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Diederichsen. Diedrich
Personas en loop: ensayos sobre cultura pop - la ed. - Buenos Aires:
Interzona Editora, 2005.
208 p.; 21x13 cm. (lnterzona ensayos)

Traducido por: Cecilia Pavón

ISBN 987-1180-14-4

1. Ensayo Alemán l. Pavón, Cecilia, trad. 11. Título


CDD 834.

NOTA DEL EDITOR


Interzona Ensayos

El presente libro es una selección de artículos


realizada especialmente por el autor para su edi-
© 2000 Diedrich Diederichsen
ción en español.
© 2005 Cecilia Pavón, traducción
"Joe Meek: la dramática paternidad de la música
© 2005 IDterzoÍla editora S.A.
pop" fue incluido en el libro Sixcol1-Lost Media,
Lavalle 750, piso 19° B
compilado por Rotraut Pape (Hochschule fur Ges-
Buenos Aires, Argentina
taltung, 2002). "La biopolítica de Britney Spears"
www.interzonaeditora.com
y "Fines del verano contracultural" aparecieron en
info@interzonaeditora.com
el Siiddeutsche Zeit~l/Ig el 6 de mayo de 2000 yel
5 de septiembre de 1999, respectivamente. "¿Qué
hice en mis vacaciones?" ha sido traducido del ori-
Diseño de colección: Trineo Comunicación
ginal inglés, leído en el Art Institute of Chicago en
Imagen de tapa: ilustración de Gastón Pérsico
septiembre de 2000. "Terre Thaemlitz: crítica so-
cial electroacústica" apareció en la revista Spex
Este libro fue publicado gracias al apoyo (Colonia, 1999). "Hip-hop y teehno: el tiempo en
del Goethe Institllt Buenos Aires. la nueva música pop" fue publicado en la revista
Interva/Je (Kassel, 2002). "Coproducciones: ma-
Interzona agradece a la revista &cito, www.hacemellegar.com.ar crosignos musicales en Kenneth Angel, Stanley
Kubrick y Quentin Tarantino" fue publicado en la
revista Texte Zttr Kultst (Colonia, 1998). "Perso-
ISBN: 987-1180-14-4 nas en loop día y noche", "La música, la religión
y Sinead O'Connor" y "Estilos de vida en conflic-
Impreso en julio de 2005 to. Los movimientos y sus puntos de referencia:
generación, multitud y vida" permanecen inéditos
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier en lengua alemana.
medio o procedimiento, sin permiso previo del editor y/o auto!:
Estilos de vida en conflicto.
Los movimientos y sus puntos de referencia:
generación, multitud y vida

La gran pregunta de todos aquellos que en los últi-


mos años quisieron movilizarse, pertenecer a un movi-
miento, acaso fundarlo, legitimar teóricamente uno
existente o futuro, fue la pregunta por el referente. Cuál
debería ser el punto de referencia de un movimiento y
qué forma debería adoptar a partir de ahí. Si los ochen-
ta y los noventa se caracterizaron por la micropolítica
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y por movimientos orientados hacia una temática espe- ..-'
cífica, se observa desde fines de los noventa una tenden-
cia a resituar la cuestión en un contexto más amplio y
totalizador. Por otro lado, esta tendencia, que se man-
tiene hasta el presente, va más allá de los estilos de vi-
da de la izquierda o de la extrema izquierda. Sólo hay
que pensar en el éxito de algunos libros y términos de
moda vinculados a éstos. Dentro de este campo -que .
incluye para mí desde el nuevo centro alemán hasta el
Bloque Negro en Italia- me gustaría ocuparme del de-
sarrollo. del discurso sobre la "generación" y lo que
considero su contraconcepto, la idea de "multitud"
de Deleuze y Guattari, popularizada por el best seller
Imperio de Toni Negri y Michael Hardt. Luego quisie-
ra relacionar este desarrollo con el concepto que, creo,
cohesiona el conjunto: el concepto de "vida'\ que
adoptó distintas formas en los últimos años y, según mi
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179

punto de vista, constituye una de las herramientas teó- indí vualmente de estos valores, y la solidaridad inter-
ricas más potentes dentro las nuevas escenas políticas y nacional antiimperíalista. Por diversas razones, este
culturales. Esta relación entre generación, multitud y estado de cosas desapareció en las décadas posteriores.
vida no es completamente equivalente a aquella entre En los años noventa surgieron formas degradadas en las
tesis, antítesis y síntesis, pero de alguna manera da co- que los jóvenes intelectuales, ya forzados a, ya orgullo-
mo resultado una suerte de triángulo. Los tres concep- sos de "soportar disonancias cognitivas", sostuvieron
tos tienen que ver con lo que podría definirse como el posiciones diversas en cuanto a la teoría políti.ca, la vi-
principal problema existencialista del compromiso po- da práctica, lo generacional y la praxis política; o al me-
lítico o la politización, es decir con la pregunta, más nos cultivaron estilos· de vida tan diversos que, si uno
bien narcisista, de cómo pueden relacionarse mis pro- hubiera formulado sus premisas políticas implícitas, ha-
blemas y mis experiencias de carencia con los proble- brían aflorado las correspondientes disonancias.
mas realmente relevantes del mundo. Desde hace un tiempo, sin embargo, se vuelve a tra-
Hace aproximadamente cuarenta años surgió de for- bajar en las síntesis. "¡Entreguen la vida bella!", nos
ma embrionaria -por ejemplo, en la acción subversiva- interpelaban el verano pasado la organización Attac y
no sólo esa cosa llamada "nueva izquierda" sino también la juventud sindical desde sus afiches callejeros en las
un modelo de nexo entre experiencia generacional y calles de Berlín. El hecho de que esta organización,
orientación política, que a pesar de todos sus cámbios quizás la más crítica de la globalización -hace algún
externos sigue aún hoy vigente en su núcleo. Ya en este tiempo, uno hubiera dicho internacionalista-, intente
punto es posible subrayar uno de los rasgos de esta convocar con estas palabras es, por lo pronto, algo no-
constelación: siempre que se enfatiza una comunidad es vedoso. En el pasado, con una "vida bella" hubiera si-
para romper con otra. Me vuelvo internacionalista para do casi imposible movilizar a alguien por una buena
no ser nacionalista. Rompo con mis padres para unirme causa. En su lugar, se habría procurado solidaridad en
a mi generación. Éste es un proceso carente de contenido tanto ternura de los pueblos o, en cualquier caso, otra
y,. por lo tanto, imposible de evaluar, pero podemos, al consigna altruista que remitiera a una definida moral
describirlo así, reconocer algunos problemas estructura- internacionalista y su política en el nombre del otro,
les que se vinculan con el compromiso y la politización, más tarde tan criticada.
por un lado, y con la autoconciencia, la comprensión de Así pues, una contradicción esencial que terminó
sí y el sentimiento de vida, por otro. Pues justamente lo por corroer la norma de politizació1t de la izquierda y
que se busca es una constelación exitosa y coherente en de gran parte del llamado centro, era la siguiente:
ambos planos. Cuarenta años atrás, el contexto solu- aquellos con quienes uno hacía causa y en cuyo nom-
cion~ba el problema separando los campos: por un la- bre se criticaban las relaciones políticas globales, el
do, unos padres nazis y un presente occidental-impe- contexto de explotación mundial, la destrucción de
rialista y represivo; por otro, la posibilidad de liberarse ambientes ecológicos en todo el planeta en favor
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de intereses económicos cortoplacistas, la interdicción en las estrategias creadoras de comunidad en el con-


civil de pueblos enteros y su desacoplamiento. de los texto de la cultura juvenil. En las subculturas clásicas
avances técnicos y civilizatorios; aquellos en cuyo ya se había observado el surgimiento de movimientos
nombre uno se negaba a practicar una política local o particulares y depuraciones, pero ahora se agudizaban
a negociar intereses particulares, para en cambio en- aun más. Por otro lado, cada uno de esos entornos y
tender la politización como un proyecto en el que el culturas, que muchas veces en el plano estético sólo
propio interés político estaba en relación con el desa- eran comprensibles para sí mismos, pretendía haber
rrollo internacional y global; aquellos eran, en muchos desarrollado sus relaciones con el exterior a través de
aspectos, distintos. una definición específica.
Eran culturalmente distintos, políticamente distin- En el transcurso de las dos últimas décadas, se ob-
tos y, sobre todo, experimentaban de manera distinta servaron principalmente dos líneas de desarrollo que;
los efectos de aquello que era criticado. Esta otredad desde la gran distancia de los medios masivos, fueron
de los otros y su superación, o la estabilización de su leídas (desacertadamente) como despolitización. La
sentido en el discurso y trabajo políticos, fueron du- primera desplazó los fundamentos de la posición polí-
rante largo tiempo los temas principales de todas las tica hacia interrogaciones teóricas desde las cuales se
políticas internacionalistas y, al mismo tiempo, consti- podía restablecer el contacto con las propias condicio-
tuyeron el punto central de sus crisis. Bajo los términos nes de vida. Desde un determinado nivel de abstracción
clave de política representativa, culturalismo, naciona- era posible, de manera dialéctica, volverse concreto:
lismo de liberación, eurocentrismo, se esconden con cuando decido no considerar que lo único que debe
frecuencia debates furiosos que duraron décadas, en guiar la reflexión es la antinomia capital-trabajo, y con
los que no deseo entrar, pero de los cuales sí quiero de- ella la existente entre centro y periferia, sino que juzgo
cir que no pudieron resolver el dilema. Éste residía en igualmente relevantes otros antagonismos (antes lla-
el hecho de que las condiciones (políticas y culturales) mados secunqarios), como las diferencias de género, .
de la propia politizaciÓn no tenían la capacidad de co- raza, orientación sexual y clase, y cuando, nutrido por
nectarse con la politización, o siquiera con el descon- la teoría posmoderna, abandono la "antigua idea mar-
tento y el sufrimiento de aquellos con los que uno se xista" de que tras cada fenómeno se esconde un con-
sentía solidario; pero sobre todo, que no podían conec- flicto central y esencial, entonces puedo ocuparme de
tarse con las formas que adoptaba este sufrimiento. un modo distinto de los conflictos sociales más visibles
Ahora bien, en los países emisores del primer mun- de esta sociedad; por ejemplo, del neorracismo o de la
do, es decir, allí donde se produce la solidaridad -solici- nueva determinación, tanto cultural como política, de
tada o no por el destinatario-, comenzó a insinuarse en la sociedad alemana luego de la reunificación.
los ochenta un cansancio respecto a este problema fun- La otra línea de desarrollo tomó del antiguo modelo
damental. Este cansancio condujo a un desplazamiento bipartito de formación de comunidades por medio de la
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separación, ya no la parte del contenido, que determinaba y las contraculturas juveniles de ser leídas como, orga-
y legitimaba la comunidad, sino sólo la parte vacía y nizaciones puramente edípicas -lectura que desactiva
formal de la construcción de una generación. Los nom- sus col).tenidos- se cumplió en esta regresión aparente-
bres generacionales que se multiplicaron inflacionaria- mente voluntaria que representan los diagnósticos ge-
mente a fines de los noventa -"generación X", "cyberge- neracionales. No hay sino diferencias naturales, a las
neración", "generación @", "generación golf", "genera- que corresponden diferencias de vocabulario que en
ción AlIy" y, finalmente, "generación Guerra del Golfo"- otro caso no tendrían ninguna relevancia.
no eran sólo máquinas de mercadotecnia que ofertaban Pero no se trataba solamente de una regresión;
comunidades de sentimiento de vida precariamente ela- también de una anulación de la antigua diferencia
boradas, sino que se correspondían con una realidad cul- entre norma y descripción. Si en otros tiempos, so-
tural, con un saber vuelto vacío y abstracto: a pesar de ciólogos y diagnosticadores de la época describían
que obviamente tengo más cosas en común con una de- las comunidades politiZadas como generación, por-
I
terminada clase de personas que con otras, no hay en el que una matriz biológica basada en leyes naturales
origen de esta comunidad ningún motivo que surja del parecía siempre más tranquilizadora y normal que
plano de! contenido. Lo que queda es e! azar biológico leer los movimientos con sus propias escalas, con sus
de haber nacido al mismo tiempo,· el cual tampoco escalas políticas, como síntoma de una agudización
obliga a remitirse a las condiciones sociales, a la di- en la lUl.:ha de clases, hoy las autodenominadas gene~
mensión comprometedora de estar involucrado, sino raciones desperdician toda ventaja estratégica y de-
que se contenta con la descripción casi tautológica de claran, de antemano, obedientes, ser una generación.
un síntoma: el que indica que aquellos sujetos entrena- 'Si no alcanza para un quiebre histórico, al menos
dos en cierto vocabulario son luego capaces de manifes- que sea suficiente para uno biológico.
tar el conocimiento de ese mismo vocabulario. Esto es Mientras que a través del concepto de generación
puesto en escena en los shows que reviven las décadas de! estaría formulado e! mínimo deambición política crea-
setenta y de! ochenta. dora de comunidad, en el otro extremo es posible en-
El concepto de "generación" es la reducción de la contrar un nuevo máximo. Con "el otro extremo" no
fórmula productora de compromiso político que exis- nos referimos a los establecidos y los adultos, sino a
tía desde la nueva izquierda (es decir, separación más ese sector que siempre existe dentro de la generación y
solidaridad y constructores de comunidad) a una fór- que está en desacuerdo con la mayoría que lo único
mula vacía y cuasi biológica: me separo de mis padres que quiere es construir una generación. Porque antes
porque en algún momento tiene uno que separarse de de poder entender qué es lo que subyace tras el grito
ellos, y así formo una comunidad político-cultural con por la nueva vida, debemos echar una mirada al con-
aquellos que igualmente se separan de sus padres. El pe- cepto que de alguna manera se opone al de generación,
ligro que corrían la formación de generaciones políticas que no es otro que e! de multitud.
DII!DRICH DII!DERICHSEN ESTILOS DE VIDA EN CONFLICTO 185
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El desarrollo más reciente (bastante influenciado por en diferente medida por el mundo entero. El Imperio y
la recepción de Imperio) intenta resolver directamente el sus víctimas -o sus adversarios concientes- no están cla-
problema que acabamos de describir y que originalmen- ramente separados, ni por su localización ni por su inte-
te había conducido al debilitamiento de las referencias gridad personal: el conflicto atraviesa a todos. Aunque
internacionalistas. Hagamos una pequeña recapitula- esto no lo volvería de ningún modo arbitrario. El hecho
ción al respecto. 1) Política en nombre del otro: la iz- de que distintos sujetos, grupos enteros y hasta regiones
quierda occidental no sería auténtica a nivel global. Sus del mundo hagan un compromiso o se vean forzados a
sujetos, jóvenes y adultos jóvenes occidentales, fanta- hacerlo, o que muestren orientaciones variadas e inco-
sean con ser parte de una alianza en un escenario ro- herentes, no quiere decir que no estén reaccionando
mántico. De este complejo forman parte también el exo- frente al mismo proceso de reificación de la socializa-
tismo, la glorificación del otro, etc. 2) Nacionalismo de ción capitalista expansiva. La lucha de clases no es ya un
liberación: los izquierdistas de Occidente, sobre todo los asunto de escuadrones enfrentados en el campo de bata-
alemanes, idealizan un tipo de rebelde que también es lla, sino que se ha vuelto, por así decirlo, molecular.
nacionalista y fundamentalista y lo consideran como el El concepto de multitud constituyó una provoca-
representante de los auténticamente oprimidos. Esto, ción formidable, porque, al menos en la recepción ale-
con frecuencia, los acerca involuntariamente a escena- mana, sirvió para describir con igual vehemencia la
rios antisemitas, como aquellos postulados por la ideo- participación en contextos políticos globales de traba-
logía nazi: pueblos nobles cercanos a la "naturaleza" en jadores posmodernos, inmateriales y de jóvenes sI\obs
contra de la "civilización británico-judía". 3) Universa- politizados superficialmente. De esta participación ex-
lismo eurocentrista (inversión de 1 y 2): colonización trajo reivindicaciones que el concepto de generación
occidental en nombre de la liberación. El iluminismo impugnaba, y pudo representar un nuevo tipo de mo-
occidental y su universalismo se conciben a sí mismos deración. El concepto de multitud encerraba también
libres de sus raíces particulares. En sus relaciones ex- grandes ventajas estratégicas, porque permitía repen-
traeuropeas, olvidan el hecho de que fue recién en sar los agentes del cambio social, en especial los de un
oposición al colonialismo europeo que los sujetos colo- cambio social global y radical. Al mismo tiempo, su
nizados pudieron volverse sujetos políticos. generalidad descriptiva constituyó una fuenteinagota-
Ahora bien, el concepto de multitud soluciona estos ble de imprecisión, voluntarismo y una politización
problemas ya que ignora su existencia, o los explica co- considerada hipócrita.
mo ideología (y con esto no haría falta ocuparse de En este sentido; una muestra de los efectos poco agra-
ellos), o bien argumenta históricamente que en los tiem- , dables del concepto de multitud pudo verse en el ensayo
pos de la multitud habría habido un cambio por el cual programático escrito por Okwi Enwezor en ocasión de
las contradicciones que afectan más agudamente a los la última Documenta. Allí delineó una "oposición glo-
habitantes del así llamado Tercer Mundo, se extienden bal" que iría desde los atentados del 11 de septiembre y
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ESTILOS DE VIDA EN CONFLICTO
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la revolución iraní hasta los opositores antiglobalización


aquélla, negociar de otro modo la oposición entre la
de Génova y Seattle, considerando a todos como parte de
. propia vida yel compromiso político o, directamen-
la multitud. Sólo Silvio Berlusconi podría haber deseado
te, derribar esta oposición.
una coalición tal para justificar los abusos de los carabi-
"No quiero vivir así", exclaman, braman y chillan los
nieri en la cumbre de Génova..
actores en las obras de René Pollesch que, al menos en
Con el concepto de multitud y sus objetivos -poder
Alemania, tuvo en la última temporada del teatro off un
comparar lo que hasta ahora no fue comparable y re-
éxito sintomático, similar al de Attac en el plano de la
saltar como característica de la globalización que
política alternativa. También aquí el lugar primario de la
existen también otras líneas de solidaridad e intereses
protesta es el cómo de la propia vida, que Attac desea ver
comunes-, puede uno caer en el ~rror pe poner en la
mejorada a través de un cambio político a escala global.
misma bolsa conceptual elementos cuyas diferencias
Pero esta categoría, poco usual para las protestas de iz-
marcan la diferencia en el conjunto.
quierda, no salió de la nada. El hecho de que quienes exi-
Ya en el comienzo de estas reflexiones hice alu-
gen una política más allá de los partidos establecidos no
sión a la frecuencia con que ha aparecido reciente-
argumenten desde un llamado a una moral altruista sino
mente el concepto de "vida" en constelaciones argu-
que redacten slogans que retóricamente se acercan más
mentativas de distintos tipos. Efectivamente, "vida"
bien a las promesas de la publicidad, tiene una historia.
apareció durante la segunda mitad de los noventa
La "vida", en tanto categor(a ahistórica, no le sirvió
con la misma frecuencia sintomática que la recién
a la izquierda clásica porque el progreso sólo podía ser
creada "multitud" y que la arrojada a su escalón
pensado a través de la categoría antagónica de traba-
puramente formal "generación". En la llamada "li-
jo: sólo a través del mejoramiento del trabajo y de la
teratura pOp",18 la "vida" juega un rol decisivo,
apropiación, la vida podía volverse otra. Las posturas
contrapuesta a las nociones de concepto, teoría y
beatniks y hippies que las personas de izquierda adop-
responsabilidad. Constituye el criterio con el que se .
taron durante los sesenta no tuvieron resonancia en las
mide la adecuación del deber artístico de representa-
eternas cámaras de eco de la historia, o simplemente
ción. La vida es aquí el argumento en favor de un re-
fueron despachadas como "pequeñoburguesas". Sólo
petidas veces exigido existencialismo en la política y
al pequeño burgués le da exactamente lo mismo si se
el arte. Éste debería reflejar nuevamente la realidad;
enciende el fascismo a su alrededor o si se agudizan las
contradicciones; lo único que él quiere es construir su
18. Este fue un término más bien confuso, pero frecuentemen- pequeña felicidad; comunidades, drogas y raves no se-
te usado en las discusiones literarias de los años noventa. Con rían en el fondo algo distinto.
él se hacía referencia tanto a autores en cuyos textos jugaban Esto cambió en los noventa, cuando también el in-
un papel importante la música y cultura pop, como a aquellos
autores cuyo estilo recordaba a las artes popo
terés de la izquierda se volvió hacia la empiria de la
propia existencia. El feminismo y el antirracismo como
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ESTILOS DE VIDA EN CONFLICTO
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importantes campos políticos de los noventa tendieron


puentes entre los contextos globales y la vida local. A no era visto ya como un problema· sino como una con-
.través del género y la identidad sexual se pudo perci- quista del tecno-turbocapitalismo. Lo que debía ser criti-
bir y comprender lo sistemático eó el propio cuerpo. cado era que el capitalismo, en vez de agradecerles a los
En el plano conceptlíal, sin embargo, fue sobre todo el desempleados por sus estilos de vida vanguardistas, pre-
revival del situacionismo -mucho más tena.z que su tendiera castigarlos o, en el mejor de los casos, tratarlos
terapéuticamente. Cuando el trabajo es derogado de éS-
versión original- lo que cambió en los años noventa el
pensamiento y la comprensión de la izquierda, tanto te modo, la vida regresa al centro. Mientras que la vida
académica como militante. bella del slogan de Attac es una vida que se vuelve más
La síntesis de elementos marxistas cOn elementos bella porque el mundo se vuelve mejor, la felicidad de
lúdico-teóricos y existencialistas que buscaba el situacio- .Los Desocupados Felices sería perfectamente posible en
nismo (y que "tuvo su punto cúlmine en la idea de poder un mundo que funcionara bajo las mismas condiciones
crear situaciones autónomamente y experimentar y crear de la actualidad, pero que se relacionara de un modo dis-
nuevas experiencias en la ciudad con el propio cuerpo) tinto con esta minoría, vuelta hace tiempo estructural y
ganó popularidad en una época en la que no podía te- en constante awnento. No sé si el grupo activo en Berlín
merse un intento, por parte de la izquierda ortodoxa, de lo piensa así, pero teóricamente sería posible concebir el
movimiento de desocupados como un movimiento de
salvar la vaca sagrada del trabajo, como tampoco podía
contarse realmente con él en la vida real. En los círculos derechos civiles que, aunque reivindique un pensamiento
neosituacionisas surgieron ideas y movimientos que bo- radical, no desea la absoluta supresión del sistema. Con
rraron al trabajo del catálogo de utopías. De ellos, el más esto se podría establecer un enlace con la Realpolitik de
los partidos políticos.
importante es el grupo Los Desocupados Felices,19 con
los ensayos de su teórico Guillaume Paoli. El desempleo Estos partidos, sin embargo, están más lejos que
nunca de semejante giro. La "fuerza de izquierda"
19. Los Desocupados Felices [Die Glücklichen Arbeitslosenl es PDS* pide, en efecto, que el "trabajo" rija al país. Más
una agrupación berlinesa que aboga por una nueva valoración
del desempleo. El desempleo aumenta en Alemania desde co- lenguaje y pensamiento pueden reconocerse influencias de Guy
mienzos de los setenta, independientemente de todos los de- Debord y del situacionismo de los alias sesenta y setenta, pu-
más factores económicos, y alcanza en la actualidad a más del blica periódicamente sus textos en distintas medios corno el
diez por ciento de las personas activas. Aunque todos los par- periódico de izquierda radical j&mgle World y el conservador
tidos políticos prometen acabar con este problema, ninguno lo Fral1k(Jlrter Allgemei1te Zeitu1tg.
logra. Los Desocupados Felices abogan por un sinceramiento
en.el que se admita que el desempleo constituye un problema *PDS: Partido del Socialismo Democrático. Organización here-
estructural y se deje de castigar a aquellos que pierden su tra- dera del SED, antiguo partido único de la República Democrá-
bajo, para premiarlos: serían ellos los que en realidad llevarían tica Alemana. Aunque en muchos aspectos se ha distanciado de
a cabo un trabajo socialmente valioso. Guillaume Paoli es el aquél, sólo posee influencia en el Este. La orientación política
principal vocero de esta agrupaciól?' Este ensayista en cuyo del PDS va desde una "plataforma comunista" interna al par-
tido hasta un populismo socialdemócrata. [N. del r.]
190 OIEDRICH OIEDERICHSEN ESTILOS DE VIDA EN CONFLICTO
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allá de cualquier otro objetivo, los demás partidos ya veces citada "vida", no sería en último término otra
se han acostumbrado hace rato a tener los puestos de cosa que la producción de signos aprovechables por la
trabajos como fundamentación última de cualquier industria cultural.
tontería: destrucción o salvación del medio ambiente, Así, uno de los eventos paralelos a la temporada de
lucro privado o medidas de ahorro público; nada es Pollesch en el teatro Prater de Berlín se llamó, en un to-
fundamentado en sí mismo, todo en virtud de los po- no despreocupadamente aporético, "El show de la fal-
sibles puestos de trabajo. El consenso religioso de que sa vida". De las ponencias y las presentaciones de los
los puestos de trabajo son el bien más preciado de participantes podía deducirse que bajo las condiciones
nuestra sociedad ha devenido tabú. En este aspecto, capitalistas, la vida pura siempre se vuelve falsa, una
más allá de si uno comparte las expectatiy-as de salva- autocomercialización bajo la forma de la mercanCÍa. A
ción en la pesada tarea asalariada, más allá de cuál sea otra conclusión llegó Mark Siemons quien, en una po-
el trabajo de uno, una cosa es clara para todos: que to- lémica nota publicada en el Frankfurter Allgemeine
das las decisiones destinadas a conseguir o mantener Zeitung, sostuvo que los sujetos allí articulados, que se
puestos de trabajo alcanzan su objetivo de un modo pensaban a sí mismos viviendo una vida falsa, daban
tan misterioso como el que se conoce én otros empren- en realidad la impresión de ser muy felices. El hecho de
dimientos religiosos: a través de la oración o el sacrifi- que caractericen su vidacomo falsa sería antes que na-
cio de corderos. da el resultado de una conformidad con la escena, que
Por más sentido que tuviera un cambio en la valo- tradicionalmente exige aferrarse a la negación' aun
ración del trabajo, sería de muy poca ayuda para los cuando no haya para ello ninguna causa urgente reco-
jóvenes que en las obras de René Pollesch gritaran nocible. Los productores de signos y sujetos de la cul-
"¡No quiero vivir así!" La desconfianza de estos jóve- tura -para continuar el diagnóstico de Siemons- son
nes se dirige precisamente contra, por así decirlo, el felices cuando pueden hacer sin impedimentos lo que
pleno empleo encubierto, en el terreno cultural y en el constituye su función y tendencia: vincularse a sí mis-
ámbito del tiempo libre. Incluso dudan de que sea po- mos y a los demás con sentidos y símbolos. El que uno
sible un desempleo decente. Todo lo que uno hace con por principio se perciba en contradicción con las con-
su capacidad de creación, con su productividad y con diciones no tendría tanto que ver en este caso con que
su deseo conduce siempre hacia nuevos productos, éstas impidieran determinadas facetas del desarrollo
mercancías, slogans y usos, y también hacia relaciones de la vida, sino con el modo en que la cultura y el ar-
(salariales) más o menos mediadas. El recurso "subje- te serios se perciben a sí mismos: a partir de la nega-
tividad" es aprovechado sin piedad para alimentar la ción de las condiciones. y esta tradición es respetada,
lucha con los competidores. Justamente aquello que como un ritual, en los más recientes desarrollos artís-
uno haría todo el día con su amor cuando estuviera ticos, que obtienen su legitimación del hecho de perci-
finalmente desocupado y feliz, la ominosa y muchas birse como críticos.
192 DIEDRICH DIEDI!RICHSI!N ESTILOS DI! VIDA EN CONFLICTO
193

Esto, sin embargo, no es suficiente para explicar culturales criados en la felicidad. De todas maneras,
el "giro existencialista", la focalización en la propia esto sólo es posible en un plano muy general: la ina-
vida, tan característicos en la música y la literatura decuación del capital de signos es una forma del en-
pop, e incluso en la teoría crítica y la nueva política mudecimiento forzado que puede ser comparada con
de los últimos años. Quizás esta imp~esión de extra-
el proceso de pérdida de realidad y desilusión de las
ñeza, yel "no quiero vivir así" asociado con ella no experiencias de aprovechamiento. La comparación
sean realmente el resultado de las experiencias de
entre el trabajo Cultural y la prostitución que atra-
explotación ya tantas veces denunciadas, ni de la
viesa las obras de Pollesch es una exageración -justi-
disponibilidad para ser vendido.y comprado, sino ficable a nivel dramático- del núcleo real de las ex-
más bien consecuencia de que la producción de sig-
periencias de extrañeza. Según mi parecer, lo que an-
nos que uno practica durante todo el dÍá dejó de te-
da mal en la vida falsa es sólo en parte la extrañeza,
ner sentido hace ya mucho tiempo: en verdad, ya provocada por lo económico, que se experimenta en
nadie escucha cuando uno es creativo. El arte, la
el trabajo y en el trabajo cultural. El malestar se re-
cultura y las formas creativas son más bien el embe-
laciona en mayor medida con la carencia de fuerza
llecido modo cotidiano en el que se sintoniza toda I

I
de la propia vida y con su peso comparativamente
nuestra comunicación. Nadie escucha entonces de
poco importante en la balanza de la multitud. Esto
verdad a aquellos que, cuando niños, fueron escu-
remite a un problema político democrático antes q~e
chados mejor y con más amor que cualquier otra ge-
neración anterior. El que con semejante experiencia
a uno económico cultural: al desacoplamiento políti- i
co de la producción de signos culturales, en especial
de adecuación a los signos ingresa a un mundo don-
de aquellos que provienen de círculos subculturales y
de respecto a nuestras declaraciones de vida reina
vanguardistas, donde mientras mayor es la riqueza
una despreocupada arbitrariedad, experimenta una
de signos y la complejidad del vocabulario, mayor es
desilusión. La antigua seguridad respecto a los sig-
la opacidad. Esto es "culpa" de las condiciones, pe-
nos sólo puede ser recuperada cuando tomamos
ro también un buen motivo para repensar el papel
nuevamente nuestra vida como punto de referencia, del proletariado subcultural: en lugar de poner en
en especial nuestra infancia; sólo así nos resulta po-
primer plano el temor a que el excedente de signos
sible encontrar una base para nuestros signos, in-
sea aprovechado y alimente la producción de fanta-
cluidos los políticos.
sías sociales en la publicidad y la industria culturil1,
La extrañeza producto de experiencias de aprove-
sería mejor preguntarse cómo se alcanza el sentido
chamiento es, por el contrario, una abstracción que
político. Esto no significa simplemente reemplazar
pone la universalidad de la explotación yel aprovecha-
la crítica económica por la afirmación de la demo-
miento económicos en cortocircuito con el sufrimiento
cracia y de lo público, sino poner aquélla a los pies
específico de irrealización que padecen productores
de ésta y no medir en la felicidad de tener hijos las
ESTILOS DE VIDA EN CONfLICTO' 195
DIEDRICH DIEDERICHSEN
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en relación con la "vida" en los distintos existencia-


posibilidades reales de lo público. Por otra parte, lismos de Prenzlauerberg. ojo

también hay momentos en que los personajes de Po- ¿No será que el desplazamiento del punto de Arquí-
Uesch disfrutan de estas experiencias de alienación, medes, del trabajo hacia la vida, que se produjo en el
se regocijan al volverse objetos. Esta superación tan arte bohemio de izquierda acuñado en la subcultura
irónica del narcisismo es a su vez el inicio de un re- tiene que ver con que instintivamente los i,mplicados se
corrido hacia la política de vagos y vanguardistas. han dado cuenta de que los diagnósticos de Foucault y
Ese camino podría haber recurrido a una sobree- Agamben también los afectan a ellos? ¿No suscito nin-
laboración de la idea de multitud, pero en los últi- gún interés cuando soy creativo, cuando puedo produ-
mos años había aparecido otro éxito teórico-político cir esto y lo otro? ¿Sólo puedo ser deseado y compra-
además del de Imperio. Quizás no se vendió tan do a causa de mi propia vitalidad? ¿Sólo puedo susci-
bien como éste, pero atrajo la misma atención. Me tar interés cuando me muestro vivo de una manera vi-
refiero al libro Hamo sacer, de Gio~gio Agamben. sible y reconocible? ¿La protesta entonces sólo puede
Aquí también, el concepto central es la vida, dife- decir "¡No quiero vivir así!"?
renciada en bíos y zoé. Mientras que bíos se refiere Los personajes del teatro de René PoHesch no son .
a la vida calificada, a la forma de vida, zoé es la exis- productores creativos que comprenden que su trabajo
1
tencia biológica desnuda. Inspirado en Foucault, sólo puede ser medido según la escala de toda producti- ¡
¡
¡
quien poco antes de morir desarrolló el concepto de vidad de mercancía: ésa es una desilusión antigua, una
biopolítica, Agamben sigue de cerca el desarrollo 1
creciente de las constelaciones políticas y las rela-
ciones de poder que administran esta vida desnuda
desilusion de anteriores generaciones. Más bien, se trata
de productores que saben con certeza que sólo la produc~ I
¡

y que la sitúan en el centro de un paradigma políti-


ción de su vitalidad decidirá sobre su éxito y su significa-
do, pero también sobre su vida y su muerte. Por esta ra-
Iw
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co amplio, tanto en sentido positivo (defensa de la zón, se muestran siempre tan felices cuando la produc-
vida) como negativo (selección Y políticas genéti- ción de mercancías les aporta al menos un poco de dis- .
cas, eutanasia y, sobre todo, biocomercialización). tancia, cuando las relaciones de intercambio les traen al
A partir de la teoría de Agamben también puede de- menos un poco de alienación a sus vidas, un respiro, una
sarrollarse una teoría de la globalización y esto se
ha intentado con frecuencia en los últimos tiempos.
"Barrio bohemio del antiguo Berlín del Este y probablemente
No quiero referirme a estoS intentos porque tendría
la zona con mayor cantidad de disidentes y opositores al siste-
que incluir su teoría del Estado, su filosofía del de- ma. Luego de la reunificación se volvió un iínán para la bohe-
recho, su teoría del soberano y del estado de excep- mia occidental y hoyes un barrio vivo con una gran cantidad
de clubes, bares, teatros y galerías de arte. En este barrio se
ción, desarrollada esta última a partir de Benjamin
encuentra el teatro Prater, donde René Pollesch ha presenta-
y en debate con Cad Schmidt y Derrida. Sólo quiero do la mayoría de sus obras desde hace tres años. [N. del r.)
tomar de esta teoría el concepto de vida y ponerlo
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ESTILOS DE VIDA EN CONFLICTO


197

pausa ante la mucho más horrible realidad, ante, por


decirlo así, la "falsa anulación de la alienación" que partes aisla bies de la personalidad, en la tradición de
se produce en la economización de la vida nuda den- la "capacidad" o la "disposición". El aislarlas y co-
tro de la sociedad de servicios. Cuánto más agradable mercializarlas cumple con el estado de cosas de aliena-
era la alienación. ción en sentido clásico, pero no con el nuevo, en el que
Estos personajes y sus equivalentes reales pueden la pura vitalidad es comercializada como "juventud",
también ser descritos de otro modo, como los actores "osadía", "sexyness" o "amor al riesgo", y donde el
de la famosa experiencia de los noventa según la cual interesado no puede ser separado de su personalidad,
el estilo de vida transgresor y el pensamiento libre no o sólo bajo las molestias que hace tiempo conocen las
sólo no conducen a una confrontación con el statu qua. trabajadoras del sexo. En oficios como cartero urbano,
polítiéo sino que, al contrario, contribuyen al éxito ya modelo, operador telefónico, y en las infinitas varian-
hacer carrera en la nueva -yen parte vieja- economía. tes de camarero y camarera, no se exige otra habilidad
Un banco buscaba explícitamente en sus avisos "pen- que la pura juventud, vivaz, atractiva, flexible, sin nin-
samiento inconformista". Y en realidad, parecía no gún valor agregado. El encuadre puramente bioantro-
haber barreras para una comercialización no sólo de pológico de las experiencias culturales e históricas pro-
los signos de la disidencia, no sólo de la moda superfi- puesto par el vacío pero aún poderoso concepto de
cial de lo otro, sino también de la sustancia misma del "generación" encuentra en este "trabajo con la vitali-
pensamiento disidente. dad" su correspondencia en el plano económico.
Sin embargo, dentro de este fenómeno se esconde En la revalorización de la "vida" en I<;>s planos
otro, distinto en un doble·sentido. La capacidad del ca- económico y político, en la malograda realización de
pitalismo no sólo de comercializar a sus enemigos, sino la antigua exigencia artística de superar la disocia-
también de aprovecharlos bajo determinadas condicio- ción entre vida.y trabajo, las culturas juveniles y las
nes culturales como productos y productores, no es, en escenas artísticas occidentales ~evienen parte de una
primer lugar, idéntica a la comercialización de la vida multitud cuyo rasgo común es la obligación de ofre-
nuda; en segundo lugar, su capacidad de comercializar cer en el mercado la vida nuda, aunque la mayoría de
las ideas no constituye una objeción sólida a éstas o a las veces bajo condiciones totalmente distintas. El ha-
su verdad política: el mercado no confronta con eUas ber mostrado en qué convergen estas condiciones es
en el plano del contenido. Que éste sea capaz de ven- un logro de Negri y Hardt. De todos modos, queda
der cualquier cosa no es algo nuevo y menos aun algo por saber qué puede significar, en este contexto, exi-
que tenga sentido poner en tela de juicio. gir la "vida bella".
Más importante para mi argumentación es señalar
que la comercialización del llamado "pensamiento
inconformista" es siempre una comercialización de

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