Este domingo 16 del tiempo Ordinario, la Liturgia nos invita a
buscar y hallar las múltiples realidades vividas que en nuestro
mundo noscizaña Desde la familiarizan con eljunto que crece Reinoaldetrigo, Dios. lo cual puede ser dañino a la simiente, Jesús propone la tolerancia y la espera del tiempo oportuno, como modos de proceder de Dios ante lo inesperado, lo adverso, y ante lo que no concuerda con los planes y deseos. ¿Asumimos, Surge como así una S. Pablo, pregunta: que todo sucede para nuestro bien? Desde lo pequeño de la semilla de mostaza que siendo pequeña se levanta hasta dar sombra y cobijo, Jesús nos muestra el modo que Dios tiene para hacer germinar el Reino desde lo minúsculo. Por eso hay que preguntarse: ¿Nos atrevemos a reconocer las pequeñas semillas del Reino que la Desde germinan realidaden denuestro mundo la levadura y en que nosotros llega mimos? a fermentar la gran cantidad de harina, el Señor presenta a un Dios que fecunda toda existencia por vieja, cansada o nueva que sea. Y nos sorprende, porque la magia de la levadura está en meterse en el alma de la harina (desde dentro) hasta lograr su misión. ¿Nos metemos También los hay que cristianos en el corazón del mundo hasta preguntar: lograr que fermenten los signos de la Salvación? En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la gente: El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los trabajadores dormían, un enemigo Cuando crecieron lasfue y sembró plantas y secizaña en medio empezaba del trigo a formar la y se marchó. espiga, apareció también la cizaña. Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió la cizaña? El les respondió: Seguramente lo hizo un enemigo mío. Ellos le dijeron: ¿Quieres que vayamos a arrancarla? Pero él les respondió: No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen Luego les propuso estaprimero la cizaña otra parábola: El yReino átenladeen los gavillas Cielos para quemarla; se parece a la ysemilla luego almacenen de mostaza el que trigounoen mi granero. siembra en su huerto. Ciertamente que es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas. [ Comienza la oración ] Les dijo también otra parábola: El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa terminó por fermentar. Jesús exponía a la gente todas estas cosas en parábolas, y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto Luego desde dejó a lala fundación gente y sedel fue mundo.» a casa. Entonces se acercaron sus discípulos y le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo. Jesús les contestó: El sembrador de la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; el tiempo de la cosecha es el fin Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el del mundo, y los segadores los ángeles. fin del mundo: el Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. Palabra del Señor.[ Comienza la oración ] Al final, rezo el Padrenuestro, saboreando cada palabra. [ Continúo ] Me sereno para esta cita con Dios. Me acomodo con una postura que implique todo mi ser. Al ritmo de la respiración doy lugar al silencio. ( Una y otra vez repito este ejercicio )
[ Continúo la oración ] NOTA: La oración preparatoria me ayuda a experimentar libertad de apegos. La repito tantas veces como quiera, dejando que resuene en mí.
NOTA: Este paso merece hacerlo con esmero. Le dedico
unos 10 minutos. [ Sigo adelante ] (Si me ayuda, puedo decir varias veces la petición) [ Sigo adelante ] ¿Señor, quieres que vayamos a arrancar la cizaña? NO LA ARRANQUEN. No sea que al arrancar la cizaña, Para arrancar la arranquen también el trigo. cizaña hace falta saber distinguir bien. Supone el discernimiento. Porque sólo desde la sabiduría que interpreta los signos de Dios podemos atinar en nuestras Nunca dejes de combatir el decisiones. mal. Pero recuerda que la verdad es más verdad cuando está iluminada por la Arrancar es más fácil que caridad. sembrar. Por eso, pregunta, escucha y espera. Y encontrarás nuevas posibilidades que te ayuden a superar el afán de [ Y continúo la oración ] extirpar. ¿Señor, quieres que vayamos a arrancar la cizaña? NO LA ARRANQUEN. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha. No hay por qué afirmar con tanta certeza, al menos en cuanto a las personas, que no queda más alternativa que arrancar la cizaña. Jesús no tiene tan Si nos detenemos claro que eso seaa pensar así. en lo que más conviene, descubriríamos que esperar un poco, antes de arrancar la cizaña, puede terminar favoreciendo, en alguna medida, El tiempo de la cosecha es el nuestra vida. tiempo sabio. Si somos capaces de darle tiempo a las cosas, ¿por qué no a las personas? Eso sí, no dejes nunca de acompañar ese tiempo para que realmente sea de Dios. [ Y continúo la oración ] ¿Señor, quieres que vayamos a arrancar la cizaña? NO LA ARRANQUEN. En el tiempo de la cosecha Yo diré a los segadores: arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para Sólo es de Dios quemarla; entrar y luego en la almacenen el trigo en mi granero. siembra que es la vida de las personas y acertar en el tiempo y en el modo de arrancar la cizaña. Y sólo a nosotros hacer caminos hasta Sólo eselde Dios tiempo de dar todo la lo cosecha. que se nos da, incluso aquello que mucho nos preocupa. Y de nuestra parte sacarle el mayor provecho para Sólo nuestra es de salvación. Dios arrancar, separar y colocar en el sitio adecuado lo que estorba a nuestra salud integral. Y a nosotros nos toca evitar la pretensión de sustituir a [ Y continúo la oración ] Dios. Los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros. Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. La creación, en efecto, fue sometida al desorden, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia. El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, porque no sabemos pedir como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Nosotros tenemos la certeza que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman. (Romanos 8, 18-26.28a)
[ Comienza el Cierre de la oración ]
Para centrar la experiencia vivida en la Oración, respondo en forma sencilla las siguientes interrogantes: