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UNIVERSIDAD DE CHILE

RECTORIA

COMISIÓN DE ESTUDIOS
PARA LAS HUMANIDADES, LAS ARTES
Y LAS CIENCIAS SOCIALES
CEHACS

PREMISAS
(Borrador)

En lo que sigue se exponen las premisas básicas del Proyecto de Desarrollo para
las áreas de las Humanidades, las Artes, las Ciencias Sociales y las Ciencias de la
Comunicación. Estas premisas se distinguen en cuatro categorías: 1. aquellas que
se refieren a los antecedentes históricos e institucionales; 2. las que atañen a las
condiciones actuales de su inserción universitaria y al estado actual de su
desarrollo; 3. aquellas que conciernen a los factores que inciden en su desarrollo
futuro; y 4. las que definen la importancia que estas áreas tienen para el país.

1. Antecedentes históricos e institucionales


Las áreas de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales pertenecen al núcleo de la
misión de la Universidad de Chile desde su fundación. El cultivo y fomento
institucional de las disciplinas que las integran ha sido determinante en el
desarrollo cultural del país y ha contribuido de manera decisiva a la construcción
de identidad a través de la creación intelectual, de la producción y el análisis de
bienes simbólicos, del conocimiento de estructuras sociales y comportamientos
humanos.
La Universidad de Chile ha ejercido un liderazgo nacional indiscutido durante
décadas en estas áreas, que se proyectó más allá de las fronteras del país, hacia
América Latina, y que estableció bases sólidas para un intercambio internacional
coherente con los desarrollos específicos de las diversas disciplinas. Y, sin duda,
un elemento fundamental en este cuadro histórico fue la capacidad sostenida de
cultivar e impulsar una sólida reflexión teórica sobre los diversos quehaceres
disciplinales.
Sin embargo, el vigor y la consistencia de estas áreas fue gravemente afectada
por la intervención de la Universidad de Chile en los años de la dictadura. Si el

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propósito evidente de esa intervención fue reducir la gravitación de la universidad
en el país y entregarla a la regulación del mercado con riesgo de su desaparición,
fueron estas áreas las que sufrieron los daños más profundos, tanto en su capital
humano, como en su infraestructura, su equipamiento, sus relaciones orgánicas, y,
en suma, en toda su capacidad instalada.
Estos daños no han sido revertidos sino muy parcialmente en la época de la
recuperación democrática, y en todo caso los esfuerzos han sido realizados por
las propias áreas y sus académicos, sin que haya existido una política institucional
que estuviese orientada a apoyarlos de manera coherente y solvente.
La ausencia de esa política y la inevitable dispersión de los esfuerzos —que en
muchos casos dan lugar a duplicaciones inorgánicas— debida precisamente a la
carencia de una visión estratégica es una causa principal del escenario en que hoy
se desenvuelven estas áreas.

2. Estado actual de su desarrollo


En el presente, las disciplinas que integran estas áreas, consideradas en términos
generales, mantienen un nivel de desarrollo comparativamente menor al de las
disciplinas científicas y científico-técnicas en la Universidad.
Como consecuencia de ello, el liderazgo que históricamente caracterizó a la
Universidad en estas áreas se ha visto debilitado y amenazado, y en muchos
casos se ha perdido a favor de otras instituciones de educación superior en el
país.
Sus índices de composición de claustro, de calidad académica, de productividad
intelectual y artística, de gestión, de impacto público y de internacionalización
evidencian a menudo debilidades y requieren con urgencia de mejoramiento, y el
proceso de renovación de la planta académica, así como el aseguramiento de
masas críticas, son lentos y mayoritariamente insuficientes, con el agravante de un
bajo nivel de remuneraciones, que, entre otras cosas, contribuye a inducir un bajo
nivel de compromiso y de sentido de pertenencia institucional.
A eso se suman los déficit en los niveles de actualización de las actividades
académicas —particularmente en el caso de la docencia, por ejemplo— y de
reacción ante las tendencias innovadoras en las disciplinas concernidas.
Son precisamente estas condiciones las que hacen imprescindible la formulación
de un proyecto de desarrollo conjunto, que por cierto considere las características
específicas de las distintas disciplinas, pero que a la vez las proyecte a un
horizonte común definido por la contribución que sus áreas de pertenencia hacen
a la misión de la Universidad.

3. Factores que determinan su desarrollo futuro


El estado actual señala la urgencia de formular políticas de desarrollo que sean
implementadas a través de un proyecto que abarque en toda su envergadura los
diversos aspectos implicados en el cultivo de las áreas. Tal proyecto y sus líneas

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de acción deben ser definidos teniendo fundamentalmente en cuenta los factores
que hoy inciden en el desarrollo futuro de las disciplinas de estas áreas.
El factor que debe ponerse en el primer lugar jerárquico de la enumeración es la
definición de la calidad y cantidad de recursos humanos y materiales que permitan
el mejoramiento de las condiciones de trabajo de las áreas y sirvan de sustento a
su proyección futura.
Un segundo factor determinante es la integración, por la cual ha de entenderse un
enfoque que, junto con fomentar el desarrollo propiamente disciplinal, favorezca
las relaciones cooperativas entre disciplinas, el tratamiento pluralista de los
problemas, la formación de grupos de trabajo y, muy especialmente, la exploración
y experimentación en las fronteras del conocimiento y la creación, todo lo cual está
ligado a la constitución de masas críticas altamente competentes.
Un tercer factor es la internacionalización: las disciplinas deben estar insertas en
una red internacional de comunicación científica y de intercambio académico al
más alto nivel. De manera especial, la plena incorporación de las disciplinas que
se cultivan en la Universidad a dicha red debiera favorecer las relaciones con la
región y con América Latina.
El cuarto factor es la necesidad de generar criterios y estándares específicos para
la evaluación de la calidad de las actividades académicas, que, por una parte,
atiendan a los parámetros internacionales, y, por otra, determinen con precisión la
pertinencia de esas actividades, es decir, la relevancia que ellas tengan para el
contexto nacional.
Esto mismo lleva a un quinto factor, vinculado a las necesidades y oportunidades
que presentan los vectores de evolución histórica del país: ello supone la
articulación de formas renovadas de vinculación e interacción con el medio, de
presencia en éste de las actividades de las áreas, de exploración y comunicación
constantes.
Finalmente, en sexto lugar, se tiene que prestar una especial atención a la
significación central del factor tecnológico, que condiciona, ya a estas alturas
indefectiblemente, toda producción de conocimiento, y que, en esa medida,
plantea la necesidad de que se lo integre orgánicamente a los procesos de
generación y transmisión del mismo y de resguardo y creación de bienes
simbólicos. Así, en particular, el desarrollo actual de las disciplinas artísticas
implica la necesidad de actualizar e intensificar la exploración de los componentes
tecnológicos en la producción de obra.

4. La importancia para la Universidad y para el país


La importancia de las Humanidades, Ciencias Sociales y Artes para la Universidad
de Chile no radica únicamente en su pertenencia al proyecto original de la
institución, renovado a través de su historia.
Ciertamente, ya debe ser un argumento suficiente para prestarles una atención
privilegiada el que sean disciplinas que están en el fundamento mismo de la

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entidad universitaria, y el que ésta se vea necesariamente mermada en su
carácter, en su calidad y en su capacidad formativa allí donde están sólo
marginalmente presentes (bajo la forma del “servicio”) o donde carecen de los
apoyos indispensables en vista de su menor incidencia en las relaciones de
mercado.
Pero ellas son, además, un factor determinante para el desarrollo del país, y esto
debe ser especialmente afirmado hoy. Un esquema de desarrollo nacional no
puede restringirse únicamente a los objetivos de crecimiento económico ni a la
incorporación de herramientas técnicas para el manejo de la realidad. Las bases
culturales y de conocimiento analítico y crítico de la realidad nacional son
indispensables para un proyecto de país que posea una efectiva sustentabilidad
histórica.
La discusión crítica de los temas fundamentales del desarrollo, la reconstrucción y
cuidado de la memoria histórica, los procesamientos de las subjetividades y de las
identidades colectivas, la necesidad de una visión multidisciplinaria y a la vez
integrada de los problemas sociales, políticos y culturales del país, incluidos los
efectos del modelo de desarrollo vigente, los temas de la modernización y la
democracia, la contribución a la formulación de políticas públicas en todas estas
materias, las estrategias y herramientas de comprensión y de pesquisa
anticipadora de las transformaciones de la sociedad chilena y contemporánea, las
prácticas de configuración y apropiación simbólica del mundo, son todos aportes
fundamentales que estas disciplinas pueden y deben hacer, desde la perspectiva
pluralista y con la excelencia y la responsabilidad que son propias de la
Universidad de Chile como universidad nacional y pública que está unida desde su
fundación al destino histórico del país.

POR / 20.07.06

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