24 ANS
LES DIPLOMATICOS DE VENEZUELA
encontraba el seior Bingham, que cesgrariadamente ha eontri-
Duido a aumentar Ia exasperscién de los énimos, con ex-
presiones injurfosas, asf al actual Jefe del Estado, como al
pueblo de Caracas.
Los sucesos pasadtos, por harto sabidos, apenas es nece-
sario recordartos; pero hai en ellos algunas circunstancias
que conviene notar euidadosament
conducida la Repéhtica al estado de opr
hallaba el 4 de Marzo iii'mo, tos pueblos apclaran a la ine
supeccién, tinieo medio que quedaba de snlvarse. Se inicié
el movimiento a corta distancia de Caracas, y entonees el Ge-
noral Monagas, al devuneiarlo al Congreso y pestirle facalta-
des extraordinarias, juré el exterminio de todos sus enemi-
{g08, como Jo repitié después en una proctama, sin acordarse
él por su condveta, era el tintco responscble de los
los que amenazaban, Pronto eomenzd ha advertir la ge-
neral desopinién en que habia caido, por que, al paso que
proporeionarse recursos que oponer al movimien-
to nacional, vefa a este propagarse, erecer y toniar tin aspec-
intimidaba, Asi se ymede asegarar que, no por efec
inguna indicacién del cuerpo diplomallea, sino po
fuerza de Ins cosas, que hicieron ver al General Monagas como
proxima y segura su ruina, se decidié a alandonar vn poder
ya aniquilado, E15 de Marzo a metiodta se trastad6 con su
familia _y el ex-Secretario de Relaciones Exterfores, a ta Te-
gacién francesa, donde se fijaron Tas bynsteras de Tos paises
Fepresentados en Fl Gobierno no juzgard el mérito
de tas consideraciones que moviesen al scfior Levrand a con-
ceder asilo a aquellos individaos en los primeros momentos
do una transformacién; pero si Hamara su atencién hacia
as circunstancias particulares del caso, a fin de concluir que
Jas providencias de las autoridades fueron naturales impe-
riosamente exigidas por In situactén.
“Ser atentar a ta independencia de Jas naciones”, dice
la Guia Diplomatiea, edicién de 1851, “guerer extender el
privilegio de fa exterrilorialidad hasta permitir al Ministro
extvanjero, delener el curso ordinario de In justicia det pais,
dando asilo ex st palacio a individuos nacionales 0 extran-
jeros, perseguirtos por un delito 0 crimen. Por eso ha sido
eonforme a pridencia Ia supresién de este supacsto derecho,
de que tanto se abusé en otro tiempo, y mediante el eual todo
individno perseguido por Ia justicia podria sustrecrse de ta
én en que se
Caracas