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Frente a estas problemáticas hace falta una reflexión conciente que transforme la crisis actual
en una nueva era para la humanidad. Creemos que es por medio de la reconstitución de la
espiritualidad andina que volverá a expresarse el Ser Integral Kolla en lo espiritual, lo económico, lo
educativo y lo social para la realidad y la vida, en la conciencia de equidad y equilibrio de toda la
pacha.
Sabemos que mucho se ha perdido, mucho se ha tergiversado, mucho se ha ocultado. Pero el
nuevo pachakuti, el retorno, ha comenzado a favor de los pueblos originarios y vuelve con él, el tiempo
de dar no solo a los hijos de esta tierra sino a todo ser humano que quiera adoptarlo.
Queda para los estudiosos universitarios e intelectuales imaginarse cada segundo del tiempo
pasado ya sea revolviendo la basura o elucubrando las teorías mas inverosímiles. Queda para
nosotros como hijos de la tierra volver a levantar lo que no han podido quitarnos, nuestra espiritual
comunión con el todo, con la pacha. Ellos seguirán buscando quien es el dueño del pasado tratando
de encontrar el equilibrio de intereses entre los modernos “hijos de Pizarro” y los modernos “hijos de
Malinche”, mientras que para nosotros no existe tal pasado porque seguimos estando, somos el
presente y simplemente ocuparemos el espacio que nos corresponde por derecho.
No será una tarea fácil, pero lo estamos empezando reconstruyendo cada pieza del gran
rompecabezas indagando sobre nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestros hábitos, nuestra
vida y nuestra medicina que todavía logramos conservar. Estos apuntes ponen en común la voz de los
abuelos de sabiduría transmitida de generación en generación que vuelve a la comunidad luego de ser
guardada en remotos lugares de nuestro Tawantinsuyu, las cuatro regiones del sol, como el sonido de
los pututos y los erquenchos, convocando al despertar de los pueblos originarios.
¿Qué es el Tawantinsuyu?
Antes de la llegada del invasor europeo por toda América se extendía una amplia red de
pueblos comunales con dos grandes concentraciones. Una en las selvas húmedas de Guatemala y
llanuras centrales de México donde se desarrolló la nación Maya-Quiché, y la otra asentada en las
laderas andinas y alrededores del lago Titikaka conformando la gran nación Quechua-Aymara.
Los pueblos comunales en el sur se encontraban organizados en una gran confederación
llamada TAWANTINSUYU, el Ayllu de ayllus.
En el idioma quechua, “Tawa” es cuatro, “Inti” es sol, y “suyu” es región. Es decir “Las cuatro
regiones del sol”. Cada familia constituía un “ayllu”, una pequeña sociedad comunitaria de base donde
se ejercía la recíproca cooperación mutua. La unión de los ayllus formaban las “Markas” y la unión de
las Markas conformaban los “Suyus”. El Tawantinsuyu marcaba la unión de cuatro grandes regiones:
Espiritualidad en el Tawantinsuyu 3
COMO PRODUCIAMOS
Pozos horizontales introducidos al seno de las montañas altas recogían el agua escurrida de las
nieves eternas. Los canales atravesaban las entrañas de las cordilleras andinas. Corrían encima de
puentes salvando quebradas gigantescas. Seguían, pese a terreno tan irregular, curvas perfectas
de varios kilómetros de radio manteniendo la misma inclinación. El riego estaba asegurado. El agua
era cuidadosamente distribuida por cultivos, distancias y tiempos. Durante la noche, compuertas
cerraban estos pozos-canales, el agua se acumulaba y distribuía equitativamente en el día.
Nuestros abuelos convirtieron desiertos en tierras laborales. Abrían hoyos en los desiertos. En su
fondo plantaban, protegiéndolos de cualquier tiempo por demás caluroso, vegetales que capturaban
la humedad del aire (9 meses al año 90 por ciento) y la incorporaban a la tierra. Con sus raíces
formaban un tejido orgánico que impedía al desierto tragarse el agua de esta forma de riego.
Los desiertos actuales de la costa andina que se observan tanto en Chile como en Perú, nacieron
después que fueron destruidos nuestros sistemas de riego.
COMO TRABAJÁBAMOS
7 Parakas: La cultura Parakas se desarrolló en el norte de la costa peruana. Sus tejidos son muy
famosos por su conservación y sus diseños y junto con la cultura Moche que llegaba al Ecuador
constituyen unas de las culturas mas antiguas del Tawantinsuyu.
8 Abya Yala: Con este término los indios de Nicaragua designaban a todo el continente americano por
lo que se adoptó este término para llamar nuestras tierras con una palabra originaria.
9 Ayllu: Término quechua que designa a una familia miembro de una comunidad. El Tawantinsuyu fue
una CONFEDERACION de naciones. Nunca fue un “imperio” como lo llaman los estudiosos universitarios.
En la gran mancomunidad de naciones todas las culturas diferentes se respetaban unas a otras, por esa
razón se dice que el Tawantinsuyu fue el “Ayllu de ayllus”.
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nuestra madre Pachamama 10 y con nuestros hermanos cósmicos. Trabajar era aprender a crecer a
confundirse con la vida misma. Fue como respirar o caminar. En ninguno de nuestros idiomas
trabajo es una cosa, algo que nos obligan hacer. No dijimos “voy a hacer un trabajo”, “tengo un
trabajo”. El trabajo era para todos y todo, desde el Inca hasta el comunero, desde el niño hasta el
abuelo, el hombre, la mujer y la misma naturaleza. No hubo persona ni nadie viviendo y gozando
trabajo ajeno. Todo lo que nuestros ancestros tenían que hacer para dar alimento, ropa, techo y
felicidad lo hacían de manera natural y conjunta.
Waki: Colaboración mutua, ayuda mutua, rotativo dentro o fuera de la familia. Si el hijo tiene que
trabajar en la casa, en beneficio del padre y la madre, el padre tiene que retribuir a esto de acuerdo
a las normas comunitarias.
Ayni: Prestación en el Ayllu de servicios o de especies que son devueltos de la misma manera y del
mismo tipo.
Mink’a: Prestación de ayuda al otro en el trabajo, o su reemplazo en algunas tareas, por lo que
recibíamos igual u otro tipo de trabajo, paga o productos considerados equivalentes.
Así, los miembros del ayllu, nos ayudábamos en nuestros tupus 16 mediante la forma del mink’a. La
Mink’a hacíamos en la Marka 17. Podía haber en el ayllu, pero más en la Marka. Todavía en el día
de hoy existe waki en la familia. Ayni existe. En los valles se puede ver. Cuando un barrio se junta
con otro barrio para hacer un tanque, un dique, lo que sea, la mink’a todavía pervive con el nombre
de acción comunal.
COMO COMPARTIAMOS
16 Tupus: Era la porción de terreno que recibían los flamantes esposos para vivir en comunidad.
17 Marka: Significa “lugar” donde se asienta una comunidad.
18 Laya: Con esto se designa a toda una región, mucho más grande que una marka, que podía abarcar
a toda una nación.
19 Pacajes: Es una de las layas que se extendía al sur del lago Titikaka.
20 Omasuyus: Es otra laya vecina a la de Pacajes, al este del lago Titikaka.
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21 Tambo: Es un lugar de descanso donde existen provisiones para los viajeros que eran mantenidos por
las comunidades aledañas.
22 Yapa: Es lo que se da por demás de lo que corresponde y se opone al cambio exacto que muchas
veces genera discusión o peleas.
23 Laya: Una familia conformaba un ayllu. Muchos ayllus formaban una marka. Y muchas markas
conformaban una Laya.
24 Pasanacu: Es la ayuda mutua en un pequeño grupo, donde todos aportan por ejemplo mensualmente
una cierta cantidad y el total le dan a una persona del grupo. También se lo conoce como “pasamanos”.
25 Cuyes: También llamados cuis, o conejos cuis, formaban parte de nuestra dieta alimentaria originaria.
Espiritualidad en el Tawantinsuyu 9
Cumplía las mismas funciones que la grasa almacenada en el cuerpo humano. Lo que sobraba en
las comunidades llenaba siempre los depósitos. Algo servía como ayuda a otras comunidades,
pueblos, para ancianos, viudas, huérfanos.
Cualquier hermano podía tomar lo que se producía en los tres surcos más cercanos a los caminos.
Por ello, no habían huérfanos ni viudas que se mueran de hambre, ni ancianos abandonados a su
propia suerte. La familia era feliz. Todos teníamos vivienda. Nuestros hijos se educaban sin
temores, ni la tragedia que hoy vemos diariamente.
Otro algo iba a los Tambos que habían en los principales caminos, o cada 4 o 5 horas de caminar, y
de los cuales algunos todavía existen. En los tambos los caminantes encontrábamos agua fría y
hervida, fuego para cocinar, lecho y alimentos. Ni en viajes largos los habitantes del Tawantinsuyu
portábamos comida, agua, ni cobijas. También libres de toda forma de dinero, no teníamos temor de
ser asaltados.
26 Chuño: es la papa deshidratada de color gris oscuro o negro. La Tunta es de color blanco. El color
varía según el modo de fabricación. La kaya es la oca deshidratada.
27 Pacha: Con la palabra Pacha nos referimos al TODO, al universo. Su traducción al español se redujo a
“tierra” porque la mentalidad del invasor nunca pudo entender lo que esta palabra significaba para
nuestros pueblos originarios.
10 Espiritualidad en el Tawantinsuyu
En la Pacha no existe nada que sea “libre” y que ejerza la “libertad”. Nada se escapa en “libertad” y
por ejercicio de la “voluntad” propia. No hay nada suelto, nada desunido. Ni el ser humano es “libre”
en sí o por sí a partir de sí mismo. Ni vive en “libertad” o ejecuta las decisiones por “libre voluntad”.
Todo en el ser humano está atado o ligado a la Pacha.
En el Abya Yala ancestral, la complementariedad formaba la Pacha entera y estaba presente en
cada una de sus partes, y cada parte reproduce a la propia Pacha en condensaciones mayores o
menores, diversas o diferentes.
En la Pacha, en el Cosmos, todo ser, semejante-diferente, tiene individualidad, género, clase, orden
y/o especie. Para nuestra cultura, cada individuo, familia o sociedad vive de manera equilibrada,
siendo complemento y en consenso. Conserva su identidad sin afectar a los otros y sin afectar
nuestra propia plena vida.
Hoy, y desde hace mucho tiempo, la esclavitud no necesita cadenas de fuerte metal. “Lavándonos
de cerebro” y enseñándonos la modernidad y la civilización, nos hacen esclavos con la persona
humana, la coca cola, el consumismo, el reloj y la corbata...
28 Ajayu: Es el alma, es la esencia de todo ser, el espíritu que da vida a todas las cosas por igual.
29 Qamasa: Es la energía, la fuerza que anima la vida de cada uno.
30 Kollasuyu: La gran confederación del tawantinsuyu estaba formada por cuatro regiones que se unían
en el “Qosqo” (mal llamada ciudad de Cuzco en Perú). El Kollasuyu se extendía desde el Qosqo hacia el
sur, el Chinchaysuyu se extendía hacia el norte del Qosqo, el Antisuyu llegaba por el este hasta la selva
del oriente amazónico, y el Qontisuyu se extendía hacia el oeste hasta el océano Pacífico.
31 Lago Titikaka: es el lago sagrado para la cultura quechua aymara, es el lago mas alto del mundo y
esta en el límite de las hoy repúblicas de Perú y Bolivia.
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subsuelo. Para hacer las minas necesitaban kallapus , y para fundir el metal llamado plata,
necesitaban hornos.
Y el combustible, la madera, ¿de donde la sacarían?, ¿desde las yungas? 33, ¿desde los valles?.
Sin embargo las yungas y los valles estaban muy alejados de las minas y no existían los medios de
transporte que hay hoy en día. No, han sacado toda la madera del altiplano. Habían aquellos
árboles llamados Quiswara, Kheñua. Los cronistas dicen, que cuando pasaban por Tiwanaku, se
veía todo verde.
Ahora está desierto el altiplano. Incluso la gente acepta y dice, así siempre era el altiplano. Pero, los
españoles lo han vuelto desierto, porque necesitaban mucho combustible para fundir el metal.
¿Dónde están esos tolares inmensos por Oruro? 34. No hay nada. Está vacío. ¿Dónde están las
kheñuas?. Las kheñuas eran grandes.
¿Dónde están las quiswaras?. Cerca de Huarina hay algunos. También por Peñas 35, los que son
grandes. Hay todavía unos cuantos, pero existían en todo el altiplano. No había pino. No había
eucalipto. Habían otros árboles.
Nuestros abuelos decían que los árboles eran sus hermanos, también los ríos y los cerros. Ellos
convivían con la naturaleza.
En nuestros valles, los españoles han hecho desaparecer todo eso. Han arrasado el altiplano,
donde había oro, plata. Ahora están llegando donde hay azúcar, donde hay caña, arroz. También
están arrasando el oriente boliviano. Son otras las potencias que están destrozando ahora. Van a
pasar 100 años, y todo va a estar desierto por Cochabamba, Santa Cruz. Nadie va a decir, que esto
lo han hecho estos gobiernos. Y muchos dirán seguramente que así siempre era Santa Cruz.
controla la naturaleza, al mundo la tierra, etc. Para un ecologista, un árbol no tiene alma. Solamente
sirve para mantener el sistema ambiental nada más.
LA ARMONIA DE LA PACHA
Podemos cambiar nuestro propio comportamiento y combatir los daños que estamos
haciendo ahora a nuestra Pachamama. Así podemos corregir el peligroso camino que
estamos recorriendo ahora, y evitar que explote nuestra Tierra.-
Cualquier cosa en la realidad, en la pacha, es diferente y es semejante. Por lo diferente, una planta
es una planta y por lo semejante es natural y cósmico. Si ponemos al lado de esta planta un sol, la
planta es diferente al sol y el sol es diferente a la planta, pero al mismo tiempo la planta es
semejante al sol por lo natural y lo cósmico, y el sol es semejante a la planta por lo natural y lo
cósmico.
Igual ocurre con un animal o planta o ser humano. Si vemos una planta, por lo diferente puede ser
específicamente una manzana, entonces es diferente a una pera o un coco, pero todos son
semejantes en lo natural y lo cósmico. De esta manera, cualquier cosa es semejante y diferente.
38Ñandeva: Palabra en guaraní que significa “nosotros” y es común a todas las naciones guaraníes de
Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina.
Espiritualidad en el Tawantinsuyu 15
EL MITMA
No había fronteras.
La laya 39 de Pacajes 40 y la laya de Yampara 41, ambos tienen idiomas diferentes, costumbres
diferentes, pero están unidos por su vida comunitaria. El ayllu San Andrés de Pacajes podía vivir
dentro del territorio Yampara, y si los Yampara querían relacionarse con los de Pacajes, también allí
dentro podían tener su ayllu, asentarse allí permanentemente o por temporadas. La gente convivía,
aunque tenían otra ropa, aunque sus palabras eran distintas. No había fronteras, aduanas, todo
eso. Eso es Mitma, mitima, vivir en comunidad.
Habían comunidades enteras que se fueron a vivir para siempre a una nueva región de clima y
suelo semejantes. Allí se fundían con sus nuevos hermanos, hermanando sangres. Ellos eran los
Mitimaes o mitmakuna, porque tenían orígenes, idiomas y costumbres diferentes. Al mismo tiempo
igual número de familias de aquella región ocupaban las tierras de labranza dejadas por los que se
habían ido, impecablemente cuidadas, regadas, fertilizadas. Aprendiendo y enseñando, las
comunidades se emparentaban. Sin perder su carácter ampliaban el Tawantinsuyu.
Espíritu comunitario.
Cuando un pueblo como Pacajes se diferencia de otro pueblo como Wanca de habla quechua de
más allá de Cuzco, solo en su vestimenta, en su idioma, sus costumbres, esa diferencia no es
determinante para que dejemos de sentirnos semejantes, porque el quechua, guaraní, aunque sean
diferentes los idiomas denotan el espíritu comunitario. Si en aymara y en quechua hay ayllu, y en
castellano hay comunidad, todos somos comunitarios, pero dicho con otras palabras. Es el mitma,
39 Laya: Describe una región con características propias abarcando diferentes markas (ciudades,
pueblos) y ayllus.
40 Pacajes: Está ubicado en Bolivia cerca del lago Titikaka hacia el sur, sureste.
41 Yampara: La cultura Yampara se desarrolla en la zona de Sucre y Chuquisaca, en Bolivia, es decir
alejándose del altiplano boliviano hacia el este.
42 Wak’a: Lugar sagrado donde realizábamos nuestras ceremonias, nuestra reafirmación de unión con
nuestra pacha, la pacha.
43 Tiwanaku: La cultura Tiwanaku es quizás la más antigua y la considerada por muchos la madre de
todas las culturas andinas. Situada muy cerca del lago Titikaka, las evidencias arqueologicas nos dicen
que sucedió a la cultura Chiripa y sus obras, vida y pensamiento aún hoy podemos recibir del pueblo
aymara, custodios de la sabiduría ancestral de Tiwanaku.
44 Chuquiawu: es la denominación antigua que recibía la ciudad de La Paz: “Chuquiawu Marka”.
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que también se lo conoce como mitimaya. Es la semejanza de las variedades que tenemos en
nuestros pueblos, lo que se basaba en torno a varias cosas, en que cada pueblo tenía su lugar, su
wak’a, etc. Wak’a viene de waqaychay, que tiene una relación profunda al lugar de origen.
PACHA ES TODO
Hace apenas 500 años, los pueblos comunitarios nos extendíamos desde los hielos de Alaska hasta
los de la Tierra del Fuego. Esta confederación de naciones, iguales por dentro y parecidas por
fuera, resultó de una memoria de tradiciones, de una sabiduría cristalizada pacientemente a lo largo
de muchos siglos de aprendizaje.
Todo lo que existe en la Tierra, en su interior, en su rostro o superficie, en su encima o atmósfera,
todo esto se movía y se cambiaba en lo que llamamos el orden de La Unidad. En ese orden de La
Unidad, en ese mundo originario de nuestros abuelos, vivíamos en unidad con la Naturaleza y el
Cosmos. Los seres humanos no nos sentíamos, no nos pensábamos, no nos intuíamos, no nos
imaginábamos, no nos soñábamos fuera de la realidad, sino que por el contrario nos apreciábamos
como parte de la realidad misma, de la pacha.
Esto, occidente recién lo supo en las décadas del 20 al 30, cuando un científico dice que el espacio
está en expansión. Y lo que dijo Einstein más antes, de que todo el espacio es curvo, esto nuestros
abuelos ya lo sabían. Cuando nuestros abuelos representan en una piedra una recta, no
representan la recta sino representan una curva. Cuando representan un cuadrado, representan
una esfera. Ellos sabían todo lo que recién está conociendo occidente.
Para nuestros abuelos, para el yatiri 45, nuestro norte es donde sale el sol. Nos paramos frente al
sol y nuestra cara da de frente a donde sale el sol. Pero, en la escuela nos han enseñado señalar
con nuestra mano derecha al sol que sale por el este, dirigiendo nuestra cara al norte y la espalda al
sur. Nuestros abuelos ya sabían que la tierra era redonda y que giraba en torno al sol, dando vuelta
al año, lo que se ve si unimos ma, que es uno, con vuelta (ra). Así se da la palabra mara (una
vuelta), que significa año.
45 Yatiri: Hombre de sabiduría, era reconocido por la comunidad como un ser especial elegido por
nuestra pachamama de forma natural por nacimiento o golpe de rayo y poseía dones de curación,
predicción o guía de todos sus hermanos.
46 Pusisuyu: Las cuatro regiones en lengua aymara. “Pusi” es cuatro, “suyu” es región.
47 Jilakata, Mamatalla: son los nombres que reciben el hombre y su mujer que son autoridad en la
comunidad originaria.
48 Chacha warmi: es el complemento hombre-mujer, la dualidad. “Chacha” es hombre, “Warmi” es
mujer en idioma quechua.
20 Espiritualidad en el Tawantinsuyu
Como no había incertidumbre, nuestros willkas 49 estaban siempre con nosotros, tenían otra
orientación. Nuestras waqas significaban algo muy diferente de lo que puede ser un santo, una
virgen o un lugar sagrado desde la perspectiva cristiana. Sería más que todo de respeto o de
convivencia. Ni siquiera la palabra sagrado cabría en esto. En nuestra lógica, lo sagrado incita a
temor, a lo desconocido. Nuestras creencias, nuestras ceremonias, nuestras manifestaciones
rituales, no se pueden llamar religión, porque el religioso, sea el seguidor de Zeus o de otra religión
de Europa, siempre está pensando en el más allá, de ser salvado, de tener una vida mejor.
Tenemos nosotros aquí nuestros propios profetas. Ahí está Tunupa, ahí está Uyustus,
Apiaguayki, Yamawara son profetas muy importantes. Todos y cada uno de nuestros abuelos eran
Maestros de sí mismos y maestros de los demás. En la relación con todos los seres de la Pacha se
guardaba el adecuado equilibrio y no hegemonizaba a ninguno.
Eran tiempos o épocas en que muchísimos seres humanos, por su unidad con la naturaleza y
Pacha, unidad que les daba “cosmocimiento” y SABER, tenían aptitudes o “poderes” que dejaban
pequeños a cualquier cristo judaico o santón milagroso de otras culturas. En el aprendizaje
comunitario formábamos humanos comunitarios. Todos los adultos cuidábamos y enseñábamos a
todos los niños y niñas, que nos llamaban tíos. Tener el mismo interés influía más que ser padre e
hijo. Médicos y artistas niños se acercaban a médicos y artistas ancianos. Aprendíamos de todos y
de todo, y no sólo de nuestros padres biológicos, o de uno de ellos. A nuestros niños y niñas les
ayudamos a aprender. En el trabajo diario, aprendían que no podían vivir fuera de la vida comunal.
No les impedíamos su crecimiento alejándolos del trabajo, única manera que podían aprender de
verdad. Hoy los pueblos aymaras con desprecio llaman Wawatdiosani (aquellos que hacen de sus
hijos sus dioses) a padres y madres que miman a sus criaturas.
Niños y niñas crecíamos naturalmente como partes de la comunidad. No estábamos separados de
los adultos y de la vida de ellos. No había ropa, comida, ni música especial para niños. Ayudábamos
a los adultos y a la Comunidad, apenas teníamos fuerza y coordinación. Jugando a los 4, 5, 7 años
ya ayudábamos a escoger las semillas por color y tamaño. Luego cuidábamos un huerto pequeño y
dábamos de comer a los pollitos, conejos, aves y otros animales pequeños. Jugábamos
aprendiendo y ayudando, dejando crecer nuestros músculos y nuestros sentidos. Después, niños y
niñas, éramos pastores, lo que combinábamos con hilado y tejido. Temprano aprendíamos música.
Daba armonía interna. En la próxima etapa, nos volvíamos chasquis, los encargados de llevar
mensajes para la comunicación entre familias, markas, suyus. Pronto niños y niñas aprendíamos los
quehaceres del Ayllu. A medida que íbamos tomando cuerpo, adquiriendo mayor fuerza,
pasábamos a ser ceramistas, tejedores, agricultores. Nuestra felicidad nacía de sentirnos día a día,
creciendo, aprendiendo y ayudando.
NUESTRA SABIDURÍA
Varios sistemas unían costa y montaña. Los caminos incaicos no han podido ser destruidos. Al
contrario, seguían siendo usadas durante la colonia. Tienen un lecho de piedra en un ancho de
hasta 15 pies. A sus orillas protecciones de tierra guardaban del viento y sol ardiente. Cieza de
León, cronista español, cuenta como los encontró: “Todo este camino iba limpio y echado por
debajo de arboledas, y de estos árboles por muchas partes caían sobre el camino ramos de ellos
llenos de frutas, y por todas las florestas andaban muchos géneros de pájaros y papagayos y otras
aves”.
50Mochicas: La cultura Moche o Mochica surge y se desarrolla en la larga y angosta franja desértica de la
costa norte del Perú donde se encuentran los restos de sus templos piramidales, palacios, fortificaciones,
obras de irrigación y cementerios que testimonian su alto desarrollo artístico, tecnológico y compleja
organización.
51 Chan-chan: Chan Chan se ubica en el valle de Moche, frente al mar, en la costa norte del Perú. El sitio
arqueológico cubre un área aproximada de 20 kilómetros cuadrados. La zona central esta formada por
un conjunto de 10 recintos amurallados (llamados "ciudadelas") y otras pirámides solitarias. El resto,
está formado por una multitud de pequeñas estructuras mal conservadas, veredas, canales, murallas y
cementerios.
Espiritualidad en el Tawantinsuyu 23
policías contra sus habitantes. Matar no fue oficio. No había soldados. Todos, desde el Inca, eran
agricultores. La guerra es ajena a la armonía cósmica y por ende a la sabiduría andino-amazónica.
La guerra no existe en la naturaleza y no existió en el Tawantinsuyu. No es fruto natural, es invento
del hombre divorciado de la Tierra. Hoy parece imposible a mucha gente imaginar millones de
mujeres y hombres viviendo milenios sin conocer guerra. Poder destruir es lo que hoy distingue la
civilización y el desarrollo de un pueblo. El Tawantinsuyu valoró los pueblos por saber construir. Lo
que valía fue calidad de vida, no facilidad de matar.
52 Litoteca: Mucha de nuestra sabiduría quedó guardada en nuestras piedras “litos” mediante dibujos y
jeroglifos con valiosa información recolectada por nuestros abuelos. Su explicación y significado
llenarían muchísimos libros de las bibliotecas actuales.
26 Espiritualidad en el Tawantinsuyu
Ahí donde nuestros chullpas, en Lipez, Salinas, Uyuni, en la región de Wiscapampa, en Cuzco, y
otros lugares, habían hombres y mujeres, que hacían cosas maravillosas, prodigiosas. Hacían
cosas, más grandes que Cristo. Cualquier milagrero queda completamente chico frente a nuestra
cultura, cuando se realiza esta forma de aprender, de percibir la realidad. Entre Uyuni y Coipasa hay
un ambiente telúrico, cósmico, una radiación especial que potencializa al ser humano a ser
diferente. y se cultiva el saber. Por eso, que Tiwanacu sale de la región de Tawa, de la región del
Salar y migra a Tiwanacu.---
curarlas. Como el Tawantinsuyu era orden, todo tenía su tiempo y lugar. En ciertas edades
tomábamos hierbas que durante milenios probaron prevenir males. Por ejemplo, las enfermedades
de la próstata, aparecidas al hombre blanco después de los 40 años, evitábamos tomando a los 25
años el agua donde hirvió el izañu 54 agridulce.
Curábamos la tristeza
Curábamos todas las enfermedades a la misma vez en carne y sentimientos. La tristeza fue
enfermedad. La curábamos rejuntando al enfermo con su ambiente. A veces escogíamos una planta
florida, en el norte de la Tiricia 55 con flores amarillas, y dialogábamos con ella. En ciertos
amaneceres el enfermo abrazaba la planta, cuya alegría le pasaba. Masajes, llevando más sangre
al corazón y cerebro, también ayudaban a recobrar la alegría natural. Volvíamos a armonizar el
ritmo interno con el cósmico con ayuda de flores, arroyos, nubes, diversiones. Ver flotar uno a uno
pétalos de ciertas flores por arroyos cristalinos, repitiendo palabras o recordando imágenes borraba
las causas de algunas tristezas.
Cuando el mal estaba en la sangre, parte del tratamiento solía ser cambiar de altura. Respirar más
o menos nitrógeno u oxígeno cambia la proporción de las células de la sangre. Siglos después
Europa quemaba a Miguel Servet por atreverse a decir que la sangre pasaba por los pulmones.
¿“Hay vida y muerte”?, o más bien ¿“todo está siendo ocurriendo siempre nomás”?
No hay muerte. Donde parece haber muerte, empieza otra forma de vida. Nosotros seguimos
viviendo como energía. No desaparecemos. Los mismos cristianos, lo reconocen cuando hacen una
misa por un difunto. Dice el sacerdote: “En el nombre del padre, del hijo, del Espíritu Santo,
hacemos esta misa por Ricardo Pérez, que en verdad no está muerto, está aquí con nosotros”.
Todavía recordamos dentro nosotros de que en la realidad no hay muerte ni vida, sino que todo se
cambia y se mueve nomás. Nuestros antepasados nunca supieron de muerte. Cuando preguntamos
a un runa o jaqe 56, “¿que es de su hijo?”, él responde: -está muerto nomás. “¿Y usted cómo está?”,
-Bien nomás, -y le pregunta al mismo tiempo- ¿para qué te preocupas?, entonces el occidental dice:
“este indio, que frío es, no quiere a su hijo”. Pero no es que el indio sea frío, sino que uno ya
comprende que no hay muerte. Está muerto nomás, pues. Siempre nos da la idea de que la pacha
siempre está cambiando y moviendo, lo que nos explica nuestra manera de ver la realidad. Así lo
entendemos como es vivir en la realidad más allá de lo que parece ser la realidad.
recambio de turno. Si yo muero, muero en lo material, pero todavía vive mi cuerpo, porque mi
cuerpo va a estar hoy en el cementerio ocho días.
Nosotros tenemos alma. Tenemos cuatro almas. Uno es el ajayu mayor, el alma mayor, su alma
central, que uno siempre lleva desde el primer momento que uno nace. Otro es el alma menor, su
sombra. Si de nuestro cuerpo sale el ajayu mayor estamos muertos. Atawallpa, cuando le
sentenciaron a la hoguera, dijo: "Prefiero que me ahorquen, después me van a quemar". Porque,
según nuestra concepción, cuando uno muere quemado mueren todas sus almas.
Esas prácticas en la fiesta de los “muertos” son nuestras. Ya existían antes de la invasión de los
españoles, como lo hace conocer a través de sus dibujos, el cronista Waman Poma de Ayala en
1614. No es solamente aquí, que tratamos así a los “muertos”. Es desde México hasta más allá de
Chile. Las almas viven aquí en la tierra. No viven en el más allá
No hablamos de amor
Lo que llamamos amor, no es otra cosa que una forma de la atracción que existe en todas partes,
cuando nos complementamos el uno con el otro. Así, enamoramiento es la atracción entre un joven
y una joven. Entre padres e hijos está la atracción filial. Por eso, en nuestro idioma amar es munay,
querer, que es muy diferente al amar occidental. Otra es la atracción universal, que hace atraer a la
tierra con la luna, el sol con los planetas. En la astronomía, esto lo llaman la ley de gravedad. La
atracción de la pintura con el papel, lo llaman adhesión en física Si disolvemos sal en el agua, la
30 Espiritualidad en el Tawantinsuyu
atracción de las moléculas es una forma de cohesión. En la sociedad de la unidad no existía el amor
al prójimo, menos el amor a si mismo. En nuestra forma de atraer a nuestra mujer o a nuestros
hijos, y complementarnos con ellos, ahora han metido el amor. En nuestra cultura no se habla de
amor, todo lo hacíamos para, por y en el equilibrio, comprendiendo y viviendo el hecho de que cada
uno semejante-diferente a la vez atrae y rechaza.
LA TUMPA
de convivencia en la comunidad. Siempre nos estamos vigilando entre nosotros, siempre nos
estamos curioseando. En aymara eso lo llamamos TUMPA.
Tumpiri es el que se traslada por aquí por allá, pueblos o personas. Posteriormente tumaña nos
han mostrado como algo malo. Hasta el chisme es tumpa, el aymara es mas chismoso, siempre
queremos averiguar. Siempre nos preocupamos, nos vigilamos. Es importante para mantener la
armonía.
Por ejemplo, en una calle todos son citadinos, pero aymaras. Uno se compra su Mini, abre las
puertas, pone su música a todo volumen. Está transmitiendo un mensaje: Ahora yo tengo, pero
también ustedes tienen que comprarse. Tenemos que vigilar a nuestros animales, estar atento a lo
que pasa en nuestra tierra. Con nosotros mismos, con las piedras, siempre vigilar.
En casos raros, cuando un transgresor persistía, podía llegar a ser expulsado de su Comunidad,
condenado al individualismo. Castigo temido en extremo ya que las Comunidades vecinas
procuraban no tener tratos con el ofensor, pues toda ofensa era social. En esos casos, justicia
hacíamos dentro de nuestras asambleas comunarias.
Interpretación uno:
El “no robes, no mientas, no haraganees” significaba que no podríamos y no queríamos robar, ni
mentir, ni haraganear.
Interpretación dos:
Es completamente mentira que el no mentir, el no robar y el no ser ocioso, hayan existido. No son
normas originarias. Son inventos del cristiano, de la evangelización. Esos ama sua, ama llulla,
ama qhella, los inventaron los españoles para explotarnos y oprimimos mejor. En la mita durante la
colonia era obligado a trabajar. Era el español que manejaba toda la extracción de la riqueza. Era él,
quien se aprovechaba porque le daba lo justo para que trabaje y no se muera. Temían que la
escasez a que sometían a nuestros ancestros los llamara o indujese al robo, la mentira y la
ociosidad. Por eso hicieron esas consignas.
El que no tiene trabajo en occidente se muere. En cambio en nuestra cultura todos tenían lo que en
occidente llaman trabajo. No había ociosos y no había mentiras, simplemente porque la única moral
que hemos tenido es la moral del equilibrio, la identidad, la complementación, y el consenso. Todo
era transparente. El único legislador fue la naturaleza, fue la pacha, porque la sociedad toma parte
del ritmo de la naturaleza y el cosmos. En la sociedad de la abundancia no necesitábamos robar.
Nuestra cultura hizo del trabajo alegría, de la conducta, equilibrio. No podía haber robo y mentira en
una sociedad donde no había puertas, ni policías. La moral y la ética ancestral que tenemos y
debemos rescatar y no olvidar, no era algo sólo humano, sino existía en la naturaleza y el cosmos.
Interpretación tres:
Cuando los cristianos llegaron con sus diez mandamientos, con su robo, con su mentira, con su
flojera, los cuatro inkas de Willkapampa, empezando desde el primero, han establecido el Ama
Khella, Ama Llulla y Ama Sua. No existió en el Tawantinsuyu. Es nuestro, pero creado para los
españoles por los inkas de la época, de la colonia, porque lo primero que han detectado era que el
español era flojo. Es el primer decreto contra ellos. Después, como la flojera incentiva a mentir,
luego a robar, entonces viene Ama Khella, Ama Llulla y Ama Sua. Se crean para los españoles,
para que ellos no robaran, mintieran o fueran flojos. Nosotros al contrario, todos vivíamos bien,
trabajábamos en comunidad. No teníamos porque robar. Teníamos las puertas abiertas. Parece que
ni existía la palabra robar. Khella es como cenizas hecho por el basural. Pero como nuestros
hermanos también se han metido a robar, mentir y ser flojos, luego fue también para nosotros, pero
ya después de Tupaj Katari. Aparece en estos últimos años otra ley, que se ha difundido mucho:
AMA LLUNKU 57. Ya no son tres, son cuatro. Vamos a seguir creando más. Nosotros podemos
hacer leyes que sean parte para restaurar el orden. Somos capaces.
Nuestra milenaria sociedad de unidad y abundancia se desarrolló en la práctica del consenso, que
significa estar "todos juntos, junto a todo", en el estar siendo-ocurriendo, vibrando y convibrando en
identidad, equilibrio, complementariedad, y "acordando" entre todos y todo en el entorno natural y
cósmico QUÉ HACER Y QUÉ SABER. El consenso no sólo es el "ponerse de acuerdo", sino es el
accionar mismo antes de "nacer" y más allá de la "muerte". Es el ejercicio, el accionar, la práctica de
lo que "todos juntos, junto a todo" estamos haciendo todos los días.
El consenso es el vivir de manera individual, social, natural y cósmico que hace a lo humano, vivir
de manera equilibrado, idéntico, consensual y complementario consigo mismo y con todo el entorno.
El consenso es que: TODOS ESTAMOS DE ACUERDO EN EL HACER Y SABER, DONDE TODOS
ACTUAMOS DE ACUERDO, EN NUESTRO ESTAR-SIENDO EN ESTA VIDA. El consenso no sólo
produce la acción conjunta sino el coprotagonismo en equilibrio entre "todos juntos, junto a todo".
En Abya Yala el ejercicio del poder era de abajo hacia arriba y en horizontalidad. Sin embargo,
quienes acumulaban mayor cantidad de cosmocimiento y saber, generaban un “gobierno” arriba de
los ancianos y ancianas y hacia “abajo” de cada individuo que se asumía individuo, que se asumía
familia, Naturaleza y el Cosmos. El Estado no era el Estado que conocemos, ni era un medio de
opresión política. Realmente no existía Estado, sino la sociedad misma se administraba y
planificaba en equilibrio con el Individuo, la Naturaleza y el Cosmos.
Esta amplitud lograda por Abya Yala fue la utopía del occidente. Fue lo que el socialismo no pudo
lograr. Fue lo que la democracia capitalista nunca podrá concretizar. Son realidades diferentes
donde lo humano define su existencia o no existencia.
Para nuestra cultura originaria no se concibió, ni practicó ni se dieron las condiciones para que surja
la democracia. Sin democracia alguna se construyó sociedades donde sí se realizó Lo Humano.
Teóricamente se podría señalar que en Abya Yala “se fue más democrático sin la democracia”, pero
la democracia no existió en Abya Yala sino el consenso, que es “superior” y/o diferente a la
democracia.
Nuestras asambleas
En nuestra forma de pensar, siempre manejábamos dos contrarios para lograr una media cuando
queríamos tomar una decisión o resolver algo. Esto se manifestaba de cuatro formas de diferente
intensidad empezando siempre de lo más pacífico como es la reunión o tanta. Luego si era
necesario para equilibrar cualquier situación a veces era necesario levantan la voz, gritar o entrar en
la ch'axwa. Cuando la situación se tornaba más conflictiva nuestros hermanos practicaban el tinku
donde intervenía la fuerza física pero no en sentido occidental. Era un encuentro entre iguales pero
contrarios para equilibrar la vida normal de la comunidad. Existían momentos de crisis de diferente
naturaleza que obligaba a la comunidad declarar y optar por formas más sacrificadas para
garantizar la vida de todos. A esa forma de lucha se le denominó auqa
De esta manera, tomábamos las decisiones por consenso y no por mayoría de votos; para
convencer a todos a partir de la convivencia en la comunidad. En el ayllu, periódicamente, o frente a
sucesos importantes e imprevistos, en los Ayllus nos reuníamos en asambleas generales, o se
reunía el consejo de los jilakatas. Sin diferencia de edad o sexo, todos opinaban acerca del lugar
para nuevos puentes, acequias, caminos; sobre la elección de representantes o distribución de
tareas. Pero eran pocos los problemas, ya que en la mayoría de los casos, sabíamos qué y cómo
hacer las cosas, porque lo habíamos previsto en el consenso al cual habíamos llegado y afinado por
medio de nuestro quehacer diario, discusiones y acuerdos durante generaciones. Por ello, lo más
importante en las reuniones era poder encontrarse, entre risas y chistes, con hermanos y hermanas
de la comunidad. Para problemas comunes de emergencia, usábamos el pututu para llamar a
todos los comunarios. El pututu era como el clarín para los militares de hoy, llegábamos todos sin
falta y sin atraso. En la marka nos reuníamos en nuestro consejo. En las layas teníamos las
famosas ulakas.
NUESTRAS AUTORIDADES/SERVIDORES
Los que éramos la base de nuestro gobierno y los que teníamos mas peso cuando tomábamos las
decisiones, éramos las cabezas de familia, porque pensábamos que difícilmente un padre o una
madre robará o descuidará la comida de sus hijos. Los ancianos y ancianas del Consejo decidían lo
más importante. Por su edad ya no participaban en la producción y distribución directas. Así, ya no
podían ser tentados a sacar beneficio personal cuando distribuíamos trabajos y cosechas.
Ancianos y. ancianas eran las joyas del Ayllu. Cuidados y respetados porque sus arrugas
guardaban sabiduría milenaria y experiencia de toda una vida de trabajo. Toda Comunidad estaba
orgullosa de sus ancianos, enciclopedias vivientes.
Cada persona nos volvíamos más felices año tras año. Madurábamos con la naturalidad de plantas
y animales. Sin miedo al mañana no nos aferrábamos al pasado, no nos quedábamos estancados
en la niñez. De jóvenes aprendíamos, respetábamos y obedecíamos. Así de viejos podíamos
enseñar, ser respetados y guiar, cada vez con más sabiduría Hasta el momento cuando, sin temor,
regresábamos a la sinfonía cósmica, y nos volvíamos tierra fértil, planta, ave aire, estrella.
Jilaqata (que en aymara significa “encargado mayor”) o Jilanku (en la parte quechua) es el cargo
mayor en los ayllus más pequeños o en los ayllus que forman parte de un ayllu mayor. También es
un cargo rotativo en las estancias, que forman parte de los ayllus.
Jilak Mallku: autoridad máxima de la comunidad. Cargo importante que se desempeña en forma
anual.
Marani: dueño del año, cargo anual de autoridad comunal extensivo a los cerros Jacha Chila que
ese año protegen a la comunidad. Ellos personifican deidades a través de un cerro. También hay
una rotación en cuanto a la protección; una cadena montañosa, entonces tiene una serie de turnos
de protección anual para la comunidad.
Ukamani: cuidador, autoridad agrícola para el cuidado de los cultivos. Esta práctica era todavía
posible verla en la etnia de los chipayas. El Ukamani camina vestido con sus mejores atavíos
supervisando todos los predios de las diferentes unidades familiares. Es realmente un cuidador de
la producción, la agrícola incluida.
NUESTRAS COMUNIDADES
río, otra donde es plano, otra en la subidita, luego otra en el cerro. Esto no existía sólo en el lago, en
el río, en el altiplano, también en los valles, en la costa. No hacíamos una mala distribución como
hoy y como hacían en la reforma agraria, cuando unos tienen tierras cerca del río, y otros
arruinados en el cerro donde no hay nada, arrinconados.
Nuestros abuelos eran más sabios. No teníamos herencia. Cuando un joven de Urinsaya se casaba
con una joven de Aransaya, dentro del mismo Ayllu, a esta pareja le dotábamos de tierra. Esto es la
Uraqi, que le entregaba el consejo del ayllu. Cuando el mayor se juntaba con otra, a esa pareja le
dábamos más allá de la de los padres. Todos ocupábamos nuevos espacios otorgados por el
consejo de autoridades. En esas sayañas, como se llaman en aymara, trabajábamos
individualmente las familias, pero nos ayudábamos entre nosotros en innumerables formas. Cuando
moría la mama, el padre se hacía cargo. Si el padre no podía trabajar iba directamente a la casa del
hijo mayor. No heredaba su tierra. Esa tierra hacíamos descansar para luego ser distribuido a un
joven de otra familia. No teníamos propiedad privada. El uso de la tierra era temporal, no era
permanente.
La expansión de la hacienda a fines del siglo XIX limitó severamente esta posibilidad,
enclaustrando a los colonos dentro de sus límites, imposibilitándoles conseguir
ciertos productos como la coca y el maíz, que eran monopolizados por los
latifundistas. La feria significaba, para los habitantes de la región de Achacachi, que
podían acceder por su cuenta a productos de otras regiones y les hizo recordar como
habían conseguido esos productos a lo largo de los siglos pasados.-
No dependíamos de nadie
El ayllu no renunció nunca a manejar sus recursos. Habiendo tenido desde tiempos inmemoriales
pleno control sobre nuestro suelo, subsuelo y sobresuelo, no dependíamos de nadie, ya que a
través de la comunidad, administramos y distribuimos el uso de todos los recursos naturales de
38 Espiritualidad en el Tawantinsuyu
CUATRIPARTICIÓN Y PARCIALIDADES
los pies conformaban cuatro cuencas, dos cuencas mayores y dos menores. Lo mismo ocurre en la
barriga y en la cabeza, en cada una existen cuatro cuencas, por igual.
LOS SUYUS
La Nación Pakaji
En la cultura tiwanacota, la organización social más
importante eran las naciones Aymaras, que funcionaban
autónomamente, pero con estrecha relación entre ellas.
Tenían sus territorios a lo largo de los lagos/ríos/salares
Titicaca-Desaguadero- Poopó-Lakajawira-Coipasa-Uyuni.
Una de estas naciones fue la Nación Pakaji, que estaba
dividido en dos grandes parcialidades relacionados con los
cerros y con el agua. El Urqusuyu era la parcialidad de
arriba, conformada por markas que se relacionaban con las montañas y la ganadería, mientras que
el Umasuyu se relacionaba con la agricultura, la humedad del suelo y el agua (Lago Titikaka).
Asimismo, a ambos lados del espacio aymara se encontraban Ala Yunka y Manqha Yunka (costa y
valle).
La imposición colonial dividió a Pakaji en tres provincias coloniales: Sicasica, Omasuyos y
Pacajes. La provincia de Sicasica fue conformada por los ayllus mayores de Q’araqullu, Sikha
Sikha, Jayu Jayu y Qalamarka. Pacajes por Qallapa, Qaqinkura, Qaqayawiri, Jisk’a Machaqa,
Jaoh’a Machaqa, Tiwanaku, Waqi y Wiyacha, y Omasuyos por los grandes ayllus Laja, Warina,
Pukarani, Jachakachi y Chukiyawu. Pero, a pesar de las constantes divisiones impuestas, Pakaji
se mantuvo siempre organizado en markas y ayllus.
Kollasuyu y Tawantinsuyu
Y cuando se juntan las marcas, se produce el SUYU o LAYA. Por ejemplo, se juntan Machacas,
Curahuaras, Sica Sicas y otros, y se vuelven Pacajes, que es Laya o Suyu. Pacajes es la unidad
de Markas. Si Pacajes se junta con los Omasuyus, Qullana, Carangas, Lupacas, con las layas
de los Yungas, con Cinti y con otra laya de Lípez, con otra laya de Quillacas, con otra laya de
Chichas, con todas las layas, nos volvemos Kollasuyu, que se extendía desde El Cuzco hasta el
sur. Tenemos las cuatro formas: familia, ayllu, marka, suyu o laya.
Así, Kollasuyu se junta con otros tres suyus, que son Antisuyu, Chinchasuyu y Kuntisuyu.
Estos cuatro constituyen el Tawantinsuyu o Pusisuyu, que se extendía de Cali, Colombia, a
Valdivia, sur de Chile, y del océano pacífico a la selva amazónica. Tienen sus nombres conforme su
posición geográfica. Por donde sale el sol, es el Anti, el khanti, y por donde entra el sol el Kunti, de
jaqonti. El Kolla es hacia el sur, y el Chincha es hacia el norte. Abarcaban los territorios actuales
de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, y norte de Argentina y Chile. Su influencia llegó hasta Brasil,
Venezuela y Paraguay. Su población, se dice fue 40 millones, aunque contando todos los caminos,
canales, andenerías que construyeron deberían haber sido más.
40 Espiritualidad en el Tawantinsuyu
dedicación de los hombres y mujeres de las naciones originarias. Todo aquello que hemos sabido
conservar sin alterar su equilibrio natural, hoy día es objeto de saqueo y robo. Así, donde el
mercado “libre” y los países enriquecidos se desarrollan y se fortalecen, aparece para nosotros el
subdesarrollo. El enriquecido saca al empobrecido del mercado, el desarrollado margina al
subdesarrollado, el industrializado vence al artesanal; y el empobrecido, el subdesarrollado y el
artesanal tienen que costear el avance y la prosperidad del enriquecido, del desarrollado y del
industrializado.
Hoy en día tenemos que vender varias veces más para comprar.
Ellos se desarrollan porque sus productos salen cada vez más caros, mientras nuestros productos
salen cada vez más baratos. Para comprar un tractor, una cosechadora, un camión o cualquier cosa
que se fabrican en los países enriquecidos, hoy en día tenemos que vender varias veces más de
café, o cacao, o tabaco, o algodón que antes para poder pagarlo. De los saqueos a los países que
han subdesarrollado los capitalistas de los países enriquecidos, los trabajadores de esos países han
podido sacar salarios mucho más altos que los ingresos que hemos podido recibir los obreros y
campesinos de los países empobrecidos.
La diferencia ha llegado a ser tan grande, que cuando un obrero en los países empobrecidos gana
entre 50 y 100 dólares mensuales, un obrero en los países enriquecidos gana más de tres mil
dólares por el mismo trabajo.
para el “desarrollo moderno”, garanticemos la vida para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos,
salvando el planeta a partir de nuestra quinua, papa y yuca, nuestros frijoles, habas y choclos,
nuestra mara, coco y coca.