UNIVERSIDAD NACIONAL ILMO, AYUNTAMIENTO DE
DE EDUCACION A DISTANCIA LA CIUDAD DE CEUTA
‘CENTRO ASOCIADO DE LA UNED EN CEUTA
ACTAS DEL Il CONGRESO INTERNACIONAL
«EL ESTRECHO DE GIBRALTAR»
EDICION POR
EDUARDO RIPOLL PERELLO
Y
MANUEL F. LADERO QUESADA
MADRID
1995JUAN ANTONIO MARTIN RUIZ,
JOSE MANUEL MARTIN RUIZ,
JUAN RAMON GARCIA CARRETERO
LAS COPAS TIPO | CASTULO DEL CERRO DEL CASTILLO
(FUENGIROLA, MALAGA). UNA APORTACION AL ESTUDIO
DE SU DISTRIBUCION EN EL AREA DEL ESTRECHO
INTRODUCCION
De entre el abundante y variado material arqueolégico procedente del yacimiento
del Cerro del Castillo que se encuentra en colecciones privadas, presentamas trece frag-
mentos de cerémica griega que atribuimos a diez piezas, tipoldgicamente homogéneas,
pues pertenecen al grupo denominado por B.B. Shefton (1982) «Cstulo Cups», que nos
servirdn para plantear la problemética actual de esta forma cerdmica en la Peninsula [bé-
rica, y discutir algunos aspectos relacionados con ella.
Esta forma fue: considerada, a partir de los estudios de N. Lamboglia (1952; 1954),
como una produccién campaniense, asigndndole en su clasificacién la referencia Lamb.
42A, Sin embargo, tras las excavaciones realizadas en el Agora de Atenas por la Univer-
sidad de Princeton desde la década de los setenta (Sparkes, Taleott, 1970), qued6 plena-
mente demostrado su origen griego, mds concretamente dtico, de tal manera que en los
Ultimos estudios sobre cerémica campaniense, como los de J.P. Morel (1981), esta forma
no se considera vinculable al mundo itélico, Estos productos griegos importados podfan
273tener, como indica J. Boardman (1986), una doble finalidad comercial. De un lado el
comprador podia estar interesado en el valor de su contenido (como en el caso del aceite
0 el vino transportados en las énforas), 0 bien su atencién podia centrarse en el valor in-
trinseco de las piezas, como este dltimo que debe aplicarse a las copas que estudiamos.
Este prototipo dtico fue sumamente imitado tanto por las poblaciones autéctonas de la
Peninsula como en otros ambientes culturales del Mediterraneo, ya sean griegos 0 ptni-
cos (Page, 1985; Morel, 1983a), lo que mostrarfa la gran aceptacién que tuvieron estos
productos.
DESCRIPCION DEL YACIMIENTO
El yacimiento de donde proceden estos fragmentos se ubica en el Cerro del Casti-
Ilo, promontorio costero con una altura de 35 m. sobre e! nivel del mar, cuyas coordena-
das geograficas son 36°31'38" de longitud Norte y 4°56'21" de latitud Oeste!, Su geo-
morfologia se constituye a partir de micaesquistos y cuarcitas del complejo Alpujérrride,
cuya edad geoldgica se inscribe entre las fases Paleozoica y Precdmbrica*. La ladera
Norte se ve limitada por la desembocadura del rfo Fuengirola, al Este por la playa y al
Oeste: por la Carretera Nacional 340, tras en su vertiente meridional la colina des-
ciende suavemente, formndose en su cima una pequefia meseta en la que se emplaza
una fortaleza musulmana, Los recientes trabajos de G. Hoffman (1987) amplian la infor-
macién disponible sobre la paleogeograffa de la zona y demuestran la existencia de una
variacién sustancial de la Ifnea de costa, que formaba un golfo que llegé a penetrar hasta
5 km, hacia el interior,
Sobre el afio 800 a.C. esa penetracién llegé hasta las proximidades del actual corti-
jo del Ahogadero, sufriendo un proceso de colmatacién por sedimentacién aluvial que,
sobre todo a partir de la Edad Media, hizo desaparecer tanto el golfo como el menciona-
do istmo que unia el cerro a tierra; su situacidn en la desembocadura de un rio, sobre
una pequefia peninsula hace que coincida con las caracteristicas generales de localiza-
cién que presentan los yacimientos fenicio-pinicos del litoral mediterraneo andaluz
(Aubet, 1987).
El topdnimo del yacimiento es conocido gracias a dos epfgrafes altoimperiales*, en
los que aparece denominado con el término Suel, Sobre su origen hay diversas teorias,
que podriamos sintetizar en tres opciones. La primera lo harfa derivar del topénimo indi
gena Syalis o Sualis’, una segunda se inclina por un origen fenicio-piinico®, en tanto que
para la tereera se vincularfa al mundo romano®. Esta ultima opinién, escasamente defen-
1 seaPa ToOPOGRARICO NACIONAL, F:1:50.000, Servicio Geogréfico Nacional, Coin, Hoja n* 1066, Madrid, 1977
2 MAPA GEOLAGiCO NaCtoNAL. E:1:50,000, Instituto Geolégico y Minero, Coin, Hoja n* 1066, Madd, 1976.
3 eat; Ml, 1944; ATENCKA, 1970, 48-49; OLIVA, 1981, 60-61.
4 SCHULTEN, 1955, 18; 1970, 585, OLIva, 1981, 51; Cravioro, 1933, 4-5.
5 Miuias, 1941; 313; FennAnpez-Cutcarko, 1942, 172; Soca-Sote, 1960, 498; Monrenporo, 1972, 350; Garcia ¥
BéLLipo, 1982, 314,
6 Vizquez, 1966, 53.
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