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HIPERINFLACION DE BOLIVIA

1982-1985

1. Introducción.

a. Concepto.- En economía, la hiperinflación es una inflación muy elevada, fuera de


control, en la que los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que la
moneda pierde su valor.

Las definiciones formales varían de una tasa de inflación de 100% a lo largo de tres
años, a inflación mayor de 50% al mes, según Philip Cagan. En uso informal, el
término con frecuencia se aplica a tasas mucho más bajas. Como regla general, la
inflación normal se anuncia cada año, pero la hiperinflación con frecuencia se
anuncia para periodos mucho más cortos, como cada mes.

La definición usada por la mayoría de economistas es "un ciclo inflacionario sin


tendencia al equilibrio". Se origina un círculo vicioso en el que se crea más y más
inflación con cada repetición del ciclo. Aunque existe debate acerca de las causas
últimas de la hiperinflación, se hace visible cuando hay un aumento imparable del
suministro de dinero o una degradación drástica de la moneda, y se asocia con
frecuencia con guerras (o sus consecuencias), depresiones económicas, y
trastornos sociales o políticos.

Entre los principales signos que indican que una economía se encuentra en
inflación tenemos:

1. La población general prefiere mantener su riqueza en bienes no monetarios o


en una moneda extranjera relativamente estable. Cualquier cantidad en moneda
local es inmediatamente invertida para mantener poder adquisitivo.

2. La población general considera cantidades monetarias no en términos de


moneda local, sino en términos de una moneda extranjera relativamente
estable. Es posible que los precios se fijen en moneda extranjera.

3. Las ventas y compras a crédito se realizan a precios que compensan por la


pérdida anticipada de poder adquisitivo durante el periodo crediticio, incluso si
este periodo es corto.

4. Los tipos de interés, salarios y precios se vinculan a un índice de precios y la


inflación cumulativa durante tres años se acerca, o excede, el 100%.

b. Causa.- La principal causa de hiperinflación es un aumento rápido y masivo de la


cantidad de dinero que no se encuentra apoyado por crecimiento en la producción
de bienes y servicios. Esto resulta en un desequilibrio entre la oferta y la demanda
de dinero (incluyendo moneda y depósitos bancarios), acompañado por una
completa pérdida de confianza en el dinero, similar a situaciones en las que los
clientes de un banco retiran su dinero simultáneamente. La aprobación de leyes de
moneda de curso legal y controles de precios para evitar la pérdida de valor del
papel moneda relativo al oro, plata, moneda o mercancías, fracasa en forzar la
aceptación de un papel moneda que no tiene valor intrínseco. Si la entidad
responsable de imprimir moneda promueve la imprenta excesiva de dinero, con
otros factores contribuyendo un efecto reforzatorio, la hiperinflación normalmente
continúa. Con frecuencia la entidad responsable de imprimir moneda no puede
físicamente imprimir papel moneda más rápido que la velocidad a la que se está
devaluando, así neutralizando sus intentos de estimular la economía.

c. Efecto.- Al principio, la inflación provoca un aumento de los beneficios, puesto que


los salarios y los demás costes se modifican en función de las variaciones de
precios, y por lo tanto se alteran después de que los precios hayan variado, lo que
provoca aumentos en la inversión de capital y en los pagos de dividendos e
intereses. Puede que el gasto de los individuos también aumente debido a la
sensación de que más vale comprar ahora porque después será más caro; la
apreciación potencial de los precios de los bienes duraderos puede atraer a los
inversores. La inflación nacional puede, de forma temporal, mejorar la situación de la
balanza comercial si se puede vender la misma cantidad de bienes a mayores
precios. Los gastos del gobierno también aumentan porque suelen estar explícita, o
implícitamente, relacionados con las tasas de inflación para mantener el valor real
de las transferencias y servicios que proporciona el gobierno. Los funcionarios
también pueden prever la inflación y por lo tanto establecer mayores necesidades
presupuestarias previendo unos menores ingresos impositivos reales debido a la
inflación.

Sin embargo, a pesar de estas ganancias temporales, la inflación distorsiona la


actividad económica normal; cuanto menos regular sea la tasa de inflación, mayor
serán estas distorsiones. Normalmente, los tipos de interés reflejan la tasa de
inflación esperada; cuanto mayor sea ésta, más altos serán los tipos de interés y
más aumentarán los costes de las empresas, además de disminuir los gastos de
consumo y el valor real de los bonos y las acciones. Los mayores tipos de interés en
las hipotecas y el aumento del precio de los alquileres disminuye la tasa de
construcción de viviendas. La inflación disminuye el poder adquisitivo de los
ingresos y de los activos financieros, por lo que reduce el consumo, sobre todo si los
consumidores no pueden, o no quieren, acudir a sus ahorros o aumentar el volumen
de sus deudas. La inversión de las empresas también disminuye a medida que la
actividad económica se reduce, y los beneficios son menores porque los
trabajadores demandan un aumento de sus salarios mediante cláusulas que obligan
a los empresarios a defender a los trabajadores de la inflación crónica mediante
subidas salariales automáticas en función del aumento del coste de la vida. Los
precios de casi todas las materias primas responden rápidamente ante señales
inflacionistas. Los mayores precios de los bienes que se exportan pueden disminuir
las ventas en el exterior, creando déficit comercial y problemas en los tipos de
cambio. La inflación es uno de los principales determinantes de los ciclos
económicos que provocan distorsiones en el nivel de precios y de empleo, así como
una incertidumbre económica a nivel mundial.
2. Antecedentes.-

La revolución de 1952 fue el inicio de lo que se vino a denominar el modelo de


capitalismo de Estado. Algo que es indispensable recalcar en el estudio de la historia
económica y política de Bolivia es el papel que jugaron los minerales tanto como
fuente de generación de empleos como de divisas.

9 de abril de 1952 es el día en que se produce en Bolivia una revolución popular,


encabezada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) de Víctor Paz
Estenssoro, que cambiaría por completo la faz económica y política del país. La
revolución "movimientista" puede ubicarse, sin mayor dificultad, dentro de los
lineamientos generales que definen el populismo latinoamericano, aunque se
caracterizó por una intensidad pocas veces vista en la región. Su contenido era
francamente anti oligárquico, opuesto a la concentración del poder económico y
político que un sector muy reducido del país había logrado apoyándose sobre las
Fuerzas Armadas, lo que le daba por lo tanto un tinte también antimilitarista. Contaba
con el concurso del sindicalismo organizado y de su líder, Juan Lechín, quien se
convertiría, andando los años, en un personaje casi legendario de la política boliviana.

Las transformaciones más importantes que realizó la Revolución del 9 de Abril fueron:

a) la nacionalización de la gran minería del estaño –principal producto de


exportación–cuyas minas pasaron a integrar la COMIBOL, Corporación Minera de
Bolivia;

b) una reforma agraria que repartió la tierra entre los campesinos, creando un amplio
sector de pequeños propietarios que sería fiel al MNR por varias décadas;

c) la concesión del voto a los analfabetos, que hasta allí no tenían derechos políticos
plenos y,

d) una profunda purga en las Fuerzas Armadas, que fueron prácticamente


reconstituidas en toda su extensión.

Paz Estenssoro, que gobernó de 1952 a 1956, implantó en el país el tipo de política
económica caracterizado por el proteccionismo, los subsidios, el intervencionismo y los
gastos descontrolados del estado

El resultado fue un enorme desequilibrio fiscal que, a su vez, produjo una inflación que
llegó a ser la más alta de América Latina para ese entonces y que obligó al segundo
mandatario del MNR, Hernán Siles Zuazo, a aplicar ciertas medidas severas de control
fiscal.

Siles gobernó hasta 1960, cuando lo sucedió otra vez Paz Estenssoro, pero la continuidad
del régimen de la revolución se quebró cuatro años más tarde: El Gral. René Barrientos,
quien era entonces vicepresidente, retornó a la práctica de los golpes de estado tan
habitual en la anterior política boliviana y asumió directamente el poder con el apoyo de las
fuerzas armadas
De allí en adelante, y especialmente después de su muerte en el cargo, se abrió un
período de inestabilidad donde se sucedieron rápidamente conspiraciones, golpes y toda
clase de regímenes políticos, incluyendo el del General Juan José Torres, que tenía una
clara orientación socialista y llegó a gobernar durante diez meses, entre 1970 y 1971

A Torres lo derrocó el Cnel. Hugo Banzer Suárez, quien implantó un régimen dictatorial,
redujo en algo el papel del estado en la economía y logró resultados bastante positivos en
cuanto a crecimiento e inflación. En efecto, Bolivia creció a tasas superiores al 5% anual
durante ese período y logró mantener la escalada de precios dentro de límites bastante
aceptables

Entre lo que podemos destacar del gobierno del Gral. Hubo Banzer Suarez tenemos:

 La tasa de crecimiento del PIB caía

 Se dejaba de exportar petróleo por el agotamiento de los pozos petroleros descubiertos por
la Gulf Oil Company.

 Las tasas de interés internacionales subían.

 La tasa de inflación presentaba ya inquietantes cifras, debido al aumento del medio


circulante por un aumento del crédito al sector público y por la disminución de la producción
que hizo aumentar los precios.

 El endeudamiento público externo evolucionó hasta hacer perder solvencia internacional.


Durante la presidencia de García meza se declaró la moratoria de la deuda pública a la
banca privada internacional haciendo al país oficialmente insolvente.

Después de catorce años de gobiernos ‘extra-constitucionales’ el clamor popular por la


democracia se hizo indetenible, y un movimiento de resistencia civil apoyado por la Iglesia
Católica forzó eventualmente a Banzer a convocar a elecciones. (Debería mencionarse
que las presiones internacionales también contribuyeron a la ‘democratización’)."

Una oleada de huelgas de hambre que se extendió por todo el país pesó decisivamente
para que se llegara a este resultado.

Lo que siguió fue otro de esos típicos períodos de inestabilidad que tanto han contribuido a
crear la imagen que tuvo Bolivia como el país de los golpes de estado. Las elecciones de
julio de 1978 fueron cuestionadas y el propio candidato supuestamente triunfante dio un
golpe incruento. A éste le siguió otro golpe en noviembre, nuevas elecciones al año
siguiente, un presidente interino elegido por el congreso, otro golpe de estado, otro
presidente designado por el congreso, nuevas elecciones y dos golpes de estado más,
hasta que finalmente el Gral. Vildoso, a la sazón en el poder, convocó nuevamente al
Congreso de la República para que, según la ley boliviana, designase al Presidente de la
República, ya que ningún candidato había logrado mayoría absoluta en las elecciones de
1980. El congreso eligió a quien había obtenido la mayor votación en esa ocasión: se
trataba nuevamente de Hernán Siles Zuazo quien, habiendo abandonado el MNR hacía
ya largo tiempo, encabezaba entonces la Unidad Democrática Popular, una coalición de
izquierda. En total se habían sucedido siete presidentes militares y tres civiles en apenas
cuatro años
Cuando Siles asumió la presidencia en octubre de 1982 la situación política estaba muy
lejos de haberse consolidado y la economía, por su parte, manifestaba ya signos
preocupantes de deterioro. Las presiones de la izquierda y el sindicalismo, fortalecidos tras
los últimos años de lucha, se sumaban a la presencia de una institución militar
acostumbrada a intervenir desembozadamente en la vida política del país, todo lo cual
conformaba un cuadro de debilidad institucional a la que no poco contribuía la carencia
casi absoluta de una verdadera tradición democrática.

La economía, por otra parte, conducida por gobiernos débiles y transitorios que poco
hacían para mejorarla, presentaba ya los signos característicos de la crisis final del
modelo de crecimiento hacia adentro. "Durante el período [de] 1976 a 1981, el déficit del
sector fiscal no financiero promediaba alrededor del 9,5% del PIB", lo cual inducía ya una
elevada inflación y un progresivo endeudamiento.

La situación financiera del país era grave: los ingresos fiscales disminuían en términos
reales y del mismo modo descendía la capacidad de pago frente a los acreedores
externos. Hacia mediados de 1981 se había llegado prácticamente a una cesación de
pagos con el extranjero y el gobierno militar había apelado a un control de cambios para
evitar el descenso de las reservas. La economía, en conjunto, se precipitaba hacia una
severa crisis.

En estas delicadas condiciones llegó Hernán Siles Zuazo nuevamente a la presidencia.


Bajo la amenaza latente del retorno de los militares a sus prácticas golpistas, y ante un
sindicalismo poderoso que reclamaba un rápido restablecimiento de su nivel de vida y
estaba dispuesto a todo por conseguirlo, Siles escogió la consolidación de la democracia
como su meta principal. Ello parecía comprensible pues la situación, como se ha
observado, se caracterizaba por "un sistema político con alto grado de inestabilidad, un
estado débil y reducidos márgenes de gobernabilidad", y una población a la expectativa
que depositaba muchas esperanzas en el nuevo gobierno civil.

Situación económica Antes de Siles

1963-1977, etapa que se caracteriza por altas de crecimiento económico, entre los factores
explicativos tenemos las altas tasas de inversión, esto debido a los enormes recursos
externos de mediados de la década de los 60’s el cual fue el más considerable desde
1930. El fuerte endeudamiento externo que se da entre 1972 y 1982, y dará inicio a una de
las peores crisis económicas, la cual comienza a manifestarse a principios de 1978. El
endeudamiento que sostuvo Bolivia durante el régimen de Banzer concentro el grueso de
vencimientos en el período (1979-1984), con lo que se provoca un fuerte estrangulamiento
externo. Gran parte de este segmento estuvo destinado a componentes vinculados a la
propia deuda. Todos estos elementos confluyeron en la inestabilidad política del país y en
una sucesión de cambios de gobierno ante la imposibilidad de hacer efectivas políticas
económicas que permitieran resolver el problema del sector externo, como se verá en más
adelante con el Gobierno de Siles Suazo.
DEUDA EXTERNA DE BOLIVIA

1972 1975 1978 1979 1980 1981 1982


Deuda Externa Total (Millones 645 857 2162 2555 2700 3219 3328
de US$)
Deuda de Largo Plazo (MN 636 840 1778 2003 2274 2803 2966
US$)
Pública y con Garantía Pública 622 824 1718 1908 2182 2723 2837
(MN US$)
Acreedores Oficiales (MN US$) 393 495 867 977 1096 1378 1498
Acreedores Privados (MN US$) 230 329 851 931 1086 1345 1339
Privada No Garantizada (MN 14 16 60 95 92 80 129
US$)
Uso de Crédito del FMI (MM 9 16 20 20 126 113 126
US$)
Deuda de Corto Plazo (MM 364 528 300 303 236
US$)
Deuda Externa Total
Como porcentaje del PNB 51.6 50.5 95.2 98.6 93.3 104.3 106.4
Como porcentaje de las 289.2 173.1 306.2 292.7 258.1 315 362.1
exportaciones
Servicio de la Deuda Pública de
Largo Plazo
En Millones de US$ 40 76 361 272 318 308 315
Como porcentaje del PNB 3.2 4.5 15.9 10.5 11 10 10.1
Como porcentaje de las 17.9 15.4 51.1 31.2 30.4 30.1 34.3
exportaciones
Transferencia Neta de Recursos
(Deuda pública de largo plazo)
En Millones de US$ 82 90 177 65 138 72 -6
Como porcentaje del PNB 6.6 5.3 7.8 2.5 4.8 2.3 -0.2
Como porcentaje de las 36.8 18.2 25.1 7.4 13.2 7 -0.7
exportaciones
Fuente: Morales y Pacheco, 1999 pp.179)

La deuda externa alcanzó en el período de 1972-1982 magnitudes insostenibles, llegando


en 1981 a ser mayor que el Producto Interno Bruto (PIB) y casi cuatro veces las
exportaciones de bienes y servicios. El servicio de la deuda (amortizaciones más intereses)
representaba más del 30% de las exportaciones (Morales y Pacheco, 1999 pp. 180). Si
bien el endeudamiento per se no era un problema, este era mal empleado, favoreciendo
solamente a una elite cercana al gobierno.

Podemos clasificar en tres períodos la experiencia en materia de exportaciones; entre


1952-1964, extrema vulnerabilidad económica; 1965-1976, crecimiento y diversificación
excepcionales; y 1977-1979, declinación.

Durante la fase de extrema vulnerabilidad económica, 1952-1964, la participación


extranjera adoptó principalmente la forma de donaciones oficiales. El período 1977-1978
se caracteriza por una fuerte desinversión extranjera destacándose los préstamos
externos. El auge de las exportaciones durante este período está basado en su mayor
parte en un efecto favorable de los precios, y más al contrario el volumen físico de la
mayoría de los productos no aumentaron, y en algunos casos experimentaron una
disminución.

DEUDA PÚBLICA E INFLACION EN BOLIVIA

3. Hiperinflación – Bolivia

El origen de la hiperinflación Boliviana se debió a tres grandes causas:

 Durante el proceso de endeudamiento de los países iberoamericanos, Bolivia no


estuvo ausente pues adquirió una gran deuda en los setenta y al subir los intereses
en los mercados mundiales a principios de los ochenta, no pudo seguir pagando su
deuda ni los intereses antiguos por medio de la solicitud de nuevos créditos; al
estar insolvente para pagar la deuda, el intento de devolverla creó tensiones
presupuestarias desencadenando elevadas tasas de creación de dinero.

 Los precios de las materias primas bajaron generando una disminución en la renta
real y de los ingresos del estado.
 La gran inestabilidad política provocó una huida de capitales nacionales y
extranjeros del país creando una espiral inflacionista que generó una depreciación
de la moneda y una mayor brecha entre los gastos del estado y sus ingresos.

 Durante el año 1983 se desataron los cambios climáticos ocasionados por la


corriente de “El Niño”, cambios que se manifestaron en forma de sequías en el
altiplano e inundaciones en los llanos orientales. La pérdida en la producción
agrícola resultante de estos fenómenos fue uno de los factores más influyentes en
el incremento de los precios, en especial de los productos alimenticios. Estas
pérdidas alcanzaban al 70% de la producción de los siete productos agrícolas más
importantes de la región y a 600 mil cabezas de ganado. Se estimaba que los
daños ocasionados por estos desastres naturales representaban el 5% del PIB de
ese año y que la economía tomaría cinco años en recuperar esas pérdidas.

La escasez de productos agrícolas y la caída en la producción hicieron necesaria la


importación de alimentos, ocasionando un importante drenaje de divisas y una
presión adicional a las escasas reservas internacionales del BCB.

 En 1983 se produjeron 278 huelgas que ocasionaron la pérdida de 802 días de


trabajo; en 1984 se produjeron 422 huelgas que interrumpieron más de 1500 días
de trabajo. Como resultado de estas huelgas los trabajadores obtenían salarios
más altos, situación que contribuía significativamente a la inflación y ésta afectaba
más que nada precisamente a los trabajadores, pues sus ingresos eran fijos.
La posición de confrontación de la COB contra los paquetes económicos fue uno
de los factores que más contribuyó al creciente proceso de inflación y al
consiguiente empobrecimiento del país.

 El importante déficit fiscal originado en las operaciones de las empresas públicas,


en especial las pérdidas de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), fue otro
factor incidente en el proceso inflacionario del período. En 1984 su déficit
representaba el 1.6% del PIB de ese año.

Este déficit fue causado por:

1. Baja en la producción del estaño


2. Caída de los precios del estaño en los mercados internacionales a partir de 1980.
3. La participación de los sindicatos en la administración de la empresa que produjo
altos niveles de ineficiencia administrativa, el bajo contenido de mineral en los
depósitos y una política de inadecuada inversión en equipos mineros afectó los
niveles de productividad e incidiendo en los costos de producción.
4. Alto grado de indisciplina y de robo de minerales por parte del personal.
5. La sobre valuación del tipo de cambio oficial repercutió sobre los costos de
producción.
6. Sobre empleo
7. Las llamadas pulperías alimenticias, mediante las cuales se proporcionaba un
subsidio a los mineros congelando los precios de algunos artículos alimenticios.

Por otra parte Siles, si bien logró que la democracia se consolidara, su política
económica resultó en definitiva desastrosa, ahondando la crisis del país hasta un
punto realmente inconcebible. La gran paradoja de su actuación como gobernante es
que, habiendo sido capaz de controlar la inflación provocada por Paz Estenssoro en su
primer gobierno, allá por los años cincuenta.

Errores y evolución de la crisis

En dos aspectos fundamentales pueden resumirse las equivocaciones del nuevo


gobierno: en su manejo de las cuentas fiscales y en la política cambiaria que
adoptó como parte del paquete de medidas económicas establecido en noviembre de
1982. Ambas líneas de acción resultaron a la postre decisivas para que toda la
situación económica del país escapase de sus manos.

El gasto fiscal aumentó bruscamente desde los mismos inicios de la nueva


administración, mientras los ingresos, paralelamente, acusaban un fuerte deterioro. Si
descontamos los efectos de la inflación, ya bastante elevada para el momento, y
medimos las magnitudes en términos reales, en pesos de 1975 por ejemplo,
encontramos que el gobierno elevó los gastos de 1.442 a 9.056 millones de pesos
bolivianos entre el tercer y el cuarto trimestre de 1982, en tanto que sus ingresos,
durante el mismo periodo, aumentaban apenas de 582 a 743 millones.

Semejante desequilibrio, que se mantuvo en los siguientes años de su gobierno,


resultaba totalmente inmanejable y sometía a la economía en su conjunto a una
tensión que ésta era incapaz de soportar.

La administración, queriendo respetar los compromisos con los partidos de izquierda y


los sindicatos, impuso aumentos generales de sueldos por decreto, implantó la
indexación salarial, congeló precios, aumentó el número de empleados del estado –
que llegaron a constituir el 26% del total de la fuerza de trabajo–y amplió los gastos de
personal de las principales empresas públicas, especialmente YPFB y la COMIBOL.
Esta última llegó a tener, al año siguiente, un déficit global equivalente al 1,6% del PIB
de todo el país, algo bien grave si tomamos en cuenta que, supuestamente, la
COMIBOL era la principal fuente de ingresos de Bolivia. Uno de los puntos que incluía
el paquete de medidas de noviembre agravó considerablemente estos problemas: era
el que disponía la cogestión, con participación obrera, en los directorios de las dos
empresas arriba mencionadas.

El primer plan de "ajuste" del gobierno de Siles, además, estableció un rígido control
de cambios que abarcaba todos los tipos de transacciones en moneda extranjera, una
paridad fija para la moneda, aumentos en los precios de los derivados del petróleo –
que vendía YPFB, la industria estatizada del sector–, nuevos precios máximos para
todos los bienes regulados y un aumento general del 30% en el salario mínimo, con
incrementos menores para las restantes categorías de asalariados. Según el decreto
todo el comercio exterior quedaba canalizado a través del Banco Central. Una de las
medidas más negativas fue la que pretendía "desdolarizar" la economía, convirtiendo a
pesos bolivianos todos los contratos previamente existentes en dólares, u otras
monedas, que se hubiesen pactado entre particulares o con el sector público.

Con este conjunto de acciones el gobierno buscaba tanto restablecer el nivel de vida
de la población, ya erosionado por la inflación, como aumentar el caudal de divisas
disponible, que había descendido mucho y resultaba insuficiente para cumplir los
compromisos existentes con el exterior. El resultado, en cambio, fue la aparición de un
mercado paralelo de divisas, el aumento del déficit fiscal –que llegó al 14,2% del PIB
en 1982– y, en definitiva, la emergencia de una incontrolable inflación.

Como la venta de divisas del Banco Central era prácticamente nula, y muy escasos los
bienes que autorizaba importar, se generaron desabastecimientos puntuales que
afectaron en importante medida al aparato productivo nacional. La escasez de divisas,
por otra parte, hizo que la cotización del dólar en el mercado paralelo fuese
aumentando sin pausa, pues las personas ya no podían recurrir a contratos privados
en dólares y tampoco se avenían a depositar sus recursos en el sistema bancario
nacional, que pagaba tasas muy por debajo de la inflación. En síntesis, la presión por
adquirir billetes norteamericanos se fue extendiendo a sectores cada vez más
amplios de la población, al punto que gradualmente todos deseaban poseer dólares
para protegerse de la inflación y la demanda de la divisa aumentaba sin control. La
progresión del precio del dólar, durante esta época, es fiel reflejo de lo que venimos
exponiendo: éste se cotizaba, en el mercado libre, a 256 pesos bolivianos en
septiembre de 1982, antes de la asunción del nuevo gobierno, pero a fines de ese año
había llegado ya a la cifra de 283 pesos; nueve meses después alcanzaba un valor de
761 pesos, muy superior al de la cotización oficial, que todavía se mantenía en 200
pesos. Las cifras, a partir de allí, siguieron la progresión siguiente:

Año Mes $ Oficial $


Paralelo
1982 Diciembre 200 283
1983 Diciembre 500 1,244
1984 Junio 2,000 3,250
  Diciembre 9,000 22,100
1985 Enero 9,000 60,100
  Febrero 50,000 120,000
  Marzo 50,000 121,000
  Abril 50,000 156,600
  Mayo 75,000 248,500
  Junio 75,000 448,000
  Julio 75,000 801,000
  Agosto 75,000 1,050,000

La respuesta del gobierno a esta escalada fue más bien defensiva: se actuó siempre
con retraso, implementando uno tras otro varios "planes económicos" que sólo
consistían en elevar los precios de algunos artículos, devaluar la moneda y, casi
siempre, fijar nuevas restricciones que sólo agravaban la situación. Las devaluaciones
sólo servían para ajustar con retardo unos precios que ya, en el mercado abierto,
habían alcanzado valores muchas veces mayores, por lo que no servían siquiera para
paliar la crisis. La brecha que mantenía el dólar oficial, por otra parte, contribuía a
agravar una situación donde el gobierno no poseía ya divisas, por lo que no podía
cumplir entonces ni con sus compromisos internacionales ni con el abastecimiento del
mercado local.
Tuvo que declararse, por ello, una moratoria sobre los pagos de la deuda externa ya
en 1982, al no poder cumplirse con la reprogramación que se había acordado el año
anterior. A ésta siguieron otras moratorias parciales mientras se proclamaba, en 1984,
que el país no pagaría al exterior más que una cifra equivalente al 25% de sus
ingresos por exportaciones. Si bien esta medida nunca llegó a ejecutarse cabalmente
–incluso porque era tanto el desorden causado por las continuas devaluaciones que
resultaba imposible calcular exactamente esas magnitudes– la banca internacional y
los organismos multilaterales suspendieron por completo el otorgamiento de nuevos
préstamos a Bolivia.

La política gradualista, de hacer pequeños ajustes en los precios pero sin atacar el
déficit fiscal ni satisfacer las demandas del exterior, llevó al gobierno a una paulatina
pérdida de control sobre la situación económica y política del país. El dólar seguía
subiendo, y con éste la inflación.

El PIB, entre 1980 y 1986 –años que de algún modo enmarcan la crisis– experimentó
un descenso del 10%, en tanto que la disminución del PIB per cápita fue,
naturalmente, mucho mayor, alcanzando al 22%. El sector informal crecía velozmente,
llegando a superar el 50% de la ocupación total, no tenían ya ningún sentido ni el
ahorro ni los proyectos a mediano plazo. Se vivía con sobresaltos, sin saber si el
sueldo podía alcanzar, sin tener idea de cuánto podían valer las cosas mañana.

Añ Mes Inflación
o Mensu Acumula
al da
198 296.5
2
198 328.5
3
198 Enero 9.6 9.6
4
  Febrero 23.0 34.8
  Marzo 21.1 63.3
  Abril 63.0 166.1
  Mayo 47.0 291.2
  Junio 4.1 307.1
  Julio 5.2 328.2
  Agosto 15.0 392.4
  Septiemb 37.3 576.1
re
  Octubre 59.1 975.9
  Noviembr 31.6 1,315.4
e
  Diciembr 60.9 2,177.2
e
198 Enero 68.8 68.8
5
  Febrero 282.7 377.2
  Marzo 124.9 496.2
  Abril 111.8 566.5
  Mayo 135.7 804.2
  Junio 178.5 1,513.7
  Julio 166.3 2,583.6
  Agosto 166.5 4,367.1
  Septiemb 156.5 6,891.4
re
  Octubre 98.1 6,761.1
  Noviembr 3.2 6,980.7
e
  Diciembr 16.8 8,170.5
e

Siles, con hidalguía, optó por convocar a elecciones anticipadas mucho antes de que
concluyera su mandato. El triunfador, por esas ironías de la historia, no fue otro que el
viejo líder del MNR, el revolucionario populista de 1952, Víctor Paz Estenssoro.

No sólo la hiperinflación afectaba de un modo terrible la vida cotidiana de la gente sino


que además el país no tenía casi reservas internacionales, todos los créditos del
extranjero estaban congelados, "el sistema tributario estaba totalmente erosionado,
pues las recaudaciones tributarias apenas alcanzaban alrededor del 1,65% del PIB" y
las empresas públicas estaban totalmente fuera de control. El PIB había descendido
de un modo notable, lo mismo que los ingresos reales de los trabajadores, y "ningún
organismo bilateral o multilateral quería hablar seriamente con el gobierno de Bolivia":
sus planes de estabilización eran incluso descartados en reuniones con el FMI y otros
organismos internacionales. "El país se enfrentaba a la difícil tarea de salir adelante
con sus propios esfuerzos".

Apenas tres semanas después, el 29 de agosto de 1985, promulgó el Decreto


Supremo No. 21.060 que contenía radicales disposiciones para modificar todas las
áreas importantes de la economía. La iniciativa, conocida como la Nueva Política
Económica (NPE), cambió por completo el curso que venía siguiendo Bolivia.

Las medidas contendidas en el Decreto Supremo 21.060 pueden resumirse como


sigue:

 Se estableció un régimen de cambio único y flexible, implementado por el Banco


Central de Bolivia a través de un sistema de subastas, haciendo que la paridad con
la divisa norteamericana quedara fijada por el mercado, aunque "administrada" por
el BCB dentro de lo que se denomina una flotación "sucia".
 Se autorizó a todo el sistema bancario a operar con moneda extranjera,
permitiéndose la apertura de cuentas en cualquier divisa.
 Se liberaron los intereses.
 Se abolieron las restricciones al comercio exterior, eliminándose prohibiciones y
cuotas, y se fijó un arancel único del 20% para todas las importaciones, aunque
esta medida luego fue modificada parcialmente.
 Se eliminó la inamovilidad laboral y se dispuso la liberación de los salarios del
sector privado –que de allí en adelante no estarían sujetos a fijación
gubernamental– decretándose el fin de la indexación que existía y del salario
mínimo (aunque éste luego fue restablecido, pero a un nivel muy bajo).
 En el sector público se congelaron los salarios hasta diciembre de 1985, se
unificaron gran cantidad de bonos compensatorios que existían y se congelaron los
cargos.
 Se mantuvo la liberación general de precios ya establecida, meses atrás, por el
gobierno de Siles Zuazo.
 Se elevaron los precios de los derivados del petróleo, llevándolos al nivel
internacional, así como los de otros bienes y servicios provistos por las empresas
públicas. El precio de la gasolina pasó de 4 a 30 centavos de dolar por litro.
 Se adoptaron diversas disposiciones para controlar efectivamente los flujos
financieros, los salarios y las contrataciones de personal de las empresas públicas.
 Se disolvió la Corporación Boliviana de Fomento y la Empresa Nacional de
Transporte Automotor, pasándose sus bienes a departamentos y municipios, y se
abolieron todos los monopolios excepto los que favorecían al estado en el campo
de los hidrocarburos, telecomunicaciones y algunos otros sectores más. Se
eliminaron los subsidios que recibía la COMIBOL.
 A diferencia de lo ocurrido con los "paquetes" anteriores de ajuste, el Decreto
21.060 no promulgó ningún aumento general de salarios por decreto.

b. PIB y Empleo.-
 El PIB representa el valor de los bienes y servicios generados en una economía
en un período determinado y es el resultado de la actividad desempeñada por
los trabajadores que operan en el ámbito productivo.

Entre 1980-1985, la producción de la economía nacional presenta una fuerte


tendencia al deterioro, estando en un proceso de contracción y disminución de
las actividades generadoras de productos y servicios.
En este período el PIB disminuyó a una tasa de 1,9% anual y los ingresos per-
capita cayeron a una tasa anual de 3,8%. Lo que quiere decir que el PIB, entre
1980 y 1986 experimentó un descenso del 10%, en tanto que la disminución del
PIB per cápita fue, naturalmente, mucho mayor, alcanzando al 22%. Razón por
la que el sector informal crecía velozmente, llegando a superar el 50% de la
ocupación total,

AÑO 1982 1983 1984 1985


PIB -4.36 -4.46 -0.6 -0.97

El crecimiento del PIB en este período fue negativo y muy variable alcanzando
en 1983 su más bajo valor (- 4%).
A lo largo de los 5 años la participación de los sectores productivos reduce
considerablemente su participación en el PIB. En términos relativos, en 1980
estas actividades participaban con el 60,67% mientras que en 1985 solo generan
57,84% del PIB. Por lo tanto en este período esta participación cae en 2,83%.
La minería, la industria manufacturera, y las construcciones explican en gran
medida esta declinación, la participación de estos sectores disminuye en 3.71%;
5.14% y 0.89%.
PIB por actividad económica.- En contraposición a los sectores productivos
resalta la mayor importancia que toman las actividades del sector improductivo.
En 1980 estas representaban el 39.33% del PIB, mientras que en 1985, el
42.16%.

PIB SEGÚN LA ACTIVIDAD ECONOMICA


EXPRESADO EN PORCENTAJE

Sectores/ Año 1980 1981 1982 1983 1984 1985


Agricultura, Caza y Pesca 18.86 8.58 20.33 18.08 22.26 24.45
Minería 10.6 0.86 10.25 10.66 10.58 6.89
Extracción Petrolera 7.62 5.68 6.3 6.19 6.23 6.15
Industria Manufacturera 15.2 13.78 12.36 12.54 10.81 9.88
Construcción 3.78 3.37 3.14 3.29 3.22 2.89
Electricidad Gas y Agua 0.67 0.75 0.79 0.85 0.85 0.89
Transporte y Comunicaciones 6.12 6.79 6.73 6.39 6.53 6.70
Total Sector Productivo 60.67 60.01 59.86 58.00 58.50 57.84
Comercio 11.08 11.98 11.45 10.67 10.57 11.06
Bancos y Seguros 14.41 13.99 13.87 14.44 14.01 13.79
Servicios Públicos y Privados 13.84 14.02 14.82 16.89 16.92 17.32
Total Sector Improductivo 39.33 39.99 40.14 42.00 41.50 42.16

 Empleo.- Durante este periodo la economía tiene una limitada aptitud para
generar empleos para la fuerza de trabajo, que participa e ingresa al mercado
correspondiente, generando así altas tasas de desocupación. En las ramas
productivas la minería, la industria manufacturera y las construcciones acusan
una notable disminución en el coeficiente de ocupación. Este fenómeno se
refleja en el despido de 29.513, 48.052 y 48.699 trabajadores en cada una de las
ramas mencionadas.

La Industria manufacturera desde 1981 achica la demanda de empleo. Entre


1981 y 1984 la ocupación se contrae en 27.843 trabajadores. Entre 1980 y 1984
se despidió a 47.017 trabajadores, debido a la contracción en las
construcciones. Los sectores de Electricidad, Transportes y comunicaciones
demuestran una aptitud de absorción de empleo, captando 26.770 trabajadores,
mitigando una alta tasa de desempleo. Así también el comercio y los servicios
públicos y privados absorben a 7.293 y 59.336 personas.

Por otra parte la administración, queriendo respetar los compromisos con los
partidos de izquierda y los sindicatos, impuso aumentos generales de sueldos
por decreto, implantó la indexación salarial, congeló precios, aumentó el número
de empleados del estado, que llegaron a constituir el 26% del total de la fuerza
de trabajo y amplió los gastos de personal de las principales empresas públicas,
especialmente YPFB y la COMIBOL. Esta última llegó a tener, al año siguiente,
un déficit global equivalente al 1,6% del PIB de todo el país,
EMPLEO EN EL SECTOR PÚBLICO

INSTITUCIONES/AÑO 1980 1981 1982 1983 1984 1985


Administración central 97.207 101.441 103.852 119.860 127.094 132.080
Administración descentralizada 81.399 83.378 83.791 88.004 90.491 93.745
Administración desconcentrada 589 591 602 602 575 610
Administración Local 8.333 8.547 8.962 8.953 10.305 10.695
Administración Autónoma 5.590 6.005 6.809 7.016 7.451 8.449

Durante los años entre 1980-1987, la PEA tuvo una tasa de crecimiento de
2.3%, mientras que la población ocupada disminuyó en 0.4%. Esto implica el
aumento del desempleo y la propagación del “sector informal urbano” y el
aumento del cultivo de la coca.
La tasa de desempleo subió desde 5.77% en 1980 hasta 20% en 1986.
La UDP recibió al país con 208.700 desocupadas y lo entregó con 375.868
(1985).

Viene al caso mencionar el elevado aumento de las actividades agropecuarias


entre 1980 y 1985 de 3.5% está influenciado por el incremento de la producción
de coca estimulada por el narcotráfico.

En 1978 el valor bruto de producción de coca representaba el 8% del valor de la


agricultura en el PIB. En 1982 aumenta su valor a 22%, y en 1984 llega a su
mayor nivel, 37%.

TASA DE DESEMPLEO
EXPRESADO EN TERMINOS RELATIVOS Y PORCENTUALES

AÑO 1980 1981 1982 1983 1984 1985


Tasa de Desempleo 5.77 9.68 10.89 13.04 15.15 18.23
Nº de Desempleados 105240 180353 208700 251786 315436 375688
c. Cuentas del Sector Externo.- En las cuentas del sector externo encontramos
todas las transacciones comerciales que realiza el país con el exterior

 Cuenta Corriente.- Durante este periodo se dieron saldos positivos en la balanza


comercial, producto de una fuerte reducción de las importaciones.
Las exportaciones bajaron el 30% entre 1981 y 1986, mientras que las
importaciones bajaron el 26.5% entre 1981 y 1986.

La reducción del comercio exterior que aparece en las cuentas corrientes de la


balanza de pagos puede ser también resultado de una disminución de las
operaciones registradas formalmente. A pesar de esto el déficit en cuenta corriente
se redujo de 466 millones de dólares en 1981 a 138 millones en 1984, a causa de
la importante baja en las importaciones, debido a la escasez de moneda extranjera.

 Cuenta de Capital

1. Deuda Externa.- La deuda e El endeudamiento externo creció más que el PIB


desde 1971: de 50 millones hasta 3642.50 millones, es decir una tasa anual
acumulativa del 9.5%. Durante el periodo de 1982-1985 tuvimos los coeficientes
de endeudamiento externo más críticos de la historia de Bolivia, pero gran parte
de esta deuda fue adquirida por los gobiernos anteriores, en especial durante el
periodo de gobierno del Gral. Banzer. Esta deuda se contrajo para la ejecución
de obras públicas y empresas públicas por parte del Gral. Banzer.

La deuda externa más preocupante fue aquella contratada con la banca


internacional de acuerdo a la tasa LIBOR, cuando esta tasa era del 6%. Pero en
1978 esta tasa subió al 16%, ocasionando graves aumentos en las obligaciones
de Bolivia.

En la cuenta capital el flujo positivo de recursos de 65 millones de dólares en


1981, se redujo a un flujo negativo de 159 millones de dólares en 1983.
Durante el período 1982 a 1984 las amortizaciones excedieron los desembolsos
provenientes de organismos internacionales de crédito.

Para solventar esta situación el gobierno recurrió a varias formas de


financiamiento:
 Crédito de apoyo a la balanza de pagos de 125 millones de dólares en 1981.
 Reestructuración de sus obligaciones por el equivalente al 7% del PIB en
promedio durante este periodo.
 Atrasos en los pagos.

Como resultado del déficit de la balanza de pagos entre 1980 y 1983 las
Reservas Internacionales Netas del Banco Central de Bolivia registraron saldos
negativos debido al aumento de la deuda externa de corto plazo y se
recuperaron a partir de 1983 como resultado de la puesta al día de los pagos
atrasados gracias a la venta de gas a Argentina y la suspensión de pagos por
una parte del servicio de la deuda externa. En 1983 el saldo de reservas netas
disminuyó sólo en 44,7 millones como resultado de la reestructuración de los
pasivos del corto plazo del BCB que se convirtieron en pasivos de mediano
plazo.
Durante el periodo de gobierno del Dr. Siles, que comienza en 1982, el
endeudamiento externo no adquiere relevancia. Recibió al país con una deuda
externa de 2803.30 millones de dólares y lo entregó al Dr. Paz Estenssoro en
1985 con 3294.10 millones de dólares de deuda, es decir, con un aumento de
491 millones de dólares cuyo destino se desconoce.
En lo que se refiere a los términos de intercambio éstos se mantuvieron estables
durante el periodo 1981-1985, debido fundamentalmente al incremento en el
precio de los hidrocarburos ocurrido en 1985 y la caída de precios de
importación en términos de dólar que amortiguó la debilidad de los precios de
exportación de los años siguientes.

Deuda Pública Externa de mediano y largo plazo (en millones de $U$)

 Reservas Internacionales.- Como existía una elevada deuda externa heredada


de gobiernos anteriores, en el cual al tratar de cumplir con las obligaciones
externas que cada vez eran mayores debido a las elevadas tasas de interés, las
reservas monetarias del país disminuían vertiginosamente, otro factor en la
reducción de las reservas monetarias fue la elevada brecha entre el tipo de
cambio oficial ya que no se podía abastecer al mercado local.

RESERVAS INTERNACIONALES NETAS


EXPRESADO EN MILLONES DE $U$

d. Sector Fiscal

Los ingresos del Sector financiero pasaron de representar del 44.8% del PIB al
25.3% en 1985, observándose en 1984 su nivel más crítico con 21.3%. Los
ingresos totales en representaron en promedio el 31.8% del PIB.
Desde 1980, los ingresos del gobierno cayeron de 9.6% a solo 2.4% en 1984,
debido a las siguientes causas:
 Una baja en las recaudaciones tributarias reales como resultado de la falta de
indexación efectiva de las mismas.
 El cobro de los aranceles a las importaciones en base del sobrevaluado tipo de
cambio oficial.
 Una menor entrada de los impuestos a las exportaciones de hidrocarburos y
minerales por una caída de sus precios internacionales.

Los ingresos tributarios en 1980 alcanzaron a 10.7% del PIB, en términos reales
decrecieron en 79.4% respecto a 1984 con 2.2%, lo que representaba en 1981 el
9.8%, en 1982 5.3%, en 1983 el 3.6% y en 1985 el 2.8%. El deterioro que ocurrió
en la recolección de estos impuestos fue mayormente atribuido a YPFB, pues no
pagaba impuestos sobre las ventas de gasolina y carburantes debido a su situación
de déficit financiero.
Los ingresos de Capital se redujeron en 80% entre 1980 y1982, principalmente
entre resultados de una fuerte caída de donaciones.

Déficit Fiscal.- Obtenemos un déficit fiscal cuando el sector público gasta más de
lo que recauda, para solucionar este problema el gobierno puede financiar su
déficit el endeudamiento con el público, el uso de reservas de moneda extranjera o
la emisión de papel moneda. En nuestro caso tenemos un gobierno que se ha
endeudado fuertemente en el pasado y que ha acumulado un pasivo muy grande,
por lo cual se obtendrá problemas para endeudarse más, tanto interna como
externamente, ya que sus acreedores potenciales dudarán de su capacidad para
pagar sus obligaciones. Como las deudas conseguidas eran de gran magnitud y las
políticas adoptadas no eran sostenibles y por mantener un déficit sustancial por un
período prolongado se agotó el fondo de reservas internacionales.

Motivos, porque el gobierno se vio obligado a enfrentar su déficit grande y crónico,


mediante la emisión del dinero. Como el déficit fiscal en última instancia se financio
con la emisión del banco central, creo una mayor presión sobre las variables
financieras pues estas no están respaldadas con la entrada de divisas o con
mayores niveles de producción.

Una de las medidas más negativas fue la que pretendía "desdolarizar" la


economía, convirtiendo a pesos bolivianos todos los contratos previamente
existentes en dólares, u otras monedas, que se hubiesen pactado entre particulares
o con el sector público lo que provoco el aumento del déficit fiscal que llegó al
14,2% del PIB en 1982.

Déficit en las empresas Públicas.- Las empresas públicas más importantes de


Bolivia han sido COMIBOL y YPFB. Por lo que un déficit en estas estatales
implicaría grandes indicios de desequilibrios económicos.

- YPFB durante el periodo 1981-1984 se llevaron a cabo dentro de un contexto de


producción decreciente (sus ingresos corrientes decrecieron del 9.3% al 7.8% del
PIB en 1984) e incremento de personal (de 4500 empleados en 1980 a 8000 en
1984). El gasto corriente de YPFB se incrementó del 3.5% al 3.9% del PIB. El
aumento de personal representó un incremento de costos de casi 0.1% del PIB en
el periodo 1982-1984.

Esta situación condujo a YPFB a reducir el pago de transferencias y regalías al


gobierno.

-COMIBOL sus ingresos cayeron del 4% en 1981 al 2% del PIB en 1984.Si bien sus
gastos corrientes bajaron, esto no compensó la caída de los ingresos y el déficit.
Éste se incrementó del 1% en 1981 al 1.6% del PIB en 1984.

Desde fines de la década de los setentas los déficit fueron financiados en gran
medida con recursos externos; sin embargo en 1980 la banca comercial
internacional paralizó sus préstamos y asimismo los gobiernos y bancos
multilaterales redujeron significativamente sus préstamos. Como resultado a partir
de 1982 el pago del interés de la deuda externa excedió a los préstamos del sector
público y se incrementó la transferencia neta de recursos de Bolivia hacia el
exterior. Este problema llegó al punto en que en 1984 se suspendieron los pagos
por el servicio de la deuda externa.

Para concluir podemos decir que la política fiscal aplicada por el gobierno boliviano
de la época se caracterizó por ser pasiva, ya que solamente intentó ajustar el
presupuesto a las condiciones macroeconómicas vigentes. A medida que se
incrementaba la inflación se modificó el rol de la política fiscal hasta ocasionar el
uso exagerado de instrumentos, tales como el crédito doméstico transferencias y
otros que incidieron en mayores desequilibrios y crearon un nivel de déficit alto en
el país.

Ingresos del Sector Fiscal.- Los ingresos tributarios de la administración central,


que representan la mayor parte de sus ingresos, se redujeron de un 7.7% del PIB
en 1981 a un 1.6% del PIB en 1984. Esto se debió a la contracción de la actividad
en la economía formal y el movimiento de la economía hacia la informalidad-(que
llego a alcanzar el 50% de la ocupación total)-acompañados de una reducción en
las tasas impositivas forzadas por las presiones sindicales a fines de 1983.
Sin embargo el deterioro de la recaudación de impuestos sobre bienes y servicios
fue mayormente atribuido a YPFB que demoraba o no pagaba el impuesto sobre la
venta de gasolina y carburantes.
Mientras que sus gastos en especial por la expansión del número de empleados de
la administración central que creció de 100 mil personas en 1981 a 127 mil en 1984
contribuyó grandemente al déficit del gobierno central.
En 1984 el gasto corriente llegó a su nivel máximo en los últimos 3 años, es decir
14.2% del PIB, reflejando el pago de intereses, transferencias y una serie de gastos
no clasificados que aparentemente son gastos del gobierno central en
importaciones y en servicio de la deuda.

INGRESO, GASTO Y DEFICIT DEL SECTOR PUBLICO NO FINANCIERO


EXPRESADO EN (NOSE TODAVIA)
DETALLE 1980 1981 1982 1983 1984 1985 PROMEDIO
Ingresos corrientes 44.3 37.2 35.6 25.9 21.1 25.1 31.5

Ingresos Tributarios 10.7 9.8 5.3 3.6 2.2 2.8 5.7


Venta de Bs y Sus 31.9 25.1 27.8 20.8 18.0 20.3 24.0
Otros 1.7 2.3 2.5 1.5 0.9 2 1.8
Ingresos de Capital 0.5 0.6 0.1 0.2 0.2 0.2 0.3
TOTAL INGRESOS 44.8 37.2 35.7 26.1 21.3 25.3 31.7

Gastos Corrientes 45.3 39.4 45 40.9 42.3 30.9 40.6


Servicios personales 14.1 12.2 10.3 9.3 14.5 9.4 11.6
Comisiones 3.4 3 4.1 4.2 3.1 6.6 4.1
Otros 27.8 24.2 30.6 27.4 24.7 14.9 24.9
Gasto de Capital 8.2 6.5 6.7 4.9 4.5 4.1 5.8
TOTAL GASTOS 53.5 45.9 51.7 45.8 46.8 35 46.5
DEFICIT FISCAL -8.7 -8.7 -16 -20 -25.5 -9.7 -14.7

e. Sector Financiero.-

Al asumir el Estado un rol protagónico en la economía de la nación, con el correr de


los años el empleo del sector público se incrementó significativamente en términos
numéricos, sin atender su propia eficiencia. Durante el periodo 1976-1981 el déficit
del sector público no financiero promediaba alrededor del 9.5% del PIB. Este
déficit, a falta de ingresos genuinos, fue financiado por los créditos de libre
disponibilidad que otorgaba la banca privada internacional durante ese periodo. Por
ello este déficit aumento considerablemente en 1982 representando el 14.2% del
PIB de ese año y luego en 1984 subió al 21.2% de PIB. Los ingresos del sector
referido disminuyeron al 17.6% del PIB en 1984 y por su parte los gastos
disminuyeron al 27.4% del PIB en 1984 y tan pronto como las fuentes de
financiamiento externo se agotaron el financiamiento del déficit recayó enteramente
sobre el crédito del BCB.

Entre los años 1983 y 1985 el sistema financiero de Bolivia atravesó una severa
desintermediación financiera que fue el resultado de la acelerada inflación, la
creciente tasa negativa real de interés y del mantenimiento de una tasa de cambio
oficial sobrevaluada.

Los altos niveles de crecimiento en el crédito del BCB para financiar el déficit del
sector público excedió por demás la demanda del sector privado de activos
financieros, situación que determinó una gran presión sobre los precios internos y la
balanza de pagos. El propio Banco Central había perdido el control de los
instrumentos de política monetaria.

La distorsión en los precios relativos llevó a un cambio en la preferencia del público,


que favoreció los activos en moneda extranjera sobre los activos en moneda
nacional.

En septiembre de 1985 el dinero en términos de pesos bolivianos de 1980 se había


reducido de 13.2 billones en 1981 a 3.2 billones y el cuasi dinero bajó de 6.2
billones en 1981 a 0.8 billones.

Para compensar los efectos negativos de la política cambiaria el gobierno recurrió


a incrementar los créditos al sector agropecuario, otorgados a bajas tasas de
interés real y que resultaron en subsidios fiscales indirectos para los productores.
Como medida paralela intentó controlar los precios de los principales productos
básicos.

Los productores agropecuarios, medianos y grandes, negociaron con el gobierno la


fijación de precios a los productos y las condiciones de acceso a divisas al tipo de
cambio oficial para la importación de insumos y maquinaria.

Como medidas del BCB para contener las presiones inflacionarias y mantener la
estabilidad económica se intentaron varias medidas transitorias en 1983:

 Se elevaron las tasas de interés para restringir los créditos.


 Se incrementaron las tasas de encaje legal (llegando al 100%) obligando a que
todas las operaciones se realizaran en moneda nacional.
 Se vendieron en cuatro meses más de 120 millones de dólares de las reservas
internacionales para financiar activos de importación y absorber la liquidez del
sistema bancario
Estas medidas resultaron insuficientes para detener la creciente inflación:

 La tasa de interés activa real en moneda nacional fue negativa entre 1982 y 1985.
 La tasa LIBOR fue superior a la tasa de interés pasiva boliviana entre 1977 y 1979.
 La tasa de inflación anual promedio entre 1978 y 1982 fue del 51% entre 1982 y
1985 fue en promedio de 1732%. En 1985 fue de 11750%.
Por otra parte otro factor incidente en la problemática de la época es la fuga de
capital ocasionada por la hiperinflación. Si bien no existe un indicador apropiado
sobre este fenómeno, existe un indicador muy importante que es la volatización de
los recursos bancarios.
El dinero y cuasi-dinero que en 1981 alcanzaba a 19.5 billones de bolivianos, en
1985 alcanzó apenas los 4 billones (medidos en términos de pesos bolivianos de
1980).

El sistema bancario boliviano en 1980 mantenía depósitos equivalentes a 700


millones de dólares y en 1985 no alcanzó ni el 10% de ese monto (siendo los
valores comparados a la tasa del mercado paralelo).

Por otro lado el flujo neto de capitales provenientes del fuentes internacionales
entre 1983 y 1985 cayó muy por debajo de las expectativas.

f. OTROS INDICADORES

 Salario Real.- Inicialmente para el control de la inflación se establecieron


programas heterodoxos caracterizados por políticas de ingresos basadas en
precios y salarios. El fenómeno critico que resalta en este periodo es la inflación del
84 al 85 donde adquirió el carácter extremo de la hiperinflación, la parálisis del
aparato productivo con su secuela de elevado desempleo y la elevación del nivel
de precios tuvieron una fuerte repercusión sobre los salarios y en general sobre los
ingresos de los trabajadores. Aunque algunos sectores laborales adquirieron mayor
capacidad de presión y pudieron mantener sus salarios reales como es el caso de
los mineros, petroleros, fabriles, en términos de tendencia todos los sectores tienen
un índice negativo. El gobierno elevó los gastos de 1.442 a 9.056 millones de
pesos bolivianos entre el tercer y el cuarto trimestre de 1982, en tanto que sus
ingresos, durante el mismo periodo, aumentaban apenas de 582 a 743 millones.
Semejante desequilibrio, que se mantuvo en los siguientes años de su gobierno,
resultaba totalmente inmanejable y sometía a la economía en su conjunto a una
tensión que ésta era incapaz de soportar.

La administración, queriendo respetar los compromisos con los partidos de


izquierda y los sindicatos, impuso aumentos generales de sueldos por decreto un
aumento general del 30% en el salario mínimo, con incrementos menores para las
restantes categorías de asalariados, a pesar de los incrementos saláriales
decretados durante la administración de SILES ZUAZO el incremento salarial solo
fue a expensas del incremento de la inflación que derivaron en mayores salarios
nominales para los trabajadores, y mayores precios inflacionarios por lo cual el
salario real perdió valor. El deterioro de la capacidad fue evidente el salario mínimo
real bajo, que tomándolo como referencia el índice del salario promedio y
comparándolo con de la productividad se percibe que en términos tendenciales, el
ritmo de la declinación salarial es mayor que la declinación del nivel del producto
por hombre ocupado.

SALARIO REAL EN PESOS BOLIVIANOS POR SECTORES PRODUCTIVOS


Ramas de actividad 1980 1981 1982 1983 1984 1985
Salario real anual de productivos. 36.153 32.874 23,747 26,165 30,288 18,964
Agricultura, caza y pesca 18.217 16.610 11.358 12.022 15.050 9.547
Minerales metálicos y no metálicos 54.720 48.233 48.444 56.218 55.568 14.209
Petróleo crudo y gas natural 168.480 176.577 125.681 135.145 278.304 143.353
Industrias manufactureras 62.184 55.807 40.562 54.440 68.527 39.430
Construcción y obras publicas 65.712 61.811 30.523 28.002 41.649 20.398
Electricidad, gas y agua 89.028 77.504 87.869 67.160 92.015 56.983
Transporte almac. Y 83.364 77.177 65.130 64.149 46.647 53.731
comunicaciones.
Salario real de improductivos 64.355 58.430 35.635 34.701 48.983 31.338
Comercio 79.512 72.427 46.689 47.960 47.949 37.900
Bancos y seguros 124.452 114.330 75.778 63.974 85.541 56.014
Serv. Públicos y privados 56.052 50.985 30.450 28.817 47.912 28.162
Salario real anual promedio 43.908 40.102 27.404 28.686 35.971 22.776

 Tipo de Cambio.- El primer plan de "ajuste" del gobierno de Siles, estableció un


rígido control de cambios que abarcaba todos los tipos de transacciones en
moneda extranjera, una paridad fija para la moneda, aumentos en los precios de
los derivados del petróleo –que vendía YPFB, la industria estatizada del sector–,
nuevos precios máximos para todos los bienes regulados y Según el decreto todo
el comercio exterior quedaba canalizado a través del Banco Central.

Como la venta de divisas del Banco Central era prácticamente nula, y muy escasos
los bienes que autorizaba importar, se generaron desabastecimientos puntuales
que afectaron en importante medida al aparato productivo nacional. La escasez de
divisas, por otra parte, hizo que la cotización del dólar en el mercado paralelo fuese
aumentando sin pausa, pues las personas ya no podían recurrir a contratos
privados en dólares y tampoco se avenían a depositar sus recursos en el sistema
bancario nacional, que pagaba tasas muy por debajo de la inflación.

El tipo de cambio en el mercado negro subía excesivamente sin control. La


progresión del precio del dólar, durante esta época, es fiel reflejo de lo que venimos
exponiendo: éste se cotizaba, en el mercado libre, a 256 pesos bolivianos en
septiembre de 1982, antes de la asunción del nuevo gobierno, pero a fines de ese
año había llegado ya a la cifra de 283 pesos; nueve meses después alcanzaba un
valor de 761 pesos, muy superior al de la cotización oficial, que todavía se
mantenía en 200 pesos.

TIPO DE CAMBIO OFICIAL Y PARALELO

AÑO TIPO DE CAMBIO PARALELO TIPO DE CAMBIO OFICIAL


1980 25 24.51
1981 30 24.51

1982 290 196

1983 1200 500

1984 23381 8571

1985 1724193 1589567

 Índice de Precios al Consumidor.- La estabilidad en los precios constituye uno de


los componentes básicos de la estabilidad económica de un país al reflejar el resultado de
un componente equilibrado de la economía pues los precios suelen reflejar los desajustes
entre la demanda y la oferta.

El índice de precios al consumidor (IPC) mide las variaciones de los precios al por menor
de una serie de artículos escogidos (canasta familiar) ponderados según su importancia en
el consumó de una familia. Tomando en cuenta el IPC en Bolivia se utiliza para medir la
inflación.  
La política gradualista, de hacer pequeños ajustes en los precios pero sin atacar el déficit
fiscal ni satisfacer las demandas del exterior, llevó al gobierno a una paulatina pérdida de
control sobre la situación económica y política del país. El dólar seguía subiendo, y con éste
la inflación, lo que provocaba un malestar social que se extendía de un modo generalizado
y preocupante. Se vivía con sobresaltos, sin saber si el sueldo podía alcanzar, sin tener
idea de cuanto podían valer las cosas mañana. Una fracción significativa de la población
abandonó entonces por completo la legalidad y se pasó a "la informalidad delictiva", en
buena parte vinculada al tráfico de drogas.
Los precios aumentaban a una velocidad vertiginosa los precios subieron el 614.675% em
el mismo periodo de ( 1982 a 1985)debido ha muchos aspectos entre estosque los
productores agropecuarios negociaban el tipo de cambio del tipo de cambio para la
importación de maquinaria e insumos , como puede apreciarse en las cifras que
transcribimos en el cuadro :

COMPORTAMIENTO DEL IPC

AÑO INDICE DE PRECIOS TASA DE INFLACIÓN

EN PROMEDIO %
1980 689,63 47,24
1981 923,12 32,13

1982 2063.52 123,54

1983 7750.27 275,58

1984 107058,22 1281,35

1985 12686008 11749,63

Siles, sin apoyo y sin una política coherente ante la crisis, intentó al final tomar algunas
medidas parciales para sanear la situación, como la eliminación del control de precios en
el mercado de bienes, pero ya era tarde para la rectificación: sólo otro gobierno, con un
nuevo acuerdo político que lo respaldase, podía intentar la tarea de detener la
hiperinflación y encarrilar nuevamente al país. Tratando de proteger al menos la reciente
democratización de Bolivia, Siles, con hidalguía, optó por convocar a elecciones
anticipadas mucho antes de que concluyera su mandato. El triunfador, por esas ironías de
la historia, no fue otro que el viejo líder del MNR, el revolucionario populista de 1952,
Víctor Paz Estensoro.

4. Bibliografía

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