MANIFIESTO TORDESILLAS Cuesta creer que cada Septiembre, y ya van cinco, tengamos que reunirnos en Tordesillas y en Valladolid para

denunciar lo que aqu ocurre, y para expresar a la clase poltica la vergenza y la indignacin que nos produce saber que esta locura, cuenta con el amparo legal, con el apoyo econmico y con el patrocinio meditico de la Administracin. Todos los aos albergamos la esperanza de que sea la ltima vez que haya que convocar a esta protesta, pero nunca es asi, en Tordesillas se repiten las muestras de perversin del ser humano, mientras toda Espaa y el resto de Europa se estremecen ante tales actos de salvajismo, todos menos unos pocos, los que disfrutan con ellos, aquellos para los que supone un negocio y nuestros Gobernantes, cmplices de esta barbarie y sin duda, responsables ltimos de la misma. Gracias a todos los que hoy habis tenido el valor de estar aqu, expresando vuestro rechazo a tanta crueldad, no es fcil hacerlo sabiendo cmo ltimamente, ser la voz de los animales y exigir el fin de su maltrato, es una labor peligrosa. Quien es violento con un toro, no renuncia a su agresividad ante las personas y lo estamos comprobando. Tal vez, Moscatel cierre esta negra lista de asesinatos legales cometidos en Tordesillas, pero si no es as, seguiremos luchando da a da contra esta atrocidad y por supuesto, el prximo ao volveremos a estar aqu. No les tenemos miedo y no nos vamos a callar jams, nuestro silencio, no va a ser cmplice de la crueldad como lo es la indiferencia de los polticos, porque estamos a favor de la vida y de la civilizacin, no de la transmisin del sadismo como manifestacin artstica y valor cultural. Nuestra razn es la justicia universal, cul es la de ellos para torturar a un toro y celebrar su sufrimiento?. Ni Tordesillas, ni Valladolid, ni Espaa, merecen ser conocidos por el comportamiento despiadado y feroz de unos cuantos hombres con los animales, y cuanto ms tiempo pase sin que se prohiban acciones tan degradantes, mayor ser nuestra humillacin por consentirlas. Expresemos de forma rotunda nuestra repulsa por estos crmenes, y obliguemos a los polticos a comprometerse con su erradicacin. Podemos hacerlo, la vida de muchos animales y nuestra dignidad como seres humanos as nos lo exigen. Muchas gracias a todos. Julio Ortega Fraile