EN PERSPECTIVA
onvertir la incertidumbre en
oportunidad
Las empresas y el vuelco politico
de América Latina hacia la izquierda
Frente al nuevo escenario
politico, las empresas
deben dejar de ser vistas
como parte del problema
y convertirse en parte
de la soluci6n. Pero para
ello deben modificar sus
antiguos paradigmas,
y agregar a la creacién
de valor econémico un
segundo objetivo: la
creacién de valor social.
48 Harvard Business Review | Febrero 2007
por James Austin y John Coatsworth
NVUELCO HACIA LA IZQUIERDA POLITICA ha marcado el in-
sgteso de América Latina al siglo 21. Once victorias pre-
sidenciales y un desenlace estrechisimo donde el can-
didato de la izquierda perdié -menos de medio punto
porcentual en la eleccién en México dibujan una linea que atra-
viesa virtualmente toda la regién.
Serfa dificil no estar de acuerdo con la idea de que el viraje
hacia la izquierda ha sido impulsado por la persistencia de la
pobreza crénica y por la alta y creciente desigualdad. De hecho,
la emergencia de la izquierda ha ocurrido a pesar de la estabili-
dad macroeconémica, de promisorias reformas de mercado que
incluyen privatizaciones y liberalizacién del comercio y -en los
iiltimos afios al menos- de un sélido crecimiento econémico.
Algunos de estos criterios y reformas -agrupados en el llamado
“Consenso de Washington”~ eran necesarios, pero claramente no
han sido suficientes.
‘América Latina no ha visto progresos en reducir el porcentaje
de poblacién en extrema pobreza en las iltimas dos décadas. Por
«el contrario, el resto del mundo (dejando a un lado el caso dramé-
tico de Africa) lo ha venido logrando en forma notoria. AméricaEN PERSPECTIVA | Convertir la incertidumbre en oportunidad
Latina y el Caribe estan dentro del grupo
de paises donde 10% de la poblacién so-
brevive con menos de un délar por dia,
y 25% lo hace con menos de dos délares.
La desigualdad del ingreso en América
Latina como un todo es mayor que en
cualquier otra regién del mundo. El 10%
més rico captura 48% del ingreso nacio-
nal, mientras el 10% mas pobre slo con-
sigue 1,6%, una relaciGn de 30 a1, entre
dos y tres veces mas desigual que en otras
regiones del mundo. Esta realidad de la
pobreza, por cierto, tiene fuertes e inde-
seadas consecuencias econémicas (vea el
recuadro “La pobreza perniciosa”). En la
percepcién de la poblacién, como pro-
fundizaremos més adelante, las empre-
sas latinoamericanas no son ni pueden
seguir siendo observadores pasivos de
esta situacién.
El nuevo contexto politico latinoame-
ricano ~caracterizado por fuerzas de iz:
‘quierda en el poder que arribaron con la
promesa de atacar y superar en gradosim-
portantes la pobreza y la inequidad~im-
pone desafios significativosa lasempresas,
ero también brinda una oportunidad a
loslideres de negocios para cambiar de es-
trategia, pasando a una ruta més viable en
‘términos sociales, econsimicos y politicos.
Algunos ya han efectuado este cambio. En
este articulo, exploramas tanto el desafio
de la izquierda como la oportunidad que
este escenario representa para las empre-
sas, analizando los vinculos entre pobreza,
politica y empresariado,
Descifrar discursos y ajustarse a
nuevas expectativas
éEsel vuelco hacia la izquierda en Amé-
rica Latina, antes que todo, sindnimo de
un retorno al populismo del pasado, a
un paisaje conocido y no deseado, atin
temido por las empresas? Gran parte
de la ret6rica suena familiar: lucha de
clases, polarizacién, redistribucién, an-
tiempresa. En una primera aproxima-
ci6n, podemos situar en un extremo de
‘James Austin es Eliot |. Snider and Family Professor Emeritus de Administracion de Empresas
mayor“populismo”a Venezuela, Bolivia
¥, posiblemente, Ecuador. En el centro,
Brasil, Argentina y Nicaragua. Al otro
extremo del arcoiris de izquierda, Chile,
Pert, Uruguay y Costa Rica. Los gobier-
nos con México y Colombia fuera de
este mapa-comparten el léxico y suscri-
ben en diferentes grads lo que puede
‘entenderse hoy como izquierdismo en
América Latina. Pero cuando se mira
con més detencién, resulta evidente que
los partidos de izquierda no son todos
iguales, como tampoco son réplicas de
Jos poputismos de décadas pasadas.
Los vencedores en la reciente ola
eleccionaria llenan el espectro. com-
pleto del izquierdismo latinoamericano,
desde el populismo radical hasta grados
diversos de reformismo. Dicho lo ante-
rior, todos los nuevos gobiernos vienen
@ hacer algo, a cambiar algo; esto cier-
tamente es un hecho. Pero otro dato
bésico para las empresas, tanto o mas
importante, es que en términos de pol
tica macroecondmica los gobiernos de iz-
quierda han implantado una importante
pla fiscal, en algunos casos incluso
‘ms severa que los gobiernos de derecha
y de centro (vea el gréfico“zConversos a
luna macroeconomia sana?").
La herramienta favorita del izquier-
dismo desenfrenado en el pasado, el
deficit fiscal, hoy paradéjicamente esta
custodiada celosamente y fuera del al-
cance de grupos no ortodoxos que qui-
sieran lanzar billetes a la calle a cuenta
de la inflacién y otros serios desequili-
brios macroeconémicos. Estos no son
los populistas de antafto. De hecho, la
izquierda -lo que no representa una
gran novedad a estas alturas de 2007-,
ha reconocido que una mala macroeco-
nomia puede detonar la inflacién que
termina perjudicando a los pobres mas
que a nadie. Y a ellos mismos en las
proximas elecciones.
Una fuerza implicita detrés de la
creciente preferencia de la gente por la
izquierda es el cambio notorio en sus ex-
fen Harvard Business School. Fue cofundador de le HBS Social Enterprise Initiative y de la Social
Enterprise Knowledge Network (SEKN). John Coatsworth es Monroe Gutman Professor de
Asuntos Latinoamericanos en {a Facultad de Artes y Ciencias de Harvard University, Fue director
fundador del David Rockefeller Center for Latin American Studies, entre 1994 y 2006,
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pectativas sobre el rol de las empresas.
Las expectativas tradicionales de la socie-
dad han sido que las empresas generarén
empleos justos, producirén los bienes y
servicios requeridos, pagaran impuestos
‘y acatardn las leyes. La sociedad sigue es-
perando esto, pero ahora la gente est
esperando mas de las empresas. Encues-
tas globales revelan que la gente percibe
que las empresas comparten responsa-
bilidad por la solucién de problemas so-
ciales como la pobreza, la delincuencia y
la educacién (vea el gréfico “Las empre-
sas tienen algo de qué responder”). ¥ la
gente seiiala que consideraria castigar a
las empresas que no estan operando en
LA POBREZA PERNICIOSA
La magnitud y la persistencia de la
pobreza en América Latina represen-
‘an un doble problema: restringen
las actividades de negocios y la
‘consiguiente creacién de riqueza, y
exacetba las tensiones politicas.
La pobreza reduce el tamafio del mer:
ccado local y retrasa el crecimiento
‘econémico de un pais. Mientras mas
desigual es la distribucién del ingreso,
‘mayor es la dificultad para crecer y
reducir la pobreza. El Banco Mundial
sefiala que “estimamos que para un
pals promedio, 10% de incremento
‘en la pobreza hace descender la tasa
de crecimiento en alrededor de 1% 7
‘Una malnutricién erénica que llega @
40% de la poblacién en algunos pat
ses de la region hace imposible que
muchos siquieratrabajen, y que otros
tentos puedan trabajar alos niveles
de intensidad adecuados.
Los lideres de negocios estén acep-
tando cada vez més que la pobreza
erosiona la competitividad de las
‘empresas y del pals. Por ejemplo, en
Une reciente encuesta de la revista
Expansidn a ejecutivos de 20 grandes
‘empresas mexicanas con ventas que
aleanzan unos US$ 32.000 millones y
tuna némina de 230.000 empleados,
‘80% mencioné la pobreza como una
de las mayores preocupaciones entre
la gente de negocios. |