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en Argentina.
Ante el inminente pago de la deuda con el Club de París o, mejor dicho, con los países miembro
del mismo. Considero apropiado refleccionar en torno a varios ejes, estos son:
Partiendo desde el primer ítems la medida es indudablemente acertada y esto para contrarrestar a
los agoreros que desde algunas semanas venían pronosticando un default del país. En este
sentido el pago es una señal muy fuerte sobre la solvencia de la economía aún después de la
crisis con el campo y de paso pone en jaque a estos pseudo economístas, gurues internacionales
y, demás buitres de la city. Esto no es menor, parecería que varios (en realidad unos pocos) se
contentan con que a la mayoría de los argentinos nos vaya mal.
No faltó quien diga que en realidad el pago al Club no tiene efecto positivo porque, en palabras del
mismo, son los compradores de bonos defaulteados los que financiarán a la argentina en el futuro.
Este emergúmeno se refiere a los tomadores de bonos que luego fueron canjeados y que no
tomaron ninguna de las propuestas realizadas por el Estado Argentino en aquél momento. Al
respecto, la ley es contundente, quienes no tomen una de las propuestas de canje perderán lisa y
llanamente sus valores. Se me hace que estaría bueno que cumplamos con la normativa y no
como aparece en algunos medios diciendo que esta es una deuda que está momentáneamente en
el limbo y que habrá que enfrentarla en algún momento. Esta es una deuda prescripta por Ley,
reconocer la misma significa poner en condición de desigualdad a quienes aceptaron el canje con
una quita considerable sobre el valor de sus bonos y ayudaron de esa manera al país a salir de
su situación de default. No obstante en LaNación OnLine se lee:
Tras el pago al Club de París
Como vemos... hay gente que no se conformó con el daño que han hecho en los '90 y por las
dudas siguen tirando fichas al tablero... a ver si pescan algo. Evidentemente los críticos de esta
medida que nombra La Nación no pueden concebir mentalmente un pago sin renegociar porque
con su modelo económico no existe el superavits ni mucho menos las reservas de libre
disponibilidad... recordemos que el 1 a 1 cayó por la negación del FMI a prestarle fondos a la
argentina para mantener dicho tipo de cambio. Hoy no hace falta sacar créditos para mantener el
tipo de cambio sino lo contrario, sobran divisas para la política monetaria.
Desde el punto de vista de la Política Económica, el gobierno busca una mayor independencia de
la misma, lo que se constituye una postura política en sí . Es por esto que toma las herramientas
para evitar las auditorías del FMI, que muchas veces, sino siempre, se convierten en un
condicionante para la soberanía nacional. Este es un tema que ya es sabido públicamente y no
voy a ahondar en el mismo aquí.
Es basta la bibliografía respecto a la relación de la deuda pública frente al comportamiento de la
economía en general y los efectos sobre la economía ligada al sector privado. Esta medida, tiende
a bajar la tasa de crédito que toma el Estado y los privados en el exterior. A su vez, atrae
inversiones extranjeras que estaban frenadas por el default con el Club de París. Ésto nos permite
esbozar el perfil productivo a que apunta el gobierno, es obvio que los más favorecidos en el
sector privado por esta medida son las grandes empresas con capacidad para endeudarse en el
exterior. Pero, esta baja en las tasa, dificilmente lleguen a las pequeñas empresas puesto que sólo
pueden obtener créditos en el mercado financiero doméstico donde las entidades financieras no
modificarán sus tasas sino que aprovecharán a incrementar sus bastas ganancias ahora tomando
créditos más baratos en el exterior y siguiendo marcando tasas activas (desde el punto de vista
del sistema bancario) siderales.Espero equivocarme en esto, pero la historia en Argentina
demuestra lo contrario.
Concluyendo, esta medida marca un perfil productivo para la Argentina. El mismo consta de
favorecer los macroproyectos de inversión que sólo pueden costear las grandes empresas
nacionales e internacionales a las que se les facilita el acceso al "crédito barato" y al sistema
financiero que obtendrá un margen mayor entre la tasa pasiva y la tasa activa.