You are on page 1of 380

Fernando Carbonell Tatay

Hernia
inguinocrural
Hernia
inguinocrural
Fernando Carbonell Tatay
Director

Bajo los auspicios, la ayuda,


y en colaboración con la
Asociación Española de Cirujanos.

Valencia, 2001
© Ethicon, 2001 de la 1ª Edición, 1500 ejemplares
Paseo de las Doce Estrellas, 5-7
Campo de las Naciones, 28042 Madrid

Diseño y maquetación: MacDiego


e-mail: McDiego@McDiego.com

© de las ilustraciones: Nacho Casanova


Idea y dirección: Fernando Carbonell Tatay
e-mail: fercarb@comv.es
Queda prohibida la reproducción total o parcial,
por cualquier sistema, de los textos e imágenes
de este libro, sin permiso del editor.

Impreso por:
e-mail: grafiques@vimar.es

ISBN: 84-607-1850-6
Depósito legal: V-1374-2001
A la memoria de D.
Antonio de Gimbernat y Arbós y, con él, a
todos los cirujanos españoles que durante
muchos años han ejercido con dedicación
la mayoría de las veces sin publicar sus
resultados.
Agradecimientos

El capítulo primero, “Aproximación his- Desde estas líneas, mi gratitud, admira-


tórica al conocimiento de la hernia”, no se ción y amistad sincera hacia ellos.
podría haber hecho sin la extraordinaria Al equipo de maquetación y diseño de
amabilidad, paciencia y facilidades que me MacDiego, que dirige con especial elegan-
ha prodigado D. José Antonio Díaz Rojo, cia Diego Ruiz de la Torre, que ha tenido una
Titulado Superior Especializado del CSIC, fundamental, importantísima y desinteresa-
del Instituto de Historia de la Ciencia y Do- da participación desde un principio para que
cumentación López Piñero y de la Biblio- este libro saliera adelante. Gracias, Diego,
teca y Museo Histórico-Médico de la Facultad amigo. Gracias, Begoña.
de Medicina de Valencia, de donde se ha Mi gratitud personal a Alfredo Diego Pé-
extraído una gran parte de la documenta- rez, que ha soportado a un cirujano que no
ción gráfica y teórica. sabe de presupuestos finales, defendiendo el
De la misma manera, la Profesora Titu- proyecto contra viento y marea.
lar del Departamento de Historia de la Me- A Nacho, que además de pintar, ha cola-
dicina y Documentación, de la Facultad de borado en todo, aceptando con paciencia nues-
Medicina de la Universidad de Valencia, tras exigencias.
Dª. Mª. José Báguena Cervellera, desde el Al profesor Pascual Parilla Paricio por su
primer momento, nos abrió las puertas de manifiesto apoyo a esta idea y el afecto que
acceso a toda la documentación y ha teni- me dispensa.
do la extraordinaria amabilidad de leer y Al profesor Francisco Martínez Soriano,
supervisar todo el texto, demostrando tam- Catedrático de Anatomía de la Facultad de
bién una gran paciencia, cariño e interés Medicina de la Universidad de Valencia, por
por este proyecto, que sin ella no hubiera su amabilidad, amistad y por haber supervi-
sido posible. sado todas las figuras anatómicas de la obra.
Prefacio
Un libro-tratado sobre la hernia presentación complicada, motivo final de este Algunos cirujanos en nuestro país
inguinocrural que contuviera todo el saber interés, pues la mayoría de las veces los residentes comienzan a partir de los últimos diez años
actual sobre el tema era la idea que me solo podíamos operar estas “pequeñas cosas”. a cambiar este estado de cosas, prodigando
inquietaba desde hacía tiempo. Los conceptos Los grandes hospitales, hoy llamados reuniones y congresos sobre la hernia, midiendo
clásicos estaban cambiando muy rápidamente: terciarios o de referencia, donde se formaban resultados con seguimientos controlados,
la llegada y aceptación de las prótesis en la y forman los cirujanos por el sistema MIR, comunicándolos e interesando a muchos más,
reparación, de la laparoscopia y de muchas en España no recibían casi hernias creándose en el seno de la Asociación Española
técnicas americanas con nombre propio, que inguinocrurales, ya que se ocupaban de de Cirujanos, la sección de Pared Abdominal.
se añadían a los epónimos de la complicada patologías “mayores” abdominales; de esta Por otro lado, la presencia más actual de
región anatómica, contribuían a crear más manera, los cirujanos del Servicio no podían Unidades de Cirugía sin Ingreso especializadas
confusión a los cirujanos generales. enseñar a los más jóvenes una buena técnica, en este tipo de patología, así como la aceptación
Desde siempre he tenido un especial interés ni tampoco había interés en un seguimiento general de la reparación protésica en la hernia,
por la hernia y probablemente hayan influido clínico, pues no se consideraba importante inimaginable hace unos años, están cambiando
en ello muchos factores, como el descubrimiento, la publicación de los casos. El resultado era el panorama quirúrgico en este tema.
cuando era estudiante, de los tratados anatómico- un desconocimiento real de los índices de Muchos de estos cirujanos con inquietud,
quirúrgicos del siglo XIX y principios del XX reproducción, muy altos en las revisiones no todos como hubiera sido mi deseo, han
en la biblioteca de mi padre; de las primeras que se hicieron, incluida la de mi hospital contribuido a la redacción de este libro que
intervenciones en que le ayudaba, mientras durante esos años, que llegan a la década de espero les sea de utilidad. Desde estas líneas
me hablaba de los antiguos cirujanos-barberos; 1980-1990 y más adelante. Las “corrupciones” mi amistad y agradecimiento personal a todos
del descubrimiento de Bassini; de las técnicas e interpretaciones personales de la técnica ellos. No hubiera podido editarse sin la ayuda
de Ferguson y Halsted y del único español que clásica de Bassini, así como las derivadas de de la empresa de material quirúrgico que, de
da nombre a un ligamento en la zona inguinal, ella, Mc Vay y, en los últimos años, Shouldice, una manera aséptica, nos ha ayudado dejando
Gimbernat, haciéndome tocar el ligamentum y quizá, las lagunas anatómicas por la al editor y a los autores toda la libertad de
lacunare, enseñándome el tendón conjunto, diversidad de nombres y epónimos, fueron elección y de expresión. Gracias.
el ligamento inguinal y cómo explorar bien además los factores que influyeron en estos Quiero acabar dando las gracias a mi
toda la región para no dejar hernias sin resolver. malos resultados y, desde luego, en los peores mujer Daniela y a mis hijos Fernando, Alicia,
La ligadura alta y resección del saco era entonces al reoperar una hernia recidivada. Javier y Guillermo, a los que he robado nuestro
la maniobra más importante, además de la Basta revisar nuestra revista Cirugía Española, tiempo, que me han soportado con enorme
plastia; hoy no es así y, por otro lado, cuando el órgano oficial de la Asociación Española paciencia y animado para que llevara adelante
un futuro cirujano empezaba su formación de Cirujanos (AEC), para corroborar estos este proyecto.
hospitalaria, la hernia, que se consideraba datos y comprobar que en los años setenta y A mis padres, por su ejemplo.
como una patología menor, era la única que ochenta no hay casi publicaciones ni
Fernando Carbonell Tatay
los cirujanos del Servicio le dejaban operar, comunicaciones sobre el tema, ya que no
Profesor Asociado de Cirugía
muchas veces en la urgencia, con una interesaba. Universidad de Valencia.
Sábado 23 de Septiembre de 2000
Prólogo
Vaya por delante mi agradecimiento al ciales, hasta hace unos 15-20 años. A lo lar- frecuencia contradictoria y no siempre libre
doctor D. Fernando Carbonell Tatay por con- go del siglo XX, especialmente en su segun- de intereses bastardos. Ante esta situación,
cederme el privilegio de prologar este mag- da mitad, llama la atención la escasez de el cirujano debe alejarse de dos posturas vi-
nífico libro sobre "Hernia inguinocrural". publicaciones referidas a esta cirugía y su es- ciosas e igualmente peligrosas: el inmovilis-
La patología quirúrgica o conjunto de en- caso protagonismo en congresos y reuniones mo, entendido como la negativa a modificar
fermedades tributarias de tratamiento qui- científicas. Probablemente, porque se consi- un milímetro los esquemas que aprendió en
rúrgico está en continua evolución, y prueba deraba que las técnicas al uso eran difícil- su periodo formativo; y el esnobismo, en-
de ello es que los cirujanos vemos como nues- mente mejorables y también porque los líderes tendido como la aceptación sin crítica de to-
tros pacientes van cambiando con el paso del de opinión de la cirugía estaban ocupados das las innovaciones.
tiempo. Desaparecen unas (úlcera péptica en otras tareas: desarrollo de la cirugía cavi- En este ambiente, ciertamente confuso,
gastroduodenal no complicada, por ejemplo) taria (craneal, torácica y abdominal), desa- el libro que acabo de leer tiene, cuanto me-
cuando aparecen soluciones menos cruen- rrollo de la cirugía funcional y la cirugía nos, el don de la oportunidad. A lo largo de
tas que la cirugía (inhibidores de la bomba experimental, puesta a punto de la circulación 34 capítulos, sus autores, todos ellos ciruja-
de protones y erradicación del Helicobater extracorpórea y del trasplante de órganos, nos con especial dedicación a este campo,
Pylori) y aparecen otras (cirrosis hepática, por etc. Había mucho "territorio por conquistar" condensan y exponen el conocimiento ac-
ejemplo) cuando la cirugía ofrece soluciones y las hernias inguinocrurales se considera- tual sobre las distintas posibilidades terapéu-
nuevas (trasplante hepático) a problemas que ban "territorio ocupado". ticas ante la hernia inguinocrural, con capítulos
no tenían solución con medidas conserva- En los últimos 15-20 años, el escenario especiales dedicados a materiales de sutura,
doras. Pues bien, en este saco abierto que ha cambiado de forma espectacular. Por una prótesis, anestesia local, CMA, análisis de
contiene las enfermedades tributarias de la parte, cuando se analiza rigurosamente el costes y beneficios, formación del postgrado,
cirugía, siempre estuvieron las hernias de la porcentaje de recidivas herniarias a corto, etc. Destaca entre ellos, el dedicado a la his-
pared abdominal que ocuparon y preocupa- medio y largo plazo, en series con segui- toria de esta cirugía por su rigor histórico y
ron a los cirujanos durante muchos siglos, miento completo, se comprueba que los re- riqueza documental. Debe destacarse, asi-
desde las civilizaciones arcaicas y primitivas. sultados pueden y deben mejorarse. Por otra mismo, la abundante iconografía que acom-
Sin embargo, hasta que los anatomistas del parte, se producen múltiples innovaciones paña toda la obra, por su claridad y su riqueza
Renacimiento, disecando cadáveres huma- con repercusión directa en este campo: per- artística. Si a todo lo anterior, añadimos la pa-
nos, rompen con los esquemas galénicos, la feccionamiento de materiales protésicos, in- sión que el director de la publicación, el Dr.
cirugía de las hernias abdominales externas troducción de la cirugía laparoscópica, mejora Carbonell Tatay, ha puesto al servicio de la
no tenía una base científica, ya que se des- de las técnicas de anestesia locorregional, obra, el resultado es un libro espléndido que
conocía la anatomía humana. Mas tarde, en aparición de la cultura de la "eficiencia" (la será de gran utilidad para todos los cirujanos
el siglo XVIII nace la técnica quirúrgica, co- solución más eficaz al menor costo posible) generales y que contribuirá indudablemente
mo fundamentación anatómica precisa del con las unidades de cirugía mayor ambula- a mejorar la calidad de vida de los pacientes
acto operatorio, gracias al cultivo de la ana- toria (CMA) y cirugía de corta estancia, etc. afectos de una hernia inguinocrural. Este, y
tomía topográfica, en una época en la que Se cuestionan los "dogmas" y asistimos a un no otro, es el premio que van a recibir los au-
abundan los cirujanos-anatomistas. Y no se- aumento considerable del número de publi- tores a quienes quiero felicitar y agradecer su
rá hasta la segunda mitad del siglo XIX cuan- caciones referidas a esta patología. Son mu- esfuerzo, en nombre de todos los cirujanos
do, vencidos el dolor (anestesia), la infección chas las cuestiones abiertas: prótesis ¿si o no? españoles.
(antisepsia) y la hemorragia (hemostasia), se y en qué casos; cirugía laparoscópica ¿si o
sientan las bases del tratamiento quirúrgico no? y en qué casos; hospitalización ¿si o no? Prof Pascual Parrilla Paricio
Catedrático de Cirugía
de las hernias de la región inguinocrural, que y en qué casos; tipo de anestesia, etc. Y es
Presidente de la Asociación
se mantienen, con pocos cambios sustan mucha la información que va llegando, con Española de Cirujanos
Sumario
Capítulo 1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19 Capítulo 2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

Aproximación histórica al conocimiento de la hernia. Importancia de la hernia en nuestra especialidad.


Los médicos que la describieron y trataron Datos demográficos
Fernando Carbonell Tatay José M.ª Aragón Caro
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
- El periodo clásico (460-146 a. de C.): medicina Griega. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
- El periodo greco romano (146 a. de C. al 476 d. de C.). .................... 21 Capítulo 3............................................................................111
- El periodo bizantino (476 - 732 d. de C.). 23
......................................
Anatomía de la región
- El periodo árabe y judío (732 - 1200). ........................................... 23
inguinoabdominal e inguinocrural
- El periodo medieval. La edad Media occidental (1096-1453). ............ 24
Los cirujanos barberos.
Francisco Martínez Soriano
- Periodo monástico (del siglo V al X). Región inguinocrural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
- Periodo salerlitano (siglos XI y XII). - Límites y referencias externas.
- Periodo de la ilustración temporal (siglo XIII). - Planos superficiales.
- Plano muscular, pared anterior del conducto inguinal
- La cultura árabe injertada en Occidente.
y orificio superficial, músculos y ligamentos.
- El periodo del Renacimiento. El resurgir de la ciencia y de la cirugía. - Planos retromusculares, pared posterior del conducto inguinal,
Los cirujanos anatomistas. La disección (1453-1600). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 fascia trasversalis y tejido celular preperitoneal.
- Los cirujanos del siglo XVII. Los contemporáneos de la época de los - Arterias y venas.
descubrimientos científicos individuales. La cirugía del Barroco. . . . . . . . . . 36 - Nervios.
- El siglo XVIII. El periodo de las teorías y los sistemas. Cirugía de la Región inguinocrural o femoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
ilustración. El siglo de las luces. Los comienzos del siglo XIX. El - Límites y referencias externas.
Romanticismo. Los cirujanos anatomistas de la era preanestésica y - Planos superficiales, tejido celular subcutáneo, fascias, vasos,
prelisteriana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 nervios y linfáticos.
- Plano muscular, anillo crural y conducto crural.
- Los “inventores de nuevas técnicas” para el tratamiento de la hernia
no estrangulada del siglo XIX. El descubrimiento de la anestesa. Relación de sinónimos y epónimos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
Las técnicas quirúrgicas. Los tratamientos alternativos.
Las inyecciones esclerosantes o el método esclerógeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
- El positivismo de final del siglo XIX y los comienzos del XX.
El descubrimiento de la asepsia. Los cirujanos después de Lister. Capítulo 4............................................................................127
El comienzo del avance organizado de la ciencia. La era moderna de
hernioplastia, la primera curación radical: Eduardo Bassini,
Etiopatogenia. Últimos avances
sus contemporáneos y seguidores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 y conceptos actuales
- El positivismo. Lister y la asepsia. J. A. Flinch Carbonell, J. Luis Ponce Marco
- Los cirujanos que operaban hernias con procedimientos Teoría congénita. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
“propios” no definitivos, con el “método antiséptico” de Lister.
Contemporáneos de Bassini. La reparación por vía anterior. Factores anatómicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
La aparición en la historia de los cirujanos americanos. Factores biológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
- Eduardo Bassini. - El colágeno.
- Los otros contemporáneos de Bassini. - Desnutrición y toxinas.
- El tabaco.
- Los cirujanos que aportaron alguna novedad efectiva a la vía
- Yatrogenia.
anterior en la herniorrafia de Bassini.
El refuerzo con el ligamento de Cooper. Antecedentes de Factores ambientales. .............................................................. 132
abordajes posteriores.
- Un antecedente de la vía transabdominal.
- El tratado de Kirschnner: operaciones para la cura
radical de las hernias. Capítulo 5............................................................................135
- Los cirujanos del siglo XX. Las vías de abordaje actuales: Clasificación
anterior y posterior.
La llegada definitiva de las prótesis y la cirugía laparoscópica. . . . . . . . . . . . .68 Fernando Carbonell Tatay
- Las imágenes de hernia. Los atlas anatómicos del siglo XIX. Conceptos generales: Hernia congénita y adquirida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .135
Los bragueros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .70 - Hernia primaria, reproducida, reductible, incarcerada
- Los grabados de dibujos anatómicos del siglo XIX. y estrangulada.
- Los bragueros. Clasificación según el contenido del saco: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .136
- Las láminas de hernia de N.H. Jacob (París, 1866-1867) - Hernia de Ritcher, de Littré, deslizada.
Clasificación basada en conceptos anatómicos: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .138
- Las plastias artificiales en la hernia, los antecedentes de las actuales
- Oblícua externa o indirecta, oblícua interna o directa,
técnicas protésicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93
hernia crural.
- Frases y comentarios sobre la hernia a través del tiempo. ................... 95 Clasificación específica de la hernia crural: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .139
- Galería fotográfica de los personajes cuyas técnicas - Conceptos anatómicos clásicos.
se describen en - Anomalías del orificio de salida, hernias prevasculares,
este libro. .............................................................................. 104 retrovasculares, de Velpeau, etc.
- Anomalías del trayecto, hernia pectínea,
de Cooper ó multisacular, etc.
Clasificaciones para la hernia inguinal con nombres propios: . . . . . . . . . . . .139
- Clasificación de Corbellini. Clasificación de los materiales de sutura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .168
- Clasificación de Casten. Ventajas e inconvenientes: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .169
- Clasificación de Mc Vay. - Suturas absorbibles frente a suturas no absorbibles.
- Clasificación de Gilbert. - Suturas trenzadas frente a monofilamentos.
- Clasificación de Nyhus. - Suturas naturales frente a sintéticas.
- Clasificación de Rutkow y Robbins. Calibrado de las suturas.
Fuerza tensil.
- Clasificación de Bendavid.
- Clasificación de Stoppa. Elección del material de sutura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .171
Clasificación para las hernias recidivadas. .................................... 145 Las agujas quirúrgicas.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .171
- Clasificación de Campanelli. Partes de la aguja
Características de las agujas quirúrgicas.
Comentario personal a las clasificaciones herniarias. ...................... 145
Las puntas.
Las suturas y la cirugía de la hernia inguinal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .174
Capítulo 6............................................................................147 Características físicas de las suturas.
Suturas no absorbibles.
Exploración clínica Suturas absorbibles.
Conclusiones. ........................................................................ 175
Fernando Carbonell Tatay
Examen de las regiones inguinal y crural.
¿Cómo diagnosticaremos una hernia?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .147
Diagnóstico diferencial. Capítulo 10..........................................................................177
Situaciones que nos podemos encontrar.
Examen del conducto inguinal en el hombre.
Anestesia local aplicada por el cirujano
Modo de explotar al paciente y diferenciar una hernia inguinal
Fernando Carbonell Tatay
directa de una indirecta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .148
Exploración de la región crural. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .148 Concepto. Datos generales.
Mecanismo de acción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .177
La región inguinocrural en la mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .149
Recuerdo histórico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .178
Clasificación de los anestésicos locales: química y por la duración
de su acción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .179
Capítulo 7............................................................................151 Anestésicos para infiltración y bloqueo nervioso periférico. Los más
utilizados hoy: concentració, duración y dosis máximas. . . . . . . . . . . . . . . . . .179
Exploraciones especiales: radiodiagnóstico Conceptos generales básicos para la anestesia local infiltrativa: la
anestesia de la piel, del tejido celular subcutáneo,
Luis Martí Bonmatí de las aponeurosis, del tejido muscular,
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .151 de los huesos y del periostio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .180
La radiología simple. Anestesia local para la herniorrafia inguinal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .182
La herniografía. Bloqueo nervioso periférico.
La ecografía. Infiltración plano a plano. Método de Cushing.
Técnica mixta. “Field Block”.
La Tomografía Axial Computerizada (TAC).
Anestesia por planos según el British Hernia Centre.
La Resonancia Nuclear Magnética (RNM).
Anestesia local para las hernias crurales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .183
Pautas globales y resumen.
Comentario personal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .184

Capítulo 8............................................................................157
Capítulo 11..........................................................................185
Las prótesis
La anestesia en la hernia inguinal:
P. Negro, D. Propósito, F. Gossetti, M. Carboni, L. D’Amore el punto de vista del anestesista
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157
J. Ricart SantaCruz, J. Soliveres Ripoll
Materiales protésicos para la reparación herniaria.
Clasificación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157 Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .185
Referencias históricas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .158 Técnicas anestésicas: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .185
- Anestesia general.
Clasificación, características y propiedades
- Anestesia regional.
de las prótesis sintéticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .160
- Anestesia local.
Prótesis no reabsorbibles: poliéster, polipropileno, - Dolor postoperatorio.
politetrafluoruroetileno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .162
Prótesis reabsorbibles, ácido poliglicólico, poliglactina, etc. . . . . . . . . . . . . .165
Prótesis compuestas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .166
Capítulo 12..........................................................................189
La reparación al ligamento inguinal.
Capítulo 9............................................................................167 Técnica de Bassini
Las suturas Manuel Limones Esteban
Alfredo Diego Pérez Biografía de Bassini. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .189
Concepto y definición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .167 La técnica quirúrgica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .190
Materiales de sutura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .167 Cuidados postoperatorios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .192
Capítulo 13..........................................................................193 Capítulo 17..........................................................................225
La reparación al ligamento de Cooper. Hernioplastia con taponamiento de redecilla.
La técnica de Mc Vay Técnica de Rutkow-Robbins
Manuel Limones Esteban, A. Carabias Fernández Fernando Carbonell Tatay, Manuel De Juan Burgueño
Referencia histórica al ligamento de Cooper. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .193 Biografía de Ira M. Rutkow y Alan W. Robbins. .............................. 225
Biografía de Chester Mc Vay. Principios fundamentales en los que se basa la técnica. ................... 226
Descripción de la técnica. ........................................................ 195 Objetivos que persigue. ............................................................ 227
Indicaciones. Anestesia aconsejada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .227
Resultados. Descripción de la técnica quirúrgica:
Conclusiones. - En hernias indirectas tipos I, II y III.
- En la hernia inguinal recidivada.
- En la hernia crural.
Capítulo 14..........................................................................197 Indicaciones de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .231
Incidencias per y postoperatorias a corto y largo plazo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .231
La técnica canadiense. Técnica de Shouldice. Conclusiones y resumen. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .231
Jose Luis Porrero Caro
Biografía de Earle Shouldice. ..................................................... 197
Introducción. ......................................................................... 197 Capítulo 18..........................................................................233
Principios fundamentales en los que se basa la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .197 Herniorrafia sin tensión.
Objetivos que persigue. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .197 La técnica inguinal de Lichtenstein
Tipo de anestesia recomendada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .198
Descripción de la técnica. ........................................................ 198
Antonio Torregrosa Gallud, Cristobal Zaragoza Fernández
Biografía de Irving L. Lichtenstein. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .233
Indicaciones. ......................................................................... 200
Generalidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .234
Incidencias per y postoperatorias a corto y largo plazo. ................... 200
Objetivos que persigue la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .234
Conclusiones. ........................................................................ 200
Anestesia recomendada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .235
Descripción de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .235
Indicaciones de la hernioplastia sin tensión: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .237
Capítulo 15..........................................................................201 - En la hernia inguinal primaria.
- En la hernia inguinal recidivada
Reparación de las hernias de la ingle por la vía - En la hernia crural
preperitoneal, anterior, «corta». Técnica de Nyhus Complicaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .238

David Dávila Dorta, Ramón Trullenque Peris


Biografía de Lloyd Milton Nyhus. Recuerdo histórico
de la reparación por vía preperitoneal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .201
Capítulo 19..........................................................................239
Principios anatómicos de la vía preperitoneal. ............................... 202 Doble malla constituida. PHS.
Objetivos del abordaje preperitoneal. .......................................... 204 Manuel Hidalgo Pascual
Anestesia recomendada.
El sistema de Prolene® para hernias
Descripción de la técnica: ........................................................ 205
- En la hernia oblícua externa. Introducción y breve referencia histórica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .239
- En la hernia directa. Objetivos que persigue. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .239
- En la hernia crural. Anestesia recomendada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .240
Indicaciones de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .208 Descripción de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .240
Incidencias per y postoperatorias. ............................................... 209 Incidencias per- y post operatorias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .242
Consejos y conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .210 Conclusiones. ........................................................................ 242

Capítulo 16..........................................................................219 Capítulo 20.........................................................................243

La reparación sin suturas. Técnica de Gilbert Técnica de Berliner


Fernando Carbonell Tatay Jose Luis Porrero Caro
Biografía de Arthur Gilbert. ....................................................... 219 Principios fundamentales. ......................................................... 243
Principios fundamentales en los que se basa la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .220 Objetivos de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .243
Objetivos que persigue la reparación sin suturas. ........................... 220 Tipo de anestesia recomendada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .243
Descripción de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .220 Descripción de la técnica. ........................................................ 243
Incidencias per y postoperatorias. Indicaciones. ......................................................................... 244
Conclusiones y consejos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .224 Incidencias per y postoperatorias a corto y largo plazo. ................... 244
Capítulo 21..........................................................................245 Clasificación de la hernia femoral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .269
Tratamiento quirúrgico de la hernia femoral: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .269
Reforzamiento protésico gigante - Acceso femoral.
del saco visceral. Técnica de Stoppa - Acceso inguinal.
- Acceso preperitoneal, anterior y laparoscópico.
Eduardo De la Morena Valenzuela, Mª Jose García Coret Indicaciones aconsejadas de las diferentes técnicas,
Breve referencia de René E. Stoppa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .245 según el autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .275
Principios fundamentales en los que se basa la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .245 Incidencias intra y postoperatorias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .276
Anatomía del espacio preperitoneal. Conclusiones y consejos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .276
Fundamentos del abordaje preperitoneal.
Objetivos que persigue la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .246
Tipo de anestesia recomendado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .246 Capítulo 25..........................................................................277
Descripción de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .246
Indicaciones del procedimiento de Stoppa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .248 La hernia inguinal recurrente
Incidencias per y postoperatorias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .249
Alfredo Moreno Egea
Conclusiones y consejos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .249 Introducción. Importancia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .277
Etiopatogenia aplicada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .277
Cronología de la presentación:
- Recurrencias tempranas.
Capítulo 22..........................................................................251 - Recurrencias tardías.
- Prevención de las recurrencias.
La reparación por vía laparoscópica.
Tratamiento quirúrgico de la hernia recurrente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .279
Vía preperitoneal (TEP) Abordaje anterior.
Abordaje preperitoneal abierto:
Javier Feliu Palá
- Técnica de Rives.
Biografía de J. Barry Mc Kernan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .251 - Técnica de Bendavid.
Principios fundamentales en los que se basa la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .251 - Técnica de Read.
Referencias anatómicas básicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .252 Abordaje preperitoneal posterior:
- Técnica de Nyhus.
Objetivos que persigue la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .253
- Técnica de Stoppa.
Tipo de anestesia recomendada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .253 - Técnica de Rigault.
Descripción de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .254 - Técnica de Wantz.
Indicaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .256 - Técnica de Trabucco.
Abordaje totalmente preperitoneal por laparoscopia (TEP).
Incidencias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .257
Coste económico. Recidivas tras las colocación de prótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .286
Curva de aprendizaje. Indicaciones, aconsejadas por el autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .286
Resultados actuales. Morbilidad y resultados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .287
Conclusiones y consejos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .259 Conclusiones y consejos del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .288

Capítulo 23..........................................................................261 Capítulo 26..........................................................................289


El tratamiento de la hernia inguinal La hernia complicada: incarceración y estrangulación
por laparoscopia. La vía transperitoneal (TAPP) Joaquín Ortega Serrano
Enric Laporte Roselló, Mercé Güell Garré Introducción y concepto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .289
Biografía de Leonard S. Schultz y referencias históricas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .261 Etiopatogenia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .290
Bases anatómicas de la técnica quirúrgica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .262 Secuencia de la estrangulación herniaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .290
Objetivos que persigue la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .262 Diagnóstico clínico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .290
Indicaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .262 Fases clínicas de la hernia complicada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .290
Preparación preoperatoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .263 Exploraciones complementarias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .291
Descripción de la técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .263 Tratamiento: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .291
- Médico.
Complicaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .265 - Quirúrgico.
Conclusiones y comentario personal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .265 Postoperatorio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .294
Conclusiones. ........................................................................ 294

Capítulo 24..........................................................................267
La hernia crural Capítulo 27..........................................................................295
Alfredo Moreno Egea, José Luis Aguayo Albasini Hernia en el lactante y en el niño
Historia e importancia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267
Benjamín Solsona Narbón, Mª Consuelo Sebastian Pastor
Principios anatómicos y fisiológicos: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .295
- Anatomía aplicada.
- Etiopatogenia aplicada. Aspectos históricos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .295
- Patogenia de la hernia femoral. Incidencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .295
Organogénesis. Recuerdo embriológico. ...................................... 295 además de la hernia inguino crural.
Patogénesis. ........................................................................... 299 - Anestesia utilizada.
- Protocolo de alta.
Clínica, exploración y diagnóstico. ............................................. 300
- Seguimiento del paciente operado.
Exploración inguinal contralateral. .............................................. 304
Resultados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .332
Tratamiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .306
Técnica de Mitchell-Banks. Conclusiones. ........................................................................ 332
Técnica de Ferguson.
Cirugía sin ingreso en la cirugía de la hernia en el niño. .................. 310
Complicaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .310 Capítulo 32..........................................................................333
Coste y beneficio del proceso herniario
Capítulo 28..........................................................................311 Dalila Patrizia Greco
Introducción. ......................................................................... 333
Hernias abdominales en diálisis peritoneal
El sistema de los indicadores. .................................................... 334
Javier Alvariño Herrero, Ricardo Baquero Valdelomar Tareas e instrumentos del equipo médico directivo. ........................ 335
Introducción. ......................................................................... 311 Los modelos gestionales. Régimenes de estancia hospitalaria. ........... 336
Breve recuerdo anatomo fisiológico Conclusiones. ........................................................................ 337
de la membrana peritoneal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .311
Factores favorecedores de la aparición de hernias
en éste tipo de enfermos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .312
Capítulo 33..........................................................................339
Prevención. ........................................................................... 312
Catéteres. Tipos. Técnicas de implantación. .................................. 313 La cirugía de la hernia en la formación del residente
Diagnóstico de hernia en los pacientes sometidos
a diálisis peritoneal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .314 Ramón Trullenque Peris, Ramón Trullenque Juan
Tratamiento quirúrgico. ............................................................ 315 Introducción. ......................................................................... 339
La experiencia del Servicio de Nefrología, ¿Por qué se considera una buena prueba
del Hospital La Fe de Valencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .315 de la experiencia técnica? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .339
¿Cuales son las dificultades intrínsecas de la herniorrafia? ................ 340
¿Se han producido variaciones técnicas
Capítulo 29..........................................................................317 importantes en los últimos años? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .340
¿La experiencia técnica de los médicos
Hernia e infección residentes en formación, es suficiente? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .341
¿Qué se puede hacer para mejorarla? .......................................... 341
Segundo Gómez Iglesias, Segundo Gómez Abril ¿Debe considerarse un área de capacitación específica? .................. 342

Capítulo 30..........................................................................321 Capítulo 34..........................................................................343


Complicaciones de la cirugía de la hernia inguinal El consentimiento informado
Conrado Herrero Bernabeu de la Asociación Española de Cirujanos
Introducción .......................................................................... 321 A. E. C.
Complicaciones debidas a la anestesia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .321 Documento de Consentimiento Informado para
Complicaciones debidas a la técnica quirúrgica: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .322 el tratamiento quirúrgico de la hernia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .343
- Peroperatorias. Documento Informado para el tratamiento
- Postoperatorias. quirúrgico utilizando además la vía laparoscópica
Recurrencias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .326 en el tratamiento quirúrgico de la hernia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .346

Capítulo 31..........................................................................327 Bibliografía..........................................................................349


Hernia y cirugía ambulatoria
Índice alfabético de autores ................................................365
Cristobal Zaragoza Fernández, Violeta Gisbert Ninet
Introducción. ......................................................................... 327 Índice alfabético de nombres propios y materias.................369
Concepto y definición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .327
La Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria del Hospital General Páginas web relacionadas con la hernia y la cirugía ...........375
Universitario de Valencia: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .328
- Estructura física.
- Selección de pacientes. Criterios de inclusión para cirugía
ambulatoria.
- Patologías a tratar en éste tipo de unidades
«A veces, apenas puedo escribir una ABRACADABRA
línea al día, sin contar que he de ir a la escuela ABRACADABR
y correr de aquí para allá a fin de ganarme la ABRACADAB
ABRACADA
vida, pues con mi trabajo he de hacer frente
ABRACAD
a todo lo que mi casa y yo necesitamos» ABRACA
Henry de Mondeville ABRAC
1260-1320 ABRA
ABR
AB
A

Capítulo 1

Aproximación histórica al conocimiento de la hernia.


Los médicos que la describieron y trataron.

Fernando Carbonell Tatay

Introducción En esta modesta aproximación al estu-


dio de la hernia, a través del tiempo, somos
La hernia de la pared abdominal y, desde conscientes de la imposibilidad de saber con
luego, la hernia inguinocrural, ha acompa- exactitud todas las descripciones y remedios
ñado al hombre desde su creación. Es ade- que se fueron utilizando. Nos ceñiremos a
más un defecto que se ve, que se nota las trasmitidas por los tratados que se con-
palpándose con las manos, y que se recono- servan y que forman parte del conocimien-
ce hoy como se hizo en la más remota anti- to médico-quirúrgico del mundo occidental
güedad; se trata de una patología con una en el que vivimos. Las imágenes de la por-
proyección externa, en la piel, y que cabe su- tada de algunos libros, las ilustraciones de
poner fue conocida por simple observación algunos instrumentos quirúrgicos, dibujos
como pudieran haber sido las llagas de la piel anatómicos y los retratos en la galería de per-
en los leprosos, los tumores, deformidades, sonajes, tampoco pueden ser todos los que
etc. Así parece que la primera alusión cono- fueron, sí son los que hemos podido recu-
cida sobre la hernia lo fue en el papiro de perar y que nos han parecido más relevan-
Ebers (1560 a. de C.) «un tumor en los geni- tes en relación con la hernia inguinocrural,
tales, en el que se mueven los intestinos». objeto de este estudio.
La cirugía prehelénica, primitiva, está ba- El desconocimiento y la suposición teó-
sada en la magia y el empirismo, y la «opera- rica lo son hasta el desarrollo de la medici-
ción» más arriesgada y conocida fue la na helenístico-romana. El nacimiento de un
trepanación del cráneo. Son numerosos los estudio racional en la curación de la enfer-
cráneos neolíticos trepanados que se conocen medad surge sin duda en la Grecia Antigua,
y la finalidad de la misma sería, según Paul aunque desde Homero (s. VIII a. de C.) a Hi-
Broca, antropólogo francés del siglo XIX, li- pócrates, hay trescientos años anteriores a la
berar los espíritus malignos ¿Quizá a algún era cristiana en los que solo conocemos re-
hombre del neolítico con una hernia estran- ferencias poco concluyentes del saber qui-
gulada se le perforaría el cráneo para curarle? rúrgico, hasta que nace Hipócrates.
19
1. El periodo clásico (460-146 ca experiencia profesional. Su obra se tra-
a. de C.): La medicina griega dujo del griego por primera vez en 1525, la
Opera Omnia, traducida y editada en Roma
Hipócrates de Cos (460-375 a. de C.) na- por Fabius Calvus, patrón de Rafael, auspi-
cido en la isla griega de Cos, se consideró ciado por el papa Clemente VII. Una impor-
«el padre de la medicina»; la aprendió al la- tantísima traducción en diez volúmenes
do de su padre Heráclides. A partir de la es- (1831-1861) conteniendo el texto griego y la
cuela de Alejandría, desde el s.III a. de C., se traducción francesa es la hecha en París, cu-
reunieron una serie de escritos, atribuyendo riosamente por un cirujano relacionado con
su autoría a Hipócrates, el llamado Corpus el tema de la hernia que nos ocupa: Littré. El
Hippocraticum, escrito o recopilado entre el Juramento Hipocrático tiene una frescura y
430-380 a. de C.; fue contemporáneo de Pla- una actualidad evidente con conceptos que
tón, Sófocles, Eurípides y Sócrates. En estos nunca deberían olvidarse.
tratados, 70 libros, hace mención a las her- Posteriormente y conociendo sus trata-
nias; aparece un pasaje relativo a «las rup- dos, a partir del s. III a. de C., el auge de la
turas de la parte inferior del vientre», y según investigación anatómica en Alejandría, con
Hipócrates. cuentan Coelius Aurelianus y Praxágoras, ha- Herófilo y Erasistrato, favoreció el desarrollo
Grabado en madera,
de la Opera de Paré.
bría recomendado, en ciertos casos, abrir el paralelo de la actividad quirúrgica, de tal ma-
1582 vientre para liberar al intestino obstruido, pro- nera que la cirugía romana comprende dos
bablemente en casos de hernia estrangula- momentos diferenciados, el anterior y el pos-
da. Conocía perfectamente el arte de la taxis terior a la introducción de la cirugía alejan-
y la herniotomía. Ejerció como cirujano en drina. La cirugía que se desarrolló en la gran
el «iatreón»(casa del médico). La cirugía hi- Roma desde finales del s. II a. de C. tuvo una
pocrática refleja dos grandes novedades pa- presencia de cirujanos formados en Alejan-
ra su época: conforma por una parte una dría de origen y lengua griegas. En el año 219
consideración técnica y racional de la en- a. de C. comienza el periodo llamado greco
fermedad y por otra es expresión de una ri- o helenístico-romano.

Opera Omnia Hippocratis


Traducción latina por J. Hagenbut.
Impresa en Venecia, 1737.
Tipografía Radiciana
Biblioteca y Museo Histórico - Médico,
Facultad de Medicina de Valencia
20
2. El periodo grecoromano Riera, que sospechan que Celso se limitó a
(146 a. de C. al 476 d. de C.) traducir los textos de la escuela alejandrina,
del griego al latín, pues parece imposible
El siguiente personaje que debemos men- que llegara a escribir y recopilar tanto co-
cionar es Aurelius Cornelius Celso, en el nocimiento médico.
año 25-35 d. de C., ya en el siglo I de nues- Celso menciona en su De re Médica la
tra era, que vivió durante el reinado de Ti- adormidera, la lechuga en agraz, la mora y
berio César, y escribió una conocida y gran el puerro como plantas que «excitan al sue-
obra, compuesta de varios tomos: De Re Mé- ño» y para calmar el dolor prescribía la ador-
dica. En ella, los libros VII y VIII están dedi- midera, el beleño y la mandrágora, en forma
cados plenamente a la cirugía. Celso describe de ungüentos o bebedizos, intentando una
por primera vez dos clases de hernia, la del forma de anestesia en las intervenciones qui-
ombligo y la del escroto, y conoce que el in- rúrgicas.
testino o el epiplón pasa o cae a través de Un siglo mas tarde, en el siglo II después
una ruptura de la pared abdominal. Descri- de Cristo y casi cinco siglos transcurridos des-
be así la intervención como una incisión en de la muerte de Hipócrates, al que respetó
el escroto para tratar de introducir la hernia profundamente siguiendo sus enseñanzas, Aurelio Cornelius Celso
en la cavidad, dejando la herida abierta des- ejerce Galeno de Pérgamo (130-210), per-
pués de la cauterización de la zona. Cono- sonaje importante en la historia de la medi-
cía los vendajes-bragueros y la compresión cina y cirugía, médico de los gladiadores en
de las heridas y hernias con tablillas de ma- Roma y el más grande de los médicos grie-
dera. No llegó a conocer bien la estrangu- gos después de Hipócrates, pero que se de-
lación. Además tenía la idea errónea de que dicó, teniendo muchos conocimientos
el saco herniario era una continuación de la quirúrgicos a la medicina teórica, a pesar de
pared abdominal y su sección muchas ve- que nunca practicó una disección humana,
ces iba acompañada de la pared del saco y aunque sí la hizo en cerdos y monos. Des-
la del intestino provocando la consecuente cribió en sus escritos el concepto de «ruptu-
peritonitis, que debió ser la causa de mu- ra del peritoneo con estiramiento de la
chas muertes. Describió numerosos instru- aponeurosis y los músculos como causa de
mentos quirúrgicos, reconocidos por hallazgos la hernia». Sus contribuciones científicas han
arqueológicos, siendo el primero en hacer- sido aceptadas como verdades definitivas has-
lo, ya que no se mencionan en el Corpus ta la época de Vesalio. Galeno cierra el pe-
Hippocraticum. Es entonces cuando, por pri- riodo antiguo.
mera vez, Celso describe al cirujano como Los cirujanos romanos posteriores a los
un especialista autónomo, con sus instru- griegos entre los siglos II y IV no brillaron por
mentos propios, su código deontológico, su ninguna aportación importante.
ética y sus reglas técnicas específicas. Su tra- ¿Qué conceptos generales nos deben que-
tado es el más importante de la antigüedad dar del periodo grecoromano de la cirugía?
romana pregalénica. El manuscrito se per- Con los griegos, la medicina y la cirugía, ocu-
dió durante la Edad Media y fue recuperado pó un lugar preponderante. El genio griego
en 1443 por el futuro papa Nicolás V, Tomás se caracterizó por su civismo, aprecio a la in-
de Sezanne, imprimió el trabajo de Celso y teligencia y su desarrollo. Sin embargo, a los
no es pues hasta el Renacimiento cuando lo- romanos les preocupaban más los asuntos
gra su renombre póstumo. Hay algunos his- militares y el culto a la fuerza física, dejan- Galeno.
Grabado en madera,
toriadores, criterio que comparte el Profesor do así un poco de lado el desarrollo intelec- de la Opera de Paré. 1582
21
tual; cuando desapareció la República, el pre-
dominio de la aristocracia militar acentuó es-
ta tendencia y colocó en un lugar inferior a
otras profesiones en las que el estudio era ne-
cesario, principalmente a los médicos. Esta
influencia persistió mucho tiempo incluso
aún después del acceso al poder de la Igle-
sia de Roma, los militares continuaban con-
servando un rango mayor que los propios
sacerdotes; lo primero era el soldado; se-
gundo, el sacerdote; tercero, el jurisconsul-
to; cuarto, el mercader; quinto, el médico, y,
por último, casi al nivel de los más humildes
trabajadores, le llega el turno al cirujano. ¡Así
estaban las cosas!
En cuanto al tratamiento de la hernia, se
usaban bragueros-vendajes de presión con
maderos y hierros sobre la zona herniaria,
aceites, baños calientes, reducciones y solo
Portada de la edición en los casos graves (el dolor era indicación
de Juan de Junta de cirugía, sobre todo en jóvenes, pero no la
de la obra de Galeno. Venecia, 1625.
Biblioteca y Museo Histórico - Médico, estrangulación), intervención con sección en
Facultad de Medicina de Valencia
la pared abdominal sobre el tumor herniario,
Una página del manuscrito latino
reducción, ligadura del saco y curación de «De partibus artis Medicinae»
la herida por segunda intención. Se procu- de Galeno. Siglo XII,
Biblioteca del Escorial, Madrid
raba aislar el saco del cordón, aunque en
ocasiones se seccionaba también.

Detalle de la portada del «Methodus Medendi»,


de Galeno, traducida por Thomas Linacre
en 1530. Facultad de Medicina, París

22
3. El periodo bizantino rojo vivo. La castración es una mutilación
(476-732 d. de C.) que ha sido perpetuada por los árabes y ha
continuado en boga por los «vagamundos»
En este periodo hasta la Edad Media des- cirujanos-barberos de la Edad Media hasta el
taca Leónidas de Alejandría, de la citada es- siglo XVI.
cuela alejandrina que era la que más brillaba Su tratado fue impreso por primera vez
en la época. Emite opiniones juiciosas y co- en Venecia en el 1528, siete siglos después,
noce la estrangulación herniaria y sus efec- recibiendo posteriormente muchas ediciones
tos describiendo la taxis, recomendando en inglés por Adams en 1845-47 y en fran-
después un vendaje compresivo. Sus trata- cés parcialmente por R. Briau en 1855, ha-
dos fueron conservados y completados por ce muy poco tiempo.
Aetius (Aecio de Amida), médico bizantino Pablo de Egina fue el gran transmisor de
del siglo VI, en el 540. Aetius nació en Ami- la cirugía de la Antigüedad clásica a la me-
da, ciudad de la Alta Mesopotamia a co- dicina de los árabes y cristianos de los siglos
mienzos del siglo VI, se formó en Alejandría ulteriores.
y ejerció en Constantinopla; fue médico de
la corte de Justiniano y recibió de este la dig-
nidad de comes obsequii (jefe del séquito im-
perial). Se cree que fue cristiano. Escribió el 4. Periodo árabe y judío (732-1200)
Tetrabiblon, vasta recopilación de carácter Opera de Pauli Aegina
práctico, dieciséis Logoi o discursos que se La cirugía árabe recoge y se basa en la Traducción latina por
J. Gunther von Andernach
limitan a repetir el saber médico griego. La tradición griega y helenística, siendo here- Impresa en Lyon, 1567
por Guillaume Roville.
cirugía es ampliamente tratada en su Tetra- dera directa de la obra de Pablo de Egina. Biblioteca y Museo Histórico - Médico,
biblon y en su discurso XIV trata sobre las Hacia mediados del siglo IX, los árabes co- Facultad de Medicina de Valencia

hernias y órganos sexuales. Aetius, contrario nocen y leen a Hipócrates y a Galeno. Hay
a la quelotomía y a la castración («Ut ne re- un periodo de esplendor de la ciencia islá-
cidat aeger, aservandi gratia, perpetuis liga- mica entre los años 900-1200. En el califato
mentis utatur»), recomendaba la taxis. de Córdoba (755-1236), destaca el gran ci-
Un siglo más tarde nace Pablo de Egina rujano cordobés Abu-l-Qasim, llamado Al-
(625-690), en la isla de este nombre. Es la bucasis. Vivió en el siglo XI y es el autor de
máxima figura de la medicina bizantina del un gran tratado médico-quirúrgico llamado
siglo VII, destacando como cirujano. De sus el Altasrif o Colección; consta de tres libros
obras conocemos el Hypomnema o Epitome, y está fundado en la obra de Pablo de Egina;
o Memorandum, un compendio de siete li- el primer libro nos ilustra en el cauterio, ras-
bros, en la que otra vez se reúne, pero aho- go característico de la cirugía árabe. Albu-
ra de una forma clara y ordenada, todo el casis fue un innovador y su tratado contiene
saber médico de la Antigüedad. En el libro láminas de instrumentos quirúrgicos. Cono-
VI habla de cirugía y fue defensor de la cas- ce la estrangulación herniaria y su operación,
tración y sección del saco con ligadura en la castración y el cauterio de la herida, des-
las hernias estranguladas, frotando la herida de la piel y la fascia hasta el pubis.
con pimienta para conseguir firmes cicatri- El impulso creador y científico de la cul-
ces, después de vendarla. Pero, si conseguía tura árabe y musulmana fue tan fulgurante Traducción latina del Colliget
de Averroes y del Theizir de Avezoar.
reintroducir el saco en la cavidad sin rese- como rápido y breve, pero su influencia y Impresa en Venecia,
carlo, «quemaba y cauterizaba» toda la re- eco en el mundo occidental cristiano ha si- 1553 por los Giunta.
Biblioteca y Museo Histórico-Médico,
gión inguinal hasta el hueso con un hierro al do excepcional. Los árabes fueron el eslabón Facultad de Medicina de Valencia
23
o puente cultural entre la Antigüedad clási- riodo de casi cuatrocientos años de destruc-
ca y la Europa medieval; los textos griegos y ción material y de decadencia intelectual.
bizantinos, que se hubieran perdido tras la Entre la luz de la antigüedad clásica y su
caída del imperio romano, como ya se ha di- reaparición en el Renacimiento, hay un mi-
cho, fueron traducidos al árabe a lo largo de lenio de oscuridad y oscurantismo, las «dark
los siglos VIII y IX de nuestra era. La cirugía ages» de que hablan los ingleses, aunque en
de Abbucasis fue traducida al latín en Tole- esa época vivieron, pensaron y nos dejaron
do por Gerardo de Cremona en el s. XII. sus escritos Avicena, Averroes, Arnau de Vi-
El también cordobés Avenzoar muerto en lanova, Dante y Petrarca, entre otros, y des-
1192, el más grande de los médicos judíos del de luego son algo más que una tiniebla entre
Califato Occidental y su discípulo Averroes (1126- dos resplandores. Sí fue la oscuridad la que
1198) merecen aparecer en este capítulo. cubrió a la Cirugía Occidental.
Avicena (sigo X) nos legó una somera des- En el siglo XIII la cultura árabe estaba in-
cripción de un nuevo aparato (braguero), en jertada en la medicina europea por medio de
el que una pelota plana es aplicada sobre el las traducciones latinas, como hemos co-
Avicena. Canon Medicinae. orificio herniario; ella misma es sostenida por mentado, el dominio intelectual era esen-
Traducción latina.
Venecia 1608 por los Giunta. una placa de hierro para asegurar la conten- cialmente escolástico y monástico y sus
Biblioteca y Museo Histórico-Médico,
ción. Es la primera aparición histórica del me- maestros más adelantados fueron: Santo To-
Facultad de Medicina de Valencia
tal en la fabricación de bragueros y, desde más de Aquino, Rogelio Bacon y Alberto Mag-
este punto de vista, un dato de verdadera im- no entre otros.
portancia en la historia del tratamiento con- El gran error de la Ciencia Médica Me-
servador de la hernia. Su Canon ha sido dieval, como dijo Guy de Chaulliac, gran ci-
traducido para el estudio posterior en Europa rujano francés del siglo XIV, ha sido el divorcio
por Gerardo de Cremona (1114-1187) de la entre la Medicina y la Cirugía. En su discur-
Escuela de Toledo, que fue el gran centro del
movimiento de trasmisión del saber antiguo.
Los árabes dejaron de lado el bisturí em-
pleando el cauterio. Recomendaban el opio,
insistentemente para el dolor, en un intento
de anestesia.

5. El periodo medieval.
La Edad Media Occidental
(1096-1453).
Los «cirujanos barberos»

Comienza con la caída del imperio ro-


mano, cuando Hérulo Odoacro depuso en
Roma al emperador Rómulo Agustino y ter-
mina en 1453, fecha de la conquista de Cons-
tantinopla por los turcos.
Instrumentos quirúrgicos Esa «edad sombría», durante la cual todo Chirurgia Magistri Rogerii
en la «Cirugía» de Albucasis. (Siglo XII) Escuela de Salerno.
Siglo XV, Oxford, Bodlian Library el Occidente y Europa pasa por un largo pe- British Museum, Londres
24
cirujanos y su práctica fueron relegados a ser
barberos-peluqueros, castradores de cerdos
y caballos, charlatanes y «vagamundos», con-
dición que prevaleció a lo largo del tiempo
(uno de los deberes de los cirujanos del ejér-
cito prusiano de Federico el Grande, era afei-
tar a los oficiales). En el siglo XIII, el Colegio
de San Cosme, en París, organizó un gremio
con cirujanos barberos-clericales, de ropa
larga más cultos, que leían latín y conocían
las obras clásicas y barberos legos o de ropa
corta; los últimos no podían ejercer la ciru-
gía, si no eran examinados por los primeros.
El Collége de San Côme, como gremio de ci-
rujanos parisinos, contribuyó a enaltecer la
profesión quirúrgica. Carlos V de España en
1372 decretó que los barberos podían tratar
las heridas, no mezclándose con sus com- Miniatura de una
pañeros de ropa larga. obra de Lanfranco.
Fragmento de una obra
Siglos XIV- XV.
de Guillermo de Saliceto Podemos resumir esa época y el saber Biblioteca Laurenciana,
Florencia.
médico medieval -siguiendo a Neuburguer
so, Hipócrates, que era un máximo exponente en el Garrison- en cuatro periodos:
de la inteligencia griega, concibió la medici-
na interna en términos de cirugía, no solo co-
mo una forma del tratamiento, sino como «el 5.1 Periodo monástico (del siglo V al X).
verdadero brazo derecho de la medicina».
Los signos visibles por los que se llegaba al Las tinieblas...a la curación por la fe. Las ora-
diagnóstico (tumor reductible o no, fístula, ciones, los exvotos y las invocaciones a Dios.
abceso, etc), extirpables por tanto, eran en
los que se apoyaba la medicina interna.
Por otro lado, las traducciones de las obras 5.2 Periodo salernitano (siglos XI y XII).
de Galeno, tamizadas por los árabes y las re-
ligiones orientales, dieron como idea obse- La escuela médica de Salerno (pequeña
siva que«era sucio e impío tocar el cuerpo ciudad marítima cerca de Nápoles en Italia)
humano con las manos en determinadas con- despertó el arte médico-quirúrgico de la de-
diciones». Como este dogmático pensamiento crepitud de siglo y medio anterior. Debemos
fue siendo cada vez más firme, las inteligen- citar a Rogerio de Palermo, que escribió en
cias monásticas y escolásticas llegaron a la 1180 La Práctica Chirurgica, también llama-
errónea conclusión de que la labor intelec- da con las palabras con que comienza el li-
tual era muy superior a la labor manual, con- bro, Post Mundi Fabbicam, y que apareció
cluyendo en el famoso edicto del Concilio en torno a 1180; libro muy personal, rico en
de Tour en 1163, Ecclesia abhorret a san- conceptos sintéticos, fue una luz después de
Dibujo anatómico
guine. Cómo lógica consecuencia de la afir- tiempos oscuros; promueve planteamientos que ilustra la «Chirugia»
mación y el poder hegemónico intelectual de Henri de Mondeville.
modernos sostenidos aún hoy en día; su pro-
Siglo XIV.
de esa época, el feudalismo y la Iglesia, los sa es sencilla e inimitable y en ella se en- Biblioteca Nacional, París
25
cuentran nociones singulares, algunas de las ergo omnis cyrurgicus est theoricus». Fue, no
cuales no deslucirían hoy entre las mejores obstante, enemigo del bisturí y amigo del
enseñanzas de la cirugía. Describe en el tra- cauterio y trataba la hernia con bragueros.
tamiento de las hernias inguinales (libro III, Contemporáneo de Lafranco, amigo y conti-
cap. XXXVII) que la posición que debe adop- nuador de sus enseñanzas, fue Henry de Mon-
tar el paciente durante la intervención es «con deville (Mandaville, Amondavilla, Mundavila
la cabeza y los hombros bajos y las piernas o Ermondaville, según se escribe en diferen-
levantadas, de forma que los intestinos des- tes códices), que nace en torno al 1260 en
cienden hasta el pecho». Esta posición la des- un pueblo no precisado de Normandía. Dis-
cribirá mas tarde Rolando y hoy se conoce cípulo de Jehand Pitard, fue un divertido in-
como de Trendelenburg. La intervención con- novador e ingenioso cirujano, del que hemos
sistía en el aislamiento del saco herniario has- recogido algunas estupendas frases en el glo-
ta el nivel de su cuello, introducción de dos sario del final de este capítulo. Colaboró en
varillas de madera (que el autor llama stili) el tratamiento de las heridas defendiendo el
en cruz, ligadura con un hilo, extracción del lavado y la sutura primaria, en contra del
saco y cauterización; o bien, en las hernias «pus loable», la cauterización con aceite hir-
grandes, cauterización profunda de la región viendo y la supuración, siendo el pionero de
inguinal. En la escuela de Salerno, se cono- la asepsia; más tarde, Ambrosio Paré conti-
cía y utilizaba como anestésico la «esponja nuó por esa línea. Dejó una sustanciosa Chi-
somnífera», que contenía opio, beleño, ador- rurgia (1306) inacabada por su débil salud,
midera, etc., aunque los cirujanos tenían cier- con dibujos anatómicos en color; como él
to miedo a emplearla por su efectos peligrosos. mismo decía, se encontraba «asmaticus, tus-
siculosus, ptisicus et consuntus». Practicó la
taxis y la castración.
5.3 Periodo de la ilustración
temporal siglo XIII.
(Cultura árabe 5.4 Periodo del prerrenacimiento
injertada en Occidente). (siglo XIV).

Destacan Rolando de Parma y su Chi- Guy de Chauliac (1300-1370) fue muy


rurgia Rolandina, así como Bruno de Longo- diferente en su forma de ser y carácter a Mon-
burgo en 1252, quien escribió la Chirugia deville, abandonando el gran avance de es-
Magna, ambos italianos. En Francia sobresa- te en la forma aséptica y primaria del cierre
lió Lafranco (de Milán), nacido en los pri- de las heridas. Llega a ser la autoridad qui-
meros decenios del siglo XIII; nos deja su rúrgica de los siglos XIV y XV. Escribe su In-
Chirurgia Magna (acogido por el cirujano ventarium o Chirurgía Magna, publicado en
francés Jehand Pitard, cuando llegó allí exi- latín en 1363, compuesta por siete tratados
liado) dedicada al rey de Francia Felipe el o libros, subdivididos a su vez en doctrinas
Hermoso. Fue muy contrario al cisma me- y capítulos. Fue la obra mas leída durante los
dieval que separaba a la medicina de la ci- dos siglos que siguieron a su publicación,
rugía y expresó que el cirujano debe ser siendo traducida a varios idiomas, entre ellos
también internista (pensamiento que debería- el español. Era de Auvernia, francés, y se for-
mos meditar también hoy en día), lo cual hi- mó en Toulouse, Montpellier y París, con un
zo con el siguiente silogismo: «Omnis practicus curso especial de anatomía en Bolonia. Fue
est theoricus: omnis cyrurgicus est practicus; además un buen historiador de la medicina.
26
taba sobre todo con bragueros operando so-
lo algunas (las más dolorosas) acompañadas
además de la ligadura del saco, con la cas-
tración y aplicación posterior de cáusticos o
cauterio en las heridas que cerraban por se-
gunda intención.
Los «vagamundos» herniotomistas creían
que la castración era necesaria para conse-
guir la «cura radical de la hernia». Pensaban
que los intestinos y los testículos estaban in-
cluidos en el mismo saco y que este debía
ser extraído totalmente para evitar relajacio-
nes y falsas curaciones del peritoneo.
Las más antiguas universidades, fundadas
Guy de Chauliac (1300-1370)
durante ese periodo, han sido las de París
En su obra Guy cita a muchísimos autores (1110), Bolonia (1158), Oxford (1167), Mont-
griegos, bizantinos, árabes, franceses, ingle- pellier (1181), Palencia (1208), Padua (1222)
ses, italianos y a un español, entre otros: Hi- y Salamanca (1243).
pócrates, Galeno, Albucasis, Avicena, Rhazes, En los siguientes doscientos años, se crea Guy de Chauliac. Chirugia.
Traducción castellana
Averroes,Constantino el africano, Rogerio, en España el Tribunal del Protomedicato (1422), con comentarios de Juan Calvo.
con potestad para conceder licencias de ejer- Impresa en Valencia.
Rolando, Henri de Mondeville, Arnau de Vi-
1596 por Pedro Patricio.
lanova, Guillermo de Saliceto, Lanfranco de cicio, y se refundan las primeras universida- Biblioteca y Museo histórico-médico.
Facultad de Medicina de Valencia.
Milano, Gilberto el Inglés, etc. Conocía la des: en 1411 la de Valencia, la de Barcelona
hernia estrangulada y su operación. Por pri- en 1450, la de Zaragoza en 1474, la de Ma-
mera vez se establece la diferencia entre la llorca en 1483 y en 1499 la de Alcalá de He-
hernia inguinal y crural. Castraba igual que nares, que llega a ser rival de la de Salamanca.
sus antepasados y sustituyó el «cauterio de
la herida» por el arsénico y la cal viva, fro-
tando con ambos compuestos la herida in-
guinal con el fin de provocar más fácilmente 6. El periodo del Renacimiento.
inflamación y supuración. Como maestro éti- El resurgir de la ciencia y la cirugía.
co, tenía un ideal de cirujano, quizá más no- Los cirujanos anatomistas.
ble que el de Mondeville, y sus escritos dejan La disección (1453-1600).
ver tanto al caballero como al erudito; du-
rante la epidemia de peste de Avignon en La invención y conocimiento en Europa
1348 y la de 1360, permaneció con una enor- de la pólvora y de la imprenta, el más im-
me valentía en su puesto, mientras otros mu- portante adelanto para la Humanidad, die-
chos colegas huían de allí. Trataba las hernias ron un golpe al feudalismo imperante en todos
de diferente manera según contuviera el sa- los campos; estos hechos junto a otros im-
co intestinos o epiplón; utilizaba tanto el bis- portantísimos, como el descubrimiento de
turí como el cauterio, defendía la ligadura América por Colon, la vuelta al mundo de
del saco herniario. Conocía la «esponja som- Magallanes, los estudios de Copérnico, el na-
Guy de Chauliac sentado
nífera» y la utilizaba con fines anestésicos cimiento de hombres como Leonardo da Vin- ante su pupitre aconseja
ci, Miguel Angel, Lutero, Rafael, Ticiano, etc. a unos enfermos.
con el fin de que no sienta la incisión.
Ilustración de su «Chirurgia Magna».
Durante la Edad Media, la hernia se tra- fueron la explosión de ingenio y de creativi- Siglo XV. Biblioteca Nacional, París
27
dad en todos los campos, que culminó en el fue muy retrasada en el desarrollo científico
periodo renacentista, con el revivir de la cien- de la cirugía con respecto a Italia, Francia y
cia. Junto a todos ellos, en el campo de la me- España. La medicina popular era la principal
dicina y sobre todo de la cirugía, destacó forma de tratar a los enfermos, existiendo só-
Vesalio, quien destruyó las teorías galénicas, lo los «cirujanos de heridas»; pero hay que
comenzando así, el nacimiento científico de destacar a Felix Würtz (1510), discípulo de
la anatomía y, por tanto, de la cirugía. Paracelso; era suizo, nacido en Zurich, aun-
La formación del cirujano renacentista, que Suiza era políticamente independiente.
lógicamente, al principio se apoyó en los tra- La cirugía que desarrolló, se consideró siem-
tados griegos y árabes traducidos al latín, edi- pre como parte de la escuela alemana. Tam-
ciones de las obras de Celso en 1478, Pablo bién alemán, Caspar Stromayr, que pertenecía
de Egina (1528,1532 y 1538) y Albucasis a la clase de los «incisores», escribió su Prac-
(1497 y 1541) y de los textos medievales de tica copiosa (1559); aunque olvidada, fue res-
Rolando de Parma, Saliceto, y Lanfranco con catada en 1909 y publicada en 1925 por primera
varias ediciones de sus Chirugia magna y par- vez; libro con múltiples ilustraciones, existe
va. Para hacerlos más populares, fueron tam- un capítulo importante dedicado a las hernias
bién traduciéndose desde el latín al francés, que comentaremos más adelante.
castellano, inglés e italiano. De la misma ma- Tenemos que citar aquí como grandes
Durante el Renacimiento, nera la obra de Guy de Chauliac se reimpri- hombres, aunque no cirujanos, a dos espe-
«renacieron» y fueron impresos
me desde la primera vez en 1478 en todos ciales «anatomistas» prevesalianos: Leonar-
los tratados antiguos más importantes.
Hippocratis Coi, edición grecolatina los idiomas europeos importantes. do da Vinci (1452-1519), fundador de la
de la Colección Hipocrática.
Traducida por Giorlano Mercuriale El gran desarrollo de la cirugía en el siglo iconografía y de la anatomía fisiológica. Se-
e impresa en Venecia XVI va unido y es fruto del auge paralelo y ver- gún William Hunter fue «el más grande de
en 1588 por los Giunta.
dadero renacimiento de los estudios anató- los Anatomistas de su época»; sus dibujos
micos; gran número de cirujanos en esa época fueron «descubiertos» doscientos años más
ostentan la doble condición de cirujanos y tarde por William y Blumenbach en 1784 y
anatomistas: Vesalio, Fallopio, Fabrizio d´Aqua- 1788. Al ver sus reproducciones al clarión
pendente, Guido Guidi, Benedetti y Leonar- de los músculos, del corazón, de los pulmo-
do Botallo en Italia. Thomas Vicary, uno de los nes, de los vasos sanguíneos cervicales, to-
mejores cirujanos británicos de ese siglo, fue rácicos y de las extremidades, etc., no cabe
el autor del primer tratado de anatomía escri- duda de que se dibujaron del natural y al pie
to en inglés y master de la unión de la Fe- de disecciones de cadáveres. El segundo en
llowsihip of Surgeons y la Barber-Surgeons importancia fue Alberto Durero, con un tra-
Company. tado sobre las proporciones humanas (De Si-
En España todos los cirujanos renacentis- metria, Nuremberg, 1532). Habían estudiado
tas incluyen en sus obras estudios anatómicos: ambos la anatomía externa e interna. Sus di-
Andrés Alcázar, Francisco de Arceo, cuya obra bujos son reconocidos por todos como los
De recta curandirum vulnerum ratione (1574) primeros con relieves anatómicos que se co-
fue traducida al francés, inglés y holandés; rresponden con la realidad, como la de los
Francisco Díaz, Dionisio Daza Chacón y Juan escultores griegos. El gran Leonardo dibujó
Fragoso y su Chirurgia Universal (1511) y Juan también vísceras e intestinos.
Calvo, entre los más importantes; más ade- La idea teológica de la santidad del cuer-
lante los volveremos a encontrar. Francia con- po humano y de la resurrección del mismo,
Escena de disección tribuyó con dos grandes cirujanos, Paré y Franco, dificultaba enormemente la disección sobre
del Canon de Avicena. Siglo XV.
Biblioteca Universitaria de Glasgow formados en campañas militares. Alemania cadáveres.
28
La cirugía del Renacimiento tuvo dos fac-
tores, entre otros, que propiciaron su pro-
fundo desarrollo y renovación: por una parte,
la instauración de la práctica de la disección
sobre cadáveres humanos y, por otra, las con-
tinuas guerras en Europa, con sus múltiples
traumatismos y heridos a quien curar. ¡Me-
nuda escuela de aprendizaje!
Hay que citar, para tener una idea somera
de la época de la Reforma, a Aureolus The-
ophrastus Bombastus de Hohenheim o Para-
celso (1493-1541); aunque fue un Escena de hospital.
Grabado en madera
antianatomista, quemó las obras de Galeno procedente del
y Avicena, separándose del galenismo y sus Opus Chirurgicum,
1566, de Paracelso
cuatro humores, pero respetó profundamen-
te a Hipócrates. Es el único aseptista que en- Raimundo Lulio, mezclando ácido sulfúrico
contramos entre Mondeville y Lister y fue un con alcohol, calentando la mezcla y con-
gran defensor de la unión de la medicina y densando los vapores: el éter sulfúrico. Para-
la cirugía. Relacionó el bocio con el creti- celso descubrió la anestesia, la provocó, la
nismo y escribió su Chirurgía Magna en 1536, tuvo delante de él utilizándola en pollos, pe-
aunque parece que se apartó de la cirugía. ro no supo o no quiso extraer las últimas con-
Fue un revolucionario científico en su épo- secuencias de ese hallazgo y desde luego no
ca: alquimista, charlatán, etc., pero con evi- pasó a la historia por este hecho. Amigo de
dente mérito por su rebeldía fue un médico las bajas compañías viajó por toda Europa
capaz y un hábil cirujano. Redescubrió el conociendo a barberos, verdugos, comadro-
«fluido blanco», que ya había descubierto nas, sanadores, vagamundos, etc., adquiriendo El rey Enrique VIII entregando
los estatutos al gremio de
grandes conocimientos prácticos. Murió en cirujanos barberos en 1540.
Salzburgo a consecuencia de las heridas re- Cuadro al óleo
de autor desconocido
cibidas en una pelea tabernaria. según un original de Holbein.
Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra

Retrato de Paracelso por Rubens.


Museo Real de Arte e Historia.
Bruselas
29
Andres Vesalio (1514-1564) sidad de Lovaina, aunque allí solo disecó ani-
La figura más eminente de la medicina eu- males; a los 18 años, en 1533, fue a París pa-
ropea después de Galeno y antes de Harvey. ra estudiar, como se ha dicho, con Jacobo
Su vida es una de las más románticas de la his- Silvio (seguidor de las doctrinas de Galeno y
toria de la medicina. Nació en Flandes, aun- poco anatomista humano), el mismo que dio
que su origen era alemán, el 31 de diciembre nombre a la cisura cerebral; pero no es has-
de 1514, mil trescientos años después de la ta su paso por Italia cuando publicó sus más
muerte de Galeno. Fue discípulo del ardien- importantes obras; en 1537 recibió el título
te y fanático galenista Jacobus Sylvius. de médico por la Universidad de Padua, don-
Han existido disectores y disecciones an- de fue profesor de anatomía y cirugía.
tes de Vesalio, pero él solo ha sido quien ha Disecó numerosos cadáveres y escribió
convertido a la anatomía, en lo que es toda- en 1543, el sexto año de su estancia en Pa-
vía: en una ciencia viva y activa. dua, su magnífica Humani Corporis Fabrica,
Vesalio es …«un jalón, un punto de par- escrita en latín, obra que marca un momen-
tida (Como dice James G.Mumford en su ca- to trascendental y casi único en la historia de
pítulo de historia, en la Cirugía de Keen), en la medicina y cirugía. (Fábrica: construcción
nuestra profesión, porque hizo cosas nuevas de artífice, edificación arquitectónica). Co-
e importantes; supo ver con sus propios ojos mo él escribió: «la función que cumplen las
y supo descartar lo real de lo que solo era paredes y las vigas en las casas y los másti-
Retrato de Vesalio, disecando un brazo. tradición. Se dice que derrocó a Galeno, pe- les centrales en las tiendas de campaña y las
Grabado por Jan Stephan van Callar
y publicado en su obra ro, en realidad, fue su sucesor en la Ciencia, quillas con las costillas en las naves, esa es
«Humani Corporis Fabrica». y el primero, que nosotros sepamos, que des- la de los huesos en la fábrica del hombre [...]
Biblioteca Nacional, París.
de esos trece siglos transcurridos utilizó las ser una vez más capaz de estudiar como la
prácticas y los métodos del antiguo maestro. verdadera Biblia, como nosotros calculamos
Él perfeccionó a Galeno, corrigió muchos de ser, el cuerpo humano y la naturaleza del
sus errores y acabó convirtiéndose en su nue- hombre». Su visión fue totalmente contraria
vo sabio; pero, ¿son esa razones suficientes a la de Galeno, que tenía una concepción de
para que prescindamos ya de Galeno? No- dynamis o potencia, anatomofisiológica. Ga-
sotros, estudiantes del siglo XX, ¿no sabemos leno comienza su descripción de las partes
acaso, casos, cosas que no pudieron ni so- orgánicas por la mano, porque así, pensaba,
ñar Hunter, Rush o Drake? Generalmente no se manifiesta funcional y operativamente más
se cuenta a Vesalio entre los cirujanos y en que con cualquier otra parte, al hombre lo
realidad se le suele omitir en los tratados de que por naturaleza es; Vesalio inicia su in-
cirugía, citando más bien a uno de sus con- mortal obra con el estudio del esqueleto, pues
temporáneos, de quien hablaremos en bre- él es el sustento de la «fábrica» del cuerpo.
ve, a Ambrosio Paré; y sin embargo, si hoy Es una visión científica de la anatomía: la for-
viviera Vesalio sería considerado como un ma y la estructura frente a la funcionalidad.
verdadero cirujano. En efecto, desempeñó Fue tan revolucionario que hasta su propio
una cátedra de cirugía, fue un profundo in- maestro, Silvio, se volvió contra él por criti-
vestigador, el fundador de las investigacio- car y negar a Galeno. Su retrato nos sugiere
nes anatómicas modernas, fue, en una palabra, fortaleza y valentía. Tanto fue criticado que
Humani Corporis Fabrica. 1543 el hombre que ha hecho posible el desarro- en un arrebato quemó su manuscritos y acep-
Frontispicio de la primera edición
en donde, al contrario de la tradición,
llo de la ciencia quirúrgica». tó el cargo de médico del emperador Carlos
el profesor no preside desde lo alto Su padre era el farmacéutico de Carlos V, V en España. Se casó y vivió muchos años en
de su estrado, sino que él mismo
diseca y explica lo que hace. pasó gran parte de su juventud en la Univer- Madrid, pasando después de la abdicación
30
del emperador al servicio de su hijo Felipe pectos del canal inguinal, como el ligamen-
II, abandonando la anatomía. Operó a D. Car- to inguinal o arco de Falopio. Acuñó también
los de Aragón de un empiema y resecó al- el término placenta.
gunas mamas cancerosas con éxito en las
mujeres de la corte española.
Con respecto al tema de este tratado, aun- Hieroniymus Fabricius ab Aquapendente
que su obra es anatómica, describe en una (1533-1619)
autopsia, el prolapso de omento en una her- Discípulo avezado de Falopio y maestro
nia inguinoescrotal. de Harvey en Padua, construyó a sus expen-
Una oscura y no conocida enfermedad le sas el anfiteatro anatómico de la Universi-
causa la muerte, a los cincuenta años, solita- dad. Escribió tratados de anatomía y embriología,
rio y abandonado en la isla de Zante, a la vuel- así como un Pentateuco quirúrgico. Conoció
ta de un viaje de peregrinación a Jerusalen. perfectamente el tratamiento de la hernia
En el palacio Pitti, de Florencia, se encuentra aconsejando la taxis con el paciente en po-
el retrato de Vesalio pintado por Ticiano. sición forzada, la que llamamos hoy de Tren-
delemburg, así como la quelotomía.
Instrumentos quirúrgicos de la Opera chirurgica,
La herniotomía provocaba por entonces de Fabrizio d’Acquapendente.
Gabrielle Falopio (1523-1562) casi siempre la castración, por lo que era
Fue discípulo leal y fiel a Vesalio y suce- rehusada por los cirujanos de prestigio y prac-
sor de su cátedra de Padua; contemporáneo ticada, como ya sabemos, por «los empíri-
durante la estancia de aquél en Madrid, se cos». El primero que logró conservar la
llegó a decir: integridad del cordón espermático (siguien-
«Vesalio, ¿dónde está Vesalio? Este Fa- do a Granjel y Juan Riera en el Laín de His-
lopio es quien derriba el ídolo de Galeno». toria Universal de la Medicina) fue un
Murió antes que su maestro, pero fue más «empírico» español al que cita el siguiente
cirujano; describió las trompas que llevan su texto de Benedetti: «Yo he visto a varios en-
nombre, el ligamento redondo en la mujer, fermos curados (...) por cierto español; el cual
la cuerda del tímpano, junto con algunos as- prometiendo un tratamiento poco doloroso,
puesto que se trataba de una simple punción
y al mismo tiempo una cura sólida, atrajo a
mucha gente»; consistía la técnica en ligar el
saco herniario cuidando de que la aguja por-
tadora del hilo, pasara entre el dicho saco y
Retrato de Fabrizio d’Acquapendente.
el cordón deferente; la tensión del hilo se au-

El orden descriptivo de la Fábrica de Vesalio: Sistemas animadores o impulsivos (órganos de las cavidades abdomi-
Retrato de Gabrielle Falopio nal torácica y cefálica)
31
mentaba de modo paulatino en el transcur- «Ye le pansay, Dieu le guarit». Introdujo las
so de varios días. De ser así, fue el antece- ligaduras de los vasos (en desuso desde Cel-
dente del point doré, ¡un cirujano-barbero so) regularizando la amputación.
español de los que no publicaba nada, co- Fue el primero en popularizar el uso del
mo algunos muy trabajadores actuales que braguero en la hernia y, aunque en un prin-
hemos conocido! cipio él había seguido el «antiguo método»,
Desde la baja edad Media hasta el siglo acabó con la fatídica práctica de los «ciruja-
XVIII, coinciden la figura del anatomista con- nos barberos», ambulantes y «vagamundos»
fundida con el cirujano. Vamos a conocer a de castrar a los pacientes en la herniotomía.
otros personajes de esa época con una rela- Aplicaba la intervención conocida como fil
ción más directa, con el tratamiento de la d´or o hilo de oro, procedente de España, se-
hernia inguinocrural: gún varios historiadores entre los que se en-
cuentra Jürgen Thorwald y también atribuída
por algún otro a Gerardo de Metz, cirujano
Ambrosio Paré (1510-1590) francés en 1412; el procedimiento se basa
La influencia directa de la obra de Vesa- en la ligadura con hilo de oro en torno al cor-
Ambrosie Paré lio en toda la cirugía del Renacimiento se dón espermático y al saco herniario (una vez
aprecia claramente en la vida y en la obra de reducida la hernia) evitando la excesiva com-
Ambrosio Paré, que hizo popular entre los ci- presión y lesión de los vasos sanguíneos del
rujanos de entonces la Fábrica, escribiendo mismo permitiendo así la actividad funcio-
en lengua vernacular un resumen de la mis- nal del testículo. Empleó y diseñó los bra-
ma. Comenzó como aprendiz de barbero gueros para el tratamiento conservador.
cuando llegó a París en 1529, pero, a los ocho Fue un escritor prolífico, de verbo exa-
años, después de una temporada como ayu- gerado, según el historiador de la medicina
dante de cirujano en el Hôtel de Dieu, se con- Fielding H. Garrison, a veces oscuro; sus prin-
vierte en cirujano militar, asistiendo a múltiples cipales obras son un tratado sobre las heri-
batallas, demostrando con su habilidad qui- das por arma de fuego (1545) y otro mayor
rúrgica, valor y sentido común, ser el ciruja- sobre cirugía (1564), junto con la Practica
no más grande de su época. Junto con Hunter Copiosa (1514), que había escrito antes. In-
y Lister ha sido considerado por los historia- ventó numerosos instrumentos quirúrgicos.
dores como el mejor desde la antigüedad al Paré reintrodujo el mundo quirúrgico en Fran-
siglo XX. También se le ha nominado como cia, decadente desde hacía doscientos años
«el padre de la cirugía moderna». Fue protes- en que brillaba en los siglos XIII y XIV, con
tante y el único perdonado por mandato re- Lanfranco, Pitard, Henry de Mondeville y
al tras su huida a Metz después de una derrota, Guy de Chauliac.
en las batallas con los católicos, tal era su fa- En aquellos tiempos se llegó a tratamientos
ma y respeto entre sus compañeros. Fue un para la hernia, muy curiosos. «Se hacía tra-
verdadero defensor de la asepsia, aunque uti- gar al herniado polvos de piedra-imán, des-
lizaba su «pomada de grasa de perro peque- pués se frotaba la ingle y la zona herniaria
ño» para el tratamiento de las heridas de con miel, espolvoreando sobre ella polvo o
guerra, campo en el que destacó. Es posible limadura de hierro, manteniendo el mejun-
que fuera el primero en relacionar la trasmi- je tiempo, con la esperanza de que la fuerza
Portada de las Obras sión de enfermedades e infección por las mos- magnética creara una ingle férrea. Se dio la
de Ambrosie Paré. cas. Confiaba en el poder curativo de la creencia en los imanes, moda antirreumáti-
(París, 1628).
Real Academia de Medicina, Barcelona. naturaleza; en su estatua hay una inscripción: ca que se ha conocido hace pocos años en
32
España con anuncios incluso en TV. domen, haciendo la incisión de acceso en el
Otro personaje, por méritos propios, apa- escroto. Fue el primero en practicarla en ese
rece en la misma época, en la historia de la lugar, ganándose el mayor prestigio en esta
hernia: técnica. Como ya conocemos, hasta enton-
ces, siguiendo la tendencia de todos los ci-
rujanos, desde Celso, se ligaban el testículo
Pierre Franco (1503-1561) y el cordón extirpándolos junto al saco. Fran-
Perteneciente a otra clase, inferior a Pa- co imaginó un procedimiento, en principio
ré, era un «incisor», aun por debajo en la es- aplicado a pacientes con un solo testículo:
tima y clase social que los cirujanos-barberos; separaba el saco de las estructuras del cor-
aparece este gran cirujano provenzal, un hu- dón como se hace hoy, lo ligaba y extirpaba,
gonote que se había librado de la matanza realizaba una incisión en la base del escro-
de los Valdenses en Suiza y que, según los to para obtener drenaje de la posibe sangre
historiadores, hizo mucho más que Paré en acumulada y respetaba el testículo de esta
las intervenciones quirúrgicas sobre la her- manera. Entre los métodos para la hernioto-
nia, la litotomía y la catarata. Se exilió a Sui- mía que propugnó, como Paré, utiliza tam-
za y ejerció en Berna y Lausana; allí publicó bién el «point doré» o punto de oro. Destaca
su primer libro, Petit traité (1556) y cinco años su importante contribución en el reconoci-
más tarde su segunda edición Traité des her- miento y tratamiento quirúrgico inmediato
nies (1561), editado ya en Francia: «Traité des de la hernia estrangulada. Fue el primero en
Hernies contenant une ample declaration de reconocer el peligro de la demora en la in-
toutes leurs espéces et autres excellentes par- tervención y en dar importancia a solucionar
ties de la chirurgie asauvoir de la Pierre, des y suprimir rápidamente la estrangulación.
Cataractes des yeux et autres maladies, des- Practicó la quelotomía sin castración e in-
quelles comme la cure est périlleuse, aussi ventó una especie de sonda acanalada de ma-
est-elle de peu d´hommes bien exercée: avec dera, en la que apoyaba y guiaba el bisturí
leurs causes, signes, accidents, anatomie des para cortar, sin dañar nada más, el anillo in-
parties afectées, et leur entiére guérison». Es guinal que constreñía al saco herniario. Des-
claro que se esforzó en hacer bastante más cribe de forma excelente la sintomatología de
que una monografía sobre la hernia, aunque la hernia estrangulada y utiliza un tratamien-
para él la hernia sería su tema fundamental. to no quirúrgico (taxis en posición de Tren-
Los capítulos primeros estan dedicados a ella, delemburg forzada), aunque indica la
describe la anatomía de la zona, con una no- intervención inmediata, si este no era efecti-
menclatura aun con clara influencia de los vo. Sir Clifford Allbutt, en su fresco y precio-
Grabados de la Obra de Paré.
textos árabes traducidos; describe tres tipos so libro sobre la historia de la cirugía, comenta: Arriba, la utilización de un
«vendaje herniario»,
de hernias, aunque no aclara bien los con- «El principal mérito de Franco consiste en ha-
en un solo lado.
ceptos; distinguía entre aquellas hernias cau- ber situado estas operaciones (herniotomía, Abajo, el «tratamiento
de una hernia bilateral».
sadas por la rotura del peritoneo (según los litotomía y cataratas) dentro de los límites de 1564.
conocimientos de la época) y otras en las la cirugía acreditada, elevándola de nuevo a
que este sólo estaba dilatado. Practicó más la altura de Celso y poniéndola al alcance de
de 200 herniotomías sin castración, descri- Paré y Fabricio». Llegó a más, adelantándose
biéndolas con todo detalle, rechazando las a su tiempo, en casos en los que la estrangu-
incisiones en la ingle a causa del peligro de lación herniaria había producido necrosis in-
hemorragia por lesión de los vasos y también testinal; fijaba y abocaba el cabo proximal al
de la infección que pudiera extenderse al ab- exterior, produciendo fístulas estercoráceas.
33
Estas dos figuras, Ambrosio Paré y Pierre Juan Calvo, catedrático de cirugía de Va-
Franco, llenan el Renacimiento francés. Vi- lencia, que tenía en su casa una academia
vieron con la influencia de finales del siglo de cirugía y escribió la Primera y Segunda
XV y comienzos del XVI. Entonces, el inter- parte de la Cirugía Universal y Particular del
minable conflicto entre la Faculté de Méde- Cuerpo Humano; Juan Fragoso, que publi-
cine, los cirujanos de la Cofradía de San có su Cirugía Universal en 1601. Fueron
Cosme y el gremio de los barberos se había grandes anatomistas-cirujanos españoles,
calmado. Los médicos habían conseguido el junto con Juan Valverde de Amusco (1523-
privilegio de supervisar y controlar a los ci- 1588), de la provincia de Palencia, anato-
rujanos menospreciándoles al elevar a los mista discípulo de Vesalio, escribió un tratado
barberos casi al mismo nivel, dando las lec- de anatomía Historia de la composición del
ciones en francés, (ya que los barberos no cuerpo humano, ilustrado con figuras basa-
conocían como los cirujanos el latín, lengua das en su mayoría en La Fábrica, dibujadas
habitual en las clases elevadas e intelectuales). por el pintor español Juan Becerra.
Los cirujanos se abstenían de «intervencio-
nes mayores», tales como la litotomía, la ope- Juan Tomás Porcel, nacido en 1528, en
ración de la hernia o el batido de las cataratas, Caller, hoy Cagliari, formado en universida-

Dionisio Daza Chacón


dejando estas técnicas más arriesgadas a car- des españolas y dedicado al ejercicio profe-
1503-1596. Grabado go de «especialistas itinerantes» o incisido- sional en Zaragoza, que se distinguió por la
que aparece en su obra
Práctica y Teórica de Cirugía. res; ellos solo trataban heridas de guerra u práctica de autopsias en enfermos durante la
Valladolid 1603
otras y cuidaban abcesos y úlceras superfi- peste de 1564.
ciales. Esta era la situación en el París del si- La Escuela de Medicina y Cirugía de Va-
glo XVI. La formación del cirujano consistía lencia se distingue muy pronto gracias a los
primordialmente en un aprendizaje con «un trabajos de Pedro Jimeno y Luis Collado (1555),
maestro de juramento» durante unos 5 ó 7 ambos discípulos de Vesalio y, por tanto, con-
años, tras los que se solicitaba el formar par- trarios a las tesis galénicas. En España, como
te de la Cofradía de San Cosme. La llegada en el resto de Europa, se practicaba la her-
del Renacimiento y estos dos hombres cam- niotomía con quelotomía, solo en la hernia
bió el panorama: los Cirujanos abordaron estrangulada.
desde entonces las patologías relegadas a los
cirujanos-barberos siendo un hito. Andrés Laguna (1494-1560) fue médico
como Vesalio del emperador Carlos V, de Fe-
lipe II y de los papas Pablo II y Julio III, ex-
La edad de oro española celente cirujano y anatomista; a él se debe
¿Qué pasaba en España, potencia mun- la descripción por primera vez de la válvula
dial, en esa centuria? ileocecal.
Entre los cirujanos españoles contem- La creación de cátedras de cirugía en las
poráneos en la edad de oro española, el si- universidades europeas, en la segunda mi-
glo XVI, destacaron Francisco de Arceo tad del siglo XVI, contribuyó a dignificar la
(1493-1571); Dionisio Daza Chacón (1503- profesión de cirujano. La consideración so-
1596), que publica su Práctica y Teórica de cial del cirujano en el Renacimiento fue ma-
Cirugía en Valladolid, y destacó como ciru- yor en Italia y en España, en relación a la
jano en las campañas de Carlos V; Francis- de otros países europeos incluyendo a Fran-
Retrato de Luis Collado. co Díaz, que se formó en Valencia, siendo cia, donde el propio Paré hubo de elevarse
Museo de Bellas Artes
de Valencia. discípulo de Pedro Jimeno y Luis Collado. desde la humilde condición de «barbier-chi-
34
piosa y la fecha el 4 de Julio de 1559; perdi-
da en el tiempo, en la biblioteca de la ciu-
dad de Lindau, no fue conocida hasta su
publicación en 1925 gracias a los esfuerzos
del historiador de la cirugía Walter von Brunn,
por lo que no tuvo influencia en la cirugía
posterior, pero que citamos aquí por sus re-
ferencias exactas y precisas a la hernia que
nos ocupa. Pertenecía a la clase de los «in-
cisores», pero no fue itinerante, ya que vivió
siempre y ejerció en Lindau, siendo con-
temporáneo de Vesalio, Franco y Paré, a los
que parece que no conoció directamente. El
libro se ocupa fundamentalmente de la her-
nia con un pequeño apartado a la oftalmo-
Grabado en madera de una necropsia procedente
logía. Stomayr distingue perfectamente las del libro de Juan Tomás Porcell (siglo XVI).
hernias que siguen al cordón de las que no
lo hacen, siendo así el primero en diferen-
ciar las hernias indirectas de las otras formas;
Obras de Luis Collado
y Pedro Jimeno, de la Escuela conoce la hernia crural, observando que es
de Medicina de Valencia. Siglo XVI
más frecuente en las mujeres; se da cuenta
rurgien». Los cirujanos de ropa larga o uni- de que pueden aparecer simultáneamente la
versitarios y los cirujanos de ropa corta o inguinal y la crural. Da un enorme paso ha-
barberos, mantuvieron conflictos e invasión cia adelante con respecto a todos los ciruja-
de fronteras en el tratamiento quirúrgico; es nos anteriores que se ocuparon de la hernia,
el intrusismo, que hoy también padecemos al dar a conocer y realzar la importancia del
en algunas especilidades. Ya se ha dicho que punto de salida de la hernia inguinal indi-
Thomas Vicary en Inglaterra unió las dos recta, reconociendo el anillo inguinal inter-
«sociedades quirúrgicas» y hemos explica- no y la necesidad de extirpar el saco a ese
do los confictos de la Facultad en Francia. nivel, junto con el cordón y el testículo. La
En Italia, con más cátedras de anatomía-ci- técnica de Stromayr representa una diferen-
rugía, se creó en Venecia el Colegio de Me- cia con respecto a la de Franco, pues la in-
dici Chirurgici, que daba las licencias para cisión se hacía en la ingle en lugar de hacerla
ejercer y en España, Luis Mercado redactó en la base del escroto, teniendo así un me-
por mandato real unas instituciones para re- jor acceso al canal inguinal y realizando la
gular el ejercicio de la cirugía, cumpliendo amputación a nivel del anillo abdominal pro-
este cometido el Tribunal del Protomedica- fundo. En las hernias directas respetaba el
to (1492). testículo, sabiendo lo inútil del gesto en es-
Entre los cirujanos alemanes de la época te tipo de herniación, cuando el cordón no
destacan, como hemos comentado: guardaba relación íntima con el saco que
protuía a través de la pared posterior. La in-
tervención consistía en extirpar el saco a ni-
Caspar Stromayr vel del defecto de esa pared. La obra está
Quelotomía e instrumentos quirúrgicos, ilustración en
Cirujano alemán de ese siglo, el XVI, es- llena de conceptos que nos interesan: otras
Die Handschrift des Schmitt- und Augenarztes, de
cribe una importante obra, La Practica Co- formas de «hernias», que incluyen el hidro- Caspar Stroymayr, (Berlin, Dr Selle & Co., A.G. 1925)
35
cele, las hernias gaseosas, etc.; se dan con- mortalidad por las guerras y por las enferme-
sejos para la atención postoperatoria y para dades epidémicas, como la peste, era tan gran-
las complicaciones. Inventó bragueros que de como en la Edad Media. La cirugía, aún sin
se parecen a los actuales y menos molestos la anestesia ni la asepsia adelantó muy poco,
que los diseñados por Paré. En resumen, uno y solo destacaron las amputaciones.
de los autores con menos influencia poste- Los médicos de esa centuria, muy presu-
rior, al ser desconocida su obra, pero con midos, y sus remedios fueron magistralmen-
grandes observaciones y «descubrimientos» te retratados por Molière (1622-73) y Quevedo
y que merece un puesto importante entre (1580-1645). Fue el siglo de las sangrías te-
nuestros personajes. rapéuticas, ridiculizadas también en el Gil
Blas de Santillana, que, aunque publicado
en 1715, es del s. XVII, donde el doctor San-
grado hace de las suyas. Por otro lado, la ci-
7. Los cirujanos del siglo XVII. rugía y la anatomía tímidamente son recreadas
Los contemporáneos de la época de y estimadas por los pintores flamencos, que
los descubrimientos científicos las plasmaron magistralmente, haciéndose
individuales. La cirugía del Barroco. eco de una creciente estimación social y cien-
tífica del cirujano.
L’art de guérir les hernies (1676).
Nicolás de Blégny. Bragueros En el siglo XVII vivieron: Shakespeare, Entre los cirujanos españoles destaca An-
«Vendajes herniarios», diseñados por él.
Cervantes, Quevedo, Miguel Servet, Galileo, drés de León, que escribió un Tratado de Me-
Copérnico, Velázquez, Rembrandt, Bach, Mo- dicina, Cirugía y Anatomía (1605), que cultivó
liére, Newton, Bacon, Descartes, entre otros la herniotomía con y sin castración en la hernia
muchos. En Europa, los alemanes salían diez- estrangulada y la utilización de los bragueros.
mados tras los estragos de la Guerra de los En la Italia quirúrgica, no hemos encon-
Treinta Años. Los descubrimientos de Har- trado ninguna referencia importante con re-
vey o las teorías de Sydenham en cuanto a pecto al tema que nos ocupa durante ese
la medicina clínica no encuentran equiva- siglo, citamos como cirujano general desta-
lencia con la cirugía del Barroco; los países cado a Marco Aurelio Severino, con varias
que sufren más este «hundimiento» de la ci- obras escritas, gran cirujano práctico que uti-
rugía son, en primer lugar, España y, sobre lizaba la anestesia local por frío-congelación.
todo, Italia, que pierde el puesto de primera En Francia, tenemos que presentar en es-
potencia quirúrgica. Francia mantiene el ni- ta centuria a Barthélemy Saviard (1656-1702),
vel e Inglaterra, Holanda y Alemania dan un cirujano del Hôtel de Dieu y autor de un tra-
paso adelante. La cirugía continúa enseñá- tado, Nouveau recueil d ´observations chi-
dose en la universidad y en Francia se crea rurgicales (1702), quien de modo especial
la Ecole de Chirurgie. colaboró en el conocimiento de la estrangu-
La invención del microscopio comenzó a lación herniaria; en el libro se recogen casi
abrir nuevos caminos para la medicina en la cien casos quirúrgicos, denotando una gran
dirección del mundo invisible, de la misma experiencia profesional. En el tratamiento de
manera que el telescopio de Galileo había da- la hernia, entonces, hay que destacar, la va-
do una pequeña luz del extraordinario infini- liosa aportación del cirujano de cámara Ni-
to en Astronomía. También las inyecciones colás de Blègny (1652-1722). Es autor de un
Grabado en Observationen intravenosas de medicamentos (1656) y las importantísimo tratado sobre los bragueros,
de Fabry von Hilden trasfusiones de sangre (1665-67), tuvieron su L´art de guérir les hernies (1676). Describe
1560-1624.
Braguero metálico bilateral. origen científico en el s. XVII. No obstante, la los bragueros elásticos, la novedad más im-
36
portante en el tratamiento conservador de la nias: su aportación radica en la descripción
hernia hasta entonces, aunque otro autor tam- del saco peritoneal y el conducto de Nück.
bién francés, Nicolas Lequín (1665), fue el Hay otro referente holandés muy importante,
primero en utilizar en un herniado un bra- Philipp Verheijen (1648-1710), profesor de
guero de resorte metálico forrado de cuero, Anatomía y Cirugía, a quien debemos su Ana-
le acusó de plagiar sus hallazgos (alguna ima- tomía corporis humani (1653), en la que rea-
gen y alguna frase vienen recogidas en nues- liza un amplio estudio sobre la hernia crural.
tro glosario final), ya que la primera edición
de la obra de Blégny no tenía figuras y solo
aparecen estas en la tercera; a pesar de todo,
la obra de este autor fue seguida y editada 8. El Siglo XVIII. El periodo
en varias ocasiones. de las teorías y los sistemas.
Dos cirujanos brillan en Alemania en esa Cirugía de la Ilustración.
época particular de su siglo de oro, Wilhelm «El siglo de las luces».
Fabry von Hilden (1560-1634), llamado el Los comienzos del siglo XIX.
Paré alemán. Su fama llegó tan lejos que has- El Romanticismo.
ta Billroth en 1859, le daba el título de ech- Los cirujanos anatomistas de la era
ten Chirug. Escribió además de un tratado preanestésica y prelisteriana.
importante sobre la gangrena, la Centuria de Johann Schultes o Sculetus
Armamentarium
casos quirúrgicos (1606-46). Se distinguió Los grandes descubrimientos tanto fisio- chirurgicum (1653),
por la fabricación y aplicación de bragueros lógicos, como físicos, y sobre todo filosóficos grabado de «vendaje herniario».

en el tratamiento; su obra tiene varios gra- del s. XVII (Galileo, Descartes, Newton, Pas-
bados al respecto. También alemán y con- cal, etc.), influyen en los hombres de este si-
temporáneo del anterior, Johann Schultes o glo y van a ilusionarlos con la pasión de ver
Sculetus (1595-1645), discípulo en Padua de claro, de ampliar los conocimientos anterio-
Fabrizio d´Aquapendente y de Sphigel, es au- res. Viven en el siglo XVIII hombres como
tor del famoso Armamentarium chirurgicum Kant, Goethe, Voltaire, Diderot, Rousseau,
(1653), muy traducido y editado posterior- Feijoo; grandes cirujanos-anatomistas como,
mente con numerosas láminas dedicadas al Virgili, Gimbernat, Scarpa, Hunter, Petit, Rit-
instrumental quirúrgico; en las láminas apa- cher, Littré, etc. La creencia básica del s. XVIII
recen bragueros diseñados por él mismo. es la «creencia en la razón»; el médico y el
En Inglaterra destacamos en ese siglo a Ri- cirujano de finales de ese siglo han comen-
card Wiseman (1625-1686), llamado el Paré zado a ser realmente eficaces. ¿Cuál era la
inglés, Father of english surgery, aunque no eficacia real del médico, salvada la excep-
tuvo una especial dedicación al tratamiento ción que constituyen un par de fármacos y
de la hernia (como todos los cirujanos citados unas pocas intervenciones quirúrgicas, antes
eran «cirujanos del cuerpo humano»), que evi- de la Ilustración?
dentemente conocía y trataba según el saber Fue el siglo de las disecciones, incluso
de la época. Fue precursor de Hunter. en la propia casa de los anatomistas-ciruja-
En Holanda, destacaron numerosos ciru- nos, como el inglés Hunter; se tuvieron que
janos-anatomistas, elevando el escaso nivel promulgar leyes de protección de los cadá-
que alcanzó la cirugía en Europa en el Barro- veres, ante la protesta de familiares que lle-
co. El más importante para nosotros es Anton gaban a guardar durante días las tumbas de
Nück (1650-1692), al que indiscutiblemente sus muertos. Conseguir «sujetos» para la di- Johann Schultes o Sculetus
Armamentarium
debemos un mejor conocimiento de las her- sección llegó a convertirse en un negocio, chirurgicum (1653)
37
produciéndose escenas dignas de las nove- mejorar la formación del cirujano militar, fun-
las de Alan Poe. dándose en 1714, por iniciativa de Ernst Con-
El levantamiento de Rusia y de Prusia y rad Holtzendorff (1688-1781) el Collegium
las revoluciones francesa y americana, fue- Medicum Chirurgicum.
ron acontecimientos históricos que influye- El siglo XVIII debe considerarse como el
ron directamente y de forma positiva en el triunfo del cirujano moderno que llega a
desarrollo de la cirugía. equipararse sin ninguna diferencia con el
El renacimiento social y científico de la médico.
cirugía en el s. XVIII es ante todo un fenó- Entre los cirujanos españoles, hay que
meno francés, que coincide con la fundación destacar a dos, aunque solo Antonio de Gim-
de la Academie Royale de Chirurgie, en 1731, bernat pasará a la historia de la herniología,
por Georges Mareschal (1658-1736), tras una pero quizá él solo no hubiera sido nada, sin
reunión con cuarenta cirujanos en el Louv- su maestro y protector:
re. Fue equiparada a las facultades universi-
tarias de medicina por real decreto el 23 de
Abril de 1743 reinando Luis XV. Pedro Virgili (1699-1776)
España contribuye al renacer con los rea- Anatómico y cirujano de gran valía, es-
les Colegios de Cirugía de Cádiz en 1748 y colar de Montpellier y más tarde en París,
Barcelona en 1764, creados bajo la dirección donde tuvo por maestros a Winslow, Dionis
de Pedro Virgili, reinando Fernando VI, y el y Petit, fue una vez en España, Cirujano Ma-
Real Colegio de Cirugía de San Carlos de Ma- yor del Hospital de Tarragona. Fue nombra-
drid, creado por Antonio de Gimbernat y Ma- do después Cirujano de la Armada (tuvo
riano Rivas en el reinado de Carlos III. En el importantes éxitos en la campaña de Gibral-
final de la centuria, en 1779, se crean en Bur- tar, en la toma de Orán y en su viaje a Amé-
gos y Santiago, sendos colegios médico-qui- rica con la escuadra española). Allí conoció
rúrgicos. Italia, desde la Universidad de Padua, a Juan Lacomba y concibieron la fundación
con Scarpa, continuó influyendo positivamente de un Colegio de Cirugía en Cádiz, que se
en la formación quirúrgica. Un cirujano ita- hizo en 1748, edificio de nueva planta aún
liano, Alessandro Brambilla (1728-1800), fue en pie; un precioso cuadro da fe hoy en día
el fundador en Viena del Josephinum, centro y se conserva en la Facultad de Medicina de
de enseñanza de la Cirugía. Cádiz. (Impulsó el proyecto, la necesidad de
La seguna mitad de este siglo constituye la Armada, entregada a cirujanos extranjeros
uno de los periodos más brillantes de la ci- no muy expertos, pero sí superiores a los nues-
rugía inglesa, con los hermanos William y tros; el Marqués de la Ensenada propició ge-
John Hunter, así como Percival Pott. La en- nialmente también la idea).
señanza se concentraba en escuelas privadas Una traqueotomía salvó la vida de un sol-
y hospitales como el St. George´s y el Guy´s dado agonizante; lo espectacular del resul-
Hospital. En Dublín se fundó el Real Colegio tado, que entonces alcanzaba ecos de milagroso,
de Cirujanos de Irlanda. llevó su fama hasta más allá de nuestras fron-
En Alemania y en la Europa Central, so- teras, ya que la Real Academia de Cirugía de
bre todo, en la primera mitad del siglo, no París estampó la reseña de la operación en
existía aún una clara diferencia entre ciruja- sus memorias, además de un cumplido elo-
nos-barberos y barberos, con una manifies- gio del cirujano, cosa inaudita por tratarse
ta hostilidad hacia ellos de los médicos de un español (¿cuántos buenos cirujanos es-
universitarios. Federico el Grande obligó a pañoles ven aún sus trabajos sin publicar en
38
revistas extranjeras, en las que se aceptan tra- nivel de enseñanza equivalente al más ade-
bajos similares o de menor interés? Parece lantado de la época en Europa.
que no es nueva la situación. El mundo «cien-
tífico» domina y habla inglés. Virgili diseñó
y defendió con eficacia la enseñanza de la Antonio de Gimbernat y Arbós (1734-1816).
anatomía y cirugía en España, junto a su dis- Fue discípulo y continuador de Virgili.
cípulo Antonio de Gimbernat. Fundó tam- Nace en Cambrils (Tarragona), donde fue bau-
bién más tarde en 1764, el Real Colegio de tizado el 15 de Febrero de 1734. Hijo de cam-
Cirugía de Barcelona; se consiguió un alto pesinos, estudia Filosofía en la Universidad

Retrato de Pedro Virgili


con los planos del Real Colegio
de Cirugía de Cádiz, al pie de
la imagen del Marqués de la
Ensenada (Facultad de
Medicina, Cádiz)
39
de Cervera; a los veintidós años ingresa en de Medicina). Allí, en el curso de 1768, de-
el Real Colegio de Cirugía de Cádiz; es nom- mostró por primera vez la disposición de las
brado interno sin tener que opositar, para la fibras del arco crural, haciendo comprender
anatomía y la disección tiene una buena ma- la importancia y utilidad del descubrimien-
no, por lo que Virgili le encarga de las de- to para la operación de la hernia crural, que
mostraciones anatómicas aún sin tener el cuatro años más tarde practicaba con éxito
título, y en cuanto se gradúa lo traslada a Bar- completo en dos enfermos con hernias es-
celona para explicar anatomía en el nuevo tranguladas. Había disecado por aquel en-
Colegio (su mesa de disección preside hoy tonces 32 cadáveres, cifra fabulosa en la
Antonio de Gimbernat, el anfiteatro del Real Colegio, hoy Academia España de la época. En 1774, cuando tenía
óleo de José Teixidor.
Museo de Arte Moderno, Barcelona cuarenta años de edad y doce de profesora-
do, el Gobierno lo manda al extranjero, jun-
to con Mariano Ribas, para estudiar y
perfeccionar métodos quirúrgicos modernos,
pues existe el propósito de crear un colegio
de cirujanos en Madrid, que más tarde sería
realidad. El viaje duró cuatro años: París, don-
de conoció a Petit y Desault, Londres, Edim-
burgo, Holanda, etc.
En Londres en 1777, el famoso John Hun-
ter, explicaba un curso de Anatomía; el 25
de Abril de ese año trataba sobre la hernia
crural, hablando de los grandes riesgos que
tenía la intervención por la proximidad de
los vasos y la necesidad de seccionar siem-
pre el ligamento inguinal; asistía Gimbernat
a la clase y, con su permiso, pudo exponer
el resultado de sus trabajos y de su procedi-
miento, utilizando la misma pieza anatómi-
ca seca y bien disecada que había servido
para la lección. «Fue grande mi satisfacción
-dice Gimbernat- al ver que, concluida mi
demostración, respondió el propio Hunter:
«You are right, Sir» (señor, usted tiene razón),
añadiendo: «Yo lo haré público en mis lec-
ciones, y así lo practicaré cuando tenga oca-
sión de operar en el vivo». Este sencillo
episodio (seguimos a Escribano y García del
Real), decidió la inmortalidad de Gimber-
nat, pues Hunter, cumpliendo sus nobles pa-
labras, dio ocasión en escritos y conferencias
a que el mundo supiera los trabajos del mo-
desto español desconocido hasta entonces
y quizá perpetuamente ignorado de los ex-
traños (y hasta de los propios), sin la noto-
40
riedad y el inmenso prestigio del gran ciru- ras corneales. Es nombrado en 1789 ciruja-
jano inglés. Tenemos que hacer una men- no de Cámara y asiste el parto de la reina Ma-
ción especial a la publicación en 1793 del ría Cristina, que tuvo a la infanta María de la
pequeño libro Nuevo Método de operar la O Isabel. Durante veintitrés años es el mejor,
hernia crural (mostramos algún fragmento) el más influyente en la cirugía española.
con un apéndice y varias láminas; delicio- Gimbernat va perdiendo la vista, tiene ca-
so, destaca tanto el anatomista como el ci- taratas, se las ingenia para leer con un papel
rujano, y es muy curioso porque, como enrollado que concentraba la luz; por fin lo
veremos, descubre además otras estructuras; opera Rives, uno de sus alumnos, pero aque-
en él describe de un modo preciso y deta- lla misma noche se quita el vendaje y queda
llado el arco crural, con el doblez o pliegue ciego; ya solo le queda la resisgnación y la vi-
de su extremidad interna y su atadura a la da de los grandes longevos. Muere a los ochen-
cresta del pubis, que es lo que hoy conoce- ta y dos años después de haber visto muchas
mos como ligamento de Gimbernat. cosas: nace en el segundo reinado de Felipe
También expone muy claramente los va- V, vió pasar los de Fernando VI, Carlos IV, la
sos espermáticos, el cordón espermático, el Guerra de la Independencia con el efímero Jo-
anillo crural, el ganglio linfático singular, es sé I y, por último, los primeros años del rei-
decir, toda la región que debería de nom- nado de Fernando VII. ¡Antonio de Gimbernat
brarse de Gimbernat. Un dato muy curioso y Arbós, cuyas manos devolvieron la vista a
y que defendemos desde aquí, junto con el tantos ojos, ha de morir ciego!
Anfiteatro del Real Colegio
historiador de la medicina español y cate- Su hijo publicó una sucinta biografía en de Cirugía de Barcelona (1764),
hoy Academia de Medicina
drático de patología García del Real: el «gan- Barcelona en 1828. Hay algunos ejemplares
con la mesa de disección,
glio singular», que los franceses llaman de en la Biblioteca de la Facultad de Medicina que utilizaba Antonio
de Gimbernat en sus lecciones.
Cloquet y los alemanes de Rosenmüller, fue de Madrid.
descrito y demostrado por Gimbernat mucho Junto con el libro de Antonio de Gim-
antes en sus lecciones de 1768 y expuesto, bernat (1793) sobre la hernia, pueden agru-
como se ha dicho, a Hunter en 1775, des- parse, el de Ritcher (1777-79), Percival Pott
cribiéndolo con todo detalle en su libro de (1756), Pieter Camper (1801) y el de Anto-
1793. Cloquet nació en 1787 y a los siete nio Scarpa (1809).
años de edad no pudo describir nada anató- Otros cirujanos menos importantes pero
mico; cuando él nació hacía diecinueve años que merecen mención son Queraltó y Rives,
que lo había descrito Gimbernat y doce des- profesores y catedráticos del Real Colegio de
de que lo expuso a Hunter. Lo mismo suce- San Carlos. Los catedráticos Bonells y Laca-
de con Rosenmüller, nacido en 1771. ba publican un Curso completo de Anatomía
Gimbernat aconseja seccionar el ligamen- del cuerpo humano en 1786; también Velas-
to que lleva su nombre en la hernia estrangu- co y Valverde, ambos alumnos del Colegio
lada en lugar de la incisión del ligamento inguinal de Cádiz, y autores de un Curso teórico-prác-
hacia arriba que podía producir hemorragias tico de operaciones de Cirugía. Estos ejem-
(al seccionar los vasos epigástricos, sobre to- plos dan fe del elevado listón que alcanzó
do, si discurrían de forma anormal). nuestra cirugía en esa época.
Además Gimbernat tiene predilección por
la oftalmología; opera en tres años de cata- Una de las máximas figuras de la cirugía
Portada de Nuevo Método
ratas a cuarenta y siete pacientes, devolvien- francesa de la época, junto con Georges Ma- de Operar en la Hernia Crural
do la vista a cuarenta y uno; inventa un separador reschal (1658-1736) y Francois Gigot de la de D. Antonio de Gimbernat.
Madrid, Ibarra 1793.
de párpados y publica un trabajo sobre úlce- Peyronie (1678-1747), es Jean Louis Petit Biblioteca Nacional. Madrid
41
Marie-Françoise-Xavier Bichat (1771-
1802) es el creador de la anatomía descrip-
tiva y amigo íntimo del cirujano Dessault; su
Anatomie descriptive, en cinco volúmenes
(1801- 1803), abre un campo completamente
nuevo a los anatomistas, dándoles una deta-
llada descripción de las partes y tejidos del
cuerpo, tanto sano como enfermo; fue pro-
fesor de Henle.
Citamos también a su amigo Pierre Jo-
seph Dessault (1744-1795), anatomista-ci-
rujano, fundador del Journal de Chirurgie, y
junto con François Chopart (1743-1795), fun-
dador también de la Ecole practique de chi-
rurgie; contribuyó con sus descripciones al
tratamiento de la hernia estrangulada, advir-
tiendo del grave peligro de seccionar, junto
al anillo de estrangulación, los vasos epigás-
tricos, en sus Oeuvres Chirurgicales. Ambos
Petit y Desault conocieron personalmente a
Gimbernat en su viaje a París. Otra figura li-
gada a la Académie Royale de Chirurgie y re-
lacionada con nuestro tema fue René Jacques
Croissant de Garengot (1668-1759); escribió
su Traité des opérations de chirurgie (París
1720) y el Nouveau traité des instruments de
chirurgie (París 1723), obras ambas poste-
riormente reimpresas. Describe la posible re-
lación de la laxitud y la obesidad con la
aparición de una hernia, así como la inter-
vención, diferenciando las distintas incisio-
nes en la inguinal y crural. Describió la hernia
lumbar y una apéndice vermiforme conteni-
da en el saco herniario. En 1700 Alexis Lit-
tré (1658-1726) informa de haber encontrado
Los dos únicos grabados
un divertículo de Meckel en un saco hernia-
que ilustran la obra de rio; además de ser un excelente cirujano hi-
D. Antonio de Gimbernat
y Arbós. Uno de los ejemplares (1674-1750), que, además de ser famoso por zo la mejor y más completa traducción de
se conserva en la
su «torniquete hemostático», aparece en nues- las obras de Hipócrates.
Biblioteca Nacional. Madrid
(Imágenes tomadas del original). tro capítulo por sus trabajos sobre el cuadro François Poupart (1661-1708), anatomis-
de la estrangulación herniaria, perfeccio- ta-cirujano, se le relaciona directamente con
nando la herniotomía. Publicó un Traité des el ligamento de Poupart, epónimo del liga-
maladies chirurgicales et des opérations qui mento inguinal, aunque previamente había si-
leur conviennent (París, 1774), obra con gran do descrito por otros como el gran Vesalio y
influjo en la cirugía francesa posterior. Fallopio, su discípulo. Parece ser, según von
42
con Pierre Dionis, que murió en 1718, os-
tentaba la hegemonía.
En Alemania, con un nivel anatómico-
quirúrgico más bajo, como ya se ha dicho,
destacó, Lorenz Heister (1683 1758), naci-
do en Frankfurt, que se formó en la Univer-
sidad de Giessen; excelente anatomista, no
fue tan famoso por sus aportaciones técni-
cas como por su labor publicista; escribe su
Institutiones Chirurgicae (1739) y la Kleine
Chirurgie, que constituye un texto clásico y
una completa exposición de la cirugía de en-
tonces. Sus obras fueron traducidas al espa-
Pierre Joseph Dessault (1744-1795)
ñol y en las figuras las hemos reproducido.
y Bichat (1771-1802) Describió la hernia directa parece que por
primera vez, aunque ya hemos presentado a
Haller en 1774, que publicó la descripción de Stromayr (1559), que conocía las diferencias
su ligamento en 1705 en las Mémories de l´Aca- con anterioridad y empleó la quelotomía sin
demie des Sciences; los cirujanos españoles castración. Practicó con éxito o al menos «pu- Arriba: portada de la obra de Heister, traducida
del latín al castellano por D. Andrés García Vázquez,
que trabajan en el «círculo de la hernia» utili- blicó», resecciones intestinales en casos de cirujano del Rey y colegial fundador del Real Colegio
zan la denominación de ligamento inguinal. necrosis por hernia estrangulada. En el apar- de Cirujanos de Madrid. 1749 (Colección del autor).

Este elenco de cirujanos franceses, que tado de «frases y párrafos célebres» hemos
se relacionan con la hernia, junto con otros recogido algunas más sobresalientes de su Abajo: de esa misma obra de Heister,
muchos, elevaron el nivel de la cirugía eu- obra. Hay en la época otro cirujano modes- en castellano, grabado de instrumentos quirúrgicos,
destaca: [sic] (F.1, F.2), escalpelo herniario
ropea, continuando con la tradición del si- to y olvidado en la historia de la hernia, Jus- oculto, al que los franceses llaman
bistourí herniaire cachee.
glo anterior en el que prácticamente Francia, tus Gottfried Günz (1714-1754), que es aquí (F.3) hernia intestinal. El resto de las figuras
representan los bragueros de la época.

Lorenzo Heister (1683-1785).


43
presente por su estudio sobre la hernia Ob- Pieter Camper (1722-1789)
servationes anatomico-chirurgicae de herniis, Nacido en Leiden (Holanda) y discípulo
editada en Lips en 1744. Posteriormente des- del gran anatomista Albinus. Doctor en Me-
taca por mérito propio Richter. dicina y Filosofía en su ciudad natal, fue un
artista como dibujante; ilustraba sus propias
obras anatómicas y, como tantos otros de los
August Gottlob Richter (1742-1812) personajes citados en estas breves referencias
Introductor de los avances de la cirugía biográficas, también gran polifacético; intro-
británica en su patria y principal promotor de dujo el «ángulo facial» como criterio de raza.
la línea de John Hunter de la unión de la ci- Hizo estudios como naturalista y de anatomía
rugía y la medicina. Gotinga fue el principal comparada y se ocupó de la cirugía veterina-
núcleo de la cirugía alemana durante la Ilus- ria. Descubrió el proceso vaginal del perito-
tración, sobre todo por los méritos de Ritcher neo, motivo por el que aparece en nuestro
que allí ejerció. Fue un hábil cirujano y ana- capítulo. Sus Icones herniarum (1779), publi-
tomista y, como tantos otros de nuestros per- cados por Soemerring en 1801, son una apor-
Richter, Tratado de las Hernias,
sonajes, polifacético; sabía hacer bien varias tación a este campo. Conocemos la fascia de
traducido por D. Ramón Truxillo, cosas a la vez; editó una importante revista Camper desde entonces, pues Cooper se en-
quien dedica un cariñoso prefacio
a D. Antonio de Gimbernat. Madrid, 1808. de cirugía, Chirurgische Bibliothek (1771- cargó de darle este nombre, sólo existe en la
Biblioteca Museo Histórico-Médico,
1796), una buena Historia de la Cirugía (1782- región inguinal. Introdujo importantes modi-
Facultad de Medicina de Valencia
1804), que dejó inacabada, su excelente ficaciones en el uso, diseño y fabricación de
Tratado sobre la hernia (1777-79), traducido los bragueros (uno de ellos viene recogido en
a varios idiomas, también al español; un fres- la figura que acompaña el capítulo). Descri-
co compendio sobre el tema que merece ser bió por primera vez la hernia isquiática. Fue
releído con detenimiento (su portada y algu- un investigador genial, pero según uno de sus
nas frases, vienen recogidas en este capítulo). biógrafos, Carlo Castellani, de temperamento
En 1785, publica un caso de lo que desde en- despótico e irascible, por lo que le resultaba
tonces se llama la hernia de Richter o estran- díficil congeniar con aquellas personas con las
gulación parcial de un asa de intestino que estaba en contacto; lo mismo se cuenta
(enterocele parcial); sus conocimientos sobre de Scarpa, como veremos más adelante.
la oftalmología, como Gimbernat, fueron tam- En Inglaterra van a despuntar cirujanos
bién importantes. Los Anfangsgründe de Wur- que cambiarían radicalmente el curso de la
dazneikunst (1782-1804) del ilustre cirujano cirugía inglesa, elevando su nivel hasta co-
sajón constituyen el fundamento de la nueva locarla entre los primeros de Europa. Entre
cirugía alemana y sirvieron a ulteriores libros ellos citaremos a Percival Pott y los herma-
de texto sobre la especialidad. nos Hunter, sobre todo por la relación «es-
Como está escrito al pie de su nombre, en pecial» que tuvo John Hunter con de Gimbernat,
el famoso tratado, era por entonces «Doctor como se ha dicho.
en Filosofía y Medicina, Médico y Consejero
Áulico de S. M. Británica, Profesor de Clíni-
ca Médica y Quirúrgica en la Universidad de Percival Pott (1714-1789)
Gotinga, Presidente del Colegio de Cirujanos Nacido en Londres, fue cirujano del Hos-
de la misma Ciudad, Miembro de la Acade- pital de St. Bartholomew entre 1714-1788, sir-
mia de Ciencias de Gottinga, de Stokolmo, viendo en el mismo, según sus propias palabras
de la Sociedad de Medicina de Copenhague «de hombre y muchacho por espacio de me-
August Gottlob Richter (1742-1812) y del Colegio de Médicos de Edimburgo». dio siglo». Una nota curiosa: tuvo un acci-
44
dente en la calle y se fracturó de una forma de Morgagni en 1761, esta ciencia no tenía
especial el peroné (fractura que desde enton- realmente existencia; con Hunter, entre otros,
ces lleva su nombre); su convalecencia la em- la cirugía se convierte en una rama científica
pleó en escribir su Treatise on Rupture (1756). de la medicina. Hunter llega a Londres en
Le siguieron otras más: sobre las heridas de la 1748, siendo un mozalbete escocés; comien-
cabeza (1760), sobre el hidrocele en 1762, la za a trabajar con William, su hermano mayor,
fístula de ano en 1765, de fracturas y luxa- un excelente cirujano-anatomista ya estable-
ciones 1768 y, al parecer, según los historia- cido. Empieza con las disecciones anatómi-
dores, el mejor de todos, un folleto sobre la cas, llegando a ser un maestro. Estudia cirugía
parálisis por deformidad espinal en 1779. Su con Cheselden y Pott. Su naturaleza era bon-
conocimiento e indicación quirúrgica para la dadosa y generosa, con un rudo aspecto ex-
hernia estrangulada era importante y le hacen terior y si se le contrariaba empezaba a patalear
presente en este capítulo. como un caballo; al final de su vida tuvo una
Como Cheselden anteriormente, Pott te- discusión científica, con su hermano sobre un William Cheselden (1635-1754)
nía la mayor práctica quirúrgica de Londres tema de prioridad en el descubrimiento de la
y, también como él, era un hombre de natu- circulación placentaria, que llego a la Royal
raleza bondadosa y caritativo, «amigo de sus Society. Su biografía es extensísima y está muy
amigos». Sus lecciones llevaron a muchos bien estudiada; fue naturalista, se ocupó de
alumnos extranjeros al Saint Bartholomew. todas las ciencias relacionadas con la cirugía:
pionero en el trasplante de tejidos, trasplantó
con éxito un espolón de gallo a su cresta, in-
John Hunter (1728-1793) tentando el trasplante de dientes. Estuvo ads-
Casi todos los cirujanos antes de Hunter eran crito durante un periodo al St. Georges Hospital.
cirujanos clínicos, como Paré o Wiseman; co- Experimentó en sí mismo, basando su teoría
nocían muy poco de la patología, ya que, has- en que la gonorrea y la sífilis tenían una cau-
ta tiempo después de la publicación de la obra sa común; se inoculó aquella produciéndose
una sífilis vascular con anginas de pecho que
precipitó su muerte a la salida de una reu-
Pieter Camper (1722-1789)
nión con discusión incluida en el hospital;
decía, conociendo su enfermedad: «Mi vida
está en manos de cualquier bribón que es-
coja algo para molestarme o importunarme».
Publicó numerosos trabajos; sus cuatro obras
más importantes son Natural History of the
Human Teetk (1771) el tratado On Venereal
Disease (1786), las Observations on Certain
Parts of the animal Æconomy (1786) y el Tre-
atise on the Blood, Inflammation and Gun
Shot Wounds (1794). Ha sido uno de los gran-
des cirujanos con Paré y Lister. Su presencia
en esta humilde obrita viene dada por sus co-
nocimientos anatómicos de la región ingui-
Grabado en metal.
Retrato de Percival Pott. no-crural, conocer la naturaleza congénita L. & J. Rainal,
Grabado de una pintura de algunas hernias inguinales indirectas al Le Bandaje Herniarie. París 1899.
de Reynolds. Welcome Institute Biblioteca Museo Histórico-Médico,
of History of Medicinae. observar la continuidad entre el proceso va- Facultad de Medicina de Valencia.
45
ginal (conducto de Nück) y el gubernaculum mientos sobre la hernia y la herniotomía du-
testis en el varón o gubernaculum de Hun- rante la Ilustración en el s. XVIII y los comienzos
ter, así como su relación anecdótica con de del XIX, apuntamos cómo los cirujanos que
Gimbernat. Hunter muere treinta y cuatro más perfeccionaron el tratamiento quirúrgico
años antes del nacimiento de Lister. son J. Hunter, Richter, Gimbernat y Scarpa,
Como epílogo o resumen de los conoci- que exploraron tan minuciosamente la región

John Hunter, 1728-1793,


creador de la Patología Quirúrgica,
pintado por Sir Joshua Reynolds.

Una clase prática


de William Hunter,
hermano de John,
en la Real Academia de Medicina.
The Royal College
of Physicians, Londres.

Escena anatónima de la época,


pintada por el inglés Joseph Highmore,
entre cuyos personajes es probable que
esté representado William Hunter
(Welcome Institute
of History of Medicine).
46
inguinocrural. Se describieron hernias inédi- carótida y suturas de la a. ilíaca en casos de
tas como la obturatriz por Arnaud, la vaginal aneurismas femorales. Pero su fama llega, pa-
y lumbar por Garengeot, la isquiática por Cam- radojas de la vida, como en la actualidad en
per, la vesical por Verdier, la del apéndice por muchos casos, al tratar al rey George IV (1762-
Morgagni y Helvin, la del divertículo de Mec- 1830) un quiste sebáceo del cuero cabellu-
kel por Littré, la lateral o enterocele parcial do infectado, con éxito. Fue nombrado
por Ritcher. La estrangulación herniaria fue cirujano-sargento del Rey y después para Gui-
bien estudiada por Petit, Pott y Arbaud. En llermo IV (1765-1837) y para la reina Victo-
1793 Duret practicó por vez primera un ano ria (1819-1901). En 1817 hizo la primera
contra natura para solucionar una estrangula- ligadura de la aorta abdominal en un aneu-
ción con oclusión. risma, hazaña que se celebró muchísimo a
pesar de que el paciente murió posteriormente.
Publicó numerosos escritos como Treatise on
Sir Astley Paston Cooper (1768-1841) Dislocations and on Fractures of the Joints en
Incluimos a Cooper entre los cirujanos 1822. Entre 1824-1827 publica en tres volú-
anatomistas de siglo XVIII a caballo con el menes Lectures on the Principles and Practi-
XIX, ya que sus obras sobre la hernia se pu- ce of Surgery, etc., pero la obra que nos interesa
blicaron en ese siglo, en 1801. Prelisteriano, es la que escribe en dos volúmenes The anato-
conoció y convivió con John Hunter cuarenta tomy and surgical treatment of abdominal
años mayor que él; Antonio de Gimbernat hernia, publicadas en 1804 y 1807, antes que
Una de las traducciones
era treinta y cuatro años más viejo y Ritcher todas las anteriores, traducida a varios idio-
en francés, de las obras de Cooper
veintiséis por encima de Cooper. Fue una de mas, en la que destaca en el primer volumen que contiene: The anatomy
and surgical treatment
las figuras más brillantes de la cirugía Ingle- la anatomía y cirugía de la hernia inguinal y of abdominal hernia. París 1837.
sa de comienzos del XIX. Era hijo de un clé- el segundo tomo versa sobre la crural, um- Biblioteca Museo Histórico-Médico,
Facultad de Medicina de Valencia.
rigo; su abuelo y su tío William Cooper fueron bilical y otros tipos de hernia; aporta dibujos
cirujanos; este último trabajaba en el Guy´s anatómicos excelentes de Kirtland tomados
Hospital puesto que más tarde ocuparía Sir del natural. Su legado más importante fue la
Astley. Según Robb H. Rutledge en una cita descripción de la fascia trasversalis (apo-
del propio Cooper en su artículo del Surgery neurosis trasversal) señalando que esta capa
de 1988, Astley Cooper comenzó a trabajar y no el peritoneo o la aponeurosis del obli-
como aprendiz con el señor Henry Cline, ci- cuo externo, es la barrera principal para evi-
rujano del St. Thomas´Hospital de Londres; tar la herniación; demostró el ligamento
en una de las conferencias del Dr. Cline so- pectíneo, también llamado interno superior
bre hernias, Astley se percató de que él mis- de la sínfisis del pubis o púbicum superius,
mo tenía una hernia; fue a su casa, se acostó ligamento del pubis como él lo llamó y que
con las piernas en alto y esperó al Dr. Cline, hoy conocemos como ligamento de Cooper.
quien le recetó un braguero que llevaría con Disecaba casi todos los dias de su vida, fue
fe durante cinco años; parece ser que este un pertinaz trabajador, incluso en sus viajes
hecho -según Rutledge- le despertó su inte- (pagaba muy bien los cadáveres); su expe-
rés por este tema. riencia era tal, que una vez delante de la Cá-
Otra vez estamos ante un «cirujano ge- mara de los Comunes, donde había mucha
neral» como todos los anteriores, que posee gente dijo: «No hay nadie entre todo el gen-
enormes conocimientos y trabaja en cirugía tío de esta plaza a quien no pudiese disecar,
vascular en el campo de los aneurismas, co- si quisiese hacerlo». Sir Astley fue un ele-
Lámina III del tratado
nociéndosele casos de ligaduras de arteria gante cirujano, de aspecto cortés, alto y del- de Cooper de 1804
47
pobres como para los ricos, a lo largo de su
vida profesional consiguió una gran fortuna
personal. La vida de Cooper estuvo llena de
éxitos, que podemos medir por el gran nú-
mero de grabados sobre su figura, como di-
jo Bettany: «Ningún otro cirujano antes de
él, ha estado tan largo tiempo ante los ojos
del público». (Uno de sus retratos, el pinta-
do por sir Thomas Lawrence y algunas de sus
frases y aseveraciones vienen recogidas en
el capítulo).
Entre los cirujanos italianos a caballo entre
los siglos XVIII y XIX de este periodo preanes-
tésico y prelisteriano, presentamos como gran
personaje a:

Antonio Scarpa (1752-1832)


Nació en Motta di Livenza, en el Friuli
(Venecia), de una familia humilde. Como
otros de nuestros grandes personajes, Scar-
pa era un virtuoso en muchos campos: un
gran anatomista y cirujano, hábil tanto co-
mo ortopeda como oftalmólogo, irreprocha-
ble latinista, un gran maestro del sarcasmo
(a veces cruel), atractivo profesor y un exce-
lente dibujante-grabador (trabajó con el gran
grabador italiano Faustino Andernoli) que
ilustró sus propias obras. A los quince años
ingresa, sabiendo ya latín, auspiciado por un
tío sacerdote, en la Universidad de Padua,
donde estudia con Morgagni al que le une
una sincera amistad recíproca en admira-
Sir Astley Paston Cooper (1768-1841) ción y respeto. Morgagni muere poco des-
gado, sencillo, rápido, pero no apresurado; pues de la licenciatura de Antonio, quien lee
«todo tranquilidad, todo bondad para los en- para su anciano maestro los clásicos latinos,
fermos y procurando al mismo tiempo que especialmente a Platón, que deleitaba a Mor-
nada se escapara de la observación de sus gagni. Pasa después, cuando aún no tenía
discípulos»; excelente anatomista-disector, veinticuatro años, como profesor de Anato-
con elegantes modales, una personalidad mía a la Universidad de Módena, no tarda
magnética, voz clara y sonrisa expresiva, a en publicar sus primeros trabajos: De struc-
pesar de su temperamento dominante, era tura Fenestrae Rotundae Auris, et de Tympa-
idolatrado por los estudiantes que acudían no Secundario Anatomicae Observationes,
en gran número a sus lecciones. Con una uni- donde aclara y estudia el laberinto membra-
forme e inagotable cortesía, tanto para los noso del oído interno y la dedica a Francis-
48
co III. En 1778 publica un trabajo sobre el con amor es servido con fidelidad», como
sistema nervioso: Anatomicarum annotatio- dice nuestro Quevedo); como director per-
num liber primus de gangliis et plexibus ner- manente de la Facultad, controlaba la for-
vorum. Se embarca en un viaje de estudios mación quirúrgica, fue vengativo con algunas
entre 1778-1781, va a Francia y en París se personas y cuando murió su reputación fue
relaciona con el anatómico Vicq d’Azyr; por cuestionada y sus logros despreciados siste-
otra parte, y en Inglaterra conoce y asiste a máticamente durante muchos años; muere
las clases de William y John Hunter, llegan- el 30 de Octubre de 1832, a los 84 años de
do a ayudar a Percival Pott en intervenciones edad, tan longevo como De Gimbernat, víc-
quirúrgicas. En 1783, con la ayuda de otro tima de una nefropatía, después de haber su-
italiano introducido en Prusia amigo de José frido dolorosos trastornos urinarios durante
II, al que ya conocemos por fundar el Cole- cinco años: Sic transit gloria mundi.
gio Josefino en Austria, Giovanni Brambilla, Entre los cirujanos franceses conocidos
acepta la cátedra de la Universidad de Pavía. que se ocuparon durante ese periodo, ya en
Desde allí viaja con Alessandro Volta (1745- el s.XIX, después de la Revolución francesa
1827) a la Europa Central, para ampliar es- en pleno Romanticismo, al estudio de la her-
tudios. En 1794 escribe su Tabulae nia destaca: Grabado en metal
que representa a Scarpa.
Neurologicae, donde describe por primera (Cortesía Dr. P. Negro )
vez los nervios del corazón; además son co-
nocidas sus investigaciones en oftalmología Jules Germain Cloquet (1790-1883), na-
inventando el procedimiento de la iridodiá- ce en París, entonces existía una excelente ge-
lisis; así mismo hizo un calzado para el pie neración de anatomistas-cirujanos, de los que
zambo que fue modelo durante años en or- ya hemos hablado, Dessault, Petit y sobre to-
topedia. Con las contiendas napoleónicas, do Marie-François-Xavier Bichat (1771-1802)
fue expulsado de la Universidad y más tarde amigo y ayudante de Dessault, quien publicó
restituido por el propio Napoleón I. Escribe en cinco volúmenes su Anatomie de L´home
y dibuja su doble folio en 1809, Sull´ernie (1821-1831) y Manuel d´anatomie descripti-
Memorie Anatomo- Chirurgicale, con vein- ve du corps humain (1825-35); Cloquet fue
te láminas anatómicas preciosas, que inme- nombrado cirujano del Hospital de Saint Louis
diatamente se tradujo al francés en 1812: y profesor de la Facultad de Medicina de Pa-
Traité practique des hernies., al alemán en rís. Conoció en el Hôpital St. Antoine a Do-
1813 y al inglés en el 1814; fue leído así y minique-Jean Larrey (el más prestigioso cirujano,
reconocido por muchísimos cirujanos. Sus médico de Napoleón, quien dijo de él en su
contribuciones más importantes son: el trián- testamento, después de dejarle 100.000 fran-
gulo de Scarpa, la descripción de la hernia cos, que «era el hombre más virtuoso que he
deslizada y la fascia de Scarpa (lámina fas- conocido») quien influyó muy positivamente
cicular que separa en dos capas el tejido ce- en su formación. Su padre fue un excelente
lular subcutáneo de la región inguinocrural, dibujante, así como el mismo Jules; su apari-
llamada por otros de Camper). ción en este capítulo se debe, por una parte,
Scarpa, quizá engreido por su éxito, tam- a su interés por el estudio de la hernia; a que
bién como tantos otros que conocemos, una disecó y bosquejó en cera para su tesis doc-
vez retirado en Pavía, ejerció su autoridad de toral, previa a sus anatomies: Recherches ana-
un modo despótico, despiadado y tiránico tómiques sur les hernies de l´abdomen (1817), Portada de la obra
(«Malas bases son del poder obligar a miedo 345 casos de hernia y, por otra parte, por los Sull’ Ernie Memoire Anatomo-Chirurgicue.
De su primera edición 1809.
a súbditos o vasallos [...] Solo el que manda epónimos que conocemos con su nombre en (Cortesía Dr. P. Negro )
49
la región inguinocrural: ganglio de Cloquet, dial a la vena femoral, a través del orificio de
aunque, como hemos dicho, este ganglio pre- la safena interna, que lleva su nombre -her-
sente en la región crural en la capa más pro- nia de Béclard- es una muestra de su interés
funda del celular subcutáneo por delante del por la «anatomía operatoria». Otro cirujano
anillo crural, fue descrito por Antonio de Gim- francés que tiene que ver con nuestro relato
bernat muchos años antes; también hablamos es Stanislas Laugier (1799-1872), discípulo
de hernia de Cloquet, cuando nos referimos del gran Dupuytren -el máximo cirujano fran-
a una hernia crural retrofemoral, así como a cés del XIX-, jefe del Departamento quirúr-
una fascia (tejido areolar que cierra el orificio gico del Hôtel-Dieu en 1845, autor de dos
crural), entre los más importantes. Su tesis en tratados: uno sobre cataratas y otro sobre en-
1817 fue traducida al inglés en 1817 Anato- fermedades de la uretra; su nombre perdura
mical Description of the Parts Concerned in como epónimo en «Signos de Laugier» (frac-
Inguinal and Femoral Hernias; en esta tesis tura del radio, fractura de peñasco y hemo-
destacan los conocimientos y descripciones rragia ótica) y, en el tema que nos interesa,
del proceso vaginal, de la frecuencia de su la «hernia de Laugier», una hernia crural que
permeabilidad y su influencia en la aparición sale a través del ligamento de Gimbernat.
Retrato de Jules Germain Cloquet de la hernia indirecta en contra de las teoría
(1790-1883).
(New York Academy of Medicine) de «peritoneo roto» como causa de la hernia En Alemania, a caballo entre el s. XVIII y
que se mantenían entonces. Hizo además un el XIX, aparece en la historia de la hernia:
excelente atlas de anatomía, la Anatomie de
l´home (1821-31) en cinco volúmenes ilus- Franz Caspar Hesselbach (1759-1816)
trados con 300 láminas en folio, deliciosas, Nacido en Hammelburg, principado de
(coincidiendo con el auge de la litografía y los Fulda, actual estado de Hesse, estudia medi-
grabados franceses que eran los mejores del cina en Würzburg, demostrando talento para
mundo en ese periodo) en la misma dirección la anatomía; siendo profesor de su sala ana-
que la de Bichat. tómica, fue nombrado cirujano del Hospital
J. Cloquet, tuvo un hermano Hippolyte Julius, donde alcanzaría la jefatura del De-
Cloquet (1787-1840) también anatomista y partamento Quirúrgico. Lo recordamos aquí,
con un lugar quizá más prestigioso y desta- por sus estudios anatómicos sobre la hernia y
cado en la anatomía-cirugía del Romanticis- por los epónimos que utilizamos aun al refe-
mo francés, miembro de la Real Academia y rirnos a algunas de las estructuras de la ingle,
autor de un Traité d´anatomie descriptive que él describió con mayor exactitud, los más
(1815) y del Traité des odeurs, du sens et es importantes son: ligamento de Hesselbach (li-
organes de l´olfaction (1821). gamento interfoveas que va desde la fascia
Destaca por su contribución al tratamiento trasversalis a la espina del pubis), el triángulo
de la hernia y por sus estudios anatómicos, de Hesselbach, que es el espacio anatómico
el anatomista y cirujano francés de la época limitado por el ligamento inguinal, el margen
Pierre-Augusto Béclard (1785-1825) uno de del músculo recto y la arteria epigástrica in-
los profesores más queridos de sus alumnos ferior o profunda. Algunos cirujanos y anato-
hasta el punto de que a su muerte le levan- mistas hablan de la fascia de Hasselbach o
taron un monumento costeado por ellos. Apa- fascia cribiforme sobre el orificio crural, así
rece en nuestro capítulo, porque utilizó sus como de la hernia de Hesselbach, hernia cru-
conocimientos anatómicos aplicados a la ci- ral multisacular. Destaca entre sus obras un
rugía, su fin. Fue cirujano de La Pieté y en la tratado anatómico y quirúrgico en tres volú-
Maison Royale de Santé, la hernia crural me- menes: Vollstandige Anleitung zur Zergliede-
50
rungskunde des Meschlicher Körpes (1805- anatómohistólogo del siglo. De padres judí-
1808). En 1806, escribe un libro de 32 pági- os, nacido en Fürth cerca de Nüremberg, fue
nas con cuatro capítulos y cuatro grabados (de uno de los discípulos predilectos de Johan-
Laminit y Lambreis): Anatomic-Surgical Trea- nes Müller y más tarde profesor de anatomía
tise on the Origin of inguinal Ruptures donde en Zurich (1840), Heidelberg (1844) y Gö-
describe la anatomía completa de la hernia tinga (1852-58). Nos ha dejado importantí-
inguinal y su triángulo; asi mismo publica una simas cosas interesantes para la ciencia, siendo
nueva edición revisada con más páginas y más el fundador del moderno conocimiento de
láminas en 1814. Dos trabajos más tardíos en los tejidos epiteliales en el organismo; los
los que incluso aparecen instrumentos para descubrimientos histológicos de Henle que
ayudar en la hernia estrangulada a detener po- contienen sus dos tratados de anatomía: la
sibles hemorragias, se funden y traducen al la- Allegemeine Anatomie de1841 y la posterior
tín (siendo conocida por los más selectos Manual de Anatomía Sistemática entre 1866
cirujanos que entonces leían latín, la lengua y 1871, obras en las que dibujaba él mismo
universal y culta, hoy sustituida por el inglés las láminas, pueden ponerse por completo al
con pocas raíces latinas, con las dificultades lado de los hallazgos anatómicos de Vesalio.
que produce a muchos cirujanos de habla cas- Aparece en nuestro capítulo por la descrip- Reproducción de la portada
del clásico de Hesselbach,
tellana); su título sugiere el contenido; Dis- ción de la falx inguinalis, estructura lateral y que aparece en el capítulo
quisitiones Anatomico-Pathologicae de Ortu vertical a la expansión del músculo recto que de Historia del libro de Nyhus.

et Progressu Herniarum Inguinalium et Cru- se inserta en el pubis y el ligamento pectí-


ralium, 1816. Tuvo un hijo también cirujano, neo, llamado ligamento de Henle y que apa-
Adam Caspar Hesselbach (1788-1856) quien rece en el 30-50% de los casos. Pero descubrió
ejerció también en Würzburg y escribió un muchas más estructuras: el esfinter externo
tratado anatómico sobre las hernias, pero nun- de la vejiga, los vasos quilíferos centrales, la
ca fue tan conocido como su padre, aunque vaina interna de la raíz del pelo, los tubos de
a veces se confundan. Henle en el riñon, la histología de la córnea
Los atlas anatómicos y sobre todo los di- o el desarrollo de la laringe, entre otras mu-
bujos de la región inguinocrural y de la hernia chas descripciones. Escribe interesantes obras
de Cooper, Hesselbach, Scarpa y Cloquet han que se salen de nuestro objetivo. Fue un ex-
contribuido de forma fundamental al conoci- celente profesor que dibujaba muy bien; sim-
miento anatomoquirúrgico, ya que son exce- pático y acogedor despertaba el cariño de
lentes, aunque no se consideran como parte de sus alumnos; era no solo un hábil artista, si-
la «era moderna» en la hernia, que nace sin lu- no también algo poeta y excelente músico
gar a dudas con el gran Edouardo Bassini. de cuerda. Como tantos otros hombres que
Tenemos que citar en la Inglaterra del s. aparecen en nuestro capítulo, un espíritu in-
XIX a Tomas Morton (1813-1849) cirujano quieto que sabía hacer muchas cosas disfru-
anatomista que publicó en 1841 su Surgical tando con ellas.
Anatomy of inguinal hernia, en la que des- Hay que hacer notar que todos los ciru-
cribe con precisión lo que después se llamó janos anteriores operaban sin una perfecta
tendón conjunto, tan utilizado en la repara- anestesia (se descubre la anestesia general
ción herniaria y que los modernos anato- en 1846 por Horace Wells, la más importante
mistas discuten que exista realmente. aportación americana a la cirugía moderna),
En la Alemania romántica, aparece en al pobre paciente herniado, lo sujetaban va-
nuestra historia de la hernia Friedrich Gus- rios ayudantes mientras se operaba entre los
tav Jacob Henle (1809-1885), el más grande gritos y alaridos que cabe imaginar. Friedrich Gustav Jacob Henle (1809-1885)
51
9. Los «inventores de nuevas hacia el orificio inguinal externo la piel del
técnicas» para el tratamiento de la escroto, como se hace al explorar una her-
hernia no estrangulada del siglo XIX. nia; sirve el dedo de guía para introducir con
El descubrimiento de la anestesia. la mano derecha un portaagujas curvo, que
al llegar a la altura en la parte externa de la
Horace Wells, un mediocre dentista ame- piel por encima del orificio inguinal, los hi-
ricano, culminó, al utilizar en sí mismo el óxi- los se anudan apoyados en dos palillos para
do nitroso para hacerse extraer una muela sin no dañar la piel. De esta forma la piel del es-
dolor, en 1844, el descubrimiento de la anes- croto, invaginada como un guante, forma un
tesia. A esta meta final se había llegado des- «tapón orgánico» que impide la salida de la
pués de múltiples caminos emprendidos desde hernia. ¿Puede considerarse como el primer
la antigüedad para luchar contra el dolor: la intento de tapón protésico-orgánico, desa-
mandrágora; el opio; el beleño; el vino; «la rrollado más de un siglo después por los ac-
esponja soporífera»; el «fluido blanco» o éter tuales cirujanos americanos?
sulfúrico de Paracelso; el conocimiento pre- Algo similar desarrolló Bonnet de Lyon,
vio del físico inglés Humphrey Davy, en 1800, utilizando unos alfileres que atravesaban la
del óxido nitroso o gas hilarante, que sugirió piel a nivel del anillo inguinal, persiguiendo
Horace Wells (1815-1848)
Descubridor de como anestésico sin encontrar eco; los traba- el mismo fin, como podemos ver en la figu-
la anestesia en 1844.
jos que, en 1818, el gran Michael Faraday, al ra. J. Guerin utilizaba un tenotomo, que mo-
principio «chico de los recados» con Davy, vía en varias direcciones alrededor del orificio
hiciera describiendo los efectos del éter con- inguinal para provocar fibrosis, colocando
tra el dolor y su acción soporífera. El descu- una compresión externa varios días con el fin
brimiento de Wells, que se suicidó siendo de conseguir la fibrosis y la fortaleza en el
pobre, fue continuado y mejor llevado a la orificio de salida. Valette utilizaba una pla-
práctica por Morton. ca externa metálica, con la cara en contacto
Lister aún no había publicado su méto- con la piel de cloruro de zinc, que fijaba a
do antiséptico, empleado por primera vez en nivel del orificio inguinal según los principios
1865, veinte años más tarde del descubri- anteriores, produciendo al retirarla escara con
miento de Wells, por lo que los cirujanos con fibrosis invaginante. M. Belmas aplicaba un
métodos nuevos para hernias reductibles, vi- método complicado con una placa compuesta
ven en la era prelisteriana, aunque conocen por dos fragmentos similar al anterior.
la anestesia general incipiente. En Alemania C.W. Wurtzer (1789-1858),
en Munich, utilizaba un método muy similar
al de Gerdy, empleando un aparato que con-
Las técnicas quirúrgicas seguía las punciones con las suturas con los
Pierre Nicolás Gerdy (1797-1856), otro mismos fines de taponar el orificio de salida.
cirujano romántico francés que fue maestro John Wood (1825-1891) publicó en The
de Paul Broca, se cita en nuestro capítulo por Lancet en 1858, otro procedimiento similar
ser un precursor en el tratamiento quirúrgi- de sutura externa-interna-compresiva sin de-
co de la hernia, mediante una nueva técni- masiados éxitos.
ca, (Lancette Française, 1835) escribió y dejó En esos tiempos, la quelotomía en la hernia
incompleto un Traité de l´anatomie des for- estrangulada continuaba siendo el tratamiento
mes. Su técnica (de la que mostramos unas de elección; posteriormente, se colocaba un
figuras) consistía en que el cirujano invagi- braguero, cuando la herida estaba curada, ya
naba con el dedo índice de la mano izquierda, que casi todas cerraban por segunda intención.
52
Figuras 1, 2 y 3, Procedimientos de Valette, ...«Dase el nombre de Quelotomía o Hernio-
Procedimiento de Gerdy Belmas, J. Guerin y W. Wurtzer. tomía a la operación cruenta que tiene por
Figuras 4, 5 y 6, Jacob N H, :Traité Complet objeto abrir el saco de las hernias para destruir
Procedimiento de Bonnet de l´anatomíe de l’ home, la estrangulación de los intestinos y restituirlos
Manual Iconográfico L´Anatomie Chirurgicale a su lugar. El desbridamiento de la hernia
de Medicina Operatoria et la Medecine Operatoire, estrangulada fue propuesto y descrito por
y Anatomía Quirúrgica par les doctteurs Bourgery Franco en 1561. Adoptado y practicado más
por Bernard y Huete. et Claude Bernard. tarde por Ambrosio Pareo, fue perfeccionado
Imprenta y libreria (L. Guerin editor) TVII y descrito como método operatorio por Dio-
de Miguel Guijarro, Editor. p. 111 Paris 1866-1868. nisio. El aparato instrumental debe componer-
Madrid, 1865. (Colección particular del autor) se de bisturíes, recto, convexo y de botón ó
(Colección particular del autor). llamese bisturí herniario de Pott ó de A. Coo-
per; de una sonda acanalada, un par de tijeras
obtusas y algunas pinzas de disecar. Son ade-
más necesarias esponjas finas para limpiar la
sangre durante la operación y en fin piezas de
apósito, lienzo agujereado, hilas, compresas,
cerato, etc.»...
Manual Iconográfico de Medicina
Operatoria y Anatomía Quirúrgica
por Bernard y Huete.
Imprenta y libreria
de Miguel Guijarro, Editor.
Madrid, 1865.
(Colección particular del autor)

Procedimiento de Gerdy. Procedimiento de Gerdy: resultado final. Procedimiento de Wurtzer, modificado por Rothmund.
Manual de Medicina Operatoria. J. F. Malgaigne. Espasa Hermanos, Barcelona, 1838 (Colección del autor).
53
Los tratamientos alternativos: (1875) que inyectaba X gotas de una solución
Las inyecciones esclerosantes saturada de cloruro de sodio, logrando infla-
o el método esclerógeno. mación sin supuración. En Alemania, Scha-
walwer (1876) utilizaba alcohol hasta el
Se creía que al producir una obliteración 70-100%, inyectando con una jeringa de Pra-
de la puerta herniaria por medio de la pro- vaz [...] «junto a los pilares de la puerta her-
vocación de una inflamación adhesiva, se niaria un centímetro en cada puntura»; esta
podrían curar las hernias, recobrando la an- operación con varios pinchazos debería re-
tigua idea de las cicatrices vigorizantes; esta petirse en intervalos de dos o tres días durante
reacción de los tejidos se podría conseguir varias semanas, consiguiéndose, según los au-
inyectando sustancias adecuadas alrededor tores, la curación sobre todo en adultos jó-
del orificio herniario, pues en el siglo XIX ya venes. Una variante más corta en la duración
se conocía la jeringa hipodérmica. Esta «nue- del tratamiento es el «método esclerógeno»
va» y equivocada idea se convirtió en isla de descrito por Lannelongue (1896), nótese que
Alfred Armand Louis Marie Velpeau (1795-1867) salvación en el océano de la nada. El prime- ya se había descubierto, varios años antes, la
ro de quien tenemos noticia que la emplea- anestesia general; Lister había difundido su
ra fue el gran cirujano francés: cirugía antiséptica y el gran Bassini desarro-
Alfred Armand Louis Marie Velpeau llado su definitivo y espléndido método para
(1795-1867), que era hijo de un herrero, ofi- la cura quirúrgica radical. Practica una serie
cio al que al principio se dedicó, pero llegó de inyecciones de cloruro de zinc al 10%, X
a ser cirujano del Hospital de St. Antoine gotas por cada punto de inyección, al mismo
(1828-30), de La Pieté (1830-34) y de La tiempo que con el dedo índice protege y se-
Charité (1834-67) y profesor de la Facultad para el cordón espermático (se recoge en las
de Medicina de París (1834-67); era un ci- figuras); este autor auguraba éxitos, ya que
rujano duro, fuerte y trabajador, del que di- decía haber curado a 41 de los 44 adultos jó-
jo Oliver Wendrell. «Una buena cabeza fuerte venes a los que había tratado.
sobre un par de zuecos de madera es una En los Estados Unidos de América dos ci-
buena cantidad; mejor que una cabeza de rujanos emplearon los métodos esclerosan-
madera perteneciente a un propietario que tes: Joseph Pancoast (1805-1882), quien
calza sus pies con zapatos de charol». Sus utilizaba soluciones de lugol, llegando a es-
obras principales: Tratado de Anatomía Qui- cribir un artículo describiendo su método en
rúrgica (1823) y Tratado de Cirugía Opera- el que utilizaba jeringa y cánula especiales
toria (1832) que consta de tres volúmenes y George A. Heaton (1808-1879), quien pre-
con atlas, es importante por sus datos histó- conizó este método más o menos parecido
ricos. Velpeau estaba orgulloso de ser hijo con el nombre de irritación tendinosa, ase-
de un herrador y cada vez que se presenta- gurando la curación, llegando a hacer pro-
ba a un nuevo grupo de estudiantes, mos- paganda en los periódicos.
traba el dedo amputado de una de sus manos Hay que tener en cuenta que estos in-
y exclamaba: «Este dedo señores, lo perdí tentos en el siglo XIX, se hacían cuando no
Cura radical de la hernia inguinal
por el método esclerógeno. 1, 2, 3, herrando a un caballo.» se operaban aún de una manera clara las her-
posición de la jeringa en las inyecciones
sucesivas por dentro del cordón.
Velpeau inyectaba tintura de yodo, y áci- nias reductibles, que no habían presentado
Las líneas punteadas distintas de la aguja do carbólico diluido provocando inflamación complicación; además la asepia y la aneste-
indican los contornos del pubis (Lannelongue).
Bergmann & Mikulicz.: periherniaria. Los resultados eran pésimos. sia eran conceptos nuevos y no aplicados por
Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria. Junto a él, otros cirujanos - siguiendo a todos en aquellos días. Es obvio decir que es-
Tomo III. Ed. Jose Espasa. Barcelona. 1906.
(Colección del autor) Bergmann - como el también francés Luton tos métodos son absolutamente reprochados
54
en la actualidad y fueron inútiles a largo pla- y Rhutherford; el desrrollo del miscroscopio
zo en su época, sin disponer de seguimien- y los hallazgos histológicos de Cajal y Vir-
tos ni estadísticas fiables. Por otro lado, el chow junto a los bacteriológicos de Pasteur
descubrimiento de la narcosis no contribu- y Koch, entre otros muchos e importantes ha-
yó en nada al desarrollo de nuevos métodos llazgos y aportaciones a la ciencia.
curativos en la hernia. En esos años los cirujanos alcanzan la ca-
tegoría científica y social que hoy tienen; el
bisturí ha sustituido al estetoscopio en la dis-
tinta consideración que la sociedad tiene ha-
10. El Positivismo del final del siglo cia sus profesionales médicos.
XIX. Los comienzos del XX. El descu- Se ha vencido al dolor, la infección y la he-
brimiento de la asepsia. Los cirujanos morragia, los tres escollos con los que trope-
después de Lister. El comienzo del avan- zaban los cirujanos anteriores.
ce organizado de la ciencia. La era mo-
derna de la hernioplastia. La primera Representa el anillo inguinal externo,
al que se dirige sobre el borde superior
curación radical: Edouardo Bassini, sus Joseph Lister (1827-1912) del pubis la extremidad de la aguja
de la jeringa. El cordón es atraído
contemporáneos y seguidores. Gran cirujano inglés, que más tarde sería al exterior por una erina; p y p’
nombrado Lord, grande de Francia, y alcan- son los pilares interno y externo del anillo.
Igual indicación de las líneas punteadas
zaría lo maximos honores; cuando era pro- (Lannelongue). Bergmann y Mikulicz.:
Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria.
10.1 El Positivismo. Lister y la Asepsia. fesor en el Hospital de Glasgow y tenía 38
Tomo III. Ed. José Espasa. Barcelona. 1906.
años, el 12 de Agosto de 1865, trató una frac- (Colección del autor)

Este periodo (1844-1914) goza de un es- tura abierta de tibia con compresas empa-
pléndido desarrollo de la cirugía y, por tanto, padas de ácido carbólico no diluido; fue un
del tratamiento quirúrgico de la hernia; tres im- éxito y la herida cicatrizó por primera inten-
portantes etapas van a definirlo: ción como otras muchas que operaba y tra-
1. Entre 1844-1847, se difunde la anestesia. taba. Lister conoció y fue contemporáneo de
2. Desde 1865-1899, la asepsia, la anti- Pasteur y sabía del uso del fenol que este ha-
sepsia, el autoclave, los guantes quirúrgicos de bía publicado utilizándolo para la desinfec-
algodón primero (Mikulicz) y de goma (Hals- ción de las alcantarillas; así mismo, se había
ted 1890), la mascarilla y las batas quirúrgicas interesado por el tema de la infección de las
(Mikulicz 1894). heridas; más tarde comenzó a operar selec-
3. A partir del s. XX es el paso de la ciru- tivamente enfermos con patologías ortopé-
gía exerética y evacuadora a una cirugía, ade- dicas (nunca invadió una cavidad abdominal);
más, restauradora y funcional. en 1870 vaporizaba ácido carbólico sobre el
Es el periodo del Manifiesto Comunista campo quirúrgico en una seudoartrosis de
de Marx y Engels; de la revolución industrial; radio y, posteriormente, se atrevió a abrir una
de la pérdida de la hegemonía de Europa y rodilla intacta, pero patológica por vez pri-
de la revelación de Estados Unidos y Japón mera, animado por el bajo índice de infec-
como potencias mundiales; del ferrocarril; ción que tenía en todos los pacientes tratados
del libre cambio; de la burguesía activa, etc. con su «método antiséptico». Parece (según 1, 2, 3, posición de la jeringa
en las inyecciones sucesivas por fuera
Darwin, Claude Bernard, Nietzsche, Wagner, Read) que practicó su primera herniorrafia del cordón. La misma indicación
la electricidad, el teléfono, la telegrafía con antiséptica en 1869. Fue un personaje ad- de las líneas punteadas (Lannelongue).
Bergmann y Mikulicz.:
Edison, Bell y Marconi; el automóvil con mirable, tanto por la bondad de su carácter Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria. TomoIII
Daimler y Ford y la aviación con los herma- como por su genial descubrimiento. Como Ed. José Espasa.
Barcelona. 1906.
nos Wrigth; la radioactividad con los Curie dice Raymond C. Read: «La historia de la ci- (Colección del autor).
55
rugía herniaria puede dividirse en dos perio- conducto alrededor del cordón espermático
dos, el anterior y el posterior al descubri- con puntos sueltos. V. Büngner, comunicó el
miento de la antisepsia por Lister en 1867». 91% de éxitos con esta técnica (Deustche
La introdución general de la asepsia y la Zeitschrift für Chrurgie, T-38. Hefib.1894 ).
antisepsia culmina con la aceptación del mun- En Francia, Lucas Championniére (1843-
do quirúrgico y el «descubrimiento» por Berg- 1913) introdujo la antisepsia, como seguidor
mann del autoclave en 1886. y alumno de Lister, dio un paso más a la ope-
Durante las décadas del Positivismo, la ración de Czerny, fue el primero en 1881 en
escuela de Theodor Billrhot,en Viena, fue la seccionar la aponeurosis del oblicuo mayor
más importante del mundo con gran influencia en toda su extensión a ese nivel; abrir el con-
posterior hasta mediados del siglo XX. ducto inguinal, evitando la formación de un
embudo, al exponer todo mucho mejor, e in-
corporar e imbricar el techo de ese conduc-
10.2 Cirujanos que operaban hernias con to en el cierre que comienza en el anillo
procedimientos «propios», no definitivos, interno de arriba abajo; previamente, reseca
con el «método antiséptico» de Lister. Con- y liga el saco. Pero no publica su técnica has-
temporáneos de Bassini. La reparación por ta 1892, después de que lo hiciera Bassini.
la vía anterior. La aparición en la historia de (Chirurgie Operatoire: Cure radicale de Her-
Joseph Lister ( 1827-1912) los cirujanos americanos. nies, avec une étude statistique de deux-cents
soixante-quinze operations et cinquante fi-
En Austria, un seguidor y defensor del gures intercalées dans le texte. Ed. Rueff et
método de Lister, discípulo del gran Bilroth, cie. París. 1892 ). Publicó además: La cure
que describió un procedimeinto para el tra- radicale de la hernie inguinale. G. Steinhehill,
tamiento quirúrgico de la hernia, en 1876, París, 1909.
fue Vicent Czerny (1842-1916), de Traute- Championniére en su primera «mémoire»
nau, Bohemia, profesor de cirugía en Fribur- en 1886 da las siguientes indicaciones para in-
go; su «operación» consistía en disecar el tervenir una hernia: 1º Hernias irreductibles,
saco y ligarlo en su parte más alta, dejando aunque no estranguladas. 2º Hernias incoerci-
que el cuello se retrajera invirtiéndolo has- bles. 3º Hernias congénitas con ectopia testi-
ta el nivel del orificio inguinal interno y, pro- cular. 4º Hernias dolorosas. 5º Herniosos que
Sutura de los pilares, según Czerny. tegiendo con el dedo, daba una sutura de los padecen determinadas afecciones que se ex-
Fruncimiento de la aponeurosis
del músculo oblicuo mayor. pilares con 3-6 suturas de catgut. (Studien zur ponen a los accidentes de la hernia como: as-
Radikalbehandlung der Hernien. Wein Med ma y enfisema.
Wschr.,27:497-500. 1877). Se le conoce tam- Dos cirujanos contemporáneos le siguen,
bién por su intervención de fibromas uteri- modificando alguna maniobra: Ball, que aña-
nos por vía vaginal, por la escisión de la laringe, de un detalle técnico retorciendo el saco so-
del esófago y durante sus últimos días, por la bre su eje, al girarlo sobre una pinza puesta
investigación del cáncer en el Samariterhaus en su extremo superior para así ligarlo con
de Heidelberg en 1906. Hubo modificacio- mayor seguridad, y Barker, que, una vez li-
nes a la técnica de Czerny, como la de Re- gado y seccionado el saco, utiliza la liga-
verdin, que aconsejó, en la aponeurosis del dura del mismo haciendo salir los dos cabos
oblicuo y paralelamente al trayecto del con- de la misma enhebrados en una aguja de Re-
Esquema de la técnica ducto, incisiones relajantes con objeto de verdin, por arriba, de dentro a fuera de la pa-
de Lucas Championnière, aproximar sin tensión. Küster además cierra red abdominal, a nivel del músculo oblicuo
tomada de Nyhus-Harkins,
primera edición. 1967 estrechamente la totalidad de las paredes del mayor, por encima del anillo profundo; es lo
56
que se llama maniobra de Barker (en Berg- luego cerraba el conducto con puntos de se-
mann), donde se fija el saco en una posición da de la masa musculoaponeurótica al liga-
superior y distinta a su salida, (maniobra aban- mento inguinal, concibiendo así una nueva
donada en la actualidad por problemas de técnica para la hernia. (Sobre la cura radical
oclusión, vólvulo, necrosis, hemorragia, etc., de las hernias. Correspondenzblatt für Sch-
y de la que mostramos la figura original). weizer Aerzte, 1892. y Sobre los resultados
En Suiza, Theodor Kocher (1841-1917), de la operación radical de las hernias libres
seguidor de Lister y discípulo de Langenbeck por medio del método del desplazamiento.
y Billroth, ocupa la cátedra de su ciudad na- Archiv für Klinische Chirurgie. T-L, 1895).
tal Berna, en 1872; conocido en el mundo (Mostramos unas figuras de la época).
quirúrgico por sus importantes y pioneras En el año 1909, recibió el premio Nobel
aportaciones a la cirugía del tiroides, además de Medicina. Kocher ha sido junto a Billroth
fue el primero en utilizar inyecciones de «coa- una de las grandes figuras de la cirugía, crean-
guleno» obtenido de las plaquetas para ace- do una escuela propia.
lerar la coagulación; también estudió a fon- En Escocia, Sir William Macewen (1848-
do y trató con éxito las luxaciones de hombro, 1924), nacido en Rothesay (Bute), fue discí-
la osteomielitis e inventó unas pinzas qui- pulo de Lister, profesor de cirugía de la
Theodor Kocher (1841-1917)
rúrgicas que hoy llevan su nombre. En 1878 Universidad de Glasgow; ocupó el cargo que
tras varios ensayos denominó a su método: dejó Lister y fue cirujano de la Glasgow Ro-
emplazamiento lateral del saco herniario, hi- yal Infirmary; en 1886, da a conocer un nue-
zo un trasplante anterolateral del saco her- vo concepto «el taponamiento del orificio de
niario fijado a una sutura que atravesaba la salida de la hernia» donde no extirpa el saco
aponeurosis del oblicuo, atribuyendo la idea herniario, sino que lo trasforma en una almo-
a Ritcher, (parecida maniobra a la de Barker); hadilla que conducida al tejido subperitoneal
debe servir de cojinete de protección y con-
tinúa con una sutura de la puerta herniaria. Fi-
ja el saco peritoneal «almohadillado» con
varias suturas de catgut alrededor del anillo
interno, de manera que actúa como un tapón,
al mismo tiempo que da algunas suturas pro-
fundas para cerrar el conducto inguinal. «On
the radical cure of oblicue inguinal hernia by
internal abdominal peritoneal pad, and the
restoration of the valved form of the inguinal
canal. Ann. Surg. 4:89, 1886». Después de la
intervención, los pacientes debían guardar ca-
ma durante seis semanas, con el fin de que la
almohadilla formada con el saco herniario se
estableciera firmemente en el espacio
preperitoneal y la oclusión del conducto in-
guinal, por la adherencia a sus bordes, se hu-
Los dos pasos fundamentales
biera hecho más segura. Así mismo, no ordenaba de la operación de Kocher.
Bergmann y Mikulicz:
el uso de braguero posterior. Además a Mc Tratado de Cirugía Clínica
Ewen, se le conoce por sus métodos de oste- y Operatoria. Tomo III.
Ed. José Espasa. Barcelona.
Vicent Czerny (1842-1916) otomía (Osteotomy, Londres 1880) para el ge- 1906. (Colección del autor)
57
nu-valgum y por una obra sobre la cirugía del
cerebro y la médula espinal (Pyrogenic Infec-
tive diseases of the brain and spinal cord. Glas-
gow 1893 y The Grounwth of bone. Glasgow,
1912 ) (fig.técnica).
Parece ser que otros cirujanos como Kings-
tone (1890), Bishop (1890) y A. M. Phelps (A
new operation for hernia. N Y Med J 60:291,
1894) utilizaron procedimientos similares.
Este último fue el precursor de las prótesis al
utilizar rollos de alambre de plata como ta-
Maniobra de Barker, en Bergmann & Mikulicz: pones en el piso inguinal.
Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria.
Tomo III. Ed. José Espasa. Barcelona. 1906. Otras técnicas citadas por Bergmann y E. Gra-
(Colección del autor)
ser en su Cirugía Clínica, estaban englobadas tam-
bién en la «idea de taponar el orificio», aunque
en la puerta herniaria son las de Juillard, Terillon
y Fergusson las más importantes.
Una excepción, una rareza en ese tiempo
fue Robert Lawson Tait (1845-1899), nacido en Robert Lawson Tait (1845-1899)

Edimburgo, cirujano muy aficionado a la gine-


cología, contemporaneo y enemigo de Lister y JAMA, 29:295-305, 1878.» Cerraba con unos
de su método, se negó a ver ninguna relación puntos de dicho material, el orificio inguinal
entre las bacterias y las infecciones de heridas profundo y mejoraba así una parte de la ope-
quirúrgicas y operaba casi sin esta complica- ración de Czerny. Operó así a dos pacientes
ción con gran rapidez y éxito, abriendo la ca- y el que pudo conocer el seguimiento, con
vidad abdominal para las ovariectomías, el tiempo, reprodujo la hernia. Escribió un
colecistotomías, histerectomías y embarazos clásico en la bibliografía americana: Hernia.
Mac Ewen, extrauterinos. El secreto de su éxito fue la lim- New York. Appleton, 1892. Sabía hablar ita-
segundo tiempo operatorio
pieza y la utilización para los lavados de agua liano y fue el primero que informó a la so-
hervida. Su aparición en nuestro capítulo se de- ciedad médica de Estados Unidos del trabajo
be a una comunicación: A discussion on treat- de Bassini: Nuovo método per la cura radi-
ment of hernia by median abdominal section. cale dell´hernia inguinale. Atti. Congr. Assoc.
Br. Med:J. 2: 685, 1891. en la que relataba la Med. Ital., 2:179-182. 1887 ; resumió esos
solución de una hernia no estrangulada a tra- principios en su propio libro de 1892, antes
vés de una vía abdominal posterior, por lo que de que Halsted practicara «su procedimien-
podemos considerarlo como el «precursor» en to» en diciembre de ese mismo año.
el acceso transabdominal para la hernia. Todas estas técnicas, no han tenido una
Henry Orlando Marcy (1837-1924) de manifiesta continuidad en nuestros días, aun-
Otis, Massachusetts, en Estados Unidos, se- que han sido el antecedente de algunas de
guidor y alumno de Lister, publica un traba- las ideas como: los tapones con prótesis, el
jo original sobre la herniorrafia antiséptica cierre del orificio inguinal profundo, según
«A new use of carbolized Cat Gut ligature . Marcy, como gesto añadido a una técnica,
Mac Ewen. Tercer tiempo operatorio
Bergmann & Mikulicz: Boston Med. Surg. J., 85:315-316, 1871»- etc.
Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria.
«The radical cure of hernia by the antiseptic En este tiempo _ siguiendo a Read _ cuan-
Tomo III. Ed. José Espasa. Barcelona. 1906.
(Colección del autor) use of the carbolized cadgut ligature. Trans. do Billroth recogió la experiencia europea en
58
para en la década de 1880-90 bajar a un 5%;
si bien, Kocher en una primera serie en 1894
tuvo un 9,5%, Championnière en 652 inter-
venciones solo tuvo un caso de muerte.
En cuanto al índice de reproducción, en
1890, estaban satisfechos con un 70% de éxi-
tos (30% de recidivas), aunque el índice de
mortalidad seguía siendo significativo.
Así estaban las cosas en la cirugía de la
hernia hasta que un italiano genial, Eduardo
Bassini, da a conocer su nuevo método qui-
rúrgico, bajando tanto el índice de mortali-
dad como el de recidiva a cifras muy inferiores;
desde entonces se puede hablar de curación
radical, de método efectivo, de autoplastia.
Por primera vez, en una «pequeña interven-
Henry Orlando Marcy (1837-1924) ción» con fines curativos, se practican las tres
maniobras fundamentales de la cirugía mo-
1890 y Bull lo hizo con el trabajo de los Es- derna: la disección, la resección y la plastia.
tados Unidos en 1891, los resultados fueron Vamos a detenernos en su biografía.
alarmantes: la mortalidad por sepsis, la peri-
tonitis, la hemorragia y otros errores opera-
torios eran altos (del 2 al 7%) y los índices de 10.4 Eduardo Bassini (1844-1924)
recidiva del 40% al primer año, alcanzando
el 100% a los 4 años. Muchos cirujanos de- Nació en Pavía, el mismo año en que Ho-
sanimados, como Charles Mc. Burney (1845- race Wells, descubría la anestesia general, Técnica de Marcy.
1913), conocido por «el punto y la incisión estudió en esa ciudad, cerca de Milán, obte- Ilustraciones originales de su libro:
«The anatomy and surgilal
de Mc Burney en las apendicitis», dejaban, niendo el título de doctor en Medicina en treatment of hernia».
New York: D. Appleton & Co. 1892.
después de ligar el saco, cicatrizar por se- 1866. Era un entusiasta del nacionalismo ita-
gunda intención, con el fin de conseguir un liano y al estallar la guerra austroprusiana,
«buen y fibroso techo» que impidiera la re- los italianos del lado alemán, en el Norte
cidiva y salvara la infección. En ese tiempo, donde se encontraba Bassini, se unieron pa-
la inyección de sustancias esclerosantes pa- ra luchar junto a Garibaldi contra los aus-
ra el tratamiento fue moda y el uso de bra- triacos; allí fue él como voluntario. Más tarde
gueros en el pre y postoperatorio era la norma. Garibaldi marcha sobre Roma con sus gru-
Como contrapunto a estas cifras, desta- pos de voluntarios, con el fin de suprimir el
camos la estadística publicada en el capítu- poder de los papas sobre la Ciudad Eterna y
lo sobre hernias del Bergmann, al que ya nos convertir a esta en capital de Italia, pero la
hemos referido, que presenta, apoyándose acción fracasó y el 20 de Octubre de 1867,
en varias citas bibliográficas, (Leisrink F.: La Bassini fue herido por un zuavo de la guar-
moderna operación de las hernias inguina- dia papal en un combate cuerpo a cuerpo en
les. Un trabajo estadístico. Hamburg und los alrededores de Villa Glori; un bayoneta-
Leipzig, 1883), resultados mucho más alen- zo le penetró la región inguinal derecha; la
tadores, aduciendo que veinte años atrás so- herida, grande, desde la cresta iliaca hasta el
bre 1860 la mortalidad alcanzaba un 25%, pubis, le perforó el ciego y provocó una fís-
59
Lister en Londres; tuvo responsabilidades en
anatomía y patología quirúrgica en Pavía, Par-
ma, La Spezia y Padua, donde trabajó duran-
te 37 años. Pensó acertadamente que la solución
quirúrgica de la hernia inguinal no era con-
seguir cerrar el defecto con un solo plano de
tejido cicatricial, siempre debilitado por el pa-
so del cordón, sino que lo que había que ha-
cer era restaurar la oblicuidad del canal inguinal,
cerrando al máximo sus orificios interno y ex-
terno con la misma pared anterior del abdo-
men, y dar además un nuevo techo después
de realizar el trasplante anterolateral del cor-
dón. Obtenía así dos «nuevos orificios ingui-
nales» con las paredes anterior y posterior. En
1884 practicó su primera hernioplastia con
este método y, tres años más tarde, presenta-
ba 42 herniorrafias con éxito a la Sociedad de
Cirugía de Génova (Sulla cura radicale dell´her-
nia inguinale .Arch. Soc. Ital. Chir. 4,380.1887).
De igual modo en ese mismo año, a la So-
ciedad Médica Italiana de Pavía, 72 casos.
(Nuovo método per la cura radicale dell´her-
nia inguinale. Atti. Congr. Assoc. Med. Ital.,
2:179-182.1887).
En 1889, publicó con láminas su famo-
so libro sobre la hernia: Nuovo método per
la cura radicale dell´hernia inguinale. Pros-
perini, Padua. 1889. El dibujo que allí se
muestra ha sido repetidamente copiado y
descrito en numerosos tratados de cirugía
posteriores. Mostramos aquí algunos de los
originales de la época. La ciencia entonces
y hasta mediados del siglo XX, «estaba» en
Eduardo Bassini
tula estercorácea que evolucionaba; hecho Alemania; había que publicar en alemán co-
prisionero en el Hospital del Santo Spiritu, mo hoy hay que hacerlo en inglés para «ser
más tarde pasó al de Sancta Orsola y, poste- conocido»; en 1890, hace su última publi-
riormente, fue encerrado en el famoso Cas- cación sobre la hernia en esa lengua : Ue-
tillo de St. Angelo; consigue la libertad en ber de Behandlung des Leistenbruches. Arch.
diciembre de ese año, con un mes de evolu- Klin. Chir., 40:429-476. 1894. Hubo muchas
ción de su fístula que cierra durante la con- polémicas en cuanto a la primacía de la cu-
valecencia en casa de sus padres, tratado por ra radical (sobre todo en los primeros años
su maestro Porta. de la segunda mitad del siglo XX, en los que
Retomó sus estudios quirúrgicos y visitó a la cirugía reconoció otra vez la importancia
Billroth en Viena, a Langenbeck en Berlín y a de la hernia tras pasar por la euforia de las
60
«grandes» intervenciones intracavitarias, tras-
plantes, etc., al considerar la herniorrafia una
técnica menor y dejada en manos de ciru-
janos en formación ); Alemania tras la Se-
gunda Guerra Mundial había perdido su
puesto como adalid de la ciencia quirúrgi-
ca y tanto Gran Bretaña como Estados Uni-
dos tenían excelentes y jóvenes cirujanos
empujando; incluso, algunos quisieron atri-
buir el mérito de la cura radical a Marcy o a
Halsted. En noviembre de 1986, se celebró
en Padua el Congreso Internacional en ho-
nor de Eduardo Bassini: La Cirugía de la her-
nia inguinal. En él se reforzó la idea, aunque
ya cronológicamente estaba clara, de la pri-
macía de Bassini sobre cualquier otro. Asis-
tieron cirujanos americanos actuales como:
Nyhus (él mismo cita el momento en la 3ª
edición de su excelente clásico: Hernia), Ber-
liner, Gilbert, etc. con gran influencia en las
publicaciones sobre la hernia junto con eu-
ropeos como Stoppa.
Bassini, no publicó nunca más ningun tra-
bajo sobre la hernia ni entró en disquisicio-
nes sobre «quién fue primero». Un discípulo
y fiel amigo suyo, Attilo Catterina (1861-1944),
continuó con la técnica, describiéndola con
más detalles y publicando un libro: L´opera-
zione di Bassini per la cura radicale dell´er-
nia inguinale. L. Capelli,Bologna. Italia.1932),
con excelentes ilustraciones en color.
La contribución y originalidad del méto-
do de Basini se resume en los siguientes pun-
tos: restablecimiento de la oblicuidad del
trayecto; el uso de la aponeurosis del tras-
verso, del tendón conjunto y la vaina del rec-
to; movilización temprana del paciente;
reparaciones bilaterales; tratamiento al mis-
mo tiempo del criptorquismo conservando
el testículo; la no utilización en el postope-
ratorio del braguero, como se hacía hasta en-
Ilustraciones originales
tonces (su técnica detallada viene referida en
de la técnica de Bassini.
el capítulo correspondiente).
Bassini fue además el primero en pre-
sentar un elevado número de casos operados
61
Operación radical según Bassini.
A la derecha, sutura
de los músculos al ligamento
de Poupart. A la izquierda,
sutura de la aponeurosis
del oblicuo mayor.
Samestrang (cordón espermático),
Aponeurose des obl. extern.
(aponeurosis del músculo
oblicuo externo),
Lig. Poupart (ligamento inginal),
Obliquus int. u. transvers.
(músculo oblicuo interno y transverso),
Ausserer Leistenring (anillo inguinal externo),
Haut (piel), Aponeurose des obliquus extern.
(aponeurosis del músculo oblicuo externo)
Esta figura, con la intervención bilateral,
y las anteriores, fueron reproducidas
repetidamente en todos los tratados
de cirugía posteriores.
Bergmann & Mikulicz:
Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria.
Tomo III. Ed. Jose Espasa. Barcelona. 1906.
(Colección del autor)

y seguidos en el tiempo con índices de mor- cirugía de la John Hopkins University. Famoso
talidad e infección muy por debajo de los ob- cirujano, al que debemos entre otras cosas
tenidos hasta la fecha, con los siguientes datos: la aplicación y el «descubrimiento» de los
En 1890, en 462 herniorrafias hubo 16 re- guantes de goma para operar, la mastecto-
cidivas (3%) y 1 caso de muerte por neumonía. mía radical, etc. Fue un entusiasta de la anes-
Después de Bassini, ha habido numero- tesia con cocaína; él mismo fue cocainómano,
sos cirujanos que han cometido «sacrilegios» llegando a pasar el «síndrome de abstinen-
con esta excelente técnica poniéndole su to- cia» y una larga cura de dehabituación, a la
que personal; las posteriores y más utiliza- que había llegado después de ser el primero
das por eficaces en la vía anterior, como la en experimentar lo que llamó anestesia de
de Mc.Vay y Shouldice, etc. son hijas de la conducción, tras inyectar cocaína en los ner-
original. vios conductores del dolor. Dejó esta droga
y este hábito y desde su rehabilitación utili-
zó la narcosis general.
10.4 Los otros contemporáneos de Bassini En nuestro capítulo, aparece por haber
descrito y operado la hernia con dos técni-
William Stewart Halsted (1852-1922) cas propias, aunque parecidas a la de Bassi-
De Nueva York, llegó a ser profesor de ni; según algunos historiadores lo hizo sin
62
saber de los trabajos de este; (si bien hoy día Alexander Hug Ferguson (1853-1912)
está demostrada la primacía de Bassini); la Nació en Ontario, Canadá, se graduó en
primera o Halsted I, que comunica en el Bo- Toronto, donde fue profesor de cirugía, via-
letín del Hospital John Hopkins en 1893, tras- jó por Estados Unidos, Londres, conoció a
ponía el cordón por encima de la aponeurosis Koch en Berlín y llegó a ser cirujano jefe del
cerrada, dejándolo subcutáneo y esqueleti- Chicago Hospital desde 1894. Fue un prolí-
zándolo. Esto dió muchos problemas de atro- fico escritor, más de cien artículos, científi-
fia testicular; más adelante describe la llamada cos sobre todo, referidos a la hidatidosis. En
Halsted II, (The cure of the more difficult as 1907 publica: The technic of Modern Ope-
well as the simpler inguinal ruptures, Johns rations for Hernia. Chicago, Cleveland Press.
Hopkins Hosp Bull, 14:208, 1903), dejando Ferguson conocía las reparaciones de Hals-
el cordón por encima de la fascia trasversa- ted; la I, en la que trasplantaba el cordón de-
lis e imbricando «colgajos» de la aponeuro- jándolo subcutáneo, y la Halsted II, que ya
sis del oblicuo para el cierre; este concepto no se hacía, al darse cuenta del gran núme-
fue propuesto antes por Edward Wyllys An- ro de atrofias testiculares que aparecían, ya
drews (1856-1927): Imbrication or lap joint que reparar con la primera opción requería
method: A plastic operation for hernia. Chi- una esqueletización importante de dicho cor-
cago Med Rec, 9:67, 1895. y Makor and mi- dón espermático. Ferguson fue un enemigo
nor technique of Bassini´s operation, as del método Halsted I. Insiste en reparar la fas-
performed by himself. Medical Record, 56:622. cia trasversalis y está en contra de la movili-
Esquema de las dos técnicas
1899 y esta reparación (Halsted II), se llamó zación de las estructuras del cordón y, por descritas por Halsted,
también por algunos técnica de Ferguson- tanto, de cualquier reparación de la pared tomada de Nyhus-Harkins,
primera edición. 1967
Andrews. posterior del conducto inguinal. Lo que ha-
ce es suturar la fascia trasversalis en posición
lateral con relación al anillo interno; no to-
ca el cordón y sutura el músculo oblicuo ma-
yor al ligamento inguinal, resecando el saco
en las hernias indirectas; después cierra la
aponeurosis del oblicuo. En España se co-
nocía como técnica de Ferguson la repara-
ción de la hernia en niños.

10.5 Cirujanos que aportaron alguna nove-


dad efectiva a la vía anterior en la hernio-
rrafia de Bassini. El refuerzo con el ligamento
de Cooper. Antecedentes de abordajes pos-
teriores. El tratado de Kirschner: Operacio-
nes para la cura radical de las hernias.

Anton Wölfler (1850-1917), gran ciruja-


no de Praga y discípulo y asistente de Bill-
roth, propuso la «incisión relajante en la
William Stewart Halsted (1852-1922).
aponeurosis del recto« en los casos en que
Alexander Hug Ferguson (1853-1912).
Retrato. New York Academie of Medicine. observó tensión para llevar el músculo recto New York Academie of Medicine Library.
63
al ligamento inguinal (Zür Radikaloperation
des freien Leistenbruches, In T.Billroht : Bei-
trage zür Chirurgie. Stuttgart. 1892. pag.552.
Citado por Rutledge).
Giuseppe Ruggi (1844-1925) fue uno de
los más notables cirujanos italianos de su
tiempo; trabajó en Bolonia siendo introduc-
tor y defensor del método listeriano; empleó

Ilustración de un artículo
el ligamento de Cooper, por primera vez, su-
de Ferguson en 1899, turándolo al ligamento inguinal en la repa-
aproximación del músculo
oblicuo menor al ligamento inguinal. ración de hernias crurales (Método operativo
nuovo per la cura radicale dell´hernia crura-
le. Bull Soc Med Bologna ser 7,3:223, 1892).
Durante mucho tiempo y antes de afian-
zarse la denominación de técnica de Mc Vay
para la reparación del ligamento de Cooper,
en España se la llamó: Técnica de Ruggi-Par-
laveggio.
Georg Lotheissen (1868-1935), de Vie-
Giuseppe Ruggi (1844-1925)
na, en 1897, fue el primero en suturar el ten-
dón conjunto al ligamento de Cooper (Zür
Radikaloperation der Schenkelhernien. Cen- ción, aunque al parecer Chester Mc Vay se-
tralb Chir 25:548, 1898). En la actualidad gún sus propias afirmaciones, desconocía
es común referirse a la «Técnica de Lot- el trabajo de Lotheissen y fue en la década
heissen-Mc Vay», para definir esta repara- de 1940-1950, cuando tras varios estudios
anatómicos junto con Barry Anson, comu-
nicó su estupenda reparación para todo ti-
po de hernias (A fundamental error in current
Operación radical según Wölfer. methods of inguinal herniorraphy. Sur Gy-
Fijación del músculo recto
al ligamento inginal, necol Obst 74:746, 1942) e (Inguinal and
con la incisión relajante femoral hernioplsty: Anatomic Repair. Arch
de la aponeurosis.
Bergmann & Mikulicz: Sur 57:524-530,1948).
Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria.
Tomo III. Ed. Jose Espasa. Barcelona. 1906.
(Colección del autor)

10.6 Un antecedente
de la vía transabdominal

George Paul La Roque (1876-1934) lle-


gó a ser jefe del Departamento de Cirugía
del Medical College of Virginia. Su contri-
bución al tratamiento quirúrgico de la her-
nia fue una técnica personal (1919) que
consistía en abrir el peritoneo separando las
fibras musculares por encima del orificio in-
Anton Wölfler (1850-1917) guinal, exponiendo la hernia y el saco des-
64
nia a través de una incisión media infraum-
bilical; con el paciente en posición de Tren-
delemburg, suturaba «desde arriba» el anillo
interno después de haber resecado el saco;
más tarde cambió su incisión por una de
Pfannenstiel (An operation for inguinal her-
nia Br MedJ 2:1025, 1921) que contraindi-
caba en hernias directas. Su contribución
tuvo mínimos efectos entre lo cirujanos y,
respecto a lo que nosotros conocemos no
tuvo seguidores inmediatos hasta ser reco-
nocido quince años después por Arnol Kir-
patrick Henry (1886-1962). Graduado en
Dublín y cirujano en el Richmond Hospital
de esa ciudad, más tarde fue cirujano en la
Universidad de El Cairo en Egipto; descri-
bió una técnica preperitoneal a través de
una incisión media (conocía bien el espa-
Georg Lotheissen (1868-1935) cio, al tratar muchos casos de lesiones ure- Acceso al peritoneo, según la ilustración
terales causadas por la bilharziosis); cerraba en el trabajo original, entre los haces
musculares del oblicuo interno
de el interior de la cavidad, para disecarlo en un principio el conducto crural por esta y transverso abdominal y su aponeurosis,
a una distancia aproximada de 2,5 cms.
bien y complementar después la interven- vía en ese tipo de hernias, suturando un col-
por encima de su borde inferior
ción, tras la ligadura del mismo, con una re- gajo del pectíneo al ligamento inguinal y y bastante por arriba del cuello del saco.
(La Roque GP: The permanet cure of inguinal
construcción de la pared posterior como este al de Cooper tras resecar el saco (Ope- and femoral hernia: A modification
Bassini. (The permanet cure of inguinal and ration for femoral hernia by a midline ex- of the standard operative procedures.
Sur Gynecol Obst 29:507-511, 1919)
femoral hernia: A modification of the stan-
dard operative procedures. Sur Gynecol Obst
29:507-511, 1919). Aconsejó el acceso transab-
dominal porque ofrecía la absoluta garantía
de lograr una ligadura alta y eliminar el sa-
co herniario, invaginándolo, desde el inte-
rior del abdomen. La técnica de La Roque,
o el acceso intraabdominal a través de un
acceso anterior a la hernia, fue aplicable a
las hernias deslizadas y desde luego a las
estranguladas.
La vía preperitoneal en el tratamiento de
la hernia, exceptuando la aportación curiosa
de Tait en el siglo pasado y que ya hemos
comentado, parece que empieza con Geor-
ge Lenthal Cheatle (1865-1951), cirujano
inglés del King´s College, quien en 1920 co-
municó (An operation for the radical cure
of inguinal and femoral hernia. Br Med J
2:68, 1920) su nuevo método para la her- George Lenthal Cheatle (1865-1951)
65
traperitoneal approach: With a preliminary
note on the use of this route for reducible
inguinal hernia. Lancet 1:531-533, 1936);
más tarde se dió cuenta de que podía tratar
así las hernias inguinales, cerrando el ani-
llo interno al suturar la fascia trasversalis
con la aponeurosis del oblicuo. También su
experiencia y su descripción, aunque muy
válida, se perdió y no fue utilizada. Poste-
riormente, tras la Segunda Guerra Mundial,
P. G. Mc Ewedy, en Inglaterra, modifica en
1950 la técnica de Cheatdle-Henry. Para
ello, utiliza una incisión oblicua y unilate-
ral en la parte externa de la vaina del rec-
to; secciona la aponeurosis trasversa y retrae
hacia la línea media el músculo recto, lle-
gando bien al orificio crural y tratando las
hernias; sutura después el tendón conjunto
al ligamento de Cooper (Femoral hernia. Arnol Kirpatrick Henry (1886-1962)

Ann R Coll Surg, 7:484-496. 1950 ). Varios


cirujanos americanos en esa época reco-
mendaron esta vía para la hernia crural y Kirshner). La obra de este cirujano alemán
Mikkelsen y Berne publicaron sus resulta- (Tratado de Técnica Operatoria General y
dos (Femoral hernioplasty: Suprapubic ex- Especial), en la que dedica en el tomo VI to-
traperitoneal (Cheatle-Henry) approach. da la atención hacia la hernia, merece nues-
Surgery 35:743-748, 1954 ) empleando tam- tra atención, ya que además de describir su
bién la técnica en la hernia inguinal. Todos técnica personal para la hernia (otra varian-
estos trabajos influyeron directamente en te «mas reforzada» de la técnica de Bassini),
Nyhus, Condon y Harkins para el desarro- nos aporta otras tantas con figuras que se
llo y el estudio de la técnica que hoy co- añaden a las derivadas o inspiradas, en la
nocemos y que tiene otras aportaciones y del genial italiano. Nunca llegaron a con-
refuerzos con prótesis, así como el acceso solidarse, pero fueron practicadas por los ci-
laparoscópico que veremos más adelante. rujanos europeos durante años y por tanto
merecen ser recordadas en este capítulo, cu-
ya pretensión es recoger el mayor número
10.7 El tratado del Profesor M. Kirschner: de técnicas quirúrgicas empleadas.
Operaciones para la cura radical Una de las más agresivas descritas en el
de las hernias. tratado es la de Schmieden o «Método de
trasposición» en la que hace salir al cordón,
El profesor Martin Kirshner, director de sus elementos y el testículo por un nuevo
la Clínica Quirúrgica de la Universidad de orificio que se crea en la masa muscular del
Heidelberg, publica un excelente tratado so- oblicuo menor y trasverso. No explicare-
bre las hernias; la traducción al castellano mos las diferentes técnicas, pues son bien
en su primera edición está datada en 1936 claras las figuras originales de la obra que
(entonces ya había muerto recientemente aquí reproducimos:
66
Operación de la hernia inguinal Operación de la hernia inguinal Representación esquemática de la hernia inguinal,
por el procedimiento de Hackenbruch. por el procedimiento de Girard. según Kirschner.
El borde superior de la aponeurosis incindida del obli- La lámina muscular y el labio superior de la aponeurosis Desplazamiento del cordón espermático en la región del
cuo mayor se fija por debajo del cordón espermático al incidida del oblicuo mayor se sutura, por encima del cor- anillo inguinal interno, formando dos curvas muy pro-
ligamento de Poupart; el borde inferior se fija luego, por dón al ligamento de Poupart; el labio inferior de la apo- nunciadad en forma de horquilla.
encima del cordón espermático a la superficie del lado neurosis del oblicuo se fija sobre la superficie de la parte
superior. superior de dicha aponeurosis.

Operación de la hernia inguinal Operación de la hernia inguinalpor Operación de la hernia inguinal


por el procedimiento de Brener. el procedimiento de Kirschner. por el procedimiento de Schnieden
Los bordes del músculo transverso y del músculo menor La aponeurosis incidida del músculo oblicuo mayor se El testículo luxado, pero unido al cordón espermático, se
se suturan al músculo cremáster. sutura por debajo del cordón espermático de manera que hace pasar de dentro afuera a través de un orificio prac-
esta formación quede desplazada muy lateralmente y for- ticado en los músculos oblicuos menor y transverso
me una pronunciada curva retrógrada.

Operación de la hernia inguinal Reforzamiento dela sutura profunda de Bassini con Operación de la hernia crural por via inguinal.
por el procedimiento de Schnieden un colgajo aponeurótico libremente transplantado. Procedimiento de Lotheissen-Reich.
Continuación del acto operatorio representado en la fi- El colgajo cuadrangular de la fascia se aplica, por un la- En la región del conducto inguinal se ha abierto el espa-
gura anterior. El testículo y el cordón espermático se con- do, al ligamento de Poupart y, por el otro, se sutura a la cio subperitoneal. Se pone al descubierto y se rodea el
ducen hacia fuera a través de la hendidura muscular. Las capa muscular. La incisión practicada en dicho colgajo cuello del saco herniario que desaparece por debajo del
dimensiones de esta hendidura se reducen por medio de para hacer pasar el cordón se cierra por medio de puntos ligamento de Poupart, mientras el saco herniario se ha-
puntos de sutura. La capa muscular se sutura completa- de sutura. lla en su situación primitiva. Mediante tracciones y pre-
mente al ligamento de Poupart. siones se luxa el saco herniario que va a ocupar la situación
indicada en el lado izquierdo de la figura.
67
11. Los cirujanos del siglo XX. ca» en forma de tapón en el orificio de sali-
Las vias de abordaje actuales: da o de malla sustitutoria de la pared poste-
anterior y posterior. rior del piso inguinal, no es importante «que
La llegada definitiva de las prótesis quede fuerte la reparación», sino que «que-
y la cirugía laparoscópica. de sin tensión», siendo insuficiente una in-
cisión de descarga; tampoco lo son las hernias
A partir de la segunda década del siglo deslizadas que se habían convertido en «di-
XX, se empiezan a conocer resultados exce- fíciles, hechas por vías combinadas», ya que
lentes en el tratamiento de las hernias; los hoy se cierra el saco y se reintroduce sin re-
estudios anatómicos de Fruchaud (1894- secar, ni es necesaria una completa disec-
1960), así como un mejor conocimiento del ción del canal inguinal que «destroza la
mecanismo de producción, mejores medios, anatomía de la región»; ni la esqueletización
más cirujanos y mayor número de centros del cordón que reseca el músculo cremáster
hospitalarios, contribuyeron a ello. Se sabe con sus secuelas; por otro lado, la hospitali-
que se reproducen con una mayor facilidad zación prolongada y la incapacidad laboral
las directas y se temen las grandes hernias han llegado hoy a ser mínimas, hablándose
deslizadas, ya que uno de los pilares funda- de cirugía sin ingreso, de día, ambulatoria
mentales en los que se basaban todas las re- en los últimos años del siglo XX.
paraciones era una buena y alta resección Los conceptos de anatomía dinámica, de
del saco herniario, junto con una buena y cierre «por cizallamiento» del orificio ingui-
«fuerte» reconstrucción de la pared poste- nal, los principios de Pascal aplicados a la
rior que incluyera la fascia trasversalis. Dos fuerza y la presión abdominal como causa y
accesos se comenzaban a «enfrentar» para por tanto, tratamiento de la hernia, han per-
el tratamiento el anterior (Bassini, Mc Vay, mitido desarrollar técnicas protésicas que re-
Shouldice, etc), apoyado en los pilares que fuerzan ese mecanismo, utilizando la fuerza
hemos comentado y utilizado por casi todos que crea la hernia para empujar y sostener
los cirujanos en el mundo, y el posterior las nuevas prótesis para reparar. El tratamiento
preperitoneal (Nyhus) que accedía a la her- de las hernias reproducidas ha dejado de ser
nia «por detrás», método este menos utili- un grave problema con las aportaciones de
zado; se desecharon las prótesis metálicas, Lichtenstein, Stoppa, Wantz, etc.
así como los injertos de fascias o de piel de Por último, la «revolución laparoscópi-
la primera mitad del siglo por complicados ca» que comenzó Philipe Mouret en 1987
sin obtener buenos resultados; aunque ha- con la primera colecistectomía por esta vía
bían aparecido publicaciones sobre las pró- y que rápidamente se difundió por el mun-
tesis sintéticas en Francia con Aquaviva (1949) do, así como el desarrollo de las indicacio-
y en América con Usher(1959) con exce- nes laparoscópicas, que han llegado también
lentes resultados, no es hasta la década de a la hernia, han contribuido a disminuir el
los ochenta cuando con Stoppa y Lichtens- dolor postoperatorio, a ser una alternativa im-
tein, comienzan a implantarse en Europa y portante a las otras opciones en las repro-
empiezan a cambiar numerosos conceptos ducciones herniarias y que hoy en día, en el
en cuanto al éxito de la reparación. Ya no es principio del siglo XXI, es cuestión de deba-
importante la resección del saco ni influye te en las reuniones científicas.
en la reproducción como así se creía; si lo
devolvemos una vez disecado a la cavidad
abdominal poniéndole una «barrera protési-
68
«La hernia y su solución es seguramen-
te la patología quirúrgica que suscita más
discusiones en su tratamiento, que más téc-
nicas y más accesos se han utilizado, in-
ventado, modificado y comunicado, para
resolverla, entre todas las enfermedades sub-
sidiarias de tratamiento quirúrgico. Es un
campo apasionante, como lo ha sido y es su
anatomía; en una región tan pequeña exis-
ten más ligamentos, más orificios y más epó-
nimos para nominarlos, que en todas las del
cuerpo; las discusiones por este tema conti-
nuarán en el tiempo desde este siglo XXI que
comienza.»

69
12. Imágenes de Hernia.
Los atlas anatómicos del siglo XIX.
Los bragueros.

Los sacos herniarios a veces adquirían


un volumen extraordinario, hacían de los
pacientes unos verdaderos impedidos y
convertían la vida de gran número de ellos
en un infierno.
El Barón Alibert escribió un curioso li-
bro que publicó en París en el año 1817:
Nosologie Naturelle ou Les Maladies du Corps
Humain. Estos grabados corresponden a la
citada obra. La representación de las enfer-
medades a partir de su proyección exterior
que cambia la fisionomía humana, es obser-
vada y dibujada a través del tiempo.

70
71
72
73
12.1 Los grabados de dibujos
anatómicos del siglo XIX.

Los dibujos anatómicos alcanzaron la


perfección en el siglo XIX con el conoci-
miento y desarrollo de las técnicas de gra-
bado en acero.
Estas láminas dibujadas al natural forman
parte del Manual Iconográfico de Medicina
Operatoria y Anatomía Quirúrgica de Ber-
nard y Huete, traducida del francés por A.
Sánchez de Bustamante, editada en la Im-
prenta de Miguel Guijarro en Madrid en 1865
(Colección del Autor).
Durante la segunda mitad del siglo XIX hu-
bo algunas traducciones de las obras quirúr-
gicas francesas que llegaron a nuestro país.

74
Lámina 60 Figura 3. La fascia superficial está completamente diseca- de la fascia abdominal, cubierta por la fascia crural d, en-
Anatomía Quirúrgica de la Región Inguinal da. Por debajo de esta capa se hallan en la región abdomi- contrandose entre estas dos hojas los ganglios e f.
Figura1. La piel y el tejido subcutáneo están levantados en nal el músculo oblicuo mayor a y su aponeurosis b; en la
toda la región: a a, capa superficial de la fascia subcuta- región crural la fascia lata c c, cuya hoja superficial está lle- Figura 4. La hoja cribosa, desprendida de la fascia lata c,
nea; y e e, vasos superficiales que surcan las mallas i. na de agujeros. Muchos ganglios e f están esparcidos en es- está levantada con una erina d, y por debajo de ella se ha-
ta hoja que cubre el embudo femoral. La fascia subcutánea llan los vasos femorales, la vena crural f y la arteria crural
Figura 2. Corte profundo de la fascia superficial: sus ma- del muslo d d se halla invertida, cubre los ganglios y se une g, envueltas en una vaina celulosa o embudo femoral e e,
llas b b son anchas; d d, fibras de dartos; e e e , vasos su- al nivel del arco crural con la fascia subcutánea abdomi- cuya cavidad está dividida en dos senos, uno interno y otro
perficiales convergentes hacia el arco crural y que pasan nal. La hoja celular cribosa que se une por fuera con la apo- externo, por un tabique que separa la arteria de la vena. En
por los agujeros de los que está llena la fascia superficial. neurosis, fascia lata c, puede considerarse una prolongación el seno interno o de la vena se introduce la hernia crural.

75
Lámina 62 en que vamos a describirlas. La piel del escroto (Fig. 1. b b mado, según Julio Cloquet, por las fibras inferiores del
Anatomía Quirúrgica del Escroto y Cordón Testicular. b) es delgada, elástica, capaz de relajarse por la acción del oblicuo menor llevado hacia abajo por el descenso del
Figura 1. a: pene invertido sobre el muslo izquierdo; b b b: calor y de contraerse bajo la influencia del frío. Está forra- testículo, constituye al cordón una cubierta compuesta de
piel del escroto; c c c: fascia superficial que sirve de forro da por una capa de tejido celular que forma una fascia su- asas musculares con concavidad superior, que nacen de
a la piel; d: dartos; e: túnica fibrosa o propia del cordón; y perficial (c c), que se continua con otra abdominal. La piel un hacecillo circular del anillo y se reunen a otro que se
g: cordón testicular cortado cerca de su salida del anillo. y la fascia que la tapizan, componen una bolsa sola para inserta en el pubis. La túnica o fibrosa propia (fig. 1h y
ambos testículos, estando surcada exteriormente por su ra- fig. 2d) viene después y parece ser una prolongación de
Figura 2. Anatomía del cordón testicular; a: fibras apo- fe medio muy manifiesto. El dartos (d) forma en seguida la fascia transversal. En el centro de estas cubiertas se en-
neiróticas del oblicuo mayor; b b: túnica fibrosa que na- dos bolsas distintas compuestas de fibras rojizas muy re- cuentran los vasos espermáticos y el conducto deferente
ce del contorno del anillo inguinal; c c: músculo cremáster; tráctiles, que al parecer nacen del contorno del anillo so- (aquellos delante de este). Las paredes del conducto son
d d: fibrosa propia del cordón; e: sonda pasada por de- bre la túnica fibrosa. La túnica fibrosa (e) es una expansiónde fuertes, gruesas y resistentes y, en las operaciones que tie-
bajo de los vasos testiculares; y f: conducto deferente. la aponeurosis que cubre al oblicuo mayor, y deja las fibras nen por objeto las ligaduras de los vasos, es necesario re-
tendinosas de este músculo en la circunferencia del anillo conocerle y aislarle atentamente. La túnica vaginal (fig.
Figura 3. a: testículo: b b b b: túnica vaginal abierta; y c c: inguinal externo, suministrando al cordón y al testículo una 3, b b).
fibrosa propia del cordón. La disección del escroto de fue- cubierta muy tenue. El cremáster (fig.2, c c ) se halla por
76 ra adentro presenta las cubiertas testiculares por el orden debajo de la túnica fibrosa. Este delgadísimo músculo for-
Figuras 1, 2 y 3, Procedimiento de Gerdy
Figuras 4, 5 y 6, Procedimiento de Bonnet

77
...«Dase el nombre de Quelotomía o Herniotomía a la
operación cruenta que tiene por objeto abrir el saco de
las hernias para destruir la estrangulación de los intestinos
y restituirlos a su lugar. El desbridamiento de la hernia
estrangulada fue propuesto y descrito por Franco en
1561. Adoptado y practicado más tarde por Ambrosio
Pareo, fue perfeccionado y descrito como método opera-
torio por Dionisio. El aparato instrumental debe compo-
nerse de bisturíes, recto, convexo y de botón ó llamese
bisturí herniario de Pott ó de A. Cooper; de una sonda
acanalada, un par de tijeras obtusas y algunas pinzas de
disecar. Son además necesarias esponjas finas para lim-
piar la sangre durante la operación y en fin piezas de apó-
sito, lienzo agujereado, hilas, compresas, cerato, etc.»...

78
12.2 Los bragueros dos de la Biblioteca del Museo Histórico-Mé-
dico de la Facultad de Medicina de Valencia
Los vendajes de contención de la hernia (España).
fueron el único y más empleado método de La obra, muy completa, fresca de lectura,
tratamiento. Aunque Celso dio algunas va- hace un repaso de la historia de los bragueros
gas indicaciones de los mismos, fue Aetius, desde la antigüedad. Relata una pequeña bio-
en el siglo VI, el primero en dar unas nocio- grafía de los cirujanos que los diseñaron y uti-
nes racionales sobre la cuestión. lizaron; consta de 324 excelentes figuras;
Fue tan importante el braguero para la mostramos dos de ellas.
hernia que en Francia y en otros países se lle-
garon a constituir en los siglos XIV a XVII aso-
ciaciones y gremios de fabricantes especializados
en esta materia.
Dos escudos muestran unos bragueros de
plata acompañados de una bolsa de oro so-
bre campo azul; era el blasón de la Com-
munautè des Gilbeciers Faiseurs de Brayers.
Las imágenes corresponden al libro de
Leon & Jules Rainal Fréres Le bandage her-
niaire, Autrefois-Aujourd’hui (Masson et Cie,
Editeurs. Libraires de L’Academie de Méde-
cine. París. 1899) que forma parte de los fon-

79
12.3 Los grabados de dibujos caciones entre los cirujanos europeos eran
anatómicos del siglo XIX. lentas y difíciles lo que ocurría con más mo-
tivo en la relación con la incipiente cirugía
El Traité Complet de L´Anatomie de L´Ho- americana.
me, comprenant l’Anatomie Chirurgicale et La observación de los espléndidos grabados
la Medicine Opératoire par les docteurs Bour- nos permite tener un conocimiento exacto
gery et Claude Bernard et le Professeur-Des- de todo el saber de aquella época, hace tan
sinateur-Anatomiste N. H. Jacob, avec le solo 140 años: hernias estranguladas que evo-
concours de M.M. Ludovic Hirschfeld, Ger- lucionaban a fístulas externas, muertes por
be, Léveillé, Roussin, Leroux, Dumontier, etc. procesos de estrangulación, la quelotomía
Ouvrage couronné par L´Academie des Scien- como casi único y desesperado tratamiento
ces. Edition avec planches et textes supplé- de la misma, la falta de asepsia, los procedi-
mentaires Tome Septiéme. Guérin Editor. mientos quirúrgicos para las hernias reduc-
Paris, 1866-1867. tibles en aquellos que se dejaban operar sin
la certeza de la curación, etc., pero sobre to-
Contiene unos grabados sobre la hernia, que do llama la atención la meticulosidad ana-
deben ser recogidos en este capítulo, tanto tómica y los acertados colores; constituye el
por su belleza y perfección como por la tras- tratado una auténtica joya. Algunas imáge-
misión que tiene la imagen y que es el pro- nes son copia de las reproducidas en la obra
pósito de todo este libro. de Scarpa.

En los años de su edición, y cabe suponer Como anécdota, en la plancha 41, sobre los
que durante algún tiempo más, no se había desbridamientos en la hernia crural estran-
publicado la comunicación del Italiano Edoardo gulada, habla de técnicas propias como el
Bassini (1844-1924). ya se había descubier- desbridamiento de Pott, de Dupuytren, de
to la anestesia por H. Wells (1844) y el tam- Cooper; pero la hace de la siguiente mane-
bién francés Lucas Championnère (1843-1913), ra: «Desbridamiento guiado sobre el dedo in-
aunque contemporáneo, había descrito su dicador sobre el ligamento de Gimbernat»,
técnica sobre la cura radical. Las comuni- cuando cita a nuestro antepasado.

80
Plancha 54 Figura 2. Esquema de la anatomía quirúrgica del canal Figura 3. Hernia inguinal externa congénita (presumible-
Aspecto exterior de las hernias inguinal: mente enteroepiplocele) en un niño de diecisiete meses.
Dibujadas del natural de pacientes vivos lado derecho: anatomía normal
lado izquierdo: esquema de una hernia inguinal externa Figura 4. Doble hernia inguinal externa.
Figura 1. Dos hernias inguinales externas (enteroceles) en congénita, situada por debajo; las vísceras han sido reti-
un hombre de 46 años. radas para una mejor visión.

81
Plancha 35
Aspecto exterior de las hernias
Dibujadas del natural de pacientes vivos

Figura 1: Dos hernias inguinales internas (enteroceles).


Hombre de 52 años enviado por M. Daremberg.
Lado izquierdo: hernia inguinal interna.
Lado derecho: Hernia directa, que es más interna que la
precedente y sale directamente por debajo del tendón ex-
ternopubiano y por detrás del anillo inguinal externo.

Figura 2: Hernia crural (sospechando un enteroepiplo-


cele). Hombre de 52 años.

Figura 3: Hernia perineal (Tomada de Scarpa)


82
Plancha 36
Aspecto exterior de las hernias en la mujer
Dibujadas del natural en el pacientes vivos

Figura 1. Hernia inguinal externa (enterocele en una mu-


jer de 48 años). El tumor herniario invade el labio mayor.

Figura 2. Hernia crural voluminosa (enteroepiplocele en


una mujer de 70 años) de fácil diagnóstico debido a la
flaccidez de los tejidos.

83
Plancha 38 - i. Anillo inguinal externo dilatado. Figura 4. Interior de un saco herniario sin las vísceras. Pa-
Anatomía quirúrgica de las hernias - k. Anillo inguinal interno. ra poderlo ver bien y dibujarlo, hemos retirado todas las
Las dos hernias han sido dibujadas del natural a un ca- - l. Canal inguinal recortado por el acortamiento de dos orificios. estructuras que formaban la pard anterior de la hernia (
dáver reciente - m. Bolsa escrotal Continúa con la descripción de todas las capas anatómi-
- g,h. Vasos femorales y epigástricos. cas ordenándolas de la c la j).
Figuras 1 y 2, hernia inguinal en el hombre Plancha 38 bis
Figura 1. Se deja ver el tumor herniario en dos porcio- Figuras 3 y 4, hernia crural en la mujer. Anatomía quirúrgica de las hernias
nes, una exterior o escrotal y otra interior o inguinal (Con- Figura 3. La hernia se muestra igualmente al descubierto. Hernias inguinales
tinúa con la descripción y nominación de todas las capas El canal crural accidental está conservado y el saco her- Tamaño natural
anatómicas ordenándolas de la a la g,h). niario sólo está abierto en su porción subcutánea (Conti-
Figura 2. Interior de un saco herniario en estado de dila- núa con la descripción de todas las capas anatómicas
tación. Las vísceras, han sido retiradas: ordenándolas de la a la e).

84
Plancha 38 bis vestidas de sus envolturas anatómicas después de la re- manera que se muestran los trayectos con las porciones
Esta plancha representa dos hernias inguinales exter- sección de la fascia superficialis. A es una hernia ingui- de vísceras que los llenaban.
na e interna, encontradas accidentalmente en un mis- nal externa poco voluminosa y B es una hernia inguinal
mo cadáver por M. Demeaux, quien las puso a nuestra interna de un volumen más considerable. Figura 3. Reproduce las dos hernias en sus lugares, como
disposición. ellas son (fig. 1). Se muestran las cavidades de los sacos
Figura 2. Representa las dos hernias aisladas en cada la- heniarios estando las vísceras reducidas.
Figura 1. Muestra el aspecto exterior de dos hernias re- do de la plancha. Los sacos herniarios estan abiertos de

85
Plancha 39
Anatomía quirúrgica de las hernias

Figura 1. (seminatural). Dos hernias inguinales externas (di-


bujadas de una bella pieza en cera del museo de Dupuytren).

Figura 2. Doble hernia umbilical (tamaño natural, aun en


el cadáver fresco del que se dibujó)

Figura 3. Hernia perineal (tamaño natural, tomada de


Scarpa).

86
Plancha 39 bis la zona del antiguo anillo cuando el saco era menor. Es- Figura 3. Dos hernias entero-epiploicas en el mismo sujeto.
Diversos casos de hernias te caso que corresponde a un cadáver sería el mismo en
Nosotros debemos los pacientes y las piezas que nos han un paciente vivo. Figura 4. Orificio peritoneal de una hernia inguinal ex-
servido de modelo, al celo por la ciencia y a la cortesía terna en el hombre, tomada de otro sujeto.
de M. Demeaux, interno de La Charité. Figura 2. Hernia inguinal externa bilobular en un hom-
bre de cincuenta años. La hernia es un enteroepiplocele Figura 5. Canal crural accidental que ha dado paso a una
Figura1. Hernia inguinal externa en la mujer. La hernia con dos saco herniarios contínuos, separados por un ani- hernia y en el que se han retirado las vísceras.
disecada muestra el saco herniario. Este saco bilobular, llo de estrangulación.
con un anillo de estrangulación intermedio que muestra

87
Plancha 32 nales por una brida del epiplon mayor adherida a su tú- ca del Hôtel Dieu y depositado en el Museo de la Facul-
Casos variados de estrangulación intestinal nica peritoneal. tad). La hernia crural se ha reducido, pero los efectos de
la estrangulación continúan.
Figura 1. (Tomada de Scarpa). Estrangulación de un asa Figura 3. Caso observado por M. Orfila y preparado por
de intestino por el cuello. (Sigue con la descripción de la M. Minchon (Museo de la Facultad), estrangulación en Figura 5. Caso que contempla bajo diversos aspectos en
lámina). una mujer joven de la extremidad cecal del íleon por un tres figuras A, B y C (pieza comunicada por M. Amussat).
apéndice epiploico del ciego. Estrechamiento del intestino grueso en el ángulo de unión
Figura 2. (Tomada de la colección de Dupuytren y co- del colon trasverso y descendente. Los síntomas del pa-
municada por M.M. Marx y Teissier). Estrangulación en Figura 4. Hernia crural en el hombre: estrangulación in- ciente no fueron claros hasta 39 días antes de su muerte.
un hombre adulto de dos asas (circunvoluciones) intesti- terna por un desgarro del peritoneo (tomado de la Clíni-

88
Plancha 33 Figura 2. (Colección de Dupuytren). Caso similar al ante- Figura 5. Otro caso copiado de Scarpa y que el autor da
Casos variados de ano contra natura accidental. (Fístulas rior dibujado en estado de invaginación de las dos bocas como el primer estado previo a la formación de un em-
externas como complicación del proceso herniario). del intestino en el orificio cutáneo. budo membranoso si la hernia estrangulada persiste y el
enfermo continúa viviendo; el asa de intestino gangrena-
Figura 1. (Copiado de un dibujo de la colección de Du- Figura 3. (Colección de Dupuytren) Ano contra natura da está dando lugar a un ano contra natura accidental
puytren, comunicado por M. M. Marx y Teissier). Ano con- que se abre en la ingle por un sólo orificio fistuloso. (fístula externa).
tra natura donde las dos bocas del intestino se abren
próximas a la ingle, cada una por un orificio cutáneo; la Figura 4. (Tomada de Scarpa) Este caso nos es dado por Figura 6. (Caso de la Facultad de Medicina) Fístula del es-
pared anterior del intestino ha sido obviada para dejarlo Scarpa como explicación de su teoría del «embudo mem- tómago observada por Corvisant y Leroux.
ver en su cavidad. branoso», que se forma primitivamente por el cuello del
saco herniario.

89
Plancha 40 canal inguinal; la aguja guiada sobre el dedo perfora el do- Figura 6. Almohadilla elástica de Belmas para establecer
Procedimientos para la curación de las hernias reductibles ble espesor de los tegumentos con la pared anterior inter- la compresión permanente del saco.
media al canal. La operación termina con la aproximación
Figura 1. Procedimiento de M. Bonnet. Consiste en com- de la piel formando un pliegue con las suturas que retie- Figura 7. Procedimeinto de Velpeau. (Muy parecido al de
primir cerrando al cordón entre dos alfileres fijadas cada nen la salida de la hernia. M. Gerdy).
una a través de dos semiesferas de corcho.
Figuras 3, 4 y 5. Procedimiento de Belmas con la «aguja
Figura 2. Procedimieto de Gerdy. La piel conducida por el de Belmas».
dedo indicador es insinuada sobre el anillo externo en el

90
Desbridamiento de la hernia estrangulada Figuras 3, 4 y 5. Hernia crural estrangulada Figura 5.
Herniotomía h. desbridamiento de Sabatier
Figura 4. i. desbridamiento de Dupuytren
Figura1. Apertura del saco e. desbridamiento sobre el dedo del ligamento de Gimbernat k. desbridamiento de Cooper
f. desbridamiento de Pott
Figura 2. Desbridamiento g. desbridamiento de Sharp

91
Plancha 37 Figura 4. Detalle la articulación de la almohadilla móvil Figura 7. Braguero crural simple con almohadilla fija.
Reducción de las hernias. Taxis. Bragueros. vista por su cara exterior.
Figura 8. Superficie de la almohadilla crural
Figura 1. Reducción de una hernia inguinal externa en el Figura 5. Almohadillas inguinales móviles de M. Houën
hombre. calculadas para comprimir el canal inguinal en toda su Figura 9. Braguero umbilical.
extensión, comprimiendo los orificios externo e interno.
Figura 2. Reducción de una hernia crural en el hombre.
Figura 6. Braguero inguinal simple con almohadilla fija.
Figura 3. Braguero inguinal doble con tres almohadillas móviles.

92
13. Las plastias artificiales en la her-
nia. Los antecedentes de las actua-
les técnicas protésicas.

Es curioso repasar la historia y ver cómo al-


gunas de las técnicas que hoy consideramos
«sin tensión», y que nos vienen sugeridas por
cirujanos actuales, fueron hechas de una for-
ma similar (aunque desconociendo los con-
ceptos actuales que implican a la línea de
tensión en la sutura con la reproducción) en
la primera mitad del siglo XX, en los años
50-60 por cirujanos europeos, franceses y
también por un grupo de americanos. Placa Fijación de la placa a la espina del pubis.
de Nylon (Zagdoun)
Otra vez, las figuras son retrato fiel de la his-
toria y la placa de Nylon de Zagdoun, ciru-
jano francés, estaba diseñada en 1959; su
forma es prácticamente igual a las prefabri-
cadas actuales (año 2000).
Las fotografías corresponden al capítulo so-
bre la reparación con plastias de la hernia del
clásico Patel editado en 1972, con el que he-
mos estudiado muchos cirujanos en ejercicio.
Se habla en él de las plastias de piel, de los
colgajos aponeuróticos y también de la su-
tura con bandas anchas de nylon, fascias, piel,
etc.
También se describieron, en el mismo libro,
prótesis de nylon para el tratamiento de las Plano del oblicuo mayor para cubrir la placa.
Fijación de la placa al arco crural, al tendón conjunto, y
hernias crurales prevasculares. a ella misma por encima del cordón, para cerrar al má-
ximo el orificio profundo.
(Détrie, Ph. Tratado de técnica quirúrgica. Pa-
red abdominal, suturas digestivas y laparoto-
mías. Tomo IX, Ed. Toray-Masson; S.A.
Barcelona, 1972).
Aquaviva D. E. Bourret, P. Cure de eventra-
tions par plaques de Nylon. Presse. Méd. 53,
73, pág. 892, 18 dic. 1948.
Zagdoun,J. L´utilisation des plaques de
nylon dans la chirurgie des hernies inguina-
les. Mem. Acad. Chir. 85, 28-29. págs.747-
754,1959.

Cura de la hernia prevascular (Hugun). Rechazando el Colocación de la prótesis.


peritoneo y el saco aparecen ampliamente los vasos.
93
Francis Usher (1908-1980)
Cirujano de Texas, fue el primero en publi-
car (1958 y 59) el uso de una malla protéti-
ca de polipropileno en la reparación de las
hernias inguinales e incisionales.
Usher F. C., Hill J., Ochsner J. Hernia repair
with Marlex mesh. Surgery, 46, 718, 1959.
Usher FC, Wallace SA. Tissue reaction to plas-
tics: a comparison of nylon, orlon, dacron, te-
flon and marlex. Arch Surg ; 76: 997, 1958.
Usher FC, Cogan JE, Lowry TI: A new techni-
que for the repair of inguinal and incisional Usher’s illustration showing fubfascial implantation of the
mesh to bridge a tissue defect compared to the previous
hernias. Arch Surg 81:847-852, 1960. etc. standard onlay reinforcement of a suture closure. Note
the extensive underlap. Reprinted from Am J Surg, 1959,
97:630, by permission from Excerpta Medica Inc.

Francis Usher

This illustration, reprinted from Arch Surg, 1960, 81: 848, Reprinted from Arch Surg, 1960, 81: 848, by permission
by permission (Copyrighted 1960, American Medical As- (Copyrighted 1960, American Medical Association), de-
sociation), demonstrates Dr. Usher’s pioneering anterior monstrates Usher’s unsplit Marlex mesh with anterior
preperitoneal replacement of the floor of the inguinal ca- preperitoneal suture parietalization to maintain obliquity
nal. Note in his legend, «Tension is eliminated by using of the internal inguinal ring. Note the considerable un-
the graft to bridge the defect» derlap of this 12,5x5 cm prosthesis.

Reprinted from Arch Surg, 1961, 82: 871, by permission This illustration is reprinted from promotional material is-
(Copyrighted 1961, American Medical Association). Us- sued in 1972 by Davol Inc., for whom Dr Usher was a
her’s illustration of bilaminar Marlex mesh bridging of an consultant. It details his selvage technique for suture clo-
Tomado de R.C. Read. incisional defect. Again, he pioneered a technique which sure of abdominal or chest wall defects where mesh in-
Hernia (1999) 3: 167-171 is esentially the same as tht employed today. terposition is not indicated
94
Frases y comentarios
sobre la hernia a través del tiempo

Esta recopilación de «frases célebres» o Aecio de Amida


que a nosotros nos han parecido así, de pá- (Aetius, 540-550)
rrafos recogidos de los tratados antiguos y ac- Médico bizantino anterior a Pablo de Egina,
tuales, encierra en sí misma parte de la historia defensor de la taxis en la hernia.
de la cirugía, del conocimiento y tratamien- «Ut ne recidat aeger, asservandi gratia,perpe-
to de la hernia por los que nos precedieron. tuis ligamentis utatur».
Su repaso, lectura detenida y meditada ayu- (Así como, en verdad, el enfermo con-
dará al lector a comprender, a sentir la evo- serva la gracia, que conserve los ligamentos
lución del pensamiento de los cirujanos que que posee).
durante años y años se han entusiasmado y
sorprendido con esta patología externa e in-
terna, que ha acompañado al hombre desde Fulgencio
su creación. Leeremos pensamientos que se (S. VII, viajero y cronista de la época). Rela-
adelantaron en su tiempo y otras afirmacio- tando su viaje a Alejandría (Periodo bizantino).
nes rotas, desmanteladas por los avances de «[...] de no haber sido por la cirugía de
la cirugía. Continuarán apareciendo con- Galeno, más cruel que la guerra y tan den-
ceptos nuevos y seguirán sorprendiendo a los samente anidada en las estrechas calles de
cirujanos que profundizan en la hernia, con- la ciudad, que el número de sus carnice-
siderada hoy como una banalidad quirúrgi- rías quirúrgicas es mayor que el de las vi-
ca, como una cirugía menor, cuando la viendas».
frecuencia de presentación, su importancia
social, su complicada y perfecta anatomía
dinámica, son tan evidentes. Henry de Mondeville
(1260-1320)
Contemporáneo de Lanfranco, cirujano
San Basilio de Caesarea. Epístola 189 francés, fue cirujano de Felipe el Hermoso y
«Lo mas precioso de todo, la vida, se ha- maestro sin duda del nombrado Guy de Chau-
ce aborrecible y molesta si no se une a ella liac. En su obra Chirurgia, inacabada, escribe:
la salud». «Levantad el espíritu de vuestros enfer-
95
mos por medio de la música de violas y de No puede ser un monje desertor
psalterios de diez cuerdas o falsificándoles ni una persona satisfecha de sí misma;
cartas en las que se describa la muerte de sus no debe obrar sin madura reflexión,
enemigos o contándoles que han sido nom- ni emprender nada a ciegas
brados obispos si pertenecen al clero». ni desestimar pequeños incidentes.
«No comáis nunca con un enfermo que No se jactará de un buen resultado
os esté en deuda; id por el contrario, a co- si no le ha precedido la experiencia;
mer a la posada; de otro modo, él desconta- nunca se prostituirá ni ensalzará
rá su hospitalidad de vuestros honorarios». y tampoco debe despreciar a nadie».
La codicia de Mondeville, respecto a los
honorarios, demuestra qué duramente anda-
ban en esto en la Edad Media; (quizá hoy en Pierre Franco
algunos sitios y paises tendría actualidad es- (1503-1561)
te pensamiento). Cirujano francés, autor del «Traité des
«Dios no gastó toda su potencia creado- hernies» (1561). Operó más de 200 hernio-
ra en formar a Galeno». tomías sin castración. Describió por primera
«Muchos más cirujanos saben cómo se cau- vez la quelotomía, más tarde adoptada por
sa la supuración que cómo se cura una herida». Ambrosio Paré, quien sustituyó el bastonci-
Fue contrario al«pus loable» y a las doc- llo con un canal redondo de madera por una
trinas de Galeno. sonda metálica acanalada.
«Utilizaremos un pequeño bastón de ma-
dera del grosor de una pluma de oca o un
Guy de Chauliac poco más grueso, romo y que está vaciado
(1300-1370) por uno de sus extremos, siendo el otro redon-
«Algunos, como Teodorico, prescriben deado. Sobre ese bastón introducido por una
medicamentos que adormecen, con el fin de pequeña abertura se guía el bisturí».
que no se sienta la incisión, tales como el
opio, el jugo de morera, el beleño, la man-
drágora, la yedra, la cicuta, la lechuga [...] e Ambrosio Paré
impregnan de esos jugos una esponja de mar (1510-1590)
nueva y la dejan secar al sol. Y cuando tie- «Puesto que los niños son muy propen-
nen necesidad meten esa esponja en agua sos a las hernias, si bien no a las carnosas o
cálida y la dan a olfatear hasta que el sueño varicosas, sino a las urinosas, gaseosas y en
invade al paciente [...]». especial a las de los intestinos, en razón de
sus llantos y toses continuos y dolorosos, nos
ocuparemos entonces en primer lugar del tra-
Paracelso tamiento de su curación».
(1493-1541) «Cuando el cirujano ha sido requerido
«Una conciencia tranquila, para reducir el intestino que ha salido hasta
afán de aprender y acumular la bolsa, situará al niño en la cama o sobre
experiencias, espíritu alegre e infinita una tabla, la cabeza hacia abajo, las piernas
tolerancia, conducta recta y sobriedad en alto y con sus dos manos, poco a poco
en todas sus cosas. Debe apreciar más hará la reducción [...]después recomendará
el honor que el dinero y considerar antes una poción astringente, luego aplicará un
el provecho del enfermo que el suyo propio. emplasto contra rupturum; de estos remedios
96
el cirujano se servirá a su voluntad, o bien Nicolas Lequin
vendará esa parte con compresas y brague- (1665). Cirujano herniario.
ros indicados para tal fin». Fue el primero que sustituyó el vendaje-
braguero de hierro por uno de resorte, mu-
cho mas ligero, parecido a los actuales. Publicó
Guy Patin un librito al respecto, que mereció hasta un
(1601-1672) pequeño poema.
En el siglo XVII los médicos se han con- «Este libro es de un autor ilustre
vertido en estériles y presumidos, con taco- y por causa de su renombre
nes rojos, traje largo, grandes pelucas, birretes algunos usurpan el nombre;
cuadrados, orgullosos y desdeñosos en sus guardaros de que no os frustre.
ademanes, haciendo una vana ostentación de Es el más experimentado
su latín. Los barberos laicos, no obstante ser que se ha visto en esta ciencia;
proscritos y vagamundos, eran, desde muchos su larga y docta experiencia
puntos de vista, los más dignos y respetables se reconoce en su tratado.
aun estando por debajo de los cirujanos-bar- Se lleva fácilmente su vendaje:
beros, que querían aproximarse a los médi- la admirable mano que lo hace
cos. Guy Patin era decano de la Facultad de da un saludable efecto
París y consideraba así a los cirujanos: que corta y cierra el pasaje.
«[...] lacayos con borceguíes [...] una ra- No tiene como objetivo
za de perversos, extravagantes presumidos, la ganancia de una avaro;
que gastan bigote y manejan navajas de afeitar». la comodidad del público
¿Podría trasladarse este «pensamiento» a es el fin que él se propone».
la actualidad en muchos hospitales donde la
«ciencia» del internista mira de soslayo a los
cirujanos a quienes incluso les indica o cues- Lorenzo Heister
tiona la intervención? (1749)
(Obra traducida del latín por D. Andrés Gar-
cía Vazquez, cirujano de familia de su Ma-
Fabrice de Hilden jestad, con ejercicio y colegial fundador del
(1560-1633) Real Colegio de Cirujanos de Madrid).
«Los pobres herniados que dejan de la- «De ningún modo es necesario para su
do el braguero, se exponen a muchos y gran- curacion lo que practican los curanderos sal-
des peligros». timbanquis y vagamundos, instituyendo la
cruel sección, siendo mas seguro y suave el
método propuesto, mayormente acostum-
Nicolás de Blégny brados ellos a extraer el testículo, con gran-
(L´Art de guérir les hernies. París, 1679) dísimo peligro de la vida, y atormentando
«Lo que hay más misterioso y más exce- cruelmente a los pacientes sin más motivo
lente en el arte de aplicar y fabricar los ven- que el aumentar su vil interés».
dajes, depende mucho más de una industria [...] ofreciendo milagros: y lo peor es que,
particular, de una experiencia sostenida en pregonando vino, venden vinagre...».
el buen sentido, de saber y de reflexiones,
que de toda especie de descripción, de en-
señanza y de imitación [...]».
97
John Hunter Ramón Truxillo
(1728-1793) (Profesor de cirugía y médico de los Rea-
En 1774, Antonio de Gimbernat viaja a les Hospitales de la Corte, traduce en 1808
Londres para asistir a las clases de Hunter. del francés la obra de Ritcher Tratado de las
Allí le presenta, frente a una pieza anatómi- Hernias que este había publicado en dos to-
ca, su procedimiento personal para el trata- mos en 1778-79. La dedica en su primera pá-
miento de la hernia, describiendo la región gina al señor D. Antonio de Gimbernat y
que conocía perfectamente y haciendo es- trascribimos aquí su dedicatoria como un ho-
pecial hincapié en un «pliegue o doblez». A menaje a ambos).
su término, John Hunter dijo:... «You are rith, Al señor D. Antonio de Gimbernat, pri-
Sir »[...] Desde ahora publicaré este proce- mer Cirujano de Cámara de S.M. Primer
dimiento en mis lecciones y lo aplicaré siem- miembro de la Junta Superior Gubernativa
pre que tenga oportunidad en un ser vivo»...Y de los Reales Colegios de Cirugía, del Con-
cumplió su palabra. Gracias a John Hunter, sejo de Hacienda de S.M. &c.&c.
aquel pliegue o doblez se llama ligamento Al establecimiento y organización de los
de Gimbernat. Reales Colegios de Cirugía de España, y con
particularidad del de San Carlos de Madrid
de que V.S. Fundador, y a las sabias y acer-
Antonio de Gimbernat tadas providencias con que ha contribuido a
(1742-1790) su mejor gobierno y mas útil enseñanza, de-
«Solo en nuestro siglo, profesionales bien be la Cirugía Española el estado de engran-
informados, se dedicaron a esta parte rele- decimientos en que hoy se halla. Los servicios
gada de la cirugía; de ahí que hayan desa- que por este motivo ha hecho V.S. a la Na-
parecido de modo invisible la multitud de ción, y las varias producciones y hallazgos
médicos castradores y quelotomizadores; y con que ha enriquecido el caudal de cono-
los cirujanos se han distinguido por el des- cimientos quirúrgicos, señaladamente con su
cubrimiento de diversas especies nuevas de nuevo método de operar la hernia crural, son
hernias y de métodos sin riesgos para lograr testimonios demasiado elocuentes que hon-
su curación radical». rarán perpetuamente la Cirugía de los Cole-
«El cuerpo humano es el libro natural del gios de España, y aseguraran á V.S. para siempre
que no me apartaré un punto y lo preferiré el distinguido lugar que hoy ocupa en la opi-
siempre a cualquier otro». nión pública.
«Mi autor más favorito es el cadáver hu- Por mi parte he creído contribuir con la
mano». presente traducción á las nobles é incesan-
«El que emprenda esta hermosa carre- tes desvelos que animan á V.S. por los ade-
ra...debe ser de vista, oído, tacto, olfato, pers- lantamientos de esta ciencia. Mis miras, pues,
picaz, ambidiestro, ágil en sus operaciones se habrán cumplido, si penetrado V.S. igual-
manuales, de un genio inventivo, pronto en mente de la utilidad de este pequeño traba-
raciocinar con acierto, buen lógico, de un jo, se sirviese admitirlo como una prueba de
talento cultivado y de una incansable apli- mi veneración y respeto.
cación; de suerte, que únicamente deberían B. L.M. de V.S.
ser cirujanos los hombres más perfectos e su mas atento seguro servidor
instruidos». Ramon Truxillo

98
René Jacques Croissant que temer y, a excepción de la leve inco-
de Garengot modidad que al principio sufre con su uso y
(1668-1759) a la cual se habitúa prontamente, lo pasa tan
Escribe en relación a las hernias «mal con- bien como si en realidad estuviese del todo
tenidas» y que han provocado «un acciden- curado».
te de estrangulación»: «El efecto de un buen braguero consiste
«No es difícil concluir diciendo que to- en una presión igual y continua sobre el ani-
dos los accidentes son causados por una ma- llo y la parte superior del cuello del saco her-
la colocación del vendaje herniario (braguero) niario, por cuya presión se cierra el camino
y como los artesanos que se dedican a su fa- que siguen las vísceras para llegar al saco. Pa-
bricación no todos tienen los conocimientos ra que un braguero produzca este efecto, de-
necesarios ni saben reducir bien las partes her- be comprimir con una fuerza suficiente y
niadas antes de hacer la aplicación del ven- siempre igual sin incomodar nada al enfermo
daje, puede haber en la actualidad hombres ni impedirle el que lo lleve continuamente.»
y mujeres que, aun llevando braguero, pue-
den tener un accidente de estrangulación».
Antonio Scarpa
(1725-1832)
August Gottlieb Richter «Como expresión sobre la gran diferencia
(1714-1812) en el tratamiento de la hernia por los ciruja-
«Hay pocas enfermedades, que sean tan nos antiguos y cómo se practica por los mo-
comunes, tan diversas en sus especies y con- dernos, hay que saber, que los cirujanos antiguos
secuencias, y tan peligrosas bajo la aparien- operaban la hernia no estrangulada quitando
cia de benignidad, como las hernias. Ninguna el testículo al mismo tiempo, sin la seguridad
edad, ningún sexo ningún estado, está libre de prevenir el retorno de la enfermedad y siem-
de padecerlas. Ningún mal ofrece un campo pre con peligro de la vida del paciente; en tan-
más vasto a la charlatanería y en ninguno han to que los cirujanos modernos operan únicamente
sido las preocupaciones tan numerosas y tan la hernia estrangulada y la curan o la hacen
funestas. La variedad de circunstancias que no estrangulada, sin peligro y soportable por
presentan las hernias y la de la conducta que medio de métodos mecánicos leves; nosotros
debe tener el cirujano en su tratamiento, es debemos aceptar que de todos los beneficios
de tanta consideración, que muy pocas en- que la cirugía moderna ha conferido a la ra-
fermedades hay que exigen del práctico tan- za humana, la invención y perfección de los
ta sagacidad, tanta experiencia, tanto cuidado bragueros es uno de los más importantes».
y destreza».
«¿Es lícito hacer la operación de una her-
nia que no está estrangulada sólo con la mi- Sir Astley Paston Cooper 1804
ra de conseguir la curación radical? No, por (1768-1841)
cierto. Algunas veces se logra por este me- Su obra sobre las hernias del abdomen
dio la curación; pero está muy distante de comienza así:
que se logre siempre y entonces existe el in- «Ninguna enfermedad exige más impe-
conveniente de que se haga una operación riosamente que las diversas variedades de
del todo inútil. Rara vez hay razones sufi- hernias, conocimientos anatómicos precisos
cientes para realizar la operación. El enfer- unidos a una gran capacidad quirúrgica».
mo que tiene un buen braguero no tiene nada «La causa de la hernia es la disparidad
99
mecánica entre la presión visceral y la resis- de un modo completo y constante, debe ser
tencia de la musculatura abdominal». operada».
Los cirujanos y médicos del S. XIX, ante-
riores al descubrimiento de la anestesia y a
Eduardo Bassini solo operaban las hernias es- Velpeau
tranguladas como urgencias, dejando las her- (1795-1867)
nias no complicadas, reductibles, para un «Hay que admitir que el dolor y el bisturí
tratamiento más conservador: del cirujano son absolutamente inseparables».
«Para este propósito se han inventado ven-
dajes de diferentes tipos y bragueros elásti-
cos, aunque el único instrumento en que se Harvey Graham
puede confiar con seguridad es el braguero «En la historia de la cirugía no hay más que
de acero [...] todos los otros vendajes pro- dos periodos: el anterior y el posterior a Lister».
porcionan una falsa seguridad [...] Un bra-
guero de acero elástico, cuando está fabricado
de manera adecuada y es bien aplicado, ga- Leon y Jules Rainal
rantiza la seguridad del paciente durante cual- (Hermanos.1899 (Autores de un excelente
quier grado del ejercicio moderado y no es libro: El vendaje herniario).
un impedimento para cualquiera de las ocu- «No se encuentra nada sobre la conten-
paciones habituales de la vida». ción de las hernias en las obras de Hipócra-
«La hernia estrangulada es casi siempre tes. La primera indicación es, como nosotros
mortal [...] pero ahora y entonces, puede ha- lo vemos, en Celso (siglo I); posteriormente,
ber una situación en la que se halla esfacelo sus principios se pierden para reaparecer con
en alguna de sus partes y abertura fistulosa que Aetius; después se constata un nuevo eclip-
permanece durante toda la vida en la herida se del vendaje hasta el siglo XIII con Lanfranc
y a través de la cual se evacuan las heces. Es- y Guy de Chauliac. Hace falta llegar hasta
ta terminación terrible de la enfermedad deja Blégny (1676) y sobre todo a Arnaud (1749)
al paciente con un olor constante, muy desa- para la conquista definitiva de una concep-
gradable, incapaz para hacer grandes ejercicios ción terapéutica. Ritcher, Camper y Scarpa
y hace que la propia vida sea más una carga perfecionaron, posteriormente, la fabricación
repugnante que un disfrute prolongado». de los bragueros.»
«Cuando el paciente se ha recuperado de
la operación, todavía está como antes ex-
puesto al descenso de la hernia y de hecho Edouardo Bassini
más que al principio, ya que la sección por (1844-1924)
medio del bisturí ha aumentado la apertura «He podido comprobar que de toda la
del abdomen [...] Por tanto, se vuelve abso- superficie del cuerpo humano, la región in-
lutamente necesario que el cirujano vea que guinal es la que reúne peores condiciones
a este paciente se le ajuste un braguero apro- para la curación de las heridas. Las estructu-
piado, para prevenirlo de daño futuro». ras que circundan el canal inguinal apenas
tienen vasos sanguíneos. Los tejidos mal irri-

Trelat gados son excelentes portadores de bacte-


(1878) rias. Por esto antes de cada operación de la
«Toda hernia que por medio de un bra- zona inguinal, procedemos a una antisepsia
guero no pueda ser contenida con facilidad especialmente cuidadosa».
100
«La curación efectiva de la hernia ingui- Le Fort
nal solo me pareció posible mediante la neo- (1900)
formación de una sólida pared detrás del «Un cirujano puede y debe curar me-
canal inguinal, pared que debería ser capaz diante un braguero todas las hernias ingui-
de restituir este a su primitiva posición tras- nales en los sujetos de menos de quince años».
versal. Tenía que ser una pared que no ce-
diera jamás a la presión de los intestinos. De
ser posible, debería estar constituida por fuer- Rusell
te tejido muscular». (1906)
«En mis primeras operaciones, provoca- «La manera definitiva y absoluta de pro-
ba fuertes ataques de tos y vómitos a mis pa- bar el origen sacular de cualquier caso indi-
cientes después de la sutura de los músculos. vidual es extirpar el saco. Si la hernia no
De esta forma ponía a prueba la resistencia recidiva, debe aceptarse entonces que el sa-
de la nueva pared inguinal». co ha sido la causa».
(El enfermo estaba bajo los efectos del
cloroformo sin intubar, y para provocarle la
hiperpresión abdominal se le excitaba la gar- A.H. Ferguson
ganta con una pluma). (1907)
Era contrario a las técnicas que esqueleti-
zaban el cordón, refiriéndose a la de Halsted I.
Billroth a Vincenz Czerny «Déjese el cordón tranquilo, que siga por
(1842-1924) su camino, a lo largo del cual viajan los ele-
«Si pudìeramos producir artificialmente mentos indispensables para la perpetuidad
tejidos de densidad y resistencia de la fascia de nuestra especie».
y del tendón, se descubriría el secreto de la
curación radical de la hernia».
Czerny en 1877 describe su técnica co- Harvey Cushing
mo: ligadura y escisión del saco en el anillo (1913)
externo y sutura de los pilares alrededor del El profesor Cushing, en una comunica-
cordón, para reducir el tamaño del anillo; ción al Congreso Médico Internacional en
atribuyó la concepción de la idea a Ritcher. Londres afirmaba:
«Los métodos seguros y detallados, de los
que nos han dado tan notables ejemplos Ko-
H.O. Marcy cher y Halsted, se han implantado en todas
(1881) las clínicas _ por lo menos en áquellas clíni-
«En 1871, por primera vez, publiqué en cas en las que quisiéramos ustedes y nosotros
el Boston Medical and Surgical Journal dos ser llevados en el caso de que tuviéramos que
casos que había operado el año anterior y en ser operados _. El público de las representa-
los que cerré el anillo (interno) con puntos ciones teatrales del pasado, no tolera verlos
separados de catgut «carbolizado»; las dos reemplazados por los procedimientos tran-
hernias curaron de manera permanente. Has- quilos, más bien monótonos, de que apenas
ta donde yo sé, estos fueron los primeros ca- pueden enterarse más que el operador, sus
sos corregidos con esta técnica». ayudantes y los inmediatamente colocados.
«El enfermo en la mesa del quirófano, co-
mo el viajero en un carruaje, corre graves pe-
101
ligros, si tiene un conductor charlatán o que Harold Edwards
quiere caminar demasiado deprisa, o produ- (1943)
cir la admiración». «La historia de las luchas del hombre con
la hernia es un ejemplo relevante, y se reco-
mienda su estudio a todos aquellos que en el
Fielding H. Garrison pasado inmediato se han engañado a sí mis-
(1921) mos, o intentan engañarse en el futuro, al ha-
Doctor en medicina y ayudante mayor ber inventado, perfeccionado y ofrecido al
bibliotecario del Departamento General de mundo quirúrgico una nueva operación para
Cirugía de Washington. la curación radical de esta deformidad sacular.»
«El progreso del arte quirúrgico, hasta su
estado moderno (asepsia), ha requerido el ge-
nio y la influencia personal de los tres ciru- Ogilvie
janos más grandes de la Historia: Ambrosio «No cabe duda de que la primera apari-
Paré, John Hunter y Joseph Lister». ción del mamífero, con su inexplicable afán
de sacar al aire sus testículos fuera de su pro-
pia morada, provocó desorganización y con-
William S. Halsted fusión entre las tres capas de la pared abdominal
(1924) que habían resistido perfectamente durante
«Ha llegado el momento en que pueden mas de 200 millones de años en los reptiles».
operarse casi todos los casos de hernia, no «He conocido más de un centenar de ci-
solo sin peligro para el paciente, sino tam- rujanos, a quienes yo dejaría que me extir-
bién con la casi seguridad del éxito». pasen la vesícula biliar, pero solamente a uno
«No he visto ninguna publicación desde de ellos le dejaría operarme de una hernia
Bassini que haya aportado algo nuevo». inguinal».

Atilino Catterina Ricardo Fiochhieto


(1861-1944). (1932) (1950)
Discípulo de Bassini. Escribió un folleto «No operar hernias sin entender el meca-
con excelentes dibujos en color de la técni- nismo, anatomía y terapéutica del deslizamiento».
ca del genial italiano.
«Nadie tiene derecho a hablar sobre la
operación de Bassini, si no sigue sus reglas Burtton y Blotner
fundamentales, ni atribuir a la misma recidi- (1952)
vas debidas a errores o modificaciones del «Pocas situaciones existen en el abdo-
cirujano». men que requieran más juicio maduro y ha-
bilidad, que cuando se está frente a una gran
hernia por deslizamiento, parasacular o sin
saco» [...] y como, «al cabo de algunos mo-
mentos de disección, la actitud del cirujano
puede cambiar de forma súbita de la com-
placencia a la consternación».

102
Chester Mc Vay Ira M Rutkow
1954 (1911-1987) (nacido 1948) 1993
«En la historia de la cirugía, ningún tema «En ningún sitio son más evidentes las
suscitó tantas discusiones como la repara- fuerzas del poder económico que en el im-
ción de las hernias de la ingle». pulso por propiciar la utilización de un cri-
terio laparoscópico para la herniorrafia inguinal.
Por medio de relaciones públicas ingeniosas
L. Ball y campañas de publicidad masivas, los eje-
(1958) cutivos de EEUU están intentando convencer
«La filigrana de alambre de plata parece a los cirujanos y al público ignorante, sobre
ser el mejor método para la reparación, cuan- la necesidad de efectuar reparaciones de her-
do se emplea apropiadamente, y considero que nia por vía laparoscópica. Como resultado
el método ha caído en cierto descrédito debi- directo, los fabricantes de equipos quirúrgi-
do a los fallos técnicos al colocar la filigrana. cos han demostrado que el futuro de la ciru-
Se debe colocar en un lecho adecuadamente gía de las hernias podrá ser dirigido más por
preparado y mantenerlo perfectamente plano. ejecutivos corporativos que por cirujanos en-
El alambre de plata se desintegra con lentitud frascados en la investigación clínica».
y por tanto es un irritante hístico leve y esti-
mula la producción de tejido fibroso».
Willian J. Amado
(1993)
J.H.Talbot Anestesista del Central State Medical Center.
(1961) New Jersey. USA
«La elevada proporción actual de cura- «Se afirma que la infiltración del sitio
ciones debe más al aprovechamiento de la operatorio con anestésicos locales es la anes-
anatomía quirúrgica de la ingle, que a cual- tesia menos invasora y más inocua para la
quier otro adelanto médico o terapéutico». reparación herniaria. Puede afirmarse tam-
bién, que es la técnica que produce con ma-
yor faciidad una experiencia lamentable para
L. M. Zimmerman el paciente, si no se aplica bien y de mane-
(1968) ra concienzuda».
«Las prótesis, cualquiera que sea su valor,
no pueden reemplazar a un conocimiento com-
pleto de la anatomía y enfermedad de la hernia, Frases recogidas en los Congresos
ni sustituir la aplicación de principios sancio- y Reuniones científicas:
nados por el tiempo de la técnica quirúrgica».
«La complicación más frecuente a largo pla-
zo de la reparación herniaria es la recidiva».
Ravitch «No existe una técnica perfecta para la
(1969) hernia. Siempre habrá alguna que recidivará».
«Aunque el cirujano no tuviera más cam- Hay una frase que nosotros hemos dicho
po de actividad que la herniotomía; mere- en alguna ocasión:
cería la pena serlo, y dedicar toda la vida a «Las prótesis en la cirugía herniaria han
ese servicio». hecho buenos a cirujanos malos»

103
13. Galería de los personajes cuyas
técnicas se describen en este libro.

A los cirujanos, que han descrito por pri-


mera vez técnicas originales que se emplean
en la actualidad, demostradas como efica-
ces en el tratamiento quirúrgico de la hernia,
vamos a presentarlos en esta galería de per-
sonajes. Su sucinta biografía está escrita en
cada capítulo, al que nos remitimos por el
autor español que lo ha escrito, por lo que
no va a ser expuesta en este.

Eduardo Bassini

Chester Bidwell Mc Vay


104
Earle Shouldice Lloyd M. Nyhus Rene E. Stoppa

Irving L. Lichtensteinn Arthur I. Gilbert Stanley D. Berliner

Ira M. Rutkow J. Barry McErnan Leonard S. Schultz


105
106
Capítulo 2

Importancia de la hernia
en nuestra especialidad.
Datos demográficos
José Mª Aragón Caro

La cirugía de la hernia inguinal es, sin la constante emigración de la población desde


duda, una de las que se realizan con más los países más pobres a los más desarrollados,
frecuencia en el mundo occidental. Este hecho, la aparición de nuevas enfermedades y la
constatado por todas las sociedades de cirugía reactivación de otras, el imparable desarrollo
y que está en la mente de todos los cirujanos tecnológico, el crecimiento del gasto público
generales, contrasta con la poca atención que sanitario y las mayores demandas de la sociedad,
siempre se le ha prestado a su incidencia, su están obligando a los gobiernos de la UE a
prevalencia, su recurrencia una vez intervenidos, plantearse la necesidad de una reforma sanitaria.
sus costos, etc. El Observatorio Europeo de Sistemas
Últimamente, por razones socioeconómicas, Sanitarios, a la vista de estos considerandos,
están apareciendo trabajos en este sentido, pregunta a los gobiernos si no sería necesario
elaborados por grupos de cirujanos dedicados incrementar los gastos en sanidad. Una respuesta
específicamente a esta patología y que empiezan afirmativa solo sería asumible por los países
a tener fiabilidad. Esto ha originado una mejor más ricos y no por la mayoría de los países
comprensión del problema. En definitiva: una de la UE. La respuesta negativa obliga a los
concienciación de los cirujanos de la necesidad gobiernos a no incrementar la oferta de servicios
de una puesta al día de sus técnicas y de la y, sobretodo, a una política de ahorro. Esto
conveniencia de tener presente cuestiones les conduce, necesariamente, a una mejor
socioeconómicas que antes no atendían. gestión de los recursos, a aumentar la calidad,
Ejemplo de esta nueva actitud, lo constituye lo mejor suele ser generalmente lo más barato,
la creación en 1998 del Observatorio Europeo a la necesidad de una mejor formación de
de Sistemas Sanitarios en la UE.. Este organismo los especialistas, así como a su continuo
financiado por el Banco Mundial, la OMS y los reciclaje y a una mejor coordinación entre
gobiernos noruego y español, aporta información, la asistencia primaria y la especializada. Por
tras rigurosos estudios, sobre la sostenibilidad otra parte, deben recortarse o eliminar los
de los sistemas de salud de la UE. servicios menos demandados o de escaso
El análisis de los cambios demográficos interés social.
como el envejecimiento de la población, el Hay que ir haciendo pequeñas reformas
cambio de la relación trabajador-pensionista, en los subsectores sanitarios sin perder la
107
Hernia es un estado patológico
en el que algunos órganos
contenidos en la cavidad
abdominal pueden salir fuera
de la misma a través de alguno
de los orificios naturales 1
existentes en su pared,
conservándose la integridad del 2
peritoneo y de la piel, que para
alojar dichas vísceras se
distienden en forma de saco.
1.Piel
2. Saco herniario peritoneal
3.Contenido
4.Anillo herniario

visión global del problema, vigilando siempre la medicina basada en la evidencia y hacer
la efectividad de las reformas. La razón de participar al médico en la toma de decisiones.
esta última consideración es que conocemos Promover políticas de ahorro de recursos es,
poco de nuestros sistemas sanitarios y esta en definitiva, el camino elegido por la mayor
no es una ciencia exacta. Hay que fomentar parte de los gobiernos.
108
Trasladando estos consejos a nuestra Esta década de los 90 ha ido dando
especialidad y concretamente al tratamiento respuesta a estos problemas, con una serie
quirúrgico de las hernias de la ingle, tenemos de medidas que deben incorporar
que tener presente que se trata de un proceso necesariamente en su práctica todos los
que tiene una prevalencia (proporción de cirujanos. En primer lugar, ha simplificado el
personas que sufrirán una determinada acto quirúrgico mediante la utilización de la
enfermedad en un periodo de tiempo anestesia local o locoregional. Ha ideado
determinado) de un 5%. Esta cifra es técnicas quirúrgicas que crean menos tensión
aproximada, deducida de numerosos estudios en la reparación con la consiguiente
estadísticos parciales. Téngase en cuenta que confortabilidad para el paciente. Por otra
es muy complejo el grado de incidencia parte, se han mostrado más eficaces, ya que
(proporción de nuevos casos de una han reducido las cifras de recidivas al 1%.
determinada enfermedad en un grupo de Ha creado las UCSI (Unidad de Cirugía sin
población, en un periodo de tiempo ingreso) con lo que el enfermo puede ser
determinado) de este proceso en un año. Así intervenido e irse a su domicilio a las pocas
mismo, las fuentes de información son, en horas, bajo la vigilancia de equipos de
nuestro medio, por una parte, de la sanidad enfermería creados para esta misión. Todo
pública, por otra, de las sociedades de seguros esto ha traído como consecuencia la
médicos y finalmente de la sanidad privada. disminución de los costes del acto quirúrgico.
En definitiva, numerosas fuentes que sería Disminución de la hospitalización. Reducción
muy problemático coordinar. del número de recidivas ya comentado.
Pero dejando a un lado este problema y Finalmente, la incapacidad laboral transitoria
centrando nuestra atención en los costes de se ha reducido de 3 meses a 15 días. Resulta
este proceso, debemos considerar que a los evidente que la toma de estas medidas es
gastos del acto quirúrgico, con los gastos obligatoria por parte de todos los cirujanos
consiguientes de hospitalización que trae generales que hacen este tipo de intervenciones.
consigo, hay que añadirle los costes que Finalmente, hay que destacar la
suponen para el estado la incapacidad laboral extraordinaria importancia que esta intervención
transitoria. Nyhus señala, al principio de la tiene en la formación de los nuevos cirujanos.
década de los 80, que la media de días de El número elevado de intervenciones de este
hospitalización es de 5 días. La media de días tipo que se realizan en cualquier hospital,
de incapacidad laboral transitoria, alrededor hace que sean un buen campo de aprendizaje
de 3 meses. Para la UE, tenemos similares de la cirugía. Además, la complejidad anatómica
costes en esas fechas. A estos hay que añadir de la región, es un estímulo para el estudio
el porcentaje de gastos que acarrean las de la anatomía de esta zona. Por otra parte,
posibles recidivas de la intervención. Estas la variedad de maniobras quirúrgicas, incisión
oscilan, según diversas estadísticas, entre las de diversas estructuras, disección de otras,
intolerables cifras de un 20% y las más localización de determinados puntos y,
aceptables de un 5%. finalmente, el aprendizaje de numerosas
El reto de la cirugía estaba en reducir estos técnicas de reparación existentes, hacen que
costes, había que disminuir los gastos de la sea la más importante entre todas para el
intervención y los días de hospitalización. adiestramiento quirúrgico de los residentes.
Reducir igualmente la incapacidad laboral Siempre, claro está, trabajando con cirujanos
transitoria; finalmente, lograr bajar al mínimo expertos que guíen y comenten los diversos
el porcentaje de recidivas. tiempos de la intervención. Debe enseñárseles
109
que el tratamiento de este proceso no es solo Así pues, vemos que la importancia de
el acto quirúrgico. Como es lógico, hay que este tipo de intervención en la cirugía general
atender todos los pasos que llevan a su es fundamental. Primero, por la gran incidencia
diagnóstico, así como el seguimiento del de este proceso. Segundo, por el reto que
postoperatorio inmediato, con sus posibles supone el abaratar sus costes. Y, finalmente,
complicaciones y soluciones y ¡cómo no! la por el magnífico campo de formación que
vigilancia del paciente muchos años después. supone para los nuevos cirujanos.

110
Capítulo 3

Anatomía topográfica de la región


inguinoabdominal e inguinocrural
Francisco Martínez Soriano

La anatomía de las regiones que vamos Región inguinoabdominal


a describir está englobada dentro de lo que
en términos quirúrgicos corresponde al Límites y referencias externas
denominado triángulo u orificio miopectíneo Anatómicamente, la región inguino-
de Fruchaud, abertura de la pared abdominal abdominal tiene una configuración de triángulo
inferior, determinada embriológicamente por rectángulo cuya hipotenusa, y a la vez límite
los mecanismos de emigración gonadal y inferior, es el pliegue inguinal, el cual la separa
definido por este cirujano militar francés como de la región inguinocrural y forma con esta
el espacio circundado por el tendón conjunto un ángulo diedro. Por su porción superior,
(falx inguinalis) en la parte superior; por la está separada de la región costolumbar por
rama iliopubiana (ramus superior ossis pubis) una línea imaginaria horizontal que se extiende
1
en la inferior; por el músculo recto anterior desde la espina iliaca anterosuperior hasta el
del abdomen (m. rectus abdominis) me- borde externo del músculo recto anterior del
dialmente y por el músculo psoas iliaco abdomen (m. rectus abdominis). Su límite
(m.iliopsoas) lateralmente. La pared posterior medial lo establece con el borde lateral del
de este orificio está tapizada por la fascia mismo músculo. En profundidad, la región
transversal (fascia transversalis) la cual se se extiende hasta el plano del peritoneo parietal
prolonga por delante del peritoneo y se extiende (figura 1).
en forma de fondo de saco en sentido Como puntos de referencia de superficie
descendente hasta alcanzar el conducto de esta región, son fácilmente identificables
femoral (canalis femoralis), correspondiendo la espina iliaca anterosuperior (spina iliaca
a lo que en términos quirúrgicos Fruchaud anterior superior) en la zona lateral, y el cuerpo
denominó tunel fascial abdominofemoral del pubis (corpus ossis pubis) y la espina del
(figura 14a, b). mismo (tuberculum pubicum) en la zona 2
Este espacio quirúrgico es dividido medial, donde tras una maniobra de abducción
anatómicamente, merced a la presencia del de la cadera puede palparse el tendón de 3
ligamento inguinal (ligamentum inguinale), en inserción del músculo aproximador mediano Figura 1
dos regiones topográficas diferentes: la región o aductor largo (adductor longus). Precisamente, 1. Región inguinoabdominal.
2. Región inguinocrural.
inguinoabdominal y la región inguinocrural. lateral y por debajo de la espina del pubis, 3. Región anterior de la cadera.
111
4 es posible localizar el orificio del anillo inguinal superficiales del pene (ligamentum suspensorium
superficial (anulus inguinalis superficialis) a penis et ligamentum fundiforme penis) y el
través del cual se puede explorar el cordón escroto, donde toma fuertes adherencias en
espermático y la posible existencia de hernias. la espina del pubis y se prolonga paralela a
El anillo inguinal profundo, (anulus inguinalis la rama isquiopubiana, en dirección posterior
5
profundus), topográficamente y dependiendo hacia el periné; denominándose, también de
de la constitución del sujeto, se podría localizar forma impropia y equívoca, fascia de Colles.
entre 2 y 3 cm por encima del pliegue inguinal Entre su inserción en la espina del pubis
6
y a mitad de recorrido de la distancia que y el pubis, la fascia de Scarpa deja un espacio
separa la espina iliaca anterosuperior de la o pasaje abdominoescrotal de los cirujanos,
espina del pubis. a través del cual discurre el cordón espermático
(figura 2).
En dirección lateral, la fascia llega a tomar
Planos superficiales: Piel, tejido celular una insercion en la cresta iliaca e, incluso, a
subcutáneo y «fascias» superficiales sobrepasar, en ocasiones, el ligamento inguinal
3 2 1 Los planos más superficiales de la región y alcanzar la región inguinocrural. Igualmente,
Figura 2.
están constituidos por la piel y el tejido celular y solo en sujetos muy musculados, es posible
1. Fascia de Camper graso subcutáneo, a través de cuyo espesor observar también en el espesor de este tejido
2. Fascia de Scarpa, Cooper, imnominada...
3. Arteria epigástrica superficial discurren vasos, nervios superficiales y linfáticos celular la fascia femoralis abdominalis de
4. Ramas del nervio iliohipogástrico
(figura 2). Thompson o cincha de Velpeau de la anatomía
5. Nervios abdominales superficiales, r. ventrales
6. Arteria pudenda externa superior, r. ascendente La piel es elástica, distensible y móvil en clásica, que consiste en una condensación
toda su extensión, a excepción de la zona fibrosa que se extiende desde la línea media
del pliegue inguinal en la que se adhiere de suprapúbica, continúa en sentido lateral
una manera más o menos íntima al borde descendente y alcanza la aponeurosis del
anterior del arco crural. músculo recto interno (m. gracillis). En su
El tejido celular subcutáneo está constituido trayecto cubre el borde interno del anillo
por varias capas o estratos impropiamente inguinal superficial y constituye lo que se ha
denominados fascias. La más superficial, venido en denominar cubierta fibrosa del

7 6 5 4
variable en espesor, y de estructura areolar, anillo inguinal superfical.
es la que en términos quirúrgicos se ha dado La fascia imnominada, separada de la
en llamar fascia de Camper. Debajo, y anterior por una delgada y variable capa de
ligeramente adherida a ella, se puede diferenciar tejido graso, la cual puede no existir en sujetos
8 un segundo estrato, dividido a su vez en dos delgados, se localiza recubriendo a la parte
3 hojas, una, más superficial, denominada en externa de la aponeurosis del músculo oblicuo
2 términos quirúrgicos fascia de Scarpa o fascia mayor (m. obliquus externus abdominis). Está
de Cooper, y otra, más profunda, fascia adherida a la aponeurosis superficial subyacente
imnominada. e, incluso, a la propia aponeurosis de inserción
La fascia de Scarpa es una lámina de tejido del oblicuo mayor. Se une al ligamento inguinal
grasofibroso adherida a la piel, pero no al y a sus inserciones en la espina iliaca antero-
1
Figura 3 plano aponeurótico muscular y que alcanza superior y en la espina del pubis. A nivel del
1. Orificio inguinal superficial.
su máximo y específico desarrollo en la región vértice superior del orificio inguinal superficial,
2. Pilar lateral.
3. Pilar medial. inguinoabdominal, perdiendo su identidad determina una condensación de fibras más
4. Fibras arciformes.
5. Ligamento de Gimbernat. en las zonas costo iliacas y supraumbilicales. o menos numerosas y consistentes, según los
6. Ligamento de Cooper. Suele estar adherida a la línea alba y se continúa individuos, que se conocen como fibras
7. Ligamento inguinal.
8. Cintilla iliopectínea. con esta hacia abajo hasta unirse a las cubiertas arciformes, intercolumnarias, en bandolera
112
o intercrurales (fibrae intercrurales) (figura 3). La red linfática de la región discurre de 5 3 2 1
Un poco más inferiormente, la fascia forma satélite al sistema venoso y es tributaria
innominada se fusiona con el tejido que la de los grupos de ganglios linfáticos
separa de la aponeurosis del oblicuo mayor inguinocrurales superiores (n. lynphatici
y contribuye a la formación de la fascia inguinales superficiales). Ocasionalmente
espermática externa (figura 10). (16%) ha sido descrita la presencia de un
Los elementos vasculares que se encuentran grupo de dos o tres ganglios suprainguinales.
en este plano superficial corresponden, en el Debajo de este plano se encuentra la
caso de las arterias, a la arteria subcutánea aponeurosis o fascia superficial, lámina
abdominal o epigástrica superficial (a. epigastrica fibrocelulosa muy delgada que se extiende
6
superficialis) que procedente de la femoral sobre el músculo oblicuo mayor (figura 2).
4
superficial (a. femoralis) cruza el ligamento
inguinal y se extiende por la región. Sus
ramificaciones laterales establecen conexiones Plano muscular. Pared anterior del conducto
anastomóticas con ramas de la epigástrica inguinal y orificio superficial. Músculos
inferior (a. epigastrica inferior), circunfleja oblicuo menor y transverso del abdomen.
iliaca (a.cicunflexa iliaca profunda) y arterias Ligamento inguinal. Tendón conjunto. 9 8

lumbares (a. lumbales); y las ramas mediales El músculo anterior de este plano es el Figura 4
1. Aponeurosis del oblicuo mayor
e inferiores, con ramas ascendentes de la oblicuo mayor, que en esta región se encuentra 2. Pilar medial
arteria pudenda externa superior (a. pudendae reducido a unos fascículos que ocupan la 3. Pilar lateral
4. Pilar posterior de Colles
externae). Esta arteria también proviene de parte superior y externa de la misma. Desde 5. Ligamento inguinal
6. Cordón espermático y cremáster
la arteria femoral superficial y tiene su origen esa parte se continúan hacia dentro y abajo 7. Abdominogenital mayor (iliohipogástrico)
al nivel de la fosa oval (hiatus saphenus). con la fuerte aponeurosis de inserción del 8. Abdominogenital menor (ilioinguinal)

Algunas de sus ramas suelen contornear el músculo, de tal manera que, en realidad, en
borde lateral del orificio inguinal superficial. la región que nos ocupa no existen fibras
Todo el conjunto contribuye a formar el musculares, sino solo la aponeurosis de
denominado circulo arterial anastomótico inserción del músculo.
periabdominal, que se encuentra en el espesor Las fibras de esta aponeurosis, continuando
de todo este plano superficial. la trayectoría que seguirían las fibras musculares,
Las venas de la región o venas tegumentarias se agrupan y distribuyen, siguiendo una dirección
constituyen una red de pequeño calibre que oblicua descendente de lateral a medial, en
puede alcanzar mayores volúmenes en el tres fascículos principales (figura 8):
caso de trastornos cardiocirculatorios, y que Fascículo de fibras superiores. Discurren
discurren de forma satélite a los vasos arteriales. siguiendo una dirección transversal. Pasan por
Las más evidentes son las venas subcutáneas delante del músculo recto anterior del abdomen,
abdominales (v. epigástrica superficialis) se unen a las hojas anteriores de las aponeurosis
visibles en la parte media de la ingle y las de los músculos oblicuo menor (m.obliquus
venas circunflejas iliacas, (vs. circunflexas) internus abdominis ) y transverso del abdomen
en las cercanías de la cresta iliaca. (m. transversus abdominis) y terminan en la
Los nervios superficiales son todos de naturaleza línea blanca, formando parte de la hoja anterior
sensitiva y van a formar parte de los nervios de la vaina del músculo recto.
intercostales inferiores (n. thoracici, r. ventrales) Fascículo de fibras medias. Siguen una
y de los nervios abdominogenitales mayor o dirección oblicua descendente hacia el pubis
iliohipogástrico (n. iliohypogastricus) y menor y circunscriben una abertura triangular o anillo
o ilioinguinalis (n. ilioinguinalis) (fig. 2 y 4). inguinal superficial a través del cual pasa el
113
7 8 9 cordón espermático. Las fibras aponeuróticas inguinoabdominal (figura 4).
al circunscribir el orificio se agrupan en tres Estos fascículos provienen en sentido
paquetes o pilares (figura 3): oblicuo descendente de la espina ilaca
Un pilar superficial externo (crus laterale) anterosuperior y del tercio externo del ligamento
compuesto por fibras que se insertan la ma- inguinal. En la parte superior de la región, y
yor parte en la espina del pubis del mismo conforme se aproximan a la línea media, se
1 lado y el resto que se entrecruzan con las transforman en un tendón plano aponeurótico,
similares del lado contrario (figuras 8 y 3). que, junto con los tendones similares del
Un pilar superficial interno (crus mediale) oblicuo mayor y del transverso, contribuye a
un poco más ancho y de finalización más formar la hoja anterior de la vaina de los
2
medial, que alcanzan la sínfisis pubiana. rectos. Ocasionalmente se pueden encontrar,
3
Similarmente al caso del pilar externo, en esta porción superior, fascículos musculares
parte de sus fibras se insertan de forma cruzada accesorios en la cara profunda del músculo.
en el lado contrario. Como se ha comentado En la parte inferior de la región, las fibras del
más arriba, los pilares interno y externo están oblicuo menor adoptan una morfología cóncava
reforzados en su parte superior por las fibras que abraza la zona superior del cordón
6 5 4
arciformes. espermático y, rodeándola, se dirigen hacia
Figura 5
1. Aponeurosis del oblicuo mayor. Un pilar posterior o profundo, también la parte posterior, donde, junto con las del
2. Pilar posterior.
3. Pilar lateral.
denominado de Colles (ligamentum reflexum) trasnverso a las que se adhieren fuertemente,
4. Pilar medial. que, rebasando la línea media por detrás del toman la inserción en la cresta pectínea,
5. Cordón espermático.
6. Músculo oblicuo menor. pilar interno, se inserta en el borde superior tubérculo del pubis y borde superior de este.
7. Nervios abdominogenitales. del pubis y la cresta pectínea (pecten ossis Es de destacar que las fibras del oblicuo
8. Tendón conjunto.
9. Fascia «transversalis». pubis) del lado contrario. menor procedentes de la zona del arco crural
Fascículo de fibras inferiores que, próxima a la espina iliaca anteroinferior no
provenientes de las cercanías de la espina rodean al cordón, sino que lo siguen por su
iliaca anterosuperior, se dirigen en sentido parte más anterior y constituyen el fascículo
oblicuo descendente, siguiendo el pliegue externo del cremáster, que se prolonga a través
de la ingle y formando una cinta fibrosa tensa, del orificio superfical inguinal hasta el escroto.
hasta la cresta pectínea, constituyendo lo que Al atravesar el orificio superfical se le suman
se conoce como ligamento inguinal o arco las fibras del fascículo interno del cremáster
crural. En su recorrido, este fascículo de fibras, o fascículo pubiano procedentes de la zona
pasa por delante de la fascia iliaca y parte de más medial del arco crural (figura 10).
sus componentes se adhieren estrechamente El músculo transverso del abdomen, con
a ella. Discurren por delante de los vasos la excepción de la dirección de sus fibras, se
femorales y, reflejándose en dirección antero- comporta de una manera similar al oblicuo
posterior y de abajo hacia arriba, se insertan menor. Sus fibras mediales y superiores
en forma de abanico en la citada cresta transformadas en tendón aponeurótico forman
pectínea, dando lugar esta inserción al ligamento parte de la vaina de los rectos y, las inferiores
de Gimbernat (ligamentum lacunare) (fig.3). junto con las del oblicuo inferior forman el
Debajo de la aponeurosis del oblicuo tendón conjunto (falx inguinalis) de los
mayor que forma la pared anterior del conducto anatomistas ingleses o ligamento de Henle
inguinal discurre el cordón espermático, y de la anatomía clásica (figura 5).
por encima de él los fascículos más inferiores Este músculo es el de mayor importancia
del oblicuo menor del abdomen, que son los bajo el punto de vista de la cirugía herniaria.
que topográficamente corresponden a la región Su extensión aponeurótica y muscular es
114
variable y las fibras de su borde inferior forman conjunctivus) (figuras 5 y 6). 10

el arco transverso abdominal (linea semilunaris), Siguiendo a Testut, y bajo un punto de


más fácilmente visible desde su cara posterior vista global tradicional, el tendón conjunto
(figura 7). Es relativamente frecuente que este es la denominación que clásicamente se da
arco posea un considerable refuerzo al tendón común de inserción de los fascículos
aponeurótico que sirva para referenciar el inferiores de los músculos oblicuo menor o
9
margen superior del anillo inguinal profundo inferior y transverso del abdomen en la sínfisis 8
7
(anulus inguinalis profundus). pubiana, espina del pubis y cresta pectínea. 6
Entre los planos de los diferentes músculos 5
Su borde medial se continúa, por delante del
(figura 10), existen zonas de adherencias más músculo piramidal, con la vaina del músculo
o menos consistentes e infiltradas de tejido recto anterior; su borde lateral, dependiendo
graso que sirven para potenciar la acción de la constitución del sujeto, unas veces es
muscular conjunta de la faja abdominal y, al cortante y bien delimitado y otras está
mismo tiempo, de planos de separación y deshilachado y poco preciso, localizándose
deslizamiento entre las diferentes capas siempre en las proximidades del orificio
musculares. En algunos puntos, estos planos inguinal profundo, pero separado de él por
1 2 3 4
de deslizamiento no existen y las aponeurosis los vasos epigástricos. Por su porción anterior,
Figura 6
del oblicuo menor y del transverso se encuentran el tendón conjunto está cubierto en toda su 1. Aponeurosis del oblicuo mayor
fuertemente adheridas formando, anatómica extensión por la aponeurosis del oblicuo 2. Pilar medial
3. Pilar lateral
y funcionalmente, un solo plano muscular. mayor y, en su parte inferior, por el pilar 4. Pilar posterior
La prolongación de estos tejidos en el 5. Ligamento de Cooper
posterior de Colles y el cordón espermático.
6. Fibras iliopubianas
canal inguinal les hace participar en la formación Por detrás se corresponde con el piramidal 7. Tendón conjunto
8. Fascia «transversalis» (triángulo de Hesselbach)
de la fascia cremasterina. Se les denominan del abdomen, si existe; con el músculo recto 9. Vasos epigástricos
fascias interparietales y pueden ser tomadas anterior del abdomen y con la porción de 10. Pilar de Hesselbach

como puntos de referencia quirúrgica. fascia transversal que limita con el borde
Los vasos que se encuentran entre los lateral del músculo recto.
planos musculares de la región son ramos de Bajo el punto de vista estricto, esta
vascularización muscular que provienen de denominación no es totalmente correcta, ya
los vasos lumbares y del círculo anastomótico que la inserción común de los músculos
periabdominal. Los nervios de mayor interés oblicuo menor y transverso no es tan frecuente
son los abdominogenitales que parte de su y en un numeroso porcentaje de casos se da
trayecto, el más externo, lo hacen entre los de manera individualizada.
músculos oblicuos, haciéndose medialmente
más profundos y discurriendo, incluso, en el
interior del conducto inguinal (canalis inguinalis) Ligamento inguinal. (Ligamentum inguinale,
(figura 4). arcus inguinalis)
Las redes linfáticas drenan hacia los ganglios El ligamento inguinal, arco crural, ligamento
epigástricos y hacia los ganglios iliacos. de Falopio o ligamento de Poupart, son
Antes de seguir con la descripción de los denominaciones que corresponden a la inserción
planos retromusculares que constituyen la inferior de la hoja anterior de la aponeurosis
pared posterior del conducto inguinal, haremos del músculo oblicuo mayor (figura 3).
algunas puntualizaciones anatómicas sobre Desde su origen lateral, en la espina iliaca
los límites superior e inferior del canal inguinal: anterosuperior, hasta su inserción medial en
el tendón conjunto y el ligamento inguinal. la espina del pubis se puede sistematizar en
Tendón conjunto (falx inguinalis; tendo tres segmentos; un primer segmento lateral
115
1 16 17 Entre unos 3 y 5 cm por fuera de la
eminencia iliopectínea (eminentia iliopubica),
aparentemente, se desprende del ligamento
inguinal un segmento fibroso que va a insertarse
en la citada eminencia y que se conoce como
cinta iliopectínea (figura 3). Algunos autores
15
la describen como facción de ese ligamento,
pero en realidad corresponde a las inserciones
3 14 en ese punto de la fascia iliaca que recubre
al músculo psoas.

13
2
Planos retromusculares: Pared posterior
12 del conducto inguinal. Fascia
transversal. Tejido celular preperitoneal.
4
5
Fascia transversal (fascia transversalis)
6
7
La fascia transversal es la capa de tejido
8 fibroso y celuloadiposo que cubre la cara
posterior del músculo transverso y su
9 aponeurosis, separándolas del tejido
preperitoneal, y formando la pared posterior
del conducto inguinal (figuras 5, 6, 9 y 10).
Ocupa toda la extensión de la región
prolongándose hacia las zonas vecinas. Está
10 11 muy adherida al músculo transverso mediante
pequeñas fibras que atraviesan los fascículos
Figura 7 que se adhiere íntimamente a la fascia iliaca del músculo aponeurótico del mismo, y se unen
1. Arco de Douglas.
2. Ligamento de Henle. que recubre al músculo psoas (m. ilipsoas) y con la hoja profunda de la fascia interparietal
3. Ligamento de Hesselbach. que queda entre este músculo y el suprayacente,
cierra la cavidad abdominal a ese nivel; un
4. Adminículo de la línea alba.
5. Cintilla iliopubiana. segmento intermedio que cruza por delante aunque su consistencia es débil.
6. Ligamento de Cooper.
7. Arteria anastomótica obturatriz. de los vasos femorales y forma el anillo crural La fascia transversal se adhiere íntimamente
8. Conducto deferente. (canalis femoralis); y un segmento medial o a la fascia iliaca inmediatamente por detrás
9. Nervio obturador.
10. Vasos ilíacos. gimbernático que descansa sobre el músculo de la línea de fusión de esta con el arco crural.
11. Vasos y nervios espermáticos.
12. Músculo ilíaco. pectíneo (m. pectineus) sin formar adherencias Se introduce por el anillo interno del conducto
13. Orificio interno del conducto inguinal. con él y que se refleja hacia arriba y hacia atrás inguinal formando una bolsa de revestimiento
14. Vasos circunflejos ilíacos.
15. Músculo transverso. para buscar la inserción en la cresta pectínea, al testículo y al cordón. Siguiendo su expansión
16. Vasos epigástricos.
configurando el pseudo ligamento de Gimbernat, en sentido descendente y medial, la fascia se
17. Arco transverso abdominal (linea semilunar).
que no es otra cosa más que la agrupación de une al borde posterior del ligamento inguinal
una serie de pequeñas cintas de fibras densas y forma una especie de concavidad que sirve
y resistentes yuxtapuestas que configuran una de lecho al discurrir del cordón espermático
porción más tendinosa medial, y otra «fascial» por el conducto inguinal. Al llegar al nivel
más lateral, que a veces pueden mostrar de los vasos femorales, la fascia transversal
dehiscencias entre ellas y permitir el paso de se relaciona íntimamente con la vena y cierra
contenido herniario a través de ellas. el espacio interno de la misma, al insertarse
116
en la cresta pectínea formando el septum anatómica de ligamento interfoveolar. Es una 9 1 2 3 4 10
crural (septum femorale). Finalmente, pasando condensación fibrosa de dirección vertical
por detrás de la espina del pubis y de la cara que parece originarse de una manera difusa
posterior del abdomen, se continúa con la en la porción superior de la fascia transversalis,
fascia del lado contrario, siendo reforzada en en las proximidades del ángulo lateral del
este punto por el adminículo de la linea alba arco de Douglas, y se extiende por abajo hasta
(figura 14). el arco crural o la cintilla iliopubiana (fig.6).
Fascículos de refuerzo de la fascia transversal: Entre los fascículos de refuerzo de la fascia 5

Son condensaciones fibrosas, bien horizontales, transversal descritos, queda una porción amplia
6
bien verticales, que aparecen en el espesor de la pared posterior del conducto inguinal
de la fascia transversal en determinadas zonas solo constituída por una porción discontinua 7

y puntos de la región inguinoabdominal de la aponeurosis del transverso y por la fascia


constituyendo los ligamentos de Henle, o transversal, siendo por tanto la parte más débil
falciforme, Hesselbach (ligamentum inter- de esta pared y por donde se puede producir
8
foveolare) y la cintilla iliopubiana de Thompson la ruptura de la misma, y provocar una hernia
(figuras 6 y 7). cuyo saco se introduzca en el conducto inguinal, Figura 8
1. Cordón espermático seccionado.
en situación posterior al cordón espermático. 2. Orificio externo del conducto inguinal.
3. Pilar lateral.
Esta zona o región «débil» de la pared posterior 4. Pilar medial.
Ligamento de Henle se le conoce en términos quirúrgicos como 5. Pilar posterior.
6. Orificios de la fascia femoral (fascia cribosa).
Lo hemos mencionado más arriba como triángulo de Hesselbach, el cual quedaría 7. Ligamento suspensorio del pene.
8. Vasos pudendos externos superficiales.
ligamento falciforme. Es una estructura delimitado entre la vaina del recto y el ligamento
9. Ramo abdominogenital mayor.
inconstante. Tiene forma triangular de base falciforme de Henle, cuando exista, medialmente; 10. Aponeurosis del oblicuo mayor
(fascículo de fibras superiores).
inferior y se localiza inmediatamente lateral los vasos epigástricos inferiores, lateralmente,
al músculo recto anterior del abdomen, con y el ligamento de Cooper por su parte inferior.
cuyo borde se continúa. El borde lateral de
este ligamento es cóncavo, caracterizando la
morfología de hoz que le da nombre. La base Cinta iliopubiana de Thompson (figura 7).
se fusiona con el ligamento de Cooper Es un pequeño fascículo de fibras
(ligamentum pectinale). La cara anterior se transversales que se extienden desde el labio
adhiere estrechamente al tendón conjunto, externo de la cresta iliaca y la espina iliaca
de ahí el confusionismo que a veces se crea anterosuperior hasta la cresta pectínea y espina
en torno a si es una condensación de la fascia del pubis, fusionándose en este lugar con las
transversal o es un fascículo de inserción del fibras del adminículo de la línea alba. Pasa
transverso del abdomen. La cara posterior por debajo del anillo inguinal profundo y
está claramente relacionada con el tejido forma su borde aponeurótico inferior.
preperitoneal. Su densidad y consistencia es variable.
Está situada en un plano posterior al ligamento
inguinal, pero siguiendo un trayecto muy
Ligamento de Hesselbach (Ligamentum similar. Claramente independizadas en sus
interfoveolare) extremos, en la parte intermedia y al nivel del
Aunque más constante que el anterior, anillo crural, ambas formaciones se fusionan,
también puede estar ausente. Se localiza contribuyendo la cinta iliopubiana a reforzar
medialmente al anillo inguinal profundo, el borde anterior de la vaina femoral. Sus fibras
entre las fositas inguinales externa y media, inferiores y laterales se dirigen hacia abajo
de ahí su denominación en la nómina para insertarse en la fascia pectínea y constituir
117
2 1 16 18 Por el espesor de la fascia celulosa de
Richet, discurren los vasos epigástricos y los
nervios iliohipogástrico, ilioinguinal y genito-
femoral (figura 10).

3 Arterias y venas
4 La arteria epigástrica (a. epigastrica inferior)
19
tiene su origen en la porción anterointerna
17 de la arteria iliaca externa (a. iliaca externa)
7 un poco por encima del ligamento inguinal
8 21
5 15 o a su mismo nivel. Desde ese punto, la arteria
6 14 epigástrica, que a veces es doble y de un
9
calibre considerable, tiene dos trayectos; uno,
13
inicial, horizontal y paralelo al ligamento
11
10 inguinal que pasa por encima de la vena iliaca
externa y, otro, oblicuo ascendente que, desde
el borde inferior del orificio interno del conducto
inguinal, discurre paralelo al borde lateral de
la vaina de los rectos, dentro de la cual se
20 introduce al alcanzar la región externopúbica
12
(figuras 6 y 10), formando una amplia red
arteriovenosa que puede sangrar en abundancia,
Figura 9 el borde medial del anillo crural, y separar a si seccionan en esa zona.
1. Fascia transversalis.
2. Arco de Douglas. este del ligamento de Gimbernat. Las fibras Estas dos porciones descritas de la arteria
3. Músculo recto anterior del abdomen. que se insertan en la fascia pectínea se suman epigástrica forman un asa de concavidad
4. Vasos epigástricos.
5. Tendón conjunto. a las que formarán el ligamento de Cooper. hacia arriba que es abrazada, en el caso
6. Ligamento de Cooper.
7. Anillo inguinal profundo. Cruza los vasos iliacos formando la línea masculino, por el conducto deferente y la
8. Venas iliacas externas. de reflexión de la fascia transversalis hacia arteria deferencial (a. ductus deferentis) y, en
9. Conducto deferente.
10. Uréter. la región inguinocrural. el femenino, por el ligamento redondo y la
11. Vasos y nervios obturatrices.
12. Arteria vesical superior.
arteria del mismo (a. ligamenti, teres uteri)
13. Ramas arteriales pubiana, funicular y anastomótica. (figuras 7 y 9).
de la epigástrica.
14. Anillo femoral Tejido celular preperitoneal En el primer segmento generalmente, la
15. Cordón espermático.
El tejido celular preperitoneal es el que arteria epigástrica da origen a otras tres arterias:
16. Ligamento umbilical medio.
17. Ligamentos umbilicales mediales. separa la fascia transversal del peritoneo la funicular o espermática externa (a. cremasterica),
18. Fascia umbilicoprevesical.
19. Pliegue umbilical lateral (vasos epigástricos). parietal adquiriendo un gran espesor en la la suprapúbica (r. pubicus) y la anastomótica
20. Fascia iliaca. zona de la región que nos ocupa y dando de la obturatriz (a. obturatoria accesoria).
21. Nervio femoral.
soporte a la formación del espacio de Bogros. La primera de ellas, después de su origen,
Este tejido se encuentra organizado en dos discurre hacia arriba siguiendo el borde medial
estratos; uno, superficial, grueso y de predominio del anillo inguinal profundo, atraviesa la pared
graso: la capa o fascia celulosa de Richet; posterior del conducto inguinal y se une al cordón
otro, más profundo de estructura más delgada espermatico por fuera del mencionado anillo.
y fibrosa, que se encuentra adherida al La segunda bordea el ligamento inguinal
peritoneo, pero fácilmente despegable de él: y, por encima del pubis, se anastomosa con
la fascia propia de Cloquet. la del lado opuesto o con la obturatriz. En
118
11
este último caso, la arteria, de mayor calibre
de lo habitual, corresponde a la denominada
12
anastomótica de la obturatriz y mantiene una
estrecha relación con el borde medial del 13
anillo femoral.
La arteria anastomótica de la obturatriz, 9
cuando es un elemento vascular independiente, 8
desciende verticalmente hacia la arteria que
10
le da nombre siguiendo la curvatura del borde 7
medial del anillo femoral y cruzando el
ligamento de Cooper a cuyo nivel puede dar 6
alguna arteriola. Es interesante, por lo tanto,
tener en cuenta las relaciones que esta arteria,
en la región obturatriz o isquiopubiana tiene 5

con el anillo crural en el caso de la cirugía 3


herniaria de esa zona. 4
Las venas acompañan a las arterias en su
recorrido y suelen ser dobles. Las venas
epigástricas superficiales se fusionan a poco
más o menos de 1 cm de su desembocadura
en la vena iliaca externa y, al igual que las
arterias, están contenidas en el tejido
2 1 Figura 10
preperitoneal, entre los vasos ilíacos y el borde Representación tridimendional
lateral del recto del abdomen, sin relación colocan por delante de la aponeurosis del de las capas de la pared abdominal
en relación con una hernia inguinal
directa con la fascia transversal. oblicuo mayor. indirecta (modificado de Netter)
1. Cordón espermático.
El abdominogenital mayor se divide en 2. Fascia espermática interna.
ramas cutáneas que atraviesan la hoja anterior 3. Fascia espermática externa.
4. Fascia cremasterina (fascículo lateral).
Nervios de la vaina de los rectos e inervan los territorios 5. Anillo inguinal externo.
6. Anillo inguinal interno.
Los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal, cutáneos suprapúbicos.
7. Fascia transversalis.
(figuras 4 y 5) desde su inicio en las raíces L1 El nervio ilioinguinal o abdominogenital 8. Tejido preperitoneal (fascias de Richet y Cloquet).
9. Peritoneo parietal.
y L2, discurren inicialmente atravesando el menor se sitúa en un plano algo más profundo, 10. Vasos epigástricos.
músculo psoas, siguiendo una dirección por debajo del oblicuo mayor; se introduce 11. Músculo transverso del abdomen.
12. Músculo oblicuo inferior.
descendente y hacia fuera, cruzando por en el canal inguinal y alcanza al anillo inguinal 13. Músculo oblicuo mayor y aponeurosis.
delante del músculo cuadrado lumbar (quadratus superficial, donde se divide en ramas que
lumborum) y por encima de la cresta iliaca recogen la sensibilidad del pubis, el escroto
se sitúan en el plano intermuscular del transverso superior y los labios mayores. Antes de dividirse,
y el oblicuo menor del abdomen. En este dentro del conducto inguinal, da ramas de
plano, el nervio iliohipogástrico se divide en inervación sensitiva para el cordón espermático.
una rama iliaca fundamentalmente motora y Ambos nervios, aunque sensitivos de naturaleza,
otra hipogástrica que a veces se seu- transportan alguna rama motora para la
doanastomosa con la 12ª intercostal o con el musculatura abdominal.
abdominogenital menor o ilioinguinal dentro El nervio genitofemoral se localiza entre
del conducto inguinal. Ambos nervios atraviesan el psoas y el borde antero medial del fascículo
el músculo oblicuo menor del abdomen al iliaco y, un poco antes de atravesar el anillo
nivel de la espina iliaca anterosuperior y se profundo para penetrar en el conducto inguinal,
119
1 3 2 4 se divide en las dos ramas que le dan nombre. de adenitis, abscesos y hernias crurales. En los
La rama genital se une al cordón espermático sujetos delgados es posible precisar los relieves
dentro del conducto inguinal, donde da una de los músculos sartorio (m. sartorius), que
rama de inervación a las fibras del cremáster, cruza en diagonal la región, y recto interno
y recibe ramos de inervación del escroto y de (m. gracillis); este último en el límite medial
las caras mediales de los muslos. de la misma. También es posible observar el
La rama femoral desciende con el psoas, relieve del músculo tensor de la fascia lata (m.
bien englobado en la fascia iliaca o por encima tensor fascia latae) en la porción superior y
de ella, pasa por debajo del ligamento inguinal lateral de la región anterior de la cadera.
y se distribuye en la piel de la zona Estos tres músculos delimitan un relieve
anterosuperior del muslo. A veces, esta rama en forma de N que a su vez marca dos
se une al trayecto de la arteria femoral y puede triángulos, el más interno de los cuales, de
reencontrarse o bien dentro del canal femoral vértice inferior es conocido como triángulo
o bien fuera de la vaina del mismo. de Scarpa o triángulo inguinofemoral (trigonum
femorale) en cuya superficie es posible palpar
el latido de los vasos femorales (figura 14a).
6 7 8 5
Región inguinocrural o femoral
Figura 11
1. Aponeurosis femoral. Planos superficiales: tejido celular subcutáneo,
2. Ganglios inguinales superficiales. Límites y referencias externas fascias, vasos, nervios y linfáticos.
3. Arteria y vena epigástrica superficial.
4. Arteria pudenda externa superior. Bajo el punto de vista de la anatomía Los planos más superficiales de la región
5. Vena safena interna.
6. Ramas del nervio femorocutáneo (glúteo y femoral).
clásica, recibe esta denominación aquella están constituidos por la piel y el tejido celular
7. Ramas perforantes del nervio femoral. región delimitada: por arriba, por el pliegue subcutáneo acompañado de los vasos, nervios
8. Ramas perforantes del genitofemoral.
de la ingle, por debajo, por una línea horizontal y linfáticos superficiales.
resultado de la prolongación anterior del La piel es delgada y desplazable en toda
pliegue glúteo hasta su confluencia con la la extensión de la región, a excepción de la
vertical trazada desde la espina del pubis, zona del pliegue de la ingle que se encuentra
que es a su vez el límite interno de la región, fuertemente adherida al borde anterior del
por fuera, por otra línea vertical trazada desde arco crural.
la espina iliaca anterosuperior. En el tejido celular subcutáneo se pueden
Esta región se subdivide en dos mediante detectar dos zonas diferentes:
una línea imaginaria que se traza perpendicular La zona areolar, más superficial y variable
al punto medio del pliegue de la ingle (figura en grosor según cada individuo. Nunca llega
1). De esta manera, la región más medial se a ocupar la zona del pliegue inguinal, ya que
denomina inguinocrural propiamente y la esta se encuentra adherida a la dermis profunda.
más lateral, anterior de la cadera. La zona laminar o fascia superficial. Se
En profundidad quedaría, en cualquier apoya sobre la aponeurosis y está constituida
caso, la región isquiopubiana u obturatriz, por dos hojas muy delgadas a través de las
delimitada por las ramas que circunscriben cuales discurren los vasos y nervios más
el agujero obturador (foramen obturatum) y superficiales.
ocupada por el músculo obturador externo Los vasos más superficiales son la arteria
(obturator externus), y el nervio y la arteria subcutánea abdominal o epigástrica superficial
obturatriz (n. obturatorius et a. obturatoria). (a. epigastrica superficialis) y las arterias
La región inguinocrural es clínica y pudendas externas (aa. pudendade externae),
quirúrgicamente importante por la aparición ramas todas ellas de la arteria femoral (a.
120
femoralis), además de otras pequeñas arteriolas parte superior al ligamento inguinal y se 1 2

de la piel y linfáticos. Van acompañadas de continúa con las aponeurosis vecinas.Tiene


sus venas correspondientes, aparte de otras unas características propias en la región que
venas procedentes de territorios vecinos, entre nos ocupa.
las que destaca sin duda, la vena safena externa En su porción más externa, entre el tendón
(v. saphena magna) procedente de la porción del músculo tensor de la fascia lata (m. tensor
lateroexterna de la región. Esta vena constituye fasciae latae) y el músculo sartorio posee un
un cayado en la parte superior que desemboca gran espesor y resistencia. En su porción
en la vena femoral (figura 11). media, se encuentra acribillada por gran
En este punto, es interesante destacar que número de orificios por donde pasan los
la vena safena magna forma una especie de nervios y vasos ya mencionados, siendo el
embudo o dilatación que puede ser confundida más importante el de la vena safena interna
con una hernia. o magna y al que se denomina fosa oval (hiatus
Los linfáticos superficiales se encuentran saphenus) situado a una distancia de unos 3
agrupados alrededor de la desembocadura de ó 4 cm por debajo del ligamento inguinal. El
la vena safena constituyendo una disposición borde medial de este orificio se corresponde 3
triangular de base superior, ya que el mayor con la aponeurosis pectínea, con la que se Figura 12
número de ganglios se localiza en esa zona. funde, mientras que su borde externo es 1. Repliegue falciforme de Allan Burns.
2. Fosita oval con músculo pectíneo
Estas agrupaciones se denominan inguino- cóncavo, acentuado y muy engrosado, en el fondo ( ver detalles en Fig. 13).
3. Vena safena interna.
crurales inferiores superficiales (nodi limphatici denominándose, según la anatomía clásica
inguinales superficiales) y su número oscila repliegue falciforme de Allan Burns (margo
entre 10 y 15 ganglios, los cuales suelen formar falciformis). El borde inferior de este pseudo-
dos bloques superiores, uno, medial (nodi ligamento finaliza en la aponeurosis del
lymphatici supero mediales) y otro lateral (nodi pectíneo (figuras 12 y 13).
lymphatici supero laterales); y uno o a veces Este amplio orificio, a través del cual se
1 3 5
dos bloques inferiores dispuestos a lo largo puede apreciar la porción terminal de la vena
de una línea vertical en el extremo proximal safena interna y su desembocadura en la vena
de la vena safena magna (nodi lymphatici femoral, está relleno de una capa de tejido
inferiores). Todos ellos van a ser receptores conjuntivo denso que finaliza en la misma
del drenaje linfático del periné, ano, genitales pared de la vena safena y en la aponeurosis
externos, pared abdominal y todo el territorio que finaliza en el pectíneo, y está constituido
superficial del muslo (figura 11). por numerosos fascículos de diferentes grosores
Los nervios superficiales están repre- y consistencias. Se encuentra adherido por
sentados desde fuera hacia dentro, por ramas su cara superior a la fascia superficial y a la
sensitivas de los troncos de los nervios vena femoral por su cara profunda.
femorocutáneo (n.cutaneus femoris lateralis),
femoral o crural (n. femoralis) genitofemoral
(n. genitofemoralis), obturador cutáneo (n. Plano muscular: Anillo crural y conducto
obturatorius; r. cutaneus) y abdominogenital crural (figuras 3, 14, 15 y 16).
menor (n. ilio-inguinalis) (figuras 11 y 12). En el plano subaponeurótico, vamos a
2 4
El plano siguiente al descrito corresponde encontrar los planos musculares, con el anillo
al de la aponeurosis superficial o aponeurosis crural (lacuna vasorum) y su prolongación o Figura 13
1. Repliegue de Allan Burns.
femoral que separa al plano subcutáneo del conducto femoral (canalis femoralis) junto 2. Vena femoral.
plano muscular. con los vasos profundos contenidos en él. 3. Aponeurosis del pectíneo.
4. Vena safena interna.
Esta aponeurosis se encuentra fija en su Los músculos van a estar dispuestos en 5. Arteria pudenda externa inferior.
121
11 7 9 10 2 4 3 dos planos. En el más superficial encontraremos
desde fuera hacia dentro el sartorio, el aductor
mediano o primer aductor (m. aductor longus)
y el recto interno.
En el plano profundo, se encuentran el
músculo recto femoral o anterior (m. rectus
femoris), el vasto interno (m. vastus lateralis)
en la porción más lateral, y el psoas iliaco (m.
iliopsoas) y el pectíneo (m. pectíneus) en la
zona del triángulo inguinofemoral. Estos dos
últimos músculos constituyen una especie de
Figura 14a
1. Sartorio. ángulo o canal en su zona de contacto que se
2. Vasos femorales. orienta hacia la eminencia iliopectínea (eminentia
3. Músculo aductor largo
o mediano. ilio pubica). Este canal o ángulo es el que
4. Aponeurosis del pectíneo.
5. Nervio femoral.
contiene los vasos femorales y forma parte del
6. Nervio safeno interno. conducto femoral o crural (figura 14b). Este es
7. Ligamento inguinal.
8. Cayado de la safena interna. una dependencia de la fascia o aponeurosis
9. Músculo psoas ilíaco con su femoral (fascia cruris). Esta aponeurosis
aponeurosis (fascia iliaca).
10. Arterias pudendas externas. superficial, que se extiende desde fuera hacia
11. Nervio femorocutaneo. 1 5 6 8
dentro, se desdobla en diferentes puntos
envolviendo, primero, al tensor de la fascia
lata, después, al sartorio y, seguidamente, al
aductor mediano.
1 9 10 8
Desde los bordes medial del sartorio y
lateral del aductor, la aponeurosis femoral
superficial envía dos tabiques en profundidad;
uno, más lateral (septum intermusculare femoris
laterale) que desciende en ángulo agudo hasta
el psoas y se fusiona con la fascia iliaca que
envuelve a este músculo; y otro, medial (septum
intermusculare femoris mediale) que cubre
el pectíneo y se fusiona con la aponeurosis
del mismo. Estos dos tabiques se fusionan
recíprocamente al nivel del ángulo diedro
que separa el pectíneo del músculo psoas y
circunscriben un canal o conducto de
5
morfología prismática triángular delimitado
4
por tres paredes, un orificio superior o anillo
Figura 14b
Embudo del conducto femoral. femoral y un extremo inferior o vértice.
1. Músculo sartorio seccionado.
2. Vasos femorales seccionados. La pared anterior no es otra que la
3. Vaina femoral. aponeurosis superficial, que en este punto se
4. Nervio safeno interno.
5. Vasos femorales profundos. llama cribosa, la pared posterior y lateral está
6. Músculo recto interno.
7. Músculo aductor mediano. constituida por la hoja profunda de
8. Músculo pectíneo. desdoblamiento de la aponeurosis superfical,
9. Músculo psoas iliaco.
10. Nervio femoral. 2 7 6 que desde el borde medial del sartorio desciende
122
hasta el psoas iliaco y se funde con la fascia todo el espacio que queda entre los vasos y 7 4 5 8 6

iliaca. La pared posterior y medial está formada el ligamento de Gimbernat y recibe el nombre
por la aponeurosis del pectíneo que se adhiere de septum crural (septum femorale) que es
por dentro a la del aductor mediano (figuras lo único que en este punto cierra la
14 y 15). comunicación entre la cavidad del abdomen
La parte superior del conducto o anillo y el conducto femoral. Este es a su vez el
femoral es el espacio que comunica la pared punto débil por donde pueden aparecer las
abdominal con el triángulo femoral o de Scarpa. hernias o las colecciones purulentas
En la delimitación de este espacio intervienen subperitoneales procedentes de las fosas
varias estructuras diferentes (figura 3). iliacas (figuras 15 y 16).
El límite anterior corresponde a la segunda El septum crural está atravesado por una
porción del ligamento inguinal. serie de pequeños orificios a través de los
1 2 3
La pared lateral está formada por la cintilla cuales pasan los vasos linfáticos profundos.
iliopectínea (arcus iliopectíneus) o porción Se encuentra tapizado en su cara superior por Figura 15
Representación de una
de la fascia iliaca que corresponde al anillo. el peritoneo parietal que forma una depresión
sección del anillo femoral
El límite medial es el ligamento de a este nivel conocida como fosita crural. 1. Músculo psoas iliaco.
2. Bolsa sinovial del músculo.
Gimbernat (lig. lacunare), mientras que la El extremo inferior o vértice del conducto 3. Hueso fémur.
parte posterior está delimitada por un cordón femoral corresponde a la porción en la que 4. Nervio femoral.
5. Arteria, vena y linfático del anillo femoral.
fibroso, grueso y muy resistente que se conoce la vena safena desemboca en la femoral, 6. Fascia del músculo pectíneo.
7. Septo femoral.
como ligamento de Cooper (lig. pectinale). continuándose, a partir de ese punto, con la 8. Músculo pectíneo.
Por este anillo discurren la arteria femoral vaina de los vasos femorales.
por fuera y la vena femoral por dentro. Entre El contenido de este extremo inferior del
esta y el ligamento lacunare, existe un espacio conducto, obviamente, son los vasos femorales;
ocupado por grasa entre la cual existen redes el espacio de este vértice, que queda por dentro
linfáticas y el ganglio de Cloquet, de los de la vena femoral, se le conoce como embudo
anatómicos franceses, o de Rossenmüller de o infundíbulo crural por ser la parte más ancha
los alemanes (n. lacunaris medialis) que se del mismo, la cual queda delimitada por una
apoya sobre el borde lateral del ligamento. pared anterior que corresponde a la fascia
Ocasionalmente pueden encontrarse ganglios cribosa; una pared lateral, que es la vena
en el centro de la laguna vascular (n. lacunaris femoral, y una pared posterior, que corresponde
intermedius) o lateralmente a los vasos a la aponeurosis del músculo pectíneo.
(n.lacunaris lateralis). Es interesante destacar En definitiva, el infundíbulo es un fondo
aquí que la inflamación del ganglio de Cloquet, de saco cerrado por todos los lados.Ni siquiera
cuya mitad superior se localiza dentro del existe orificio de paso de la safena interna ya
anillo y por lo tanto muy próximo al peritoneo que este se encuentra totalmente ocupado
parietal, puede producir una sintomatología por el paso de la vena al estar sus bordes
de tipo vegetativo que induzca a error íntimamente adheridos a la pared venosa.
diagnóstico, por su similitud con un cuadro Además tabiques sagitales de tipo fibroso
clínico de hernia crural estrangulada. y graso separan la arteria de la vena y esta,
A este nivel medial del anillo, la fascia de los linfáticos.
transversal se fija a los vasos femorales sin
dejar espacio entre ellos y el ligamento
inguinal; prolongándose medialmente, la Arterias y venas
fascia desciende hasta la cresta pectínea La región inguinocrural es una región de paso
(pecten ossi pubis) cubre como un diafragma y como tal tiene nervios y vasos profundos de gran
123
1 2 3 4 La femoral profunda es la rama más
voluminosa. Se desprende de la femoral
superficial y se dirige a la región femoral
anterior. Muy cerca de su origen da las
colaterales circunflejas anterior y posterior.
La primera pasa entre el psoas y el vasto lateral,
alcanzando el trocánter mayor, rodeándolo
y anastomosándose con la circunfleja posterior,
la cual a su vez rodea el tendón del psoas a
unos 4 cm por encima del trocánter menor,
discurre entre el pectíneo y el cuello del fémur
y alcanza la región posterior. De la femoral
profunda o de la circunfleja anterior nace la
6 7 10 8 9 5 11 12 arteria del cuadriceps a unos 4 cm por debajo
del pliegue de la ingle. Penetra entre el recto
importancia no solo funcional, sino topográfica. anterior y el vasto interno y se divide en 3 ó
Figura 16 La arteria femoral es la arteria principal 4 ramas destinadas a los vientres musculares.
1. Aponeurosis del oblicuo mayor.
2. Ligamento inguinal. de la región. Se extiende desde el centro del Entre los vasos superficiales musculares y la
3. Ligamento de Gimbernat. arco crural hasta el anillo del tercer aproximador, femoral profunda, se establecen círculos
4. Músculo pectíneo y su aponeurosis.
5. Ligamento de Cooper. siguiendo una línea que desde el punto medio anastomóticos con ramas procedentes de las
6. Músculo psoas y fascia ilíaca.
7. Cinta ilopectínea.
del arco desciende hasta el cóndilo interno arterias obturatriz y glúteas, que favorecen el
8. Anillo femoral. del fémur. Se relaciona medialmente con la restablecimiento de la circulación arterial, si se
9. Arteria y venas femorales.
10. Fascia transversalis. vena femoral en toda su extensión. Lateralmente, liga la femoral por debajo del origen de las mismas.
11. Pilar externo del orificio superficial
y en su parte superior, con la cintilla iliopectínea
del conducto inguinal.
12. Cordón espermático. y un poco más abajo con la fascia iliaca que
la separa del músculo psoas. Por detrás se Nervios
apoya en la eminencia iliopectínea, lugar A nivel subaponeurótico se localizan tres
donde se le puede comprimir para cohibir pequeños troncos nerviosos: El femorocutáneo
una hemorragia. Por delante, se relaciona con (n. cutaneus femoralis lateralis), la rama femoral
la fascia cribosa, único elemento por debajo del genitocrural (ramus femoralis, n.
de la piel y el tejido celular graso que la cubre. genitofemoralis) y el nervio femoral (n. femoralis).
Las ramas que se pueden localizar en la Sus ramas sensitivas se distribuyen por las cara
región son: las pudendas externa superior e anteroexterna del muslo (figs. 11, 12 y 14).
inferior (aa. pudendae externae superior et El primero de ellos, es el más lateral y sale
inferior), subcutánea abdominal o epigástrica de la región por debajo de la espina iliaca
superficial y la arteria femoral profunda (a. anterosuperior.
profunda femoris) con sus ramas (figs.14a, b). La rama femoral del génitocrural, desde
Las tres primeras arterias son superficiales, el tejido de la zona, atraviesa la fascia cribosa
atraviesan la aponeurosis superficial y se por debajo del arco crural, se coloca delante
distribuyen por el tejido celular subcutáneo. de la arteria femoral y se dirige hacia el
La pudenda externa inferior pasa por debajo abdomen a través del anillo crural.
del cayado de la safena, se desliza entre el El nervio femoral, el de mayor calibre de
pectíneo y el aductor mediano y, en ese punto, la región discurre por el lado externo de la
atraviesa la aponeurosis cribosa y se dirige a femoral, separado de ella por la cintilla
la piel del escroto o labios mayores. iliopectínea. Lleva fibras motoras destinadas
124
a los músculos cuadriceps, sartorio, pectíneo Espacio de Bogros: Prolongación a nivel
y psoas y se le incorporan ramas sensitivas inguinoabdominal del espacio existente entre
procedentes de la piel de las zonas superiores la fascia transversal y el peritoneo, ocupado
de la región y del nervio safeno interno (n. por tejido fibrodo y graso, y que en esta zona
saphenus). adquiere especial desarrollo.

Fascia de Camper : Estrato subcutáneo superficial


Linfáticos o fascia superficial.
Los ganglios linfáticos subaponeuróticos
o crurales profundos son poco numerosos (3 Fascia de Cloquet: Tejido graso superficial
ó 4) y de pequeño volumen. Se sitúan mediales profundo.
a la vena femoral en el infundíbulo crural. El
de mayor volumen es el ya mencionado de Fascia de Colles: Prolongación de la fascia
Cloquet (figura 12). de Scarpa en el periné.

Fascia de Cooper: Sinónimo de fascia de Scarpa.

Relación de sinónimos y epónimos Fascia espermática externa: Prolongación


inferior de la fascia imnominada que, junto
Adminículo de la línea alba: Fascículos de al tejido de las fascias interparietales, recubre
inserción en el pubis de la línea alba. el cordón espermático en el conducto inguinal.

Anillo crural o laguna vascular: Espacio Fascia femoral abdominal de Thompson o


delimitado por el ligamento inguinal, la cintilla Cincha de Velpeau: Condensación en sujetos
iliopectínea, el ligamento de Gimbernat y el musculados de la fascia de Scarpa, que se
ligamento de Cooper, por donde los vasos extiende desde la zona suprapúbica hasta la
iliacos se transforman en femorales. aponeurosis del músculo recto interno.

Arco de Douglas o línea arqueada: Borde inferior Fascia iliaca: Aponeurosis del músculo psoas iliaco.
de la lámina posterior de la vaina de los rectos.
Fascia imnominada: Capa de tejido graso
Cinta iliopectínea: Inserción de la fascia iliaca situada debajo de la fascia de Scarpa y encima
en la eminencia iliopectínea. de la aponeurosis del oblicuo mayor.

Cinta iliopubiana de Thompson: Pequeño Fascias interparietales : Planos de deslizamiento


fascículo de la fascia transversal que se extiende de tejido graso de mayor o menor desarrollo,
desde la espina ilíaca anterosuperior hasta el situadas entre los planos musculares abdominales.
pubis, paralela y posterior al ligamento inguinal.
Fascia de Richet: Tejido graso superficial preperitoneal.
Conducto femoral: Canal por donde discurren
los vasos femorales en la región inguinocrural Fascia de Scarpa: Lámina de tejido graso-
delimitado por un desdoblamiento de la fibroso subyacente a la fascia de Camper.
aponeurosis femoral y que se extiende desde
el anillo crural hasta la desembocadura de la Fascia «transversalis»: Lámina de tejido fibroso
vena safena magna en la femoral. y céluloadiposo que recubre la cara posterior
125
del músculo transverso y su aponeurosis formando Condensación de las fibras del borde inferior
la pared posterior del conducto inguinal. del tendón conjunto, vistas desde su cara posterior.

Fibras arciformes, intercolumnares, en bandolera, Pilar de Colles: Fibras de la aponeurosis del


intercrurales: Condensaciones de espesor oblicuo mayor del lado contrario que forman
variable de la fascia imnominada en el vértice el pilar posterior del orificio superficial del
del orificio inguinal superficial. conducto inguinal.

Fosa oval o hiato de la safena: Depresión de Repliegue falciforme de Allan Burns: Borde
la aponeurosis superficial femoral que externo muy engrosado de la fosa oval.
corresponde a la desembocadura de la vena
safena interna en la vena femoral. Septum crural: Tabique que forma la fascia
«transversalis» al insertarse en la cresta pectínea
Infundíbulo crural: Porción más dilatada del y separar, de este modo, la vena femoral del
conducto femoral delimitada por la aponeurosis espacio medial del anillo crural.
femoral, la vena femoral y la aponeurosis del
músculo pectíneo. Tendón conjunto: Fibras inferiores del transverso
y, en su caso, del oblicuo inferior del abdomen
Ligamento de Cooper: Condensación de fibras que se insertan en el pubis y en la cresta pectínea.
que se insertan en la cresta y superficie pectínea
correspondientes a la aponeurosis del músculo Triángulo de Fruchaud o espacio miopectíneo:
pectíneo, a la fascia transversalis, a la fascia Espacio delimitado por el tendón conjunto,
iliaca y a la inserción de los bordes laterales el borde lateral del músculo recto anterior
del adminículo de la línea alba. del abdomen, el músculo psoas iliaco y la
rama iliopubiana, cuyo fondo o pared posterior
Ligamento de Gimbernat: Fibras más inferiores corresponde a la fascia transversal.
de la aponeurosis del oblicuo mayor que se
insertan en el pubis y en la cresta pectínea. Triángulo de Hesselbach: Zona débil de la
pared posterior del conducto inguinal extendido
Ligamento inguinal o ligamento de Poupart entre el ligamento de Henle o borde medial
o ligamento o arco de Falopio o arco crural: de la vaina de los rectos, los vasos epigástricos
Fascículo de fibras inferiores de la aponeurosis y el ligamento de Cooper.
del oblicuo mayor que se insertan en la espina
iliaca anterosuperior y el pubis. Triángulo de Petit o trígono lumbocostal:
Espacio situado en dicha zona delimitado por
Ligamento falciforme de Henle: Condensación la cresta iliaca, el borde posterior del músculo
inconstante de la fascia transversal y situada oblicuo superior y el del dorsal ancho.
lateral al músculo recto anterior del abdomen.
Triángulo de Scarpa o triángulo inguinofemoral:
Ligamento de Hesselbach: Condensación fibrosa Superficie delimitada por el plieque inguinal y
aparentemente de origen en la fascia transversal los relieves de los músculos sartorio y recto interno,
cerca del arco de Douglas que se extiende cubierta por la aponeurosis «cribosa» y en la que
hasta el ligamento inguinal o cintilla iliopubiana. es posible percibir los latidos de los vasos
femorales.Tiene importancia quirúrgica por la
Línea semilunar o arco transverso abdominal: incidencia en él de las heridas por asta de toro.
126
Capítulo 4

Etiopatogenia. Últimos avances y conceptos actuales

Juan Antonio Flich Carbonell


José Luis Ponce Marco

Existen diversas teorías sobre el origen con músculos bién desarrollados, músculos
de las hernias de la ingle debido a las dife- débiles con un orificio peritoneal totalmen-
rentes características de sus presentaciones te obliterado, o ambos factores juntos o se-
anatómicas (hernias indirectas, directas, cru- parados en una infinita gradación».
rales, dobles o mixtas) y a las peculiaridades La hernia directa, sin un saco peritoneal
de la enfermedad cuando aparece en lac- evidente, sería secundaria a un defecto con-
tantes y niños. génito musculoaponeuróticofascial, sobre to-
Expondremos los distintos puntos de vis- do, del tendón conjunto y de su inserción en
ta, hipótesis, experiencias e investigaciones el pubis.
de numerosos autores, intentando seguir un Esta hipótesis estaba apoyada en obser-
orden cronológico dentro de las teorías más vaciones realizadas por otros autores antes y
difundidas. después de ser presentada por Russell. Así,
Cloquet, en 1817, afirmaba que el proceso
vaginal excepcionalmente se hallaba cerrado
al nacer; Hughson, en 1925, halló en un 20%
Teoría Congénita de autopsias, sacos indirectos en hombres que
no habían mostrado hernia en vida; Keith, en
A comienzos del siglo XX, en 1906, Rus- 1924, halló sacos explorando el lado opues-
sell, cirujano pediatra australiano, impulsó to en el 10-20% de pacientes con hernia uni-
la teoría «sacular» que abogaba a favor del lateral y se comentaban las observaciones
origen congénito de las hernias de la ingle, sobre la existencia del conducto peritoneo va-
rechazando la posibilidad de que pudieran ginal permeable hasta el teste, que, además
ser patológicamente adquiridas y aceptando de darse en niños, también se aprecia en adul-
la presencia de un divertículo peritoneal pre- tos, así como la asociación de hernia y au-
formado desde la era fetal, como condición sencia de descenso testicular; y Read en 1979
previa y necesaria en todos los casos. indicó que la alteración congénita en la in-
Respecto al desarrollo de la musculatu- serción del tendón conjunto puede explicar
ra de la pared abdominal, Russell indicaba la rara forma diverticular o sacular de hernia
que: «puede existir un divertículo peritoneal directa y su tendencia a ser bilateral. 127
Sir Arthur Keith, en 1924, fue quien pre- «Cuando consideramos la cantidad de hom-
sentó las primeras objeciones serias a los ar- bres que muestran por primera vez una her-
gumentos de la teoría de Russell, resaltando nia indirecta a los 50 ó 60 años después de
la observación de que todos los animales pre- haber mantenido una vida activa, la hipótesis
sentaban el proceso vaginal durante su vida, congénita es improbable [...] La persistencia
sin presentar por ello hernias inguinales, ex- de un proceso vaginal más o menos desarro-
cepto en los primates. Su explicación sobre llado no mostraría una predisposición a la her-
el origen de la hernia inguinal era la tensión nia en el futuro, si todos los elementos de
que ejercía la postura erecta sobre los mús- contención presentes en la pared abdominal
culos, la aponeurosis y las fascias. La única estuvieran también presentes en la pared del
excepción a esta teoría eran las hernias in- conducto inguinal [...] Los músculos parecen
guinales en lactantes por falta evidente de normales [...] siendo la conclusión que la cau-
cierre del conducto peritoneo vaginal, apli- sa de la hernia indirecta es el fallo de la fas-
cando la hipótesis desde que el niño adopta cia transversalis para soportar la presión
la bipedestación, cuando previamente no se intraabdominal a la cual está expuesta».
ha detectado la hernia. Otras objeciones que se han puesto a la
El autor indicaba: «Somos proclives a con- teoría congénita o «sacular» de Russell, es
siderar los tendones, fascias y otras estructu- que este alegaba que:
ras conectivas como estructuras pasivas muertas. «la forma definitiva y absoluta de probar
Por el contrario, están vivas y el hecho de que el origen sacular de cualquier caso indivi-
las hernias sean a veces múltiples en adultos dual es extirpar el saco, si la hernia no reci-
y ancianos, nos hace sospechar que un cam- diva, entonces debe aceptarse que el saco ha
bio patológico del tejido conectivo de la cin- sido la causa».
cha abdominal, puede convertir a algunos Sin embargo, la experiencia ha mostra-
individuos en propensos a la hernia». Se re- do, que, aunque la simple extirpación del sa-
saltaba la importancia de conocer correcta- co en adultos con hernia indirecta se sigue
mente la etiología de la hernia inguinal: «pues, de muchas curaciones, los índices de recidi-
si se presenta solamente cuando existen sa- va son inaceptablemente altos. Además, en
cos preformados durante la vida fetal, se pue- la mayoría de hernias directas no existe sa-
den extirpar al nacer o esperar y confiar en la co que deba ser extirpado. Y, actualmente,
suerte; mientras que, si es debido a causas que se aboga a favor de que el origen de las her-
podemos controlar, entonces la prevención nias inguinales se debe a un fallo en la fas-
es un asunto que merece un serio estudio». cia transversalis, desde que Glassow en 1973
Otros autores también presentaron obje- presentó 18.400 operaciones de hernias in-
ciones a la teoría de Russell, como Andrews, directas reparando la fascia transversalis (téc-
en 1924, resaltando que las fibras musculares nica de Shouldice) con un índice de recidiva
del tendón conjunto y arcada del transverso, menor del 1%.
se hallaban adelgazadas y elongadas por es-
tiramiento debido a la presencia de la hernia
y no de forma congénita; Buckley, en 1924,
presentó su teoría «sacular adquirida», frente Factores Anatómicos
a la congénita en la hernia crural; Harrison,
en 1922, recalcó que las hernias inguinales Actualmente, conocemos los factores ana-
se debían a un fallo de la fascia transversalis tómicos más destacables en la etiología de la
y en relación con la hernia indirecta indicó: hernia inguinal.
128
En la hernia indirecta, son aquellos que minada zona débil.
determinan el tamaño del anillo profundo o Entre los factores anatómicos que se han
abdominal y la resistencia de sus bordes. La señalado en la etiología de la hernia direc-
hernia indirecta se inicia con un pequeño sa- ta destaca, en primer lugar, la alteración en
co peritoneal en el anillo inguinal profundo o la resistencia de la fascia transversalis, que
abdominal y para su crecimiento o desarro- puede ser debida, a su vez, a múltiples fac-
llo, debe producirse una relajación de la fas- tores biológicos y ambientales que veremos
cia transversalis por debajo, y de la arcada del más adelante y a aquellas circunstancias
transverso por arriba. que aumentan el tamaño de la superficie
La evolución natural de la hernia indirecta «débil»; es decir, de la pared posterior del
puede ser muy variable dependiendo de múl- conducto inguinal o triángulo de Hesselbach,
tiples factores. Puede desarrollarse como una como son: la inserción del tendón conjun-
simple tumoración ocasional que provoca es- to limitada a una pequeña área adyacente
casas molestias durante años o presentarse al tendón del recto anterior, en lugar de ex-
de forma brusca con un episodio de incar- tenderse 2-3 cm por encima de la rama del
ceración o estrangulación. Entre ambos ex- pubis; y el número y desarrollo variable de
tremos pueden darse todas las posibilidades. ligamentos y aponeurosis de refuerzo de la
En general, aparecerán, o no, episodios pared posterior; así como la amplitud y re-
de incarceración o estrangulación depen- sistencia de sus inserciones.
diendo de: el volumen de las vísceras her- La hernia directa puede progresar, como
niadas, el tamaño y resistencia de los bordes un divertículo peritoneal que va distendien-
del orificio interno o abdominal y del tiem- do un pequeño orificio de bordes bien de-
po de evolución. Es decir, si la aparición es terminados en la fascia transversalis, como
de forma rápida en pacientes con tejidos re- una distensión más o menos difusa de la pa-
sistentes, en teoría, es más factible la incar- red posterior e, incluso, mostrar ausencia o
ceración-estrangulación en el anillo profundo atrofia de esta fascia transversalis limitada a
ante la aparición brusca de un contenido her- una tenue capa de tejido conectivo.
niario voluminoso. Mientras que, en pacien- En su historia natural puede darse un am-
tes ancianos con hernias muy evolucionadas, plio abanico de posibilidades al igual que en
ha ido cediendo la fascia transversalis con el la hernia indirecta, salvo, por la disposición
tiempo y la amplitud del anillo abdominal anatómica del orificio herniario, que en las
con hernia voluminosa involucra a diversas directas está en la pared posterior del con-
porciones o a la totalidad de la pared poste- ducto a «través», o por distensión, de la fas-
rior del conducto inguinal; en estos casos ex- cia transversalis, y, por el saco, que se sitúa
tremos, ambos orificios, el profundo o adherido a la porción profunda del músculo
abdominal y el superficial, se superponen y, cremáster, rechazando este músculo desde
entonces, la estrangulación puede darse en- dentro, o debajo, para buscar el anillo su-
tre la arcada del músculo transverso y el pu- perficial. Los bordes progresivamente exten-
bis con algunos restos de fascia transversalis sibles del anillo herniario, y la función más
o en el anillo superficial formado por la apo- o menos protectora o suspensoria del mús-
neurosis del músculo oblicuo mayor. culo cremáster y del cordón, hacen más im-
La hernia directa se inicia como una pro- probables los episodios de incarceración -
tuberancia o abultamiento en la fascia trans- estrangulación que en los otros tipos de her-
versalis de la pared posterior del conducto nias de la ingle.
inguinal o triángulo de Hesselbach, deno- La hernia crural es la que aparece a tra-
129
vés de este conducto protegido, a su vez, por otros autores: «El colágeno contenido en la
tejidos que dependen anatómicamente de las aponeurosis del transverso del paciente con
capas profundas formadas por la fascia trans- hernia directa está cuantitativa y cualitativa-
versalis y el músculo transverso. mente enfermo. Los análisis bioquímicos su-
Las estructuras óseas y la situación vas- gieren un defecto en la hidroxilación de la
cular presentan pocas alteraciones, siendo la molécula del colágeno. El extracto seco del
variable anatómica la que puede influir en la colágeno, en sal neutra o buffer citrato, per-
aparición de la hernia en el escaso desarrollo manece inalterado, indicando que los cruces
en la amplitud de inserción del ligamento in- de conexión intra o intermoleculares no es-
guinal en el pubis, donde tapiza y protege la tán alterados, como se ha visto en el latiris-
zona superointerna del inicio del conducto. mo experimental o síndrome de Marfan».
En su historia o evolución natural, caben En el colágeno de la aponeurosis del mús-
también un amplio abanico de posibilidades. culo recto anterior del abdomen, se estudió
El saco herniario progresa a través del con- la concentración del aminoácido hidroxipo-
ducto crural atravesando o distendiendo sus lina que, unido a otros aminoácidos forma
estructuras de protección, y puede también las proteínas del colágeno, observando una
evolucionar durante años como una peque- disminución importante en las cifras de este
ña tumoración, muchas veces desconocida componente en pacientes con hernias ingui-
por el paciente; y/o más frecuentemente, nales; una vez comparados con sujetos con-
presentarse como un episodio agudo de in- trol, además, existía menor y más lenta
carceración y estrangulación característico proliferación de fibroblastos y microfibrillas
de estas hernias debido a la rigidez o inex- irregulares en los estudios ultraestructurales.
tensibilidad, de las estructuras que compo- Estas alteraciones en la ultraestructura del
nen este conducto. colágeno también se observaron en el enfi-
sema, deficiencia de alfa-1 antitripsina, en la
osteogénesis imperfecta, en la hiperextensi-
bilidad hereditaria en los gatos, el escorbuto,
Factores Biológicos las venas varicosas, y la toxicidad experimental
con nicotina.
El colágeno La deducción que se extrajo es que los
El aumento de presión abdominal bien procesos bioquímicos, metabólicos o tóxi-
tolerado en personas sanas puede provocar cos, pueden actuar en los fibroblastos para
la aparición de hernia inguinal en personas producir un colágeno patológico que no tie-
que presentan una alteración adquirida del ne una resistencia adecuada.
colágeno de la fascia transversalis. Read y White, comentaron que serían ne-
Este pensamiento provocó el interés en cesarios trabajos adicionales para determinar
el estudio de alteraciones bioquímicas y es- si la causa del fallo del tejido conectivo es una
tructurales en el colágeno, del cual, están for- producción deprimida, una degradación au-
madas las fascias y aponeurosis de la ingle. mentada o una combinación de ambas.
Se observó que al igual que otros tejidos del
organismo, el colágeno se halla en un equi-
librio dinámico de constante síntesis y de- Desnutrición y toxinas
gradación paralelas. Las primeras observaciones se realizaron
Como comentaban Read y White en 1978 en marineros que padecían escorbuto con
refiriéndose a trabajos propios anteriores y de encías sangrantes, dolores óseos y debilidad
130
generalizada, en los que era frecuente la apa- y Read en 1981, que presentaron el enfise-
rición de hernias y la apertura y retraso en la ma pulmonar por metástasis como causa de
cicatrización de heridas. Posteriormente, se hernia adquirida); los pacientes que fuma-
describió el efecto específico de la vitamina ban tenían mayor actividad elastolítica en
C favoreciendo y estimulando la maduración suero circulante que los controles. Quizá pos-
del colágeno. teriores esfuerzos previniendo fumar podrá
Conner y Peacock en 1973, estudiaron ex- permitir una reducción en las listas genera-
perimentalmente el latirismo, enfermedad que les de espera».
se puede producir por la ingestión de semi-
llas de guisantes que contienen ß-aminopro-
pionitrilo, el cual es un agente que impide la Yatrogenia
maduración del colágeno y que provoca her- En 1976, Tobin, Clark y Peacock, aboga-
nias a algunas ratas en crecimiento, mientras ron por un fallo del mecanismo muscular de
que no afecta a las ratas adultas; y concluían cierre inguinal en la hernia indirecta indi-
su estudio en cuatro puntos: «1. Las hernias cando que: «Porciones especializadas del mús-
inguinales en ratas pueden ser infrecuente- culo transverso abdominal actúan en el orificio
mente producidas solo por inducción de lati- interno y producen un mecanismo de cierre
rismo, o por incisión de la pared medial del durante la actividad muscular abdominal vo-
anillo interno. 2. El agrandamiento del anillo luntaria. Las contracciones musculares ab-
externo o la producción de un patente saco dominales pueden tener una influencia protectora
peritoneal unido al escroto, no produciría una en contra del desarrollo de la hernia inguinal
hernia inguinal en ratas. 3. El método más fia- indirecta. Resulta, por lo tanto, que la lesión
ble para la producción de una hernia ingui- o inactivación de este mecanismo puede ser
nal en ratas es por agrandamiento del anillo un factor etiológico en el desarrollo de la her-
interno cuando simultáneamente se produce nia inguinal indirecta. Una causa de altera-
un latirismo por inyección de ß-aminopro- ción de este mecanismo es por denervación
pionitrilo (BAPN). 4. Bajo las condiciones de y parálisis muscular regional ocurrido duran-
estos experimentos, la producción de hernias te una intervención quirúrgica. Denervación
indirectas y directas en ratas requiere con ma- quirúrgica (apendicectomía) parece ser la cau-
yor frecuencia la combinación de un defecto sa de hernia inguinal indirecta en uno de los
anatómico y un defecto metabólico del colá- autores». Otros autores comunicaron cierta
geno unidos simultáneamente». relación con las apendicectomías y con ope-
raciones vasculares sobre la región inguinal.
Así mismo, se ha asociado a la diálisis
El tabaco peritoneal ambulatoria, comunicándose ci-
Entre otras consideraciones, estos estu- fras del 1 al 30%, siendo la mayor parte her-
dios indicaron que podía existir una relación nias inguinales y umbilicales, y raras, en el
con el hábito de fumar. Así, en un editorial lugar de implantación del catéter, diafrag-
de la revista Lancet, en 1985, se realizó una máticas, epigástricas y de Spieghel. En estos
puesta al día de los conocimientos sobre la casos de insuficiencia renal, así como en los
enfermedad y se revisaron algunas aporta- de cirrosis avanzada con ascitis, además de
ciones sobre su orígen puntualizando como la presión intraabdominal favorecedora de la
sigue: «recientemente un defecto en el teji- aparición de hernias, existen alteraciones nu-
do conectivo ha sido demostrado y ha sido tricionales y metabólicas que conllevan una
relacionado con el fumar (se cita a Cannon síntesis defectuosa del colágeno y que impi-
131
den una cicatrización adecuada, implican- de 421 pacientes señalando que: «Los pa-
do grandes riesgos en la evolución de los de- cientes han sido clasificados en tres grupos
fectos herniarios y en el postoperatorio de las de acuerdo con el ejercicio físico inherente
correcciones quirúrgicas. a su trabajo físico pesado, físico ligero y no
físico. Ejemplos de ocupaciones pesadas son
los braceros y jornaleros en general y los obre-
ros de la construcción; las ocupaciones lige-
Factores Ambientales ras incluyen a carpinteros, panaderos,
dependientes, limpieza; el grupo sin ejercicio
Clásicamente se ha considerado que el físico comprende a los pacientes con una
aumento de presión endoabdominal sería la ocupación manual, pero sin demandar acti-
causa desencadenante de la protrusión y apa- vidad física (capataces, trabajadores de fac-
rición de un saco peritoneal. toría con trabajo ligero, sedentario, etc). De
Davis, en 1959, indicaba: «La elevación acuerdo con esta clasificación, 119 pacien-
de un objeto pesado es una causa bien co- tes tenían trabajo físico pesado, 120 ligero y
nocida de hernia en la pared abdominal an- 182 insignificante». La ocupación laboral in-
terior y prolapso de vísceras pélvicas y la dicada en el estudio es la del paciente en el
causa inmediata parece ser una elevación de momento de la intervención (muchos de ellos
presión intraabdominal»; el autor estudió me- jubilados), sin tener en cuenta otras ocupa-
diante sonda esofágica y rectal, las presiones ciones previas.
en el tórax y el abdomen al elevar objetos pe- En este mismo sentido, en el apartado de
sados, observando que al «agarrar» el obje- cartas al editor de la revista JAMA (28, 1982),
to del suelo, estando agachado el sujeto, se se pregunta si: «un paciente con hernia in-
produce un aumento inicial de las presiones guinal es incapaz de elevar objetos pesados
y, después, un aumento progresivo (con os- ¿deben tomarse restricciones en este senti-
cilaciones por la respiración) que depende do? ¿qué referencias son válidas para sus-
de: la velocidad de elevación, la posición del tentar esta posición?»
tronco y magnitud del peso elevado; se dis- La respuesta indica: «La búsqueda de la
cute su relación con hernias de la pared ab- literatura médica realizada por el Occupa-
dominal anterior, prolapso visceral pélvico y tional Medical Practice Commitee no ha en-
hernia diafragmática, sin hacer mención ex- contrado datos en contra (de elevar objetos
presa de las hernias inguinales. pesados). El comité piensa que la decisión
Ciertamente, adoptar la postura erguida de tomar medidas restrictivas debe ser hecha
en la marcha supone el traslado del peso vis- de forma individual después de tomar en con-
ceral desde la zona centroabdominal bien sideración la historia médica y los hallazgos
protegida, hacia las ingles más inferiores y del exámen físico».
débiles. Además, llegados a la etapa adulta En resumen, en las décadas pasadas re-
se elevan objetos pesados con cierta frecuencia cientes, se aceptan dos teorías en la etiolo-
(algunas personas todos los días), lo cual im- gía de la hernia inguinal: la teoría congénita
plica un aumento de la presión intraabdo- por persistencia del conducto peritoneo va-
minal, y, consecuentemente, aumento de las ginal que ocasiona aparición de hernia indi-
fuerzas de tensión sobre las estructuras ana- recta y quistes serosos en niños de ambos
tómicas inguinales de contención visceral. sexos, recién nacidos o de corta edad; y la
Ljundahl había tenido en cuenta este pun- teoría adquirida para el resto de casos.
to en 1973, al revisar la ocupación laboral Faltaba por determinar con exactitud, en
132
la población general de pacientes con her- De estos factores, se obtuvo un resultado
nia inguinal, y no solo en casos o grupos de final resumido en una gradación numérica del
pacientes determinados o anecdóticos, los (1) (ausencia o mínimo «esfuerzo») al (10) (má-
factores causales implicados directa y am- ximo «esfuerzo»). Se comparó el grupo de po-
pliamente en la producción de la hernia, y blación de casos y controles respecto al nivel
ver cómo actúan, para provocar los distintos medio (5) de «esfuerzo». Los que se hallaban
tipos de hernias inguinocrurales. por encima de este nivel presentaban un ries-
En la década actual, existen trabajos que go relativo estadísticamente significativo casi
parecen indicar que la aparición de hernia tres veces superior a lo normal de presentar
inguinal en la población tiene relación di- hernias inguinocrurales.
recta con el esfuerzo físico realizado elevando Al estudiar el riesgo de presentar estas
frecuentemente objetos pesados en la ocu- hernias a medida que se incrementa la in-
pación laboral habitual. tensidad de la variable «esfuerzo», se apre-
Así, se han realizado estudios de casos y cia que este aumenta de forma uniforme y
controles en la población general tomando en estadísticamente significativa, hasta alcanzar
consideración todos los factores ambientales, valores extremos en las situaciones de mayor
tanto los que aumentan la presión abdominal intensidad del factor «esfuerzo» estudiado.
como otros factores que pudieran estar rela- La aparición de los diferentes tipos de
cionados, como el consumo de tabaco, alco- hernias en la ingle dependería de diferencias
hol, café, constipación, tos crónica y otras constitucionales locales, que condicionarían
enfermedades pulmonares, etc, siendo la va- una diferente distribución de las fuerzas ten-
riable que considera la frecuencia de los es- sionales en las estructuras anatómicas ingui-
fuerzos físicos realizados durante la vida nales. Así, puede darse un aumento de tensión
elevando objetos pesados, en las diversas ocu- sobre la fascia transversalis, que puede su-
paciones laborales desarrolladas por los su- perar su resistencia y provocar un desgarro
jetos, el único factor que ha mostrado una o, más frecuentemente, una distensión pro-
relación estadísticamente significativa en el gresiva, en las zonas donde cada individuo
orígen de las hernias inguinales. presenta menor resistencia, como en la zo-
Para llegar a esta conclusión, se estudia- na del anillo interno o en diferentes puntos
ron grupos de sujetos equiparables y repre- de la zona de la pared posterior del conduc-
sentativos de la población, la mitad de ellos to inguinal, determinando la aparición de
operados de hernias inguinocrurales y la otra cualquier tipo de hernia: indirecta, doble o
mitad sin haber presentado hernias hasta el mixta, directa, crural.
momento de ser realizado el estudio. Así, en una población de pacientes con
Se cuantificaron los esfuerzos físicos de- hernia inguinocrural y peso corporal similar,
sarrollados por cada uno de los sujetos con- se apreció que las hernias indirectas tienen
siderando: el tipo de objetos manejados en tendencia estadísticamente significativa a
su ocupación laboral, el peso medio y má- presentarse en los sujetos más altos; las do-
ximo de los mismos, y con qué frecuencia bles y directas en los de estatura media y las
horaria, diaria, semanal y/o mensual se rea- crurales (con mayor incidencia en mujeres)
lizaban estos «esfuerzos»; así como los años en los sujetos de menor estatura.
desarrollando las distintas actividades, junto Concluyendo con un resumen de los co-
a otros factores como deportes, partos, etc, nocimientos que poseemos sobre el origen
que pudieran tener relación con esfuerzos de las hernias de la ingle, vemos que existen
y/o aumentos de la presión intraabdominal. unos factores causales que pueden explicar
133
todas las formas de presentación de la en- rupción de las capas de la pared abdominal
fermedad y que, fundamentalmente, son los en la ingle, donde solo queda la fascia trans-
mismos de los que se viene sospechando des- versalis como elemento de protección y, ade-
de hace décadas. más, desempeña cierto papel el factor evolutivo,
Las hernias inguinales en lactantes y ni- al adoptar la bipedestación y trasladar el pe-
ños son siempre hernias indirectas congéni- so visceral hacia las ingles.
tas por persistencia del conducto peritoneo Si a estos factores asociamos los aumen-
vaginal, muchas veces asociadas a otras al- tos de presión abdominal al elevar objetos
teraciones genitales y consecuencia, como pesados de forma cotidiana, el riesgo de pre-
comentaba Ogilvie, de la evolución caracte- sentar hernias en la ingle aumenta con la in-
rística de los mamíferos «con su inexplicable tensidad y frecuencia de los esfuerzos realizados
necesidad de presentar sus genitales fuera de y con el tiempo de exposición a este factor.
su propio habitáculo en el aire, originando Por último, el lugar de la ingle donde apa-
una alteración de las tres capas de la pared recerá la hernia depende de la constitución ana-
abdominal que han servido bien a los repti- tómica de cada individuo; esta determina la
les durante 200 millones de años». distribución de las tensiones en la pelvis y la
En la etapa adulta sigue actuando este zona de la fascia transversalis donde con ma-
factor genético de los mamíferos, con la dis- yores probabilidades se producirá la hernia.

134
«A río revuelto, ganancia de pescadores»
Refranero español

Capítulo 5

Clasificación

Fernando Carbonell Tatay

Conceptos generales de persistir denominándose conducto de


en la hernia inguinal y crural Nuck; este conducto desaparece entre el sép-
timo u octavo mes de vida intrauterina, pero
Desde siempre, conocemos la existencia en ocasiones persiste y permanece abierto
de hernias inguinales en los lactantes y ni- extendiéndose hasta los labios mayores en la
ños; por eso se hablaba de hernias congéni- mujer, que serían los homólogos del escroto
tas y hernias adquiridas si aparecían en el en el hombre. Todas las demás estructuras
adulto, aunque estas últimas, como hemos involucionan a excepción del ligamento redon-
visto en el capítulo de etiopatogenia, pueden do que ingresa en el conducto inguinal en la
estar relacionadas, si son indirectas, con las mujer, siendo en el varón el conducto defe-
anteriores, así pues, esta es la primera divi- rente, si se compara el proceso.
sión que debemos tener presente. En los niños, el gubernaculum crece y pa-
sa a través del anillo inguinal profundo agran-
dando el conducto inguinal y se forma un
Hernia inguinal congénita divertículo de peritoneo. El proceso vaginal,
Para conocerla bien es necesario profun- que sigue al gubernaculum y a los testículos
dizar un poco en el conocimiento de la em- por el conducto a partir del séptimo mes de
briología. Está vinculada con el descenso de vida intrauterina llega a su destino final, el
los testículos y la formación del proceso va- escroto. Este divertículo peritoneal en el 90%
ginal; a partir del tercer mes de vida intrau- de los casos involuciona y se cierra, dejan-
terina descienden desde el retroperitoneo, do un remanente pegado a los testículos que
siguiendo el curso marcado por el guberna- es la túnica vaginal.
culum testis en el varón. En las niñas, el me- Las diversas situaciones de un deficiente
sonefros involuciona, por lo que hay poco cierre de estos divertículos peritoneales en el
desarrollo del gubernaculum y también po- hombre y en la mujer tendrán, como conse-
co estímulo para la entrada del conducto va- cuencia inmediata, o con el tiempo, la apa-
ginal en la ingle; el canal inguinal es estrecho rición de una hernia inguinal indirecta.
y un pequeño divertículo de peritoneo pue- En muchachos jóvenes hablamos de
135
hernias indirectas con persitencia del con- Hernia incarcerada
ducto peritoneovaginal y en las jovencitas Es aquella que no podemos reducir, pe-
nos referimos a persistencias del conduc- ro al paciente no le produce un cuadro de
to de Nuck. dolor agudo, al no existir compromiso vas-
cular de ninguna de las estructuras del saco.
El anillo es lo suficientemente ancho como
Hernias adquiridas para que no produzca isquemia alguna. No
Concepto poco utilizado en el vocabulario es una urgencia quirúrgica. En ocasiones, ca-
habitual de los cirujanos y que engloba al resto da vez menos, por el progreso en todos los
de las hernias de la región inguinocrural en los órdenes, en nuestro país, se hacen volumi-
adultos y, sobre todo, a las hernias directas del nosas y decimos que el contenido del saco
anciano. Su mecanismo de producción se ha co- ha perdido el derecho al domicilio en la ca-
mentado en el capítulo de la etiopatogenia. vidad abdominal.

Hernia estrangulada
Clasificación según la forma Suele aparecer bruscamente en la región
de presentación clínica inguinocrural, tras un pequeño o gran es-
fuerzo que provoca una hiperpresión abdo-
Hernia primaria minal y la salida a través del orificio del saco
La que presenta el paciente por primera herniario y su contenido: las asas intestina-
vez, como primera manifestación. les, el epiplón, etc., no se pueden retornar a
la cavidad tras la rápida salida; muchas ve-
ces, la dilatación de esas asas por aire y la
Hernia recidivada o reproducida contracción muscular por el dolor impiden
Aquella que ya ha sido intervenida y que la reducción, produciéndose una falta de rie-
se ha vuelto a producir. Referiremos el nú- go y de retorno sanguíneo con todas las con-
mero de recidivas, si las herniorrafias fueran secuencias, como la necrosis, si se prolonga
más de una sobre el mismo lado. la situación en el tiempo. Se trata de una ur-
Estas dos formas de presentación pueden gencia quirúrgica inmediata sin dilatar la es-
tener además variaciones y combinaciones com- pera, ya que tendríamos que resecar el tramo
plementándose con otros conceptos de clasifi- intestinal afectado, aumentando la morbili-
cación. De esta forma, podemos encontrar una dad a la reconstrucción herniaria.
hernia reproducida y estrangulada o una her-
nia primaria incarcerada, deslizada, etc.

Clasificación según
Hernia reductible el contenido del saco
Se define así a toda aquella que se pue-
de reintroducir con facilidad en la cavidad Evidentemente solo podremos definir es-
abdominal; es libre y puede protruir y salir ta situación tras la apertura del saco; hoy en
sin dificultad a través de orificio herniario, día que parecen implantarse las técnicas de
reintroduciéndose hacia dentro con mínima reparación protésica en la hernia y en las que
ayuda de nuestra mano y, a veces, con el sim- casi nunca se abre el saco, puede que estas
ple decúbito supino. definiciones parezcan antiguas, pero creemos
136
que es necesario su conocimiento. La resec- cuando se presenta así en la hernia crural,
ción del saco, que durante muchos años era sobre todo, en una mujer obesa. La estran-
pilar fundamental en la reparación se conver- gulación se produce sin provocar una obs-
tía en un auténtico problema con mayor difi- trucción y la exploración, al principio del
cultad y morbilidad en las hernias deslizadas. cuadro puede resultar anodina.
Cualquier segmento del intestino delga-
do o grueso puede aparecer comprometido
Hernia deslizada en una hernia de Richter (August Gottlieb
Es aquella, por lo general de mayor ta- Richter, 1714-1812, cirujano alemán que la
maño, en la que el saco está unido de tal ma- describió en 1785), y el orificio herniario pue-
nera a la víscera herniada (casi siempre intestino de estar ubicado en cualquier parte del ab-
grueso y en menos ocasiones vejiga, ovarios, domen, aunque lo más frecuente es que
trompas, etc.) que hace imposible la resec- aparezca en el crural.
ción y ligadura del mismo con facilidad; el Para que se trate de una hernia de este ti-
despegamiento de su contenido es difícil co- po, solo una parte del borde antimesentéri-
mo hemos comentado y se han escrito capí- co del intestino debe estar pinzado por el
tulos aparte para su tratamiento específico; saco herniario y el anillo de estrangulación,
las complicaciones, que incluían fístulas in- sin llegar a comprometer o a estrangular la
testinales y las reproducciones eran mucho porción completa de la circunferencia del tu-
más frecuentes. En la actualidad, los diag- bo intestinal. Así pues, la porción mesenté-
nósticos más precoces y el empleo de mallas rica del intestino herniado, lugar de mayor
han minimizado el problema; el consejo an- aporte vascular, no participa del contenido
te la apertura de un saco deslizado es cerrar del saco.
de nuevo, reintroducir, si se puede, y colo- Muchas veces, el cese del espasmo mus-
car una prótesis por encima de ese peritoneo cular, las maniobras de reducción o de taxis
cerrado que impida su salida. y la relajación anestésica en el caso de la in-
Ya hemos dicho que el diagnóstico de es- tervención, pueden ocultar esta situación de
te tipo de hernias es intraoperatorio, pero po- pinzamiento y posible necrosis parcial, cir-
demos sospechar de su presencia cuando se cunstancia que debemos tener en cuenta a la
trata de enfermos mayores con hernias in- hora de la valoración clínica del enfermo.
guinales grandes y antiguas que llegan al es- Cuadros de peritonitis postoperatorias por per-
croto, sin síntomas y no operadas por problemas foraciones parciales tardías intestinales he-
de obesidad, bronconeumopatías o cardio- mos visto tras herniorrafias estranguladas en
patías acompañantes, etc. las que pasó desapercibida esta posibilidad.

Hernia de Richter Hernia de Littre


Tanto este tipo de hernias como las de Es de muy rara aparición y se trata de la
Littre, vienen referidas en todos los tratados presencia única de un divertículo de Meckel
sobre la materia y consideramos necesaria en el saco herniario. Hemos comentado su es-
su descripción; ninguna definición nueva ha caso interés en la actualidad y hay que sumar
suplantado al nombre de quien las describió, la mínima incidencia de este tipo de divertí-
sobre todo, la de Richter que sí puede tener culo a la probabilidad de que se hernie.
una aplicación clínica y puede enmascarar En 1700, el cirujano francés Alexis Littre
Enterocele parcial
cuadros de dolor abdominal y suboclusión (1658-1726), anterior a Richter, describe tras Hernia de Richter.
137
unas auptosias, un divertículo ileal produci- de la fascia trasversalis, siendo independiente
do por la tracción y pinzado en el saco, in- del anillo inguinal profundo y sin formar par-
terpretándose como un enterocele parcial; te de la envoltura cremastérica del cordón.
entonces se desconocía la existencia del di- Esta clasificación, para las hernias ingui-
vertículo de Meckel (Joann Meckel lo des- nales oblicua externa e interna, ha tenido vi-
cribió como una entidad diferente en 1809); gencia hasta la primera mitad del siglo XX,
desde entonces se conoce como hernia de en que, tras un mayor conocimiento quirúr-
Littre esta situación. gico y empleando los mismos conceptos de
presentación anatómica en las inguinales, sir-
vieron para denominar de otra forma más
sencilla y clara a estas hernias:
Clasificaciones basadas 1. hernia indirecta (por oblicua externa).
en conceptos anatómicos 2. hernia directa (por oblicua interna)
3. hernia inguinoescrotal (si el saco llegaba
Desde el principio del siglo XIX, cuando exis- al escroto)
tían mas conocimientos anatómicos, las hernias 4. hernia mixta, «en pantalón», cuando tras
de la región inguinocrural se clasificaron en: la intervención, identificamos componentes
directos e indirectos.
Cuando se tenía que referir al tamaño de
Hernia inguinal oblicua externa las hernias se hacía como grandes, medianas
Cuando el saco salía a través del orificio o pequeñas.
inguinal interno introduciéndose en el con- La clasificación es sencilla y utilizada en
ducto inguinal y estaba rodeado por el mús- la actualidad aún por gran número de ciru-
culo cremáster, podía llegar al escroto. janos que no se dedican exclusivamente a
operar hernias, y ha permitido conocer da-
Hernia inguinal oblicua interna tos importantes, como el mayor aumento de
La diferencia con la anterior es la salida del recidivas en las de tipo directo o en las in-
defecto herniario a través de la pared posterior, guinoescrotales por sus especiales caracte-

Hernia indirecta a traves


rísticas, etc. La superespecialización de la
1
del orificio inguinal interno 2 cirugía general y, sobre todo, el nacimiento
Hernias directas que propulsan
en la pared posterior de centros específicos de hernia en los Esta-
(fascia trasversalis) dos Unidos, de cirujanos que se denominan
1.fascia trasversalis
2.Músculos oblicuo menor «herniólogos» dedicados sólo a operar esta
y transversos
3.Vasos epigástricos patología, junto con otros intereses, como las
4.Hernia indirecta asociaciones científicas monográficas, los re-
5.Cordon espermático
6.Ligamento inguinal gistros de hernia que funcionan ya en algu-
7.Hernia directa 3
8.Pubis
nos países europeos, etc. están empujando
4 para poder tener y utilizar una clasificación
universal que permita aunar conceptos, rea-
lizar estudios prospectivos con grupos ho-
mogéneos, etc.

5
6
7 8
138
Hernia crural 1 2 3 Hernias crurales
1.Fascia lata seccionada borde
Es independiente de las anteriores, con craneal rechazado hacia arriba.
2.Ligamento inguinal.
diferente tratamiento y con la salida del sa-
3.Hernia de Hesselbach
co a través del orificio o anillo crural. Prevascular.
4.Arteria y vena Femoral.
5.Hernia a traves del ligamento
de Gimbernat, también llamada
Clasificación específica de Laugier o de Velpeau.
6.Hernia crural típica.
de la hernia crural. Conceptos 7.Hernia obturatriz.
8.Hernia Femoral externa.
anatómicos clásicos 9.Fascia iliopectínea.

En la hernia crural, se vienen describien-


do clásicamente después de las observaciones
de anatomistas y cirujanos de finales del siglo 4

XVIII y XIX, unas raras hernias que solo difie- 5


ren de la forma común por la anomalía de su
trayecto y de su orificio de salida. Es curioso
que las nuevas clasificaciones para el estudio 6
9
de la hernia de la región inguinocrural pasen
8
por alto estas, y solo sea Bendavid el que las
cite en su clasificación. Bien es verdad, que 7

son extremadamente raras y muy difíciles de hernia obturatriz.


valorar, si no existe una verdadera y comple- b. Hernia bisacular o mulitlocular o de
ta disección de la región. Son las siguientes: Astley Cooper (1804), en la que el saco prin-
cipal acompaña al conducto crural, pero sus
Anomalías del orificio de salida
lóbulos o divertículos subsidiarios van hacia
a. Hernia crural prevascular o de Hessel-
el foramen obturador, fascia cribiformis y pre-
bach (1806). La hernia penetra por fuera de los
peritoneo.
vasos femorales por la parte externa del anillo.
b. Hernia retrovascular de Serafini (1917).
Se describió tras una auptosia y es lo opues-
Clasificaciones para la hernia
to a la prevascular, donde el saco desciende
inguinal con nombres propios
por detrás de los vasos femorales y por den-
tro de la vaina de la vena femoral. Una modificación:
c. Hernias a través del ligamento de Gim- Clasificación de Corbellini
bernat, también llamadas de Laugier (1833) En 1906 el cirujano argentino Corbellini
o de Velpeau (1839). Sale por un orificio la- ideó una clasificación anatómica para las her-
brado sobre el ligamento de Gimbernat o li- nias inguinales que se publicó en 1907 en la
gamento lacunar. Revue de Chirurgie. Para este autor, las her-
nias oblicuas externas de los clásicos debe-
Anomalías del trayecto rían llamarse intrainguinales, porque están
a. Hernia pectínea o de Cloquet (1817). alojadas en el mismo cuerpo del cordón y su
Se produce por una anomalía de la insercción trayecto discurre en el interior del canal in-
del músculo pectíneo; entra primero por el guinal. A las oblicuas internas las llamó re-
conducto crural, pero cambia su trayecto; troinguinales, porque el peritoneo del saco
perfora la aponeurosis pectínea y se aloja en- empuja delante de sí a la fascia trasversalis,
tre esta y el músculo pectíneo simulando una pared posterior del canal inguinal, sin sepa-
139
rar sus paredes, sino comprimiéndolas una Clasificación de Casten
contra la otra. Fue seguida durante tiempo Este autor publica en 1967 en el Ameri-
por los cirujanos argentinos que la conside- can Journal Surgery una clasificación que se
raban, propagada por Ricardo Finochietto, basa en conceptos de anatomía funcional,
autor de un tratado sobre hernia y anestesia valorando las tres estructuras que considera
local, excelente, pues consideraban que es- importantes, tanto en la génesis como en la
tablecía algo más importante que la direc- posterior reparación de las hernias: la fascia
ción geométrica (oblicua externa o interna) transversalis, la aponeurosis del músculo trans-
de la hernia: la relación recíproca entre el verso y el ligamento inguinal. En nuestro país
contenido (saco herniario) y continente (ca- esta clasificación ha tenido muy poca pre-
nal inguinal). Esta nomenclatura la encon- sencia y en los Servicios de Cirugía que co-
tramos en los libros argentinos de la época y nocemos no ha sido utilizada; de la misma
siguen llamándolas así en la 1ª edición del manera que no se encuentran trabajos con
clásico Hernia de Nyhus de 1967. No ha go- series y resultados que la apliquen.
zado de predilección en los cirujanos euro- Casten definió tres estadios o etapas en
peos actuales. las hernias inguinales:
En los últimos 40 años han ido apare- Estadio I: Hernia indirecta con anillo in-
ciendo diversas clasificaciones para las her- guinal interno intacto. Como sucede en lac-
nias, de las que vamos a destacar, a nuestro tantes y niños y que trataba simplemente con
juicio, las más importantes, todas ellas basa- la ligadura alta del saco sin ningún otro gesto.
das en conceptos de anatomía funcional y Estadio II: Hernia indirecta con anillo in-
dinámica. La importancia de tener una cla- terno aumentado de tamaño, distorsionado.
sificación universal bien conocida y acepta- Estadio III: Hernias directas y femorales.
da por todos los cirujanos, es un hecho Las operaba utilizando una reparación al
innegable. Permitirá comparar y analizar re- ligamento de Cooper.
sultados, sobre todo de recidivas, que de-
penden de muchos factores. Es curioso que
se basan fundamentalmente en las hernias Clasificación de Mc Vay
inguinales y continúan simplificando la her- Chester Mc Vay (1911-1987) fue uno de
nia crural, excepto la clasificación de Ben- los más grandes cirujanos de hernia en los
david, que la contempla de un modo más Estados Unidos. Su reparación al ligamento
amplio reflejando las antiguas clasificacio- de Cooper bajó el índice de recidivas hasta
nes que tras las disecciones anatómicas des- un 2-3%, siendo referencia indiscutible. En
cribieron en el siglo XVIII y XIX diversos capítulo aparte se ha descrito una pequeña
autores europeos; diferenciando las hernias biografía de este importante cirujano en el
prevasculares y las relaciones del saco cru- tema que nos ocupa.
ral con la arteria y vena femoral, etc. Proba- Junto con su compañero Halverson en
blemente no está suficientemente clara esta 1970 en la revista Archives of Surgery descri-
situación por la rareza y dificultad de reco- ben la siguiente clasificación por estadios, que
nocimiento de muchos cirujanos de este ti- fundamentan en conceptos también anato-
po de presentaciones. Todos estos intentos micos, patológicos y de posible reparación:
de agruparlas vamos a describirlos por orden 1. Hernia indirecta pequeña (la repara-
cronológico de aparición en la literatura cien- ban con una ligadura alta del saco y recons-
tífica. Todas pretenden ser las mejores y ca- trucción del anillo interno).
si todas ellas se parecen, y son las siguientes: 2. Hernia inguinal indirecta mediana.
140
3. Hernias inguinales directas o indirec- Tipo III Clasificación de Gilbert

tas de gran tamaño. La hernia tiene un anillo interno de más


4. Hernias femorales o crurales de 4 cm y el saco a menudo tiene un com-
Los estadios o tipos 2, 3 y 4 los repara- ponente de deslizamiento o escrotal que pue-
ban con su técnica personal de herniorrafia de incidir sobre los vasos epigástricos.
al ligamento de Cooper. (Deberemos fijar la prótesis a los pilares o,
en su defecto, cerrar el anillo interno con 2-
3 puntos sueltos como Marcy).
Tipo I
Clasificación de Gilbert Tipo IV
Arthur Gilbert, cirujano con práctica ac- Es una hernia directa. Todo el piso del con-
tual en el Hernia Institute en Miami y del que ducto inguinal está defectuoso, formando una
se ha escrito una pequeña biografía en el ca- completa protrusión del mismo a pesar de que
pítulo sobre «personajes y hernia», describe el anillo inguinal profundo esté indemne.
y publica en 1989 en la revista American Jour- Tipo V
nal Surgery una nueva clasificación más de- También defecto directo, pero no de to-
tallada sólo para las hernias inguinales, en la do el piso, sino pequeños defectos diverti-
que tiene en cuenta criterios anatómicos y culares de no más de 1 ó 2 cm de diámetro.
funcionales que establece peroperatoriamente En esta clasificación, también sencilla, Tipo II

el cirujano (con el grado de subjetividad que no venían contempladas las hernias mix-
se pueda derivar). Este, con su dedo introdu- tas «en pantalón» (aunque podemos decir
cido a través del orificio inguinal interno tras hernia tipo II y IV, para definir este con-
la disección completa del saco en las hernias cepto). Basándose en este criterio, Rutkow
indirectas, valora el tamaño de dicho orificio y Robbins añaden dos tipos más, el tipo VI
y la contención del mismo una vez reintro- para las hernias mixtas y el VII para todas
ducido el saco con el paciente bajo aneste- las crurales.
sia local o regional, haciéndole toser en las
hernias indirectas. La valoración del piso del Tipo III

conducto inguinal, en el caso de las directas, Clasificación de Nhyus


permite reconocer un fallo total o pequeños L.M. Nyhus es un cirujano americano
defectos. Contempla V tipos: las del tipo I, II desde hace muchos años preocupado por
y III son indirectas y las IV y V, directas. el tema. Autor de un libro de referencia que
Tipo I lleva 3 ediciones y de numerosos trabajos
Se trata de una hernia con un anillo inter- junto con Condon. Impulsor de la vía pre-
no pequeño, estrecho, apretado, con capaci- peritoneal en el tratamiento quirúrgico; un
dad de contención tras la introducción del resumen de su biografía y de su técnica vie-
saco y colocación por encima de una próte- nen relatados en otros capítulos. En 1991 Tipo IV

sis de Prolene® de 6 x 11 cm plegada en for- describe una nueva clasificación sustenta-


ma de cucurucho o paraguas plegado, a través da por sus conocimientos del acceso pos-
del orificio. Así las repara como describimos terior y apoyándose en criterios anatómicos
en el capítulo de técnicas protédicas. que comprenden, tanto el calibre del orifi-
Tipo II cio inguinal interno como la consistencia
El anillo interno está moderadamente au- de la pared posterior. Repara cada tipo de
mentado de tamaño y no mide más de 4 cm una forma diferente, aplicando un criterio
y tiene aún capacidad para contener la pró- de «técnica quirúrgica individualizada». Es
tesis que las soluciona. la siguiente: Tipo V
141
Clasificación de Gilbert con Tipo I completa clasificación que fundamenta en tres
ampliación de de Rutkow y Robbins
Hernia inguinal indirecta con anillo interno datos: tipo de hernia, estadio evolutivo o eta-
normal. pa y dimensiones o tamaño de la misma. Es
Tipo 2 la TSD (Type, Staging and Dimensión):
Hernia inguinal indirecta con aumento del Describe cinco tipos de hernias que de-
tamaño del anillo interno. finen el trayecto de salida y a cada una de
Tipo 3 ellas, les añade tres etapas o estadios en su
Contempla a su vez tres posibilidades: desarrollo que marcan su extensión anató-
Tipo 3 a: hernia inguinal directa. mica. Son las siguientes:
1
Tipo 3 b: hernia inguinal mixta o «en panta- Tipo 1 o anterolateral (indirecta):
lón». Estadio 1
2 Tipo 3 c: hernias crurales Se extiende desde el anillo inguinal in-

Tipo VI - Hernia Mixta


Tipo 4 terno hasta el externo.
Todas las hernias recurrentes. Estadio 2
La hernia sobrepasa el anillo inguinal ex-
terno, pero no llega al escroto
Clasificación de Gilbert con ampliación Estadio 3
de Rutkow y Robbins El saco herniario con su contenido llega
En 1993, unos años después de la pro- al escroto.
puesta por Gilbert, los autores (también con- Tipo 2 o anteromedial (directa):
temporáneos y cirujanos de un centro específico Estadio 1
para hernias, como hemos referido en el ca- La hernia está ubicada en los límites del
pítulo de «personajes y hernia»), añaden dos canal inguinal sin sobrepasarlos.
tipos más a la ya conocida de Gilbert, deno- Estadio 2
minando: LLega al anillo inguinal externo o super-
TipoVII - Hernia Crural Tipo VI ficial, pero no al escroto.
Hernias con componentes directos e in- Estadio 3
directos (mixtas, en pantalón). Alcanza el escroto.
Hernia Mixta Tipo VII Tipo 3 o posteromedial (crural):
1. Indirecta Reúne a todas las hernias crurales. Estadio 1
2. Directa
Está ubicada en solo una parte del espa-
Hernia Crural
cio que existe entre la vena femoral y el li-
Clasificación de Bendavid gamento de Gimbernat.
También en 1993, Bendavid, cirujano ac- Estadio 2
tual del Hospital Shouldice en Toronto (Ca- Ocupa todo el espacio entre la vena fe-
nadá), centro específico en el tratamiento moral y el ligamento de Gimbernat.
quirúrgico de la hernia, destacado autor de Estadio 3
varios capítulos y publicaciones sobre el te- Se extiende desde la vena femoral al tu-
ma e impulsor junto con anteriores cirujanos bérculo púbico, prácticamente anula o dis-
de la «reparación canadiense o técnica de lacera el ligamento de Gimbernat y es grande.
Shouldice», defendida porque provoca un me- Tipo 4 o posterolateral (crural prevascular):
nor número de recidivas y baja el índice a un Estadio 1
0,5 % en este tipo de autoplastias mejorando La hernia está situada en la parte interna
los resultados que se obtenían con las técni- o medial a la vena femoral (hernia de Clo-
cas de Bassini, Mc Vay, etc. Este propone una quet y de Laugier).
142
Clasificación de Bendavid
Tipo Etapa 1 Etapa 2 Etapa 3

Anterolateral
II

Anteromedial
III

Posteromedial
IV

Posterolateral
V

Anteroposterior

143
Estadio 2 tamiento de algunas hernias; autor de nu-
Localizada a nivel de los vasos femora- merosos trabajos y cuya pequeña bibliogra-
les (hernia de Velpeau y Serafini). fía hemos descrito en el capítulo
Estadio 3 correspondiente; fundador, y con gran in-
Se ubica de forma lateral, externa a los va- fluencia, en el GREPA (Groupe de Recher-
sos femorales (hernia de Hesselbach y Patridge). che et Etude de la Paroi Abdominale “Grupo
Tipo 5 o anteroposterior (inguinocrural) de Investigación y Estu-dio de la Pared Ab-
Estadio 1 dominal”), que es una asociación con sede
Cuando hay destrucción de una parte del en Francia. Después de varias discusiones
ligamento inguinal, entre el pubis y la vena durante algunos años en los congresos de di-
femoral, producida por la salida de la hernia cha Asociación, y junto a ella, describe una
a este nivel. clasificación que publica en el libro Hernias
Estadio 2 and Surgery of the abdominal Wall, editado
Si la destrucción ha sido total de este espa- en 1998, por lo que es la última, la más re-
cio entre la espina del pubis y la vena femoral. ciente. Está fundamentada en algunos con-
Estadio 3 ceptos de la clasificación de Nyhus, pero
La destrucción del ligamento ha sido ma- hace hincapié en los factores agravantes que
yor y sobrepasa lateralmente la vena femoral. pudieran influir en los resultados tras la her-
niorrafia, tando desde el punto de vista de
los relacionados directamente con el tipo de
Clasificación de Aachen hernia: su tamaño, si además es deslizada, si
Schumpelick y Artl describen en 1995 es recidivada, etc, como los dependientes del
una clasificación parecida a la de Nyhus, pe- estado general y de la constitución física del
ro con la medición además del tamaño del enfermo que va a ser intervenido: edad, obe-
orificio herniario así: sidad, enfermedades de base cardiopulmo-
Tipo 1 nares, del colágena, etc. Otro apartado lo
Tamaño normal del anillo inguinal inter- constituiría como factor agravante las situa-
no hasta 1,5 cm. ciones especiales intraoperatorias, como las
Tipo 2 dificutades técnicas, campos con riesgo de
Hernias directas e indirectas con orificio infección o cualquier otro tipo de situación
de 1,5 a 3 cm. desfavorable para una buena evolución del
Tipo 3 paciente desde un primer momento. Desde
Orificio mayor de 3cm. este punto de vista, cada tipo de hernia con
Se añaden a los tipos o grados 1, 2 y 3, sus factores condicionantes tendría un trata-
las letras «C» para las mixtas (combined), «L» miento diferente.
para la lateral o indirecta, «M» para la me- Contempla los siguientes tipos:
dial o directa y «F» para la femoral o crural. Tipo 1
Hernia indirecta con anillo interno normal
continente y que mide menos de 2 cm. La en-
Clasificación de Stoppa (Grepa, 1996-98). contramos sobre todo en personas jóvenes.
René Stoppa, cirujano francés contem- Tipo 2
poráneo, que trabajó en el Centro Hospita- Son también indirectas. El anillo interno
lario de Amiens, creador de una excelente mide más de 2 cm. Algunas del tipo I, pero
técnica con refuerzo protésico del piso in- con factores agravantes, pueden entrar en es-
guinal, que supuso una revolución en el tra- te grupo.
144
Tipo 3 Distingue tres tipos a los que añade la R
Corresponden a este grupo todas las her- de recidiva, de este modo:
nias inguinales indirectas, las directas y las cru- Tipo R1
rales que tengan una pared posterior o piso Primera recidiva de una hernia indirecta
inguinal debilitado. También se incluyen aquí (oblicua externa), alta, reductible, de dimen-
las hernias del tipo 2 con factores agravantes. sión inferior a 2 cm en paciente no obeso.
Tipo 4 Tipo R2
Recoge todas las hernias recurrentes y, Primera recidiva inguinal de una hernia
así mismo, las del tipo 3 complicada con fac- directa, baja, menor de 2 cm en paciente no
tores agravantes. Hace además una subdivi- obeso.
sión aplicando la clasificación de Campanelli Tipo R3
para las hernias recidivadas : Recoge todas las otras hernias recidiva-
Tipo 4 R1 das más de una vez, las crurales, etc.
Recidiva por primera vez de una hernia Para el tipo R1 recomienda utilizar, en es-
inguinal pequeña de un paciente no obeso. ta segunda reparación, la técnica de Lichtens-
Tipo 4 R2 tein o de Gilbert; en la R2, las de Wantz
Recidiva por primera vez de una hernia (reforzamiento protésico gigante unilateral
directa pequeña, con localización suprapú- del saco visceral) o Trabucco, y, por último,
bica en paciente no obeso. en el resto de hernias recidivadas, las del ti-
Tipo 4 R3 po R3, aconseja utilizar una técnica de Stop-
Agrupa al resto de situaciones: hernias pa (reforzamiento total del saco visceral) o también
bilaterales recurrentes, recidivas femorales, una reparación laparoscópica preperitoneal.
hernias recidivadas y estranguladas, detruc-
ciones-eventraciones del piso inguinal, etc. Comentario personal a
Además, el GREPA recomienda el tra- las clasificaciones herniarias.
tamiento quirúrgico; la técnica a emplear
en cada tipo de hernia, en clara oposición La necesidad aparente de una clasifica-
a las teorías americanas de una sóla técni- ción única y común a las hernias de la re-
ca tapón y/o malla protésica para todas las gión inguinocrural parece evidente por múltiples
hernias. motivos.
En el último decenio, se ha valorado el
problema de la hernia como una importan-
Clasificación te parte de la cirugía, tanto por la frecuencia
para las hernias recidivadas de presentación clínica como por los resul-
tados tras el tratamiento quirúrgico de esta
Clasificación de Campanelli anomalía y, de una manera muy importante,
En 1996 G. Campanelli, cirujano italia- por sus repercusiones socioeconómicas, que
no actual que ejerce en el Instituto de Ciru- incluyen desde pérdidas de horas de trabajo
gía General de la Universidad de Milan (Italia), a intereses de importantes empresas que ven-
publica en Journal de Chirurgie (París) una den material protésico y laparoscópico; del
propuesta de clasificación y de estrategia qui- mismo modo el cambio de conceptos en su
rúrgica para las hernias recidivadas. Su pro- entendimiento (tensión en la línea de sutura,
puesta ha sido recogida por el GREPA y la tratamiento del saco, anatomía funcional y
asimila para completar su intento de clasifi- reparación, cirugía sin ingreso, etc.), han da-
cación general de las hernias. do lugar a varias de las clasificaciones que
145
hemos reunido en este capítulo, haciéndo- sociedades diferentes y, sobre todo, sistemas
nos eco de las descripciones de sus «crea- sanitarios diferentes y no superponibles. To-
dores». Todas ellas, con su nombre propio, dos estos factores están haciendo difícil la
se parecen entre sí; todas hacen referencias adopción de una clasificación universal y
a las clásicas: Tipo I, etc. por hernia indirec- aceptada por todos, y que permitiría mejo-
ta Tipo II, por directa, Tipo IIIx, por crural, rar estudios prospectivos. Ya sabemos que el
etc.; los subtipos 1a,2bc, x, y, etc. de casi to- índice de recidiva es mayor en las directas
das quieren recoger otros conceptos también que en las indirectas, pero se deben analizar
clásicos, como el tamaño, etc.; lo que antes más factores.
era pequeña, mediana, grande o inguinoes- Clasificaciones muy completas por su
crotal, y desde luego, no han supuesto nin- contenido y que contemplan casi todas las
gún adelanto en cuanto a la hernia crural, posibilidades como las de Bendavid o las de
que sigue siendo grande o pequeña. Clasifi- Stoppa se hacen complicadas para el ciruja-
caciones como la de Nyhus o la de Stoppa- no medio no especialista «solo en hernia»;
Grepa hacen referencia a la individualización más práctica y asequible parece la de Gilbert
del tratamiento quirúrgico: una técnica para completada por Rutkow-Robbins, aunque
cada tipo de hernia y otras, como la de Gil- continúa siendo muy operativa la clásica: di-
bert-Rutkow-Robbins, orientadas a una sola recta, indirecta, mixta y crural, así como el
técnica protésica que resuelve todo tipo de concepto de inguinoescrotal. La forma de
hernias. La influencia de la vieja Europa y su presentación se aplica a todas las clasifica-
peso específico, con sus intereses, en con- ciones y los conceptos de reductibilidad, in-
traposición a las nuevas tendencias de lo ci- carceración y estrangulación no han variado.
rujanos americanos y sus centros específicos El tiempo, juez supremo, tamizará concep-
para hernia. Son situaciones diferentes con tos y esperemos que quede la mejor.

146
«Los buenos o malos hechos hacen
la buena o mala fortuna.
Así lo sintieron los antiguos sabios.
En España decimos que la buena diligencia
es madre de la buena ventura»
Quevedo

Capítulo 6

Exploración clínica

Fernando Carbonell Tatay

Examen de las regiones inguinal venéreas y también como reacción a infec-


y crural ciones de piel o heridas tórpidas en el miem-
bro inferior. Si existe sospecha de hidrocele
¿Cómo diagnosticaremos una hernia? y dudas de hernia inguinoescrotal, la transi-
La hernia inguinocrural es aún hoy en día, luminación de la región con una linterna
al comienzo del siglo XXI, una patología que potente es positiva para el primero y no ve-
podemos diagnosticar simplemente con la remos traspasar la luz en la hernia, aunque
exploración clínica, con el examen directo algunas veces los dos procesos coexistan.
del paciente.
Muchos dolores inespecíficos en esa re-
gión o, incluso, algo más altos son debidos Qué situaciones nos podemos encontrar
al inicio de la aparición posterior de una her- Una hernia reductible es aquella en la
nia, por lo que es muy importante explorar que el saco o su contenido puede devolver-
bien los orificios herniarios. se a la cavidad abdominal; la hernia puede
Es el primer gesto que debe hacer un entrar y salir; sale casi siempre con la hiper-
cirujano frente a un cuadro de oclusión in- presión del abdomen. Una hernia irreducti-
testinal; muchos de ellos, en mujeres grue- ble o incarcerada es la que no podemos
sas son debidos a una «traicionera» hernia devolver al interior de la cavidad, pero no
crural desconocida y estrangulada. hay inflamación del saco o su contenido, ni
dificultad en el riego sanguíneo de la misma;
generalmente está «siempre fuera» y solo le
Diagnóstico diferencial molesta al paciente por el bulto que aparece
Una buena exploración nos permitirá di- en la región; no hay compromiso en el trán-
ferenciar otras patologías de la región como sito intestinal y su evolución es larga. Una
la presencia de ganglios linfáticos aumenta- hernia estrangulada es aquella irreductible,
dos de tamaño que pueden aparecer en afec- que suele presentarse de forma aguda y con
ciones hematológicas graves, enfermedad de dolor producido por falta de riego sanguíneo;
Hodking, metástasis, algunas enfermedades es el dolor agudo de la isquemia; se puede
147
acompañar de oclusión intestinal, si com- del anillo inguinal externo a palpar en oca-
promete un asa y crea una situación de ur- siones el interno, haciendo en ese momento
gencia quirúrgica a resolver de inmediato. La que el paciente haga fuerza con su vientre;
hernia de Richter es una hernia estrangulada notaremos sobre la punta de nuestro dedo
en la que solo está atrapado en el anillo cons- propulsar el saco y su contenido, en forma
trictor una parte de la pared de un asa intes- de una masa alargada y elíptica, si se trata
tinal; la consecuencia puede ser la gangrena de una hernia indirecta. La hernia inguinal
sin signos de obstrucción intestinal. directa casi nunca desciende al escroto, no
El contenido del saco herniario se puede propulsa a través del orificio inguinal inter-
sospechar a veces tras el examen físico; el epi- no y la sensación de choque con nuestro de-
plón da un tacto plástico y nodular; sospecha- do proviene de la pared posterior. Muchas
remos presencia de un asa intestinal al palpar veces es difícil, si no se tiene demasiada ex-
el saco o reducir su contenido, por el gas y el periencia, diferenciar entre estos dos tipos de
ruido característico peristáltico de la misma. hernia y se han descrito errores de apreciación
en más del 50 % de los cirujanos que las ex-
En la ingle derecha
relieve elíptico de una ploran (Ralphs 1980).
hernia inguinal indirecta
que desciende al escroto.
La reductibilidad de una hernia debe
En la izquierda protrusión Examen del conducto inguinal comprobarse siempre con el paciente en
globular que corresponde
a una hernia inguinal directa. en el hombre decúbito.

Muchas veces la simple inspección de la


zona es suficiente para el diagnóstico, relie-
1
2
ves en la piel o asimetrías, que aparecen tan- Exploración de la región crural
3 to en reposo como haciendo toser al paciente.
Conviene inspeccionar y explorar al pacien- La inspección de la región nos puede orien-
te de pie. tar en pacientes delgados hacia el diagnósti-
co de hernia crural, por el relieve que aparecerá
4
en dicha zona tras hacer toser al paciente.
5 Modo de explorar al paciente Las relaciones anatómicas y referencias de
y diferenciar una hernia inguinal interés vienen recogidas en la figura. La región
6 directa de una indirecta crural no puede palparse tan bien como la in-
Nos ocuparemos, en primer lugar, del guinal. El anillo externo del conducto crural
examen físico en el hombre, que padece con difícilmente puede percibirse por palpación
mayor frecuencia una hernia y cuya explo- en ausencia de hernia, pero debemos notar la
ración es más sencilla por la constitución propulsión del saco en nuestros dedos con la
anatómica de la región. hiperpresión abdominal provocada, si la hay.
7 8
Esta maniobra resulta siempre molesta Es más clara la situación cuando se trata de

Puntos anatómicos y de
para la persona que vamos a explorar y la de- hernias incarceradas o estranguladas, ya que
proyección a la piel de una bemos practicar con cuidado y delicadeza. se palpan con una mayor facilidad.
hernia inguinal indirecta otra
directa y una crural. El dedo del examinador, mejor con el pa- La localización exacta está en relación
1.Espina iliaca anterosuperior
ciente de pie, aunque puede hacerse en de- con la arteria femoral y el ligamento ingui-
2.Hernia indirecta
3.Hernia directa cúbito supino, se coloca en la parte más baja nal, por debajo de este e inmediatamente a
4.Orificio inguinal interno
5.Línea, ligamento inguinal del escroto en el hombre, invaginando el mis- continuación de la arteria hacia el escroto en
6.Vasos femorales mo hacia el conducto inguinal. Si se ha in- el hombre o los labios mayores en la mujer.
7.Hernia Crural
8.Pubis vaginado lo suficiente, podemos llegar a través Para explorar bien la región, primero hay
148
que delimitar el ligamento inguinal identi-
1 2 3
ficando la espina iliaca anterosuperior y la
espina del pubis. A medio camino aproxima-
damente entre estos dos puntos percibiremos
las pulsaciones de la arteria femoral inme-
diatamente por debajo del ligamento. Si co-
locamos nuestro dedo índice de la mano
derecha encima de la arteria femoral dere-
cha del paciente a explorar, el de enmedio
quedará encima de la vena femoral, el anu-
lar a nivel del conducto crural, encima de la
salida de la hernia.
Debemos distinguir una posible variz de
la vena safena, que aparecería en la explo-
ración por debajo del anillo crural y también Técnica para invaginar el
escroto con el fin de palpar
una adenopatía crural (Ganglio de Cloquet), el conducto inguinal.
1. Espina iliaca anterosuperior
en ocasiones inflamado por procesos en el 2. ligamento inguinal
miembro inferior o de vecindad; dos situa- 3. Anillo inguinal externo

ciones que se reconocen con facilidad y no


debemos confundir con una hernia crural.

1 2 3 4
La región inguinocrural en la mujer

La posible hernia crural se puede explo-


rar en la mujer de la misma manera que en
el hombre, como ya hemos descrito. No ocu-
rre lo mismo con la exploración de la región
inguinal en el sexo femenino; no es tan fácil
como en el hombre, porque no resulta posi-
ble invaginar los labios, pero por palpación
del ligamento inguinal y del pubis, puede lo-
calizarse exactamente el orificio inguinal ex-
terno con el dedo índice. Cuando la paciente
tose, y tiene una hernia, se debe percibir el
saco y a veces puede seguirse hacia dentro
del conducto. Las situaciones de incarcera-
ción o estrangulación no deben ofrecer nin- Palpación de la región crural.
El conducto crural está situado
guna duda. a dos traveses de dedo por
dentro de la arteria femoral
En la mujer, una hernia indirecta inci- 4 inmediatamente por debajo
piente resulta muy díficil de descubrir; es útil del ligamento inguinal.
1.Espina iliaca anterosuperior
,a veces, colocar nuestra mano abierta a ni- 2.Arteria y vena femoral
vel del anillo interno; al toser la enferma se 3.Conducto crural
4.Anillo inguinal externo
puede percibir en la palma de nuestra mano 5.Variz safena
149
un impulso cuando el saco herniario des- car una herniografía ante estas situaciones.
ciende a través del extremo superior del con- En la actualidad no se practican en España
ducto. Esta misma maniobra resulta útil en el ni se habla de ellas en ningún foro; deberán
varón, cuando un anillo externo muy pequeño ser sustituidas por exploraciones menos inva-
impide introducir el dedo en el conducto. sivas como la resonancia nuclear Magnéti-
ca, como veremos en el capítulo
correspondiente. Hay que pensar, frente a un
dolor en la región inguinocrural persistente
El problema de hernias sin otros hallazgos, en la posibilidad de que
pequeñas no diagnosticables se trate de una hernia «que aparecerá» y de-
por exploración clínica beremos explorar muy bien los orificios her-
niarios, además de solicitar las pruebas
En ambos sexos, las hernias inguinales radiológicas citadas.
muy pequeñas o incipientes muchas veces Otras veces, los cirujanos hemos sido re-
no las podemos percibir, como masas pro- queridos por los traumatólogos para operar
minentes que apareceran al toser. Por este «osteopatías del pubis» en deportistas jóve-
motivo se emplean, sobre todo, en Estados nes y futbolistas, sobre todo, resolviéndolas
Unidos, herniografías para diagnosticarlas con una «plastia de abductores», que es en
con pacientes que presentan dolor persistente realidad una hernioplastia a lo Mc Vay. Du-
en la región. Hasta donde nosotros conoce- rante la exploración en la intervención he-
mos, en España, en mi hospital, con los me- mos encontrado muchas veces pequeños
dios en que nos movemos los cirujanos sacos directos o debilidades de la pared pos-
preocupados por el problema de la hernia, terior. Estos pacientes mejoran de su cuadro
en pacientes adultos, no es habitual practi- doloroso inguinal tras la intervención.

150
Capítulo 7

Exploraciones especiales: radiodiagnóstico

Luis Martí Bonmatí

Introducción Las hernias inguinales y crurales se


diferencian bien en el examen clínico, aunque
El diagnóstico de las hernias pélvicas es en pacientes obesos la diferencia entre hernias
clínico. Las pruebas de diagnóstico radiológico inguinales directas e indirectas no es siempre
raramente se solicitan en el protocolo posible. Los diferentes métodos de imagen
diagnóstico y el seguimiento de estas hernias. deben ser capaces de analizar la presencia
Usualmente, el examen clínico es suficiente
para realizar un diagnóstico preciso y rápido.
Como en todo evento clínico, sin embargo,
existen situaciones de ambigüedad diagnóstica
en las que los métodos de imagen pueden
ayudar a precisar el diagnóstico y evaluar las
complicaciones asociadas. Estas dificultades
diagnósticas se encuentran principalmente
en los pacientes obesos, con cirugía previa,
o con hernias reducibles y hernias inusuales.
Tradicionalmente, la herniografía se ha
empleado con una alta rentabilidad en estas
situaciones para excluir la existencia de hernias
en pacientes con dolor de causa no aclarada.
El avance en la imagen diagnóstica,
especialmente en las pruebas basadas en
planos tomográficos, tanto en su resolución
anatómica y rapidez como en la cantidad de
información disponible, hace que deba
reevaluarse el papel de estas técnicas cuando
se quiera descartar hernias pélvicas. Además, Figura 1.
Radiografía simple de abdomen
las pruebas de imagen son capaces de demostrar donde se observa un hernia inguinal
indirecta por la presencia de asas
la presencia de hernias pélvicas incluso cuando
intestinales con gas con extensión
no haya sospecha clínica inicial de hernia. hasta los labios mayores (flechas).
151
orificio herniario. En el propio saco herniario
pueden visualizarse, cuando son voluminosas,
las asas intestinales en su interior (figura 1).
Si opacificamos la luz de las asas intestinales
(mediante la administración oral de un medio
de contraste baritado con la suficiente
antelación) o del colon (mediante la realización
de un enema opaco tras administrar el contraste
rectal), se podrá observar si estas estructuras
se prolapsan al interior del saco herniario
confluyendo cuando pasan a través del orificio
de entrada. La herniación de asas es más
frecuente en las hernias inguinales indirectas,
pudiendo extenderse el contenido hasta el
escroto en los varones (figura 2) y hasta los
labios mayores en las mujeres. La baja
Figura 2.
rentabilidad diagnóstica de los estudios
Transito baritado intestinal
en el que se demuestra la existencia radiográficos convencionales hace que no se
de una voluminosa
hernia inguinoescrotal usen rutinariamente en el manejo diagnóstico
indirecta (flechas) de las hernias.
con un cuello muy
ancho y asas de intestino delgado La herniografía se realiza tras inyectar un
(yeyuno e íleon) en su interior.
medio de contraste yodado en la cavidad
de la hernia, su relación con el ligamento peritoneal para examinar las regiones inguinales
inguinal y los vasos epigástricos y femorales, y el piso pelviano. Tras inyectar el contraste
su contenido y la presencia de complicaciones (de 50 a 80 ml intraperitoneal) se realizan las
asociadas. Estas premisas se cumplen en grado radiografías en diversas proyecciones,
variable en función de las pruebas diagnósticas. incluyendo la posteroanterior con el paciente
A continuación se expondrán las pruebas más en decúbito prono, oblicuas y bipedestación,
usuales y su contribución más relevante. así como durante la maniobra de Valsalva.
La radiografía simple tiene una muy baja Estas radiografías pueden repetirse después
sensibilidad para detectar estas hernias que el paciente deambule, para aumentar la
pudiendo, en ocasiones, observarse una sensibilidad de la técnica en la detección de
convergencia de las asas intestinales hacia el las hernias. El medio de contraste en la cavidad
peritoneal delimita con frecuencia las fosas
supravesical, umbilical media y umbilical
lateral, separadas por los repliegues umbilicales
(figura 3). Las hernias inguinales indirectas
se observan con un contorno lateral liso y
continuo, laterales al repliegue umbilical
lateral por donde discurren los vasos epigástricos.
Figura 3. Herniografía.
A. Hernia inguinal indirecta
Las hernias directas presentan una muesca
izquierda con extensión escrotal lateral por la impronta de los vasos epigástricos
(flechas). Nótese las improntas normales
de los repliegues umbilicales inferiores (figura 3). La hernia crural se origina,
en el lado derecho. usualmente por un cuello estrecho, en el
Hernia inguinal
directa bilateral (flechas). borde superior del pubis con una curvatura
152
en las proyecciones oblicuas directamente Figura 4.
Hernia Inguinal Indirecta.
sobre el pubis e inferior al ligamento inguinal, A. Ecografìa que demuestra un asa
(H, flechas) en el conducto inguinal
proyectándose usualmente lateral a la
alto con una pequeña cantidad
tuberosidad isquiática. Aunque la herniografía de líquido libre (LP) e ingurgitación
de los vasos espermáticos en situación
es muy precisa y segura, no está exenta de distal del conducto,
reacciones adversas, asociadas a la inyección próximos al testículo (Testic).
B. TC donde se observa un asa
peritoneal del contraste y a la punción accidental de sigma con gas en su interior
de un asa, y de falsos negativos, asociados y grasa acompañante (flechas),
con cambios inflamatorios
principalmente al taponamiento del orificio A en las paredes del conducto inguinal.
de entrada por la grasa abdominal. C. TC a nivel más inferior donde
se evidencia líquido libre y grasa
En general, cualquier técnica tomográfica en el interior del conducto inguinal
(flechas), junto a la presencia
permite identificar los músculos y vasos de
de una pequeña hernia
la ingle y, por lo tanto, detectar y clasificar con distensión grasa
del conducto inguinal contralateral.
las hernias a este nivel. La hernia inguinal
indirecta se observará en el anillo inguinal,
anterior a la línea del ligamento inguinal,
lateral a los vasos epigástricos inferiores (figura
B
4). Se extienden por el conducto inguinal
hacia el escroto en los varones y por el curso
del ligamento redondo hacia el labio mayor
en las mujeres. Las hernias inguinales directas
se sitúan mediales a los vasos epigástricos en
el anillo inguinal profundo, posterior al
conducto espermático (figura 5). Las hernias
crurales se diferencian de las inguinales por
su situación medial y posterior a la línea del
C
ligamento inguinal, adyacentes a la arteria y
vena femoral, con una orientación lateral
(figura 6). En estas hernias crurales el saco
protruye lateral al conducto inguinal, entre
la inserción del músculo oblicuo externo en
la rama púbica superior y este hueso. La hernia
obturatriz se sitúa entre los músculos pectíneo
Figura 5.
y obturador externo (figura 7), y más raramente Hernia inguinal directa recidivada.
La TC demuestra la herniación
entre los músculos obturadores. medial a los vasos epigástricos
Las técnicas tomográficas permiten observar inferiores.

el anillo inguinal profundo y el femoral, y sus


estructuras. Tanto la ecografía como la
tomografía computarizada (TC) y la resonancia
magnética (RM) presentan una alta sensibilidad
Figura 6.
para detectar alteraciones en esta zona. Con
TC con contraste intravenoso
estas pruebas se define la hernia como una donde se observa una hernia crural
incarcerada, reversible tras la cirugía,
dilatación anormal del diámetro anteroposterior con un asa de intestino delgado
del conducto inguinal o una protrusión de distendida y con discreto
engrosamiento de pliegues (flechas),
grasa y/o asas intestinales a través de las próxima a los vasos femorales.
153
A
A

Figura 7.
Hernia obturatriz.
A. La Ecografía, realizada
por la presencia de una tumoración
palpable, demuestra un asa intestinal
dilatada con paredes normales (flechas).
El flujo vascular parietal estaba
aumentado en la imagen Doppler-color.
B. En la TC se evidencia
el asa dilatada entre los músculos
pectíneo y obturador externo (flechas). B

paredes pélvicas.
La ecografía es una técnica observadora
dependiente. Cuando se realiza de forma
protocolizada, incluyendo en el estudio el uso
B
de Doppler-color, con el paciente tanto en
decúbito supino como en bipedestación, y
realizando las maniobras de Valsalva, permite
analizar con bastante precisión la ingle y pelvis,
dada la facilidad con la que suele detectar los
vasos sanguíneos (arterias y venas epigástricas
inferiores y femorales), la musculatura relevante
(recto anterior, psoas-iliaco, oblicuo externo,
pectíneo y obturadores) y las alteraciones en
esta región. Esta exploración permite observar
alteraciones en la ecoestructura de la grasa y
delimitar el contenido de las hernias (meso y
vasos, asas) en cualquier orientación del espacio C
(figuras 4 y 7) y durante la realización de la Figura 8.
maniobra de Valsalva. RM con bobina de superficie
A. Corte transversal potenciado en T1.
Las imágenes transversales obtenidas con B. Corte coronal potenciado en T2,
la TC permiten detectar las hernias y clasificarlas donde se observa una hernia
inguinal indirecta bilateral (flechas),
con una baja variabilidad entre observadores con una malla de contención
en el conducto inguinal derecho,
y un alto valor predictivo positivo del 94% y asas y líquido libre
(figuras 4-7). Las imágenes de TC pueden en el conducto inguinal izquierdo.
En la imagen «herniográfica»
obtenerse tras administrar agua oral al paciente, con potenciación T2 (C)
para distender las asas intestinales, y también se evidencia la malla derecha
y la hernia inguinal izquierda
después de administrar un medio de contraste con líquido y asas en su interior.
154
intravenoso, para observar con mayor precisión imágenes en los tres planos, transversal, sagital
los vasos epigástricos y femorales. Sin embargo, y coronal, y potenciadas tanto en T1 como
la alta calidad anatómica de la TC hace que en T2. Estas imágenes también pueden obtenerse
estas medidas no sean imprescindibles. dinámicamente mientras el paciente realiza
Asimismo, esta técnica puede repetirse haciendo las maniobras de Valsalva. La obtención de
que el paciente realice una maniobra de imágenes muy potenciadas en T2, similares
Valsalva durante la adquisición de las imágenes. a las obtenidas para analizar el árbol
Las adquisiciones volumétricas (TC helicoidal) biliopancreático, puede ser útil en pacientes
disminuyen el tiempo de adquisición de las líquido libre intraabdominal o tras la inyección
imágenes, disminuyendo los movimientos
asociados a la respiración y al mantenimiento
incorrecto de la maniobra de Valsalva (lo que
permite realizar reconstrucciones adecuadas
en cualquier plano del espacio), a la par que
optimiza la visualización del contraste en los
vasos. La sensibilidad (83%) y la especificidad
(67-83%) de la TC podrían mejorarse, si se
realizaran sistemáticamente los estudios
mientras el paciente realiza la maniobra de A
Valsalva (9).
La TC también permite detectar las
complicaciones asociadas a las hernias como
son la isquemia y la obstrucción intestinal
(figuras 6 y 7). El empleo de un medio de
contraste oral e intravenoso se hace
imprescindible cuando se sospecha una
complicación, dado que es importante en
estos casos valorar las alteraciones en la
perfusión de la pared de las asas y la
permeabilidad de los vasos acompañantes.
Cuando la hernia se estrangula con compromiso
del aporte vascular, se observará el B
engrosamiento de las paredes de las asas, los
cambios inflamatorios en los tejidos adyacentes
y, raramente, gas extraluminal por perforación
del asa.
La RM, dada su capacidad de analizar la
Figura 9.
pelvis en múltiples planos y su alta resolución RM con bobina de superficie
anatómica, es otra técnica que puede emplearse (A, corte transversal
potenciado en T1;
en el manejo de estos pacientes. Las imágenes B, corte coronal potenciado en T2)
de RM también permiten diferenciar el tipo donde se observa una hernia crural
derecha, inferior al ligamento
de hernia, analizar su contenido y valorar las inguinal, con líquido en su interior.
complicaciones (figura 8). En general, deben En la imagen «herniográfica»
con potenciación T2 se evidencia
emplearse secuencias rápidas obtenidas con el contenido líquido
bobinas de superficie, con la obtención de de la hernia crural (flecha).
155
de suero salino intraperitoneal como sustituto de las maniobras de Valsalva. Estos hechos
a la herniografía yodada convencional, ya las hacen especialmente útiles en el diagnóstico
que genera un tipo de imágenes similares. de hernias reducibles. La RM, dada su resolución
La RM, cuando se realiza asociada a la y eficacia, es la prueba que debe considerarse
maniobra de Valsalva, tiene una sensibilidad como más adecuada.
y especificidad para el diagnóstico de las hernias En resumen, aunque la exploración física
inguinales muy altas (95 y 96% respectivamente), sigue siendo el método empleado para evaluar
y superiores a la exploración física (75 y 96%) las hernias, su diagnóstico objetivo, especial-
y a la ecografía (93 y 82%). mente en pacientes obesos y con síntomas
Como pautas globales en el diagnóstico oscuros y confusos en la ingle, y su correcta
radiológico, podemos comentar las siguientes: clasificación, pueden realizarse con los métodos
Dado que la exploración ecográfica se realiza radiológicos actuales. Dada su eficacia e
de forma incruenta, sin anestesia y con prontitud, inocuidad, la ecografía es una buena prueba
esta técnica parece especialmente indicada diagnóstica en estas situaciones, especialmente
en pacientes pediátricos, especialmente cuando en pacientes pediátricos. La TC detectará estas
los hallazgos de la exploración clínica son hernias en situaciones en las que se realice
equívocos o normales. La ecografía y la TC esta prueba por cualquier otro motivo. La RM,
son especialmente relevantes para diferenciar realizada en múltiples planos, sin y con la
en el postoperatorio inmediato entre recurrencia maniobra de Valsalva, y obteniendo imágenes
herniaria y hematoma o infección y analizar herniográficas, es probablemente la técnica
las complicaciones de las hernias. Tanto la diagnóstica actual que aúna una mayor eficacia
herniografía como la ecografía tienen la ventaja diagnóstica al menor riesgo, por lo que su
de poder realizarse con el paciente en uso probablemente se incremente en un futuro
bipedestación y mientras se observa el efecto próximo.

156
Capítulo 8

Las prótesis

Paolo Negro
Delia Proposito
Manlio Carboni
Linda D’amore
Francesco Gossetti

Toda la historia moderna de la cirugía es- han utilizado y todavía se utilizan en los tra-
tá fuertemente influída por la evolución de tamientos quirúrgicos (Tab. I). Solo algunos
la tecnología. Eso es particularmente indu- de estos constituyen los componentes de las
dable para el tratamiento quirúrgico de la prótesis usadas hoy en la cirugía de la her-
hernia inguinal, que ha sido completamente nia inguinal.
revolucionado por la introdución y por la uti-
lización cada vez más difundida de las pró-
tesis. Gracias a estas, el defecto herniario no
se corrige mas con técnicas anatómicas, co- Materiales protésicos para la reparación de los defectos
mo la de Bassini, que contemplan suturas con de la pared abdominal. (*)Hernioplastia
tensión, sino que se soluciona con una ver- Materiales Piel auto / alo / xenoinjertos
dadera «sustitución» de la pared. Biológicos Aponeurosis auto / alo / xenoinjertos
De aquí la exigencia de mejorar los co- Músculo m. grácil pedunculado
nocimientos en el campo de los biomateria- vaina m. recto pedunculado
les, que componen las prótesis más comunemente
Materiales Metales y Aleaciones acero
usadas en la cirugía de la hernia.
Sintéticos titanio y aleaciones
La «Biomaterial Consensus Conference», aleaciones de cobalto
en 1983, ha llegado a un acuerdo en la de- carbono
finición de biomaterial como la sustancia o Polímeros polietileno
combinación de sustancias, a excepción de polipropileno*
los fármacos de origen natural o sintético, politetrafluoretileno*
utilizable sola o bien en combinación y du- ácido polivinílico
rante un lapso de tiempo variable que pue- poliacetato
de tratar, aumentar o sustituir una función del poliamida
cuerpo. Se pueden, por lo tanto, definir co- polietileno tereftalato*
ácido poliglicólico*
mo biomateriales todas las materias primas
ácido poliláctico
localizables en el mercado como metales y
poliglactina*
aleaciones, cerámicas, derivados del carbo-
no, polímeros y tejidos biológicos, que se Tabla I
157
Referencias Históricas moral, de dermis. A las indudables ventajas
de estos materiales, en términos de biocom-
La primera utilización de los «materiales patibilidad, se oponen numerosos aspectos
protésicos» en la cirugía de la hernia ingui- negativos, entre los cuales destacan la larga
nal podría remontarse al 25 a.d.C.-50 d.d.C. duración de la intervención quirúrgica, el
con el uso de tiras de gasa de celulosa, an- mayor malestar postoperatorio, la elevada
tes sumergidas en vinagre y después coloca- incidencia de complicaciones quirúrgicas y,
das profundamente en la incisión de la hernia, en particular, para los injertos dérmicos, el
para estimular la formación de un tejido ci- alto riesgo de carcinoma epidermoide, que
catricial que constituya un sistema de con- han reducido considerablemente la utiliza-
tención para la hernia. ción y la difusión de estas técnicas.
En los siglos siguientes en cambio, se asis- Desde 1950, se asiste al desarrollo pro-
te a tentativa de reparación directa del de- gresivo de la investigación y de la experi-
fecto herniario que culmina, al final de 1800, mentación relativa de los polímeros orgánicos
con el tratamiento «racional» anatómico de sintéticos derivados de la industria petroquí-
Bassini. La investigación de un material «ideal» mica. Entre los numerosos materiales a dis-
capaz, como teorizó Billroth, de reemplazar posición en el mercado (nailon, dacrón, orlón,
las estructuras tendinosas y aponeuróticas, teflón, etc.), se han impuesto en particular el
comienza en los primeros años de 1900 en polipropileno y el e-PTFE. El primero, sinte-
Alemania. Las primeras tentativas preveían tizado por Natta, premio Nobel italiano, e
la utilización de prótesis metálicas de fili- introducido en el mercado en 1958 por Us-
grana de plata que, con numerosas variacio- her con la denominación de Polipropileno®
nes estructurales y técnicas, se han utilizado 50, todavía representa uno de los materiales
hasta alrededor del 1950 y se han abando- protésicos más usados para la reparación de
nado por las complicaciones tardías, debi- la hernia y del laparocele. También para el
das a la rigidez y a la fragmentación de la e-PTFE, derivado del teflón a través de un pro-
misma prótesis. Los estudios de Burke y de cedimiento desarrollado en 1963 en Japón y
Koontz en los años 40 introducen la utiliza- ulteriormente perfeccionado por Gore en
ción de una nueva prótesis metálica, la ma- 1975 en los Estados Unidos, existen múlti-
lla de tantalio, un metal dúctil y maleable ples indicaciones especificamente vincula-
que se puede trefilar y luego tejer. En el mis- das a sus características físicas y estructurales.
mo periodo, partiendo de la reelaboración Un interesante campo de aplicación fu-
de una idea de Goepel de 1928, Haas y Rit- turo se abre por las posibilidades de empleo
ter describen una malla altamente flexible de de prótesis compuestas de fibras de carbono,
anillas de acero inoxidable. Las prótesis de biomaterial disponible desde 1980, pero li-
tantalio y de acero inoxidable se han usado mitado a la utilización solo experimental por
profusamente en la cirugía de la hernia in- una supuesta potencialidad carcinogenética.
guinal; sin embargo, progresivamente se han El uso cada vez más aceptado de los bio-
abandonado por la elevada frecuencia de materiales en cirugía ha estimulado una in-
fragmentación y por la excesiva reacción fi- vestigación científica multidisciplinar, que
broblástica inducida. desarrolla la máxima integración entre dis-
Un sector importante de investigación ciplinas y competencias diversas, como la
concierne a la utilización de tejidos biológi- medicina, la cirugía, la biología molecular,
cos, como autoinjertos de aponeurosis del la química, la física y la bioingeniería. El rá-
músculo oblicuo externo, de aponeurosis fe- pido desarrollo tecnológico y terapéutico de
158
la utilización de las prótesis en la cirugía de de superficie que permiten el análisis de ca-
la hernia inguinal, ha sido paralelo al ade- lidad del material.
lanto de los conocimientos relativos a las po- La respuesta biológica de los tejidos a la
sibles interacciones recíprocas entre biomaterial implantación de una prótesis sigue las eta-
y huésped. Es notorio que, de hecho, cual- pas del proceso inflamatorio y se subdivide
quier cuerpo extraño puesto en un ambien- en fases diferentes. En las primeras 24-48 ho-
te biológico provoca una serie compleja de ras después de la intervención, se asiste a
reacciones de intensidad variable hasta el re- una reacción inflamatoria aguda debida prin-
chazo, que condiciona la posterior perma- cipalmente al acto quirúrgico que, en pre-
nencia. La capacidad de producir reacciones sencia de una prótesis, en vez de apagarse
«mínimas» por parte del huésped podrá, por gradualmente durante los días siguientes tien-
lo tanto, establecer correctamente el mate- de a persistir rodeando la sede de la im-
rial protésico «ideal». plantación. La necrosis de las células que
La biocompatibilidad examina la capa- circundan la prótesis y la degranulación de
cidad de que un material interaccione ade- las mastocélulas llevan a un estadio poste-
cuadamente con el huésped. Los factores rior caracterizado por una subida de la per-
en condición de influirla pueden derivar, meabilidad basal. Durante esta fase de
por lo tanto, de características inherentes al vasodilatación, se asiste a la progresiva for-
biomaterial o al huésped. Por lo que res- mación de una red de capilares neoforma-
pecta a las primeras, es necesario evaluar dos y, consecuencia de la liberación de
principalmente la toxicidad local y sistémi- factores quimiotácticos, a la llegada de leu-
ca, la antigenicidad y la carcinogenicidad. cocitos polimorfonucleados. Tal población,
La acción del organismo contra el bioma- que contribuye al deterioro del material ex-
terial, en cambio, se mide por medio de la traño presente a través de la secreción de li-
degradación física y química, de la resis- sozima y otros enzimas hidrolíticos, desaparece
tencia a las infecciones y de los fenómenos en general dentro de 4-6 días, pero, en pre-
de superficie del biomaterial. La biocom- sencia de una infección o de una prótesis,
patibilidad puede evaluarse con métodos de tiende a permanecer y la inflamación evo-
estudio in vitro y/o in vivo. luciona hacia una fase crónica.
Los últimos desarrollados en animales de En el periodo inmediatamente posterior
laboratorio presentan la mayor contribución llegan los macrófagos, cuyo número está en
a los conocimientos de las prótesis, median- relación con la reactividad del organismo es-
te observaciones histológicas con microsco- timulada por el biomaterial implantado. Tam-
pia óptica y electrónica y la ejecución de bién los linfocitos están presentes en cantidad
pruebas mecánicas y de análisis de superfi- modesta y durante un lapso de tiempo limi-
cie. Las pruebas mecánicas miden las carac- tado. Su persistencia puede ser índice de la
terísticas físicas del biomaterial a examen activación de una respuesta inmunitaria.
como la resistencia a la tensión, el coeficiente La observación de células gigantes que
de tensión, la carga de rotura y la carga de derivan de la fusión de macrófagos y mono-
compresión, tanto en condiciones basales citos, es señal de la evolución del proceso
como después de la corrosión, deterioro o inflamatorio de forma crónica granulomato-
implantación. El análisis de superficie com- sa. En presencia de materiales biodegrada-
prende una serie de pruebas altamente es- bles, las células gigantes se consumen al
pecíficas, que van de la espectroscopia de mismo tiempo que el material. Si este es, al
superficie al estudio del potenciál eléctrico contrario, poco biodegradable, el fenómeno
159
tiende a cronificarse y se une a la creación reacción fibroblástica está en relación con la
de una nueva red vascular con la activación porosidad del material protésico: las mallas
de los fibroblastos y deposición de colágeno de material poroso estimulan una reacción
(tejido de granulación). El comportamiento más pronunciada con respecto a aquellas no
de los tejidos en el área que circunda el im- porosas. En particular, se ha observado que,
plante de un biomaterial depende de facto- para conseguir una rápida proliferación del
res propios de la prótesis, como la inercia tejido conectivo vascularizado, los poros tie-
química, las dimensiones, la geometría y las nen que presentar un diámetro comprendi-
características de la superficie. Se ha obser- do entre 50-200 micras.
vado, por ejemplo, que en el área de los pun- La porosidad de una prótesis no condi-
tos en los ángulos de la malla se manifiesta ciona solo la penetración del material proté-
una reacción fibroblástica más intensa que sico, sino también la incidencia de la infección
no alrededor de otros segmentos. Se deduce quirúrgica. Esta es causa de la penetración
de ello que cuanto más redondeadas son las de las bacterias por los poros y por los in-
orillas de una prótesis, más homogénea es la tersticios de las fibras que componen la ma-
fibrosis consecuente a la implantación. Tam- lla, y de su anidación. Cuando los poros son
bién la sede anatómica en que se coloca la inferiores a 10 micras, los granulocitos y los
prótesis puede condicionar la reacción del macrófagos que superan tal dimensión no
huésped. Un estudio experimental, por ejem- pueden neutralizar y destruir las bacterias.
plo, desarrollado en ratas ha probado que la Los poros más anchos previenen, por lo tan-
respuesta fibroblástica a una prótesis puesta to, el crecimiento de las bacterias y, al mis-
en el espacio preperitoneal, se ha reducido mo tiempo, permiten una rápida fibroplasia
con respecto de la reacción después de la y angiogénesis con ulterior incremento del
colocación en el plano preaponeurótico. Ta- sistema de defensa en la infección. En 1997,
les argumentaciones no se corresponden con Amid, según el diámetro de los poros y de
la experiencia clínica, como demuestran los los intersticios, calculados en las tres di-
buenos resultados conseguidos en las inter- mensiones, propuso una clasificación de las
venciones quirúrgicas que adoptan la im- prótesis en 4 tipos, de los cuales los tres pri-
plantación de la prótesis por debajo de la meros se utilizan en cirugía herniaria (Tab.
aponeurosis (Stoppa, Wantz, hernioplastia II). Se puede evitar la infección usando pró-
laparoscópica) y las conclusiones sacadas de tesis de tipo III y, sobre todo, de tipo I, que
un estudio randomizado. La intensidad de la favorecen también la mejor incorporación
Tabla II
hística. También las modificaciones estruc-
turales que una prótesis sufre con el tiempo,
Clasificación de las prótesis sintéticas (Según Amid) constituyen importantes parámetros de estu-
dio, por otra parte todavía no bien examina-
Tipo I Prótesis totalmente macroporosas Mallas de polipropileno
dos. Se ha verificado, por ejemplo, que el
(poros>75 micras). monofilamento
polipropileno sufre con los años una coarta-
Tipo II Prótesis totalmente macroporosas Mallas de e-PTFE
ción que, según su complexión, puede al-
(poros<10 micras) por lo menos
en 1 de las 3 dimensiones. canzar el 75%.
La investigación en el campo de la inge-
Tipo III Prótesis macroporosas Mallas de poliéster
con componentes multifilamento Mallas de polipropileno monofilamento niería química y textil ha puesto al alcance
o microporosas Mallas de e-PTFE perforado de la mano numerosos materiales y diferen-
Tipo IV Prótesis con poros submicras tes prótesis con características profundamente
diversas, tanto por lo que respecta a los pa-
160
rametros físicos y mecánicos como a los re- les (laparoceles), sino que también se adap-
Propiedades de las prótesis sintéticas
sultados de los estudios histológicos. En cuan- ta a la cirugía de la hernia inguinal, para la
to a las características intrínsecas de las cual algunas propiedades físicas, como, el • Elasticidad multidireccional.
prótesis, hay muchas variedades de mallas espesor o la flexibilidad, pueden constituir, • Flexibilidad.
que se diferencian por su estructura, com- a su vez, una ventaja o un inconveniente • Memoria.
ponentes químicos, morfología y resistencia para la ejecución de una establecida técni- • Adaptabilidad.
mecánica. En el comercio hay prótesis de ca quirúrgica. A tal propósito, Bendavid in- • Porosidad (amplitud de los poros).
materiales químicos diferentes y cada una troduce ulteriores requisitos para la prótesis • Visibilidad de las estructuras
subyacentes.
muestra una diversa elaboración de malla, «ideal», como la flexibilidad, la manejabi-
• Características de las orillas
trenzada o no, en mono o plurifilamento, lidad, la resistencia a las infecciones y, si in-
no cortadas.
con diferente orientación de las fibras, con fecta, la posibilidad de un tratamiento local,
• Aspereza de la superficie.
diversa porosidad, diferente espesor, con su- así como, el bajo precio.
• Respuesta al corte (deshilachamiento,
perficie lisa o arrugada, con orillas redon- El mercado de las prótesis, en la actuali- desgarro, deformación.
deadas o no, etc. La gran variabilidad deriva dad está en continua expansión. Por parte de • Respuesta a la sutura (penetración
de la aspiración de obtener una prótesis la industria, se señala, de hecho, el continuo de la aguja, retención a la sutura).
«ideal» constituida, ante todo, de un bio- perfeccionamiento de las propiedades de las Tabla IV
material «ideal», así como señaló Cumber- prótesis (Tab. IV). Al cirujano se le plantea
land y Scales (Tab. III) y posteriormente de no solo un problema de elección para opti-
Hamer-Hodges y Scott. mizar los resultados de la hernioplastia (me-
nor incidencia de recidiva, mejor confort para
el paciente), sino también el del conocimiento
de los numerosos productos disponibles (Tab.
Características del biomaterial «ideal»
V). El estudio de las características de las pró-
(Según Cumberland y Scales)
tesis llega a ser así la premisa para un co-
• No tiene que modificarse rrecto empleo. La estructura química del
con los fluidos hísticos.
biomaterial, el tipo de textura y las caracte-
• Tiene que ser químicamente inerte.
rísticas del hilado condicionan, en realidad,
• No tiene que provocar reacciones
las propiedades mecánicas y la biocompati-
inflamatorias o por cuerpo extraño.
bilidad de la prótesis.
• No tiene que ser carcinogenético.
• No tiene que provocar alergias
o hipersensibilidad.
• Tiene que resistir a las deformaciones
mecánicas.
Tabla V
• Tiene que fabricarse en la forma
requerida. Prótesis sintéticas
• Tiene que ser esterilizable.
Prótesis no reabsorbibles Poliéster
Tabla III
Polípropileno
Para la cirugía herniaria hay también que
Politetrafluoretileno expandido (e-PTFE)
introducir el concepto de prótesis idonea,
es decir, una prótesis que, superados los re- Prótesis reabsorbibles Ácido poliglicólico
quisitos requeridos a un biomaterial, sea
Poliglactina 910
adecuada para la técnica quirúrgica esco-
gida. Eso es particularmente significativo no Prótesis compuestas
solo en la cirugía de las hernias incisiona-
161
Prótesis no reabsorbibles. puesto que los intersticios de las fibras de po-
Poliéster (Dacrón) liéster permiten la anidación de las bacterias;
para sus pequeñas dimensiones, no consienten
El dacrón es un biomaterial enteramente la entrada de los macrófagos (prótesis de ti-
constituido por poliéster, derivado del glicoe- po III, según Amid). En caso de infecciones,
tileno y del ácido tereftálico. Se utilizó por pri- sin embargo, no es necesario generalmente
mera vez en Estados Unidos en 1954 como remover la prótesis, si se establece oportu-
prótesis en cirugía vascular y posteriormente namente un tratamiento adecuado.
la introdujo en 1967 en Europa (Francia) Ri- De polietileno tereftalato se constituye
ves para la cirugía de reparación de los de- una prótesis de poliéster trenzado multifila-
fectos de la pared abdominal. mento (Parietex®, Sofradim), abastecida en
Las prótesis de dacrón para la cirugía de textura bi o tridimensional, impregnada o me-
la hernia se comercializan con denomina- nos de colágeno bovino purificado, que sim-
ciones diferentes (Mersilene®, Ethicon; Ercy- plifica la incorporación tisular, y con diferente
lene®, Ercelab; Ligalene®, Braun; Lars® Mesh, grado de memoria, según el uso para que se
Meadox). En general, todas se componen de propone (p. ej. hernioplastia laparoscópica).
finísimos filamentos de fibras de poliéster El proceso de fluoripasivación del po-
trenzadas con un procedimiento mecánico liéster ha llevado, en cambio, a la creacción
de alta precisión y cuyos nudos se termo- de una nueva prótesis (Fluorosmesh®, Sulzer
sueldan para evitar deshilachamientos en el Vascutek) que combina las propiedades bio-
corte. La malla que resulta aparece fina, li- mecánicas del tejido poliéster con la inercia
gera, blanda, flexible, levemente elástica y y la biocompatibilidad del tetrafluoretileno.
dotada de elevada resistencia a la tensión. La La prótesis demuestra una buena resistencia
falta de memoria plástica la hace adaptable a la infección, provoca una reacción infla-
a las diferentes situaciones anatómicas e idó- matoria aguda moderada seguida de una le-
nea, por lo tanto, a intervenciones como las ve reacción crónica con angiogénesis y
hernioplastias de Rives, Stoppa y Wantz. La fibroplasia. La malla se comercializa también
acentuada aspereza de la superficie simpli- impregnada de gelatina que facilita el enla-
fica el anclaje a los tejidos. La estructura ma- ce con los antibióticos.
croporosa estimula una vivaz reacción
fibroblástica y una rápida formación de una
cápsula periprotésica. El dacrón es un bio-
material no reabsorbible que ofrece una to- Polipropileno
lerancia biológica excelente y una moderada
respuesta inflamatoria, pero, en contacto con En 1958, Usher introdujo la primera pró-
las vísceras, la intensa reacción fibroblástica tesis de polipropileno, un polímero sintético
puede dar lugar a extensas y tenaces adhe- derivado del polietileno que, con respecto a
rencias que pueden complicarse con oclu- los otros materiales en uso en aquel tiempo
siónes y/o fístulas intestinales, características (mallas metálicas, materiales sintéticos como
de menor relevancia para la cirugía de la her- nailon, orlón, teflón), presentaba indudables
nia inguinal, pero de gran importancia para ventajas, como la elevada resistencia a la ten-
la cirugía del laparocele. sión, la tolerancia a las infecciones y a mu-
La resistencia a las infecciones resulta, chas sustancias químicas, la posibilidad de
por lo menos, desde el punto de vista teóri- esterilizarse, la facilidad de empleo y el con-
co, inferior a la de las prótesis monofilamento, fort para el paciente. Desde entonces el po-
162
lipropileno ha llegado a ser el material más Plug System, USSC; Premilene® Mesh-Plug,
utilizado para la reparación de los defectos Braun-Dexon; Self-forming Plug, Atrium Ori-
de la pared abdominal, y en particular, para gin®), otras se identifican con nuevas técnicas
el tratamiento de la hernia inguinal. quirúrgicas (PHS®, Ethicon; PAD®, Ethicon).
El polipropileno monofilamento (el plu- También la hernioplastia laparoscópica
rifilamento no se utiliza más) está a disposi- da preferencia a las prótesis de polipropile-
ción en el mercado bajo denominaciones no, utilizando su memoria plástica, que fa-
comerciales diversas que se diferencian prin- cilita la manipulación vídeoasistida. Con esta
cipalmente por el tipo de trenzado y las di- finalidad, la industria ha ideado algunos pro-
mensiones de los poros. El tejido se realiza ductos específicos, como los introductores
con una malla mediante un procedimiento (Endoroll®, Ethicon) y las mallas preperfila-
mecánico de alta precisión. El tipo de tren- das, anatómicas, que se adaptan más fácil-
zado confiere a la malla sus características mente a la pared abdominal (Mesh 3P, Bard;
mecánicas: peso, rigidez, memoria plástica, Parietene®, Sofradim) o que admiten una ma-
flexibilidad, elasticidad bidimensional, as- yor visibilidad de las estructuras subyacentes
pereza de la superficie (efecto Velcro®), diá- (Visilex, Bard).
metro de los poros. Todas las prótesis de
polipropileno comparten, además, algunas
características, como la elevada resistencia
a la tensión, el estímulo a una rápida reacción Politetrafluoretileno Expandido
fibroblástica intra y peri-protésica, la inercia (e-PTFE)
por las infecciones (prótesis de tipo I, según
Amid). La formación de tejido cicatricial den- El politetrafluoretileno expandido (e-PT-
so, inducida por la reacción fibroblástica, de- FE) es un polímero sintético derivado del te-
saconseja, sin embargo, la utilización, de las flón a través de un procedimiento descubierto
mallas de poliéster en contacto con las es- en 1963 en Japón, y ulteriormente redefinido
tructuras intraperitoneales, por el elevado durante los años 70 por Gore en los Estados
riesgo de formación de adherencias con po- Unidos. El e-PTFE se ha utilizado inicialmen-
sible evolución a erosiones y fístulas intesti- te para la producción de prótesis vasculares.
nales. Desde 1983, se emplea como Gore-Tex® Soft
El uso creciente del polipropileno en la ci- Tissue Patch (STP) para la reparación de los
rugía de la hernia inguinal ha generado, du- defectos de la pared abdominal.
rante los últimos años, la proliferación, por El PTFE expandido es uno de los bioma-
parte de la industria, de productos más nu- teriales más inertes y biocompatibles entre los
merosos y diferenciados (Tab. VI). A las pró- actualmente disponibles. No se absorbe, no
tesis simples de diferentes dimensiones, de las provoca alergias, provoca una respuesta in-
cuales se puede conseguir la forma deseada flamatoria mínima, no se altera con la acción
(handmade mesh/plug), se han aunado dis- de los enzimas hísticos y no está sujeto a mo-
positivos preperfilados (preshaped mesh/plug) dificaciones por la presencia de infecciones.
de utilización más sencilla y rápida, que co- Químicamente el Gore-Tex ® STP está
rresponden además a las normativas de este- constituido por una estructura de sustenta-
rilidad y de fabricación según la normativa de ción de átomos de carbono, combinados de
la CEE 93/42 (14-06-93). Algunas de estas se manera estable con grupos fluoruro. La fuer-
equipan como «kit» para una hernioplastia za de estos enlaces hace a el material extre-
plug and patch (Perfix®, Bard; Hernia Mate madamente inerte respecto a los tejidos y,
163
Prótesis de polipropileno

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Bard® Davol Polipropileno Mesh Spermatex®


Preshaped Patch
Mesh Dart
Perfix Plug

Ethicon Prolene Mesh Preshaped PHS PAD


Patch

Autosuture, Surgipro Mesh Surgipro Mesh HerniaMate®


USSC multifilamento monofilamento Plug System

Meadox® Trelex Mesh


Preshaped Patch

Atrium/Origin® Mesh Self-forming


Plug/preshaped
Patch

Surgical Sense Kugel


Hernia Mesh

Kendall, Surgilene
Davis & Geck Mesh

Herniamesh® Hermesh Plug T4-T5


Hertra
Plug T1-T3

HCT Trelex® Mesh


(Preshaped)
Altex® Plug

Angiologica RepolAngimesh
Repol Plug

Aspide SurgiMesh®
Preshaped
Patch

Braun Dexon® Premilene


Mesh-Plug

ErgonSutramed Ergomesh
(Ciba-Geigy)

Sofradim Parietene
Preshaped
Patch

Tabla VI

por lo tanto, biocompatible. A primera vista, tienen un diámetro de 20 micras. La estruc-


el Gore-Tex® STP muestra una superficie pa- tura microporosa multidireccional permite la
reja y uniforme. Su estructura, en realidad, penetración de fibroblastos y la formación
es microporosa, de tipo trabecular, formada de colágeno en el interior de la malla. La in-
por micronudos de e-PTFE unidos entre ellos corporación del Gore-Tex® STP por parte de
tridimensionalmente por microfibrillas de lar- los tejidos aparece, sin embargo, bastante
go no inferior a 17 micras. Los microporos lenta (3-4 semanas). Para eludir este incon-
164
veniente, considerado responsable de la for- co de la hernia por vía intraperitoneal. Su ca-
mación de eventuales seromas, se ha desa- racterística es que presenta dos superficies
rrollado otra prótesis llamada Gore-Tex ® con aspecto diferente: por un lado, una es-
Mycromesh. Esta última mantiene la estruc- tructura ondulada, microporosa similar al STP,
tura microporosa de nudos y fibrillas, pero que garantiza el anclaje a los tejidos; por el
presenta, por añadidura, macroporos del diá- otro, una superficie lisa, con poros de di-
metro de 0,8 micras, equidistantes entre ellos, mensiones inferiores a 3 micras, para que se
que garantizan un rápido anclaje y una más minimize el arraigo tisular. Los elementos téc-
pronta incorporación de los tejidos. Después nicos de Gore-Tex® Dual Mesh Biomaterial,
de los 7 días de la implantación, Mycromesh por lo demás, se sobreponen completamen-
aparece firmemente fijada a los tejidos con te a los de las otras prótesis de e-PTFE.
mínima reacción de cuerpo extraño y amplia El comportamiento del e-PTFE frente a la
vascularización. contaminación bacteriana y a la infección es
Con relación a las pruebas mecánicas, argumento de controversia (Gore-Tex® Dual
tanto Gore-Tex® STP como Mycromesh re- Mesh: prótesis de tipo II según Amid; Gore-
sultan extremamente resistentes a la tracción Tex® Mycromesh: prótesis de tipo III según
y con una elevada retención a la sutura, si- Amid). A la afirmación de que, por su ca-
milar a la del polipropileno monofilamento. racterística hidrofobicidad, el e-PTFE ralen-
Se pueden recortar y perfilar las dos prótesis tizaría la penetración bacteriana, se contraponen
según las exigencias y se pueden reesterili- motivaciones teóricas y resultados clínicos,
zar al vapor o al óxido de etileno. que confirmarían la escasa posibilidad de pe-
Si se colocan en contacto con las vísce- netración de los granulocitos neutrófilos con
ras, además, después de 2-4 semanas de la consecuente infección y su cronicidad.
implantación, se revisten de una capa de cé- También está a disposición una prótesis
lulas mesoteliales, con el resultado de adhe- de e-PTFE, en la cual se han agregado dos
rencias blandas y fácilmente disecables. agentes antimicróbicos (diacetato de clorex-
Otra característica de Gore-Tex® STP y hidrina y carbonato de plata) para inhibir la
de Mycromesh es la elevada inercia biológi- colonización bacteriana de la prótesis hasta
ca. Para que se pueda considerar biológica- 10 días después la implantación (Gore-Tex®
mente inerte, un biomaterial tiene que permitir Dual Mesh Plus).
el normal desarrollo de los procedimientos
de reparación tisular. La complexión micro-
porosa del e-PTFE facilita, de hecho, la mi-
gración de los fibroblastos en el interior de Prótesis reabsorbibles
la estructura trabecular y la formación de un
tejido fibroso bien organizado, que se colo- El principio de la utilización de las pró-
ca horizontalmente a lo largo de la superfi- tesis reabsorbibles para la cirugía de la her-
cie de la prótesis y se ahonda perpen- nia se fundamenta en una doble presuposición:
dicularmente por los microporos, con una un refuerzo provisional ofrecido de la próte-
escasa reacción de cuerpo extraño. sis y, simultáneamente, un estímulo para la
En comercio hay también otra prótesis de activación de los fibroblastos con sucesiva de-
e-PTFE, la Gore-Tex® Dual Mesh Bio-mate- posición de tejido conectivo, al que se enco-
rial, estudiada para la reconstrucción de los mienda la tarea de reforzar la cicatrización.
tejidos blandos (laparoceles y hernias volu- Las prótesis se constituyen de un polí-
minosas) y para el tratamiento laparoscópi- mero de los ésteres del ácido poliglicólico
165
(Dexon®, Davis & Geck), o de un copolíme- Prótesis compuestas
ro, derivado de la síntesis de este último con
el ácido láctico (poliglactina 910) (Vycril®, La cirugía del laparocele ó eventración,
Ethicon). en la actualidad, se acoge a prótesis que re-
Las dos se presentan tejidas con una tex- únen las propiedades de biomateriales capa-
tura trenzada multifilamento. La malla de De- ces de inducir una buena integración tisular
xon® es un tejido de textura ancha, con un a las de biomateriales que evitan la forma-
particular entretejido de la malla, definida «a ción de adherencias, cuando se ponen en con-
tricot», que realiza una prótesis blanda, fle- tacto con las vísceras. Las prótesis compuestas
xible, extensible, modelable y biodegrada- se constituyen generalmente de dos capas de
ble, que se reabsorbe gradualmente por materiales diferentes: la superior, destinada a
hidrólisis dentro de los 90 días, con una pro- incorporarse a la reacción fibroblástica, está
gresiva reducción de la masa y de la resis- representada por una malla de polipropileno
tencia a la tensión. La prótesis de Vycril ®, o de poliéster; la inferior, dirigida al interior,
en cambio, es un tejido de textura profusa- está formada por material reabsorbible (colá-
mente trenzada, flexible pero no elástico, que geno + poliéster, Composite®, Sofradim) o es-
comparte con el Dexon® su propiedades fí- casamente reactivo (e-PTFE + polipropileno,
sicas y de biodegradabilidad. Composix®, Bard) (poliuretano + poliéster,
Sin embargo, los estudios histológicos HI-Tex®, MARP-VK). Otras prótesis se han
han probado una insuficiente aposición de construido con mallas de biomateriales mix-
tejido fibroso en la estructura de estas próte- tos (polipropileno + poliglactina 910, Vypro®,
sis, antes de la terminación de los procesos Ethicon) (poliéster + TFE, Fluoromesh®, Sul-
de reabsorción. Por lo tanto, estas no se pue- zer Vascutek). Estas prótesis no están indica-
den utilizar para la hernioplastia prótesica. das para la cirugía de la hernia inguinal, salvo
También su uso como protección de una plas- para verificar sus posibles aplicaciones en las
tia anatómica (Bassini, Shouldice) o como re- técnicas quirúrgicas que prevén el contacto
fuerzo, en forma de «almohadilla» (Vycril de la malla con el tronco vascular iliacofe-
Kissen, Ethicon), de la aponeurosis trasver- moral (Stoppa, Wantz). Recientemente se ha
salis, no ha presentado ventajas en términos introducido en el mercado un «patch» pre-
de recidiva. formado, compuesto (polipropileno + e-PT-
La prótesis de Dexon® ha sido propues- FE), con el objetivo de separar el funículo
ta por Dayton para la cirugía de reparación espermático, y en particular el deferente, de
del laparocele, como alternativa temporal al la reacción fibrosa (Spermatex®, Bard).
polipropileno en presencia de infecciones. ¿Cuál va a ser el futuro de la cirugía pro-
El soporte abastecido de la malla reabsorbi- tésica de la hernia inguinal? ¿Las mallas, cons-
ble hasta la resolución del problema séptico tituidas de biomateriales cada vez mejores,
puede, en efecto, aumentar las probabilida- van a alcanzar al estándar de la prótesis
des de éxito de la prótesis permanente. Las «ideal»? ¿También van a desarrollar una fun-
características de las prótesis reabsorbibles, ción «farmacológica», como reservorio de
al fin, se pueden explotar favorablemente pa- analgésicos, de antibióticos, de modulado-
ra la construcción de prótesis mixtas (Vypro®, res del proceso inflamatorio? ¿Se van a dis-
Ethicon), particularmente útiles para la ciru- tribuir en el mercado en forma de dispositivos
gía del laparocele. dispuestos para la utilización, a bajo precio?.

166
Capítulo 9

Las suturas

Alfredo Diego Pérez

Suturas que se pueden utilizar para el cierre de heridas.


Dicha composición será una característica
Una sutura es, en sentido amplio, una determinante en la sutura, ya que es la
hebra de cualquier material que, montada en responsable del comportamiento que ese
una aguja, es utilizada para aproximar tejidos. material va a presentar «in vivo».
Cuando dicha hebra es utilizada sin aguja Parece lógico pensar que la mejor situación
para ocluir vasos hablamos de una ligadura. sería aquella en que un solo material fuera
Las suturas son utilizadas desde hace milenios capaz de cumplir todas las expectativas, todas
para el cierre de heridas. La primera referencia las necesidades de cualquier cirugía y cualquier
a su utilización se encuentra en el papiro de tejido. Este concepto, la «sutura ideal», fue
Edwin Smith, fechado 1.600 años antes de ya expresado por Moynihan en 1912. Moynihan
Cristo, hace cerca de 3.600 años. pensaba que la sutura ideal debería cumplir
Pese a su antigüedad, las suturas son aún una serie de características:
el método más común para el cierre de heridas, . Ser monofilamento
tanto accidentales como quirúrgicas. En la . Ser aplicable en cualquier intervención
actualidad, el desarrollo de la tecnología de . Ser fácil de manejar
polímeros ha puesto al alcance de los cirujanos . Producir mínima reacción tisular
una gran variedad, un amplísimo arsenal de . Disponer de una adecuada resistencia tensil
materiales de sutura, capaces de cubrir, cada . Tener un anudado seguro
vez con mayor satisfacción del usuario, . Desaparecer una vez terminada su función
cualquier necesidad. . Ser predecible en su desaparición
. Ser estéril
Se trataría, por tanto, de una sutura capaz
de satisfacer las distintas necesidades de los
Materiales de suturas diferentes tejidos, absorbible (no permanente),
poco traumática, fácil y segura de utilizar y
Al hablar de materiales de sutura nos ser predecible. Hoy en día, la esterilidad es
estamos refiriendo a los distintos tipos de una característica universal.
filamentos con sus diferentes composiciones La sutura ideal aún no existe. No hay una 167
sutura «inteligente» capaz de adaptar su de estas suturas es que eliminan los
comportamiento al tipo de tejido en que está inconvenientes de un cuerpo extraño implantado
siendo utilizada. Lo que sí hay es una batería a largo plazo. Sin embargo, a menudo, y esto
de materiales capaces de cubrir todas esas es frecuente en la cirugía de la hernia inguinal,
necesidades. Fruto de la cooperación entre las características de cicatrización de los
todos los implicados en la elaboración y tejidos y de la incisión, el estado del paciente
utilización de la sutura, los nuevos materiales u otras circunstancias (p. ej., medicación a
satisfacen cada vez mejor las diferentes que está sometido, tratamientos comple-
Figura 1 necesidades que plantea la cirugía moderna, mentarios como irradiación, etc.) imposibilitan
con unos estándares cada vez más elevados. el uso de este tipo de materiales, estando
indicados los no absorbibles.
La estructura de un material los divide en
Clasificación de los materiales de sutura monofilamentos (aquellos construidos con un
Hay tres características universalmente único filamento de grosor –calibre- variable)
utilizadas para clasificar los materiales de y multifilamentos (aquellos construidos con
sutura: haces de filamentos de calibre muy pequeño
. Su origen para conseguir una hebra más gruesa, del calibre
. Su comportamiento deseado). Estos últimos suelen tener una estructura
. Su estructura trenzada, es decir, los haces de monofilamentos
El origen es la procedencia de la materia se trenzan para obtener la hebra final, aunque
prima del material. Por su origen, los materiales también existen hebras torcidas, en las cuales
se clasifican en naturales (la materia prima los filamentos se retuercen consiguiendo una
Figura 2 es de origen natural) y sintéticos (la materia hebra del calibre deseado y con la apariencia
prima del filamento es resultado de una síntesis exterior y algunas de las características de un
química industrial). monofilamento (figura1 y 2).
Los materiales naturales son de origen Todos los materiales pueden ser clasificados
biológico, tanto animal como vegetal. Los atendiendo a estas tres características. He
materiales sintéticos son polímeros obtenidos aquí algunos ejemplos:
por síntesis química industrial, diseñados para . Naturales absorbibles torcidos:
tener unas características determinadas y Catgut simple y crómico
cumplir con unos estándares concretos. Son, . Naturales no absorbibles torcidos:
sin duda, los más utilizados en la actualidad, Seda virgen (solo para oftalmología)
por encima de los de origen natural. . Naturales no absorbibles trenzados:
El comportamiento de un material viene Seda trenzada
determinado por su capacidad para ser degradado . Sintéticos absorbibles monofilamentos:
por el organismo. Los materiales se clasifican Polidioxanona, poliglecaprona
en absorbibles (aquellos que son degradados . Sintéticos absorbibles trenzados:
y absorbidos completamente por el organismo Poliglactina 910
una vez implantados) y no absorbibles (aquellos . Sintéticos no absorbibles monofilamentos:
que permanecen por tiempo indefinido en el Poliamida, polipropileno, etc.
cuerpo sin ser degradados). . Sintéticos no absorbibles trenzados:
La sutura ideal debe desaparecer del Poliéster
organismo una vez cumplida su labor. Por
tanto, la sutura ideal debería ser fabricada
con un material absorbible. La ventaja general
168
Ventajas e inconvenientes . Anudado más difícil.
. Requieren anudado diferente
Como es natural, cada tipo de origen, para mayor seguridad.
estructura y comportamiento determina unas
cualidades de las suturas que a su vez son
causa de sus ventajas e inconvenientes respecto
a los demás tipos de suturas. Vamos a hacer Suturas naturales frente a sintéticas.
un repaso de estas ventajas e inconvenientes
para cada tipo de sutura: Ventajas
. Buena manejabilidad.
. Buen anudado (frente a sintéticos
monofilamentos).
Suturas absorbibles frente . Elevada histocompatibilidad tisular.
a suturas no absorbibles. . Elevada resistencia a la tracción.
. Comportamiento predecible.
Ventajas
. Desaparecen. Inconvenientes
. Mínimo riesgo de reacción a un cuerpo . Reacción tisular moderada/alta.
extraño a largo plazo. . Baja resistencia a la tracción.
. Permanentes. . Peor anudado que los naturales
. Proporcionan soporte indefinido a la herida. (sintéticos monofilamentos).
Podemos concluir, por tanto, que la sutura
Inconvenientes ideal debería ser un sintético absorbible
. Pierden resistencia monofilamento de alta resistencia inicial,
. Soporte de la herida limitado en el tiempo. elevada histocompatibilidad y fácil manejo
. No desaparecen. y anudado.
. Se pueden dar reacciones tardías a un cuerpo Conociendo estas características podemos
extraño. ahora plantearnos la elección de la sutura
más apropiada.

Calibrado de la suturas
Suturas trenzadas Al hablar del calibre de la sutura nos
frente a monofilamentos. referimos al diámetro de la hebra.
Este se ha de ajustar a unos rangos
Ventajas predeterminados del mismo. Para ello se
. Buena manejabilidad. emplean dos normas:
. Excelente anudado. • La USP o Farmacopea estadounidense
. Anudado muy seguro. es el sistema más extendido y conocido, el
. Mínimo traumatismo tisular. calibrado «por ceros». En este sistema el
. Facilidad de paso por los tejidos. calibre de la sutura se representa como una
secuencia de ceros en la cual un mayor número
Inconvenientes de ceros representa un diámetro menor. Por
. Mayor fricción y arrastre tisular. encima del calibre 0, los calibres se representan
. Mayor traumatismo tisular. como números enteros en sentido creciente:
. Manejo más difícil. a mayor grosor mayor número (0, 1, 2, etc.) 169
Normalmente, en calibres muy finos se evita excepción del catgut, en el cual el calibrado
poner una larga línea de ceros representando esta «desplazado» una unidad. Así, un calibre
el calibre con un código convencional. Así, USP 0 que en todos los materiales, excepto

Fuerza tensil de las suturas

Calibre Calibre Catgut (nudo Sintéticos No absorbibles


convencional convencional de cirujano) absorbibles (nudo (hilo)
(catgut) USP XXI (Kg) de cirujano) farmacopea
USP XXI (Kg) europea (Kg)
5/0 6/0 0,18 0,68 0,306
4/0 5/0 0,38 0,95 0,510
3/0 4/0 0,77 1,77 0,918
2/0 3/0 1,25 2,68 1,53
0 2/0 2,00 3,90 2,24
1 0 2,77 5,08 2,75
2 1 3,80 6,35 3,57

Tabla I

la expresión 10/0 ó 10-0 representa el calibre el catgut, se corresponde con un 3 métrico,


«0000000000» y se lee diez ceros. en este último material es un 4 métrico, o lo
• Por otro lado, también existe la que es lo mismo, los calibres USP del catgut
farmacopea europea que utiliza el sistema tienen un diámetro mayor que los del resto
métrico decimal para determinar los grosores de materiales.
de las suturas. En este caso, el calibre se indica En el siguiente cuadro se representan
como el límite inferior del rango de diámetro ambos sistemas de calibrado:
admisible para ese calibre de sutura, expresado ¿Qué importancia tiene la correcta elección
en décimas de milímetro. En un ejemplo, un del calibre? Para empezar, no todos los
calibre 2 de la farmacopea europea tiene un materiales tienen la misma resistencia a la
diámetro de 0,2 a 0,24 mm, lo que coincide tracción. Ni siquiera los requisitos de la
con un calibre 3-0 de la USP. farmacopea son los mismos para todos los
Hay que destacar que existe una materiales. La siguiente tabla muestra cuáles
correspondencia entre estos dos sistemas son esos requisitos:
común para todos los materiales, con la única Es decir, se debe elegir un calibre que

Calibres de las suturas

Calibre Calibre Calibre Límites de diámetro


convencional convencional (catgut) métrico (mm)

11/0 - 0,1 0,01 - 0,019


10/0 - 0,2 0,02 - 0,029
9/0 - 0,3 0,03 - 0,039
8/0 - 0,4 0,04 - 0,049
7/0 - 0,5 0,05 - 0,069
6/0 - 0,7 0,07 - 0,099
5/0 6/0 1,0 0,10 - 0,149
4/0 5/0 1,5 0,15 - 0,199
3/0 4/0 2,0 0,20 - 0,249
2/0 3/0 3,0 0,30 - 0,349
0 2/0 3,5 0,35 - 0,399
1 0 4,0 0,40 - 0,499
2 1 5,0 0,50 - 0,599
3 2 6,0 0,60 - 0,699
Tabla II
170
ofrezca la suficiente resistencia para mantener heridas.
los tejidos unidos, incluso ante una elevación Hay tres tipos de aspectos que hay que
de la tensión (p.ej., la tos). Pero además la considerar cuando se va a elegir la sutura más
correcta elección del calibre también supone apropiada para una aplicación:
elegir un calibre suficientemente fino. Si . Factores propios del paciente: estado nutritivo,
consideramos que un material de sutura es un edad, enfermedades crónicas, etc. que pueden
cuerpo extraño implantado en el organismo y influir en la cicatrización.
que, por muy inerte que sea, siempre se puede . Factores propios de la cirugía: tipo de tejido
producir una reacción, incluso a largo plazo, a suturar, hemostasia, daños térmicos en la
convendremos en la conveniencia de elegir el coagulación, tensión en la herida (localización,
calibre más fino posible que nos ofrezca forma y tamaño de la incisión), etc.
garantías. ¿Hasta qué punto es esto significativo? . Factores exógenos: tratamientos previos o
El cuadro siguiente nos da una idea de la posteriores a la cirugía, infección de la herida, etc.
reducción de volumen de sutura asociada a Conociendo estos y otros factores que
una reducción de una unidad en el calibre: afectan a la cicatrización, es posible determinar
qué sutura es más apropiada en cada caso,
eligiendo un material cuyo comportamiento,
resistencia, calibre y características de
histocompatibilidad se ajusten a los requisitos.

Las agujas quirúrgicas

En otras palabras, una reducción de una Son «el otro» componente de la sutura.
unidad en el calibre USP de una sutura supone A menudo infravaloradas en su importancia
una disminución del 50% de promedio en el en la sutura, tienen dos características desde
volumen de sutura implantada, es decir, en el punto de vista quirúrgico que determinan
el cuerpo extraño implantado, lo que es más su importancia:
evidente en el caso de las herniorrafias, . No permanecen en el cuerpo tras su utilización.
reparaciones solo con sutura. Sirven «solo» para colocar la hebra de material
en el lugar deseado y luego se desechan.
Sin embargo, su correcta elección influye
poco en el resultado final; por el contrario,
Elección del material de sutura una elección incorrecta determinará un mal
resultado y la complicación del acto de la
Dadas las diferentes características de la sutura y posiblemente su prolongación
cicatrización en los distintos tejidos y pacientes innecesaria.
es evidente que no puede elegirse una única En otras palabras, las agujas quirúrgicas
sutura que se corresponda con el concepto de influyen en un acto de suturar simple y sin
sutura ideal y que pueda ser utilizada de forma complicaciones.
universal. Es por ello por lo que se requiere
una acertada elección de la sutura a emplear
en cada paciente y tejido para obtener los Partes de la aguja quirúrgica
mejores resultados en la cicatrización de las La aguja quirúrgica tiene varias partes bien
171
diferenciadas, así como distintas dimensiones traumatismo posible. Además, debe resistir
que se deben conocer y distinguir, ya que varias pasadas sin perder filo ni capacidad de
influyen en la correcta elección de la aguja penetración. Característica fundamental en las
más apropiada para cada caso (figura 3). agujas quirúrgicas, especialmente en tejidos
. Punta: Es el extremo agudo de la aguja el resistentes y duros. Desde el punto de vista del
que penetra el tejido, hasta donde la aguja cirujano lo deseable es una aguja de gran poder
alcanza su máximo grosor. de penetración. El perfil o forma de la punta
Figura 3 . Cabeza: Es el extremo contrario de la aguja, determina su poder de penetración. Por ejemplo,
aquel en que el hilo va engarzado. Va taladrado son más penetrantes las agujas triangulares,
para poder realizar el engarce. con tres bordes cortantes, que las cilíndricas.
. Cuerpo: Es todo el tramo de aguja desde el Resistencia: Otra característica fundamental
final de la punta (donde la aguja alcanza su para el cirujano. La aguja no debe doblarse
máximo grosor) hasta el comienzo de la cabeza mientras se utiliza. Esto se consigue mediante
(fin del taladrado). el empleo de aleaciones de acero altamente
. Longitud: Es todo el trayecto desde el extremo resistentes que posibilitan la aplicación de
de la punta hasta el de la cabeza, siguiendo fuerzas cada vez mayores a la aguja sin que
la curvatura de la aguja. se doble, algo especialmente importante
. Cuerda: Es la distancia entre el extremo de cuando se trabaja con tejidos duros. También
la punta y el de la cabeza medida en línea la forma de la sección del cuerpo influye en
Figura 4
recta. esta característica, ya que un cuerpo cuadrado
. Radio: Es la distancia desde el centro de la ofrece un mejor reparto de la aplicación de
circunferencia cuyo arco es la aguja hasta el la fuerza ejercida con el portagujas, lo que
centro del cuerpo de la misma. redunda en una mayor resistencia al doblado.
. Diámetro: Es el grosor del cuerpo de la Ductilidad: La aguja debe doblarse antes
aguja. que romperse. Esto suele estar en contradicción
. Curvatura: Es la longitud del arco de con la resistencia, ya que cuanto más resistente
circunferencia que representa la longitud de es un material más frágil suele ser. Para evitar
la aguja medida como fracción del círculo: esto, se emplean aleaciones con un contenido
fi círculo, 3/8 de círculo, etc. en hierro relativamente bajo que combinan
La profundidad a la que hay que dar el una gran resistencia con una elevada flexibilidad.
punto determina qué aguja es la que hay que Flexibilidad: La aguja debe poder ser vuelta
utilizar. Así, a mayor profundidad, mayor a su forma original en caso de que se doble
curvatura requerida. Un caso especial es el accidentalmente. Si una aguja no cumple esta
de las agujas de anzuelo, a menudo utilizadas característica, en caso de doblarse durante
para dar puntos profundos al ligamento de el acto quirúrgico, hay que cambiar toda la
Cooper (figura 4). sutura, lo que complica el acto y obliga a
eliminar suturas innecesariamente.
Fijación en el portagujas: La aguja no
Características de las agujas quirúrgicas debe moverse en el mismo. Si la aguja se
Para cumplir adecuadamente la función mueve en el portagujas no es posible obtener
para la que han sido diseñadas, las agujas un buen control de la colocación de la sutura.
quirúrgicas han de cumplir una serie de Una buena fijación de la aguja depende de
condiciones: la forma del cuerpo que debe ser aplanada
Penetración: La aguja debe penetrar bien, y, si es posible, debe ser estriada para mejorar
con facilidad, pero ha de causar el mínimo aún más el agarre.
172
Relación aguja-hilo: La relación grosor exterior), de la longitud de la punta (agujas
de la aguja-calibre del hilo debe ser lo más de punta de precisión, con punta más larga
parecida posible. De esa manera, se evita un y cuerpo cuadrado) y de otras características.
exceso de traumatismo por la aguja que no Las más comunes entre las utilizadas en la
aporta nada al cierre de la herida. Esto también cirugía de la hernia inguinal son las triangulares
Figura 5
se obtiene con la incorporación de taladrados inversas (de filo en el exterior de la curvatura)
láser a la fabricación de agujas. y de fi círculo (figuras 8 y 9).
• Puntas especiales: son otros tipos de puntas
que se utilizan para aplicaciones concretas.
Puntas de agujas Estas puntas quedan fuera del ámbito de la
Existen diversos tipos de punta de aguja, cirugía de la hernia inguinal.
cada uno con sus características propias. Normalmente, en este tipo de cirugía, es
¿Cómo elegir el tipo más apropiado para cada suficiente una aguja cilíndrica dada la resistencia
cirugía? La elección de la aguja más apropiada del tejido. Los resultados mejoran con agujas Figura 6
es la combinación de la penetración adecuada cilíndricas de punta plana, ya que la penetración
y el mínimo traumatismo. Por tanto, hay dos es mejor con menor traumatismo. Sin embargo,
preguntas que hay que contestarse para tomar una punta tapercut o, incluso, una triangular
la decisión correcta: ¿qué grado de penetración inversa son también utilizadas a menudo.
necesitaré en este tejido? y ¿qué grado de
traumatismo producirá esta punta? Veamos
los tipos de puntas disponibles:
• Cilíndricas son aquellas en las que el perfil Las suturas y la cirugía de
es cónico. No tienen filos, por lo que toda su la hernia inguinal
capacidad de penetración dependerá de lo Figura 7

aguda que sea su punta. Son menos penetrantes En la cirugía de la hernia inguinal las
que las agujas con filos, aunque tienen la suturas se utilizan en varias fases, aunque en
ventaja de producir menos trauma en el tejido este apartado solo vamos a hablar de las
(figura 5). suturas utilizadas en la reparación de la hernia,
• Cilíndricas de punta plana: son unas agujas bien en técnicas de herniorrafia con sutura,
en las que la punta cilíndrica es aplanada en bien en las de hernioplastia con malla.
sus caras superior e inferior. Esto reduce la
sección de la punta mejorando su penetración,
y la cara aplanada mejora el control de la Características físicas de las suturas
posición del punto (figura 6). Veamos, en primer lugar, cuáles son las
• Tapercut o cilíndricas de punta triangular, propiedades a considerar cuando hablamos Figura 8

penetrantes, pero relativamente poco traumáticas de las características de las suturas, qué influye
con la punta triangular con filos cortantes y en su comportamiento y manejo:
el cuerpo cilíndrico para minimizar el daño Fuerza tensora es la resistencia a la tracción
al tejido (figura 7). que tiene una sutura. Puede medirse en newton,
• Triangulares, con tres filos cortantes, las de Kg, etc.
mayor capacidad de penetración y al mismo Retención de fuerza tensora es el remanente
tiempo más traumáticas. Existen varios tipos de esta fuerza en el material de sutura al cabo
en función de la posición de los filos (triangulares de un tiempo tras su implantación in vivo.
convencionales, con un filo en el interior de Es de aplicación solo en suturas absorbibles
su curvatura, o inversas, con el filo en el y determina el tiempo durante el cual la Figura 9
173
sutura da soporte a los tejidos suturados, su Las suturas en la reparación de la
vida útil. hernia inguinal
Absorción de la sutura es el proceso de
desaparición del material degradado y absorbido Suturas no absorbibles
por el organismo. Se da solo en los materiales Los materiales más utilizados en la
absorbibles y ocurre por pérdida de masa, reparación de la hernia inguinal son los no
siendo virtualmente inexistente hasta la absorbibles. Dadas las características del
desaparición de toda la fuerza tensora. tejido a suturar (estado fisiológico del tejido,
Tiempo de absorción es el tiempo requerido tensión que soporta, cicatrización), parece
para que se complete el proceso anterior. Es lógico utilizar un material no absorbible en
el parámetro que en realidad nos importa. la reparación con sutura de esta patología,
Elongación es la capacidad de estiramiento las llamadas técnicas con tensión. Los materiales
de una sutura ante una tracción. Se puede más comunes son:
expresar como porcentaje de la longitud . Seda. El material no absorbible más clásico.
inicial. Dado que deforma la sutura al aplicarla Es fácil de manejar y de anudar, sus principales
una tracción, es un parámetro que afecta al ventajas, pero, por el contrario, es relativamente
anudado: al tirar de la sutura para anudarla poco resistente y produce una considerable
también la elongamos y al cesar la fuerza reacción tisular. Además, aunque no se absorbe,
tiende a recuperar su longitud inicial, por lo pierde resistencia con el tiempo. Se utilizó
que si el nudo está demasiado apretado puede en las técnicas con tensión, pero no se emplea
estrangular el tejido. Solo se elongan de manera en la actualidad.
significativa los materiales monofilamentos, . Poliamida (nailon). Una sutura monofilamento
no los trenzados. de superficie suave y más resistente que la
Elasticidad es la propiedad del material seda. Pierde resistencia con el paso del tiempo.
de volver a su longitud inicial una vez cesa Se ha utilizado, aunque menos que el
la tensión que lo elongaba. Como hemos visto polipropileno, ya que este se adapta mejor a
afecta al anudado. los requisitos de la técnica.
Rigidez es la resistencia del filamento al . Polipropileno. Este material monofilamento
doblado. Contraria a la flexibilidad, determina es el más utilizado, tanto para suturar
la facilidad (en este caso la dificultad) de directamente los tejidos en las técnicas con
manejo del material: cuanto más rígido sea tensión como para fijar la malla en las técnicas
peor se maneja. sin tensión. Es poco traumático por su superficie
Memoria es la capacidad que tiene el suave, muy resistente, lo que lo hace apropiado
filamento de volver a adoptar la forma en que para suturar tejidos que han de soportar tensión;
estaba plegado dentro del sobre una vez se permanente, no sufre pérdida de resistencia
ha extraído del mismo y se ha estirado. Se con el tiempo, proporcionando soporte
observa cómo la sutura forma codos o ángulos prolongado a tejidos deteriorados; inerte,
más acusados cuanta mayor memoria tenga produce muy poca reacción en el tejido,
el material. Influye en su facilidad de manejo minimizando complicaciones a largo plazo
y anudado (a mayor memoria, mayor dificultad) y, para ser monofilamento, se maneja y anuda
y se puede minimizar mediante envasados con suficiente seguridad. Todas estas
adecuados. características hacen del polipropileno la
Conociendo estas características, hablemos sutura más apreciada tanto para la reparación
ahora de los distintos materiales en la reparación directa como para la fijación de mallas. En
de la hernia inguinal. esta última aplicación, el polipropileno tiene
174
la ventaja de proporcionar un soporte • Sintético absorbible trenzado de soporte
permanente a la malla, incluso cuando el a medio plazo (4–5 semanas). El material
tejido cicatrizal que la coloniza se contrae, absorbible más común. Es fácil de manejar
contrayendo a su vez a la malla. y de anudar, sus principales ventajas, pero
. Poliéster. Este material es también no pierde resistencia a la tracción en un plazo
absorbible permanente, muy resistente e inerte. en que probablemente los tejidos no estén
Su diferencia fundamental con el polipropileno completamente reparados. Esto hace que su
es que su estructura es trenzada, lo que le uso sea bastante limitado. Se utiliza en las
hace algo más traumático que aquel. La mayor técnicas con tensión y también en la fijación
idoneidad de un material monofilamento hace de mallas. En este último caso, su uso parece
que el poliéster sea menos empleado que el menos incierto, ya que, asumiendo que la
polipropileno, pese a lo cual es el segundo malla es colonizada por tejido cicatrizal en
material más utilizado. Con frecuencia, es un plazo de unas dos semanas, el soporte
empleado con una aguja de anzuelo, para proporcionado por la sutura sería suficiente.
dar puntos profundos al ligamento de Cooper, Sin embargo, persiste una cierta duda respecto
tanto en técnicas con tensión como sin la a su idoneidad, ya que con posterioridad el
misma. tejido cicatrizal tiende a contraerse, lo que a
Otros materiales. Como curiosidad, su vez implica una contracción de la malla
podemos mencionar que hay cirujanos que que puede no tener ya para entonces el soporte
emplean o han empleado otros materiales de las suturas. Es, sin duda, el tipo de material
menos frecuentes en la reparación de la hernia más extendido para el cierre de planos tras
inguinal. Entre ellos, se cuentan el lino, hoy la cirugía.
desaparecido de los catálogos de la mayoría • Sintético absorbible monofilamento de
de las empresas, el polivinildifluoroetileno larga duración. Como en el caso anterior, este
(PVDF), el politetrafluoroetileno expandido tipo de material es relativamente poco usado
(PTFE) o, incluso, hace tiempo, el acero para esta aplicación.
quirúrgico.

Suturas absorbibles Conclusión


Con menor frecuencia se emplean
materiales absorbibles en la reparación de la En la actualidad, el arsenal de suturas
hernia inguinal. Dado que los tejidos ya están disponibles para la reparación de la hernia
considerablemente deteriorados al aparecer inguinal, como de cualquier otra patología,
la hernia, han de soportar una considerable es muy grande y crece contínuamente,
tensión y su cicatrización es relativamente ofreciendo múltiples alternativas.
lenta; el uso de materiales absorbibles es Sin embargo, las distintas propiedades de
bastante infrecuente, no superando el 15% los materiales de sutura hacen que no todas
del total. Entre estos materiales destacan: las soluciones sean apropiadas o den las
• Catgut. Es un material poco idóneo por mismas garantías de una reparación eficaz y
su corto soporte a la herida y su baja duradera. Es por eso por lo que se requiere
predictibilidad, que sin embargo ha sido usado un adecuado conocimiento de las propiedades
para la herniorrafia. En la actualidad, se utiliza de los diferentes materiales y agujas, así como
mucho menos, en todo caso para el cierre de de las características de los tejidos que permita
planos o de piel. la elección de la combinación hilo/aguja más
175
apropiado para cada intervención. Podemos, triangular, de una longitud entre 22 y 30 mm
eso sí, concretar qué tipo de sutura es la más para poder suturar unos tejidos bastante
común e, incluso, la más apropiada para el resistentes, que no alcanzarán la resistencia
caso concreto de la reparación de la hernia original necesaria para proporcionar adecuada
inguinal. contención y que están sometidos a tensión
Resumiendo, podemos concluir que la permanente.
sutura tipo para la reparación de la hernia
inguinal es una sutura de material no absorbible, Las opciones son, no obstante, muchas y
casi siempre polipropileno o poliéster, con la sutura a emplear en cada caso podrá variar
un calibre suficientemente resistente para con el conocimiento que el cirujano tenga
soportar la tensión en la zona, casi siempre de sus propiedades y los tejidos a aproximar,
2-0 ó 0, armado con una aguja de fi círculo dando cabida a otras alternativas en función
de punta cilíndrica, con menos frecuencia de las preferencias personales.

176
«Se afirma que la infiltración del sitio operatorio
con anestésicos locales es la anestesia menos invasora y
más inocua para la reparación herniaria. Puede afirmar-
se también que es la técnica que produce con mayor fa-
cilidad una experiencia lamentable para el paciente, si
no se aplica bien y de manera concienzuda».
William J. Amado
1993

Capítulo 10

Anestesia local aplicada por el cirujano

Fernando Carbonell Tatay

Concepto. Datos generales. La secuencia clínica de una anestesia


Mecanismo de acción. local, con bloqueo de los nervios periféricos,
es la siguiente:
Local es el tipo de anestesia en la que 1. Vasodilatación periférica con elevación
más directamente actúa el cirujano, la administra de la temperatura cutánea
él mismo y necesita la colaboración del 2. Pérdida de la sensibilidad térmica y dolorosa.
enfermo que va a intervenir. 3. Pérdida de la propiocepción.
La podemos definir como el conjunto de 4. Pérdida del tacto y de la sensibilidad a la
actos y fenómenos físicoquímicos que nos presión.
llevan a conseguir la insensibilidad, la falta 5. Parálisis motora.
de dolor en la parte del organismo donde la Los anestésicos locales son bases débiles
aplicamos sin afectar la conciencia del individuo. cuya estructura consiste en un radical aromático
Esta insensibilidad es de duración variable, ligado a una amina a través de un enlace ester
dependiendo del agente anestésico utilizado o amida.
y de su título de solución; también influye el Bloquean la conducción nerviosa alterando
estado de los tejidos en los que se aplica, la propagación del potencial de acción en
pero siempre es pasajera. El tiempo de anestesia los axones. Actúan como receptores específicos
varía hoy, entre los 60-90 minutos de la de la membrana nerviosa; este receptor es el
lidocaína hasta los 90-110 de la bupivacaína; canal de sodio y es accesible a lo largo de
la mitad de este tiempo, si el agente se inyecta toda la neurona.
en los troncos nerviosos. Una vez finalizada la acción del anestésico
La insensibilidad anestésica es absoluta con local, se recupera de forma rápida la
respecto al dolor y la quemadura térmica; se sensibilidad, haciéndolo antes los tejidos más
conserva de forma torpe, disminuida la sensación sensibles, y la zona que fue anestesiada no
de contacto, de forma que el paciente puede guarda el menor recuerdo.
notar que le tocamos. En los músculos y en los Para que una anestesia local sea eficaz,
nervios persiste la excitabilidad eléctrica, hecho es imprescindible contar con la ayuda y
que comprobamos en la práctica al hacer uso colaboración del paciente al que se la vamos
del bisturí eléctrico bajo estas circunstancias. a aplicar; debemos «educarlo preope-
177
ratoriamente» , explicarle en qué consiste,
sus ventajas, etc.; habrá que sedar antes al
paciente y durante la intervención, como
veremos más adelante; por nuestra parte,
además, deberemos conocer exactamente la
neuroanatomía básica de la ingle y haremos
uso de una técnica de inyección-aplicación
suave, meticulosa y progresiva para la inyección
del anestésico local.
Hay que decir que como medida general
es imprescindible la presencia de un
anestesista durante la herniorrafia bajo
anestesia local; la canalización de una vena
periférica, por su parte, y la premedicación,
sedación ligera y analgesia por esa vía Carl Kolle
Paul Reclús (1857-1944)
(1847-1914)
contribuyen muy positivamente a un mejor
bienestar del enfermo en el quirófano y
mayor éxito del acto quirúrgico. Lo llamamos obtener la anestesia de la laringe. Puede
anestesia local más sedación. Las drogas considerarse el primer paso conocido.
por vía endovenosa son competencia del La anestesia general la descubrió Horace
anestesista y pueden ser variadas según Wells veinte años antes, en 1844. Más tarde,
costumbres y experiencia, por lo que no en 1884 Carl Koller emplea la cocaína tópica
citamos ninguna.La herniorrafia bajo anestesia en operaciones oftalmológicas; un año después
local puede ser una experiencia lamentable Halsted obtiene con infiltración cocaínica
para el paciente y también para el cirujano troncular la anestesia del nervio maxilar
que aplica la anestesia, si no la hacemos inferior. Fue el descubridor de la anestesia
bien y de una manera concienzuda; hecho de conducción y se convirtió en cocainómano,
este que explicaría, por la falta de experiencia, aspirándola por la nariz, tal y como se hace
la poca aceptación que tiene entre algunos ahora. (La cocaína fue descubierta por Albert
cirujanos; algunos de ellos prefieren evitarla, Niemann en 1860; fue la primera de las drogas
pues creen que se deforman los tejidos, anestésicas y posteriormente abandonada a
«que no prende bien», o prefieren anestesias causa de su toxicidad).
generales que ofrecen un mayor grado de Schleich en 1891 generaliza el uso de la
relajación muscular. La anestesia local infiltración anestésica de cocaína, quedando
inadecuada puede producir: ansiedad, resuelto el problema de la anestesia local.
William Stewart Halsted
(1852-1922) taquicardia, hipertensión, etc. La suma de Fue Halsted quien en 1884-85 descubrió
pequeños detalles y la ayuda de la el efecto favorable de la isquemia de los
premedicación y sedación son fundamentales. tejidos, y la importancia de inyectar la cantidad
suficiente hasta distenderlos y hacerlos palidecer,
para conseguir un mayor efecto anestésico y
una mayor difusión.
Recuerdo histórico En 1895 P. Reclús escribe un tratado sobre
anestesia local aplicando la cocaína y
Es en 1865 cuando Eulemburg inyecta divulgando el método en Francia y América
morfina en el nervio laríngeo con el fin de latina. Casos de muerte tras la inyección por
178
sobredosis hicieron que se abandonara su anestésicos locales como vasoconstrictor
uso como anestésico local. influye en la absorción, disminuyendo así los
La novocaína fue descubierta por Einhorm, niveles plasmáticos de estos y prolongando
en 1905, y aún se emplea en la actualidad; su duración a nivel local. Estos efectos son
posteriormente se descubrió la lidocaína, máximos para los anestésicos de acción
bupivacaína y la procaína, que utilizamos en intermedia (lidocaína, mepivacaína, etc.) y
el año 2000.

Duración horas

Agente Concentración Sin adrenalina Con adrenalina Dosis máxima*


Clasificación
Procaína 0,5-1% 0,25-0,5 0,5-1,5 hasta 60 ml
1. Química:
Lidocaína 0,5-1% 0,25-2 1-3 hasta 50 ml
Mepivacaína 0,5-1% 0,5-2 1-3 hasta 50 ml
Ésteres Amidas
Bupivacaína 0,25-0,5% 2-4 4-8 hasta 45 ml

Cocaína Dibucaína
Benzocaína Lidocaína *Dosis máxima recomendada para un individuo de 70 Kg si utilizamos la concentración
Procaína Mepivacaína más elevada conteniendo adrenalina. Pueden ser eficaces dosis inferiores.
Tetracaína Prilocaína
Clorprocaína Bubivacaína *Las dosis por mg/Kg de peso y dosis máximas, para esas concentraciones, son las siguientes:
Etidocaína • Procaína: dosis máxima 500 mg. (7 mg / Kg) sin adrenalina
Ropivacaína 1.000 mg ( 14 mg / Kg) con adrenalina
• Lidocaína: dosis máxima 200 mg (3 mg / Kg) sin adrenalina
Tabla I 500 mg ( 7 mg / Kg) con adrenalina
2. Por la duración de su acción: • Mepivacaína: dosis máxima 400 mg (5-6 mg / Kg) sin adrenalina
600 mg (6-8 mg / Kg) con adrenalina
Media Larga • Bupivacaína: dosis máxima 150 mg (2- 3 mg / Kg) sin adrenalina
200 mg (3-4 mg /Kg) con adrenalina
Prilocaína Tetracaína
Tabla III
Lidocaína Bupivacaína
Mepivacaína Etidocaína mínimos para los de acción prolongada (como
Procaína Dibucaína la bupivacaína). Estas circunstancias pueden
Ropivacaína ayudar en la cirugía herniaria; no obstante,
hay que tomar alguna precaución por algunos
efectos secundarios, pues disminuyen el Ph
Tabla II
de la solución anestésica y pueden dar lugar
a crisis hipertensivas, arritmias e infarto en
Anestésicos para infiltración enfermos coronarios.
y bloqueo nervioso periférico. No debemos utilizar anestésicos locales
Los más utilizados hoy según con adrenalina en pacientes hipertensos ,
la concentración, duración enfermos coronarios, con tirotoxicosis, con
de su acción y dosis máximas. feocromocitomas, con escleroermia, gestantes,
enfermos tratados con IMAO (inhibidores de
Anestésicos para infiltración (Tabla III) la monoaminoxidasa), antidepresivos tricíclicos
El uso de adrenalina junto con los o fenotiacinas. Nunca los emplearemos con
179
adrenalina en partes acras con vaso terminal Conceptos generales básicos
(dedos, oreja, nariz, pene, piel traumatizada, para la anestesia local infiltrativa
etc); el vasoespasmo que produce puede llevar
a la necrosis. El enfermo nota la penetración del
La alcalinización de la lidocaína al 1% anestésico, con la primera punción; repetimos
con bicarbonato de sodio disminuye el dolor el concepto de que tienen que ser maniobras
de la inyección; así como también una solución suaves, puncionando con seguridad y firmeza
de composición electrolítica casi fisiológica e inyectar distendiendo progresivamente.
(suero fisiológico al 50% con la dosis anestésica) Conseguiremos un “habón” superficial en
reduce en mayor grado el malestar producido esta primera punción y, a través de él,
por la inyección. proseguiremos dirigiendo la aguja a los lados,
arriba y abajo, para conseguir anestesiar la
mayor cantidad de tejidos desde esa primera
Características de los agentes específicos posición; la próxima punción será, si es cercana
• Lidocaína: Es la más estable de todos a la anterior, menos dolorosa al estar “dormido“
los anestésicos locales. Tiene un gran poder el territorio a puncionar para continuar “ganando
de difusión con un comienzo rápido de acción, terreno”. Si un segundo botón ó habón fuera
duración media y potencia intermedia. Baja necesario, se podrá inyectar desde la capa
toxicidad. Es la de uso más frecuente para la profunda de la dermis, utilizando la aguja
infiltración local. Se metaboliza en el hígado. introducida desde la primera punción.
A concentraciones altas posee toxicidad sobre
el SNC (sistema nervioso central) y sobre el
sistema cardiovascular. Anestesia de la piel
Es muy importante por su gran sensibilidad;
• Mepivacaína: Es muy parecida a la es la primera capa anatómica con la que la
lidocaína, aunque es menos tóxica. Presenta aguja y, posteriormente, el bisturí van a entrar
una potencia similar a la lidocaína, moderada, en contacto, por lo que es importantísimo su
pero de duración superior y tiempo de latencia completa anestesia; de esto dependerá un
corto. No produce vasodilatación, por lo buen comienzo y mayor confianza del paciente
que es la de elección cuando no se puede en el método que estamos empleando. Notar
usar un vasoconstrictor. Se metaboliza en el la primera acción del cirujano no es lo más
hígado. aconsejable. Ya hemos explicado que, por lo
general, bastará con un primer botón, ya que
1 • Bupivacaína: Tiene una toxicidad cuatro las punciones siguientes las haremos a través
veces mayor que la mepivacaína, pero también de él, pudiendo cambiar de aguja y emplear
con una acción cuatro veces más potente y otras más largas como las utilizadas en las
una duración de tres veces más. Es la más punciones lumbares.
cardiotóxica. No debemos utilizarla en enfermos Para infilrar la dermis, una vez inyectado
cardiópatas, o hacerlo con precaución.Se el primer botón, la pápula intradérmica formada
metaboliza en el hígado y se excreta por la aumenta el espesor de la piel, lo que
2
bilis y el riñón. Es la de elección en las aprovecharemos para colocar la aguja paralela
embarazadas pese a todo, pues al unirse en a la epidermis, reinyectar, formar una nueva
Primer pinchazo en la piel.
Modo de ir progresando un 95% a las proteínas pasa poco al feto. Lo pápula o roncha e ir progresando sucesivamente
e infiltrando elegiremos cuando queramos una duración hasta la extensión que queramos conseguir.
1-Inyección subcutánea
2-Inyección intradérmica prolongada del efecto. Es innecesario en la mayoría de las veces
180
infiltrar el trayecto de la futura incisión, a no Infiltración en canoa
o batea por la unión
ser que queramos conseguir un grado de de varios abanicos
o tridentes. El bisel
anestesia mayor en pacientes hipersensibles;
de las agujas debe
la infiltración “en rombo” o “en canoa” y la dirigirse hacia
el centro de la figura.
del celular subcutáneo será suficiente.
Inyectando en la piel, más que en zona
anatómica alguna, deberemos puncionar en
las zonas ya anestesiadas; las reconoceremos
por la palidez y el edema que produce el
anestésico local. Edema y palidez indican Rombo de Hackenbruch.
1-2 punciones,
que se inyectó en cantidad suficiente para
una de ellas incómoda
anestesiar. (Es una buena regla visual). para el operador.
Las punciones
1,2 y 3
son todas cómodas.
Anestesia del tejido celular subcutáneo
La infiltración de esta capa subcutánea
es el mejor método para conseguir una
insensibilización de la piel. Aunque el celular
subcutáneo es un tejido insensible, debemos
infiltrarlo generosamente, ya que absorbe
mucho anestésico, por lo que puede ser útil
utilizar uno con adrenalina. Técnica del bloqueo
de la región inguinal.
Sitio y dirección
1 de las inyecciones
Anestesia de las aponeurosis para bloquear los nervios
abdominogenitales mayor
Son insensibles a las secciones, por lo 2 y menor y rama cutánea
externa y crural
que no requieren infiltración, aunque las
del nervio genitocrural.
debemos infiltrar si tenemos que traccionar 3 1. Nervio abdominogenital menor
2. Iliohipogástrico
en ellas o en las cercanías de los nervios; si 3. Ilioinguinal
las atraviesan, debemos hacerlo por encima
y por debajo del manto aponeurótico.

Anestesia de los músculos


Muy vascularizado e inervado el tejido
muscular, debe infiltrarse con generosidad;
la infiltración de anestésicos con adrenalina Técnica del bloqueo
de la región inguinal.
en el interior de los músculos provoca cierto Infiltración a lo largo
de la rama del pubis
grado de relajación. en cada lado del cordón
espermático, teniendo
cuidado de evitar
los vasos femorales.
Anestesia de los huesos y del periostio 1. Arteria y vena femoral
2 2. Espina del pubis
El tejido óseo pude considerarse insensible,
1
pero no así la médula y el periostio que lo
recubre. Tanto una como otro poseen extrema
sensibilidad y son muy dolorosos a la agresión.
181
Tenemos, pues, que infiltrar todo el tejido hacia arriba y viceversa, inyectando cada vez
celular que rodea el periostio cercano a donde de 5-7 cc.
vayamos a intervenir. 3. Bloqueo de las ramas recurrentes del
nervio genitocrural inferior a lo largo del
ligamento inguinal, con cuidado de no
puncionar los vasos femorales, que palparemos
con la misma técnica en abanico de 3-5 cc
Anestesia local de solución. Se tendrá cuidado de inyectar
para la herniorrafia inguinal superficial y lateralmente la arteria femoral,
aunque por debajo del ligamento inguinal, a
Clásicamente, se ha utilizado el bloqueo
fin de evitar infiltrar en el nervio crural.
Infiltración nervioso periférico como mejor método de
4. Infiltración más profunda en el área del
subaponeurótica anestesia local en las técnicas autoplásticas,
anillo interno.
como el Bassini, Mc Vay, Shouldice, etc. En
5. Infiltración de la piel y el tejido celular
la última década, con la aceptación y puesta
1 subcutáneo en el sitio elegido para la misma.
en marcha de las técnicas protésicas por vía
Durante la intervención, se puede instilar
anterior menos invasivas se ha modificado la
unos 3-5 cc en el peritoneo a nivel del saco.
costumbre del bloqueo nervioso y es posible
utilizar anestesias solo por planos. Vamos a
describir tres modelos que denominamos así:
2 Técnica mixta. Método de Cushing
y “Field Block”
3 En un primer tiempo, se infiltra la piel con
Bloqueo nervioso periférico 10 ml de lidocaína al 1% diluida al 50% con
Descrito como método de Braun, seguido una solución de bicarbonato sódico, en el trayecto
por Finochetto en su tratado clásico sobre entre la espina ilíaca anterosuperior y el pubis,
anestesia local, Latham, etc. donde vayamos a hacer la incisión y en la
Puntos de infiltración
en el Pubis Los pasos son los siguientes: extensión que decidamos (aguja larga de las
y en la zona muscular 1. Bloqueo regional de los nervios utilizadas en punción lumbar) (tablas IV y V).
(n. abdominogenital
e ilioinguinal) abdominogenital mayor y menor. Se consigue
1. Músculo oblícuo menor.
2. Nervio abdominogenital mayor. puncionando a unos 5 cm por dentro de la
3. Nervio ilioinguinal. espina ilíaca anterosuperior _ punto ilíaco _. Anestesia por planos según
Después de infiltrar el tejido celular subcutáneo, el British Hernia Centre (figuras A, B y C)
dirigimos la aguja oblícuamente hacia fuera Utilizan lidocaína al 0,5% y bupivacaína al
atravesando la capa aponeurótica y el músculo 0,25%. Se aconseja este método para las
(oblicuo externo) hasta llegar a la cara interna herniorrafias protésicas, como las técnicas
del hueso ilíaco e inyectamos en abanico 15 Lichtenstein y de Rutkow-Robbins.
cc de la solución anestésica. Infiltran la piel y posteriormente utilizan
2. Infiltración local de la espina, el pubis 5-10 ml de la solución anestésica por debajo
y la parte interna del anillo externo. de la aponeurosis del oblícuo mayor, sin
Se puede palpar con el dedo, al estar el abrirla; la llaman técnica de inundamiento.
enfermo despierto, el anillo inguinal externo Posteriormente se inyecta el mesenterio
y el pubis, inyectando primero en el periostio del cordón, la zona del tubérculo púbico
del pubis y después en el cordón y parte donde vamos a fijar la malla, y después en
interna del anillo superficial. Las inyecciones, el anillo profundo teniendo cuidado con los
Infiltración en el
cordon espermático desde el mismo punto, en abanico de abajo vasos epigástricos.
182
Infiltración plano a plano ( Método de Cushing)

Lidocaína 1% diluída

1. Infiltración de la piel en la línea espina ilíaca anterosuperior


al pubis. Incisión cutánea (anestesiamos los racimos nerviosos
de la región inguinal)................................................................................. 10 ml.

2. A través de la aponeurosis del oblicuo mayor a los dos lados


de la incisión que vamos a hacer y por debajo de la misma
(nervio iliohipogástrico).............................................................................. 5 ml.
Fig. A
Infiltración subcutánea con anestesia
3. En el cordón espermático (cuidado con los vasos) facilita local a todo lo largo de la herida,
antes de preparación de la piel y de
la disección del cremáster (nervio ilioinguinal y rama genital).................... 2-5 ml. aplicación de campos.
(Imagen reproducida de Martin Kurzer)

4. A nivel del anillo inguinal interno (n. genital y ramas sensitivas


del pleoespermático)................................................................................ 2-5 ml.

5. En la base del saco herniario ( disminuye la sensibilidad


del peritoneo y su tracción).................................................................... 5 ml.

Tabla IV

Fig. B
Instilación de 5 a 10 ml de anestésico
Infiltración tipo "Field-Block" local diluido debajo de la
aponeurosis del oblicuo externo no
abierto; técnica de inundamiento.
1. Inyección a nivel de la espina ilíaca anterosuperior Lidocaína 1% (Imagen reproducida de Martin Kurzer)
(anestesia los nervios en su tronco alto) ................................................. 10 ml.

2. Infiltración a la demanda (como se ha descrito


en el método plano a plano).

Infiltración al terminar la intervención a nivel de las espina Bupivacaína


iliaca anterosuperior (Con el fin de conseguir una mayor anestesia 0,25%
por la duración de la bupivacaína) ............................................................ 5 ml.

Tabla V

Fig. C
Infiltración de anestésico local cerca
del cuello de un saco indirecto y en
la región del anillo profundo.
(Imagen reproducida de Martin Kurzer)
183
Hernia crural. Anestesia local
1, punto iliaco: abc,
infiltración de la pared para las hernias crurales
hacia la fosa iliaca interna;
dd’ y ee’, infiltraciones
subcutáneas y subaponeuróticas. Se procederá con los conceptos generales,
2, punto cribiforme,
desde el que infiltra aplicados a la región; la figura muestra los
f y g, bajo la aponeurosis.
3, punto femoral, para inyectar,
puntos de localización y de punción para
profundamente, h-i, entre la infiltración.
los vasos y la hernia.
4, punto obturador -el más
importante por ser menos
peligroso. j-l, inyecciones
hacia la cara posterior Comentario personal
de la tumoración
y el ligamento de Gimbernat
y anillo crural. El buen manejo y elección del método
5,k, punto hipogástrico,
hacia el espacio prevesical. ideal para la anestesia local en las
herniorrafias va a depender, como todo
en cirugía, de la experiencia en su
aplicación por parte del cirujano. Es
conveniente comenzar con pacientes adultos
delgados, bien informados y conformes con
el procedimiento. Es desaconsejable, desde
mi punto de vista, empeñarse en utilizar
anestesia local en enfermos obesos o con
gran panículo adiposo.
En España, y a pesar de lo que se prodiga
en las reuniones sobre cirugía ambulatoria,
son pocos los centros y cirujanos que la
utilizan, y en otros centros, como en el que
ejerce Rutkow, en Estados Unidos,utilizan
casi de forma sistemática la anestesia epidural.
Las técnicas protésicas, mínimas en
destrucción tisular, sin resección del saco,
sin tensiones, son ideales para realizarlas bajo
este tipo de anestesia. Una vez dominada por
el cirujano reporta grandes satisfacciones.

184
Capítulo 11

La anestesia en la hernia inguinal:


el punto de vista del anestesista
Juan Soliveres Ripoll
José Ricart Santacruz

Introducción plicaciones, y posibilitan estancias postope-


ratorias de hasta 85 minutos de media y una
La hernia inguinal representa una de las importante reducción de costos.
patologías quirúrgicas más frecuentes y aun- La elección de la técnica anestésica es,
que no suele comportar riesgo para la vida junto a la cirugía, el determinante de la du-
del paciente, excepto en caso de incarcera- ración del acto quirúrgico, de la estancia hos-
ción/estrangulación, es muy molesta, pu- pitalaria, de las posibles complicaciones, de
diendo llegar a ser incapacitante. la comodidad del paciente, de la disminu-
La benignidad relativa del proceso, uni- ción de la demora quirúrgica e, incluso, de
do a su elevada incidencia y prevalencia y la misma posibilidad de la realización de la
a la existencia de otras patologías quirúrgi- intervención, dado que se pueden realizar
cas que precisan soluciones prontas, llevan técnicas anestésicas menos cruentas en pa-
a que se puede generar una larga lista de es- cientes de alto riesgo, que en otras circuns-
pera para la solución definitiva del proble- tancias y, dada la benignidad del proceso,
ma: la cirugía. podrían ser rechazados para la cirugía.
Hasta hace relativamente poco tiempo,
un problema de la cirugía de la hernia ha si-
do la estancia hospitalaria prolongada en el
tiempo; así, en una revisión de 1986 sobre Técnicas anestésicas
120.000 cirugías de hernia inguinal en el Rei-
no Unido, había una estancia hospitalaria Anestesia general
media de los pacientes de alrededor de una Es sin duda el tipo más comúnmente uti-
semana, tiempos de hospitalización que han lizado en el ámbito del quirófano, aunque,
ido disminuyendo (de 8, 7 días en 1990 a 4,4 si nos ceñimos a patologías concretas, mu-
días en 1992 en Suiza). chos pacientes se pueden beneficiar de otros
Esto ha sido posible debido a las nuevas tipos de técnicas, como son las locorregio-
técnicas quirúrgicas y anestésicas, en espe- nales que, cuando están indicadas, incre-
cial gracias a la anestesia local con la que no mentan la comodidad y la seguridad de la
se observan diferencias en cuanto a las com- cirugía. Como más adelante veremos, la ci-
185
rugía de la hernia inguinal es una de estas Anestesia regional
patologías que se pueden beneficiar de otros Cuando hablamos de anestesia regional,
tipos de anestesia. nos referimos a la anestesia epidural o intra-
Aunque depende del estado previo de los dural, siendo dos técnicas ampliamente uti-
pacientes, se puede administrar cualquier ti- lizadas para este tipo de cirugía. La elección
po de anestesia general, teniendo en cuenta de epidural/intradural se realiza en función
que los objetivos que se deben perseguir, de la habilidad del anestesiólogo y la edad
aparte de la consecución de una anestesia del paciente, debido a la incidencia distinta
adecuada, son el disminuir la estancia hos- de cero de cefalea postpunción dural, sobre
pitalaria del paciente y mejorar su comodi- todo en pacientes jóvenes. Por tanto, nues-
dad. Así, se recomiendan técnicas, utilizando tra recomendación, en caso de elegir una de
fármacos de vida media corta (gases como estas técnicas, es la de realizar anestesia epi-
sevoflurano o desflurano, opiáceos como el dural en pacientes jóvenes e intradural en pa-
remifentanilo), o recurrir a la TIVA (total in- cientes de más edad, quedando a criterio del
travenous anesthesia) con perfusión continua anestesiólogo responsable establecer el mar-
de propofol y remifentanilo sin utilizar gases. gen de edad para la realización de una téc-
Todas estas técnicas proporcionan una anes- nica u otra.
Punción, previa anestesia de la piel tesia quirúrgica adecuada con tiempos de re- Ambas técnicas reúnen la ventaja de que
en el espacio interespinoso, a nivel
lumbar, los espacios empleados
cuperación aceptables, aunque mayores que el paciente no se somete a una anestesia ge-
de forma mas habitual, en el caso de realizar anestesia local. neral, fundamentalmente en pacientes an-
son: L2-L3, L3-L4 ó L4-L5.
El decúbito lateral Se debe prestar especial atención a la ci- cianos, con lo que evitamos alteraciones
y la sedestación, del paciente rugía laparoscópica para la reparación de la ventilatorias, aunque con técnicas espinales
son las dos posiciones que se
emplean con mayor frecuencia. hernia inguinal que habitualmente se realiza altas también puede haberlas.
La colocación del paciente
en sedestación es útil en obesos bajo anestesia general, aunque hay alguna pu- Entre las ventajas de la anestesia loco-
y para realizar un bloqueo en silla blicación en la que se ha elegido anestesia lo- rregional destacan una mejor recuperación
de montar (anestesia intradural
baja), una vez sentado se deben corregional con buenos resultados e, incluso, en el postoperatorio inmediato, requiriendo
tener elevadas las rodillas,
manteniendo los pies del enfermo
se recomienda frente a la anestesia general. menos cuidados de enfermería al tratarse de
bien apóyados obteniendose La cirugía laparoscópica es igual de efec- un paciente completamente despierto, me-
así la flexión espinal máxima.
Si colocamos al paciente tiva que la abierta; se reducen los requeri- nor estrés quirúrgico, eliminación de los in-
en decúbito lateral,
mientos analgésicos postoperatorios y el convenientes de la anestesia general (sedación
el lado afecto debe quedar
en declive y la columna vertebral paciente puede retornar a su actividad nor- residual, nauseas y vómitos).
horizontal con respecto al plano
de la mesa de quirófano. mal antes que con técnicas abiertas, aunque Como inconvenientes, nos encontramos
La palpación de las crestas ilíacas no hay diferencias en cuanto a la estancia hos- con que en ocasiones la técnica puede no
es la referencia anatómica
más importante, la linea imaginaria pitalaria y el retorno al trabajo cuando se com- ser totalmente efectiva, necesitando suple-
que las une pasa por la apofisis
espinosa de L4 o por el espacio para con técnicas abiertas con anestesia general. mentar la anestesia locorregional con seda-
intervertebral L4-L5. Si hay una buena selección de pacientes, ción profunda o anestesia general, ya que el
se pueden beneficiar de esta técnica, aunque paciente se encuentra totalmente despierto;
no está exenta de riesgos anestésicos, aña- esto exige coordinación del equipo quirúr-
diéndose a los de la anestesia general los pro- gico, evitando ruidos, comentarios impropios
pios del neumoperitoneo, como alteraciones y situaciones que puedan alarmar al pacien-
de la compliancia respiratoria o enfisema sub- te, teniendo en cuenta que es más estresan-
cutáneo. Debido a ello, aparentemente una te intervenir a un paciente despierto que a
técnica local con cirugía abierta es más be- uno que esté bajo los efectos de la anestesia
neficiosa que la cirugía laparoscópica para general. Por otra parte, el paciente puede que-
la reparación de la hernia inguinal bilateral. rer no enterarse de nada, con lo que habrá
186
que realizar una sedación del mismo o re- capítulo. Nuestra recomendación es la utili-
currir a la anestesia general; así mismo, hay zación de una anestesia por infiltración pro-
que prever los efectos secundarios de los gresiva del campo quirúrgico con lidocaína
anestésicos locales, la posibilidad de lesión o mepivacaína. Se ha intentado utilizar mez-
1
de estructuras nerviosas, la recuperación len- clas diferentes de anestésicos, con el fin de
ta del bloqueo y otros efectos colaterales co- mejorar el bloqueo anestésico y disminuir los
mo la cefalea postpunción dural, la retención efectos secundarios posibles derivados de la 2
urinaria y la hipotensión ortostática. toxicidad propia de los mismos. Se han pro-
3
bado anestésicos nuevos sin observar dife-
rencias con técnicas clásicas o diluyendo las
Anestesia local soluciones anestésicas con dextranos sin re-
Cuando se plantea la cirugía de la hernia sultado e, incluso, añadiendo ketorolaco a
inguinal bajo anestesia local, muchas veces la solución anestésica (sin obtener beneficios
se piensa en un paciente anciano o con gran- frente a las vías clásicas intravenosa o intra-
des contraindicaciones para otro tipo de anes- muscular), o añadiendo triamcinolona sin
tesia y en el que no queda más remedio que éxito; aunque sí se recomienda la utilización La anestesia epidural, consiste
en situar a través de una punción
realizar esta técnica. Nada más lejos de la limitada de mezclas con adrenalina en la so- en los mismos espacios
realidad, pues cada vez más autores reco- lución anestésica, debido a la taquicardia in- que en la raquidea (intradural),
en el espacio epidural,
miendan la anestesia local como técnica de ducida por la misma por absorción sistémica perforando únicamente
el ligamento amarillo
elección para este tipo de cirugía. y a la posibilidad de inducir arritmias, espe- y no la duramadre.
Entre las ventajas de la anestesia local, cialmente, en pacientes susceptibles. Visto desde un plano transversal
el espacio epidural es un triángulo
encontramos una reducción en la estancia Sin duda, un momento de especial estrés cuya base sería la dura y su vértice
hospitalaria: para el paciente es el de la infiltración de la quedaria posterior
en la misma linea media.
• recuperación precoz solución anestésica, sobre todo cuando se va 1.Lámina.
2.Ligamento amarillo.
• mejor comodidad infiltrando progresivamente el campo opera- 3.Duramadre.
• buena tolerancia torio, según el paciente note dolor. Se han
• una mejor función ventilatoria utilizado diversas técnicas para reducir este
• una disminución del riesgo quirúrgico uti- hecho, como son la aplicación de EMLA (un
lizable en todo tipo de hernias susceptibles gel que se coloca por aposición sobre la piel,
de cirugía, incluso en las bilaterales y con aproximadamente media hora antes de la in-
poco riesgo anestésico. Todo esto lleva a es- cisión y que proporciona anestesia de la mis-
ta a ser considerada de elección en pacien- ma) con buenos resultados; aunque cada día
tes colaboradores. más, se aboga por la sedación del paciente
Los inconvenientes de la anestesia local (profunda o superficial); lo que proporciona
estriban en las complicaciones propias del amnesia de la infiltración y permite minimi-
anestésico (dosis elevada, mezclas anestési- zar la respuesta del paciente frente a posi-
cas de eficacia dudosa o la adición de adrena- bles zonas con anestesia no óptima, permitiendo
lina), así como el dolor de la infiltración y la su infiltración con una comodidad máxima
mala colaboración del paciente, siendo es- para el paciente.
tas últimas situaciones solventadas con una Cuando se realiza anestesia local con se-
explicación adecuada de la técnica, de sus dación, se puede realizar de forma superfi-
ventajas e inconvenientes y de una sedación cial (sedación consciente); es decir, con el
ligera del paciente. paciente tranquilo, pero despierto, o una se-
Las técnicas regionales están ampliamente dación profunda (sedación inconsciente). Da-
descritas y quedan fuera del ámbito de este da la farmacopea actual disponible, nosotros
187
1 2 3 recomendamos una sedación profunda, so- que se debe prestar especial atención a la
bre todo al inicio de la intervención quirúr- pulsioximetría, debido a la posibilidad de ad-
gica, con el objetivo de anular la respuesta ministrar una mezcla hipóxica.
del paciente a la infiltración del anestésico
local y conseguir una adecuada amnesia. De
los fármacos disponibles, nos inclinamos por Dolor postoperatorio
el propofol y el midazolam, siendo el pri-
5
mero el de primera elección, pudiéndose aña- El dolor postoperatorio es un hecho en
4 dir un opiáceo a dosis bajas, como el fentanilo, muchos pacientes sometidos a cirugía de la
al inicio de la intervención o el remifentani- hernia inguinal y se han realizado numero-
lo en perfusión continua, con el objetivo de sos estudios al respecto para disminuir el mis-
disminuir las dosis de propofol o midazolam mo. El dolor postoperatorio sigue siendo un
6 empleadas. Se debe prestar especial atención problema, a pesar del uso intra o preopera-
7 al cuidado de la vía aérea, puesto que esta- torio de opiáceos, AINES (antiinflamatorios
mos ante un paciente que tiene una inci- no esteroideos) y anestésicos locales, y pa-
dencia más elevada de depresión respiratoria, rece independiente de la técnica quirúrgica
pudiéndose utilizar una mascarilla facial con empleada.
oxígeno suplementario o unas gafas nasales. Los pacientes jóvenes puntean más alto
Detalle de la entrada del catéter Otro fenómeno con el que nos podemos en- (refieren mayor dolor) que los ancianos en
a través, del fiador, que se aloja contrar es la tos del paciente, que habitual- las escalas de medición del mismo.
en el espacio virtual epidural.
Esta técnica,con respecto mente revierte profundizando ligeramente la Parece ser que la infiltración con anestési-
a la anestesia intradural,
ofrece algunas ventajas:
sedación del mismo. co local en la zona de la incisión quirúrgica
Posibilidad de alargar tiempos, La monitorización requerida para este ti- proporciona buena analgesia postoperatoria
al poder ir administrando las dosis;
al mismo tiempo, algún efecto po de anestesia es la estándar de toda ciru- cuando se realiza anestesia general, especial-
indeseable como la retención
gía: SpO2, ECG continuo y presión arterial mente, con un anestésico local nuevo, la ro-
urinaria postoperatoria
es mucho menor con ella no invasiva, siendo opcional el uso del cap- pivacaína, así como el bloqueo del nervio
que con la intradural,
por lo que para algunos nígrafo, que se puede acoplar a la mascari- ilioinguinal e hipogástrico, aunque no hay di-
autores es la ideal lla facial en uno de los orificios de la misma, ferencias cuando se usa anestesia local sola-
en la herniorrafia ambulatoria,
cuando se ha deshechado en el caso de disponer de un capnígrafo de mente. Incluso, se ha probado la perfusión de
la anestesia local.
1.Catéter.
tipo ímain streami, o colocar la sonda en di- morfina epidural para aliviar el mismo con ma-
2.Aguja. cha mascarilla en caso de disponer del tipo los resultados o la administración repetida de
3.Ligamento amarillo.
4.Duramadre. íside streami. Si bien es cierto que las cifras bolos de bupivacaína a través de un catéter
5.Espacio subdural.
de EtCO2 obtenidas por estos métodos no re- subcutáneo, también con pobres resultados.
6.Grasa epidural.
7.Vasos epidurales. flejan el nivel de CO2 del paciente, sí son de Por tanto, parece razonable la realiza-
utilidad por detectar los movimientos respi- ción de la técnica quirúrgica con anestesia
ratorios del mismo, con lo cual nos asegura- local o con otro tipo de anestesia, pero rea-
mos, junto con la oximetría de pulso, de lizando una infiltración de la herida quirúr-
conocer en todo momento el estado ventila- gica con un anestésico local y administrando
torio del paciente. Por otra parte, se puede un régimen analgésico postoperatorio con
utilizar una mascarilla facial en la que se ad- AINES o metamizol, y, en caso de mal con-
ministre óxido nitroso con el fin de disminuir trol del dolor, utilizando opiáceos por vía
los requerimientos de otros fármacos, aun- sistémica.

188
Capítulo 12

La reparación al ligamento inguinal. Técnica de Bassini.

Manuel Limones Esteban

Eduardo Bassini (1844-1929), considera- Una vez retomada su actividad quirúrgi-


do como el padre de la cirugía herniaría mo- ca, visitó a Billroth en Viena, a Langenbeck
derna, nació en Pavía (Lombardía). en Berlín y a Lister en Londres, y desarrolló
Hasta la presentación de su técnica a la tareas docentes en Pavía, Parma, La Spezia y
Sociedad Italiana de Círugía, reunida el 7 de Padua, siendo en esta última ciudad cate-
Abril de 1887, el tratamiento quirúgico de la drático de Cirugía durante 37 años .
hernia había consistido de manera básica en Hace 100 años, en Génova, ante la Socie-
el cierre del saco herniario en el anillo sub- dad Italiana de Cirugía leyó el trabajo titulado
cutáneo. «Sulla cura radicale dell’ernia inguinale», ex-
Revolucionó el tratamiento de la hernia poniendo 42 hernioplastias realizadas en 38 pa-
inguinal; propuso la cura radical con avan- cientes, de los que a 22 había seguido el
ces en la técnica quirúrgica y en el cuidado postoperatorio desde 6 a 28 meses sin advertir
postoperatorio. Basándose en el exacto co- recidivas; los restantes tenían menos de 6 me-
nocimiento de la anatomía de la ingle, res- ses desde la intervención. El primer operado,
taura la oblicuidad del canal inguinal con las B.N., de 24 años de edad, presentaba una her-
aberturas internas y externas obturadas por nia oblicua externa izquierda irreductible, in-
la pared anterior del abdomen y confeccio- terviniéndole el 23 de diciembre de 1884.
na un nuevo suelo después de realizar el trans- Hizo sucesivas presentaciones en sep-
plante anterolateral del cordón. De esta manera, tiembre de 1887 en Pavía (102 hernias en 92
se impedía la recidiva inmediata a la opera- pacientes) y en Nápoles en 1888 (72 hernias
ción y el uso sistemático del braguero en el en 63 pacientes).
postoperatorio. Su obra culmina en un libro de 106 pá-
Bassini se graduó como Doctor en medici- ginas que aparece en Padua el 30 de julio de
na en 1866. Luchando por la independencia 1889, donde el método es descrito detalla-
de Italia fue herido en la ingle y hecho prisio- damente e ilustrado con figuras en colores;
nero. Permaneció varios meses hospitalizado en el mismo analiza 251 hernioplastias, con
debido a la presencia de una fístula estercorá- un seguimiento de hasta 4 años y medio y un
cea; posiblemente, el interés por la anatomía índice global de recidivas del 2,8%.
de esa región le vino dada por este accidente. La técnica de Bassini fue más conocida
189
después de su artículo de 1890 publicado en ración de la fascia transversalis hasta que fue
Alemania, siendo posteriormente traducido publicado su segundo libro en 1892.
al italiano. Después de un segundo artículo, Atilino Catterina, estrecho colaborador de
también publicado en alemán en 1894, no Bassini, publica en 1932 el libro titulado La
hizo publicación alguna sobre su técnica. operación de Bassini, que fue posteriormen-
A medida que los resultados de Bassini te traducido al inglés. Desde entonces, tanto
se difundían en todos los centros, los ciruja- la técnica quirúrgica como los cuidados pos-
nos iban conociendo su importancia. Sin em- toperatorios, se empiezan a conocer correc-
bargo, la difusión de su técnica no fue lo tamente, especialmente en Norteamérica.
suficientemente amplia, ni fielmente imita-
da. Bassini rehusó envolverse en controver-
sias vinculadas con la paternidad de la técnica
y en las diferentes modificaciones introduci- Técnica quirúrgica
Fig. 1 das a su procedimiento.
El carácter introvertido de Bassini y su po- Exposición
ca afición a la escritura hace que, en sus ini- 1. Incisión de la piel, tomando como referencia
cios, la técnica sea solo conocida por un la espina ilíaca anterosuperior y el pubis (fi-
número reducido de cirujanos. gura 1).
Por otra parte, la no traducción de sus es- 2. Disección del tejido celular subcutáneo.
critos al inglés abrirá una barrera en el co- 3. Incisión de la aponeurosis del oblicuo ma-
nocimiento correcto de la técnica en los países yor hasta el orificio inguinal superficial.
anglosajones, favoreciendo con ello la apa- 4. Disección de los dos colgajos de la apo-
rición de corrupciones de la misma. neurosis del oblicuo mayor (figura 2).
Esta situación propicia, a lo largo de los 5. Aislamiento del cordón espermático (fig. 3).
años, la discusión y comparación de resul- 6. Disección del músculo cremáster y
tados que no siempre se corresponden con extirpación del mismo (figura 4).
el método original, de ahí la discordancia en- 7. Aislamiento del saco herniario (figura 5).
tre ellos. En la actualidad, a pesar del siglo 8. Ligadura y sección del saco herniario a ni-
transcurrido, la confusión aún se encuentra vel del orificio inguinal interno (figura 6).
Fig. 2
presente en la literatura médica. 9. Apertura completa de la fascia transversa-
Se ha cuestionado el hecho de que Bas- lis desde el orificio inguinal profundo a la es-
sini fuera el pionero en este nuevo concep- pina del pubis.
to de cura radical; en este sentido se ha citado
a Halsted y a Marcy. Sin embargo, el mismo
Halsted, semanas antes de su muerte ocurri-
da en 1922, escribía: ”No he visto ninguna
publicación desde la de Bassini que haya
aportado algo nuevo”. Según Marcy, Bassini
tomó la idea sobre un comentario suyo que
le hizo en agosto de 1881 en Londres, visi-
tando a Lister, pero, ¿por qué esperó hasta di-
ciembre de 1884 para ponerla en práctica?
Marcy, que dominaba el italiano, al resumir
el trabajo de Bassini de 1887, en su propio
Fig. 3 libro de texto de 1889, no describió la repa- Fig. 4
190
Fig. 5 Fig. 8 Fig. 11

Fig. 6 Fig. 9 Fig. 12

Fig. 7 Fig. 10 Fig. 13


191
10. Separación de la fascia transversalis de Estas dos modificaciones de la técnica hi-
la grasa preperitoneal y exposición del arco cieron que con el paso de los años se ge-
aponeurótico del transverso (figura 7). neralizara el empleo del llamado pseudo-Bassini,
que consistía en aproximar el tendón con-
junto al ligamento inguinal, sin hacer nigún
Reparación gesto quirúrgico en la pared posterior.
1. Puntos sueltos de material irreabsorbible que Muchos cirujanos han descrito formas
incluye la “triple capa”, formada por el obli- distintas de reconstrucción del canal ingui-
cuo menor, transverso y transversalis (figura 8). nal, utilizando de diversas formas los ele-
2. Sutura de esta “triple capa” al borde ex- mentos que integran esta región (Halsted,
terno seccionado de la fascia transversalis y Postempski, Andrews, Ferguson, Mugnai-Fe-
el ligamento inguinal (figura 9, 10 y 11). rrari, Ferguson-Andrews, Reinhoff, Hacken-
3. Reposición de los elementos del cordón bruch, Uffreduzzi, Vayre e Petit Pazos, Anson-Mc
en la pared posterior nuevamente formada. Way, Zimmermann, Warren, Mc Arthur, Joy-
4. Sutura de la aponeurosis del oblicuo ma- ce, Shouldice).
yor dejando el orificio inguinal supefficial pa- La reparación canadiense o técnica de
ra la salida de los elementos (figura 12). Shouldice es la herniorrafia que mejor resul-
5. Sutura del tejido celular subcutáneo (fig. 13). tados ha obtenido (recidivas del 1%). El mé-
rito se debe a la recuperación de las bases
Algunos detalles técnicos anatómicas y fisiológicas de la operación de
a. Utilización de incisiones bilaterales cuan- Bassini, así como al uso de la anestesia local
do están indicadas. que permite el control de la reparación con
b. Uso de puntos de seda separados. exploración de hernias acompañantes.
c. Control intraoperatorio de la reparación Existen trabajos siguiendo la técnica de
(por la utilización de anestesia local). Bassini con seguimiento mínimo de cinco
d. Uso ocasional de drenajes. años, en los que la tasa de recidiva oscila en-
tre el 3,2% de Kapral y el 10% de Pelissiery
Tran; incluso hay estudios multicentros que
llegan a un 15% o más. No se encuentran se-
Cuidados postoperatorios ries mejores que la presentada por Bassini.
No obstante existen factores, que no siem-
Deambulación temprana. Hospitaliza- pre se consideran con rigor, y tendríamos que
ción corta (entre 13 - 14 días). No utiliza bra- tener presentes para comparar recidivas: la edad,
guero postoperatorio. Bajos índices de infección. tipo de población, años de seguimiento, expe-
Seguimiento para el control de las recidivas riencia del cirujano y definición de recidiva.
(hasta el 90% en algunas de sus series). Es difícil evaluar correctamente los re-
Las principales corrupciones que sufrió sultados obtenidos con la operación de Bas-
la técnica han sido la omisión de dos pasos sini, pues en la mayoría de los casos se emplean
fundamentales: modificaciones a la técnica que no se ciñen
1. División y extirpación del músculo cre- a la descripción original. El propio Catterina,
máster que permite la visualización comple- en su libro, afirma: «Nadie tiene derecho a
ta de la pared posterior del conducto y el hablar sobre la operación de Bassini, si no
cierre preciso del anillo inguinal profundo. sigue sus reglas fundamentales, ni a atribuir
2. Apertura de la fascia transversalis, que es funda- a la misma recidivas debidas a errores o mo-
mental para el cierre adecuado de la pared posterior. dificaciones del cirujano».
192
Capítulo 13

La reparación al ligamento de Cooper. Técnica de Mc Vay.

Manuel Limones Esteban


Alberto Carabias Fernández

La técnica de Mc Vay, también denomi- ca, su descripción, sus indicaciones y un co-


nada reparación mediante el ligamento de mentario sobre los resultados de la misma.
Cooper, es una técnica de herniorrafia clási-
ca que se desarrolló como respuesta a las ca-
rencias de la técnica de Bassini para el tratamiento
de determinados tipos de hernia. De hecho, El ligamento de Cooper
la técnica de Bassini supuso una revolución
en el tratamiento de la hernia inguinal a par- El ligamento de Cooper o ligamento pec-
tir de su presentación en 1887. Sin embargo, tíneo debe su nombre al célebre anatomista
no tuvo éxito en el tratamiento de la hernia fe- del signo XIX Astley Paston Cooper (1768-
moral o en hernias inguinales en las que el li- 1841). Fue descrito por este autor en 1804
gamento de Poupart se había destruido por (The Anatomy and Surgical Treatment of In-
operaciones anteriores. La técnica que aquí guinal and Congenital Hernia. T. Cox, 1894).
describimos vino a llenar este vacío en una Es una banda tendinosa formada por fi-
época en la que el éxito de las reparacio- bras del ligamento lacunar y fibras aponeu-
nes herniarias se basaba exclusivamente en róticas de los músculos oblicuo menor,
los conocimientos anatómicos y fisiológicos. transverso y pectíneo, y a veces por el liga-
Aunque su empleo en la actualidad no mento de Henle. Está fijo al periostio de la
está muy extendido, su descripción nos per- rama pubiana superior y al periostio del íleon
mitirá acercarnos a la historia del trata- en la parte lateral. Sus fibras tendinosas es-
miento de las hernias inguinales y a la siempre tán revestidas en la parte interna por la fas-
intrincada anatomía de la región inguino- cia transversalis. Constituye el límite posterior
crural. Por otro lado, las aportaciones que del canal femoral.
esta técnica ofreció a dicho tratamiento son Esta estructura anatómica es un lugar de
aplicables a otros tipos de reparación her- anclaje de los puntos de sutura en la repara-
niaria vigentes actualmente. ción de Mc Vay y un punto de referencia pa-
A lo largo de este capítulo realizaremos una ra la disección en las técnicas preperitoneales,
revisión de la anatomía, con especial mención así como un soporte para la fijación de las
al ligamento de Cooper, la historia de la técni- prótesis en estos procedimientos.
193
Historia de la reparación to inguinal. Estos autores puntualizaron que
con el ligamento de Cooper las fibras más inferiores del músculo trans-
verso se insertaban al ligamento de Cooper,
El ligamento de Cooper fue utilizado por a nivel de la rama púbica superior. Según es-
vez primera en el tratamiento de las hernias tos hallazgos, Mc Vay defendió el empleo del
por Guiseppi Ruggie, en Bolonia (1892), 88 ligamento de Cooper para el tratamiento no
años después de su descripción. Este autor solo de hernias femorales sino para todos los
realizaba la sutura del ligamento inguinal con tipos de hernias inguinales, tanto recidivadas
el ligamento de Cooper para tratar las her- como primarias (principalmente las hernias
nias femorales. directas o indirectas grandes).
En el año 1897, George Lotheissen (Ins- Mc Vay fue el difusor del empleo del li-
bruck, Austria) realizó por primera vez la su- gamento pectíneo en el tratamiento de las
tura del tendón conjunto con el ligamento hernias inguinocrurales, por lo que la técni-
de Cooper en una mujer de 45 años, que ha- ca ha adoptado su nombre, solo o en aso-
bía sido intervenida mediante el procedi- ciación a Lotheissen (verdadero padre de la
miento de Bassini en dos ocasiones y en la misma). De acuerdo con la descripción ori-
que el ligamento inguinal se encontraba par- ginal del autor, la aponeurosis del músculo
cialmente destruido. En este caso, no era po- transverso se sutura al ligamento pectíneo
sible realizar nuevamente la técnica de Bassini, desde el tubérculo púbico hasta la vena fe-
con lo que la modificación de Lotheissen per- moral. Posteriormente, recomendó la inclu-
mitió su abordaje de una forma segura. sión del borde inferior del músculo oblicuo
Este mismo procedimiento fue realizado menor en las suturas. En esta técnica no se
casi a la vez por Narat en Utrecht (Holanda). emplea como anclaje el ligamento inguinal.
Se trata, pues, de una modificación de la téc- La técnica de Mc Vay perseguía, al igual
nica de Bassini, necesaria para tratar hernias com- que la de Bassini, la reconstrucción anató-
plicadas desde el punto de vista anatómico. mica y funcional de la región inguinal. Am-
En 1914, Seelig y Tuholske (EE.UU.) pre- bas técnicas coinciden al considerar el cierre
sentaron un método diferente para la repa- de la fascia transversalis como el momento
ración de la hernia femoral, y que consistía crucial en la reparación de la hernia ingui-
en aproximar el ligamento inguinal al liga- nal, principio que sigue vigente en la era de
mento de Cooper para cerrar el orificio fe- las prótesis, cuyo objetivo es similar (crea-
moral, en la misma línea de la técnica descrita ción de una nueva pared posterior del canal
22 años antes por Ruggie. inguinal).
Chester Mc Vay y Barry J. Anson estudia- Mc Vay indica que en las hernias ingui-
ron a fondo el empleo del ligamento de Coo- nales indirectas grandes y en las directas y
per en el tratamiento de la hernia inguinal. femorales hay una rotura completa de la fas-
Fruto de sus estudios anatómicos en más cia en la pared inguinal posterior. Es en es-
de 300 cadáveres, realizados a partir de tas hernias donde indica su método.
1938, fue la publicación en 1942 del traba- Una parte esencial de este procedimiento
jo «A fundamental error in current methos of es la realización de incisiones relajantes, des-
inguinal herniorraphy». Todos los métodos critas en 1892 por Anton Wolfler en Viena.
de tratamiento de la hernia inguinal vigentes Es la única reparación por vía anterior
hasta entonces, se basaban en la teoría de que cierra todo el orificio miopectíneo, ob-
que las fibras musculares del oblicuo inter- jetivo que persiguen las reaparaciones pro-
no y transverso se insertaban en el ligamen- tésicas preperitoneales.
194
Descripción de la técnica:

Los pasos de la técnica son los siguientes:


1. Incisión oblicua baja.
2. Apertura de la aponeurosis del oblicuo
mayor.
3. Preservación del nervio ilioinguinal.
4. Movilización del cordón espermático.
5. Se abre la pared posterior del conduc-
to inguinal, se controlan las venas iliopú-
bicas y se diseca el ligamento de Cooper.
6. Identificación de los vasos femorales y
la fascia crural anterior (figuras 1 y 2).
7. Se retiran la grasa y los ganglios linfáti- Fig. 1 Fig. 4

cos del anillo femoral y se reduce un po-


sible saco crural.
8. Sección de las conexiones vasculares
con la circulación obturatriz.
9. Extirpación de la fascia transversalis adel-
gazada.
10. Incisión relajante a nivel del punto de
unión de la aponeurosis del oblicuo mayor
y la vaina del recto anterior, en una distan-
cia de 10-12 cm desde el tubérculo púbico
(figura 3).
11. Apertura del cordón espermático y sección
del cremáster a nivel del anillo interno (fig. 4).
12. Sección de la arteria espermática ex-
terna para poder retraer el cordón en sen- Fig. 2 Fig. 5
tido lateral durante la reparación (fig. 5).
13. Disección del saco herniario respecto
al cordón espermático con exploración y
resección de grandes sacos indirectos. Los
sacos directos normalmente se invierten.
Los sacos mixtos se unen al seccionar los
vasos epigástricos inferiores.
14. La reparación comienza con una capa
de puntos separados entre el tubérculo pú-
bico y el borde medial de la vena femoral.
En las suturas se incluyen el arco abdomi-
nal transverso y el ligamento de Cooper (fi-
gura 6).
15. Cierre del anillo crural mediante tres
puntos entre el ligamento de Cooper y la
aponeurosis crural anterior. Fig. 3 Fig. 6
195
Una de las series más amplias es la de
Rutledge, con 1522 reparaciones con el li-
gamento de Cooper en todo tipo de hernias
y un índice de recidivas del 2% tras un se-
guimiento medio de nueve años.
Halverson y Mc Vay encontraron un ín-
dice de recurrencias del 3,5% en una serie
de 1008 pacientes.
Barbier tiene un 4,7% de recurrencias a
5 años en una serie de 1040 herniorrafias.
En el estudio multicéntrico francés pre-
sentado por Hay, el índice de recurrencias es
del 11,2%, ligeramente superior a las técni-
Fig. 7 Fig.10
cas de Bassini (8,6%) y Shouldice (6,1%). Es
de destacar que los tres tipos de herniorrafia
16. A continuación, se colocan puntos en- clásica comparados ofrecen unos resultados
tre el arco transverso y la aponeurosis cru- poco cercanos a los publicados por centros
ral anterior (figura 7). especializados.
17. Al anudar los puntos, queda recons-
truida la pared posterior y el nuevo anillo
inguinal profundo (figuras 8, 9 y 10). Conclusiones
18. El defecto producido por la incisión rela- Las técnicas de herniorrafia clásicas, en-
jante puede cubrirse con una malla de poli- tre ellas la de Mc Vay, están siendo relegadas
propileno, de acuerdo con Rutledge (fig. 10). a un segundo plano con el empleo de mate-
riales protésicos, técnicas preperitoneales y
abordajes endoscópicos y laparoscópicos.
Indicaciones Sin embargo, no hemos de olvidar que
Esta técnica está indicada en el tratamiento estas técnicas se basan en la aplicación de
de la hernia femoral y de la hernia inguinal, conocimientos anatómicos muy precisos y
Fig. 8
tanto primaria como recurrente. Es más ade- cuya realización cuidadosa puede ofrecer
cuada para hernias inguinales grandes, her- buenos resultados, no tan alejados de las téc-
nias directas y hernias multirrecidivadas. nicas sin tensión más modernas. En este sen-
tido, es importante respetar la técnica original
para obtener resultados comparables a los de
Resultados los autores.
Aunque se trata de un procedimiento muy Tampoco hemos de olvidar que el éxito
criticado en la actualidad por su gran tensión de la cirugía herniaria se basa no solo en los
en cuanto a la sutura y las molestias posto- buenos resultados a largo plazo, sino en la
peratorias que ocasiona, existen amplias se- mínima agresión quirúrgica, la máxima co-
ries individuales con buenos resultados. Por modidad postoperatoria y las escasas com-
otro lado, los escasos estudios prospectivos plicaciones precoces. En este sentido, las
en que se ha incluido la técnica de Mc Vay técnicas preperitoneales y endoscópicas su-
han obtenido un elevado índice de recu- peran a las herniorrafias clásicas, sin me-
rrencias, superior a otras técnicas más di- noscabo de la seguridad en la reparación.
Fig. 9 fundidas en nuestros días.
196
Capítulo 14

La técnica canadiense. Técnica de Shouldice.

José Luis Porrero Carro

Autor Principios Fundamentales

Earle Shouldice nació en 1890 en Bruce Esta técnica está considerada en el mo-
County (Ontario). Estudió medicina en la Uni- mento actual como el gold standard de las
versidad de Toronto, graduándose en 1916. técnicas de reparación anatómicas, y es con
Fue pionero en trabajos relacionados con la ella con la que deberá compararse cualquier
anemia perniciosa, la obstrucción intestinal otra técnica de reparación. Las estructuras
y un defensor de la deambulación precoz de anatómicas en las que se fundamenta esta
los pacientes quirúrgicos. técnica son:
EL Hospital Shouldice es un Hospital pri- a. Arco aponeurótico del transverso
vado de 84 camas. Situado en Thornill, en la del abdómen.
zona norte de la ciudad de Toronto. Este hos- b. Músculo oblicuo menor.
pital fue finalizado en 1969 y se diseñó de for- c. Tracto iliopúbico.
ma tal que simulara mas un hotel que un hospital. d. Ligamento inguinal.
A comienzos de los años 40, el Dr. E. Shoul-
dice se interesó por la cirugía de la hernia.

Objetivos

Introducción 1. Bajo índice de recidivas < 2-3%


2. Deambulación precoz
La herniorrafia de Shouldice, también de-
3. Rápida reincorporación a las actividades
nominada herniorrafia canadiense, fue de-
sociales y laborales.
sarrollada en Toronto por el Dr. E.E. Shouldice
y sus colaboradores los Dres. N. Obney y
E.A. Ryan. Empezó a realizarse a comienzos
de los años cincuenta, pero no sería hasta fi-
nales de la década cuando se dio a conocer
en la literatura quirúrgica. 197
Tipo de anestesia recomendada 2. Bloqueo de los nervios ilioinguinal e iliohi-
pogástrico.
La anestesia local con sedación I.V. a me- Una vez incidida la piel en el tercio superior
dida, pensamos que ofrece claras ventajas en de la herida, se aborda la aponeurosis del obli-
comparación con los otros procedimientos cuo externo; por debajo de esta y en diferentes
anestésicos (raquídea, epidural, general). Per- direcciones se procede a la infiltración de unos
mite comprobar la idoneidad de la repara- 8-10 cc de anestesia, lo que permite bloquear
ción la deambulación, que puede ser iniciada los nervios ilioinguinales y las ramas del iliohi-
de forma precoz, al igual que la ingestión de pogástrico.
líquidos y alimentos; tiene una menor mor-
bilidad (sin nauseas, sin vómitos, sin cefale- 3. Apertura de la aponeurosis del oblicuo ex-
as ni retenciones urinarias). La sedación I.V. terno e individualización del cordón.
"a medida" (sedación consciente) realizada Una vez abierta la aponeurosis del obli-
por un anestesiólogo experto, permite un per- cuo externo se procede a su disección y se-
fecto control del paciente, al tiempo que me- paración de las estructuras musculares
jora los índices de tolerancia. subyacentes (músculo oblicuo menor). Pre-
La mezcla anestésica que utilizamos en el vio a la disección e individualización del cor-
momento actual es lidocaína (300 mg), bupivacaína dón se realiza una infiltración de unos 3 cm
(50 mg 0,25%) y adrenalína al 1:500.000. La de anestésico a nivel de la espina del pubis.
adición de adrenalina a la mezcla anestésica La individualización del cordón se realiza en
retarda la absorción del anestésico, a la vez que las proximidades de la espina del pubis.
alarga el tiempo de duración del mismo, per-
mitiendo conseguir una anestesia de la zona 4. Extirpación de la musculatura cremastéri-
durante un período medio de 7 horas. ca.
Se realiza una sección longitudinal, lle-
gando dicha apertura hasta el orificio ingui-
nal profundo. Se extirpan los dos colgajos
Descripción de la técnica medial y lateral resultantes. Previo a la sec-
ción del colgajo lateral se infiltrará el orifi-
Disección cio inguinal profundo y la rama genital del
1. Infiltración de la piel y del celular subcu- nervio genitocrural que va a quedar inclui-
táneo. do en la sección del colgajo lateral, junto con
La intervención se inicia con la coloca- los vasos espermáticos externos.
ción de un pequeño habón con una aguja de La extirpación de la musculatura cre-
insulina en un punto situado a 2 cm por de- mastérica permite una perfecta visualización
bajo y medial a la espina iliaca anterosupe- de todos los elementos del cordón; permite
rior; a continuación procedemos con una visualizar e individualizar de forma correc-
aguja de punción espinal a la infiltración del ta los sacos indirectos y ofrece una perfecta
plano del celular subcutáneo. visión de la pared posterior de la región in-
El volúmen de anestésico utilizado me- guinal.
dio es de unos 20-25 cc. Esta infiltración blo-
quea las ramas cutáneas del nervio femoral 5. Actitud en los sacos indirectos.
externo y la rama femoral del genitofemoral. En aquellos pacientes con hernias indi-
Se recomienda esperar unos 2 minutos antes rectas tipo I, II, III de la clasificación de Gil-
de proceder a la incisión cutánea. bert, nuestra actitud actual se ha modificado.
198
Inicialmente, individualizábamos y liberá- pina del pubis, aproxima el colgajo lateral
bamos dicho saco del resto de los elementos (tracto iliopubiano) al medial (arco aponeu-
del cordón, ligábamos y seccionábamos di- rótico del transverso del abdomen). Esta su-
chos sacos; actualmente, no extirpamos los tura progresa hasta llegar al orificio inguinal
sacos indirectos; creemos que la extirpación profundo a cuyo nivel incorpora el muñón
no tiene ningún resultado en cuanto a la ta- cremastérico realizando una corbata al cor-
sa de recidiva y sí que aumenta el dolor pos- dón, creando un verdadero esfínter muscu-
toperatorio. En aquellos pacientes con grandes lar a dicho nivel; esta sutura vuelve para
hernias indirectas inguinoescrotales, utiliza- finalizar en el sitio donde habíamos comen-
mos la maniobra de Wantz, que consiste en zado (proximidades de la espina del pubis).
seccionar el saco en su porción medial, de-
jando abandonada la parte distal y cerrando 2. Segunda línea de sutura de ida y vuelta
la proximal con una sutura continua. (orificio inguinal profundo, espina del pubis,
orificio inguinal profundo).
6. Exploración de la coexistencia de una her- En esta segunda línea se aproxima el mús-
nia crural. culo oblicuo menor al ligamento inguinal. Si
Realizamos una apertura de la fascia cri- bien algunos autores creen que esta sutura
biforme para descartarla. puede obviarse, nosotros consideramos im-
prescindible su realización; esta sutura su-
7. Apertura de la fascia transversalis. pone una segunda barrera a la reparación,
Incindimos la pared posterior del canal garantizando el resultado, y permite crear
inguinal, abriendo la fascia transversalis en una plastia muscular, reducir el espacio muer-
todo su trayecto desde el orificio inguinal pro- to y redistribuir las líneas de fuerza.
fundo hasta las proximidades de la espina del
pubis. Separamos la grasa preperitoneal de
las estructuras subyacentes, procediendo a la
individualización y visualización del arco
aponeurótico del transverso del abdomen en
todo su trayecto. Es necesario cauterizar pe- 6
1 2 Comienzo de la sutura.
1. Músculo oblicuo menor.
queñas ramas vasculares que van desde la 2. Arco aponeurótico
grasa preperitoneal al arco aponeurótico. En del transverso del abdomen.
3. Tracto iliopubiano.
su porción lateral, se procede a la liberación 5 4. Ligamento inguinal.
5. Grasa preperitoneal.
de la grasa preperitoneal del tracto iliopúbi- 6. Muñón cremastérico.
co, teniendo cuidado de no lesionar la vena 7. Vasos epigástricos.

marginal, los vasos epigástricos y los vasos


femorales.

Reparación
1. Primera línea de sutura de ida y vuelta (es-
pina pubis, orificio inguinal profundo, espi-
na del pubis).
La reparación se inicia con una sutura
continua de nilón monofilamento de 00, que, 7

comenzando en las proximidades de la es- 4 3 Fig. 1


199
1 3. Cierre de la aponeurosis del oblicuo c. Infección 1%
2
externo. d. Orquitis 3%
Dicho cierre, se realiza comenzando la e. Atrofia testicular 1%
reconstrucción del orificio inguinal externo,
procurando no constreñir el cordón; a dicho Morbilidad a largo plazo:
nivel se puede realizar una fijación de la par- a. Recidiva 1-3%
te distal del músculo cremáster para evitar el b. Dolor inguinal crónico 0,5%
descenso del testículo. Previo al cierre com-
pleto de la aponeurosis del oblicuo externo
en su tercio superior, procedemos a la insti-
Fig. 2 lación por debajo de la aponeurosis a pre- Conclusiones
4 3
sión con una jeringa y una aguja de insulina
Primera línea de sutura
(flushing) del resto del anestésico sobrante. La herniorrafia de Shouldice cumple con
de ida y vuelta
1. Aponeurosis del oblicuo externo. Siempre dejamos el cordón en esta posición los criterios de excelencia exigidos en el mo-
2. Músculo oblicuo menor.
3. Arco aponeurótico subaponeurótica. mento actual a cualquier técnica de repara-
del transverso del abdomen. ción herniaria, que son: a) baja tasa de recidiva,
4. Muñón de la musculatura cremastérica.
4. Cierre del celular subcutáneo. b) escasa morbilidad y nula mortalidad, c)
Lo realizamos con material de sutura re- rápida recuperación social y d) adecuado
absorbible de 00, hasta conseguir una buena coste -efectividad.
2
1 aproximación del plano cutáneo.

5. Cierre de la piel.
Nosotros realizamos dicho cierre con gra-
pas; esto nos permite que el paciente pueda
ducharse diariamente al ser un material muy
bien tolerado.

3 Indicaciones de la técnica
Fig. 3

a. Tratamiento de la hernia inguinal prima-


ria del adulto con hernias inguinales tipo II,
III, IV y V de Gilbert.
b. Casos seleccionados de hernias inguina-
les recidivadas.

Incidencias prepostoperatorias
a corto y largo plazo
Fig. 4
La morbilidad relacionada con esta cirugía a
Segunda línea de sutura
de ida y vuelta. corto plazo se centra en la:
1. Músculo oblicuo menor. a. Incidencia de equimosis 12%
2. Aponeurosis del oblicuo externo.
3. Ligamento inguinal. b. Incidencia de hematoma 1%
200
Capítulo 15

La reparación de las hernias de la ingle por la vía


preperitoneal «corta». Técnica de Nyhus

David Dávila Dorta


Ramón Trullenque Peris

Biografía de LLoyd Milton Nyhus. Musgrove y McCready (1949) en EUA y


Recuerdo histórico de la McEvedy (1950) desde Inglaterra, logran un
vía preperitoneal. nuevo rescate de la técnica, hasta el punto
que otros especialistas la emplean con éxito
Aunque el tratamiento de las hernias in- en prostatectomías, descompresiones urete-
guinocrurales por la vía preperitoneal, o abor- rales, criptorquidias, etc. Mientras Shandling
daje posterior de la ingle, se le conoce y Thomson presentaban su experiencia en
normalmente como técnica de Nyhus, his- Toronto (1960), Nyhus (un convencido de
tóricamente no es así. Nyhus estudia, per- ella desde varios años antes) manifestaba su
fecciona y populariza la técnica que Annadale sorpresa por la repetida resistencia a su acep-
(pionero de la misma) inicia en 1873, ligan- tación, motivo por el que inició en 1955 una
do el saco herniario por esta vía, y que Ba- amplia investigación que publica en 1959,
tes, en 1913, aprovecha para suturar la fascia logrando desde entonces, a través de sus nu-
transversalis. Más tarde, otros cirujanos rea- merosas aportaciones, el “rescate” y la po-
lizaron disecciones tímidas e incompletas del pularidad definitiva de la técnica.
espacio preperitoneal, región a la que Cheatle La utilidad y eficacia de la “vía de Nyhus”
accede en 1920, a través de una incisión de se consolida a partir de los años 70, cuando in-
Pfanestiel (como utiliza Rignault). Por moti- troduce, de forma selectiva, la malla de poli-
vos poco claros, la técnica pasa casi desa- propileno, siguiendo las ideas de Francis Usher
percibida hasta que Henry, en 1936, la retoma (1958), pionero y divulgador de la hernioplas-
para tratar las hernias crurales y algunas obli- tia por vía anterior con malla y sin tensión (wit-
cuas externas. Desde entonces se emplea y hout tension), en las revistas más importantes
denomina con cierta frecuencia, como téc- de cirugía y del que se intentó eclipsar su idea,
nica de Cheatle-Henry, pero durante el trans- su técnica y su trascendencia histórica.
curso de la II Guerra Mundial se olvida de Pese a todo ello, la vía de Nyhus (o vía
nuevo su empleo, propiciado además por el preperitoneal corta, como la denominamos
auge y la estandarización de las técnicas por nosotros), sigue lejos de ser mayoritariamen-
la vía inguinal anterior. te aceptada, sin duda por el desconocimien-

201
to técnico y docente sobre la misma (reali- útlimos cinco años los artículos sobre la vía
zación por cirujanos sin experiencia en ella preperitoneal se han incrementado notable-
o por otros que no han tenido a su lado un mente por el mayor uso y difusión del abor-
cirujano experto para el aprendizaje), por la daje abierto y, sobre todo, por vía laparoscópica.
marginación bibliográfica, puesta de mani- El conocimiento de la región inguinocrural
fiesto por descuidos u omisiones históricas posterior es obligado e imprescindible para
en trabajos relevantes, y por la frecuente con- cualquier cirujano que quiera realizar una her-
fusión conceptual y solapamiento de esta vía, niorrafia o una hernioplastia por vía preperitoneal.
que insistimos en denominar corta de Nyhus, Y es conveniente para cualquier otro que, des-
respecto a la “extensa” (en incisión, disec- de la vía anterior, aborde ese espacio para co-
ción y/o malla) de Stoppa, Wantz, Rignault, locar una malla a ese nivel (Rives, Berliner).
laparoscopia, o de las realizadas desde la vía De cualquier forma, sólo describiremos los as-
anterior (Rives, Berliner). pectos anatomoquirúrgicos, a nuestro juicio
Lloyd Milton Nyhus nació en Washington más relevantes de la vía preperitoneal en la
en 1925; se formó en la Universidad Luterana técnica de Nyhus:
del Pacífico, en Parkland (Washington) y se gra-
duó en el Colegio de Medicina de la Universi- A. Espacio preperitoneal
dad de Alabama, pero su consolidación quirúrgica Es un espacio virtual al que se accede tras
la obtiene al lado de su maestro Henry Harkins la sección transversal de la hoja anterior de la
en la Universidad de Washington, en Seattle, aponeurosis del músculo recto y, parcialmen-
de la que Nyhus es “alumno distinguido”, y en te, la de los oblicuos, seguido de la apertura

la que ambos forman uno de los “tándem” más longitudinal y paralela al borde externo del
músculo recto hasta su inserción pubiana, de
importantes de la cirugía norteamericana e in-
la fascia transversalis. Apenas se abre dicha
ternacional, aportando numerosos trabajos, en-
fascia, emerge la grasa del espacio retroin-
tre los que destaca la vagotomía selectiva y
guinal de Bogros. Desde este ya se observa to-
gástrica próximal en la cirugía de la úlcera gás-
da la pared inguinal posterior, sus puntos o
trica y duodenal, y su tema “favorito”, la her-
zonas debilitadas, el o los sacos herniarios, y
nia. Junto con Robert Condon, escribe desde
el resto de estructuras anatómicas. Este espa-
la Universidad de Chicago la monografia Her-
cio está delimitado por el peritoneo, la fascia
nia, traducida a numerosos idiomas y divulga-
transversalis y los músculos transverso y rec-
da por los cinco continentes. Desde 1967 hasta to con sus respectivas aponeurosis; está ocu-
la actualidad, Nyhus desarrolla su labor cien- pado por abundante grasa, vasos sanguíneos
tífica en la citada Universidad de Chicago, co- (iliacos, epigástricos inferiores, funiculares,
mo profesor emérito. obturatrices y redes anastomóticas, funda-
mentalmente), linfáticos, nervios y otros ele-
mentos del cordón espermático a ese nivel
aún sin su envoltura muscular cremastérica.
Principios anatómicos
de la vía preperitoneal
B. Anillo inguinal profundo
Los trabajos sobre anatomía quirúrgica in- Tras la disección del cordón espermático,
guinal son numerosos y extensos, siendo ma- o del frecuente saco herniario oblicuo exter-
yoritarios los descriptivos de las técnicas por no, se observa el anillo inguinal profundo,
la vía inguinal anterior. Sin embargo, en los más o menos dilatado o deformado, en rela-
202
ción directa al tamaño de la hernia. Está cons- ca anterosuperior hasta la rama superior del
tituido por las fibras aponeuróticas del mús- pubis y del ligamento de Cooper, proyecta-
culo transverso y tapizado en su entorno por do en situación paralela y posterior al liga-
la fascia transversalis; tiene un “pilar” ante- mento inguinal, con el que, fácil y fre-
rior fibroso y firme, en continuidad con el res- cuentemente, se le suele confundir. Es la es-
to de esta capa musculoaponeurótica, y un tructura más importante para realizar la her-
“pilar” posterior de fibras aponeuróticas fu- niorrafia, pero totalmente innecesaria para la
sionadas, paralelamente, con las del ligamento hernioplastia que defendemos.
iliopubiano (cintilla de Thomson). El orificio
está ubicado en el tercio externo de la pared
inguinal posterior, y se reconstruye, sistemá- D. Ligamento iliopectíneo de Cooper
ticamente, cuando se practica la herniorrafia; Sólida conjunción periosticoligamento-
si el saco es oblicuo externo, ajustándolo con sa entre la rama superior del pubis, la fusión
unos puntos al calibre del cordón espermáti- de la fascia transversalis y el ligamento ilio-
co, a su vez rechazado lateralmente en ese pubiano, que soportará los puntos de sutura
lugar para conseguir una mayor oblicuidad en la herniorrafia crural (anclados por enci-
durante el trayecto por el conducto inguinal. ma a la cintilla iliopubiana), cerrando este
En nuestra opinión, una moderada “hol- orificio bajo una visión directa, completa y
gura” de este orificio tras la herniorrafia y/o segura, justo hasta la pared de la vena iliaca;
una calidad mediocre de la fascia transver- maniobra que, en ocasiones, es poco preci-
salis o del músculo transverso a ese nivel, son sa o comprometida durante el cierre de di-
factores de recurrencia, aunque consigamos cho orificio por vía anterior. Preferimos utilizar
una adecuada oblicuidad del cordón, y aun una malla para “taparlo”, porque es muy rá-
siendo correcta la reconstrucción (hernio- pido, fácil y seguro, más que colocar un plug
rrafia), siempre se produce algo de tensión por esta vía. Este ligamento también soporta
en esa sutura (tanto mayor cuanto más am- los puntos sueltos que Nyhus coloca en el
plio es el defecto de pared suturado); por ello, borde inferior de la malla, y de los que no-
el refuerzo con una malla o la Nyhus, o só- sotros solemos prescindir en la hernioplastia
lo la hernioplastia (como defendemos noso- por innecesarios o, todo lo más, los sustitui-
tros), ajustando la prótesis al cordón con una mos por 1 o 2 grapas helicoidales que nos
simple escotadura (no “plicatura lateral” co- servirán para el control radiológico posterior
mo Nyhus), soluciona definitivamente estos de la posición de la malla.
defectos anatómicos, convirtiéndola en la
pretendida técnica “sin tensión” más segura
para nosotros. E. Fascia transversalis
A ese nivel de la pared inguinal ¿es una
estructura débil o debilitada? La respuesta se
C. Ligamento iliopubiano desconoce por el momento. Es densa sobre
(cintilla de Thomson) la aponeurosis del músculo transverso pero,
Es la estructura de soporte más importante en el resto de la pared inguinal, es delgada,
para el anclaje de los puntos de herniorrafia frágil e incluso, a veces, inexistente. En esa
inguinal (con el músculo transverso) o en la área se extiende entre la arcada del transver-
crural (con el ligamento de Cooper). Consti- so por encima, y la cintilla iliopubiana y el li-
tuye el espesamiento aponeurótico inguinal gamento de Cooper por debajo, y constituye
del músculo transverso, desde la espina ilía- la zona de mayor predilección herniaria.
203
La presión intraabdominal y el tono-con- te la prótesis a dicha pared, lo que reporta
tractura muscular fisiológica la tensan, acen- claras ventajas: mejor posicionamiento ana-
tuando la oblicuidad del cordón y aproximando tómico de la misma y mayor adherencia, es-
los pilares que cerrarán el orificio inguinal tabilidad y seguridad, al interponerse a cualquier
profundo. Rehabilitar este mecanismo de ob- nuevo saco herniario que intente penetrar en
turación es sencillo y efectivo en la hernio- la pared posterior de la ingle.
rrafia, pero innecesario en la hernioplastia.
La porción inferointerna de la fascia trans- 3. La década de los 90 y los próximos años del
versalis se fusiona al músculo transverso for- 2000 es, en palabras de Ira Rutkow (1998), la
mando una bandeleta arqueada de concavidad consolidación de la “era sin tensión” y del em-
inferior hasta su inserción en la rama supe- pleo definitivo de “una técnica para todo tipo
rior del pubis (arco de Douglas o arcada del de hernias”. La primera afirmación es ya obje-
transverso), donde lo hace, conjuntamente, tivo compartido por la mayor parte de las téc-
con otras fascias y fibras tendinosas que for- nicas de reparación plástica más eficaces
man el discutido tendón conjunto y sobre la (Usher-Lichtenstein, Gilbert, Rutkow-Robbins,
que se disponen los puntos de sutura, si se Nyhus, Wantz, Stoppa, laparoscopia), cuyo co-
practica la herniorrafia. mún denominador es el empleo sistemático (y
Así pues, su estructura, débil o debilita- creemos que irreversible) de mallas laminares,
da, la fragiliza, y la tensión la rasga fácilmente; cilíndricas o cónicas, o duplicaciones y/o com-
así es que poco puede mejorar esta estructu- binaciones entre ellas (polipropileno, PTFE, po-
ra, aunque se apliquen las suturas idóneas y liéster). La segunda afirmación es un objetivo
se realice una técnica depurada; solo la her- que hemos defendido desde hace 12 años
nioplastia con una malla adosada a esta fas- (1986-87) y publicado, porque hasta hoy nin-
cia conseguirá “rehabilitarla” en su función guna técnica por la vía anterior resuelve todas
de contención. las formas anatomoclínicas de presentación
herniaria y en todas sus modalidades (urgen-
tes, gigantes, multirrecidivadas), al menos con
un importante nivel de seguridad y eficacia,
Objetivos del abordaje preperitonal como ofrece esta vía posterior de Nyhus, que
proponemos pero no de forma monográfica
1. Consigue el cierre de la pared inguinal por (única técnica) para un servicio quirúrgico.
“detrás” de los orificios inguinal profundo,
directo, crural y, en ocasiones, hasta de la ob- 4. Entre los abordajes preperitoneales (Nyhus,
turatriz, evitando que cualquier saco hernia- Stoppa, Wantz, etc.) excluyendo por el mo-
rio o estructura análoga (lipoma, divertículo) mento la vía laparoscópica por sus frecuen-
penetre en la pared inguinal posterior. Esto se tes limitaciones de la técnica y/o del técnico,
consigue con la sutura anatómica (herniorra- sólo la primera (“corta” de Nyhus) resuelve
fia tipo Nyhus), sin o con el refuerzo de una prácticamente el 100% de las hernias de cual-
malla, o solo con esta, como defendemos y quier tipo o forma de presentación: inguinal,
aconsejamos la hernioplastia. crural u obturatriz, primaria o recidivada, mul-
tirrecurrente, bilateral o doble, compleja, o
2. Al colocar una malla por esta vía, se apro- complicada -en urgencias- (con resección del
vecha la presión intrabdominal ejercida por asa sin recurrir a la herniolaparotomía); todo
las vísceras (efecto Pascual) sobre la pared ello a través de una incisión corta, una di-
inguinal posterior, “pegando” materialmen- sección limitada y una malla pequeña (7x15),
204
con una morbilidad y eficacia (en nuestro me- complicaciones pulmonares, etc. Es aconse-
dio), comparable a las mejores opciones por jable durante la etapa de “rodaje” técnico y,
cualquiera de las vías. Los abordajes “exten- una vez superada la primera decena de repa-
sos” prepreritoneales de Stoppa, Wantz, Rig- raciones por esta vía es, cómodamente, sus-
nault, etc. tienen, indudablemente para nosotros, tituible por la anestesia regional.
indicaciones precisas, pero muy limitadas: so- Por último, hay que subrayar que la anes-
lo en hernias multirrecidivadas con pérdida tesia general es obligada en las hernias com-
importante de la arquitectura inguinal (even- plicadas, con probabilidad de manipulación o
tración inguinal). El resto de las hernias (in- de resección intestinal, y también en los pa-
cluidas la del cirrótico, el obeso, en las cientes que rehúsan o está contraindicado el
colagenopatías, en el hiponutrido, etc.) las re- acceso raquídeo por anquilopoyesis, espondi-
paramos sistemáticamente por la vía lolistesis, cirugía previa del sector lumbar con
preperitoneal “corta” de Nyhus con resulta- injerto u osteosíntesis, anticoagulación, etc.
dos, al menos, equiparables, como hemos di- Figura 1

cho, a los conseguidos por cualquier otra vía.

Descripción de la técnica de Nyhus


Anestesia
A. Local A continuación describiremos la técnica
Sola no es aconsejable en este tipo de original de Nyhus, aunque más adelante re-
abordaje por la precaria insensibilización de lataremos nuestras opiniones discordantes y
la superficie peritoneal, del espacio de Bo- modificaciones personales a esta técnica ori-
gros y del segmento caudal del músculo rec- ginal, que nos han permitido simplificar el
to. Es factible practicarla, si se añade una procedimiento mejorando los resultados pu-
sedación estándar, siempre que no exista obe- blicados por el autor.
1 2 3
sidad, hernia voluminosa, incarceración o es- Nyhus emplea la anestesia general o re-
trangulación de un asa intestinal. gional, indistintamente y, con el paciente en
decúbito supino, practica una incisión trans-
B. Regional versa, a unos 3 traveses de dedo por encima
Es la opción más práctica y aconsejable de la sínfisis púbica, lateralizada del lado her-
por esta vía. Con ella se resuelven, práctica- niario, de unos 5-7 cm, desde la línea para-
mente, la totalidad de las hernias (incluidos mediana hacia la espina iliaca (figura 1). Diseca
los obesos) sin apenas efectos secundarios, el tejido celular subcutáneo, realiza una in-
con una excelente tolerancia, capacidad de cisión similar a la anterior sobre la aponeu-
movimiento en pocas horas y el alta hospi- rosis del recto, prolongada unos 2 cm sobre
talaria antes de las 24 horas, en más del 90% la aponeurosis de los músculos oblicuo y trans-
de casos. Es la opción técnica que mantene- verso, lo que permite la apertura transversal
mos, por sistema, desde hace años. de la fascia transversalis, la exposición del es-
pacio preperitoneal y de la superficie ingui-
6 5 4
C. General nal posterior (figura 2). La grasa preperitoneal
Indudablemente es la opción más cómo- y el peritoneo los rechaza, por disección ro- Figura 2
da para el cirujano y, en ocasiones, para el ma, en sentido lateral y craneal, hasta identi- 1. Músculo recto
2. Tejido celular subcutáneo
paciente por la completa relajación muscu- ficar el saco herniario. Los vasos epigástricos 3. Músculos oblicuo menor y transverso
lar, pero con su conocida servidumbre: intu- inferiores pueden ser ligados y seccionados 4. Músculo oblicuo mayor
5. Grasa preperitoneal: Espacio de Bogros
bación traqueal, íleo, alteraciones inmunitarias, si con ello mejora la disección del saco. 6. Aponeurosis del oblicuo mayor
205
1 2 3 4 A. En la hernia oblicua externa
Tras disecar el saco hasta rodearlo y se- 1 3 2 4

pararlo totalmente del cordón espermático,


lo abre sólo para explorarlo o devolver su con-
tenido a la cavidad abdominal. Si la porción
distal es “fácil” de disecar, se le separa del
cordón y reseca, previa ligadura o sutura; o
bien se le abandona en el espacio preperitoneal
(figura 3). Cuando la porción distal del saco
está muy adherida, no lo diseca, solo lo sec-
ciona y liga proximalmente cerca del perito-
neo, mientras que al segmento distal del saco
9 8 7 6 5
lo abandona in situ. En la estrangulación in- 7 6 5
testinal, el asa se reseca cómodamente por Figura 5
Figura 3 esta vía, ya que el cuello del saco es amplia- Hernia oblicua externa: Herniorrafia
1.Tejido celular subcutáneo. 1. Músculo recto.
2. Músculo recto.
ble hasta más de 15 cm, permitiendo exére- 2. Fascia transversalis:
Pared inguinal posterior.
3. Pared inguinal posterior: Fascia transversalis. sis amplias y, tras la anastomosis y la 3. Herniorrafia entre el músculo transverso
4. Orificio inguinal interno.
5. Cordón espermático. reintroducción del asa en la cavidad abdo- y la cintilla iliopubiana.
6. Vasos iliacos. 4. Ajuste “rehabilitador” del orificio
minal, cierra el saco peritoneal con una su- inguinal interno.
7. Ligamento de Cooper.
8. Saco herniario: cierre. tura continua reabsorbible. Luego repara el 5. Vasos iliacos.
9 . Peritoneo. 6. Cordón espermático.
defecto herniario identificando previamente 7. Grasa preperitoneal y peritoneo.

la cintilla iliopubiana (figura 4), casi siempre


por palpación y referencia con pinzas de Allis, ción y lo abandona en el espacio preperitoneal,
lateraliza el cordón espermático acentuando y el saco lo invagina, plica o reseca según el
su oblicuidad, e inicia la herniorrafia con pun- tamaño. El cierre del defecto herniario lo prac-
tos independientes de nailon monofilamento tica de igual forma: sutura con puntos de nai-
irreabsorbible nº 0, desde la arcada del trans- lon monofilamento, desde la fascia transversalis
verso a la cintilla iliopubiana, empezando y el músculo transverso, a la cintilla iliopu-
desde la espina púbica hasta el anillo ingui- biana (figura 6). La exploración del resto de
nal profundo, justo hasta el cordón espermá- la pared inguinal posterior es fácil y aconse-
4 3 tico, dejándolo, como se dijo, lo más lateralizado jable para evitar supuestas recidivas “inex-
posible para remodelar y rehabilitar al “nue- plicables” por olvido de sacos simultáneos
vo” orificio inguinal profundo mediante uno oblicuos externos, crurales, o de los raros, in-
5 o dos puntos externos al cordón, entre las ternos (primarios o tras recurrencias) y obtu-
2 6
mencionadas estructuras, (transverso y cinti- ratrices. Nyhus aconseja practicar, en las
lla) (figura 5). Los pequeños defectos parieta- grandes hernias directas, una incisión de re-
les solo necesitan un par de puntos mediales lajación para crear menos tensión en la her-
al cordón con el fin de reconstruir el orificio niorrafia, incluso practica, en ocasiones, la
1 inguinal profundo. Para finalizar, realiza, sis- sutura entre el músculo transverso y el liga-
temáticamente, una incisión de relajación (ti- mento de Cooper.
Figura 4
Herniorrafia preperitoneal
po Lampe) sobre la aponeurosis del músculo
1. Cintilla iliopubiana recto, antes de proceder a la herniorrafia. C. En la hernia crural
2. Orificio inguinal directo
3.Fascia transversalis El saco y su contenido también lo redu-
4. Músculo recto
B. En la hernia directa ce por tracción, y lo reseca o lo abandona
5. Orificio inguinal interno
6. Cordón espermático El contenido del saco lo reduce por trac- en el espacio preperitoneal. Ante la incarce-
206
ración o estrangulación del epiplón, o de un 1 2 3 4 Figura 6
Hernia oblicua externa: Herniorrafia
asa intestinal, practica una dilatación del ori- 1. Músculo recto.
ficio crural por su borde interno, (sin o con 2. Fascia transversalis.
Pared inguinal posterior.
sección del ligamento de Gimbernat), lo que 3. Herniorrafia del orificio inguinal directo:
entre el músculo transverso
facilita la reducción del saco y de su conte- y la cintilla iliopubiana.
nido. De igual forma, la exéresis de un asa 4. Orificio inguinal interno.
5. Vasos iliacos.
isquémica por esta vía es tan cómoda como 6. Cordón espermático.
7. Grasa preperitoneal y peritoneo.
en la hernia inguinal. Finalmente, cierra el
orificio crural con puntos independientes de
monofilamento irreabsorbible nº 0, fijándo-
los en la cintilla iliopubiana por encima y en
el ligamento de Cooper por debajo, y desde
la espina del pubis hasta la proximidad de la
7 6 5
vena iliaca (figura 7).

D. Empleo de malla
Utiliza malla de polipropileno solo en
las hernias recidivadas y en las hernias difí-
1 2 3 4 Figura 7
ciles o complejas. En el resto de las hernias Hernia oblicua externa: Herniorrafia
practica la herniorrafia simple, sin refuerzo 1. Músculo recto.
2. Fascia transversalis:
protésico, previamente descrita. Cuando im- Pared inguinal posterior.
3. Herniorrafia del orificio crural:
planta una malla, primero realiza la hernio- entre la cintilla iliopubiana
rrafia y luego añade la prótesis de polipropileno y el ligamento de Cooper.
4. Orificio inguinal interno.
(6 x 14 cm) como refuerzo, que fija por de- 5. Vasos iliacos.
6. Cordón espermático.
bajo al ligamento de Cooper con varios pun-
7. Grasa preperitoneal y peritoneo.
tos sueltos, también de polipropileno del nº
0. Luego confecciona otra sutura, continua,
con el mismo material, pero del nº3/0, pa-
ralela y un poco por encima de la hernio-
rrafia subyacente, fijando la malla a ese nivel 7 6 5

de la pared posterior (a la fascia transversa-


lis), y añade lateralmente una plicatura con
la malla, rodeando parcialmente al cordón.
Por último, introduce el borde superior de
Figura 8
la malla por debajo de la incisión aponeu- Hernioplastia
rótica del músculo recto, fijándola con pun- 1. Músculo recto.
2. Malla de polipropileno adosada
tos en U de polipropileno nº 0 a la porción a la pared inguinal posterior.
3. Corte vertical practicado en la malla que
craneal de dicha aponeurosis (figura 8), cu- permite el paso del cordón espermático.
2
briendo de esta forma la salida del espacio 4. Orificio inguinal interno
3 remodelado por la malla.
preperitoneal. Acabada la reparación (her- 4 5. Vasos iliacos.
6. Cordón espermático.
niorrafia simple o con malla de refuerzo), 7. Grasa preperitoneal y peritoneo.
sutura los bordes aponeuróticos de la inci-
sión con monofilamento o seda, y finaliza
la intervención con la síntesis del tejido ce-
lular subcutáneo y de la piel. 1 7 6 5
207
Indicaciones a. Indirectas pequeñas
Reparación de la fascia transversalis del ori-
1. La indicación más reconocida de la téc- ficio inguinal interno por vía anterior.
nica es la reparación de la hernia recurren-
te, ya que el espacio retroinguinal carece de b. Indirectas grandes
las adherencias posquirúrgicas que se en- Reparación del tracto iliopúbico por vía an-
contrarían al repetir el abordaje por la vía an- terior o
terior. Esta vía muestra un terreno virgen Reparación del ligamento de Cooper con téc-
apropiado para resolver las recurrencias, por nica de Mc Vay o
numerosas o complejas que sean. Reparación de Shouldice.

2. La hernia deslizada tratada por la vía an- c. Directas pequeñas


terior supone, en algunas ocasiones, un se- Reparación del tracto iliopúbico por vía an-
rio problema durante la reparación, mientras terior.
que por la vía preperitoneal la solución es
bastante más simple. d. Directas grandes
Reparación del ligamento de Cooper y pared
3. También las hernias complicadas (incar- inguinal posterior, por vía anterior o
ceradas o estranguladas) se resuelven con Reparación de Shouldice o
sencillez por esta vía, pues el abordaje y con- Reparación del tracto iliopúbico más malla
trol de la puerta de entrada del saco en la pa- de polipropileno por vía preperitoneal.
red inguinal posterior es completo. Maniobras
como la dilatación digital del orificio her- e. Hernias en pantalón
niario, la práctica de una quelotomía, la ex- Reparación del tracto iliopúbico más repara-
ploración y/o la resección del asa, o el control ción de la fascia transversalis del orificio in-
de los vasos y nervios inguinales, entre otras, guinal interno por vía anterior.
son más seguras que por la vía anterior.
f. Femoral
4. Para Nyhus, cuando el cirujano es exper- Reparación del tracto iliopúbico por vía
to en esta técnica, las indicaciones abarcan preperitoneal.
prácticamente la totalidad de las hernias de
la región inguinal del adulto e, incluso, la uti- g. Deslizada indirecta
liza en los niños mayores de 6 años, puesto Reparación del tracto iliopúbico por vía
que la hernia del menor se resuelve de for- preperitoneal o
ma muy simple por vía anterior. Idea y pra- Reparación del tracto iliopúbico por vía an-
xis que compartimos totalmente. terior o
Reparación del ligamento de Cooper con la
5. Por último, cuando solo se tiene cierta ex- técnica de Mc Vay o
periencia con la vía preperitoneal, da indi- Reparación de Shouldice.
caciones más selectivas según los tipos de
hernia lo que él aconseja por sus resultados h. Indirectas o femorales estranguladas
“satisfactorios”, hasta el punto de que indi- Resección intestinal y anastomosis, más re-
vidualiza cada técnica para cada tipo de her- paración del tracto iliopúbico por vía
nia, como sigue: preperitoneal.
208
i. Recurrentes
Morbilidad en 926 reparaciones
Reparación del defecto más malla de poli- preperitoneales
propileno, por vía preperitoneal.
Seroma 23 2,4%
Hematoma 11 1,2%
j. Hernias gigantes irreductibles
Hipoestesia 45 4,8%
Neumoperitoneo durante 10 días seguido de:
Hidrocele 7 0,7%
Reparación del tracto iliopúbico más malla
Íleo (>24h) 3 0,3%
de polipropileno por vía preperitoneal o
Neuropatía 2 0,2%
Reparación del ligamento de Cooper con téc-
Infección herida 3 0,3%
nica de Mc Vay o
Reinterv. no recidiva 3 0,3%
Reparación de Shouldice.
Equimosis 94 10,1%
Orquiectomía 1 0,1%
Eventración 1 0,1%
Retención urinaria 69 7,4%
Incidencias intra y postoperatorias
Atrofia testicular 0 0%
Hemorragia mod.-grav. 0 0%
Nyhus en 1992 señala que la mortalidad
Fístula fetal (divertic) 1 0,1%
es mucho menor cuando trata la hernia por
Reinterv. por recidiva 16 2%
vía preperitoneal respecto de una vía ante-
rior, encontrando, sobre todo, menos atrofias
testiculares y neuropatías. infección, y casi todos curaron pronto.
En cuanto a la recidiva postherniorrafia, Las numerosas equimosis detectadas obe-
obtuvo el 3% en las hernias indirectas y al- decen al minucioso registro de hematomas,
canzó el 6% en las directas. Con estos re- desde leves hasta las pequeñas subfusiones
sultados “satisfactorios” (para él) concluye hemorrágicas de la sutura intradérmica. Los
que por esta vía, si se domina la técnica, se hematomas moderados, por fuera del área
pueden tratar todos los tipos de hernia de la inguinal, son los señalados en la tabla, y no
región inguinal; de lo contrario aconseja que hubo hemorragia grave que necesitase de dre-
las hernias directas sean tratadas por vía an- naje percutáneo, quirúrgico, transfusión o
terior salvo si se emplea una malla; entonces reoperación para la hemostasia.
aconseja la vía preperitoneal. También en- La única orquiectomía realizada (de ne-
cuentra el 1,5% de eventraciones a nivel de cesidad) fue en un paciente reintervenido 3
la incisión del abordaje, cuando la malla no veces por vía anterior con malla y en el que
cubre esa zona. coexistía una atrofia testicular con un cordón
Nuestra morbilidad con la técnica (mo- fibroso por antigua trombosis o isquemia. Se-
dificada) de Nyhus se resume en la siguien- guimos sin registrar atrofias de testículo por
te tabla: esta vía.
Como se observa, nuestras indicaciones Las alteraciones de la sensibilidad en la
con la técnica son bastantes aceptables, sin zona inferior de la herida son relativamente
embargo creemos de interés hacer algunas frecuentes y disminuyen con el tiempo, sal-
precisiones sobre dicha morbilidad. vo en el 5%. Por otra parte, las dos neuro-
Todos los seromas fueron tipificados por patías corresponden a un atrapamiento del
bacteriología confirmando la ausencia de mi- nervio iliohipogástrico, al abarcar mucho te-
croorganismos. Ningún paciente tuvo signos jido con los puntos aponeuróticos; ambos ca-
clínicos locales o generales sospechosos de sos fueron tratados por la Unidad del Dolor;
209
el primero, resuelto (hace 8 años) y el se- aparece flemonizado, drenando pus con des-
gundo (3 meses), mantiene, por el momen- bridamiento y, a los diez días, sutura secun-
to, una discreta mejoría. daria de la herida.
Hay una eventración de la herida apo- Las reintervenciones ajenas a las recidi-
neurótica, en una mujer de 84 años opera- vas fueron dos hidroceles, y la tercera, en el
da 1 año antes de la hernia inguinal derecha paciente de la fístula fecal diverticular, por
recidivada de vía anterior y que tiene, ade- una colostomía que mantiene en la actuali-
más, una cicatriz pararrectal (apendicecto- dad junto con un poro de 10 mm en la anti-
mía), otra laparohipogástrica media (his- gua cicatriz sin rechazo de la malla ni recurrencia
terectomía) y un antiguo Pfanestiel (cesárea). herniaria. Las reintervenciones por recidivas
La eventración se produjo en la zona apo- se señalan al final del capítulo, aunque ya
neurótica de las confluencias laparotómicas fueron publicadas. No hubo mortalidad hos-
al añadir la propia de Nyhus con una malla pitalaria por causa técnica o ajena.
“adosada”, que, por definición, no alcanza
ese nivel.
Los hidroceles aparecieron en pacientes
con hernia inguinoescotal voluminosa en las Consejos y conclusiones
que se practicó la hemostasia del saco distal
abandonado, y se colocó un drenaje de Re- A. Consejos
dón. En dos pacientes el volumen escrotal Las técnicas quirúrgicas utilizadas en nues-
obligó a la reparación del hicrocele. tro servicio para la reparación de las hernias
Las retenciones urinarias señaladas su- de la ingle han sido limitadas desde hace al-
peraban las 8 horas de evolución y necesi- gunos años, por razones operativas, solo a
taron un sondaje vesical único y de corta aquellas que utilizan malla y que no produ-
duración. La mejoría técnica en la anestesia cen tensión. Un grupo de nuestros cirujanos
regional ha disminuido considerablemente emplea casi siempre la vía anterior, concre-
estas retenciones prolongadas. En dos de es- tamente la de Usher-Lichtenstein o de Rut-
tos pacientes el íleo prolongado se prolongó kow-Robbins, con alguna modificación, mientras
más de 24 horas. que el otro grupo utiliza sistemáticamente la
Hubo 3 infecciones de herida: una in- vía preperitoneal “corta” de Nyhus.
fección “primaria”, sin fiebre ni supuración, Pensamos que en un servicio se deben es-
solo flemonización y eritema al mes de ope- tandarizar 2 técnicas (y no más de 3) para ex-
rado, que se resuelve tras tratamiento anti- traerles el mayor rendimiento, y la vía de
biótico. Las otras dos infecciones son Nyhus debe estar entre ellas. La diversifica-
“secundarias”: una, por fístula fecal desde el ción de técnicas (por tipos de hernia, enfer-
sigma (reintroducido tras resolver una hernia mos, complejidad, bilateralidad, etc.) distrae
inguinoescrotal incarcerada y tercera recu- la especialización y el rendimiento de cada
rrencia de vía anterior, en un obeso de 74 una, mientras que la práctica monográfica de
años) por perforación divertícular tardía, y la una sola supone el “refinamiento” técnico
segunda, en un paciente de 77 años, con se- con resultados excelentes: principio univer-
roma que se le drena por punción y, al 22º salmente aceptado que también comparti-
día, le inician “lavados” de la herida a través mos. Sin embargo, en un hospital universitario
del pequeño orificio de salida, apareciendo conviene utilizar al menos 2 ó 3 de las op-
a las 48 horas de estas “maniobras” fiebre ciones más cualificadas por su rendimiento
(38’5º); dos días después todo el subcutáneo y resultados, (como lo establecimos en el
210
nuestro), con el fin de conocer y manejar la la última fase en la que prescindimos, defi-
anatomía quirúrgica de la ingle, “por delan- nitivamente, de la herniorrafia, colocando
te” y “por detrás”, sin posibilidad de un va- sólo una malla (hernioplastia) prácticamen-
cío técnico ante uno u otro abordaje. Basados te sin fijaciones. Desde entonces el número
en nuestra experiencia con el abordaje de de recidivas se mantiene en el 0,3% en las
Nyhus (más de un millar de reparaciones en reparaciones primarias y en el 0%, para las
13 años) nos permitimos aconsejar que: recurrentes.

1. La vía preperitoneal “corta” es, sin du- 3. En cuanto a la técnica, la descripción


da, una de las mejores técnicas para tratar realizada previamente es la de Nyhus. Com-
cualquier tipo de hernia inguinocrural. Si prac- partimos sus ideas pero modificamos, desde
ticamos sólo la herniorrafia (como postula nuestro punto de vista, algunas técnicas re-
Nyhus para las hernias primarias), el por- levantes de su procedimiento, que aconse-
centaje de recidivas se sitúa entre el 3% y el jaremos más adelante.
6% (similar al nuestro), mientras que si se aña- Nuestra experiencia con la vía preperitoneal
de una malla (herniorrafia más hernioplastia, “corta” de Nyhus es amplia y publicada a tra-
como hace Nyhus en las hernias rececurren- vés de numerosas comunicaciones, vídeos y
tes y complejas) o sólo una hernioplastia (co- en sendos capítulos de libros. En conjunto,
mo lo hacemos, sistemáticamente nosotros los resultados obtenidos mejoran, ostensi-
para reparar cualquier tipo de hernia por com- blemente, a los publicados por Nyhus, y son
pleja que sea), entonces el porcentaje de re- explicables, a nuestro juicio, por dos moti-
currencia rara vez supera el 0,5%, elimina la vos:
tensión y no precisa incisiones de relajación. • la “universalización” de las indicaciones, y
• la “simplificación” de la técnica: sólo la
2. Nos apartamos un poco de la táctica hernioplastia.
y técnica ortodoxa de Nyhus, tras compro- Para ello, nuestros argumentos y con-
bar que nuestros cambios superaron a sus re- sejos tácticos y técnicos diferenciales con
sultados y mejoraron, significativamente, los el procedimiento de Nyhus (y con las de-
nuestros. Así, en una primera fase (primeras más técnicas preperitoneales) se exponen
doscientas herniorrafias) hubo el 5,8% de re- a continuación:
currencias, porcentaje “estable” y similar al
publicado por Nyhus, pese a nuestro pre- A. Delimitación conceptual
tendido perfeccionamiento y cuidado técni- El abordaje popularizado por Nyhus, des-
co en la herniorrafia. Ese porcentaje crito previamente por McEvedy en 1950, con-
(“satisfactorio” para Nyhus) nos pareció só- siste en una incisión suprapúbica horizontal
lo aceptable, mejorándolo en una segunda (estética), uni o bilateral, y “corta” (5-7 cm)
fase, al añadir sistemáticamente a la hernio- que se presta a frecuente confusión con el
rrafia una malla de Marlex® consiguiendo la resto de los abordajes por vía preperitoneal.
práctica desaparición de las recidivas en el Por ello la denominamos vía “corta” o “short
primer centenar de casos tratados de esta for- Nyhus”, para diferenciarla de los amplios
ma, pero aún había tensión y malestar pos- abordajes de Rives, Wantz, Rignault, Stoppa,
toperatorio debido a esa “innecesaria” que normalmente superan los 10-12 cm de
herniorrafia subyacente. Esta servidumbre, longitud y precisan de una disección bastante
junto al mejor conocimiento de la técnica y más extensa y cruenta para poder alojar am-
del espacio preperitoneal, nos impulsaron a pliamente una malla sobredimensionada, a
211
través de la “vieja” incisión media hipogás- realizarla de forma muy simple (1 o 2 grapas
trica de Cheatle-Henry (Stoppa), de la trans- al Cooper), o de forma limitada (sutura por
versa de Pfanestiel (Rignault) o la ampliada el borde superior en la malla “completa” y
de McEvedy-Nyhus (Wantz). en “cortina”).

B. Disección anatomoquirúrgica D. Anestesia y antibióticos.


de la pared inguinal posterior La anestesia general sólo es aconsejable
La descripción técnica de Nyhus señala- en determinadas circunstancias:
da anteriormente queda, para nosotros, li- • Durante las primeras intervenciones (eta-
mitada a tres estructuras: pa de “rodaje” técnico), por la relajación mus-
1. El ligamento de Cooper, al que se fija, cular.
en ocasiones, el borde inferior de la malla. • En las hernias complicadas o con necrosis
2. La cintilla iliopubiana de Thomson, só- de asa.
lo importante si se practica la herniorrafia: al • En pacientes que la rehúsan o está con-
ligamento de Cooper en la hernia crural o al traindicada la anestesia regional.
arco del transverso si la hernia es inguinal La anestesia regional (epidural) es la más
pero, con el empleo sistemático de la her- práctica, la mejor tolerada y la recomenda-
nioplastia, esta estructura es, técnicamente ble en más del 95% de casos. La anestesia
inoperante, y local es factible pero incómoda para este ti-
3. el músculo transverso (tapizado por la po de abordaje, salvo que se añada la seda-
fascia transversalis), sobre el que se apoya la ción, para programas de corta estancia.
malla sin fijación (malla “adosada”, o sólo En cuanto a la profilaxis antimicrobiana,
con algún punto entre el extremo superior de sólo se administra por vía venosa durante la
la misma y los bordes aponeuróticos del mús- anestesia a los pacientes con factores de ries-
culo recto (malla “completa” tipo Nyhus). go de infección, entre los que se incluyen las
hernias complicadas sin o con resección: 2
C. Nuestros objetivos con la vía de Nyhus. gr de amoxicilina-clavulánico, salvo en las
Básicamente, compartimos los criterios de- formas sépticas, en las que se continúa este
fendidos por Nyhus pero, además, incluimos tratamiento, al menos durante 5 días. Colo-
(y subrayamos) la versatilidad y la polivalen- car una malla pequeña a través de un abor-
cia que el propio autor, curiosamente, no ter- daje limitado, escasamente cruento, y de poca
mina de plasmar en sus publicaciones, frente duración como es la vía de Nyhus, no justi-
al resto de las técnicas por vía anterior o pos- fica, en principio, la administración sistemá-
terior. “Si se es experto o se tiene buen entre- tica de antibióticos. Sin embargo, hay una
namiento en este tipo de abordaje, se puede tendencia global a practicarla, más por ra-
practicar en todas las hernias”: principio que, zones médico-legales que clínicas.
sorprendentemente para nosotros, no sigue ni
justifica en tal caso. Por ello aconsejamos: E. Nuestras modificaciones técnicas.
• Aplicarla para curar cualquier tipo de her- Como se observa, mantenemos cierta dis-
nia, por compleja que sea. cordancia con los criterios de Nyhus en al-
• No exige ninguna selección previa de pa- gunos de sus puntos tácticos y técnicos, lo
cientes ni tipos herniarios. que justificó nuestras modificaciones:
• La malla preperitoneal es más sencilla, rá- a. La exposición del espacio preperitoneal
pida, sólida y segura en su implantación, con se consigue mediante una “pelota” de gasas
la ventaja de no necesitar fijación alguna, o introducida en el mismo (de unos 4 cmø), que
212
será rechazada junto con la grasa, en sentido je de recidivas con otras técnicas protésicas
craneal, con uno de los separadores “malea- de la vía anterior: Usher-Lichtenstein, Gil-
bles”; con el otro separador se retrae me- bert, Rutkow-Robbins, Berliner, Rives.
dialmente al músculo recto hasta observar d. Durante el abordaje aconseja la iden-
toda la superficie inguinal posterior con los tificación sistemática del anillo inguinal in-
posibles sacos herniarios (oblicuos, directo, terno colocando un dedo a través del anillo
crural y hasta el raro obturatriz (figura 2). inguinal externo, con el fin de realizar la in-
b. Las hernias bilaterales, primarias o re- cisión aponeurótica inmediatamente por en-
cidivadas, gigantes o no, electivas o de ur- cima del borde superior del mismo. Nunca
gencia, las operamos a través de dos incisiones hemos hecho tal maniobra por creerla inne-
cortas (bilaterales). Es un abordaje menos cesaria, precisamente porque abrimos la apo-
traumático, cruento y molesto, a la vez que neurosis del recto a 2 cm. como mínimo, por
permite utilizar mallas más pequeñas y se ob- encima del orificio inguinal profundo. Cuan-
vian los drenajes “obligados”, como en la to más cerca se efectúe una sutura de dicho
técnica de Stoppa y similares, reservada, pa- orificio, peor calidad del tejido y mayor ries-
ra nosotros, sólo para la hernia-eventración go de recurrencias.
inguinal gigante recidivada con desaparición e. Nyhus tiene especial cuidado en no
de la arquitectura inguinal: aproximadamente, abrir el peritoneo mientras diseca el saco her-
el 0,1% de las hernias en nuestro medio. niario. Nosotros participamos de la misma
c. ¿Por qué la mayoría de las técnicas por idea, aunque en los casos ocurridos se pue-
la vía inguinal anterior y por la vía preperitoneal de afirmar que todo han sido ventajas pues,
“extensa” utilizan, sistemáticamente, una ma- el contenido en asas y/o epiplón se inspec-
lla, y Nyhus sólo la emplea de forma restrin- ciona y devuelve fácilmente a la cavidad
gida o “selectiva”? Él valora sus resultados como peritoneal, acortando a su vez el tiempo de
“satisfactorios”: 3% de recidivas en las obli- disección hasta separarle del cordón esper-
cuas externas y el 6% en las directas, pero si mático. En el saco gigante, diríamos que es
refuerza con una malla, las recurrencias se le imprescindible su apertura, porque facilita
reducen al 0% - 1%. Pensamos que los pri- las maniobras de reducción visceral y para
meros son porcentajes, para nosostros, sólo el tratamiento del saco.
aceptables (30-60 recurrencias / mil hernio- f. Normalmente, no reseca el saco her-
rrafias) y distantes de los obtenidos por él con niario directo sino que lo invagina o le “re-
su misma técnica (los segundos) tan sólo aña- corta” el peritoneo redundante. Nosotros, por
diendo la malla (0-10 recurrencias / mil ma- el contrario, mantenemos su integridad y, una
llas) en hernias complejas o en las recidivadas. vez liberado del contenido, la malla cubrirá
En base a estas grandes diferencias por- sobradamente todo el defecto de la pared.
centuales en las recurrencias nos preguntamos: Durante la herniorrafia de un orificio direc-
¿Por qué Nyhus no ha generalizado el uso to también subraya el cuidado con la proxi-
de la malla? Evidentemente, defendemos el midad de la vejiga. Nosotros añadimos la
empleo sistemático de la malla (y sin her- precaución con el cordón espermático que,
niorrafia) en la totalidad de las hernias (sal- precisamente a ese nivel, durante el trayec-
vo en niños), ya que, con esta generalización to por la zona media del canal inguinal, pue-
(hernioplastia) nuestros resultados mejoraron de ser lesionado durante la herniorrafia, pero
significativamente (p<0,0001) frente a la her- improbable en la hernioplastia.
niorrafia simple (aún aconsejada por Nyhus), Cuando realiza la herniorrafia entre el
guardando una equivalencia en el porcenta- transverso y la cintilla, si ésta es de mala ca-
213
lidad o la hernia directa es voluminosa, en- aponeurótica) es una zona potencial para las
tonces aconseja fijar los puntos al ligamen- recurrencias.
to de Cooper. Pensamos que éste “no es un Nosotros minimizamos o eliminamos la
buen consejo”, porque produce aún más la tensión en dicha zona suturando la aponeu-
tensión en la sutura, incluso con incisiones rosis cuando ambos bordes se les puede so-
de relajación añadidas, pues equivale a prac- lapar con facilidad, al estar separados menos
ticar un Mc Vay por vía posterior y ello ex- de 2 cm. Si, por el contrario, el solapamien-
plicaría su 6% de recidivas en las herniorrafias to es escaso porque están más separados, en-
directas. Obviamente, esto es evitable si se tonces, o suturamos el extremo superior de
coloca una malla, técnica muy simple, rápi- la malla al borde inferior de la incisión apo-
da y segura por esta vía. neurótica (malla en “cortina”), o se introdu-
g. En las hernias indirectas, si los sacos ce el extremo superior de la malla por debajo
son cortos los extirpa, mientras que nosotros del borde superior aponeurótico (malla “com-
los abandonamos en el espacio preperitoneal, pleta” tipo Nyhus), adaptándola y fijándola
porque son inocuos cuando hay una malla con una sutura continua de nailon monofi-
interpuesta entre él y la pared inguinal pos- lamento nº0 a dichos labios aponeuróticos.
terior. Sin embargo, en los sacos inguinoes- En caso de quedar corta la malla par alcan-
crotales seguimos su criterio: si no se muestran zar la incisión aponeurótica, se deja “adosa-
fáciles de disecar, lo mejor es seccionarlos da” sin fijación, y entre dichos bordes
en corona sin lesionar los elementos del cor- aponeuróticos se interpone un pequeño rec-
dón subyacente, cerrar el muñón proximal y tángulo de malla, suturándola a ellos (mini-
abandonar el distal, previa hemostasia cui- prótesis preaponeurótica).
dadosa del borde de sección y añadiendo un i. Con nuestras aportaciones a la vía de
Redón. Él no ha detectado ningún hidroce- Nyhus, ganamos tiempo (se evita la hernio-
le, nosotros sí: 1%. rrafia) y se minimiza el riesgo de una recu-
En los raros orificios oblicuos internos pri- rrencia (malla): no es preciso identificar y
marios, y no tan raros en las recurrentes, la referenciar la cintilla, realizar la sutura pun-
malla debe ser fijada con un par de puntos to a punto, buscar la oblicuidad del cordón,
(o mucho más práctico y rápido con 2-3 gra- ajustar y rehacer el anillo profundo median-
pas helicoidales) al borde interno del fallo de te puntos externos al cordón, el cuidado de
pared con el fin de que no se arrugue la pró- no lesionar los vasos al situar los puntos más
tesis a ese nivel por el desplazamiento late- externos, la vejiga o al cordón. Y la malla es
ral de la vejiga a plena repleción, propiciando colocada de forma fácil y muy rápida, sin las
la recidiva. fijaciones que postula Nyhus o, todo lo más,
h. En la herniorrafia simple o con malla, con dos grapas helicoidales al ligamento de
Nyhus realiza, sistemáticamente, una inci- Cooper y, por supuesto, lejos de la pulcritud
sión de relajación y luego cierra el defecto técnica que exige la colocación de cualquier
herniario. Esta maniobra retrae (hacia abajo) prótesis por vía anterior (Usher-Lichtenstein,
al borde caudal de la incisión aponeurótica Gilbert, Rutkow-Robbins) o a través de ésta,
motivando cierta tensión en el cierre de la en el espacio preperitoneal (Rives, Berliner).
misma, tensión que se distribuye entre esta De esta forma, la duración media de la her-
sutura y la herniorrafia subyacente. Esa área nioplastia con nuestras modificaciones es de
de tensión sobre la fascia transversalis y el 26 minutos, con un intervalo entre 13 y 52
músculo transverso (arco de Douglas) deli- minutos. Las complejas, gigantes o urgentes,
mitada entre ambas suturas (herniorrafia y excepcionalmente superan los 100 - 120 mi-
214
nutos por esta vía preperitoneal “corta”, y re- malla, sin recurrir incluso al progresivo au-
petimos: todas, a través de una incisión cor- mento de la pretendida seguridad en las pró-
ta, disección escasa y malla pequeña. tesis, a base del incremento de las dimensiones,
j. La malla “adosada” y la “completa” ti- mallas dobles, tapones con malla, malla-ta-
po Nyhus son nuestros modelos más emplea- pón-malla, etc. Precisamente, pero en senti-
dos y solucionan prácticamente el 100% de do inverso, hace 3 años diseñamos un nuevo
las hernias. Es más, con la segunda modali- modelo (malla en “delta”) mediante el cual,
dad (malla ligeramente mayor, saturada por una malla pequeña de 7x15 es aún doblada,
su borde superior a la aponeurosis, en ape- fijándola con un punto por sus vértices diame-
nas 5 minutos más de tiempo operatorio) se tralmente opuestos, quedando con una su-
pueden tratar todos los tipos de hernia. In- perficie más pequeña, en forma de gorro
dudablemente, la utilización de una malla egipcio o silueta en delta, y con gran parte
por la vía preperitoneal “corta” de Nyhus su- de la superficie en doble capa (doble densi-
pone seguridad y “gran tolerancia” a los de- dad), que cubrirá el defecto herniario, sien-
fectos del técnico, de técnica y de la calidad do innecesaria una malla mayor, de cobertura
de los tejidos, sin pasarle “factura” fácil (re- “profiláctica” del resto de la pared inguinal
currencia). Esto contrasta con la malla im- posterior cuando ésta posea una sólida fas-
plantada por vía anterior, cualquiera que sea cia transversalis y un consistente músculo
la técnica: exige precisión y pulcritud en su transverso, presente en el 35%-40% de las
confección, colocación y ajuste, y no suele reparaciones.
“perdonar”, incluso mínimos errores de téc-
nica o del técnico. De ahí que, para noso- G. Nuestros resultados
tros, en el momento actual esta técnica podría En noviembre de 1986 iniciamos un pro-
ser, sin duda, la “gold standar” entre todas tocolo prospectivo de casos consecutivos, que
las técnicas abiertas que depositen la malla actualmente supera el millar de reparaciones
en el espacio preperitoneal. por esta vía preperitoneal “corta”. Hasta di-
ciembre de 1998 se practicaron 926 repara-
F. Nuestras indicaciones ciones en 825 pacientes operados entre 1 y
Como se ha dicho, podemos afirmar por 12 años. Son 781 reparaciones primarias (84%)
propia experiencia que la vía preperitoneal en pacientes con una edad media de 49 años
“corta” de Nyhus es aplicable a cualquier ti- (límites: 8-93) y el 77% de hombres; y 145 re-
po de hernia de la región inguinal, crural u paraciones en recurrencias (16%), en enfer-
obturatriz, por complicada o compleja que mos con edad media de 52 años (límites: 14-84)
sea, apartándonos, obviamente, de las indi- y el 70% de hombres. En la tabla siguiente se
caciones generales propuestas por el autor. indica la distribución topográfica de las her-
El manejo en urgencias es muy práctico y se- nias según modalidades en la presentación.
guro, por cuanto resuelve los peores casos En una primera etapa se practicaron 205
sin necesidad de practicar una ampliación herniorrafias primarias y 20 en recidivas,
de herida (herniolaparotomía) o añadir una mientras que en una segunda etapa se reali-
laparotomía independiente. zaron 576 hernioplastias en primarias (las pri-
Cualquier hernia reparable por vía ante- meras 106 fueron herniorrafias con malla y
rior lo es igualmente, al menos, con igual efi- el resto hasta la actualidad, sólo la malla), y
cacia por esta vía preperitoneal “corta”, con 125 en recurrentes. Nuestro porcentaje de
la ventaja añadida de la seguridad, rapidez recidiva tras la herniorrafia es del 6,3% (13/205)
y sencillez en la colocación de una simple y, con la hernioplastia, del 0,52% (3/576)
215
(p<0,0001). La recurrencia en hernias reci- 1. Es realmente difícil encontrar diferen-
divadas tras una vía inguinal anterior es de cias manifiestas entre un abordaje anterior y
0/128 = 0%, mientras que 16 son las recu- la vía preperitoneal “corta” de Nyhus, que
rrencias (propias) aparecidas tras la vía justifiquen el empleo de una u otra vía en la
preperitoneal que una vez reoperadas con reparación de una hernia primaria. Ello obe-
PTFE (4 casos), y el resto con malla de poli- dece, insistimos, más a razones de escuela
propileno (Marlex®), no han aparecido nue- que a motivos técnicos. Sin duda, es la vía
vas recidivas (0%). El total de recurrencias en idónea para la reparación de cualquier tipo
el estudio es de 16/781 = 2,0%, con un se- de hernia recidivada, pero subrayamos que,
guimiento a 12 años, del 94,6% y mediana con esta técnica se tratan “todas” las hernias
de 61 meses (11 perdidos y 6 fallecidos). No y pacientes sin selección previa, como he-
hubo mortalidad hospitalaria, y la estancia mos demostrado durante 13 años con más
media es de 1,1 ± 0,6 días en las recidivas. de un millar de reparaciones.
La morbilidad, como ya se comentó, es si- 2. Identifica y trata mejor las estructuras
milar a otras técnicas, subrayando, sobre to- músculoaponeuróticas, la fascia transversa-
do, el bajo porcentaje en atrofia testicular lis, el orificio inguinal profundo y otros sa-

Primarias Recidivas

Electivas Urgencias Electivas Urgencias

Inguinales 549 (96.1%) 157(74.7%) 113(96.5%) 17(60.7%)

Crurales 21(3.6%) 51(24.2%) 4 (3.4%) 11(39.3%)

Obturatrices 1(0.1%) 2 (0.9%) 0 ( 0%) 0 ( 0%)

571 (73.1%) 210 (26.8%) 117 (80.6%) 28 (19.4%)

Total
(926 reparaciones) 781 ( 84.3 %) 145 ( 15.7 %)

(0%) e infección de herida (primaria 1 - 0,1% cos herniarios, lipomas o divertículos vesicales,
y secundaria 2 - 0,21%, total 3/926 = 0,3%). que posibiliten una lesión inadvertida o una
recidiva insospechada.
B. Conclusiones 3. Permite una amplia y profunda disec-
El abordaje preperitoneal “corto” o “vía ción del saco herniario hasta su cuello en la
de Nyhus” posee características peculiares misma superficie peritoneal, abandonándo-
en la disección, la reconstrucción y el com- le muchas veces en el espacio preperitoneal,
portamiento que lo diferencian, como hemos sin que ello posibilite la recidiva. Maniobras
señalado, del resto de las técnicas, tanto por “fundamentales” antirrecidiva por la vía an-
la vía inguinal anterior como por la propia terior, como el “punto” de Barker, la “bufan-
vía preperitoneal. Del análisis de la literatu- da” con el cremáster, la resección profunda
ra y de nuestra experiencia concluimos que: del saco, el cierre del orificio inguinal pro-
216
fundo, el punto pubis-malla, etc., son ino- te a la vía anterior es, como se ha dicho, en el
perantes si se hace una hernioplastia tratamiento de las hernias inguinales o crura-
preperitoneal por la vía de Nyhus. les recidivadas, por abordarlas a través de un
4. En las hernias estranguladas, la identi- terreno anatómico indemne que contrasta con
ficación, control y manipulación del anillo la mayor dificultad (y ocasional peligrosa com-
de estrangulación y del asa “desde dentro”, plejidad) del abordaje por la misma vía ante-
es más seguro. El intestino se puede resecar rior. Incluso, en la recidiva de un abordaje
cómodamente abriendo el cuello del saco preperitoneal previo, la disección suele ser
peritoneal más de 15 cm, sin recurrir a nue- sencilla, como comprobamos en nuestras rein-
vas ampliaciones de la herida, a la herniola- tervenciones: algunas adherencias más o me-
parotomía o a una laparotomía independiente. nos laxas, el espacio preperitoneal es disecado
En los casos contaminados (gangrena, perfo- con poca dificultad después de tres recidivas
ración, absceso) permite aislar y lavar la zo- en el mismo paciente, la disección del cordón
na séptica de la región inguinopélvica, con espermático es menos cruenta y peligrosa, la
mayor facilidad y eficacia que por vía ante- exposición del orificio de la recidiva o del ori-
rior, siempre que no exista una peritonitis di- ficio inguinal profundo es más cómoda, y la
fusa, una sepsis escrotal o una celulitis o disección del propio saco herniario es más fá-
fascites necrotizante, complicaciones que ne- cil y completa, en cualquier tipo de hernia.
cesitan “obligatoriamente” un tratamiento téc- 9. Por último, la ventaja global de esta
nico asociado distinto, específico y precoz. técnica es, indudablemente, su gran versati-
5. A través de 2 incisiones cortas e inde- lidad y polivalencia en el tratamiento de “to-
pendientes, y aplicando los principios técni- das” las hernias de la región inguinocrural,
cos descritos, se repara con facilidad la hernia sin distinción de tipos ni selección de pa-
bilateral primaria o recidivada, sea comple- cientes o factores de riesgo. La “universali-
ja o complicada (urgencia), sin grandes inci- zación” de las indicaciones, en contra de lo
siones ni despegamientos cruentos y con 2 postulado por Nyhus, hacen de esta vía
mallas pequeñas. preperitoneal corta con nuestras modificacio-
6. En nuestra experiencia, la hernioplastia nes, una de las opciones más interesantes y
sóla, con malla de Marlex®, asegura la re- aconsejables, si no imprescindibles, a emplear
paración y mejora los resultados frente a los en cualquier servicio quirúrgico y aún más en
obtenidos con la herniorrafia simple, con di- los hospitales universitarios.
ferencias estadísticamente muy significativas: Es una técnica que cumple con los dos
p<0.0001. grandes criterios actuales establecidos por
7. La reparación por esta vía produce una Rutkow en 1981 para la cirugía de la hernia
morbilidad tal vez más baja que por vía an- en la era del próximo milenio:”ausencia de
terior, sobre todo en cuanto a la atrofia testi- tensión”y “una técnica para todas las her-
cular y a la neuropatía se refiere. La infección nias”. Nos permitimos completar la frase de
de herida suele estar mayoritariamente rela- ese autor aplicándola a la vía preperitoneal
cionada con el cirujano más que con la téc- “corta” de Nyhus: “en todas las circunstan-
nica reparadora utilizada. De todas formas, cias anatomoclínicas”, porque ésta es la prin-
en la vía de Nyhus, la malla queda normal- cipal característica diferencial con relación
mente más alejada de una infección de heri- al resto de técnicas por cualquiera de las ví-
da que en las reparaciones por la vía anterior. as, que hemos defendido desde 1986-87, sal-
8. La ventaja técnica reconocida e indis- vo en la excepción ya comentada: “catástrofe”
cutible de la vía preperitoneal de Nyhus fren- inguinal por multirrecidivas.
217
En definitiva, creemos que, hasta el mo- la técnica y con la selección del tipo de her-
mento actual, puede ser la técnica “gold stan- nia y de paciente.
dar” entre todos los abordajes abiertos En los próximos años la experiencia acu-
preperitoneales y es, seguramente, una de mulada y los resultados “sedimentados” de ca-
las 3 mejores opciones actuales de prestigio da técnica permitirán la elección de las mejores
que puede ofertar un servicio de cirugía jun- opciones para tratar las hernias de la ingle. En-
to a la reparación anatómica de Shouldice tre tanto, pensamos que la herniopalstia por la
y a las reparaciones protésicas tipo Usher- vía preperitoneal “corta” de Nyhus constituye
Lichtenstein, Gilbert o Rutkow-Robbins, por en nuestro medio un recurso eficaz y eficiente
ejemplo. La vía laparoscópica despierta gran que, junto al par de técnicas manejadas por vía
interés y los resultados son prometedores, anterior (con malla y sin tensión), son una ofer-
pero aún está limitada por factores relacio- ta adecuada para la formación en la cirugía de
nados con el cirujano y su aprendizaje, con la hernia de nuestros postgraduados.

218
El que emprenda esta hermosa carrera [...] debe
ser de vista, oído, tacto, olfato perspicaz;
ambidiestro, ágil en sus operaciones manuales,
de un genio inventivo, pronto en raciocinar
con acierto, buen lógico, de un talento
cultivado y de una incansable aplicación;
de suerte, que únicamente deberían ser ciruja-
nos los hombres más perfectos e instruidos.
Capítulo 16
Antonio de Gimbernat
La reparación sin suturas. 1742-1790

Técnica de Gilbert

Fernando Carbonell Tatay

Biografía

El Dr. Arthur Gilbert, nacido en 1932, di-


rige y trabaja en la actualidad en el Centro
de Hernia (Hernia Institute) en Miami. Es Pro-
fesor Asociado de la Universidad en la mis-
ma ciudad americana; ha publicado importantes
trabajos sobre las reparaciones herniarias y
ha promovido una sencilla clasificación pa-
ra las hernias, que ya hemos descrito en el
capítulo correspondiente. Conocedor de los
trabajos de Lichtenstein, nacido en 1920, y
después de emplear tapones cilíndricos en-
rollados, al final de 1989-1991, da un paso
adelante en su investigaciones y es el primero
en concebir la idea de colocar por vía ante-
rior, a través del orificio inguinal interno, en
posición preperitoneal, un tapón para evitar
la salida de la hernia indirecta hacia el canal
inguinal y escroto. Ese tapón lo concibió co-
mo un “paraguas”, en forma de sombrilla
(umbrella plug), un “cono-cucurucho”, ra-
zonando que ”la configuración de sombrilla
desplegada se adhiere a sí misma al lado pro-
fundo de la pared abdominal, en una cir- Modo de confeccionar
cunferencia mayor de la de un tapón enrollado, el tapón-cucurucho
con una malla
como hace Lichtenstein”. de polipropileno de 6x11 cm
219
Principios de la reparación paciente tensa sus músculos abdominales,
sin suturas levanta la cabeza o hace una maniobra de
Vasalva. Se mantiene, con este procedimiento,
Gilbert, como veremos al describir la úl- toda la anatomía funcional de la región.
tima versión de su técnica, la “reparación sin De esta manera, la reparación de la hernia
suturas”, se basa en unos principios de ana- inguinal por vía laparoscópica, con la técnica
tomía funcional de la región inguinal que po- preperitoneal, utiliza los mismos principios y
demos resumir : persigue los mismos objetivos, pero necesita
anestesia general, es más cara y más compleja.
1. El anillo inguinal interno es la vía de pa-
so natural hacia el espacio retromuscular
preperitoneal.
Objetivos
2. La malla protésica se constituye, una vez
emplazada, en una eficaz barrera para este ¿Qué objetivos podemos marcarnos pa-
orificio. ra elegir una ideal técnica protésica para la
hernia?
3. La presión intraabdominal (principio de Pas- Deben ser los siguientes:
Preparación de la segunda malla,
que Gilbert utilizaba en su primera cal) es suficiente para asegurar (en los tipos I
versión de la “reparación sin suturas”.
La colocaba en la pared posterior y II) con eficacia absoluta la continencia de 1. Conseguir una destrucción tisular mínima.
del canal inguinal apoyada la hernia, haciendo innecesaria la utilización
por debajo en el pubis, y por encima rodeando al cor-
don y sobre el de suturas. La fuerza dinámica creada por la 2. Colocar la malla en el espacio pre-peritoneal
orificio inguinal profundo.
hernia, se utiliza para su reparación. (lo más profunda posible y cubierta por el
Cierre de la aponeurosis
del oblícuo que contiene en su sitio La pared posterior, a la que tanta impor- plano aponeurótico).
a la prótesis, sin suturarla,
con lo que se finaliza la reparación. tancia se ha dado en la génesis de las her-
El cucurucho se ha dejado introducido, 3. Reparación sin tensiones y con conserva-
nias, funciona como un flexible trampolín
una vez reducido el saco,
a través del orificio inguinal interno que está en movimiento constante en res- ción de la anatomía funcional.
en el espacio preperitoneal.
puesta a los cambios de presión intraabdo-
minal. Destruir o inhibir este efecto trampolín 4. Que se trate de una técnica fácil y repro-
mediante una reparación parcial de la pared ducible de inmediato por todos los cirujanos.
posterior con suturas, hasta el anillo interno,
crea áreas de resistencia desigual que facili- 5. Posible bajo anestesia local.
tan la reproducción; una debilidad progresi-
va e incluso una ruptura de los tejidos Todos estos objetivos los cumple plena-
adyacentes a las zonas en que se han fijado mente la técnica de Gilbert.
(puntos de sutura) a esta capa previamente
flexible, suele acompañarse de nuevos fallos.
Hay que tener en cuenta tanto el refuer-
zo de la pared posterior, efecto que conse- Descripción de la técnica.
guimos con la malla, como el preservar el Última versión
mecanismo de cierre del eje inferior del ani-
Hay que disecar muy bien el saco llo interno y la acción de ayuda a este cie- Hay que tener en cuenta que Gilbert des-
indirecto, llegando al cuello
y sus laterales (los hombros, rre, de taponamiento activo del arco cribe, en un primer tiempo, su “reparación
si lo comparamos con una cabeza sin suturas” utilizando dos mallas, un “plug”
aponeurótico trasverso. Estos dos efectos fun-
con cuello asomando
desde el anillo interno). cionales se observan con facilidad cuando el o paraguas que introduce plegado a través
220
del orificio inguinal interno, colocando por
encima otra malla de polipropileno, elíptica,
con un corte en uno de sus extremos por don-
de va a pasar el cordón, sin fijarla, alojada
en el canal inguinal y cerrando por encima
la aponeurosis del oblicuo mayor con una fi-
na sutura reabsorbible. Esta técnica ha sido
modificada por Rutkow y Robbins, quienes fi-
jan el tapón-paraguas a los bordes del orificio
inguinal interno, con puntos sueltos de mate-
rial reabsorbible, colocando la segunda ma-
lla por encima del pubis y a ambos lados del
canal; una abertura en su extremo proximal
permite crear una corbata alrededor del cor-
dón en el orificio inguinal interno, al suturar-
1º tiempo.
la a ella misma con 1-2 puntos. Apertura de la piel y del tejido celular
El procedimiento de Gilbert, que les va- subcutáneo, seccionando la fascia
de scarpa y ligando los vasos pudendos
mos a describir, sólo es válido para la repa- y epigástricos superficiales.
ración de las hernias tipos I, II y III, todas ellas
indirectas. Fue la conclusión lógica a la que
llega Gilbert, tras varios años de experiencia
con su primera “versión doble”. Colocando
el tapón y una segunda malla, observó que
lo fundamental en la reparación indirecta era
el tapón preperitoneal (así lo creen también
Rutkow y Robbins) y que una segunda ma-
lla no tenía sentido en pacientes jóvenes con
un buen piso inguinal. Obtiene sólo con es-
te gesto la continencia, y respetando, como
hemos comentado, la anatomía, produce un
mínimo daño tisular en la disección.
Sus conclusiones son excelentes tanto
desde el punto de vista de los resultados de
la reparación a largo plazo, como del con-
fort del paciente y la pronta integración en
el trabajo habitual, así como por la dismi-
nución del número de incidencias inmedia-
tas como seromas, hematomas, etc.
La técnica, en su segunda versión, es de-
cir, sólo utilizando el tapón en forma de pa-
raguas introducido en el espacio preperitoneal
tras la reintroducción del saco, fue presen- 2º tiempo.
Disección del plano aponeurótico
tada por nosotros, por primera vez en Espa- del oblicuo mayor; localización
ña, a través de una comunicación en vídeo del orificio inguinal externo
y sección medial
en el IV Congreso Nacional de Video-Ciru- de la aponeurosis, hasta el mismo.
221
gía en 1995 y posteriormente con resultados
en el XXI Congreso Nacional de Cirugía, ce-
lebrado en Madrid en noviembre de 1996.
La película se ha publicado en la Vídeo-re-
vista de Cirugía. Un estudio multicéntrico a
nivel nacional en el que han participado 12
Hospitales y recogido 1000 hernias corro-
bora los resultados publicados por el Dr. Gil-
bert.
Se puede practicar bajo anestesia local
en pacientes delgados, pero aconseja la anes-
tesia epidural, si existe cierto grado de obe-
sidad. Se aplica profilaxis antibiótica siempre
y antitrombótica, si procede.
La incisión es la clásica, paralela al plie-
3º tiempo. gue inguinal, aunque mucho más pequeña,
Apertura del cordón
longitudinalmente, no sobrepasando los 10 centímetros. Se sec-
a través de las fibras
del músculo cremáster
ciona y diseca la fascia de Scarpa y se ligan
para localizar el saco indirecto. siempre los vasos que la cruzan, rama de los
epigástricos y pudendos superficiales, con li-
gaduras muy finas de dos y tres ceros de vy-
cril®. Utilizaremos separadores grandes de
los llamados de Roux, identificaremos el ani-
llo inguinal superficial con el dedo y, haciendo
toser al enfermo, seccionaremos mínimamente
la aponeurosis del oblicuo mayor, en su par-
te más medial hasta el orificio inguinal ex-
terno, respetando el nervio abdominogenital.
Otra vez haremos que el paciente provoque
una hiperpresión abdominal que hará resal-
tar hacia fuera el saco y su contenido. Abri-
remos el músculo cremáster mínimamente y
en su porción superior, en el sitio más pro-
minente que señala el ariete de la cabeza del
saco, lo disecaremos minuciosamente pro-
duciendo una hemostasia cuidadosa y rese-
caremos cualquier tejido graso lipomatoso
que lo acompañe. Es muy importante llegar
lo más lejos posible en la disección del cue-
llo del saco, hasta llegar a sus hombros, si lo
comparamos, como hace Gilbert, a una ca-
4º tiempo.
Disección completa del saco, beza con cuello y hombros que emerge a tra-
separándolo de los lipomas
y de las estructuras que le acompa-
vés del orificio inguinal interno desde la cavidad
ñan. abdominal. Lo separaremos bien de los ele-
No se liga, ni se extirpa.
mentos del cordón: vasos y deferente.
222
Una vez bien expuesto, con el dedo ex-
ploraremos el suelo del canal inguinal, ha-
ciendo toser de nuevo al paciente para
cercionarnos de que no existe un fallo de la
pared posterior o que la hernia tiene un com-
ponente directo, es decir, que se trate de una
mixta. (La experiencia del cirujano es fun-
damental en este caso. Pacientes jóvenes ten-
drán un buen suelo posterior y en los muy
ancianos probablemente habrá que refor- 5º tiempo.
zarlo con otra malla por encima). Calibramos, una vez reducido
y reintroducido el saco
Una vez explorada la zona, con el saco en la cavidad, el orificio inguinal
interno (tipo I, II y III).
suelto (nunca se reseca), reintroduciremos el
mismo a través del orificio inguinal interno
hacia la cavidad abdominal, palpando con el
dedo hacia arriba la fascia trasversalis y ha-
cia abajo y afuera los vasos femorales. Pre-
viamente hemos preparado una malla de
polipropileno de 6 x 11 cm que ya existe con
estas medidas en el mercado, que secciona-
remos por la mitad de su lado más largo y has-
ta el medio de su superficie aproximadamente.
La plegaremos sobre sí misma como indican
las figuras, confeccionando el tapón en for-
ma de paraguas, que apresaremos con una
pinza recta sin dientes con el vértice del co-
no en el extremo de la misma.
Introduciremos el dedo índice a través
del orificio inguinal interno, profundamen-
te, valorando el tamaño y empujando al sa-
co hacia dentro; con este reducido, colocaremos
el paraguas, según indican las figuras 5 y 6,
también profundamente, alojándolo en el
plano preperitoneal y soltando la pinza; de
nuevo haremos toser fuertemente al pacien-
6º tiempo.
te para que “se acomode al nuevo espacio” Con el tapón-cucurucho
ya fabricado, como indicamos
la malla, a la que también podemos ayudar
en el primer dibujo,
a desplegarse con nuestro dedo. Se com- procedemos a la introducción del
mismo,
prueba con maniobras de hiperpresión ab- a través del anillo profundo
dominal la continencia de la reparación y, en el espacio preperitoneal.
(Una vez colocado introduciremos
sin más gestos, se cierra con una sutura con- el dedo hasta tocar los vasos
femorales y extender la prótesis
tinua, muy fina de tres ceros de Vycril®, la haciendo toser al paciente).
aponeurosis del oblicuo mayor, unos puntos La intervención acaba
con el cierre con una sutura
sueltos, que aproximan la fascia de Scarpa y continua de vycryl ® 00
de la aponeurosis del oblicuo.
por último la piel.
223
Las hernias del tipo III se solucionan del Conclusiones y consejos
mismo modo, pero al no ser continente el
orificio inguinal interno, hay que protegerlo, 1. Usar anestesia local o raqui en pacientes
cerrándolo con 1-2 puntos de Vycril® o po- más obesos.
lipropileno como Marcy, medialmente.
Gilbert analiza su serie en los dos últimos 2. Utilizar esta técnica solo para las hernias
años de esta última versión de la reparación indirectas tipos I, II y III.
sin suturas y opera con el método 787 her-
nias indirectas, 40 del tipo I, 550 del tipo II y 3. Utilizar una malla de polipropileno de
En las hernias indirectas, tipo III 197 del tipo III, observando disminución del 6x11 cm.
(en las que falla el mecanismo
número de incidencias, sobre todo en cuan-
de contención del anillo inguinal
profundo, que comprobamos to a la formación de seromas. Nunca tuvo que 4. Cerrar siempre el orificio inguinal interno
cuando hacemos toser al paciente
y sale el cucurucho de polipropile- retirar una malla por rechazo e infección y da con 1-2 puntos como Marcy, en las del tipo
no hacia fuera) Hay que dar 3-4 unas cifras de recidiva global en más de 1.500
puntos sueltos de vycryl ® 00
III, después de introducir el paraguas.
para cerrar el orificio. hernias de 5 recidivas; 3 lo fueron mixtas, una
directa y otra indirecta.

224
“La verdadera señal de la amistad
es acudir al amigo en los dolores,
tesoro de que nadie quiere ser partícipe
si no tiene parte en él”.
Quevedo

Capítulo 17

Hernioplastia con taponamiento de redecilla


Técnica de Rutkow
Fernando Carbonell Tatay
Manuel de Juan Burgueño

Biografía Rutkow y Robbins ampliaron la clasifica-


ción de Gilbert con dos tipos más: el VI que
Ira M. Rutkow (nacido en 1948) y Alan define las hernias mixtas (en pantalón) y el ti-
W. Robbins (nacido en 1938) han trabajado po VII, que abarca todas las hernias crurales,
juntos en el Hernia Center de Freehold en como ya vimos en el capítulo de clasificación.
New Jersey, desde 1984. Han desarrollado Su experiencia actual está basada en más
una técnica protésica que utilizan para el tra- de 3.000 reparaciones. Con esta técnica con
tamiento de todas las hernias inguinales in- buenos resultados, han publicado numerosos
dependientemente del tipo al que pertenecen. trabajos al respecto en importantes revistas,
Comenzaron en esa fecha practicando en su como Surgery, colaborado en tratados sobre
centro la reparación para la hernia con la téc- el tema, como el Nyhus, Bendavid, Cameron,
nica del ligamento de Cooper (Mc Vay) y poste- etc. El Dr. Rutkow tiene un verdadero interés
riormente, ilusionados por los trabajos de por la hernia; dirigió en 1993 y 1998 dos nú-
Lichtenstein y Gilbert, en 1989, hace once meros monográficos de las Clínicas Quirúr-
años, practicaron la primera reparación con gicas de Norteamérica, escribiendo además
material protésico y sin tensión. En un prin- de su técnica personal y su nueva clasifica-
cipio, utilizaron la técnica del “taponamien- ción, dos importantes e interesantes artículos
to con redecilla” solo en los tipos I y II de la sobre la historia selectiva de la herniorrafia.
clasificación de Gilbert; más tarde, animados Tiene una preciosa colección de libros anti-
por los resultados y tras un razonamiento del guos sobre el tema, con los primeros graba-
mecanismo de producción y de contención dos anatómicos en color. Ha revisado en
de su “tapón”, que recogía o unía los princi- profundidad el tema desde sus orígenes, y ac-
pios y experiencias de Lichtenstein y Gilbert tualmente es un cirujano muy respetado por
(de hecho, la “reparación sin suturas” de Gil- sus opiniones en los foros científicos.
bert en su primera versión es muy parecida a El centro de hernias en el que ejercen tie-
la técnica que vamos a describir), repararon ne una página web y, a través de Internet, tan-
hernias tipo III, fijando el tapón “ en sombri- to los pacientes que quieran información
lla”con unos puntos y ampliaron la indica- sobre la hernia como los cirujanos, pueden
ción a las hernias directas tipos IV y V. consultar incluso la técnica detallada.
225
Principios fundamentales pués de reintroducir el saco previamente en
en los que se basa la técnica la cavidad, para el tratamiento de las hernias
crurales, y también lo utiliza en las reprodu-
Recoge los principios de Francis Usher cidas. Publica excelentes resultados en 1974;
(1908-1980), cirujano de Texas que empleó unos años más tarde, en 1984 da a conocer
mallas de polipropileno en la reparación de el término herniorrafia sin tensión, pasando
hernias inguinales e incisionales en 1959. Ya a tratar también las hernias primarias con una
Maloney había utilizado las de nailon en malla única y plana sobre la pared posterior
1948, y publicado sus trabajos en Lancet, o piso inguinal suturada a su alrededor y ro-
dando, en la segunda comunicación a la mis- deando al cordón en su salida como una cor-
ma revista en 1958, un índice de recidiva a bata (ver capítulo de su técnica). Este autor
los cinco años menor de un 1%. Casi al mis- tuvo una gran influencia en el desarrollo de
mo tiempo, aunque publicados sus trabajos la técnica que vamos a describir y, poste-
unos años después, Lubin, Giraud, Vittori y riormente, también influyó mucho en la re-
Foucher en 1951, cirujanos franceses, utili- flexión de los autores Arthur Gilbert, nacido
zaron placas de nailon (crinoplaques) en la en 1932, quien mejoró el dispositivo del di-
reparación de hernias inguinales. Así mismo, seño del tapón-cigarrillo para tratar hernias
el francés Zagdoun, en 1959 publica una re- primarias, siendo el primero en colocarlo en
ferencia sobre el tratamiento de las hernias el espacio preperitoneal por la vía anterior.
con placas o mallas de nylon (una fotografía Introduciendo un nuevo concepto, hace una
de las mismas, muy parecida a las actuales malla en cucurucho, en paraguas, con forma
de polipropileno ya prefabricadas, está re- de cono (ver capítulo de su técnica), pen-
cogida en el capítulo de historia de la her- sando y aduciendo que, de esta manera, in-
niorrafia). Anteriormente, Aquaviva, también troducida en el orificio herniario por su vértice,
francés, en 1948, coincidiendo con Maloney, al desplegarse después, se adhiere mejor al
ya había publicado la cura de eventraciones lado profundo preperitoneal de la pared ab-
con mallas de nylon, aunque se abandona- dominal, paso obligado de la hernia indi-
ron por las reacciones tisulares no siempre recta. No la sutura ni fija en las hernias
buenas que tenían. Adler y Firme compro- pequeñas tipos I y II indirectas, ya que se
baron que el nylon tendía a perder su po- mantiene en su lugar por el mecanismo de
tencia y se deterioraba cuando se implantaba contención normal del orificio inguinal pro-
en tejidos, perdiendo el 80% de su resisten- fundo. No reseca el saco y coloca, en su pri-
cia por la hidrólisis y desnaturalización quí- mera versión de la técnica, como ya se ha
mica in vivo. dicho, una segunda malla apoyada en el pi-
Todos estos autores reforzaban la pared so inguinal; al mismo tiempo, desde la espi-
posterior sin tener en cuenta criterios de re- na del pubis hasta el nivel superior del anillo
paración preperitoneal . inguinal interno, hace una apertura para per-
Posteriormente, con la mejora de los ma- mitir pasar el cordón. Tampoco la suturaba
teriales protésicos, con una mejor adaptación y la contenía en el sitio al suturar con una
a los tejidos y menor reacción local, Lichtens- continua la aponeurosis del oblicuo mayor.
tein, nacido en 1920, en 1968 comenzó a La llamó reparación sin suturas, publicando
utilizar un tapón de malla de polipropileno excelentes resultados con reproducciones por
de 2x20 cm enrollado en forma de cigarri- debajo del 1% y, como comprobará el lec-
llo, que fijaba con unos puntos de sutura a tor, es muy parecida a la técnica que les es-
los bordes del defecto una vez insertado, des- tamos refiriendo y se sostiene en principios
226
de anatomía dinámica prácticamente igua- nias recurrentes y crurales: defecto de pared
les. Es una reparación preperitoneal por una con bordes o pilares fuertes, colocación del
vía anterior. tapón-sombrilla-cono-cucurucho, suficiente
Todos estos conceptos parten de los si- para retener el saco intracavitario, y sutura
guientes postulados: de la base del cono-malla a los bordes fuer-
a. Reparación sin tensión. tes del orificio herniario para fijarlo.
b. Respeto a la anatomía sin plastias.
c. Colocación de la malla en el espacio pre-
peritoneal.
d. Conocimiento de la anatomía dinámica Objetivos que persigue la técnica
de la región inguinal.
e. El canal inguinal es el paso a través del ori- 1. Menor índice de recidivas.
ficio inguinal profundo de las hernias indi- 2. Destrucción tisular mínima.
rectas. “Tapando” dicho orificio se soluciona 3. Posible bajo anestesia local.
el problema. 4. Disminución de las complicaciones de las
f. Mecanismo normal obturador de conten- plastias clásicas.
ción del anillo interno (en los tipos I y II de 5. Mayor comodidad del enfermo en el pos-
la clasificación de Gilbert). toperatorio.
g. Fallo del mecanismo normal obturador del 6. Rápida incorporación al trabajo habitual
anillo interno en las hernias tipo III; incapaz de del paciente.
contener el saco y la prótesis en paraguas, es 7. Mínima hospitalización y posibilidad de
incompetente. Hay además desplazamiento de cirugía de día ambulatoria.
los vasos epigástricos hacia el espacio medial, 8. Facilidad técnica en su realización y re-
directo, por lo que habrá que fijar la malla al producción inmediata por otros cirujanos sin
orificio y colocar otra por encima, plana para corrupciones.
reforzar la pared posterior o piso inguinal. 9. Reparación única para cualquier tipo de hernia.
h. Hernias IV y V con destrucción del piso 10. Sencillez en la confección del tapón pro-
inguinal y necesidad de refuerzo protésico tésico: la configuración en forma de sombri-
del mismo lla de la malla se manipula con facilidad y
i. Proteger el piso del canal inguinal, colo- forma una oclusión total del defecto.
cando una segunda pieza de malla de poli- 11. Colocar la malla en posición preperitoneal.
propileno, sin suturarla ni fijarla a los músculos Se trata de un procedimiento preperitoneal
y aponeurosis, como hace Lichtenstein y Gil- a través de una pequeña incisión anterior.
bert, en la superficie anterior de la pared pos-
terior del conducto inguinal, desde el tubérculo
púbico hasta arriba del anillo; una abertura
en la parte superior de la malla, a ese nivel, Anestesia. Técnica quirúrgica
permite pasar a el cordón con los elementos;
se sutura por encima de este dicha abertura Los autores utilizan anestesia epidural,
alrededor del mismo, confeccionando un aduciendo menor número de incidencia de
pseudoanillo interno.Este parche de recubri- retención urinaria que en la raqui y mayor
miento se entiende como un refuerzo del es- comodidad que con la anestesia local. No
pacio directo en una reparación indirecta y obstante, es una reparación subsidiaria de
de la zona del anillo interno en una directa. practicarse bajo anestesia local y deberá ser
j. Los mismos principios presentes en las her- la costumbre y experiencia del cirujano, la
227
que decidirá el protocolo a seguir, pues no caras laterales e inferior, separándolo de las
existe prácticamente influencia en los resul- estructuras y teniendo mucho cuidado de no
tados a corto y largo plazo de la técnica qui- lesionar los vasos epigástricos que están si-
rúrgica. Estos tres tipos de anestesia permiten tuados por debajo de el mismo y muy cerca
la colaboración del paciente durante la in- del anillo interno, corriendo por encima de
tervención, y se le puede pedir que haga una la fascia trasversalis en el piso del canal in-
maniobra de hiperpresión abdominal (toser, guinal y que son perpendiculares a la direc-
etc.), que nos permitirá una mejor valoración ción del cordón. Una vez disecado (es muy
del tipo de hernia y contención del meca- útil de una forma roma pasar el dedo índice
nismo del anillo interno, y conocer la exis- por debajo del mismo, de manera que la ca-
tencia de otras hernias con componente directo ra anterior de nuestro dedo esté tocando el
o mixto. La anestesia general es muy válida cordón, y la posterior, el piso del canal in-
y muchas veces preferida por los pacientes, guinal). Podemos ya diagnosticar una hernia
y no hay tampoco inconvenientes para apli- directa (tipos IV y V), si la hubiere. Podremos
carla si así se decide. pedir colaboración al paciente ordenándole
Previa preparación de la piel, se practica que tosa.
una incisión de 4-6 cm sobre el tercio infe-
rior de la línea imaginaria que une el pubis
con la espina iliaca anterosuperior, paralela
al pliegue inguinal. Hernias indirectas
Se diseca el tejido celular subcutáneo y (Tipos I, II y III)
se cauterizan o ligan con hilos reabsorbibles
de 000 ceros (poliglactina, Vicryl®), peque- Una vez liberado y bien disecado el cor-
ños vasos ramas de los pudendos o epigás- dón espermático, le pasaremos una cinta pa-
tricos superficiales. ra traccionar ligeramente de él, maniobra que
Continuamos seccionando la fascia de Scar- nos va a ayudar al tensarlo, abriéndolo en di-
pa con tijera o bisturí eléctrico, llegando a la rección de las fibras del cremáster, longitudi-
aponeurosis del oblicuo mayor y, abriéndola nalmente, cuanto más próximo al orificio
muy central en el nivel medio del arco supe- inguinal interno, mejor, puesto que el saco
rior del anillo inguinal externo, seccionamos herniario nos viene “ de arriba”, y lo encon-
el mismo. Hay que tener cuidado de preser- traremos con mayor facilidad. Buscaremos en
var el nervio abdominogenital menor, que apa- su interior el saco indirecto y lo disecaremos
recerá por debajo de la misma cruzando el con mucha delicadeza, separándolo de la gra-
músculo. Utilizaremos separadores de rama sa que a veces le acompaña en forma de li-
ancha (de Roux) para poder traccionar mejor, pomas, de los vasos y elementos del cordón,
ya que la incisión de la piel es pequeña; tam- conducto deferente con su arteria y venas. Es
bién puede utilizarse un separador ortostático muy importante disecarlo mucho, hasta su
de los utilizados en cirugía vascular. cuello, y tenerlo muy libre. Se considera que
Separaremos de forma roma (es útil la di- una disección es completa cuando vemos la
sección suave con la tijera o con el dedo). La almohadilla de grasa preperitoneal, -compa-
aponeurosis que hemos abierto hemosta- rando el saco con una cabeza,- hasta ver bien
siando pequeños puntos sangrantes, si los hu- sus hombros. Hay que hacer una perfecta he-
Primeros tiempos quirúrgicos:
Plano celular subcutáneo,apertura biere con el bisturí eléctrico. mostasia de los pequeños vasos de las túni-
de la aponeurosis, localización El cordón aparece liberado del anillo ex- cas y cremáster seccionados. En este tiempo
y aislamiento del saco indirecto
tras la apertura del cordón. terno, pero tendremos que disecarlo por sus la sección o daño de los vasos espermáticos,
228
pueden producir problemas posteriores en el veniente quitar algunas de las dobleces ó ca-
testículo y hematomas importantes. pas del tapón prefabricado, pues el paciente
Hasta aquí hemos descrito la “entrada” pa- puede notarlo por palpación desde la piel.
ra acceder a la hernia, que es común a las her- Cabe pensar, del mismo modo, que el tapón
nioplastias clásicas por la vía anterior (Bassini, confeccionado por nosotros (ver capítulo de
Mc Vay, etc.). Los siguientes pasos caracteri- la técnica de Gilbert), se desplegará de me-
zan a la técnica protésica e introducen nuevos jor forma, al no ser tan compacto como el
conceptos, como el de no resecar nunca el sa- prefabricado y se manejará mejor, aunque no
co, si no se trata de una gran hernia inguino- conocemos ningún estudio que los compare.
escrotal sin componente de deslizamiento. Una vez reintroducido y reducido el sa-
La maniobra más importante será, pues, co en la cavidad, se pasa, con ayuda de una
una disección alta del saco y no una ligadu- pinza de hemostasia recta, el tapón a través
ra alta. Una vez liberado el saco indirecto y del orificio inguinal profundo con la punta
cualquier lipoma pequeño adyacente (los li- del mismo por delante (como un paraguas
pomas muy grandes se pueden resecar), se plegado), colocándolo por debajo y detrás de
reintroduce a través del orificio inguinal pro- los pilares del orificio. En este momento, si
fundo a la cavidad abdominal. el tipo de anestesia lo permite, haremos to-
Rutkow y Robbins en una primera publi- ser al paciente para comprobar la contención
cación confeccionan y utilizan un tapón de de la hernia o la aparición de otras no sos- Fabricación del “cucurucho”
o tapón confeccionado
malla de polipropileno, haciéndolo de una for- pechadas. En las hernias tipos I y II, indirec- con un rectángulo
ma muy sencilla con un fragmento adecuado tas, pequeñas, como hemos comentado, el de malla de polipropileno.
Sujetado con una pinza recta,
al tamaño del orificio inguinal interno calibra- mecanismo del obturador es continente, por se adaptará al tamaño del orificio
inguinal interno, donde
do (en general, 6 x 11 cm es una medida adap- lo que no es necesario fijar el tapón con su- lo introduciremos,
table a casi todos los casos), y lo enrollan en turas a los bordes del orificio, y así lo publi- después de haber reducido el saco.

forma cónica, de “cucurucho”. Últimamente caron y hacían en un primer tiempo el Dr.


utilizan un tapón ya confeccionado que se pre- Rutkow y el Dr. Robbins. Estos fijaban solo si
senta comercialmente (polipropileno). las hernias eran de tipo III o comprobaban
Del mismo modo, confeccionaban en sus que el tapón no se contenía con la hiperpre-
inicios una segunda prótesis del mismo ma- sión abdominal, en algunas del tipo II; los
terial, plana adaptada al canal inguinal, con puntos de fijación son de material reabsorbi-
hendidura superior para el paso del cordón, ble (poliglactina, Vicryl®); en la actualidad,
abarcando desde la espina del pubis hasta al utilizar un tapón prefabricado, fijan siem-
unos centímetros por encima del cordón a pre el mismo con las mismas suturas a pun-
nivel del orificio inguinal profundo. Actual- tos sueltos, haciéndolo en las hernias pequeñas
mente, utilizan una malla ya confeccionada con 2-3 puntos a los tejidos adyacentes al ori-
de polipropileno. ficio y sus pilares. Si las hernias son mayores
Desde nuestro punto de vista, la utiliza- o inguinoescrotales, el tapón debe ser siem-
ción de un tapón y malla adaptada, confec- pre fijado con múltiples puntos sueltos, a los
cionado por el propio cirujano o la utilización márgenes del anillo interno.
de otros ya prefabricados, no debe tener nin- Una vez colocado el tapón en su lugar,
gún tipo de incidencia en los resultados fina- se coloca (tanto en las hernias indirectas co- De la misma manera, recortamos
les. Con respecto a este punto, los mismos mo directas) una segunda malla monofila- el segundo fragmento elíptico
y con apertura para el paso
autores en el último artículo en las Clínicas mento de polipropileno plana. También en del cordón de una malla
Quirúrgicas de Norteamérica de 1998, acon- una primera etapa, los autores la confeccio- de polipropileno rectangular,
que será colocada en un segundo
sejan que en individuos muy delgados es con- naban en el acto operatorio con un fragmento tiempo sobre la pared posterior .
229
de malla (6 x11 cm es un tamaño bueno pa- rial, como lo hacen los autores o según la cos-
ra casi todos los casos) y en la actualidad uti- tumbre personal, pues no hay diferencias.
lizan una ya prefabricada. Si el cirujano prefiere
fabricarlo él mismo, será útil medir previa-
mente, con cualquier instrumento quirúrgi-
co que estemos manejando en ese momento Hernias directas
(una pinza de disección es válida), la distan-
cia que hay entre el pubis y el anillo profun- En las hernias directas tipos IV y V, el sa-
do, en la base de salida del cordón espermático, co se levanta con una pinza y es circunscri-
que tendremos pasado con una cinta y trac- to con el bisturí eléctrico en su base o cuello
cionando por el cirujano ayudante hacia arri- (figura 7), para exponer la grasa preperitoneal.
ba; esa distancia nos dará el límite de la sección El saco, junto con la fascia trasversalis debi-
Una vez reducido el saco, superior de la malla, creando la corbata pa- litada y la aponeurosis del trasverso, si está
colocación del “cucurucho”
a través del orificio ra poder pasar el cordón; esta simple manio- incluida, se invaginan hacia dentro, colo-
inguinal interno.
bra nos ha resultado muy práctica, ahorrándonos cándoles un tapón por encima, de la misma
posteriores alargamientos y cortes de la aper- forma que el que introducíamos en el anillo
tura una vez colocada in situ la malla. inguinal interno para el tratamiento de las
Esta malla o parche de recubrimiento, co- hernias indirectas, fijando el tapón en el bor-
mo prefieren llamarlo los autores de la técni- de del tejido previamente disecado. En her-
ca, se coloca sin suturarlo a ninguna estructura nias en pantalón, mixtas, con defectos separados,
vecina, en la superficie anterior del canal in- es posible colocar dos o más tapones.
guinal en la pared posterior, desde el pubis Los pasos siguientes son los mismos, con
hasta arriba del anillo interno; la porción su- la colocación de la segunda malla-parche de
perior de dicho parche tiene, como ya hemos refuerzo, que en este caso actuará como seu-
dicho, una abertura para el paso del cordón doanillo interno protegiendo el mecanismo
espermático. Esta sección de la malla se su- indirecto de una futura hernia. Por último, se
tura (Vicry® 000), sobre ella misma, por en- lleva a cabo la sutura de la aponeurosis, del
cima de la salida del cordón, funcionando tejido subcutáneo, si procede, y de la piel.
como un seudoanillo interno. Es muy conve-
niente ajustarla bien al cordón en su medida
para que no se estrangule ni por debajo ni con
la sutura de encima. Hernia inguinal recidivada
Esta segunda malla, ya lo hemos comen-
tado, no se considera una parte integral de Al operar una hernia recidivada, los au-
la reparación, y actúa como profilaxis futu- tores recomiendan disecar lo menos posible
ra de una hernia directa. con el fin de no dañar estructuras nobles del
El tapón de redecilla y la segunda malla cordón, que no debemos movilizar. Los sa-
ya están colocadas en su sitio, y las estructu- cos directos recurrentes son liberados, bien
ras del cordón se sitúan sobre la superficie an- disecados hasta su base, con delicadeza; el
terior de esa segunda malla. Se hace una sutura saco es reducido a la cavidad, no se extirpa,
continua absorbible de la aponeurosis del obli- y el tapón es introducido igual que “siempre”
Segunda malla, cuo mayor. Se pueden aproximar, si hay mu- y fijado con múltiples suturas de anclaje a
colocada en su sitio,
sin suturarla y cerrado cho tejido, el celular subcutáneo y la fascia los bordes o márgenes de tejido duro, cica-
con dos puntos, sobre ella misma, de Scarpa, con puntos sueltos, y se cierra la tricial competente. Actuaremos igual con los
la apertura que deja
paso al cordón espermático. piel con sutura subcuticular del mismo mate- sacos indirectos y, si tenemos espacio y po-
230
demos liberar sin mucha dificultad el cordón, tienen un 9% de nueva recurrencia en estos
colocaremos una segunda malla a la mane- pacientes. Se plantean tomar en cuenta otras
ra descrita, y, si no lo hay, solo colocaremos alternativas para su solución y aconsejan mé-
un tapón de paraguas. Recordemos que todos de abordaje preperitoneal posterior con
Lichtenstein hace lo mismo pero con un ta- reforzamiento protésico como el Nyhus, un
pón de cigarrillo. refuerzo gigante protésico preperitoneal an-
terior del saco visceral como los descritos por
Stoppa o Wantz y también una reparación
por vía laparoscópica preperitoneal.
Hernia crural

La disección del saco a través de una in-


cisión infrainguinal, la reintroducción en ca- Postoperatorio
vidad y, si no se puede, la resección, la
colocación de un tapón de paraguas, y la fi- En el Centro de Hernia citado, los pa-
jación del mismo al ligamento inguinal y mús- cientes son dados de alta dos horas después Disección del saco directo,
que sale a través de la fascia
culo pectíneo, son gestos suficientes para de la intervención, con un analgésico inyec- trasversalis en la pared posterior.
reparar con éxito estas hernias. El tapón pue- tado intramuscular en la misma clínica, ke- De la misma manera
que un saco indirecto una vez bien
de ser confeccionado por nosotros con ma- torolaco (Toradol®) y se les prescribe analgesia liberado, se reintroduce hacia dentro
para colocar un “cucurucho”
lla de polipropileno o prefabricado. También oral en su domicilio. Se les dice que perma- a través del anillo.
Lichtenstein hace lo mismo pero con tapón nezcan activos, aunque se les pide que no se
de cigarrillo. duchen ni conduzcan automóviles durante
24 horas. Pueden realizar pequeñas tareas
en el hogar, como preparar comida, pasear,
etc. El retorno al trabajo está en relación con
Indicaciones el oficio del paciente, así como el comien-
zo de otras actividades deportivas, que de-
Los autores indican su técnica para todo penderá del estado del mismo. Todas las
tipo de hernias primarias y para casi todas actividades razonables pueden ser llevadas
las recidivadas, de la misma manera que los a cabo entre la segunda y tercera semana del
cirujanos del Hospital Shouldice aplican su postoperatorio, y los deportes, a partir del
plastia a todo tipo de hernias y, por tanto, es- mes. Así lo hemos comprobado en nuestra
tán en contra de una reparación diferente pa- experiencia.
ra cada tipo de hernia, como postulan Nyhus En nuestra experiencia personal, no pu-
y otros autores. Rutkow y Robbins conside- blicada, el índice de pequeños hematomas
ran que los buenos resultados provienen del en la herida y hacia escroto es de un 12 % en
perfecto conocimiento y estandarización de los pacientes con profilaxis antitrombótica
la técnica; de esta forma, los cirujanos se ha- con heparina de bajo peso molecular.
cen muy expertos, peritos en un tipo de re-
paración herniaria. Nosotros somos partidarios
de esta opinión y estamos convencidos por Fijación con puntos sueltos
de la circunferencia
nuestra experiencia de que se trata de una Conclusiones y resumen del “cucurucho” a los bordes
del anillo herniario directo.
excelente técnica con excelentes resultados. Posteriormente se colocará
Rutkow y Robbins contraindican su re- La reparación del “tapón de redecilla”, una segunda malla,
como hemos visto al tratar
paración en hernias multirrecidivadas, ya que plug+mesch o técnica de Rutkow-Robbins, las hernias indirectas.
231
como apostillan sus creadores, ha consegui- las fístulas por intolerancia de puntos, etc. Se
do una importante disminución de la tasa de trata de una técnica sencilla y reproducible
recurrencias y del número de otras compli- por todos los cirujanos. Es una reparación
caciones, habiendo desaparecido en su ex- preperitoneal por la vía anterior con las ven-
periencia las neuritis residuales, las orquitis, tajas que ello supone en relación a la ciru-
gía laparoscópica en cuanto a costes, dificultad,
anestesia general, etc. o la mayor experien-
cia en el aprendizaje de otras técnicas con
Incidencias y complicaciones a corto y
largo plazo, según Rutkow-Robbins los mismos principios, como las preconiza-
das por Stoppa, Wantz y Nyhus.
Infección de la herida o protesis ...............0,4% ”Dado que el elemento indispensable del

Retención urinaria ..................................0,3% método del tapón es una menor disección,


los cirujanos ya no tienen que trabajar sobre
Orquitis isquémica.........................................0% la concepción errónea, engendrada por las
reparaciones con tensión, de que cada es-
Complicaciones vasculares o embólicas...0%
tructura anatómica en el conducto inguinal
Neuritis residual o dolor crónico .................0% deba ser identificada y disecada libremente.
Este traumatismo innecesario conduce a in-
Fístulas o intolerancia de mallas.................0%
cremento de “dolor y sufrimiento”, la frase
Indice de recidiva menor del 1% que ha hecho que la cirugía de la hernia ten-
ga un epíteto peyorativo para el público le-
go”, como escriben los autores.

232
Capítulo 18

Herniorrafia sin tensión.


La técnica inguinal de Lichtenstein
Antonio Torregrosa Gallud
Cristobal Zaragoza Fernández

Autor de la técnica ficiente para la reparación herniaria; esta zo-


na es defendida por dos guardianes que ac-
Irving L. Lichtensteinn, nacido en 1920, túan a modo de persiana: uno, externo (la
cursa sus estudios de medicina en la Hah- aponeurosis del oblicuo mayor) y otro, in-
nemann Medical School; es miembro del terno, más complejo, descrito por Cooper en
American College of Surgeons desde 1952 y 1807, y constituido inferiormente por el li-
cirujano en el Departamento de Cirugía del gamento de Cooper y el ligamento de Pou-
Centro Médico Cedars-Sinaí en Los Angeles part y superiormente por el oblicuo menor y
(California). el transverso; sobre eso era sobre lo que se
Fundador del Lichtenstein Hernia Insti- debía centrar la reparación.
tute (9201 Sunset Boulevard, Suite 505, Los Esta debilidad ocurría por la evolución
Angeles, CA 90069 USA), observó una mar- de la especie humana hasta la posición erec-
cada reducción en el índice de recurrencia ta y está claro que esta fascia transversalis es
de la patología herniaria inguinal con el uso insuficiente; de la misma manera puede exis-
de las mallas protésicas de polipropileno, sig- tir una predisposición genética basada en uno
nificándolo en su artículo de 1987 sobre más de estos tres factores:
de 6000 casos en el Lichtenstein Hernia Ins- a. la nula o escasa introdución de fibras de
titute; sus primeros artículos no suscitaran un colágeno desde el transverso en su fascia.
gran interés. b. una disminución en su turn/overo.
Lichtenstein se planteó que, frente a las c. un aumento en su degradación, contribu-
técnicas autoplásticas anatómicas (Bassini, yéndose así al desarrollo de la hernia inguinal.
Mc Vay, Shouldice, Nyhus) que intentaban Frente a los conceptos anatomistas que
oponer estructuras que normalmente no es- usan los propios tejidos (autoplastias) y que,
taban en el mismo plano, se debía plantear según Lichtenstein, provocan dos hechos con-
una técnica diferente. traproducentes (la aparición de tensión en la
Determinó que la zona débil o zona ta- linea de sutura y la aposición de capas que
lón de Aquiles es el triángulo de Hesselbach, normalmente están en diferente plano), se ar-
que sólo está cubierto por fascia transversa- ticulan los partidarios del uso de biomate-
lis que tiene una mínima fortaleza y es insu- riales (técnicas protésicas mallas) que permiten
233
una reparación "sin tension", la cual, piensa lizaban malla; más llamativo, si cabe, es que
el autor, es "la bestia negra" y el factor etio- el porcentaje de recidiva herniaria con las
lógico primario de la recidiva en la cirugía técnicas autoplásticas es del 13% y con las
herniaria. De entre todas las posibles mallas técnicas protésicas ronda el 1%.
a utilizar (politetrafluoretileno o PTFE; malla Como vemos, se contraponen los concep-
multifilamento de PTFE; malla multifilamen- tos de herniorrafia y hernioplastia; durante años,
to de polipropileno; malla monofilamento de la valoración de qué procedimiento de repa-
polipropileno; malla de doble filamento de ración era mejor se llevó a cabo utilizando co-
polipropileno y malla multifilamento de po- mo único parámetro el porcentaje de recidiva.
liéster) se decantan por la malla monofila- Siguiendo a Rutkow en lo que denomina
mento de polipropileno. puntos finales relevantes de un procedimiento
Esta reparación sin tensión se puede ha- y aplicándolos a la reparación herniaria, nos
cer mediante vía abierta anterior, vía prepe- basamos en:
ritoneal, vía laparoscópica. Nos ocupamos a. dificultad técnica.
en este capítulo de la vía abierta, tambien b. porcentaje de complicaciones y dificultad
llamada Open Tension Free Mesh Repair para resolverlas.
Hernioplasty o Lichtenstein Tension-Free c. tasa de recidiva.
Hernioplasty. d. recuperación postoperatoria.
e. coste.
Según esto pensamos que, en la cirugía
de la hernia inguinal primaria, la reparación
Generalidades herniaria de “Lichtenstein" es un procedi-
miento de elección, porque es una repara-
La hernia inguinal es el problema qui- cion eficaz, fácil de ejecutar y reproducir y,
rúrgico más atendido en el mundo occiden- por tanto, de aprender; es poco agresiva,
tal, siendo la patología que con más frecuencia con un postoperatorio con mínima morbi-
se opera en un servicio de cirugía general y lidad, de baja estancia y coste hospitalario
digestiva; así, en EE.UU se realizan más de y con una mínima tasa de recidivas ya de-
500.000 reparaciones herniarias/año; otros mostrada.
la cifran en 650 a 700.000, de las que 50-
100.000 son recidivadas.
Es curioso observar el fenómeno del tra-
tamiento quirúrgico de la hernia inguinal y Objetivos
el interés que ello ha despertado en los últi-
mos años. Los objetivos que persigue la técnica son
Llama la atención en un estudio multi- los mismos que los de la cirugía herniaria
céntrico epidemiológico (1993-1994) publi- moderna:
cado en Cirugía Española por Hidalgo M. y 1. Conseguir el menor dolor postoperatorio,
cols. en mayo de 1996, que, de 3385 hernias para lo que:
inguinales primarias, los cirujanos españoles a. utiliza la anestesia local.
realizaban mayoritariamente técnicas auto- b. tiene como finalidad evitar la tensión en
plásticas sin malla en el 62% (2410 pacien- la línea de sutura, para lo que usa una malla
tes) de los que un 5% eran de Basssini; un de 8 x 16 cm (5 x 10 cm) en la decripción
20% de Lotheissen-Mc Vay; 7% de Shouldi- original para cubrir el suelo inguinal.
ce) y solo en un 38% (1478 pacientes) se uti- c. no propugna la ligadura del saco.
234
d. no hay que efectuar sutura sobre el tubér- Saco indirecto disecado
y aislado antes
culo púbico o el periostio. de su reducción.
e. hay que evitar lesionar los nervios ilioin-
guinal, iliohipogástrico y genital.
f. hay que evitar eliminar fibras cremastéricas.

2. Conseguir el periodo de recuperación más


corto posible, lo que generalmente depende
sólo de evitar el dolor.

3. Conseguir la menor tasa de recurrencias


precoces y tardías posible.

4. Conseguir la menor tasa de complicacio-


nes (infección, seroma, hematoma, orquitis,
atrofia testicular, diseyaculación, etc.)

5. Conseguirlo al menor costo posible.

6. Prevenir la aparición de nuevas áreas de her-


niación a nivel de otras zonas del piso inguinal.

Técnica

Tipos de anestesia recomendados Bajo bloqueo anestésico local subdérmi-


co e intradérmico, así como subcutáneo tras
Generalmente Lichtenstein, Shulman, una incisión transversa suprainguinal de unos
Amid y cols., pioneros de la técnica, utilizan 6-7 cm, abrimos el canal inguinal, tras opor-
la anestesia local preparando una mezcla al tuna apertura de la fascia de Camper y pre-
50% de lidocaína 1% (300 mg sin adrenali- via infiltración subaponeurótica de unos 8
na o 500 mg. con adrenalina) y bupivacaína ml de anestésico que insensibiliza los 3 ner-
0,5% (175 mg sin adrenalina, o 225 mg. con vios (ilioinguinal, iliohipogástrico y genito-
adrenalina) a lo que añaden 1 mEq por 10 crural). Se abre la aponeurosis del oblicuo
ml de Lidocaína de CO3HNa. externo siguiendo la dirección de sus fibras
Suelen utilizar 40-45 ml de la mezcla, re- y saliendo a través de la apertura del anillo
partidas de la siguiente manera: superficial. El cordón espermático con el cre-
- 5ml subdérmico con aguja de 25 G+. máster individualiza y separa con un drena-
- 3 ml a lo largo de la línea de inyección in- je de Penrose, debiendo tener cuidado en
tradérmica. incluir los vasos espermáticos externos al ele-
- 10 ml en el subcutáneo profundo. var y separar el cordón del piso del canal in-
- 8-10 ml subaponeuróticos. guinal; así nos aseguramos de no dañar la
- 3-5 ml en el tubérculo púbico, alrededor rama genital del nervio genitofemoral que
del saco y dentro del saco de hernia indi- acompaña a estos vasos. Si hay un lipoma
recta. preherniario, se escinde. Se abren las fibras
- 10 ml en el canal inguinal al cierre. cremastéricas en sentido transversal a nivel
235
sión o ligadura, y si es amplia y directa, se
invierte con una capa simple de material re-
absorbible.
Después se usa una malla protésica de
polipropileno redondeada en el extremo que
se fijará junto al tubérculo púbico (polipro-
pileno) de 5 x 10 cm (actualmente 8 x 16),
cuyo extremo inferior se sutura de forma con-
tinua con Novafil o polipropileno de 3/0, que
asegura la malla al ligamento lacunar hasta
1,5 o 2 cm medial y por detrás del tubércu-
lo púbico; siendo este un paso crucial res-
ponsable de recidivas si no se efectúa
adecuadamente; es además importante, pa-
ra no causar dolor, no suturarlo al mismo tu-
bérculo púbico ni al periostio óseo; después
Disección y aislamiento
de un saco directo. se continúa lateralmente a lo largo del liga-
mento de Poupart hasta un punto lateral al
anillo interno, con lo que hemos suturado el
extremo inferior de la malla; se efectúa un
corte en la parte posterior de la malla crean-
do 2 colas, la más amplia (2/3) arriba y la me-
nor (1/3) abajo; siendo atrapada la superior
con una pinza hemostática que pasa cefáli-
camente al cordón, con lo que se permite el
paso del cordón espermático. Cuando el cor-
dón es muy fino, si el nervio genitofemoral
no puede ser claramente identificado, el pa-
quete cremastérico inferior, que contiene el
nervio y los vasos espermáticos externos, pue-
de salir a través de una apertura medial al
anillo interno.
Retrayendo el cordón hacia abajo, la par-
te superior de la malla se sujeta por una su-
Reducción del saco directo tura continua a la vaina del recto anterior y
y sutura-cierre del anillo. al tendón conjunto y su músculo superior,
debiendo tener cuidado de no lesionar o atra-
par el nervio iliohipogástrico.
del anillo interno para adelgazar el cordón, Una sutura simple de polipropileno apro-
sin llegar a ser necesario hacer un denuda- xima las colas de la prótesis al ligamento de
miento amplio, e identificamos la hernia. Si Poupart lateral externo al anillo interno, jus-
la hernia es indirecta y tras la oportuna di- to donde había llegado la sutura del margen
sección, el saco se abre y se efectúa una ex- inferior de la malla. Las colas de la malla se
ploración digital del anillo crural. Invertimos sitúan por debajo de la aponeurosis del obli-
el saco en el espacio preperitoneal sin esci- cuo externo.
236
Todo ello completa la reparación sin re-
construcción formal del suelo del canal.
La aponeurosis del músculo oblicuo ex-
terno se cierra con una sutura continua de
material reabsorbible. Finalmente, la piel se
sutura con agrafes quirúrgicos.

Indicaciones de la hernioplastia
sin tension

a. En la Hernia Inguinal Primaria Fijación de la malla


al pubis y sutura
Basándose en la clasificación de Gilbert continua al ligamento
y Rutkow autores como Moreno y cols., ela- inguinal y masa muscular.
Tanto en las hernias direc-
boran unos criterios menores y unos criterios tas como en las indirectas.
mayores para el uso de esta técnica:

Criterios menores
Representan condiciones asociadas a altera-
ciones o degeneración de la región inguinal.
1. Edad mayor de 45 años.
2. Acusada obesidad.
3. EPOC moderada o severa.
4. Fumador y/o bebedor moderado/intenso.
5. Portador de enfermedades sistémicas, tu-
morales o degenerativas.
6. Tumoración inguinoescrotal.
7. Tumoración incoercible.
8. Hernia inguinal bilateral (defendida esta
posibilidad por los precursores de la técnica,
por ser de menor estrés psicológico, de me- Malla suturada y colocada
nor tiempo de baja laboral y de menor gasto en su sitio. Se cierra
la hendidura de la malla
económico). que deja paso al cordón.

Criterios mayores b. En la hernia inguinal recidivada


Representan la valoración local del cirujano No contraindica para nada la realización
en el momento de la intervención. de este procedimiento; se puede realizar de
1. Hernia tipo III (Indirecta). manera similar a la descrita.
2. Hernia tipo IV-V (Directa).
3. Hernia tipo VI y/o "en pantalón". c. En la hernia crural
4. Valoración del piso posterior: defectuoso Se puede usar la técnica del plug de Lichtens-
o ausente. tein en este tipo de hernias, tal y como fue-
5. Distancia entre el arco del transverso y el ron descritas en 1974 por Lichtenstein, aunque
ligamento inguinal mayor de 3 cm. no son expuestas en este capítulo.
237
Complicaciones ocure por clampado de vasitos cremastéri-
cos y del propio nervio genitocrural al efec-
Con esta técnica se sitúan en menos del tuar la disección cremastérica cerca del anillo
1% y entre ellas podemos destacar: inguinal profundo; más difícil es la afecta-
ción del nervio Iliohipogástrico, ya que des-
1. Infección: se evitará con un manejo cui- cansa sobre el propio cordón y es fácilmente
dadoso, adecuada hemostasia y usando pró- identificable. Se suelen evitar fácilmente tal
tesis monofilamentadas y macropororosas y como hemos comentado en la técnica, de-
que a diferencia de las polifilamentadas y mi- jándolo en el paquete externo; en caso de
croporosas permiten no solo la llegada de aparición de estas neuralgias se suelen tratar
bacterias, sino tambien de macrófagos, lo mediante bloqueo anestésico con bupivacaína
que no incrementa el riesgo. al 0,25% (10 ml) medial a la espina iliaca an-
terosuperior repetidas veces si hay mejoría,
2. Seroma: se evita con manejo tisular ade- o mediante resección del citado nervio, si no
cuado, correcta hemostasia, evitando exce- hay mejoría ni siquiera tras infiltraciones lle-
siva disección y manejo de prótesis vadas a cabo por el anestesiólogo.
macroporosas.
7. Diseyaculación.
3. Hematoma: se evita con manejo tisular
adecuado, correcta hemostasia y evitando 8. Recidiva precoz o tardía: generalmente
excesiva disección. ocurre por una mala colocación o una colo-
cación sin sutura; para evitarla es necesario:
4. Orquitis y atrofia testicular: se evita no rea- a. Aponer la malla por detrás del tubérculo
lizando una completa disección de las fibras púbico 1-2 cm tal y como se ha indicado al
cremastéricas; incluso dejando abandonados exponer la técnica, que es el problema que
los segmentos distales de los sacos de las her- se ha visto que determina la aparición de re-
nias indirectas. cidivas locales.
b. Colocar una malla más allá del suelo in-
5. Formación de hidrocele. guinal, lo que se consigue colocándola de 6-
8 cm de amplitud.
6. Neuralgia crónica (ilioinguinal, iliohipo- c. Colocar la malla sin someterla a tensión,
gástrica o genitocrural): es un problema in- solo aponiéndola ligeramente.
frecuente de tipo causálgico y suele ocurrir d. Crear un nuevo anillo interno por entre-
por lesión quirúrgica neural (atrapamiento, cruzamiento de las colas de la malla y fija-
sección parcial, avulsión), pero cuando apa- ción de las mismas al ligamento inguinal con
rece es muy incapacitante, suele ser tempo- un punto irreabsorbible monofilamentoso.
ral y desaparece en 4-6 meses.Generalmente

238
Capítulo 19

Doble malla constituida. PHS.


El sistema de Prolene® para hernias
Manuel Hidalgo Pascual

La corrección de las hernias inguinales den o sustituyen algunos de los aspectos fun-
ha seguido desde el principio del siglo XX las damentales de dicha técnica quirúrgica (Gil-
directrices que los distintos autores de la Eu- bert o Rutkow, etc.).
ropa Central (básicamente alemanes) mar- El procedimiento que se propone en es-
caban en sus publicaciones. De todos ellos, te capítulo (Prolene Hernia System) se basa
Bassini ha sido el que más preponderancia fundamentalmente en una doble corrección,
ha tenido en el devenir de la cirugía hernia- aprovechando las ideas expuestas por Gil-
ria con gran aceptación de su técnica, y con bert y Rutkow, por un lado, y la de Lichtens-
múltiples modificaciones propuestas por un tein por otro, pero con criterios más ambiciosos,
considerable número de autores, seguidores ya que contempla aspectos de la vía poste-
de la primitiva descripción quirúrgica. rior, toda vez que la porción circular de la
La aparición del principio de “hernio- prótesis va a ser situada en el espacio
rrafias sin tensión” está unida al descubri- preperitoneal, mientras que la ovalada se si-
miento de materiales biocompatibles (mallas), túa por delante de la pared posterior del con-
que corrigen el defecto herniario mediante ducto inguinal. Vamos, por tanto, a realizar
la utilización de las citadas prótesis, que se una doble corrección al modo de un “sand-
suturan a los bordes de la zona de “debili- wich” en el que se sitúan las dos mallas de
dad” reforzando esta parte de la pared ab- la prótesis y dentro de ambas la pared, pos-
dominal, sin crear puntos de tensión por terior del conducto inguinal.
aproximación de tejidos, como sucede en las
técnicas clásicas autoplásticas.
En la última década, los avances técni-
cos se han encaminado hacia la creación de Objetivos
nuevas mallas que, por su diseño anatómi-
co, corrijan de una manera mas funcional el La técnica quirúrgica propuesta está in-
defecto herniario. dicada en la corrección de las hernias ingui-
El Gold Standar en el momento actual nales de cualquier tipo, si bien parece más
es sin duda la técnica de Lichtenstein, con lógico su utilización en aquellas que com-
las modificaciones que aparecen que aña- portan grandes sacos herniarios y en las que
239
existen defectos anatómicos considerables. sido espectacular y ello ha condicionado la
El objetivo fundamental es crear una es- aparición de la anestesia regional o local con
tructura muy sólida (doble), que soporte to- sedación que han conseguido resultados óp-
da la presión abdominal y corrija el defecto timos.
herniario. La técnica que aquí se describe no tiene
La diferencia más significativa respecto a diferencias respecto a los otros procedimientos
las técnicas que utilizan la vía anterior (Lichtens- quirúrgicos en cuanto a postoperatorio, ni
tein, Gilbert, Rutkow, etc.) y utilizan próte- morbimortalidad y, por tanto, la técnica anes-
sis, es que estas últimas corrigen el defecto tésica no difiere de las utilizadas para cual-
herniario mediante la colocación de esta úl- quier otro tipo de corrección herniaria.
tima por delante de la pared posterior del Desde nuestro punto de vista, la que ofre-
conducto inguinal (fascia transversalis), fi- ce mas ventajas es la epidural, toda vez que
Figura 1
jándola tanto al músculo como al ligamento el paciente puede facilitar y ayudar a la com-
Para la hernia indirecta
se realiza una disección inguinal; mientras que la técnica PHS basa probación de la buena corrección, con ma-
amplia en el cuello del
saco de la hernia para sus principios no solamente en los aspectos niobras y gestos que permitan hacer constar
acceder al espacio señalados en las hernias anteriores, sino que la contención del saco herniario.
preperitoneal.
utiliza la vía preperitoneal y sitúa una parte En una serie personal de 1275 hernias in-
de la prótesis en este espacio. guinales con anestesia epidural, no se han
Ello conlleva, por tanto, a la realización presentado complicaciones anestésicas ma-
de una disección muy exhaustiva del saco her- yores, señalando únicamente 2 casos de ce-
niario no solamente hasta su base, sino que falea intensa de más de 48 horas de duración
precisa de la liberación, y de una manera muy (0,15%) y un 5,7% de retención urinaria que
amplia, del espacio preperitoneal, a fin de co- precisaron de sondaje vesical.
locar dentro del mismo la porción circular de De cualquier forma todos los procedi-
la prótesis y que esta quede bien expandida. mientos anestésicos pueden ser válidos, si se
1 2 La creación de una pared extremadamente realizan con criterios correctos.
sólida constituye el objetivo fundamental de
esta técnica, utilizando para ello los princi-
pios básicos de la corrección herniaria:
1. Técnica sin tensión. Técnica quirúrgica
2. Utilización de una prótesis irreabsorbible de
garantía y con biocompatibilidad demostrada. Una vez anestesiado el paciente se co-
3. Criterios de corrección según la técnica loca en posición de decúbito supino, sin nin-
de Lichtenstein. gún aspecto especial, siendo preceptivo que
4. Ampliación de la seguridad y mejoría de la zona donde va a realizarse la incisión de-
resultados con la utilización de la vía be estar perfectamente rasurada.
3 preperitoneal y colocación en este espacio
de una parte importante de la prótesis.
Figura 2
Malla PHS.
1. Lámina superior. Incisión
Refuerza anteriormente
la reparación preperitoneal.
2. Conector. Une ambas piezas Anestesia Incisión de Gregoire, paralela al conducto
y tapona el defecto.
3. Lámina inferior. inguinal y en una longitud de unos 5 cm.
Reparación del defecto La evolución de los procedimientos y téc- Uno de los puntos más significativos de
por via posterior
con una malla amplia nicas anestésicas en las ultimas décadas ha esta técnica quirúrgica es la disección del
240
saco herniario. Este debe localizarse en la ca- quiere que la porción circular quede exten-
ra interna del cordón espermático y desde el dida de una manera adecuada.
mismo comenzar la disección y liberación Para ello es preciso que la introducción se
hasta llegar a su base (figura 1). haga de tal forma que la propia prótesis bus-
Sin embargo, la liberación no finaliza en que su forma anatómica. Es necesario que la
este punto, sino que es preciso continuar am- colocación sea de la misma forma que cuan-
pliamente en el espacio preperitoneal en va- do ponemos un plug. El segmento circular se
rios centímetros de diámetro, puesto que en él pliega hacia la parte ovalada y así se introdu-
va a situarse la porción circular de la prótesis. cen conjuntamente hasta que la porción cir-
Para conseguir visualizar bien este espa- cular quede en el espacio preperitoneal. Debe
cio, ocasionalmente es útil introducir en el comprobarse digitalmente que ha quedado Figura 3
La porción circular
orificio inguinal interno un separador de Fa- perfectamente extendida y sin dobleces. de la PHS se dobla
rabeuf que facilita las maniobras de disec- El cono de unión debe colocarse por de- y se introduce a través
del anillo interno,
ción y liberación de este espacio. lante del cordón espermático y sirve de guía permitiendo que
la malla se abra
El tratamiento del saco herniario puede para la adecuada situación de la prótesis. a la posición extendida.
ser doble: o bien mediante resección con li- La parte ovalada queda en la misma po- Se la puede manipular
para facilitar la expansión
gadura transfixivo en la base (seda 2/0), o me- sición que si se realizara una corrección an- del implante. No es necesaria
diante invaginación y reducción del mismo terior tipo Lichtenstein, siendo aconsejable la utilización de suturas
en la lámina inferior (circular).
sin realizar su extirpación. Si la técnica qui- realizar una incisión en la parte más poste-
rúrgica se realiza de una manera correcta, es rior de la misma y realizar un orificio de 1/2
difícil pensar en una recidiva herniaria por cm de diámetro para colocar en el mismo el
no haber realizado la reseccion del saco her- cordón espermático.
niario. Es fácilmente comprensible que con el uso
Otro aspecto importante en esta técnica de esta triple prótesis, la posibilidad de movi-
quirúrgica es la colocación de la prótesis PHS, lización de ella es casi nula, pero de cualquier
puesto que el éxito o fracaso de la misma va forma la porción ovalada debe fijarse mediante
a depender de que se haya instalado o no, cuatro puntos de sutura. El primero se fija al
correctamente. pubis y al extremo más distal de la prótesis y
La prótesis PHS consta de una doble ca- otros dos fijan esta última al ligamento y al
pa (circular y ovalada) unidas entre sí por un tendón; un cuarto cierra y fija las dos partes
cono rígido (figura 2). de la incisión practicada en la prótesis para si-
La parte circular que va a introducirse en tuar el cordón espermático.
el espacio preperitoneal debe estar correcta- La sutura utilizada es prolipropileno 2/0.
mente extendida en toda su circunferencia, Una vez instalada la prótesis debemos soli-
aspecto muy importante para los buenos re- citar al paciente (si la anestesia es epidural)
sultados de esta técnica quirúrgica (figura 3). que tosa para comprobar la contención de
Figura 4
El cono de unión va a suturarse por de- toda la pared del conducto inguinal y que no Se corta la lámina superior,
diseñada para cubrir
lante del cordón espermático, formando el existe defecto en la corrección herniaria. la pared posterior (suelo
nexo de unión de los dos segmentos de la El cierre de la pared abdominal se reali- del canal inguinal),
para permitir el paso
malla (figura 4). za con los mismos criterios que cualquier cómodo de su porción
lateral alrededor del cordón
La porción ovalada se colocará delante otra técnica quirúrgica. Insistimos en la mi- espermático. Si se desea
de la pared posterior del conducto inguinal, nuciosidad de la coagulación de los puntos fijar la lámina superior
pueden utilizarse suturas
quedando, por tanto, esta emparedada por sangrantes a fin de evitar hematomas escro- (p. ej. polipropileno o sintéticos
ambas partes de la prótesis. tales y utilizamos material de sutura reab- absorbibles). El cordón
queda sobre la porción
La buena colocación de la prótesis re- sorbible de larga duración. medial de la lámina superiror.a
241
La técnica de corrección PHS puede in- Dentro del apartado de complicaciones
dicarse para cualquier tipo de hernia ingui- a largo plazo hay que hacer mención de una
nal, si bien parece que la indicación principal que, si bien no la hemos encontrado en nin-
seria para las hernias oblicuas externas o mix- guno de los más de 125 casos operados, po-
tas, en grandes sacos herniarios y en pa- dría presentarse a largo plazo.
cientes de edad avanzada con defectos de El tubo rígido de conexión entre ambas
pared muy significativos. superficies de la prótesis (circular y ovalada),
En la hernia directa su aplicación pudie- se sitúa por delante del cordón espermático
ra ser mas controvertida, toda vez que la di- que, a su vez, es abrazado por los bordes del
Figura 5 sección preperitoneal pudiera estar dificultada orificio que se realiza en la porción ovalada.
Para la hernia directa,
el defecto es aislado en su base, por la propia situación del saco herniario (fi- Ambas estructuras podrían condicionar en
el contenido reducido totalmente
y el espacio preperitoneal
guras 5, 6 y 7). algún caso la aparición de fibrosis que pro-
preparado para vocarían neuralgias postoperatorias o atrofia
la inserción de la PHS.
testicular secundaria, tal como están descri-
tas en las técnicas de Litchenstein o Gilbert.
Incidencias per- y postoperatorias

La técnica quirúrgica no difiere de cual-


quier otra de las que utilizan el criterio “sin Conclusiones
tensión” y utilizan prótesis. Por tanto, en es-
te apartado no es necesario resaltar ninguna La técnica de hernioplastia PHS representa,
incidencia que no se pueda producir en cual- desde un punto de vista teórico, la solución
quiera de las otras. mas válida y fiable dentro del criterio de “téc-
Es preciso insistir, sin embargo, en un as- nicas sin tensión”. Se basa en los criterios de
pecto significativo y que le hace diferente de corrección de la vía anterior (Lichtenstein,
Figura 6
La porción circular de la PHS se pliega las demás técnicas quirúrgicas. Es sin duda Gilbert, etc) y en los que utilizan una vía pos-
y se introduce a través del defecto
o del anillo interno, permitiendo la disección y liberación del espacio terior preperitoneal (Stoppa, etc).
que la mallla recupere la posición extendida. preperitoneal. La posibilidad de que en el Las características de la técnica no di-
La lámina inferior debe expandirse bajo
el defecto del piso del canal ingunal. mismo se produzcan hemorragias debe im- fieren de los de cualquier otra y las ventajas
Se la puede manipular para facilitar
la expansión del implante.
poner al cirujano el examen minucioso, coa- son innegables, tanto desde el punto de vis-
gular los puntos sangrantes y evitar que en el ta teórico como de la clínica diaria.
postoperatorio inmediato se produzcan hema-
tomas que compliquen, tanto la técnica en
sí como la posible infección del hematoma
con afectación de la prótesis .
Dado que un considerable número de pa-
cientes son mayores de 50 años, obesos y asi-
mismo con alteraciones cardiorrespiratorias,
es de gran utilidad el uso de profilaxis trom-
boembólica (heparina bajo peso molecular),
hecho que condiciona aún más la realiza-
ción de una buena coagulación de los pun-
Figura 7 tos sangrantes que pudieran, en caso contrario,
Si se desea fijar la lámina superior, producir hemorragias y/o hematomas en el
pueden utilizarse suturas
(p. ej. Prolene o sintéticos absorbibles). postoperatorio inmediato.
242
Capítulo 20

Técnica de Berliner

José Luis Porrero Carro

Principios fundamentales a. Evitar la recidiva.


b. Reincorporar al paciente lo más rápido po-
La utilización de materiales protésicos en sible a sus actividades sociales y laborales.
la reparación de los defectos de la región in- c. Adecuar el coste-efectividad
guinal permite conseguir una corrección libre
de tensión, utilizando el concepto iniciado
por Usher y popularizado por I. Lichtenstein.
La aparición de materiales protésicos cada vez Tipo de anestesia recomendada
más biocompatibles ha permitido el uso más
libre de los mismos para la reparación de los Dado que esta técnica nosotros la reali-
defectos de la región inguinal. Dicha utiliza- zamos fundamentalmente en pacientes con
ción se hace casi obligatoria cuando nos en- hernias inguinales recidivadas, tenemos, por
frentamos con pacientes intervenidos previamente tanto, que individualizar los pacientes en fun-
en los cuales la fibrosis y calidad de los teji- ción del tipo de recidiva que tienen y la di-
dos obliga en la gran mayoría de los casos al ficultad para su abordaje, siendo muchos
uso de dichos materiales. pacientes susceptibles de utilizar una anes-
La técnica de Berliner coloca una próte- tesia intradural. No obstante, no desechamos
sis en el espacio preperitoneal, abordando di- la anestesia local, considerándola como de
cho espacio por via inguinal y utilizando como primera elección en aquellos casos en que
estructuras de fijación de la prótesis el arco pueda ser realizada.
aponeurótico del transverso del abdomen y
el tracto iliopubiano-ligamento inguinal.

Descripción de la técnica

Objetivos a. Incisión inguinal (abordaje anterior) ta-


maño 6-7 cm.
Son similares a los que persiguen todas b. Abordaje de la aponeurosis del oblicuo ex-
las técnicas de reparación herniaria: terno. En aquellos pacientes con hernias in-
243
guinales recidivadas, aconsejamos abordar di- en las porciones periféricas de la prótesis. Una
cha aponeurosis en una zona sana por fuera vez fijado el biomaterial, parte del sobrante
de la cicatriz de la herniorrafia previa. Esto nos se introduce a nivel del orificio inguinal pro-
permitirá utilizar dicha aponeurosis como un fundo a modo de tapón, desplazando late-
punto de referencia a la hora de exponer to- ralmente al cordón y haciendo que este adopte
do el área inguinal. Se debe poner especial una disposición oblicua en relación con el
cuidado en este plano, especialmente en aque- orificio inguinal profundo.
llos pacientes con reparaciones en las cuales h. Puntos del oblicuo menor al ligamento
el cordón se ha podido dejar en posición sub- inguinal. Se utiliza prolene 2/0 sutura dis-
cutánea, a fin de evitar la lesión del mismo. continua, desde el oblicuo menor al liga-
c. Apertura de la aponeurosis del oblicuo ex- mento, lo que permite cubrir la próteis evitando
terno e individualización del cordón. En pa- el contacto de la misma en el plano del teji-
cientes con hernias recidivadas dependiendo do celular subcutáneo, quedando el material
del grado de fibrosis, este paso puede pre- protésico en posición submuscular.
Colocación de la malla
PTFE de 10x15 cm. sentar dificultades técnicas, ya que conlleva i. Cierre de la aponeurosis del oblicuo ex-
en espacio peritoneal
en fijación de la misma
el riesgo de lesionar los vasos del cordón o terno. El cordón se deja subaponeurótico y
al arco aponeurótico el conducto deferente. Se recomienda no di- se procede al cierre de la aponeurosis del
del transverso
y al ligamento inguinal. secar más allá de la espina del pubis para no oblicuo externo con material de sutura reab-
lesionar el plexo pampiniforme. sorbible de 2/0.
d. Extirpación de la musculatura cremastérica. j. Cierre del tejido celular subcutáneo con
e. Exposición anatómica de todo el área in- sutura reabsorbible 2/0.
guinal. Exploración del orificio inguinal pro- k. Cierre de la piel con grapas.
fundo, pared posterior y área crural. La actuación
en relación con el tipo de hernia es similar a
lo expuesto en la herniorrafia de Shouldice.
f. Apertura de la fascia transversalis. Se rea- Indicaciones de la técnica
liza igual que ha sido expuesto en la técnica
de Shouldice. Creemos que es una técnica útil para to-
g. Técnica de la hernioplastia de Berliner. Co- do tipo de hernia inguinal, si bien nosotros
locación de una prótesis de politetrafluoroe- reservamos su uso para pacientes con her-
tileno expandido (mycromesh) de 10 x 15 cm nias inguinales recidivadas o pacientes con
y 1 mm de espesor (PTFE) no preformada. Di- hernias inguinales primarias en las que exis-
cha prótesis se fija en su porción medial al ar- te una inserción alta del arco aponeurótico
co aponeurótico del transverso del abdomen del transverso del abdomen.
Cobertura de la malla mediante
puntos sueltos de material con una sutura continua de material irreab-
irreabsorbible de 2/0 sorbible (polipropileno 00) y en su porción
del músculo oblicuo
menor al ligamento inguinal. lateral se ancla al tracto iliopúbico-ligamen-
to inguinal. La utilización de la sutura conti- Incidencias pre-postoperatorias a
nua permite una fijación estanca de la prótesis, corto y largo plazo
ya que el uso de puntos sueltos podría facili-
tar la aparición de hernias en “ojal’’; creemos Las incidencias de esta técnica: hemato-
que es importante la fijación con un material mas, infección, intolerancia protésica, recidi-
que permita crear una cierta reacción como vas, atrofia testitular. Estas complicaciones son
ocurre con el polipropileno, ya que lo que se más elevadas en comparación con la cirugía
pretende es facilitar la integración y el anclaje primaria de la hernia.
244
Capítulo 21

Reforzamiento protésico gigante del saco visceral.


Técnica de Stoppa.
Eduardo de la Morena Valenzuela
María José García Coret

Autor tro, por el músculo recto y, abajo, por el


pubis. Este orificio es atravesado por el cor-
René E Stoppa es profesor de Clínica Qui- dón espermático y los vasos femorales y es-
rúrgica en la Facultad de Medicina de Amiens. tá cubierto únicamente por la fascia
Es Jefe del Servicio de Cirugía General en el transversalis. La integridad de este orificio
Hospital Universitario de Amiens, Francia. depende, por tanto, de la fascia transver-
salis y la pérdida de su capacidad tensil, ya
sea por disrupción o por laxitud; permite la
evaginación del peritoneo y su exterioriza-
Principios fundamentales ción como hernia inguinal.
de la técnica Según Stoppa, la resistencia perfecta y
permanente de la fascia transversalis se pue-
René Stoppa describió su técnica en 1969, de reestablecer colocando en el espacio
como procedimiento para suprimir las her- preperitoneal una prótesis sintética.
nias de la región inguinal y aceptando la fun- El espacio preperitoneal, espacio virtual
ción de la pared abdominal en la etiopatogenia, situado entre el peritoneo y la fascia trans-
propone el refuerzo del saco visceral colo- versalis, está ocupado por grasa y aloja el pa-
cando una prótesis no reabsorbible en el es- quete vasculonervioso que discurre hacia la
pacio preperitoneal. pierna, el conducto deferente y los vasos del
cordón espermático. Para exponerlo, hay que
1. Anatomía del espacio preperitoneal rechazar el peritoneo parietal desde la línea
La intervención de Stoppa se basa en media hacia la fosa ilíaca. Delimitado ante-
los estudios de Fruchaud, quien propuso riormente por la fascia transversalis, este am-
una teoría unificadora sobre el origen de plio espacio celular, que se extiende a ambos
las hernias inguinales desde el orificio mús- lados de la línea media infraumbilical, reci-
culopectíneo (figura 1). El área de debili- be los nombres de Retzius y Bogros. El es-
dad de la ingle queda delimitada, arriba, pacio de Retzius es de situación retropúbica,
por el músculo oblicuo interno y el trans- y el de Bogros es como la extensión lateral
verso; lateralmente, por el psoasilíaco; den- del anterior. Figura 1
245
recidivas o de nuevas hernias, al colocar una
1 2
prótesis gigante en el espacio preperitoneal
que cubre por completo los orificios hernia-
rios potenciales. Como segundo objetivo, pre-
tende disminuir la atrofia testicular y las
secuelas dolorosas atribuidas a la reparación
de las hernias de la ingle, al eludir el abor-
daje anterior del conducto inguinal, evitan-
do la lesión de los nervios inguinales y la
disección del cordón espermático.

Tipos de anestesia recomendado

Es recomendable una buena relajación


de la pared abdominal inferior para la co-
rrecta visualización del espacio preperitoneal.
Figura 2 Conviene conocer la disposición anató- Se prefiere anestesia general, si bien pueden
Disposición anatómica
de los elementos del cordón
mica de los elementos que forman el cordón ser utilizadas técnicas locoregionales que per-
espermático espermático en su recorrido preperitoneal, mitan tiempos operatorios prolongados me-
1. Pedículo espermático.
2. Pedículo iliofemoral. hasta que penetran en el orificio inguinal. Se diante la administración por catéter de dosis
observa en la disección que, mientras el pe- repetidas, si fuera necesario.
dículo iliofemoral se mantiene en posición
parietal, el cordón espermático atraviesa el
espacio inguinal retroparietal (figura 2).
Descripción de la técnica
2. Fundamentos del abordaje preperitoneal
Es descrito por Cheatle en 1920 y popu- 1. Incisión
larizado por Nyhus. Stoppa lo empezó a uti- En la descripción inicial realizada por el
lizar desde 1969. Las ventajas de esta vía son: autor, el abordaje del espacio preperitoneal lo
4 cm.
el fácil acceso al espacio retrocelular retro- realiza a través de una incisión media, sin em-
fascial, el acceso directo a estructuras ingui- bargo, la incisión de Pfannenstiel por sus be-
nales posteriores, el claro reconocimiento de neficios estéticos y la supresión del riesgo de
16 cm. las lesiones herniarias y la buena exposición eventraciones en la línea media, constituye la
de la apertura miopectínea. incisión más frecuentemente utilizada.

6 cm.
2. Pasos de la Técnica
El paciente debe colocarse en decúbito
Objetivos supino y en suave posición de Trendelenburg.
24 cm.
El cirujano se colocará en el lado opuesto al
Figura 3 La técnica de Stoppa, también denomi- de la hernia que se va a tratar.
Medidas y forma
nada refuerzo protésico gigante del saco vis- Tras la incisión de la piel, se incinde la
que debe tener una malla
para que se adapte bien. ceral, tras tratar la hernia existente, pretende aponeurosis del recto anterior del abdomen
evitar de manera preventiva la aparición de y parte de la del oblicuo mayor. Se penetra
246
en el espacio preperitoneal tras abrir la fas- lateromedial y lateral superior. Extendemos
cia transversalis, rechazándose el peritoneo completamente la prótesis primero en el lado
parietal hasta alcanzar el pubis. La disección opuesto al cirujano y luego, tras cambiar el ci-
se prosigue hasta el orificio obturador y late- rujano de posición, en el lado contralateral.
ralmente hasta los psoas. Es fácil separar los Si se considera necesario, se colocaran
espacios preperitoneales de ambas ingles con drenajes frente a la prótesis. El cierre de la
disección roma, aunque a veces es necesa- pared se realiza según la técnica habitual.
rio una disección cortante para liberar el pe-
ritoneo cicatricial, si ha existido cirugía previa 3. La prótesis
a ese nivel. La disección deja al descubierto Las prótesis utilizadas deben ser blandas,
el espacio retropubiano de Retzius; se avan- elásticas, adaptables y flexibles. Se deben in-
za hacia abajo, por delante de la vejiga has- tegrar rápidamente, tolerantes a la infección
ta el compartimento prostático y hacia fuera y estar disponibles en piezas grandes. Hasta
y abajo por detrás de la rama iliopubiana en la fecha la que más se adecua a estos requisi-
el espacio de Bogros, aislando así el pedícu- tos es la de Mersilene, que está compuesta por
lo herniario. fibras multifilamentadas de poliéster. Las ma-
Los sacos se tratan de distinta forma se- llas de polipropileno, más rígidas, se manejan
gún adherencias y tamaño, resecando parte con mayor dificultad y pueden desplazarse y
del saco en hernias grandes. El saco peritoneal cuando se utilizan deben ser fijadas. Las pró-
distal, cuando se secciona, se deja abierto y tesis de PTFE, con mejor comportamiento an-
abandonado unido al cordón. Cuando se tra- te la infección, sin embargo, son integradas
ta de hernias deslizadas, incarceradas y vo- lentamente por los tejidos. Modificaciones más
luminosas, puede ser necesario para liberarlas recientes en la estructura de la prótesis de PT-
al acceder por vía anterior. Se debe disecar FE permiten evitar dicho problema.
hasta que ningún elemento cruce el espacio La prótesis se orienta de forma transver-
prevesical preperitoneal. Se extirpan los li- sal, donde el ancho de la malla es igual a la
pomas preperitoneales y del cordón. distancia que existe entre ambas espinas ilí-
Se diseca el conducto deferente y los va- acas anterosuperiores menos 2 cm, y la al-
sos testiculares del cordón espermático, se-
parándolos de su inserción en el peritoneo. Figuras 4a y 4b
Esto permite parietalizar el cordón, de ma- En la imagen superior
se aprecia como se sitúa
nera que los dos componentes: vasos esper- la prótesis y en la inferior,
momento de la colocación.
máticos y conducto deferente con trayectorias (Modificado del Atlas
distintas, descansen en la pared parietal de of Hernia Surgery, New York,
Raven Press, 1991)
la pelvis y que la prótesis envuelva el peri-
toneo parietal sin tener que hendir la próte-
sis para su paso. No es necesario reparar el
orificio miopectíneo defectuoso.
El parche se coloca primero sobre el lado
opuesto del operador y la prótesis es maneja-
da mediante pinzas sin tocarla. El cirujano de-
prime el saco peritoneal con la mano izquierda,
abriendo así el espacio parietoperitoneal. Pri-
mero se coloca la parte entre el pubis y la ve-
jiga y luego los lados lateroinferiores, zona
247
suficientemente grande. Inicialmente Stoppa
solo fijaba la prótesis con sutura absorbible
entre la fascia umbilical de Richet y el bor-
de superior, observando que, en 7 de las 11
recurrencias que se presentaron en su pri-
mera serie publicada, ocurrieron a nivel del
borde inferior de la prótesis, por lo que in-
trodujo una modificación a su técnica fijan-
do la prótesis al ligamento de Cooper y dándole
a la prótesis la forma de jineta que permite
una mayor interposición en la parte inferior
(figura 6 ).
Si se colocan mallas de polipropileno, hay
que fijarlas bien para evitar su desplazamiento.

Indicaciones del procedimiento


de Stoppa

Las indicaciones de esta técnica son cual-


Figura 5 quier hernia inguinal con alto riesgo de re-
Fijación de la prótesis y cidiva tras una reparación clásica. Según un
colocación definitiva
desde una perspectiva estudio aleatorizado de Stoppa se debe uti-
interior
lizar esta técnica cuando el riesgo de recidi-
va es elevado. La única contraindicación
tura es igual a la distancia entre la sínfisis del formal para esta técnica reside en la imposi-
pubis y el ombligo. En pacientes obesos, la bilidad de control del riesgo de infección.
malla debe ser más ancha y es igual a la dis- Una laparotomía infraumbilical previa, aun-
tancia entre las espinas iliacas anterosupe- que dificulta la técnica, no la contraindica.
riores. Los valores medios son de 24 cm de Las indicaciones que sugiere el autor son:
ancho y 16 cm de alto. La prótesis se corta - Varón mayor de 50 años.
con tijeras rectas procurando no tocarla con - Hernias difíciles (hernias bilaterales o aso-
las manos. Se corta en “jineta”, de forma que ciadas a eventraciones bajas).
los lados lateroinferiores se dispongan por - Hernias complicadas (con deslizamiento,
detrás de los orificios obturadores y el lado recidivadas o multirrecurrentes).
convexo se acomode en la concavidad del - Cuando se desea obtener un resultado ga-
arco de Douglas. El lado superior debe estar rantizado en pacientes de alto riesgo, como
inclinado hacia abajo 4cm y el lado inferior obesos, cirróticos o ancianos.
6 cm (figuras 3, 4a y 4b). - Hernia asociada a destrucción del ligamento
de Poupart o de Cooper.
4. Fijaciones y cierre - Cuando existen hernias acompañadas de
Stoppa demostró que siguiendo los prin- alteraciones del tejido conectivo, como la
cipios hidrostáticos de Pascal, no es necesa- enfermedad de Ehler-Danlos.
rio fijar la prótesis, siempre que sea lo - Pacientes con temor a la atrofia testicular.
248
Incidencias per y postoperatorias

En el postoperatorio las incomodidades


son mínimas. Se realiza una profilaxis anti-
tromboembólica durante unos días. Si se han
dejado drenajes, estos se retiran al segundo
día.
No hay riesgos especiales por el uso de ma-
teriales protésicos grandes. Si existe supura-
ción, se debe considerar como una con-
taminación, no como una intolerancia de la
malla; por ello, es importante usar dobles pa-
res de guantes, manejar la prótesis con pin-
zas y usar antisépticos con frecuencia. La
inclusión de las prótesis a las paredes no im-
pide que se pueda volver a realizar opera-
ciones sobre la zona. Se secciona la prótesis
con bisturí y posteriormente se sutura de for-
ma habitual al cerrar la pared.
Las recurrencias, tras utilizar esta técni-
ca, son inconcebibles, sin embargo, pueden
suceder. Las recurrencias se atribuyen a erro-
res técnicos relacionados con la colocación
y tamaño de la malla.

Figura 6
Colocación de la prótesis
gigante. En el lado derecho
con parietalización
Conclusiones y consejos del cordón espermático,
y en el izquierdo
más fácil utilizar estas grandes prótesis, pues se ha realizado sección
de la prótesis
Este tipo de reparación es anatómica, sin las pequeñas hay que fijarlas muy bien. para usar el cordón.
sutura, sin tensión y es la herramienta para Se ha visto cómo desciende el número
eliminar todo tipo de hernias inguinales. Es de recurrencias por la vía preperitoneal con-
la técnica que ofrece los mejores resultados forme los autores han dejado de suturar los
en la reparación de hernias inguinales recu- defectos herniarios que creaban tensión y al
rrentes o primarias. En las hernias recurren- utilizar prótesis más grandes. Así, Stoppa, en
tes, el poder acceder a la hernia desde un 1989, publica una serie de 270 casos deher-
terreno virgen es fundamental para no pro- nias recidivadas tratadas con esta técnica con
vocar yatrogenia y además permite identifi- sólo un 1,1% de recidivas.
car todas las estructuras anatómicas. Desde Con esta técnica se coloca una gran ma-
este abordaje, Stoppa refiere no dar impor- lla protésica que debe mantenerse en con-
tancia al tipo de hernia tratada. tacto con las capas que apoya y no moverse.
Stoppa utiliza grandes parches sin reali- Para obtener este objetivo, debemos extender
zar un orificio para el cordón a través de ellas, la malla más allá de la zona inguinal débil en
evitando así que se produzca una recidiva por todas las direcciones, de forma que, cuando
este orificio (figura 5). También refiere que es el saco peritoneal es devuelto a su lugar, la
249
prótesis quede comprimida por la presión Inicialmente nuestra actitud fue fijar la
intraabdominal contra la cara interna de la prótesis, siguiendo los consejos del autor, al
pared pelviana a la cual se integra por la ligamento de Cooper por abajo y a la fascia
creación de tejido conectivo a través de los de Richet por arriba con el uso de la próte-
orificios de la prótesis. Así se utiliza la pre- sis de Mersilene, que permite la extensión
sión intraabdominal como fuerza para fijar mejor de la misma, pero hemos eliminado
la malla. este gesto.
La incisión de Pfannenstiel constituye la Sistemáticamente usamos dos drenajes
incisión de elección para nuestro grupo. He- aspirativos que se retiran a las 48 horas.
mos utilizado indistintamente la prótesis de En los sacos herniarios grandes, abando-
PTFE y la de Mersilene, inclinándonos por namos la parte distal. No es infrecuente que
esta última en espera de obtener conclusio- en este saco abandonado se produzca un se-
nes con el empleo de la malla modificada de roma. Esto se puede solucionar con una pun-
PTFE. ción aspirando el contenido.

250
Capítulo 22

La Reparación por vía laparoscópica.


Vía preperitoneal (TEP)
Javier Feliu Palá

Autor Principios fundamentales


de la técnica
J. Barry McKernan ha sido el impulsor del
desarrollo y la utilización de la vía totalmente En la década de los noventa la progresi-
extraperitoneal (TEP) en el tratamiento lapa- va evolución de la cirugía hacia técnicas mí-
roscópico de la hernia. nimamente invasivas culmina con el "boom"
Este cirujano del Metropolitan Hospital de la cirugía laparoscópica. La patología her-
de Atlanta es un experto en cirugía laparos- niaria no escapa a este fenómeno y la lapa-
cópica, ya que fue uno de los pioneros que roscopia añade nuevas alternativas al ya amplio
iniciaron la colecistectomía y la apendicec- abanico de posibilidades terapéuticas de la
tomía laparoscópica en EE.UU. hernia, aportando las ventajas inherentes a
Fue el primero en publicar, en 1992, la este tipo de cirugía: mayor confort y más rá-
descripción de la técnica y los resultados ini- pida recuperación.
ciales. A grandes rasgos, la TEP se basa en La cirugía laparoscópica en el tratamien-
los preceptos clásicos de la vía preperitoneal to de la patología herniaria presenta diversas
abierta protésica descrita por Stoppa, a la que ventajas sobre el abordaje convencional an-
se mejora el acceso con la laparoscopia, lo terior, en especial en lo referente a las ex-
cual le confiere menor dolor y una más rá- pectativas del paciente que hasta entonces
pida recuperación postoperatoria. eran poco valoradas, al reducir el dolor pos-
Presumiblemente su contribución a la toperatorio y el periodo de recuperación.
herniología será el haber sabido reproducir El tratamiento laparoscópico totalmente
por laparoscopia una técnica contrastada y extraperitoneal (TEP) se basa en dos conceptos
aceptada clásicamente por vía abierta mejo- "a priori" atractivos: pretende reducir las des-
rando y facilitando el acceso al espacio ventajas de la vía preperitoneal abierta en
preperitoneal, que era uno de los inconve- cuanto a la incomodidad del acceso y, por
nientes que presentaba la vía anterior. otra parte, permite tratar el defecto herniario
251
donde se produce, en el plano posterior, co- Tracto iliopúbico: También llamada cinti-
locando una prótesis que cubre todo el ori- lla iliopubiana de Thomson. Es una banda to-
ficio miopectíneo. talmente aponeurótica que actúa como refuerzo
En definitiva, la TEP, al reproducir los pre- fascial de la pared posterior del trayecto in-
ceptos clásicos ampliamente divulgados por guinal. Cruza sobre los vasos femorales des-
Nyhus y Stoppa en el acceso preperitoneal de la arcada iliopectínea hasta la rama superior
abierto, debe considerarse una mejora de una del pubis.
técnica clásica más que un procedimiento Es una referencia anatómica importante
laparoscópico nuevo. a la hora de fijar la prótesis, ya que, si se co-
locan grapas por debajo de esta estructura,
pueden producirse lesiones nerviosas del ner-
vio femorocutáneo lateral o la rama femoral
Referencias anatómicas básicas del nervio génitofemoral.
Músculo psoas: Su visión es importante en
Ligamento de Cooper: Estructura rígida y la vía preperitoneal, ya que delimita exter-
sólida que puede considerarse como el pe- namente el nivel de la disección.
riostio de la rama superior del pubis. Utili- Una vez establecidas y conocidas las re-
zada como referencia inferomedial en la ferencias anatómicas debemos conocer dos
disección laparoscópica y de gran utilidad áreas que deberemos evitar:
en la fijación de la prótesis. Triángulo de “Doom”: Fue descrito por Spaw
Vasos epigástricos inferiores: Se originan en los comienzos de la hernioplastia lapa-
en los vasos iliacos externos y ascienden por roscópica. También llamado triángulo de la
la pared abdominal. Su visualización es de condena, del peligro o zona desmilitarizada
capital importancia para la tipificación del por Rosser, ya que contiene la arteria y la ve-
defecto herniario en la hernia directa (pro- na iliaca externa.
trusión interna a los vasos), en la indirecta Está delimitado por el conducto deferen-
(protrusión externa) o mixta. te en su cara interna, los vasos espermáticos
Algunos autores también los disecan y utili- en la externa y el vértice en el anillo ingui-
zan como elemento de sujeción de la prótesis. nal interno.
Conducto deferente: Presenta un recorrido Es aconsejable no disecar, usar el caute-
junto a los vasos espermáticos hasta el orificio rio o fijar la prótesis en esta zona, ya que las
inguinal interno, a partir del cual serpentea re- posibles complicaciones vasculares pueden
troperitonealmente en sentido medial hasta en- ser muy graves.
trar en los ligamentos laterales de la vejiga. La rama genital del nervio génitofemoral
Vasos espermáticos: Transcurren a través de atraviesa este triángulo, cercano al conduc-
la superficie anterior del músculo psoas, tam- to deferente, en busca del anillo inguinal in-
bién retroperitonealmente en dirección ex- terno. Puede lesionarse, si se diseca
terna una vez separados del conducto excesivamente el deferente.
espermático en el anillo inguinal interno. Zona de riesgo eléctrico: La Electrical Ha-
Anillo inguinal interno: Es difícil de locali- zard zone es el área situada lateral y exter-
zar en ausencia de una hernia indirecta, ya namente a los vasos espermáticos. Pese a que
que solo presenta en el sujeto normal una le- en apariencia es aponeurótica, contiene abun-
ve depresión. La unión de los vasos esper- dantes estructuras nerviosas, en especial el
máticos y el conducto deferente alertará sobre nervio femoral, ramas lumbares y el fémoro-
su localización. cutáneo lateral.
252
Esta zona puede confundirse como una jora de un procedimiento clásicamente acep-
continuación del tracto iliopúbico a la hora tado. Además, la TEP presenta ventajas res-
de fijar la prótesis en su parte inferoexterna pecto a la TAPP:
y producir una lesión nerviosa. 1. Mantiene el concepto de "inviolabilidad
También existe riesgo de lesión vascular de la cavidad abdominal". Permite una re-
en esta zona, ya que, en su parte superior y paración de un defecto de la pared abdomi-
paralelo al tracto iliopúbico, transcurre la ar- nal a través de ella, no necesitando entrar en
teria circunfleja que es rama de la arteria ilia- el abdomen para solucionar una patología
ca externa. Su lesión puede ocasionar una extrabdominal, lo que evita las complica-
hemorragia importante ciones potenciales del neumoperitoneo y el
riesgo de lesiones intraabdominales .
2. Puede realizarse sin anestesia general.

Objetivos

A grandes rasgos, la TEP reproduce la Tipo de anestesia


técnica preperitoneal protésica divulgada por
Stoppa colocando una malla en situación Realizamos sistemáticamente premedi-
posterior y reduciendo, mediante el acceso cación anestésica 2 horas antes de la inter-
laparoscópico, las desventajas de la vía abier- vención con Loracepan oral, a dosis de 1-2
ta, obteniendo una visión de la región mg en función del peso y edad. Además, se
preperitoneal superior a aquella. administra Ranitidina oral 150 mg.
El tratamiento laparoscópico de la pato- Se administra profilaxis antibiótica con
logía herniaria presenta potenciales ventajas cefazolina 2 gr. i.v. y tromboembólica, si su
frente a la cirugía convencional: edad es superior a 40 años o presenta facto-
1. Menor dolor e incomodidad postoperatoria. res de riesgo trombótico.
2. Menor tiempo de recuperación con una más La anestesia general es la usada habi-
rápida reincorporación a la actividad habitual. tualmente en pacientes ASA I-II.
3. Fácil reparación de la hernia recidivada al En pacientes ASA III, a los que la aneste-
practicarse en tejidos no disecados ni mani- sia general podría suponer un riesgo sobrea-
pulados anteriormente, con lo que disminu- ñadido, se practica una anestesia espinal, ya
yen los hematomas, orquitis isquémicas e que, al trabajar en espacio preperitoneal y
infecciones de la herida quirúrgica. no realizar neumoperitoneo, nos permite uti-
4. Permite una fácil reparación bilateral. lizar esta técnica anestésica.
5. Reparación del defecto herniario y colo- Pese a que se han descrito buenos resul-
cación de la prótesis en el plano posterior tados con la anestesia locoregional en la TEP,
donde se produce el problema. seguimos siendo partidarios de la anestesia
6. Mejor resultado estético. general por 2 motivos:
Si comparamos la vía preperitoneal pura 1. Si el paciente ha sido sometido a una anes-
(TEP) con otra técnica laparoscópica como tesia locoregional y se produce una perfora-
es la preperitoneal transabdominal (TAPP), ción peritoneal durante la realización de la
creemos que la TEP ha ido ganando adeptos TEP, hecho bastante frecuente especialmen-
progresivamente al ser conceptualmente más te durante la curva de aprendizaje, presen-
atractiva, ya que no se trata de un procedi- tará inmediatamente dolor e incomodidad
miento nuevo, sino que representa una me- que requerirá la administración suplementa-
253
que no se practica sondaje urinario.
El cirujano se coloca en el lado opuesto
a la hernia a operar.

Figura 1.
Introducción de un trocar
1.Incisión
de disección preperitoneal Se practica a 2 cm por debajo del om-
deslizandolo por encima
de la fascia posterior bligo y a 1 cm de la línea media infraumbi-
de los rectos hasta
contactar con el pubis.
lical, incisión transversa de 2-3 cm.
Con disección roma se visualiza la apo-
neurosis anterior del recto que se incide, des-
plazando externamente el paquete muscular
de los rectos, a fin de visualizar la aponeu-
rosis posterior, estructura que utilizaremos
para deslizar el balón de disección preperitoneal
hasta la sínfisis púbica.
El abordaje del plano preperitoneal tam-
Figura 2. bién podría realizarse por línea media, en la
Colocación de la óptica a través
del trocar de disección unión de los rectos, si bien el descenso del ba-
para disponer de visión directa
lón disector sobre el peritoneo puede produ-
en la maniobra de inflado
del balón (500-700ml. de aire) cir fácilmente un desgarro peritoneal, mientras
para disecar el espacio preperitoneal.
que la vaina posterior del recto que nosotros
utilizamos tiene mayor consistencia, motivo
por el que creemos que es más recomendable.
ria de Midazolam y Fentanilo.
2. Dado que la TEP se realiza cada vez más
en régimen de cirugía sin ingreso (UCSI), pre- 2. Disección
ferimos utilizar anestesia general y evitar las a. Creación del espacio preperitoneal: In-
complicaciones de la locoregional (hipoten- troducción de un trocar de disección
sión, retención urinaria, etc.), a fin de que el preperitoneal, de 10 mm de diámetro, des-
paciente pueda remitirse a su domicilio lo lizándolo por encima de la fascia posterior
antes posible. de los rectos en sentido horizontal hasta con-
tactar con el pubis (figura1).
Esta maniobra debe realizarse sin resisten-
cias, ya que, si se realizan maniobras forzadas,
Descripción de la técnica puede producirse un desgarro peritoneal, que,
como se ha citado anteriormente, dificulta enor-
Consideramos muy importante para el memente proseguir con esta técnica.
éxito de la TEP respetar los principios des- Se coloca la óptica a través del trocar de
critos por Stoppa (M) para la vía preperitoneal disección a fin de disponer de visión directa
abierta en cuanto a la disección y parietali- de la maniobra de inflado del balón (500-
zación de los elementos. 700 ml de aire) para disecar el espacio
El paciente se coloca en decúbito supi- preperitoneal. Posteriormente se retira el tro-
no a 0º en la mesa quirúrgica. Previamente car disector sustituyéndose por un trocar de
micciona antes de bajar al quirófano, por lo Hasson o de sellado (figura 2).
254
La cavidad preperitoneal se mantiene con
3 1
insuflación de CO2 a una presión de 10-11
mmHg.
Colocación de 2 trocares de 5 mm. en lí-
nea media con los que se realizará la disec-
ción. El primero se sitúa 2 cm por encima de
la sínfisis del pubis, mientras el segundo se
sitúa entre ambos.
Cuando la hernia es bilateral este acce-
so nos permite reparar ambos lados, no pre-
cisando canales de trabajo suplementarios.

b. Identificación de estructuras: El ligamento


de Cooper es el primer elemento anatómico
que reconoceremos y nos servirá de referen-
cia inicial. La disección seguirá en sentido
lateroexterno hasta el músculo psoas, so- Figura 3.
brepasando el anillo inguinal profundo don- Hernia directa
1. Espacio salida hernia directa.
de se identifican los vasos epigástricos y los 2. Ligamento de Cooper.
3. Vasos epigástricos.
elementos del cordón (conducto deferente y
4. Tracto iliopúbico.
vasos espermáticos) y rechazando posterior- 5
5. Conducto deferente.
2 4 6
6. Vasos espermáticos
mente el peritoneo por encima de la espina
ilíaca antero-superior.

c. Reducción del defecto herniario: Una vez 1


identificadas las estructuras inguinales, pro-
cederemos a su reducción.
Si la hernia es directa, observaremos un
defecto en la pared posterior inguinal por
dentro de los vasos epigástricos. La mayoría
de las veces, el balón de disección preperitoneal
ha reducido completa o parcialmente este
defecto herniario (figura 3).
Cuando se trata de una hernia indirecta,
el saco debe disecarse de las estructuras del
cordón a las que está adherido. La maniobra
debe iniciarse lo más cerca posible del ani-
llo inguinal profundo y ser muy cuidadosa a
fin de preservar la integridad peritoneal, sien-
do en este punto de la intervención donde es
más fácil perforar el peritoneo. A fin de mi-
nimizar este riesgo, la disección es realiza-
Figura 4
da sistemáticamente por tracción con las 2 Hernia indirecta
pinzas atraumáticas. Una vez reducido pue- 1. Saco indirecto herniario.
2. Conducto deferente.
de seccionarse o abandonarse (figura 4). 3 2 3. Ligamento de Cooper.
255
3 jación de la malla con helicosutura.
Colocamos 2-3 grapas en el ligamento de
Cooper, una externa en el tracto iliopúbico,
siempre con la precaución de no ir por de-
bajo a fin de evitar una neuralgia cutánea en
la pierna por lesión del nervio femorocutá-
neo lateral o la rama femoral del nervio ge-
nitofemoral.
Se completa con 3 grapas fijando el bor-
de superior.
No dejamos drenajes.
Retiramos los trocares de 5 mm bajo vi-
sión directa y posteriormente el de 10 mm,
cerrando la aponeurosis superficial del rec-
to con un punto de material sintético reab-
sorbible y las incisiones cutáneas con sutura
Figura 5
Protesis cubriendo el orificio intradérmica de polipropileno.
miopectíneo en su totalidad.
1.Ligamento de Cooper.
2. Elementos del cordón
a los que parietaliza.
3.Músculo psoas.
1 2
Indicaciones de la técnica

3. Prótesis Somos partidarios de tratar la hernia in-


La prótesis debe cubrir el orificio mio- guinal primaria con una técnica protésica, ex-
pectíneo en su totalidad. cepto en pacientes jóvenes con hernias indirectas
Para ello utilizamos una prótesis de poli- o pequeños fallos de pared posterior en los
propileno de 14 x 12 cm, sin fenestraciones ni que realizamos técnicas no protésicas.
hendiduras, que introducimos a través del tro- Si en el paciente está indicada la repara-
car de 10 mm y posteriormente se despliega. ción protésica y la anestesia general no le su-
La parte horizontal descansa sobre el mús- pone un riesgo sobreañadido (ASA I-II), el
culo psoas y los elementos del cordón a los tratamiento laparoscópico extraperitoneal
que parietaliza a fin de que la presión intra- plantea ventajas respecto a las técnicas pro-
abdominal no desplace la malla hacia arri- tésicas abiertas, en cuanto a menor dolor pos-
ba y pueda producirse una recidiva. A ello toperatorio, menor requerimiento analgésico
colabora también el que, en la cara infero- postoperatorio, más rápida recuperación y
interna, la prótesis sobrepase 2-3 cm el liga- reincorporación a la vida activa y laboral con
mento de Cooper (figura 5). un tiempo quirúrgico similar.
La parte vertical se despliega contra la La posibilidad de practicar la TEP con
pared del abdomen, siendo importante que anestesia locoregional permite ofertar la vía
se cubra lo más cerca posible de la línea me- laparoscópica a pacientes de edad avanza-
dia, en especial en las hernias directas en las da o con patología basal compleja (ASA III),
que el defecto es muy medial. en los que la anestesia general aumentaría el
riesgo quirúrgico.
4. Fijaciones En la hernia primaria existen discrepan-
Cierre: Realizamos sistemáticamente fi- cias, dado que el coste hospitalario del pro-
256
ceso es más caro y su utilidad quedaría res- copia, con menor dolor (requerimiento nulo
tringida al sujeto laboralmente activo, en el o escaso de analgesia después de la opera-
que sería posible compensar este mayor cos- ción) y una rápida recuperación postoperatoria
te hospitalario con una reducción del perio- y reincorporación laboral precoz, lo que per-
do de baja laboral. mite su utilización con plenas garantías den-
Cuando la hernia es recidivada, la repa- tro del contexto de cirugía de alta precoz.
ración debe ser sistematicamente protésica, También nos parecen claras las ventajas
ya que se ha demostrado que sus resultados de la laparoscopia en el tratamiento de la
son superiores a los obtenidos con repara- hernia inguinal bilateral, ya que la disposi-
ciones no protésicas. La TEP plantea unas ex- ción de dos trocares en la línea antes descri-
pectativas interesantes en el tratamiento de ta permite una reparación de ambos lados
la hernia recidivada, ya que presenta una altamente confortable para el paciente, sin
morbilidad baja y todos los beneficios inhe- necesidad de canales de trabajo accesorios,
rentes a la vía laparoscópica: por lo que indicamos la TEP como primera
1. En pacientes con reparación primaria por elección en hernias bilaterales.
vía anterior, la más común en nuestro me- En cuanto al tipo de hernia, creemos que
dio, el acceso al defecto herniario a través de la TEP está especialmente indicada en las her-
un tejido no manipulado anteriormente faci- nias directas, la mayoría de las cuales se re-
lita la reparación quirúrgica y, en muchos ca- ducen con la disección producida al insuflar
sos, la anatomía está tan poco alterada que el espacio preperitoneal, lo que permite una
presenta la misma complejidad que una her- mínima disección y unos tiempos quirúrgi-
nia primaria (4-16). cos inferiores a la cirugía convencional. Las
2. Posibilidad de explorar la región inguinal hernias indirectas presentan mayor comple-
contralateral y practicar una herniorrafia con- jidad en la disección del saco y parietaliza-
tralateral, bien sea primaria o recidivada sin ción de los elementos, especialmente si son
variar el acceso. de gran tamaño, por lo que no consideramos
3. El uso de mallas del tamaño suficiente que aconsejable este procedimiento en hernias
cierren el orificio miopectíneo en su totali- inguinoescrotales de gran tamaño.
dad evita las "hernias no visualizadas" que
podrían pasar desapercibidas con otro tipo
de reparaciones. Además, evita la aparición
posterior de hernias crurales que pueden Incidencias
presentarse tras reparaciones anteriores.
4. El actuar a nivel del anillo inguinal interno La hernioplastia laparoscópica por vía ex-
y la fascia transversalis evitando disecciones traperitoneal ha ido ganando adeptos pro-
amplias del cordón y sacos inguinoescrota- gresivamente y, en la actualidad, nadie duda
les, es de capital importancia en la reducción de que tiene un lugar en el tratamiento de la
de las complicaciones locales (infección cu- patología herniaria, en especial en hernias
tánea y hematoma) y evita una complicación recidivadas, bilaterales o en sujetos laboral-
grave, indeseable y a menudo fuente de pro- mente activos.
blemas judiciales, como son las lesiones atró- Sin embargo, sus detractores argumentan
ficas testiculares, que tras reparación convencional que es económicamente más cara, con una
de la hernia recidivada se reportan en la ma- curva de aprendizaje larga y unos resultados
yoría de series alrededor del 5%. a largo plazo inciertos, elementos que ana-
5. Beneficio de las ventajas de la laparos- lizaremos a continuación:
257
Coste económico disección preperitoneal, sonda uretral, elec-
¿Es más cara la HL? La mayoría de estu- trocauterio, etc.).
dios apuntaron, desde un principio, que la En definitiva, el tratamiento laparoscópi-
vía laparoscópica, al reducir el dolor posto- co de la hernia es más caro para el hospital,
peratorio y las necesidades analgésicas pos- si bien el coste total del proceso en un suje-
toperatorias, favorecía una más rápida to laboralmente activo resulta más econó-
recuperación y reincorporación a la vida ac- mico, si se valora en su totalidad.
tiva y laboral con un coste económico y tiem-
po quirúrgico similar.
Payne, en 1994, es el primero en com- Curva de aprendizaje
parar el coste económico y demuestra que la Cualquier procedimiento laparoscópico
HL es más cara para el hospital, si bien el requiere en sus inicios, hasta “dominar” la
coste total del procedimiento es menor para técnica, un periodo de aprendizaje en el que
el sistema sanitario al disminuir el período los resultados pueden no ser los esperados.
de baja laboral (reincorporación al trabajo a La curva de aprendizaje de la TEP es es-
los 9 días en el TEP y 17 días en el Lichtens- pecialmente compleja por 2 motivos: de una
tein). Asimismo, las complicaciones también parte, la elevada exigencia de la técnica, ya
son inferiores en los intervenidos por vía la- que, si se produce una perforación peritoneal,
paroscópica (7% en el TEP frente al 18% en disminuyen las posibilidades de finalizar exi-
el grupo de cirugía abierta protésica). tosamente la TEP y, por otra parte, la mayo-
Este es uno de los fundamentos en que ría de cirujanos estábamos familiarizados con
se basa el tratamiento laparoscópico de la el acceso inguinal anterior, teniendo poca
hernia: el mayor coste del proceso hospita- experiencia en la vía posterior.
lario se compensa con la disminución de la Todo ello hace que algunos autores cuan-
incapacidad laboral. tifiquen en 50 reparaciones herniarias la curva
Liem, en un estudio multicéntrico rando- de aprendizaje de la TEP, que, en líneas gene-
mizado realizado por 87 cirujanos en diver- rales, se traduce en un aumento del tiempo
sos hospitales holandeses en que compara una quirúrgico, tasa de conversión y de recidiva.
técnica laparoscópica (TEP) frente a otra abier- La mayoría de autores refieren, durante
ta no protésica, obtiene una reincorporación la curva de aprendizaje, recidivas precoces
laboral significativamente más corta en el gru- atribuibles a errores técnicos (prótesis pe-
po laparoscópico (14 días en vez de 21). El queña o mal colocada) o a no identificar co-
análisis del coste-efectividad del tratamiento rrectamente el defecto herniario (missed
laparoscópico de la hernia frente al conven- hernias: habitualmente no se sabe reconocer
cional obtiene resultados similares, llegando un saco indirecto y se trata y clasifica la her-
a la conclusión de que el tratamiento lapa- nia como directa). A medida que aumenta la
roscópico es más barato y más efectivo. experiencia del cirujano, este tipo de errores
Otros autores como Ferzli son partidarios no ocurren, al igual que disminuye la tasa de
de intentar disminuir el coste hospitalario conversión cuando se produce perforación
acortando el tiempo quirúrgico de la HL has- peritoneal.
ta equipararlo al de la cirugía abierta y, por
otra parte, minimizar el coste del material al
dejar de utilizar instrumentos inicialmente Resultados actuales
útiles, pero que él considera superfluos a me- Al analizar la literatura existente en el tra-
dida que aumenta la experiencia (balón de tamiento de la hernia comprobamos un he-
258
cho históricamente constante: los resultados algunos autores opinan que la TAPP presen-
de estudios multicéntricos son siempre peo- ta menos complicaciones que la TEP, otros
res que los obtenidos por grupos especiali- refieren una tasa de recidiva y complicacio-
zados. La hernioplastia laparoscópica tampoco nes inferior con la TEP, aunque técnicamen-
escapa a este fenómeno y, mientras en la her- te es más compleja y con una curva de
niorrafia convencional se describe un índice aprendizaje más larga. Recientemente Van
de complicaciones alrededor del 7-12%, en Hee, en Bélgica, no ha demostrado diferen-
las laparoscópicas se sitúa entre el 9-17% en cias de resultados estadísticamente signifi-
estudios multicéntricos y por debajo del 2% cativos entre TAPP y TEP.
en series personales, hecho también descri- En cuanto al estudio de la recidiva a lar-
to en las técnicas clásicas anteriores con gru- go plazo, solo existe, por el momento, un es-
pos especializados. tudio randomizado de Champault que analiza
Probablemente es todavía temprano pa- 3 técnicas: laparoscópica extraperitoneal,
ra establecer cuáles son las complicaciones Stoppa y Shouldice. Así, en el primer año, la
reales de la hernioplastia laparoscópica, ya recurrencia es de 2%, 0% y 1% respectiva-
que la mayoría de éstas, incluída la recidiva, mente. Sin embargo, a los 4 años, la recidi-
ocurren durante la curva de aprendizaje en va es del 7% en el grupo laparoscópico, 12%
la técnica y las series actuales pueden estar en el Shouldice y 10% en el Stoppa. Para es-
sesgadas por este motivo. te autor, los factores predictivos de recidiva
Recientemente Félix publica la serie más en la TEP son el tamaño de la prótesis y la
amplia hasta la fecha con un total de 4.890 experiencia del cirujano.
TEP realizadas por 7 cirujanos “expertos” que Coincidimos con Crawford en que la re-
hubieran realizado más de 500 HL, a fin de cidiva en el tratamiento laparoscópico de la
evitar la distorsión de la curva de aprendiza- hernia disminuye gradualmente a medida que
je. Los resultados son espectaculares, con una aumenta la experiencia del cirujano, el co-
recidiva del 0,22% tras un seguimiento medio nocimiento de la anatomía preperitoneal y
de 3 años. La fijación inadecuada o el pequeño el tamaño de la prótesis, siendo los resulta-
tamaño de la malla son la causa del 65% de dos actuales iguales o mejores a los obteni-
estas recurrencias. dos con cirugía convencional abierta.
Similares resultados son referidos por es-
pecialistas en TEP como McKernan y Ben-
chetrit, con una tasa de recidiva inferior al
0,5%, mientras Ferzli, en 512 casos, refiere Conclusiones y consejos
una recidiva del 1,7% con un seguimiento
de 3 años. El tratamiento laparoscópico de la hernia
Estudios prospectivos randomizados com- totalmente extraperitoneal (TEP) reproduce
parando la TEP con la técnica preperitoneal fielmente los preceptos clásicos de la vía
abierta o con la herniorrafia convencional preperitoneal abierta, ampliamente divulga-
anterior demuestran menor estancia hospi- dos por Nyhus y Stoppa, en cuanto a disec-
talaria, dolor y complicaciones postoperato- ción y colocación de la prótesis cubriendo
rias y una más rápida recuperación en el grupo todo el orificio miopectíneo. La laparosco-
laparoscópico. pia mejora la vía de acceso en aras de una
En cambio, al comparar la TEP con la téc- mayor comodidad para el paciente.
nica laparoscópica transabdominal se han Por ello, la TEP debe considerarse una
descrito resultados contradictorios: mientras mejora de una técnica clásica, refrendada y
259
validada, más que un procedimiento lapa- olvidar que en el éxito de la reparación her-
roscópico nuevo. niaria juega un destacado papel la experien-
Respecto a otras técnicas laparoscópicas cia del cirujano y el perfeccionamiento
es conceptualmente más atractiva al mante- individual de la técnica, lo que ha permitido
ner el concepto de "inviolabilidad de la ca- a grupos con experiencia en esta técnica re-
vidad abdominal" evitando las complicaciones portar magníficos resultados.
potenciales del neumoperitoneo y el riesgo Creemos que la TEP es una alternativa vá-
de lesiones intraabdominales, pudiendo re- lida a tener muy en cuenta en el tratamien-
alizarse sin anestesia general. to actual de la hernia inguinal, especialmente
Pese a que requiere un cierto grado de en recidivadas, bilaterales y pacientes labo-
exigencia técnica y presenta una curva de ralmente activos que precisen una reincor-
aprendizaje nada despreciable, no debemos poración laboral precoz.

260
Capítulo 23

El tratamiento de la hernia inguinal por laparoscopia.


La vía transperitoneal (TAPP)
Enric Laporte Roselló
Mercé Güell Garré

El empleo de la endoscopia se hace ca- paroscopia durante una miomectomía uteri-


da vez más general en cirugía gracias a la po- na, utilizando una placa de duramadre. Schultz
sibilidad de capturar la imagen del ocular y colaboradores publicaron en 1990 la pri-
con una cámara y seguirla en una pantalla mera serie de reparaciones herniarias por vía
de un monitor; ello permite acceder visual- laparoscópica con una prótesis de polipro-
mente a los distintos espacios del cuerpo hu- pileno en el espacio preperitoneal. Ese mis-
mano con precisión y minimizando el mo año, nosotros iniciamos la reparación de
traumatismo quirúrgico. la hernia inguinal, según el mismo principio,
El acceso al espacio preperitoneal no ha con una malla fenestrada que dejaba paso a
escapado a esta vía de abordaje, por lo que los elementos del cordón espermático.
las técnicas del tratamiento de las hernias de
la región inguinal que observaban el refuer- Leonard S. Schultz es Assistant Clinical Profes-
zo de dicha zona con una prótesis, han sido sor de la Universidad de Minnesota y trabaja en
reproducidas siguiendo esta vía menos inva- el Departamento de Cirugía del Abbott-Northwest-
siva. Ya sea mediante el acceso directo, abor- wern Hospital de Minneapolis (Minnesota). Sus
daje preperitoneal, o bien por vía trans- estudios preuniversitarios se desarrollaron en la
abdominal, laparoscópica tratada en este ca- Universidad de Nueva York y se graduó en la
pítulo, el abordaje de esta área resulta me- Louisville Medical School. Realizó su interna-
nos traumático por vía endoscópica que por do en el Mount Sinai Hospital de Nueva York y
vía abierta, dado que las consecuencias y completó su formación como especialista en ci-
complicaciones de la herida quirúrgica se rugía en los hospitales universitarios de Minne-
ven minimizadas. sota, en Minneapolis.
La primera referencia sobre la reparación Es miembro de distintas sociedades pro-
de una hernia bajo control laparoscópico es fesionales, entre las que destacan la Minnea-
la de Ger en 1982; se trató de un cierre del polis Surgical Society, Minneapolis Academy
defecto herniario sin reducción del saco con of Medicine, American College of Surgeons
un agrafe de Mitchell con el fin de aproximar y Society of American Gastrointestinal En-
los bordes del anillo herniario. Popp en 1990 doscopic Surgeons (SAGES).
informó de una reparación herniaria por la- En sus 25 primeros casos tratados, Schultz
261
ferencia ineludibles antes de proceder a la in-
cisión del peritoneo son: el ligamento umbi-
lical homolateral, los vasos epigástricos desde
9 su inserción con los iliacos y el orificio in-
guinal profundo con los elementos que pa-
8 san a formar: a) en el hombre, el cordón
7
espermático -los vasos espermáticos y el con-
ducto deferente-; b) en la mujer, el ligamen-
to redondo. Medialmente se puede palpar la
1
rama iliopubiana, que observaremos recu-
6
bierta por el ligamento de Cooper durante la
disección del espacio preperitoneal.
5
El esquema que presentamos (figura 1)
4
sirve de orientación para la identificación de
los elementos de la región y para determinar
3
2 el tipo de hernia, siempre teniendo en cuen-
ta el hecho de que los vasos epigástricos pue-
1
den estar desplazados por el mismo cuello
del saco, hacia afuera en las hernias directas
o hacia adentro en las indirectas.
Figura 1
Visión transperitoneal
de la pared inguinal posterior.
1. Vena iliaca.
2. Arteria iliaca.
3. Conducto deferente.
4. Orificio crural (sitio de la
empleó una pieza de malla de polipropileno Objetivos de la técnica quirúrgica
hernia crural o femoral). en el espacio preperitoneal aplicado justo al-
5. Ligamento de Cooper.
6. Orificio inguinal directo rededor del defecto herniario, una vez everti- La experiencia actual demuestra que las
(sitio de la hernia directa). do el saco y sin ningún tipo de fijación. Después técnicas laparoscópicas más eficaces en la re-
7. Vasos epigástricos inferiores.
8. Pared inguinal posterior: de observar un índice de recidiva del 30%, paración de la hernia de la región inguinal,
Fascia transversalis
y músculo transverso. decidió utilizar prótesis de mayor tamaño, al son las que observan la colocación de una
9. Ligamento umbilical. tiempo que pudo fijarlas gracias a la aparición malla de refuerzo en situación preperitoneal.
10. Orificio inguinal interno
(sitio de la hernia indirecta). en el mercado del Endopath – ILS de Ethicon- La aposición de la malla se debe llevar a ca-
Endosurgery (Johnson & Johnson). bo de tal forma que ocluya todos los posibles
orificios herniarios de la región inguinal: el
espacio que conforma la pared posterior del
canal inguinal (el triángulo de Hesselbach)
Bases anatómicas por donde protruyen las hernias directas, el
de la técnica quirúrgica orificio crural y el orificio inguinal profundo
por donde discurren las hernias indirectas.
En el abordaje laparoscópico, resulta fun-
damental comenzar por identificar las es-
tructuras de referencia situadas justo por delante
del peritoneo vistas por transparencia. Una Indicaciones
vez incidido el peritoneo y evertido el saco
herniario, se seguirá el control de las mismas En general, la técnica de la hernioplastia
durante toda la operación. Estos puntos de re- por laparoscopia que describimos a conti-
262
nuación está indicada para la reparación de flebotrombosis mediante la administración
todos los tipos de hernia inguinal del adulto. única de una dosis de 2500 U de heparina
Las contraindicaciones vienen dadas por el de bajo peso molecular dos horas antes de
hecho de la anestesia general, obligada en la intervención. A pesar de que tradicional- 10 mm.
todos los casos, y el tamaño del saco que mente parece recomendable, por el hecho
puede hacer engorrosa su disección. Las con- de usar una prótesis sintética, no adminis-
12 mm.
secuencias de la hipertensión abdominal que tramos antibióticos de manera sistemática.
tiene lugar durante la intervención por lapa- En caso de hacerlo, empleamos una sola do- 5 mm.

roscopia, principalmente en pacientes con sis de cefazolina (2g) por vía endovenosa en
problemas respiratorios, obliga a descartar el momento de la inducción anestésica.
aquellos en que la anestesia general y la prác-
tica del neumoperitoneo pueda representar
un riesgo añadido innecesario, ante la posi-
Figura 2
bilidad de ser operados bajo anestesia local Descripción de la técnica Puertas de entrada
de los trocares
o locorregional.
con sus referencias anatómicas.
Otros casos pueden añadir dificultades Se coloca al paciente sobre la mesa ope-
al acto quirúrgico: los pacientes más obesos ratoria en posición de decúbito supino dorsal,
resultan muy laboriosos, al igual que ocurre bajo anestesia general y, eventualmente, se le
cuando se emplea la vía abierta; pero no ocu- coloca una sonda vesical que se conecta a una
rre lo mismo con los que presentan una her- bolsa de recogida de orina para mantener la
nia recidivada, ya que el campo quirúrgico vejiga urinaria vacía durante la intervención.
suele estar prácticamente intacto en el abor- Se practica al neumoperitoneo de la for-
daje posterior. En cualquier caso, el abanico ma habitual y, una vez introducida la óptica
de indicaciones viene siempre condiciona- por la incisión umbilical, se revisa la cavidad
do por dos factores: abdominal y se balancea la mesa en posición
- la experiencia del cirujano de Trendelenburg unos 10º.
- la utilización de dispositivos para tra- Por sendos orificios situados en los flan-
bajar a baja presión, al referirnos a pacien- cos, se pasan dos vainas, una de 12 mm por
tes con problemas respiratorios o cardiacos, el lado homolateral a la hernia y otra de 5 mm
para su mejor control durante la anestesia. por el contralateral (figura 2). Una vez dis-
Por último, cabe considerar aparte el tra- puestas las vainas para el paso del instrumen-
tamiento de las hernias tipo I, e incluso el tipo tal, se baja la presión intraabdominal alrededor
II, según la clasificación de Nyhus. En tales ca- de los 7-8 mm de Hg, o de 4-5 mm, si se em-
sos, pensamos más acertadamente reducir el plea un suspensor de pared abdominal.
saco herniario y ajustar el orificio inguinal pro- Una vez identificados los elementos de
fundo con un punto que no reforzar la pared referencia del área inguinal que nos han
con una malla. Por esto, la laparoscopia bajo de servir como puntos de referencia du-
anestesia general no tiene clara justificación. rante todo el acto quirúrgico, y compro-
bado el defecto herniario, se incinde el
peritoneo horizontalmente desde la espi-
na iliaca anterosuperior hasta el ligamen-
Preparación preoperatoria to umbilical. Es conveniente llevar a cabo
la incisión unos siete cm por encima del
En la preparación del paciente, solo lle- orificio inguinal profundo, punto de con-
vamos a cabo una pauta de profilaxis de la fluencia de los elementos que van a cons-
263
tituir el cordón espermático. rren junto al anillo herniario por fuera del mis-
3 4 5 6 7
El paso siguiente consiste en el abordaje mo, y evitar cualquier maniobra –cuidado con
del saco herniario para su eversión. En el ca- la utilización de la electrocoagulación que
so de las hernias indirectas, se inicia el des- represente un peligro para ellos–.
pegamiento de su cara superoanterior con Una vez solucionado el problema del sa-
una tijeras conectadas a la coagulación mo- co e identificados todos los elementos, se tra-
nopolar, siguiendo el plano de despegamiento ta de introducir una malla de polipropileno
2 que existe entre el mismo y el borde del mús- (PROLENE®, Ethicon) de un tamaño entre
1 8 culo transverso. Identificado el fondo del sa- 7x12 a 10x15 cm, aplicándola en el área in-
9
co, se sigue la disección en sentido retrógrado guinal y fijándola con agrafes mediante un
despegándolo de los elementos del cordón, dispensador diseñado para tal efecto. Final-
ejerciendo una discreta tracción de dicho mente se sutura el peritoneo con una conti-
fondo con una pinza hasta la completa ever- nua de monofilamento, a poder ser reabsorbible.
sión. La mayoría de las veces, esta maniobra Después del lavado del campo operatorio
Figura 3
Sección del peritoneo, permite disecar simultáneamente el lipoma con suero fisiológico, se vacía el gas de la
que descubre las estructuras:
1. Ligamento de Cooper.
que suele acompañarlo. En los casos de her- cavidad abdominal y se retiran las vainas de
2. Canal femoral. nias inguinoescrotales, solemos abandonar trabajo sin dejar drenaje alguno.
3. Cordón espermático.
4. Arco del transverso. el saco después de efectuar una incisión del Al principio disecábamos completamen-
5. Vasos epigástricos. peritoneo que sigue el borde superior del cue- te los vasos epigástricos y los elementos del
6. Orificio inguinal interno.
7. Tracto iliopúbico. llo herniario, rodeándolo. cordón al confluir junto al orificio inguinal
8. Vasos iliacos.
9. Conducto deferente. En el caso de las hernias directas, el pri- profundo, y pasábamos una malla por de-
mer paso de la intervención suele ser más lante de los primeros y por debajo de los otros.
sencillo. La incisión peritoneal es la descri- La disección de los vasos epigástricos no apor-
ta al principio, y el abordaje del saco, que taba más ventaja que una aposición casi per-
se inicia igualmente por su cara superior, ra- fecta de la malla a la pared inguinal, pero su
ramente plantea problemas. Una suave trac- disección resulta engorrosa en algunos casos
ción con una pinza facilita su eversión, así por el riesgo de sangrado. Por otra parte, se
como la identificación del anillo herniario, favorecía la recidiva por la misma escotadu-
por dentro de los vasos epigástricos, por en- ra, si quedaba mal ajustada. El paso siguien-
cima del ligamento inguinal, por fuera del te fue disecar solo el cordón y pasar la lengüeta
pubis y por debajo del tendón conjunto. En de la malla recortada por debajo del mismo.
pacientes obesos, la cantidad de grasa sue- Cerramos la escotadura en la parte interna
le ser considerable, lo cual dificulta un po- de la región inguinal, justo sobre el ligamento
co la disección. de Cooper, en las hernias indirectas, o en la
La eversión del saco de una hernia crural parte superoexterna del área, en las directas
Figura 4 puede ser un poco más problemática. El ani- (figura 3). Como ventaja técnica, la malla se
Prótesis colocada sobre
la región inguinocrural llo crural suele ser más pequeño que el saco superpone perfectamente a la superficie de
posterior que cubre los tres y, sobre todo, que el lipoma herniario que in- la pared, y resulta más fácil ajustar el diá-
orificios herniarios
simultáneamente. defectiblemente lo acompaña. Por ello, se metro de la escotadura y no hace falta des-
suele practicar una quelotomía de aproxima- pegar demasiado el peritoneo de la cara
damente un centímetro hacia dentro, donde superior de los elementos del cordón. A pe-
se halla el ligamento de Gimbernat, o hacia sar de ello, decidimos optar por el uso de ma-
arriba, seccionando parcialmente el ligamento llas enteras (figura 4) para evitar riesgos de
inguinal. Aquí es preciso tener perfectamen- recidiva e, incluso, en caso de hernias bila-
te localizados los vasos iliacos que transcu- terales, utilizamos una gran malla que cubre
264
ambas regiones inguinales, reproduciendo la resulta una buena intervención en manos ex-
técnica propugnada por Stoppa. pertas, la sencillez de la técnica cuando se tie-
ne una práctica quirúrgica endoscópica
consolidada, la hacen igualmente competitiva.
Sin embargo, cabe tener muy presente que se
Complicaciones trata de una intervención que requiere un apren-
dizaje por parte del cirujano, resulta algo más
A parte de las complicaciones locales que cara y, aunque comporta un curso postope-
pueden suceder a cualquier herida quirúrgi- ratorio todavía más benigno que el de la técni-
ca, la más temida en el caso de la reparación ca convencional, sus ventajas no son tan evidentes
de las hernias es la recidiva, que pone de ma- como en el caso de otras intervenciones que
nifiesto la inutilidad del gesto quirúrgico. Un requieren una laparotomía. Figura 6a
Malla con escotadura
repaso a la literatura refiere entre un 0 y un En principio, parece lógico pensar que la (fijada con grapas) que permite
7% de recidivas en el tratamiento primario colocación de una prótesis preperitoneal por el paso del cordón espermático.

de las hernias inguinales, y entre un 5 y un vía endoscópica reforzando la pared poste-


35% en las recidivadas. rior del área inguinal, ha de conllevar resul-
El empleo de la vía de abordaje laparos- tados superiores al abordaje externo al minimizar
cópico comporta la posibilidad de formación el traumatismo provocado por la vía de ac-
de bridas y de lesión del intestino. La verdad ceso. Con respecto a las técnicas tradiciona-
es que al practicar la laparoscopia en los ca- les pretende:
sos de hernias recidivadas tratadas por la vía - mejorar el diagnóstico del tipo de her-
convencional, hemos constatado la presen- nia y determinar la posibilidad de su bilate-
cia de adherencias en prácticamente todos ralidad durante el mismo acto quirúrgico.
los casos en que se había colocado una ma- - ser menos traumático para el enfermo.
lla preperitoneal. - reducir las estancias hospitalarias.
Figura 6b
También se han descrito complicaciones - mantener la posibilidad de recidivas Modo de constituir la malla.
derivadas de la inserción de los trocares pa- dentro de límites aceptables. Tamaños medios
de 7x12 cm a 10x15 cm.
ra la laparoscopia, la lesión de los elemen- - evitar la neuralgia inguinal postoperatoria.
tos de la zona durante la disección del conducto - disminuir el riesgo de lesión del cordón
deferente, vasos espermáticos, vasos iliacos
vejiga urinaria, etc., y el atrapamiento de al-
guno de los nervios de la región con un agra-
fe de fijación. En el curso postoperatorio se
han descrito la aparición de equimosis y hema-
tomas inguinoescrotales, y el engrosamien-
to del cordón debido a su compresión por la
malla.

Comentario
Figura 7
Para evitar riesgos de recidiva
El tratamiento de las hernias de la región Figura 5 y proteger toda la región,
inguinal no ha escapado a las influencias de la Cierre del peritoneo con sutura continua, se puede utilizar una gran malla,
monofilamento reabsorbible, que en el caso de hernias bilaterales
laparoscopia y, si bien la práctica tradicional que impide el contacto de las asas con la malla. reproduce la técnica de Stoppa.
265
espermático, el riesgo de ocasionar una orquitis mentos es mucho más fácil y precisa. Qui-
isquémica, y de lesionar la vejiga urinaria. zás la única objeción que se puede hacer al
En la tabla I se hallan los resultados del respecto de la vía laparoscópica para el tra-
estudio comparativo llevada a cabo por la tamiento de las hernias inguinales, sea el em-
Sección de Cirugía Endoscópica de la Aso- pleo de la anestesia general. En la actualidad,
ciación Española de Cirujanos, entre un gru- gracias al cuidado del Servicio de Anestesia
po de pacientes operados por la vía de Nyhus y a trabajar a baja presión, más del 60% de
y otros operados por vía laparoscópica. El los pacientes son dados de alta el mismo día
tiempo de intervención resultó parejo al que de la intervención siguiendo el Programa de
se invierte en la técnica por vía convencio- Cirugía Mayor Ambulatoria.
nal cuando se trata de hernias abordadas por Los resultados recogidos hasta ahora, aún
primera vez, pero inferior en el caso de las a falta de un seguimiento más largo de los
recidivadas. Ello viene a representar una ven- pacientes, permiten considerar la vía endos-
taja adicional sobre todo, si consideramos cópica como una buena alternativa frente a
que, en este caso, la identificación de los ele- la tradicional.

Analgesia postoperatoria Estancia hospitalaria

Complicaciones TAPP N=209 NYHUS N=183

Herida 11 46
Saco residual 9 1
Cordón 16 3
Tabla 1. Estudio comparativo Neuralgia 5 4
sobre la hernioplastia inguinal
Urinarias 0 2
con prótesis de polipropileno.
El abordaje por vía anterior (Nyhus)
frente a la vía laparoscópica (Tapp).

266
Capitulo 24

La hernia crural

Alfredo Moreno Egea


José Luis Aguayo Albasini

Historia e importancia 2. Su diagnóstico preoperatorio puede ser difícil.


3. Es una causa frecuente de abdomen agudo
1. Apuntes históricos por obstrucción intestinal, sobre todo en
Para el tratamiento quirúrgico de la hernia mujeres, obesos y ancianos.
femoral se han descrito más de 79 operaciones 4. Es una causa de morbimortalidad evitable.
distintas. Este dato revela en cierto modo el 5. Mantiene una gran controversia respecto a su
grado de insatisfacción del cirujano con tratamiento, y no existe todavía un acuerdo en
respecto al uso de las técnicas clásicas, las cuanto al mejor acceso quirúrgico y opción técnica.
cuales generalmente implican una gran 6. Las recurrencias son bastante altas, entre
dificultad y unos malos resultados. La un 3.1-30%, en series con un seguimiento de
introducción de las mallas ha supuesto un apenas el 75% de los pacientes y a los 5 años.
nuevo giro en el esquema terapéutico de la
hernia femoral al posibilitar su corrección de
una forma más sencilla y eficaz. En 1974
Lichtenstein describió la técnica de hernioplastia Principios anatómicos y fisiológicos
sin tensión mediante un tapón de polipropileno
que cerraba el canal femoral a través del 1. Anatomía aplicada
orificio de salida. En tan sólo unos años se La hernia femoral es una protusión de
ha convertido en una técnica ampliamente grasa preperitoneal o de vísceras intrape-
utilizada por su gran sencillez, fácil aprendizaje ritoneales a través de una debilidad de la
y buenos resultados, incluso realizándose de fascia transversalis en el anillo crural siguiendo
forma ambulatoria y con anestesia local. el canal femoral. El canal femoral es un espacio
en forma de cono de 1,5-2 cm de longitud y
2. Importancia actual cuyo vértice se sitúa superficialmente en la
La hernia femoral mantiene una gran fosa oval. Presenta un orificio de entrada o
importancia dentro de la cirugía por los anillo femoral (profundo) y otro de salida u
siguientes aspectos: orificio femoral (superficial) y un diámetro
1. Representa cerca del 10% de toda la patología anteroposterior de 10-14 mm y otro transverso
quirúrgica de la pared abdominal. de 12-16 mm.
267
Anillo femoral (canal de entrada) Las causas por las cuales se produce una
Es la abertura proximal al canal femoral hernia femoral son desconocidas, mezclándose,
y se sitúa a nivel del tracto iliopúbico. Tiene entre los factores etiológicos, observaciones
un diámetro de 1-3 cm y está formado por epidemiológicas, ideas de la cultura popular
un anillo elástico revestido por un anillo rígido. y teorías sin confirmar todavía.
El primero es un círculo de fibras elásticas 1. Aumentos de la presión intraabdominal:
cuyos límites son: anterior y medial, el tracto Es uno de los factores etiológicos más
iliopúbico; posterior, el músculo pectíneo y conocidos. Todas las causas que conlleven
su fascia; y lateral, la vaina femoral. El anillo una mayor presión intraabdominal pueden
rígido externo es un círculo de fibras cuyos predisponer a la herniación femoral, ya que
límites son: medial, el ligamento lacunar; favorecen la protusión de la grasa preperitoneal
anterior, el inguinal; posterior, la rama superior en el canal femoral presionando sus estructuras
del pubis; y lateral, la vaina femoral. El lado y separándolas (embarazo, enfermedades
compresible siempre es el borde lateral (vaina pulmonares obstructivas, estreñimiento, etc.).
femoral). 2. Causas yatrogénicas:
Orificio femoral (canal de salida) Entre el 15 y el 45% de las hernias
La parte final del canal femoral se encuentra femorales son consideradas yatrogénicas, es
a nivel del ligamento inguinal y termina de decir, la consecuencia de la reparación de
forma ciega. Sólo se produce un orificio una hernia inguinal previa. Se asocian con
verdadero cuando existe una hernia femoral mayor frecuencia a hernias directas y recurrentes
que protuye por fuera del canal. Los límites que han sido reparadas con la aproximación
del orificio de salida son: anterior, el cuerno del músculo transverso al ligamento inguinal
superior de la fascia lata; posterior, fascia bajo tensión. La tracción del ligamento inguinal
pectínea; lateral, la vaina femoral; y medial, o del tracto iliopúbico cranealmente abre el
el tracto iliopúbico. anillo de entrada al canal femoral favoreciendo
Canal femoral su herniación.
Tiene unos 2 cm de longitud y forma cónica. 3. Causas anatómicas que determinen un
Sus límites y contenidos son: aumento del anillo femoral:
a. Límites. Una inserción anormal del piso posterior
Anterior: fascia lata (cuerno superior) y o del tracto iliopúbico sobre el ligamento de
tracto iliopúbico. Cooper. Aunque es una teoría lógica, se
Posterior: ligamento pectíneo de Cooper contradice con el hecho de que al operar por
Medial: tracto iliopúbico y ligamento vía posterior se ha comprobado que existen
lacunar (porción vertical) anillos femorales grandes sin existir hernia
Lateral: cintilla iliopectínea y la vaina asociada.
femoral 4. Envejecimiento: Se basa en los datos
b. Contenido. epidemiológicos que apuntan a una mayor
Tejido conectivo areolar, la arteria femoral frecuencia de esta patología en la edad adulta.
y, en su cara ventral, la rama femoral del La teoría se fundamenta en la existencia de
nervio genitocrural, la vena femoral y el músculos gruesos adyacentes al canal femoral.
ganglio linfático de Cloquet o de En condiciones normales los músculos iliopsoas
Rosenmueller. y pectíneo rodean los límites del canal femoral
y actúan como una barrera al desarrollo de
2. Etiopatogenia aplicada. la hernia. Cuando existe una atrofia muscular,
Etiología como en la vejez, el volumen del músculo
268
circundante es menor y permite que la presión variedades:
intraabdominal favorezca la herniación. Esta HF típica: aquella que protruye lateral a la
teoría explica la mayor incidencia de las vena femoral.
hernias femorales en los viejos, indepen- HF prevascular de Teale: cuando el saco se
dientemente del sexo. Además en la mujer, sitúa por encima de la vena femoral.
sea cual sea su edad, la masa muscular suele HF retrovascular de Serafini: cuando el saco
ser menor, lo que puede explicar que ante se sitúa por debajo de la vena.
cualquier condición que aumente la presión HF externa o de Hesselbach: aquella que se
intraabdominal se favorezca la aparición de sitúa superior y lateral a la arteria femoral.
hernias (embarazo, obesidad, etc.). HF de Laugier: es aquella que protruye por
el ligamento lacunar.
HF pectínea de Callisen-Cloquet: la que
Patogenia de la hernia femoral perfora la aponeurosis pectínea y se aloja
El conducto femoral puede encontrarse entre esta y su músculo.
cerrado por las fibras reflejadas del ligamento HF multidiverticular de Heselbach: la que
iliopúbico, que rodean la vena iliaca externa atraviesa distintos orificios de la fascia cribiformis
antes de fijarse al ligamento de Cooper. El con un saco con varias prolongaciones y
saco herniario se introduce por el anillo siendo la más simple la de Astley Cooper con
femoral, por fuera de la porción curva del disposición en alforja (una parte bajo la fascia
ligamento iliopúbico, pasando frente al cribiformis y otra bajo la piel).
ligamento de Cooper, por detrás del saco y
por debajo del ligamento inguinal. Llega a la 2. En función del grado de penetrancia del
fosa oval, que es la solución de continuidad saco en el canal femoral (Berliner):
de la fascia lata destinada al paso de la vena Estadio 1 o precursor: aquellas que son
safena interna. La fosa oval está cubierta por hernias internas y asintomáticas (situadas
la aponeurosis cribiforme, prolongación de dentro del canal femoral). No detectables por
la fascia innominada de la pared abdominal. exploración física.
Por tanto, cuando se desarrolla una hernia -Estadio 2 o hernia externa, que protruyen
femoral se separa la vaina femoral de la porción fuera del canal y son detectables clínicamente.
vertical del ligamento lacunar dando como -Si aceptamos dicha clasificación, el
punto de constricción e incarceración al canal diagnóstico de una hernia de tipo 1 solo se
de salida. Para poder completar la liberación puede realizar abriendo la pared posterior y
del saco es preciso por tanto seccionar el exponiendo el ligamento de Cooper y el anillo
ligamento lacunar y la porción interna del femoral.
tracto iliopúbico. “En ocasiones, la arteria
aberrante del obturador puede pasar medial
al saco herniario y hace peligrosa esta
maniobra”. Tratamiento quirúrgico de la hernia
femoral

Podemos diferenciar tres vías de abordaje


Clasificación de la hernia femoral para tratar la hernia femoral:

1. En función del trayecto y situación de la Acceso femoral


hernia se pueden determinar las siguientes Ventajas: (1) precisa una disección mínima,
269
(2) puede realizarse de forma rápida mediante disección inguinal. En la práctica, la reparación
anestesia local, (3) se asocia a un mínimo más utilizada es la de Lichtenstein con un
dolor postoperatorio, y (4) es fácil de enseñar parche en la región inguinal y con un tapón
y aprender (no tiene apenas curva de en el canal femoral.
aprendizaje).
Desventajas: (1) su ejecución con suturas
puede crear una reparación con tensión sobre Acceso preperitoneal (o posterior)
estructuras débiles (fascia pectínea) y asociarse Ventajas: (1) permite una mejor y más completa
a una alta tasa de recurrencias. exposición local, (2) la exploración y reparación
Opciones técnicas: de hernias bilaterales con una misma incisión,
1. Técnicas clásicas o herniorrafias (3) tiene un menor riesgo de lesión vascular
Operación de Bassini y vesical (al visualizar directamente las
Operación de Bassini-Kirshner estructuras, y la posible existencia de una
2. Técnicas protésicas o hernioplastias arteria obturatriz anómala), y (4) puede corregir
Lichtenstein (tapón cilíndrico) con comodidad otras hernias asociadas (inguinal
Figura 1
Trabuco (dardo o saeta) u obturatriz), complejas y recidivadas.
Bendavid (paraguas o sombrilla) Desventajas: (1) no puede ser realizada con
anestesia local, (2) puede ser difícil la reducción
de un saco incarcerado, (3) la disección es
Acceso inguinal más incomoda y en ocasiones difícil, (4) puede
Ventajas: (1) permite una mayor exposición repararse bajo tensión, si se utiliza una línea
local, y (2) un mejor control y reducción del de sutura entre estructuras distantes, y (5)
contenido del saco herniario. tiene una curva de aprendizaje considerable.
Desventajas: (1) precisa una mayor disección Opciones técnicas:
local con mayor traumatismo y morbilidad, 1. Técnicas clásicas
(2) se asocia a mayor incomodidad y dolor Operación de Nyhus (con o sin refuerzo
postoperatorio, y (3) también puede dejar una protésico)
reparación con tensión que favorezca la 2. Técnicas protésicas
Figura 2 creación de una hernia inguinal o la recidiva. Operación de Trabuco
Opciones técnicas: Laparoscopia extraperitoneal (TEP)
1. Técnicas clásicas
Operación de Moschowitz (sutura del tracto De las consideraciones anteriores podemos
iliopúbico al ligamento de Cooper) deducir las siguientes conclusiones:
Operación de Lotheissen-Mc Vay (sutura del
arco muscular del transverso al ligamento de
Cooper) De los tres accesos posibles:
2. Técnicas protésicas 1. el inguinal no debe recomendarse
Operación de Lichtenstein inguinal y femoral. nunca;
Hernioplastia combinada 2. el femoral es el más utilizado por ser
En la actualidad no es aconsejable utilizar el más sencillo y el que ofrece los mejores
esta vía para el tratamiento de la hernia femoral, resultados globales a la mayoría de los cirujanos;
debido a sus mayores desventajas respecto 3. el preperitoneal debe ser conocido y
al acceso femoral. Se utilizará únicamente aprendido por todos los cirujanos, porque
en los casos de diagnóstico erróneo pre- ofrece una vía de abordaje muy útil en algunas
Figura 3 operatorio y confirmación intraoperatoria tras situaciones concretas. Bien indicada, puede
270
mejorar la morbilidad y tasa de recidivas de
la vía femoral.

De las opciones técnicas:


Las intervenciones con sutura (herniorrafias)
deben ser evitadas casi siempre (excepto en
niños, en defectos muy pequeños y en cirujanos
con un buen conocimiento anatómico regional);
la primera elección debe ser siempre una
reparación protésica y la técnica no debe ser
considerada como estándar, sino que debe
adaptarse al defecto existente y características
de los tejidos adyacentes. Figura 4

Acceso anterior femoral


Pasos comunes a todas ellas. Incisión
Inguinal baja o supratumoral transversa
de unos 2-5 cm. Extensión de la apertura al
tejido subcutáneo (figura 1).
Disección
-Se realiza únicamente la precisa para
realizar correctamente la reparación.
-Disección y liberación completa del
tumor herniario hasta exponer el saco.
-Identificación de las estructuras que
conforman el orificio femoral externo.
Figura 5
-Liberación de los tejidos adyacentes en
unos 5 mm para permitir fijar el tapón a la
periferia del defecto (figura 2).
Tratamiento del saco
No es precisa la apertura sistemática del
saco herniario.
(a) Si no existe incarceración, el saco se
invagina simplemente.
(b) Las hernias incarceradas o complicadas
precisan apertura del saco, identificación del
contenido y valoración de su viabilidad. Si
el anillo no permite movilizar el contenido,
se debe abrir el borde semilunar lateral del
ligamento de Gimbernat. Si no existe alteración
irreversible del contenido, se reintroduce sin
maniobras bruscas. Si existe tejido no viable Figura 6
271
o existen dudas sobre su viabilidad, se debe
proceder a su resección y reconstrucción
(figura 3).
(c) El saco se liga mediante un punto por
transfixión, se reseca la parte redundante y
el muñón es reintroducido en la cavidad
abdominal.
(d) Se diseca el canal femoral de forma roma
hasta identificar el ligamento de Cooper (figura
4 y 5).
(e) Se elige la técnica de reparación adecuada.
Cierre.
Se cierra el tejido subcutáneo y la piel.
Figura 7 No es preciso utilizar drenajes.

1. Herniorrafias
Suponen la reconstrucción del anillo
femoral mediante una sutura entre su borde
20 + cm
superior o techo (ligamento inguinal) y el
borde inferior o suelo, en su borde externo
2 cm (fascia pectínea) o en su borde interno (ligamento
de Cooper) (figura 6).
Bassini (sutura del ligamento inguinal a la
fascia pectínea)
Bassini-Kirshner (sutura del ligamento inguinal
al ligamento de Cooper) (figura 7).
Ambas técnicas tienen en común la
Figura 8
reparación mediante una sutura que moviliza
un elemento parcialmente inmóvil (el ligamento
inguinal, fijo en sus extremos) y otro
parcialmente inextensible (la fascia pectínea
o el ligamento de Cooper). Cada uno de ellos
tiene su inconveniente: la fascia pectínea es
más débil; el ligamento de Cooper es rígido
e inelástico, con una dirección y profundidad
que determinan una mayor distancia respecto
del ligamento inguinal. La consecuencia final
es que a pesar de preparar adecuadamente
los tejidos, la reparación del anillo femoral
con sutura crea siempre una tensión local.

2. Hernioplastias
1. Técnica de Irving L. Lichtenstein
Figura 9 La técnica de hernioplastia sin tensión se
272
basa en la colocación de un tapón de malla 3. Técnica de Robert Bendavid
como reparación suficiente del defecto herniario. Representa un bloqueo completo del
Reconstrucción con tapón. orificio femoral (no del canal) mediante la
1. Malla. inserción de una malla preperitoneal colocada
El tamaño adecuado para la malla suele en forma de paraguas por la vía anterior.
ser de 2 x 20 cm, o superior en función del Reconstrucción en paraguas.
tamaño del defecto. Se configura al enrrollarse 1. Malla.
la malla recortada de forma cilíndrica para La malla se recorta en forma de disco con
dar lugar a un tapón sólido y firme (debe de un diámetro de 8 cm. Se crea un pie o vástago
ser suficiente para obliterar adecuadamente que se anuda en el centro del disco por un
el canal femoral y los anillos de entrada y punto. El disco se cierra sobre el pie en forma
salida) (figura 8). de paraguas plegado y, ayudado por unas
2. Fijación. pinzas de Kelly, se introduce a través del
2.1. El borde inferior del tapón se fija a la defecto femoral.
fascia pectínea. 2. Fijación.
2.2. El borde medial se fija al ligamento lacunar. 2.1. Posterior: el disco se fija con tres puntos
2.3. El borde superior se fija al ligamento al ligamento de Cooper.
inguinal. 2.2. Medial: se fija con un punto al ligamento
Se utilizan puntos sueltos de un lacunar.
monofilamento irreabsorbible. Deben evitarse 2.3. Anterior: el disco se sutura al ligamento
los puntos cerca del borde lateral para evitar inguinal.
lesionar la vena femoral (figura 9 ). Lateralmente, el disco debe cubrir la vena
femoral en unos 2-4 cm.
Después de la fijación del disco, el vástago
2. Técnica de Ermanno E. Trabucco o pie, que facilita el manejo de la sombrilla,
Representa una hernioplastia anterior, similar se recorta y desecha.
en su ejecución a la técnica de Lichtenstein, De las tres técnicas descritas, la mayor
pero el tapón se realiza en forma de flecha o sencillez, seguridad, eficacia y universalidad
dardo, obliterando de forma tridimensional el (facilidad para aprenderla y enseñarla) de las
canal femoral. Para su autor, esta forma facilita dos primeras (hernioplastias con tapón para
su colocación y posterior sutura. obliterar el canal completo), ha hecho que
Reconstrucción por tapón tipo 1 (T1). en la actualidad sean estas modalidades las
1. Malla: primeras opciones elegidas por la mayoría
El T1 se confecciona con un cuadrado de de los cirujanos.
malla en función del tamaño del defecto. Se
da un punto a cada uno de los ejes del cuadrado
y se suturan. Si el defecto es grande, se anuda
el tapón en dardo a una base redondeada de Acceso inguinal
4 cm formando el tipo 2 (T2).
2. Fijación: No se describirán las opciones quirúrgicas,
Varias suturas se sitúan en los márgenes por no ser técnicas de primera elección para
del defecto y sobre la malla antes de colocar el tratamiento de la hernia femoral (ver el
el tapón para facilitar su correcta situación. tratamiento de la hernia inguinal).
Finalmente, los puntos se anudan tras deslizar
el tapón a su lugar.
273
Acceso preperitoneal sobre una reparación hecha previamente con
(de Cheatle-Henry) el tracto iliopúbico.
Pasos comunes a todas ellas: Reconstrucción.
Incisión. 1. Reparación formal del defecto
Corte abdominal transverso superior, a Cierre mediante 2-3 puntos aproximando
dos dedos por encima del pubis y desde la el tracto iliopúbico al ligamento de Cooper,
sínfisis púbica hasta el anillo inguinal interno. desde el borde medial (pubis) al borde lateral
Disección. (vasos iliacos). Si se considera necesario, se
(1) Exposición de la vaina anterior del puede realizar una incisión de relajación en
músculo recto. Sección transversal de la fascia el recto anterior del abdomen.
anterior del recto en un plano inmediatamente 2. Malla: Se utiliza una malla de 10 x 4 cm.
craneal al anillo interno. 3. Fijación:
(2) Sección y separación de las fascias y 3.1. El borde inferior se fija al ligamento
músculos oblicuo externo, interno y transverso de Cooper y se extiende sobre la reparación
hasta identificar correctamente la fascia fascial.
transversalis. 3.2. El borde superior se fija a la pared
(3) Sección de la fascia transversalis y inguinal posterior.
disección del espacio preperitoneal. 3.3. Finalmente, el resto de la malla se
Tratamiento del saco. dobla y su extremo se sutura por debajo de
No es preciso ligar los vasos epigástricos la herida abdominal.
inferiores de forma rutinaria.
(4) El orificio femoral interno y el canal
femoral se exploran. Se identifica y se reducen 2. Técnica de Ermanno E. Trabuco
los lipomas y los sacos herniarios. Supone una hernioplastia preperitoneal,
(6) Búsqueda meticulosa de otras hernias donde la hernia femoral se corrige mediante
o áreas débiles. un tapón de malla. Es de elección en los casos
(4) Los elementos del cordón se separan de hernias femorales de gran tamaño o
del peritoneo desde las cercanías del anillo recidivadas. A diferencia de la técnica de
inguinal interno. Los sacos o posibles sacos Nyhus, precisa menor disección, es muy eficaz
herniarios asociados (directos o indirectos) y y se puede realizar de forma ambulatoria bajo
lipomas, se deben disecar y aislar. anestesia local.
Cierre. Reconstrucción por tapón tipo 2 (T2).
Antes del cierre de la herida, se debe 1. Malla:
asegurar una correcta hemostasia y lavar El T2 se confecciona al suturar un T1 a
adecuadamente el espacio preperitoneal con una base redondeada de 4 cm.
suero salino. La fascia transversalis no es 2. Fijación:
necesario aproximarla. En ocasiones, se debe Los márgenes del defecto se fijan a la
considerar dejar un drenaje. Se suturan la malla preferentemente con helicosutura y ,
vaina anterior del recto y la aponeurosis lateral, adicionalmente, a la pared inguinofemoral
y después el tejido subcutáneo y la piel. posterior.

1. Técnica de Lloyd M. Nyhus 3. Técnicas cerradas o acceso laparoscópico


Representa una herniorrafia preperitoneal Fase 1: Colocación de los trocares.
donde la malla se utiliza en caso de necesidad, Los tres trocares se sitúan en la línea media.
274
1. En el área infraumbilical se sitúa la preperitoneal que envuelve al cordón.
óptica (10 mm). Se incide la vaina anterior Se separan los elementos del mismo.
del recto y se separa el músculo, entrando en
el espacio retromuscular. Después se introduce Fase 4: Reconstrucción con prótesis.
el trocar balón de distensión hacia la espina Paso 1: Preparación y extensión de la
del pubis. Cuando se nota el contacto con el malla.
pubis, se mantiene fijo y bajo visión se insufla Se puede utilizar primero un pequeño
unas 30 veces. Se deja dos minutos para tapón para obliterar el canal femoral (T1). Se
favorecer la hemostasia y se retira para colocar introduce después una malla de 6 x 8 cm
el definitivo trocar estructural. Se conecta el referenciada y después se despliega hasta
CO2 a una presión de 6-8 mm de mercurio. cubrir ampliamente la línea media (pubis), el
2. Sobre el pubis se sitúa el segundo trocar espacio de Hesselbach completo y el espacio
(5 mm) y en el punto medio entre ambos, se femoral, dejando unos 2 cm por debajo del
sitúa el tercero, también de 5 mm. ligamento de Cooper.
Paso 2: Fijación.
Fase 2: Disección. Se aplican 2-3 helicosuturas: al ligamento
Paso 1: Identificación de estructuras. de Cooper, al pubis o ligamento de Cooper
Se identifica el pubis, el ligamento de contralateral, al músculo recto (borde medial)
Cooper, los vasos epigástricos inferiores, el y al arco muscular del transverso.
anillo inguinal interno y el cordón espermático
y se valora el tipo de hernia existente. Fase 5: Cierre.
Paso 2: Disección medial, lateral e inferior. El neumo se vacía bajo visión para
- La disección medial debe liberar el valorar la correcta situación y extensión de
ligamento de Cooper, el triángulo de Hesselbach la malla. Se aproxima la piel con una sutura.
y el anillo femoral. La cirugía laparoscópica (TEP) permite
La disección lateral se inicia por detrás realizar una reparación igual a la de cualquier
de los vasos epigástricos y por encima del técnica preperitoneal, pero además aporta
tracto iliopúbico entrando en el espacio de muchas ventajas innegables: evita la cicatriz,
Bogros y alcanzando en profundidad la espina menor traumatismo, mejor visión, menor
iliaca anterosuperior. morbilidad y mayor comodidad para el paciente,
- La disección inferior debe visualizar el posibilidad de realizarla en unidades de CMA
músculo psoas e iliaco. sin ingreso y con una menor baja laboral. Por
ello, en la actualidad, aconsejamos elegir la
Fase 3: Tratamiento de la hernia. vía preperitoneal y la cirugía laparoscópica
Paso 1: Reducción. extraperitoneal. Si no se tiene experiencia
Se suelen reducir tras la creación del con la técnica, la reparación anterior con
espacio con el balón. prótesis de tapón debe ser la primera elección.
Si se encuentra incarcerada, se reduce de
forma cuidadosa.
Paso 2: Exploración del cordón.
Aunque exista una hernia femoral evidente, Indicaciones
siempre se exploran los elementos del cordón, (aconsejadas segun el autor)
para descartar una posible hernia inguinal
asociada y para colocar la malla fácilmente. A tenor de nuestra experiencia y resultados
Se identifica y se secciona la fascia recomendamos:
275
Insistir en una detallada exploración física la mejor opción quirúrgica. Si el defecto es
de la región inguinocrural (incluso, apoyada pequeño, uso un tapón cilíndrico adaptado
en la ecografía, si existen dudas). a dicho defecto. Si es grande (mayor de 2 cm),
Cirugía electiva prefiero un tapón en flecha (tipo Gilbert o
Diagnóstico de seguridad: Hernioplastia Trabucco) porque se adapta mejor al defecto
con tapón vía femoral y se coloca más fácilmente. Con este tipo de
Diagnóstico dudoso (¿inguinal o tapón se evita la necesidad de dejar un gran
femoral?): Laparoscopia TEP cilindro de malla que podría condicionar
Hernia femoral bilateral u otra hernia seromas, rechazos o lesiones de la vena femoral
asociada: Laparoscopia TEP (fístulas o migraciones). En los raros casos de
Cirugía de urgencias defectos mayores de 3 cm, para evitar dejar
Sin signos de obstrucción intestinal: grandes tapones, es preferible usar la prótesis
Hernioplastia con tapón vía femoral. T2 de Trabucco. Dado el gran contenido
Con signos de obstrucción o inflamación linfático de la región femoral, es fundamental
local: Técnica preperitoneal abierta. la correcta hemostasia y cierre por planos
(fascias de Scarpa y Camper) para evitar los
seromas y hematomas.
En las situaciones programadas donde el
Incidencias intra y postoperatorias diagnóstico es de hernia inguinal, prefiero la
vía laparoscópica (TEP) por facilitar un mayor
Las posibles complicaciones asociadas a campo de trabajo para todos los defectos de
la técnica de Lichtenstein para el tratamiento ambos lados (espacio preperitoneal), pero sin
de la hernia femoral son insignificantes, si se la morbilidad e incomodidad de la cirugía
realiza una cirugía cuidadosa y usualmente abierta. Si se confirma la presencia de una
son seromas o hematomas locales. En ocasiones hernia femoral, coloco siempre un tapón en
excepcionales se ha descrito la movilización flecha fijado solamente al ligamento de Cooper,
del tapón por una deficiente fijación al canal, y después lo cubro con un parche grande.
su migración al espacio preperitoneal, la Para facilitar los movimientos de la malla,
vejiga o cavidad intraabdominal y la trombosis siempre coloco un punto de referencia los
o lesión yatrógena de la vena femoral. Las dos bordes superiores con un punto de
infecciones y el rechazo de la malla son otras polipropileno dejando un cabo largo. De
posibles complicaciones tardías que se resuelven forma sistemática exploro el anillo femoral
con el drenaje de la zona afectada sin precisar contralateral para evitar dejar una hernia no
usualmente la retirada de la prótesis. Las diagnosticada. Este gesto no precisa disección
recidivas esperables son inferiores al 0.2%. añadida.

Conclusiones y consejos del autor

La hernioplastia femoral con tapón tipo


Lichtenstein supone actualmente cerca del
70% de todas las intervenciones realizadas
por hernia femoral. Cuando la cirugía es
programada y el diagnóstico es fiable, constituye
276
Capitulo 25

La hernia inguinal recurrente

Alfredo Moreno Egea

Introducción. Importancia. - son una causa frecuente de morbimortalidad.


- las rerrecurrencias son muy frecuentes en
La introducción de los materiales proté- centros especializados (5%); pueden alcan-
sicos en la reparación de la hernia inguinal zar el 30% en centros no especializados y se
primaria ha supuesto el mayor avance desde incrementa con cada nueva reparación.
la descripción de la técnica de Bassini. Los - muchas de las recurrencias son pacientes
índices de recidiva en manos de cualquier sin seguimiento clínico que ya no confían en
centro y cirujano con estas nuevas técnicas, resolver su problema y aceptan otras solu-
han disminuido considerablemente, alcan- ciones alternativas (se pierden de los segui-
zando cifras muchas veces no superiores al mientos clínicos habituales).
1%; pero en ningún caso debemos creer que - alto coste socioeconómico.
hemos terminado con el problema de las re-
currencias. En EEUU aún se operan más de
50.000 pacientes cada año por esta causa.
Además, se ha introducido otro problema Etiopatogenia aplicada.
añadido para el cirujano como es la recu-
rrencia en pacientes con reparaciones pre- Etiopatogenia
vias con malla, lo que plantea nuevos puntos Existen múltiples causas que pueden ex-
de discusión sobre la elección del mejor tra- plicar la aparición de las recurrencias, entre
tamiento posible. Otras consideraciones que ellas las más conocidas son: (1) factores indi-
explican la importancia del tema que nos viduales como la edad, el sexo, el hábito fu-
ocupa son: mador y etílico, la obesidad y el sedentarismo,
- cerca del 10-15% de todas las hernias in- la bronquitis crónica y la tos crónica, el es-
guinales primarias recidivan (aunque se ha treñimiento y el prostatismo; (2) la demora en
publicado hasta un 30%). la primera reparación; (3) el número de reci-
- precisan de un enfoque individualizado y divas previas; (4) la elección y realización de
es difícil establecer un consenso respecto a una técnica inadecuada para reparar la her-
su tratamiento, acceso quirúrgico y opciones nia primaria; (5) la falta de experiencia o for-
técnicas. mación del cirujano; (6) la creación de suturas
277
bajo tensión; (7) un defecto metabólico local ben a factores mecánicos. Las recurrencia tar-
(alteración en el tejido colágeno parietal; (8) días se definen como aquellas que se mani-
la inadecuada resistencia intrínseca de los te- fiestan muchos años después de la cirugía
jidos; (9) la plicatura sin sección de la fascia inicial. La causa más probable de estas her-
transversalis; (10) la eliminación de la angu- nias es una alteración del metabolismo del te-
lación del cordón e integridad o resección del jido colágeno en la fascia transversalis. Se
cremáster; (11) las complicaciones posqui- deben a un factor metabólico. No hay que ol-
rúrgicas (hematoma o infección de la herida) vidar en este apartado que las hernias pueden
y (12) las hernias inadvertidas. Pero de todos recurrir hasta después de 20 años, con lo que
estos factores, poco se conoce respecto a la muchos de los conocimientos que tenemos
importancia de cada uno de ellos de forma in- son insuficientes todavía para juzgar correc-
dividual, y no existen todavía estudios que nos tamente y de forma definitiva las técnicas qui-
puedan ayudar a conocer mejor el origen de rúrgicas que empleamos habitualmente.
las recidivas herniarias. A pesar de ello, de-
bemos resaltar la inadecuada cirugía inicial
para conseguir el objetivo de corregir la her- Recurrencias tempranas
nia inguinal como su causa fundamental. Muchos autores han demostrado que las
reparaciones con sutura en el espacio inguinal
implican el desplazamiento de una estructura
Cronología en la presentación no móvil o semirrígida (tendón conjunto o mús-
Las hernias recurrentes tienen un com- culo transverso, fascia transversalis) a otra fija
portamiento cronológico determinado. Du- (ligamento inguinal o de Cooper, tracto iliopú-
rante el primer mes aparecen el 5.6% de las bico). Dichas reparaciones suponen una ten-
recurrencias; al año el 30-56% (hasta el 66% sión que condiciona una isquemia local y una
para Ryan en la Shouldice Clinic); a los 10 cicatrización anómala de la herida, favore-
años puede aparecer otro 25% más y hasta ciendo el fallo de la misma. Además, la altera-
los 25 años, el resto de recurrencias (entre ción morfológica que implican (dilatación del
un 20-40%). La introducción de las mallas anillo femoral) favorece la recidiva femoral.
ha modificado esta presentación evolutiva y
se acepta que casi la totalidad de las recu-
rrencias tras las hernioplastias protésicas apa- Recurrencias tardías
recen en los primeros dos años de la cirugía En aquellos pacientes en los que se asu-
(un 80% al menos). Los estudios de Glassow me que la reparación inicial ha sido correc-
demuestran que el 60% de las recurrencias ta, la aparición de una recurrencia después
son inguinales y el otro 40% femorales. de muchos años parece depender de una al-
Estos datos nos obligan a pensar en la di- teración en el metabolismo de la colágena.
ferencia de factores que afectan a cada una Dicha alteración metabólica, que afecta pri-
de las recurrencias que aparecen. Por ello, po- mordialmente a la fascia transversalis, pue-
demos clasificarlas en tempranas o tardías. Se de ser causa de la degeneración normal del
consideran hernias recurrentes tempranas aque- envejecimiento o consecuencia de otras en-
llas que aparecen en los primeros dos años de fermedades puntuales.
la cirugía inicial. La causa de tal recurrencia
debe de ser siempre consecuencia directa de
una mala técnica quirúrgica y habitualmente Prevención de las recurrencias
por una tensión en la línea de sutura. Se de- De los conocimientos fisiopatológicos
278
analizados podemos concretar que: rededor de las suturas, por lo que deberemos
1. Los defectos del área inguinal no de- abrirnos camino en este campo para identi-
ben ser cerrados mediante estructuras fas- ficar la hernia y los elementos del cordón; y
ciales débiles, solamente los tejidos esto a veces no es nada fácil. La distorsión
aponeuróticos o tendinosos deben ser em- de la anatomía hace que no existan unos pla-
pleados en la reparación. nos definidos por donde alcanzar el defecto,
2. La causa final de la aparición de las re- lo que nos puede desorientar y llevarnos a
cidivas es un defecto localizado en la fascia realizar disecciones inapropiadas e impreci-
transversalis, por tanto, no es importante el sas, e, incluso, peligrosas. La rigidez de los
tipo de hernia que tratemos, sino que com- tejidos postoperatorios crea una deficiencia
prendamos que debemos reparar todo el es- de elementos fibroaponeuróticos de apoyo
pacio miopectíneo. adecuados para plantear las reparaciones ha-
3. Debemos evitar cualquier tipo de ten- bituales, precisándose una disección mayor
sión en las suturas. Solo una disección cuida- para alcanzar estructuras más profundas in-
dosa puede garantizar una movilidad relativa demnes y con ciertas garantías de su com-
del arco muscular del transverso. Por ello, tan- portamiento reparador. La técnica de
to la técnica de Bassini como la de Shouldice Lichtenstein, tanto en tapón como en parche,
son casi imposibles de realizar sin implicar es una buena opción habitualmente (así co-
zonas de tensión, y en las reparaciones con mo la de Rutkow). Sus autores encuentran
prótesis no tiene ningún sentido realizar apro- una tasa de rerrecurrencia del 1.6% con un
ximaciones con suturas por debajo de la ma- seguimiento entre 3 y 20 años. En muchos
lla. Esta por sí misma debe ser entendida como casos, el fallo inicial es directo y púbico, sien-
el factor fundamental de cada reparación (no do la técnica del tapón altamente aconseja-
de apoyo a una ¿sutura reparadora?) da, al evitar disecciones amplias, pero hay
4. La corrección de las hernias recurren- que estar seguros siempre de no dejar otra
tes debe plantearse sin participación de teji- hernia oculta.
dos fibrosos, isquémicos o dañados previamente. Apuntes técnicos: la incisión cutánea debe
5. Si siempre puede aparecer una altera- sobrepasar la anterior en ambos extremos con
ción metabólica, sobre todo en las hernias el objeto de llegar a los tejidos sanos a par-
multirrecurrentes, el empleo de una malla tir de los cuales se iniciará la disección. La
adecuada debe ser obligatorio. disección del cordón es preferible iniciarla
desde una parte muy interna, en la cara an-
terior del pubis. Avanzando prudentemente
de dentro afuera se pueden seccionar los te-
Tratamiento quirúrgico jidos situados por delante del cordón. Una
de la hernia recurrente vez aislada totalmente la cara anterior del
cordón, se arrastra de él para ponerlo en ten-
Abordaje anterior sión y aislar de dentro afuera la pared poste-
El abordaje de la recurrencia por el mis- rior del canal inguinal reparada anteriormente,
mo sitio de la cirugía inicial permite disecar consiguiéndose valorar el nuevo defecto. Se
todos los elementos parietales, evaluar la de- deshace la reparación parietal previa, se se-
gradación parietal y establecer el mecanis- para el saco del resto de estructuras, se dise-
mo de la recidiva, pero plantea problemas ca hasta el anillo inguinal profundo y, si es
técnicos evidentes. Habitualmente existe una oblicua externa, se liga y se extirpa a este ni-
extensa fibrosis cicatricial y granulomas al- vel. Si es directa, se aisla completamente y
279
se invagina. Después se valora adecuada- músculo cremáster persistente se divide y li-
mente la técnica protésica a emplear. La ma- ga cerca del AII. Todas sus fibras se eliminan
lla debe cubrir todo el defecto y los tejidos mediante electrobisturí. Los vasos espermá-
disecados y débiles de forma amplia. ticos externos se dividen y ligan y la rama ge-
nital del nervio genitofemoral puede ser
seccionada o separada del campo.
Abordaje preperitoneal abierto Tratamiento del saco: (3) Los sacos indi-
El abordaje preperitoneal es fisiopatoló- rectos y lipomas se disecan desde el cordón,
gicamente el adecuado para intervenir las ligados y seccionados. Los sacos inguinoes-
hernias recidivadas. Este acceso evita lesio- crotales se seccionan y se abandona el ex-
nar las estructuras manipuladas en la cirugía tremo distal. El cordón debe estar libre
inicial y trata el defecto desde donde se pro- circunferencialmente en el anillo profundo.
(Figura 1) duce su fallo, en la propia fascia transversa- (4) Los sacos directos que adelgazan la fas-
Técnica de Rives colocación lis evitando toda debilidad parietal. Las técnicas cia transversalis se resecan. (5) El orificio y
de la malla, que hace la función
de la fascia transversalis. de refuerzo con prótesis gigante, como las canal femoral se exploran. Se identifican y
Tamaño medio de la malla 10x10cm
de Nyhus, Wantz o Stoppa, han demostrado reducen las posibles hernias femorales no ad-
su eficacia con una tasa de recidivas entre vertidas. (6) La fascia transversalis se abre
un 0.6% y un 2%. La realización de estas téc- completamente desde el anillo inguinal in-
nicas es más difícil que las anteriores y pre- terno al pubis exponiendo los vasos epigás-
cisan de una buena formación y experiencia. tricos inferiores. Se diseca de la grasa
Apuntes técnicos: Algunas técnicas ya se preperitoneal suficientemente en profundi-
han descrito en anteriores capítulos. A con- dad. Se visualiza medialmente hasta el bor-
tinuación describiremos algunos detalles téc- de lateral del recto y lateralmente bajo el
nicos, de interés práctico principalmente, cordón y el anillo profundo.
sobre la manipulación de la malla, y siem- Cierre: se cierra la aponeurosis del obli-
pre, siguiendo fielmente la descripción ori- cuo externo, la fascia de Scarpa, tejido sub-
ginal de cada autor. cutáneo y la piel.

Abordaje preperitoneal anterior: técnicas de Técnica original de J. Rives


refuerzo de la fascia transversalis Se basa en el supuesto de que la inte-
gridad de la fascia transversalis es uno de los
Pasos comunes a todas ellas: factores más importantes en la prevención
Incisión: se realiza usualmente la incisión de las hernias. La reparación lógica debe ser
oblicua paralela al ligamento inguinal. pues la creación artificial de una nueva fas-
Menos frecuentemente se usa la incisión cia transversalis (figura 1).
suprainguinal transversa. Reconstrucción.
Disección: se realiza la clásica disección 1. Malla.
completa de la región inguinal descrita para Una malla de 10 x 10 cm se coloca cu-
realizar la técnica de Shouldice. (1) Inicial- briendo el defecto en el espacio preperitoneal.
mente, si el nervio ilioinguinal se encuentra 2. Fijación.
se libera y aisla del campo. El cordón esper- 2.1. El borde inferior se fija al ligamen-
mático se diseca con prudencia y libera cir- to de Cooper con 3-5 puntos sueltos, dejan-
cunferencialmente del canal y luego se separa do un faldón libre de 2 cm que cubre el espacio
con un drenaje de Penrose. (2) El resto del obturador.
280
2.2. La prótesis se fija a los bordes me- cada lado. No se realiza sección alguna
dial y superior del defecto con puntos suel- de la malla.
tos transfixivos a la cara profunda de los 2.4. No se añade reparación de Bassini.
músculos largos del abdomen (4-5 puntos).
La tensión de la malla debe ser moderada,
suficiente para contener, pero con aspecto Técnica de R. Read
discretamente abombado. Es una técnica que combina la repara-
2.3. Para el paso del cordón espermá- ción de Rives (abordaje inguinal) y la de Stop-
tico se secciona la malla recortando un pe- pa (prótesis gigante de refuerzo sin sutura)
queño botón circular lateral. Las dos (figura 3).
lengüetas formadas se fijan por separado Reconstrucción.
a la cara profunda de los músculos largos. 1. Malla.
El nuevo anillo debe quedar oculto por el Una malla de 14 x 16 cm se corta y ba-
(Figura 2)
plano muscular. ña en povidona yodada. Se dobla oblicua- Técnica de Bendavid, con una mayor
2.4. Una vez concluida la colocación de la mente para permitir que una pequeña solapa superficie de malla consiguiendo
una nueva capa endofacial.
malla se añade una reparación de Bassini ce- se sitúe retroperitonealmente y la porción Tamaño medio de la malla 10x15cm
rrando el piso posterior y ocultando la malla. mayor, anteriormente.
2. Fijación.
2.1. El pliegue creado se fija con 3 úni-
Técnica de R. Bendavid cos puntos: al pubis, al ligamento de Cooper
Representa una modificación de la téc- medial a la vena femoral y, lateralmente, a la
nica de Rives donde la malla no se secciona fascia del psoas, evitando el plexo lumbar.
y cubre más lejos del mero defecto visible, 2.2. Los 3-4 cm de la solapa inferior se
como una nueva capa endofascial (figura 2). sitúan detrás del pubis, encima de los vasos
Reconstrucción. iliacos y parietaliza los vasos espermáticos y
1. Malla. el deferente. La solapa superior se sitúa de-
Una malla de 10 x 15 cm se coloca cu- trás del músculo recto medialmente y del
briendo el ampliamente el defecto en el es- transverso lateralmente, dejando la malla por
pacio preperitoneal. debajo de los vasos epigástricos. Una vez ex-
2. Fijación. tendida la presión de las estructuras retrope-
2.1. El borde inferior se fija al ligamen- ritoneales mantienen su posición.
to de Cooper con 5 puntos sueltos dejando 2.3. No se corta la malla para dejar pa-
unos 2-3 cm por debajo de este ligamento. so al cordón espermático. Este último queda
Lateralmente, se fija a la vaina femoral (2 pun- parietalizado.
tos) y después a la cara profunda del mús- 2.4. Para concluir, se añade una repara-
culo transverso. ción de Bassini ocultando la malla.
2.2. Los bordes medial y superior se fi-
jan con puntos sueltos transfixivos a través
de los músculos recto y oblicuo interno-trans- Abordaje preperitoneal posterior: técnica de
verso. Se dan dos hileras de puntos, una cer- reconstrucción del saco visceral con próte-
ca del borde del defecto y otra lejos, en los sis gigante
bordes de la malla. (Figura 3)
Técnica de Read; vista preperitoneal
2.3. El cordón espermático es tuneli- Pasos comunes a todas ellas: de la ingle. La prótesis se encuentra
entre los elementos del cordon
zado entre la malla y la pared abdominal Incisión: usualmente se utiliza la inci-
por detrás y los vasos
en forma de zigzag situando un punto a sión de Nyhus para las formas unilaterales: epigástricos por delante .
281
incisión abdominal transversa superior, a dos Técnica original de M. Nyhus
dedos por encima del pubis y desde la sínfi- Representa una hernioplástia pre-
sis púbica hasta el anillo inguinal profundo. peritoneal donde la malla se coloca sobre
Disección: (1) Exposición de la vaina an- una reparación hecha previamente con el
terior del músculo recto. Inserción del dedo tracto iliopúbico. El autor no recomienda di-
índice en el anillo inguinal externo para fa- cha reparación por tener una sutura sobre el
cilitar la localización del interno, y sección piso posterior, que no se considera necesa-
transversal de la fascia anterior del recto en ria al poner una malla (figura 4).
un plano inmediatamente craneal al anillo Reconstrucción.
inguinal interno. (2) Sección y separación de 1. Malla.
(Figura 4) las fascias y músculos oblicuo externo, in- Se utiliza una malla de 10 x 4 cm.
Técnica de Nyhus, malla de polipropileno, terno y transverso hasta identificar correcta- 2. Fijación.
emplazada en su sitio a través,
de una incisión transversa preperitoneal. mente la fascia transversalis. (3) Sección de 2.1. El Borde inferior se fija al ligamen-
la fascia transversalis y disección del espa- to de Cooper y se extiende sobre la repara-
cio preperitoneal. ción fascial. Cuando la reparación es por una
Tratamiento del saco: no es preciso ligar hernia indirecta, el cordón debe ser incor-
los vasos epigástricos inferiores de forma ru- porado a la malla con un punto lateral.
tinaria. (4) El cordón y los vasos son libera- 2.2. El borde superior se fija a la pared
dos del peritoneo desde las cercanías del inguinal posterior.
anillo inguinal interno al menos en unos 10 2.3. Finalmente, el resto de la malla se
cm. En ocasiones la recidiva dificulta este pa- dobla y su extremo se sutura por debajo de
so. Los sacos herniarios y lipomas son dise- la herida abdominal.
cados de forma roma e invertidos solamente,
si es preciso, usando una sutura en bolsa de
tabaco. Los sacos inguinoescrotales en las re- Técnica original de R . Stoppa
(Figura 5) cidivas es mejor seccionarlos y abandonar el Fue descrita por primera vez en 1968 y
Técnica de Rigault, mediante
un abordaje distinto al clásico, extremo distal. El cordón debe estar libre cir- aportó un concepto diferente, tanto por su
por una incisión de Pfannenstiel.
cunferencialmente en el anillo inguinal in- vía de abordaje (incisión media subumbili-
terno. El defecto parietal no se cierra, aunque cal) como por su planteamiento teórico. Se
la protrusión de fascia transversalis puede eli- basa en la creación de una nueva capa en-
minarse suturándola a la pared abdominal. dofascial donde el gran tamaño de la malla
(5) El orificio y canal femoral deben ser ex- da estabilidad sin precisar ninguna fijación,
plorados siempre en la recidivas. Se identifi- cubriendo todos los espacios débiles, inclu-
can y se reducen las posibles hernias femorales so, la propia incisión, evitando las posibles
no advertidas. (6) Búsqueda meticulosa de recurrencias y eventraciones. La prótesis se
otras hernias o áreas débiles. mantiene en su sitio por la presión intraab-
Cierre: antes del cierre de la herida se dominal (principio de Pascal):

(Figura 6)
debe asegurar una correcta hemostasia y Reconstrucción.
Técnica de Wantz, lavar adecuadamente el espacio preperitoneal 1. Malla: la malla gigante de poliéster
o reforzamiento protésico
gigante unilateral del saco con suero salino. La fascia transversalis no no se corta para dejar paso al cordón, se co-
visceral, es el procedimiento es necesario aproximarla. Se suturan la vai- loca sobre él. El tamaño necesario se mide
de Stoppa aplicado a una sola ingle.
La malla puede ser implantada na anterior del recto y la aponeurosis la- en el paciente. La longitud transversal co-
a través de una incisión
abdominal transversal teral, y después el tejido subcutáneo y la rrecta es 2 cm menor que la distancia entre
en el cuadrante inferior piel. las dos espinas iliacas anterosuperiores; la
o también por una incisión
anterior en la ingle. vertical, igual a la distancia entre el ombligo
282
y el pubis (promedio: 26 x 16 cm). Poste- 2.1 Borde superior: se fija por 3 puntos
riormente se recorta en forma de cabrio. sueltos de colchonero con aguja de Rever-
2. Fijación: se coloca mediante pinzas din (2-3 cm por encima de la incisión); (1)
de Kelly en cada vértice, desplazándose la bajo la línea alba; (2) en la línea de Spiegel
mayor distancia posible bajo la pared abdo- y, (3) a través del músculo oblicuo en las cer-
minal, desplegándose la malla y cubriendo canías de la espina iliaca anterosuperior.
ampliamente todo el defecto. Se coloca un 2.2 Borde inferior: se sitúa mediante tres
único punto de colchonero cranealmente, pinzas largas en ambos extremos, y el centro
para fijar el borde superior de la malla al bor- de la malla desplegándose en lo posible: (1)
de inferior de la fascia umbilical de Richet. el vértice medial al espacio de Retzius bajo el
(Figura 7a)
recto; (2) el central hacia la rama superior del
pubis cubriendo el agujero obturador y los va-
Técnica original de Rigault sos iliacos y (3) el vértice lateral se dirige a la
Es una hernioplástia preperitoneal me- fosa iliaca para cubrir el anillo; parietaliza el
diante un abordaje distinto al clásico (inci- cordón y alcanza el músculo iliopsoas.
sión de Pfannenstiel) (figura 4):
Reconstrucción.
1. Reparación del defecto, cierre laxo del Técnica original de E. Trabucco
defecto para prevenir el bulto postoperatorio Este describe la técnica de corrección
inicial. preperitoneal de las hernias mediante tapo-
2. Malla: Se utiliza una prótesis de po- nes de malla, que se insertan dentro del de-
liéster de 10 x 12 cm. fecto y su base se fija a los márgenes. Si existiera (Figura 7b)

3. Fijación: No se utilizan suturas. La pre- una protrusión peritoneal detrás del tapón,
sión intraabdominal es suficiente para fijar la este no podría penetrar en un defecto oblite-
malla, pero habitualmente se suelen dar dos rado de forma tridimensional. A diferencia
puntos laterales: uno externo fijando la malla de las técnicas con prótesis gigantes, (1) pre-
al músculo iliopsoas y otro interno al área del cisa de menor disección, (2) es muy efectiva
obturador. El cordón se pasa por una incisión en la mayoría de los defectos recurrentes que
de 5-6 cm desde la línea media de uno de los suelen ser de pequeño tamaño y (3) se pue-
lados al centro de la malla. de realizar de forma ambulatoria bajo anes-
tesia local (4) (figuras 7a, 7b, 7c y 7d).
Reconstrucción:
Técnica original de Wantz 1. Tapón tipo 2 (T2).
(Figura 7c)
Variación unilateral de la técnica de Stop- 1.1 En un defecto recurrente directo con
pa mediante la incisión de Nyhus (figura 6): anillo inguinal interno fibroso y piso poste-
Reconstrucción. rior intacto, se utiliza una reparación con ma-
1. Malla. lla en T2. Se confecciona al suturar un tapón
La malla de mersilene se corta en forma en cola de flecha (T1) a una base redondea-
de diamante. La anchura debe ser igual a la da de 2 a 4 cm. Varias suturas se sitúan en
distancia entre la línea media y la espina ilia- los márgenes del defecto y sobre la base de
ca anterosuperior, menor 1 cm en el lado su- malla antes de la inserción del tapón, con-
perior (12 cm) y la inferior 2-4 cm mayor. La trolando así, adecuadamente, su situación
distancia vertical es de 14 cm medial y de 15 correcta. Luego se anudan las suturas y se
cm la lateral. aplican otras, si se considera necesario (pun-
(Figura 7d)
2. Fijación. tos o grapas de sutura helicoidal).
283
1.2. Si el defecto es indirecto, también se jas de una cirugía mínimamente invasiva (me-
utiliza el tipo T2, insertado lateral o me- nos dolor, menor cicatriz, rápida recupera-
dialmente al cordón espermático. ción y menor baja laboral). Los resultados,
1.3. Si existe un defecto femoral, se re- cuando se consigue una experiencia ade-
para también con un tapón tipo T2. cuada (50 casos), son similares a los de cual-
2. Tapón tipo 3 (T3). quier otra técnica preperitoneal y las recidivas
- Si existe un defecto único o múltiple son casi nulas (inferiores al 1%).
asociado a una debilidad del piso posterior, Apuntes técnicos: A continuación de-
se usa un tapón tipo T3. Se confecciona su- tallaremos de forma estandarizada la técni-
Figura 8. turando uno o más tapones T1 sobre una ba- ca del autor tal y como se ha adaptado a
Preparación del paciente con
una hernia inguinal recurrente se amplia de 10 x 14 cm, según la localización nuestro hospital de día (unidad sin ingreso
bilateral y con cirugía previa del defecto. hospitalario).
por apendicectomía
- Se utilizan suturas alrededor del defec-
to y, si es preciso, se fija también al ligamento Fase 1: Preparación del paciente.
1 2 de Cooper, fascia femoral y aponeurosis del No se precisa profilaxis antibiótica ni son-
transverso. daje vesical rutinario. Hay que asegurarse de
- El extremo distal de la base se secciona pa- que el paciente orina antes de su traslado al
ra dejar paso al cordón y suturarlo lateralmente. quirófano. El paciente se coloca en decúbi-
- La porción superior de la malla libre se to supino con los brazos extendidos a cada
dobla sobre la reparación, situándose bajo la lado (sin precisar posición de Trendelemburg).
incisión abdominal antes del cierre. El cirujano se sitúa en el lado contrario al de
Indicación: el autor aconseja esta técni- la hernia, el ayudante en el mismo lado y el
3 ca en todas las hernias inguinales recidiva- monitor a los pies del enfermo (figura 8).
das según el siguiente protocolo: Indirecta
aislada: T2; directa con piso posterior intac- Fase 2: Colocación de los trocares.
to: T2; directa con piso posterior débil: T3; a) En la hernia unilateral, los tres troca-
Figura 9. múltiple o combinada: T3 y hernia femoral res se sitúan 1-2 cm por fuera de la línea me-
Localización del espacio
retromuscular tras incidir recurrente: T2. dia en el lado contralateral.
la vaina anterior
del músculo recto anterior
1. En el área infraumbilical, se sitúa la óp-
1. Vaina del recto tica (10 mm). Se incide la vaina anterior del
2. Músculo recto anterior
3. Espacio preperitoneal Abordaje totalmente preperitoneal por la- recto y se separa el músculo entrando en el
paroscopia (TEP) espacio retromuscular (figura 8). Después se
La laparoscopia preperitoneal, técnica introduce el trocar balón de distensión (PdBR,
TEP, ofrece muchas ventajas para tratar las Origin) hacia la espina del pubis. Cuando se
hernias recurrentes con seguridad y eficacia: nota el contacto con el pubis, se mantiene fi-
1) un acceso con una anatomía integra; 2) jo y bajo visión se insufla unas 30 veces. Se
una visión amplia de todo el área miopectí- deja dos minutos para favorecer la hemosta-
nea de Fuchaurd bilateral; 3) la posibilidad sia y se retira para colocar el definitivo tro-
de explorar el lado contralateral en la misma car estructural que se insufla 3 veces y se fija.
intervención, defectos crurales y obturatri- Se conecta el CO2 a una presión de 6-8 mm
ces; 4) facilidad para emplear mallas gigan- de mercurio (figura 9).
tes que garantizan la reparación global y 2. Sobre el pubis y por fuera de la línea
Figura 10. disminuyen la necesidad de fijación; 5) la uti- media se sitúa el segundo trocar (5 mm) y, en
Creación del espacio lización del trocar con balón evita amplias y el punto medio entre ambos, se sitúa otro de
preperitoneal con el trocar
balón de distensión traumáticas disecciones y 6) tiene las venta- 5 mm, también 1 cm desplazado de la línea
284
media y del lado contrario de la hernia. del saco cerca del anillo interno mediante 1 2

b) En la hernia bilateral, se sitúan los tres maniobras bimanuales de tracción y contra-


trocares directamente sobre la línea media. tracción. Se aisla el saco de los vasos y del
deferente. Se reduce el lipoma. Se reduce
completamente el saco (si no se puede, se
3
Fase 3: Disección. secciona tan distalmente como sea posible)
Paso 1: Identificación de estructuras. Se (figura 15).
identifica el pubis, el ligamento de Cooper, Paso 3: Reducción total del saco peritoneal. 4

los vasos epigástricos inferiores, el anillo in- Se amplia la disección del extremo del saco
guinal interno y el cordón espermático. Se va- hasta que no exista protrusión alguna de pe-
5
lora inicialmente el tipo de hernia existente. ritoneo (figura 16).
Paso 2: Disección medial, lateral e infe- Figura 11.
Disección lateral del espacio preperitoneal
rior. La disección medial debe liberar el li- 1.Arco muscular posterior.
2.Espina iliaca anterosuperior.
gamento de Cooper, el triángulo de Hesselbach Fase 5: Reconstrucción con prótesis gigante. 3.Fascia transversalis.
y el anillo femoral. La disección lateral se ini- Paso 1: Preparación y extensión de la ma- 4.Tracto iliopúbico.
5.Peritoneo.
cia por detrás de los vasos epigástricos y por lla. Actualmente, utilizamos la malla anatómi-
1 2
encima del tracto iliopúbico (para evitar rom- ca tridimensional autoexpandible (Parietex®),
per el peritoneo), entrando en el espacio de la cual se pliega y se introduce por el trocar de
Bogros y alcanzando en profundidad la es- 10 mm, se baja hasta la pared abdominal in-
pina iliaca anterosuperior. La disección infe- ferior y después se retiran los hilos guía auto-
rior debe visualizar el músculo psoas e iliaco expandiéndose. La malla cubre ampliamente
(figura 10 y 11). todos los defectos y se refuerza a sí misma en
la zona de la fenestración, ganando en seguri-
dad y evitando las tensiones. De su especial 3
Fase 4: Tratamiento de la hernia configuración espacial se derivan las siguien-
a. Hernias Directas. tes ventajas: (a) la hoja inferior no es de poli-
Paso 1: Reducción. Se suelen reducir tras propileno lo que evita posibles irritaciones y
la creación del espacio con el balón. Si se erosiones por fricción sobre los vasos femora-
Figura 12.
encuentra incarcerada, se reduce de forma les y ramas nerviosas; (b) la unión de las dos Disección inferior.
Se muestra el músculo psoas iliaco
cuidadosa (puede contener vejiga o intesti- hojas reproduce el ligamento de Cooper-trac- 1.Tracto iliopúbico.
no) (figura 12 y 13). to iliopúbico, con lo que facilita su correcta si- 2.Músculo iliaco.
3.Músculo psoas.
Paso 2: Fijación. En grandes defectos, el tuación; (c) el sistema de plegado facilita su
pseudosaco, se fija al pubis o al músculo rec- posterior extensión; (d) la gran superposición
to para evitar la posibilidad de colecciones de la hoja interna garantiza la creación de un
en el saco. nuevo anillo inguinal profundo a medida y evi-
1
Paso 3: Exploración del cordón. Aunque ta la tensión respecto de la hoja interna a la que
exista una hernia directa evidente, siempre se cubre manteniendo una relativa movilidad; (e)
exploran los elementos del cordón para des- el diseño global evita la necesidad de fijar la
cartar una posible hernia indirecta asociada malla y, por tanto, la posibilidad de lesiones
b. Hernias Indirectas. nerviosas y de hematomas. Por norma, la ma-
2
Paso 1: Sección de la fascia preperitoneal. lla siempre debe cubrir horizontalmente des-
Se identifica, aisla y secciona la fascia preperitoneal de la línea media (pubis) a la espina iliaca
Figura 13.
que envuelve al cordón (figura 14). anterosuperior, y verticalmente, desde 2 cm por Localización de un seudosaco al reducir una hernia
Paso 2: Identificación y separación de las debajo del ligamento de Cooper y músculo directa
1.Seudosaco.
estructuras del cordón. Se inicia la disección psoas hasta la arcada de Douglas (figura 17). 2.Ligamento de Cooper.
285
1 2 Paso 2: Fijación. No es necesaria. Se apli- guiendo los elementos del cordón. Los de-
can dos helicosuturas al ligamento de Coo- fectos que aparecen en el espacio directo
per y, opcionalmente, una, al músculo recto siempre pueden explicarse por la colocación
y, otra, por encima de la espina iliaca ante- de una malla demasiado pequeña que la ro-
rosuperior (figura 18). dea, abriéndose paso entre la malla y la pa-
red. La reparación debe hacerse por vía
preperitoneal abierta o laparoscópica.
3 Fase 6: Cierre.
El neumo se vacía bajo visión para va-
lorar la correcta situación y extensión de la Rerrecurrencias tras la colocación de malla
malla. Se aproxima la piel con una sutura. por vía preperitoneal
Figura 14. Hay que advertir al paciente que es común Solamente pueden producirse cuando la
Reducción de un saco directo la presencia de líquido en la zona donde es- malla no cubre todos los espacios débiles,
1.Músculo recto.
2.Hernia directa. taba la hernia simulando una falsa recurren- porque se desplaza inmediatamente al con-
3.Ligamento de Cooper.
cia. Este fluido desaparece en unos días. cluir la intervención por una inadecuada fi-
jación o porque un saco se propulsa fuera de
la misma, debido a su pequeño tamaño o a
una fenestración no protegida después. La
1 2 3 4
Recidivas tras la colocación reparación puede plantearse por vía intraab-
de prótesis dominal abierta o mediante laparoscopia (es-
ta es la única indicación donde el autor justifica
Es incorrecto pensar que la colocación la laparoscopia transabdominal preperitoneal
de una malla puede protegernos definitiva- –TAP- para tratar las hernias inguinales).
mente de las recurrencias. La gran diversidad
5
de técnicas empleadas (algunas de ellas mi-
6
nuciosas) y las modificaciones propias de ca- Tratamiento quirúrgico
7 da cirujano sobre la descripción original hacen de las rerrecurrencias
que la colocación de una malla no sea una Es preciso elegir adecuadamente la vía
solución todavía definitiva. Usualmente, las de abordaje, siempre es deseable la
Figura 15. nuevas rerrecurrencias son precoces duran- preperitoneal abierta o por laparoscopia (TEP).
Tratamiento de las hernias indirectas, te el primer año de la reparación. El conoci- Cuando la reparación previa fue ya por esta
recidivadas
Sección de la fascia preperitoneal miento de los mecanismos de producción vía, el acceso es laborioso y puede plantear
1.Vasos epigástricos inferiores
2.Arco muscular
puede ayudarnos a evitarlas. riesgos de lesiones peritoneales. Es preciso
3.Fascia preperitoneal experiencia y formación para resolver ade-
4.Peritoneo
5.Anillo inguinal interno cuadamente estos casos. Cuando se completa
6.Vasos espermáticos
Rerrecurrencias tras la colocación de una la disección y se trata el saco, se debe cubrir
7.Deferente
malla por vía inguinal con una malla más amplia que la previa, ge-
Los fallos a nivel del anillo inguinal pro- neralmente con una técnica tipo Stoppa.
fundo (recidivas oblicuas externas) pueden
responder a dos motivos: (1) a una fenestra-
ción amplia de la malla para el paso del cor-
dón que no ha sido cerrada adecuadamente Indicaciones
después; o (2) a la colocación de la malla en (aconsejadas según el autor)
un plano muy superficial donde no puede
impedir que el saco peritoneal avance si- A tenor de nuestra experiencia y resulta-
286
dos recomendamos para la mayoría de ciru- mayor. Las infecciones y el rechazo de la ma- 1 2

janos generales: lla son otras posibles complicaciones tardí-


Insistir en realizar un adecuado diagnós- as que se resuelven con el drenaje de la zona
tico preoperatorio (tipo de hernia y repara- afectada, sin precisar usualmente la retirada
ciones previas, incluso, apoyado en la ecografía). de la prótesis. La malla aconsejable en la re-
3
gión inguinal siempre debe ser de polipropi-
Cirugía electiva leno por sus características de integración.
a. Hernia recurrente del adulto Las neuralgias crónicas son complicaciones 4

- Reparación previa sin malla: (a) defec- raras pero graves. Las rerrecidivas esperables 5
to pequeño, hernioplastia anterior y (b) de- usualmente son inferiores al 5% en centros
fecto grande o con pérdida de estructuras, de cirugía general e inferiores al 2% en cen-
hernioplastia preperitoneal anterior. tros con especial dedicación. Según Félix y
Figura 16.
- Reparación previa con malla premus- Lawham las rerrecurrencias son debidas a: la Tratamiento de las hernias
indirectas, recidivadas.
cular: Hernioplastia preperitoneal posterior inexperiencia del cirujano, una inadecuada Separación de los elementos
o laparoscopia TEP disección, el insuficiente tamaño de la pró- del cordón espermático
1.Fascia preperitoneal.
- Reparación previa con malla preperitoneal: tesis, las complicaciones postoperatorias y 2.Peritoneo.
hernioplastia anterior o laparoscopia transab- las hernias inadvertidas. 3.Anillo inguinal interno.
4.Vasos espermáticos.
dominal preperitoneal (TAP) 5.Deferente.

- Hernia recurrente bilateral u otra her-


1 2
nia asociada: laparoscopia TEP Resultados
Hemos de ser muy cautos a la hora de
b. Hernia recurrente del niño o adolescente valorar los resultados de la cirugía de las her-
(inferior a 30 años): nias inguinales recurrentes, como conse-
- Herniorrafia anterior tipo Shouldice cuencia de la falta de estudios prospectivos
3
y aleatorios y por la propia variación existen-
c. Hernia multirrecurrente: laparoscopia TEP te en función del tipo y tiempo de segui-
miento. Además, cada centro e incluso cada
Cirugía de urgencias cirujano tiene una orientación precisa hacia
Hernioplastia preperitoneal posterior una vía de abordaje y una técnica, lo que ha- 4
ce difícil comparar sus resultados con los de
Figura 17.
otros centros o cirujanos que se han espe- Tratamiento de las
cializado en otra técnica. De todo lo publi- hernias indirectas, recidivadas.
Disección completa del saco
Morbilidad y resultados cado en los últimos años, podemos afirmar peritoneal evitando protusiones.
1.Anillo inguinal interno.
los siguientes hechos: (a) los resultados utili- 2.Músculo psoas.
Morbilidad zando una prótesis siempre son superiores a 3.Cordón.
4.Peritoneo.
Las posibles complicaciones asociadas los de las técnicas herniorráficas y debe ser
a la reparación de las hernias recurrentes son ya casi obligatorio su uso en las hernias re-
similares a las que pueden aparecer en el tra- currentes; (b) la vía anterior se asocia a ma-
tamiento de las hernias primarias. Cuando se yores complicaciones locales (sobre todo
realiza un acceso anterior, se debe realizar lesiones del cordón, hematomas y rerre-
una técnica cuidadosa para evitar las lesio- currencias); (c) la vía preperitoneal es la que
nes del cordón espermático que son muy ofrece la menor tasa de rerrecurrencias y (d)
raras en la cirugía inicial y que en las recu- el acceso laparoscopico TEP es el que se aso-
rrentes puede oscilar entre un 0.8% y un 5%. cia a una mínima morbilidad y ofrece mejor
También el riesgo de hematoma o seroma es bienestar y calidad de vida al paciente.
287
1 Conclusiones y consejos del autor

La hernioplastia con tapón tipo Lichtens-


tein puede resolver cerca del 60% de todas
las intervenciones realizadas por hernia re-
currente, al ser muchos de los defectos diver-
ticulares y púbicos. Cuando el diagnóstico es
fiable, constituye para la mayoría de ciruja-
nos (sin una plena dedicación) la mejor op-
ción quirúrgica. Cuando se conoce el espacio
preperitoneal adecuadamente, se debe reco-
Figura 18. mendar esta vía y el autor aconseja siempre
Extensión correcta de la malla cubriendo
todos los espacios débiles
la técnica laparoscópica extraperitoneal (TEP);
1.Parietalización además de por facilitar un mayor campo de
trabajo para explorar todos los defectos posi-
bles de ambos lados sin la morbilidad e in-
comodidad de la cirugía abierta, porque se
1 2 adapta mejor a las nuevas formulas de ciru-
gía mayor ambulatoria sin ingreso con una al-
ta calidad para el paciente. La malla más
adecuada es siempre la de polipropileno. En
la cirugía laparoscópica, recomiendo la ma-
lla tridimensional autoexpandible por su con-
figuración espacial. En las hernias mul-
tirrecidivadas, se debe consultar con una uni-
dad de cirugía de pared abdominal y hernias
donde puedan darle al paciente una solución
individualizada con gran experiencia; esta se-
Figura 19. rá la única forma de mejorar los resultados y
Fijación dela malla al ligamento de Cooper poder compararlos con los de otros centros
1. Músculo recto
2. Ligamento de Cooper con reconocido prestigio internacional.

288
Capítulo 26

La hernia complicada: incarceración y estrangulación

Joaquín Ortega Serrano

La historia natural de la hernia inguinal alrededor de los 65 años. Si no son tratadas


o crural no tratadas, se complica frecuentemente las hernias que aparecen en la edad adulta,
con la aparición de un problema de espacio presentarán una frecuencia de estrangulación
dentro del saco herniario, que condiciona el de alrededor del 4.5 %, si bien el riesgo es
aumento de presión en el mismo, y en mayor en los primeros 3 meses tras el
consecuencia: diagnóstico, periodo en el que se produce la
• da lugar inicialmente a un compromiso estrangulación en un 2.8 % de los casos.
de la luz intestinal, condicionando un cuadro Las hernias inguinales se estrangulan con
clínico de obstrucción intestinal (incarceración mayor frecuencia en los varones, llegando a
herniaria). alcanzar frecuencias relativas de 10:1 respecto
• más adelante, origina un compromiso al sexo femenino. Esta relación se invierte en
de la luz vascular y, como consecuencia, un las hernias crurales, más frecuentes en mujeres
proceso de isquemia intestinal, que puede en la proporción 4:1. Es hasta tres veces más
incluso evolucionar hacia la peritonitis frecuente la estrangulación en el lado derecho,
(estrangulación herniaria). lo que se explica, además de por la mayor
Estas complicaciones son causa de un frecuencia absoluta de hernias inguinales
empeoramiento del pronóstico y constituyen derechas, por la mayor frecuencia de existencia
la mayor parte de los casos referidos de de contenido de instestino delgado en las
mortalidad tras el tratamiento quirúrgico de hernias del lado derecho.
las hernias de la región inguinal. Aunque no hay datos publicados todavía
La estrangulación herniaria se presenta al respecto, parece que la frecuencia de
con más frecuencia en las edades extremas estrangulación herniaria está disminuyendo
de la vida, pudiendo llegar a presentarse como en nuestro medio, debido a la mayor
complicación en el 30 % de los casos concienciación de la población que facilita
congénitos, a menudo durante los primeros el diagnóstico precoz y al acortamiento del
meses de vida. En números absolutos, son periodo de espera desde el diagnóstico hasta
más frecuentes los casos en personas mayores, el tratamiento quirúrgico definitivo.
estando la media de edad de presentación
289
2 1 Etiopatogenia y edema de las asas, acelerando el aumento
Dado que el origen de estas complicaciones de presión, hasta que esta supera la presión
se centra en un problema de espacio, los factores arterial. En ese momento, al fenómeno
que van a favorecer su aparición, serán: isquémico congestivo, se le suma la isquemia
• El exceso de contenido en el saco herniario. por falta de aporte y se instaura progresivamente
• El tamaño reducido del saco. la necrosis visceral.
• La rigidez de las estructuras adyacentes al
saco, sobre todo a nivel del cuello de la hernia.
La hernia que más se estrangula en la Diagnóstico clínico
región inguinal, será por lo tanto la hernia La hernia no complicada se hace sintomática
crural, que suele tener un saco pequeño, con de diferentes maneras e, incluso, puede no
un cuello rodeado de estructuras rígidas, óseas presentar síntomas, diagnosticándose en
o ligamentosas. ocasiones tan solo por la tumoración inguinal
y la exploración física. Sin embargo, la hernia
complicada tiene una presentación típica,
Secuencia de la estrangulación herniaria constituyendo una de las patologías quirúrgicas
Cuando aparecen fenómenos que clásicas que se presentan como urgencias. La
5 3 4
condicionan un aumento de presión abdominal, estrangulación constituye el síntoma de
Las diferentes capas anatómicas
que atraviesa el asa intestinal como levantamientos de peso, accesos de presentación de una hernia inguinal en un 10-
para llegar a estrangularse. tos, o esfuerzos defecatorios, esta empuja a 20 % de los casos, aumentando este porcentaje
1. Orificio herniario.
2. Anillo estrangulación. las vísceras herniadas dentro del saco y aumenta al doble en los casos de hernia crural.
3. Asa intestinal.
4. Saco herniario.
el contenido de la hernia que, posteriormente,
5. Piel no puede efectuar el retorno en sentido
1 2
contrario, al no tener la misma presión retrógrada Fases clínicas de la hernia complicada
y no ampliarse el cuello herniario. En un primer momento, la tumoración
La hiperpresión intrasacular colapsa la herniaria se hace irreductible, muchas veces
luz intestinal y se produce una obstrucción coincidiendo con un sobreesfuerzo, un acceso
intestinal proximal al asa herniada. Al mismo de tos, un esfuerzo defecatorio o en general
tiempo, se produce una obstrucción en el asa cualquier proceso que aumente la presión
cerrada del fragmento intestinal que se encuentra abdominal. Hay ocasiones en que anteriormente
en el saco herniario. En este momento, se la hernia era reductible solo parcialmente,
habla de hernia incarcerada. quedando una parte irreductible, generalmente
La fase anterior puede durar varias horas, por adherencias viscerales al saco. En estos
en las cuales se instaura a nivel general un casos, lo que sucede es un aumento del tamaño
cuadro típico de íleo obstructivo, condicionando que no se puede reducir sobre el habitual.
una dilatación intestinal proximal y un edema La tumoración herniaria, que hasta entonces
de asas. En el interior del saco, el edema de era solo dolorosa debido a la compresión
las paredes intestinales, sumado a la secreción profunda, se hace también sensible a la
de líquido intestinal intraluminal, va agravando palpación, y van apareciendo fenómenos
el fenómeno hiperpresivo, que pronto supera inflamatorios locales como edema,
3 la presión venosa de las asas herniadas. En enrojecimiento y calor. Simultáneamente, se
estos momentos, el compromiso vascular por manifiesta un cuadro general de obstrucción
Apertura del saco herniario,
para identificar su contenido. la obstrucción venosa marca el inicio de la intestinal, con dolor de tipo cólico intermitente,
1. Anillo estrangulación. estrangulación. naúseas y vómitos, distensión abdominal y
2. Saco herniario abierto.
3. Asa intestinal. La obstrucción venosa causa congestión cierre intestinal. Este cuadro puede mantenerse
290
durante horas e incluso días, sobre todo en Exploraciones complementarias
pacientes de edad avanzada y con dificultades Las radiografías simples del abdomen
para la comunicación. El estado general del suelen presentar cuadros radiológicos típicos
paciente se deteriora progresivamente, de obstrucción intestinal y, en algunas ocasiones,
apareciendo un cuadro de deshidratación se pueden apreciar signos orientativos del
que puede llegar al shock. origen herniario, como burbujas aéreas en la
Cuando se presenta el compromiso vascular, región correspondiente a la hernia.
todo el cuadro evoluciona de forma mucho El enema opaco puede permitir el diagnóstico
más rápida: aparece un dolor intenso cuando la víscera herniada es el intestino grueso,
espontáneo a nivel de la tumoración herniaria sobre todo en las hernias del lado izquierdo.
que puede llegar a ser muy intenso; el dolor La ecografía y la TAC pueden permitir la
abdominal pasa de ser de carácter cólico a confirmación de contenido intestinal en la
ser continuo, con una exploración muchas tumoración herniaria. En cualquier caso, todas
Imagen de una asa
veces compatible con la peritonitis, y el estado estas exploraciones solamente están justificadas de intestino delgado,
general del paciente evoluciona rápidamente en el estudio diagnóstico de una obstrucción, con signos de isquemia,
tal como aparece,
hacia el shock. En general, cuando se ha en la cual la estrangulación herniaria ha tras abrir el saco,
en una hernia estrangulada,
producido la estrangulación, los aumentos pasado desapercibida o se piensa que debe el color rojo-vinoso violáceo,
de presión como la contracción intestinal descartarse otra patología concomitante. es característico.

voluntaria o la tos no se transmiten al interior Para ayudar en la evaluación del cuadro


de la hernia, ni se modifica el tamaño herniario. clínico, se debe practicar un estudio analítico,
En fases muy avanzadas, cuando se ha en el que resultan de interés:
producido la gangrena intestinal, el shock Hemograma, que puede presentar leuco-
puede ser de tipo séptico, con fiebre y citosis y semiología propia de la deshidratación.
obnubilación. Niveles de iones, que pueden estar alterados
El diagnóstico es fundamentalmente clínico por el cuadro obstructivo, con hiponatremia,
y en general no reviste dificultad. Sin embargo, hipopotasemia y acidosis metabólica.
en pacientes de edad avanzada, sobre todo Amilasas que pueden estar aumentadas,
si son obesos, las hernias crurales de pequeño si hay necrosis intestinal, y pueden inducir a
tamaño pueden pasar desapercibidas y muchas confusiones con la pancreatitis aguda.
veces se diagnostican erróneamente de
obstrucción intestinal por cáncer o adherencias.
Nunca se insistirá bastante en la necesidad
de explorar las regiones inguinales en todo Tratamiento
paciente con clínica de obstrucción, sobre Objetivos del tratamiento:
todo en pacientes ancianos. En la hernia complicada, el tratamiento
En algunos casos, como en la hernia de ha de ir encaminado a:
Littré (el contenido herniario es el divertículo • Recuperar el estado general del paciente.
de Meckel) o en la hernia de Richter (necrosis • Resolver las posibles lesiones de las
del borde antimesentérico del asa intestinal), vísceras estranguladas.
la estrangulación puede producirse sin • Tratar la hernia y prevenir su recidiva. Cuando se ha liberado el asa,
seccionando el anillo
acompañarse de obstrucción intestinal. Sin de estrangulación, se observa
embargo, estos casos son realmente excep- el rodete blanquecino,
que marca exactamente
cionales y, en nuestra experiencia, todas las Tratamiento médico el sitio de la constricción.
hernias de Richter estranguladas se Debe procederse fundamentalmente a la El cirujano, antes de reintroducir
el asa en la cavidad, se asegurará
acompañaban de cuadros obstructivos. hidratación del paciente, reponiendo líquidos que retorna a su aspecto habitual.
291
por vía intravenosa, hasta alcanzar una diuresis masa”, en la cual se reduce la hernia con el
de por lo menos 70-80 ml/hora, controlada saco, permaneciendo el cuello herniario
mediante sonda uretral. En los casos de pacientes presionando; o bien la hernia “en W” o hernia
con patología previa cardiopulmonar, esta de Maydl, en la cual el asa herniada es viable,
reposición se debe hacer bajo vigilancia estando necrosadas el asa proximal y distal
intensiva, a ser posible con control de la presión en el interior de la cavidad peritoneal. Ambas
venosa central. Si hay vómitos, se coloca SNG. situaciones son muy raras y solo aparecen
Deben emplearse antibióticos preoperatorios descritas esporádicamente en series muy
que ofrezcan protección ante gérmenes aerobios largas. Algo que sí es posible, aunque no
y anaerobios, inicialmente cefalosporinas de frecuente, es la reducción de un asa necrosada,
amplio espectro, o aminoglucósidos asociados aunque en general, cuando hay compromiso
a clindamicina o metronidazol. Posteriormente vascular, la hernia es irreductible.
se mantienen, si hay infección, obteniendo En cualquier caso, siempre que se consiga
muestras intraoperatorias y ajustando la elección la reducción es conveniente mantener al
con el resultado de los antibiogramas. Si no paciente en observación durante 8-12 horas
hay necrosis intestinal, ni se efectúa apertura antes del alta, vigilando la aparición de síntomas
de la luz intestinal, basta con las dosis profilácticas. peritoneales, siendo lo ideal realizar el
Las maniobras de taxis para la reducción tratamiento quirúrgico definitivo de la hernia
del contenido herniario pueden ser útiles y, en el mismo ingreso.
si no hay necrosis, facilitan el posterior
tratamiento quirúrgico, que en este caso puede
demorarse unas horas mientras se procede a Tratamiento Quirúrgico
recuperar el estado general del paciente. Cuando la hernia está incarcerada o
Sin embargo, para acometer la reducción estrangulada, constituye una urgencia quirúrgica
herniaria externa mediante las maniobras de y debe intervenirse en el menor tiempo posible.
taxis, se deben tener en cuenta una serie de La anestesia puede ser general, epidural
criterios: o incluso anestesia local, si la situación del
La clínica no debe inducir a pensar en paciente lo requiere. La anestesia general,
necrosis con ausencia de signos inflamatorios aunque no sea imprescindible, facilita la
locales, y sin llevar más de 12 horas de evolución resección intestinal en caso de ser necesaria,
desde que la hernia se hizo irreductible. ya que las tracciones del mesenterio pueden
No se deben hacer intentos repetidos, ni ser dolorosas y dar lugar a un estímulo
aplicando demasiada presión. parasimpático bradicardizante.
En primer lugar, se hace un intento suave La técnica quirúrgica a emplear debería
con expresión del contenido herniario en el responder a varias condiciones:
sentido del canal inguinal dirigido hacia el • Que facilite la reducción herniaria y la
orificio inguinal interno. Si no es posible la reintroducción del contenido en la cavidad
reducción, se puede colocar al paciente en peritoneal.
ligera posición de Trendelenburg; administrar • Que provea una buena exposición para
5 mg de diazepam parenteral y aplicar frío realizar la resección intestinal, en caso de
local sobre la tumoración. Tras una espera de que sea necesaria.
60 minutos se hace otro intento suave, pasando • Que se pueda realizar una herniorrafia
al tratamiento quirúrgico si este falla. con garantías a través del mismo acceso.
Están descritas complicaciones de la Hoy en día, parece que las técnicas “sin
reducción incruenta, como la reducción “en tensión”, con el uso de mallas protésicas, se
292
han impuesto como técnica preferible para se reinician movimientos peristálticos de la
la herniorrafia y los buenos resultados en zona herniada, basta con reintroducir el
largas series, tanto en lo que respecta al índice contenido en el peritoneo y seguir adelante
de recidivas como a comodidad del paciente, con la herniorrafia.
y van afianzando progresivamente esta opción. Cuando el asa no se recupera de forma
Por ello, es deseable seguir utilizando inmediata, se puede esperar hasta 10 minutos,
estas técnicas en los casos de hernias resultando útil el aumento de la proporción
complicadas, intentando aplicar una prótesis de O2 en la mezcla respirada por el paciente
sobre los orificios herniarios. o la aplicación de compresas empapadas en
Cuando se piensa que no hay necrosis, suero caliente sobre las asas. Además del color
el acceso inguinal o el crural, con una y el aumento de temperatura, se pueden
herniorrafia sin tensión mediante las técnicas emplear para certificar la viabilidad de las
de Lichtenstein o Rutkow-Robbins, pueden asas el Doppler o la fluorescencia intraoperatorios
ser la mejor elección, ya que son vías conocidas o, más sencillamente, la palpación de los
por todos los cirujanos y esta patología se pulsos en las arterias de las arcadas intestinales.
suele operar en el quirófano de urgencias. En Aunque aparentemente se recupere toda
cualquier caso, aunque haya gangrena intestinal, el asa, hay que tener especial atención con los
la resección y reconstrucción posterior también puntos correspondientes al rodete de presión
pueden hacerse por vía inguinal y del orificio herniario sobre el cuello del saco,
probablemente esto sea mejor que añadir otra que puede tener zonas de necrosis de pequeño
vía de acceso a la ya realizada. Sin embargo, tamaño y ser origen de perforaciones intestinales
normalmente no se puede saber si hay tardías, con la peritonitis consiguiente.
compromiso intestinal irreversible, y por lo Si el intestino no es viable, se procede a
tanto, en la mayoría de los casos, el abordaje la resección del segmento necrosado y a la
preperitoneal (Nyhus) cumple mejor las anastomosis termino-terminal. Ante la duda,
condiciones mencionadas anteriormente, ya también es preferible resecar; siendo inferior
que se facilita mucho la resección intestinal. la morbilidad debida a la resección, que la
Utilizar directamente la laparotomía nos derivada de mantener un segmento intestinal
parece poco adecuado e incluso en ocasiones necrosado en el abdomen.
puede no ser suficiente y necesitar además El asa necrosada puede ser el apéndice,
acceso inguinal. en cuyo caso se hace una apendicectomía,
Cuando el asa intestinal herniada presenta que en ocasiones puede ampliarse a la base
signos de isquemia por congestión venosa o de implantación.
por aporte arterial insuficiente, se debe hacer Si es el ciego el asa necrosada, lo indicado
lo siguiente: es realizar una hemicolectomía derecha, que
En primer lugar, liberar perfectamente el asa ya deberá hacerse a través de laparotomía.
herniada hasta tenerla a la vista en toda la Asimismo, si se trata del sigma, debe hacerse
extensión del área isquémica y con un intestino una resección del segmento afectado y valorar
viable proximal y distal. Para ello, hay que incidir la posibilidad de lavado intraoperatorio y
sobre el anillo de constricción hasta lograr la anastomosis primaria, o bien realizar una
sección completa. En las hernias crurales, esta colostomía proximal, con cierre del muñón distal
incisión se debe hacer en sentido medial, hacia o fístula mucosa, para una reconstrucción posterior.
el ligamento de Gimbernat, para evitar la De todas formas, es muy raro que el
posibilidad de lesión de los vasos femorales. intestino grueso presente necrosis, siendo la
Si el asa recupera rápidamente el color y complicación más frecuente, cuando el colon
293
forma parte del contenido, el deslizamiento intervención, sobre todo, si se han empleado
de la hernia. Hace unos años, el tratamiento técnicas de anestesia local o locorregional.
quirúrgico de las hernias deslizadas planteaba Hay que vigilar el estado de la herida, ya
problemas, debido a la dificultad para la que la infección es otra de las complicaciones
disección y ligadura del saco herniario. Hoy más frecuentes, en especial, si ha habido
en día, desde la utilización de los materiales resección intestinal. En caso de aparecer, se
protésicos en la herniorrafia, el saco no se debe hacer drenaje de la herida con cultivos
extirpa y prácticamente el deslizamiento no del exudado y tratamiento antibiótico acorde
supone una complicación añadida. al antibiograma. Aunque se haya empleado
Una vez realizada la anastomosis y una prótesis, no suele ser necesario extraerla
reintroducidas las asas, se procede a la y la herida puede cerrar por segunda intención.
reconstrucción del canal inguinal, realizando Es necesario estar atento al abdomen de estos
el tratamiento definitivo de la hernia. El hecho pacientes, vigilando la sintomatología propia de
de que se haya hecho una resección intestinal la peritonitis o el absceso intraabdominal. En
no contraindica el uso de prótesis, por lo que caso de presentarse, puede ser necesaria una
estas deben colocarse, bien por vía inguinal, o laparotomía, o el drenaje percutáneo de los
bien por vía posterior preperitoneal, según el abscesos mediante punción guiada por TAC.
acceso utilizado. La polémica generada en su Las infecciones de orina también son
momento, cuando se achacaba un aumento de frecuentes, favorecidas por los sondajes
las infecciones al uso de prótesis en las hernias vesicales, las alteraciones en la motilidad

estranguladas, se encuentra actualmente superada, vesical de algunos tipos de anestesia regional

y en las series publicadas no hay diferencias y la patología urológica concomitante propia

significativas en la morbilidad postoperatoria de la edad de los pacientes.


A pesar del control, la mortalidad no es
derivadas del uso de material protésico.
desdeñable y se refiere entre un 3 y un 25 %.
Solo el hecho de que fuera el colon la
En general, depende de la edad y la patología
víscera lesionada o la existencia de peritonitis
intercurrente del paciente, así como del tiempo
contraindican el uso de prótesis. En estos
transcurrido desde la instauración del cuadro
casos, se emplea la técnica de herniorrafia
hasta el tratamiento.
más adecuada según el tipo de hernia, la vía
de acceso y el estado de los tejidos, pudiendo
ser válida cualquiera de las técnicas clásicas. Conclusiones
La incarceración y la estrangulación son
complicaciones frecuentes de las hernias de
Postoperatorio la región inguinal y constituyen urgencias
El postoperatorio de los pacientes debe ir quirúrgicas. La clínica se caracteriza por un
encaminado a prevenir las complicaciones, siendo cuadro local de dolor y tumoración herniaria
su frecuencia de aparición muy variable según irreductible acompañado de un cuadro general
las series, encontrándose entre el 15 y el 50 % de obstrucción intestinal, que puede evolucionar
del total de las hernias estranguladas operadas: a peritonitis, si se produce la gangrena intestinal,
Las más graves son las respiratorias, sobre y a shock hipovolémico o séptico. El tratamiento
todo en los pacientes con peor estado general debe ser quirúrgico, siendo la técnica de
antes de la intervención. La mejor profilaxis elección el acceso preperitoneal con resección
consiste en una deambulación precoz que intestinal, si hay necrosis, y posterior herniorrafia
puede ser incluso en el mismo día de la sin tensión con aplicación de prótesis.
294
Capitulo 27

Hernia en el lactante y en el niño

Benjamín Solsona Narbón


Mª Consuelo Sebastián Pastor

Introducción de hernia directa, un caso de hernia de Spiegel,


una hernia de Aymond, un hidrocele séptico
La patología inguinoescrotal supone y un hidrocele intraabdominal.
aproximadamente el 50% de toda la patología
que se ve diariamente en las consultas
hospitalarias de cirugía pediátrica y, de toda
ella, el 70-75% corresponde a las hernias y Aspectos Históricos
al hidrocele. La hernia inguinal indirecta es
la intervención quirúrgica más frecuentemente La primera referencia acerca de la hernia
realizada por los cirujanos pediátricos. Por inguinal nos la dan los egipcios en el año
todo ello, consideramos que es una patología 1552 antes de Cristo con el tratamiento de
importante en número, de fácil diagnóstico las mismas mediante la aplicación de presión
clínico y con una técnica quirúrgica precisa externa. En el año 25 después de Cristo, Celso
que la dota de un pronóstico óptimo. nos otorga la primera referencia acerca de la
En un porcentaje alto de hospitales infantiles, reparación herniaria en niños, recomendando
se comenzó con una incidencia de hernias el tratamiento en casos de hernia inguinal
inguinales incarceradas del 6% del total, que dolorosa a través de una incisión escrotal
posteriormente, disminuyó a un 2% debido justo por debajo del pubis, resecando el saco
a la mayor experiencia de los cirujanos. y el testículo. Galeno en el año 176 después
Nosotros hemos revisado 1.500 hernias de Cristo afirma: “El conducto de descenso
consecutivas intervenidas entre marzo del 91 del testículo es una simple dependencia del
y junio del 2000. Hemos podido comprobar peritoneo en la parte inferior del abdomen
que las estadísticas varían en función del lugar (proceso vaginalis)”. Ya en la época moderna,
geográfico, costumbres, hábitos sociales, etc. aproximadamente en 1540, se considera a
Hemos tenido ocho casos de Síndrome de Ambrosio Paré como el primero que realiza
Down, un síndrome de Beuren-Williams el tratamiento quirúrgico de la hernia inguinal
bilateral, un caso bilateral de Tricotiodistrofia en el niño. Percival Pott realiza en 1756 la
y un caso de Ehler-Danlos. Así mismo, hemos primera descripción de una hernia inguinal
tratado tres casos de hernia crural, un caso congénita. En 1877, Czerny describió una
295
operación en la cual a través del orificio si el peso al nacer fue inferior a 1000 gramos.
inguinal externo tiraba del saco herniario, Edad: La incidencia es mayor en el primer
resecándolo y ligándolo. A su vez, Banks en año de vida con dos picos que son: durante
1884 desde Inglaterra recomienda también el primer trimestre e inmediatamente después
la ligadura del saco herniario a través del del año, lo cual hace suponer que el aumento
anillo inguinal superficial. Lucas-Championnere de presión intraabdominal que supone la
en 1881 es el primero en recomendar la defecación y llanto y, en el segundo caso, la
incisión de la aponeurosis del oblicuo externo, influencia que podría tener el inicio de la
facilitando así una mejor exposición del cordón bipedestación, son factores importantes.
espermático y la localización del anillo inguinal Sexo: En cuanto al sexo, hemos visto que es
interno, permitiendo la ligadura alta del saco diferente en las distintas series siendo siempre
herniario. En 1889, Ferguson es el primer superior en el varón; aunque varía dependiendo
autor que recomienda dejar intacto el cordón del lugar geográfico. Así en Delhi de 392
durante la intervención. Ya a principios del niños, solo el 4% fueron hembras, en Beijing
siglo XX Turner, Mc Lenon y Rusell coincidieron de 11.272 casos solo el 7,5% fueron hembras,
en que la curación de la hernia requería la en Karachi el 9%, en Dublín el 10%, en Yakarta
ligadura simple y alta del saco. Rusell, cirujano el 15%. En nuestra serie sobre 1500 casos un
pediátrico australiano, nos llenó de corolarios 25,4% fueron hembras.
como “no existe hernia inguinal indirecta sin Localización: Existe un predominio generalizado
saco”, “el conducto inguinal normal está de las hernias del lado derecho. En nuestra
dotado de protección más que suficiente” y serie ya mencionada, encontramos un 54%
“cuando aparece una recidiva, la culpa es de hernias del lado derecho, el 25% son
del cirujano”. Gertrude Herzfeld introduce izquierdas y un 21% son bilaterales, a diferencia
la cirugía ambulatoria para la hernia pediátrica de las estadísticas amplias consultadas que
en Edimburgo en 1938. En 1941 Ladd y Gross varían entre un 55 y 70% de hernias derechas,
en Boston ven necesario el tratamiento un 25-30% de izquierdas y un 10-15%
quirúrgico temprano de la hernia, idea que bilaterales.
más tarde es apoyada por Potts y sus Historia familiar: Se ha documentado un
colaboradores en Chicago. Este último condena aumento de la incidencia en la hernia inguinal
el uso a su vez de los bragueros. Es a mediados congénita en gemelos y familias con pacientes
del siglo XX cuando diversos autores con hernia inguinal o patología inguino-
documentan una elevada frecuencia de escrotal, así como en malformaciones urológicas
bilateralidad, momento en el que se inicia y de la pared abdominal. En un 11% de niños
una de las más importantes controversias en con patología herniaria indirecta hay
la cirugía herniaria infantil, la exploración antecedentes familiares.
quirúrgica de la ingle bilateral.

Organogénesis
Incidencia
En los primeros estadios de la vida
La incidencia de la hernia en la infancia embrionaria, al final de la tercera semana,
oscila entre un 0,8% y un 4,4%, aumentando, las células germinales primordiales (gametos
si se trata de niños prematuros de menos de extraembrionarios), que están en la pared del
36 semanas, a un 30%, y vuelve a incrementarse, saco vitelino emigran hacia las crestas gonadales
296
(6ª semana), que se han formado a mitad de por lo que continua siendo objeto de discusión.
la 4ª semana a partir de la cara anterointerna Podemos considerar tres factores como
del mesonefros, como una condensación inductores de este descenso que son:
mesodérmica recubierta de epitelio celómico.
En este estadio, la gónada indiferenciada
se encuentra unida a la pared posterior por Factores mecánicos:
un mesoperitoneo que, cranealmente, forma Gubernaculum: Desde la descripción inicial
el ligamento diafragmático y, caudalmente, de Hunter (1762), se ha considerado que el
el ligamento inguinal (gubernaculum). Hasta gubernaculum juega un papel activo en el
aquí la gónada indiferenciada presenta dos descenso testicular. Beasley comprueba como
zonas, una cortical y otra medular cubierta la denervación del gubernaculum mediante
por epitelio celómico. la sección del nervio genitofemoral determina
En la 7ª-8ª semana, los cordones sexuales la permanencia de los testículos en el abdomen.
penetran en la medula originando los cordones Castiñeras establece mediante unos estudios
testiculares que llegan hasta el mesorquio y experimentales en ratas, cómo en los animales
forman la rete testis (red de Haller), a los que se les secciona el gubernaculum la
transformándose posteriormente en los cordones gónada no desciende, al igual que sucede
eferentes. Si los cordones sexuales comienzan cuando el gubernaculum se extirpa totalmente.
a evaginar a la 10ª semana, intuimos por este Ello hablaría a favor de que la presencia del
retraso la formación de la rete ovarii. Sin gubernaculum es imprescindible para que se
embargo, serán los cordones sexuales produzca el descenso testicular.
secundarios los que formarán los folículos No parece, por tanto, que dicha estructura
primordiales. Al mismo tiempo, cuando se ejerza un papel meramente tractor, sino que
reabsorbe el mesonefros, va adquiriendo más bien podría actuar dilatando el canal
mayor entidad el gubernaculum (ligamento inguinal y la bolsa escrotal.
inguinal) que se fija distalmente al rodete Wensing opina que el factor más importante
labioescrotal, lo cual va a servir de eje alrededor en la última fase del descenso testicular sería
del cual se modela el mesodermo que dará la regresión del gubernaculum, permitiendo
lugar al conducto inguinal. una migración adicional del testículo dentro
En el 3° mes de gestación, se forma una del repliegue peritoneal.
evaginación peritoneal (epitelio celómico) en
la cara anteroinferior que sigue el trayecto Crecimiento Diferencial: La teoría del
del gubernaculum llegando al rodete crecimiento diferencial acepta que el
labioescrotal llamado conducto de Nück en crecimiento de la pared abdominal con relación
la hembra o conducto peritoneovaginal de a un gubernaculum relativamente inmóvil
Hertwig en el varón. Le acompañan en su determina el descenso testicular. El hecho de
trayecto todas las capas de la pared abdominal. que Wyndham comprobara que el guber-
A la par, en la 12ª semana, hay una primera naculum incrementa su talla previamente al
fase del descenso testicular, que desde su posición descenso, refuta dicha hipótesis.
lumbar pasa a las proximidades del OIE. Al
inicio del 7° mes, en una segunda fase, el testículo Presión Intraabdominal: El progresivo aumento
atraviesa el conducto inguinal ya formado, de la presión intraabdominal con el crecimiento
llegando al fondo del escroto en la semana 32. ha sido propuesto como fuerza impulsora del
El fin biológico y funcional del descenso testículo. Así mismo, la presión que ejercen
testicular sigue siendo en parte desconocido los órganos abdominales, juntamente con la
297
tensión del gubernaculum, facilitan el paso en el gubernaculum previo al descenso testicular
del testículo a través del conducto inguinal soporta la dependencia androgénica de dicho
en la tercera fase del descenso. Se ha observado descenso, siendo el gubernaculum, el órgano
una incidencia incrementada de testículos no diana de los andrógenos para el descenso. El
1
descendidos en aquellas patologías que cursan epidídimo es también considerado como
2 con defectos importantes de la pared abdominal. órgano diana de la acción androgénica.

Epidídimo: El epidídimo también podría jugar


un papel mecánico en el descenso testicular, Factores neurológicos
3
como sugieren una serie de factores, como Aparte de los factores mecánicos y
4 el hecho de que el epidídimo precede al hormonales, se ha planteado también la
testículo hacia el escroto; así mismo, la posibilidad de una modulación neuronal del
5
observación durante la disección de fetos gubernaculum. Así, en la espina bífida, existe
Figura 1
humanos postmortem y de animales muestra una mayor incidencia de criptorquidismo
Descenso testicular.
5o mes, 6o mes, 7o mes y 8o mes. que el gubernaculum está adherido a la cola (18%), especialmente cuando la lesión está
5o mes
1. Gónada diferenciada del epidídimo y no al testículo. por encima de L2. La transección del cordón
2. Peritoneo espinal en ratas neonatales parece afectar al
3. Gubernaculum
4. Conducto peritoneovaginal descenso de los testículos cuando la sección
5. Rodete escrotal
Factores hormonales se realiza a nivel lumbar o torácico bajo, pero
Numerosos hechos ponen de manifiesto no a nivel lumbosacro o sacro.
la participación de estos factores. La Queda establecido por tanto, cómo los
administración de dietilestilboestrol se ha andrógenos, un nervio genitofemoral intacto
asociado a un aumento en la incidencia de y el gubernáculum son esenciales en la fase
criptorquidismo. Gill, sobre una serie de 308 transinguinal de descenso testicular. Sin
pacientes expuestos a este agente, encuentra embargo, el mecanismo por el que la
un 5,5% de criptorquidismo, comparado con testosterona ejerce su efecto sobre el
el 0,32% que evidencia en los controles. gubernaculum persiste oscuro. Se ha sugerido
Raynaud inyecta estrógenos a la rata gestante que pueda existir un núcleo en el cordón
o directamente al feto, provocando una atrofia espinal sensible a los andrógenos que mediaría
del aparato gubernacular y del proceso vaginal, impulsos a través del nervio genitofemoral
con el consiguiente descenso testicular hasta el gubernaculum.
incompleto o nulo. Durante el descenso, las distintas capas
De todos los factores hormonales, los que que son empujadas van a formar parte
más se han implicado, sobre la base de envolvente del testículo y del cordón:
numerosos estudios, han sido las gona- -Piel
dotropinas. Rajfer logró inducir el descenso -Fascia subcutánea de Camper y Scarpa
testicular en la rata de forma prematura a los -Aponeurosis del oblicuo mayor
16 días de gestación con la administración -Músculo oblicuo menor cremáster
de gonadotropinas. -Fascia transversalis
1 Parece que la secreción normal de -Grasa preperitoneal
testosterona por las células de Leydig y su -Saco herniario.
conversión a dihidrotestosterona por la 5-alfa- Una vez que el teste se encuentra en el
reductasa, presumiblemente en el órgano diana, escroto, el CPV (Conducto peritoneovaginal)
es necesaria para el descenso del testículo. se oblitera en su zona medial, quedando dos
6o mes
1. Pubis La elevada actividad de la 5-alfa-reductasa zonas sin obliterar, la parte más distal que va
298
a formar la túnica vaginal del teste y una zona transverso. Pero al tensar el oblicuo menor, se
1
proximal al orificio inguinal interno. contrae el cremáster y reasciende el cordón
Habitualmente esta obliteración es más temprana actuando como tapón en el conducto inguinal.
en el lado izquierdo, siendo más frecuente la El efecto cortina que hace descender el
hernia inguinal indirecta en el lado derecho. tendón conjunto hacia el ligamento inguinal
refuerza también o protege al triángulo de
Hesselbach. Cuando el músculo transverso
Patogénesis se contrae, la zona en “U”, es decir, los pilares
En el momento del nacimiento ya existe externo e interno del orificio inguinal interno
una base constitucional congénita, pero sobre (OII) se desplazan hacia arriba y hacia fuera,
todo vamos a tener en un 80-90% de niños llevándose la porción inguinal y alargando
un conducto peritoneovaginal permeable el trayecto. En el niño, no podemos considerar
2 3
(CPVP), y en el 57% persistirá un año después. el fenómeno de la contracción como un
En autopsias de adultos, entre un 15-37% mecanismo de defensa y protección, puesto 7o mes
1. Deferente
tienen CPVP sin haber tenido una historia que todavía se encuentra en formación. 2. Epidídimo
clínica herniaria a lo largo de su vida. Desde El aumento de la presión intraabdominal 3. Próstata

el punto de vista anatómico, va a haber una en el RN y lactante es muy frecuente, siendo


serie de condiciones que favorecen la el resultado de mecanismos fisiológicos y
posibilidad de aparición de hernias como: patológicos comunes. La defecación tan
una pelvis alta y estrecha y una inserción alta frecuente en el RN, el llanto como mecanismo
de los músculos abdominales. No valoramos de defensa ante cualquier agresión, movilidad
las distrofias musculoaponeuróticas ni el espontánea, sobre todo de las piernas sobre
exceso de peso, puesto que se trata de el abdomen, dolor abdominal por la adaptación
situaciones patológicas. En cuanto a los factores a la alimentación, son mecanismos fisiológicos.
dinámicos, la presión intraabdominal va a Los mecanismos, casi patológicos, frecuentes
ser la más importante y es la resultante del son: el vómito, resultado focalizado de procesos
tono, contracción y grado de distensión de patológicos alejados tan distintos como la
la pared abdominal. En el paciente pediátrico, infección urinaria, la meningitis o la amigdalitis;
no valoramos la posición erecta puesto que o la tos, resultado de procesos catarrales de
durante el primer año no la tiene establecida. vías altas o bronquiales. Con esto, queremos
El aumento de la presión intraabdominal indicar que el recién nacido pasa todo el día
conlleva una contracción del músculo oblicuo ejercitando maniobras de Valsalva que servirán
mayor que, tensando la aponeurosis, disminuye para cerrar el CPV o para abrirlo.
1
el orificio inguinal externo, cerrándolo a la vez Desde nuestro punto de vista, en el recién
que tira de la vaina del recto. A la par, se produce nacido, todo va girar alrededor del CPV, las
2
la contracción de los músculos oblicuo menor características del conducto Inguinal y la 3
y transverso, lo que determina un desplazamiento presión abdominal. El CPV está presente,
5
del tendón conjunto hacia el ligamento inguinal, como ya hemos visto, en el 80-90% de los
excepto una pequeña zona triangular con recién nacidos. El conducto inguinal es muy
vértice en la inserción inferior del oblicuo corto de forma que el OII y el OIE están casi
4
menor y su base en la salida del cordón juntos, superpuestos, y, en el lactante, la
espermático. Esta zona se encuentra tapizada distancia entre ellos es de aproximadamente 8o mes
1. Deferente.
posteriormente por la aponeurosis del transverso, 1 cm. 2.Ligamento pritoneovaginal.
3.Epidídimo.
que se inserta, por debajo, en el ligamento El diámetro del mismo será otro parámetro
4. Vaginal.
inguinal y, por encima, en el borde libre del que aumentará en proporción directa la 5. Gubernaculum.
299
posibilidad de formación de una hernia al nacer o demorar su presentación semanas,
inguinal, además de la oblicuidad del mismo meses o años, como se deduce de su estudio
con la pared abdominal. Todos estos factores patogénico. El signo principal es la tumoración
facilitarán que la presión abdominal despegue reductible a nivel inguinal. Frecuentemente la
o cierre esta estructura (CPV). Cuanto más anamnesis nos va a orientar, ya que una
perpendicular sea, el diámetro será mayor y tumoración inguinal, que sale con frecuencia y
la longitud del conducto, menor, más posibilidad se reduce con facilidad de forma espontánea o
habrá de que aparezca una hernia inguinal por la manipulación por parte de los padres, nos
indirecta. Por el contrario, cuanto mayor sea hará sospechar del diagnóstico de hernia inguinal.
la oblicuidad, menor el diámetro y mayor la Otras veces, los padres cuentan que el
1 2 3 longitud del conducto inguinal, la presión niño se encuentra irritable, con llanto
Figura 2. abdominal tenderá a colapsar las paredes del espontáneo adquiriendo una postura de flexión
Corte a nivel del tercio inferior
conducto peritoneovaginal. de los miembros inferiores sobre el abdomen
del cordón espermático
en el que se evidencia el CPV Cuando existe una alteración anatómica, y con alteración del tránsito intestinal esporádico
rodeando las estructuras del cordón,
quedando las mismas extraperitoneales. histológica o bioquímica, podemos decir que (vómitos y estreñimiento relativo). Esta situación
1. Deferente. existe una base o asiento genético que propicia clínica nos obliga a una exploración sucinta
2. Saco.
3. Vasos. la aparición de hernias. Así, la presencia de de la región inguinal que nos ofrecerá el
líquido o exudado peritoneal favorece el diagnóstico, en el caso de hallar una tumoración
despegamiento del CPV, aunque no aumente evidente en la región inguinal y que reducimos
significativamente la presión intraabdominal. con mayor o menor dificultad en el momento
1c Los niños con comunicación ventrículo- de la exploración. Ante una manifestación
m.
peritoneal, ascitis o con diálisis peritoneal clínica menos evidente, una exploración más
sufren mayor número de hernias. detallada pondrá de manifiesto los siguientes
El CPV se cierra totalmente en el nacimiento signos indirectos:
o, posteriormente, en la mayoría de los niños, 1) Engrosamiento del cordón, 2) signo del
dejando un remanente fijado a los testículos, roce de seda, que se muestra cuando el
2c la túnica vaginal. En el caso de ausencia de explorador desliza el dedo índice sobre las
m.
cierre, puede desarrollarse una hernia estructuras engrosadas del cordón y sugiere
inguinoescrotal o bien un hidrocele comu- la presencia de saco herniario, aunque puede
nicante, que a su vez puede ser valvular ser de poca confianza, y 3) aumento del
superior o valvular inferior. Si se produce un diámetro del orificio inguinal externo (OIE).
cierre parcial, podemos encontrar una hernia Antes de examinar la ingle del niño, es necesario
inguinal, un hidrocele funicular, un hidrocele examinar el escroto para localizar el testículo
testicular o bien una hernia inguinal en su sitio, evitando así la confusión de un
acompañada de hidrocele testicular e hidrocele testículo retráctil con una hernia.
1
funicular, dependiendo de la localización de Vamos a encontrar un grado mayor de
la porción permeable. A pesar de esto, el dificultad en el diagnóstico de un niño cuyos
2
CPVP puede estar presente durante toda la padres refieren la aparición de una tumoración
vida sin aparición de patología herniaria. en la región inguinal una sola vez, o bien,
3
cuando lo refiere el médico de un centro no
especializado, sobretodo en el caso de un
varón, ya que podría corresponder a la ascensión
Figura 3.
Conducto inguinal en el lactante Clínica, exploración y diagnóstico de un teste retráctil. Ante este caso, la
1. Anillo interno exploración en decúbito y después en
2. Anillo externo
3. Proceso vaginal La hernia inguinal congénita puede aparecer bipedestación que no evidencia signos que
300
justifiquen del todo la posibilidad de patología síntomas cambiarán su orden, pero siempre
herniaria, remitimos al paciente a su domicilio. serán los que describimos. Aparece irritabilidad,
En el caso de que no se repita la aparición inquietud, dolor abdominal generalizado y
de la tumoración en un plazo razonable de progresivo, vómitos alimentarios, biliosos o
tiempo, podemos solicitar una serie de fecaloideos y en la exploración encontramos a.

exploraciones complementarias, como una distensión abdominal y tumoración inguinal


ecografía de la región inguinal, funda- irreductible. En definitiva, se va estableciendo
mentalmente por la posibilidad de que pueda un cuadro de obstrucción intestinal en un
tratarse de un CPV permeable, de un saco corto espacio de tiempo. Si el niño es pequeño,
herniario o bien de un conducto inguinal puede practicarse un tacto rectal, lo que nos
normal, siendo todavía una prueba diagnóstica permite palpar el asa atrapada en el orificio b. c. d.
no demasiado extendida en nuestro medio. inguinal interno. En una radiografía simple
También se puede utilizar la Eco Doppler con de abdomen, podemos objetivar aire ectópico
el fin de realizar un diagnóstico diferencial y en caso de dudas también podríamos practicar
con lesiones en las que exista compromiso una ecografía, pero realmente con la historia
vascular. clínica y la exploración física suele ser suficiente
Así mismo podemos encontrar un lactante para llegar al diagnóstico. Una vez establecido
e. f. g.
irritable, con llanto intenso, con alteración el diagnóstico y dependiendo del espacio de
del tránsito digestivo y que al explorarlo tiempo transcurrido desde que se iniciaron Figura 4
Tipos de hernia inguinal e hidrocele.
observamos una tumoración inguinal o escrotal los síntomas, se debe intentar la reducción CPV obliterado:
a. CPV parcialmente obliterado:
irreductible, dolorosa, con afectación de la de la hernia por personal médico b. Hernia inguinal.
piel, la cual se encuentra eritematosa o, incluso, experimentado; en primer lugar, mediante c. Quiste de cordón.
d. Hernia y quiste de cordón.
azulada, ligeramente edematosa, hallándonos reducción espontánea con ayuda de sedación CPV abierto:
e. hernia inguinoescrotal.
ante un cuadro de hemiescroto agudo, debiendo y posición de Trendelemburg. Si así no es f. hidrocele comunicante valvular superior.
realizar el diagnóstico diferencial entre hernia posible, podemos intentar la reducción mediante g. hidrocele comunicante valvular inferior.

inguinal incarcerada, torsión testicular, torsión la aplicación de maniobras suaves, colocando


de la hidátide de Morgagni, orquiepididimitis, el pulgar y el índice de la mano izquierda a
hidrocele funicular o bien hematoma del nivel del OIE para dirigir el asa, y con los
cordón testicular. Se trata de un cuadro de dedos índice y anular de la mano derecha
singular gravedad que se presenta sobre todo traccionar en sentido distal para, a continuación,
en el recién nacido y en el lactante. empujar con el dedo pulgar la tumoración
La hernia incarcerada es aquella en la que en sentido proximal como un “émbolo”. Esta
el contenido del saco no puede ser reducido maniobra de expresión y empuje la repetimos,
en la cavidad abdominal, no presenta deteniendo la misma en caso de observar
compromiso vascular ni de tránsito intestinal ausencia de movilidad del contenido intestinal
y, si no se trata hay una progresión inexorable o del asa, lo cual nos obligaría a una
hacia la estrangulación. intervención quirúrgica urgente. En caso de
La hernia inguinal incarcerada es más conseguir la reducción del asa herniada,
frecuente en los seis primeros meses de vida. vigilaremos fundamentalmente dos parámetros:
En los lactantes que manifiestan una hernia la distensión abdominal y el reestablecimiento
antes del año, la incidencia de incarceración del tránsito intestinal a las pocas horas. Una
es superior al 30%, y este porcentaje disminuye vez reducida la hernia, demoramos la
con la edad. La hernia incarcerada se da con intervención quirúrgica 48-72 horas con el
más frecuencia en el grupo de las niñas. niño hospitalizado, porque los tejidos, que
Dependiendo de la edad del paciente, los en el paciente pediátrico son más friables, se
301
Hernia Incarcerada Torsión Testicular Torsión Hidatide de
Morgagni

Alteración del tránsito Anormal situación Punto azul

Hemiescroto Agudo

Piuria No dolor Dolor-Trauma

Orquiepididimitis Hidrocele funicular Hematoma de Cordón


Tabla I

encuentran edematosos y contundidos por el del asa. En las series más numerosas y en la
proceso incarcerativo y por las maniobras de nuestra, queda fijado globalmente el porcentaje
reducción. Si no conseguimos la reducción, de estrangulamiento herniario entre el 12 y
debemos establecer la indicación del tratamiento 17% del total de hernias incarceradas, siendo
quirúrgico urgente, previa estabilización en el primer año de vida muy próxima al
metabólica e hidroelectrolítica y descompresión 30%. Si ocurre esto, la tumoración se hace
digestiva, mediante colocación de sonda más dolorosa, tensa, enrojecida y edematosa.
nasogástrica. En el caso de que el estado del Aparecen vómitos biliosos y fecaloideos, e
niño sea insatisfactorio, todo esto se debe incluso deposiciones hemorrágicas y fiebre.
corregir mientras se practica la intervención En algunos pacientes, el testículo homolateral
quirúrgica, la cual se hace inexcusable. aparece hinchado y duro debido a la congestión
Generalmente se reducen el 75- 85% de las venosa por la compresión de las venas
hernias incarceradas en los niños. Es conveniente espermáticas a nivel del anillo herniario.
intentar primero la reducción manual, ya que Contrariamente a la hernia, el hidrocele
la intervención quirúrgica de urgencias tiene es una tumoración localizada en el trayecto
una tasa de complicaciones 20 veces mayor del cordón espermático que además
que la cirugía programada, siempre que no transilumuna. El hidrocele comunicante lo
se evidencien signos o síntomas de describe la madre como un aumento del
estrangulación como toxemia, fiebre, taquicardia tamaño del testículo a medida que transcurre
o coloración azulada en la región de la el día, viéndolo reducido a su tamaño normal
tumoración, en cuyo caso estaría indicada la por las mañanas, inmediatamente tras levantarse
intervención quirúrgica urgente. de la cama. Evidentemente, en este caso, sí
Si la hernia incarcerada no se trata, hay existe una influencia de la bipedestación. En
una progresión rápida hacia la estrangulación. el caso de que la tumoración se encuentre
Primero, aparece un edema progresivo del en el tercio medio del cordón en el varón o
contenido herniario con aumento de la del ligamento redondo en la hembra, estamos
compresión en el canal inguinal y posterior ante el hidrocele funicular en el primer caso
oclusión del flujo arterial, determinando la o quiste de Nück en el segundo.
isquemia, gangrena y, finalmente, la perforación Solamente nos obliga a un tratamiento
302
sin demora dentro de la patología del hidrocele, o menor intensidad. En la exploración cuidadosa
aquel que va aumentando de tamaño llegando y tras tranquilizar al niño, podemos apreciar
a estar a tensión, ya que ejerce una importante que el dolor es selectivo en el polo superior
compresión sobre los vasos deferenciales con del testículo, en la unión del teste con la
riesgo de la viabilidad del testículo. cabeza del epidídimo, es decir, en el lugar
La torsión testicular produce una donde asienta la hidátide de Morgagni. Si
interrupción del drenaje venoso y del aporte además se aprecia una pequeña tumoración
arterial debido a una rotación del cordón dolorosa y evidenciamos un nódulo azulado,
espermático, produciendo un daño testicular el diagnóstico es definitivo. La torsión de la
que puede llegar a la necrosis total. Se trata hidátide de Morgagni, en nuestra opinión, se
de un proceso agudo en el que el diagnóstico debe operar en el momento agudo, y tanto
y una rápida intervención es fundamental más cuanto mayor es la intensidad de los
para la viabilidad del testículo, ya que en signos asociados, como el hidrocele reaccional
trabajos experimentales ya clásicos, se ha y los signos inflamatorios de vecindad. En un
demostrado que las células de Leydig se dañan porcentaje alto, el contenido de la capa vaginal
a partir de las 6 horas con lesiones irreversibles es purulento y abundante y se beneficia de
a partir de las 10 horas de isquemia. la evacuación quirúrgica. La intervención
Clínicamente se caracteriza por dolor agudo consiste en practicar una pequeña incisión
o progresivo en el testículo, acompañado de de menos de un centímetro en el escroto y
otros síntomas abdominales. En la exploración la extracción únicamente de la hidátide
física encontramos un testículo extremadamente torsionada, extirpándola y evacuando el
doloroso, elevado y horizontalizado “teste contenido del hidrocele reaccional.
redux”, con el cordón engrosado, donde, La orquiepididimitis es una infección que
ocasionalmente, se puede palpar la zona de habitualmente afecta al epidídimo produ-
torsión. Se acompaña además de hidrocele ciéndose por un flujo retrógrado a través del
reaccional y signos inflamatorios a nivel deferente o sus linfáticos transmitida por una
escrotal. El paciente cuenta una historia de infección de las vías urinarias. Ocasionalmente,
episodios similares anteriores, pero de corta se produce por vía hematógena. Clínicamente,
duración que sugieren procesos de torsión se caracteriza por un dolor agudo-subagudo
incompleta. Se han descrito numerosas pruebas y progresivo acompañado de hinchazón
complementarias para su diagnóstico. En el testicular, con hidrocele reaccional. En el
momento actual la ECO-doppler puede ser caso de que los signos sean bilaterales, aunque
definitiva. de distinta intensidad, el diagnóstico es más
El tratamiento quirúrgico se debe realizar que probable. La muestra de orina suele dar
con carácter urgente para evitar una lesión, una piuria manifiesta.
incluso, en el testículo contralateral. En caso La hernia inguinal directa es una patología
de haber transcurrido menos de 10 horas excepcional en el paciente pediátrico. En
desde el inicio de los síntomas o la torsión nuestra serie tenemos un caso de una niña
sea incompleta, se realiza una detorsión. Casi de un año de edad con síndrome de Ehler-
con toda seguridad se llegará a la orquiectomía, Danlos con una gran hipoplasia muscular
si ha pasado ese tiempo. que no pudo ser reparada.
La torsión de la hidátide de Morgagni de La hernia crural es rara también en la
cualquier apéndice o resto embrionario del infancia. Se manifiesta como una procidencia
testículo produce un dolor agudo con reacción herniaria debajo del ligamento inguinal. En
inflamatoria e hidrocele reaccional en mayor nuestra serie hemos encontrado tres casos (2
303
niñas y un varón), lo que supone un 0,5% de el 20% restante con un proceso vaginal
toda nuestra patología herniaria. En las revisiones persistente que no desarrollará una hernia
de Fonkalsrud, 24 de 5452 hernias, y de Burke, inguinal clínicamente aparente. Esto sirvió
25 de 4567 hernias; con un total de 10019 como respuesta a la cuestión que se planteó
hernias, se encuentran 21 hernias crurales, tras analizar numerosos estudios de la época,
lo que supone un 0,2%. Es frecuente el error en los cuales el porcentaje de persistencias
diagnóstico y la confusión con una hernia de conductos peritoneales localizados en la
inguinal indirecta, dada la rareza de su exploración rutinaria contralateral en niños
presentación en los niños. con hernia inguinal unilateral era muy elevado,
en comparación con el porcentaje de niños
que desarrollaban una hernia inguinal
contralateral clínica, tras la intervención de
Exploración inguinal contralateral la primera hernia. Muchos autores que han
defendido la exploración rutinaria contralateral
La exploración de la ingle contralateral reflejaron en sus estudios las ventajas de esta
en niños con una hernia inguinal unilateral postura, como el elevado porcentaje de proceso
clínica es un tema controvertido desde la vaginal persistente localizado en dicho lado,
década de los 50, cuando Rothenberg y Barnett siendo este último un factor de riesgo para el
publican un estudio en el cual el 100% de los desarrollo de la hernia inguinal contralateral
niños menores de un año con hernia inguinal metacrónica. También se vio como ventaja,
unilateral clínica tenían realmente hernia el hecho de que se evita una segunda
inguinal bilateral. En la década de los 50 la hospitalización, anestesia y operación, lo cual
mayoría de autores abogaba por la exploración causa ansiedad en el paciente, en los padres
contralateral de forma rutinaria. Desde entonces, y en el cirujano, que además tiene que afrontar
se han publicado numerosos estudios con una segunda intervención.
incidencias de hernias inguinales contralaterales Actualmente sigue siendo un tema
localizadas mediante la exploración rutinaria controvertido, pero la mayoría de autores ya
contralateral en un rango amplio, desde 5,6% aboga por no realizar la exploración rutinaria
hasta el 73%. Estas diferencias en los estudios contralateral, al menos en todos los casos,
publicados y la razón de la controversia que dejando esta opción para determinados casos
todavía hoy persiste, se deben a la diferente seleccionados. Las principales razones son
consideración por parte de los cirujanos de el evitar una segunda cicatriz, evitar la
un proceso vaginal persistente y al estudio de exposición del deferente y de los vasos
poblaciones con diferentes edades. Rowe et espermáticos en el caso del varón, ya que la
al., ya en el año 1969, postula que el proceso posibilidad de lesionarlos, aunque es pequeña,
vaginal contralateral en lactantes se cierra existe, y se ha visto que es mayor en el caso
justo antes del nacimiento o en los primeros de que el cirujano manipule un cordón
meses de vida en aproximadamente el 40% buscando un saco peritoneal que no existe.
de los casos, quedando un 60% con un proceso Algunos autores como Kiesewetter y
vaginal persistente. En otro 20% se cierra antes Parenzan, y Boch y Sobye han sugerido que
de los dos años, quedando después de los dos los niños menores de un año con hernia
años el 40% de niños todavía con persistencia unilateral tienen de 2 a 4 veces más riesgo
de proceso vaginal, el cual ya no se va a de desarrollar una hernia contralateral que
obliterar nunca. La mitad de ellos desarrollará los mayores de un año, por lo que ellos
alguna vez en sus vidas una hernia, quedando recomiendan la exploración contralateral en
304
menores de 2 años.
También ha sido tema de numerosos Casuística: localización y sexo
estudios ver la relación existente entre el
desarrollo de hernia inguinal contralateral y Niños 1119 74,6 %

el lado inguinal donde se desarrolla la primera Total casos 1500 100 %


hernia, el sexo del paciente, etc. Siempre Niñas 318 25,4 %
hemos visto en las estadísticas que, cuando Derechas 810 54 %
hay una hernia izquierda, existe un porcentaje Izquierdas 375 25 %
mayor de desarrollar una derecha. Para ser
Bilaterales 315 21 %
exactos, en nuestra serie de 1500 casos, hemos
Izdas. a dchas.* 24 6,6 %
tenido 375, de las cuales 24 desarrollaron
Dchas a izdas.** 25 2,7 %
posteriormente una hernia derecha, lo que
supone un 6,6%. Sin embargo, de las 810 *Niños con hernias izquierdas en los que posteriormente
aparece una hernia derecha.
hernias derechas, 25 desarrollaron
**Niños con hernias derechas en los que posteriormente
posteriormente una hernia izquierda, lo que aparece una hernia izquierda.
Tabla II
supone un 2,7%.
Actualmente, la mayoría de autores solo En 88 pacientes menores de un año, se
recomiendan la exploración de la ingle realiza una laparoscopia diagnóstica obteniendo
contralateral en determinados pacientes con una sensibilidad del 71%, y una especificidad
situaciones de aumento de la presión abdominal, del 89%. Se utiliza un trocar de 5,5 mm a
como los portadores de comunicaciones través del saco peritoneal del lado afecto,
ventriculoperitoneales, los pacientes en diálisis introduciéndolo en la cavidad peritoneal. Se
peritoneal o aquellos con ascitis. Más induce un neumoperitoneo con 4-6 mm de
recientemente, Leslie D Tackett et al. Hg de presión, y se utiliza una cámara de 70∞
recomiendan la exploración rutinaria con luz de xenón. El anillo inguinal interno
contralateral tan solo en pacientes con contralateral se visualiza con una serie de
incarceración y en prematuros. maniobras auxiliares. Consideran la exploración
La hernia contralateral se ha estudiado a positiva, en el caso de visualizar un saco
través de diversos métodos de exploración herniario obvio o bien un proceso vaginal
complementaria para evitar la exploración mayor de 2 cm de longitud sin aplicar tracción.
quirúrgica rutinaria, como son la herniografía También se han publicado estudios acerca
preoperatoria, método en desuso actualmente, de la utilidad de la ecografía preoperatoria
quedando reservada para determinados para prevenir la exploración quirúrgica
pacientes donde el diagnóstico de hernia o contralateral del lado asintomático. Sus
de hernia recurrente no puede establecerse defensores lo definen como un método válido,
de forma exacta con el examen clínico; también no invasivo y preciso, ya que las medidas del
se ha recurrido al sondaje transperitoneal canal inguinal mediante ultrasonidos pueden
intraoperatorio, al neumoperitoneo intra- discriminar de forma precisa entre un canal
operatorio y más recientemente a la laparoscopia normal, una persistencia del conducto
y a la ecografía preoperatoria. Un estudio peritoneovaginal y una hernia inguinal
reciente acerca de la laparoscopia en el verdadera. Erez et al. realizan un estudio
diagnostico de la hernia contralateral lo define prospectivo mediante una ecografía
como un método sencillo, seguro y preciso preoperatoria en 200 pacientes, localizando
en la selección de niños que van a precisar en 40 de ellos, una hernia inguinal contralateral.
exploración contralateral. En los 160 restantes en los que la ecografía
305
es negativa, ninguno de ellos desarrolla en ante esta situación y el estrés que supone estar
el periodo de seguimiento una hernia inguinal pensando en la incarceración. Toda la vida
contralateral. familiar gira alrededor de la ingle del niño.
La exploración contralateral se ha justificado ¿Qué supone la intervención al diagnóstico
por los distintos autores y por distintas causas. en un centro hospitalario? (Después de los
Siempre hemos sido muy cautos a la hora de trámites previos, tras ser visto por el médico
opinar y mucho más a la hora de intervenir. de familia, el pediatra, el cirujano general,
Pensamos que un conducto peritoneovaginal llega al hospital). Una vez en la clínica de
obliterado es muy vulnerable a ser recanalizado cirugía pediátrica, una serie de trámites
con manipulación mecánica, neumática, burocráticos y una lista de espera infiere una
mediante sondaje, etc., justificando, por tanto, demora. En nuestro centro hospitalario y en
su cierre mediante sutura transfixiva, aunque el momento actual es de uno o dos meses,
presumiblemente no hubiera desarrollado tiempo que consideramos razonable para
una hernia. En este sentido, nuestra postura preparar a la familia y al niño.
es no intervenir el lado contralateral en ausencia El estudio preoperatorio estándar que se
de síntomas. Solamente vemos justificada la aplica a todos los niños consiste en un análisis
intervención contralateral en aquellos niños de sangre que incluye recuento, fórmula y
que presentan líquido peritoneal libre: ascitis, bioquímica habitual, colinesterasa y un estudio
dializados y portadores de shunts ventri- de la coagulación. Si se detecta sintomatología
culoperitoneales. Hemos intervenido el lado que aconsejen otros estudios, se realizan
contralateral en niños que llegan a nuestra durante este tiempo de espera. Se deben
clínica diagnosticados de hernia inguinal posponer ante infecciones habituales de las
unilateral y en la exploración hemos vías respiratorias altas o de cualquier otro
comprobado la presencia de signos indirectos entorno, como las digestivas, las urinarias, y
claros en la ingle contralateral, aunque no se el eritema del pañal, etc. En los niños con
halla evidenciado en dicho lado una hernia. problemas clínicos como cardiopatías,
prematuros con crisis de apnea o cualquier
otra patología grave, en el momento actual
y una vez estabilizados en UCIP no existe
Tratamiento grave peligro, dado el nivel de nuestros centros
hospitalarios. Rescorla y Grosfeld en 1984
La hernia inguinal no requiere una actuación comprobaron que: 1) La hernia inguinal era
quirúrgica urgente, incluso, tras desincarcerarlas, muy frecuente en niños prematuros y RN muy
sino que es mejor una intervención electiva enfermos. 2) Existe una alta frecuencia de
y programada. Si hay una entidad que no incarceración en este grupo de población. 3)
ofrece duda para practicar tratamiento quirúrgico El 9% de ellos tenían obstrucciones intestinales.
al diagnóstico, esa es la hernia inguinal. 4) Un 2% presentaron infartos gonadales. El
El alto riesgo que presenta la misma hacia resto de los niños pueden ser intervenidos de
la incarceración, tan frecuente en el niño como forma ambulatoria.
ya hemos visto, es el primer motivo para indicarla En el niño, fundamentalmente, empleamos
con firmeza. En segundo lugar, mejorar la dos técnicas quirúrgicas para la hernia inguinal
comodidad del lactante que está irritable, no indirecta que como hemos visto, es el 95%
gana peso, con problemas digestivos, es otro de toda la patología herniaria. No podemos
motivo para intervenir sin demora. Por último, aplicar la teoría de la influencia de la
quitar la intranquilidad y desasosiego familiar bipedestación en la patogénesis, puesto que
306
Calendario Quirúrgico

Hernia inguinal indirecta Al diagnóstico


Hidrocele testicular Entre los 14 y 18 meses
Hidrocele funicular 14 meses
Hidrocele a tensión Al diagnóstico
Hidrocele comunicante Al diagnóstico
Hernia directa En función de la causa
Hernia crural Al diagnóstico
Hidrocele iniciado al año de edad Plazo razonable de tiempo
Tabla III

no la desarrolla hasta después del año, siendo mascarilla laríngea o un tubo endotraqueal,
el primer año la época de mayor incidencia se le coloca en decúbito supino y nuevamente
herniaria. Tampoco podemos aplicar la se aplica solución antiséptica (povidona
influencia del desgaste o atrofia-hipotrofia yodada o clorhexidina).
muscular. Sin embargo, el CPV permeable
con las características del conducto inguinal
ya vistas, hace fácil explicar la aparición de
asas en el mismo, desarrollando conse- Técnica de Mitchell-Banks
cuentemente una hernia.
El niño en el quirofano: La llegada del El principio fundamental en que se basa
niño al quirófano suele ser psicológicamente la técnica consiste en extirpar únicamente el
traumática y hay que tratar de tranquilizarlo. CPV a nivel del OII. Esto es posible debido
Es de singular importancia la actitud del personal a la buena calidad de las estructuras que
sanitario que hace el traslado al quirófano y forman el conducto inguinal en los niños,
del de enfermería y médicos que reciben al demostrándolo el escaso número de recidivas
niño en el mismo. El niño llega perfectamente que tenemos en la infancia.
duchado desde la sala y con la región inguinal La técnica consiste en:
”pintada” con solución antiséptica. Incisión transversal en el pliegue abdo-
El quirófano en sí tiene una serie de minopúbico, siguiendo los pliegues cutáneos
connotaciones derivadas de las necesidades por encima del OIE donde protruye el cordón.
fisiológicas del niño. Una de ellas es la pérdida Sección transversal del tejido celular
de temperatura por lo que el niño pequeño subcutáneo. Hemostasia cuando es necesaria.
tras sedarlo es envuelto en vendaje de algodón Identificación y sección de la fascia de
y colocado sobre una manta térmica, Scarpa en el mismo sentido.
monitorizando su temperatura. También se le Separación con dos separadores palpebrales
practica una monitorización estándar que o de Farabeuf, dependiendo de la edad del
consiste en ECG, PA, PO2 transcutaneo. Así niño, en el ángulo inferior de la herida.
mismo, se realiza una canalización venosa Exposición del OIE e identificación del
para la inducción anestésica ( y ocasionalmente nervio abdominogenital menor. Localización
arterial) y de vía de acceso ante cualquier del cordón espermático tomándolo con la
emergencia. pinza de Adson en la parte anteroexterna.
Una vez relajado el niño y aplicada una Disección y separación del cremáster
307
apareciendo debajo la fascia espermática la aponeurosis del oblicuo mayor desde el
interna que contiene las estructuras del cordón OIE, siguiendo la dirección de las fibras en
y el CPV (saco herniario). un trayecto de aproximadamente 1 cm. Se
Disección del saco herniario separándolo pone al descubierto el cordón espermático
de los elementos del cordón a nivel del cuello. tomándolo con una pinza de Adson.
No se deben tocar dichos elementos porque 6. Se diseca y separa el cremáster, apareciendo
provocaríamos un microtraumatismo de debajo la fascia espermática interna que
nefastas consecuencias. Una vez liberado el contiene las estructuras del cordón y el CPV
saco, este se abre y secciona longitudinalmente (saco herniario).
y se abandona su porción distal. La parte 7. Disección del saco herniario separándolo
proximal, a nivel del cuello, se liga por un de los elementos del cordón a nivel del cuello.
punto transfixivo con sutura reabsorbible con Una vez liberado el saco, este se abre y
4/0 a nivel del OII. Colocamos el teste en el secciona longitudinalmente, abandonando
escroto en su posición normal. su porción distal. La parte proximal, a nivel
Figura 5 .
Técnica de Mitchell-Banks Aproximación de la fascia de Scarpa con del cuello, se liga por un punto transfixivo
a.Incisión
sutura reabsorbible de 4/0 con puntos invertidos. con sutura reabsorbible de 4/0 a nivel del OII.
Sutura intradérmica continua con material Colocamos el teste en el escroto en su posición
irreabsorbible monofilamento de 4/0. normal.
Esta es la técnica que habitualmente 8. La reconstrucción del trayecto inguinal se
indicamos en niños menores de 12 años. realiza dejando el cordón en su ubicación.
Técnica de Mitchell-Banks Se colocan uno o dos puntos de sutura
reabsorbible de 3/0-4/0 del tendón conjunto
al ligamento inguinal evitando la tensión, tan
solo poniendo en contacto las estructuras.
Técnica de Ferguson 9. Reconstrucción de la aponeurosis del
oblicuo mayor con sutura reabsorbible de
El objetivo de la técnica consiste en extirpar 3/0.
b. Localización del orificio
inguinal externo
el saco en el OII, respetando el cordón en su 10. Aproximación de la fascia de Scarpa con
ubicación y suturando el tendón conjunto al sutura reabsorbible con puntos invertidos de
ligamento inguinal, con lo cual lo que se está 3/0.
consiguiendo es hacer permanente el “efecto 11. Sutura intradérmica del plano cutáneo
cortina” de Keith. con monofilamento de 4/0.
La técnica consiste en: Utilizamos esta técnica en niños a partir
1. Incisión transversal en el pliegue abdo- de los 12 años y también en niños menores
minopúbico, siguiendo los pliegues cutáneos de esa edad con hernias gigantes o conductos
por encima del OIE donde protruye el cordón. inguinales de mayor diámetro deformados
2. Sección transversal del tejido celular por la misma. Ante situaciones excepcionales,
subcutáneo. Hemostasia cuando es necesaria. aplicamos técnicas o sumación parcial de las
3. Identificación y sección de la fascia de mismas.
Scarpa en el mismo sentido. Finalmente, dos cosas hay que tener muy
4. Separación con dos separadores palpebrales claras: Uno, no tocar con las pinzas las
o de Farabeuf, dependiendo de la edad del estructuras vasculares y el deferente, ya que
niño, en el ángulo inferior de la herida. está descrita desde hace años la obliteración
5. Una vez expuesto el OIE, se identifica el completa y definitiva del mismo por los
c. Localización
y disección del saco nervio abdominogenital menor. Seccionamos microtraumatismos que produce su contacto.
308
Dos, no es recomendable extirpar la porción Para la cirugía laparoscópica de la hernia
distal del saco herniario, ya que el CPV es inguinal en el niño, se utiliza una presión
una estructura fisiológica. intraabdominal entre 5 y 8 mm de Hg, bajo
La hernia por deslizamiento suele ser más anestesia general con intubación endotraqueal
frecuente en las niñas en las cuales el porcentaje y colocación de tres trocares; ubicando la
de hernia deslizada es del 15% de todas las óptica a nivel umbilical, y dos trocares de 3
intervenidas. Los órganos deslizados con más mm a 3-4 cm por debajo del ombligo a ambos
frecuencia en este grupo son los ovarios y las lados; variando la localización exacta de estos d. Aislamiento
del saco herniario.
trompas de Falopio. En los niños, la vejiga, últimos en función de la edad. En las hernias
el ciego, el apéndice, y el colon sigmoide pequeñas, se realiza una sutura en “jareta”
suelen formar parte del saco herniario. con material reabsorbible de 3/0 alrededor
La técnica quirúrgica es variada, consis- del orificio inguinal interno. En las hernias
te en la apertura del saco, resección parcial mayores de 4-5 mm de diámetro, se realiza
del mismo evitando el órgano deslizado; una apertura del peritoneo periorificial y a
colocación de un punto en la “ bolsa de continuación una sutura en jareta a nivel del
tabaco” a nivel del OII, y reintroducción del orificio inguinal interno. Este último se transforma
órgano deslizado en cavidad abdominal, en un orificio más pequeño mediante la
cerrando la “bolsa de tabaco”. En la hernia colocación de una o más suturas separadas
cecoapendicular, personalmente preferimos con material irreabsorbible entre el tendón
extirpar el apéndice de forma convencional conjunto y el arco crural.
e. Sección del mismo.
y reducir el ciego. No suele adoptarse esta Esta vía de acceso deja una herida muy
postura por el riesgo de contaminación, sin pequeña y permite una disminución de la
embargo, en nuestra serie se han intervenido estancia hospitalaria. Se describen índices de
dos hernias deslizadas con contenido recurrencia y de complicaciones tanto
apendicular, el cual se ha extirpado no intraoperatorias como postoperatorias muy
evidenciando problemas postoperatorios por bajos. Esta técnica permite una evaluación
posible contaminación. contralateral sin un aumento excesivo del
En la intervención de una hernia incarcerada tiempo quirúrgico, corrigiendo la existencia
hay que tener en cuenta fundamentalmente de un CPVP en un solo acto quirúrgico,
dos puntos: 1) Evitar la reducción de las asas evitando una segunda intervención y anestesia,
herniadas en la inducción anestésica para por lo que se reducen los costes y los riesgos
poder comprobar el estado de viabilidad de del paciente. El tiempo quirúrgico es aproxi-
las mismas. Una vez comprobada la misma, madamente el mismo que en la cirugía abierta f. Colocación de punto transfixivo
se reintroducen y se procede a la reparación unilateral, pero, incluso, es más rápida en el en el cuello del saco

quirúrgica con las técnicas anteriormente caso de tener que operar ambos lados. Se
descritas.2) Cuando el edema del asa es produce además una disminución significativa
suficientemente importante como para no del dolor postoperatorio.
poder introducirla, se procederá a abrir el En la actualidad se está investigando la
OIE, con lo que cederá el edema parietal y, posible utilidad de una serie de sustancias
de esta forma, será posible pasar el contenido como el HGF (hepatocyte grow factor) y el
intestinal con una comprobación de viabilidad FCS (fetal calf serum) a través de las cuales
del asa previa. Cuando el asa no es viable, actúa el CGRP (calcitonin gene-related peptide),
se extirpa el segmento necrosado y se realiza cuyos receptores se localizan en los fibroblastos
una anastomosis termino-terminal. En ambos mesenquimales del tejido conectivo a nivel
g. El cordón queda ubicado
casos, el paciente requerirá profilaxis antibiótica. del proceso vaginal. Parece ser que estas en su localización anatómica.
309
sustancias promueven la fusión de un proceso actual son poco frecuentes, aunque su incidencia
vaginal persistente, por lo que podría haberse va a depender de la experiencia de los cirujanos
encontrado el futuro tratamiento médico de de la plantilla. Las posibles complicaciones
la hernia inguinal infantil con la inyección a intraoperatorias son la lesión del nervio
nivel local de estas sustancias. abdominogenital menor que inerva la base
del pene y escroto, bien por atrapamiento del
mismo en una sutura, o bien por sección
nerviosa. La sección del deferente es rara,
Cirugía sin ingreso pero posible, siendo quizá la complicación
más grave. Su reparación se realiza con una
Hubiéramos sido pioneros en la cirugía sin sutura monofilamento de 7/0 con ayuda de
ingreso, si los trámites burocráticos hospitalarios lentes de magnificación. La punción de la
nos lo hubieran permitido. Si hay un enfermo vena femoral suele resolverse con compresión
ideal para este tipo de cirugía, es el niño, ya digital, procediendo a la sutura del punto en
que no presenta afecciones concomitantes. El caso de que no ceda el sangrado tras la
paciente pediátrico estándar es un organismo exposición adecuada del vaso.
habitualmente sano que a diferencia del adulto Las complicaciones inmediatas que pueden
no fuma, no consume alcohol y, por lo tanto, aparecer son las hemorragias y hematomas
no presenta problemas bronquiales crónicos, del cordón por rotura del cremáster, lo cual
hepatopatías alcohólicas, hipertensión, tiene serias consecuencias, por lo que hay
sintomatología ulcerosa encubierta, ni diabetes, que intentar evitarlo.
etc. Por el contrario, presenta procesos frecuentes De forma más tardía se ha visto
catarrales de vías altas, siendo la causa que ocasionalmente un atrapamiento del cordón
con mayor frecuencia nos obliga a suprimir en la cicatriz, lo cual hace ascender el testículo.
niños del parte quirúrgico diario. Con el tiempo este desciende espontáneamente.
La cirugía sin ingreso ha demostrado unos Si esto no ocurre, hay que reintervenir para
índices de seguridad, eficacia y resultados descenderlo al escroto.
iguales a la cirugía convencional. Reduce el También se puede producir una atrofia
trauma psicológico por el ingreso, ya que el testicular que es más frecuente en las hernias
niño no se separa de su ambiente habitual, incarceradas. Se ha demostrado en algunos
y reduce también el trauma ante el quirófano estudios que la atrofia testicular llega a ser
al saber que al terminar el acto quirúrgico se del 1% en los pacientes operados por hernia
va a su domicilio. Por otra parte, se reduce inguinal; y en un 2,7% adicional, hay algún
considerablemente el coste hospitalario. grado de disminución del tamaño testicular.
En nuestra serie no hemos evidenciado ninguna
atrofia testicular tras la cirugía electiva.
La recidiva es muy infrecuente en niños.
Complicaciones Actualmente en las series españolas, las
recidivas en hernias infantiles van del 0%-
Las complicaciones en la reparación de 0,12% al 0,8%. En nuestra serie de 1.500
la hernia inguinal en el niño en el momento hernias solo hemos visto una recidiva.

310
Capítulo 28

Hernias abdominales en diálisis peritoneal

Ricardo Baquero Valdelomar


Javier Alvariño Herrero

Introducción necta a la pared abdominal posterior (mesen-


terio). La cavidad peritoneal tiene, en condi-
La diálisis peritoneal es una técnica que ciones normales, un carácter virtual y contiene
se viene utilizando desde hace más de 40 años menos de 100 ml de líquido, con una presión
en el tratamiento de la insuficiencia renal, sea que oscila entre 0,5 y 2 cm de H2O, pero pue-
esta aguda o crónica. Sin embargo, bajo su de llegar a albergar cantidades de líquido muy
actual concepción de técnica ambulatoria y importantes, generando presiones que lógica-
continua no se inicia hasta final de la década mente estarán en relación con la capacidad
de los setenta, alcanzando en los últimos vein- de la cavidad y el volumen contenido.
te años una importante difusión, que en de- Vascularización: El peritoneo visceral es-
terminados países llega a suponer el 50% de ta irrigado por ramas de la arteria celiaca y
la población bajo tratamiento sustitutivo de la de las mesentéricas. Los vasos venosos dre-
función renal; si bien en los paises de Europa nan la vena porta. El peritoneo parietal y la
occidental supondría alrededor del 10% de pared muscular suprayacente reciben la vas-
dicha población. A finales de 1977 en Espa- cularización de las arterias circunflejas, in-
ña recibían tratamiento 1500 pacientes. tercostales, epigátricas, lumbares e iliacas;
su drenaje venoso es directo a la circulación
sistémica. La primera e importante conclu-
sión de lo anteriormente expuesto es que las
Breve recuerdo anatomofisiológico sustancias absorbidas a través del peritoneo
de la membrana peritoneal visceral son metabolizadas en el hígado, an-
tes de pasar a la circulación sistémica.
El peritoneo es una fina, continua y trans- La superficie total del peritoneo en adul-
lúcida membrana serosa que recubre las vis- tos es similar a la superficie corporal (1,73
ceras abdominales (peritoneo visceral) y la cara m2), pero probablemente la superficie fun-
interna de la cavidad abdominal (peritoneo pa- cional es mucho menos extensa. El peritoneo
rietal). En algunas regiones, el peritoneo está parietal constituye, aproximadamente, el 10%
formado por una doble hoja que conecta al- y el visceral, el restante 90%; sin embargo,
gunas visceras entre ellas (epiplones) o se co- su contribución relativa a los intercambios
311
1 Factores favorecedores de la apari-
14
2 ción de hernias
3

1. Lógicamente, el aumento de presión ab-


dominal, ocasionado por la presencia de líquido
en la cavidad peritoneal, es la causa última de
4
la aparición de hernias. La constipación y/o los
5
accesos de tos agravarían la situación.
2. La presencia de grandes riñones poli-
7
quísticos motivan igualmente una hiperpre-
8
13
6
sión abdominal y, por otra parte, es posible
9 que se acompañe de defectos congénitos de

12
la pared abdominal.
3. La existencia de cirugía abdominal pre-
11 via, tanto por la falta de integridad de la pa-
red como por la presencia de tabicaciones
que restrinjan la capacitancia de la cavidad.
10 4. La edad avanzada, multiparidad, tra-
tamiento esteroideo prolongado (frecuente
en pacientes procedentes de trasplante re-
nal), largo tiempo en DP o cualquier otra cir-
cunstancia que pueda ser causa de atrofia del
plano muscular.
5. Defectos anatómicos, como la persis-
Figura 1. durante la diálisis parece bastante diferente tencia del proceso vaginal en el adulto.
Representación por planos
de la pared abdominal:
como lo demuestra la escasa disminución del 6. La implantación no quirúrgica del ca-
1. Linea alba transporte peritoneal que se produce en ani- téter (practicada a través de la linea alba) es
2. Músculo recto anterior seccionado
3. Músculo oblicuo externo seccionado males eviscerados. causa frecuente de hernia incisional (ver pro-
4. Fascia posterior del recto
Drenaje linfático: Se produce de modo tocolos de implantación del catéter).
5. Vasos epigástricos
6. Linea semilunaris casi exclusivo a través de los linfáticos sub-
7. Fascia del recto anterior seccionada
8. Músculo oblicuo interno diafragmáticos.
9. Peritoneo El peritoneo se comporta como una mem-
10. Sínfisis del pubis
11. Ligamento inguinal brana que permite el paso a través de ella de Prevención
12. Aponeurosis del oblicuo externo
13. Celda anterior del recto agua y solutos de pequeño y mediano peso
14.Músculo oblicuo externo molecular, mediante fenómenos de difusión Un elevado porcentaje de hernias se ma-
y convección; es decir, se comporta como nifiesta en los primeros días o semanas, tras
una membrana de diálisis iniciar la diálisis como manifestación de un de-
Las hernias pueden aparecer a nivel de fecto previo de la pared; este tipo de hernias
cualquier debilidad anatómica de la pared precoces deberían evitarse mediante una anam-
abdominal. La frecuencia varía de unas se- nesis y exploración física previas e incluso me-
ries a otras del 5 al 20%. Las más frecuentes diante exploraciones isotópicas o RNM. La
son la inguinal, umbilical e incisional. La apa- ocurrencia de una hernia incisional se minimiza
rición de una hernia hiatal es excepcional, mediante una buena técnica de implantación,
pero puede manifestarse sobre un hiato in- que pasamos a describir a continuación tras
suficiente previo. analizar brevemente el catéter peritoneal.
312
Catéteres

La función del catéter de DP es permitir el


flujo de líquido de la diálisis en ambos sentidos.
Los catéteres utilizados en DP crónica
son tubos flexibles en los cuales podemos di- Figura 2.
Catéter de Tenckhoff
ferenciar tres partes:
A. segmento intraabdominal, multiperfo-
rado en su parte distal y que se aloja en el
fondo de saco de Douglas.
B. segmento parietal, comprendido entre
el manguito de dacron interno y el orificio
cutáneo de salida (más allá de 2 cm del da-
cron externo). Figura 3.
Catéter de TWH-II
C. segmento externo, desde el OS hasta
la conexión al prolongador. Requieren siempre una implantación quirúrgica.
El catéter autoposicionante está dotado
en la zona distal de una pequeña pieza de ti-
Tipos de catéteres tanio, que teóricamente le obliga a mante-
Existen en el mercado una gran variedad nerse en la zona más declive.
de catéteres, pero la mayoría de ellos no son El catéter de Cruz es de mayor calibre y
sino modificaciones del primitivo catéter de está construido con poliuretano con menor
Tenckhoff de dos manguitos que pasamos a tendencia a la formación de biofilm, pero se
describir como catéter tipo: han descrito casos de rotura que se han re-
Material, silicona, manguitos de dacron lacionado con el uso de los antisépticos.
Longitud,40 cm(intraabdominal 20 cm, El catéter Life-cath es de diseño totalmen-
entre manguitos 10 cm,externa 10cm) te distinto a los anteriores; la porción intraab-
Luz, 2,6mm dominal consiste en dos discos de poliuretano
Diámetro externo, 4,6mm separados por múltiples columnas. Dado que
Zona multiperforada, 15 cm últimos con los discos son grandes, la velocidad de entra-
60 ventanas de 0,5mm. da y salida del líquido es lenta, disminuyendo
Los catéteres de cuello de cisne (Swan la posibilidad de atrapamiento del omento. Se
Neck) se caracterizan por tener la zona ex- fija quirúrgicamente en la pared del abdomen.
terna curvada hacia abajo con objeto de que
la salida cutánea adopte una posición caudal.
Los catéteres tipo coil tienen la zona mul- Técnicas de implantación
tiperforada de mayor longitud y adoptan una Existen tres técnicas de implantación:
disposición espiral, con objeto de aumentar Técnica percutánea
la superficie de intercambio y disminuir la Técnica quirúrgica
posibilidad de los desplazamientos. Técnica laparoscópica
Los catéteres TWH llevan en su extremo El paciente debe ser evaluado previamente
distal dos discos de silicona con el propósito con objeto de valorar otras posibles patologías
de evitar desplazamientos, y en el manguito de de carácter general o abdominal que obliguen a
dacron interno, otro disco a modo de "ala de modificar la estrategia anestésica o quirúrgica.
sombrero" que facilita la fijación al peritoneo. La noche anterior recibirá un enema de
313
1 2 3 limpieza y, a la mañana siguiente, permane- Técnica percutánea
cerá en ayunas y evacuará la vejiga urinaria Se realiza mediante el trocar desmonta-
inmediatamente antes de la implantación. ble de Tenchkoff. Se infunde en la cavidad
La profilaxis antibiótica se puede realizar abdominal al menos 1 L de líquido, mediante
con una combinación de cefalosporina y un una bránula o aguja de punción lumbar.
aminoglucósido por vía parenteral o pero- La zona elegida para entrar en la cavidad
peratoriamente por vía intraperitoneal. está situada en la línea alba 2 ó 3 cm por de-
bajo del ombligo. El procedimiento se lleva
Técnica quirúrgica a cabo bajo anestesia local.
Se puede llevar a cabo bajo anestesia lo- Desde el punto antes citado, se practica a
cal más sedación, anestesia raquídea o anes- lo largo de la línea media (en sentido caudal)
tesia general. Nosotros, inicialmente, utilizamos una incisión cutánea de 4 ó 5 cm, se separa
la anestesia local, pero tras comprobar que la grasa subcutánea y con el trocar en direc-
producía en el paciente una gran ansiedad, ción levemente caudal se ejerce una "presión
5 4
antes y durante el acto quirúrgico y alargaba contenida" acompañada de un leve movi-
este, por la necesidad de continuas infiltra- miento de rotación, hasta que cede la resis-
Fig. 4
Corte sagital de la cavidad ciones anestésicas, optamos por la anestesia tencia, en cuyo momento retiraremos el mango
abdominopélvica. Obsérvese raquídea o general, ya que tras más de ciento del trocar, apreciando que sale líquido a tra-
la zona distal del catéter
en fondo de saco rectovesical. sesenta implantaciones no hemos tenido nin- vés de la "camisa". Introducimos el catéter,
1. Ombligo.
2. Fondo de saco rectovesical.
guna complicación atribuible a la anestesia. ayudados por la guía metálica, hasta que el
3. Recto. A unos dos o tres cm lateralmente, para- manguito interno quede en posición
4. Vejiga urinaria.
5. Sínfisis del pubis. medialmente y caudalmente al ombligo se rea- preperitoneal. Se retiran las dos mitades de la
liza una incisión cutánea (craneocaudal) de "camisa" del trocar y con sumo cuidado se re-
unos 6 cm de longitud. Tras disecar el subcu- tira la guía metálica. Se realiza el túnel sub-
táneo y la fascia anterior del recto, se separan cutáneo y se sutura el plano cutáneo-subcutáneo.
las fibras musculares con una pinza roma y se El catéter de cruz dispone de un equipo
diseca la fascia porterior; llegados al peritoneo de implantación desechable, cuya técnica re-
parietal, se pellizca con dos pinzas de Köcher nunciamos a describir porque creemos que
y se practica una abertura de unos dos cm. Se no aporta ninguna ventaja.
realiza una revisión digital de la cavidad ab- La técnica laparoscópica requiere mayor
dominal con objeto de descartar la existencia infraestruuctura y en nuestra opinión ningu-
de adherencias, confirmar la desocupación del na ventaja sobre la técnica quirúrgica.
Fig 5. fondo del saco rectovesical o rectovaginal y re- Salvo complicaciones no creemos con-
Catetér de Tenckhoff.
Entrada por la linea alba. visar el epiplón mayor, pues su longitud "ex- veniente el cambio del apósito en los 5 ó 6
cesiva" obligaría a una omentectomía subtotal primeros días.
para evitar que englobe y atrape al catéter. El inicio de la DP debe posponerse al me-
Con la ayuda de una guía metálica intro- nos ocho o diez días. En caso necesario, pue-
ducimos el catéter TWH hasta su emplazamiento. de recurrirse a la HD o a la DPA en decúbito
Se fija el "ala" del manguito interno al peritoneo y con pequeños volúmenes de líquido.
mediante puntos sueltos. Tras cerrar el plano
peritoneal, se comprueba que la entrada y sali-
da del líquido es satisfactoria y se administra pe-
riotoneal la profilaxis antibiótica. Se cierran los Diagnóstico
Fig 6
planos aponeurótico y muscular. Se tunelizan
Catéter TWW.
Entrada transrrectal en dirección laterocaudal y cierra la piel. Cuando el saco herniario está totalmen-
314
te formado, el diagnóstico resulta evidente, exploraciones con radionucleótidos, RMN o
pero lo habitual (salvo en hernias preexis- en último caso a la laparotomía exploradora.
tentes al inicio de la DP) es que el proceso Naturalmente, además de la hernia a través
de constitución tenga un carácter larvado. del proceso vaginal, se puede producir cual-
Las complicaciones de las hernias son ex- quier otro tipo de hernia inguinal convencional.
cepcionales, pues la presencia de líquido ha-
ce difícil el compromiso vascular de las asas.
Nos referiremos por separado a los tres tipos
de hernias más frecuentes: Tratamiento

En los casos en que la manifestación inicial


Hernia umbilical sea únicamente fuga líquida, se puede recurrir a
La encontramos con una elevada frecuencia detener la diálisis peritoneal durante dos o tres Fig.7
Imagen obtenida por RMN
en mujeres antes de iniciar la diálisis. Se re- semanas o recurrir a efectuar los recambios en en la cual pueden
para quirúrgicamente en el mismo acto de la decúbito y con bajo volumen. observarse ambos
trayectos inguinales.
colocación del catéter. Requiere posponer el Esta medida solo resulta eficaz cuando la fu-
inicio de la diálisis no menos de quince días. ga es precoz e incisional; cuando es tardía y en
todo caso cuando es inguinal la fuga recidivará.
En las hernias inguinales, utilizamos en
Hernia incisional una primera fase la técnica de Mac Way con
Frecuente cuando el catéter se implanta resección del saco herniario. Actualmente
a través de la línea alba (obligada con tro- colocamos una prótesis de polipropileno se-
car); su frecuencia se minimiza hasta resul- gún la técnica de Lichtestein o Rutkow.
tar anecdótica cuando la implantación es En las umbilicales se realiza la resección del
quirúrgica a través del músculo recto. Se sue- saco con reparación del plano aponeurótico
le manifestar inicialmente como una fuga lí- con puntos sueltos de ácido poliglicólico. Se in-
quida subcutánea que puede difundirse hasta tenta por motivos estéticos conservar el ombli-
el hipogastrio a través del espacio de Retzius, go y en caso preciso se realiza un neoombligo.
adquiriendo la piel del abdomen el típico as- En la fuga-hernia incisional-pericatéter reali-
pecto "en piel de naranja". zamos nueva sutura del plano peritoneal. Excep-
cionalmente, (en presencia de una pared atrófica)
hemos reforzado con prótesis de polipropileno.
Hernia inguinal En casos excepcionales, se produce la reci-
Si la hernia existe o se ha detectado an- diva de una hernia intervenida; en dichos ca-
tes de la colocación del catéter, debe solu- sos, se puede recurrir a la diálisis peritoneal
cionarse en el mismo acto, posponiendo el automática (en decúbito y con cicladora) o se
inicio de esta al menos tres semanas. puede transferir al paciente a hemodiálisis. Si
Con frecuencia, es la manifestación de un estas dos alternativas son inviables o el enfermo
proceso vaginal incompletamente cerrado, en así lo desea, se puede reintervenir la hernia.
cuyo caso se manifiesta precozmente como un
hidrocele con infiltración del escroto y pene o
de los labios mayores. En ocasiones, el lugar
de inicio puede indicar la lateralidad. En todo Nuestra experiencia
caso, si la palpación tampoco permite locali-
zar el trayecto herniario, se puede recurrir a En el mes de abril de 1982 se inicia en nues-
315
tro hospital el primer programa de DPCA de la Hernias
Período 1982-1992 1993-2000 Comunidad Valenciana. Posteriormente, las No incluiremos aquí aquellos episodios
múltiples áreas de trabajo en que está impli- de fuga líquida que se han solucionado con
Catéter TK 103 7 cado la nefrología han impedido un desarro- medidas conservadoras (descanso peritoneal
Catéter TWH-II 43 115 llo cuantitativo acorde con nuestros deseos. o diálisis en decúbito con volumen reduci-
do), sino solo aquellas que han precisado de
Total 146 122 un tratamiento quirúrgico.
Catéteres Por otra parte, debemos diferenciar las
Tabla 1 Entre abril de 1982 y mayo de 2000 se han hernias detectadas antes de la colocación del
Obsérvese la diferencia
en el tipo de catéter incluido 201 pacientes (95 mujeres y 106 hom- catéter y que lógicamente se reparan apro-
implantado en ambos períodos.
bres), en los cuales se han implantado 268 ca- vechando el acto quirúrgico de la implanta-
téteres peritoneales (110 Tenchkoff y 159 TWH-II). ción del mismo, de aquellas otras que surgen
Los catéteres de TK se han implantado, en el curso del tratamiento con diálisis peritoneal
en la inmensa mayoría de los casos, mediante y, por tanto, pueden ser atribuidas a ella:
Pacientes Número % trocar y a través de la línea alba. Como puede apreciarse en la tabla 2 he-
Los catéteres de TWH-II se han colocado mos tenido un total de 36 hernias.
Mujeres 10 10,5 siempre quirúrgicamente por vía transrectal. El periodo de latencia (tiempo desde el ini-
Hombres 17 16 En cuanto al tipo de catéter y su coloca- cio de la DP hasta la detección de la hernia)
ción, debemos diferenciar dos periodos: más corto corresponde a las hernias incisio-
Total 27 13 - En la primera fase, que abarca desde el nales, seguido de las inguinales e incisionales.
inicio hasta el año 1993, la escasa disponi- Las 36 hernias se han producido en 27 pa-
Tabla 2. bilidad de quirófanos hacía que, salvo cir- cientes, lo cual representa un 13% de la po-
Tipo de hernias, su relación cunstancias excepcionales (dificultad anatómica, blación sometida a tratamiento. Como puede
con la diálisis y tiempos
de latencia (paréntesis). necesidad de cirugía acompañante), los ca- apreciarse en la tabla 3, la frecuencia es ma-
téteres se implantasen fundamentalmente por yor en varones (16%) que en hembras (10,5%).
vía transcutánea: Los 16 casos de hernia inguinal se han
Catéteres de Tenchkoff 103 producido siempre en hombres, la hernia um-
Catéteres de TWH-II 43 bilical ha sido más frecuente en mujeres (11/15),
- En el período 1993-2000 , los catéte- mientras que en la incisional se ha distribui-
res utilizados han sido los TWH-II (salvo un do de manera similar en ambos sexos.
momento puntual en que se produjo una fal- La relación con la edad ha sido eviden-
ta de abastecimiento), lo cual ha tenido co- te; de los 27 pacientes que han tenido algún
mo traducción inmediata una disminución episodio de hernia solo 6 tenían menos de
de algunas de las complicaciones atribuídas cincuenta años, siendo la edad media del
al catéter y fundamentalmente la desapari- conjunto de la población sometida a trata-
ción de la fuga-hernia incisional: miento de 54,5 años.
Catéteres de Tenchkoff 7 La recidiva se ha producido en tres casos
Tabla 3. Catéteres de TWH-II 115 de hernia umbilical (20%) y solo en un caso
Distribución por sexos.
de hernia inguinal (6,25%).
Inguinal Umbilical Incisional Total Con referencia a la poliquistosis renal, en
nuestra serie no hemos encontrado una ma-
Previas 5 3 0 8 yor incidencia que en la población general.
En diálisis 11 (12m) 12 (18m) 5 (5m) 28

Total 16 15 5 36

316
Capítulo 29

Hernia e infección

Segundo Gómez Iglesias


Segundo Gómez Abril

La meta de todo cirujano es curar la en- ta más variantes quirúrgicas en busca de con-
fermedad que trata, sin que exista recurren- seguir una rápida recuperación del pacien-
cia de la misma, procurando la máxima te, hasta llegar en los últimos años al concepto
comodidad para el paciente. de cirugía sin tensión. Con la aparición de
Uno de los problemas todavía no resuel- las mallas sintéticas, se han experimentado
tos en la cirugía actual es el de la infección importantes cambios por su sencillez de co-
de la herida operatoria, que constituye el 70% locación, disminución del dolor y disminu-
de las complicaciones sépticas globales. El cion de recidivas. Sin embargo, Ia utilización
objetivo principal de la profilaxis antibiótica de las mallas ha añadido un elemento más
es disminuir la incidencia de infecciones pos- de confusión a la hora de valorar la necesi-
toperatorias causantes de un alto índice de dad de realizar la profilaxis antibiótica en es-
fracaso de la cirugía, por lo que su utilización tos pacientes, ya que la malla, al comportarse
se considera un tema de máximo interés. Por como un cuerpo extraño, puede inducir a
no estar exento de riesgos potenciales como una mayor respuesta inflamatoria y, por tan-
hipersensibilidad y resistencias, es necesario to, causar una mayor susceptibilidad a la in-
valorar cuidadosamente su utilización rela- fección.
cionando los términos riesgo-beneficio. El análisis de la incidencia de infección
Aunque en la actualidad nadie discute la de la herida en la cirugía limpia muestra dis-
utilización de profilaxis antibiótica en los ca- crepancias en las diferentes series publica-
sos de cirugía potencialmente contaminada das. El National Research Council recomienda
o sucia, el intento de ampliar su aplicación que las cifras se mantengan en torno al 2%;
a la cirugía limpia no es aceptado por todos sin embargo, en estudios prospectivos con-
y constituye un motivo de controversia, con trolados, Ias tasas reales son mayores, hasta
resultados contradictorios que se traducen en encontrar cifras del 15 al 18% en los estu-
un problema todavía sin resolver. dios de Vinton y Hayes. En la encuesta rea-
La cirugía herniaria, sin ser una técnica lizada por la Asociación Española de Cirujanos
de realización compleja, por su frecuencia, en 1996, las tasas de infección varían entre
constituye un problema de gran impacto eco- menos del 1 % y más del 15%.
nómico y laboral; es sin duda la que presen- La misma discrepancia encontramos al
317
analizar los resultados de la profilaxis anti- de un 0,95% de infecciones en las heridas
biótica en la infección de la herida operato- cuando no había factores de riesgo; al 1,88%
ria. En España, Vara et al. la recomiendan en cuando había un factor y al 5,17%, si había
todas las hernias inguinales. Platt, en el me- dos; de ahí la importancia de ejercer un con-
taanálisis de 2587 mastectomías comprobó trol especial de estos pacientes, fundamen-
una significativa reducción de infecciones en talmente cuando coinciden dos o más factores
los pacientes con profilaxis. Morales et al. de riesgo.
en un estudio prospectivo aleatorio sobre 554 Con la aparición de los programas de ci-
pacientes no encuentra diferencias significa- rugía mayor ambulatoria en las últimas dé-
tivas. Gilbert y Fenton, en su análisis pros- cadas, parece disminuir la tasa de infecciones
pectivo de 2493 herniorrafias, encuentran un quirúrgicas. En ello puede influir el alta pre-
mayor índice de infecciones en los pacien- coz con un alejamiento del ambiente sépti-
tes que han recibido profilaxis antibiótica. co hospitalario; el ser pacientes seleccionados
Hopkins concluye que no está justificada la en los que no suelen existir factores de ries-
profilaxis antibiótica de forma generalizada go y quizas por ser programas de reciente im-
en la cirugía limpia. plantación, sean atendidos con especial
La influencia de factores de riesgo sobre cuidado. Otro factor que ha contribuido al
la infección postoperatoria es un aspecto bas- descenso de la infección es la cirugía lapa-
tante estudiado y, aunque hay opiniones di- roscópica, aunque su aplicación no está ex-
vergentes, en general se acepta que estos tendida en el tratamiento de la hernia
pacientes conllevan un riesgo más elevado inguinocrural.
que obliga a unos cuidados más exhaustivos, A pesar de que es inevitable la entrada
en especial en lo reterente a la profilaxis an- de bacterias en la herida operatoria, su ad-
tibiótica. La edad avanzada es el factor más herencia posterior y la colonización de las
debatido, pues debido al aumento significa- mismas pueden ser prevenidas por medio de
tivo de la expectativa de vida nos encontra- principios que trataremos de analizar; de tal
mos un número importante de pacientes que forma que, cada herniorrafia debe ser consi-
hace pocos años eran motivo de contraindi- derada como un ejercicio de todo el equipo
cación operatoria y que en la actualidad de- quirúrgico frente a la infección. En una se-
bemos intervenir. Este grupo presenta unas cuencia de sucesos, las bacterias primera-
particularidades que hacen que la interven- mente entran en contacto con la herida
ción comporte un mayor riesgo, siendo la in- quirúrgica, para, una vez allí, intentar la su-
fección, cuando aparece, de una forma más perviviencia y reproducción con la coloni-
larvada la que condiciona errores o retrasos zación de cualquier cuerpo extraño o tejido
en su diagnóstico y tratamiento. Además, en desvitalizado presente en la herida; en el sis-
el anciano suelen concurrir enfermedades tema inmunitario reconoce y hace frente a
concomitantes (diabetes, cardiopatías, en- las bacterias con el proceso de inflamación
fermedades pulmonares obstructivas cróni- que produce una infección clínica.
cas, alergias, etc.) que condicionan la evolución La ecuación necesaria para producir una
postoperatoria. infección requiere la existencia de bacterias
Aunque hay estudios que no encuentran y algo inerte o muerto, para proporcionar el
diferencias significativas, en la mayoría se ha sustrato donde los microorganismos puedan
demostrado con nitidez la importancia de los sobrevivir después de la contaminación.
factores de riesgo en las complicaciones. Se- Los tejidos sanos, que constan de células
gún Culver et al. en la herniorrafia se pasó vivas, contribuyen al desarrollo bacteriano.
318
Los tejidos sanos, que constan de células vi- dad del polipropileno facilitaría la coloniza-
vas cubiertas por líquido del espacio extra- ción celular, mientras que en las prótesis de
celular, tienen una buena capacidad de PTFE el tejido de granulación neoformado
resistencia frente a los agentes bacterianos. sería menor a causa de su reducida porosi-
Aunque los biomateriales se comportan dad.
como inertes, se integran con las moléculas En la estrategia para evitar o reducir la in-
de superficie del huésped, facilitando la ad- fección, seguiremos la secuencia de hechos
herencia, la inflamación y las respuestas in- antes descritos. Empezaremos con todas las
munitarias que dependen de diversos factores. medidas necesarias para disminuir la canti-
Una prótesis deberá tener, a nivel de las par- dad de bacterias que llegan a la herida, cum-
tículas de superficie una morfología que le pliendo todos los principios de asepsia y
permita interaccionarse e integrarse con las antisepsia bien conocidos por todos. Se pro-
células y líquidos del huésped de una forma cederá a la ducha del paciente y rasurado de
favorable. la piel del campo quirúrgico antes de la in-
Con el acto quirúrgico se alteran algunos tervención. El pincelado antiséptico debe so-
de los mecanismos de defensa del huésped, brepasar con amplitud los límites de la teórica
liberando radicales de oxígeno y enzimas, incisión que se va a practicar el cepillado de
que junto con las toxinas bacterianas au- manos y el uso de guantes, bata, campos e
mentan el daño del tejido de la herida. Ade- instrumental quirúrgico deben ser objeto de
más, cada tipo de bacteria libera productos una estricta supervisión.
metabólicos que tienden a producir destruc- Al aceptar el hecho de que, aun en las
ción tisular, facilitando así la adherencia mi- mejores condiciones, las bacterias llegan a
crobiana y la colonización. El contacto la herida, debemos esforzarnos en conseguir
bacteriano con biomateriales parece incre- que el volumen del tejido muerto sea el mí-
mentar su resistencia a los antimicrobianos. nimo posible para eludir la colonización. Evi-
Al llegar las bacterias a la herida, se es- taremos las maniobras de pinzamiento y
tablece una competencia entre sus macro- separación brusca. El uso del electrobisturí
moléculas de superficie y las células del tejido se reducirá en lo posible para evitar zonas
vivo para integrarse en la pared de la próte- de necrosis por coagulación. La cantidad de
sis, convirtiéndose esta interacción en un fac- material extraño en la herida será el mínimo,
tor crítico en la presentación de la infección. debiendo usar suturas reabsorbibles y evi-
Las superficies del biomaterial ofrecen sitios tando la tensión que conduce a la isquemia
de receptor para las células de tejido vivo o de los tejidos. Procederemos a una hemos-
para las bacterias. Cuando las células de te- tasia cuidadosa y se extirparán todas las zo-
jido sano colonizan la superficie de la pró- nas desvitalizadas del campo quirúrgico.
tesis, no es probable que exista infección, Conseguido el objetivo de un terreno des-
pero, si se permite que las bacterias se ad- favorable a los agentes bacterianos que han
hieran en primer lugar, se establecerá un fuer- llegado a la herida quirúrgica, realizamos to-
te enlace con la colonización de la prótesis, dos los pasos locales o sistémicos para erra-
por lo que la posibilidad de infección de- dicarlas, evitando que se adhieran a la superficie
pende del conocimiento de estos hechos. Las de la herida y comiencen a reproducirse. La
diferencias entre los tejidos neoformados con mejor medida local es la irrigación de la he-
cada biomaterial dependen fundamentalmente rida con una solución antibiótica, pudiendo
de la estructura de la prótesis empleada y, so- usar gentamicina disuelta en suero salino que
bre todo, de su porosidad. La mayor porosi- proporciona una alta concentración bacteri-
319
cida sin efectos sistémicos conocidos. lancia durante una semana, pero, si la infec-
Para la prevención sistémica, debemos ción prosigue, se procederá al drenaje am-
utilizar un antibiótico de amplio espectro, plio de la herida con cultivos del exudado
con una concentración tisular suficiente al para adecuar el tratamiento antibiótico espe-
comienzo de la intervención. Al emplear la cífico. Con estas medidas, se resuelve la ma-
vía intravenosa, se necesitan unos 30 minu- yoría de los procesos infecciosos de las heridas.
tos para conseguir que la concentración ti- Sin embargo, en algunos pacientes se pro-
sular sea similar a la plasmática, sobre todo, duce una cronicidad con supuración per-
si se usan antibióticos de vida media corta. sistente y formación de fístulas, que puede
Por tanto, se debe administrar el anti- obligar a reintervenciones para la extracción
biotico media hora antes del momento de la de todos los cuerpos extraños, suturas, mate-
inducción anestésica. Aunque tradicional- rial necrótico, con inclusión de la malla, si
mente se usa la vía endovenosa, se han rea- fuese necesario. Debido a las adherencias
lizado trabajos evaluando la vía oral con creadas, con inclusión frecuente de los ele-
resultados similares y con reducción de cos- mentos del cordón, Ia extracción de una pró-
tes. El antibiótico seleccionado debe poseer tesis no suele ser un procedimiento simple.
actividad frente a todos los gérmenes habi- Como consecuencia de la retirada de la
tuales de la piel y del área de intervención; prótesis, la pared inguinal posterior queda
aspectos que suelen cubrir las cefalosporinas desprotegida, lo que suele conducir a una re-
de primera o segunda generación, no siendo currencia herniaria, y que obligaría a una-
recomendables las cefalosporinas de tercera nueva reparación. Debemos asegurarnos un
generación y otros antibióticos más potentes campo estéril antes de insertar otra prótesis.
que deben reservarse para problemas más se- En la región inguinal, cuando el primer
veros. Únicamente, si existen alergias a los abordaje se ha realizado por vía anterior, es
penicilámicos, se utilizan antibióticos alter- aconsejable realizar la reintervención por vía
nativos. La administración de dosis única con- preperitoneal según tecnicas descritas por
sigue los mismos objetivos que la múltiple, Nyhus y Stoppa.
por lo que no esta justificado el manteni- En conclusion, la mejor prevención de
miento de la profilaxis salvo que la inter- la infección postoperatoria se consigue apli-
vención se prolongue más de dos horas o que cando de forma estricta las medidas de asep-
en el desarrollo de la misma se produzca un sia y realizando una técnica quirúrgica
cambio de cirugía limpia a contaminada. esmerada. La profilaxis antibiótica en cirugía
A pesar de todas las medidas aconseja- limpia, independientemente de la utilización
das, debemos estar alerta en el postoperato- o no de prótesis, debe aplicarse fundamen-
rio ante la posibilidad de que se produzca talmente en los pacientes que presentan dos
una infección de la herida. Si aparecen sín- o mas factores de riesgo. Para poder llegar a
tomas o signos de sospecha como dolor, eri- conclusiones definitivas, es necesario reali-
tema local, hematoma, exudado o fiebre, zar estudios que comprendan gran número
emplearemos un antibiótico de amplio es- de pacientes, pues, debido al bajo índice de
pectro durante 48 horas bajo estricto control. infecciones, es preciso comparar grupos de
Cuando consigamos atenuar los sintomas, se enfermos muy numerosos para encontrar di-
puede continuar con el tratamiento con vigi- ferencias significativas.

320
Capítulo 30

Complicaciones de la cirugia de la hernia inguinal

Conrado Herrero Bernabeu

Introducción niología, creando institutos que tratan ex-


clusivamente la cirugía de la hernia.
La cirugía de la hernia inguinal es muy Este gran interés indudablemente ha me-
frecuente debido a la gran cantidad de pa- jorado los resultados, tanto a nivel del pa-
cientes que padecen esta patología y son so- ciente, disminuyendo las complicaciones y
metidos a intervención quirúrgica. recidivas, como a nivel económico, ya que
Desde que, a finales del siglo XIX, Bas- es básico conseguir un menor coste y un rá-
sini presentó su técnica quirúrgica para el tra- pido reinicio de la actividad laboral.
tamiento de la hernia inguinal, ha habido No hay duda de que la aparición de los bio-
infinidad de corrientes que han tratado con materiales protésicos modernos y su aplicación
sus aportaciones de mejorar los resultados mediante técnicas quirúrgicas innovadoras (ci-
obtenidos sobre los enfermos. rugía laparoscópica, endoscópica, preperitoneal
A pesar de la gran frecuencia de inter- abierta, etc.) a la reparación de la pared abdo-
venciones de este tipo efectuadas en todos los minal ha alcanzado grandes éxitos, pero a pe-
países (actualmente en Estados Unidos se ope- sar de ello siguen existiendo unas complicaciones
ran aproximadamente sobre 500.000 pacien- que conviene reducir al máximo.
tes cada año, en Francia, 200.000 y en España, Algunas complicaciones son muy cono-
50.000), probablemente no se prestó la debi- cidas, otras no tanto. Nuestro objetivo va a
da atención a una patología base de la cien- ser el análisis imparcial de la existencia de
cia quirúrgica, de forma que en algunas series esa morbilidad según las diversas modalida-
llegaron a contabilizarse hasta un 39 % de re- des quirúrgicas.
cidivas, lo cual es a todas luces inaceptable
hasta en la cirugía de alto riesgo.
Por todo ello, sensibilizado el mundo qui-
rúrgico este toma conciencia del problema Complicaciones debidas
y, sobre todo, a finales de los años ochenta a la anestesia
empiezan a aparecer numerosos artículos en
la prensa médica que cristalizan en la apari- Anestesia local: Es una de las técnicas más
ción de grupos superespecializados en her- empleadas en la actualidad con el apoyo de
321
la sedación. No es conveniente usar adrena- sión de la vena femoral, sobre todo si se fijan
lina, ya que puede presentar aumento de la muy lateralmente al ligamento de Cooper.
presión arterial, palpitaciones, taquicardia y Toda maniobra para controlar la hemo-
opresión retroesternal. Sin embargo, según rragia se debe efectuar bajo visión directa,
la experiencia del Shouldice Hospital es la eliminando el pinzamiento ciego para evitar
más inocua y con la que se eliminan las po- posteriores problemas como trombosis, es-
sibles complicaciones de la anestesia gene- tenosis vasculares o fístulas arteriovenosas.
ral (cardiorespiratorias, sobre todo). En ocasiones, se puede lesionar o seccio-
Anestesia raquídea: Parece ser la más ex- nar la arteria espermática interna o testicular,
tendida últimamente, aunque, según Urbach, rama de la aorta que pasa a través del anillo
tiene la misma frecuencia de complicaciones inguinal profundo para alcanzar el cordón y
a nivel general que la anestesia general. A pe- es la fuente básica de irrigación testicular. Tam-
sar de su aceptación, tiene unas tasas altas bién la espermática externa, rama de la epi-
de complicaciones urinarias y tromboembó- gástrica inferior que irriga el cremáster, es posible
licas. Además se han descrito casos de hema- que sea lesionada, así como la circulación co-
tomas medulares y clínica de paraplejia. lateral de la parte superior del testículo (ramas
Anestesia general: Suele determinar com- de la arteria vesical y prostática con la esper-
plicaciones sitémicas (Rydell, 1963) en un mática interna y las ramas escrotales de las ar-
7%, de una serie de 961 intervenciones. La terias pudendas externas e internas).
atelectasia y la neumonitis fueron muy fre- La sección o ligadura de la arteria prin-
cuentes, seguidas de la tromboflebitis y la in- cipal del testículo no produce forzosamente
fección urinaria. atrofia o necrosis testicular, ya que, si se pre-
serva la circulación colateral y se evita la ex-
tracción del testículo, probablemente se evite.
La aplicación de los modernos biomate-
Complicaciones riales protésicos hizo pensar en la posibili-
debidas a la cirugía dad de erosiones vasculares o trombosis por
contacto directo; nada de ello ha supuesto
1.- Peroperatorias un problema para su progreso. Solo en los
2.- Postoperatorias casos de taponamiento con prótesis detecta-
mos un caso en la literatura en el que tuvo
Peroperatorias: lugar erosión y trombosis de la arteria iliaca.
a. Lesiones vasculares: Aunque la hemo- En la hernioplastia por vía laparoscópi-
rragia copiosa durante la intervención es in- ca, las lesiones vasculares más frecuentes se
frecuente, sí se pueden producir lesiones de producen en los vasos epigástricos inferiores
vasos al colocar suturas profundas a ciegas, profundos, espermáticos y en los iliacos, ob-
tales como: turadores y aorta; como vemos, complica-
- La rama pubiana de la arteria obturatriz ciones mucho más graves.
- Los vasos circunflejos iliacos profundos b. Sección del cordón espermático: La
- Los epigástricos inferiores profundos al sección del cordón espermático de manera
seccionar la fascia transversalis en el borde deliberada es excepcional y cada vez más ra-
medial del anillo inguinal profundo. ra, pero se lleva a cabo para cerrar por com-
- El exceso de profundidad de suturas so- pleto el orificio inguinal interno. Pero
bre la vaina femoral o la proximidad de la generalmente se debe a una maniobra inad-
misma puede producir una lesión o compre- vertida y no siempre conlleva una necrosis
322
testicular, por lo que no se aconseja la or- caso de no poderlo evitar vale más la pena
quiectomía siatemática, ya que solo en la ter- seccionarlos y ligarlos para evitar el dolor
cera parte de estos pacientes tiene lugar esta postoperatorio por atrapamiento.
situación. En el postoperatorio, el dolor, en reali-
c. Lesión del conducto deferente: Es más dad, no es frecuente y suele desaparecer es-
frecuente en las intervenciones de hernias re- pontáneamente sin secuelas. Las causas más
currentes por vía anterior. Cuando tiene lu- frecuentes son el atrapamiento o pellizca-
gar una sección de esta estructura anatómica, miento y el neuroma. El englobamiento pue-
hay que repararla mediante suturas muy fi- de producir síntomas dolorosos prolongados
nas de polipropileno, ayudándose de un tu- con exacerbaciones crónicas en la zona co-
tor intraluminal y el uso de lupas o microscopios rrespondiente. El dolor del neuroma es el más
que facilitan la reconstrucción (80 a 90 % de frecuente y se produce por proliferación de
repermeabilidad). fibras nerviosas fuera del neurilema tras la
El traumatismo del conducto sin llegar a sección total o parcial del nervio y simula un
la sección propiamente dicha por manipula- choque eléctrico. Por último, las algias de to-
ción con pinzas puede ocasionar la obstruc- pografía yuxtapúbica son raras y se pueden
ción del mismo por fibrosis. También después presentar desde una semana después de la
de la intervención, el conducto puede for- hernioplastia hasta tres meses más tarde y a
mar acodamientos obstruyendo el flujo de veces es muy difícil diferenciarla de la pe-
salida y dando lugar a la llamada diseyacu- riostitis de la espina del pubis.
lación, que se describió por vez primera en Cuando en el acto operatorio se seccio-
1992 por Bendavid, y consiste en una sen- na o lesiona el único nervio motor de la in-
sación dolorosa en toda la ingle que prece- gle, que es la rama genital del nervio genitocrural
de, acompaña o sigue a la eyaculación y se que inerva el cremáster, pueden aparecer en
debe a la distensión brusca del deferente. el postoperatorio paresias que producen una
d. Lesión de los nervios: Después de una inhibición en la suspensión del testículo así
hernioplastia inguinal, casi todos los pacientes como abolición del reflejo cremastérico.
presentan cierto entumecimiento y pareste- El nervio crural, aunque no es una ver-
sia a nivel inguinal y la mayoría de las veces dadera estructura de la ingle, si se lesiona
se reduce a una pequeña zona triangular in- produce la paresia de los músculos de la ca-
ferointerna según la incisión. Afortunada- dera; su lesión requiere intervención quirúr-
mente en la mayor parte de los casos esos gica con neurólisis del mismo.
trastornos son temporales. La hernioplastia laparoscópica nos ha
Los nervios abdominogenitales mayor y conducido a un nuevo tipo de complicación,
menor atraviesan el músculo oblicuo menor que es el engrapamiento de los nervios in-
a nivel del tercio externo de la ingle, situán- guinales, sobre todo la rama crural del geni-
dose entre este y la aponeurosis del oblicuo tocrural y el femorocutáneo lateral del muslo
mayor. Del menor, depende la sensibilidad (complicación prácticamente imposible con
de la base del pene, de la parte superior del otro abordaje).
escroto y el muslo adyacente. Como la zona La incidencia de las complicaciones nervio-
por donde discurre es muy vulnerable, cuan- sas varía según la técnica:
do se secciona la aponeurosis no es extraño -IPOM (malla de recubrimiento intraperito-
que se lesione y en consecuencia la sensibi- neal): 1,2 a 2,2 %
lidad de las zonas descritas queda afectada. -TAPP (transabdominal preperitoneal) : 0,5 a
Es conveniente, pues, preservarlos, pero en 4,6 %
323
-TEP (totalmente extraperitoneal) : 0,6 % nosas, a pesar de producirse una hemostasia
e. Lesiones de órganos: (Intestino, vejiga meticulosa. Se caracterizan por la aparición
y uréter). Las complicaciones relacionadas de una coloración púrpura oscura por la ex-
con el intestino pueden deberse a: travasación de sangre que tiene su origen en
-Cierre de un saco herniario a ciegas sin el conducto inguinal disecando el escroto.
detectar el atrapamiento de un asa de intes- La equimosis no dificulta la cicatrización ni
tino delgado incarcerada o estrangulada, lo produce secuelas graves y desaparece es-
que hay que evitar siempre, ya que es obli- pontáneamente en unas semanas.
gado visualizar el saco abierto y cerrarlo ba- Afortunadamente no son frecuentes los
jo visión directa. hematomas palpables inguinales o escrota-
-Lesión inadvertida de intestino grueso les, pero en caso de aparecer hay que dre-
en una hernia deslizante (colon sigmoide, narlos para su resolución.
por ejemplo). Según Stoppa, la aparición de hemato-
-También puede tener lugar la lesión de mas no muestra diferencias significativas en
la vejiga en una hernia deslizante cuya pa- cuatro técnicas utilizadas (Bassini, 2,2%; Mac
red esté formada por la misma o por un di- Vay, 2,8%; prótesis por vía inguinal, 4%; y
vertículo vesical. El denominador común para prótesis por vía preperitoneal, 3,2%).
evitar ambas complicaciones se basa en que Tumefacción testicular. Cuando en la her-
la nueva actitud propugna la no obligada nioplastia el cierre del conducto inguinal pro-
apertura del saco y la innecesaria ligadura fundo es demasiado ajustado sobre el cordón
alta del mismo en caso de apertura, fomen- espermático, comprime el retorno venoso y
tando la simple reintroducción del mismo en linfático y tiene lugar un edema y engrosa-
la cavidad peritoneal. miento testicular que cede al aparecer vías
En las grandes hernias recurrentes, sobre colaterales de drenaje venoso y linfático de-
todo, puede lesionarse también el uréter que sapareciendo el edema. Para mejorar las mo-
hay que reparar en el acto mediante la colo- lestias conviene utilizar suspensorios testiculares.
cación de un catéter en doble “J” o reinser- Hidrocele: Su aparición está favorecida
tarlo en la vejiga, si está próximo a ella. tras el postoperatorio de una hernioplastia
Tras la aparición de los métodos lapa- por el abandono de la parte distal de un sa-
roscópicos se detectaron laceraciones de in- co herniario indirecto dentro del escroto. Es-
testino delgado y colon y adherencias de las tas colecciones pueden ser evacuadas por
vísceras a las mallas (hoy, no obstante, se ha punción percutánea.
abandonado casi por completo la colocación Orquitis isquémica y atrofia testicular:
de malla intraperitoneal), fístulas enterocu- La orquitis isquémica aparece entre las 24 y
táneas, hernias en los orificios de inserción las 72 horas de postoperatorio de una repa-
de trócares, etc. ración inguinal por hernia. Su cuadro clíni-
co se caracteriza por aumento de volumen,
pérdida de la elasticidad, aumento de la sen-
Postoperatorias sibilidad y fiebre. La intensidad del cuadro
a. Locales: Tras el postoperatorio inme- clínico y la duración varían mucho y la evo-
diato al final del primero o segundo día des- lución puede oscilar entre la curación total
pués de la intervención es frecuente encontrar y la atrofia testicular.
varios tipos de complicaciones. El mecanismo de la orquitis isquémica
Equimosis y hematomas escrotales o in- según Wantz es el resultado de la conges-
guinales tras la disección de hernias volumi- tión venosa dentro del testículo que sigue a
324
una trombosis venosa de las venas del cor- bridamiento y las profundas que pueden pro-
dón espermático. piciar una futura recurrencia.
La mejor forma de eliminar esta compli- El uso de biomateriales de monofilamen-
cación es evitar siempre que sea posible la to (Marlex, Prolene, Trelex) más que de bio-
disección del cordón espermático distal a la materiales trenzados (Mersilene, Surgipro)
espina del pubis, de forma que se conserve constituye una ventaja teórica. Los trenzados
la circulación colateral. Para ello es conve- tienen intersticios microscópicos menores que
niente dejar “in situ” la porción distal del sa- el diámetro de los macrófagos que hace que
co. Tampoco debe ser movilizado el testículo, estos se mantengan apartados lo que hace que
ya que con esa maniobra pueden traumati- la infección se mantenga y sea necesario re-
zarse las venas testiculares. tirar la prótesis.
De hecho, en casi un tercio de los pa- La aparición de una infección en una her-
cientes con orquitis isquémica, el testículo niorrafia protésica no necesariamente impli-
sigue disminuyendo de tamaño hasta con- ca la extracción de la malla, a menos que
vertirse en francamente atrófico. Esta situa- esté secuestrada y bañada en líquido puru-
ción aparece pocos meses después y hasta lento (según Bendavid, en un estudio lleva-
un año más tarde. La atrofia testicular es po- do a cabo en el Shouldice Hospital, de casi
co frecuente, según Shouldice, y en su esta- 3000 operaciones con malla solo hubo que
dística se da en un 0,46 % en la hernia retirarla en dos pacientes).
recurrente y en un 0,03 en las hernioplastias El uso profiláctico de los antibióticos no
primarias. debe ser sistemático, ya que se ha demos-
La mayor parte de los autores coinciden trado por Gilbert y Felton que en una serie
en que la mejor manera de tratar de evitar de 2493 pacientes no había diferencia en la
esta complicación es utilizar la vía preperitoneal tasa de infección entre los que recibieron an-
laparoscópica. tibioterapia profiláctica (0,90 %) y los que no
Infección de la herida: Como toda heri- la recibieron (0,95 %), no existiendo dife-
da operatoria, la infección es una complica- rencia entre los que fueron operados con pró-
ción posible que oscila según características tesis o sin ella. En cambio, en casos de riesgo,
especiales. Así, por ejemplo, en la mujer la intervenciones de urgencia o incidentes sép-
tasa de infección es el doble que en el hom- ticos peroperatorios (apertura del tubo di-
bre y en los mayores tres veces más, según gestivo o vejiga) es conveniente administrar
Simchen (1990), que afirma asimismo que la antibióticos de amplio espectro que cubra
duración del tiempo quirúrgico fue un factor gram negativos y anaerobios.
significativo como se observa en interven-
ciones que duraron 30 minutos o menos con b. Generales:
tasas del 2,7% o 90 minutos con cifras del Retención urinaria. Se caracteriza por la
9,9%. También las hernias incarceradas, re- falta de emisión de orina después de las pri-
currentes, umbilicales y femorales muestran meras 6-8 horas de postoperatorio. Parece
tasas que oscilan entre 6 y 10 % respectiva- más frecuente después de la anestesia raquí-
mente (Olson). dea al utilizar drogas de acción atropínica o
A pesar de la casi total aceptación de las excesivas dosis de analgesia. Se da en mayor
herniorrafias protésicas, no hay que olvidar el frecuencia en pacientes añosos y con pro-
riesgo de infección que oscila, según autores, blemas de obstrucción prostática. En los jó-
entre un 0 a 0,6 %. Estas infecciones pueden venes parece que se produce por un espasmo
ser superficiales y se tratan con simple des- reflejo que se asocia con el dolor de la heri-
325
da. Cuando aparece y no se contrarresta con las unilaterales. Las directas reaparecen con
maniobras simples, como la posición de pie, más frecuencia que las indirectas. Las her-
hay que recurrir al sondaje vesical durante nias directas recidivan como directas y las
24 horas para resolver el problema. indirectas como indirectas. Las hernias bila-
Tromboembolismo. La vena femoral, por terales operadas al mismo tiempo recidivan
su situación anatómica, tiene el riesgo de ser más que las operadas por separado debido a
comprimida en exceso por puntos transfixi- que la tensión que ejercen los tejidos sobre
vos dados sobre el ligamento de Cooper. Es- las suturas es mucho mayor en las repara-
tas lesiones comportan un riesgo trombógeno ciones bilaterales simultáneas.
al extenderse a las venas ilíacas y cava infe- Según Bendavid, las recurrencias osci-
rior y posteriormente complicarse con em- lan entre 2,3 % y 20 % para las hernias in-
bolia pulmonar. Todo ello impone la guinales y de 11,8 % y 75 % en las femorales.
heparinización para evitar estos riesgos. Mard- Este altísimo índice de recurrencias se debe
sen en 1960 encuentra de un 0,5 a 1% de a la presencia de tejidos deteriorados, de-
mortalidad por complicaciones tromboem- ficiencia del colágeno (Read, 2-57) y tam-
bólicas en una serie de 2254 herniorrafias. bién a la necrosis tisular consecutiva a suturas
Algunas series recientes aportan las mismas demasiado apretadas.
tasas de mortalidad. Pero parece ser que el factor más impor-
Complicaciones respiratorias. Están más tante para evitar las recurrencias es la ausen-
expuestos los pacientes de edades avanzadas cia de tensión. También hay unos factores
y los insuficientes respiratorios crónicos. Tam- determinantes como son la experiencia del ci-
bién en casos de grandes masas herniarias, tras rujano, el conocimiento de la anatomía y evi-
reintroducción de las mismas en cavidad ab- tar la corrupción de las técnicas empleando
dominal limitando la movilidad diafragmáti- modificaciones personales de las mismas.
ca con el consiguiente problema respiratorio. Como conclusión, podríamos asegurar
Complicaciones digestivas. Las oclusio- que las premisas citadas anteriormente deben
nes postoperatorias son desconocidas por vía ser la base de la buena cirugía, empleando
inguinal, pero algún caso se ha descrito por cualquiera de las modernas técnicas protési-
vía laparoscópica al introducirse un asa en cas, ya que los resultados son similares.
el cuello de la brecha peritoneal abierta. En cuanto a la vía laparoscópica, en la li-
Las peritonitis postoperatorias se dan en teratura se afirma que es demasiado pronto
casos de hernias estranguladas que se reintro- para valorar las recurrencias y las complica-
ducen sin suficiente viabilidad, perforándose ciones que presenta son diferentes, quizá me-
dentro de la cavidad o también por dehiscen- nores que en la vía abierta, pero algunas
cias de sutura tras resecciones intestinales. mucho más graves aunque afortunadamente
escasas.
Finalizamos con una de las conclusiones
del “Consensus Conference on Laparoscopic
Recurrencias Hernia Repair” (Madrid, 1994): ”Enseigne-
ment rigoureux et cualification spécifique du
La complicación más frecuente de la her- chirurgien devraient faire disparaître la crain-
nioplastia es la recidiva. Por perfecta que sea te que la chirurgie herniaire laparoscopique
la técnica empleada siempre se encontrarán ait été surévaluée par des chirurgiens à l´ent-
recurrencias. Las hernias bilaterales tienen housiasme mal contrôlé et aussi par les mé-
más probabilidades de sufrir recidivas que dia et les industriels”.
326
Capítulo 31

Hernia y cirugía ambulatoria

Cristóbal Zaragozá Fernández


Violeta Gisbert Ninet

Introducción ral, regional o local con sedación que requie-


ren cuidados postoperatorios poco intensivos
En general, los criterios seguidos para la y de corta duración, por lo que no necesitan
estructuración y desarrollo de la Cirugía Ma- ingreso hospitalario y pueden ser dados de al-
yor Ambulatoria (CMA) o Sin Ingreso han si- ta pocas horas después del procedimiento".
do médicos, sociales y económicos, pero no Cirugía de Corta Estancia: "Cuando el pa-
en el sentido de gastar menos dinero, sino de ciente es intervenido e ingresa durante 24-
gestionarlo mejor, intentando adecuar los re- 48 horas en el centro hospitalario".
cursos sanitarios disponibles al incremento De todas formas, pensamos que ambos
de demanda asistencial de una población ca- conceptos, "cirugía ambulatoria" y "cirugía
da vez mas exigente con su salud. Diferen- de corta estancia", responden a una misma
ciaremos: filosofía y que cualquiera de ellos puede ser
Cirugía Ambulatoria: "Cuando el paciente consecuencia del otro. En cualquier caso,
es intervenido sin ingresar y, por lo tanto, no mediante una o la otra, lo que se pretende es
pernocta en el hospital, independientemen- minimizar la hospitalización a favor de un
te de que la intervención sea de cirugía ma- mayor grado de satisfacción de los pacientes
yor o menor y la anestesia local, regional o y de un ahorro económico, sin menoscabo
general". Podemos distinguir: de la calidad asistencial.
Cirugía menor ambulatoria: "Engloba aque- Lo evidente es que la experiencia acu-
llos procedimientos quirúrgicos menores que mulada de los centros hospitalarios en los
con anestesia local y sin ningún periodo de que se han implantado Unidades de Cirugía
tiempo de convalecencia hospitalaria, vuelven Mayor Ambulatoria (UCMA) ha sido alta-
a su domicilio después de acudir a un centro mente positiva, no solo para el paciente, y,
sanitario o cualquier despacho médico para por lo tanto, para la sociedad en la que se
que le sea realizado dicho procedimiento". ubica y desarrolla, sino, y como decimos, pa-
Cirugía mayor ambulatoria: Existen varias ra el sistema sanitario, preferentemente en lo
definiciones, pero esta es la que mejor marca que se refiere a la adecuada utilización de
su filosofia: "La atención a procesos subsidia- los recursos que la administración pone al
rios de cirugía realizada con anestesia gene- servicio del entorno social.
327
En lo que concierne al sistema sanitario, el recinto hospitalario, independiente, mul-
con la implantación de este tipo de unida- tidisciplinaria y con personal, recursos y cir-
des, se produce un decremento en la lista de cuitos propios.
espera quirúrgica, una mayor disponibilidad
de camas por disminución de estancias y una 1. Estructura física
reducción del coste económico, al menos en Nuestra unidad posee un bloque estruc-
un 40%, en comparación con el modelo qui- tural autónomo ubicado en el tercer piso del
rúrgico convencional. pabellón izquierdo. Cuenta con una sala de
Uno de los procesos que con mayor fre- espera donde el paciente y familiares per-
cuencia se intervienen en las UCMA es la pa- manecen hasta ser llamados para la inter-
tología herniaria inguinocrural. Esta entidad vención o consultas externas. Está ubicada
nosológica quirúrgica sobre la que la mayo- fuera de la unidad pero conectada con ella
ria de cirujanos habían perdido interés, por mediante un sistema de megafonía.
considerarse un proceso "banal" que servía En su estructura física propiamente dicha
como primera técnica de aprendizaje de los podemos distinguir dos zonas, una externa
MIR de primeros años, ha vuelto a resurgir. o de consultas-administración y otra interna
Este renacimiento ha sido posible por la pre- o quirúrgica. La externa comprende:
ocupación persistente de los cirujanos en lo Una policlínica polivalente, donde se
relativo a las recidivas, la aparición de pró- realizan las visitas preoperatorias y las con-
tesis biotolerables ("mallas") que permiten la sultas quirúrgicas. El ECG se practica en ella
práctica de hernioplastias "sin tensión", la y en la primera consulta del paciente. Los aná-
gran evolución de los anestésicos y la técni- lisis y radiología preoperatorios se realizan en
ca anestésica y, sobre todo, a la aparición e los servicios centrales, pero a través de cir-
implantación de las UCMA o sin ingreso. To- cuitos diferenciados con el fin de no ser in-
do ello está permitiendo que la mayor parte terferidos por la dinámica general del hospital.
de los pacientes afectos de patología hernia- Un área de trabajo para médicos y per-
ria de la pared abdominal sean intervenidos sonal de enfermería.
con anestesia local, mediante la práctica de Un vestuario y aseo para pacientes .
hernioplastias "sin tensión" y sin necesidad Un vestuario para personal, con duchas,
de ingreso hospitalario. aseos y taquillas.
Un despacho-recepción para el personal
administrativo donde está centralizado el sis-
tema informático independiente donde se al-
Unidad de CMA del Hospital macenan nuestras historias y protocolos.
General Universitario de Valencia Estamos conectados a la red informática ge-
neral del hospital con entrada al archivo ge-
Como respuesta a la progresiva deman- neral de historias; así mismo contamos con
da quirúrgica, relacionada con la mejoría de la posibilidad de escanear documentos clí-
la calidad y expectativas de vida de la po- nicos incorporándolos de esta forma a la his-
blación y los avances tecnológicos, el Hos- toria informática del paciente. En esta zona
pital General Universitario de Valencia estructuró están centralizados los sistemas de megafo-
una Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria. nía y música ambiental de la unidad. Conta-
El esquema descriptivo de nuestra UCMA si- mos con preinstalación de audio-vídeo y con
gue los cánones de la unidad que se consi- un sistema de televideoconferencia de alta
dera más operativa y rentable: la ubicada en definición actualmente conectado con los
328
hospitales "Saint Eloi" (Montpellier-Francia), derado tras la intervención quirúrgica.
"G.B. Morgagni" (Catania-Italia) y "Endola- Características del entorno social: Enfer-
ser" (Atenas-Grecia). mos que cuenten con una vivienda adecua-
Un área de adaptación al medio o de si- da (teléfono, ascensor en caso de edificios,etc),
llones, con capacidad para ocho pacientes; así como con la compañía de un adulto res-
es donde el paciente espera junto a su fami- ponsable durante 24-48 horas tras la inter-
lia el momento del alta. vención y un vehículo disponible, para en el
La zona quirúrgica o interna la conforman: caso de complicaciones poderlo trasladar al
La Unidad de Recuperación Post-Anes- centro hospitalario.
tésica (URPA): esta zona aunque físicamen- Características de la cirugía a practicar:
te es única, con el fin de poder ser controlada Realizamos intervenciones que no precisan
por un solo DUE, ejerce una doble función: una preparación preoperatoria compleja, no
recibir al paciente e iniciar la técnica anes- conllevan hemorragias importantes, no re-
tésica adecuada o prepararle para anestesia quieren terapia intravenosa y aquellas en las
general y controlar el postoperatorio inme- que el dolor postoperatorio es controlable
diato. La sala denominada de técnicas tiene con analgésicos orales.
capacidad para atender a tres pacientes de Criterios de patología asociada: Incluimos
forma simultánea y está dotada de monitor- pacientes ASA I, II y III bien compensados.
desfibrilador, respirador y toma de gases me- Excluimos pacientes psiquiátricos, pre-
dicinales y vacío. La sala de recuperación sos, drogodependientes, obesos con sobre-
postanestésica propiamente dicha, es el es- peso superior al 30% del peso teórico ideal
pacio donde el paciente es controlado en el y aquellos con patología respiratoria grave.
postoperatorio inmediato hasta que el anes-
tesista considera que está en condiciones de 3. Enfermedades que tratamos
acceder a la sala de adaptación o de sillo- En nuestra Unidad se intervienen pacientes
nes. Esta sala consta de seis camillas con to- de diversas patologías y especialidades:
ma de aire medicinal y vacío cada una, Cirugía general y digestiva: Hernias in-
pudiendo monitorizar cuatro pacientes si- guinales, crurales, umbilicales, epigástricas,
multáneamente. de Spiegel y pequeñas eventraciones. Quis-
Dos quirófanos polivalentes y dotados de tes pilonidales, fisuras anales, condilomas,
la infraestructura para la práctica de las di- pólipos del canal anal, hemorroides y fístu-
versas especialidades quirúrgicas (cirugía ge- las no complejas. Tumores mamarios benig-
neral y digestiva, oftalmología, ginecología, nos, biopsias de mama, exéresis de adenopatías
traumatología, ORL y cirugía plástica) y tumoraciones benignas grandes como li-
Sala de estar del personal. pomas, fibromas, etc. Colecistectomías la-
Sala de lavado, esterilización y clasifica- paroscópicas en pacientes muy seleccionados,
ción del material. laparoscopia diagnóstica, gastrostomía en-
doscópica percutánea, biopsias hepáticas.
2. Selección de pacientes Fístulas arteriovenosas para hemodiálisis, es-
La selección de pacientes la realizamos clerosis de varices, implantación de catéte-
dependiendo de las: res venosos y reservorios.
Características del paciente: Incluimos aque- Oftalmología: Cataratas, glaucoma, estrabis-
llos pacientes que aceptan voluntariamente el mo, afecciones palpebrales y del aparato lacrimal.
acto ambulatorio, son capaces de entender las Otorrinolaringología: Adenoidectomía,
indicaciones médicas y de tolerar el dolor mo- septoplastia, timpanotomía, microcirugía la-
329
ríngea, tubos de drenaje, polipectomías na- A: Anestesia general, regional y local con
sales, quiste nasogeniano, cirugía de corne- sedación: El paciente pasa a la URPA donde
tes, punción de senos maxilares, quistes de continua monitorizado y controlado por un
retención maxilar, miringoplastias, lesiones ATS, hasta su recuperación anestésica, esta-
del pabellón auricular. bilidad hemodinámica y tolerancia hídrica,
Cirugía ortopédica y traumatológica: Ha- que se inicia a las dos horas de finalizada la
llux valgus, enfermedad de Dupuytren, gan- intervención, en el caso de anestesia gene-
gliones, quistes sinoviales de la mano, exéresis ral. A continuación el paciente pasa a la sa-
de neuromas, artroscópias y extracción de la de sillones acompañado de sus familiares.
material de osteosíntesis. B: Anestesia local: Ya intervenido, si el pa-
Las especialidades de ginecología, uro- ciente no precisa recuperación, pasa a la sa-
logía y cirugía oral y maxilofacial irán sien- la de sillones donde, si mantiene constantes,
do incluidas progresivamente. diuresis, tolera líquidos, deambula, no tiene
dolor o este es escaso y no existe ninguna com-
4. Circuito del paciente plicación en la herida operatoria, se retira la
El paciente seleccionado es enviado por vía y es dado de alta a los 15-20 minutos.
el especialista de las diversas áreas asisten-
ciales a la policlínica de la UCMA donde se 5. Protocolo de alta
realiza la visita preanestésica, el ECG, la ra- Todos los pacientes son dados de alta a
diografía de tórax, si es necesaria, el mismo criterio del anestesista, cirujano y DUE, cuan-
día y el estudio analítico la mañana siguien- do existe:
te. De esta forma, en 48-72 horas se cuenta -Estabilidad hemodinámica y normalidad
con el preoperatorio completo. En esta visi- de constantes vitales.
ta, se firma la hoja de consentimiento infor- - Orientación temporoespacial.
mado y recibe información verbal y escrita -Ausencia de dolor importante.
sobre forma de actuación, así como proto- -Tolerancia de líquidos y ausencia de náu-
colo de cuidados preoperatorios, post- ope- seas o vómitos.
ratorios y teléfono de contacto durante 24 -Micción espontánea.
horas. Queda emplazado para el día de la in- -Deambulación fácil.
tervención, mediante sistema telefónico. -Herida en perfectas condiciones.
El día de la intervención, el paciente es -Cuente con un adulto responsable con ve-
recibido por la administrativa, y acomodado hículo que le traslade a su domicilio y perma-
en la sala de espera donde se le avisa por me- nezca acompañándolo durante 24-48 horas.
gafonía para pasar junto a un familiar al ves- Se le entrega un informe de alta donde consta:
tuario donde se desprenderá de la ropa de - Nombre del paciente
calle, colocándose gorro, calzos y bata. - Domicilio
En una silla de ruedas el celador lo tras- - Teléfono
lada a la sala de técnicas anestésicas, ubi- - Número de historia clínica
cándole en una camilla para canalizar vía, - Número de SS (Seguridad Social)
monitorizarlo y proceder a la técnica anesté- - Fecha de ingreso
sica correspondiente o premedicación, si fue- - Diagnóstico
se anestesia general, pasando a continuación - Procedimiento quirúrgico
a quirófano para su intervención quirúrgica. - Recomendaciones al alta: medicación,
Ya intervenido se procede de dos formas, se- revisión, etc.
gún la técnica anestésica practicada: - Número de teléfono de la UCMA 24 h.
330
En una bolsa debidamente detallada se les su- y menor ambulatoria, rotatorios, etc. y cuyo
ministra la medicación (analgésicos, antinflama- objetivo final consiste, fundamentalmente,
torios, antibióticos, etc) prescrita para 48 horas. en realizar una asistencia adecuada del pa-
ciente quirúrgico ambulatorio.
6. Seguimiento del paciente Todos los pacientes, sin excepción, afec-
La tarde-noche de la intervención reali- tos de un proceso herniario de la pared ab-
zamos un control mediante llamada telefó- dominal son citados en la policlínica de la
nica al domicilio del paciente con el fin de UCMA a los 7-8 días de la intervención para
conocer su estado. Al día siguiente se repite revisión de herida y retirada de puntos. Las re-
la llamada para seguir su evolución y con- visiones siguientes se llevan a cabo al mes, tres
trolar las posibles complicaciones, dudas o meses, un año y tres años. Las siguientes revi-
proporcionar la información que precisen los siones se hacen mediante llamada telefónica.
pacientes para seguir con sus autocuidados.
Esta llamada es realizada por un miembro 7. Recursos humanos
del equipo de la unidad, rellenando un pro- Uno de los aspectos más importantes de
tocolo ya establecido. Como hemos dicho, una U.C.M.A. es el del personal, debiendo
todos nuestros pacientes tienen información ser profesionales interesados en esta moda-
escrita del número de teléfono de contacto, lidad quirúrgica.
para posibles dudas o emergencias, así co- En cuanto a facultativos se refiere nues-
mo un folleto explicativo de los cuidados y tra unidad cuenta con un jefe de unidad, dos
molestias "normales" postoperatorias. cirujanos generales y dos anestesiólogos, es-
Es en el seguimiento de los pacientes in- tando el grupo de enfermería compuesta por
tervenidos en régimen de CMA donde los una supervisora, seis DUE, tres auxiliares de
Centros de Asistencia Primaria-Centros de enfermería, una administrativa y un celador.
Salud deben cobrar una relevancia especial. El resto de facultativos que desarrollan su la-
La protocolización del seguimiento, realiza- bor en la UCMA están adscritos a sus servi-
do de forma conjunta por los especialistas de cios correspondientes y dependen funcio-
la UCMA y los de Asistencia Primaria, con- nalmente de la unidad el día que tienen asig-
llevará, con toda seguridad, un incremento nados quirófanos.
de coordinación entre estos dos eslabones
asistenciales, así como una actuación más 8. Jornada laboral
sistematizada y unificada, sobre todo ante las Nuestra UCMA desarrolla su actividad la-
posibles complicaciones postoperatorias. boral de lunes a viernes permaneciendo ce-
En un futuro próximo esta interrelación rrada sábados, domingos y festivos, así como
deberá ir aumentando, no solo por el volu- el mes de agosto en el que todo el personal
men de pacientes a tratar mediante esta sis- disfruta sus vacaciones reglamentarias.
temática -mas del 60% de las entidades El personal inicia la jornada a las ocho ho-
nosológicas de las diversas especialidades ras y la finaliza a las quince horas, excepto un/a
quirúrgicas- y la necesidad del seguimiento DUE y un auxiliar de enfermería que acuden
postoperatorio, sino también por la necesa- a las once horas y finalizan a las diecinueve
ria colaboración en la selección de pacien- horas, horario estimado en que todos los pa-
tes y la formación continuada bidireccional cientes intervenidos han sido dados de alta.
UCMA-Centro de Salud, que debe estable- En cuanto al personal médico, un cirujano
cerse mediante sesiones clínicas conjuntas, y un anestesista prolongan la jornada hasta las
talleres de trabajo, cursos de cirugía mayor diecinueve horas con el fin de mantener los cui-
331
dados de los pacientes intervenidos a última ho- y un acto asistencial más personalizado al ser
ra, dar las altas correspondientes, pasar las po- el mismo cirujano que lo incluye en el pro-
liclínicas de preanestesia y cirugía y atender las grama, quien le opera, le da el alta, le hace el
posibles emergencias hasta la hora señalada. seguimiento y las revisiones posteriores.
Uno de estos facultativos quedará con el telé- Por todo ello y a pesar de que, como dice
fono móvil de la unidad para realizar las lla- Gil de Bernabé, iniciar cualquier tipo de activi-
madas a los pacientes intervenidos y coordinar dad novedosa dentro de la rutina de funciona-
la asistencia de las posibles complicaciones. miento de los grandes hospitales siempre ha sido
laborioso y supone un sobresfuerzo, por parte
de todas las personas que van a intervenir, éste
merece la pena por sus resultados, estando su
Resultados éxito garantizado por varias razones:
- La seguridad de los pacientes no está en
En los 23 meses de funcionamiento de nues- dependencia de que estén o no ingresados,
tra UCMA han sido intervenidos unos 4.900 relacionándose más con una adecuada y cui-
pacientes, de las diversas especialidades refe- dadosa práctica quirúrgica y anestésica.
ridas, con un índice de ingresos no deseados - Más del 90% de los pacientes prefieren
del 0, 82%, de reingresos del 0, 36% y de can- no permanecer ingresados en el hospital pa-
celaciones quirúrgicas del 3, 47 %, en su ma- ra ser intervenidos quirúrgicamente, siempre
yoría por causas ajenas a la Unidad. Nuestra que se les ofrezca cualquier otra modalidad
morbilidad es inferior al 10% y nuestra morta- o proceder adecuado.
lidad, por causas relacionadas con el acto qui- - No existen argumentos para esperar más
rúrgico, nula. El porcentaje de recidivas tras el complicaciones en los pacientes ambulato-
tratamiento quirúrgico de la patología hernia- rios o de corta estancia que en los hospitali-
ria inguinocrural está por debajo del 2%, con zados de forma clásica.
seguimientos todavía inferiores a los dos años. El criterio fundamental que debe definir a
esta cirugía no es la necesidad de ingresar o
no al paciente ni el tipo de anestesia emplea-
do, sino la filosofía tendente a practicar las in-
Conclusiones tervenciones quirúrgicas clásicas con los máximos
cuidados, reduciendo al mínimo la agresión
Para el paciente, el tratamiento quirúrgi- quirúrgica e incorporando la nueva tecnolo-
co ambulatorio de su proceso herniario in- gía médico-quirúrgica. La seguridad del en-
guino-crural, representa, fundamentalmente, fermo no radica en la hospitalización, sino en
una disminución del "impacto emocional" de la actitud ligada a la calidad asistencial.
la operación, así como un decremento de la Por ello, además de los aspectos técnicos
incapacidad al estimularle para que man- y científicos, es imprescindible adoptar un
tenga su entorno de vida habitual. talante "especial" con el enfermo y trasmitir-
Desde un punto de vista técnico-científi- le una información personalizada, adecua-
co, parece producirse una disminución de la da a su nivel cultural, clara y extensa enfocada,
infección nosocomial, al permanecer el pa- fundamentalmente, a reforzar la confianza,
ciente menos tiempo en el centro hospitalario, estimular la deteriorada, por diversos y múl-
una reducción de la enfermedad tromboem- tiples motivos, relación personal sanitario-
bólica postoperatoria, por la deambulación y enfermo y reencontrar la necesaria humanidad
desarrollo de actividad precoz que conlleva, inherente al acto médico o quirúrgico.
332
Capítulo 32

Coste y beneficio del proceso herniario

Dalila Patrizia Greco

Introducción su calidad de usuario, y del administrador en


su calidad de responsable de la gestión, or-
Todos los sistemas sanitarios, sean aque- ganización y utilización de recursos.
llos que enfocan su filosofía en el “non-pro-
fit” (que tienden a confiar la mayor parte de • la introducción de un nuevo concepto de ca-
la actividad al servicio público), sea aquellos lidad y la aprobación de los tratamientos, don-
que se basan en la iniciativa privada, viven de se conjugan la utilización de los recursos,
un momento de malestar y de profunda trans- la dimensión y la calidad del bien salud.
formación que deberá afrontarse y superar-
se con instrumentos de análisis idóneos. Este • La conciencia de que la introducción de
estado de malestar y cambio es típico de to- un concepto de calidad del tratamiento no
dos los países industrializados, prescindien- puede estar separado de la actividad de pro-
do de los sistemas organizativos, de las tipologías gramas destinados a un reajuste organizati-
de financiación (remuneración diaria) y de vo de los sistemas, sea en el ámbito de los
los niveles de gasto programados en el ám- recursos, o en el ámbito de estructuras.
bito central con relación al PIB nacional, y Estas consideraciones, unidas a las apor-
se acompañan de una profunda crisis de la taciones tecnológicas y a los nuevos mode-
credibilidad sea del sistema sanitario, en cuan- los de organización, han puesto en crisis un
to tal, sea de la profesión médica. modelo clásico de la medicina.
Las motivaciones sociales y culturales que Si la organización sanitaria, en sí misma,
han puesto en crisis el sistema sanitario son ha llegado a ser más compleja y articulada,
múltiples, y pensamos que algunas pueden también la gestión de una empresa y/o hos-
tener mayor influencia sobre el fenómeno, pital resulta más dificultosa y necesita de nue-
como: vos profesionales y nuevos enfoques.
Basándonos en algunos ejemplos, pen-
• la pluralidad de los puntos de vista en el samos en cómo el aumento y la rápida evo-
campo de la asistencia sanitaria: lución de las tecnologías está influyendo y
- junto a la opinión de los cirujanos estresando el poder de decisión del ejecuti-
comparece la del ciudadano-usuario, en vo, sea éste médico o gestor, en decidir el
333
momento obsoleto de las tecnologías. De he- una síntesis que llega a ser el punto de parti-
cho, la vida tecnológica de una máquina o da para una programación coherente con las
de prestigio quirúrgico, así como la vida “his- expectativas y los recursos disponibles.
tórica” de una técnica quirúrgica es, en ge- Puede haber múltiples maneras para de-
neral, tan breve que no llega a ser, a veces, finir un indicador. Para Zanetti, el indicador
ni siquiera una norma científica basada en es una medida de elementos cuantitativos de-
criterios incontestables e inopinables, como rivados de una cuantificación. Para Lo Mar-
los mencionados por la EBM (Evidence Ba- tire, un indicador es una relación entre dos
sed Medicine). números cuyo valor permite revelar aspectos
Entonces, el ejecutivo, en el momento significativos de una determinada realidad
de la elección de la tecnología, o el ciruja- de gestión. (Tabla 1).
no en la elección de la variación de la téc- Compartimos la opinión de que la rela-
nica quirúrgica no son, a veces, en ningún ción entre dos magnitudes concede mayores
momento, capaces de valorar el impacto de informaciones que las obtenidas consideran-
la propia decisión sobre el resultado del de- do las dos magnitudes de manera individual.
sarrollo sanitario. Para contestar a la función de medición,
un indicador ha de poseer algunas cualida-
des, como esmero y plenitud, reproducibili-
dad, validez, simplicidad en el relieve y
El sistema de los indicadores cálculo, rapidez, exactitud y fidelidad.
Los parámetros de las selecciones sani-
Los escenarios sanitarios futuros deberán tarias deben ser escogidos según la eficacia,
ser enfocados en una mayor equidad. El fun- la calidad de las curas o de los procesos sa-
damento base de la programación será, en- nitarios en discusión.
tonces, la posesión de datos que permitan la Entendemos la eficacia como la capaci-
descripción de los escenarios con los cuales dad de conseguir el objetivo prefijado, y la
se puede colaborar. Los datos obtenidos a tra- eficiencia como la capacidad de conseguir
vés de instrumentos de información, deno- dicho objetivo con la mejor disponibilidad
minados indicadores son, en un momento de recursos. Como dice Cochrane, “si no hay
posterior, elaborados con oportunas metodo- demostración de eficacia, es absolutamente
logías de análisis estadísticos que consienten inútil plantearse el problema de la eficacia”.

Tabla 1. Características de los indicadores

Pertinencia capacidad para medir realmente el fenómeno en examen

Especificidad capacidad para medir solamente el fenómono en examen

Esencialidad capacidad de captar los rasgos esenciales de un fenómonoen examen

Capacidad
Discrimonatoria capacidad de desacreditar, separar los fenómenos distintos

Sensibilidad capacidad de poner en evidencia diferencias en la intensidad de un


fenómeno

334
Entonces los dos conceptos son indepen- La demanda del tipo de calidad que en
dientes y consecutivos. general se debe responder es la siguiente:
La calidad, sin embargo, puede ser defi- ¿merece la pena realizar una determinada in-
nida o sobre la base de indicadores pre- tervención, servicio, programa sanitario?
constituidos, o sobre la base de los contenidos. Para responder a tal pregunta se deben uti-
Si queremos, sin embargo, entrar en los lizar instrumentos que nos permitan evaluar:
méritos de los contenidos, podemos definir la (Tabla 1).
calidad con los términos de A. Donabedian:
“Es de calidad adecuada aquella asistencia 1. La eficacia de la intervención, servi-
sanitaria capaz de conseguir el mejor equili- cio, programa.
brio entre los beneficios producidos y riesgos
emprendidos, expresado en términos de sa- 2. La eficacia absoluta (efficacy). ¿La in-
lud con plena satisfacción de quien la recibe tervención, servicio, programa puede fun-
y según modalidades coherentes sea con los cionar en condiciones ideales?; ¿hay
principios morales de la sociedad de la cual probabilidad de obtener el efecto deseado?
es expresión, sea con todo lo que pueda ser
disponible por el progreso económico”. 3. La eficacia relativa (effectiveness). ¿La
Entonces, junto a la eficacia, se unen los intervención, servicio, programa funciona
atributos de la calidad, de lo apropiado de las efectivamente en condiciones reales?
intervenciones sanitarias, su aceptación, la
satisfacción que por ellos se produce, y su ac- 4. La disponibilidad (availability). ¿La inter-
cesibilidad. Algunos de estos atributos son es- vención, servicio, programa es realmente dis-
pecíficos de la estructura, otros, de los procesos, ponible para todos aquellos que lo necesitan?
otros, de los éxitos resultantes.
La evaluación económica puede ser con-
ducida a través de múltiples modelos, te-
niendo como objetivo el análisis comparativo
Tareas e instrumentos de acciones alternativas.
del médico dirigente Las técnicas de mayor uso son:
• Análisis de minimización de los costes.
El futuro prevé que el médico como profe- • Análisis coste - eficacia.
sional clínico autónomo, extienda sus propias • Análisis coste - utilidad.
competencias en el área gerencial (médico-di- • Análisis coste - beneficios.
rigente), reuniendo en una única figura, expe- Todos estos modelos de análisis se remiten
riencia clínica, responsabilidad en el gasto, en realidad a algunos conceptos básicos sobre
competencias de programación y gestión del la equidad distributiva de los recursos que han
presupuesto. Llega a ser, entonces, fundamen-
tal comprender los instrumentos de análisis úti-
Tabla 2. Esquema de una secuencia de
les para gestionar el problema de la relación análisis de eficencia de una prestación
coste-calidad de las prestaciones distribuidas.
efficacy
Las evaluaciones que el médico-dirigen-
te efectuará en el curso de la propia activi- effectiviness eficiencia availability
dad deben conducir a partir de los análisis
tanto del nivel de calidad como del nivel eco- lineas de dirección
nómico, conjugando ambos aspectos.
335
sido descritos por Pareto en sus axiomas. Los modelos gestionables:
Todos estos modelos de análisis se remi- recorridos de la estancia
ten, en realidad, a algunos conceptos básicos hospitalaria
sobre la equidad distributiva de los recursos
que ha descrito Pareto en sus axiomas: El análisis coste-eficacia debe ser des-
glosado partiendo de:
- La eficiencia global óptima se consigue • la confrontación entre las diferentes
solo cuando el proceso de organización glo- tecnologías.
bal no permite una sobreposición de recursos • la confrontación entre los regímenes
a favor o beneficio de una persona sin aportar de estancia.
daños a otra. • la integración de las relaciones
con la tecnología
- El individuo es el mejor juez de su pro-
pio interés; la disponibilidad individual para
soportar un determinado gasto para la ob-
tención de un determinado servicio (willig- Régimen de estancia
nes to pay) es el criterio principal para la
distribución de los recursos. La sanidad hospitalaria en particular es-
tá pasando un momento de grandes cambios,
- Los problemas de equidad y justicia dis- cuyo motor principal es la atención a los cos-
tributiva no interfieren con los problemas de tes. Los regímenes de estancia y los modelos
eficiencia, dado que los primeros son de per- de organización, en particular en cirugía, se-
tinencia de la programación central, mien- rán los instrumentos básicos para afrontar de
tras que los segundos afectan a la esfera modo cualitativo esta transformación. La in-
económica-administrativa. troducción de nuevas tecnologías (vídeola-
paroscópica protésica), la introducción en el
Todas estas evaluaciones se revelan de campo de la anestesia de nuevos fármacos
extrema utilidad para el análisis de tipo cen- que consienten el aumento de las indicacio-
tralizado, fase de la programación que de- nes en los tratamientos en régimen de anes-
ben proveer líneas de direcciones a las áreas tesias locales, locorregional y de sedación,
periféricas (unidades operativas de equipo) permite el desplazamiento de una cuota aun
para facilitar elecciones y comportamientos. más amplia de la patología de los regímenes
tradicionales a los regímenes de cirugía de
día, o de un día, o breves:
• Day surgery,
• One-day surgery,
• Week - surgery.

El incremento de los costes tecnológicos


puede ser equilibrado y amortiguado por el
derrumbamiento de los costes gestionables
de las estructuras de estancia.
Reparto porcentual Nace la necesidad de introducir una me-
de los diferentes gastos,
comparativa entre el régimen
dicina no basada en la experiencia del indi-
ordinario y el régimen breve. viduo, sino en la evidencia científica actual
336
EBM (Evidence Based Medicine), que per-
mita la confrontación entre las experiencias
de los individuos y las tendencias científicas
en la fase de las selecciones.
La optimización del uso de los recursos
es el blanco de actividades dirigidas a mejo-
rar la eficacia y calidad de la intervención
sanitaria mediante la utilización de las bue-
nas prácticas clínicas y de actividades diri-
gidas a mejorar el nivel de eficacia de la
organización mediante la utilización de bue-
nas prácticas gestionables.
Reparto porcentual
La day surgery y otros regímenes breves de los diferentes gastos
en régimen ordinario.
se insertan en el campo de las buenas prác-
ticas de gestión, permitiendo inversiones tec- • problemas relacionados
nológicas y elecciones a nivel de presidios con la actividad sexual.
quirúrgicos y diagnósticos modernos, a pe- • esterilidad.
sar de que a veces resulten costosos.
2. Procedimientos y regímenes dependientes.
• Incidencias de complicaciones generales:
- infecciones de herida
Conclusiones - infecciones de orina
- infecciones de pulmón
El futuro tiene como objetivos: equidad - complicaciones generales:
en la redistribución de los recursos y máxi- tromboembolismos
ma relación de eficacia/eficiencia. ¿Qué in- - mortalidad
dicadores faltan actualmente para calcular
esta relación? Esencialmente faltan indica- 3. Duración del periodo de reanudación de
dores de dos categorías: la actividad.
• Indicadores de calidad percibida. - física
• Indicadores de outcomes globales. - social
Por indicador de outcomes global enten- - laboral
demos un indicador que sepa realmente me- - deportiva
dir el impact factor (factor de impacto) en el - sexual
paciente y en la actividad de relación del pa-
ciente con la sociedad (actividad laboral-pú- 4. Porcentaje de reanudación de las activida-
blica de relación) del procedimiento quirúrgico des a las cuales nos referimos en el punto 6.
ejecutado.
5. Consumo de fármacos en el periodo post-
Para volver al ejemplo hernioplástico co- operatorio.
mo resultado final tendremos:
6. Número de extras en la estructura.
1. Procedimientos dependientes
• reincidentes. 7. Complicaciones del paciente en el proce-
• neuralgias. dimiento (valorado a través de un cuestiona-
• áreas de anestesias residuales cutáneas. rio de opinión).
337
La confrontación entre metodologías di- reinserción en la actividad laboral o social
ferentes y regímenes de estancia diferentes del paciente-usuario, relacionando siempre
llegan a ser válidos, solo si se confrontan to- los resultados obtenidos con el grado de agra-
dos estos indicadores, dirigidos a evaluar la decimiento; la compliance del paciente al
afabilidad tecnológica del procedimiento qui- procedimiento: un método de análisis que,
rúrgico y anestesiológico adoptado; las ven- junto al input de carácter económico, quie-
tajas ofrecidas en el régimen de estancia ra tener siempre en consideración al paciente
elegido, además de evaluar si realmente el como elemento central de las elecciones del
procedimiento escogido ha permitido ma- programa.
yores ventajas en lo referente a una mayor

338
Capítulo 33

La cirugía de la hernia en la formación del residente

Ramón Trullenque Peris


Ramón Trullenque Juan

A menudo se escucha entre los cirujanos das, en pacientes obesos, que ponen a prue-
que “cuando haya que juzgar la experiencia ba la pericia del cirujano.
técnica de un cirujano, basta con verle ope- 2. En algunos casos hay que cambiar una
rar una herniorrafia”, frase que adquiere ca- técnica preconcebida, porque se trata de
si la categoría de axioma. Sin embargo, no una hernia en pantalón (directa e indirec-
puede aducirse que la mayoría de cirujanos ta), porque se descubre una hernia crural o
no realizan suficiente número de herniorra- porque la calidad de los tejidos es peor de
fias para alcanzar esta experiencia técnica, lo esperado.
y se considera una cirugía fácil, relegándola 3. Cirugía bien hecha. Una técnica quirúr-
a cirujanos jóvenes y residentes de primeros gica cuidadosa, respetuosa con los tejidos,
años. No obstante, cuando se analizan series con una correcta hemostasia, sin escaras por
con un seguimiento correcto y suficiente, la electrocoagulación, respetando los ner-
queda uno sorprendido al comprobar una ta- vios, sin tensión, empleando material de su-
sa de recidivas que alcanza en algunos ca- tura adecuado, constituye la mejor garantía
sos el 10%. Esta situación paradójica nos hace para evitar complicaciones durante el pos-
plantearnos una serie de interrogantes res- toperatorio inmediato y recidivas o moles-
pecto a la formación del cirujano: tias a largo plazo.
4. Valor de la herniorrafia para la forma-
ción del cirujano general. Los hechos an-
teriores no se dan exclusivamente en las
¿Por qué se considera una buena herniorrafias, sino que son propios de casi
prueba de la experiencia técnica? todas las intervenciones quirúrgicas; y el
valor de la herniorrafia radica en que se tra-
1. El grado de dificultad es muy variable, ta de una intervención de baja compleji-
puesto que podemos encontrar pequeñas her- dad, pero que presenta todas estas
nias en pacientes jóvenes y delgados, en los características, lo que la convierte en una
que la reparación resulta muy fácil, junto a técnica cuyo aprendizaje resulta crucial pa-
grandes hernias inguinoescrotales, desliza- ra el cirujano en formación.
339
¿Cuáles son las dificultades siones solo se interpretan correctamente du-
intrínsecas de la herniorrafia? rante el acto quirúrgico.
4. Los resultados, en cuanto a recidivas, so-
1. Conocimiento de la anatomía de la región lo se pueden evaluar tras un correcto y pro-
inguinal. Esta es enigmática y confusa: entre longado seguimiento. Los pacientes deben
las diversas estructuras que intervienen en la ser revisados a partir del alta hospitalaria 2 a
reparación herniaria están el tracto iliopúbi- 4 semanas después, a los 6 meses y a los dos
co, la aponeurosis del transverso del abdo- años o más de la operación. Al principio, ca-
men, la fascia transversalis y el canal inguinal. si todos están bien, pero cuanto más prolon-
Hoy en día persiste aún, entre cirujanos y gado es el seguimiento más deficientes son
anatómicos, una falta de acuerdo respecto a los resultados.
la existencia, estructura y función de estas El cirujano en formación no debe limi-
entidades anatómicas. Además, la disposi- tarse a aprender la técnica quirúrgica, sino
ción tridimensional de la anatomía de esta que deberá tener presentes todos los facto-
región hace que resulte difícil su representa- res enunciados, dado que van a influir tanto
ción gráfica y consecuentemente su com- o más que la propia técnica quirúrgica en los
presión por el cirujano en formación. resultados.
Condon publica un capítulo precioso ti-
tulado “Método para demostrar la anatomía
quirúrgica de la ingle en la sala de autopsia”,
que debería ser de obligada lectura para to- ¿Se han producido variaciones téc-
do cirujano en formación, donde termina di- nicas importantes en los últimos años?
ciendo: ‘“Nunca resultará excesivo enfatizar
que las disecciones repetidas y las demos- Hasta hace unos pocos años, los recur-
traciones de la anatomía quirúrgica de la in- sos técnicos con que contaba el cirujano eran
gle representan la forma más segura para escasos, generalmente una técnica de Bassi-
comprender con exactitud la anatomía de las ni con o sin la modificación de Mc Vay, por
estructuras de esta zona”. lo que el cirujano en formación se limitaba
2. Conocimiento de la fisiopatología. Los fac- a aprender estas técnicas. Sin embargo, du-
tores que intervienen en la producción de una rante los últimos años se han producido gran
hernia pueden ser muy variados e influir en número de innovaciones con distinta base y
distinta medida según los casos: anomalías finalidad que el cirujano debe conocer:
congénitas, defectos anatómicos, desnutri- 1. de base fisiopatológica. Fundamentalmente,
ción, ejercicio físico, aumentos de presión in- la gran innovación ha venido del concepto de
traabdominal, factores yatrógenos, etc. En herniorrafia sin tensión, objetivo que se preten-
cada paciente, el cirujano en formación de- de alcanzar a través de tres grupos de técnicas:
berá aprender a evaluar las posibles causas y • técnicas de refuerzo de planos, me-
a seleccionar el tratamiento más adecuado. diante la imbricación de varias capas de fas-
3. Posibles errores en el diagnóstico de las cia en un intento de reforzar la reparación
hernias. Cualquier estructura que esté den- quirúrgica (tipo Shouldice).
tro o alrededor del conducto inguinal puede • empleo de prótesis con la intención de
dar lugar a signos o síntomas que pueden si- reforzar las suturas o de reemplazar capas de
mular los de una hernia inguinal. La mayo- fascia ausentes o de baja calidad.
ría de estos problemas pueden ser identificados • abordaje preperitoneal que permite una
por un clínico con experiencia, pero en oca- reparación desde la parte interna de la pared
340
abdominal, con las consiguientes ventajas por nosotros entre los residentes de 25 hos-
para el tratamiento del contenido herniario pitales con programa de formación se com-
y mejor refuerzo. prueba que el residente de cirugía opera
2. De la forma de abordaje. Como conse- fundamentalmente en urgencias; por tanto,
cuencia de la gran revolución de la cirugía en caso de tener que operar hernias, se trata
laparoscópica hoy hemos de plantearnos: de hernias estranguladas o incarceradas.
• Cirugía abierta, a través de la cual se • La introducción de la cirugía laparos-
puede hacer cualquiera de las técnicas an- cópica ha hecho que, en determinados cen-
teriores. tros, la patología herniaria sea reclamada por
• Cirugía laparoscópica, defendida por los cirujanos de plantilla, que precisan ad-
unos y rechazada por otros que no deja de quirir experiencia.
constituir una opción a tener en considera- • La proliferación de las UCSI y UCMA,
ción. con su programa de cirugía sin ingreso, obli-
3. De la planificación quirúrgica. La gran fre- ga a practicar una cirugía segura y rápida,
cuencia de las hernias hace que su repara- evitando las complicaciones postoperatorias
ción constituya un importante porcentaje del y, en consecuencia, la participación de ciru-
gasto sanitario (en EEUU, un 3% del Producto janos en formación.
Interior Bruto), por lo que se han buscado fór- • Las distintas medidas administrativas
mulas para reducir el costo, sin que se afec- adoptadas para reducir las listas de espera han
ten los resultados, basadas en: pasado por la concertación cerrada de pres-
• anestesia local, posible en la mayoría taciones, entre las cuales la más frecuente ha
de los casos, sido la herniorrafia, intervención que casi ha
• sin ingreso en unidades especializadas desaparecido de los partes operatorios de los
(UCSI) que, como aplican unos criterios de hospitales con programa de formación, y las
exclusión, dejan un pequeño porcentaje de pocas que se operan son o bien hernias com-
pacientes, si bien son los más complejos y plejas o bien pacientes con riesgo elevado.
de riesgos mayores. En consecuencia, el residente ha visto muy
Todo ello ha cambiado el panorama de reducidas sus posibilidades de adquirir ex-
la formación del cirujano en esta patología, periencia en una técnica que hasta ahora era
pues ahora es más complejo y obliga a do- la que practicaba con mayor frecuencia y que
minar una serie de técnicas y a tener un cri- aún se considera básica para su formación.
terio que le permita sentar una indicación
correcta y elegir la técnica más idónea.

¿Qué se puede hacer


para mejorarla?
¿La experiencia técnica
de los residentes es suficiente? Evidentemente la solución pasa por adap-
tar la formación del residente a esta nueva
Clásicamente la herniorrafia formaba par- situación: ha de haber unidades dedicadas a
te de las intervenciones que más practicaba la cirugía sin ingreso, en las que la hernio-
el cirujano en formación; sin embargo, hoy rrafia será una de las intervenciones más fre-
parece que ya no es así: cuentes, así como han de existir centros cada
• Resultados de la encuesta de actividad vez mas especializados, en los que no se ope-
de los residentes. En una encuesta realizada ren hernias. Tanto unos como otros son ne-
341
cesarios para la formación del residente de un área de capacitación específica para tra-
cirugía y deben aprovecharse, pero ambos bajar en unidades sin ingreso, en las que ha-
son insuficientes para facilitar al cirujano la ce falta no solo dominar determinadas técnicas
formación integral que precisa. quirúrgicas (entre las que los distintos tipos
La solución podría venir con la implan- de herniorrafia constituyen la parte más im-
tación de programas de formación con un di- portante), sino saber aplicar unos criterios de
rector de programa, que sería un cirujano que inclusión adecuados al ambiente en que se
hubiese demostrado su interés por la docen- trabaja; saber organizar un circuito que com-
cia, y que se ocuparía de organizar las rota- bine la seguridad y calidad con la eficiencia,
ciones necesarias por distintos centros y y, en definitiva, ser capaz de contagiar a to-
unidades, para que el residente recibiera la dos los miembros del equipo del entusiasmo
formación mas completa posible. por una forma de trabajo que no se puede
Por otra parte, la formación del cirujano considerar menor, puesto que toda actividad
depende del interés de los médicos responsa- que tiene por meta el beneficio de los pa-
bles de la misma, puesto que lo importante no cientes tiene el suficiente atractivo para col-
es solo la cantidad de intervenciones que rea- mar las aspiraciones de un cirujano.
liza un residente, sino la intencionalidad do- Otro aspecto distinto es el papel que la
cente de quien le enseña; el interés de los cirugía de la hernia debe seguir jugando en
tutores en que obtenga la mejor formación po- la formación del cirujano. La formación tron-
sible y, en definitiva, el que cumplan su com- cal en cirugía es imprescindible para cual-
promiso de formar cirujanos competentes. quier especialista quirúrgico:
Por último, la actitud del cirujano en for- • Algunas especialidades, porque tienen
mación no puede ser pasiva, esperando que que tratar afecciones que están relacionadas
le transfieran unos conocimientos y unas ha- con esta región anatómica, e incluso con la
bilidades, sino que el residente debe tener propia afección, tales como ginecólogos, uró-
una actitud activa interesándose por obtener logos, cirujanos digestivos, etc.
el máximo provecho de todas las eventuali- • Otras, porque antes de aprender las téc-
dades, tanto adquiriendo hábitos de estudio nicas específicas de su especialidad (ciruja-
que le permitirán en el futuro la formación nos torácicos, cardiacos, vasculares, otorrinos,
continuada y la búsqueda de la evidencia, etc.), tienen que adquirir un hábito quirúrgi-
como viendo y explorando enfermos para ad- co, y la cirugía de la hernia reúne como nin-
quirir un criterio clínico, así como ayudan- guna otra las condiciones idóneas para este
do y operando enfermos para adquirir aprendizaje.
habilidades. Como diría el profesor Cano Ivo- • El cirujano general, que no quiere es-
rra: “cuanto más te entregas a los enfermos pecializarse en un área de capacitación es-
más recibes de ellos”. pecífica, y que quiere practicar la cirugía
general, precisa una sólida y amplia forma-
ción para la que la cirugía de la hernia cons-
tituye una pieza fundamental.
¿Debe considerarse un área
de capacitación específica?

No creo que la cirugía de la hernia jus-


tifique la formación de un área de capaci-
tación específica. Tal vez, sí estaría justificada
342
Capítulo 34

El consentimiento informado
de la Asociación Española de Cirujanos

Documento de Consentimiento Informado para Tratamiento Quirúrgico de la Hernia

Nº Historia:

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos del paciente)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

en calidad de _____________________________________________________ de ______________________________________________


(Representante legal, familiar o allegado) (Nombre y dos apellidos del paciente)

Declaro:

Que el/la Doctor/a D./Dña.: __________________________________________________ me ha explicado que es conveniente proceder,


en mi situación, al tratamiento quirúrgico para el tratamiento quirúrgico de la hernia.

1. Mediante este procedimiento se pretende reparar el defecto de la pared abdominal evitando el aumento de la hernia, las molestias
que ella le produce y la estrangulación de la misma que obligaría a una cirugía urgente. La realización del procedimiento puede ser
filmada con fines científicos o didácticos.

2. El médico me ha advertido que el procedimiento requiere la administración de anestesia y que es posible que durante o después
de la intervención sea necesaria la utilización de sangre y/o hemoderivados, de cuyos riesgos me informarán los servicios de anestesia
y de hematología.

343
3. Se me va a reparar la hernia que es un defecto de la pared abdominal, por donde en algunos casos se desliza alguna víscera u órgano.
La operación consiste en recolocar el contenido de la hernia y reparar el defecto. El médico me ha advertido que, a veces, para una
reparación segura hay que colocar un material protésico.También sé que cabe la posibilidad que durante la cirugía haya que realizar
modificaciones del procedimiento por los hallazgos intraoperatorios para proporcionarme el tratamiento más adecuado.

4. Comprendo que a pesar de la adecuada elección de la técnica y de su correcta realización pueden presentarse efectos indeseables,
tanto los comunes derivados de toda intervención y que pueden afectar a todos los órganos y sistemas, como otros específicos del
procedimiento; poco graves y frecuentes: Infección o sangrado de la herida quirúrgica. Flebitis. Retención aguda de orina. Hematoma.
Dolor prolongado en la zona de la operación, o poco frecuentes y graves: Dolor postoperatorio prolongado por afectación nerviosa.
Rechazo de la malla. En hernias inguinales: inflamación y atrofia testicular. Reproducción de la hernia. Lesión vascular. El médico me
ha explicado que estas complicaciones habitualmente se resuelven con tratamiento médico (medicamentos, sueros, etc.) pero pueden
llegar a requerir una reintervención, generalmente de urgencia, incluyendo un riesgo mínimo de mortalidad.

5. El médico me ha indicado que para la realización de ésta técnica puede ser necesaria una preparación previa, en ocasiones con
peculiaridades como …………………….………………………………………… (aunque puede ser posible su realización sin una
preparación completa).También me ha indicado la necesidad de advertir de mis posibles alergias medicamentosas, alteraciones de la
coagulación, enfermedades cardiopulmonares, existencia de prótesis, marcapasos, medicaciones actuales o cualquier otra
circunstancia.Por mi situación vital actual (diabetes, obesidad, hipertensión, anemia, edad avanzada... ), puede aumentar la frecuencia
o la gravedad de riesgos o complicaciones como ……………………………………………………………

6. El médico me ha explicado que en mi caso no existe ningún otro método para realizar el tratamiento quirúrgico de la hernia, aunque
sería posible usar un braguero o faja de por vida, pero no es seguro que con ello se eviten las complicaciones. He comprendido las
explicaciones que se me han facilitado en un lenguaje claro y sencillo, y el facultativo que me ha atendido me ha permitido realizar
todas las observaciones y me ha aclarado todas las dudas que le he planteado.También comprendo que, en cualquier momento y sin
necesidad de dar ninguna explicación, puedo revocar el consentimiento que ahora presto.Por ello, manifiesto que estoy satisfecho con
la información recibida y que comprendo el alcance y los riesgos del tratamiento. Y en tales condiciones

Consiento

que se me realice un tratamiento quirúrgico para el tratamiento quirúrgico de la hernia. En,


________________________________________
(Lugar y fecha)

Fdo.: El/la Médico Fdo.: El Paciente Fdo.: El representante legal, familiar o allegado

344
Revocación

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos del paciente)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

en calidad de _____________________________________________________ de ______________________________________________


(Representante legal, familiar o allegado) (Nombre y dos apellidos del paciente)

Revoco

el consentimiento prestado en fecha ______________, y no deseo proseguir el tratamiento, que doy con esta fecha por finalizado.

En _______________________________________________
(Lugar y fecha)

Fdo.: El/la Médico Fdo.: El Paciente Fdo.: El representante legal, familiar o allegado

345
Documento de Consentimiento Informado para Abordaje por Vía Laparoscópica

Nº Historia:

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos del paciente)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

en calidad de _____________________________________________________ de ______________________________________________


(Representante legal, familiar o allegado) (Nombre y dos apellidos del paciente)

Declaro:

Que el/la Doctor/a D./Dña.: __________________________________________________ me ha explicado que es conveniente proceder,


en mi situación, a tratamiento mediante abordaje por vía laparoscópica.

1. Mediante este procedimiento se pretende evitar una incisión mayor. El dolor postoperatorio es más leve y la recuperación más
répida. Al realizarse incisiones más pequeñas se disminuye el riesgo de hernias postoperatorias. La realización del procedimiento
puede ser filmada con fines científicos o didácticos.

2. El médico me ha advertido que el procedimiento requiere la administración de anestesia y que es posible que durante o después
de la intervención sea necesaria la utilización de sangre y/o hemoderivados, de cuyos riesgos me informarán los servicios de anestesia
y de hematología.

3. La técnica consiste en el abordaje de los órganos mediante la introducción de trócares creando un espacio tras la introducción de
aire. La intervención quirúrgica se realizará con instrumental especial. Esto evita las aperturas habituales, aunque se realizan pequeñas
incisiones a través de las cuales se introducen los instrumentos. La técnica quirúrgica no difiere de la habitual. Entiendo que en estos
casos en que técnicamente o por hallazgos intraoperatorios no sea posible concluir la cirugía por esta vía se procederá a realizar la
incisión habitual.

4. Comprendo que a pesar de la adecuada elección de la técnica y de su correcta realización pueden presentarse efectos indeseables,
tanto los comunes derivados de toda intervención y que pueden afectar a todos los órganos y sistemas, como otros específicos del
procedimiento; poco graves y frecuentes: Extensión del gas al tejido subcutáneo y otras zonas. Infección o sangrado de la heridas
quirúrgicas. Dolores referidos, habitualmente al hombro. Dolor prolongado en la zona de la operación, o poco frecuentes y graves:
Lesión de vasos sanguíneos o de vísceras al introducir los trócares. Embolia gaseosa, neumotórax, trombosis en extremidades
inferiores. El médico me ha explicado que estas complicaciones habitualmente se resuelven con tratamiento médico (medicamentos,
sueros, etc.) pero pueden llegar a requerir una reintervención, generalmente de urgencia, incluyendo un riesgo mínimo de mortalidad.

346
5. El médico me ha indicado que para la realización de ésta técnica puede ser necesaria una preparación previa, en ocasiones con
peculiaridades como (aunque puede ser posible su realización sin una preparación completa). También me ha indicado la necesidad
de advertir de mis posibles alergias medicamentosas, alteraciones de la coagulación, enfermedades cardiopulmonares, existencia de
prótesis, marcapasos, medicaciones actuales o cualquier otra circunstancia. Por mi situación vital actual (diabetes, obesidad,
hipertensión, anemia, edad avanzada... ), puede aumentar la frecuencia o la gravedad de riesgos o complicaciones como
……………………………………………………………

6. El médico me ha explicado que la alternativa al tratamiento es el abordaje mediante la incisión habitual. En mi caso, la mejor
opción es la laparascopia.

He comprendido las explicaciones que se me han facilitado en un lenguaje claro y sencillo, y el facultativo que me ha atendido me
ha permitido realizar todas las observaciones y me ha aclarado todas las dudas que le he planteado.
También comprendo que, en cualquier momento y sin necesidad de dar ninguna explicación, puedo revocar el consentimiento que
ahora presto.
Por ello manifiesto que estoy satisfecho con la información recibida y que comprendo el alcance y los riesgos del tratamiento. Y en
tales condiciones.

Consiento

que se me realice tratamiento mediante abordaje por vía laparoscópica. En, ________________________________________
(Lugar y fecha)

Fdo.: El/la Médico Fdo.: El Paciente Fdo.: El representante legal, familiar o allegado

347
Revocación

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos del paciente)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

D./Dña.: _______________________________________________________________________________ de ____________ años de edad,


(Nombre y dos apellidos)

con domicilio en ________________________________________________________________________ y D.N.I. nº _________________

en calidad de _____________________________________________________ de ______________________________________________


(Representante legal, familiar o allegado) (Nombre y dos apellidos del paciente)

Revoco

el consentimiento prestado en fecha ______________, y no deseo proseguir el tratamiento, que doy con esta fecha por finalizado.

En _______________________________________________
(Lugar y fecha)

Fdo.: El/la Médico Fdo.: El Paciente Fdo.: El representante legal, familiar o allegado

348
Bibliografía
Capítulo 1 Keen W. Cirugía. Tratado teórico-práctico de patología y Capítulo 2
Aproximación histórica al conocimiento clínica quirúrgicas. Vol. 4. Barcelona: Salvat, 1911. Importancia de la Hernia en nuestra
de la hernia. Los médicos que la describieron especialidad. Datos demográficos
y trataron. Kirschner, M. Tratado de Técnica Operatoria General y
Especial. Tomo VI Operaciones para la cura radical de Abramson JH, Gofin J, Hopp C, (et al). The epidemiology
Algunas ilustraciones que aparecen en este libro se han las hernias. (2ª ed.) Barcelona: Labor; 1943. of inguinal hernia: A survey in Western Jerusalem. J Epi-
extraído de trabajos citados en esta bibliografía. demiol Comm Health 1978; 32: 59.
Kurt Pollak. Los dicípulos de Hipócrates. Barcelona: Pla-
Allbutt TC. The historical relations of Medicine and Sur- za & Janés, 1969. Anonymous: Regional variations in costs of inguinal her-
gery to the end of the Sixteenth Century. Londres: Mac- nia operations. Stat Bull Metrop Insur Co 1987; 4.
millan, 1905. Laín-Entralgo P. Historia Universal de la Medicina. T I-VI.
Barcelona: Salvat, 1975. Conclusiones de la XI Edición de la Escuela de Verano de
Alibert JL. Nosologie Naturelle ou Les Maladies du Corps Salud Pública. (Observatorio Europeo de los Sistemas Sa-
Humain. París: Germer Bailliére, 1817. Lucas-Championiére J. Chirurgie Operatoire: Cure radi- nitarios). Mahón.
cale de Hernies, avec une étude stadtistique de deux-cents
Begouin (et al.) Tratado de Patología Quirúrgica. Valen- soixante-quinze operations et cinquante figures interca- Dirección General para la Prestación Asistencial. Conjunto
cia: Manuel Pubu; 1910. lées dans le texte. París: Rueff, 1892. Mínimo Básico de Datos (CMBD). Servicio de Análisis de la
Actividad Asistencial. Años 1996-97-98-99. Valencia: Con-
Bergmann, Mikulicz. Tratado de Cirugía Clínica y Ope- Mc Nair Wilson R. La Medicina en Gran Bretaña. Lon- sejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana.
ratoria. Tomo III. Barcelona: José Espasa, 1906. dres: Walter James Turner.
Rutkow IM, Robbins AW. Demographic, classificatory,
Bernard, Huette. Manual iconográfico de Medicina ope- Nyhus LM, Harkins H. Hernia (1ª ed.) Buenos Aires: and socio-economic aspects of hernia repair in the Uni-
ratoria y Anatomía Quirúrgica. T II. Madrid: Miguel Gui- Intermédica; 1967. ted States. Surg Clin North Am 1993; 73: 413.
jarro, 1865.
Nyhus-Condon. Hernia. 3ª Ed. Buenos Aires: Panameri-
Broca MP. De l´étranglement dans les Hernies Abdomi- cana, 1989.
nales. París: Victor Masson,1857.
Piperno D. La chirurgie dans le De Medicina de Celse. Capítulo 3
Brunn W von. En: Laín. Historia Universal de la Medici- Ann de Chir 1990; 52-6: 568-570. Anatomía topográfica de la Región
na. T- IV. Barcelona: Salvat, 1974. inguino abdominal e inguino crural
Rainal J,Rainal L. Le bandage herniaire. París: Masson,
Chalot. Cirugía Operatoria. Barcelona: Jose Espasa; 1902. 1899. Chevalier JM, Wind P, Lassau JP. La blessure des nerfs in-
guino-femoraux dans les cures de hernie. Un danger ana-
Cooper A. Oeuvres chirurgicales completes. París: Béchet Read RC. Evolución de la herniorrafia en la historia. Clin tomoque des tecniques traditionneles et laparascopiques.
Jeune, 1837. Quir Nort. (Ed. en español) 1984; 2:176-188. Ann Chir 1996; 50 (9): 767-775.

Debord J R. Desarrollo histórico de las prótesis en cirugía Read RC. Revisión histórica del tratamiento de la hernia. Lippert H. Anatomía. Texto y atlas. Madrid: Marban, 1999;
de hernia. Clin Quir Nort (ed. en español) 1988; 6: 919-949. En: Nyhus-Condon. Hernia 3ª. Buenos Aires: Panameri- 156-170.
cana, 1989.
Detrie Ph. Tratado de técnica quirúrgica. T. IX. Jean Patel Moore, KL. Anatomía con orientación clínica. Barcelona:
y Lucien Berger. Barcelona: Toray-Masson; 1972. Riera-Palmero J. Historia de la Cirugía. Madrid: EMISA, Panamericana, 1993; 135-160.
1993.
Farabeuf LH. Précis de Manuel Operatoire. París: Mas- Nyhus-Condon RE. La anatomía de la región inguinal y su
son; s.a. Ripoll A. Contribution a l´etude des hernies étranglées. relación con la hernia. En: Hernias. Barcelona: Panameri-
París: V. Adrien Delahaye, 1877. cana, 1996; 39-77.
Fielding HG. Introducción a la Historia de la Medicina.
Madrid: Calpe, 1922. Ritcher AA. Tratado de las hernias. Madrid: Ibarra, 1808. Rouvier H, Delmas A. Anatomía humana descriptiva to-
pográfica y funcional. Vol.II. Madrid: Masson, 1999; 84-
Forgue E. Manual de Patología Externa. Barcelona: José Rusell RH. The sacular theory of hernia and the radical 100.
Espasa, 1903. operation. Lancet 1906; 2: 1197.
Testut L, Latarjet A. Anatomía humana. Vol.1. Barcelona:
García del Real. Breve resumen de la historia de la Me- Rutkow IM. A selective history of groin herniorraphy in Salvat, 1974; 947-968.
dicina en España. En: T-II. Field H. Garrison (Tomo II). Ma- the 20 th century. Sur Clin North Am 1993; 73: 395.
drid: Calpe,1922. Testut L, Jacobj O. Anatomía topográfica. Vol.II. Barcelo-
Rutkow IM. Historia selectiva de la cirugía de la hernia na: Salvat, 1975; 31-59.
Gimbernat A de. Nuevo Método de operar en la hernia inguinal a principios del siglo XIX. Clin Quir Nort (Ed. es-
crural. Madrid: Ibarra, 1793. pañola) 1998; 6: 871-888.

Gonzalez-Iglesias J. Historia de la Anestesia. Madrid: Edi- Rutledge RH. Cooper´s ligament repair: A 25 year expe- Capítulo 4
tores Médicos S.A. Fundación Wellcome, 1995. rience with a single technique for all groin hernias in adults. Etiopatogenia. Últimos avances
Surgery 1988; 103: 1-10. y conceptos actuales
Heister L. Instituciones Chirurgicas y Cirugía Completa
Universal. T III. Madrid: Miguel Francisco Rodríguez, 1749. Stoppa R, (et al). Hernia Healers. An illustrated History. Andrews E. A method of herniotomy utilizing only white
Velizy Villacoublay. Arnette, 1998. fascia Ann Surg 1924; 80: 225-237.
Jacob NH. Traité Complet de l´anatomie de l’home, L´Ana-
tomie Chirurgicale et la Medecine Operatoire, par les doct- Zagdoun J. L´Utilisation des plaques de nylon dans la chi- Anson BJ, Morgan EH, McVay CB. Surgical anatomy of the
teurs Bourgery et Claude Bernard. París: L. Guerin, 1866-1868; rurgie des hernies inguinales. Mem Acad Chir 1959; 85: inguinal region based upon a study of 500 body-halves.
T VII. pág. 111. 28-29. págs. 747-754. Surg Gynecol Obstet 1960; 111: 707-725.

351
Arnbjornsson E. Development of right inguinal hernia after McVay CB. The anatomic basis for inguinal and femoral Gilbert AI. Prostheti adjunts to groin hernia repair: A
appendectomy. Am J Surg 1982; 143: 174-177. hernioplasty. Surg Gynecol Obstet 1974; 139: 931-935. classification of inguinal hernia. Contemp Surg 1988;
32: 28.
Bassini E. Sulla cura radicale dell´ernia inguinale. Archiv Nyhus LM. An anatomic reappraisal of the posterior in-
Soc Ital Chir 1887; 4: 379-382. guinal wall. Surg Clin North Am 1964; 44: 1305-1313. Keen W. Cirugía. Tratado teórico-práctico de patología y
clínica quirúrgicas. Vol. 4. Barcelona: Salvat, 1911.
Berliner S. An approach to groin hernia. Surg Clin Nor Am Peacock E, Madden J. Studies on the biology and treat-
1984; 64(2): 197-213. ment of recurrent inguinal hernia. Ann Surg 1974; 179(5): Kirschner, M. Tratado de Técnica Operatoria General y
567-571. Especial. Tomo VI Operaciones para la cura radical de
British hernias. (Editorial). Lancet 1985; 1 (8437): 1080-1081. las hernias. (2ª ed.) Barcelona: Labor; 1943.
Read RC. Bilaterality and the prosthetic repair of large re-
Buckley J.P. The etiology of the femoral hernial sac Br J Surg current inguinal hernias. Am J Surg 1979; 138: 788-793. Littre A. Observation sur une nouvelle espece de hernie.
1924; 12: 60-68. (Citado por William A. Tito, William C. Allen). En: Nyhus
Read R, White H. Inguinal herniation 1777-1977. Am J Surg and Condon. 3ª Ed. Hernia. Buenos Aires: Panamericana,
Cannon DJ, Read RC. Metastatic emphysema: a mecha- 1978; 136: 651-654. 1991; 304.
nism for acquiring inguinal herniation. Ann Surg 1981;
194: 270-278. Russell R.H. The saccular theory of hernia and the radical Nyhus LM, Condon RE. Hernia (3ª ed). Buenos Aires: Pana-
operation. Lancet 1906; 2: 1197-1203. mericana, 1991.
Cloquet J. Recherches anatomiques sur les hernies de l´ab-
domen. Vol. 133. París: 1817; (129). Stoppa R, Verhaeghe P, Marrasse E. Mécanisme des her- Nhyhus LM, Harkins H. Hernia (1ª ed). Buenos Aires: In-
nies de l´aine. J Chirur 1987; 124: 125-131. termédica, 1967.
Condon RE. The anatomy of the inguinal region and its re-
lationship to groin hernia. En: Nyhus and Harkins (eds). Tobin G, Clark S, Peacock E. A neuromuscular basis for de- Nyhus LM. Individualization of hernia repair: A new era.
Hernia (2ª ed). Philadelphia: JB Lippincott, 1978. velopment of indirect inguinal hernia. Arch Surg 1976; 111: Surgery 1993; 114: 1.
464-466.
Conner W, Peacock E. Some studies on the etiology of in- Patel J. Nuevo Manual de Patología Quirúrgica. (2ª Ed.)
guinal hernia. Am J Surg 1973; 126: 732-735. Wagh P, Leverich A, Sun C, White H, Read R. Direct in- Madrid: Morata, 1972.
guinal herniation in men: a disease of collagen. J Surg Res
Davis P. The causation of herniae by weight-lifting. Lan- 1974; 17(6): 425-433. Richter AG. Abhandlung von den Bruchen. (Citado por
cet 1959; 2: 155-157. William AT, William CA. En: Nyhus and Condon. 3ª Ed.
Wagh P, Read R. Defective collagen syntesis in inguinal her- Buenos Aires: Panamericana, 1991; 304.
Engeset J, Youngson GG. Ambulatory peritoneal dialysis niation. Am J Surg 1972; 124: 819-822.
and hernia complications. Surg Clin North Amer 1984; Rutkow IM, Robbins AW. Demografhic, classificatory, and
64: 385-392. socioeconomics aspects of hernia repair in the United Sta-
tes. Surg Clin North Am, 1993; 73: 413.
Fisher T. Inguinal hernias and employment. JAMA 1982; Capítulo 5
247(10): 1407. Clasificación Shumpelick V, Artl G. The Aachen classification of ingui-
nal hernia. Prob Gen Surg, 1995; 12: 57.
Flich J, Alfonso JL, Delgado F, Prado MJ, Cortina P. Ingui- Bendavid R. Demographic clasificatory, and socioecono-
nal hernia and certain risk factors. Eur J Epidemiol 1992; mic aspects of hernia repair in the United States. (Citado Stoppa R. Classification of hernias. In: Chevrel JP (ed).
8: 277-282. por Rutkow IM, Robbins AW): Surg Clin North Am 1993; Hernias and Surgery of the Abdominal Wall. Berlin: Sprin-
73:413. ger-Verlag, 1998; 175.
Flich J, Alfonso JL, Trullenque R, Cano J, Prado MJ, Saiz C.
Risk factors associated with inguinal hernias: A case con- Bernard B, Bernard C, Jacob NH. L’ anatomie de l’ ho-
trol study. Eur J Surg 1993; 159: 481-486. me. La anatomie chirurgicale et la medicine operatoire.
Tomo VI. París: L. Guerin, 1866-1867. Capítulo 6
Glassow F. The surgical repair of inguinal and femoral her- Exploración física
nias. Can Med Assoc J 1973; 108: 308-313. Bergmann, Mikulicz. Tratado de Cirugía Clínica y Ope-
ratoria. Tomo III. Barcelona: José Espasa, 1906. Bergmann, Mikulicz. Tratado de Cirugía Clínica y Ope-
Harrison PW. Inguinal hernia: A study of the principles ratoria. Tomo III. Barcelona: José Espasa, 1906.
involved in surgical treatment. Arch Surg 1922; 4: 680- Bernard, Huette. Manual iconográfico de Medicina Ope-
689. ratoria y Anatomía quirúrgica. TomoII. Madrid: Miguel Dunphy, Botsford. Manual de Cirugía operatoria. Explo-
Guijarro, 1865. ración del paciente quirúrgico. Méjico-Argentina-España:
Heifer L. (traducida de la lengua latina y añadida por el Interamericana, 1956.
Dr. Andres García Vazquez). Tomo III. Instituciones Chi- Campanelli G, Cavagnoli R, Bottero L, (et al). Hernies re-
rurgicas y Cirugía Completa Universal. Madrid: Miguel cidivées de l´aine, propositions de classification et de tac- Nyhus M, Harkins N. Hernia. 1ª Ed. Buenos Aires: Inter-
Francisco Rodríguez, 1749. tique chirurgicale. J Chir; 1996; 133:270. médica, 1967.

Hughson W. The persistent or preformed sac in relation to Casten DF. Funtional anatomy of the groin área as related Ralphs DN, Brain AJ, Grundy DJ, (et al). How accurately
oblique inguinal hernia. Surg Gynecol Obstet 1925; 41: to the classificatión and treatment of groin to the classifi- can direct and indirect inguinal hernias be distinguished?
610-614. cation and treatment of groin hernias. Am J Surg 1967; Br Med J, 1980; 280: 1039.
114: 894.
Keith A. On the origin and nature of hernia. Br J Surg 1924;
11: 455-475. Detrie P. Tratado de técnica quirúrgica. Tomo IX. Barce-
lona: Toray-Masson, 1972. Capítulo 7
Ljundahl I. Inguinal and femoral hernia. An investigation Exploraciones especiales: radiodiagnóstico
of 502 own operated cases. Act Chir Scand 1973; (Suppl.): Gilbert AI. An anatomic and functional clasification for
1-81. the diagnosis and treatment of inguinal hernia. Am J Surg Chou TY, Chu CC, Diau GY, Wu CJ, Gueng MK. Inguinal
1989; 157: 331. hernia in children: US versus exploratory surgery and in-
352
traoperative contralateral laparoscopy. Radiology 1996; Bendavid R. Prostheses and herniorraphies. In: Kurzer M, Oepel R. Der Verschluss von Nabel und Bauchwand her-
201: 385-388. Kark AE, Wantz GE. Surgical management of abdominal nien unter Verwendung gegliederter Silberdraht-netze.
wall hernias. London: Martin Dunitz, 1999; 73. Munch Med Wcbnschr 1928; 75: 127.
Gullmo A, Broomé A, Smedberg S. Herniografía. Clínicas
Quirúrgicas de Norteamérica 1984; 2: 221-235. Berliner SD. Biomaterials in hernia repair. In: Nyhus LM, Rives J. Surgical treatment of inguinal hernia with Dacron
Condon RE, eds. Hernia, 3rd ed. Philadelphia: Lippincott, patch. Principles, indications, techniques and results. Int
Harrison LA, Keesling CA, Martin NL, Lee KR, Wetzel LH. 1989; 541. Surg 1967; 47: 360.
Abdominal wall hernias: review of herniography and co-
rrelation with cross-sectional imaging. Radiographics 1995; Bobyn JD, Wilson GJ, McGregor DC, Pilliar RM, Weat- Scales JT. Discussion on metals and synthetic materials in
15: 315-332. herly GC. Effect of pore size on the peel strenght of at- relation to soft tissues; tissue reaction to synthetic mate-
tachment of fibrous tissue to porous-surfaced implants. J rials. Proc Roy Soc Med 1953; 46: 647.
Hÿjer AM, Rygaard H, Jess P. CT in the diagnosis of ab- Biomed Mater Res 1982; 16: 571.
dominal wall hernias: a preliminary study. Eur Radiol 1997; Sher W, Pollack D, Paulides CA, Matsumoto T. Repair of
7: 1416-1418. Bonwich JB, Johnson DD, Read RC, Yoder GG, Haynes abdominal wall defects: Gore-Tex vs. Marlex graft. Am
DE, Haver-Jensen M. Randomized trial of superficial and Surgeon 1980; 46: 618.
Jones RL, Wingate JP. Herniography in the investigation of preperitoneal prosthetic mesh placement in inguinal her-
groin pain in adults. Clin Radiol 1998; 53: 805-808. nia repair. Hernia 1998; 2 (Suppl. 1): 53. Soares BM, Guidoni RG. In vivo characterization of a fluo-
ropassivated gelatin-impregnated polyester mesh for her-
Korenkov M, Paul A, Troidl H. Color duplex sonography: Bord JR de. The historical development of prosthetics in nia repair. J Biom Mat Res 1996; 32: 293.
diagnostic tool in the differentiation of inguinal hernias. J hernia surgery. Surg Clin North Am 1998; 78: 973.
Ultrasound Med 1999; 18: 565-568. Usher FC, Wallace SA. Tissue reaction to plastics: a com-
Burke GL. Corrosion of metals in tissues and an intro- parison of nylon, orlon, dacron, teflon and marlex. Arch
Loftus IM, Ubhi SS, Rodgers PM, Watkin DF. A negative duction to tantalum. Can Med Assoc J 1940; 43: 125. Surg 1958; 76: 997.
herniogram does not exclude the presence of a hernia.
Ann R Coll Surg Engl 1997; 79: 372-375. Burton CC. Classification and techniques of fascial grafts in
repair of inguinal hernias. Intl Abstr Surg 1957; 105: 521.
Magre GR, Terk M, Colletti P, Muggia F, Boswell W. Sali-
ne MR peritoneography. AJR 1996; 167: 749-751. Carlson RI. The historical development of the surgical tre- Capítulo 9
atment of inguinal hernia. Surgery 1956; 39: 1031. Las suturas
Makela JT, Kiviniemi H, Palm J, Myllyla V. The value of
herniography in the diagnosis of unexplained groin pain. Consensus Conference 1984. Clinical applications of Bio- Chu CC, Fraunhofer JA von, Greisler HP. Wound Closure
Ann Chir Gynaecol 1996; 85: 300-304. materials. JAMA 1984; 249: 1050. Biomaterials and Devices. CRC Press Inc 1997.

Miller PA, Mezwa DG, Feczko PJ, Jafri ZH, Madrazo BL. Cumberland VH. A preliminary report on the use of pre- San Román J. Polímeros Biodegradables de Interés en Ci-
Imaging of abdominal hernias. Radiographics 1995; 15: fabricated nylon fabric weave in the repair of ventral her- rugía. I. Síntesis, Propiedades y Mecanismos Biodegrada-
333-347. nias. Med J Australia 1952; 1: 143. tivos. Revista de Plásticos Modernos, 1990; (noviembre)
413: 689-704.
Sutcliffe JR, Taylor OM, Ambrose NS, Chapman AH. The Dabrowiecki S, Svanes K, Lekven J, Grong K. Tissue re-
use, value and safety of herniography. Clin Radiol 1999; action to polypropylene mesh: a study of oedema, blood San Román J. Polímeros Biodegradables de Interés en Ci-
54: 468-472. flow and inflammation in the abdominal wall. Eur Surg rugía. II. Comportamiento Biodegradativo y Aplicaciones
Res 1991; 23: 240. Biomédicas. Revista de Plásticos Modernos, 1990; (di-
Toms AP, Dixon AK, Murphy JMP, Jamieson NV. Illustra- ciembre) 414: 857-920
ted review of new imaging techniques in the diagnosis of Dayton MT, Buchele BA, Shirazi SS, Hunt LB. Use of an
abdominal wall hernias. Br J Surg 1999; 86: 1243-1249. absorbable mesh to repair contaminated abdominal wall
defects. Arch Surg 1986; 121: 954.
Van den Berg JC, de Valois JC, Go PM, Rosenbusch G.
Groin hernia: can dynamic magnetic resonance imaging Dler RH. An evaluation of surgical mesh in the repair of Capítulo 10
be of help? Eur Radiol 1998; 8: 270-273. hernias and tissue defects. Arch Surg 1962; 85: 156. Anestesia local aplicada por el cirujano

Van den Berg JC, de Valois JC, Go PM, Rosenbusch G. Gómez J, Wylie JH, Ponka JL. Epidermoid carcinoma in a Cushing H. The employment of local anesthesia in the
Detection of groin hernia with physical examination, ul- cutis graft after repair of an incisional hernia. Rev Surg radical cure of certain cases of hernia whih a note upon
trasound, and MRI compared with laparoscopic findings. 1972; 29: 381. the nervous anatomy of the inguinal region. Ann Surg,
Invest Radiol 1999; 34: 739-743. 1900; 31:1.
Gore RW. US Patent 3, 953,566 (to WL Gore and Assoc.)
Zarvan NP, Lee FT, Yandow DR, Unger JS. Abdominal her- 1976; April (27). Finochietto E. Técnica Quirúrgica. Anestesia Local.
nias: CT findings. AJR 1995; 164: 1391-1395. Tomo II. Buenos Aires: Cia. Argentina de Editores; s.a.
Haas A, Ritter SA. Use of stainless steel ring chain net for
reinforcement in the repair of large and recurrent hernias Firestone L. Procedimientos de Anestesia Clínica del Mas-
of the anterior abdominal wall. Am J Surg 1958; 95: 87. sachusetts General Hospital. Barcelona: Salvat; 1991.
Capítulo 8
Las prótesis Hamer-Hodges DW, Scott NB. Replacement of an abdo- Hirschel J. Compendio de Anestesia Local para médicos
minal wall defect using expanded PTFE sheet (Gore-Tex). y estudiantes. Barcelona: Salvat; 1921.
Amid PK. Classification of biomaterials and their related J Roy Coll Surg Edinburgh 1985; 30: 65. Kurzer M, Belsham P, Kark A. Reparación de Lichtens-
complications in abdominal wall hernia surgery. Hernia tein. Clin Quir Nort (Ed. en español) 1998; 6: 967-986.
1997; 1: 15. Koontz AR. Preliminary report on the use of tantalum mesh
in the repair of ventral hernias. Ann Surg 1948; 127: 1079. Latham F, Basconm J. Reparación de la hernia inguinal:
Arnaud JP, Eloy R, Adloff M, Grenier JF. In vivo exploration Punto de vista del paciente acerca de la anestesia local.
of the tensile strenght of the abdominal wall after repair with Koontz AR, Kimberly RC. Further experimental work on prost- Clin Quir Nort (Ed. en español) 1984; 2: 249-259.
different prosthetic materials. Eur Surg Res 1979; 11: 1. heses for hernia repair. Surg Gynecol Obstet 1959; 109: 321.
353
Lerut JP, Luder PJ. Le Traitment des hernies inguinales par Callesen T, Bech K, Andersen J, Nielsen R, Roikjaer O, anesthesia. N Y State J Med 1979; 79: 1730-1733.
voie classique et sous anesthésie locale. Ann Chir; 1996; Kehlet H. Pain after primary inguinal herniorrhaphy: in- Johansson B, Hallerback B, Stubberod A, et al. Preopera-
50 (9): 747-754. fluence of surgical technique. J Am Coll Surg 1999; 188: tive local infiltration with ropivacaine for postoperative
355-359. pain relief after inguinal hernia repair. A randomised con-
Nyhus LM, Condon. Hernia (3ª Ed). Buenos Aires: Pana- trolled trial. Eur J Surg 1997; 163: 371-378.
mericana; 1991. Callesen T, Bech K, Nielsen R, et al. Pain after groin her-
nia repair. Br J Surg 1998; 85: 1412-1414. Karatassas A, Morris RG, Walsh D, Hung P, Slavotinek AH.
Ruiz Campa R. Guía Práctica de Anestesiología y Reani- Evaluation of the safety of inguinal hernia repair in the el-
mación del Hospital Universitario de Getafe (2ª Ed) Celoria G, Falco E, Nardini A, et al. [Inguinal hernia sur- derly using lignocaine infiltration anaesthesia. Aust N Z J
Madrid: Fundación Wellcome-Semfar; 1995. gery under local anesthesia. Technical note and imme- Surg 1993; 63: 266-269.
diate results]. Minerva Chir 1993; 48: 733-737.
Robbins A, Rutkow I. Reparación con tapón de malla y Klopfenstein CE, Gaggero G, Mamie C, Morel P, Forster
cirugía de hernia inguinal. Clin Quir Nort (Ed. en espa- Chang FC, Farha GJ. Inguinal herniorrhaphy under local A. Laparoscopic extraperitoneal inguinal hernia repair
ñol) 1998; 6: 951-967. anesthesia. A prospective study of 100 consecutive pa- complicated by subcutaneous emphysema. Can J Anaesth
tients with emphasis of perioperative morbidity and pa- 1995; 42: 523-525.
Willian J. Anestesia para hernioplastias. Clin Quir Nort tient acceptance. Arch Surg 1977; 112: 1069-1071.
(Ed. en español) 1993; 3: 459-472. Knapp RW, Mullen JT. Clinical evalation of the the of lo-
Dierking GW, Dahl JB, Kanstrup J, Dahl A, Kehlet H. Ef- cal anesthesia for repair of inguinal hernia. Am Surg 1976;
fect of pre versus postoperative inguinal field block on 42: 908-910.
postoperative pain after herniorrhaphy. Br J Anaesth 1992;
Capítulo 11 68: 344-348. Magoha GA. Local infiltration and spermatic cord block
La anestesia en la hernia inguinal: for inguinal, scrotal and testicular surgery. East Afr Med J
el punto de vista del anestesista Dierking GW, Ostergaard E, Ostergard HT, Dahl JB. The ef- 1998; 75: 579-581.
fects of wound infiltration with bupivacaine versus saline
Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. Simultaneous re- on postoperative pain and opioid requirements after her- Makinen MT, Yli-Hankala A. Respiratory compliance du-
pair of bilateral inguinal hernias under local anesthesia. niorrhaphy. Acta Anaesthesiol Scand 1994; 38: 289-292. ring laparoscopic hiatal and inguinal hernia repair. Can J
Ann Surg 1996; 223: 249-252. Anaesth 1998; 45: 865-870.
Ding Y, White PF. Postherniorrhaphy pain in outpatients
Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. Local anesthesia after preincision ilioinguinal-hypogastric nerve block du- Makuria T, Alexander-Williams J, Keighley MR. Compa-
for inguinal hernia repair step-by-step procedure. Ann Surg ring monitored anaesthesia care. Can J Anaesth 1995; rison between general and local anaesthesia for repair of
1994; 220: 735-737. 42:,12-15. groin hernias. Ann R Coll Surg Engl 1979; 61: 291-294.

Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. [A five-step tech- Félix P, Guerineau JM, Vincent C, Brossard G, Granieri F. McCleane G, Mackle E, Stirling I. The addition of triam-
nique for local anesthesia in inguinal hernia repair]. Chi- [Shouldice steel wire repair and under local anesthesia: cinolone acetonide to bupivacaine has no effect on the
rurg 1994; 65: 388-390. prospective evaluation of postoperative comfort]. Ann Chir quality of analgesia produced by ilioinguinal nerve block.
1998; 52: 321-325. Anaesthesia 1994; 49: 819-820.
Armstrong DN, Kingsnorth AN. Local anaesthesia in in-
guinal herniorrhaphy: influence of dextran and saline so- Félix P, Ventadoux Y, Guerineau JM. [Outpatient mana- Merhav H, Rothstein H, Eliraz A, Hana R, Pfeffermann R.
lutions on duration of action of bupivacaine. Ann R Coll gement, patient comfort and satisfaction of 100 consecu- A comparison of pulmonary functions and oxygenation fo-
Surg Engl 1986; 68: 207-208. tive inguinal hernias treated by Shouldice procedures with llowing local, spinal or general anaesthesia in patients un-
steel wire under local anesthesia]. Ann Chir 1999; 53: dergoing inguinal hernia repair. Int Surg 1993; 78: 257-261.
Azagra-Soria J, Potvliege M, Jodaitis A, Clercx L. [106 in- 387-396.
guinal hernias treated under local anesthesia]. Acta Chir Mihic DN, Binkert E, Hess FA, Orucevic J, Turner J. [Pe-
Belg 1984; 84: 259-263. Ferzli G, Sayad P, Vasisht B. The feasibility of laparosco- ridural morphine in the treatment of postoperative pain
pic extraperitoneal hernia repair under local anesthesia. (author's transl)]. Reg Anaesth 1982; 5: 42-46.
Azurin DJ, Go LS, Cwik JC, Schuricht AL. The efficacy of Surg Endosc 1999; 13: 588-590.
epidural anesthesia for endoscopic preperitoneal her- Newman L, Eubanks S, Mason E, Duncan TD. Is laparos-
niorrhaphy: a prospective study. J Laparoendosc Surg 1996; Freedman DL. Inguinal herniorrhaphy in a health center. copic herniorrhaphy an effective alternative to open her-
6: 369-373. Acta Chir Scand 1979; 145: 235-237. nia repair? J Laparoendosc Surg 1993; 3: 121-128.

Bay-Nielsen M, Klarskov B, Bech K, Andersen J, Kehlet H. Le- Gardiner AS. Balanced anaesthesia for inguinal herniorr- Oikkonen M, Tallgren M. Changes in respiratory com-
vobupivacaine versus bupivacaine as infiltration anaesthesia haphy. Anaesthesia 1971; 26: 369-370. pliance at laparoscopy: measurements using side stream
in inguinal herniorrhaphy. Br J Anaesth 1999; 82: 280-282. spirometry. Can J Anaesth 1995; 42: 495-497.
Gianetta E, Cian F de, Cuneo S, (et al). Hernia repair in
Bendavid B, Baune-Goldstein U, Goldik Z, Gaitini L. Is elderly patients. Br J Surg 1997; 84: 983-985. Peiper C, Tons C, Schippers E, Busch F, Schumpelick V.
preoperative ketorolac a useful adjunct to regional anest- Local versus general anesthesia for Shouldice repair of the
hesia for inguinal herniorrhaphy? Acta Anaesthesiol Scand Glassow F. Inguinal hernia repair using local anaesthesia. inguinal hernia. World J Surg 1994; 18: 912-915.
1996; 40: 358-363. Ann R Coll Surg Engl 1984; 66: 382-387.
Prado E, Herrera MF, Letayf V. Inguinal herniorrhaphy un-
Britton BJ. Inguinal hernia repair in England. Int Surg 1986; Grotzinger U. [Ambulatory hernia surgery]. Ther Umsch der local anesthesia: a study of intraoperative tolerance.
71: 144-145. 1992; 49: 478-481. Am Surg 1994; 60: 617-619.

Callesen T, Bech K, Kehlet H. The feasibility, safety and Hayse-Gregson PB, Achola KJ, Smith G. Changes in hae- Pulcini M, Palumbo P, Turano R, et al. [Use of the eutec-
cost of infiltration anaesthesia for hernia repair. Hvidov- modynamics and plasma catecholamine concentrations tic ointment EMLA (Eutectic Mixture of Local Anesthetics)
re Hospital Hernia Group. Anaesthesia 1998; 53: 31-35. after field block for inguinal herniorrhaphy using ligno- in the surgical treatment of inguinal hernia under local
caine with adrenaline. Anaesthesia 1990; 45: 7-10. anesthesia]. Ann Ital Chir 1998; 69: 221-223.
Callesen T, Kehlet H. [Inguinal herniotomy--which kind
of anesthesia? Economical considerations]. Ugeskr Lae- Job CA, Fernández MA, Dorph DJ, Betcher AM. Inguinal Rowbotham DJ, Peacock JE, Jones RM, et al. Comparison
ger 1995; 157: 421-424. hernia repair. Comparison of local, epidural, and general of remifentanil in combination with isoflurane or propo-
354
fol for short-stay surgical procedures. Br J Anaesth 1998; Bassini E. Ueber de behandlung des listenbruches. Arch McVay CB, Anson BJ. A fundamental error in current met-
80: 752-755. Klin Chir 1890; 40: 429-476. hods of inguinal herniorraphy. Surg Gynecol Obstet 1952;
Bassini E. Neue operations-methodezur radical-behandlung 74: 746.
Rudkin GE, Maddern GJ. Perioperative outcome for day-ca- der schenkelhernie. Arch Eur Klin Chir 1894; 47: 1-25.
se laparoscopic and open inguinal hernia repair. Anaesthesia Rutledge RH. Reparación del ligamento de Cooper. The
1995; 50: 586-589. Catterina A. L’operazione di Bassini per la cura radicale Surgical Clinics of North America. Hernia Surgery. 1993;
dell ernia inguinale. Bologna: L.Cappelli, 1932. 73: 505-519.
Schumpelick V, Peiper C, Tons C, Kupczyk-Joeris D, Busch
F. [Inguinal hernia repair with local anesthesia comparati- Catterina A. Bassini’s operation for the radical cure of in-
ve analysis]. Langenbecks Arch Chir 1993; 378: 329-334. guinale hernia. London: Lewis, 1934.

Schuricht AL, McCarthy CS, Wells WL, Kumor RJ, Cwik J. Chinaglia A. The original Bassini operation for inguinal Capítulo 14
A comparison of epidural versus general anesthesia for hernia. Centenary edition. Padova: Piccin, 1988. La técnica canadiense. Técnica de Shouldice
outpatient endoscopic preperitoneal herniorrhaphy. J Soc
Laparoendosc Surg 1997; 1: 141-144. Felici E. ll trattamento amburatoriale delle ernie inguina- Bendavid R. L’operation of Shouldice. En techniques chi-
li. La tecnica di Shouldice. Milano: Masson, 1990. rurgicales. Apparrell Digestif. Encycl Med Chir 1987;
Stoker DL, Spiegelhalter DJ, Singh R, Wellwood JM. La- 40112, 4.11.12. 5 p.
paroscopic versus open inguinal hernia repair: randomi- Kapral W (et al). Rate of recurrence in Bassini inguinal
sed prospective trial. Lancet 1994; 343: 1243-1245. hernia operation. Zentralbl Chir 1993; 118: 215-217. Bendavid R. The Shouldice method of inguinal herniorr-
haphy. In: Nyhus LM, Baker RJ. (eds.). Mastery of Surgery.
Sparks CJ, Rudkin GE, Agiomea K, Fa'arondo JR. Inguinal Halsted WS. An aditional note on the operation for in- ed. 2 Boston: Little, Brown, 1992; 1584-1593.
field block for adult inguinal hernia repair using a short- guinale hernia. Surgical papers by WS. Halsted. John Hop-
bevel needle. Description and clinical experience in So- kins Press, 1924; 1: 306. Glassow F. Inguinal hernia repair using local anesthesia.
lomon Islands and an Australian teaching hospital. Ana- Ann R Coll Surg Engl 1984; 66: 382-386.
esth Intensive Care 1995; 23: 143-148. Martin Duce A. Operación de Bassini. En: Porrero JL. Ci-
rugía de la pared abdominal. Barcelona: Masson, 1997: 57. Obney N. Shouldice technique for repair of inguinal her-
Spittal MJ, Hunter SJ. A comparison of bupivacaine insti- nia. Bull NY Acad Med 1979; 55: 863-866.
llation and inguinal field block for control of pain after Paul (et al). Ensayo con asignación aleatoria de la hernio-
herniorrhaphy [see comments]. Ann R Coll Surg Engl 1992; rrafia de Bassini modificada en comparación con la de Porrero-Carro JL, García-Villanueva A. Herniorrafia de
74: 85-88. Shouldice. Br J Surg (ed. esp.) 1995, 13: 45-48. Shouldice. Consideraciones generales y aspectos técni-
cos. En: Porrero JL. (dir). Cirugía de la Pared abdominal.
Tanphiphat C, Tanprayoon T, Sangsubhan C, Chatamra K. Pelissier EP (et al). The Bassini-houdard tipe herniorraphy. Masson, 1997; 60-66.
Laparoscopic vs open inguinal hernia repair. A randomi- Long term results and factors of recurrence. Chirugie 1993;
zed, controlled trial. Surg Endosc 1998;12: 846-851. 119: 252-255.

Teasdale C, McCrum AM, Williams NB, Horton RE. A ran- Read RC. Revisión histórica del tratamiento de la hernia.
domised controlled trial to compare local with general En: Nyhus and Condon. Eds. Hernia. Traducción españo- Capítulo 15
anaesthesia for short-stay inguinal hernia repair. Ann R la (3ª ed.). Buenos Aires: Panamericana, 1991; 25. La reparación de las hernias de la ingle por la vía
Coll Surg Engl 1982; 64: 238-242. preperitoneal «corta». Técnica de Nyhus
Tranvk (et al). A randomized controlled trial for inguinal
Wheeler KH. Laparoscopic inguinal herniorrhaphy with hernia repair to compare the Shouldice and the Bassini- Annandale T. Case in wich a reducible oblique and direct
mesh: an 18-month experience. J Laparoendosc Surg 1993; Kerschner operation. Int Surg 1992; 77: 235-237. inguinal and femoral hernia existed on the same side and
3: 345-350. were successfully treated by operation. Edinburgh Med J
Worl J. Historical evolution of inguinal hernia repair. World 1876; 27: 1087.
Zieren J, Zieren HU, Jacobi CA, Muller JM. Repeated bo- J Surg 1997; 21 (2): 218-223.
luses of local anaesthetic for pain relief after inguinal her- Condon RE. Comentario del director. El abordaje preperitoneal
nia repair. Eur J Surg 1999; 165: 460-464. y la plástica de la hernia inguinal con el ligamento ilio-
pubiano. En: Nyhus LM, Condon RE. (Eds.) Hernia. 3ª ed.
Buenos Aires: Panamericana, 1992; 181-182.
Capítulo 13
La reparación al ligamento de Cooper. Dávila D, Trullenque R. Vía preperitoneal en el tratamiento
Capítulo 12 Técnica de Mc Vay de las hernias de la ingle. Técnica e indicaciones. En: Po-
La reparación al ligamento inguinal. rrero JL. (Coor.). Cirugía de la pared abdominal. 1ª ed.
Técnica de Bassini Barbier J, Carretier M, Richer J. Cooper ligament repair: Barcelona: Masson, 1997; 118-128.
an update. W J S 1989; 13: 499-505.
Barroetavena J. Hernias de la ingle. Buenos Aires: El Ate- Dávila D, Trullenque R. Empleo sistemático de la vía
neo, 1988. Cooper A. The Anatomy and Surgical Treatment of Tn- preperitoneal “corta” (tipo Nyhus) en la reparación de las
guinal ad Congenital Hernia. London: JT Cox, 1804. hernias de la ingle (primarias y recurrentes). En: Hidalgo
Bassini E. Sull cura radicale dell ernia inguinale. Arch Soc Halverson K, MacVay CB. Inguinal and femoral hernio- M, Porrero JL. (Coor.). Cirugía de las hernias inguinocru-
Ital Chir 1887; 4: 380-386. plasty. Arch Surg 1970; 101: 127-135. rales. Madrid: Asociación Española de Cirujanos, 1997;
93-115.
Bassini E. Nuovo metodo per la cura radicale dell ernia Hay JM, Boudet MJ, Fingerhut A (et al). Shouldice ingui-
inguinale. Atti Cong Ass Med Ital 1887; 2: 179. nal hernia repair in the male adult. The gold standard? A Lichtenstein IL, Shulman AG. Ambulatory outpatient her-
multicenter controlled trial in 1578 patients. Ann Surg nia surgery, including a new concept, introducing tension-
Bassini E. Sopra 100 casi di cura radicale dell ernia in- 1995; 222: 719-727. free repair. Int Surg 1986; 71: 1-2.
guinale operata col metodo dell autore. Arch Ed Atti Soc
Ital Chir 1888; 5: 315-319. Lotheissen G. Zur Radikaloperation der Schenkelhernien. Nyhus LM. El abordaje preperitoneal y la plástica de la
Centralbl Chir 1898; 25: 548. hernia inguinal con el ligamento iliopubiano. En: Nyhus
Bassini E. Nuovo metodo per la cura radicale dell ernia LM, Condon RE. (Coor.). Hernia. 3ª ed. Buenos Aires: Pana-
inguinale. Padova: Prosperini, 1889. mericana, 1992; 160-199.
355
Nyhus LM, Stevenson JK, Listerud MB (et al). Preperitoneal Lichtenstein I. Simplified repair of femoral and recurrent Rutkow IM. A selective history of groin herniorraphy in
herniorraphy: A preliminary report in fifty patients. West inguinal hernia by a “plug” technique. Am J Surg 1974; the 20 th century. Sur Clin North Am 1993; 73: 395.
J Surg Obstet Gynecol 1959; 67: 48-50. 44: 128-439.
Rutkow IM. Historia selectiva de la cirugía de la hernia
Nyhus LM, Pollak R, Bombek CT, Donahue PE. The Nyhus LM, Klein MS, (et al). Inguinal hernia. Curr Probl inguinal a principios del siglo XIX. Clin Quir Nort (ed. es-
preperitoneal approach and prosthetic buttress repair for Surg 1991; 28: 407. pañola). 1998; 6: 871-888.
recurrent hernia. Ann Surg 1988; 6: 733-737.
Rutkow IM, Robbins AW. Hernioplastia con taponamien- Usher FC, Hill J, Ochsner J. Hernia repair with Marlex
Nyhus LM: The recurrent groin hernia: therapeutics solu- to de redecilla. Clin Quir Nort 1993; 3: 535-547. mesh. Surgery 1959; 46: 718.
tions. World J Surg 1989; 13: 541-544.
Zagdoun J. L´utilisation des plaques de nylon dans la chi-
Read RC. Herniorrhaphy: A historical review. World J Surg rurgie des hernies inguinales. Mem Acad Chir 1959; 85,
1989; 13: 532-540. 28-29: 747-754.
Capítulo 17
Rutkow IM. Cirugía de la hernia inguinal. Prefacy-com- Hernioplastia con taponamiento de redecilla.
ments. Surg Clin North Am 1998; 78: 919-929. Técnica de Rutkow

Sachs M, Encke DA: Historical evolution of inguinal her- Adler RH, Firme C: The use of nylon prostheses for dia- Capítulo 18
nia repair. World J Surg 1997; 21: 218-223. fragmatic defects. Sur Ginnecol Ostet 1957; 104: 669. Herniorrafia sin tensión.
La técnica inguinal de Lichtenstein
Stoppa R, Verhaeghe P, Warlaumont C. Procède original Aquaviva DE, Bourret P. Cure de eventrations par plaques
de plastie de l'aine? L'interposition sans fixation d'une de Nylon. Presse Méd 1948; 53.73.: 89218 (diciembre). Abraínson JH, Gafín J, Hopp C, (et al). The epiderniology
prothese en tulle de dacron par voie mediane sousperi- of inguinal hernia: a survey in westerrí Jerusalem. J Epid
toneale. Mem Acad Chir 1983; 99: 119-123. Gilbert AI. Inguinal hernia repair: Biomaterials and sutu- Commun Health 1978; 32: 59.
reless repair. Perpest Gen Surg 1991; 2: 113.
Trullenque R, Dávila D. Herniorrafia por vía preperitoneal. Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL, Hakakha M. The
En: Tamames S, Martínez C. (Coor.). Avances, Controver- Gilbert AI. Sutureless repair of inguinal hernia. Am J Surg goals of Modern Hernia Surgery. How to achieve Them:
sias y Actualizaciones en Cirugía General y del Aparato 1992; 163: 331. Open or Laparoscopic Repair? Problems in General Surgery.
Digestivo. Tomo I. 1ª ed. Madrid: Emisa, 1994; 113-127. Vol. 12. Philadelphia: Lippincott-Raven, 1995; 165-171.
Giraud, Vittori, Foucher. Emploi des plaques de nylon (cri-
Usher FC, Oschner J, Tuttle LL. Use of Marlex mesh in the noplaque) pour le traitament des eventrations et des her- Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. Selecting synthe-
repair of incisional hernias. Am Surg 1958; 24: 969-972. nies inguinales. Bourdeaux Chir 1951; 1: 22-27 (enero). tic mesh for the repair of groin hemia. Postgraduate Ge-
neral Surgery 1992; 4: 150-5.
Lichtenstein IL, Shore JM. Simplified repair of femoral and
recurrent inguinal hernias by a “plug” technique. Am J Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. Simultaneous re-
Surg 1974; 128: 439. pair of Bilateral Inguinal hernias Under Local Anesthesia.
Capítulo 16 Annals of Surgery. Vol. 223. Philadelphia: Lippincott-Ra-
La reparación sin suturas. Técnica de Gilbert Lichtenstein IL, Shulman AG. Ambulatory outpatient her- ven, 1996; 3: 249-252.
nia surgery, including a new concept: Introducing tension-
Carbonell-Tatay F, Gómez-Iglesias S. Hernia inguinal.Tec- free repair. Int Surg 1986; 71: 1. Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. The Lichtenstein
nica de Gilbert. Video. IV Congreso Nacional de Video- Open "tension-free" Mesh Repair of Inguinal Hernias. Sur-
cirugía. León: 1995; (octubre). Lichtenstein IL, Shulman AG, Amid PK. The tension-free gery Today. Japan Journal of Surgery 1995; 25: 619-625.
hernioplasty. Am Surg 1989; 157: 188.
Carbonell-Tatay F, Gómez S. Hernia Inguinal. Recuerdo Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL, Hakakha M. Bio-
historico Tecnica de Gilbert. Video. XXI Congreso Na- Lubin P. L´emploi des crinoplaques dans la cure des her- materiales y Cirugía herniaria. Fundamentos para su em-
cional de cirugía. Madrid: 1996; (noviembre). nie inguinales. Press Med 1951; 59 (23): 468. pleo. Rev Esp Enf Ap Dig. 1995; 8: 582-586.

Carbonell-Tatay F, Gómez S. Gilbert´s technique in in- Maloney GE, Gill WG, Barclay RC. Operations for her- Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. Selecting Synthe-
guinal hernia. Video-Review of Surgery 1997; 6: 16-28. nia: Technique of nylon darn. Lancet 1948; 2: 45. tic Mesh for the Repair of Groin Hernia. Postgraduate Ge-
neral Surgery 1992; 4: 150-155. (april).
Carbonell-Tatay F. Gilbert technique: Multicentric trial. Maloney GE. Results of nylon-darn repair of herniae.Lan-
Grepa, 21 st International Congress. Madrid: 1999; cet 1958; 1: 273. Barnes JP. Inguinal repair with routine use of Bard mesh.
(noviembre). Surg M Gyneco & Obstet 1987; 165: 33-37.
Nyhus LM. Individualization of hernia repair: A new era.
Gilbert AI. An anatomic and functional classification for Surgery 1993; 114: 1. Berliner SD. Adult inguinal hernia: pathophisiology and
the diagnosis and treatment of inguinal hernia. Am J Surg repair. Surg Annu 1983; 15: 307-329.
1989; 3: 535-547. Patel. Nuevo manual de Técnica quirúrgica. Pared Abdominal.
Barcelona 1972. Brandon WJ. Inguinal hernia: the unpredictable result. Br
Gilbert AI. Inguinal Hernia Repair: Biomaterials and Su- J Surg 1946; 34: 13.
tureless Repair. Preps In Gral Surg 1991; 2: 113-129. Robbins AW, Rutkow IM. The mesch-plug hernioplasty.
Sur Clin North Am 1993; 73: 501. Brauns J. Open approach: Skin incission and disecction
Gilbert AI. Sutureless repair of inguinal hernia. Am J Surg of hernias. Expert meeting on Hernia Surgery, St. Moritz
1992; 3: 157-331. Robbins AW, Rutkow IM. Reparación con tapón de ma- 1994, Basel karger, 1995. pp. 102-108 en Inguinal Her-
lla y cirugía de la hernia inguinal. Clin Quir Nort (ed. es- nia Repair (Schumpelick v y Wants GE eds).
Gilbert AI. Improved sutureless Technique-Advice to Ex- pañola). 1998; 6: 951-966.
perts. Probl in Gral Surg 1995; 1 (12): 117-119. Brooks DC. A Prospective Comparison of Laparoscopic
Rutkow IM, Robbins AV. Demographic, classificatory and and Tension-Free Open Herniorrhaphy. The Archíves of
Lichtenstein I, Schulman AG, (et al). The tension-free her- socioeconomic aspests of hernia repair in the United Sta- Surgery 1994; 129: 361-366 (april).
nioplasty. Am J Surg 1989; 157: 188. tes. Sur Clin North Am 1993; 73: 413.
356
Brooks DC. A prospective comparison of laparoscopic tal study. Surgery 1991; 109: 652-5. Moreno-Egea A, Pérez-Abad JM, Carrasco L, Lirón R, Agua-
and tension-free open (plug) hemiorrhaphy. Arch Surg yo JL. Descripción de una nueva intervención para el tra-
1994; 129: 361-366. Law NW, Ellis H. A Comparison of Polpropylene Mesh tamiento de las hernias inguinocrurales: técnica de duplicación
and Expanded Polytetrafluoroethylene patch for the repair del canal inguinal. Cir Esp 1997; 62: 463-465.
Bribián J, del Campo R, Gil R, Álvarez A, Pou G. Cirugía of contaminated abdominal wall defects. An Experimen-
de corta estancia en hernias de la ingle. A propósito de tal study. Surgery 1991;109: 652-655. Peacock EE. Wound repair. Philadelphia: WB Saunders,
306 casos. Cir Esp 1996; 60: 103-106. 1984; 336.
Lichtenstein IL. Herniorrhaphy. A personal experience with
Carvajal J, Sánchez R, Oliart S, Peña L, Gómez P, Berto- 6321 Cases. Am J Surg 1987; 153: 553-559. Peacock EE. Internal reconstruction of pelvic floor for re-
meu A, (et al). Técnica del plug de Lichtenstein en el tra- current groin hernia. Ann Surg 1984; 200: 321.
tamiento de la hernia crural: análisis de una serie de 80 Lichtenstein IL, Shulman AG, Amid PK, Montllor MM. The
casos. Cir Esp 1997; 62; 125-127. Tension Free Hernioplasty. The American Journal of Sur- Pedro J de, Suárez A, García G, Cuberes R, Fernández R,
gery 1989; 157: 188-193. Balibrea JL. Cirugía de la hernia en un programa de ciru-
Conceptualization and measurement of physiologic health gía ambulatoria. Cir Esp 1997; 62: 115-119.
for adults. Santa Monica: Rand, 1983; 3-120. Lichtenstein IL. Hernia repair without disability. St. Louis:
CV Mosby, 1970. Porrero Caro JL. Cirugía de la Pared Abdominal: estado
Condon RE. The anatomy of the inguinal region. In: Ny- actual. Cir Esp 1996; 60: 1-2.
hus LM, Harkins HH, coor. Hernia. Philadelphia: JB Lip- Lichtenstein IL. The one-day inguinal herniorrhaphy: the
pincott, 1964. American method. Contemp Surg 1982; 20: 17. Prior MJ, Williams EV, Shukla HS, Phillips S, Vig S, Lewis
M. Prospective randomized controlled trial comparing
Fogarty TJ, Scott JS, de la Torre R, (et al). Selected Appli- Lichtenstein IL, Herzikoff S, Shore JM, Jiron MW, Stuart S, Lichtenstein with modified Bassini repair of inguinal her-
cations of Balloon Dissection, Surgical Technology In- Mizuno L. The dynarnics of wound healing. Surg Gyne- nia. JR Coll Surg Edimb 1998; 43: 82-86.
ternational 45-48. col Obstet 1970; 130: 685.
Ravitch S. Repair of hernia. Chicago: Year Book Medical,
Gilbert Al. Sutureless repair of inguinal hernia. Am J Surg Lichtenstein IL, Shulman AG, Amid PK. Cause and pre- 1969.
1992; 163: 331-335. vention of postherniorrhaphy Neuralgia: A proposed pro-
tocol for treatment. Am J Surg 786-790. Revuelta S, Berrio I, Cayón R, García R, de la Torre F. Tra-
Gilbert Al. An anatomical and functional classification for tamiento de las hernias inguinocrurales con abordaje en-
the diagnosis and treatment of inguinal hernia. Am J Surg Lichtenstein IL, Shore JM. Simplified repair of femoral and doscópico preperitoneal. Cir Esp 1997; 62: 34-38.
1989; 157: 331-333. recurrent inguinal hernias by a "plug" technique. Am J Surg
1974; 128: 439-444. Robbins AW, Rutkow IM. The mesh-plug hernioplasty.
Gilbert Al. Overnight hernia repair updated considera- Surg Clin of Nort Am 1993; 73: 501-12.
tions. South Med 1987; 80: 191-195. Lichtenstein IL, Shore JM. Exploding the rnyths of hernia
repair. Am J Surg 1976; 132: 307. Rutkow MI. The importance of socio-economic issues in
Gilbert Al. Inguinal hernia repair: biomaterials and sutu- surgical outcomes: What is an relevant end point? Eur J
reless repair. Persp Gen Surg 1991; 2: 113-129. Lichtenstein IL, Shulman AG. Ambulatory outpatient sur- Surg 1995; 161: 545-548.
gery. Int Surg 1986; 71: 1.
Gilbert AI, Graham MF. Improved sutureless technique- Rutkow MI, Robbins AW. Tension free inguinal hernio-
Advice to experts. Problems in General Surgery. Vol. 12 Lichtenstein IL. Hernia repair without disability. 2nd ed. rraphy: A preliminary report on the mesh plug technique.
Philadelphia: Lippincott Raven, 1995; 1: 117-119. St. Louis: Ishiyaku EuroAmerica, 1986. Surgery 1993; 114: 3-8

Grau E, García F, Moya J. La anestesia local en la repara- Lichtenstein IL, Shulman, AG, Amid PK. Twenty Quesbons Rutkow IM, Robbins AW. Groin Hernia, Current Surgical
ción de la hernia inguinal. Estudio de 400 casos. Cir Esp about Hernioplasty. The American Surgeon 1991; 57: 730- Therapy 1995; 481-486.
1996; 60: 172-176. 733.
Rutkow N, Robbins AW. Tension-free inguinal hemiorr-
Goussous HG. Letter to the editor. Surgery 1995; 117-600 Liem M, Vander GY, Van steensel C, Boelhouwer R, Cle- haphy: A preliminary report on the "mesh plug" techni-
(may). vers GJ, Meijer W, (et al). Comparison of conventional an- que. Surgery 1993; 114: 3-8.
terior surgery and laparoscopic surgery for inguinal-hernia
Halverson K, McVay CB. Inguinal and femoral hernio- repair. The New England Journal of Medicine 1997; 336: Rutkow IM. The Recurrence Rate in Hernia Surgery: How
plasty. Arch Surg 1970; 101: 127. 22-29. Important Is it? The Archíves of Surgery 1995; 130: 575-576.

Hidalgo M, Higuero F, Álvarez-Caperochipi J, Machuca Martin RE, Max CC. Primary inguinal hernia repair with Rutkow IM, Robbins AW. Open Mesh Plug Herniopiasty,
J, Laporte E, Córdoba H. Hernias de la Pared abdominal. prosthetic mesh. Hospi Med 1984; 1 (1): 1-4. Problems in General Surgery Spring 1995; 12: 121-127.
Estudio multicéntrico epidemiológico (1993-1994). Cir
Esp 1996; 59: 399-405. Martin R, Shurelh S. The use of Bard mesh in primary he- Rutkow IM, Robbins AW. Groin Hernia, Current Surgical
mia repairs. Surgical Rounds 1983; 52-77. Therapy 1995; 481-486.
Kieturakis MJ, Nguyen DT, Vargas H, (et al). Balloon Dissec- Martin R, Shurelh S, Classen JN. Polypropylene mesh in
tion Facilitated Laparoscopic Extraperitoneal Hernioplasty. 450 repairs: evaluation of wound ínfections. Contempo- Rutkow IM. Opon Versus Laparoscopic Groin Herniorrhaphy:
The American Journal of Surgery 1994; 168: 603-608 (dec.). rary Surgery 1982; 20: 46-49. Economic Realities. Inguinal Hernia 1994; 145-150.

Laporte E, Miras M, Ramírez JM, Segura J, Semeraro C, Vi- Martínez C, Núñez JR, Jorgensen TW, Sanz R, Ruiz M, Pas- Rutkow IM, Robbins AW. Tension-free inguínal herniorr-
cens C. Estudio comparativo sobre la hernioplastia ingui- tor L. Herniorrafia de Bassini en la Hernia Inguinal prima- haphy: A preliminary report on the "mesh plug" techni-
nal con prótesis preperitoneal de polipropileno.El abordaje ria. Recidivas tras 5-10 años. Cir Esp 1996; 59 (6): 509-513. que. Surgery 1993; 14: 3-8.
anterior frente al laparoscópico transabdominal. Estudio
multicéntrico. Cir Esp 1997; 61 (5): 325-328. Moreno-Egea A, Carrasco L, Lirón R, Pérez-Abad JM, Pe- Rutkow N, Robbins AW. 1669 mesh plug hernioplasties.
llicer E, Martín JG. Indicaciones de la hernioplastia sin Contemp Surg 1993; 43: 141-147.
Law NW, Ellis H. A comparison of polypropylene mesh tensión en el tratamiento de la hernia inguinal primaria
and expanded polytetrafluoroethylene patch for the repair (273 casos). Cir Esp 1997; 62: 120-124. Rutkow N, Robbins AW. Mesh plug hernia repair; a fo-
of contaminated abdominal wall defects. An experimen- llow-up report. Surgery 1995; 1 (17): 597-598.
357
Shulman AG, Amid PK, Lichtenstein W. The safety of mesh Capítulo 20 Wantz GE. Cirugía de la Hernia Inguinal. México: Mc-
repair for primary inguinal hernias: Results of 3,019 ope- Técnica de Berliner Graw-Hill, 1998; 1015-1026.
rations from five diverse surgical sources. The American
Surgeon 1992; 58: 255-257. Berliner SD. Clinical experience with an inlay expanded
PTFE soft tissue patch as an adjunct in inguinal hernia re-
Shulman AG, Amid PK, Lichtenstein W. Prosthetic mesh pair. Surg Gynecol Obstet 1993; 176: 323-326. Capítulo 22
plug repair of femoral and recurrent inguinal hernias: the La reparación por vía laparoscópica.
American experience. Annals of the Royal College of Sur- Berliner SD. Biomaterials in hernia repair. In: Nyhus LM, Vía preperitoneal (TEP)
geons of England 1992; 74: 97-99. Condon RE. eds Hernia. 3rd. Ed. Philadelphia: JB. Lip-
pincott, 1989: 541-554. Broin EO, Horner C, Mealy K, Kerin MJ, Gillen P, O'Brien
Shulman AG, Amid PK, Lichtenstein IL. The "plug" repair M. Meralgia paraesthetica following laparoscopic ingui-
of 1402 recurrent inguinal hernias. Arch Surg 1990; 125: Berliner SD. Biomaterials in hernia surgery. In: Arregui nal hernia repair. An anatomical analysis. Surg Endosc
265-269. ME, Nagan RF. eds. Inguinal hernia advances or contro- 1995; 9: 76-78.
versies?. Radcliffe Medical Press Itd 1994; 103-106.
Shulman AG, Amid PK, Lichtenstein IL. Plug repair of re- Benchetrit S, Vautherin R, Chabal J. Traitement des her-
current inguinal hernias. Contemp Surg 1992; 40: 30-36. Berliner SD. Técnica para la hernia inguinal. Clinicas Qui- nies de l'aine par plaque de polypropyléne sous-périto-
rúrgicas de Norteamérica 1984; 2: 189-205. néale mise en place sous pelviscopie. Aspects techniques.
Socioeconomic factbook for surgery, 1984-1985. Chica- Lyon Chir 1993; 89: 443-445.
go. IL American College of Surgeons 1985: 32-33.
Crawford DL, Phillips EH. Laparoscopic repair and groin
Tobalina E, Rey JM, Hernández MJ. Hernia inguinal reci- Capítulo 21 hernia surgery. Surg Clin North Am 1998; 78: 1047-1062.
divada.Tratamiento mediante malla preperitoneal. Cir Esp Reforzamiento protésico gigante
1996; 59: 292-295. del saco visceral. Técnica de Stoppa Champault G, Rizk N, Catheline JM, Barrat C, Turner R,
Boutelier P. Totally pre-peritoneal laparoscopic approach
Tyrell J, Silberman H, Chandrasoma P, Niland J, Shull J. Ab- Cheatle GL. An operation for the radical cure of inguinal versus Stoppa operation. Randomized trial: 100 cases.
sorbable versus permanent mesh in abdominal operations. and femoral hernia. Br Med J 1920; 2: 68-69. Hernia 1997; 1: 31-36.
Surgery, Gynecology & Obstettics 1989; 168: 227-232.
Fruchaud H. Anatomie chirurgicale des hernies de láine. Champault G, Barrat C, Catheline JM, Rizk N. Groin her-
Tyrell J, Silberman H, Chandrasoma P, Niland J, Shull J. Ab- París: Doin, 1956. nias: four-year follow-up of two randomised trials com-
sorbable Versus Permanent Mesh in Abdominal Operations. paring laparoscopic totally preperitoneal approach to
Surgery, Gynecology & Obsteffics 1989; 168: 227-232. Nyhus LM, Condon RE, Harkins HN. Clinical experien- Shouldice and Stoppa procedures: 461 cases. Ann Chir
ces with preperitoneal hernia repair for all types of her- 1998; 52: 132-136.
Usher FC (et al). Bard mesh. A New Plastic Mesh for Re- nia of the groin. Am J Surg 1960; 100: 234-244.
placing Tissue Defects I. Experimental Studies. Archives Feliu Palà X. Hernioplastia laparoscópica: complicacio-
of Surgery January 1959; 131. Lowham As, Filipi CJ, Fitzgibbons RJ, Stoppa R, Wantz GE, nes y resultados. Cir Esp 1997; 61: 288-292.
Félix EL (et al). Mechanisms of hernia recurrence after
preperitoneal mesh repair. Ann Surg 1997; 225: 422-431. Feliu X, Merello J, Martín M, Ramón JM, Hernández J.The
learning curve for totally extraperitoneal laparoscopic her-
Rignault DP. Properitoneal prosthetic inguinal hernioplasty nia repair in Spain. Surg Endosc 1997; 11: 549.
Capítulo 19 through a Pfannenstiel approach. Surg Gynecol Obstet
Doble malla constituida. PHS. 1986; 163: 465. Feliu Palà X, Fernández Sallent E. Tratamiento laparoscó-
El sistema de Prolene® para hernias pico de la hernia inguinal recidivada. En: JL Porrero. dir.
Stoppa RE, Rives JL, Warlaumont CR (et al). The use of Da- Cirugía de la pared abdominal. Barcelona: Masson, 1997;
Gilbert AI, Graham MF, Voigt WI. Dispositivo de parche cron in the repair of hernias of the groin. Surg Clin North 180-187.
de dos copas para hacer la reparación de la hernia ingui- Am 1984; 64: 269.
nal. Hernia 1999; 32: 161-166. Félix EL, Michas CA, González MA. Laparoscopic her-
Stoppa RE, Warlaumont C. El abordaje preperitoneal y la nioplasty. TAPP vs TEP. Surg Endosc 1995; 9: 984-989.
Gilbert AI. Sutureless repair of Inguinal Hernia. Am J plástica protésica en la hernia inguinal. En: Nyhus LM,
Surg 1992; 163: 331-335. Condon RE. Hernia. 3ª ed. Philadelphia: Panamericana, Félix EL, Michas CA, McKnight RL. Laparoscopic repair
1989; 200-221. of recurrent hernias. Surg Endosc 1995; 9: 135-138.
Gilbert AI, Michael FG. Suturless technique for hernia
repair. C J S 1997; 40 (3): 209-212. Stoppa RE, Quintyn M. Les déficiences de la paroi abdo- Félix EL, Scott S, Crafton B, Geis P, Duncan T, Sewell R,
minale chez le sujet agé: Colloque avec le practicien. Sem- (et al). Causes of recurrence after laparoscopic hernio-
Lichtenstein IL, Shulman A, Amid PK. The tension-free Hop, 1969; 45: 2182. plasty. Surg Endosc 1998; 12: 226-231.
hernioplasty. Am J Surg 1989; 157: 188-192.
Stoppa RE. The treatment of complicated groin and inci- Ferzli G, Sayad P, Huie F, Hallak A, Usal H. Endoscopic
Robbins AW, Rutkow IM. The Mush-Plug Hernioplasty. sional hernias. World J Surg 1989; 13: 545-554. extraperitoneal herniorrhaphy. A 5-year experience. Surg
Endosc 1998; 12: 1311-1313.
Surg Chir North Am 1993; 73 (3): 501-512.
Stoppa RE, Warlaumont C, Verhaeghe P, (et al). Les prothè-
ses dans le traitment des hernies de láine: Pourquoi? Com- Fitzgibbons Jr RJ, Camps J, Cornet DA, Nguyen NX, Litke
Rutkow IM. “Tension-free” inguinal hernioplasty: A pre-
ment? Quand? Paris, Entretiens de Bichat L’Expansion BS, Annibali R (et al). Laparoscopic inguinal herniorrhaphy.
liminary report on the “mesh-plug” technique. Surg
Scientifique Francaise 1982; 36-40. Results of a multicenter trial. Ann Surg 1995; 221: 3-13.
1993; 114 (1): 3-8.

Wantz GE. Giant prosthetic reinforcement of the visceral Katkhouda N. Regional anesthesia in laparoscopic hernia
Shulman AG, Amid PK, Lichtenstein IL. The Safety of
sac. Surg Ginecol Obstet 1989; 169: 408. repair. En: Arregui ME. dir. Inguinal Hernia: Advances or
Mesh Repair for Primary Inguinal Hernias: Results of
controversies? Oxford: Radcliffe Medical Press, 1994.
3019 Operations from Five Diverse Surgical Sources. Am
Wantz GE. Refuerzo protésico gigante del saco visceral.
J Surg 1992; 58: 255-257.
Reparación de Stoppa de la hernia inguinal. Clínicas Qui- Liem MS, Van Vroonhoven JM. Laparoscopic inguinal her-
rúrgicas de Norteamérica 1998; 6. nia repair. Br J Surg 1996; 83: 1197-1204.
358
Liem MS, Van der Graaf Y, Van Steensel CJ, Boelhouwer Wilson MS, Deans GT, Brough WA. Prospective trial com- external hernia in a district general hospital. Br J Surg 1981;
RU, Clevers G, Meijer WS (et al). Comparison of con- paring Lichtenstein with laparoscopic tension-free mesh 68: 329-332.
ventional anterior surgery and laparoscopic surgery for in- repair of inguinal hernia. Br J Surg 1995; 82: 274-277.
guinal hernia repair. N Engl J Med 1997; 336: 1541-1547. Barbier J, Carretier M, Richer JP. Cooper ligament repair:
an update. World J Surg 1989; 13: 499-505.
Liem MS, Van Steensel CJ, Boelhouwer RU (et al). The lear-
ning curve for totally extraperitoneal laparoscopic ingui- Bendavid R. New techniques in hernia repair. World J Surg
nal hernia repair. Am J Surg 1996; 171: 281-285. Capítulo 23 1989; 13: 522-531.
El tratamiento de la hernia inguinal
MacFadyen BV, Mathis CR. Inguinal herniorrhaphy: com- por laparoscopia. La vía transperitoneal (TAPP) Berliner SD. The femoral cone and its clinical implications.
plications and recurrences. Seminars in Laparoscopic Sur- Surg Gynecol Obstet 1990; 171: 111-114.
gery 1994; 1: 128-140. The EAES Consensus Development Conferences on
laparoscopic cholecystectomy, appendectomy, and hernia Chamary VL. Femoral hernia: intestinal obstruction is an
McKernan JB, Laws HL. Laparoscopic preperitoneal prost- repair. Surg End 1995; 9: 550-563. unrecognized source of morbidity and mortality. Br J Surg
hetic repair of inguinal hernias. Surg Rounds 1992; 15: 1993; 80: 230-232.
597-610. Condon RE, Nyhus LM. Complicaciones de la hernia
inguinal. En: Nyhus LM, Condon RE. (eds). Hernia. 3ª ed. Corder AP. The diagnosis of femoral hernia. Postgrad Med
McKernan JB. Prosthetic inguinal hernia repair using a la- Buenos Aires: Panamericana, 1991; 251-265. J 1992; 68: 26-28.
paroscopic extraperitoneal approach. Seminars in Lapa-
rosc Surgery 1994; 1: 116-122. Fitzgibbons RJ, Mckernan JB, Schultz LS, Spaw A. Gallegos NC, Dawson J, Jarvis M, Hobsley M. Risk of
Laparoscopic hernia repair. Techniques in endosurgery. strangulation in groin hernias. Br J Surg 1991; 78: 1171-
Memon MA, Feliu X, Fernández-Sallent E, Camps J, Fitz- Ethicon endosurgery 1993. 1173.
gibbons RJ. Laparoscopic repair of recurrent hernias. Surg
Endosc 1999; 13: 807-810. Ger R, Monroe R, Duvivier R, Mishrick A. Management Glassow F. Femoral hernia. Review of 2105 repairs in a
of indirect hernias by laparoscopic closure of the neck of 17 year period. Am J Surg 1985; 150: 353-356.
Paganini AM, Lezoche E, Carle F, Carlei F, Favretti F, Feli- the sac. Am J Surg 1990; 159: 371-173.
ciotti F (et al). A randomized, controlled, clinical study of Lichtenstein IL, Shore JM. Simplified repair of femoral and
laparoscopic vs open tension-free inguinal hernia repair. Laporte E, Dulucq JL. El tratamiento de la hernia inguinal. recurrent inguinal hernias by a plug technique. Am J Surg
Surg Endosc 1998; 12: 979-986. En: Laporte E. dir. Cirugía Laparoscópica. Barcelona: Pulso, 1974; 128: 439-444.
1993; 197-213.
Payne JH Jr, Grininger LM, Izawa MT, Podoll EF, Lindahl PJ, Moreno-Egea A, Pérez-Abad JM, Lirón R, Carrasco L,
Balfour J. Laparoscopic or open inguinal herniorrhaphy? A Laporte E, Semeraro C, Vicens C, Armengol M. Reparación Martínez D, Martín JG, (et al). Descripción de una nueva
randomized prospective trial. Arch Surg 1994; 129: 973-981. de la hernia inguinal por laparoscopia. Descripción técnica hernioplastia sin tensión para el tratamiento de las hernias
y resultados preliminares en 159 pacientes controlados inguinocrurales: “Técnica de Hernioplastia Combinada”.
Phillips EH, Arregui B, Carrol J, (et al). Incidence of com- durante un año. Cir Esp 1996 (abril); (en prensa). Cir Esp 1998; 63: 454-456.
plications following laparoscopic hernioplasty. Surg En-
dosc 1995; 9: 16-21. Nyhus LM. Individualization of hernia repair: a new era. Moreno-Egea A, Pérez-Abad JM, Lirón R, Aguilar, Aguayo
Surgery 1993; 114: 1-2. JL. Hernioplastia sin tensión con tapón de polipropileno
Ponka JL. Hernias of the abdominal wall. Philadelphia: PA en el tratamiento de la hernia crural (82 casos). Cir Esp
Saunders, 1980; 587-618. Nyhus LM, Pollak R, Bombeck CT, Donahue PE. The 1998; 63: 102-104.
preperitoneal approach and prosthetic buttress repair for
Schumpelick V, Treutner KH, Arlt G. Inguinal hernia re- recurrent hernia. Ann Surg 1988; 208: 733-737. Moreno-Egea A, Pérez-Abad JM, Aguayo JL. Aspectos
pair in adults. Lancet 1994; 344: 375-379. técnicos de la hernioplastia sin tensión en el tratamiento
Popp LW. Endoscopic patch repair of inguinal hernia in a de la hernia inguinal. Cir Esp 1998; 64: 556-558.
Spaw AT, Ennis BW, Spaw LP. Laparoscopic hernia repair: female patient. Surgical Endoscopy 1990; 4: 10-12.
The anatomic basis. J Laparoendosc Surg 1991; 1: 269- Navarro F, Novo C, Gándara N, Pinilla G. Tratamiento de
277. Shultz L, Graber J, Pietrafita J, Hickok D. Laser Laparoscopic la hernia crural con la técnica de Lichtenstein: nuestra
Herniorraphy: A clinical Trial. Preliminary results. Journal experiencia. Cir Esp 1996; 59: 406-407.
Stoker DL, Spiegelhalter DJ, Singh R, Wellwood JM. La- of Laparoscopic Surgery 1990; 1: 41-45.
paroscopic versus open inguinal hernia repair: randomi- Nicholson S, Keane TE, Devlin HB. Femoral hernia: an
zed prospective trial. Lancet 1994; 343: 1243-1245. Stoppa RE, Warlaumont CR. El abordaje preperitoneal y la avoidable source of surgical mortality. Br J Surg 1990; 77:
plástica protésica en la hernia inguinal. En: Nyhus LM, Condon 307-308.
Stoppa RF, Warlaumont CR. The preperitoneal approach RE. (eds). Hernia. 3ª ed. Buenos Aires: Panamericana, 1991.
and prosthetic repair of groin hernia. En: Hernia. 3ª ed. Nyhus LM. Iliopubic tract repair of inguinal and femoral
Philadelphia: JB Lippincott Co, 1997; 199-221. hernia. Surg Clin North Am 1993; 73: 487-499.

Van Hee R, Goverde P, Hendrickx L, Van der Schelling G, Ortiz FJ, Lamata F, García FA, Pablo M, Jiménez A, González
Totte E. Laparoscopic transperitoneal versus extraperito- Capítulo 24 M. Hernia crural estrangulada. ¿Una causa evitable de
neal inguinal hernia repair: a prospective clinical trial. Ac- La hernia crural morbimortalidad quirúrgica? Revisión de una serie de 153
ta Chir Belg 1998; 98: 132-135. intervenciones. Cir Esp 1992; 51: 194-198.
Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. The femoral canal:
Vogt DM, Curet MJ, Pitcher DE, Martin DT, Zucker KA. the key to femoral herniorraphy. Int Surg 1990; 75: 69-72. Ponka JL, Brush BE. Problem of femoral hernia. Arch Surg
Preliminary results of a prospective randomized trial of la- 1971; 102: 417-423.
paroscopic onlay versus conventional inguinal herniorr- Amid PK, Shulman AG, Lichtenstein IL. Critical scrutiny
haphy. Am J Surg 1995; 169: 84-90. of the open tension-free hernioplasty. Am J Surg 1993; Robbins AW, Rutkow IM. Repair of femoral hernias with
165: 369-371. plug technique. Hernia 1998; 2: 73-75.
Wantz GE. Complications of inguinal hernial repair. Surg
Clin North Am 1984; 64: 287-298. Andrews NJ. Presentation and outcome of strangulated Rico P, Ibáñez FJ, Bercedo J, Marcello M, Gómez R, Seoane
359
J, (et al). Herniorrafia con cilindro de polipropileno en la Nyhus LM, Pollak R, Bombeck CT, Donahue PE. The Capitulo 27
hernia crural incarcerada. Cir Esp 1992; 51: 190-193. preperitoneal approach and prosthetic buttress repair for Hernia en el lactante y en el niño
recurrent hernia. Ann Surg 1988; 208: 733-738.
Sandblom G, Haapaniemi S, Nilsson E. Femoral hernias: a Backhouse K. Embriology of testicular maldescent. Urol
register analysis of 588 repairs. Hernia 1999; 3: 131-134. Read RC, Barone GW, Hauer-Jensen M, Yoder G. Prope- Clin North Am 1982; 9 (3): 315-325.
ritoneal prosthetic placement through the groin. The an-
Shulman AG, Amid PK, Lichtenstein IL. Prosthetic mesh plug terior approach. Surg Clin of North Am 1993; 73 (3): Beasley SW, Hutson JH. Effect of division of genitofemoral
repair of femoral and recurrent inguinal hernias: the American 545-555. nerve on testicular descent of the rat. Aust N Z Surg 1987;
experience. Ann R Coll Surg Engl 1992; 74: 97-99. 57: 49-51.
Revuelta S, Berrio I, Gutiérrez A, Marrazo C, Prieto R, Ca-
Tingwald GR, Cooperman M. Inguinal and femoral hernia yon R, (et al). Tratamiento de las hernias inguinocrurales Burke J. Femoral hernia in childhood. Ann Surg 1967; 166:
repair in geriatric patients. Surg Gynecol Obstet 1982; con abordaje endoscopico preperitoneal. Cir Esp 1997; 287.
154: 704-706. 62: 34-38.
Castiñeiras J, Vilches J, López A, Varo C. Criptorquidias
Rigault DP. Preperitoneal prosthetic inguinal hernioplasty II. Bases anatomopatológicas. Actas urol Esp 1983; 7 (6):
through a Pfannenstiel approach. Surg Gynecol Obstet 416-426.
1986; 163: 465-468.
Capítulo 25 Cook BJ, Hasthorpe S, Hutson JM. Fusion of Childhood
La hernia inguinal recurrente Rives J, Lardennois B, Flament JB, Convers G. La piece en tu- Inguinal Hernia induced by HGF and CGRP Via an Epithelial
lle de dacron, traitement de choix des hernies de l´aine de Transition. J Pediatr Surg 2000; 35: 77-81.
Arregui ME, Navarrete J, Davis CJ, Castro D, Nagan RF. l´adulte. A propos de 183 cas. Chirurgie 1973; 99: 564-575.
Laparoscopic inguinal herniorraphy. Techniques and con- Elder JS, Isaacs JT, Walsh PC. Androgenic insensivity of the
troversies. Surg Clin North Am 1993; 73: 513-527. Segura J, Pérez F, Otero JC, Navarro J, Pierres M. Hernio- gubernaculum testis: evidence for hormonal/mechanical
plastia inguinal laparoscopica mediante técnica transab- interactions in testicular descent. J Urol 1982; 127: 170-176.
Bendavid R. New techniques in hernia repair. World J Surg dominal preperitoneal. Nuestra experiencia y resultados.
1989; 13: 522-531. Cir Esp 1999; 66 (5): 416-420. Erez I, Rathaus V, Werner M, (et al). Preoperative sonography
of the inguinal canal prevents unnecessary contralateral
Champault GG, Nabil R, Catheline JM, Turner R, Boutelier Stoppa RE, Warlaumont CR. The midline preperitoneal exploration. Pediatr Surg Int 1996; 11: 487-489.
P. Inguinal hernia repair. Totally preperitoneal laparosco- approach and the prosthetic repair of groin hernia. In: Ny-
pic approach versus Stoppa operation: randomized trial of hus LM, Baker RJ. (eds). Mastery of Surgery, de 2. Boston, Fonkalsrud EW, de Lorimier AA, Clatworthy HW Jr. Femoral
100 cases. Surg Laparosc Endosc 1997; 7(6): 445-450. Little, Brown, 1992. and direct inguinal hernias in infants and children. JAMA
1965; 192: 101.
Feliu Palà X. Hernioplastia laparoscopica: complicacio- Trabucco E. The office hernioplasty and the Trabucco re-
nes y resultados. Cir Esp 1997; 61: 288-292 pair. Ann It Chir 1993; 64 (2): 127-129. Frey HL, Rajter J. Role of the gubernaculum and intrabdominal
pressure in the process of testicular descent. J Urol 1994;
Félix EL, Michas C, McKnight RL. Laparoscopic repair of Wantz G. Giant prosthetic reinforcement of the visceral 131: 574-579.
recurrent groin hernias. Surg Laparosc Endosc 1994; 4: sac. Surg Gynecol Obstet 1989; 169: 408-417.
200-4. Gill WB, Schumacher GF, Bibbo M, Straus FH. Association
of diethylstilbestrol exposure in utero with cryptorchidism,
Lawham AS, Filipi CJ, Fitzgibons RJ Jr. Mechanisms of her- testicular hypoplasia and semen abnormalities. J Urol
nia recurrence after preperitoneal mesh repair. Traditio- 1979; 122: 36-39.
nal and laparoscopic. Ann Surg 1997; 225: 422-31 Capítulo 26
La hernia complicada: Grapin C, Geraud M, Audry G. Mécanisme de la non
Lichtenstein IL, Shulman AG, Amid PK. The cause, pre- incarceración y estrangulación descente testiculaire. Chir Pediatr 1989; 30 (3): 134-137.
vention and treatment of recurrent groin hernia. Surg Clin
North Am 1993; 73 (3): 529-544. George SM Jr, Mangiante EC, Voeller GR, Britt LG. Grosfeld JL. Hernias inguinales en lactantes y niños. In:
Preperitoneal herniorrhaphy for the acutely incarcerated Nyhus LM, Condon RE. (eds.). Hernia. 3 ª ed. Buenos
Lichtenstein IL, Shulman AG, Amid PK, Montlor MM. The groin hernia. Am Surg 1991; 57: 139-41. Aires: 1991; 91-108.
tension free hernioplasty. Am J Surg 1989; 157: 188-193
Malangoni MA, Condon RE. Preperitoneal repair of acute Hadziselimovic F. Mechanism of testicular descent. Urol
Moreno-Egea A, Aguayo JL. Intra-operative and postope- incarcerated and strangulated hernias of the groin. Surg Rev 1984; 12: 155-157.
rative complications of totally extraperitoneal laparosco- Gynecol Obstet 1986; 162: 65-67.
pic inguinal hernioplasty. Surgical Laparosc Endosc 2000; Hrabovszky Z, Pinter AB. Routine Bilateral Exploration for
10 (1): 30-33. Mann DV, Prout J, Havranek E, Gould S, Darzi A. Lateonset Inguinal Hernia in Infancy and Childhood. Eur J Pediatr
deep prosthetic infection following mesh repair of inguinal Surg 1995; 5: 152-155.
Moreno-Egea, Torralba JA, Pérez-Abad JM, Aguayo JL. Téc- hernia. Am J Surg 1998; 176: 12-4.
nica laparoscópica extraperitoneal en la hernia inguinal Hutson JM, Beasley SW, Bryan AD. Cryptorchidism in
indirecta: Anatomía de las lesiones nerviosas. Video Re- Mauch J, Helbling C, Schlumpf R. Incarcerated and spina bifida and spinal cord transection: a clue to the
view Surg 1998; 15 (1): 37-44. strangulated hernias-surgical approach and management. mechanism of transinguinal descent of the testis. J Pediatr
Swiss Surg 2000; 6: 28-31. Surg 1988; 23 (3): 275.
Muñoz V, Alcázar I, Díaz MJ, Barbero V. Nuestra expe-
riencia en el tratamiento de la hernia inguinofemoral re- Pans A, Desaive C, Jacquet N. Use of a preperitoneal Janik JS, Shandling B. The vulnerability of the vas deferens:
producida del adulto. Estudio sobre 155 casos consecutivos prosthesis for strangulated groin hernia. Br J Surg 1997; II The case against routine bilateral inguinal exploration.
y propuesta de un protocolo. Cir Esp 1998; 64 (5): 458-463. 84: 310-2 J Pediatr Surg 1982; 17: 585.

Nyhus LM. The recurrent groin hernia: therapeutic solu- Pollack R. Strangulated external hernia. In: Nyhus LM, Keith A. “On the origin and nature of hernia.” Br J Surg
tions. World J Surg 1989; 13: 541-544. Condon RE. (eds). Hernia. 3rd ed. Philadelphia: JB 1924; 11: 455-475.
Lippincot, 1989.

360
Kiesewetter WB. Early surgical correction of inguinal Wyndham NR. A morphological study of testicular descent. Culver GH, Horan TC, Gaynes RP, Martone WJ, Jarvis WR,
hernias in infancy and childhood. Am J Dis Child 1958; J Anat, 1943; 77: 179. Emori TG, (et al). Surgical wound infection rates by wound
96: 362. class, operative procedure, and patient risk index. Am J
Med 1991; 91 (Supl 3B): 152-157.
Lambert J. Torsion of the testicle and of the hydatid of
Morgagni. Br J Surg 1983; 25: 553-560. Dalikert J, Hogt AH, Feijen J. Biomedical polymers: Bac-
Capitulo 28 terial adhesion, colonization and infection. CRC Crit Rev
Martínez JJ. Alteración de la espermatogénesis en la Hernias abdominales en diálisis peritoneal Biocompat 1986; 2: 219-301.
criptorquidia unilateral. Estudio experimental. Tesis doctoral.
Comité de registro de la SEN: Informe de diálisis y tras- Davis E. The future of major ambulatory surgery. Surg Clin
Montupet Ph, Esposito C. Laparoscopic treatment of plante de la Sociedad Española de Nefrología 1977. Ne- North Am 1987; 67: 893-901.
Congenital Inguinal Hernia in Children. J Pediatr Surg frología 1999; 3: 203-210.
1999; 34 (3): 420-423. Deysine M. Fisiopatología, prevención y tratamiento de
Chan M, Baillod R, Tanner A, (et al). Abdominal hernias infecciones de prótesis en cirugía de hernia. Surg Clin
Morgan EH, Anson BJ. Anatomy of region of inguinal in patient receiving continuous ambulatory peritoneal North Am (ed cast.) 1998; 1041-1049.
hernia. IV. The internal surface of the parietal layers. Q dialysis. Brit Med J 1981; 283-293.
Bull Northwestern Univ Med School 1942; 16: 20. Escartín A, Pellicer MM, Elía M, Jiménez A, Arribas
Durnad P, Chanliau J,Gamberoni J, Hestin D, Kessler M. MD, Lagunas E, Martínez M. Profilaxis antibiótica en
Muraji T, Noda T, Higashimoto Y, (et al). Contralateral Measurement of hydrostatic intraperitoneal presure; a ne- la cirugía de la hernia inguinal. Cir Esp 1999; 65: 24-
incidence after repair of unilateral inguinal hernia in infants cessary routine test in CAPD. Peritoneal dial Inter Suppl 27.
and children. Pediatr Surg Int 1993; 8: 455-457. 1986; 1: 84-87.
Florianello F, Caron R. Colorectal pathology: an analysis
Puri P, Guiney EJ, O’Donell B. Inguinal hernia in infants: Gupta S, Bagga S, Gelfman N, Margules R. Demonstra- and comparison between patients of different ages. G Chir
The fate of the testes following incarceration. J Pediatr Surg tion of subclinical inguinal hernia by peritoneal scinti- 1993; 14: 223-225.
1984; 19: 44. graphy. Clin Nucl Med 1997; 22 (6): 409-410.
Gilbert AI, Felton LL. Infection in inguinal hernia repair
Rajter J, Walsh PC. Hormonal regulation of testicular Juergensen P, Rizvi H, Caride V, Kliger A, Finkelstein F. considering biomaterials and antibiotics. Surg Gynecol
descent: experimental and clinical observations. J Urol Value of scintigraphy in chronic peritoneal dialysis. Kid- Obstet 1993; 177: 126-130.
1977; 118: 985-990. ney Int 1999; 55 (3): 1111-1119.
Gómez A, Hernando F, Blanco S, Torres AJ, Balibrea JL.
Rescorla FJ, Grosfeld JL. Inguinal hernia repair in the Morris G, Coles G, Moore R, Jurewicz A, Lord R. Abdo- Tratamiento quirúrgico del carcinoma broncogénico en
perinatal period and early infancy: Clinical considerations. minal wall hernia in autosomal dominant polycistic kid- el anciano. Cir Esp 1995; 57: 120- 124.
J Pediatr Surg 1984; 19: 832. ney disease. Br J Surg 1997; 84 (5): 615-617.
Hayes JA, Bryan RM. Wound healing following, mastec-
Rowe MI, Lloyd DA. Inguinal hernia. In: Welch KJ, Randolt Oreopoulos D, Robson M, Izatt S, (et al). A simple and sa- tomy. Aust NZL Surg 1984; 54: 25-27.
JG, Ravitch RM, (et al). (eds). Pediatric Surgery. 4th ed. fe technique for continuous ambulatory peritoneal dialy-
Chicago-London, 1986; 779-793. sis. (CAPD). Trans Am Soc Artif Intern Organs 1978; 24: Hopkins CC. Antibiotic prophylaxis in clean surgery: pe-
484-489. ripheral vascular surgery, noncardiovascular thoracic sur-
Rusell RH. “The sacular theory of hernia and the radical gery, herniorraphy, and mastectomy. Rev Infect Dis 1991;
operation”. Lancet 1906; 2: 1197-1203. Popovich R, Moncrief J, (et al). The definition of a novel 13 (Supl 10P): 869-873.
portable wearable equilibrium peritoneal dialysis techni-
Schwöbel MG, Schramm H, Gitzelmann CA. The infantile que. Trans Am Soc Artif Intern Organs 1976; 5: 64. Itulburu IM, Emparan C, del Cura JL, Méndez JJ. Inciden-
inguinal hernia a bilateral disease? Pediatr Surg Int 1999; cia de la infección de herida en el anciano. ¿La edad avan-
15: 115-118. Popovich R, Moncrief J, Nolph K, (et al). Continuous am- zada representa un factor de riesgo? Cir Esp 1997; 62:
bulatory peritoneal dialysis (CAPD). Ann Intern Med 1978; 286-290.
Singer C. Galen on Anatomical Procedures. Oxford University 88: 449-456.
Press 1956; (Published for the Wellcome Historical Medical Karran SJ, Karran SE, Toyn K, Brough P. Antibiotic prophy-
Museum by Geoffrey Cumberlege). Roco M, Stone W. Abdominal hernias in chronic peritoneal laxis in clean surgical cases and the role of community
dialysis patients. A review. Perit Dial Bull 1985; 5: 171. surveillance. Eur J Surg 1992, 567 Supl: 3 I -32.
Skinner MA, Grosfeld JL. Inguinal and umbilical hernia
repair in infants and children. Surg Clin North Am 1993; Lozano SF. Consideraciones sobre la cirugía limpia. Cir
73 (3): 439-49. Esp 1995; 57: 191-192.

Subir KC. Inguinal hernia. Pediatric surgery Int 1993; 8: Morales R, Carmona A, Pagán A, García-Menéndez C,
453-54. Capitulo 29 Bravo R, Hernández MJ, (et al). Utilidad de la profila-
Hernia e infección xis antibiótica en la reducción de la infección de he-
Tackett LD, Breuer CK, Lux FI, (et al). Incidence of Contralateral rida en la reparación de la hernia inguinal o crural
Inguinal Hernia: A Prospective Analysis. J Pediatr Surg Bellón JM, Contreras LA, Pascual G, Buján J. Análisis ex- mediante malla de polipropileno. Cir Esp 2000; 67:
1999; 34 (5): 684-688. perimental de la respuesta de fase aguda al implante de 51-59.
diferentes tipos de biomateriales en la pared abdominal.
Van Glabeke E, Khairouni A, Gall O, (et al). Laparoscopic Cir Esp 1999; 65: 286-291. Naber SP. Molecular pathology and diagnosis of infec-
Diagnosis of Contralateral Patent Processus Vaginalis in tious diseases. N Engl J Med 1994; 331: 1212-1215.
Children Under 1 Year of Age UIT Unilateral Inguinal Cainzos M, Lozano F, Alcaraz P, Apecechea A, Balibrea
Hernia: Comparison UIT Herniography. J Pediatr Surg 34 JL, Bouza E, (et al). Profilaxis antibiótica en cirugía lim- Nichols RL, Hyslop NE Jr, Bartlett JG. Decision making in
(8): 1213-15. pia. (Encuesta nacional). Cir Esp 1996; 59: 7-10. surgical sepsis. Filadelfia: BC Decker, 1991.

Wensing CJ. The embriology of testicular descent. Horm Cristina AG, Giridhar G, Gabriel BL, (et al). Cell biology Norby SR. Cost-effective prophylaxis of surgical infections.
Res 1988; 30: 144-152. and molecular mechanisms in artificial device infections. Pharmaco Economics 1996; 10: 129-140.
Int J Artif Organs 1993; 16: 775-764.
361
Platt R, Zuckel JR, ZaleniK DF, Hopkins CC, Dellin- Glassow F. The surgical repair of inguinal and femoral Capítulo 31
ger EP, Karchmer AW (et al). Perioperative antibiotic hernias. Can Med Assoc J 1973; 108: 308-313. Hernia y cirugía ambulatoria
prophylaxis and wound infection following breast surgery.
J Antimicrob Chemother 1993; 31 (Supl BP): 43-48. Glassow F. The Shouldice repair for inguinal hernia. In: Comisión para la elaboración de pautas y recomenda-
Nyhus LM, Condon RE. (eds). Hernia. 2 nd ed. Phila- ciones para el desarrollo de la cirugía ambulatoria. Acá-
Pedro-Conal de J, Suárez-García A, García-Blanch G, Cu- delphia: JB Lippincott, 1978. demia de Ciéncies Médiques de Catalunya y de Balears.
beres-Monserrat R, Fernández-Roldan R, Balibrea JL. Ci- 3-4. Madrid: Ergon, 1993.
rugía de la hernia en un programa de cirugía ambulatoria. Heifetz CJ. Resection of the spermatif cord in selected
Cir Esp 1997; 62: 115-119. inguinal hernias: 20 years of experience. Arch Surg Collen, Dillon 1962 (citado por Davis, JE. "History of ma-
1970; 101: 127-135. jor ambulatory surgery". En: Davis JE. dir. Maior Ambu-
Ríos-Zambudio A, Rodríguez-González JM, Munítiz-Ruiz latory Surgery. Baltimore: Williams and Wilkins, 1986;
V, Alcaraz-Lorente P, Ortiz-Sebastián S, Pérez-Flores D, Iles JD. Inguinal hernia repair. Med Trial Tech Q 1973; 6: 3-31).
(et al). Importancia de la profilaxis antibiótica en las even- 448-463.
trorrafias con prótesis. Cir Esp 1999; 65: 495-499. Davis JE. Cirugía Mayor en pacientes ambulatorios. Clínicas
Kaufman Z, Engelberg M, Zager. Fecal fistula: A late Quirúrgicas de Norteamérica (ed Esp.) 1987; 4: 685-707.
Stoppa RE, Warlaumont CR. The preperitoneal approach complication of Marlex mesh repair. Dis Colon Rectum
and prosthetic repair of groin hernia. En: Nyhus LM, Con- 1986; 24: 543-544. Flanagan L, Bascon J. Herniorrhaphies performed upon
don RE (eds): Hernia. Philadelphia: JB Lippincott, 1989; outpatient under local anesthesia. Surg Gynecol Obst
199-221. Kraus MA. Brief clinical report: Nerve injury during lapa- 1981; 153: 557-560.
roscopic inguinal hernia repair. Presented at Hernia 93:
Vara R, Ruiz M, Rosell J, Tovar JL, Moreno A, Guerrero JA Advances or Controversies Symposium. Indianapolis: Giner M. Cirugía Mayor Ambulatoria. Barcelona: Forum
(et al). ¿Quimioprofilaxis en Ia cirugía de la hernia? Cir 1993. Sintex, 1991; 11-12.
Esp 1993; 53: 105-107.
Moosman DA, Oelrich TM. Prevention of accidental Gil de Bernabé E, Salleras V. El valor de la información
Vinton Al, Traverso LW, Jolly JC. Wound complications after trauma to the ilioinguinal nerve during inguinal her- en los programas de cirugía ambulatoria. Cir Esp 1992;
modified radical mastectomy compared with tylectomy with niorrhaphy. Clin J Surg 1997; 133: 146-148. 51 (2): 106-110.
axilary limph node dissection. Am J Surg 1991; 161: 584-588.
Nyhus LM. Reparación de la cintilla ileopectínea en las Morgan M, (et al). "Surgeons views of day surgery: is the-
hernias inguinal y crural. Clin Quir de Norteam 1993; 3: re a consensus a mong providers?" Journal of Public He-
521-534. alth Medicine 1992; 14 (2): 192-198.
Capítulo 30
Complicaciones de la cirugía Olson M, O´Connor M, Schwarz ML. Surgical wound MSC. Cirugía Mayor Ambulatoria. Guía de Organización
de la hernia inguinal infections. Ann Surg 1984; 199: 253-259. y Funcionamiento. Madrid: Ministerio de Sanidad y Con-
sumo. Dirección General de Aseguramiento y Planifica-
Barbier J, Carretier M, Richer JP. Cooper ligament repair: Read RC. The role of protease-antiprotease imbalance in ción Sanitaria, 1992.
an update. World J Surg 1989; 13: 499-505. the pathogenesis of herniation and abdominal aortic
aneurysms in certain smokers. (Postgrad). Gen Surg Zaragoza C, Villalba S, Trullenque R, Company R. Ciru-
Bendavid R. The merits of the Shouldice repair. Probl 1992; 4: 161-165. gía mínimamente invasiva. 100 pacientes intervenidos
Gen Surg 1995; 12: 105-109. consecutivamente en cinco meses. Cirugía Mayor Ambu-
Rydell WB Jr. Inguinal and femoral hernias. Arch Surg latoria. Barcelona: Forum Sintex, 89-92.
Bendavid R. Dysejaculation: An unusual complication of 1963; 87: 493.
inguinal herniorrhaphy. Postgrad Gen Surg 1992; 4: 139-141.
Shandling B, Janik JS. The vulnerability of the vas defe-
Bendavid R, Andrews DF, Gilbert AI. Testicular atrophy: rens. J Pediatr Surg 1981; 16: 461-464.
Incidence, and relationship to the type of hernia and multi- Capítulo 32
ple recurrent hernias. Probl Gen Surg 1995; 12: 225-227. Simchen E, Rozin R, Wax Y. The Israeli study of sur- Coste y beneficio del proceso herniario
gical infection of drains and the risk of infections in
Bendavid R. The space of Bogros and the deep inguinal operations for hernia. Surg Gynecol Obstet 1990; L’analisi costi benefici in medicina. Simposio della fon-
venous circulation. Surg Gynecol Obstet 1992;174: 355. 170: 331-337. dazione Smith Kline gardone 1980 Ed. Smith Kline 1981.

Bord de J. Vascular complications of hernia surgery. In: Stoppa R. Complications de la chirurgie herniarie. J Chir Internal auditing di Franco Mauro e Sergio Stoppa Fran-
Bendavid R. ed. Prostheses and abdominal wall hernias. (París) 1997; 134: 158-168. co Angeli 1989.
Austin: RG Landes, 1994; 357-366.
Stoppa R. Complications de la chirurgie herniarie. J Chir Economia della qualità di Massimo Saita Isedi 1991.
Condon RE. The anatomy of the inguinal region. In: Her- (París) 1997; 134: 162.
nia. Philadelphia: 1964; 51-56. Tecniche d’analisi dei progetti di Gilles Vallet Franco An-
Stulz P, Pfeiffer KM. Peripheral nerves injuries resulting geli 1992.
Danielli PG. Le complicazione dei plugs: Infezione e from common surgical procedures in the lower portion
recidive. Hernia 1997; 1 (1): S 5. of the abdomen. Arch Surg 1982; 117: 324-327. Manuale di programmazione e organizzazione sanitaria di
V. Demicheli e T. O. Jefferson La Goliardica Pavese 1992.
Favretti F, Valletta S, Da Rold A. Laparoscopic hernior- Urbach JT. In: Nyhus LM, Condon RE. eds. Hernia. 2 nd.
haphy: Transabdominal preperitoneal repair of inguino- Ed. Philadelphia: JB Lippincott, 1978. Sanità e mangement di C. Ruta Etaslibri 1993.
femoral recurrences. In: Arregui ME, Nagan RF. (eds).:
Inguinal Hernia: Advances or Controversies? Oxford: Wantz GE. Testicular complications of inguinal hernio- Day hospital day surgery di E. Guzzanti, F. Mastrilli Edi-
Radcliffe Medical Press, 1994; 411-414. plasty. Probl Gen Surg 1995; 12: 219-224. team 1993.

Gilbert AL, Felton LL. Infection in inguinal hernia repair Welsh DR. Bilateral sliding inguinal hernias. (Postgrad). Rilevazione calcolo e controllo dei costi di Giuseppe Lo
considering biomaterials and antibiotics. Surg Gynecol Gen Surg 1992; 4: 114. Martire Franco Angeli 1994.
Obstet 1993; 177: 126-130.
362
Qualità concetti e metodi di C. Peri Franco Angeli 1994. Il responsabile del customer service di Lloyd Finch Fran- Capítulo 33
co Angeli 1998. La cirugía de la hernia
Migliorare la pratica clinica di Grilli/Penna/Liberati II pen- en la formación del residente
siero scientifico Editore 1995. L’azienda Sanità di Giuseppe Lo Martire Franco Angeli
1998. Condon RE. La anatomía de la región inguinal y su rela-
Il manuale della qualità di Bernard Froman Franco Ange- ción con la hernia. En: Nyhus LM, Condon RE. eds. Her-
li 1996. La qualità in Sanità da progetto a sistema pubblicato da nia. Buenos Aires: Médica Panamericana, 1991; 39-77.
Menarini soluzioni per il domani 1998.
Il Medico ed il Management di Mario Zanetti & Collabo- Donahue PE. Aspectos teóricos de las hernias. En: Nyhus
ratori Accademia Nazionale di Medicina 1996. 23. Il principio 80/20 di R. Koch Franco Angeli 1998. LM, Condon RE. eds. Hernia. Buenos Aires: Médica Pana-
mericana, 1991; 78-89.
Il sistema dei DRG raccolta decreti ministeriali prefazio- Manuale di anestesia ambulatoriale di R. S. Twersky Mi-
ne della Dott.ssa Ida Salva Di Renzo Editore 1996. nerva Medica 1998. Nyhus LM. Selected Topics in Hernia. World J Surg 1989;
13: 489.
Programmazione e controllo di M. Saita Centro studi azien- Gestione e controllo dei processi produttivi di Lorenzo
dali, Giuffrè 1996. Rossano Franco Angeli 1999. Rutkow IM, Robbins AW. Demographic, Classificatory,
and Socioeconomic aspects of Hernia Repair in the Uni-
Autodiagnosi organizzativa di Tito Conti Sperling & Kup- Il controllo di gestione di gestione di Giuseppe Lo Marti- ted States. Surg Clin North Am 1993; 73 (3): 413-426.
fer Editori 1997. re Franco Angeli 1999.
Skandalakis JE, Gray SW, Skandalakis LJ, (et al). Surgical
Il budget di T. Dickey Franco Angeli 1997. La qualità nell’impresa sociale di Enzo Mario Napolitano Anatomy of the Inguinal Area. World J Surg 1989; 13: 490-
Franco Angeli 1999. 498.
Guida al controllo di qualità di Kaoru Ishikawa Franco
Angeli 1997. Il marketing strategico nei servizi sanitari di Serena Cas-
cioli Franco Angeli 1999.
Il sistema qualità ISO 9000 in sanità di G. Baraghini, M.
Capelli Franco Angeli 1997. Le basi della qualità in day surgery di G. Bettelli Athena
1999.
Firma digitale e sicurezza informatica di Pierluigi Ridolfi
Franco Angeli 1998. Dal protocollo alla tariffa: un percorso per affrontare e
gestire le problematiche dei costi in sanità.

363
Índice alfabético
de autores
Alberto Carabias Fernández. FEA. Hospital Central de la Cruz Roja. Madrid.

Alfredo Diego Pérez. Biólogo. Jefe de Producto, División mallas y suturas. Ethicon, Jhonson & Jhonson. Madrid

Alfredo Moreno Egea. Unidad de Pared Abdominal y Hernias FEA de Cirugía General. Hospital J.Mª Morales Meseguer. Murcia.

Antonio Torregrosa Gallud. Jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Militar de Valencia.

Benjamín Solsona Narbón. Jefe Clínico del Servicio de Cirugía Infantil Hospital General Universitario de Valencia.

Conrado Herrero Bernabeu. Médico Adjunto del Servicio Cirugía General y Digestivo I, Hospital La Fe, Valencia.

Cristóbal Zaragozá Fernández. Jefe de la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria. Hospital General Universitario de Valencia. Profesor Aso-
ciado de Cirugía. Universidad de Valencia.

Dalila Patricia Greco. Cirujano Responsable de la Day Surgery Pizzamiglio II. Hospital Niguarda La Granda. Milano. Italia.

David Dávila Dorta. Médico Adjunto Servicio de Cirugía General y Digestivo. Hospital General Universitario. Valencia.

Delia Proposito. Investigadora. Universita degli Studi di Roma La Sapienza.

Eduardo de la Morena Valenzuela. Jefe de Servicio de Cirugía General. Hospital General Universitario Marina Alta, Denia. Alicante

Enric Laporte Roselló. Jefe del Servicio de Cirugía. Hospital de Sabadell. Corporación Parc Taulí.

Francesco Gossetti. Profesor Asociado de Cirugía General. Universitá degli studi di Roma “La Sapienza”. Departamento de Chirugía Generale.

Francisco Martínez Soriano. Catedrático Anatomía Humana. Departamento Ciencias Morfológicas. Universidad de Valencia.

Fernando Carbonell Tatay. Profesor Asociado de Cirugía Universidad de Valencia. Médico Adjunto del Servicio de Cirugía General y Digestiva
I, Hospital Universitario La Fe. Valencia Quirúrgica, Unidad de Cirugía Digestiva, Clínica Quirón.

Javier Alvariño Herrero. Médico Adjunto. Servicio de Nefrología. Hospital Universitario La Fe. Valencia.

Javier Feliú Palá. Médico Adjunto del Servicio de Cirugía General. Hospital de la Igualada. Barcelona.

Joaquín Ortega Serrano. Profesor Titular de Cirugía de la Universidad de Valencia. Médico Adjunto del Servicio de Cirugía. Hospital Clínico
Universitario. Valencia

José Luis Aguayo AlbasiniI. Jefe de Servicio de Cirugía Gerneral. Hospital J.Mª Morales Meseguer. Murcia.

José Luis Ponce Marco. Profesor Titular de Cirugía Universidad de Valencia. Jefe de Sección del Servicio de Cirugía General y Digestiva I,
Hospital La Fe.

José Luis Porrero Caro. Jefe del Servicio de Cirugía Hospital Canto Blanco, Madrid.
367
José Ricart Santacruz. Jefe Clínico del Servicio de Anestesia. Hospital General Universitario. Unidad de Anestesia. Clínica Quirón. Valencia.

José Mª Aragón Caro. Médico Adjunto del Servicio Cirugía General y Digestiva I, Hospital Universitario La Fe. Unidad de Cirugía. Hospital
Católico La Salud, Valencia.

Juan Antonio Flich Carbonell. Médico Adjunto Servicio Cirugía General y Digestivo, Hospital Universitario Dr. Peset Aleixandre, Valencia.

Juan Soliveres Ripoll. Médico Adjunto del Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Universitario Dr. Peset. Valencia

Linda D’amore. Profesor Asociado de Cirugía General. Universitá degli studi di Roma “La Sapienza”. Departamento de Chirugía Generale.

Luis Martí-Bonmatí. Jefe Clínico Servicio de Radiología del Hospital Universitario Doctor Peset. Servicio de Resonancia Magnética de la
Clínica Quirón de Valencia.

Manlio Carboni. Director. Universitá degli studi di Roma “La Sapienza”. Departamento de Chirugía Generale.

Manuel de Juan Burgueño. Profesor Asociado de Cirugía Universidad de Valencia. Médico Adjunto Unidad de Cirugía y Transplante Hepático,
Hospital Universitario La Fe. Valencia Quirúrgica, Unidad de Cirugía Digestiva, Clínica Quirón.

Manuel Hidalgo Pascual. Profesor Titular de Cirugía de la Universidad Complutense de Madrid. Jefe de Sección del Servicio de Cirugía
General, Aparato Digestivo y Transplante de Organos abdominales del Hospital 12 de Octubre, Madrid.Coordinador de la Sección de Pared
Abdominal de la Asociación Española de Cirujanos.

Manuel Limones Esteban. Jefe del Servicio de Cirugía. Hospital Central de la Cruz Roja. Madrid.

María Consuelo Sebastián Pastor. Médico Residente del Servicio de Cirugía General Digestiva I, Hospital Universitario La Fe. Valencia.

María José García Coret. Médico Adjunto de Cirugía General. Hospital General Universitario Marina Alta, Denia. Alicante.

Mercé Güell Garré. Médico Adjunto. Hospital de Sabadell. Corporación Parc Taulí.

Paolo Negro. Profesor Asociado de Cirugía General. Universitá degli studi di Roma “La Sapienza”. Departamento de Chirugía Generale.

Ramón Trullenque Juan. Médico Residente. Servicio de Cirugía General. Hospital Doctor Peset de Valencia.

Ramón Trullenque Peris. Profesor Titular de Cirugía Universidad de Valencia. Jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva, Hospital Ge-
neral Universitario.

Ricardo Baquero Valdelomar. Jefe Clínico. Servicio de Cirugía General y Digestiva I, Hospital Universitario La Fe. Valencia.

Segundo Gómez Iglesias. Médico Adjunto del Servicio de Cirugía General y Digestiva I, Hospital Universitario La Fe. Valencia.

Segundo Gómez Abril. Médico Residente del Servicio de Cirugía. Hospital Doctor Peset de Valencia.

Violeta Gisbert Ninet. Alumna Interna de Cirugía UCMA, Hospital General Universitario de Valencia.
368
Índice alfabético
de nombres propios
y materias
abordaje anterior de la hernia recurrente 279 bragueros-vendajes 22
abordaje preperitoneal abierto de la hernia recurrente 280 Broca, P. 19
abordaje preperitoneal anterior de la hernia recurrente 280 Bull 59
abordaje totalmente preperitoneal por laparoscopia (TEP) 284 bupivacaína 180
abordajes posteriores 63 calibrado de la suturas 169
adrenalina 179 Calvo, J. 28; 34
Aecio de Amida 23 cambios demográficos 107
agujas quirúrgicas 171 Camper, P. 44
Albucasis 23 canal femoral 268
análisis coste-eficacia 336 características de las agujas quirúrgicas 172
anatomía de la región inguinal 252 características físicas de las suturas 173
anatomía del espacio preperitoneal 245 catéteres 313; 316
anatomía quirúrgica de la región inguinal 75 catgut 175
anatomía quirúrgica del escroto y cordón testicular 76 Celso 21
anatomía topográfica de la región inguinal 111 cinta iliopubiana de Thompson 117
anatomistas prevesalianos 28 cintilla de Thomson 203
Andrews, E. W. 63 cirugía ambulatoria 327
anestesia 198; 227 cirugía de Corta Estancia 327
anestesia de la piel 180 cirugía de la Ilustración 37
anestesia de las aponeurosis 181 cirugía de urgencias 287
anestesia de los huesos y del periostio 181 cirugía del Barroco 36
anestesia de los músculos 181 cirugía del Renacimiento 29
anestesia del tejido celular subcutáneo 181 cirugía hipocrática 20
anestesia en la hernia inguinal 185 cirugía laparoscópica 68
anestesia en la herniorrafia sin tensión 240 cirugía prehelénica 19
anestesia en la técnica de Nyhus 205; 212 cirugía sin ingreso 310
anestesia en la TEP 253 cirujanos anatomistas 27
anestesia epidural 186 cirujanos anatomistas de la era preanestésica y prelisteriana 37
anestesia general 51; 185 cirujanos barberos 24
anestesia local 182; 183; 187; 321 cirujanos renacentistas 28
anestesia local aplicada por el cirujano 177 clasificación de Campanelli 145
anestesia local infiltrativa 180 clasificación de la hernia femoral 269
anestesia locorregional 186 clasificación de las hernias de Aachen 144
anestesia por planos 182 clasificación de las hernias de Bendavid 143
anestesia recomendada en la técnica de Berliner 243 clasificación de las hernias de Corbellini 139
anestesia recomendada en la técnica de Lichtenstein 235 clasificación de las hernias de Gilbert 141
anestesia recomendada en la técnica de Stoppa 246 clasificación de las hernias de Gilbert con ampliación 142
anestesia regional 186 clasificación de las hernias de Mc Vay 140
anestésicos locales 177 clasificación de las hernias de Stoppa 144
anestésicos para infiltración 179 clasificación de las hernias recidivadas de Campanelli 145
anillo crural 121 clasificación de las hernias según el contenido del saco 136
anillo femoral 268 clasificación de las hernias según la forma de presentación
anillo inguinal profundo 202 clínica 136
antecedentes de las actuales técnicas protésicas 93 clasificación de las hernias de Nhyus 141
Aquapendente, H. F. de 31 clasificación de los anestésicos locales 179
arterias 118; 123 Cloquet, H. 49; 50
asepsia 55 colágeno 130
aumento de presión endoabdominal 132 colegios de cirugía 38
Avicena 24 complicaciones debidas a la cirugía 322
Ball 56 complicaciones de la cirugía de la hernia inguinal 321
barberos legos 25 complicaciones de la hernioplastia sin tensión 238
Barker 56 complicaciones debidas a la anestesia 321
Bassini, E. 55; 59; 61; 189 complicaciones en la reparación de la hernia inguinal infantil 310
Béclard 50 complicaciones en la TAPP 265
beneficio del proceso herniario 333 conducto crural 121
Bichat, M. F. X. 42 consentimiento informado 343
biocompatibilidad 159 Cooper, A. P. 47
Blègny, N. de 36 coste del proceso herniario 333
Bonnet de Lyon 52 coste económico de la TEP 258
braguero 24 costes 109
bragueros 70; 79 cronología de la hernia inguinal recurrente 278
371
cuidados postoperatorios en la técnica de Bassini 192 fascia transversalis 116; 203
cultura árabe 26 fascia superficiales 112
Czerny, V. 56 fases clínicas de la hernia complicada 290
Championniére 56 Ferguson 63
Chopart, F. 42 field block 182
cacrón 162 formación del residente 339
catos demográficos 107 Fragoso 28; 34
Daza Chacón, D. 34 Franco, P. 33
descripción de la reparación sin suturas 220 Galeno de Pérgamo 21
descripción de la TAPP 263 ganglio de Cloquet 50
descripción de la técnica de Berliner 243 ganglio singular 41
descripción de la técnica de Lichtenstein 235 Garengot, R. J. C. 42
descripción de la técnica de McVay 195 Gerardo de Cremona 24
descripción de la técnica de Nyhus 205 Gerdy 52
descripción de la técnica de Shouldice 198 gestión de los recursos 107
descripción de la técnica de Stoppa 246 Gilbert 219
descripción de la TEP 254 Gimbernat, A. De39
desnutrición 130 gore-Tex® Dual Mesh Bio-material 165
Dessault, P. J. 42 gore-Tex® Mycromesh 165
diagnóstico 25 Günz 43
diagnóstico clínico de la hernia complicada 290 Guy de Chauliac 26
diagnóstico de la hernia infantil 300 Halsted 62
diagnóstico diferencial 147 Heaton 54
disección 27 Heister 43
disección humana 21 Henle 51
doble malla constituida 239 Henry de Mondeville 26
dolor postoperatorio 188 hernia bisacular o mulitlocular o de Astley Cooper 139
Durero, A. 28 hernia complicada 289
ecografía 153; 154; 291 hernia crural 139; 231; 267
edad de oro española 34 hernia crural prevascular o de Hesselbach 139
eficacia 335 hernia de Littré 137
elección del material de sutura 171 hernia de Richter 137
e-PTFE 163 hernia deslizada 137
escuela de Alejandría 20 hernia en el lactante y en el niño 295
Escuela de Medicina y Cirugía de Valencia 34 hernia estrangulada 20; 136
escuela médica de Salerno 25 hernia incisional 315
espacio preperitoneal 202 hernia inguinal congénita 135
estadios o etapas en las hernias inguinales 140 hernia inguinal oblicua externa 138
estrangulación 21; 289 hernia inguinal oblicua interna 138
estrangulación herniaria 23 hernia inguinal recidivada 230
etiología de la hernia femoral 268 hernia inguinal recurrente 277
etiopatogenia de la hernia 127 hernia no estrangulada 52
etiopatogenia de la hernia complicada 290 hernia pectínea o de Cloquet 139
etiopatogenia de la hernia inguinal recurrente 277 hernia primaria 136
evaluación económica 335 hernia recidivada o reproducida 136
examen de las regiones inguinal 147 hernia reductible 136
examen del conducto inguinal 148 hernia retrovascular de Serafini 139
exploración clínica de las hernias 147 hernia umbilical 315
exploración de la ingle contralateral en niños 304 hernia a través del ligamento de Gimbernat 139
exploración de la región crural 148 hernia abdominales en diálisis peritoneal 311
factores ambientales en la etiología de la hernia inguinal 132 hernia directa 230
factores anatómicos en la etiología de la hernia inguinal 128 hernia indirecta 228
factores biológicos en la etiología de la hernia inguinal 130 herniografía 152
factores favorecedores de la aparición de hernias 312 hernioplastia 55, 272
factores hormonales de la hernia infantil 298 hernioplastia combinada 270
factores mecánicos de la hernia infantil 297 hernioplastia con taponamiento de redecilla 225
factores neurológicos de la hernia infantil 298 hernioplastia preperitoneal posterior 287
Falopio, G. 31 herniorrafia 193; 340
fármacos 188 herniorrafia de Bassini 63
fascia de Scarpa 112 herniorrafia sin tensión 233
fascia innominada 112 herniorrafias 272
372
herniorrafias sin tensión 239 membrana peritoneal 311
herniotomía 53; 78 mepivacaína 180
Hesselbach 50 método antiséptico de Lister 56
Hilden 37 método de Cushing 182
Hipócrates 20 método esclerógeno 54
historia de la anestesia local 178 modificaciones de la técnica de Nyhus 212
historia de la hernia crural 267 morbilidad 287
historia de la hernia infantil 295 Morton 51
historia de la reparación con el ligamento de Cooper 194 Mouret 68
Hunter 40; 45 músculos oblicuo menor 113
importancia actual de la hernia crural 267 músculo transverso del abdomen 113
incarceración 289 nervios 119; 124
incidencia de la hernia infantil 296 Nück 37
incidencias en la TEP 257 Nyhus 201
incidencias intra- y postoperatorias en la técnica de Nyhus 209 objetivos de la herniorrafia sin tensión 239
incidencias per- y postoperatorias en la herniorrafia sin tensión 242 objetivos de la reparación sin suturas 220
incidencias per- y postoperatorias en la técnica de Stoppa 249 objetivos de la TAPP 262
incidencias pre- y postoperatorias a corto y largo plazo en la téc- objetivos de la técnica de Berliner 243
nica de Berliner 244 objetivos de la técnica de Lichtenstein 234
indicaciones de la hernioplastia 237 objetivos de la técnica de Rutkow 227
indicaciones de la TAPP 262 objetivos de la técnica de Shouldice 197
indicaciones de la técnica de Berliner 244 objetivos de la ténica de Stoppa 246
indicaciones de la técnica de McVay 196 objetivos de la TEP 253
indicaciones de la técnica de Nyhus 208 objetivos del abordaje preperitonal 204
indicaciones de la técnica de Rutkow 231 opciones técnicas en la hernia femoral 270
indicaciones de la TEP 256 organogénesis de la hernia infantil 296
indicaciones del procedimiento 248 orificio femoral 268
indicadores económicos 334 orificio superficial 113
infección 317 Pablo de Egina 23
inyecciones esclerosantes 54 Pancoast, J. 54
Kingstone 58 papiro de Ebers 19
Kirschner 66 Paracelso 29
Kocher 57 pared anterior del conducto inguinal 113
La Roque 64 pared posterior del abdomen 116
Lafranco de Milán 26 Paré, A. 32
Laguna, A. 34 partes de la aguja quirúrgica 171
Leonardo da Vinci 28 patogénesis de la hernia infantil 299
Leónidas de Alejandría 23 patogenia de la hernia femoral 269
Lequín 37 periodo árabe y judío 23
Lichtensteinn 233 periodo bizantino 23
lidocaína 180 periodo del prerrenacimiento 26
ligamento de Cooper 47; 193; 203 periodo del Renacimiento 27
ligamento de Gimbernat 41 periodo grecoromano 21
ligamento de Henle 117 periodo medieval 24
ligamento de Hesselbach 50; 117 periodo monástico 25
ligamento iliopubiano 203 periodo salernitano 25
ligamento inguinal 115 Petit 41
ligamento pectíneo 47 Phelps 58
Lister 55 PHS 239
Lotheissen 64 piel 112
Luton 54 plastias artificiales en la hernia 93
Macewen 57 poliamida 174
Marcy 58 poliéster 162; 175
material sintético absorbible monofilamento de larga duración 175 polipropileno 162; 163; 174
material sintético absorbible trenzado de soporte a medio plazo 175 politetrafluoretileno expandido 163
materiales de las suturas 167; 168 políticas de ahorro de recursos 108
Mc Burney 59 Porcel 34
Mc Ewedy 66 posición del paciente durante la intervención 26
McKernan 251 postoperatorio de la hernia complicada 294
Mondeville, Henry 26 postoperatorio en la técnica de Rutkow 231
medicina griega 20 Pott 44
373
preparación preoperatoria en la TAPP 263 suturas no absorbibles 169; 174
prevención de las recurrencias de la hernia inguinal 278 tabaco 131
principios anatómicos de la vía preperitoneal 202 TAC 291
principios de la reparación sin suturas 220 Tait 58
principios fundamentales de la técnica de Rutkow 226 TC 154; 155
procedimiento de Gilbert 221 técnica canadiense 197
procedimiento de Bonnet 53 técnica de Bassini 189; 190
procedimiento de Gerdy 53 técnica de Bendavid 281
procedimiento de Valette 53 técnica de Berliner 243
prótesis 68; 157; 247; 256 técnica de Ferguson 308
prótesis compuestas 166 técnica de Gilbert 219
prótesis no reabsorbibles 162 técnica de McVay 193
prótesis reabsorbibles 165 técnica de Mitchell-Banks 307
puntas de agujas 173 técnica de Nyhus 201; 274; 282
quelotomía 53; 78 técnica de Read 281
radiodiagnóstico 151 técnica de Rigault 283
radiografía simple 152 técnica de Rives 280
reconstrucción con tapón 273 técnica de Ruggi-Parlaveggio 64
recurrencias 326 técnica de Rutkow 225
recurrencias tardías de la hernia inguinal 278 técnica de Shouldice 197
recurrencias tempranas de la hernia inguinal 278 técnica de Stoppa 245; 282
referencias históricas de las prótesis 158 técnica de Trabucco 273; 283
reforzamiento protésico gigante del saco visceral 245 técnica de Wantz 283
región inguinocrural en la mujer 149 técnica inguinal de Lichtenstein 233
región inguinocrural o femoral 120 técnica quirúrgica de la herniorrafia sin tensión 240
renacimiento francés 34 técnica exploración tomográfica 153
reparación al ligamento de Cooper 193 técnicas anestésicas 185
reparación al ligamento inguinal 189 técnicas cerradas o acceso laparoscópico 274
reparación de las hernias de la ingle por la vía preperitoneal “corta” 201 técnicas de implantación de catéteres 313
reparación del “tapón de redecilla” 231 tejido celular preperitoneal 116; 118
reparación en la técnica de Bassini 192 tejido celular subcutáneo 112; 120
reparación en la técnica de Shouldice 199 teoría congénita 127
reparación mediante el ligamento de Cooper 193 tipos de catéteres 313
reparación por la vía anterior 56 tomografía computarizada (TC) 153
reparación por vía laparoscópica 251 toxinas 130
reparación sin suturas 219 tratamiento de la hernia infantil 306
rerrecurrencias tras la colocación de una malla por vía inguinal 286 tratamiento de la hernia inguinal por laparoscopia 261
resonancia magnética (RM) 153 tratamiento quirúrgico de la hernia recurrente 279
resultados actuales de la TEP 258 tratamiento quirúrgico de la hernia complicada 292
resultados de la técnica de McVay 196 tratamiento quirúrgico de la hernia femoral 269
resultados de la técnica de Nyhus 215 tumor herniario 22
Richter 44 ungüentos 21
RM 155; 156 Unidad de CMA del Hospital General de Valencia 328
Ruggi 64 Unidades de Cirugía Mayor Ambulatoria (UCMA) 327
ruptura de la pared abdominal 21 Usher 94
Rutkow 225 Velpeau 54
Saviard 36 venas 118; 123
Scarpa, A. 48 vendajes-bragueros 21
Schawalwer 54 ventajas de la anestesia local 187
Schultes 37 Verheijen 37
Schultz 261 Vesalio, A. 28; 30
secuencia clínica de la anestesia local 177 vía preperitoneal (TEP) 251
secuencia de la estrangulación herniaria 290 vía transperitoneal (TAPP) 261
seda 174 Virgili 38
Shouldice 197 Wells 51
sistema de Prolene® para hernias 239 Wiseman 37
Stoppa, R. 245 Wölfler 63
Stromayr, G. 35 Wutzer 52
suturas 167 yatrogenia 131
suturas absorbibles 169; 175

374
Páginas web relacionadas
con la hernia y la cirugía
Medicina y Cirugía Hernia Johnson & Johnson

Asociación Española de Cirujanos Dedicada a la hernia Página de Johnson & Johnson, productos profesionales
http://www.aecirujanos.es/ http://www.herniaweb.com/ http://www.jnjgateway.com/

American Academy of Surgeons Página de la European Hernia Society


http://www.facs.org/index.html http://www.herniaweb.com/ehs/index.html Varios
Asociación Española de CMA Página de la American Hernia Society Ministerio de Sanidad y Consumo
http://www.telprof.es/asecma/ http://www.ahs.com/ http://www.msc.es/

Página de Cirugía Página dedicada a la hernia Links de medicina y cirugía


http://surgery.medscape.com/ http://www.herniasolutions.com/ http://www.medwebplus.com/
Home/Topics/surgery/surgery.html
Página dedicada a la hernia Guia Puntex online
http://www.vioworks.com/ http://www.puntex.es/

377
La idea de hacer este Proyecto surgió en enero de
1999. El libro se terminó de imprimir en los
talleres de Gràfiques Vimar, S.L. en la Vila
de Picanya (Valencia) el día 12 de abril
Jueves Santo, de 2001, con una pri-
mera edición de 1500 ejemplares. Se
completa con un CD interactivo
de las películas sobre técnicas
quirúrgicas para la hernia y
una edición fascímil del
libro de Antonio de
Gimbernat impreso
en 1793.
Laus Deo

You might also like