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¿Qué tal amigos? ¿Habéis cocinado mucho estos días? Esperamos que sí, como
mínimo esta es nuestra intención.
Si os fijáis bien, veréis que todas las recetas están sacadas de cuentos, os
ponemos el nombre y el parágrafo donde sale la receta, la gastronomía y la cocina
están unidas, tal y como podréis comprobar.
- ¡Oh! ¡Galletas! No creo que importe si cojo alguna, ¡Oh!, ¡no! ¡Otra vez no!, cada
vez que como, pasa alguna cosa rara”.
Galletas saladas
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Coc inando con l o s ch i cos
Preparación:
Mézclalo muy bien, añade la leche, la sal y la levadura, remueve hasta que quede
una masa homogénea.
Unta una bandeja con un poco de mantequilla y harina y pon las galletas al horno
unos 12 minutos a 170 grados.
HÄNSEL Y GRETEL
(J. i W. Grimm)
“El pájaro cantó y salió volando. Los niños lo siguieron y pronto llegaron a una
pequeña casa de campo que se encontraba entre los árboles”.
1 yogur de piña
4 huevos
2 medidas de yogur de harina
1 1/2 medidas de yogur de azúcar
1 medida de yogur de aceite de girasol
2 cucharadas pequeñas de maicena
1 sobre de levadura
1 bote de piña en almíbar
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Coc inando con l o s ch i cos
Preparación:
Antes de empezar, vacía el yogur en un plato y lava el vasito, lo tienes que secar
muy para que no se enganche nada, ya que nos va a servir para “medir” el resto
de ingredientes.
En un bol, pon los huevos y el azúcar y mézclalo bien, añade el yogur, la medida
de harina, la maicena y la levadura y sigue removiendo.
Unta un molde que pueda ir al horno con un poco de mantequilla y harina, para
que no se enganche la masa, y ponlo a cocer en el horno entre 30-35 minutos a
180 grados.
BLANCANIEVES
Hermanos Grimm
4 manzanas
1 huevo
100 gr. de mantequilla
500 gr. de hojaldre
100 gr. de azúcar
50 gr. de pasas
50 gr. de piñones
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Coc inando con l o s ch i cos
Preparación:
Rellena el hueco con un poco de mantequilla, azúcar, unos cuantos piñones y las
pasas. Corta el hojaldre en trozos lo bastante grandes para envolver las
manzanas.
El tejado era de nata, el humo de las chimeneas era de azúcar hilado, las
chimeneas de fruta confitada. Y el resto de helado, las paredes de helado, los
muebles de helado.
Un niño muy pequeño se aferró a una mesa y le lamió las patas de una en una,
hasta que la mesa se le cayó encima con todo lo que había encima, que estaba
hecho de helado de chocolate, que es el más bueno.
Un policía se dio cuenta que una de las ventanas se estaba fundiendo. Los vidrios
eran de helado de fresa.
Y todos se pusieron a lamer con más rapidez para no perder ni una sola gota de
aquella obra de arte.
Aquel fue un gran día, y por orden del medico nadie tuvo dolor de tripa.
Todavía hoy, cuando los niños piden otro helado, los padres suspiran: -Seguro que
tú querrías tener un castillo entero, ¡como el de Bolonia!
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