[ Cultura ]
Escribe Santiago Casanello
L El ideólogo de los
a ola de protestas, con participación
juvenil excluyente que conmueve
a España con tomas de plazas en
las principales ciudades y consignas anti
sistema contra los partidos políticos, los
banqueros y la austeridad impuesta por el
gobierno de Zapatero tiene un inspirador.
No es una persona que haya provocado el
levantamiento, sino alguien cuyas ideas
les dio contenido teórico y espiritual a los
manifestantes. Y que les lleva un promedio
de siete décadas de diferencia. El hombre
en cuestión se llama Stéphane Hessel y es
un héroe de la resistencia francesa contra
el nazismo en la Segunda Guerra Mundial
que el año pasado, con 93 años, escribió
un manifiesto de menos de 30 páginas
llamado ¡Indignate! que se convirtió en
bestseller en Francia y es la Biblia de los
miles que exigen en las calles de España
un cambio drástico.
¡Indignate! fue dirigido por Hessel exclu-
sivamente a la juventud y plantea que no es
concebible que, habiendo tantos motivos
para indignarse en el mundo actual –el au-
>> Concepto. Una de sus ideas básicas es que la insurrección contra las injusticias debe ser pacífica.
tor cita la brecha entre ricos y pobres como
uno de los más terribles y evidentes–, los
jóvenes se mantengan en una alarmante
pasividad y apatía.
La otra idea fuerza es que la insurrección
contra las injusticias debe ser pacífica. Más
que haber hecho que algún español abriera
los ojos y saliera a expresar su repudio al
sistema, el libro de Hessel es un alegato
con el que los que ya estaban movilizados
se identificaron y tomaron como propio. Y
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Stéphane Hessel
indignados españoles
Fue héroe de la resistencia francesa en la Segunda Guerra y participó en la
creación de la Declaración de los Derechos Humanos. A los 93 años, escribió
un libro que moviliza a los jóvenes europeos a rebelarse contra el sistema.
no es tanto lo dicho sino quién lo ha dicho.
La potencia de ¡Indignate! y también su
legitimidad provienen del testimonio que
fue la vida de su autor. Alguien que con
veintipico arriesgó su vida para derrotar a
la barbarie fascista y que quiso hacer del
mundo –y de Europa en particular– un
lugar mejor para la humanidad.
Hessel nació en 1917 en Berlín, en el seno
de una familia burguesa de origen judío-
polaco. “Mi vida empezó en 1917, con la
revolución soviética”, le gusta contar. En
1925 los Hessel se radicaron en Francia,
país que Stéphane empezó a considerar
el suyo. Terminada la secundaria, estudió
Ciencia Política y Filosofía. La invasión
de Francia en 1940 por el Tercer Reich
de Hitler es lo que marcó un antes y un
después en la existencia de Hessel. Un
año después de la humillante derrota
francesa, el joven Stéphane respondió al
llamado de De Gaulle desde Londres y
se unió a las fuerzas de la Francia Libre,
mejor conocidas como “la Resistencia”.
En 1944 fue detenido por la Gestapo y
torturado salvajemente. Según su relato,
sus torturadores (que eran adeptos a su-
mergirlo en una bañadera hasta dejarlo al
borde de la asfixia) no lo mataron porque
él les habló en alemán y los desencajó. Lo
trasladaron al campo de concentración de
Buchenwald en Alemania, donde salvó su
pellejo de casualidad, cambiando su iden-
tidad por la de un detenido que había sido
asesinado. Igualmente, todavía le que-
Para el intelectual, no es concebible
que habiendo tantos motivos para
rebelarse, los jóvenes se mantengan
en un alarmante estado de pasividad.”
daban por conocer otros dos campos de
concentración, donde también logró, un
poco por su ingenio, y mucho por milagro,
sobrevivir. Terminada la guerra, Hessel
ingresa en el servicio diplomático francés
y es nombrado uno de los 12 miembros
de la comisión encargada de elaborar la
Declaración Universal de los Derechos
Humanos. Además se afilió al Partido
Socialista. En 1977 llegó a su cargo más
alto en la diplomacia: representante de
Francia ante la ONU.
En la última década, el interés y la pre-
ocupación de Hessel estuvieron puestos
en el drama del pueblo palestino. Ahora,
movilizado y entusiasmado por lo que
ocurre en España, está escribiendo su
próximo libro que será más concreto en
cuanto a cómo pasar a la acción. Se llama-
rá El Camino de la Esperanza, a los actos,
ciudadanos y será en coautoría con un es-
critor amigo suyo, de 89 años, el filósofo
Edgar Morin. 
scasanello@elguardian.com.ar
26 de mayo de 2011
 El libro
¡Indignate!
Fragmentos de la obra de Hessel que
Editorial Destino publicó en español.

A
los españoles: “Considero de espe-
cial relevancia que mi llamamiento
a comprometerse, indignarse, re-
sistir a aquello inaceptable, alcance a la jo-
ven generación de esa España que ha teni-
do tanto que afrontar y que es rica, hoy en
día, en su diversidad cultural y lingüística.
La inercia cómplice de una Unión Europea
pusilánime va contra nuestros intereses a
largo plazo y contra la paz a mediano pla-
zo. La España rebelde y valiente de siem-
pre puede favorecer este impulso hacia
una Europa Cultural, fraternal, y no una
Europa al servicio de una financiarización
del mundo.”
El mensaje de la Resistencia Francesa: “Los
principios y valores de la Resistencia –la de
De Gaulle y Jean Moulin (jefe de los resis-
tentes asesinado por los nazis)– son hoy
más necesarios que nunca. Todos juntos
debemos velar por que nuestra sociedad sea
una sociedad de la que podamos estar orgu-
llosos: no esa sociedad que pone en duda la
jubilación, el derecho a la seguridad social,
no esa sociedad donde los medios de comu-
nicación están en manos de gente pudiente:
todo ello, cosas a las que no habríamos dado
ningún crédito de haber sido los verdaderos
herederos del Consejo Nacional de la Resis-
tencia. Son los cimientos de las conquistas
sociales de la Resistencia lo que hoy se pone
en tela de juicio”
Por una insurrección pacífica: “Estoy con-
tra la violencia porque es ineficaz. Eso es
más relevante que saber si se debe conde-
nar o no a quienes se entregan a ella. Co-
incido con Jean Paul Sartre: no podemos
excusar a los terroristas, pero sí compren-
derlos… pero el terrorismo no es eficaz.”
Indignaciones de Hessel: “La inmensa
distancia que se percibe entre los ricos
y los pobres, y que no para de crecer en
todo el mundo. La situación de los dere-
chos humanos en el planeta. La situación
de los palestinos y los dirigentes israe-
líes, que olvidaron los valores humanos
f unda ment a les del
judaísmo”.
>>Interés. En la
última década, A los que harán el siglo
se ocupó del XXI: “Les decimos con
drama del pue- todo nuestro afecto:
blo palestino.
crear es resistir, resis-
tir es crear”. 

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