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Historia

“La Farmacia
Veterinaria en los Museos”
Boticario rodeado de sus
redomas para preparar
los medicamentos
(siglo XVII)
Museo de Farmacia
Militar. Madrid.

asi con precisión


C matemática todos
los museos del mundo
que se dedican a mostrar
la evolución del ejercicio
de la medicina animal,
disponen de una sala en
la que se expone la evolu-
ción de la farmacia
veterinaria. Las obras clá-
sicas de albeitería
española y portuguesa
siempre describieron en
una parte de su texto la
preparación de recetas
para ser aplicadas o sumi-
nistradas a los animales
de utilidad al hombre. En
épocas remotas la elabo- Vista parcial de una de las mejores colecciones de especies botánicas con actividad
ración de recetas por los terapéutica que se conservan en el Museo de Farmacia Militar. Madrid.

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predecesores de los veterinarios siempre guardó un


halo de misterio, como también sucedía con la que
efectuaban los boticarios, aromateros y físicos.

La prescripción de las recetas por los médicos y


veterinarios siempre conservó ese misterio, acre-
centado por la liturgia que se seguía en las boticas
durante su preparación. Ese mundo intransitable
entre de lo que se prescribía a hombres y animales
y lo que se expendía en botica se fue aclarando po-
co a poco. A la creación de los jardines botánicos
siguió la de los jardines de plantas medicinales de-
pendientes de conventos, personas reales y
autoridades principales, alcanzando su punto más
importante con las referencias de los conquistado-
res españoles del Nuevo Mundo; nos referimos a
los jardines botánicos que el emperador
Moctezuma mantenía en la ciudad de México, en

Botiquín veterinario con la


farmacia al fondo.
Remonta de Granada.
Primer Establecimiento de
Úbeda (1898)
Instituto de Historia y
Cultura Militar. Madrid.

Caja conteniendo el botiquín


y la farmacia veterinaria
(1898)
Cortijo de Moratalla.
Remonta de Córdoba.
Instituto de Historia y
Cultura Militar.

Chalco y en Huaxtepec. Cuando se creó el Real


Colegio-Escuela de Veterinaria se dispuso que,
La prescripción de las recetas anexo al edificio principal, existiese una huerta en
por los médicos y veterinarios la que se cultivasen las especies más útiles al sos-
siempre conservó ese misterio, tenimiento de los animales que debían quedar
hospitalizados en sus dependencias.
acrecentado por la liturgia que se
seguía en las boticas durante su La relación entre el profesional de la medicina ani-
preparación mal y el medicamento se pierde en la noche de los
tiempos. Durante muchos años los albéitares más

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Preparación de una receta magistral por un veterinario


(1920). Museo de Veterinaria Militar. Madrid.

Botamen de farmacia veterinaria. Botiquín del Bote conteniendo una receta magistral para uso veterina-
Servicio veterinario del Grupo de Regulares nº5 de rio (1921). Aplicación tópica para las inflamaciones de la
Melilla (1945. Colección completa en el Museo de cruz del caballo y mul. Botamen de farmacia veterinaria,
Veterinaria Militar. colección compuesta por 150 botes y albarelos.

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ilustrados y los veterinarios más aventa-


jados dispusieron en sus clínicas de
unos elementales instrumentos de labo-
ratorio para someter los medicamentos
simples -suministrados por los drogue-
ros, especieros, los boticarios e incluso
la propia naturaleza- a ciertas operacio-
nes mecánicas, físicas y químicas para
poder de este modo ser suministrados a
los animales. En la Real Botica de
Palacio se conservan los registros de las
recetas que preparaban los protobotica-
rios de Palacio; entre ellas se encuentran
algunas que prescribían los mariscales o
albéitares al servicio de las reales caba-
llerizas. Precisamente Segismundo
Malats, primer director del Real
Colegio-Escuela de Veterinaria de
Madrid, disponía de una secreta fórmu-
la para preparar el misterioso “Bálsamo
de Malats”

Todo este interesante y bellísimo patri-


monio de la farmacia en general y de la
veterinaria en particular se aplicó a la
medicina animal y en la actualidad se ex-
pone en diferentes museos para
contemplación y deleite de los visitantes.

Para el veterinario del siglo XXI y tam-


bién para los estudiantes, el
conocimiento de esta rama de la tera-
péutica es muy ilustrativo para
Vista parcial de la sala dedicada a los veterinarios
comprender los medicamentos utilizados
Musée du Val-de Grâce. París.
en las diversas patologías. En siglos pasa-
dos –siglos XVI al XVIII- la farmacia fue
considerada más como un arte que como
una ciencia; fue, en una palabra, una ciencia de Historia y Cultura Militar y de los museos de vete-
aplicación o un arte razonado. rinaria y farmacia militares de Madrid así como en
el museo del “Service de Santé des Armées” en Val-
Pero los avances de la física, la química y la biología de-Grâce de París, donde la veterinaria tiene una
vinieron a cambiar el panorama de la terapéutica y sala que puede ser visitada por los amantes de la
del arsenal farmacológico de los botiquines, clínicas historia de nuestra profesión. Son los museos una
y hospitales veterinarios. La hipiátrica tradicional, verdadera fuente de documentación y de arte para
mantuvo con el paso de los años algunas fórmulas comprender la historia y el ejercicio de la medici-
magistrales que se han seguido conservando a pesar na animal. ¥
de los avances de la química farmacéutica.
Dr. Luis Moreno Fernández-Caparrós.
Para entretenimiento del lector hoy traemos a los Veterinario Militar
páginas de la revista “Centro Veterinario” algunas Presidente de la Asociación Madrileña
imágenes que hemos obtenido del Instituto de de Historia de la Veterinaria

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