UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
FACULTAD DE FILOSOFiA Y LETRAS
CATEDRA HISTORIA ANTIGUA I (ORIENTE) “B”
PROF. SUSANA MURPHY
MITO Y POLITICA
EN LA HISTORIOGRAFIA DEL ANTIGUO ORIENTE'
MARIO LIVERANI
2 TELEPINU, O: SOBRE SOLIDARIDAD.
INTRODUCCION
En los siglos XVII y XVI, los hititas crearon un estado centralizado en
Anatolia, cominmente denominado el Reino Antiguo Hitita. La posterior
tradicién histérica de la segunda mitad del segundo milenio recordaba a este
periodo como uno en el cual una cantidad de reyes fuertes y poderosos, los
ancestros de la casa hitita real, fueron sucedidos por un confuso conjunto débil
De los poderosos, Hattushili I fue visto como el creador del estado, mientras que
su sucesor, Murshili I, fue el gran conquistador de Aleppo en el norte de Siria y de
Babilonia en el sur de Mesopotamia. En su retomo a casa, este ultimo fue
asesinado y el estado cay6 en una desorganizacion de la cual no se recuperaria por
alrededor de dos siglos. En este largo periodo de debilidad sélo un rey se destaca,
Telepinu, que fue el autor de un edicto, ostensiblemente intentando revertit 1a
situacién mediante la regalacién de la sucesién al trono.
La escritura de la historia de! Reino Antiguo Hitita se ha visto plagada por el
hecho de que han sobrevivido escasos registros del periodo. Por otro lado, en la
corte de Hattusa del segundo mileno tardio se guardaba una cantidad de copias de
textos probablemente escritos durante el reinado de uno de los primeros
gobernantes. Los mas prominentes entre ellos, al igual que los mejor preservados,
fueron los “Anales de Hattushili I", “El Testamento de Hattushili” y el “Edicto de
Telepinu”, El ultimo parece tener la ventaja para el historiador moderno de que
contiene una extensa introduccién, inspeccionando la historia estatal desde un rey
llamado Labama hasta los dias de Telepinu. Bl uso de este documento como una
fuente para la historia del Reino Antiguo y un anélisis de su funcién dentro del
reinado de Telepinu seran tratados en este capitulo,
"En Liverani, M., Mvth and Politics in Ancient Near Eastern Historiography. Ithaca, N.Y.
Comell University Press, 2004, Traducido por Juan Manuel Tebes,Las fuentes nos permiten trazar la siguiente lista regia donde las fechas de los
soberanos son muy tentativas:
Hattushili 1 1650 -1620
Murshili T 1620 ~ 1590
Hantili 1590 — 1560
Zidama 1
Ammuna 1560-1525
Huzziya |
Telepinu 1525 - 1500
El Edicto de Telepinu fue completamente re-editado por Hoffman. Van den
Hout recientemente lo tradujo al inglés. Para una traduccién reciente de las Leyes
Hititas referidas en este capitulo, ver Hoffiner.
s 8 8 8
EI sueito descarga la excitacién subconsciente, sirve como una vilvula de
seguridad y al mismo tiempo preserva el suefto del preconciente a cambio de una pequefia,
dispensacién de actividad conciente. — Freud
1, EL EDICTO DE TELEPINU COMO HISTORIA “INSTANTANEA”, 0
COMO HISTORIA “PARA SER CONSTRUIDA”
La parsimonia es comiin entre los historiadores. Cuando encuentran una
sucesi6n de eventos continuos para un cierto perfodo en una fuente “antigua”, una
que no es necesatiamente contemporénea con los eventos, la aceptan
gustosamente. Ellos limitan su trabajo a parafiasear de la fuente o, si es necesario,
a su racionalizacién. Nadie recomendaria este tipo de procedimiento a un nivel
teérico pero, sin embargo, continita siendo utilizado, especialmente en areas
donde el conocimiento de la metodologia y los objetivos de la historia no son
vastos. Es slo demasiado fécil objetar ~y jamés puede ser repetido lo suficiente-
que tales narrativas histOricas “antiguas” son generalmente separadas por décadas
6 centurias de los eventos que narran. Por Jo tanto no han de ser consideradas
fuentes primarias, sino que son reconstrucciones histéricas en si mismas. Y
también es slo demasiado facil recordar —y esto tampoco puede ser repetido lo
suficiente- que tales narrativas histéricas no tienen un objeto historico “puro”, si
tal objeto pudiere existir. Su objeto es politico, moral, teolégico o cualquier otra
cosa que pueda ser, y por lo tanto ven los eventos desde una perspectiva
particular, Todas estas objeciones pueden ser abarcadas bajo un tinico punto: Ia
historia no es algo que existe o fue construido con anterioridad y que puede ser
aceptada sin ningin cuestionamiento. Al contrario, se trata de un compromiso
activo, el cual los autores antiguos tomaron de acuerdo a sus necesidades propias
y no las nuestras. De hecho, el historiador “parsimonioso” falla dos veces:primero al rehusarse en tomar un rol activo, y luego al preservar el rol activo de la
fuente antigua sin siquiera reconocer el hecho. En cambio, debemos tomar un rol
activo con 1especto al “material” pasivo de ia fuente. Para poder hacer pasivos a
Jos documentos antigues debemos desmantelarlos y despojarlos de su ideologia
especificas. Ante todo es necesario entenderlos verdaderamente -una tarea no
siempre facil y automitica como algunos parecen creer, y una tarea en necesidad
de técnicas analiticas apropiadas.
Un impactante ejemplo de la parsimonia de los historiadores puede ser
resaltado en el trato de la historia del Reino Antiguo Hitita. Hasta recientemente,
las fuentes que datan hasta ese periodo eran muy raras. Pero el Edicto de
‘Telepinu, una de esas narrativas histéricas continuas que son tan faciles de aceptar
como precisas, compensaron esta falta, La tentacion era demasiado grande: de
este Edicto uno no solo podia extraer “informacion” sobre eventos especificos,
sino también explicaciones de éstos, su secuencia, y el desarrollo general de todo
el estado hitita temprano. Ahora, el trato del Reino Antiguo en los manuales mas
importantes de historia hitita es escrito como un parafraseo directo de la
introduccién histérica del Edicto.
La primera presentacién detallada de Ia historia politica hitita en el Reino
Antiguo, publicado por Hardy en 1941, es tipico de esta tendencia. Los tres
reinados de Labarna, Hattushili y Murshili son presentados siguiendo
estrictamente los pasajes respectivos del Edicto, insertando aqui y alla pasajes de
otros textos, tales como las “Cronicas del Palacio” y el “Testamento” de
Hattushili I. Todos ellos son yuxtapuestos sin cuestion alguna, como si todos
fueran “piezas de informacién”, igualmente confiables importantes. Los
teinados siguiendo a estos tres son evaluados en términos negativos, en imitacién
del Edicto. Hay juicios morales incluidos en las oraciones marcando la transicion
de un reinado al siguiente: “Aunque el reino hitita habia, en efecto, experimentado
malos tiempos durante el reinado de Hantili, més maldad caeria sobre él tras su
muerte”, “La mala fortuna para la familia real y para el estado continu6, ms
problemas importunaron a Ammuna que a sus predecesores”; 0 “Cuando
Ammuna murié, la conspiracién dentro de la familia real y entre los nobles
comenz6 nuevamente”, Es informative comparar como el reinado de Ammuna es
narrado por Telepinu y por Hardy en una tabla sindptica. La comparacién subraya
come tas citas directas y parafrascos son utilizados sin mayores cambios:
Ammuna se volvid rey, pero los dioses clamaron por la sangre de su padre
Zidanta. Ellos no le permitizron prosperar, y en sus manos no permitieron que las huertas,
los villedos, el ganado y las ovejas prosperen. Entonces el pais le hizo la guerra
Galmiya, Adaniya, la tierra Arzawa, Sallapa, Parduwatta y Ahhula: pero en todas partes
donde su ejército va a la batalla, no retoma victorioso (Edicto)
Cuando las temporadas no fueron amigables y pelearon contra Ammuna, ta
hambrona Hlegé a la tierra, ya que “El grano, las huertas, los vifiedos, el ganado y las
ho "ey oraron en sus manos”. Paises y ciudades que habian permanecido leales
en ei tiempo de Hantili ahora se rebelaban, entre cllas las ciudades... -las, Galmiyas
Sallapas, Parduwattas y Ahhulas, y las ticrras de Adaniyas y Arzawas Cuando Ammuna