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número 3 /
septiembre-diciembre 2006
[2]
El agua, Venus y Antonioni
Aarón Polo López
[34]
Un hombre nuevo, un cine nuevo
El cine de Leobardo López Arretche
Israel Rodríguez Rodríguez
[50]
BABEL
Las representaciones del tiempo historias y metahistorias ::: 03
(segunda parte)
Sergio Valerio Ulloa
[86]
A la mexicana
Lourdes C. Pacheco
Ladrón de Guevara
[96]
Dos cuentos:
La iglesia de la no resurrección /
Catulo arrepentido
Juan Maya Ávila
Le amiche (Michaelangelo Antonioni, 1955)
El agua, Venus
y Antonioni
por Aarón Polo López
MICHELANGELO ANTONIONI ES uno de los polos del cine neorrealista italiano. Con él,
se logra la introspección de los personajes y el reflejo de sus inestabilidades, se ve la
crisis moral aún permanente. Su cine es tan basto en posibilidades de interpretación que
permitió hacer el presente trabajo.
«El agua, Venus y Antonioni» pretende mostrar la posible interacción que existe
entre éstos tres elementos, y mostrar sus diversos significados.
POLO LÓPEZ: EL AGUA, VENUS Y ANTONIONI / 05
Pese a la no poca bibliografía existente de
Michelangelo Antonioni, no es mucho lo
que se sabe con respecto a su vida
personal. Uno de sus entrañables amigos
y colaborador en varias de sus películas,
Alain Cuny, así lo dice:
El hombre del Sur vive con poco, y en La utilización en las películas de recursos
un país de abundancia; el hombre del procedentes de la pintura parece natural
Norte consume mucho en un país estéril: a los realizadores italianos y, junto con
uno busca el reposo y el otro el ello, una aptitud para captar los momentos
movimiento. El hombre del Sur, en su plenos de la experiencia humana.4
inactividad muscular, se ve continuamente
llevado a la meditación. Un pinchazo Inclusive, La aventura, La noche, El eclipse,
con una espina es más cruel para él
El desierto rojo, más que títulos de películas
que un sablazo para otro. La expresión
en las artes debía, por tanto, nacer en parecen nombres de cuadros. «¿Usted
el Sur. pinta?», le preguntaron alguna vez a
En Italia, el clima da lugar a más Antonioni, y él contestó: «Cosas pequeñas
fuertes pasiones; los gobiernos no pesan con técnicas mixtas de collage. Pero no
sobre las pasiones; no hay capital. me considero un pintor, lo hago por
Hay, pues, más originalidad, más genio
diversión. Si lo soy, lo soy en el cine».5
natural.2
Cada película de Antonioni es una
serie de cuadros que van siendo ocupados
El historiador de arte André Chastel agrega
por diversos objetos (entre ellos –según
al comentario de Stendhal:
el propio Antonioni- los actores) creando
Así, pues, sería en la propia naturaleza, una significativa gama de colores y
en la fisonomía geográfica de la Península, complejidades.
en las diversidades de las provincias,
donde habría que buscar las más En todo film, cada imagen –cualquier-
interesantes fuerzas del arte italiano.3 se halla ya cargada de cierto sentido
antes de intervenir la más elemental
Antonioni, «el cineasta con manos de las combinaciones con miras a
una significación eventual.
de pintor», muestra un rico atavismo en el
Toda cosa, todo acontecimiento,
sentido de las composiciones y de los todo individuo, tienen por sí mismos,
colores, por ello ha sido considerado uno por su simple presencia «en el mundo»,
de los herederos de la actividad de Piero una cierta significación. Al estar
della Francesca, Corregio o los Carraci. constituida la imagen que los manifiesta
a la mirada por todo aquello de lo
POLO LÓPEZ: EL AGUA, VENUS Y ANTONIONI / 07
cual ella es imagen, es normal que harían el ridículo comparados con los
su significación primera sea la de las productos más elaborados de la literatura
cosas representadas.6
narrativa moderna».8
No es puramente casual que en
El cine de Antonioni también ha
La noche Valentina (Monica Vitti) sea
sido considerado como cine literario, pese
presentada leyendo Los sonámbulos de
a las ideas del autor francés André Malraux
Moravia, mientras bulle a su alrededor el
en su libro Psicología del cine: «la novela
desfile de los «obsesos», de los invitados
conserva sobre el film una gran ventaja, y
a la villa de Brianza; desfile que constituye
ésta es la posibilidad de pasar al interior
la segunda parte del film, y que se asocia
del personaje».7
a la fiesta final de La aventura en el San
He aquí, según una mayoría de
Domenico Palace de Taormina: aspecto
tratadistas y críticos de arte, el «talón de
análogo de la misma «noche». Así como
Aquiles» de la narrativa cinematográfica
no es fortuito el hecho de que en La
que, por definición, se sustenta en la
aventura Antonioni nos muestre los libros
reproducción fotográfica espacio-temporal
que leía la «desaparecida» Anna: la Biblia
de la realidad física. Sin embargo, y a
y Tierna es la noche.
pesar de esta aparente limitación, la lucha
Pierre Leprohon, analizando la
por ensanchar los senderos expresivos del
evolución y enriquecimiento de los recursos
cine se denotan en innumerables ejemplos.
expresivos del cine en los últimos años, y
Una buena parte de la vanguardia
refiriéndose de un modo especial a la
del cine moderno, y el cine de Antonioni
obra de Antonioni y de Alain Resnais,
en particular, es tributario de toda una
concluye:
tradición cultural que, además de incluir
las experiencias de la escuela cinematográfica La etapa del cine hablado toca a su
italiana del neorrealismo, incluye la obra fin. Caminamos hacia lo que se llama
de Flaubert, Gide, Proust, Joyce, Pavese ya con un término nuevo el cine-
y Sartre. El novelista Alberto Moravia ha novela. Esta tercera forma conocerá sin
escrito: «Antonioni es uno de los pocos duda tantos errores y riquezas como las
que le han precedido. Pero es por
autores cuyos films, puestos en prosa, no
ellas, igualmente, que el cine vivirá.9
08 / BABEL: 03
que van por la villa de Brianza, como Es justamente en la alberca donde empieza
durante la fiesta del San Domenico Palace, a ser asediada por un invitado a la fiesta.
de La aventura. Ya no viven, son Por su parte, Giovanni se encuentra
marionetas, autómatas, muertos como Patrizia con Valentina; después de jugar, él la
y Raimondo, como Corrado y Giulia, besa.
personajes también de La aventura. En el jardín tocan jazz y Lidia
Internados en la fiesta, frente a la baila con el hombre que la inquieta. El
alberca, Giovanni y Lidia conversan con momento dura muy poco, pues la lluvia
los padres de Valentina. Él habla sobre la los sorprende.
idea del suicidio, que ha pasado por su
mente invariablemente, no hay futuro y el
pasado no es muy complaciente. Venus extiende a todos su
poder irresistible y actúa como
vivificadora de toda la
naturaleza. Aunque podría
Del pecho de Venus se desató
considerarse como la diosa
la recamada correa bordada,
del instinto sexual en la medida
donde estaban fabricados todos
que inspira el deseo y protege
sus hechizos, allí estaba el
también la prostitución, no deja
amor, allí el deseo, allí la
de ser la diosa del amor en
amorosa plática, la seducción
general, conyugal o libre.28
que roba el juicio incluso a
los muy cuerdos.27
Los sonámbulos son avivados por el torrente
Homero de agua, y se desata un frenesí general
Ilíada, XIV que hace que todos se lancen a la alberca,
sugiriendo también, el despertar de su
Lidia se separa y toma su propio rumbo. instinto sexual. Inclusive al comenzar la
Observa constantemente a la gente que lluvia, una de las mujeres besa la estatua
se encuentra en la alberca, todas estas de un fauno, es el encuentro entre éstos
personas se encuentran solas, como ella. y las hadas. Lidia está a punto de sumarse
al frenesí, pero aquel hombre, Fanti (Aimone
POLO LÓPEZ: EL AGUA, VENUS Y ANTONIONI / 25
Marsan), le indica que no haga locuras, Después de decir esto, Valentina
y se la lleva en medio de la lluvia en observa la lluvia a través de un cristal.
automóvil. Es en toda esta secuencia donde Empieza a llover. La lluvia, provoca en
se ve por única vez a Lidia sonreír. estos personajes un cambio, los sacude;
Giovanni busca entre la casa sin pero una vez que el ritmo del sonido del
luz a Valentina. agua es constante, es permanente, regresan
En un crucero, totalmente a su soledad.
empapados por la lluvia, Fanti trata de Valentina graba sus pensamientos
besar a Lidia; ella no oculta su deseo por y se los muestra a Giovanni, pero a ella
hacerlo, pero finalmente no puede. le parecen tontos, como el mundo en el
En la casa, en un portal, frente a que vive; preferiría grabar sonidos,
la lluvia, Giovanni encuentra a Valentina. escogerlos, las olas del mar cuando te
abandonas en ellas, por ejemplo.
VALENTINA: No acostumbro
destruir hogares. Al menos en
eso… soy estable. Ahora
buscarás a tu esposa y te
Il deserto rosso, 1964
quedarás con ella.
ARISTARCO, Guido
[1966] Novela y antinovela. El cine italiano después del Nota
neorrealismo, Buenos Aires: Editorial Jorge Álvarez.
«El agua, Venus y Antonioni» contó con una
DE LA COLINA, José
[1972] Miradas al cine, Ciudad de México: Secretaría de revisión del doctor Aurelio de los Reyes.
Educación Pública.
CHASTEL, André
[1988] El arte italiano, Madrid: Ediciones Akal. Sobre el autor
GALLARDO LÓPEZ, María Dolores
[1997] Mitología Clásica resumida, Madrid: Ediciones Clásicas. Aarón Polo López (Ciudad de México; 1975)
es Licenciado en Historia y Maestro en Historia
GRUPO TEMPE del Arte por la Universidad Nacional Autónoma
[1998] Los dioses del olimpo, Madrid: Alianza Editorial.
de México. Actualmente se desempeña como
POLO LÓPEZ: EL AGUA, VENUS Y ANTONIONI / 33
profesor de cine y pintura colonial en la Escuela
Nacional de Antropología e Historia y es coordinador
del módulo Historia del Arte en el siglo XX en
la Especialidad de Historia del Arte en el Instituto
de Investigaciones Estéticas de la Universidad
Nacional Autónoma de México. aaronpl01@aol.com
Apunte teórico:
concepción semiótica del cine
Nota
Una primera versión de «Un hombre nuevo, un cine
nuevo. El cine de Leobardo López Arretche» fue presentada
en el III Encuentro Latinoamericano de Estudiantes de
Historia (Taxco, México; 2005).
Sobre el autor
búscala cada
6 meses en
www.publicaciones.cucsh.udg.mx/
grieta/index.htm
revistagrieta@yahoo.com.mx
La persistencia de la memoria (Salvador Dalí, 1931)
Las
representaciones
del tiempo
(segunda parte)
por Sergio Valerio Ulloa
CONTINUACIÓN...
representación, de las cuales sólo la primera que tiende al presente, y así lo plantea
es un acto donante en su origen».33 como que ha-sido. La rememoración se
El presentar del hacer presente o inserta en la corriente de lo vivido ya que
actual, es distinto del representar, o el el recuerdo también contiene intenciones
volver a presentar, que quiere decir traer de espera, cuyo cumplimiento conduce al
de nueva cuenta al presente algo. El presente. De tal manera que podemos
«una vez más» es mucho más que el decir que el presente es a la vez lo que
«aún», dice Ricoeur. Lo que podría encubrir vivimos y lo que realiza las anticipaciones
esta diferencia es el rasgo principal propio de un pasado rememorado: «recuerdo haber
de la modificación de retención que esperado lo que ahora se ha realizado»,
transforma efectivamente el «ahora», tanto con esta frase se evidencia que el presente
reproducido como originario en un pasado. es la realización del futuro rememorado.35
La rememoración, con su libertad para A partir de la retención y la
traer las cosas del pasado al presente, o rememoración se puede hablar de un
de recapitular, proporciona la necesaria ‘encadenamiento del tiempo’, un único
distancia de la libre reflexión. La reproducción recorrido temporal, en el que cada uno de
se convierte entonces en un libre recorrido los acontecimientos encuentra un lugar
que puede conferir a la representación del diferente. El objetivo del lugar de un
pasado un tiempo, una articulación, una acontecimiento rememorado merced a este
claridad variables.34 único encadenamiento del tiempo constituye
Por su forma de flujo de vivencia, una intencionalidad suplementaria que se
la rememoración presenta los mismos rasgos añade a la del orden interno de la
de intencionalidad retencional que el recuerdo rememoración, el cual supone reproducir
primario y, además, tiende intencionalmente el de la retención. Este objetivo del «lugar»
a esta intencionalidad primaria. Esta en el encadenamiento del tiempo es lo
reduplicación intencional propia de la que permite caracterizar como pasado,
retención garantiza la integración de la presente o futuro, duraciones que presentan
rememoración en la constitución de la contenidos diferentes -pero que ocupan
conciencia del tiempo. La rememoración un mismo lugar en el encadenamiento del
no es sólo un «como si» presente: sino tiempo-, y, por lo tanto, darán sentido
VALERIO ULLOA: LAS REPRESENTACIONES DEL TIEMPO (2) / 63
formal a la característica pasado, presente o, mejor dicho, de la «materia» de lo
y futuro. Pero este sentido formal no es vivido a su «forma» temporal. De esta
un dato inmediato de la conciencia, sino manera, la «situación temporal» permite
que hablamos propiamente de aplicar la característica del presente, del
acontecimientos del pasado, del futuro y pasado, del futuro, a «vivencias»
del presente sólo en función de esta segunda materialmente diferentes.37
intencionalidad de la rememoración, que El plan de Husserl para explicar
busca su lugar independientemente de su la conciencia íntima del tiempo está dividido
contenido y de su duración propios. La entres planos: el primero comprende las
fenomenología de la conciencia íntima del cosas de la experiencia en el tiempo
tiempo intenta explicar, mediante un juego objetivo; el segundo es el de las unidades
complejo de intencionalidades superpuestas, inmanentes del de los objetos temporales;
la forma pura de la sucesión: esta ya no y el tercero, es el del flujo absoluto de la
es una presuposición de la experiencia, conciencia, constitutivo del tiempo.38
como en Kant, sino un correlato de las ¿Cómo llegar al tercer plano del
intencionalidades abiertas sobre el flujo absoluto si en el segundo plano
encadenamiento temporal y prescinde de Husserl ha aceptado que los tempo-objetos
los contenidos rememorados; este deben tratarse como unidades constitutivas
encadenamiento es entendido como el «halo» independientes unos de otros? Por el
oscuro de lo que es actualmente contrario, si el flujo absoluto de la conciencia
rememorado, comparable al segundo plano tiene algún sentido, Husserl tendrá que
espacial de las cosas percibidas.36 renunciar a apoyarse en cualquier identidad,
La inserción de la retención y de aunque sea la de los tempo-objetos, por
la reproducción en el encadenamiento del lo tanto, también a hablar de velocidad
tiempo interno es la base sobre la que se relativa, ya no habrá aquí «algo» que
edifica el tiempo, en el sentido objetivo dure. Por tal motivo, a Husserl se le
del término, como orden serial indiferente presentan tres problemas a resolver: la
a los contenidos que lo completan. La forma de unidad que une los flujos en un
noción se «situación temporal» es el flujo único; la forma común del «ahora»
concepto clave de este paso de lo subjetivo (origen de la simultaneidad; la continuidad
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nos dice que la idealidad trascendental del tiempo está totalmente condicionada por
espacio y del tiempo tiene como otra cara esta red, merced a su carácter indirecto.
su realidad empírica, algo que Kant se ha Según Ricoeur, de esto deriva que el
empeñado en negar en su estética tiempo, pese a su carácter subjetivo, es
trascendental. La inherencia originaria del el tiempo de la naturaleza, cuya objetividad
tiempo y el espacio respecto del sujeto, es definida enteramente por el carácter
enmascara la otra cara del problema e categorial del espíritu.51
impide plantear la pregunta sobre la realidad Esta afirmación de Ricoeur sobre
empírica correspondiente a la idealidad la conversión aristotélica de Kant, se resuelve
trascendental, asegura Ricoeur. Es decir, de manera un tanto atropellada e
si a todo objeto representado en la insuficientemente justificada, porque Kant
conciencia le corresponde un objeto situado no deja de afirmar y de decir que el
fuera del sujeto en la naturaleza, ¿qué tiempo y el espacio no son objetos que
objetos les corresponden a las reclamen para sí el estatuto de realidad
representaciones del tiempo y del espacio? empírica, fuera de la conciencia. La
Los cuales para Kant al ser intuiciones suposición de un tiempo objetivo kantiano
puras no tendrían un referente objetivo o contradice todas sus afirmaciones en la
empírico.50 estética trascendental, pues ahí advierte
Dice Ricoeur que la respuesta la claramente que el tiempo y el espacio son
tenemos que buscar en la Analítica de los intuiciones puras y no empíricas. Pero
principios, en donde Kant sostiene que la Ricoeur sin autorización de Kant lo vuelve
objetividad del objeto, cuyo garante es el a situar dentro de la corriente filosófica
sujeto trascendental, es una naturaleza de que coloca al tiempo en la vertiente de la
la que la física es la ciencia empírica. Las naturaleza, algo que ni Aristóteles tiene
analogías de la experiencia proporcionan claramente definido. Pero según Ricoeur,
el aparato conceptual cuya red articula la Kant termina con la vertiente del alma, la
naturaleza. La teoría de las modalidades muerte del sentido interno, la asimilación
añade el principio de cierre que excluye de las condiciones gracias a las cuales
de lo real a cualquier entidad que se sitúe los fenómenos internos pueden ser conocidos
fuera de la red. La representación del objetivamente según las condiciones a las
VALERIO ULLOA: LAS REPRESENTACIONES DEL TIEMPO (2) / 69
cuales son sometidos los propios fenómenos la fuerza de los fenómenos mismos. Afirma
externos, ya no permite conocer más que Heidegger que Kant no pudo avanzar en
a una naturaleza.52 esta dirección porque hubo dos obstáculos
Ricoeur señala que también en que se lo impidieron: en primer lugar, no
Kant el tiempo es «algo» del movimiento, desarrolló una previa analítica ontológica
pero que es cierto que hace falta un alma de la subjetividad del sujeto, es decir,
para contar, pero lo que es numerable, lo omitió la pregunta que interroga por el ser
que es contado, está ante todo en el en general, y en consecuencia le faltó una
movimiento. La oposición entre Kant y ontología del «ser ahí». En vez de esto,
Husserl en su concepción del tiempo no y a pesar de todos sus esenciales progresos
sólo es formal sino material, entre el siguió dogmáticamente la posición de
tiempo de la naturaleza y el tiempo del Descartes con el «cogito sum». En segundo
alma.53 lugar, el análisis kantiano del tiempo, a
En esta apreciación sobre Kant, pesar de retraer este fenómeno al sujeto,
Ricoeur recoge la opinión de Heidegger siguió orientándose por la comprensión vulgar
quien señala que la concepción kantiana y tradicional del tiempo (la concepción
del tiempo se mueve dentro de las griega del tiempo, como tiempo objetivo),
estructuras puestas de manifiesto por lo cual impidió a Kant en definitiva destacar
Aristóteles, en la tradición ontológica griega, la estructura y la función peculiares del
en la cual el tiempo se toma como un fenómeno de una «determinación
ente entre otros entes, y se intenta apresarlo trascendental del tiempo». Como
a él mismo, en la estructura de su ser, consecuencia de este doble influjo de la
desde el horizonte de la comprensión del filosofía tradicional en Kant, siguió embozada
ser que se orienta ingenua y tácitamente en una completa oscuridad la decisiva
por él mismo. A pesar de que el mismo conexión entre el tiempo y el «yo pienso»,
Heidegger reconoce que Kant fue el primero ocultándose el verdadero problema.54
y el único que se movió durante un trecho
del camino de la investigación en la dirección
de la dimensión de la temporariedad, o 7. La concepción
que se dejó empujar en este sentido por
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Esta comprensión previa del ser, es muy importante porque de ella Heidegger
según el autor, es ella misma un fenómeno va a desprender el «ser ahí».
positivo que hay que aclarar, pues puede Para Heidegger es muy importante
estar llena de opiniones y teorías tradicionales establecer que la pregunta que interroga
sobre el ser. Es lo que podemos llamar el por el ser, es un «hacer ver a través» de
sentido común, o la manera tradicional de un ente, el que interroga, bajo el punto
explicar y ver las cosas. En todo caso, de vista de su ser. El preguntar por el ser
señala Heidegger, el ser por el que se implica un ser, pero este ser que pregunta
pregunta no es algo completamente corresponde a un ente, que somos en
desconocido a nosotros, aunque sea algo cada caso nosotros mismos y que tiene
difícil de aprehender o inmediatamente del entre otros rasgos la «posibilidad de ser»
todo inapresable.61 del preguntar. Este ser que somos
Heidegger descubre que «el ser» preguntando por el ser, es lo que Heidegger
de los «entes» no «es» él mismo un designa con el término de «ser ahí». Para
«ente». Pero vayamos por partes y Heidegger es necesario hacer un adecuado
despacio, primero ¿qué es un ente? Según y previo análisis de un ente (el ser ahí)
las definiciones que aporta el mismo autor poniendo la mirada en su ser.63
los «entes» son muchas cosas, todo aquello El ser ahí es el ente que tiene
de que hablamos y que mentamos, a las que ser objeto de un desarrollo ontológico
cuales nos referimos o nos conducimos de suficiente, propone Heidegger, antes que
tal o cual manera, pero también nosotros de que el preguntar mismo deje «ver a
mismos somos entes. Sin embargo, para través» de él. De tal manera que la
Heidegger, el ser por el que preguntamos pregunta que interroga por el ser «no es
requiere de una forma peculiar de mostrarlo, sino el hacer radical una tendencia de ser
que se diferencia esencialmente del esencialmente inherente al ser del «ser
descubrimiento de los entes, para lo cual ahí» mismo, la comprensión preontológica
se necesita un repertorio peculiar de del ser», según concluye Heidegger.64
conceptos.62 De tal manera que el ser de
un ente es distinto al ente mismo del cual
se está buscando su ser, esta distinción
VALERIO ULLOA: LAS REPRESENTACIONES DEL TIEMPO (2) / 73
Delimitación conceptual del «ser ahí» 1. Que la «esencia» de este ente
está en su «ser relativamente a».
Para aclararnos un poco esta terminología De tal manera que la «esencia»
abigarrada de Heidegger, después de del «ser ahí» está en su
explicarnos la diferencia entre un ente y «existencia», lo cual lo sitúa como
un ser, habría que preguntarnos ¿qué es? un ente que no es visible a simple
O ¿quién es? el «ser ahí». «El ente cuyo vista, no es un ente «ante los
análisis es nuestro problema somos en ojos» de tal o cual aspecto, sino
cada caso nosotros mismos -afirma modos de ser posibles para él en
Heidegger. El ser de este ente es, en cada caso. De tal modo que el
cada caso, mío. En el ser de este ente término «ser ahí» no expresa su
se conduce este mismo relativamente a su «qué es», como mesa, casa árbol,
ser. Como ente de este ser es entregado sino el «ser».
a la responsabilidad de su peculiar «ser 2. Que el ser que le va a este ente
relativamente a». El ser mismo es lo que en su ser es, en cada caso, mío.
le va a este ente en cada caso.65 La mención del «ser ahí» tiene
Está claro que para Heidegger el que ajustarse al carácter del «ser,
«ser ahí» somos en cada caso nosotros en cada caso mío», que es peculiar
mismos, y que el ser de este «ser ahí» de este ente, mentado y
es también en cada caso, mío. O sea sobrentendiendo a la vez siempre
que estamos en un estado de conciencia el pronombre personal: «yo soy»,
donde nos buscamos a nosotros mismos, «tú eres».66
nos reconocemos, nos abrimos a nuestro
ser y nos apropiamos de él, porque somos El «ser ahí», según Heidegger, se
nosotros mismos y nos pertenecemos en conduce relativamente a su ser como a su
el «ser ahí». De esta caracterización del más peculiar posibilidad, el «ser ahí» es
«ser ahí» que hace Heidegger resultan al en cada caso su posibilidad, y no se
menos dos cosas: limita a «tenerla» como una peculiaridad,
a la manera de lo «ante los ojos», por
ser una posibilidad, el «ser ahí» puede
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elegirse a sí mismo, ganarse, y también el punto de partida del análisis del «ser
perderse, o no ganarse nunca, o sólo ahí», no debe ser el «ser ahí» objeto de
parece ser que gana, lo cual entra dentro exégesis en la determinación de un
de dicha posibilidad. Este ganarse del ser determinado existir, sino que debe ponérselo
ahí, como posibilidad, es un apropiarse de al descubierto en su indiferenciada modalidad
sí mismo y para sí mismo. Los dos «inmediata y regular», en la cotidianidad
modos de ser de la «propiedad» y de la del «ser ahí», que es un carácter fenoménico
«impropiedad» tienen su fundamento en del ente, o su «termino medio». Pero esta
que todo «ser ahí» se caracteriza por el cotidianidad no debe tomarse como un
«ser, en cada caso, mío». Pero la mero espectro, también en ella reside a
impropiedad del «ser ahí» no significa priori la estructura de la existenciariedad,
algo así como un ser disminuido o inferior, también en ella le va al «ser ahí» de
sino que determina al «ser ahí» en su determinado modo su ser, relativamente al
plena concreción, en su manera de cual se conduce en el modo de la
ocuparse, excitarse, interesarse, ser capaz cotidianidad del término medio, y aunque
de gozar.67 sólo sea en la modalidad de huida de él
Para Heidegger las características y del olvido de él.68
del «ser ahí» en cuanto a su existencia y Todas las notas explicativas que
su «ser», en todo caso mío, sitúan a la surgen de la analítica del «ser ahí» se
analítica de este ente en un sector de la gana dirigiendo la mirada a su estructura,
fenomenología de peculiar índole, ya que la existencia. Por derivarse de la
este ente no tiene nunca la forma de ser existenciariedad, Heidegger llama a los
de lo simplemente «ante los ojos» dentro caracteres del ser del «ser ahí»
del mundo, de tal manera que no puede «existenciarios», los cuales se distinguen
darse temáticamente en el modo de encontrar de las determinaciones del ser del ente
delante lo «ante los ojos». La manera de que no tiene la forma del «ser ahí»,
darse del «ser ahí» es tan poco comprensible llamadas categorías.69
de suyo, que la determinación misma de Así pues, desde la introducción Heidegger
ella constituye una porción esencial de la ha insistido mucho en que el «ser ahí» es
analítica ontológica de este ente. Justamente un ente que no se limita a ponerse delante
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entre otros entes, ya que no es un ente (preeminencia óntica). En segundo lugar,
ante los ojos. Es, antes bien, un ente el «ser ahí» es en sí mismo ontológico
ónticamente señalado porque en su ser le (preeminencia ontológica). En tercer lugar,
va su ser. Que quiere decir que el «ser tiene la posibilidad de todas las ontologías
ahí» se comprende a sí mismo, de un (preeminencia onto-ontológica).72
modo más o menos expreso, lo que significa Dado que la esencia del «ser
que el «ser ahí» está abierto a su ser. La ahí» es la existencia, y el existir se da
comprensión del ser es ella misma una solamente en el tiempo, es decir, la
«determinación de ser» del «ser ahí». Lo existencia implica la temporalidad, el tiempo
ónticamente señalado del «ser ahí» reside para Heidegger tiene que ser explicado en
en que este es ontológico. Heidegger reserva su relación con el «ser ahí». El tiempo
el título de ontología para el preguntar en aquí se concibe como el horizonte de toda
forma explícita y teorética por el sentido comprensión y de toda interpretación del
de los entes, pero el «ser ontológico» del ser, partiendo de la temporalidad como
«ser ahí» se debe entender como un ser del «ser ahí» que comprende el ser.
estado preontológico, que es un modo de Para Heidegger, en el análisis sobre el
comprender el ser.70 tiempo se ven fuertemente implicados los
El «ser ahí» se comprende siempre problemas centrales de toda ontología desde
a sí mismo partiendo de su existencia, de Aristóteles hasta Bergson constituyendo una
una posibilidad de ser él mismo o no él tradición filosófica que sitúa al tiempo cómo
mismo, pues la existencia significa poder- si fuera un ente más en el mundo, junto
ser. Estas posibilidades, o las ha elegido a otros entes, esto es como un tiempo
el «ser ahí» mismo, o éste ha caído en objetivo, como un tiempo que tiene un ser
ellas o crecido en cada caso ya en ellas. específico y forma parte de la naturaleza,
La cuestión de la existencia nunca puede a esta tradición filosófica Heidegger la
liquidarse sino por medio del existir mismo.71 denomina como «la comprensión vulgar
En síntesis, para Heidegger el «ser del tiempo.73
ahí» tiene una múltiple preeminencia sobre Heidegger apunta que el problema
todos los demás entes, en primer lugar ontológico fundamental implica el poner de
está determinado por su existencia manifiesto la «temporalidad» del ser, ya
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que el ser sólo resulta apresable cuando los objetos de la investigación filosófica,
se mira al tiempo.74 El ser del «ser ahí» sino el «cómo» formal de ésta.76
encuentra su sentido sólo en la Heidegger nos dice que la
temporalidad.75 La cuestión del tiempo y fenomenología quiere decir «permitir ver,
de la temporalidad del «ser ahí» la «o que se muestra, tal como se muestra
abordaremos un poco más adelante, por por sí mismo». La fenomenología no designa
lo pronto habría que hablar un poco del el objeto de sus investigaciones, ni es un
método que Heidegger utiliza para explicar término que caracterice el contenido material
la estructuras que constituyen al «ser ahí». de este objeto, como sí lo hacen otras
ciencias y disciplinas como la biología, la
teología y la física entre otras. La palabra
El método fenomenológico «fenomenología» se limita a indicar cómo
mostrar y tratar lo que debe tratarse en
Para Heidegger, con la caracterización esta ciencia. En este caso, la fenomenología
provisional del objeto temático de la se ocuparía de mostrar un ente tal como
investigación parece estar trazado ya también se muestra a sí mismo. Por ello, la
su método. Por ejemplo, en el caso de la fenomenología es la forma de acceder a
ontología que se ocupa de analizar y lo que debe ser tema de la ontología y la
explicar el ser de los entes y el ser en forma demostrativa de determinarlo. Por
general. Pero advierte Heidegger que el tal motivo, Heidegger concluye que la
método de la ontología resulta muy ontología sólo es posible como
cuestionable si seguimos a las ontologías fenomenología. En este sentido, la
de la tradición histórica (la tradición fenomenología sería la ciencia del ser de
griega) u otros intentos semejantes. Por los entes. Pero la fenomenología no se
ello nos propone que sigamos la forma ocupa sólo de una descripción
fenomenológica para tratar las cuestiones fenomenológica del ser de los entes, sino
relacionadas con el sentido ser. La que dicha descripción se convierte a su
fenomenología es un método que no se vez en una interpretación, por lo cual la
ocupa de caracterizar el «que» material de fenomenología del «ser ahí», sólo puede
ser una fenomenología hermenéutica. En
VALERIO ULLOA: LAS REPRESENTACIONES DEL TIEMPO (2) / 77
este campo, Heidegger admite ser seguidor tiempo se muestra a sí mismo, por y a
de Edmund Husserl a quien le reconoce través de sí mismos», sin necesidad de
haber sido el primero en emplear el método un intermediario como el «ser ahí» que
fenomenológico.77 los haga aparecer o los muestre tal como
El plan de la obra de El Ser y el son.
tiempo o de la pregunta que interroga por
el ser está constituida por dos partes: la
primera se ocupa de la exégesis del «ser El «ser en el mundo» como la estructura
ahí» en la dirección de la temporalidad y fundamental del «ser ahí»
de la explicación del tiempo como horizonte
trascendental de la pregunta que interroga Heidegger considera que el punto de partida
por el ser. En tanto que la segunda parte, de la analítica del «ser ahí» está en la
trata a grandes rasgos de una destrucción interpretación de la estructura que él
fenomenológica de la historia de la ontología denomina «el ser en el mundo», ya que
siguiendo el hilo conductor de la en dicha estructura se encuentran las
temporariedad.78 determinaciones principales y la base del
De tal manera, y según los «ser ahí», y tiene la característica esencial
postulados de la fenomenología, Heidegger de ser una unidad. Pero el hecho de que
tiene como propósito a través de sus esta estructura sea una unidad integral, no
reflexiones hacer aparecer al ser y al excluye el que tenga una multiplicidad de
tiempo, «tal y como ellos se muestran a elementos constitutivos.79 Con ello volvemos
sí mismos», este aparecer o mostrarse del al problema de la unidad y las partes que
ser y del tiempo en sí mismos es una ya había planteado Aristóteles, la unidad
empresa un tanto difícil porque ese mostrarse como un todo indivisible, pero a la vez
en sí mismo tiene que efectuarse a través compuesto de partes constitutivas.
de la capacidad reflexiva y de la estructura El «ser en el mundo» se muestra
existenciaria del «ser ahí», que en este con tres elementos constitutivos a saber:
caso particular sería el mismo Heidegger, a) el «en el mundo» que pregunta por la
lo cual es un poco distinto a decir que «el estructura ontológica del «mundo» y define
ser se muestra a sí mismo o que el la idea de «mundanidad»; b) el ente que
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del «ser ahí», ha abierto un espacio. El El «ser ahí con» de los otros y el
espacio no se encuentra en el sujeto, ni cotidiano «ser con»
este contempla el mundo «como si» fuese
en un espacio, sino que el «sujeto», el La estructura fundamental del «ser ahí»
«ser ahí», es espacial. Por consiguiente, como «ser en el mundo» da libertad a
para Heidegger el espacio se manifiesta entes que no sólo se distinguen del útil y
como un a priori.89 las cosas en general, sino que con arreglo
Sólo a través de la espacialidad a su forma de ser, que es la del «ser
del «ser ahí» como «ser en el mundo», ahí», son ellos mismos «en» mundo a la
su manera de «ver en torno», se pone de par del que otros «seres ahí». Estos
manifiesto el espacio mismo. Pero este entes no son ni «ante los ojos», ni «ala
descubrimiento del espacio puro, este mano», sino que son tal como el «ser ahí
mostrarse del espacio, no basta para decidir mismo que les da la libertad, son también
la forma de su ser. Pues el espacio no y concomitantemente ahí. «Los otros» no
necesita tener una forma de ser de nada quiere decir lo mismo que la totalidad de
espacialmente «a la mano» o «ante los los restantes fuera de mí de la que se
ojos». El ser del espacio tampoco tiene la destaca el yo; los otros son, antes bien,
forma del ser del «ser ahí». El espacio aquellos de los cuales regularmente no se
únicamente puede concebirse retrocediendo distingue uno mismo, entre los cuales es
al mundo, porque el espacio contribuye a también uno. De tal manera, que el «el
constituir el mundo, respondiendo a la ser en el mundo» es el mundo que en
esencial espacialidad del «ser ahí» mismo cada caso es el que comparto con otros.
debida a su fundamental estructura del El mundo del «ser ahí» es un «mundo del
«ser en el mundo».90 En conclusión, el con», ya que el «ser en» es al mismo
espacio no puede reclamar para sí una tiempo «ser con» otros. El «ser en sí»
determinada forma de ser. intramundano de éstos es «ser ahí con».91
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mercadotecnia. La sociedad de los medios folclor, como disfraz para ser comprado,
de comunicación incorpora la mexicanidad vendido, convertido en souvenir. Mexicanidad
dentro del circuito de trivialización que para turistas donde los colores de la
caracteriza a la sociedad de la globalización banderita nos liberan de los olvidos.
mediática. La mercantilización de todos los
espacios de las vidas individuales y A la mexicana
colectivas, incorpora a la mexicanidad en
el circuito de las mercancías y como Mucho tiempo después se me ocurrió que
éstas, la condena a la misma suerte de la debí haberle dicho a mi amiga finlandesa
compra y venta que el jitomate y el chile eran inventos de
¿Dónde está el rasgo de la los habitantes de Mesoamérica: aportaciones
mexicanidad histórica? El sustento a la cocina mundial. A partir de ellos, del
documental de la mexicanidad carece de maíz y la calabaza, se habían erigido las
academia, de búsqueda, de discusión. civilizaciones de Mesoamérica. Debo
¿Dónde está el rasgo de la reconocer que de mi amiga finlandesa
mexicanidad cultural? El sustento cultural aprendí una invaluable lección de cocina.
ha sido transmutado en espectáculo por Hoy puedo cocinar camarones a la mexicana,
obra y gracia de los administradores. pescado a la mexicana, champiñones a la
Mientras se busca la mexicanidad mexicana y quedar bien con las mujeres
en el pasado mítico, otro lugar mítico se tradicionales de mi familia y también con
construye a partir de la migración de los los nuevos comensales, los que van
pobres. Los que fuesen herederos de Aztlán surgiendo a los sabores donde habita el
ya no se dirigen a la Gran Tenochtitlán. lugar que nos hacen saber y saborear de
Es el norte, la frontera, el otro lado, el dónde somos.
nuevo lugar mítico a donde se van los
desplazados por esta mexicanidad.
Se fomenta una mexicanidad de Nota
consumo turístico: la máscara en el lugar
«A la mexicana» fue una conferencia dentro del Coloquio
del rostro; la fanfarria en el lugar de la sobre la Mexicanidad, organizado por el Instituto Nacional
música. Mexicanidad como boato y como de Antropología e Historia y el Consejo Estatal para la
PACHECO LADRÓN DE GUEVARA: A LA MEXICANA / 95
Cultura y las Artes de Nayarit (Tepic, marzo 10 de 2006,
Museo Regional de Nayarit).
Sobre la autora
Lourdes C. Pacheco Ladrón de Guevara nació en Tepic,
México, en 1954. Escritora, socióloga e investigadora de la
Universidad Autónoma de Nayarit. Autora, entre otros libros,
de Cien Revoluciones [con Enedina Heredia Quevedo]
(1995), Ciudad de agua y memoria (1996), Con el
pueblo tengo: Nayarit, elecciones locales de 1999 (2002),
Amapola y Amapola y otras historias (2003).
lpacheco@nayar.uan.mx
La iglesia de la no resurrección
AHORA QUE HE librado todas las batallas y mi vejez deja de ser apacible para volverse
insoportable, creo necesario compartir con las futuras legiones, sin certeza de posteridad,
lo que alguna vez atestigüé. Sé que la historia no perdonará que lo haga hasta ahora,
y tal vez los sabios reprochen que sea la espada de un guerrero, y no la pluma de un
teólogo, la que narre lo acontecido.
Culpo ante todo al emperador Latroncio VIII, que en la última época de las
persecuciones me mandó llamar a su palacio veraniego para darme una encomienda. En
aquel tiempo era yo el general augusto y la púrpura se me prometía, aunque nunca llegó.
Latroncio VIII jamás demostró ante nadie su ferocidad. Me recibió entre bromas y
banquetes. Cuando estuvimos solos confesó lo que deseaba de mí. Según sus
informantes, en el oriente medio, cerca de Samarcanda subsistía la última afluencia de
los llamados cristianos, aunque se pensaba que los prosélitos de esta secta habían
desaparecido dos siglos antes, vencidos en tres largas guerras libradas todas en el nuevo
MAYA ÁVILA: DOS CUENTOS... / 99
continente. Así que Latroncio VIII, más por una cruz de metal. Nos acercamos sin
curiosidad que por una verdadera cautela, como los conquistadores que
preocupación —y seguramente en un intento éramos; no hallamos a nadie fuera de ese
por librarse secretamente de mí— me envíó templo y mis soldados bajaron sus espadas.
a verificar dichas noticias. Sin embargo, el portón estaba entreabierto
A finales del año tres mil treinta y y me acerqué. Dentro encontré a una
nueve crucé el mar y, sin detenerme en muchedumbre rezando quedamente entre
las ciudades sagradas, llegué a una meseta murmullos y llantos. Nadie volteó a mirarme
desoladora, tanto, que no podría ningún y preferí observar desde el quicio del
campo de batalla comparársele en lo oscuro. portón, no sé aún si por un antiguo
En ella había una urbe abandonada. Los respeto o por mesura. El interior era un
multifamiliares que en siglos anteriores salón de considerables dimensiones; a los
sirvieron a los obreros y artesanos eran costados, en repisas aferradas a los muros,
ahora cavernas de cemento, holladas y había estatuas de hombres y mujeres
herrumbrosas. El gris de los muros pareció vestidos con sayos antiguos, las manos
extenderse al cielo, y a pesar de que el juntas en el pecho. Cerca del altar distinguí
sol no se distinguía, el calor del desierto unas imágenes de entre el resto: eran dos
hubiera sido preferible. Caminando por una guerreros, con espadas de fuego y
de las avenidas logramos divisar, entre lo armaduras de romanos; de las espaldas
que me pareció una hortaliza de alambres les brotaban alas enormes y blancas que
de púas, columnas de humo y resplandores se volvían más luminosas por el fulgor
de fogatas que evidenciaron la existencia dorado de sus cabelleras. También, al
de vida en esos parajes. Dejé a la mayoría frente y por encima de todos, reconocí el
de mis soldados acampando cerca de la estandarte de los cristianos, más por un
alambrada. Sólo una veintena me siguió. recuerdo de mi niñez que por propia
Al poco rato, dimos con algunas chozas erudición, puesto que esa imagen ilustró
de aluminio alrededor de un edificio sencillo, las portadas de los libros de historia de
de basamentos rocosos, con un gran portón mis primeros años escolares: una cruz de
de madera y una torre que culminaba en madera en la que desfallece un hombre
una cúpula dorada y ésta, a su vez, en de cuerpo lastimado y correoso; el rostro
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cubierto por una mata sucia coronada por enjuiciado, arriesgándose a los
los tallos de una zarza y la sangre cerrándole infiernos, que salga de este templo.
los ojos. El que como yo desee el sepulcro
Eran muchos los símbolos, tanto como eternidad, coja sus armas y
como mi incapacidad de descifrarlos. Estuve estése atento.
largo rato mirando esas figuras que no La muchedumbre cogió piedras y palos
eran más de quince, pero mis pensamientos detrás del altar. Yo llamé a mis soldados
fueron interrumpidos por un hombre que y llegaron con sus espadas en la mano,
se paró al frente y empezó a hablar. pero los contuve. Al principio pensé que
Aunque era un bárbaro, su lengua no me Amén no lograría controlar a su multitud,
era del todo desconocida. La concurrencia pero él mismo los instigó al escándalo
que le escuchaba se nutría de mujeres como si se aprestaran para una batalla:
envestidas en trapos sucios que iban - Sólo faltan algunos segundos para
arrastrando por el piso al caminar sin las tres y el padre de aquél —
dirección por el templo, y unos hombres señaló al hombre en la cruz—
flacos, apacibles, siguiendo en cualquier volverá como cada centuria a querer
dirección a sus esposas. A simple vista, resucitarlo, pero nosotros
eran miserables y supuse que también postergaremos ese juicio
asustadizos; al vernos demostraron poca condenatorio.
atención por estar en una especie de Un silbido extraño se escuchó dentro del
trance religioso. El orador debió llamarse templo alertando a la gente. Comenzó a
Amén, porque cada que terminaba una temblar. En ese momento, como si la
frase todos repetían su nombre. Estuvieron realidad pasara drásticamente a paralelos
así hasta pasado el medio día, entonces increíbles, las estatuas comenzaron a
sucedió todo aquello que me obligó a sacudirse echando polvo a sus pies; querían
masacrar a ese enjambre de locos. bajar de sus repisas pero eran azuzados
Amén miró un reloj de sol que por los histéricos feligreses. Algunas de
estaba en el frontispicio del coro: esas estatuas vivientes lograron saltar al
- Son cinco para las tres. La hora piso e intentaron correr al portón, donde
ha llegado. Aquel que quiera ser mis soldados y yo mirábamos todo sin
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saber qué hacer. El hombre de la cruz se pudo evitar su captura. La multitud logró
sacudió un poco y con un ojo espió todo apartarla y la sujetaron con gruesos mecates.
a través de su cortina de pelos, como El hombre de la cruz se tiró al piso
tanteando la situación; así que, cuando, alargándose como si tuviera un calambre,
creo yo, adivinó que los otros estarían gritó: ¡Madre... madre! Esto fue celebrado
más entretenidos golpeando a las demás por Amén como la rendición inminente.
estatuas, se desclavó de la cruz auxiliado Lejos de hacerle al hombre de la
por los dos guerreros alados, que hasta cruz lo que a las otras estatuas, Amén lo
ese momento eran los que mejor se llevó sin amarras hasta el altar, para
defendían (y a nosotros más ayudarlo a subir de nuevo; sus feligreses
entusiasmaban), y le abrieron paso hasta levantaron los clavos del piso, alguien
el portón, donde el hombre me miró sin llevó a su cabeza la corona de espinas y
detenerse mucho, arrancó su corona de lo crucificaron de nuevo entre chillidos de
espinas y la arrojó a sus perseguidores. dolor y los gritos de júbilo de los vencedores.
Ordené a mis soldados replegarse para Nosotros, para entonces, dejamos el límite
permitir la huida de esos seres insólitos. del portón y estábamos, como diría el
Tras de ellos iba la multitud, arrojando vulgo, en primera fila, aunque sin participar
piedras y desatinando con los palos al en nada. El crucificado por fin clavó el
aire. Corrimos tras ellos para saber en rostro en el pecho y la cortina de pelos lo
qué terminaba la faena y no muy lejos devolvió al anonimato; no se movió más.
vimos que casi todas las estatuas habían El resto de las figuras volvieron en ese
sido amarradas y así eran conducidas a momento a ser inanimadas. Recuerdo que
sus antiguas repisas. No obstante, los el rostro de la mujer a quien el hombre
guerreros alados, el hombre de la cruz y de la cruz llamara madre me pareció
una mujer de vestido negro y aterciopelado, desfigurado.
contenían aún los embates de Amén y Tal vez yo, siendo enviado especial
sus seguidores, defendiéndose bravamente. del emperador, hubiera, después de ese
Un anciano logró aferrarse a los tobillos espectáculo, perdonado a Amén y a su
de la mujer y ésta se abrazó desesperada pueblo, que al fin y al cabo pocas
al dorso del hombre de la cruz; ni así esperanzas tenían de subsistir. Sin embargo,
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los guerreros alados, que en algún momento Antes del anochecer me reuní con
de la batalla perdieron sus espadas el resto del escuadrón. No quise dormir
flamígeras, se negaban a volver a sus ahí, y determiné marchas forzadas; llegamos
repisas. La gente de Amén los sujetó con con la mañana a Samarcanda. Antes de
cuerdas, burlándose de ellos. Escupieron volver a rendir cuentas a Latroncio VIII,
en sus bellos rizos y arrancaron plumas quise visitar la sagrada Al-Quds. Ahí le
de sus alas. Nosotros, como militares, no platiqué todo a un viejo amigo ilustrado en
podíamos permitir que se abusara de ellos. mitos, teología y el arte de versificar;
Di la voz de mando para que mis soldados recuerdo que me corrió a empellones de
desenvainaran y, en un acto que tiene su casa, maldiciéndome y gritando que
toda justificación en el honor marcial, ordené sería yo el causante de un Apocalipsis
la matanza. A partir de ese momento los inmediato (te perdono el que me hayas
antes perseguidores corrieron por todo el sacado así de tu hogar, Pláturo divino).
templo sin encontrar salida, porque ordené Han pasado ya setenta y cinco años
con anticipación que cerraran el portón desde que sucedió todo y hasta el presente
para evitar humillantes persecuciones en el momento, en que escribo mis remembranzas,
polvo. Todos sucumbieron al filo de nuestras nada se ha terminado...
espadas. Por doquier dejamos los cuerpos
degollados como sucios vestigios de una
civilización mejor. Yo mismo di alcance a
Amén y en el altar mayor, a los pies del
crucificado, le pasé la hoja de mi espada
por el gañote. Pasadas algunas horas,
cuando murió el último de ellos, buscamos
a los guerreros, pero estaban uno frente
al otro, inmóviles. Me hubiera gustado que
se supieran vengados, pero ni siquiera
quise restituirlos en sus repisas; salí de
ese templo y dictaminé que lo quemaran.
MAYA ÁVILA: DOS CUENTOS... / 103
Catulo arrepentido
SERÍA QUE LAS templadas aguas de los baños me afectaron el espíritu; el caso es que
después de un par de horas de meditarlo, yo, Cayo Valerio Catulo, decidí dar muestras
de nobleza y me dispuse a perdonar a mi amigo Quinto Celio, senador de la unión.
Contento, crucé por la orilla de la alberca sin detenerme a saludar a los parroquianos,
quienes se extrañaron de mi conducta. En el pórtico desafié a la muchedumbre que había
montado su verbena frente al establecimiento. Toda vez que me alejé de esa turba, me
vi abstraído de nuevo en la felicidad provocada por la buena lid de mis actos. Júpiter
los ha de tomar en cuenta cuando decida mi final. Al doblar la esquina me interné en
una vereda para cruzar cierto bosque que separa mi casa de la ciudad. A mitad de la
floresta distinguí aromas vegetales que me recordaron la piel de Lesbia. Mi amada mujer:
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Sobre el autor
LIMBO editorial
www.limbo.org.mx
guadalajara.méxico
::: PARA PUBLICAR :::
Se publicarán ENSAYOS que aborden los siguientes temas: oralidad y visualidad en la historia; teoría y
escritura de la historia; reflexiones sobre problemas contemporáneos; cualquier cuestión histórica abordada
desde una perspectiva (teórica y/o metodológica) novedosa y una escritura propositiva.
Los ensayos deberán tener una extensión entre 10 y 20 cuartillas, escritas a doble espacio, sin marcos ni
viñetas de adorno, fuente Times New Roman, 12 puntos para todo el material.
Las notas y referencias deben ir al pie de página. Las referencias deben presentarse la siguiente forma:
APELLIDO(S) [año], número(s) de página(s)]. Ej. DE CERTEAU [1998], pp. 46-51.
La bibliografía irá al final del artículo, alfabéticamente, en este orden: autor (APELLIDOS, Nombre), año,
título de la obra (en cursivas), ciudad de edición, editorial. Ej. DE CERTEAU, Michel [1998]. Historia y
psicoanálisis entre ciencia y ficción, Ciudad de México: Universidad Iberoamericana. En caso de señalar
artículos de revistas se deberá hacer bajo el siguiente ejemplo: KNAUTH, Lothar [2000]. «Los procesos del
racismo», en Desacatos. Revista de Antropología Social (Ciudad de México: CIESAS), núm. 4, verano, pp.
13-25.
Si en el ensayo aparecen cuadros o gráficas, asegurarse de que sean claros, que contengan información al
pie de imagen y de que se mencione su fuente.
También se aceptarán CUENTOS que evoquen, de alguna manera, el pasado. Los cuentos deberán tener una
extensión mínima de 1 cuartilla y no deberán exceder las 5 cuartillas, escritas a doble espacio, sin marcos
ni viñetas de adorno, fuente Times New Roman, 12 puntos para todo el material.
Todos los textos (artículos o cuentos) deberán incluir la información siguiente: Nombre del autor; lugar de
nacimiento (población, estado y año); institución y semestre donde realiza o realizó sus estudios. En caso
de ser egresado indicarlo de esa manera, así como cualquier otra información que el autor crea pertinente dar
a conocer; domicilio, número telefónico y cuenta de correo electrónico.