Professional Documents
Culture Documents
¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista
www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Resumen
Abstract
2009 is the Darwin's year: two hundreds years ago was born the renowned
English scientific and in 1859 he published his most important work, The Origin
of Species. Charles Robert Darwin and Alfred Russel Wallace discovered the
Natural Selection law, that it was the master key to explain the origin and
evolution of all live beings and in this way the Biblical declaration of Genesis
remains denied. The great designer is today a myth. Lately, 'theory' of
intelligent design attempt to re-live the creationism's cadaver, fact that collapses
against clear principles of evolution science.
107
Universo, ¿por diseño o por evolución?
Así como tenemos la certeza que un reloj ha sido diseñado conscientemente con
el objetivo de marcar el paso de las horas, a muchos les puede parecer que el ala
de un ave también ha sido diseñada para volar. Si bien es cierto que tras los
mecanismos de un objeto artificial está la intencionalidad del diseño, también
se piensa que hay intencionalidad tras el diseño de los objetos naturales.
Algunos científicos ven en la fina precisión que toman los valores de algunas de
las constantes cosmológicas (la velocidad de la luz, la constante de Planck, la
proporción entre la masa del protón y la del electrón, la intensidad de cada una
de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, etc.) la intencionalidad
para que surgiera un Universo que permitiera el desarrollo de la vida y de la
inteligencia, idea claramente expresada por el físico Paul Davies: “Las leyes que
permiten la aparición espontánea del Universo parecen ser el producto de un
diseño extraordinariamente ingenioso” (Davies, 1986, p.56)2.
La idea del diseño consciente del Universo, de la vida, es muy antigua; hoy esta
tesis idealista ha tomado el nombre de diseño inteligente, una 'teoría' que
2 Paul Davis coloca a Dios actuando desde un platónico fuera del Universo: “Cualquier cosa y cualquier suceso
en el Universo físico debe explicarse a partir de algo fuera de sí mismo. Cuando se explica un fenómeno, se
explica en términos de otra cosa. Pero si se trata del fenómeno de la existencia del Universo físico entero, no
existe nada físico fuera del mismo (por la misma definición de Universo) que lo explique. De modo que
cualquier explicación debe darse en términos de algo no físico y sobrenatural; es decir, de Dios. El Universo es
como es porque Dios ha elegido que sea de este modo. La ciencia, que por definición se ocupa sólo del
Universo físico, puede explicar con éxito una cosa en términos de otra y ésta en términos de otra distinta y así
sucesivamente; pero la totalidad de las cosas físicas debe explicarse desde fuera” (Davies, 1986, p.56), una
declaración que le niega a la ciencia la posibilidad de explicar en cada momento histórico la totalidad de lo que
conoce y además un desconocimiento del carácter infinito del conocimiento científico. Los argumentos
esgrimidos por Davies y todos los creacionistas de nuevo cuño son reproducciones pulimentadas de los que en
su día salieron de las plumas de Platón, Aristóteles o Tomás de Aquino. La generosa dosis de ciencia
contemporánea con que Davies y sus compañeros de ruta barnizan sus trasnochadas ideas pretendiendo
convencer al lector no docto, confiere al conjunto un aire de verosimilitud que de otro modo no podría tener.
108
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
109
Universo, ¿por diseño o por evolución?
como Palley, sostenían como premisa central que todas las obras de la
naturaleza no solamente demostraban la presencia de Dios sino que también
revelaban su carácter: la naturaleza nos persuade de la existencia del Creador y
además nos permite aprender sobre la deidad.
Supongamos que al pasear por el campo tropiezo con una piedra y que
me pregunto cómo llegó hasta allí: puedo responder que, dado que no
tengo razones para creer lo contrario, la piedra ha permanecido allí
desde siempre… Pero supongamos que encontrara un reloj en el suelo y
me preguntara cómo llegó hasta allí. Difícilmente se podría aceptar la
respuesta que he dado antes… Cuando inspeccionamos el reloj
percibimos algo que no descubrimos en la piedra: que sus diversas
partes están proyectadas y ensambladas con un propósito, en este caso
para producir movimiento, y un movimiento regulado para señalar la
hora del día… La deducción, pensamos, resulta inevitable: el reloj debe
haber tenido un hacedor; tiene que haber existido, en algún momento y
lugar, un artífice o artífices que le dieron forma con un propósito para el
que sirve; alguien que comprendió su proceso de construcción y
proyectó su modo de empleo. (Palley, citado por Davies, 1986, p.195
[Cursivas añadidas])
De aquí se concluye que la complejidad del reloj no pudo surgir por azar; pero
mucho más importante, está el concepto de diseño del reloj. La complejidad del
diseño implica la existencia de un diseñador: “No puede haber diseño sin
diseñador, invención sin inventor, organización sin algo capaz de ordenar”,
complementa el reverendo Palley y agrega: “Las señales de diseño planificado
son demasiado evidentes para ignorarse. Todo diseño debe tener un diseñador. Ese
diseñador tiene que haber sido una persona. Esa persona es Dios3”(Palley, citado
por Gould, 2004, pp. 290-291) . Louis Agassiz (1807-1873), uno de los más
importantes representantes de la biología norteamericana del siglo XIX,
escribió una colección de diez volúmenes sobre la historia natural
estadounidense. En su obra Essay on Clasification, Agassiz sostiene que la
taxonomía debe considerarse la más elevada de las ciencias porque las especies
biológicas son la encarnación de las ideas en la mente de Dios y porque
3 El argumento del diseño para demostrar la existencia de Dios es muy antiguo y puede estar sugerido en la
Epístola de Pablo de Tarso a los romanos: “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo
que no tienen excusa”. Las 'novedosas' tesis del diseño inteligente no son más que un trasnochado refrito
histórico.
110
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
[…] este plan de creación, tan grato a nuestra alta sabiduría, no fue
fruto de la acción necesaria de las leyes físicas, sino la libre concepción
del Intelecto Todopoderoso, madurada en su pensamiento antes de
manifestarse en formas externas tangibles;… si podemos probar la
premeditación previa al acto creativo, habremos dado cuenta de una vez
para siempre, de la desolada teoría que nos refiere a las leyes de la
materia como responsables de todas las maravillas del Universo, y que
nos deja sin guarda fuera de la monótona e invariable acción de las
fuerzas físicas, atando todas las cosas a su destino inevitable (Agassiz,
citado por Gould, 2004, p.301).
El creacionismo pudo prevalecer durante siglos hasta que apareciera una teoría
de la evolución que incorporara la dimensión histórica del tiempo y propusiera
un mecanismo de cambio que pudiera ser contrastado con la realidad. Su
derrumbe también dependía de que otras ramas de la biología lograran adquirir
algún desarrollo para aportar pruebas que respaldaran la teoría de la evolución.
Los pasos iniciales hacia la elaboración de una ciencia de la evolución fueron
dados por el francés Jean Baptiste Pierre Antoine de Monet, caballero (título
nobiliario ostentado hasta antes de la Revolución; después, ciudadano) de
Lamarck (1744-1829), reelaborada posteriormente por el inglés Charles Robert
Darwin (1809-1882) y enriquecida actualmente por los aportes de diferentes
ramas de la biología (como la genética y la biología molecular), de la geología
(tectónica de placas) y por el cúmulo de fósiles desenterrados en diferentes
lugares del planeta, que han venido a probar que la evolución es un hecho
incuestionable y el evolucionismo una ciencia en continuo desarrollo. A pesar de
todo, algunos pretenden desconocer la historia y en su ignorancia se atreven a
declarar que “la teoría de Darwin no se puede mostrar como un hecho
científico. Eso sería una mentira”, como lo aseveró algún despistado pastor
evangélico.
Pero más lamentable es que algunos científicos hayan organizado una cruzada
contra la teoría de la evolución argumentando que el diseño inteligente debe ser
un fenómeno que merece tratamiento científico pues, según ellos, la ciencia
actual está atada a las interpretaciones materialistas de lo que es la naturaleza y
por lo tanto lo que buscan es “el derrocamiento del materialismo y sus legados
culturales”, y además favorecer “un amplio entendimiento teístico de la
naturaleza”, como lo expresa claramente el Discovery Institute en alguno de sus
documentos 4. A cada uno de esos científicos se les debería espetar: usted pone
4 El Centro de Investigaciones de la Ciencia de la Creación de San Diego (California) en uno de sus 'sesudos'
documentos advierte que la evolución fomenta “la decadencia moral de los valores espirituales, lo que
contribuye al deterioro de la salud mental y [al predominio del] divorcio, el aborto y las enfermedades
venéreas”. ¿Puede alguien realmente tomarse en serio estas ideas fuera de lugar?
111
Universo, ¿por diseño o por evolución?
112
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
113
Universo, ¿por diseño o por evolución?
vienés Paul Kammerer quien sostuvo a partir de 1909 que sus experimentos con
un sapo terrestre apoyaban la veracidad de las tesis lamarckianas. En 1926 otro
científico demostró que Kammerer había inyectado tinta china en la pata del
animal y puso al descubierto la falsedad de los resultados obtenidos por el
biólogo vienés. Tras su puesta en evidencia, Kammerer se suicidó en septiembre
de ese año.
114
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
115
Universo, ¿por diseño o por evolución?
116
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Estas palabras son secundadas por Gould para quien “la selección natural es, en
esencia, la economía de Adam Smith transferida a la naturaleza” (2004,
p.147)5. La teoría de la selección natural hizo añicos la ilusión de la existencia de
un diseñador en el campo de la biología y debería hacernos sospechar de las
teorías que preconizan el diseño en el origen del Universo. A propósito de esto el
físico Leonard Susskind escribió:
Los físicos de los siglos XVI, XVII y XVIII concluyeron que el Universo es un
sistema material en movimiento gobernado por leyes naturales, el
funcionamiento del mundo no dependía de la voluntad inefable de un Creador.
Darwin extiende esa idea al mundo de los organismos vivos. En eso consistió su
gran revolución. Para el evolucionista español Francisco J. Ayala y su colega
mexicana Rosaura Ruiz, Charles Darwin
La obra de Darwin fue apreciada de manera especial por los fundadores del
materialismo dialéctico, Carlos Marx y Federico Engels. Marx concibió la
5 Alfred R. Wallace llegó a la misma idea de Darwin también con el apoyo de la obra de Malthus. Wallace
plasmó sus ideas en el borrador de un artículo al que tituló Sobre la tendencia de las variedades a separarse
indefinidamente del tipo original, donde según Darwin, había frases que le recordaban su propia teoría. Esto
demuestra que una teoría es correcta cuando refleja de manera apropiada los fenómenos que ocurren en la
naturaleza; es por eso que diferentes investigadores pueden llegar de manera independiente a plantear la
misma teoría. De modo que una teoría no puede ser solamente una construcción de la mente humana, sin
ninguna relación con el mundo.
117
Universo, ¿por diseño o por evolución?
Entre los detractores de Darwin había de todo: científicos como John Herschel,
Lord Kelvin, Adam Sedgwick, Santiago Ramón y Cajal; literatos como George
Bernard Shaw; filósofos como William Whewell6 y Federico Nietzche, quien de
manera reaccionaria veía a las ciencias naturales embrolladas
6 Este filósofo consideraba la teoría heliocéntrica de Copérnico una 'herejía'; hablaba con menosprecio de
Galileo, calificaba de arrogante a Giordano Bruno y juzgaba con indulgencia a la Inquisición por su actuación
contra Bruno y Galileo.
118
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Fue tal la derrota sufrida por la Iglesia Anglicana que ésta tuvo que ceder ante la
presión que sobre ella ejercieron diversas personalidades para que permitiera
que los restos de Darwin reposaran en la abadía de Westminster, cerca de la
tumba de Newton. El darwinismo fue finalmente aceptado “como punto de
partida para la investigación de las causas naturales del cambio orgánico. Al
eliminar la planificación divina, el darwinismo abrió la puerta a todo un mundo
nuevo de biología científica, que hasta entonces había sido calificado de
<<sobrenatural>>” (Bowler, 1985). El triunfo de esta teoría implicó la ruptura
definitiva entre ciencia y religión.
Darwin fue muy cuidadoso frente al tema de la religión y el creacionismo (no era
amigo de los debates, para eso estaba Huxley). Su formación era religiosa, en
concordancia con la época y el país que le tocó vivir. Su teoría necesariamente
tenía que chocar con el tema del creacionismo. En 1873 confesaba:
7 El reverendo obispo Samuel Wilberforce consideraba a Darwin como persona superficial y a su teoría la
calificaba de especulación y suposición gratuitas que degradaban las ciencias naturales. El prelado de Oxford,
en una muestra de su ignorancia en los asuntos de la biología, se había preguntado: “¿Cómo podemos llegar a
creer que variedades favorecidas de nabos tengan tendencia a hacerse hombres?”.
119
Universo, ¿por diseño o por evolución?
120
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Para los compañeros de ruta de Behe “el diseñador podría ser Dios, seres
extraterrestres o biólogos celulares que navegan en el tiempo desde un lejano
futuro” hacen notar Glenn Branch y Eugenie Scott, directivos del Centro
Nacional para la enseñanza de la Ciencia en Oakland, California, organismo que
defiende la enseñanza de la evolución en las escuelas públicas estadounidenses.
Se supone que una inteligencia superior tiene el poder suficiente para elaborar
un diseño elegante, impecable, perfecto como en el caso de la cascada
bioquímica de la coagulación de la sangre, entonces ¿cómo ha podido ser tan
chapucero con las personas hemofílicas?
121
Universo, ¿por diseño o por evolución?
Es una cita tentadora para cualquier corifeo del diseño inteligente. Pero
renglones más adelante el sabio inglés precisa con maestría:
122
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Si el ojo fuera producto de un diseño inteligente debería ser perfecto, pero esto
está lejos de ser así: “En los seres humanos, la retina está unida tan laxamente a
la parte posterior del ojo, que basta un fuerte golpe en la cabeza para que se
desprenda. Sus células recolectoras de luz están orientadas hacia dentro, hacia
el cerebro, no hacia fuera, hacia la luz, y el nervio óptico comienza delante de la
retina, para atravesarla después y conectarse al cerebro. El lugar donde el nervio
óptico se hunde en la retina se convierte en el punto ciego del ojo”, añade
Zimmer. Los defensores del diseño inteligente también ponen como ejemplo de
sistema irreductiblemente complejo la estructura del flagelo que le permite a
una bacteria como Escherichia coli (habitante usual de nuestro intestino grueso)
moverse en su medio ambiente.
Aquellos que niegan la evolución sostienen que las proteínas que forman el
flagelo bacteriano debieron haberse creado en la forma presente. Pero
investigadores de la Universidad de Birmingham (Inglaterra) han encontrado
pruebas de cómo este órgano complejo evolucionó a partir de componentes
más sencillos. Las tesis del diseño inteligente son una falacia intelectual; sus
ejemplos buscan engañar a personas bien intencionadas pero indoctas en la
materia. En su artículo Zimmer concluye: “La evolución, despiadada y práctica,
tiene la capacidad para construir las estructuras más maravillosas o modificar
su función original o bien desecharlas cuando ya resultan innecesarias”
(Zimmer, 2006, pp. 14-39).
123
Universo, ¿por diseño o por evolución?
124
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
8 La inmensa mayoría de iglesias cristianas han adoptado la táctica de aceptar paulatinamente una
interpretación evolucionista de la actuación divina en el origen del hombre, recurriendo al viejo consejo de
unirse al enemigo que no es posible derrotar.
125
Universo, ¿por diseño o por evolución?
9 Parece que Dios no ha querido distraer o alarmar al buen padre Llano dándole la noticia que Él con su infinito
poder y sabiduría ha creado, diseñado y luego extinguido, sin saberse las razones, especies de adanes y evas
que merecían también el calificativo de humanos. Hace 40.000 años había en la Tierra tres especies de seres
humanos: Homo neanderthalensis, Homo erectus y Homo sapiens. (¿Tenía Dios algo contra los hombres de
Neanderthal o contra los erectus?). Es probable que el padre Llano tampoco sepa que la ciencia de la
evolución ha demostrado que el antepasado de todos los vertebrados fue una pequeña criatura con aspecto de
gusano, que poseía una especie de espina dorsal primitiva y a la que los científicos han llamado técnicamente
Pikaia gracilens. Si eso es así, no es posible la creación continua de adanes y evas así sea valiéndose de los
procesos evolutivos.
10 Los creacionistas ante la teoría de la evolución de Darwin adoptan la actitud de horror que en su momento
asumió la esposa del obispo de Worcester, cuando se la explicaron: “¿Descendemos de los monos?
Esperemos, querido mío, que no sea verdad pero, si lo es, recemos para que no llegue a saberlo todo el
mundo”.
126
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Dado el origen divino del hombre, éste “es el más misterioso y el más
desconcertante de los objetos descubiertos por la Ciencia” la cual “no ha
encontrado todavía para él un lugar en sus representaciones del Universo” (De
Chardin, 1974, p.169). Teilhard de Chardin y sus seguidores “eran
evolucionistas, pero no darvinistas: el jesuita francés nunca pensó que la
selección natural nos hubiera hecho humanos” (Arsuaga, 2001, p.23); de
Chardin y Llano no pueden aceptar el darwinismo, que explica el origen y las
adaptaciones de los seres vivos a través de un proceso evolutivo natural; para
ellos la evolución obra por la intencionalidad del acto creador de una deidad. La
posición del jesuita Llano no es científica: es mera especulación o deseo
piadoso… o tal vez ambas cosas.
127
Universo, ¿por diseño o por evolución?
La ciencia nos responde sobre el por qué y el cómo de nuestra existencia, pero no
tiene que meterse a responder sobre el para qué. La religión sí lo hace y todas sus
respuestas terminan invocando una esencia sobrenatural, divina. Por eso
ciencia y religión no pueden ser compatibles, sus respuestas van en sentidos
opuestos, una encuentra sus respuestas en este mundo, la otra las busca en un
inexistente más allá. Aunque preguntarse por el sentido de nuestra existencia en
el Universo no es científico, el conocimiento de los mecanismos de la evolución
es lo único que podría ayudar a encontrar alguna respuesta, si es que ella existe
(yo creo que no), o como lo expresó Richard Dawkins:
128
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
todos los fósiles son productos de la historia del diluvio y de Noé y todas
esas cosas. Los registros fósiles son contundentes a favor del punto de
vista evolutivo. (Yunis, 2006, pp. 59-60).
129
Universo, ¿por diseño o por evolución?
130
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
13 A propósito de las tesis creacionistas (como la de P. H. Gosse) Rafael Alemañ comenta: “El vigor de un
argumento no descansa en su invulnerabilidad a cualquier crítica imaginable, sino en su fertilidad para
generar nuevas hipótesis y conjeturas que puedan ponerse a prueba. Y es por ello que afirmaciones como las
anteriores [la de Gosse] tan sólo delatan una voluntad decidida de no doblegarse a la evidencia en contra, por
muy grande que sea su envergadura” (Alemañ, 1996).
14 El columnista de El Espectador, Juan Gabriel Vásquez (2008) brevemente muestra la innegable influencia de
las concepciones religiosas en la definición de políticas estadounidenses relacionadas con la salud, la
educación e Irak. La 'santidad' de Bush no impidió que su candidato presidencial, John MacCain, fuera
contundentemente derrotado por el demócrata Barack Obama durante las elecciones presidenciales de
Estados Unidos en noviembre de 2008.
131
Universo, ¿por diseño o por evolución?
El propio Bush ha dicho que fue Dios quien le dijo que invadiera a Irak (¿no sabía
Dios que en ese país árabe no había armas de destrucción masiva?), mientras
que un General del ejército estadounidense tuvo la osadía de afirmar que
“George Bush no fue elegido por una mayoría de los votantes de Estados
Unidos, fue nombrado por Dios”, (¿no se fijó Dios en los antecedentes de
drogadicción, alcoholismo y pobreza intelectual de su candidato y no sabía de
su declarado apoyo del uso de la tortura contra otros seres humanos, antes de
ubicarlo en la Oficina Oval de la Casa Blanca?).
132
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Cuando la burguesía era una clase revolucionaria luchó contra las ideas
religiosas durante sus revoluciones (francesa, independencia de Estados
Unidos) impulsada por la necesidad de atacar al feudalismo, al espíritu medieval
y a todas aquellas formas ideológicas que se opusieran a sus intereses por
instaurar en la sociedad y en la historia una nueva forma de producción, para la
cual se hacía necesario el desarrollo de la ciencia.
133
Universo, ¿por diseño o por evolución?
15 “Los humanos no somos los únicos animales que utilizamos instrumentos. Los chimpancés también los
usan, pero se trata de objetos naturales que son adaptados para su función, como en el célebre ejemplo de las
ramitas que preparan eliminando las ramificaciones laterales y luego introducen en los orificios de los
termiteros para 'pescar' termitas. Sin embargo, en estos casos el instrumento está ya prefigurado en la
naturaleza y no es necesario hacer un gran esfuerzo para representarse mentalmente el objeto final a obtener.
Los humanos son los únicos primates que realmente producen instrumentos a partir de una forma que sólo
existe en su cabeza, y que ellos 'imponen' a la piedra. Se cuenta que el famoso escultor del Renacimiento
Miguel Ángel decía que sus esculturas, como el David o La Piedad, estaban ya encerradas en el bloque de
mármol y él se había limitado a eliminar lo que sobraba. Pues algo así, aunque más modestamente, hacían los
humanos al tallar” (Arsuaga & Martínez, 2004).
16 Tan ignorante aseveración surge del desconocimiento de que no todo organismo vivo, cuando deja de
existir, se convierte en un fósil: “Para convertirse en un fósil tienen que suceder varias cosas. Primero, tienes
que morir en el lugar adecuado. Sólo el 15 % de las rocas aproximadamente puede preservar fósiles, así que de
nada sirve desplomarse sobre un futuro emplazamiento de granito. En términos prácticos, el difunto debe
acabar enterrado en un sedimento en el que pueda dejar una impresión, como la de una hoja en el barro, o
descomponerse sin exposición al oxígeno, permitiendo que las moléculas de sus huesos y partes duras (y muy
de cuando en cuando partes más blandas) sean sustituidas por minerales disueltos, creándose una copia
petrificada del original. Luego, cuando los sedimentos en los que yace el fósil sean despreocupadamente
prensados, plegados y zarandeados de un lado a otro por los procesos de la Tierra, el fósil debe mantener de
algún modo una forma identificable. Finalmente, pero sobre todo, después de decenas de millones de años o
tal vez centenares de millones de años oculto, debe encontrarlo alguien e identificarlo como algo digno de
conservarse” (Bryson, 2004).
134
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
naturaleza descanse hoy sobre fundamentos más firmes, que en los siglos
pasados. Los creacionistas no pueden olvidar la siguiente declaración de
Darwin: “[…] no puedo […] abrigar duda alguna de que la opinión que la mayor
parte de los naturalistas mantuvieron hasta hace poco, y que yo mantuve
anteriormente -o sea, que cada especie ha sido creada independientemente-, es
errónea” (1992), o lo que escribió rechazando la posibilidad de que Dios dirija el
proceso evolutivo mediante el control de la variación disponible:
Estas son palabras de Engels que han sido confirmadas plenamente por los
hallazgos fósiles en la línea evolutiva humana: Australopithecus afarensis y A.
africanus estaban, cerebral y etológicamente, muy cerca de los chimpancés,
pero su caminar erguido y el medio ambiente que explotaban los condujeron
(especialmente afarensis) hacia las formas más primitivas del género Homo,
como es el caso de Homo habilis, el más antiguo representante de la humanidad
y el primer constructor de herramientas plenamente identificado. La
elaboración de los primeros instrumentos de piedra debió haber tenido un
impacto definitivo en la evolución del lenguaje y en el aumento del tamaño
cerebral: en la medida que éstos se iban perfeccionando, perfeccionaban la
estructura de aquéllos.
135
Universo, ¿por diseño o por evolución?
¿Para qué sirve un cerebro? Para procesar información. ¿Qué hace que
un cerebro sea grande? La complejidad de la información a procesar. El
adjetivo complejo se aplica a los sistemas. ¿Qué hace que un sistema sea
complejo? El gran número de elementos diferentes que lo componen y la
gran variedad de relaciones posibles entre ellos. ¿Qué consecuencias
prácticas tienen los sistemas complejos? Que su comportamiento
futuro es difícilmente previsible. (Arsuaga, 2003, pp.81-82).
Lo que hoy es cierto para los chimpancés también debió ser para nuestros
ancestros evolutivos cuando aún estaban sometidos completamente a las
implacables leyes de la naturaleza. En los Australopithecus el tamaño cerebral
era algo semejante al simiesco, pero ese órgano estaba sometido a las presiones
de selección que lo llevarían a un explosivo aumento de su tamaño. Andando el
tiempo, en el futuro
136
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Posición que defienden ante el temor que les inspira el hecho que el público
asocie la evolución con el ateísmo y la no-religiosidad y que por lo tanto resulte
perjudicando a la biología evolutiva, impidiéndose su consolidación o acogida.
Falso temor tras el cual se esconden concesiones gratuitas al idealismo; la
ciencia no puede supeditar su avance y validación a que el público lego acepte o
no sus resultados, ese no es su problema. Lo que se esconde aquí es la
inconsecuencia para aceptar que la religión, como el arte y la ciencia, tiene un
origen social y no biológico.
137
Universo, ¿por diseño o por evolución?
17 Según el dirigente bolchevique: “La religión enseña resignación y paciencia en la vida terrenal a quienes
trabajan y pasan necesidades toda la vida consolándoles con la esperanza de recibir la recompensa en el cielo.
Y a quienes viven del trabajo ajeno, les enseña caridad en la vida terrenal, ofreciéndoles una absolución muy
barata de su existencia de explotadores y vendiéndoles a precios módicos pasajes al bienestar celestial”. La
enajenación ideológica que producen las ideas religiosas lleva a que 'los esclavos del capital' ahoguen 'su
figura humana' y terminen hundiendo 'sus reivindicaciones de una vida digna del hombre' con la esperanza de
encontrar una vida mejor en un inexistente 'más allá'. El ateísmo del materialismo dialéctico considera que un
camino hacia la reivindicación de la dignidad humana está en lograr la mayor comprensión de la naturaleza, a
través del conocimiento científico.
138
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
Referencias
139
Universo, ¿por diseño o por evolución?
140
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia • Vol. IX - Nos. 18 y 19 • 2008 • Págs 107-141
141