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“Año de las cumbres

mundiales
en el Perú”

HOMOSEXUALIDA
D: interés sexual
Un fenómeno social

Céspedes
Mendoza, Jorge Urbano.
USMP – filial norte | Facultad de Medicina
Humana
Psicología Médica
Chiclayo, 25 de mayo de 2008
Homosexualidad: interés sexual

HOMOSEXUALIDAD:

Empezaremos por definir, que es una conducta sexual humana. La conducta


sexual humana por su naturaleza es muy compleja; que ha pasado por un proceso de
cambio a través de la evolución y es innato al hombre. En el ser humano hay
elementos propios de la conducta sexual animal. La conducta sexual es my compleja
en el humano debido a que está sujeta a decisiones, tendencias, educación humana,
formación, valores, desarrollo psicoafectivo, en el que influye decisivamente el
ambiente familiar.

En resumen la visión de la conducta humana es como un conjunto integrado de


aspectos intelectuales, físicos y psicoafectivos, que van a actuar sobre la conducta
humana sexual y estos aspectos no ha sido apreciada debidamente por entidades que
consideran la conducta homosexual como un trastorno mental, a lo largo de la historia.

La homosexualidad data de años muy antiguos en el imperio antiguo de Egipto


sobre dos funcionarios hombres Nianjjnum y Jnumhotep, ambos estaban casados y
que tenían hijos. Entonces no es un tema nuevo e incluso existe conducta animal
homosexual, pero eso es otro punto aparte.

De la homosexualidad se han dado versiones excluyentes: espiritualistas (esa


conducta es sólo fruto de una decisión personal), biologistas (es sólo fruto de una
dotación genética o neuroanatómica peculiar), o culturales (es sólo fruto de la
educación o de los condicionantes psicoafectivos). Cada una de estas tres
interpretaciones valora al homosexual de modo distinto. En el primer caso, el
homosexual es sólo culpable. En el segundo, es un títere inocente de sus tendencias
alteradas. En el tercero, ha sufrido, a su pesar, una influencia externa negativa.

Pero ni una de estas tres definiciones o visiones están correctas, debemos


observar la conducta homosexual más allá de lo que se piensa, cualquier concepto o
interpretación simplista no llevará a su concepto. Debemos entender que la conducta
del hombre no es resultado sólo de decisiones, ni sólo de pulsiones innatas, ni sólo de
hábitos inculcados, sino que es resultado de una interacción compleja de estos
factores: social, cultural, ambiental, pulsiones determinadas genéticamente y
decisiones, ambas moduladas por la educación recibida (psicológicos y éticos).

La homosexualidad engloba un concepto complejo en su significado más allá


que su significado literal. La homosexualidad es una orientación sexual, que con lleva
a una conducta de interés sexual poco común, hacia la persona del mismo sexo. Para
Gelder: la homosexualidad como pensamientos y deseos eróticos a una persona del
mismo sexo y cualquier conducta sexual asociada. Ahora lo pésimo de esta definición
es que es muy incompleta; de la homosexualidad se dice mucho, pero lo que no se
explica es su naturaleza, ya que esta abarca varios parámetros como neurofisiológicos,
genéticos, educacionales y sicológicos.

A través de los años las sociedades tratan de controlar la conducta sexual de su


miembros, tildando algunos interés como normales y otros patológicos o causado por
trastornos mentales. Esta categorización de los intereses sexuales cambian
constantemente con el pasar de los años o nuevos conceptos incluidos. Por ejemplo la
masturbación, el sexo oral, el sexo anal y la homosexualidad estuvieron en su
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Homosexualidad: interés sexual

momento considerados trastornos mentales es más se les consideraban síntomas de


trastorno mentales. Actualmente son aceptados como una expresión sexual saludable;
pero quienes se encargan de categorizar estos intereses sexuales, los que evalúan los
intereses sexuales poco habituales son guiados por los factores sociales, históricos,
políticos, culturales y religiosos. El problema residen en comprender que un trastorno
sexual no equivale a un interés sexual marcado.

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) encargada de publicar el DSM


(Manual Diagnóstico y Estadístico); documento que describe los rasgos y diagnósticos
definitorios de los trastornos mentales reconocidos, durante un tiempo es sus inicios
considero a la homosexualidad como una enfermedad causado por un desorden
psiquiátrico. Este manual conllevó a que el constatar la conformidad o equiparación de
los interés sexuales pocos comunes con estos rasgos o diagnósticos psiquiátricos se
lleve a la utilización para justificar la opresión de las minorías sexuales
(homosexuales), pero lo malo es que no existe una conducta típica común de la
homosexualidad que entre en los parámetros de diagnostico psiquiátrico, que lo
categoriza científicamente como un trastorno sexual. Englobando mas allá, por lo que
este tema de discusión de homosexualidad no es solamente un asunto científico sino
un asunto de derechos humanos. Entonces estudios científicos previos determinaron
que no se puede sostener una teoría de que los homosexuales encajen en
estereotipos sexuales psiquiátricos específicos, debido a una carencia de investigación
objetiva. Por este motivo la homosexualidad fue retirada de la DSM hace unos 30 años
aproximadamente.

La DSM luego de haber eliminado a la homosexualidad, introduce un nuevo


concepto de trastorno mental: "Ni el comportamiento desviado (ej., político, religioso o
sexual) ni los conflictos que hay fundamentalmente entre los individuos y la sociedad
son trastornos mentales a menos que la desviación o el conflicto sea un síntoma de
disfunción en el individuo"; con lo que podemos analizar que la homosexualidad no
puede considerarlo un desorden sexual, debido a que no causas disfunción en el
individuo homosexual. (DSM IV); ahora un conflicto emergente reside en que los
diagnósticos psiquiátricos según la DSM afectan las decisiones sobre la custodia de
los niños.

Los médicos saben que a través de que no existe alguna investigación científica
que afirme que las personas nacen homosexuales. Todo profesional de la salud sabe
que no hay genes gay, por lo tanto genéticamente no existe el homosexual. Los
médicos han notado en el caso de los varones homosexuales, un problema en la
identificación del niño con el padre, problemas que impiden que el niño internalice la
figura y personalidad del padre, dejando un vacío del progenitor en su corazón.
Algunos homosexuales pretenden aislarse de la verdades médicas, también hay de los
homosexuales que están abiertos a entender y dialogar para conocer de las verdades
científicas del origen homosexual y no se aferran a una mentira para justificar sus
actos, pero no existe datos científicos que corroboren el origen genético de los
homosexuales.

Los importantes avances en la investigación genética en torno a la


homosexualidad realizada por los investigadores de la Universidad de Chicago ponen
una vez más sobre la mesa el palpitante dilema que se cierne sobre la presencia o no
de genes determinantes de la homosexualidad. Médicos y científicos durante casi
veinte años han recibido copiosa información sobre la presencia de genes que
determinarían la orientación sexual de las personas, pero lo cierto es que hasta ahora
esta teoría no pudo ser comprobada. Ahora los investigadores centran su atención en
los genes que permiten al ser humano reaccionar en contra de las tendencias
homosexuales que, como ya se sabe, son universales y terminan diluyéndose en una
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Homosexualidad: interés sexual

época temprana de la niñez. Se inventan noticas e incluso investigaciones


supuestamente científicas para afirman que se está acercando a la verdad soñada por
los activistas homosexuales, ellos darían muchísimo de si por escuchar la noticia que
se descubrió que ser homosexual es algo con lo que se nace. Pero su sueño de
fantasía no es real, es fantasía, no es real que alguien nace gay y con esto escapar a
su responsabilidad

Si profundizamos nuestro estudio del hombre y de la mujer por medio de las


ciencias de la medicina, la psicología y la sociología, nos damos cuenta de que el
hombre y la mujer son distintos pero complementarios. Y esta complementariedad se
da no sólo a nivel físico, sino incluso a nivel psíquico y espiritual. Ello no debería
sorprendernos para nada, puesto que, como ya hemos señalado, la persona humana
es un todo, una unidad integrada de dos dimensiones esenciales: el alma y el cuerpo.

Para la religión; el homosexualismo es una especie de epidemia. Lo considera


un mal, un daño humano, que constituye un grave desorden moral, e implica también
una concepción equivocada de la sexualidad y de la persona humana. Para la religión
la persona humana es una unidad sustancial de cuerpo y alma. Entonces de este
concepto la iglesia parte que el cuerpo tiene una gran importancia moral, con una
implicación inherente a la unidad sustancial de cuerpo y alma de la persona humana.
Para los religiosos el cuerpo es el primer mensaje natural que Dios le da al ser humano
acerca del ser humano. La manera en que fue creado el cuerpo del hombre y de la
mujer por Dios, nos dice mucho acerca de qué es la persona humana y cómo debe
comportarse la persona humana. Para le religión es hecho ineludible que la naturaleza
humana se manifiesta en la creación de dos modos y sólo de dos modos: masculino y
femenino. Entonces ellos se basan en sus escritos en la biblia y dicen que si la
persona humana es una unidad sustancial de alma y cuerpo; el cuerpo es parte
intrínseca de la persona al punto de que me indica en gran medida qué significa ser
persona, entonces de todo ello se sigue que no puede existir el ser homosexual. El
homosexual es una imposibilidad antropológica. Dios nos ha creado hombre y mujer,
no homosexuales, ni lesbianas, ni transexuales, ni ninguna otra cosa que no sea
masculino y femenino. Considerando la confusión en la identidad sexual es una de las
grandes tragedias de nuestro tiempo.

Lo que la iglesia no abarca es que sabemos que existen personas con


sentimientos homosexuales. Lo que podemos deducir que esos sentimientos no
definen lo que la persona es. Una cosa es sentir y otra cosa es ser. Para esto la
religión define ala homosexualidad como un fenómeno que origina un desorden
emocional por medio del cual la persona confunde su identidad sexual, hasta el punto
de creer erróneamente que su complementariedad está en los que pertenecen a su
propio sexo, en vez del sexo opuesto.

La Iglesia quieren enseñarnos a distinguir entre la inclinación homosexual


diciendo que no es pecado en sí misma, aunque inclina al pecado y a actos
antinaturales, y por tanto es un desorden objetivo y que todo acto homosexuales, que
sí son actos intrínseca y gravemente inmorales y que constituyen pecados graves
cuando se comenten con pleno conocimiento e intención. (Congregación para la
Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana sobre algunos aspectos de ética
sexual).

Para los movimientos homosexuales refieren que este interés sexual es un


modo de ser de la persona; pero esto lleva a implicaciones morales funestas, no sólo
para la persona misma, sino también para el matrimonio, la familia y la sociedad.

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Homosexualidad: interés sexual

En efecto, la actual campaña, que se lleva a cabo en muchos lugares, para


legitimar las "uniones" homosexuales y los presuntos "derechos" que las acompañan
(adopción de niños, etc.), no sólo constituyen en sí mismas un grave desorden moral y
social sino que, incluso, tienden a crear una gran confusión en la conciencia colectiva,
acerca del sentido verdadero de la sexualidad humana y de la institución del
matrimonio. Ello es grave; porque la sexualidad es parte importante del matrimonio, y
éste es el fundamento de la familia, base de la sociedad.

Homosexualidad, matrimonio adopción

El debate sobre la homosexualidad y el matrimonio conlleva a conflicto políticos


y religiosos. El matrimonio entre personas del mismo sexo se ve marcado en las
últimas décadas, la razón general por la que un matrimonio gay es rechazado por
ciertas sociedades es debido a que el sentido del matrimonio se basa en la maternidad
y paternidad legalmente. El temor se basa a que al aceptar el matrimonio homosexual
se estaría alterando el sentido del matrimonio lo cual llevaría a un espacio social
desconocido alterando la naturaleza matrimonial de la cual tanto depende la sociedad
y su capital tanto humano como social.

Ahora, el fundamento del matrimonio es la unión de la dualidad masculina –


femenina, que es la unión complementaria para generar la sostenibilidad y
socialización de la descendencia. Esta es la razón de la singularidad y especificidad
del vínculo matrimonial aquello que lo caracteriza y no permite su confusión con
vínculo de otra naturaleza. Esta complementariedad pasa por el hecho de la unión de
los fenotipos y genotipos masculino y femenino, base para generar la sostenibilidad y
por ende la socialización e incluso de la familia. El concepto familiar pasa también por
un proceso hormonal tocado por dos hormonas necesarias y complementarias en la
unión familiar: la oxitocina y la tetosterona que generan roles distintos en la pareja.

Es por estas y muchas razones por que una pareja del mismo sexo no puede
brindar algo parecido a la complementariedad por su naturaleza. Entonces esta pareja
no posee las condiciones biológicas necesarias. Se pueden amar, desear, etc, pero su
genotipo y fenotipo no les permite ser complementarios.

El problema de dar a homosexuales niños en adopción, reside en que estos


niños crecerán y se formarán sin la distinción de la figura materna y paterna cuando
tenga dos papás hombres. Entonces el modelo sexual de hombre y su conducta se ve
afectada y confundida, lo cual lo llevará probablemente a datos erróneos en como
llevar a cabo su sexualidad, sus gustos, atractivos, por lo ultimo sus inclinaciones. Con
esto el niño buscara un modelo adaptativo como es el del padre homosexual, no quiero
decir que el niño tenderá 100 % a ser en su vida futura homosexual, este problema se
arraiga en su vida social. Esto va a dificultar el desarrollo social normal del niño, dentro
de la escuela, barrio; etc. Siendo motivo este niño de burlas, insultos, debido a la
naturaleza del matrimonio de sus padres homosexuales, lo cual en un niño en el cuál
su proceso de formación y aprendizaje esta que toma fuerza puede ser alterado
anormalmente, generándole daño o trauma sicológico latentes, que puede incurrir en
alteraciones patológicas futuras.

Diversos países han aprobado regulaciones que garantizan a las parejas del
mismo sexo una serie de derechos y privilegios próximos a los que disfrutan los
matrimonios. Sin embargo, el hecho es que tales regulaciones conllevan importantes
restricciones con respecto al matrimonio, estas restricciones son como: la imposiblidad
para adoptar niños, la falta de valor o su no reconocimiento en otros países, etc. Más
aún estas uniones de homosexuales carecen del simbolismo supremo de igualdad,

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Homosexualidad: interés sexual

aceptación e integración social que conllevan el término y el concepto de "matrimonio"


y complementariedad. Esta relación es algo diferente del matrimonio y responde a una
visión distinta de la vida en pareja y de las perspectivas de la relación. Es significativo
que las leyes de parejas de hecho las reclamen para sí un amplio número de parejas
heterosexuales que, si lo desearan, podrían acceder al matrimonio pero que no lo
hacen porque el matrimonio impone otro marco a la relación que, por diversas razones,
ellos no desean. Los homosexuales no tienen tal opción y sería erróneo pensar que
con una ley de parejas de hecho el Estado les estaría colocando en un plano de
igualdad. Es precisamente todo lo contrario: una ley de parejas de hecho sin la
simultánea autorización del matrimonio gay lo único que hace es poner aún más de
relieve la desigualdad que sufren las lesbianas y los gais.

Todos en el mundo ya sean narcos, violadores, ladrones, extorsionadores,


sádicos, drogadictos, alcohólicos, niños Down tienen derecho a casarse. Más aún, el
Tribunal Supremo de Estados Unidos en 1987 eliminó incluso las restricciones que
existían para que los reclusos se pudieran casar en prisión. Según las sentencias del
Tribunal Supremo, los reclusos "tienen el mismo derecho a casarse que los demás
ciudadanos para disfrutar de los beneficios emocionales, religiosos y económicos que
ofrece esa institución". De la misma manera se pueden casar una pareja de ancianos
de quienes se sabe con absoluta certeza que no procrearán, no cumpliendo un rol de
la familia la sostenibilidad de sus progenes; y lo tiene asimismo cualquier pareja que
hace pública su decisión antes de casarse de no tener hijos. Ni a los seres más
dañinos para la comunidad humana ni a aquellos que no procrearán se les niega el
derecho a satisfacer esa íntima necesidad de compañía dentro del marco de
vinculación, único y privilegiado que sólo el matrimonio puede ofrecer, " con la única
condición de que sean heterosexuales". De este modo la institución matrimonial se ha
convertido en el último bastión de la heterosexualidad obligatoria. El Estado ha hecho
de la heterosexualidad un criterio esencial para poder ser considerado ciudadano de
pleno derecho.

Para las personas homosexuales, el derecho al matrimonio es un derecho


fundamental en lo material (por las ventajas y privilegios de todo tipo que conlleva y de
los que ahora se ven privadas) y en lo simbólico, por lo que afecta a su conciencia de
plena dignidad e igualdad como seres humanos.

El imponer una discriminación sistemática sobre ellos, con el sufrimiento y la


desolación que ello acarrea, es injusto y cruel. Pero el temor de las autoridades
políticas y religiosas son el oscuro temor a una posible propagación de la
homosexualidad y que los seres humanos pierdan el concepto de complementariedad
sexual, genotípica y fenotípica. Cuestión errada ya que no abarcan la complejidad
humana

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Homosexualidad: interés sexual

REFERENCIAS:

• Matrimonio y Adopción: Un enfoque desde el capital social. Centros de Estudio


de la Realidad Social, Centro de la Investigación y Desarrollo. Universitat Abat
Oliva CEU.
• http://www.unav.es/cdb/dhbaphomosexualidad.html
• http://www.vidahumana.org/news/12AGOSTO03.html#2
• EL DSM-IV Y LAS PARAFILIAS: UN ARGUMENTO PARA SU RETIRADA;
Charles Moser, Ph.D., M.D.Instituto en Estudios Avanzados de Sexualidad
Humana, San Francisco, California; Peggy J. Kleinplatz, Ph.D. Universidad de
Ottawa, Ontario, Canadá Originally published in: Revista de Terapia Sexual y de
Pareja, Número 19, Agosto 2.004, paginas 31-56

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