores no cumplen con la certificación. Para hacerlo necesitarían
que los productores con pocas hectáreas dispusieran sus huertos de acuerdo a las regulaciones y
44
además que la trazabilidad (el registro del origen exacto de las frutas) se cumpliera de manera
efectiva; en este sentido la complejidad de la cadena agroindustrial del limón persa representa un
gran obstáculo para el cumplimiento de las normas de inocuidad. De cualquier manera el proceso
respuesta a esto por parte de los empacadores fue la mordida y la compra de huertas certificadas
por parte de los grandes productores, en este caso si las reglas llegaran a aplicarse de manera
tajante, la posibilidad es que los pequeños productores y los pequeños intermediarios queden
fuera del negocio, o vean reducida su participación en las ganancias (Álvarez, 2006).
45
Tenencia de la tierra.
la superficie total del DDR es de propiedad privada, 37.66% de la superficie total es ejidal,
De acuerdo a una encuesta realizada por el CIESTAAM en 1994, que incluyó una
muestra de 198 productores de limón persa en la región de Martínez de la Torre,
Veracruz, el 63% de los productores son ejidatarios y el 37% restante son pequeños
propietarios; los primeros tienen una superficie promedio 3.72 hectáreas cultivadas y
los segundos de 18.2 hectáreas. Los ejidatarios aunque representan un número
importante en función del número de productores, poseen solo el 25.5% de la
superficie y los pequeños propietarios poseen la mayor parte del área cultivada,
representando el 74.5% del total (Aserca, 2005).
46
Figura 5. Agroindustrias relacionadas con el empaque y comercialización del limón
persa.
Nota: elaborada por el autor y Jorge Cruz con datos del OEIDRUS Veracruz.
Figura 5. Se puede ver la distribución de las empacadoras alrededor de las vías de comunicación
47
Datos de producción.
600,000
500,000
Toneladas
400,000
300,000
200,000
100,000
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008
Años
Figuran 6. Se aprecia en la gráfica que en el año 1980 fue cuando hubo un repunte en Veracruz
campo.
48
Figura 7. Superficie sembrada y cosechada de naranja en el estado de Veracruz.
180,000
160,000
140,000
120,000
Hectáreas
100,000
80,000
60,000
40,000
20,000
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008
Años
Figura 7. Nótese que en el año 1980 la superficie sembrada de limón en todo el estado de
Veracruz era de 5,798 hectáreas, mientras que la de naranja era de 72,207 hectáreas. Hasta 1994
caso del limón. Se muestra la relación entre el valor de estos dos cítricos que los productores
combinan en sus huertas para lograr que sean sustentables económicamente. Las naranjas son un
cultivo que requiere menores cuidados, pero los limones al ser destinados para la exportación son
más redituables.
49
Figura 8. Valor de la producción de limón del estado de Veracruz.
1,200,000
1,000,000
800,000
Miles de pesos
600,000
400,000
200,000
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008
Años
Figura 8. En la gráfica se observa cómo se disparó el valor de la producción de los limones desde
50
Figura 9. Superficie sembrada y cosechada de limón para el distrito rural de Martínez de la Torre.
35,000
30,000
25,000
20,000
15,000
Hectáreas
10,000
5,000
0
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Años
Figura 9. Para el distrito rural de Martínez de la torre sólo se pueden encontrar datos desde el año
1999. Nótese que ese año había 12, 388 hectáreas sembradas, tendencia ascendente que siguió
hasta 2008 cuando había 29,362.51 hectáreas, es decir que la superficie sembrada de limón
51
Figura 10. Comparativo de la superficie sembrada y cosechada de naranja para el distrito rural de
Martínez de la Torre.
70,000
60,000
50,000
40,000
Hectáreas
30,000
20,000
10,000
0
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Años
Figura 10. Se puede observar en la gráfica que a diferencia de la tendencia en todo el Estado de
aumentado. Presenta en 9 años una disminución de 59,480 hectáreas en el año 1999 a 58,770
hectáreas en el año 2008. Esto muestra, cómo el cultivo de limones se ha hecho fundamental para
la subsistencia de los productores que se complementan con las naranjas, que aún son muy
rentables, y tienen una superficie sembrada que dobla a la superficie sembrada de los limones.
52
Figura 11. Comparativo del limón con la naranja de hectáreas cosechadas en el distrito rural de
Martínez de la Torre.
70,000
60,000
50,000
40,000
Hectáreas
30,000
20,000
10,000
0
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Años
Limón Sup. Cosechada Naranja Sup. Cosechada (Ha)
(Ha)
Figura 11. La tendencia es evidente, las hectáreas de naranja en el DDR Martínez de la Torre, se
han mantenido en un nivel relativamente estable, mientras que las hectáreas cosechadas de
53
Figura 12. Comparativo del limón con la naranja, valor de la producción para el distrito rural de
Martínez de la Torre.
1,000,000
900,000
800,000
700,000
600,000
500,000
Miles de pesos
400,000
300,000
200,000
100,000
0
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Años
Limón Valor Producción (Miles de Pesos) Naranja Valor Producción (Miles de Pesos)
Figura 12. En esta gráfica se puede ver cómo la cadena agroindustrial de los limones de
el distrito rural de Martínez de la Torre era el principal sostén de la economía de los productores,
conforme se fueron sembrando más hectáreas de limón el valor de la producción superó al de las
naranjas, aunque las naranjas. Aunque, como se ve en la gráfica, representan todavía el doble en
hectáreas sembradas, los precios altos de los limones son un atractivo para los productores.
54
Figura 13. Comparativo del limón con la naranja en valor de la producción para el estado de
Veracruz.
1,800,000
1,600,000
1,400,000
1,200,000
1,000,000
Miles de pesos
800,000
600,000
400,000
200,000
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008
Años
Limón Valor Producción Naranja Valor Producción
(Miles de Pesos) (Miles de Pesos)
Figura 13. La gráfica muestra que la producción de limones en Veracruz en el año 2008 fue de
toneladas. Esto quiere decir que el 87.9% de la producción de limones del estado de Veracruz
55
Figura 14. Comparación del aporte al valor de la producción total por cada cultivo en el DDR
TORONJA (POMELO)
5%
TANGERINA
3%
Otros
CAÑA DE AZUCAR 8%
NARANJA
1%
21%
PLATANO
10%
MAÍZ GRANO
16%
LIMÓN
29%
CAFE CEREZA
7%
Naranja Maíz Café Limón Plátano Caña de Tangerina Toronja Otros Total
Grano Cereza azúcar
619,723 472,344 195,906 830,412 287,516 26,011 74,678 159,448 220,484 2,886
Nota: Elaborada por el autor, unidades en miles de pesos, cifras obtenidas de SAGARPA.
Figura 14. Se observa claramente el valor que el limón genera con respecto a los otros cultivos
de la zona.
56
Figura 15. Comparación del aporte a la superficie cosechada total por cada cultivo en el DDR
TORONJA (POMELO)
TANGERINA
2%
3%
CAÑA DE AZUCAR
1%
Otros
4%
PLATANO
5%
NARANJA
29%
LIMÓN
14%
CAFE CEREZA
12%
MAÍZ GRANO
30%
Naranja Maíz Café Limón Plátano Caña de Tangerina Toronja Otros Total
Grano Cereza azúcar
58,770 60,908 24,321 29,36 10,668 2,040 6,993 4,564 8,149 205,777
Figura 15. Se puede ver que la superficie cosechada de naranja es la predominante en la región.
57
Conclusiones.
relacionada con los cítricos. Es a partir del año 1980 cuando la producción de limones empieza a
despuntar gracias a empresarios como Carlos Couturier. Los últimos datos consultados indican
que hay 32 empacadoras de cítricos en Martínez de la Torre, esto implica que es la mayor
2000 estaba en manos de pequeños productores, quienes son los que en su mayor parte acuden a
comerciar a la subasta. La década de los años ochenta del siglo XX fue el periodo cuando se
inició la expansión del cultivo de los limones, pero no sería hasta 1991 cuando se empezaría a
ver un crecimiento sostenido de la producción. Esto coincide con la catástrofe natural del
huracán Andrew que afectó a Florida en los Estados Unidos y algunos actores de Martínez de La
Torre la relacionan con el boom comercial del limón persa. Mientras que la superficie cosechada
restante se destinaba al mercado nacional, por falta de la calidad requerida o por bajos precios en
de México, la producción se ha extendido a otros estados del País: Tabasco, Yucatán, Jalisco y
Michoacán. Aún así, en el país, el limón mexicano, que se cultiva principalmente en Colima es el
58
preferido por los consumidores. En el año 2000 teníamos un consumo per cápita de limones
mexicanos de 10.7 kg (Díaz et al., 2000). La razón porque el limón mexicano no se exporta es
que en 1982 ocurrió un brote de una enfermad en los cítricos, la bacteriosis, por lo cual el estado
de Colima ya no pudo mandar los limones a otros países consolidando así la producción del
59
III
limones no era importante en la década de los cincuenta del siglo XX. Los Couturier comenzaron
su actividad exportadora hasta los años sesenta. Según la información con que se cuenta, el boom
de la producción de cítricos en Veracruz empezó en los años ochenta a partir de la actividad del
hijo de Francisco Couturier, Carlos Couturier. Quien con una visión empresarial muy atinada
llegó a comercializar los limones en conjunto con la cervecería Modelo en el extranjero, sobre
todo en Europa, donde al parecer cada caja de cerveza se comercializaba con una caja de limones
persa.
de la región a través de su actividad económica, se encuentra que hay una conexión histórica
importante de los habitantes de San Rafael con Europa. Esta relación se manifiesta en la
procedentes de otros sitios del estado y del país. Esta característica ha estado presente desde
se dio una transición en los años ochenta del siglo XX que tuvo como consecuencia el inicio del
auge de la exportación de los cítricos, al principio con la naranja y después con el boom de la
producción de limón persa. Se considera que esto cambió la forma en que la intermediación se
venía realizando por “coyotes” que debían transportar la carga que recolectaban directamente a
60
pie de las huertas para llevarla a las empacadoras.
Las consultas realizadas a los productores para la realización del presente trabajo
arrojaron que durante el periodo anterior a los años ochenta del siglo XX, no les fue posible
negociar los precios con los intermediarios. Rindermman y Gómez Cruz (2005) en un trabajo
realizado entre los años 1994 y 1999 mencionan esta situación. Ellos plantean que la venta a pie
subasta: “20% de los productores prefiere vender su producción a un „coyote‟ a pie de huerta,
debido a que se ahorran los costos de cosecha y transporte, y porque el pago es inmediato y en
efectivo” (p.86) los productores que acceden a estos tratos, según esta fuente, son los más
La gente del lugar menciona que esta situación empezó a cambiar conforme los
tipo pick up provenientes de Estados Unidos, de nuevo Rindermann y Gómez Cruz (2005) lo
constatan:
Para conocer las particularidades de los medios de transporte se levantó una muestra de 119
productores en la principal zona productora de México, que es Martínez de la Torre, Ver. En
dicha zona, 63% de los productores utilizan camionetas Pick Up, con capacidad de 1.5
toneladas, para transportar su fruta. El 30.3% de los limoneros utilizan camionetas con
capacidad para transportar tres toneladas; 1.5% dispone de camiones de 10 a 12 toneladas,
conocidos como "rabones" y sólo el 4.5% hace uso de un remolque con tractor (Rindermann
Schwentesius y Gómez Cruz, 2005. p132).
Sostenemos que este fenómeno, combinado, entre otros factores, con el mejoramiento de
los caminos rurales, propició un cambio en el sistema de intermediación. Los productores con
camionetas pudieron entonces llevar sus limones directamente a los sitios de compra,
particularmente al lugar donde hoy en día está localizada la subasta San Manuel. A principios de
los años noventa del siglo XX la compra-venta de limones se realizaba a orillas de la carretera, la
naranja había sido hasta entonces el cultivo más redituable de la zona, por el poco cuidado que
61
requiere y el buen margen de ganancia obtenido. Según información que tenemos de los
productores, en ese tiempo buscaban comercializar sus productos en una zona céntrica de
lo que las autoridades prohibieron el comercio en esa zona, así los productores se trasladaron a
comerciar a las afueras de la ciudad donde ahora se encuentra la subasta. Al principio no había
en ese lugar ningún tipo de infraestructura propicia para el comercio, en ese contexto fue que
empresarios locales, ajenos a la exportación de cítricos, junto con ICMOSA (Industrias Citrícolas
de Montemorelos) advirtieron la necesidad de crear un espacio idóneo para la venta de los frutos
cuyo comercio se empezaba a centralizar en ese lugar. Construyeron primero una báscula pública
donde se negociaban todos los tipos de cítricos, lo que terminó por ser insuficiente y fue
necesario entonces habilitar otro espacio más grande, el sitio donde hoy se encuentra la subasta
ser los únicos factores que propiciaron que la demanda y la producción del limón persa crecieran
de manera sostenida. Actores locales consideran que la destrucción de los plantíos de cítricos en
la Florida2, Estados Unidos, ocasionada por el huracán Andrew de 1992 (AP, 1992), fue uno de
los factores principales. Desde está visión el auge exportador surge a consecuencia de esa
catástrofe natural, lo que se puede constatar es que la fecha del huracán coincide con la creación
de empacadoras privadas y en especial una auspiciada por el gobierno del estado: ARIC
(Asociación Rural de Interés Colectivo). La ARIC terminaría por desparecer debido a los malos
manejos, según algunos productores entrevistados, dejando a los productores a merced de los
empresas privadas. Lo que llevaría en los años posteriores a un movimiento de los productores
para mejorar sus condiciones de comercialización (véase el Capítulo 4). La creciente integración
2
Ver la Tabla 1 y la Figura 4.
62
de productores a la cadena del limón persa terminó consolidando a la subasta San Manuel como
el punto idóneo para el comercio de los limones. Durante ese proceso y hasta hoy en día, los
agricultores han complementado sus ingresos con la producción de naranjas y otros cultivos.
intermediación local desde los años ochenta del siglo pasado, cuando la exportación de cítricos
estaba en proceso de consolidación, en una coyuntura donde hay pocos empacadores y muchos
productores pequeños. Rindermann y Cruz (2005) argumentan que la situación que más
de la subasta generó una opción más para la comercialización. Bajo las circunstancias de tener
que vender sus frutos a pie de huerta, el trato que recibían los campesinos por parte de los
compradores, de acuerdo a la mayoría de los productores con los que hablamos, era considerado
denigrante. El trato hacia los productores fue cambiando a medida que las empacadoras
competían cada vez más, ya que tenían que completar los embarques para exportación a tiempo.
principalmente durante la estación invernal, cuando los árboles dan pocos frutos. Esto propicia
que los empacadores e intermediarios tengan que moderar su trato con los productores, debido a
que se disputan los pocos limones de calidad de exportación que se cosechan en la temporada.
comerciar muy específicas de la región. El trato antes despectivo de parte de los intermediarios y
empacadores al productor tuvo que ser sustituido, de manera gradual, por un trato donde la
cortesía era importante. La cortesía, analizada en una situación de intermediación y desde una
perspectiva sociológica, cumple la función (aunque esto es una simplificación para facilitar el
análisis) de evitar el conflicto. Detrás de esta cortesía, hay posiblemente una historia de tensiones
63
muy antiguas que se pretende conciliar; seguramente las desavenencias entre productores,
productores deseando mejorar sus condiciones hicieron emerger el mejor trato como una norma
La amabilidad en el trato en la subasta para con los productores contrasta con la forma de
ser de la gente veracruzana, que de manera informal y aún con personas con las que se tiene poca
familiaridad, tiene un trato bastante procaz considerando los estándares por los que se rigen otras
regiones del país. Recordamos que un productor al mencionar que había visitado Guadalajara
resaltó que la gente de la ciudad le pareció muy amable. Está opinión hace pensar que los actores
en el espacio físico de la subasta, ante la nueva correlación de fuerzas que se estaba dando,
trataron de disipar los conflictos que pudieran presentarse mediante estas reglas no escritas que
parecen pertenecer al espacio específico de la subasta. Esto hace surgir la hipótesis de que la
interacción en la subasta ha creado una forma de cortesía que es distinta a la que se da en otros
ámbitos de interacción en la localidad. Solamente uno de los empacadores de los que se tiene
registro seguía tratando de manera despectiva a los productores, quienes consideraban su actitud
como anacrónica.
En suma los productores aumentaron su cuota de poder, que se percibía casi nula antes de
los productores que se consultaron ya no tienen que malbaratar sus frutos al pie de las huertas al
precio que se les imponga. Los productores ahora pueden buscar donde colocar sus frutas al
mejor postor, entran al juego brumoso de la especulación, tienen que informarse de los precios,
comparar opciones. Los productores al os que se consultó, sin excepción, afirmaron que hubo
una mejoría en las condiciones en las cuales comercializan sus limones, aunque tampoco estaban
64
contentos con la situación actual donde se perciben con menores cuotas de poder ante los
empacadores y “coyotes”.
productores siguen sin tener un trato directo con estas agroindustrias; primero porque hay
demasiados productores pequeños y las empacadoras no pueden hacer trato con todos ellos y
segundo por la desconfianza que tienen del sistema de separación por calibres donde todos los
frutos son arrojados a la vez lo que no les permite saber si el reporte de los rendimientos ha sido
el justo al recibir el pago. Entre los limones que se comercializan en diferentes calibres, es decir
tamaños, los precios varían de acuerdo a los tamaños y la calidad asignada a esos tamaños. En
las empacadoras se arrojan los limones en un aparato que funciona mediante un contenedor que
distribuye los limones, para que vayan rodando en un plano inclinado formado por rodillos que
presentan distintas separaciones. La distancia de un rodillo a otro determina el calibre del fruto
que va cayendo, así mediante la gravedad se van separando los frutos, los cuales se almacenan en
depósitos separados para cada tamaño. Una vez clasificados por tamaño, las obreras de la
empacadora hacen él control de calidad, separando los limones que no cumplen las
seleccionar las corridas de limones de cada calibre de acuerdo a su apariencia mientras van
rodando sobre la “marimba”, maquinaria formada por rodillos de metal que permite que los
limones circulen a una velocidad fija para que puedan ser separados.
eso se tiende a confiar exclusivamente en la información que la empacadora les da. Si los
rendimientos no son los esperados por el productor, muy probablemente el primer razonamiento
que tenga será que lo han timado. Incluso algunos productores afirman que la maquinaria puede
65
ser manipulada para dar rendimientos más bajos, lo cual parece poco probable, si los
empacadores quieren pagar menos a los productores por sus frutos, simplemente pueden cambiar
Un intermediario describe a la subasta como una bolsa de valores donde las acciones que
se venden y compran son los limones, para nosotros será el escenario dentro del cual se dan
ciertas representaciones que diversos actores llevan a cabo dentro de situaciones específicas. Esta
extensión de locales con fondas, cantinas y camiones de carga, es el punto neurálgico del
proveniente del estado de Puebla y Tlapacoyan, del centro de la ciudad, a lo largo de esos
aproximadamente tres kilómetros, se pueden ver a ambos lados del camino las instalaciones de
se encuentran otras dos empacadoras: La Bamba y “B y S”. Un motel, algunas casas, “Se vende
Lychi” reza un letrero afuera de una finca. El libramiento cruza un borde de la ciudad, cerca del
pequeños comercios, fondas, restaurantes. Pasando el libramiento se encuentra Plaza Verde, lugar
donde se compran limones, y en el que ahora se ve nula actividad en el comercio de la fruta, sólo
unas cantinas y fondas están abiertas. En frente, al lado de la carretera, hay un área donde se
donde hay una báscula pública para carga. El lugar funciona como un punto de comercio de
naranjas para la agroindustria procesadora de jugo, por lo que hay una oficina de la compañía
agroindustrial Citrex. Siguiendo el libramiento rumbo a Nautla está la carretera que se dirige al
66
Cadillo, ranchería muy cercana a la ciudad, que es el segundo punto importante de acopio
después de la subasta San Manuel. En el camino se ven casas, comercios y algunas empacadoras
empacadora San Gabriel. Cuatro de las empacadoras más grandes están conectadas con la
subasta San Manuel, después de esta última no se encontrará una empacadora de ese tamaño. Un
poco más adelante se pueden notar los campos plantados con limoneros abandonados por estar al
borde de la carretera, ya que de acuerdo con la normas de inocuidad3 no pueden ser explotados.
comunes en la región y cinco empacadoras que se distribuyen a lo largo del camino. Ya casi
llegando a la subasta San Manuel está la báscula Los Almendros donde empacadores y
Álvarez (2006) considera que hay tres sitios de compra: 1) la báscula (subasta San
Manuel), 2) venta directa a las empacadoras y 3) los puntos de compra cerca de los pueblos y
rancherías. Álvarez (2006) resalta que los vendedores en la subasta son intermediarios que
compran directamente en los huertos y en los puntos de compra cerca de los pueblos. Los
registros que se tienen para esta investigación no coinciden con Álvarez (2006) en cuanto a la
importancia que este le concede a los intermediarios que en este trabajo se clasifican como
“acaparadores”, se puede constatar que mayoritariamente son los pequeños productores los que
hacen uso de la subasta. Esto es fácil de observar ya que ellos van en pick ups, mientras que los
acaparadores utilizan camiones tipo “torton” o vehículos de mayor tonelaje que las camionetas
exportación, no se pudo observar en una sola ocasión, una situación en la que un acaparador
negociara con el comprador de la empacadora. La razón de esto puede ser que las empacadora de
3 Para una información más detallada de éste tema revisar los anexos
67
exportación tratan de no comprar fruta a los acaparadores en la subasta (algunos lo hacen
directamente en las empacadoras), ya que la fruta al provenir de huertas distintas tienen a estar
muy “revuelta” es decir que la separación de los frutos tiende a ser menos cuidadosa que cuando
lo hacen los productores que han cosechado y por lo tanto tienen un mayor riesgo de sufrir
pérdidas.
Los brokers, (quienes trabajan desde los países a los que se exportan los frutos): son
evidentemente los que tienen la posición más ventajosa, pueden en cualquier momento
estafar a los empacadores, las relaciones entre ellos son muy tensas, sobre todo cuando se
empiezan en el negocio, muchos empacadores primerizos han sido defraudados por los
productores, son los más aventajados en la certificación de sus procesos, puesto que
Empacadores que sólo son acaparadores: estos no poseen huertos y se dividen de acuerdo
a los mercados a los que acceden: el nacional, Canadá, Estados Unidos, Europa y Japón.
Estados Unidos.
posibilitado que se puedan introducir limones de otras partes del país para completar los
68
pedidos, no sabemos hasta qué punto esto influye en la regulación de los precios, este
empacadores/productores.
frutos.
Rindermann y Gómez tienen una visión distinta del proceso de intermediación, ellos se enfocan
Existen dos tipo de "coyotes" o intermediarios en "subasta": a) Los que no agregan ningún
valor al limón recibido, sino sólo compran y venden y obtienen una utilidad en la
transacción por el conocimiento que tienen de los precios y del mercado y; b) Los que le
agregan valor, seleccionando la fruta por calidad y ofreciéndola a diferentes tipos de
demandantes a precios mayores. Este tipo de "coyote" selecciona el limón por tamaños y
calidades. La fruta que reúne los estándares para las empacadoras la envasa en rejas de
plástico para su posterior venta y la que es de apariencia irregular y de menor calidad la
vende a la industria.(Rindermann Schwentesius y Gómez Cruz, 2005, p.84)
A partir de la evidencia empírica del trabajo de campo se puede poner esta afirmación en
entredicho, ya que se observó a un solo “coyote” de a pie que “agregara” valor a los limones de
la manera en que Rindermann y Gómez Cruz mencionan. Los productores clasifican y separan
sus frutos antes de ir a la subasta, los compradores de las empacadoras no atienden en la subasta
a alguien que llegue sin haber separado la fruta. La separación de los limones por tipos de
calidad es la principal herramienta que usan los compradores para especular con el precio, así le
pueden decir al productor que tal reja no es de limón “verde”, o que no es limón de “empaque”.
4
Pueden trabajar o no, de acuerdo con algún comprador con lo cual tienen asegurado un ingreso mínimo al día. Si
no trabajan con un comprador, su sueldo es exclusivamente lo que puedan sacar de las comisiones que cobran al
productor.
69
dinero y compran la fruta ya clasificada de los productores para renegociarla con las
empacadoras. Es decir toman el rol de los compradores de las empacadoras sin tener el respaldo
sino acaparadores, están invirtiendo su capital y por lo tanto pasan a otra categoría.
Generalmente los “coyotes” que dan este salto quiebran porque tienen que renegociar con las
empacadoras lo que han comprado y en caso de un mal día de trabajo pueden perder todo su
Se advierte que el orden de la clasificación que se propone está en función del acceso a los
recursos financieros y al mercado, esto puede dar ciertas pautas para analizar las cuotas de poder.
Los brokers tienen el mayor campo de acción y la llave de acceso al mercado, mientras que los
compradores de las empacadoras. Ambos son intermediarios, pero los brokers están situados en
una posición altamente ventajosa, mientras que los “coyotes” de a pie en la subasta son en su
mayoría trabajadores informales. Otro aspecto que refleja está clasificación es el nivel de
procesos de calidad e inocuidad, esto les permite un acceso a los mercados internacionales que
los otros actores no tienen. Por la tanto sus cuotas de poder son más altas y les permiten manejar
algunos casos pueden saltar a los brokers negociando directamente con los compradores en los
Hay diferentes cuotas de poder para cada uno de los actores en el complicado sistema de
intermediación que se ha ido formando en la región, y que se extiende con las relaciones que se
70
dan en diversos los mercados en que se comercializa el limón.
Anthony Giddens considera que uno de los principales aportes de Irving Goffman a la
Prattis y la perspectiva del actor de Long (2007). Con “regionalización” Giddens (1993) se
posición de los actores en los diferentes lugares en que se coordinan sus interacciones. Giddens
(1993) considera que Harold Garfinkel ha demostrado que los escenarios son utilizados de
manera repetitiva y de forma tácita por los actores sociales para sostener el significado de actos
de una especia de dialéctica entre las interacciones que ocurren con los actores y los
emplazamientos donde éstas se llevan a cabo; es decir hay una transformación e influencia
recíproca entre los lugares (como espacio y contexto) y las personas que se relacionan en esos
escenarios. La manera en que se conforman los espacios implica lo que Giddens (1993) llama
“estabilización social” este concepto se refiere al carácter fijo (en apariencia) de los lugares, que
se entrelaza con la rutina de las interacciones sociales influenciando la manera en que se lleva a
cabo la reproducción de las instituciones. Giddens (1993) encuentra que en los lugares, o
escenarios donde transcurren las interacciones sociales, hay personas y actividades que
permanecen “ocultas” en el sentido de que no son fácilmente observables, mientras que otras
buscar sentido a la investigación a partir de las actividades que permanecen ocultas a los
71
esta manera se rescata la importancia que Giddens (1994) en concordancia con Goffman (1997)
y Long (2007), le dan a los encuentros sociales que se dan de forma episódica dentro de un
contexto específico.
72
Figura 16. Foto satelital de la zona donde se ubica la subasta San Manuel.
Figura 16. Los recuadros punteados muestran los accesos a la subasta San Manuel, ahí es donde
los “coyotes” se dedican a “enganchar” a los productores. Se hacen largas filas de camionetas,
mientras los “coyotes” inspeccionan las rejas con fruta y ofrecen sus servicios a los productores.
73
Estudio de caso de la subasta.
Son las 12:00 pm en la subasta (ver figura 14), la actividad aún es incipiente, circulan algunos
“tortons” que están preparándose para acopiar limones para el mercado nacional. En la fonda,
que aquí nombran palapa, algunos “coyotes” conversan. La actividad comercial fuerte en este
espacio se ve limitada al medio día y la tarde. Muy temprano en la madrugada, a las seis de la
mañana, los productores acuden a la subasta para encontrarse con las cuadrillas de cortadores de
limones a quienes llevan a sus huertas. El espacio de la subasta está formado por dos básculas
para camiones de carga, dos construcciones tipo palapa en el frente, una de ellas con el altar de la
virgen de Guadalupe. Flanqueando las básculas hay tres construcciones que albergan una
corredor techado y los locales donde se comercian los limones, estos últimos de pequeños
cincuenta metros de largo y está techado con lámina, en ese espacio solamente se compran
limones de exportación. El “hoyo” está en el fondo de la subasta, una embocadura que hace una
pendiente por donde los limones van a pasar al elevador que los coloca en los camiones de carga.
Un productor que quiere vender toda su carga regularmente tiene que dar la vuelta al lugar,
fonda que funciona también como cantina, cruzan algunas palabras entre ellos y con la mujer que
atiende el lugar, hablan de los precios, de cómo estuvo el día de ayer, se toman una cerveza o
beben un vaso de agua. Sobre un estante están colocados varios sombreros de paja que
pertenecen a los “coyotes”, algunos los dejan ahí. Un sombrero es un recurso para protegerse del
sol, a veces los “coyotes” toman los sombreros que no son suyos, o le recriminan a alguien que
74
haya tomado el que les pertenece, los marcan con sus iniciales, y en el caso de quienes trabajan
para las empacadoras, les escriben las iniciales del nombre de la empresa que los ha contratado.
Para protegerse del sol, algunos “coyotes” usan también, un paliacate extendido sobre la cabeza
para evitar quemaduras en el cuello, que las camisetas dejan expuesto, otros se lo colocan debajo
del sombrero o la gorra. Hay quienes están vestidos impecablemente como vaqueros, cadena de
oro y hebilla plateada, estos son los menos, si acaso dos entre los que trabajan a pie, en el calor.
Otros ni siquiera se molestan en protegerse de los elementos, son muy morenos, tostados al sol.
Hay un grupo de coyotes sentados junto a la entrada de una bodega, fuman marihuana esperando
a que empiece el ajetreo, uno de ellos, delgadísimo, deja ver en ambos brazos numerosas marcas
de pinchazos de agujas.
75
Figura 17. Distribución de los locales, servicios y posibles trayectorias de los productores.
Nota, elaborado por el autor, ICMOSA (Industrias Citrícolas de Montemorelos, no estaba usando los locales al momento de la
investigación.
76
Se inicia el paseo de los “coyotes” por los corredores (véase Figura 15 y Figura 16) donde están
los compradores de las empacadoras, uno de ellos, les pregunta qué están comprando y a cuánto.
contesta que está comprando limón verde a 80 pesos la reja. Pasa una camioneta, es un
“corredor”, así le llaman aquí a un intermediario a mayor escala, los “coyotes” comentan que
para trazar y afinar sus estrategias de compra, los productores tienen que hacer su tarea también,
algunos se las arreglan para que alguien les pase datos por internet, otros preguntan a sus amigos,
Si esto tiene algún parecido con la bolsa de valores, entonces los “coyotes” son los
corredores de bolsa, caminan por el andén y las bodegas, preguntan precios, hablan
principalmente con los compradores de las empacadoras quienes algunas veces les definen una
estrategia de compra. Todo depende de la confianza que tengan con el comprador, de hecho
algunos “coyotes” están de alguna manera vetados para trabajar con ciertos compradores por
algún problema, generalmente una estafa. El conflicto es parte del trabajo, administrarlo es una
“Apuntale ahí, en la subasta se comen ricos tacos cuando se puede, porque no hay horario
para comer y al productor, para que te de su limón se le dice: „patrón‟ ”, comenta un “coyote” al
ver el registro de las notas de campo, parece referirse a la cortesía, las normas no escritas de la
acción.
77
medicinas naturales, comida, bebidas energéticas. Efectivamente, en la subasta no hay mucho
tiempo para alimentarse, esto debe hacerse rápido porque el lapso de actividad es corto y tiene
que aprovecharse al máximo. Todos los limones que llegan aquí, en esta época del año, mientras
no estén podridos, se comercializan, aunque hoy se ven muchos tirados en el suelo. Esos limones
tirados llegan ahí porque los “coyotes” los toman, los observan detenidamente y los arrojan, o
porque simplemente se caen de las rejas, lo cual es un signo de que los limones no están muy
caros. En épocas de escasez, los precios suben y el panorama debe ser diferente, nadie dejaría
tirado un limón en el suelo, una reja de 18 kilos para exportación puede llegar a costar hasta
visto en el mapa del lado izquierdo y del derecho (véase la Figura 14). Esto tiene relevancia
porque en el comercio que se lleva a cabo en este lugar, el punto donde estén situados los actores
es determinante. Esto se verá más adelante al explicar las estrategias que usan los empacadores
En la curva que describe el camino que viene del noroeste y comunica con la costa, se
llega a formar, algunos días, a las horas de mayor afluencia, una larga fila de camionetas y
camiones que llegan a ofertar el limón recién cortado. Los “coyotes” se trepan a los vehículos
para inspeccionar en cuestión de segundos la fruta que se lleva en las rejas, y después ofrecen un
algunos incluso lo escriben en una papeleta. Al tratar de convencer a los productores de que les
van a dar el mejor precio, no deben dejar a los demás “coyotes” de a pie que se enteren cuánto
están ofertando por las rejas de limón, porque sus contrapartes pueden entonces ofrecerle más
dinero por reja, o argumentar al productor que no va a obtener ese precio al final. Generalmente
78
los “coyotes” respetan el juego, ya que un productor elige a un “coyote” los demás cesan en su
“pelean” por los clientes, es decir tratan de convencer a los productores de que les van a
79
Figura 18. Fachada de la subasta San Manuel.
Figura 18. Se puede ver la entrada de la fachada de una de las construcciones de la subasta, el
enrejado sobre la pared azul con blanco es una de las cantinas. Al lado derecho se observa como
unos cargadores con cestos trasladan el contenido de las rejas, que se ven ya casi vacías, a un
camión de carga que no aparece a cuadro, los hombres en la imagen, uno sobre la camioneta,
otros dos parados al lado, son pizcadores que trabajan para el productor. Del lado izquierdo se
80
“Enganchando” a los productores.
Al local de la empacadora VECA llegan uno tras otro, productores “enganchados” por algunos de
los “coyotes” que colaboran con los compradores de la empresa. Los ingenieros proceden a
inspeccionar los limones, los cargadores vacían el contenido de las rejas de los productores en las
rejas de la empacadora. Sobre las rejas, se coloca un cojín para evitar dañar la fruta, ya que
cualquier golpe puede estropear el limón dejándolo como ellos le llaman: “coleado”, es decir con
una mancha provocada por el mal trato, que aparece horas después.
Subastar algo es ofrecerlo a quien haga proposiciones más ventajosas en las condiciones
(Rindermann y Cruz, 2005). Se ha observado en el campo que la báscula San Manuel es un lugar
donde se puede llegar a subastar, pero esto depende de circunstancias siempre cambiantes. El que
se pueda subastar, parece depender en algunas ocasiones de la pericia del productor o del
“coyote”; para situar los limones de la calidad requerida por las empacadoras en el lugar
mejor precio, ya que los compradores tienen competir entre sí para acopiar las cantidades de
fruta necesarias para sus embarques. Aunque no sea invierno, hay productores que dan su mejor
esfuerzo por conseguir el mejor precio posible. Estén caros o no los limones, los “coyotes”
consideran que “hay clientes blanditos y clientes duros”. Los “duros” son productores más
exigentes, quienes no se conforman con el hecho de simplemente presenciar el trato que hace el
“coyote” con el productor, tratan de tomar un rol activo y no permitir que el resultado de su
trabajo sea malbaratado; los “blandos” son gentes que no discuten lo que pasa al momento de
negociar y suelen aceptar más fácilmente que les bajen los precios con tal de salir pronto de la
subasta. Hay diferentes formas de actuar, que son muy personales, ante estas situaciones, es decir
81
diversas formas de ser “blando” o de mostrar intransigencia ante las maniobras de los “coyotes”
“Patrón, jálate, ya sabes que conmigo es a puro vaciar... jálate” dice Miguel, quien se
dedica a “coyotear” mientras sostiene su calculadora en mano. Está compitiendo por ganarse la
primera comisión del día. Alrededor de la camioneta, los productores copan los espacios, el
productor los observa detenidamente, espera, le muestran los precios tratando de evitar que los
demás vean la oferta, uno de los “coyotes” abre la puerta de la camioneta y se sienta junto al
productor: “jálate, conmigo es parejo”, dice esperando que el productor se decida a ir con él,
mientras el productor escoge a alguien, los “coyotes” que se quedan fuera se empujan, bromean,
se dan nalgadas, limonazos, hasta que el “coyote” que ha enganchado al productor sirve de guía
subasta San Manuel es dar instrucciones a los “coyotes” (los que trabajan como asalariados y los
“libres” que solamente reciben comisión pero no están contratados formalmente), para que les
lleven el tipo de limones que necesitan a sus locales (ver figura 15).
Los compradores les trasmiten la estrategia de compra para el día. José el comprador de
la empacadora VECA, considera que los “coyotes” que trabajan con él son los menos “dañados”.
Definimos a un equipo como “cualquier conjunto de individuos que cooperan para representar
una rutina determinada” (Goffman, 1997, p.90). Los “coyotes libres” que trabajan en equipo con
los compradores de las empacadoras reciben una remuneración que se considera segura, aunque
variable de 150 a 200 pesos por jornada aproximadamente. Durante los meses del trabajo de
campo se pudo observar el trabajo precario que realizan los “coyotes”. Una remuneración segura
82
se traduce en cobrar una comisión por los lotes que los “coyotes” ayuden a conseguir a las
empacadoras. Hay días en que las empacadoras no se presentan en la subasta debido a las lluvias
y esto implica que los “coyotes libres” no tendrán trabajo. Los asalariados tienen que trabajar el
turno de ocho horas aunque no haya actividad en la subasta, y por lo tanto realizan alguna labor
La razón por la que no hay mucha actividad en los días lluviosos es porque los limones
mañana humedece los frutos. Si se cortaran lo más probable es que quedarían estropeados por las
marcas que deja el calor de las manos de los pizcadores en las cáscaras, algo parecido a la piel
humana que se ha escaldado, las manchas son fáciles de notar inspeccionando los limones de
cerca. Los compradores de las empacadoras deben estar muy alerta para identificar estos limones
las compras del día. Si un embarque no es aceptado en los Estados Unidos debido a que los
puesto de comprador es uno de los más envidiados por quienes trabajan en este ramo, pero
implica a la vez mucha presión. Esto provoca rivalidad entre las camarillas que forman los
83
Figura 19. Un “coyote” camina entre los puntos de compra observando los limones.
Figura 19. Se puede ver el corredor de concreto que los coyotes recorren para hablar con los
cercioran del tipo de limones que las empresas están comprando. Los coyotes observan las rejas
al centro, a un “coyote” con paliacate rojo en la cabeza, llevando a cabo esta actividad. A la
izquierda se puede ver un puesto de comida y abajo una mujer sentada, ella es una empleada
un registro detallado de las compras y expide notas, de esos registros se calcula la comisión
84
Los compradores de las empacadoras.
La camarilla es un grupo de pares, personas con el mismo estatus que se protegen de los de su
mismo gremio. Los “coyotes” de a pie tienden a agruparse para defenderse de cualquier conflicto
y aconsejarse sobre las mejores estrategias para conseguir las comisiones (Goffman, 1997). Los
conflictos que surgen debido a la rivalidad entre facciones se regulan mediante normas no
empacadora VECA, el “coyote” le ha ofrecido 80 pesos por reja, el comprador regatea y ofrece
solamente 75 pesos, el productor no acepta el precio y lo vende a la empacadora que está al lado,
situación a su jefe, el ingeniero José, el comprador de la empacadora. Se han dado cuenta que un
empleado de la empacadora rival le hizo señas al productor para ofrecerle un mejor precio
mientras estaba tratando en el local de VECA. Para José no vale la pena discutir por este
incidente, hay que evitar el conflicto, ya tendrán más opciones de lograr compras que les sean
satisfactorias durante la tarde. Este código de conducta lo ejemplifica el mismo José cuando en
otra ocasión un productor, que está negociando en el local de MEXPORT no está contento con el
precio que le ofrecen. El productor se dirige a José pidiéndole diez pesos más de lo que le están
ofreciendo, 110 pesos por una reja de limones verdes, José no acepta y justifica su decisión de la
siguiente manera: “aquí todos nos llevamos bien, no queremos disgustarnos por un cliente, es
como si aquel me escucha que estoy batallando con uno [un productor] por cinco pesos y le
ofrece más”. Hay un diálogo constante entre los actores y las reglas de conducta están claras,
85
Figura 20. Punto de compra de una empacadora.
Figura 19. Se puede ver un local de compra, en primer plano están las rejas de limones que han
que se está descargando, mientras uno de los “coyotes”, con gorra blanca, lee el periódico y los
cargadores de la empacadora colocan colchonetas para que los limones no se dañen al ser
86
A partir de las situaciones descritas toma importancia el equipo que es definido como un
grupo de personas que representa una rutina específica (Goffman, 1997). Es decir, el grupo se
forma como una alianza entre los compradores y los “coyotes” para llevar a cabo las
transacciones, donde participan también los cargadores quienes acomodan las rejas y ayudan a
inspeccionar. Esta representación se da para convencer al productor de dar más barato los
limones que vende. Así un “coyote” lleva a un productor al local de la empacadora ofreciéndole
por ejemplo: 80 pesos por cada reja de limón. Al llegar con el comprador de la empacadora, el
equipo inicia su representación, a veces se finge que hay una negociación entre el comprador de
mejor es vender sus limones a la empacadora a un menor precio que satisfaga a los compradores.
Además, ese precio debe dar margen de una comisión al “coyote”; si le ofrecieron al principio 80
pesos al productor y el comprador solo da 75, el “coyote” trata de bajar el precio digamos a 65 ó
70 pesos para obtener una comisión de cinco a diez pesos por reja. Esa es la naturaleza de la
y la sociología, la justificación para utilizar ésta herramienta teórica es que de manera empírica la
debe arrebatársela a los productores, aunque también algunos “coyotes” reciben una paga de las
empacadoras por la cantidad de productores que llevan a los locales. Los que no son
considerados aspiran a ello, y para esto tienen que ganar la confianza de los compradores. Los
“coyotes” que no pueden lograr este tipo de trato deben “arañar” la comisión al productor
“coyote” que recibe un pago extra de la empacadora, por definición es parte de un equipo y sabe
87
de antemano cuál es el precio y el tipo de limones que el comprador está dispuesto a pagar. Para
el “coyote” que no pertenece al equipo del comprador la negociación es más difícil, tiene que
De acuerdo a esto el “coyote” debe ser muy hábil para hacer creer al productor y al
empacador que es parte de sus respectivos equipos y quedar en una posición idónea que le
permita aumentar su comisión a costa de uno de ellos o incluso de los dos. Aunque pertenezcan
al mismo equipo hay una diferencia entre los intereses del “coyote libre” y del comprador de la
empacadora. El “coyote libre” puede llevar a cabo diferentes tareas, buscar llevar la mayor
cantidad de productores para elevar sus comisiones, obtener la confianza de los compradores de
las empacadoras y evitar que los productores se lleven una impresión demasiado negativa de su
actividad. Pone a prueba sus habilidades identificando los limones que el comprador busca, lo
que es fundamental, ya que tiene sólo unos segundos para identificar la calidad de los limones.
Cuando el “coyote” busca a un productor que se pasea por la carretera antes de entrar a la subasta
tiene que competir con otros “coyotes”. Para convencer al productor, regularmente se da el caso
en que la calidad requerida por la empacadora, según el comprador, no se encuentra en las frutas
que ofrece el agricultor, esto genera un conflicto y una subsecuente negociación entre el
El comprador busca conseguir la mejor fruta al precio más bajo posible y trabaja
88
sistemáticamente bajando el precio ofrecido al productor por el “coyote”, situación que lleva al
un productor llega al local de la empacadora, pide 50 pesos por su reja de limones, le muestra al
comprador la papeleta con el precio que le ha entregado uno de los “coyotes” que pertenecen al
equipo de la empacadora. El comprador toma entre sus manos los limones, en los cuales son
visibles manchas amarillas, y se los muestra al productor para explicarle que esos son
precisamente los que hacen bajar el valor de la cosecha. La razón que le da es que en la
empacadora van a tener que desecharlos: “eres limonero viejo” le dice el comprador de la
empacadora al productor, dando a entender que el productor debería haber internalizado los
modos en los que opera la compra-venta en la subasta. Las manchas amarillentas en los limones,
que en la subasta se clasifican como “panceados” son producto de la exposición irregular del los
limones al sol, una hoja del árbol muy cerca de un fruto evita la llegada de los rayos solares y
provoca lo que se considera como una imperfección. Al final el precio pagado por cada reja fue
de 40 pesos, el “coyote” ha logrado bajar el precio que el comprador había fijado en 50 y se lleva
Los productores tienen que “correr” el limón antes de visitar la subasta, es decir hacer una
selección, separar los distintos tipos de calidades que piden los compradores en rejas. Así cuando
José, inmerso en su rutina diaria, le explica a un productor la calidad de los limones que
está buscando, toma tres con las manos y los muestra: “es por estos, están 'panceados' ”, es el
argumento para pagar un menor precio, los limones de un verde uniforme se consideran de
mayor calidad. La diferencia entre los limones de empaque, destinados al mercado de Estados
89
interesan los limones verdes, ya que aunque la empresa cuenta con 800 hectáreas propias para
producción de limón van a la subasta a surtirse de los tipos calidad que no alcanzan a cubrir.
José repite el procedimiento una y otra vez: un productor llega con tres rejas de limones
los cuales, afirma, son verdes, José los revisa, al vaciar la caja se percata al tanteo de la
composición de la reja: “no es verde” le dice al productor, toma cuatro limones, con manchas o
claros, y menciona “no me sirven”, señala las rejas que están acomodadas detrás de él, las
compras del día, “estos son verdes”. Cuando los limones son de su agrado, José ofrece a los
productores comprarles los limones de “empaque”, de menor calidad junto con los verdes, así el
productor evita volver a tener que negociar sus limones de “empaque” con otra empacadora. “A
puro vaciar aquí no batallas”. Este procedimiento funciona porque la negociación recurrente
genera conflicto y desgasta a los productores, quienes pueden llegar a perder la calma.
Otro ejemplo: uno de los compradores de VECA el ingeniero Manuel ofrece 80 pesos por
una reja. El productor quiere que se la compren a 95 pesos, por lo cual enojado menciona: “lo
agarran a uno de pendejo allá y aquí lo bajan”, quiere decir que en la curva donde los “coyotes”
se dedican a “enganchar” a los productores, le ofrecieron los 95 pesos. Es evidente, en este caso,
cómo el productor cuestiona directamente los mecanismos mediante los que se trabaja en la
subasta, rompe con la representación al expresar su descontento ante la situación, se resiste a ser
productor que mencionamos es de los que el equipo llama “duros”, los cuales cuestionan la
Una situación importante que influye en el ritmo de compra-venta de la subasta es que las
compras de las empacadoras están sujetas a los días en los que salen los embarques, VECA tiene
programado mandar el limón por contenedor en barco a Francia los jueves. Es la misma situación
90
para las demás empacadoras, por lo que las empacadoras que trabajan para el mercado europeo
no se presentan a comprar los viernes cuando ya han mandado los frutos. Generalmente los
lunes, los compradores de las empacadoras tratan de ser conservadores. No compran grandes
cantidades de limones, esto según información proporcionada por José, debido a que las
empacadoras están temerosas y quieren asegurar el precio de la fruta: “si mandan un carro el
lunes y llega el martes con bajo precio el golpe es duro”, se refiere a un embarque destinado a los
también a las empacadoras, pero en su caso tienen que lidiar con los brookers de los Estados
Unidos (posteriormente trataremos más a detalle esta cuestión) y llegan a verse afectados por las
mismas prácticas que ellos utilizan para esquilmar a los productores, en una situación de
capitalismo al que se puede calificar de salvaje con mínimas regulaciones. Las cadenas
agroindustriales de Europa y las de Estados Unidos son distintas. Se observa cómo el comercio
la norma para Norteamérica, los precios fijos todo el año para Europa y Japón.
suficientemente eficientes, les permite maniobrar bien y hacerse de limones de calidad para
Europa y Japón a precios bajos. La ventaja es que en cualquier época del año se los pagan al
mismo precio, esta situación cambia cuando en invierno los limones están a mayor precio en
Estados Unidos y aún así tienen que mandarlos por menor precio a Europa y Japón. Los
convenios de venta son para todo el año y romperlos implica el riesgo de perder el mercado.
dependen las comisiones, y por lo tanto de quien más depende obtener el sustento. Se da una
91
situación en donde Miguel, un “coyote libre”, tiene que cuidar esta relación con el comprador:
Miguel comenta hoy que la reja de limón verde varía de 110 a 115 pesos. Miguel ha
“enganchado” a un productor al que los demás “coyotes” de la curva no quisieron atender, por
llevar “puros cortes viejos”: limones cortados tardíamente cuyo precio, debido a restricciones
Miguel entonces guía al productor al local de una empacadora que exporta a Estados
Unidos, y de la cual conoce bien al comprador. El comprador les ofrece 60 pesos por cada reja de
calidad de “empaque” que lleva el productor. Miguel y el productor bajan una reja y se la
opinión y ofrece 55 pesos. El productor, molesto, le reclama a Miguel, quiere que sostenga el
precio que le prometió: 60 pesos, “haber como le haces” le dice. Ante este productor “duro” el
el productor acepta el precio ofrecido. El comprador sube a la camioneta y revisa las rejas que
están todavía en la caja de la pick up, cuando empiezan a bajar las rejas, Miguel advierte que la
calidad de los limones que el comprador acaba de revisar no corresponde con el precio al que se
están pagando. Miguel trata de no tener problemas con el comprador y le dice al productor que
una de las rejas con limones que lleva no puede considerarse para la venta por su baja calidad.
Aun así Miguel y el productor bajan todas las rejas para venderlas a la empacadora. Miguel se ha
dado cuenta de que están timando al comprador de la empacadora y duda de obtener una
comisión mayor debido a que puede perder la confianza de éste. Antes de que el comprador
pague a Miguel, quien a su vez pagará al productor, otros “coyotes” hacen notar al comprador la
situación: “¿Ya estás comprando segundas?”, limones para el mercado nacional, le preguntan los
“coyotes” al comprador para darle a entender que está pagando a un precio muy alto los limones.
92
El comprador se da cuenta de su error y visiblemente contrariado se retracta del trato y regresa la
llevando a cabo su propia representación y por poco consuma el engaño, había hecho equipo con
Miguel de manera “natural” para vender a un precio mayor sus rejas de una calidad inferior
(como constatamos Miguel dudó entre la lealtad para su equipo o ser fiel a su momentánea
guardia y pueden cometer errores, en la situación que describimos los “coyotes” de su equipo le
advirtieron al comprador la mala decisión, pero no siempre es así. Miguel al ver que se le ponía
en evidencia, trató de justificarse haciendo un comentario que juzga reprobable la actuación del
cliente “duro” que exige le respeten el precio pactado, pero en realidad quería entregar entre las
rejas de limones que llevaba las de menor calidad sin que lo notara el comprador. El productor no
logró su objetivo, pero mostró que sabe entrar en el juego de la representación de una manera
efectiva, utilizando el mismo repertorio que los “coyotes” y compradores usan. En esta situación
se puede ver claramente cómo un productor asume el rol del “coyote” y decide tomar ventaja del
sistema que se usa en su contra. El ingeniero José lo resume a su manera: “aquí es un nido de
lobos, vas a verlo que nos apendejamos y hasta parados nos cogen”. La interacción en la subasta
genera mucha tensión y causa conflicto entre los actores, quienes asumiendo una representación,
si es que saben jugar bien su rol, buscan obtener mejores precios o rendimientos.
93
Relaciones clientelares entre los actores.
que tiene que haber un mínimo de confianza y un intercambio de favores. El comprador tiene la
posición más ventajosa, y se considera que su cuota de poder es mayor si la empacadora para la
cual trabaja es más grande o le permite pagar un precio más alto de lo que pagan las demás
empacadoras. Un “coyote”, al formar parte del equipo se compromete a llevar a una sola
empacadora la mayor parte de los productores que “engancha”. Esto es una ventaja para el
“coyote” porque el comprador de la empacadora hace todo lo posible por ocultar al productor el
precio pagado al “coyote”, según dice Miguel es “para que no te quemes con el productor”. Al
mismo tiempo que los “coyotes" dependen del comprador de la empacadora, tienen que dar una
sensación mínima de confianza al productor, aunque claramente, estos se quejan de todos los
“coyotes”. Los productores de todas maneras deben elegir a un “coyote”, porque los
compradores no les van a dar un buen precio si llegan solos, es decir sin intermediario alguno, el
“coyote” tiene que hacer lo posible para que cuando el productor vuelva de nuevo la siguiente
semana, tenga posibilidades de “engancharlo” otra vez. Incluso un coyote puede renunciar a su
comisión con el propósito de mantener un mínimo de confianza por parte del productor. La
norma es lo contrario, el productor no sabe a cuánto asciende la comisión del “coyote”. Cuando
un “coyote” hace equipo con el comprador de una empacadora el productor cobra directamente a
la empacadora, vía algún empleado administrativo que está en el local. Entonces la comisión se
oculta totalmente, aunque el productor sabe que hay una comisión, el hecho de cobrar
directamente parece dejarlo mucho más satisfecho. Es cuando se considera que el “coyote” es el
falso espectador, en realidad la comisión del “coyote” se desglosa del pago y al final de la
94
jornada se le da íntegra, la suma nunca es del conocimiento del productor. El otro caso es cuando
el productor observa impotente y de manera pasiva cómo el coyote en turno negocia en secreto
calculadora, cobra, descuenta su comisión y el dinero va directamente de las manos del coyote al
productor, el hecho de que el coyote pague al productor parece tener una significación
importante, el productor parece preguntarse: ¿cómo es posible que alguien que no tiene dinero y
que no hace un trabajo tangible me esté pagando? El productor es en este caso un mero
Los “duros”, como ya hemos visto, juegan el juego y están dispuestos a sacar provecho.
Aún así, el único actor que no pone capital en riesgo es el coyote, ya sea que trabaje “libre”,
como parte de un equipo o como empleado de la empacadora, el “coyote" puede darse el lujo de
traicionar a los equipos que forma momentánea y de manera indistinta, ya sea con los
productores “duros” o con los compradores. Sin embargo, pese a su oportunismo, dentro del
normas formales que regulen el comercio. Los compradores no trabajan sin “coyotes” y
generalmente dan precios menores a los productores que ofrecen por sí mismos los limones. Los
compradores parecen necesitar al “coyote” como una figura necesaria para llevar a cabo la
La preeminencia del coyote en las negociaciones se vuelve en contra de los compradores de las
empacadoras cuando los coyotes aprovechan la situación para su beneficio como en el siguiente
95
caso: “Le estamos metiendo la verga a VECA, le metí puro limón revuelto” dice Miguel. La
todas las rejas de limón que compra. El ingeniero se para sobre las columnas que forman las rejas
apiladas que ya han comprado y desde ahí verifica las rejas que descargan de las camionetas, lo
hace de una manera rápida con decenas de rejas, los coyotes aprovechan estos descuidos para
introducir rejas de menor calidad a las que Manuel cree estar comprando. El resultado se verá en
el reporte de los rendimientos de la semana. José el compañero de Manuel, con más experiencia
considera que Miguel es “blando” para comprar. Los errores representan pérdidas para las
empacadoras, aún así quienes sufren las consecuencias de la especulación más a menudo son los
productores.
La lealtad de los “coyotes” para con sus empleadores prueba a veces ser mínima, como en
el caso de Tony, “coyote” asalariado de tiempo completo para una empacadora. La situación la
comenta Juan quien también es “coyote” y hermano de un productor. Tony y un productor habían
hecho equipo con la intención de vender dos cajas de “torreón”, limones pequeños, como si
fueran de mejor calidad, sin que el comprador se diera cuenta. Sin embargo esto no funciona y se
cancela la compra, la representación se rompe. Juan dice que no aprueba la acción de Tony, por
realizado. Los intermediarios lo definen así: “aquí es de chingar al que se deje porque, si no, te la
hacen a ti”.
Otra situación, Miguel dice: “No seguiste la jugada le pegué al viejillo”, así describe que
ha logrado una buena comisión a costa de alguien, viene apurado, le han rechazado los limones
a la carretera, porque dice: “cuando entran muchas camionetas el productor está descontrolado y
96
no sabe el precio”.
especular. Cuando Luis y su padre, ambos compradores de una empacadora, cuentan que
necesitaban llenar un embarque para Canadá, estuvieron dispuestos a ofrecer un mejor precio que
sus competidores, después de un rato se dieron cuenta de que las rejas se estaban quedando con
ellos en la mayoría de los casos y fueron bajando los precios que ofrecían a los productores.
Debido a la complejidad de las cadenas, parece no haber acuerdos para bajar los precios, al
interpretan lo que pasa a su alrededor, entonces los precios se van regulando de acuerdo a oferta
y demanda. Considerando que cada empacadora tiene sus necesidades y éstas cambian de
acuerdo a las circunstancias, es posible que los productores puedan sentirse constantemente
desorientados.
Incluso un productor que tiene un amigo que es “coyote” no escapa a esto, si el amigo le
da una papeleta con un precio para que el comprador de la empacadora lo haga válido, el
volverse insoportable debido al estrés que esto genera, por lo que al final puede optar por vender
Capítulo 4).
Otra de las estrategias para especular, en días en que los productores se resisten a cortar
los limones y llevarlos a la subasta, es dar un buen precio a los pocos productores que se atrevan
a llevar sus frutos al mercado. Al día siguiente muchos productores que se han dado cuenta de
que los precios son buenos, llevarán su cosecha, y al haber mucha afluencia en la subasta los
compradores tendrán margen para especular y bajar los precios. Un productor no puede regresar
97
a casa con sus limones, puesto que se estropearían. Se necesitan cámaras frías para conservar los
limones, entonces si el productor llega a la subasta cuando las empacadoras ya han comprado la
mayor parte de lo que necesitan, o cuando se dan cuenta que hay mucha oferta de frutos, le
Así funciona la especulación en un día específico, aunque los precios en Estados Unidos
estén más altos, se crea una especie de burbuja de especulación a nivel local que actúa a
semejanza de lo que ocurre con los brokers de los Estados Unidos. Ahí parece estar la mayor
parte del margen de ganancia de las empacadoras: “el juego de los productores es el de no cortar
corte son muy regulares y esta información la tienen los brokers, por lo que saben muy bien
cuándo pedir “corte nuevo”, es decir limones recién cortados, más pequeños de lo que saben se
está cosechando. Entonces la manipulación está en darle un menor precio a los limones de mayor
tamaño que serán, en un momento dado, la mayoría de los limones en el mercado local, esto se
puede dar porque los productores han pospuesto el corte de los frutos, esperando mejores
precios. Para bajar los precios se consideran los limones pequeños de un valor más alto, esta
consumidores finales, sino a los propósitos de “manipulación” del mercado por los brokers. Los
productores entienden esto muy bien, pero es la manera en que la especulación funciona y
Conclusiones.
Hay un nuevo balance de fuerzas en la región a partir de la operación de la subasta San Manuel,
pero esto de ninguna manera tiene como resultado un juego de poder simétrico entre los actores,
en el que haya paridad entre productores, empacadores e intermediarios. Esto puede ser resultado
98
de los factores estructurales mencionados (el libre mercado y la especulación), además de la
describe la manera en que los “coyotes” forman alianzas momentáneas, y se presenta una
financieros, la influencia sobre el mercado y las formas de negociación. Para dar cuenta de
situaciones dónde los productores usan las mismas estrategias de los compradores y los
representación, y poder observar lo que pasa en la subasta a manera de un juego de intereses con
reglas bastante claras, cuando estas reglas no se cumplen se rompe la representación y la venta
no se realiza. Detrás de la subasta hay una historia de tensiones y una coyuntura específica que
permiten el tipo de comercio que se lleva a cabo en el lugar, y está determinada por los diferentes
mercados que forman cadenas agroindustriales diferentes para cada limón de distinta calidad. La
abundancia de producción depende de las negociaciones e imposiciones que se dan entre los
frutas.
99
IV
Los productores.
Rindermann y Gómez muestra en su trabajo la siguiente tipología de productores para la región
de Martínez de la Torre: grandes, medianos y pequeños. Los que se considera como productores
grandes son quienes cuentan “con superficies promedio mayores de 20 ha, altos niveles
Schwentesius y Gómez Cruz, 2005, p.68). Estos productores son los que tienen una producción
más tecnificada y cuentan con las certificaciones necesarias para la producción. Empacadoras
como VECA o Couturier y Hermanos, pueden estar considerados en este rango ya que además de
dentro del sector empresarial o campesino” (Rindermann Schwentesius y Gómez Cruz, 2005).
Rindermann y Gómez consideran que este grupo de productores tiene asesoría de menor calidad
y su producción está menos tecnificada, por lo que tienen que lidiar con el intermediarismo.
Finalmente están los productores pequeños quienes cuentan “con parcelas de entre una y 10
En Veracruz, los productores pequeños forman el grupo más grande (68.9% del total de
productores)” (Rindermann Schwentesius y Gómez Cruz, 2005, pág. 68). Estos son los más
desfavorecidos ya que tienen poco apoyo técnico, financiero, y problemas que se pueden
calificar de históricos para organizarse. Además se considera, son los más afectados por los
100
un productor pequeño: Fidencio y los productores de Ejidatarios Unidos de Martínez de la Torre,
que han podido mantenerse como una empacadora manejada por socios productores, lo que en el
Fidencio.
dicho que hay días en que gana 5,000 pesos, quiero saber que piensa sobre eso. Después de
medio hora de esperar en la central el camión sale, le pregunto a una señora que está sentada al
lado cuanto falta para Coapeche, “como media hora, ¿no eres de aquí?”, al saber que soy de fuera
me va diciendo los nombres de los poblados que vamos pasando, entre ellos Plan de Limón y ya
en Misantla, Palpoala Ixcán, donde el ingeniero José instala un local ocasionalmente para
comprar limones. Cerca de este último poblado está Coapeche, al bajar pregunto en una fonda
por Fidencio, la señora que atiende el lugar me dice que en la tienda que esta junto al árbol de
mango vive la hermana de Fidencio. La señora está despachando a algunos clientes y me dice
que espere mientras termina. Al cabo de un rato me pregunta qué es lo que quiero tratar con su
hermano. Le digo que lo conocí en días pasados en la subasta, estoy haciendo un trabajo. Dice
que Fidencio pasó por ese lugar en la mañana y que ahora está en el rancho, es un kilómetro y
medio de caminata derecho por la terracería, bromea de una manera que en la que hace sentir su
desconfianza hacia mí, me dice que tenga cuidado con los coyotes; haciendo un juego de
significado entre los animales y los intermediarios, seguramente piensa que soy un “coyote”.
Ofrece prestarme su perro para que me espante las fieras - ¿no te dan miedo las vacas?, le
contesto que no, le digo que le tengo miedo sólo a los toros; también hay, me dice, y llama a uno
de los hijos de Fidencio para que me encamine al rancho, el muchachito no quiere ir conmigo
porque hace mucho sol, son las 12 pm. Camino solo y después de andar unos 50 metros veo que
101
afuera de una casa está el hijo de uno de los productores que estaba con Fidencio en la subasta -
¿Ya vas con mi papá?-le contesto que sí - te sigues derecho y al final está el río, te subes a la
lanchita o panga- , las mismas instrucciones que me dio la hermana de Fidencio, la cual tuvo la
delicadeza de preguntar si puedo nadar. Camino bajo el sol del medio día por la terracería, me
cruzo con un campesino en el camino, nadie más camina por ahí. Hay algunas hectáreas
sembradas con naranjas tardías, mandarinas y limones, una tras otra, en el camino se pueden ver
algunos nanches y muchos platanares, otro de los cultivos de exportación. Llego hasta la primera
cerca y la paso como me indicaron, hay un borde y ahí se encuentra un pequeño arroyo, una
Fidencio está trabajando en una choza vieja, es flaco viste una gorra, es blanco, pero el dorso
descubierto deja ver la piel tostada al extremo por el sol. Está acondicionando el lugar como
corral. Me ve llegar y saluda, lo primero que hace es preguntar cómo llegué hasta aquí.
Con orgullo me muestra las 20 hectáreas que él y su familia trabajan; árboles de naranjas
tardías con líneas de limón persa entre los espacios que dejan los naranjos, también tienen
mandarinas; se pueden ver bejucos de vainilla que cuelgan de los troncos de algunos árboles.
Fidencio comenta que la vainilla cuesta 10 pesos el kilo, pero es de difícil cuidado debido a que
hay una plaga, un gusano; también me muestra una palma de sombra que siembran debajo de los
naranjos, dice que las hojas se exportan a los Estados Unidos para ser usadas en los funerales.
La disposición de la huerta me parece muy ordenada, mucho más que otros productores
que he visitado, se nota que Fidencio siempre está buscando la manera de diversificar su
producción para tener un mejor ingreso. Aún así la casa que tiene al lado de la huerta no es más
que una choza, una palapa con algunas láminas como paredes. Todavía cocinan con leña, la
madre de Fidencio, una anciana, está en la cocina, en donde de las improvisadas paredes cuelgan
102
cazuelas y ollas de barro requemadas. La cotidianeidad de Fidencio es muy distinta a la de los
“coyotes”, quienes llevan una existencia urbana en Martínez de la Torre, ciudad que está a media
hora en camión de esta ranchería. En ese sentido, “no sólo tratamos con una multiplicidad de
actores sociales, sino también con realidades múltiples” (Long, 2007, p.54)
huerta. Él dice que la madera es valiosa pero sólo se puede cortar cuando el árbol ha alcanzado
cierta edad para que pueda ser aprovechada, además tiene un fin práctico, forma una muralla que
protege la tierra cultivada de la erosión. Fidencio me muestra dónde hace los injertos del cucho,
árbol del que se obtiene el híbrido que da origen a sus naranjos y limoneros. Debido a la
epidemia del virus de la “tristeza”, el gobierno y las instituciones privadas han promovido el uso
de los patrones tolerantes, es decir otro tipo de planta de donde se obtiene un híbrido más
resistente a las enfermedades. Fidencio usa el “cucho” la planta no resistente porque, como
muchos otros productores, considera que los nuevos tipos de árboles libres de enfermedades no
Después me muestra la huerta que está al lado de la suya; se ven unas hectáreas plantadas
con limoneros y otras con mandarinas. Dice que esta huerta la administra para un hombre de
origen japonés que vive en la ciudad de México. En la huerta ha adaptado un sistema de riego de
su invención, según comenta, por medio de mangueras de plástico, un pozo y una bomba,
considera que esas improvisadas tuberías pueden llevar hasta 200 litros de agua diarios a las
Habiendo visto todo el trabajo que ha realizado en su propia huerta y la que administra
para alguien más, se puede comprender la animadversión que tienen los productores para con los
“coyotes” de la subasta. Terminado el recorrido le pido a Fidencio que me hable sobre los
103
intermediarios, los “coyotes”, su hermano está con nosotros y participa en la plática. Para
empezar dejan muy claro que no tienen idealizada a la organización de Ejidatarios Unidos de
productores. Consideran que en Ejidatarios Unidos pagan un poco mejor los limones en
comparación con las otras empacadoras, pero pese a ser una organización de productores siguen
el mismo procedimiento que en cualquier otra agroindustria: “te pagan menos”, dicen y
mencionan que ellos han llevado su fruta ahí por medio de amigos que la registran a su nombre.
Para ellos el Presidente de la unión actúa como cualquier otro dueño de empacadora y hace
El acceso a la huerta de Fidencio ha sido difícil a pie, las camionetas de los productores
tienen que rodear bastante por un camino de terracería que no pasa por el caserío que empieza al
pie de la carretera. En los lugares por los que pasé, algunas veces veía anuncios donde se ofrecía
en alguna casa acceso a internet, no es el caso de Coapeche. Fidencio a pesar de no tener acceso
a la red hace uso indirecto del Internet para informarse de los precios por medio del mexicano-
japonés quien le da la información por teléfono desde Ciudad de México, y así se mantiene al
tanto de lo que pasa en los mercados. Es un productor con un panorama muy amplio de lo que
supone comercializar la fruta, pero parece desencantado por no encontrar una manera de obtener
manera de ver, le impide mejorar su situación; ante eso que considera un trabuco está
constantemente buscando nuevas opciones. Ahora busca criar ganado suizo, cuenta con dos
vacas y me muestra un becerro que acaba de nacer, dice que fue concebido por medio de
inseminación artificial.
“Aquí en el campo venimos y ponemos a la gente a cortar”, los productores van entre
104
cinco y seis de la mañana a la Subasta San Manuel a recoger a los que se concentran en el lugar.
“Sacamos a Estados Unidos Sacamos a Japón, sacamos mercado nacional [...] mandamos a
cortar la huerta, ponemos a la gente a cortar, mandamos de cinco a diez personas, depende de la
cantidad de cajas que vamos a llevar a la ciudad. Si hacemos un viaje de 50 cajas, de esas 50
cajas por ahí sacamos 30 de Estados Unidos revuelto con Japón, ese limón lo llevamos a la
subasta y allá peleamos el precio, porque si está la caja por decir a 150 [pesos] ellos nos la van a
pagar a 120 o 130 [pesos] nosotros allí estamos peleando, ahí nos vamos al mejor postor,
entonces lo que hacemos allí es buscar el mejor precio […] yo a veces le vendo a los Bonilla
Fidencio describe como clasifican los limones y está plenamente consciente de lo que
informa de los precios. “Pelear”, esa es la palabra que Fidencio usa para describir su actividad en
la subasta, peleando por conseguir un mejor precio, buscando a un mejor postor, lo que nos
parece decir es que su labor es buscar efectivamente subastar sus limones: “llegamos, vamos a
vaciar y luego dicen, pues no, es que este limón no me sirve, entonces ellos […] no creas que lo
hacen porque el limón no les sirve, únicamente lo hacen por bajarnos el precio[...] aparte el
„coyote‟ ya por ahí nos pasó a traer con un buen tanto de lana, nos baja el precio”. Fidencio sabe
el modo en que operan los compradores y “coyotes”, entonces tenemos la interrogante de porqué
el productor no trata directamente con la empacador: “bueno, la cosa es que si nosotros vamos a
tratar con los dueños de las empacadoras lo primero que dicen es: 'este limón no me sirve', por
eso mandan primero a los „coyotes‟, la gente que trabaja para ellos, a nosotros nos perjudica,
porque como productores nos da más negocio tratar directamente con el de la empacadora que
tratar con un „coyote‟, porque el dinero que se lleva el „coyote‟, nos lo paga a nosotros el de la
105
empacadora”. Las empacadoras no pueden tratar directamente con todos los productores y en el
juego de la especulación de la subasta pueden bajar más los precios, además en el trato directo el
pequeños viven constantemente buscando el sustento al día: “por eso vamos a la plaza [subasta]
a vender porque ahí te pagan al momento, aunque sea más barato ahí lo dejo”.
El limón debe ser “corrido”, separado en base a los criterios de calidad: “se lo lleva uno
más o menos seleccionado el limón, hay gente que si sabe, hay gente que no lo sabe 'correr' bien
intermediación es que lo productores están obligados a seleccionar el limón por tipo de calidad
para venderlo en la subasta. Los compradores de las empacadoras aleccionan a los productores
sobre el tipo de limones que buscan. Fidencio menciona que hay gente que no sabe 'correr' el
limón, que no hace una selección efectiva de la fruta. Hernán, ingeniero agrónomo, empleado de
SAGARPA opina que es solamente una estrategia del comprador de la empacadora para bajar el
precio. Es fundamental saber seleccionar las frutas, pero es todavía más importante poder
producir limones de la calidad para Japón y Europa, pues así el productor tiene un mejor margen
para negociar.
que no saben seleccionar el limón, Hernán ingeniero agrónomo de SAGARPA no comparte esa
opinión: “mira no se qué tipo de productor te ha tocado ver, pero los productores de aquí
conocen el limón perfectamente, todo mundo sabe la calidad que se maneja, no hay más que la
calidad Japón que es la crema del limón. Japón y Europa que es lo mejor del limón, les llamamos
empaques a (lo que se manda) para Estados Unidos. El segunda es para el mercado nacional y
tercera que es el limón amarillo, ya el desecho, son las cuatro categorías que hay y la mayoría de
106
los productores lo sabe bien”.
Para Hernán la cuestión de la calidad de los limones es una estrategia de los compradores
para bajar los precios: “cuando llegas a la subasta, con el hecho de bajarte el precio, el
comprador, si tú llevas limón grande, te dice que quiere limón chico o mediano, pero si llevas
limón chico, dicen que quieren grande, pero la cosa es como dice el español, la cosa es joder, eso
te lo dicen para bajarte el precio”, esto lo confirma el ingeniero José (véase el Capítulo
5.2).Hernán menciona también que la lucha de los productores por no cortar los limones hasta
que haya buen precio provoca que la especulación se pueda llevar a cabo: “ahora tiene que ver la
producción cómo se comporte, porque a veces el productor especula con la fruta, si la fruta baja [
de precio] la vas dejando en la huerta, entonces la fruta se va haciendo cada vez más grande, pero
llega un momento en que la fruta ya está muy grande y eso sigue entrando mucho al mercado,
luego entonces los compradores, para obligar al productor a que no deje mucho tiempo el limón
en la huerta, revierten la cosa [y los compradores dicen]: 'ahora queremos corte nuevo'”.
En las áreas de producción de México ha existido un patrón recurrente de lucha por entrar al
mercado de exportación; los productores mexicanos, en unos casos de manera colectiva y en
otros en forma individual, han construido plantas para realizar ellos mismos en México la
selección y empaque de los productos que envían a Estados Unidos (Durán y Bustin 1983;
González, 1991 y 1994). Esta estrategia les ha permitido capitalizar sus empresas al realizar
para su beneficio una actividad que rinde buenas utilidades a las empresas estadounidenses
y se presta a ciertas maniobras fraudulentas en el momento de pesar y seleccionar la fruta
(González y Calleja, 1999, p.59).
Ejidatarios Unidos es la única empacadora formada por productores en la región Martínez de la
Torre-Misantla. Surge al quebrar la ARIC (Asociación Rural de Interés Colectivo) formada por el
Aunque no tan socorrida como la subasta, les permite salir de la dura negociación que se
entabla con las demás empacadoras en la subasta San Manuel: “Teníamos unas casetas y un
pizarrón donde poníamos los precios de acuerdo a la información que teníamos de la USDA, nos
107
la pasaban por fax a diario y quisimos evitar la entrada de limón de otros estados a granel; el
pizarrón lo poníamos en la Plaza Verde, al principio fue bueno, pero nos ganamos de enemigos a
todos los empacadores”. Atenógenes Rangel narra la importancia que ha tenido la organización
por productores. Su primer presidente fue precisamente Atenógenes Rangel, su historia muestra
como los agricultores han presionado para obtener mejores condiciones comerciales para realizar
su actividad económica. Atenógenes cuenta: “teníamos problemas con el precio del limón y la
única empacadora que estaba dando un precio real se llamaba ARIC (Asociación Rural de Interés
Colectivo)”. Rangel vendía su producción de limones a la ARIC pero ésta “quebró y empecé a
hablar con la gente, [les preguntó] si estaban conformes con el precio y el trato que les daban las
empacadoras, decían que no, los empecé a invitar a reuniones [para] ser nosotros los
exportadores. Tuvimos seis reuniones, la primera reunión fue de seis personas, la segunda de 20,
la tercera de 60, la cuarta de 450 y en la última había como 1,500”. Rangel cuenta que pidió que
funcionar el siete de mayo de 1991, un año después de estar fuera de funcionamiento la ARIC.
Atenógenes dice que para empezar a hacer envíos de limones a los Estados Unidos tuvieron que
conseguir facturas prestadas y pagar porque les empacaran la fruta a 50 centavos por cada caja.
La asociación empezó con diecinueve agremiados, los máximos que legalmente se podían
constituir, y según los iniciadores del proyecto aproximadamente 1,500 productores les vendían
sus limones.
Rangel narra cómo empezó la organización: “me fui a la radio y como sabía toda la
inconformidad que existía emití un mensaje: 'señor productor soy fulano de tal, ¿te sientes
108
contento por el trato que te dan las empacadoras?, si no es así te invito a la reunión que será en
Plaza Verde'. Nosotros también podíamos ser empacadores, sin tener que depender de
empacadoras que nos estaban estafando, dando precios muy raquíticos. Ejidatarios Unidos fue
una reguladora de precios, queríamos una empacadora en donde fuéramos autónomos y donde el
trato fuera bueno; a partir de ahí se empezó a tener respeto al productor, otras empacadoras
Rangel dice: “yo hice un movimiento en 2001 (en el mes de enero), tuvimos que hacer una señal
de protesta por los precios tan baratos que nos estaban pagando por la naranja y tuvimos que
cerrar la juguera [CITREX compañía que tienen el monopolio de los concentrados de naranja y
limón] para tener un diálogo con los industriales, y sólo así fue como se logró el CNC. A partir
Usabiaga, el gobernador del Estado Miguel Alemán Velasco y los secretarios de agricultura
consejos estatales de los productores de cítricos, naranja especialmente. Nos estaban pagando a
300 pesos la tonelada de naranja, quedaban 10 centavos por kilo cuando producirlo cuesta 30
centavos. Usabiaga nos dijo: '¿y quiénes son ustedes? -somos productores de...-'únanse y
organícense y sí los recibo', nos dieron la oportunidad de hablar con el Secretario de Agricultura
y el de Gobernación. Empezamos a hacer gestiones a través del Consejo para controlar plagas y
enfermedades y obtener un apoyo de 310 pesos por tonelada a la comercialización. Fue una lucha
109
de diputados unas ocho reuniones, queríamos que se hiciera una ley en donde se apoyara al
sistema producto naranja5, intervinieron nuestros diputados federales, como argumento pusimos
la migración para Estados Unidos y fuimos oídos y escuchados; se bajaron apoyos, sistemas de
etcétera”.
que se encuentra enfrente de la Subasta San Manuel: “los „coyotes‟ no estaban de acuerdo, yo
estuve a punto de que me mataran ahí, „coyotes‟ y camioneros se me acercaron con navajas, los
„coyotes‟ no van a reconocer que este movimiento tuvo éxito porque no fue un plantón
permanente para recibir apoyos, hacer organización fue parte muy importante”. Durante el
bloqueo tomaron la decisión de detener y retener a quien tratara de vender naranja en el sitio, fue
encontrar brokers con quienes negociar en los Estados Unidos. Bergman y otros asociados
viajaron a Hidalgo, Texas a entrevistarse con dos de ellos, de quienes ya les habían dado
referencias: “llevábamos dos nombres, fuimos, los visitamos y les empezamos a vender limón;
liquidaban”. La relación comercial con los brokers se rompió cuando después de 14 ó 15 viajes
que les habían mandado les quedaron a deber seis viajes. Atenógenes y los otros dos miembros
de la mesa directiva viajaron inmediatamente a los Estados Unidos a hablar y hacer cuentas con
los brokers quienes alegaron que los limones que les habían mandado estaban en mal estado,
situación que según Rangel no pudieron comprobar. De esos seis viajes sólo obtuvieron la mitad
5
El Sistema Producto “es el conjunto de elementos y agentes concurrentes de los procesos productivos de
productos agropecuarios, incluidos el abastecimiento de equipo técnico, insumos y servicios de la producción
primaria, acopio, transformación, distribución y comercialización.” (SAGARPA, 2011).
110
del pago, a partir de esto decidieron no venderle a esos brokers. Después de esa experiencia en
Ejidatarios unidos le daban un reposo de 24 horas a los limones antes de mandarlos a los Estados
Unidos. Rangel tenía la ventaja de tener la residencia estadounidense por lo cual podía pasar al
otro lado de la frontera cuando deseara. Se conectó con otros brokers quienes investigaron a la
asociación y lo citaron para hablar, así fue como empezaron a trabajar con las compañías GM
Este parece haber sido una de las referencias de combatividad de los productores ante los
agroindustriales, como lo menciona Rangel, el haber creado Ejidatarios Unidos fue un hito de
una muestra de iniciativa de los agricultores para posicionarse mejor dentro de la cadena
productiva del limón, complementado esto con el movimiento por mejores precios de la naranja
en el año 2001, lo que les permite subsistir. Al parecer fueron muy enérgicos y uno de los
incidentes más memorables sobre ese evento en el año 2001 fue cuando los productores que
gente venía caliente, simplemente el que no haya obedecido [el no comerciar la fruta] lo
metíamos al corralón”. Atenógenes cuenta que la gente enardecida al ver que llegaba un camión
a comerciar quitó las redilas del vehículo y dejó caer las naranjas, el chofer se asustó e intervino
la Policía Federal; Rangel tuvo que apaciguar a la gente hablándoles por medio de un megáfono
que le prestaron los policías para evitar que se obstruyera la carretera federal. Como vimos esta
manifestación fue el germen que dio vida a los Consejos Citrícolas, organización que es un
Ejidatarios Unidos y los Consejos Citrícolas muestran que los productores han sido
111
proceso de cambio de los productores. Han pasado, como Houtard lo menciona, de ser “clientes”
del sistema político a ser “actores” (Bilbao, 2010). No debemos olvidar que México estuvo
gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) por más de 70 años y que Veracruz
sigue siendo un bastión priísta. Hasta ahora Ejidatarios Unidos es una asociación que no tiene
Chapingo como ingeniero agrónomo. Cano explica que en alguna ocasión miembros de la CNC
comprando limón fiado, lo cual dice no aceptó. Entre los agremiados hay miembros de diferentes
partidos políticos y se respetan las diferencias, Cano considera que esa es la razón por lo que la
asociación no se ha prestado para manejos políticos. Para Cano “el PRI nos puso casi en la
barbarie” para él es un error de los productores esperar que alguien los saque de la situación en
que están como campesinos: “hay que hacerlo nosotros, la gente está esperando ayuda del
gobierno”.
Ejidatarios Unidos fija los precios de acuerdo a información que obtiene de la Asociación
de Empacadores local que aglutina a las empacadoras pequeñas y medianas, con esos datos hace
el cálculo de los precios por caja restando los gastos de comercialización y transporte. Es
importante que Cano considere que los productores deben salir adelante por sí mismos, aunque él
intermediación, rol que parece asumir en diferentes contextos aunque siga siendo el Presidente
de la asociación. Es significativo que Cano considere que todo productor dentro de la Asociación
112
comprador de Ejidatarios Unidos. Los agremiados han tenido que adoptar las estrategias de las
empacadoras para poder mantener su proyecto. La mayor parte de la fruta que reciben debe ser
de buena calidad para que el negocio sea viable, el principal problema de la Asociación es que
los agremiados vendan su mejor cosecha a otras empacadoras cuando los precios son altos.
113
Figura 21. Reporte de precios y clima para empacadores y productores.
comercio de los limones persas, los precios en los distintos mercados de Estados Unidos, los
Aquí se identifica cómo trabajan los intermediarios mayoristas con los brokers. Una empacadora
que se dedica a la exportación, ya sea que produzca limones o no, tiene que acaparar fruta para
venderla a los brokers quienes la distribuyen en los Estados Unidos. Los empacadores y los
productores de Ejidatarios Unidos tienen que llevar a cabo la labor de acaparar los limones para
completar los embarques que les exigen los brokers. El acaparamiento es una tarea que muchos
actores tienen que realizar y es llevada a cabo incluso por pequeños productores, que hacen a la
vez de intermediarios acaparando fruta de agricultores que no tienen vehículo para ir a la subasta.
Ahora se expone información sobre los intermediarios que llevan limones de otros estados a la
Tecomán, Colima, llevaron a Martínez de la Torre maquinaria moderna con bandas de selección.
Uno de sus tíos fue el de la iniciativa y lo invitó a trabajar en la empresa que tenía una bodega en
Mac Allen, Texas. La experiencia fue mala, pues en palabras de Mauricio los clientes siempre “te
chingan” refiriéndose a los brokers. Mauricio considera que los brokers piensan que “cualquier
cosa que le den a los productores mexicanos es buena” refiriéndose a que comparten una ínfima
parte de las ganancias con los agricultores. Desilusionado por los problemas que conlleva la
relativamente virgen para esta actividad, Tabasco. “Esto es de mucha confianza, somos los ojos
de ellos [productores de Tabasco] acá, con los que trabajan en Tabasco, el mercado más caro es
Martínez, le da más utilidad al productor, llegan los viajes y se los vendemos a quien más le
115
convenga”, por cada viaje se llevan 5% de comisión, atienden a productores de Chontal y
Huimanguillo, que están en Tabasco cerca de la frontera con Veracruz. Mauricio dice que
algunos de sus clientes tienen hasta 1,000 hectáreas; además hay un grupo de productores con
2,500 hectáreas que trabajan para el mercado de Martínez de la Torre y también exportan. El
Mauricio monitorea los precios en la subasta además de los tratos de venta del limón de
Tabasco con las empacadoras locales. Ha querido ofertar el mismo servicio para los productores
de limón de Oaxaca, pero no ha podido porque ya hay alguien más que realiza esa labor. Hay un
desfase en las cosechas, en Tabasco el corte se da 20 días antes que en Martínez de la Torre.
Mauricio considera que el mercado de los limones está llegando a saturarse: “se acabó la plaza
Para Mauricio, la intermediación “no se va a quitar, eso se requiere, por medio de eso
otra gente que le compra al productor; aunque ya no hay tanto „coyotaje‟ en el campo [se refiere
quienes compran limones al pie de la huerta] los productores son los mismos, sorprendes a los de
fuera, los de Tabasco venden sin saber a cómo está [el precio]”. La información sobre los precios
es fundamental como hemos visto, y esa es la razón por la que Ejidatarios Unidos difundía los
precios, lo que no pudieron seguir haciendo, ya que ahora actúan como cualquier otra
empacadora comercial.
hace sus cálculos basado en la entrada de cajas en las aduanas. Si entran 350 mil o más en una
semana se satura el mercado y el precio baja. Cuando los envíos no alcanzan las 240 mil cajas, el
limón se encarece, y hay escasez. Como intermediario Mauricio narra cómo tiene que manejar
116
las situaciones de venta: “la confianza es bien importante [para los empacadores si les] vendes un
volumen importante, te van a tratar bien, si eres chico no te pelan”. Mauricio dice trabajar con
todas las empacadoras y al negociar con ellas trata de ser lo “más fino posible” para no toparse
con los disgustos de la agroindustria en la compra de los limones que oferta VERASUR: “de
cualquier manera sabes que vas a chingar a uno de los dos” empacadores o productores de otros
estados.
Mauricio confirma que no hay un acuerdo para fijar los precios por parte de las
poniéndose de acuerdo en juntas, ya no, pero cada año tratan de ponerse de acuerdo, a veces el
precio se pone más arriba aquí que en los Estados Unidos”. Mauricio dice que de las 32
la Subasta San Manuel se lleva a cabo la comercialización del limón persa de los otros estados
productores del país. Si se considera a los limones de otros estados que llegan al mercado de
Martínez de la Torre, se puede calcular que es ahí donde se comercializa la mayor parte de los
limones persas del país. Para Mauricio esto se debe a que pueden exportar a Europa y Japón, que
Conclusiones.
Hay una diferencia marcada entre los tres tipos de productores: grandes, pequeños y medianos.
Se puede ver que los pequeños productores se ven obligados a buscar distintas alternativas de
cultivos y estrategias que les permitan seguir reproduciendo su forma de vida, son los que sufren
en mayor medida la intermediación y tienen que comercializar sus limones a través de la subasta.
Los productores medianos, están en una mejor posición en cuanto a condiciones técnicas de
117
producción, pero aún así tienen que lidiar con la intermediación, aunque pueden tener mejores
condiciones para negociar con las empacadoras cuando su producción es mayor y de buena
calidad. Los productores grandes mejor tecnificados y certificados por los organismos
internacionales pueden negociar directamente con los empacadores, si es que no empacan ellos
mismos, saltando así a la intermediación. La opinión y experiencias de los productores sobre los
“coyotes”, son negativas, pero algunos productores que son propietarios consideran que todo
productor puede ser un intermediario. La calidad de los frutos con sus características de tamaño y
color son usadas por los compradores de la empacadoras y brokers para manejar la especulación
que se ha mantenido de manera exitosa y además ha marcado la pauta para que los agricultores
sean actores y no clientes, de una manera que ha mejorado el estatus de los productores y el trato
que reciben de las empacadoras. Otro asunto permite explorar la información obtenida es la
relación de las empacadoras con los brokers, aunque sesgada e incompleta debido a que no
118
V
investigación era uno de los personajes más identificables de la subasta San Manuel y uno de los
informantes clave para este trabajo, ya que aceptó mostrar en la acción y la palabra, sin ninguna
limitación, los detalles de su actividad diaria como intermediario. En algún momento surgió una
relación de amistad amigos. Se agrega otro estudio de caso, el ingeniero José, quién fue
fundamental para esta investigación ya abrió la puertas a una empacadora grande de exportación
y lo que permitió conocer el punto de venta en la subasta San Manuel, además detalló su manera
Miguel y su “flota”.
“La labor del coyote es de conocimiento y convencimiento, yo voy con zutano porque me
agrada, porque aunque me compre barato me hace reír” Ingeniero José, comprador de la
empacadora.
Miguel trabaja en la subasta, es muy moreno, alto, mide un poco mas de 1.90 metros, lleva
camisa a cuadros de manga larga, no tarda en mostrar que es extrovertido en cuanto lo conoces,
es bastante alegre y sonríe mucho. Desde adolescente aprendió a comerciar con limones, y hoy
es uno de los personajes más identificables de la subasta. No teme hablar de su trabajo con
alguien que apenas conoce y que está haciendo su tesis como es mi caso. Miguel no es un
campesino, es un hombre de la ciudad, no conoce las características comerciales de otra fruta que
no sea el limón persa. Este conocimiento del mercado aplicado a la subasta San Manuel le
permite subsistir con su pareja y la hija de ésta. Miguel renta una casa prácticamente en obra
para conservar los alimentos en una región calurosa. Miguel se transporta a la subasta en los
119
camiones de pasajeros o en un taxi que funciona con una ruta fija. Este hombre tiene una
particularidad que lo da a notar entre los demás “coyotes”, es de cierta manera una celebridad
entre las gentes de los pequeños poblados y congregaciones: a sus 27 años se considera el mejor
árbitro amateur en las ligas locales de fútbol, gana 250 pesos por partido arbitrado, generalmente
considera que eso lo hace diferente al resto. Un “coyote” como Miguel es claramente alguien que
está dentro de la economía informal, es decir su trabajo no tiene una remuneración constante,
depende básicamente de sí mismo y no tiene seguridad social. Aunque Miguel presuma de llegar
a ganar hasta 5,000 pesos en un sólo día, en una sola transacción, no tiene asegurado el ingreso
en la subasta San Manuel debido a que en las temporadas de precios bajos las ganancias de los
“coyotes” disminuyen drásticamente. Durante el tiempo en que las ganancias son menores
Miguel busca ocuparse en otras actividades. Menciona, como otros “coyotes” también lo hacen,
la idea recurrente de irse a Estados Unidos a trabajar, dice haber estado allá por temporadas y
regresa cuando hay precios altos de limón en invierno, sin embargo considera que vivir ahora
Un día común de Miguel entre semana empieza cuando se levanta a las nueve de la
mañana, toma el desayuno que su pareja le prepara y que consiste en la comida recalentada del
día anterior. Se da un baño, se plancha la ropa que va a usar y se dirige a dar una vuelta por el
centro de la ciudad. Llega a la subasta San Manuel generalmente entre las 11:30 ó 12:00 pm. Se
120
dirige a la palapa, recoge su sombrero de un estante, saluda a los demás “coyotes” y recorre los
locales donde las empacadoras compran el limón, para preguntar los precios y charlar con los
compradores de las agroindustrias. De ahí en adelante todo será una actividad constante bajo el
sol, casi frenética hasta las tres ó cuatro de la tarde cuando, dependiendo del día, los precios y la
llegada de productores, hará una pausa para beber una cerveza o platicar con alguien.
VECA donde percibe un sueldo y tiene que trabajar tiempo completo con un horario fijo.
“Esta es mi flota” dice Miguel refiriéndose a los dos hombres sentados enfrente de
nosotros en la fonda, ya se les nota algo de embriaguez. Miguel les explica que hago un trabajo
de investigación y que vengo desde Guadalajara, uno de ellos comenta que ha estado en
-Caímos en los malos pasos, pero el de allá arriba... esto es la perdición (señala la
cerveza) pero allá está el paraíso [mira hacia el cielo].
en serio: “no vayas a escribir mal de nosotros para que nos vengan a quitar de aquí...”. Los otros
dos tratan de calmarlo, le piden que no se dirija a mí de esa manera: “muy bien por ti, a mi me
gustaría haber llegado a estas alturas, estudiar... pues ya en otro tiempo”, dice su hermano,
considera que debió haber estudiado aunque no tuvo la oportunidad y manifiesta su deseo de
hacerlo. Posiblemente esa es la razón por la cual Miguel se considera diferente a su grupo de
pares, a su camarilla. La “flota” de Miguel son sus amigos del barrio, porque de cualquier
manera él se considera gente del barrio y al parecer hay que llegar a mostrarse agresivo si
alguien te amenaza. Los de la “flota” se consideran amigos pero no actúan junto a Miguel en las
actividades del trabajo, aún así, si Miguel tiene un problema con alguien, considera que sus
121
unos personajes muy notorios en la subasta, son familiares y su apellido es Rodríguez, todos
“coyotes”, hijos, tíos, hermanos. El patriarca es un hombre mayor de unos 70 años, se le puede
ver en la subasta, trabajando. En ocasiones lleva de la mano lleva a quien dice es su hijo, un niño
algún momento parecen haber tenido problemas de dinero por compras de limones que
emprendieron en grupo.
cubría la cabeza, se dejaba la barba y la gente comenzó a identificarlo como el Talibán. Empezó
trabajando para un empresario que comercializaba limones para el mercado de Guadalajara. Con
el tiempo, dice, llegó a ser comprador. Según la historia que cuenta perdió su puesto debido a que
el empresario quebró después de sufrir un asalto. Después de eso durante un tiempo quiso
comprar limones para revenderlos a las empacadoras de la subasta, asociado con algunos de los
Rodríguez, los “locos”, como les llama, los “coyotes” que son su “flota”. El capital que
utilizaron fue de 6,000 pesos, dinero que vino de un préstamo que le pidieron a don Pedro, el
patriarca de los Rodríguez, la aventura fracasó y el dinero nunca le fue regresado a don Pedro,
quién a su vez lo había pedido prestado a su patrón, el dueño de una empacadora mediana, al que
Estamos en la fonda, Miguel me mira, parece avergonzado, me cuenta que don Pedro ha
tenido que sacar de la cárcel a sus hijos varias veces y se lamenta que estos no se preocupen por
él. En otra ocasión don Pedro me contará su versión: sus hijos junto con Miguel, le pidieron
dinero prestado para iniciar la compra-venta de limones por su cuenta, don Pedro no tenía el
dinero, pero sí la amistad con el comprador de la empacadora que se lo facilitó. El primer día les
prestó 3,000 pesos; a Miguel y a los demás les fue bien, recuperaron el dinero y pagaron la
122
deuda. Al día siguiente pidieron prestados el resto para completar los 6,000 pesos, don Pedro los
consiguió de la misma manera, sin embargo esta vez el negocio no funcionó y el préstamo no se
pagó de vuelta. Ni Miguel, ni ninguno de los hijos de don Pedro se hacen responsables por pagar
el adeudo, don Pedro, con dos hijos y una esposa que mantener, tiene que trabajar por 150 pesos
diarios, que es lo que generalmente gana, y tiene que arreglárselas además para pagar el
préstamo, porque el comprador que le facilitó el dinero no le cobra a sus hijos por miedo a que
reaccionen de manera violenta. De esta situación se puede constatar lo difícil que es la movilidad
dentro de los diferentes estatus de quienes trabajan en la subasta, Miguel y algunos de los
Rodríguez trataron de iniciar por si mismos el negocio de compra-venta y fracasaron en dos días,
aunque son “coyotes” y viven de comerciar limones, el ser compradores está fuera de su alcance,
atención que tomara fotos y video con una pequeña cámara digital, algunos, bromeando, me
pedían que les tomara la foto, después mi presencia se volvió habitual. Al principio cuando
observaba al comprador de la empacadora, no entendía lo que estaba pasando, “tengo que estar
aquí tres meses [pensé], y esto no es lo mejor que se puede hacer para entender cómo se
comercia en la región”, faltaban las claves y el conocimiento de los tipos de limones y las
circunstancias del comercio para saber lo que estaba pasando. El investigador es el outsider y
hasta que no entra en la actividad propia de la subasta y se vuelve una presencia constante en el
me preguntó qué estaba haciendo y al enterarse del motivo de mi presencia en el lugar se ofreció
123
a ayudarme: “vente yo te muestro cómo es el jale”.
camionetas y “pelean” por los clientes, tratando de convencerlos de que les van a conseguir el
mejor precio. El Talibán, dice que su trabajo es robar, y parece referirse a situaciones en que
cobra una comisión desproporcionada a los productores sin que éstos se den cuenta. Se necesita
consideraremos a Miguel un actor que trabaja para proyectar una impresión, ya sea de manera
cuando se la recordé días después, entonces cambió de opinión y dijo que su trabajo era honrado,
comisión que ganó quería, molesto, quitarle el dinero. En la historia forcejearon y llegaron los
policías que resguardan el lugar, los cuales consideraron que Miguel tenía la razón. Las reglas no
escritas son claras, el “coyotaje” es algo normal: “yo también tengo que llevar dinero a mi casa,
¿a poco tanto tiempo y andar de arriba abajo no cuenta?”, dice Miguel. Esto lo colocaría como
un actor cínico, sabe que tiene que creer su representación, aunque sea de manera momentánea,
para parecer auténtico frente a los productores. De otra manera su representación no sería lo
Goffman es claro en esto, dice que para analizar una situación dada, en este caso el acto de
compra-venta, se puede considerar que los actores intentan llegar a una definición general de la
situación que implica, no un acuerdo real respecto de lo que existe, sino un acuerdo real sobre las
demandas momentáneas que serán tomadas en cuenta para definir una situación específica
(Goffman 1997). Se considera que un “coyote” trata de proyectar una imagen de sí mismo,
124
quiere dejar una impresión favorable, pero esa imagen puede romperse cuando no puede pagar el
precio ofrecido al productor. Es el caso en que los actores, que están inmersos en una interacción,
dentro de una situación específica, y cuando la situación que hasta entonces se creía estaba
queda sin definición alguna. Pasa lo que Goffman (1997) considera una especie de anomia que
desestabiliza el sistema de interacción cara a cara que los actores han creado. La definición de
una situación está sujeta constantemente a romperse, si esto ocurre, los actores se ven obligados
a salvarla o dirigirla por medio de técnicas defensivas o de tacto para controlar la impresión que
las empacadoras y productores, es muy difuso. La metáfora teatral es usada para retratar la
dinámica compleja de las interacciones. Las situaciones que analizo siguen una pauta, es decir
están estructuradas después de años de interacción entre los actores, pero aún así siguen siendo
dinámicas, hay cierta elasticidad en la negociación de la que pueden tomar ventaja los distintos
Así trabaja Miguel: primero convence al productor de que lo elija como “coyote”, le
ofrece comprar su limón de calidad de empaque o de exportación para Estados Unidos, parejo la
reja, es decir todas las rejas al mismo precio, por 20 pesos cada reja. Entonces se dirige con el
empacadora, obtiene 25 pesos por reja y paga al productor los 20 pesos que le había ofrecido, su
comisión es de 70 pesos por las catorce rejas en las que ha mediado la venta. El mismo día a la
125
1:20 pm ofrece 35 pesos por las rejas de limones de primera para Estados Unidos, consigue un
precio de 45 pesos la reja y gana una comisión de 47.50 pesos. A la 1:30 pm ofrece a otro
productor 50 pesos por reja de limones de exportación, de los que se mandan a Francia, verdes
de segunda, al negociar con José, el ingeniero de la empacadora VECA, obtiene 50 pesos de esta
cuánto gana. Cuando no hay ganancias abiertamente, generalmente los “coyotes” le dicen al
productor que no ha habido comisión, con ello pretende ganar su confianza, en el caso de que el
productor sea uno de sus clientes regulares tratan de no defraudarlo, aunque no siempre pasa.
En ocasiones los “coyotes” harán todo lo posible porque el productor acepte un precio
menor al que le han ofrecido en primer lugar, el conflicto se puede presentar y es ahí donde las
habilidades del actor como intermediario son necesarias para convencer al productor y evitar que
quede con una mala impresión del “coyote”. Entonces toman importancia en la definición de la
situación las categorías: cliente “duro” y cliente “blando”, manejadas por los “coyotes”. Para el
“coyote” es necesario que los productores tengan un mínimo de confianza en él, ante éstos tiene
que establecer una definición de la situación que le sea propicia, puesto que en algún momento
tendrá que “enganchar” a los mismos productores con los que ya ha tratado, si los productores
tienen una impresión muy negativa del “coyote” va a ser más difícil que los pueda convencer de
nuevo.
empacadora, porque debe ocultar la información que hace que la representación se caiga, esta
información es la cantidad de la comisión que obtiene por las ventas. Cuando la situación se
comisión que ha ganado y pretende quitársela a la fuerza, el “coyote” debe hacer uso de su
126
habilidad o simplemente retirarse y claudicar en el caso particular del productor agraviado. El
Manuel. Desde que los productores se acercan a la subasta los “coyotes” inician su
representación. De alguna manera salen del trasfondo escénico, que es la convivencia entre ellos
y del intercambio de información, para entrar a escena frente a las camionetas. En cuanto un
productor elige a un “coyote”, el poder de decisión es relegado al intermediario, del que se tiene
cierta esperanza que cumpla con el precio pactado, lo que implica que la comisión no será
excesivamente alta. En la metáfora teatral que usamos para analizar la situación, el productor es
despojado del predominio dramático, y a partir de ese momento no puede definir la situación,
aunque trate le es muy difícil porque al lado de los espectadores, si es un productor “duro”, hará
lo posible para ser un actor más y tratará de definir la situación con la ayuda del “coyote” o
1:51 pm, Miguel ofrece 30 pesos y obtiene un precio de 35 pesos por cada una de
las 29 rejas de productor, en la empacadora Catania, gana 145 pesos de comisión. A las 2:20 pm
Miguel muestra como se hace la transacción, ofrece 30 pesos por reja a un productor, en la
negociación con el comprador de la empacadora obtiene 30 pesos, regresa con el productor que
mira lo que pasa a escasos metros de distancia, ofrece 25 pesos por reja al productor, no tiene
gran problema para convencerlo, es un productor “blando”, acepta sin reclamar, Miguel entonces
gana 35 pesos por colocar 7 rejas de limón de empaque. 2:52 pm Miguel ofrece a un productor
45 pesos por reja de limón verde de exportación calidad Europa, obtiene 50 pesos por reja en la
empacadora Natury, gana 60 pesos por colocar doce rejas. 3:32 pm ofrece 55 pesos por reja de
limón verde, obtiene 60 pesos de la empacadora VECA, por colocar 19 rejas, gana 95 pesos. En
un lapso de cuatro horas Miguel ha ganado comisiones por 325 pesos, a pesar de ser un trabajo
127
informal, las ganancias que obtiene son mayores a las que obtendría realizando otras actividades
considerando el tiempo que invierte en trabajar en la subasta. Sin embargo si llueve o si los
precios están muy bajos, la situación es mala para el “coyote” también. Así pasa otro día, cuando
Miguel me muestra el local donde compra la empacadora Paso Real. Del otro lado de la báscula,
están tres compradores que trabajan para distintas empacadoras. Miguel llega al local toma un
vaso de plástico que tienen sobre una reja vacía y me sirve refresco de una botella, toma otro y se
sirve él también; charla con el comprador de la empacadora, conocido como “El Pato”, hablan de
los precios y del tipo de limones que debe comprar. Este día no hay mucho movimiento en la
subasta y Miguel piensa sobre la posibilidad de irse temprano, los constantes vaivenes en los
precios y la informalidad en que están sumidos los “coyotes” les hace considerar siempre el
cambiar de actividad. Quizás por eso, en la fonda donde estamos sentados charlando hay un
anuncio que me llama la atención: “esta es una oportunidad para conocer una faceta de tu
personalidad, nada pierdes con probar. Descubre ese espíritu indomable y aventurero que tienes
dentro de ti”, propaganda del ejército para conseguir reclutas, no es casualidad que esté pegado
aquí.
Hay días en que el problema para los “coyotes” es que les rechazan la fruta
constantemente. Al menos eso pasó con Miguel, quien llevó limón de un productor a un
comprador de la empacadora y fue rechazado dos veces. Ese fue un día en que no percibió lo que
habitualmente gana. Definitivamente hay días en que los empacadores tienden a dejar fuera el
margen de la comisión de los “coyotes” del precio de compra de la fruta. De esto se benefician
ya que al comprar limón de “empaque” revuelto con “verde” pueden negociar con el productor
con mayores posibilidades de dejar el precio a la baja y quedarse con unas cuantas rejas de
limones de “empaque”, de donde pueden obtener limones verdes a un precio bajo. Esta estrategia
128
parece darles buenos resultados a los empacadores, pero los “coyotes” que trabajan “libres”
Otro día, 2:33 pm. Miguel lleva a un cliente, el cual transporta los limones en una
camioneta con caja acondicionada para transportar carne a la empacadora “La Bamba”, en este
momento hay mucho ajetreo en la subasta. Miguel tiene que esperar un rato para que el
comprador lo atienda. Hay tres coyotes antes que él, cuando logra llamar la atención del
comprador, este da un vistazo a las rejas, en cuestión de segundos, el precio ofrecido es muy bajo
“empaque”, como ellos les llaman, busca limones “verdes” con calidad para exportar a Francia,
entonces Miguel se dirige al local de la empacadora VECA donde coloca las rejas de limones de
empaque del productor. En estas situaciones es el conocimiento de la subasta lo que hace que el
“coyote” sea indispensable para las empacadoras, el productor tardaría mucho más en identificar
dónde pueden comprarle la fruta. Los requerimientos de las empacadoras son distintos,
agroindustria.
La idea del “coyotaje” como robo o estafa, la saca a relucir el mismo Miguel en otra
ocasión, me dice que cada limón “verde” está a cuatro pesos, después de realizar una operación
número ocho de la empacadora Catania, donde vende cada reja de limones a 55 pesos y las paga
al productor a 40 pesos. Nos separamos y un rato después dice: “no seguiste la jugada le pegué al
viejillo” me comenta cuando le pregunto qué ha pasado, sin tapujos está aludiendo a que se
aprovechó de la situación, hay mucho ajetreo en la subasta, Miguel sabe que cuando: “entran
129
Miguel se vuelve cínico frente a los productores: en una ocasión, después de colocar la
fruta de unos productores, estos le invitan a beber unas cervezas en la palapa, yo los acompaño, a
petición de Miguel les habló sobre el trabajo etnográfico y los productores me invitan a visitar su
rancho. Entonces Miguel empieza a presumir lo que considera me ha enseñado del lugar: ¿cuáles
empacadoras pagan más? Me pregunta - VECA y La Bamba- ¿quiénes acopian los viernes,
cuando hay poco movimiento en la subasta? Le respondo: la razón por la que algunos viernes
hay más movimiento de lo normal, es que cuando ha llovido durante la semana y los productores
no han podido cortar los limones, se reactiva la actividad el último día laborable de la semana, el
cual normalmente sería muy tranquilo en la subasta. Miguel me pide que les mencione a los
productores que están bebiendo con nosotros en la palapa, cuánto ha llegado a ganar él en un día:
5,200 pesos, respondo. Claro un día que fue excepcional, los productores no parecen estar
cómodos con la plática. Miguel argumenta con ellos, les dice que los “coyotes” representan los
intereses de los productores: “para que no los chinguen directamente los compradores de las
empacadoras”. No parece una buena estrategia de Miguel alardear frente a los productores de
quienes acaba de recibir una comisión. Decir que un día ha ganado 5,200 pesos en detrimento de
un productor, sea cierto o no, no parece muy inteligente, en la entrevista con los productores en
su parcela, estos se quejarán precisamente de ese cinismo. Miguel ha revelado los secretos de la
la “palapa”, donde se siente seguro al hablar de una situación que no parece competer ya a los
productores, pero en realidad estos se dan cuenta que seguramente les ha pasado a ellos y no se
han enterado, cualquier tipo de confianza que puedan tener en Miguel parece haber desparecido,
¿elegirán a Miguel para mediar la venta de sus limones otra vez? Es una pregunta que tres meses
de trabajo de campo no bastan para contestar. Sin embargo se aventura una explicación, en el
130
momento en que Miguel lo dijo, parecía jactarse de la situación que describía para mostrarse
inteligente ante los productores y ante mí. No parecía importarle perder la confianza de los
productores, parecía ser más importante en ese momento alimentar su ego, mostrar sus
capacidades como “coyote”. Para que esto ocurriera, parece fundamental que Miguel se relajara
estaba representando su papel de “coyote”, ni parecía seguir una estrategia para maximizar sus
comisiones, simplemente era una persona que quiere reconocimiento a sus “hazañas”. Como se
aprecia en este caso, los actores no son seres casi mecánicos cuyo propósito primordial es
maximizar sus ganancias, al menos no todo el tiempo, ni en todos los lugares ni situaciones,
debido a que hay motivaciones y aspectos de la conducta humana que escapan a la racionalidad
Aún hoy, cuando actuamos fuera del dominio del mercado o la religión, muy pocas de
nuestras acciones puede considerarse motivadas por algo tan simple como la avaricia sin
freno o la generosidad autocomplaciente. Cuando tratamos, no con extraños, sino con
amigos, parientes, o enemigos, una trama mucho más complicada de motivaciones entra en
juego: envidia, solidaridad, orgullo, autocompasión, lealtad, obsesión romántica,
resentimiento, rencor, pena, vergüenza, jovialidad, la búsqueda de compartir momentos
agradables con los demás, el deseo de evidenciar a un rival, etc. Estas son motivaciones que
impulsan los grandes dramas de nuestras vidas y que los grandes novelistas como Tolstoi y
Dostoievski inmortalizaron, pero que los teóricos sociales, por alguna razón, tienden a
ignorar. (Graeber, 2007, p.35).
Termina el día en la subasta San Manuel, Miguel se queda un poco más de tiempo porque
tiene que llenar una bolsa de plástico del supermercado con limones para su pareja Marta. Ya está
cansado de tomar agua de limón preparada con saborizantes en polvo. Los limones en las tiendas
de Martínez de la Torre se venden a precios de los mercados de abastos del las ciudades grandes.
1:20 pm, hoy la subasta está en calma, hace unos minutos cinco “coyotes” jugaban a la
baraja en una de las palapas con uno de los compradores. Miguel el Talibán, mi nuevo casero, se
queja: “no hay nada [de trabajo]”. El andén con el número 11 todavía no está trabajando, el
ingeniero José, ubicado en el punto de compra de la báscula Los Almendros, a pregunta expresa,
131
me habla sobre las estrategias que maneja para comprar, hoy esperan una entrada grande de
limón: “el asunto es que el productor se espere…si no el empacador „para‟ sus antenas y baja el
precio”. La empacadora La Bamba lleva pocos limones en sus rejas, tiene que comprar limón
“verde” de la mejor calidad y ese tipo de limón ha estado escaseando. La empacadora VECA está
pagando el limón de “empaque” con “verde” de 60 pesos para arriba, el ingeniero comenta que
tiene una ventaja estratégica: hoy puede empezar a comprar temprano porque tiene una reserva
de limones que le quedó del día de ayer, mientras los otros empacadores están a la expectativa de
cómo se van a comportar los precios. Camino por la subasta, me encuentro a Miguel, le comento
que en algún momento se espera que entre bastante limón, me contesta: “cuál, no hay limón”.
José tiene cerca de 50 años, es bajo de estatura, moreno y peinado de lado con goma, se presenta
me muestra las instalaciones y me deja muy claras las medidas de higiene, hay que usar cofia
cerca de donde se clasifican y empaquetan los limones. Su oficina está en la nave industrial
donde esto se lleva a cabo, y en la segunda planta están las oficinas del dueño de la empacadora,
muchos más lujosas, donde atiende una secretaria. José me dice que lo siga, me va a presentar al
dueño, entra a su oficina y al cabo de unos minutos regresa y me dice que no voy a entrar, no va
a presentarme con el dueño y afirma que lo mejor es que no lo vea, esto último lo dice de manera
irónica, dando a entender que el jefe está enojado. De todo el tiempo que pasé en la empacadora,
solamente vi al dueño una vez y de lejos, un hombre de 50 años blanco y regordete, vestido en
shorts y camisa informal que se paseaba, de manera frenética con los jefes de producción y
capataces siguiéndolo para atender a sus órdenes. Todos los comentarios que escuché después
sobre el dueño de la empacadora fueron coincidentes: se le considera una persona déspota que se
132
dirige de manera muy ofensiva a sus subordinados. Un personaje odiado, pero también admirado,
ya que se le considera un selfmade man que llegó a Martínez de la Torre sin un gran capital: “con
una mano por delante y otra por detrás” me diría un ingeniero que trabaja para SAGARPA, quien
también dijo admirarlo por lo que ha logrado. José había trabajado antes para él en la
puesto de jefe de producción, así es como definen la posición del comprador de la empacadora.
José comparte ahora el puesto en producción con Miguel, un hombre mucho más joven, 35 años
aproximadamente, y mucho más reservado que José (de hecho con él hable muy pocas veces). La
estaba sentado observando qué era lo que pasaba a mi alrededor, esperando que fuera la hora de
acudir a la compra diaria en la subasta. De cuando en cuando, José tomaría un tiempo para
charlar conmigo, acerca de su oficio, haciendo uso de la grabadora, con su consentimiento por
supuesto, registré parte de esas conversaciones. A José le interesa que lo que él sabe quede en un
libro, así me lo dijo literalmente refiriéndose a este trabajo de investigación. Cito entonces sus
palabras ya ordenadas y editadas para una fácil lectura porque son bastante elocuentes para
conocer el por qué ahora es comprador de la empacadora y qué estrategias utiliza en su trabajo
José cuenta su situación, sus orígenes y cómo se inició en la agroindustria: “me dio la
parcela mi papá y yo le metí el ahorro de mi vida, no tenía yo casa, vivía yo „arrimadito‟ en una
133
casa que tenía mi papá, pero no tenía ni carro ni camión, trabajaba en ICMOSA6 no tenía nada,
absolutamente nada, yo tenía mi ahorro y mi papá tenía la parcela y me dice: 'te la voy a dar pero
levántala', y le dije que sí, pedí mi mes de vacaciones, a nadie se las dan pero yo las pedí
forzadas, para poder dedicarle tiempo al rancho, a la tierra, a llevar gente a podar, a sacar
'sacapalo', a chapear los árboles, a levantar la finca, eran 17 hectáreas, híjole un campesino
andaba más arreglado que yo, andaba casi descalzo y llevaba yo nada más un guardadito para
que comiera en todo el día, andando a pata, en aventones para allá pal rancho, era dedicado, lo
que se llama dedicado, cual va a ser mi sorpresa, con fertilizantes y todo, que baja el precio de la
naranja y corto mis naranjas a precio muy bajo, corto mis mandarinas a precio muy bajo, limón y
aguacate que tenía también allí regalado, mucho se echó a perder, la pimienta se echó a perder,
surge de esto que saco de todo esto juntado, 22 mil pesos y pico, ¿sabes que hice?, recogí mi
dinero, así como este papel [toma un papel en blanco] y le dije a mi papá aquí está tu rancho, está
limpio quédate con él, yo me voy a mi trabajo, ahorita tengo este capital y ya perdí cerca de dos
mil pesos, me costó mucho trabajo ganarme ese dinero, mejor me voy porque yo de productor
me muero de hambre, y sabes por qué, porque yo todo lo mandaba a hacer. El productor de la
congregación, del ejido, del poblado [trabaja con] la prima, el hermano, el primo, a mi me
decían: 'el jornal cuesta ochenta pesos' yo tenía que pagar ochenta pesos, 'la poda te cuesta diez
pesos por árbol' y tenía que pagar diez pesos, el fertilizante ni se diga, no me lo regalaban, flete
pa' llevarlo, flete pa' regarlo, de mi trabajo en ese mes, más todos los que siguieron más adelante
no gané nada. Yo sí saqué mis gastos, invertí tanto, saqué tanto, así que nada más llegué: 'aquí
está tu ranchito apá no quiero quedar mal, mejor dárselo a otra persona que esté dedicada, yo me
voy a mi trabajo, porque es el único que tú me enseñaste' porque algo que tiene mi papá es que
6
Industria Citrícola de Montemorelos. Montemorelos está en Nuevo León anteriormente un gran centro citrícola, los
cultivos se extendían por todo el valle desde Allende N.L. Hasta esta ciudad, después del boom citrícola en Veracruz
la empresa se dedicó a comprar y revender cítricos en ese y otros estados.
134
nos enseñó a ser agricultores, a saber manejar todo, ¿tú te puedes acabar 16 hectáreas con
machete? Cuando llevas la mitad ya está el monte otra vez arriba porque andas solo, no es por
ahí, pero si hubiera pensado yo de esa manera […] no tuviera lo que tengo, ¿por qué? Porque
[…] mis hermanos tienen las mismas hectáreas que yo y tienen rentadas sus huertas y sus
parcelas, inclusive uno de ellos tenía una paletería, porque él cometió un error, quitarle a una
cosa para meterle a la otra, quitarle todo a una cosa para meterle a la otra, porque según había
dos años en la empacadora B y S Grupo Exportador donde laboraba como comprador externo. Es
contratado por la empacadora VECA, dos años después regresa a ICMOSA, porque el dueño lo
empleó de nuevo en un mejor puesto, según dice, pagándole el doble de sueldo. En ICMOSA le
tocó supervisar el armado de las instalaciones que se encuentran en la subasta San Manuel, ahora
obsoleta, silos invertidos y separadores de tamaños por gravedad además de un elevador para
cargar los camiones. En el año 2001 se retira de ICMOSA, dice, para estar con su familia y
porque está cansado: “llegó el momento en que pensé, estoy sano y tengo mi casa propia, no me
falta nada […] Es cuando te sientes que vales”. Lo dice en referencia a que en ese momento en
ICMOSA era coordinador general de la compra de siete frutas que manejaba la compañía, sentía
que merecía una promoción (no lo menciona, pero ese parece ser el factor de peso para
renunciar). “Me planté en una junta y les dije a los directivos: 'qué se necesita para tener una
gerencia aquí, ¿ser un viejo blanco, gordo y que trate mal a la gente?'”. Aún con esa amargura de
no haber alcanzado el puesto que según él merecía define la situación así: “no soy muy
ambicioso, me fascina el contacto con la gente, estaba de comprador de limones para B y S, aquí
en Martínez, a comisión y tenía un camión, ganaba el flete, ganaba 1,800 pesos al día”. José es
135
una persona que claramente disfruta su trabajo.
Su siguiente etapa con VECA inició cuando el dueño de la empacadora lo buscó para que
trabajara para él como comprador externo en Cuitlahuac, Veracruz, una ciudad a tres horas y
media de Martínez de la Torre. Rentó una casa allá y tuvo que regresar porque el negocio no
funcionó. José refiere que el resultado de esa experiencia fue que la estrategia de compras se hizo
conservadora. Siguieron la misma línea que los demás y solamente se contentaron con abrir la
compra en el corredor de la subasta San Manuel: “en este negocio se quema uno por ayudar a la
gente sin utilidad […] en los trabajos que he tenido yo en VECA he sido lo más honesto que se
puede”.
dueño conoce a los padres del ingeniero y a él de toda la vida, sabe bien de su trayectoria
profesional. Sobre sus habilidades, José cuenta que sabe hacer de todo, desde chapear el huerto
comunicación por radio, dice que ha llevado a cabo muchas funciones dentro de la agroindustria.
A la par de su trabajo en VECA tuvo a su cargo la administración de dos ranchos, fue cuando el
el monto de lo que ganaba con esos trabajos extras: “el sabe quién soy yo, un puesto de compra
es muy celoso, muy codiciado. No es por nada pero ya quisiera ver a cualquiera de estos
„coyotes‟ que te comprara sin dinero, trabajar aquí o en cualquier plaza es muy fácil si tienes
dinero”. Se refiere a la prueba de fuego que le hicieron pasar como empleado en ICMOSA,
cuando tuvo que comprar fruta sin entregar un sólo peso en efectivo a los productores, solamente
con la promesa del pago, situación a la que, según él, le sometieron a propósito sus jefes de aquel
136
Además, José ha empacado por cuenta propia y perdido capital, de 20 a 30 mil pesos,
dice: “toda la vida mi padre ha sido comerciante de cítricos, mi papá estuvo activo 45 años en el
comercio. […] el rendimiento de las huertas es buen corte” en el que seleccionan la fruta más
redituable para ser vendida y agrega: “pero hay que supervisar, porque en cuanto te descuides los
diferentes empacadoras: “estas se dedican a la maquila” dice José, hay una banda de empaque de
silos invertidos y una banda para clasificar y encerar la fruta, similares a las que VECA posee,
José dice que la maquinaria cuesta medio millón de pesos. “Hay muchas historias qué contar
sobre la subasta, desde muertes por riñas entre socios, hasta envidias y enfrentamientos
comerciales. Yo te conozco a todos los que trabajan en la subasta. Conocimientos sobre calidad,
contactos para la industria, tipos de negociación, 'gentes como yo hay pocas', que tienen carácter
José explica su rutina de trabajo: “el proceso es que viene el productor, háblese de
empacadoras, los detectan y les dan un ticket, puede ser éste [muestra un papel], estos son los
tickets, llevan nuestro logo, nuestro número consecutivo, fecha, y ahí dice todo lo que quieras
identificar, si son limones verdes, esto [los tickets] nosotros lo manejamos como la cotización
firma autorizada de que se está comprando”. El ticket, como le llaman, es un comprobante que
les sirve para identificar a quién compraron qué tipo de limón; de dónde es el productor, en parte
por los requisitos de trazabilidad que se supone van a ser necesarios para la operación de las
empacadoras dentro de la norma ISO bajo regulaciones de la USDA. Lo cual es muy difuso
debido a que los productores pueden traer limones en sus rejas de huertas que no son de ellos o
137
mezclar sus limones con otros que han acaparado. De cualquier manera a parecer los datos del
ticket les permiten identificar qué productores o acaparadores les venden buenos o malos lotes de
limones.
José comenta sobre el registro de las compras: “lo principal aquí, [refiriéndose a la
información en el ticket] es que el tipo de compra fue parejo, es una observación: parejo, corrido
o como se ve. Si es corrido yo te separo [los limones], es la separación por tamaños, colores y
calidades. Parejo es decir: 'aquí está mi caja [o reja]' y nomás de vaciarle las suyas; yo veo la
caja, [le digo] su caja vale 20 pesos, su caja vale 50 pesos”. José afirma que el productor no
quiere que al llegar con el comprador de la empacadora, éste le baje el precio que está marcado
en el ticket por el “coyote”. El productor le dice al “coyote”: “¿me vas a responder por este
precio que me estás dando en tu ticket? No pos que sí [responde el coyote] El productor llega a la
empacadora, porque [los productores con esos tickects] pueden llegar hasta la empacadora, no es
necesario ir al borde donde vamos a ir ahorita [el borde del camino en la curva de la subasta],
vienen [los productores] y dice aquí [señalando el ticket] -pagar aquí a como se ve, 30 pesos la
reja , grande o chica; la reja grande de 24 hasta 27 kilos, la reja chica se paga a 30 pesos. A un
productor que llega con el comprador de la empacadora y le dice 'a como se ve', el comprador le
responde -ok vacíame las rejas-, después de vaciarlas puede que yo le diga: 'no está el limón a
como lo vio mi „coyote‟, es decir que no le vamos a pagar el precio que se le había ofrecido el
„coyote‟ en la papeleta, 'trae muñoncitos, trae mucho claro, defínelo tú', entonces ya entra la
observación y es la acción del comercio, porque aquí a la empacadora viene el productor de los
centros de acopio7 con ofertas. Cuando no le gustó el regateo, el productor se planta allá en la
7
Hay varios centros de acopio donde coyotes de las empacadoras y libres compran los limones a los productores
antes de que lleguen a la subasta.
138
subasta y dice: 'quiero precio, es que yo no acepté en los centros de acopio porque vengo a
subastar mi limón viene muy bueno y vale tanto'. Esto es el resultado de que el productor viene
de despoblado, es decir viene toreado, el productor hace, vamos a decir, [una escala] en el
Cadillo, de ahí a Martínez de la Torre son 20 kilómetros, aunque él viene de otros tres kilómetros
más atrás que del Cadillo, puede pensar: 'mi limón viene revuelto, si llego a la Subasta San
Manuel me pueden tronar, mejor quiero ver a un [acaparador] incauto aquí del Cadillo, que es un
centro de acopio', llega al Cadillo, lo ve un „coyote‟, lo ve otro y el „coyote‟ le dice: 'te pago a 30
pesos la reja', entonces el productor piensa: 'ayer vendí a veintidós pesos la reja de este mismo
limón, párale a 30 pesos, te lo vacío', en el punto de acopio le van a ofrecer 30 pesos. Hay
„coyotes‟ „ensueldados‟ por nosotros, son tres y hay otros tres coyotes libres, que vienen
ganándose cinco pesos por reja que se compra, ellos vienen conmigo y yo les doy el precio que
En una ocasión uno de los “coyotes”, que trabajan por su cuenta, había estado llevando
productores a comerciar con el ingeniero José. El “coyote” discutía de una manera vehemente
con él ingeniero buscando una gratificación por sus servicios del día de ayer: “dijiste que me ibas
a dar algo Pepe y no me diste nada”. El ingeniero simplemente no le habló del tema: una vez que
el „coyote‟ se ha ido menciona a los demás trabajadores: “que le quite su comisión al productor”.
José explica la labor del “coyote” cuando hay menos producción y los precios son altos,
meses en los que tiene a más coyotes trabajando con él: “de planta están la mayoría, te voy a
decir porqué, porque es cuando ellos menos trabajan, pero más ganan”, en esta época de
sobreproducción y precios bajos las ganancias de los coyotes disminuyen: “ te voy a hacer un
'récord': ellos me avientan ahorita doscientas rejas a mí, para yo checarlas, pero unas se quedan y
139
otras no, porque ando buscando control de calidad” lo cual hace más difícil el trabajo de los
José continúa: “en el mes de noviembre, diciembre, hay poca entrada [de limones], ellos
[los „coyotes‟] tienen que agarrar y ser un poquito más convincentes con la gente, para que se
traigan aquí las cajas, una por una que se quedan porque no tienen de donde agarrar, por la
escasez y por sus compromisos [los de la empacadora de surtir a sus clientes en Europa y Japón]
tienes que bajar un poquito de calidad y empacar lo que allá la báscula te da, lo que la subasta te
da, y a un precio carísimo. Nosotros hemos pagado una reja en quinientos pesos, por lo tanto
siempre la labor del „coyote‟ ahí es de convencimiento, es mayor [la dificultad], pero gana más.
Ahorita cualquier „coyote‟ con el precio, están a cincuenta, 'no pos yo te doy a cien', -pos yo me
voy contigo', pero a la hora de vaciar dice: 'no mira no es fruta de a cien, discúlpame no me
sirve'. Si nosotros nos pusiéramos nada más a que vemos limones y los compramos no [es lo
conveniente], hay que ver lo que te sirve y para pagar lo justo, que en una reja ahorita es de 60
pesos, 65, máximo 70, si viene con un sobreprecio, lo (que puede ser) de 100 a 120 pesos, le
diría [al productor]: 'están muy buenos tus limones, pero yo no los pago, porque no me los paga a
mí el cliente'. Si como capricho mío, para que no se las lleve el vecino yo te los voy a comprar,
voy a tentarme sobre mis bolsillos. Es una ética que nosotros trabajamos aquí, no compramos
José agrega: “si el productor es inteligente y el coyote le dice que le compra cada reja a
pesos la reja y de que me la paguen entonces a 50. El gasto que hace el productor por el recorrido
entonces si vale la pena, porque puede ganar veinte pesos más por reja o le subo otros diez más,
el productor piensa: 'yo me voy al lugar de la subasta porque mi limón vale'. El productor ya
140
tiene los ojos muy abiertos y los oídos muy destapados, si el productor ve que hay mal trato en
sabe que va a trascender esos obstáculos y llega con el comprador y le dice: 'traigo esta calidad
de limón ¿de a cómo me vas a pagar?' , ya no le va a pagar por reja le va a pagar por kilo, ¿y en
peso a un peso cincuenta [se refiere a la diferencia que hay entre el pago obtenido en la subasta a
la del pago obtenido directamente con la empacadora]. Por reja o por kilo son las dos únicas
profundamente de las empacadoras, la razón es que no hay manera de que puedan comprobar que
los rendimientos que les reporta la agroindustria al separar sus limones son correctos.
José narra su forma de trabajar convenciendo a los productores de bajar los precios:
“igual ayer llegaron por ejemplo dos productores solos [es decir que ningún coyote iba buscando
una comisión con ellos] el productor dice: 'yo vengo sólo quiero ver que tú me ofrezcas' le dices:
'vacíate una o dos rejas', y después de verlas le dices al productor que no te convence la fruta que
lleva. 'Dime a cuanto me la das', [dice el productor], -mira el precio son veinte pesos por reja
[contesta José] -no es que me ofrecieron cuarenta, [José cierra el diálogo] -adelante que te den
los cuarenta”.
José reflexiona: “ahí se utiliza mucho una palabra, yo le llamaría fórmula: el regateo y
utilizar un poquito de convencimiento; hay veces que la fruta si te sirve, pero tienes que armarte
una estrategia para decirle al hombre: 'mira no me sirve', pero revolviéndolos yo, el productor te
dice: 'oiga no sea usted tan drástico deme cinco o dos pesos más', aparte ya te conocen y les
dices: 'yo te doy dos pesos más pero si quieres ir a la competencia, allá te van a bajar cinco pesos'
, ahí es donde está la desilusión, le entra la duda al productor, que puede pensar: 'aquí estoy en
141
firme, nada más para vaciar y estoy con él, que me la va a recibir, aquí lo vacío y me pagan'”
José explica muy bien el método que utiliza para bajar el precio a los productores, es una
representación muy afinada por años de experiencia que tiene el objetivo de hacer creer al
La visión que tiene José sobre el trabajo está basada en la eficiencia, aunque tiene una
gran frustración debido a que no pudo escalar a puestos de mayor importancia en ICMOSA, la
empresa donde aprendió a ser comprador. Él admite que no pudo ser productor al no poder
comercializar a buen precio los frutos de su parcela, sus hermanos son ejidatarios y los define
como “jodidos”. Considera que su puesto de comprador tiene un buen estatus en la subasta
“somos seis hermanos, a mi me distinguen 'tú eres el único cuerdo para trabajar'. La carrera me
ha ayudado mucho para entender a los industriales, para batear con los grandes, con lo único que
he batallado, con lo que me ha faltado a mí, es que la gente me ha evaluado con un perfil menor
sin darme puestos más altos de las gerencias”. Lo cual lo atribuye a lo que se puede considerar
racismo, sus jefes en ICMOSA eran blancos del valle de los cítricos en Nuevo León. “Yo estudié,
ejercí, mi primer trabajo fue en ANAXA, Aseguradora Ganadera, en Tuxpan, Veracruz, en 1983.
Salí de ahí porque me gastaba 3,500 pesos en viáticos y ganaba 2,500, lo que quería era aprender.
Trabajé también en el ingenio de caña, ahí aprendí la caña, desde como sembrarla, los tipos,
todo. En ICMOSA trabajé con un familiar, mi papá lo apoyó para comprar naranjas y ahora tiene
mucho capital, en ICMOSA manejé siete de las once frutas que tenía la empresa, el carácter me
la 1:20 pm, hace unos minutos cinco coyotes jugaban a la baraja en una de las palapas con uno
de los compradores, Miguel, se queja, dice que no hay nada [refiriéndose al trabajo]. El local de
142
la empacadora en el corredor con el número once todavía no está trabajando, el ingeniero José, se
ubica en el punto de compra de la báscula Los Almendros. La empacadora VECA ahora tiene dos
puntos de compra. El ingeniero Mauricio esta en el punto dentro de la subasta y José se ubica en
la entrada contraria para poder captar a los productores que llegan de otras rancherías.
José me habla sobre las estrategias que maneja para comprar. Hoy esperan una entrada
grande de limón: “el asunto es que el productor se espere si no el empacador para sus antenas y
baja el precio” La Bamba una empacadora competidora lleva poco tiempo comprando el día de
hoy y tiene que conseguir limón verde de la mejor calidad, para sus envíos a Japón. Éste tipo de
limón ha escaseado. VECA está pagando el limón empaque con verde a más de 60 pesos. El
ingeniero José comenta que hoy puede empezar a comprar temprano porque tiene una reserva
que le quedó del día de ayer, mientras los otros empacadores están a la expectativa de a qué
precios comprar. En este sentido los compradores deben leer la dinámica de la subasta a cada
instante. Esta situación ejemplifica cómo funciona la especulación en un mercado de oferta libre
y las estrategias que los compradores de las empacadoras utilizan para lidiar con esta
complejidad. En este caso José sabe que tiene una menor cantidad de limones que comprar que
sus competidores y por eso se puede dar el lujo de dar un precio más elevado al inicio del día
Tomemos en cuenta que tienen desde las 12:00 pm hasta las 4:00 pm de actividad, cuatro
horas donde las condiciones en las que se realiza el comercio son cambiantes. La habilidad de los
compradores y su capacidad para notar cualquier cambio en su medio deben estar muy
desarrolladas. Recordemos que un comprador con un mal promedio puede, en un solo día
incurrir en pérdidas cuantiosas, o en el caso de una empacadora pequeña llegar a la quiebra. José
143
la empacadora, ya que lo considera poco riguroso. Días después de la situación que se presentó
con los “coyotes”, expresando que estaban vendiendo limón de mala calidad a la empacadora
VECA, con precios excedidos, José le comenta a alguien que han tenido bajos rendimientos y
una cargamento de limones que no pasaron en la frontera, por “coleados”, con manchas.
No siempre el trato con José significa precios a la baja, contrastamos en dos situaciones
como se llevan a cabo las transacciones: primero llega un “coyote” con una señora que
transportaba sus limones en una camioneta, el ingeniero José hace su inspección rutinaria de las
rejas y rechaza comprar al precio que la señora pide. La razón aducida es que no era cuestión de
la calidad sino que los costos de la señora para llevar el limón a la subasta eran demasiados, por
lo cual ella no podría obtener una ganancia con los precios que él estaba ofreciendo. En la
segunda situación hay un productor que se presenta en el corredor sin intermediario, en estos
productor”, es decir que se le bajaría el precio de manera desmedida, por la simple razón de no
utilizar los servicios de un coyote, sin embargo el productor está buscando un buen precio y el
ingeniero le ofrece 40 pesos por reja al empezar con su representación, en el regateo el precio
queda a 45 pesos. José ha tenido que subir el precio a un productor que no usa los servicios de un
Estás situaciones que describimos se dan a diario y muestran qué tan cambiante puede ser
el manejo de los precios de acuerdo a las condiciones que a cada momento se dan en la subasta.
Según José, estas estrategias de compra de la empacadora, son fijadas directamente por el dueño
mencionó que hay tendencia a la competencia deshonesta en la compra de limón por parte de las
empacadoras para “reventar” a los otros. El ingeniero ha estado comprando limón en Cuitlahuac,
144
una ciudad a una hora en coche de Martínez de las Torre, ya que una de las estrategias que se
busca en las empacadoras es comprar limón en zonas donde esté barato o donde todavía no
estados del país de manera constante. Los compradores de las empacadoras tienen los puestos de
mayor presión y responsabilidad, por lo tanto son personas con mayor experiencia y formación
las que detentan éstos puestos. Los compradores están en una situación ambigua, puesto que son
quienes organizan, aunque sea de manera mínima, las actividades de los “coyotes” de la subasta,
sean libres o asalariados. Considerados de esta manera podrían ser intermediarios, pero el caso es
que algunos de ellos pueden trabajar para empacadoras que también producen y son además el
vínculo directo con los productores. Llevan a cabo estrategias para conseguir limones de mayor
145
VI.
Conclusiones.
A lo largo de este trabajo se intentan explorar las perspectivas teóricas centradas en el actor y el
cambio social. La principal crítica que se ha hecho a este tipo de enfoques (Wolf, 1982), (Joseph,
1999), es que no toman en cuenta el contexto y los procesos estructurales que determinan a los
literatura sobre este tema se hace patente que estas inquietudes no son nuevas. Aunque han sido
etnografía ha demostrado ser una herramienta metodológica muy útil para entender a las
Se considera que las aportaciones de este trabajo son: (1) una clasificación de
investigaciones, (2) la descripción de la actividad económica en una región para mostrar cómo
los procesos externos y las estructuras están sujetos a la apropiación de los actores, (3) hacer
patente la complejidad del comercio de un cultivo de exportación, (4) realizar preguntas acerca
fuerzas en los sistemas de comercialización, (5) observar cómo los productores generan tácticas
146
tradicionalmente en este tipo de investigaciones (véanse las páginas 69 y 70). Hay diferentes
tipos de intermediarios y los productores también pueden realizar esta actividad. En el mercado
local los actores mejor posicionados en cuanto a cuotas de poder son los empacadores. Quienes
aún así, pueden llegar a tener grandes pérdidas, ya sea que en Estados Unidos sus cargamentos
de fruta sean “recorridos”, es decir que se les reduzca el pago por algún contratiempo, o que el
procesos externos y las estructuras están sujetos a la apropiación de los actores. La región
partes del país e incluso de otras naciones, como es el caso de la colonia de franceses que se
instaló en el pueblo de San Rafael (que se encuentra muy cerca de Martínez de la Torre) y de
donde surgieron empresarios con conexiones con Europa que exportan limones a Francia.
La región ha tenido auge en parte a los grandes empacadores como Carlos Couturier,
quien es un empresario exitoso también en el ramo inmobiliario. Aun así la mayor fuerza
productiva de la región siguen siendo los ejidatarios y pequeños propietarios quienes siempre
están buscando la manera de subsistir y mejorar sus ingresos. El huracán Andrew que destruyó la
producción de la Florida representa una de las circunstancias fuera del ámbito de los actores que
condiciona y hace posible su actividad económica. ¿Hasta qué punto esto influyo en el desarrollo
del mercado de exportación? No hay una respuesta clara. Otro factor importante es el cultivo de
la naranja que complementa los ingresos de los productores. Martínez de la torre-Misantla es una
región privilegiada por la naturaleza que históricamente ha sido conformada por la lucha entre
147
exportación.Se busca describir un proceso complejo de negociación de precios, sin esbozar a los
actores como caricaturas o personajes acartonados que sólo viven para la elección racional, o a
partir de los imperativos de las estructuras que no pueden controlar. Hay muchos matices en el
se conforma la vida cotidiana de los actores. Esta experiencia muestra que perdemos mucho al
definir tipos ideales inamovibles para dejar de lado las motivaciones de los actores como
cuestiones circunstanciales (no creo que se pueden explicar todos los factores que influyen en los
fenómenos que estudiamos). Entre las estructuras que determinan ciertos procesos y el cambio
social que se va gestando lenta o rápidamente siempre hay personas con deseos, reflexiones y
Martínez de la Torre-Misantla va desde empacadores que tienen su propio avión para trasladarse
a productores que a duras penas tienen una camioneta “pick up”. Un productor puede llegar a
tardar una hora para llegar a la subasta desde la ranchería en que vive a 35 kilómetros de la
haya quedado patente a lo largo de este trabajo. Sin embargo, la experiencia en campo de tres
meses, en el cual se obtuvieron los registros y los datos presentados en este trabajo, no fueron
menos un año en el lugar para observar la dinámica del comercio en los periodos de escasez. La
148
multiplicidad de actores que participan en la comercialización, personas que tienen perspectivas
La subasta San Manuel y la empacadora Ejidatarios Unidos, son los dos espacios que más
frecuentamos porque es dónde se puede observar cómo los productores buscan comerciar. Hay
estrategias distintas de los agricultores para buscar una buena comercialización de sus frutos. La
subasta parece una expresión non plus ultra del libre mercado a influencia, de lo que podríamos
considerar es una imposición estructural de los Estados Unidos. Ejidatarios Unidos representa la
organización de los productores, con evidentes claro oscuros, para sacarse el yugo de los
mercado, en los últimos años la empacadora de Ejidatarios ha entrado en crisis debido a lo que se
El sistema de intermediación de Martínez de la Torre tiene un nuevo reto al lidiar con las normas
de inocuidad impuestas por la USDA. Los compradores de las empacadoras llevan registros para
verificar la trazabilidad de los frutos; lo que es difícil de lograr ya que muchos intermediarios
acaparan y llevan la fruta a la subasta, a esto hay que sumarle la llegada de limones de otros
ignoradas, entre sus agremiados. Antes no se requerían certificados de sanidad, una vez
149
empacadoras más grandes; específicamente en las huertas pertenecientes a éstas últimas. Los
productores que están en la posición de llevar al pie de la letra las normas de inocuidad son los
que tienen de 50 a 200 hectáreas, los demás no pueden llevar a cabo estos procedimientos por
van a responder los actores a los ajustes estructurales de la sobre producción de limones persas y
la implantación de las normas de inocuidad, puesto que se dice las compañías de Estados Unidos
en un momento dado solamente comprarán limones persas a empresas certificadas; los grandes
ya están en camino de cumplir con las especificaciones, pero los productores pequeños deberán
¿Cómo los productores generan tácticas para lidiar ante las inseguridades del mercado y
el sistema de intermediación que han ayudado a crear? Se puede observar que los “coyotes” de la
subasta tienden a ser personas que viven en un mundo urbano, necesitan de habilidades de
convencimiento y representación que les aseguran el sustento, en los casos observados son
personas que solamente se entrenan en el conocimiento del limón. Pueden llegar a esquilmar una
no están contratados por las empacadoras por lo que pertenecen al sector informal. Trabajan por
temporadas, siendo los tiempos de escasez de limones los más propicios para su actividad. Es
muy difícil que un “coyote” de la subasta avance en el escalafón de intermediarios y pueda subir
un escalón para ser comprador de una empacadora o acaparar limones por cuenta propia. Se
La subasta San Manuel es un arma de doble filo para los productores ya que son
dependientes de los “coyotes”. Ante la complejidad del mercado los productores se ven
inmersos en un proceso de comercialización que puede resultar bastante estresante. Aún con
150
todas las imperfecciones y desventajas que el actual sistema de intermediación presenta, para los
productores es indudablemente un avance respecto a la situación que vivían en los primeros años
del auge del cultivo del limón persa, cuando tenían que vender la mayoría de la fruta al pie de la
huerta con pocas posibilidades de negociación. La búsqueda continua de mejores opciones por
parte de los productores ha dado frutos, pero no se puede negar la realidad, las grandes
de los casos, bajo la estructura actual del sistema, resolverse con la intermediación. Los
citado en la introducción, parece explicar parte de lo que tiende a pasar en la subasta San
Manuel: se descentralizan las transacciones porque una empacadora no puede tratar con la
mayoría de los productores. Habría que agregar que las empacadoras no desean tratar con los
productores directamente porque eso supone eliminar la especulación de los precios que les
beneficia directamente. Los productores, están muy conscientes que deben soportar los meses de
sobreproducción, los vaivenes del mercado local y las estrategias de especulación de las
empacadoras que juegan a “tronar” a los productores cuando hay grandes flujos de frutas
comercializándose.
Hay un proceso de saturación del mercado cuando un cultivo de exportación tiene éxito,
ahora han entrado a la producción del limón persa los estados de Tabasco, Oaxaca y en menor
medida Jalisco. Esta competencia entre estados puede llevar irremediablemente a que el cultivo
de los limones no sea viable en algún momento. La competencia puede ser desleal, no se
entres distintas zonas de producción. Aun así los precios del limón en Martínez de la Torre
151
alcanzaron en el año 2010 un histórico de 575 pesos por caja de 18 kilos para exportación.
aprovechan esta situación al comprar limones de otros estados que introducen en la subasta San
Manuel, es una manera de manejar la especulación. Las dos compañías procesadoras de jugo de
la ciudad compran los limones de desecho por debajo del precio de producción formando un
con Japón, puesto que se basa en precios estables y ellos no establecen, como los
norteamericanos, un control directo del mercado. Los brokers controlan el mercado otorgándole
mayor precio a los calibres de limones que están más escasos de acuerdo al ciclo de producción.
Regulan el mercado puesto que son los principales compradores de los limones, solo unas
cuantas empacadoras exportan a Europa. Otra regulación impuesta por los Estados Unidos es la
que tiene que ver con las ya mencionadas normas de inocuidad que la USDA verifica
directamente auspiciada por dinero de los mismos productores. La diferencia con este modelo es
que el libre mercado está regulado en los Estados Unidos tratando de evitar los comportamientos
más perversos de acaparamiento y monopolio. En México el libre mercado está regulado por el
gobierno; no hay protección efectiva del Estado para con los productores y ni siquiera los
funcionamiento de una cadena de desfalcos donde el que lleva la peor parte es el productor en los
eslabones iníciales. El Tratado de Libre Comercio del primero de enero de 1994 posibilitó que
esto se llevara a cabo de una manera más efectiva. Las devaluaciones y la creación de nuevos
Un ejemplo de la vulnerabilidad de los empacadores ante los brokers son los constates
152
litigios que la empacadora VECA ha tenido que enfrentar en los tribunales de los Estados
Unidos. Ejidatarios Unidos se han enfrentado a fraudes y con pocos medios han resistido, han
tenido que viajar a la par de la mercancía para verificar que los reportes de los brokers no sean
falseados. Llegaron a descubrir que los norteamericanos habían estandarizado una cantidad de
limones en buen estado que se reportaban como pérdidas, todo de acuerdo a la estacionalidad de
exportación donde productores de otros ramos como el café van desapareciendo o tienen muchos
problemas para seguir trabajando. De esto es consecuencia la formación del complejo sistema de
intermediación. Los pequeños productores siguen siendo los menos beneficiados; los
propietarios que están en condiciones de negociar con las empacadoras son los que tienen entre
un rango de 50 a 200 hectáreas acaparadas. Son los pequeños productores quienes dan vida a la
Subasta San Manuel y aún en su situación son prósperos comparados con productores de otros
sostenible a largo plazo y cuáles son las consecuencias económicas y sociales de este modelo de
producción.
153
Bibliografía
Adler Lomnitz, L. (1994). Redes sociales, cultura y poder: ensayos de antropología
latinoamericana. FLACSO.
Administration, U. F., & Nutrition, C. F. (1997). Directivas para la Industria: Guía para Reducir
al Mínimo el Riesgo Microbiano en los Alimentos, para Frutas y Hortalizas Frescas.
Consultado en
http://www.fda.gov/Food/GuidanceComplianceRegulatoryInformation/GuidanceDocument
s/ProduceandPlanProducts/ucm188933.htm.
Alvarez, R. (2006). U.S certification in the Mexican Mango and Persian lime Industries. Human
Organization, 65(1), 35-45. doi: 0018-7259/06/0100035.
Alvarez, R. (1994). Changing Ideology in a transnational Market: Chile and Chileros in México
and the US. Human Organization, 53(3), 255-262. Consultado: en
http://sfaa.metapress.com/media/mgat4jytum2vrdkt9t0m/contributions/x/1/2/6/x12640lq305
1u064.pdf.
Alvarez, R., y Collier, G. A. (1994). The Long Haul in Mexican Trucking: Traversing the
Borderlands of the North and the South. American Ethnologist, 21(3), 606-627. doi:
10.1525/ae.1994.21.3.02a00080.
Bilbao, H. (2010, Mayo 9). François Houtart: “Hay que hacer de la gente actores, no clientes.” El
Clarín. Consultado en http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/05/09/_-
02192539.htm.
Burawoy, M. (1998). The Extended Case Method. Sociological Theory, 16(1), 4-33. doi:
10.1111/0735-2751.00040.
Callon, M. (1986). The sociology of an actor network: the case of electric vehicle. En M. Callon,
J. Law, y A. Rip (Eds.), Mapping the dynamics of science and technology (19-34). Londres:
Macmillan.
Concivert. (2003). Estudio estratégico del limón persa en Veracruz 2003. Consejo Estatal
Citrícola. Consultado en:
http://www.concitver.com/archivosenpdf/estudioestrategicolimonpersaver.pdf.
154
Cosimano, T. F. (1996). Intermediation. Economica, New Series, 63(249), 131 - 143. Consultado
en: http://www.jstor.org/stable/2554638.
De La Peña, G. (1988). Poder local, poder regional: perspectivas socioantropológicas. En J.
Padua y A. Vanneph, Poder local, poder regional (27-56). México: Colegio de México.
Díaz, S., Salazar, X., Díaz, U., y Sandoval, J. (2000). Tecnología para producir limón persa (p.
130). Ixtacuaco, Veracruz: INIFAB, SAGAR, FRV.
Echánobe, F. (2002). Del campo a la ciudad de México, el sendero de las frutas y hortalizas. (U.
Plaza y Valdez).
FAO. (2006). Codex alimentarious. Consultado en
http://www.codexalimentarius.net/web/index_es.jsp.
FDA. (1997). Directivas para la Industria: Guía para Reducir al Mínimo el Riesgo Microbiano en
los Alimentos, para Frutas y Hortalizas Frescas. Consultado en
http://www.fda.gov/downloads/Food/GuidanceComplianceRegulatoryInformation/Guidanc
eDocuments/UCM186594.pdf.
Friedland, W. H. (1994). The global fresh fruit and vegetable system: an industry organization
analysis. en P. Mc Michael, The global restructuring of agro-food systems (173-189).
Cornell University Press.
Gereffi, G., Humphrey, J., y Sturgeon, T. (2005). The Governance of Global Value Chains.
Review of International Political Economy, 12(1), 78-104. Consultado en:
http://www.global-production.com/scoreboard/resources/sturgeon_2005_governance-of-
value-chains.pdf.
Giddens, A. (1984). The Constitucion of Society, Outline of the Theory of Structuration. Berkeley
and Los Angeles: University of California Press.
Goffman, E. (1997). La presentación de la persona en la vida cotidiana. Amorrourtu.
Graeber, D. (2001). Toward an Anthropological Theory of Value: The False Coin of our
Dreams. Nueva York: Palgrave.
Graeber, D. (2007, Enero). Army of Altruist: On the alienated right to do good. Harpers, 31-38.
Retrieved from http://harpers.org/archive/2007/01/0081344.
155
Haugen, A. (2003). Commodities and globalization, Antropological perspectives. New York:
Rowman and Litlefield.
Hoffmann, O. (1994). Entre mar y sierra: nacimiento de la región de Martínez de la torre,
Veracruz. en Las llanuras costeras de Veracruz. La lenta construcción de regiones (129 -
160). Universidad Veracruzana-ORSTOM.
Hopkins, T. K., & Wallerstein, I. (1994). Commodity Chains in the Capitalist World-Economy
Prior to 1800. En G. Gereffi & M. Korzeniewicz (Eds.), Commodity Chains and Global
Capitalism (18-20). Wesport: Greenwood Press.
Morton, J. F. (1987). Fruits of warm climates. Florida: Morton, Julia F. Consultado en:
http://www.hort.purdue.edu/newcrop/morton/tahiti_lime.html#Description.
Orlove, B. S., Acheson, J. M., Clammer, J., Crump, T., Gudeman, S., Guillet, D., et al. (1986).
Barter and Cash Sale on Lake Titicaca: A Test of Competing Approaches [and Comments
and Replies]. Current Anthropology, 27(2), 85 - 106. Consultado en
http://www.jstor.org/stable/2742967.
Pisarro, M. (2010, febrero 21). Las paradojas de la desviación. EL Clarín. Consultado en
http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/02/21/_-02143757.htm.
Popper, K. (2000). Heroic Science. en E. B. Bolles, Galileo's Commandment, An Anthology of
Great Science Writing (41-48). London: Abacus.
Prattis, J. I. (1982). Synthesis, or a New Problematic in Economic Anthropology. Theory and
Society, 11(2), 205 - 228. Consultado en http://www.jstor.org/stable/657260.
Raikes, P., Friis Jensen, M., y Ponte, S. (2000). Global commodity chain analysis and the French
Filière approach: Comparison and critique. Copenhagen. Consultado en:
http://www.diis.dk/graphics/CDR_Publications/cdr_publications/working_papers/.
Rindermann Schwentesius, R., & Gómez Cruz, M. (2005). Limón Persa. Tendencias en el
mercado mexicano. (C. Y. Mundial) (p. 158). México, D.F.: CIESTAAM.
Rodríguez, Z. I. (1993). Alfred Schutz, hacia la fundamentación de una sociología del mundo de
la vida. Guadalajara: Universidad de Guadalajara.
Spulber, D. (1996). Market Microstructure and Intermediation. The Journal of Economic
Perspectives, 10(3), 135-152.Consultado en http://www.jstor.org/stable/2138524
Turner, V. (1974). Social Dramas and Ritual Methaphors: symbolic action in human society.
London: Ithaca.
Veracruz, G. (2007). Monografía del limón persa. Consultado en
156
http://portal.veracruz.gob.mx/Buscar/index.jsp?userQuery=persa.
Wolf, M. (1988). Sociologías de la vida cotidiana (2 ed., p. 224). Madrid: Cátedra.
Wolfe, K. (1998). Specialty Food Brokers. Tenessee. Consultado en
http://cpa.utk.edu/pdffiles/adc22.pdf
Woolf, E. (1979). Aspectos de las relaciones de grupo en una sociedad compleja: México. In T.
Shanin (Ed.), Campesinos y sociedades campesinas (43-59). México, FCE.
157