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GLANDULAS SEXUALES:

Glándulas Sexuales

Las glándulas sexuales comienzan su funcionamiento entre los diez y los


catorce años, al ser estimuladas por las hormonas gonadotrofinas de la
adenohipófisis.

Su tarea es básicamente la de generar los gametos o células sexuales


destinadas a la fecundación, y producir hormonas para impulsar la aparición de
las características morfológicas de cada sexo.

Los testículos poseen dos funciones: una reproductora y la otra endocrina.


Se encuentran situados fuera de la cavidad abdominal, en la bolsa escrotal,
son de forma ovoide y miden aproximadamente 3 x 3,5 centímetros.

Contienen los túbulos seminíferos, donde se lleva a cabo la


espermatogénesis o proceso de formación de las células sexuales
masculinas, existiendo entre estos túbulos un grupo de células intersticiales
(conocidas también como células de Leydig), responsables de la producción de
hormonas masculinas.

Tanto la función de la espermatogénesis como la secreción de hormonas


dependen del sistema hipotálamo-hipofisario de las gonadotrofinas. Desde el
nacimiento y hasta que el hombre entra en el período de pubertad, los
testículos permanecen inactivos. Después, su labor comienza con el proceso
de la espermatogénesis -cada 64 días- y la formación de la testosterona, que
es la hormona que señala los caracteres sexuales secundarios.

Además, interviene en otras acciones fisiológicas, como el crecimiento del


pene, el escroto, la próstata y las vesículas seminales; aumento en el
desarrollo muscular; incremento del vello corporal; cambio de la voz, producido
por la expansión de los cartílagos y de las cuerdas vocales; estimulación de la
secreción de las glándulas sebáceas y sudoríparas, y determinación de la
actitud más agresiva y de atracción por el sexo opuesto. Finalmente, esta
hormona detiene el crecimiento después de la pubertad, al inducir el cierre
progresivo de los cartílagos epifisiarios

INSULINA

La insulina es una hormona "anabólica" por excelencia: permite disponer a las


células del aporte necesario de glucosa para los procesos de síntesis con gasto
de energía. De esta glucosa, mediante glucólisis y respiración celular se
obtendrá la energía necesaria en forma de ATP. Su función es la de favorecer
la incorporación de glucosa de la sangre hacia las células: actúa siendo la
insulina liberada por las células beta del páncreas cuando el nivel de glucosa
en sangre es alto. El glucagón, al contrario, actúa cuando el nivel de glucosa
disminuye y es entonces liberado a la sangre. Por su parte, la Somatostatina,
es la hormona encargada de regular la producción y liberación tanto de
glucagón como de insulina. La insulina se produce en el Páncreas en los
"Islotes de Langerhans", mediante unas células llamadas Beta. Una manera de
detectar si las células beta producen insulina, es haciendo una prueba, para ver
si existe péptido C en sangre. El péptido C se libera a la sangre cuando las
células Beta procesan la proinsulina, convirtiéndola en insulina. Cuando sólo
entre un 10% y un 20% de las células Beta están en buen estado, comienzan a
aparecer los síntomas de la diabetes, pasando primero por un estado previo
denominado luna de miel, en el que el páncreas aún segrega algo de insulina.

La insulina tiene una importante función reguladora sobre el metabolismo,


sobre el que tiene los siguientes efectos:

• Estimula la gluconeogénesis e inhibe la glucogenolisis.

• Promueve la glucólisis.

• Favorece la síntesis de triacilgleceroles (triglicéridos). Para ello, estimula


la producción de acetil-Coa (por ejemplo, al acelerar la glucólisis), y
también estimula la síntesis de ácidos grasos (componentes de los
triacilgliceroles) a partir de la acetil-Coa

GLUCOCORTIOCAIDES

Los glucocorticoides son hormonas de acción contraria a la de la insulina en


sangre. También actúan sobre el metabolismo intermedio de grasas y
proteínas. Los glucocorticoides producidos por el cuerpo humano son el
cortisol, la cortisona y la corticosterona. El cortisol es con diferencia el
glucocorticoide más importante en el hombre. Desde el punto de vista
farmacológico son corticosteroides para uso sistémico cuyo fármaco de
referencia es la cortisona, regulada por la hormona hipofisaria ACTH.
Síntesis

La esteroidogénesis: los glucocorticoides están en la el pise verde, a la


derecha. Adviértase que no es un grupo estrictamente definido, sino un
continuo de estructuras con creciente actividad glucocorticoide, siendo el
cortisol el ejemplo primario.

El cortisol y la corticosterona son secretados por las células de las capas


fascicular y reticular de la corteza suprarrenal. Como son hormonas esteroides,
se sintetizan a partir del colesterol, por medio de enzimas de la familia del
citocromo P450, localizadas en el retículo endoplásmico liso y las mitocondrias.
La actividad de algunas de estos enzimas, como el colesterol desmolasa, se
incrementa por ACTH. El ACTH (corticotropina) es liberado por la hipófisis
anterior en respuesta al estrés, y es el principal estimulador de la síntesis de
glucocorticoides. El cortisol puede sufrir la acción del enzima
11βhidroxiesteroides deshidrogenasa, en el hígado y otros tejidos periféricos,
para dar cortisona.

Funciones de los glucocorticoides

En general, se dice que los glucocorticoides son necesarios para que el


organismo resista situaciones de estrés. El término "estrés" hace aquí
referencia a una amplia gama de situaciones que tienen en común el hecho de
que favorecen la secreción de ACTH y glucocorticoides, entre las que
podríamos incluir el ayuno, la hipoglucemia, las lesiones físicas, o la ansiedad y
el miedo. Los estímulos estresantes producen la muerte en los organismos que
han sido adrenalectomizados.

Los glucocorticoides son hormonas catabólicas. Estimulan la gluconeogénesis


en hígado y riñón, de manera que elevan la glucemia. Tienen un cierto efecto
antiinsulínico en muchos tejidos periféricos, lo que colabora también a
aumentar la glucemia. Favorecen la degradación de proteínas y aumentan por
tanto la liberación de aminoácidos a la sangre, muchos de los cuales son
utilizados como sustrato de la gluconeogénesis. También tienen un efecto
lipolítico. Los glucocorticoides tienen un efecto permisivo sobre otras
hormonas, de manera que favorecen su función. En este sentido, facilitan los
efectos termogénicos y catabólicos de catecolaminas y hormonas tiroideas.
También facilitan el efecto vasopresor de las catecolaminas. El cortisol y los
demás glucocorticoides tienen efecto sobre el sistema nervioso central. En la
hipersecreción de corticoides (síndrome de Cushing), se produce un cierto
estado de euforia, y puede llegar a producirse un trastorno psicótico franco.

Los glucocorticoides tienen la capacidad de reducir dramáticamente las


manifestaciones de la inflamación. Esto se debe a sus efectos considerables
sobre la concentración, distribución y función de los leucocitos periféricos.
Después de una sola dosis de un glucocorticoide de acción corta, la
concentración de neutrófilos aumenta, mientras que los linfocitos, monocitos,
eosinófilos y basófilos en la circulación disminuyen. La capacidad de estas
células para responder a los antígenos y los mitógenos disminuye. Los cambios
son máximos a las 6 horas y desaparecen en 24 horas.

Adicionalmente, los glucocorticoides disminuyen la respuesta inflamatoria que


sucede por la activación de la fosfolipasa A2. Aumentan algunos fosfolípidos
que reducen la síntesis de prostaglandinas y leucotrienos. También aumentan
la concentración de lipocortinas que disminuyen la disponibilidad de sustratos
para la fosfolipasa. Además disminuyen la expresión de la isoforma de la
ciclooxigenasa 2 (COX II).

Funciones y efectos del cortisol

Efectos del cortisol sobre el metabolismo de los hidratos de carbono

• Estimulación de la neoglucogénesis: Es una de las funciones más conocidas


del cortisol, estimula la formación de hidratos de carbono en el hígado
aumentando, en la mayoría de las ocasiones, la velocidad de síntesis hasta
unas seis o diez veces. Para ello el cortisol aumenta las enzimas necesarias
para convertir los aminoácidos en glucosa de las células hepáticas; esto se
debe al efecto de los glucocorticoides sobre la transcripción de ADN en los
núcleos de las células hepáticas, que lo pasará a ARNm, y éste a su vez darán
las enzimas necesarias para la neoglocuneogénesis. Por otro lado, el cortisol
provoca la movilización de los aminoácidos para que se dispongan de más
aminoácidos en el plasma para entrar en la célula hepática y promover la
neogluconeogénesis. Todo esto llevará a un aumento del glucógeno en las
células hepáticas

• Disminución de la utilización de la glucosa: el cortisol produce este efecto en


las células de todo el organismo. Aunque se desconoce la causa, la idea más
defendida es que el cortisol retrasa directamente la utilización de glucosa en
algún punto entre la entrada de la glucosa a la célula y el final de su
degradación. Esta idea se defiende por las observaciones en las que se
comprueba que los glucocorticoides deprimen la oxidación de NADH a NAD;
dado que el NADH debe oxidarse en la glucogenesis, este efecto provocaría la
menor utilización de glucosa por las células

• Glucemia elevada y diabetes suprerenal: Debido a los efectos del cortisol


sobre el aumento de glucógeno y la reducción moderada en la utilización de
glucosa, el nivel de glucemia en sangre se ve elevado. Este proceso, si supera
el 50% o más del nivel de glucemia normal se denomina diabetes suprarrenal,
que tiene muchas similitudes con la diabetes hipofisaria; Por otro lado, en la
diabetes suprarrenal, la insulina reduce moderadamente estos niveles,
mientras que en la hepática la reducción es mucho mayor y es mayor que en la
hipofisaria.
Efectos del cortisol sobre el metabolismo de las proteínas

• Reducción de las proteínas celulares. El cortisol produce estos efectos en


todas las células, menos en las hepáticas. Provoca una disminución de la
síntesis de proteínas y un aumento del catabolismo de las mismas; esto se da
debido a que el cortisol deprime la formación de ARN y a una disminución del
transporte de aminoácidos (sobre todo se da en el músculo y en el tejido
linfoide. Si existe mucho cortisol el músculo puede llegar a debilitarse tanto que
no sea capaz de mantenerse de pie; y las funciones linfocitarias pueden
reducirse hasta una pequeña fracción de lo normal.

• Aumento de las proteínas hepáticas. Al disminuir las proteínas de todo el


organismo, las de las células hepáticas aumentan (también las de las células
plasmáticas producidas por el hígado. La diferencia de producción entre las
células extrahepáticas y las hepáticas, se cree que es debido a un efecto de
cortisol que favorece el transporte de aminoácidos hacia el interior de las
células hepáticas (y no a las otras células) y de las enzimas hepáticas
necesarias para la síntesis de proteínas.

• Aumento de los aminoácidos sanguíneos, disminución del transporte de


aminoácidos a las células extrahepáticas y aumento del transporte de células
hepáticas. Se ha comprobado que el cortisol deprime el transporte de
aminoácidos al interior de las células musculares y, quizás de otras células
exrahepáticas.

La disminución del transporte de aminoácidos al interior de las células


extrahepáticas, reduce la concentración interna de aminoácidos, y en
consecuencia, disminuye la síntesis de proteínas. Sin embargo, el catabolismo
proteico de las células, continuará enviando aminoácidos (de las proteínas ya
existentes) al medio intracelular, para aumentar allí su concentración. Por lo
tanto, el cortisol moviliza los aminoácidos de los tejidos no hepáticos, con lo
que disminuirán los depósitos tisulares de proteínas. El aumento de la
concentración de aminoácidos, y que el cortisol favorece su transporte al
interior de las células hepáticas podría explicar los efectos del hígado para
producir:

a) Aumento de la tasa de desaminación de aminoácidos

b) Aumento de la síntesis de proteínas por el hígado

c) Aumento de la formación de proteínas plasmáticas

d) Aumento de la conversión de aminoácidos en glucosa (aumento de la


neoglucogénesis

Por tanto, es posible que muchos efectos del cortisol sobre los sistemas
metabólicos del organismo sean consecuencia de su capacidad para movilizar
aminoácidos de los tejidos periféricos al tiempo que aumenta las enzimas
hepáticas necesarias para lograr los efectos hepáticos
Efectos del cortisol sobre el metabolismo de las grasas

• Movilización de ácidos grasos. De una forma similar a la movilización de


aminoácidos del músculo, el cortisol va a promover la movilización de ácidos
grasos del tejido adiposo. Esta movilizacón dará como resultado un aumento
de la concentración de los ácidos grasos en el plasma. Este transporte se cree
que es promovido por la disminución del transporte de glucosa a los adipocitos,
que suele ocurrir en condiciones extremas (como la falta de
alimentación),donde será necesaria otra fuente de energía (los ácidos grasos).
Se trata de un mecanismo lento, que requiere de varias horas.

• Obesidad causada por el cortisol. Aquellas personas que presenten una


secreción de cortisol excesiva, presentarán una obesidad caracterizada por un
depósito excesivo de grasa en el tórax, y en las regiones craneales. Se cree
que se produce como son secuencia de una sobrealimentación

Función del cortisol en el estrés y en la inflamación

Los traumatismos, infecciones, calor o frío intenso, inyecciones de


noradrenalina, cirugías, inyecciones subcutáneas de necrotizantes y cualquier
enfermedad debilitante provocan un aumento de la liberación de cortisol. Se
cree que este aumento puede ser beneficioso porque movilizan rápidamente
las grasas y aminoácidos (esto facilita la producción de energía y la formación
de sustancias como la glucosa, purinas o pirimidinas).

• Efectos antiinflamatorios del cortisol

La principal función del cortisol es la de bloquear la inflamación causada por


cualquier tipo de daño, e incluso anularla antes de que ocurra (véase el
proceso de inflación) La inflamación es inhibida por parte del cortisol, en las
primeras etapas (donde se libera gran cantidad de sustancias que activan el
proceso inflamatorio y aumenta el flujo sanguíneo y la salida de plasma en la
zona dañada) o incluso antes, y si ha comenzado, la finaliza rápidamente. Uno
de los efectos antiinflamatorios más importantes que provoca el cortisol, es la
estabilización de las membranas de los lisosomas. Lo que hace, es hacer más
resistentes a estas membranas, evitando así que se libere el contenido
enzimático que contengan y que aumente la inflamación. Otro de los efectos,
es la impermeabilidad de los vasos; los hace menos permeables para que se
libere menos plasma. Un tercer efecto, es que disminuye la formación de
prostaglandinas y leucotrienos, lo que provoca una reducción de la movilización
de leucocitos y de la fagocitosis en la zona afectada Además, reduce la
producción de linfocitos T porque inhibe el sistema inmunitario (esto reduce las
reacciones que se producen en el tejido y que aumentarían la inflamación). Y
por último, reduce la temperatura (evita la fiebre) debido a que reduce los
niveles de interleuquina-I, y como consecuencia también se reduce la
vasodilatación.

Incluso cuando la inflamación ha madurado, la administración de cortisol


provoca una reducción de los efectos en poco tiempo (quizás como
consecuencia de la movilización de aminoácidos para reparar los tejidos, por el
aumento en la producción de glucosa, o por la movilización de grasas para
aporte energético).

Por todo lo mencionado, la administración de cortisol, es importante en el


tratamiento de enfermedades como la artritis reumatoide, la fiebre reumática o
el glomérulo nefritis. Aunque el cortisol no corrige el proceso básico de la
inflamación, pero evita los efectos nocivos de su respuesta.

Otros efectos del cortisol

Aunque el cortisol es predominantemente un glucocorticoide, tiene un efecto


mineral o corticoide cuando existe en altas concentraciones. Contribuye a la
mantención del volumen extracelular y provoca leve retención de sal y agua.
Además sensibiliza a las arteriolas a la acción de vasoconstricciones como
adrenalina; las últimas condiciones promueven la aparición de hipertensión
arterial cuando existe exceso de glucocorticoides

Sobre la alergia

Bloquea la respuesta inflamatoria de las alergias. Dado que la respuesta


inflamatoria suele ser la responsable de muchos de los efectos de las alergias,
la administración de cortisol palia estos efectos. Por ejemplo el cortisol puede
llegar a evitar la muerte en un choque anafiláctico.

Sobre las células sanguíneas y la inmunidad en las enfermedades infecciosas

La administración de cortisol, o un aumento excesivo de éste por la glándula


suprarrenal provoca una gran reducción de eosinófilos y linfocitos en la sangre.
Además puede llegar a producir la atrofia del sistema inmunitario, y por tanto
de células T y anticuerpos; en consecuencia, el individuo que lo sufra tendrá
una mayor disposición a adquirir enfermedades infecciosas o incluso letales,
debido a la reducción de la eficacia de su sistema inmune. Aunque por otro
lado, esta reducción del sistema inmunitario, facilita que no se produzcan
rechazos de trasplantes. La reducción de eritrocitos no se sabe por qué ocurre;
un exceso de cortisol puede producir anemia, y una disminución policitemia.

Acción permisiva

Para que varias reacciones metabólicas ocurran deben estar presentes


pequeñas cantidades de glucocorticoides, aunque ellos no sean los que
producen las reacciones en sí. Los efectos permisivos incluyen la necesidad de
glucocorticoides para que el glucagón y las catecolaminas ejerzan su acción
calórica, para que las catecolaminas alcancen sus efectos lipoliticos y para que
produzcan la respuesta presora y broncodilatadora. Reactividad vascular: En
animales con insuficiencia suprarrenal el musculo liso vascular pierde su
capacidad de respuesta a la adrenalina y noradrenalina. Los capilares se
dilatan y finalmente se vuelven permeables a los pigmentos coloides. Es
probable que la falta de respuesta a la noradrenalina liberada en las
terminaciones nerviosas norardrenergicas afecte a la compensación vascular a
la hipovolemia de la insuficiencia suprarrenal y promueve el colapso
cardiovascular. Los glucocorticoides restauran la capacidad de respuesta
vascular.

Efecto sobre el sistema nervioso

En caso de insuficiencia suprarrenal, se dan cambios en el sistema nervioso


que se revierten solo con glucocorticoides, incluyen la aparición de ondas
electroencefalografías más lentas del ritmo αnormal y cambios en la
personalidad de tipo ligero como irritabilidad, aprehensiones e incapacidad para
concentrarse.

Efectos sobre el metabolismo del agua

La insuficiencia suprarrenal se caracteriza por la incapacidad de secretar una


carga de agua, la carga al final se excreta pero es tan lenta que existe el
peligro de intoxicación por agua. Solo los glucocorticoides reparan este defecto.
En pacientes con insuficiencia y que no reciben glucocorticoides la glucosa
puede causar fiebres altas (“fiebre por glucosa”) seguida de colapso y muerte.
Se supone que la glucosa se metaboliza, el agua diluye el plasma y le
gradiente osmótico resultante entre el plasma y las células determina que las
células del centro termorregulador del hipotálamo se hinchen tanto que se
interrumpa su función. Se desconocen las causas de esta anomalía. Las
concentraciones plasmáticas de vasopresina se elevan en la insuficiencia
suprarrenal y disminuyen con el tratamiento de glucocorticoides. El índice de
filtración glomerular es bajo y tal vez ello contribuya a la deficiencia en la
excreción de agua. El efecto selectivo de los glucocorticoides en la excreción
anormal de agua es consistente con esta posibilidad porque, aunque los
minerales corticoides mejoren la filtración mediante la restauración del volumen
plasmático, los glucocorticoides elevan el índice de la filtración glomerular en
mucha mayor medida.

Resistencia al estrés

Efectos del cortisol en el embarazo

-Metabolismo materno del cortisol

El metabolismo del cortisol se altera considerablemente durante el embarazo,


en el cual aumenta de modo progresivo su nivel en el plasma materno. El ritmo
circadiano normal de secreción de cortisol persiste, si bien los niveles
plasmáticos de la hormona correspondientes a las últimas horas de la tarde y
las primeras de la noche no presentan una disminución tan acusada como la
que se observa en mujeres no embarazadas o después del tratamiento con
estrógenos. El nivel de transcortina en plasma también aumenta
progresivamente, desde unos 3.5 mg% hasta un pico en el tercer trimestre, de
7-10mg%. Los niveles elevados de trasnscortina durante la gestación se deben
probablemente a los valores aumentados de estrógenos en sangre, y es
probable que la sustancia activa sea el estradiol-17β, ya que el estriol no tiene
influencia sobre el nivel de transcortina. La progesterona no influye en el nivel
plasmático de transcortina. En el curso de la gestación, la excreción urinaria de
metabolitos del cortisol no se modifica o aumenta sólo levemente. Existe una
disminución de la excreción en la orina de los metabolitos 5α reducidos del
cortisol y de la corticosterona. Estudios recientes demuestran que en la mitad y
en la parte final del embarazo los 17-hidroxiesteroides urinarios y el índice de
secreción de cortisol están disminuidos. Por tanto, la concentración plasmática
aumentada de cortisol no es consecuencia de un aumento de la secreción de la
hormona. La excreción urinaria de cortisol libre o no conjugado está aumentada
durante el embarazo, siendo los valores de 10-80 µg/día en la mujer no
embarazada y de 90-140 μg/día durante la gestación. Estos datos corroboran
que hay un pequeño aumento del cortisol libre del plasma, puesto que su
excreción está en función de la concentración global de cortisol plasmático no
ligado. Aunque las mujeres embarazadas no manifiesten signos ni síntomas
evidentes del hipercortisolemia (síndrome de Cushing), hoy existe coincidencia
en que los niveles plasmáticos de cortisol libre o no ligado aumentan durante el
embarazo. Dado que el embarazo no se acompaña de modificaciones del
índice de secreción de cortisol, es muy probable que exista un reajuste del
punto fijo en la retroacción negativa entre el cortisol no ligado y la ACTH.

-Metabolismo fetal del cortisol

La corteza suprarrenal del feto humano es diferente a la del adulto. En el feto,


la porción de la glándula que en el adulto se convertirá en la zona glomerular,
zona fasciculada y zona reticular constituye sólo una pequeña parte de la
corteza. La hipófisis fetal humana produce la mayoría, si no todas, las
hormonas peptídicas de la glándula adulta, incluida la ACTH. Las suprarrenales
de los fetos anencefálicos se desarrollan normalmente durante las primeras 20
semanas de gestación, pero a continuación la zona fetal involuciona. Por lo
tanto, en el desarrollo temprano el crecimiento de la suprarrenal fetal puede
estar mantenido por HCG placentaria (gonadotropina coriónica humana) o por
una adrenocorticotropina placentaria. La corteza suprarrenal del feto es capaz
de sintetizar un gran número de esteroides, principalmente mediante la
transformación de la pregnenolona y de la progesterona procedente de la
placenta. La zona fetal de la corteza suprarrenal fetal, que ocupa cerca del 80%
de la glándula, se desarrolla durante la segunda mitad del embarazo bajo la
influencia de la ACTH hipofisiaria del feto, y posiblemente de las
gonadotropinas coriónica y de la hipófisis fetal, y quizá de la prolactina, cuya
secreción guarda estrecha relación con las fases de crecimiento de la
suprarrenal fetal. Cuando se encuentra con las grandes cantidades de
pregnenolona placentaria, la suprarrenal fetal forma principalmente
deshidroisoandrosterona (pregnenolona, 17α-hidroxipregnenolona,
deshidroisoandrosterona, sulfato de deshidroisoandrosterona). La
concentración de cortisol en el plasma materno es unas 4 veces superior al
nivel plasmático fetal. Esta baja concentración de cortisol en el feto puede
deberse en parte a la baja concentración de transcortina plasmática, que en la
madre es de 8-9 mg% y en el fetal de 1.5-2.0 mg%. Las afinidades de unión del
cortisol para la transcortina fetal y materna son las mismas.
Cortisol en el parto

Recientemente se ha supuesto que el trabajo de parto se inicia por medio de


una señal que proviene del feto, y que esta señal bioquímica consiste en un
aumento de la secreción suprarrenal fetal de cortisol. En el ser humano,
cuando se produce un parto espontáneo los niveles séricos de cortisol en el
cordón aumentan 2-4 veces si la salida del feto es vaginal o a través de una
cesárea. Sin embargo, los niveles no se modifican si el parto es inducido. Los
niveles de cortisona en el suero del cordón umbilical aumentan si el parto es
espontáneo o inducido, lo que hace pensar que el cortisol sérico del cordón
refleja la secreción adrenocortical fetal, mientras que el aumento en el nivel de
cortisona es secundario a la transferencia de cortisol materno a través de la
placenta. El cortisol en el líquido amniótico muestra una buena correlación con
el presente en el plasma del cordón, pero no con el del plasma materno.
Durante el embarazo se produce un aumento del cortisol en el líquido
amniótico, entre la semana 10-15 (0.5 μg %), y otro entre la semana 35-37 (1
μg %), seguidos de una elevación brusca en las últimas una o dos semanas
antes del comienzo del trabajo de parto (2-3 μg %). Esto indica que, poco antes
del comienzo del parto espontaneo se produce un aumento del cortisol fetal
con independencia del nivel materno. Algunos investigadores han sugerido que
el aumento del cortisol fetal que se aprecia durante el parto es consecuencia
del estrés producido por el parto. No obstante, los bajos niveles de cortisol en
niños nacidos de un parto inducido demuestran que los valores altos de esta
hormona durante la parturición no son meramente secundarios al trabajo de
parto. En recién nacidos afectados del síndrome de sufrimiento respiratorio se
han encontrado niveles plasmáticos de cortisol bajos, habiéndose señalado que
la administración de glucocorticosteroides a las madres puede evitar dicho
síndrome en los niños prematuros.

Cortisol en el ejercicio

El entrenamiento de la resistencia es un gran generador de cortisol si este es


mayor a 40 minutos y de una moderada intensidad. Algunos estudios han
mostrado que la ruptura de proteínas puede llegar de un 5% a un 20%. Aún
elevaciones suaves en el cortisol sérico, pueden aumentar la concentración de
glucosa plasmática y el catabolismo proteico en pocas horas en individuos
sanos. Inhibe los niveles de la hormona del crecimiento (GH), estimulando la
liberación de somatostatina (el antagonista de la GH). Se comprobó también
que reduce la expresión de IGF-I, el factor anabólico por excelencia
relacionado con la insulina. IGF-I se sintetiza en el hígado a partir de la GH
Responsable de la mayoría de los efectos positivos de la GH. Inhibe a la
gonadotrofina y a la hormona estimuladora de la tiroides (TSH). Es por esto
que los esteroides sexuales y factores de crecimiento, se vuelven resistentes a
dichas sustancias. Suprime la acción de una enzima llamada 5' deiodinasa, que
es la que activa la hormona tiroidea T4 parcialmente activa, en T3 (totalmente
activa). Con una consecuencia interesante: disminuir la tasa metabólica, y
hacer más difícil la pérdida de grasa corporal. Aparte de distribuirla
preferentemente en la zona periabdominal. En individuos sobreentrenados
(definido como un incremento en el volumen y/o intensidad del entrenamiento
que conduce a una disminución del rendimiento) los niveles de cortisol
aumentan, mientras que los de testosterona disminuyen. Para medir el sobre
entrenamiento se usa un cociente: testosterona: cortisol. Si su relación es
mayor a 1 significa que el atleta está anabolizando y si es menor, que esta
sobreentrenado, es decir que está desentrenándose. Los niveles aumentados
de cortisol ejercen un efecto adverso en los niveles de testosterona. De hecho,
uno de los principales efectos anti-catabólicos de la testosterona y de los
anabólicos esteroides, es la disminución del metabolismo del cortisol muscular.
Esta es una de las razones por las cuales muchos atletas pueden
sobreentrenar cuando toman anabólicos esteroides, y aun así incrementar su
masa corporal magra y su fuerza. Algunas investigaciones indican que la
respuesta al cortisol en el entrenamiento de la resistencia se normaliza luego
de cerca de cinco semanas, y la relación testosterona: cortisol no se ve
afectada adversamente luego de largos períodos de entrenamiento. Esto
sugiere una capacidad adaptativa del cuerpo. La depresión como signo del
sobre entrenamiento también tiene su origen en el exceso del cortisol. Un
estudio llevado a cabo para determinar el efecto de distintas intensidades de
ejercicio (44.5 +/- 5.5%, 62.3 +/- 3.8%, y 76.0 +/- 6.0% del VO2máx) sobre los
niveles de cortisol salival, ha demostrado que el ejercicio menor a 40minutos de
duración no produce diferencias significativas cualquiera sea la intensidad. Sólo
durante el ejercicio de más alta intensidad, el cortisol fue significativamente
más alto a los 59 minutos de ejercicio. Estos datos sugieren que sólo el
ejercicio de alta intensidad y larga duración produce elevaciones significativas
de cortisol salival. Un estudio realizado con distintos volúmenes de ejercicio
(alto, moderado y bajo), muestra que los niveles de cortisol tienden a ser más
altos luego del mayor volumen, pero las diferencias no son significativas. Sin
embargo, los niveles de cortisol vuelven más rápido a los valores basales,
cuando el volumen es bajo o moderado, mientras que permanecen altos luego
de un gran volumen de ejercicio de resistencia. El cortisol en exceso puede
conducir también a la hipertensión, por causa de retención de sodio y excreción
de potasio, sin embargo, es necesaria por sus efectos antiinflamatorios, por lo
que deben existir ciertos niveles que aseguren su función.

Regulación de la secreción del cortisol

• Control de la secreción de cortisol por la ACTH (hormona adrenocoricotropa


de la hipófisis)

La secreción de cortisol está controlada casi en su totalidad por la ACTH, un


polípepido de treinta y nueve aminoácidos secretado por la hipófisis anterior
(también llamada corticotropina o adrenocorticotropina)

• Control de la secreción de ACTH por el hipotálamo

En el hipotálamo existe el llamado factor liberador de coricotropina (CRF=


coricotropin releasing factor), que es secretado en la zona media del
hipotálamo (concretamente, en el plexo capilar del sistema portal hipofisario) y
luego trasladado a la hipófisis anterior donde induce la secreción de ACTH El
CRF es un polipéptido de 41 aminoácidos, secretado por los cuerpos celulares
de las neuronas que se encuentran en el núcleo paraventricular del hipotálamo
Sin CRF, existirían mínimas cantidades de ACTH
• Mecanismo por el que la ACTH activa las células de la corteza suprarenal
para producir esteroides

El principal efecto de la ACTH es la activación de la adenilciclasa de la


membrana de las células de la corteza suprarrenal; como consecuencia se
induce la formación de AMP cíclico que actuará como segundo mensajero. El
aumento de AMP cíclico activa enzimas intrecelulares que formarán las
hormonas corticosuprarrenales. Una de esas enzimas es la proteín quinasa A,
que es la encargada de convertir colesterol en pregnenolona; este paso es
"limitante" para la formación de hormonas coricosuprarrenales, por eso es muy
importante la estimulación con ACTH para la formación de cualquier hormona
suprarrenal. Por otro lado, la activación continua por parte de ACTH en la
corteza suprarrenal, pueden provocar además de un aumento de la actividad
secretora, la hipertrofia y proliferación de las células de la corteza suprarrenal
(sobre todo donde se secreta cortisol y andrógenos)

Efecto del estrés fisiológico sobre la secreción de ACTH y sobre la


secreción corticosuprarrenal

Cualquier tipo de estrés puede dar lugar a un aumento de la secreción de


ACTH, y en consecuencia también de cortisol. Los estímulos dolorosos
causados por lesiones tisulares o de estrés físico son transmitidos por el tronco
encefálico hacia el hipotálamo, donde se secreta el CRF; y en pocos segundos
hay cortisol en sangre. Por otro lado, se cree que el sistema límbico aumenta
su actividad como consecuencia de un estrés mental, sobre todo en amígdalas
e hipocampo; y es desde el hipocampo, desde donde se emiten las señales
hacia el hipotálamo.

• Efecto inhibidor del cortisol sobre el hipotálamo y la hipófisis anterior para


disminuir la secreción de ACTH.

El cortisol produce retroalimentación negativa sobre el hipotálamo y la hipófisis


anterior. Es decir, cuando hay altos niveles de cortisol, la secreción de ACTH
se inhibe hasta que se alcancen niveles normales de cortisol.

Resumen del sistema control

Ya mencionamos que el estrés es un punto de regulación de la secreción, y


además existe una retroalimentación negativa por parte del cortisol, en el
hipotálamo y en la hipófisis anterior. No obstante, los efectos del estrés van a
ser los más importantes para la regulación de la secreción del cortisol. Sin
embargo, también existen otros factores.

• Ritmo circadiano de la secreción de glucocorticoides

Los niveles de CRF, ATCH y cortisol son elevados en las primeras horas de la
mañana, pero bajan a última hora de la tarde. Esto ocurre debido a la alteración
cíclica de 24 horas de las señales procedentes del hipotálamo. Por lo tanto, las
determinaciones de cortisol tienen valor cuando se expresan indicando el
momento del ciclo en que se realizaron. Un individuo con alteraciones del
sueño, también alterará los ciclos circadianos de cortisol.

Secreción de hormona estimulante de los melanocitos, de lipotropina y de


endorfina en asociación con ACTH

Antes de la secreción de ACTH como tal, se secreta una prehormona más


grande que el ACTH, y que contiene como una de sus subunidades, el ACTH.
También tiene como subunidades la hormona estimulante de melanocitos
(MSH), la β-lipotropina y la betaendorfina. Ninguna de estas hormonas tiene un
efecto importante, excepto si los niveles de ACTH aumentan; en este caso,
pueden darse enfermedades como la enfermedad de Addison. La MSH, es la
responsable de la formación de melanina por parte de los melanocios
presentes en la dermis y en la epidermis. Esta hormona tiene niveles
especialmente altos en algunos animales inferiores, que presentan un "lóbulo"
intermedio entre los lóbulos hipofisarios anterior y posterior, llamado pars
intermedia. En este caso, la MSH, está controlada en respuesta a la luz que
recibe el animal o en respuesta a otros factores ambientales, pero
independientemente del hipotálamo. Por ejemplo, algunos animales árticos
tienen pelo oscuro en verano y blanco en invierno. La ACTH, debido a su
semejanza con MSH (provienen de la misma prehormona), tiene un efecto
estimulador sobre los melanocitos. Además debido a que las secreciones de
MSH son bajas, es probable que la mayor parte de la secreción de melanina
por parte de los melanocitos sea debida a ACTH ya que se secreta en mayores
cantidades.

Alteraciones de la secreción corticosuprarrenal

Enfermedad de Adisson

Esta enfermedad se debe a la secreción insuficiente de glucocorticoides y


mineralocorticoides, con hipoglucemia, alteraciones del equilibrio del sodio y
del potasio, deshidratación, hipotensión, pérdida rápida de peso corporal y
debilidad generalizada. La secreción insuficiente de glucocorticoides en
pacientes con esta enfermedad, no pueden mantener la glucemia normal entre
las comidas, porque la falta de secreción de cortisol hace que no pueda
sintetizar cantidades importantes de glucosa a través de la gluconeogenia. La
ausencia de cortisol reduce la movilización de las proteínas y las grasas de los
tejidos, por lo que también deprime muchas funciones metabólicas. Por eso los
glucocorticoides son necesarios para mantener otras funciones metabólicas de
los tejidos aparte del metabolismo energético. La secreción insuficiente de
mineralocorticoides lo que provoca es que se produzca una falta de secreción
de aldosterona reduciendo mucho la reabsorción de sodio por el túbulo renal,
permitiendo la pérdida de grandes cantidades de agua y de iones sodio y
cloruro por la orina. Como el líquido extracelular se reduce, el volumen
plasmático disminuye, la concentración de eritrocitos aumenta y el gasto
cardíaco se reduce. Otra de las características de esta enfermedad es la
coloración característica de la piel. Va a tener un aspecto ceniciento o amarillo
parduzco. Esto es debido a una intensa secreción de ACTH, que a esa
concentración puede estimular los melanocitos. La gran secreción de ACTH es
consecuencia de una retroalimentación inadecuada debido a la disminución de
cortisol. Los pacientes con estos trastornos y que no reciben tratamiento con
corticoides fallecen al cabo de unos pocos días debido al desequilibrio
electrolítico grave y a la deshidratación y casi siempre con un cuadro de shock
circulatorio. Sin embargo, estas personas podrán vivir durante muchos años si
se le administran pequeñas cantidades diarias de mineralocorticoides y
glucocorticoides.

Síndrome de Cushing

La secreción excesiva de corticosteroides da lugar a este síndrome. Este


trastorno se debe habitualmente a la hipersecreción de ACTH por parte de la
hipófisis anterior, pero también puede deberse a la presencia de un tumor en la
corteza suprarrenal. El Síndrome de Cushing se caracteriza por alteraciones
del metabolismo de los hidratos de carbono y las proteínas, hipertensión y
debilidad muscular. Las alteraciones metabólicas le dan al cuerpo un aspecto
hinchado y también pueden inducir modificaciones estructurales como las
denominadas “joroba de búfalo” y “cara de luna”. La “joroba de búfalo” se debe
a la movilización de la grasa de la parte inferior del cuerpo y su depósito
simultáneo en las regiones torácicas y superior del abdomen, lo que le otorga al
tórax este aspecto. La “cara de luna” se debe a una secreción excesiva de
esteroides que produce edema facial. La potencia andrógena de algunas
hormonas puede causar acné e hirsutismo (exceso de crecimiento de vello
facial), de ahí que a la cara se la describa con este aspecto.

En el Síndrome de Cushing los glucocorticoides ejercen un efecto sobre el


catabolismos de las proteínas, ya que las proteínas tisulares, a excepción de
las del hígado, experimentan un descenso, pero las del plasma no se
modifican. La pérdida de las proteínas musculares justifican la intensa debilidad
y la falta de síntesis proteica en los tejidos linfáticos conlleva la supresión del
sistema inmunitario.

Por tanto, muchos de estos enfermos fallecen por infecciones. En otros casos,
el menor depósito de proteína en los huesos suele provocar una osteoporosis
grave con la debilidad ósea consiguiente. El tratamiento depende de la causa.

Síndrome de Cushing causado por el uso de corticosteroides:

• Disminuir lentamente la dosis del fármaco (si es posible) bajo supervisión


médica.

• Si no se puede dejar de tomar el medicamento debido a la enfermedad, se


debe vigilar con cuidado el azúcar alto en la sangre, los niveles altos de
colesterol y el adelgazamiento de los huesos u osteoporosis. Síndrome de
Cushing causado por un tumor hipofisario o un tumor que segregue
corticotropina:

• Cirugía para extirpar el tumor


• Radiación después de la extirpación de un tumor hipofisario (en algunos
casos)

• Se puede necesitar terapia de reemplazo con hidrocortisona (cortisol)


después de la cirugía y, posiblemente, continuarla durante toda la vida

Síndrome de Cushing debido a un tumor suprarrenal u otros tumores:

• Cirugía para extirpar el tumor • Si el tumor no se puede extirpar,


medicamentos para ayudar a bloquear la secreción de cortisol

Mecanismo de acción

Los glucocorticoides se unen a receptores nucleares, que modifican la


expresión de genes de la célula diana. Los efectos inmunosupresores de los
glucocorticoides se deben principalmente a la disminución en la producción de
interleucina 2 y el bloqueo de la migración de macrófagos. Los glucocorticoides
son útiles para inhibir el rechazo de trasplantes porque disminuyen la liberación
de antígenos por parte del injerto e intervienen en la sensibilización y formación
de anticuerpos ante él. El cortisol entra a la célula blanco por difusión y se une
a su receptor, uniéndose a sitios específicos en el DNA, produciendo un
aumento en la síntesis de RNA y de proteínas de acuerdo al tipo de célula
blanco. Así las acciones fisiológicas de los glucocorticoides incluyen regulación
de la síntesis proteica, metabolismo de proteínas, carbohidratos, lípidos y
ácidos nucleicos.

♣ Metabolismo de los carbohidratos: Los glucocorticoides aumentan la


glicemia actuando como un antagonista de la insulina y suprimen la secreción
de insulina. Así inhiben la captación de glucosa por los tejidos periféricos y
promueven la gluconeogénesis.

♣ Metabolismo de las proteínas: Se produce un efecto catabólico con


aumento de la destrucción proteica y excreción de nitrógeno.

♣ Los glucocorticoides aumentan el glicógeno hepático y promueven la


gluconeogénesis, produciendo una movilización de los aminoácidos
glucogénicos que provienen de estructuras de soporte como músculo, piel,
hueso y tejido conectivo; inhiben también la síntesis de proteína y la captación
de aminoácidos.

♣ Ácidos grasos: Los glucocorticoides regulan la movilización de ácidos


grasos produciendo activación de la lipasa celular.

Los glucocorticoides tienen propiedades antiinflamatorias que están


probablemente relacionadas con sus acciones en el territorio micro vascular y
también por efectos celulares. El cortisol mantiene la respuesta vascular normal
a factores vasoconstrictores y se opone a los aumentos de permeabilidad
capilar característicos de las inflamaciones agudas Induce además el aumento
de los leucocitos polimorfonucleares, produce desaparición de los eosinófilos
circulantes y disminuye la actividad de los linfocitos T. El cortisol por esta vía
altera la inmunidad celular y humoral. Además los glucocorticoides inhiben la
producción y/o la acción de mediadores locales de la inflamación como
linfokinas y prostaglandinas. El cortisol responde en minutos a una variedad de
estrés físico y psíquico (trauma, cirugía, ejercicio, ansiedad, depresión). La
hipoglicemia y la fiebre también son potentes estímulos para la secreción de
ACTH y, consecuentemente, de cortisol.

Transporte, metabolismo y excreción de corticoides

Fijación del cortisol

El cortisol se une con una globulina alfa circulante llamada transcortina o


globulina fijadora de corticosteroide (CBG).También se une en menor cantidad
con la albumina, por tanto la vida media del cortisol en sangre es de unos 60 a
90 min. Los esteroides unidos no tienen actividad fisiológica. Debido a esta
unión con las proteínas existe una pequeña proporción de cortisol libre en la
orina. El cortisol unido a proteínas funciona como reservorio circulante de la
hormona que mantiene un suministro de cortisol libre disponible para los
tejidos. Con concentraciones normales de cortisol plasmático (375nmol/L)
existe muy poco cortisol libre en el plasma, pero los sitios de unión en la CBG
se saturan cuando el cortisol rebasa los 20 microgramo/dL. Con
concentraciones plasmáticas más altas se registra un aumente en la unión con
la albumina, pero lo que más aumenta es la fracción libre. La CBG se sintetiza
en el hígado y aumenta por efecto del estrógeno, las concentraciones de CBG
aumentan con el embarazo y disminuyen cuando el hígado se ve afectado
como pasaría con la cirrosis, nefrosis, y mieloma múltiple. Cuando la
concentración de la globulina aumenta, se une más cortisol y al principio
disminuye el cortisol libre. Estimula la secreción de ACTH y se secreta más
cortisol hasta alcanzar un nuevo equilibrio en el cual el cortisol unido se
incrementa pero el libre permanece normal. Ocurren cambios en sentido
contrario cuando disminuye la concentración de CBG. Esto explica porque las
embarazadas tienen concentraciones altas del cortisol total sin síntomas por
exceso de glucorticoides y por el contrario, porque algunos pacientes con
nefrosis tiene cifras bajas de cortisol plasmático total sin síntomas de
deficiencia glucocorticoide.

Metabolismo y excreción

El cortisol se metaboliza en el hígado que es el principal sitio de catabolismo de


los glucocorticoides. La mayor parte del cortisol se reduce a horticorstisol y
luego a tetrahidrocortisol, el cual se conjuga con ácido glucorico. El sistema de
la transferasa de glucuronilo que permite esta conversión también cataliza la
formación de glucorónidos de bilirrubina, así como varias hormonas o
fármacos. Existe una inhibición competitiva entre estos sustratos por el sistema
enzimático. El hígado y otros tejidos presentan la enzima 11β-hidroxiesteroide
deshidrogenasa. Estén al menos dos formas de esta enzima. El tipo I cataliza
la conversión de cortisol en cortisona con la reacción inversa, aunque
principalmente funciona como reductasa y forma cortisol a partir de
corticosterona. El tipo II cataliza casi en forma exclusiva la conversión de una
vía de cortisol en cortisona. La cortisona es un glucocorticoide activo porque se
convierte en cortisol y es bien conocida por su uso frecuente en medicina. Las
glándulas suprarrenales no secretan cantidades apreciables de este
compuesto. De la cortisona que produce el hígado, poca o ninguna llega a la
circulación debido a que es rápidamente reducida y conjugada para formar
glucurónido de tetrahidrocortisona. Los derivados tetrahidroglucuronidos
(“conjugados”) de cortisol y corticosterona permanecen solubles y libres. Entran
a la circulación, donde no se unen con proteínas. Se excretan con rapidez en la
orina, en parte por secreción tubular. Cerca del 10% del cortisol secretado es
convertido en derivados 17-cetoesteroides de cortisol y cortisona en el hígado.
La mayor parte de los cetoesterosidos se conjugan con sulfato y luego se
excretan en la orina. Se forman otros metabolitos, existe una circulación
enterohepatica de glucorticoides y cerca del 15% del cortisol secretado se
excreta en las heces. El metabolismo de la corticoserona es similar al del
cortisol, excepto en que no se forma un derivado 17-cetoesteroide.

Variación en la velocidad del metabolismo hepático

La velocidad de la desactivación de los glucocorticoides disminuye en las


enfermedades hepáticas y durante intervenciones quirúrgicas y otras
situaciones de estrés, lo cual resulta interesante. Por tanto, en humanos
sometidos a estrés, la concentración plasmática de cortisol se eleva más que
con la estimulación máxima de ACTH en ausencia de estrés

Glucocorticoides sintéticos

Son utilizados como antiinflamatorios e inmunodepresores

La dexametasona (y sus derivados, la dexametasona fosfato sódico y la


dexametasona acetato)

Se absorbe rápidamente por vía oral. Las máximas concentraciones


plasmáticas se obtienen al cabo de 1-2 horas. La duración de la acción,
depende del modo de la inyección (intravenosa, intramuscular o intraarticular) y
de la irrigación venosa de la zona inyectada. Tras una administración cutánea,
el grado de absorción depende de la integridad de ese; en este caso, aumenta
en las zonas lesionadas y es intensa en los lugares donde el estrato córneo es
delgado. Sin embargo, con una administración oftálmica de dexametasona,
sólo se produce una mínima absorción sistémica.

En la circulación sistémica, la dexametasona se une débilmente a las proteínas


plasmáticas, siendo activa la porción no fijada a las proteínas. El fármaco se
distribuye rápidamente en los riñones, intestinos, hígado, piel y músculos. Cabe
destacar, que los corticoides pueden atravesar la placenta y se excretarse en la
lecha materna. La dexametasona es metabolizada en el hígado originando
productos inactivos que son eliminados en la orina (los cuales tardan en
eliminarse entre 1.8 y 3.5 horas; biológicamente dura entre 36 y 54 horas)
Fludrocortisona

Es un corticosteroide, que se usa para ayudar a controlar la cantidad de sodio y


los líquidos del cuerpo. Se usa para tratar la enfermedad de Addison (aunque
tiene una a la actividad de gluocorticoide) y los síndromes donde se pierden
cantidades excesivas de sodio en la orina. También se usa para aumentar la
presión arterial.

Prednisona

Se suele tomar por vía oral, pero puede ser administrado por vía intramuscular.
Es usado para un gran número de afeccione. Proviene de la prednisona es una
prodroga que es convertida por el hígado en prednisolona, la cual es la forma
esteroide activa.

Triamcinolona

Suele usarse para reemplazar glucocorticoides que el organismo no puede


fabricar, o que no fabrica lo suficiente. Alivia la inflamación (hinchazón, calor,
enrojecimiento y dolor) y se usa para tratar ciertas formas de artritis;
enfermedades a la piel, sangre, riñón, ojos, tiroides y trastornos intestinales
(colitis); alergias severas; y asma.

Betametasona

Se usa para tratar el prurito (picazón), enrojecimiento, sequedad, la formación


de costras, despellejamiento, inflamación y el malestar provocados por diversas
afecciones a la piel.

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