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APARATO MASTICATORIO

Aparato masticatorio es sinónimo de aparato estomatognático y por lo


tanto tiene sus mismos componentes.

La función está dada por los músculos y el sistema nervioso; los dientes
desempeñan un papel pasivo.

El equilibrio fisiológico permite mantener la salud del sistema


masticatorio durante toda la vida, sin olvidar, que este aparato es parte
del organismo y puede ser afectado por lesiones extrabucales.

Como resultaría imposible hablar de masticación sin revisar la


anatomía y la fisiología de los músculos masticatorios, de la ATM, del
sistema neuromuscular y de los mecanismos de la oclusión.

DEGLUCIÓN INFANTIL Y DEGLUCIÓN ADULTA

La deglución es un reflejo innato; el recién nacido se alimento desde sus


primeras horas sin experiencia previa y esta deglución se llama
deglución infantil. En su mecanismo intervienen los músculos faciales y
los músculos peribucales y la lengua se ubica entre ambas arcadas,
para fijar la mandíbula. Cuando se produce la erupción de los dientes
posteriores el niño logra la deglución sin interposición de la lengua y
con los dientes en leve contacto llamada deglución adulta. La deglución
infantil es dominada por el VII par y la deglución adulta lo es por el V
par.

Cuando un paciente pierde sus piezas dentarias la deglución vuelve a


ser dominada por el VII par, con una actividad mínima de los
maseteros, situación que se invierte cuando se coloca una prótesis y
vuelve a haber una deglución normal.
En los pacientes con discrepancias importantes en céntrica, en quienes
hay grandes contactos prematuros, este tipo de deglución infantil
también es frecuente porque se modifican los patrones
neuromusculares de la deglución para evitar el contacto dentario de la
deglución adulta.

HÁBITOS DE MORDER OBJETOS

Hay niños que no sólo hacen succión con el chupete, sino que también
muerden, principalmente cuando el hábito sobrepasa la instalación de
la dentición decidua y llega a la mixta. La necesidad de morder es
inherente, una vez que los primeros dientes deciduos establecen
oclusión y permiten función. Cuando este impulso natural de morder
no sea atendido, se producirá la búsqueda para satisfacerlo. Hay niños
que despedazan el chupete, el cual se cambia una vez por mes, lo que
hace que se refuerce el hábito. Del chupete se pasa al chupete de la
mamadera, de éste a la oreja del osito de goma y así sucesivamente. En
fases más adelantadas de la infancia es el lápiz, o el mango del cepillo
del diente. En el adulto el antielegante mondadientes, la pipa, de donde
procede el dicho “la pipa tuerce la boca”, pero antes provoca graves
modificaciones en la oclusión dental.

HÁBITOS DE LA MASTICACIÓN

La masticación incorrecta, no sería un hábito propiamente dicho sino


una disfunción. La desviación funcional más común es la masticatoria
unilateral, o por lo menos la más citada. El propio individuo le relata al
dentista que tiene el hábito de masticar de un solo lado. Las
consecuencias para la oclusión son perceptibles, especialmente si el
hábito es muy antiguo, hay un “mejor” desarrollo del lado que trabaja y
apiñamientos y mordida cruzada del otro lado. Hay también individuos
que mastican solamente con los segmentos anteriores de los arcos
dentales, con graves consecuencias, que muchas veces llevan a
pérdidas precoces.

Sin embargo, pensamos que los malos hábitos de morder, no dejan de


ser la masticación sin fines nutritivos y la necesidad de satisfacción
psicoemocional, provocada por la falta de masticación. Podemos citar el
chicle (goma de mascar), que siendo incontrolado, se hace un hábito
incorrecto de masticación.

Con la evolución y la industrialización de los alimentos la necesidad de


masticar o de todas las funciones del aparato masticatorio están
minimizadas. No necesitamos más aprehender el alimento, raramente
cortarlo, trituramos lo mínimo y molemos prácticamente casi nada.

Los ajustes naturales que se producen entre los dientes, no sólo los del
mismo arco, sino principalmente entre los antagónicos, dependen
mucho del uso de los dientes, para que haya una correcta instalación
de la oclusión.

Así podemos afirmar que en la cual generación existe el mal hábito


generalizado de una masticación deficiente. Los desgastes naturales no
se producen y las pérdidas dentarias son tan importantes que es
significativo el número de individuos que llegan a la tercera edad
edéntulos y portadores de prótesis totales. En las sociedades no
letradas esto no sucede, y puede observarse entre tribus indígenas
aisladas o entre los esquimales, que tienen los dientes preservados
durante toda la vida sin desgastes significativos de las coronas clínicas.

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