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Sistema de la Hemostasia
La Sangre es un tejido en estado fluido, con elementos celulares (Eritrocitos, Leucocitos y plaquetas) y un
líquido que las contiene en el cual hay disueltos varios cientos de distintos metabolitos desde Macromoléculas
de muy alto PM. a iones inorgánicos.
Hemograma
Es uno de los exámenes más comunes, el cual examina las células de la sangre. Traduce los
equilibrios anátomofisiopatológicos de la producción y destrucción de los elementos
figurados sanguíneos.
El hemograma incluye el recuento celular y la morfología al microscopio, distinguiéndose
así del examen llamado celldyn, que solo considera el recuento de las células sin hacerlo en
forma diferenciada (leucocitos). Algunos centros consideran dentro de los elementos
examinados los glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas, mientras que otros solamente los
primeros dos.
La muestra que se utiliza es una muestra de sangre venosa anticoagulada con EDTA.
1. ERITROCITOS.
En la evaluación de esta serie hematológica se considera el conteo, hematocrito (HTO,
porcentaje de la sangre que corresponde a glóbulos rojos), concentración de hemoglobina
(HGB, concentración total de hemoglobina), e índices de los glóbulos rojos como el
volumen corpuscular medio (MCV, tamaño globular promedio), concentración de
hemoglobina corpuscular media (MCHC, concentración promedio de hemoglobina de los
eritrocitos), hemoglobina corpuscular media (MCH, concentración de hemoglobina
promedio en cada eritrocito) y distribución por tamaño de los glóbulos rojos (RDW,
dispersión en los tamaños de los eritrocitos).
Los valores normales para las variables estudiadas son los siguientes:
MCV: 8298 fl.
MCHC: 3137 g/dl.
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MCH: 2634 pg/célula.
RDW: 11.514.5.
Tanto el número de eritrocitos, como el HTO son parámetros que evalúan la cantidad de
glóbulos rojos en la sangre. Disminución en los valores, es una condición llamada anemia,
que puede ser originada por disminución de la hematopoyesis medular, destrucción celular,
pérdidas directas o en forma facticia por dilución sanguínea .
Por el contrario, el resultado de la medición de estos parámetros puede estar aumentado,
condición llamada policitemia o poliglobulia. Puede estar causada por un aumento en la
producción medular en forma primaria (Policitemia vera), o secundaria a enfermedades
sistémicas (altura, enfermedades pulmonares, enfermedad cardiovascular), o en forma
facticia (deshidratación).
Un HTO menor de 20% está asociado a Insuficiencia cardíaca y muerte, mientras que uno
mayor a 60% con coagulación espontánea de la sangre.
El mejor parámetro para evaluar si la cantidad de eritrocitos es adecuada para el organismo,
es evaluar si pueden cumplir su función: llevar oxígeno a la periferia del organismo,
actividad llevada a cabo por la hemoglobina del glóbulo rojo. Ésta, es una molécula que se
compone de una proteína, globina, y un compuesto hem, formado por fierro y porfirinas,
que le da la coloración roja a la sangre. Es el mejor parámetro porque algunos eritrocitos
pueden tener un mayor contenido de hemoglobina que otros, permitiéndoles cumplir su
función a pesar de poder estar levemente disminuidos en cantidad. La disminución de HGB
también origina anemia, cuya clasificación será discutida junto con la disminución del
número eritrocitario y HTO.
Por lo general, inmediatamente después de una hemorragia la medición del HTO o HBG no
permiten evaluar la proporción de ésta ya junto con perderse elementos figurados, se pierde
plasma que los diluye, por lo que la proporción glóbulos rojos en la sangre, sigue siendo la
misma, a pesar de que hay una menor cantidad de sangre. Se hace evidente la pérdida a
medida que se recupera la volemia perdida, ya que se diluyen los eritrocitos en mayor
cantidad de sangre.
Para evaluar si la capacidad regenerativa de los eritrocitos por parte de la médula ósea es
adecuada, existe un examen llamado recuento reticulocitario, que permite distinguir
anemias causadas por falla medular (hiporegenerativas, Indice Reticulocitario (IR) menor
2), de aquellas originadas por destrucción (regenerativas, IR mayor de 3,. Esta prueba
indica el porcentaje que los reticulocitos, precursores directos de los glóbulos rojos, en la
sangre periférica. En condiciones normales ocupan un 0.51.5%. Para que la medición sea
significativa, se deben evaluar en relación al numero total de eritrocitos, corrigiéndose así:
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Índice Reticulocitario (IR) = (Reticulocitos x HTO) / 45
Los índices de los glóbulos rojos permiten diferenciar las anemias. Según tamaño:
microcíticas (MCV disminuido), normocíticas (MCV normal) o macrocíticas (MCV
aumentado). Según concentración de hemoglobina: hipocrómica (MCH o MCHC
disminuido) o normocrómica (MCH o MCHC normal).
El volumen corpuscular medio (MCV) se calcula con el número de eritrocitos y el HTO:
MCV = HTO x 10
Número de eritrocitos (106/ml)
La concentración media corpuscular de hemoglobina (MCHC) se calcula con la medición
de HGB y el HTO, indicando la hemoglobina promedio de los eritrocitos:
MCHC = HGB x 100
HTO
La concentración media de hemoglobina (MCH) se calcula con la medición de la HGB y el
número total de eritrocitos, indicando la hemoglobina de cada uno de éstos:
MCH = HGB x 10
Número de eritrocitos (106/ml)
CLASIFICACIÓN DE LAS ANEMIAS:
SEGÚN TAMAÑO Y CANTIDAD DE HEMOGLOBINA.
1. Microcíticas, Hipocrómicas: Alteración síntesis de Hemoglobina.
1. Disminución de Fierro (causa más frecuente a nivel mundial).
1. Pérdida de sangre: hemorragia (gastrointestinal, genitourinario), hemólisis.
2. Aumento de los requerimientos: embarazo, adolescencia.
3. Malabsorción.
4. Dieta inadecuada.
2. Alteración síntesis de globinas: Talasemias.
3
3. Alteración síntesis de hem: anemia sideroblástica.
4. Enfermedades crónicas.
2. Normocíticas, normocrómicas:
1. Hemorragia aguda
2. Hemólisis aguda.
3. Hipoplasia medular: anemia aplástica.
4. Infiltración medular: cáncer, mielofibrosis.
5. Disminución de la producción de eritropoietina: I. renal, I. hepática, alteraciones
endocrinas, desnutrición.
6. Enfermedades crónicas.
7. Secuestro esplénico.
3. Macrocíticas, hipercrómicas: Alteración síntesis compuestos nucleares.
1. Deficiencia de cobalamina (vitamina B12):
1. Déficit nutricional (vegetarianos estrictos).
2. Malabsorción.
3. Disminución del factor intrínseco: anemia perniciosa.
4. Aumento de los requerimientos: embarazo, neoplasias, hipertiroidismo,
niñez.
2. Déficit de folatos (vitamina B9):
1. Baja ingesta: dieta baja en verduras, alcoholismo.
2. Malabsorción.
3. Aumento de los requerimientos: embarazo, neoplasias, hipertiroidismo,
niñez.
4. Uso de antagonistas: metotrexate, triamterene, trimetoprim.
5. Aumento de las pérdidas: hemodiálisis.
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3. Mielodisplasias.
4. I. hepática.
5. Hipotiroidismo.
SEGÚN REGENACIÓN SANGUÍNEA
1. Hiporegenerativas:
1. Déficit de fierro no tratado.
2. Anemia perniciosa no tratada.
3. Enfermedades crónicas.
4. Radiación de la médula ósea.
5. Alteraciones endocrinas: hipotiroidismo, disminución eritropoietina (I. renal).
6. Anemia aplástica, por infiltración o fibrosis medular.
7. Mielodisplasias.
8. Alcoholismo.
2. Regenerativas:
1. Anemias hemolíticas.
1. Autoinmune.
2. Alteraciones de membrana globular.
3. Déficit enzimático globular.
4. Malaria.
2. Después de hemorragias (34 días).
3. Después de tratamiento de anemias hiporegenerativas.
Otra parte del hemograma considera el examen directo al microscopio de la sangre, es
decir, un frotis sanguíneo, que permite afinar el diagnóstico. Los parámetros normales para
los glóbulos rojos son: tamaño: normocítico: 78 µm, color: normocrómico (coloración
normal), forma: disco bicóncavo, estructura: anucleada.
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Anormalidades:
• Anisocitosis: amplia variación de tamaño globular: anemia severa (déficit de fierro,
anemia hemolítica, hiperesplenismo).
• Microcitosis: glóbulos pequeños: ver ANEMIA MICROCÍTICA.
• Macrocitosis: glóbulos grandes: ver ANEMIA MACROCÍTICA.
• Hipocromía: coloración pálida globular: ver ANEMIA HIPOCRÓMICA.
• Poiquilocitos: variación anormal de la forma: cualquiera anemia severa (déficit de
fierro, megaloblástica, Sd. mieloproliferativo, hemólisis).
• Esferocitos: células esféricas sin centro pálido, frecuentemente pequeños
(microesferocitosis): esferocitosis hereditaria, anemia hemolítica autoinmune
Coombs (+) y post tranfusional.
• Ovalocitos: células ovaladas: esferocitosis hereditaria, deficiencia de fierro.
• Target cells: glóbulos con centro y periferia oscuros y anillo claro entremedio
(como disco de "tiro al blanco"): I. hepática, talasemias.
• Esquistocitos: glóbulos contraídos irregularmente o fragmentados: uremia, anemia
hemolítica, púrpura trombocitopénico trombótico.
• Acantocitos: glóbulos pequeños con evaginaciones espinosas de membrana:
abetalipoproteinemia.
• Células como lágrimas: Sd. mieloproliferativo, talasemia.
• Eritrocitos nucleados: glóbulos nucleados: anemias hemolíticas, leucemias, Sd.
mieloproliferativo, policitemia vera, mieloma múltiple, cualquier anemia muy
severa.
• Cuerpos de HowellJolly: cuerpos oscuros dentro de los glóbulos:
esplenectomizados, anemia perniciosa, talasemia.
• Rouleaux: eritrocitos agrupados uno sobre otro: mieloma múltiple,
hipergammaglobulinemia, embarazo.
1.2 LEUCOCITOS.
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La evaluación de esta serie hematológica considera el conteo total de los leucocitos (WBC),
y diferencial en neutrófilos, basófilos, eosinófilos, monocitos, linfocitos, así como también
el conteo diferencial de las series hematopoiéticas de los neutrófilos.
Los valores normales estudiados son los siguientes:
Número total de Leucocitos 5.000 — 10.000 mm3
Neutrófilos 5062 %
Segmentados 95 %
Baciliformes 12 x mm3 (5%)
Juveniles 0 x mm3
Mielocitos 0 x mm3
Mieloblastos 0 x mm3
Basófilos 01 %
Eosinófilos 03 %
Monocitos 37 %
Linfocitos 2540 %
La medición del número total de los leucocitos, sirve de guía para evaluar la severidad de la
enfermedad. El análisis diferencial puede ayudar a precisar el diagnóstico del paciente,
asociado a la clínica que presente. Un aumento de los WBC por sobre 10.000, se llama
leucocitosis, que generalmente es causada por el aumento de una serie celular. Es raro que
aumenten todas las series, lo que podría deberse a hemoconcentración. Generalmente se
produce en infecciones agudas, donde el número de los leucocitos depende de la gravedad
de la infección, resistencia del paciente, edad, eficiencia y reserva de la médula ósea. Otras
causas de leucocitosis son leucemia y alteraciones mieloproliferativas, cirugía, neoplasias,
toxinas, uremia, drogas, hemólisis, hemorragia aguda, postesplenectomía, necrosis tisular.
Cuando en la sangre se detecta que está aumentada la proporción de células precursoras de
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los leucocitos (baciliformes mayor a 5%) se llama desviación a izquierda, lo que
generalmente indica una infección grave. Por otra parte, la disminución de los WBC, se
llama leucopenia y ocurre como consecuencia de infecciones virales, fiebre tifoidea,
hiperesplenismo, depresión medular por intoxicaciones (especialmente por drogas),
alteraciones primarias de la médula: leucemia, anemia aplástica o Sd. mielodisplásticos.
PLAQUETAS.
Son los elementos figurados más pequeños. Su actividad es necesaria para la coagulación,
integridad vascular y vasoconstricción. Su vida media es aproximadamente 78 días. Cerca
de un tercio de las plaquetas del cuerpo se encuentran en el bazo. La cantidad normal
circulante es de 150.000 a 400.000/mm3. Si bien algunos hemogramas no consideran el
recuento plaquetario como parte de éste, tiene gran valor para evaluar alteraciones de la
hemostasia, que ocurren en trombocitopenia, uremia, I. hepática, neoplasias. Trombocitosis
o incremento anormal del número de plaquetas ocurre en enfermedades mieloproliferativas,
policitemia vera, esplenectomía, anemia con déficit de fierro, artritis reumatoídea y otras
enfermedades del colágeno, rápida regeneración de sangre posterior a pérdida aguda de
sangre o hemólisis, infecciones agudas, linfomas, I. renal. Aproximadamente en un 50% de
los pacientes en los que se encuentra un incremento abrupto en el número plaquetario se
encuentra una neoplasia. Trombocitopenia es la condición inversa en la que hay una
disminución anormal del número plaquetario, bajo 140.000/mm3. Esta condición se observa
en alteraciones congénitas; por disminución de la producción: infiltración medular, fibrosis,
falla medular, aplasia, hipoplasia, por drogas, radio y quimioterapia, OH, inyecciones
virales, sarampión. Se genera también por aumento de la destrucción, donde dentro de las
causas no inmunes se encuentra la sepsis, vasculitis, Sd. hemolíticourémico, formación de
trombos (Coagulación intravascular diseminada, Púrpura trombótico trombocitopénico),
prótesis intravasculares; y dentro de las inmunes, las primarias: Púrpura Trombocitopénico
Idiopático, y secundarias a infecciones virales, bacterianas y drogas.
También puede deberse a secuestro esplénico por hipertensión portal o infiltración tumoral
mielo y linfoproliferativos. Generalmente recuentos bajo 50.000/mm3, no se asocia a
sangrados espontáneos, mientras que bajo 20.000/mm3, se asocia a tendencia a
sangramientos espontáneos, prolongación en el tiempo de coagulación, petequias y
equímosis.
OTROS
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Otro examen que se puede pedir junto al hemograma es la velocidad de sedimentación
globular o VHS. Esta es la proporción en la cual los eritrocitos se agrupan en sangre no
anticoagulada en 1 hora. Esta prueba se basa en que los procesos inflamatorios y necróticos
causan alteraciones en las proteínas plasmáticas, resultando en la agregación de los
glóbulos rojos (como en rouleaux), lo que los hace más pesados, por lo que precipitan en el
tubo de ensayo. Mientras más rápido se agrupen, mayor será la VHS. El valor normal es
hasta 15 mm/hr en hombres y 20 mm/hr en mujeres. Hay elevación de la VHS en todas las
enfermedades del tejido conectivo, infecciones, inflamaciones, neoplasias, destrucción
celular, artritis, arteritis de la temporal. Se encuentra muy elevada (mayor a 100 mm/hr) en
mieloma, linfomas, y cáncer metastático. Generalmente la elevación persiste durante el
período de convalecencia, demorando en normalizarse más tiempo que la leucocitosis o
fiebre.
En 1900 Landsteiner descubrió que el suero de ciertos individuos tenía la capacidad de aglutinar
los glóbulos rojos de otros y que este fenómeno podía utilizarse para clasificar a las personas en
distintos fenotipos de grupos sanguíneos. Se reconocen 4 fenotipos comunes: 0, A, B y AB, pero
también se han identificado subgrupos de las formas A y B.
LOS REACTIVOS
Los reactivos ABO Bios Chile se preparan a partir de anticuerpos monoclonales secretados por
líneas celulares de hibridomas murinos desarrolladas en cultivo in vitro. Cada hibridoma produce
un sólo anticuerpo con características bien definidas. Estos anticuerpos pueden ser usados solos o
en mezclas, para producir potentes reactivos de especificidad predefinida.
Los reactivos se han formulado de acuerdo a las normas de la FDA de Estados Unidos y se
entregan coloreados de Azul y Amarillo, Anti-A y Anti-B respectivamente, e incoloro en el caso del
reactivo Anti-A,B. Todos los reactivos se suministran estandarizados y listos para ser usados en
técnicas de hemoaglutinación en tubo o en lámina.
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RECOLECCIÓN DE MUESTRAS
Las muestras de sangre deben recolectarse en forma aséptica, con o sin adición de
anticoagulantes. Cuando se retrasa el examen de las muestras, éstas deben almacenarse entre
2°C y 8°C.
Las muestras recolectadas en Heparina o EDTA deben tipificarse dentro de 48 horas. Las muestras
recolectadas en ACD, CPD y CPDA-1 pueden ser tipificadas hasta 35 días después de
almacenadas.
Las muestras coaguladas deben tipificarse dentro de los 7 días posteriores a su recolección.
TÉCNICA EN LÁMINA
Se prepara una suspensión al 10% de los glóbulos rojos en estudio, ya sea en suero fisiológico,
PBS o LISS. Se puede usar en forma alternativa una suspensión al 35-45% de glóbulos rojos en
suero o plasma autólogo.
1 . En una lámina de vidrio limpia y rotulada agregar una gota del reactivo y un volumen igual de
la suspensión de glóbulos rojos en estudio.
2 . Mezclar el reactivo y los glóbulos rojos dentro de un área de unos 2 cm. de diámetro,
moviendo la lámina en forma suave y continua. Al cabo de dos minutos leer
macroscópicamente.
La biopsia ósea informa de las características estructurales de la médula, es más precisa para
valorar la celularidad y la única manera de ver la fibrosis. En ocasiones, el aspirado es imposible
por fibrosis o porque la médula está empaquetada, con una celularidad tan abundante, que no se
puede aspirar. La biopsia es más precisa en el caso de metástasis y en la infiltración por linfomas.
En muchas ocasiones, en el estudio de médula se realizan otros estudios, de los cuales, la
citogenética y los cultivos microbiológicos son los más habituales.
En el estudio de la médula con la tinción de Perls se valoran las reservas de hierro en los
macrófagos medulares y el existente en los precursores eritroides. Los eritroblastos con hierro
citoplasmático se llaman sideroblastos y lo normal es que tengan de 1-3 gránulos de hemosiderina.
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Ambos están disminuidos en la anemia ferropénica, mientras que en la anemia de la enfermedad
crónica, el hierro de depósito o macrofágico es alto. Los sideroblastos patológicos tienen
numerosos gránulos y mayores de lo normal y dentro de éstos, los sideroblastos en anillo,
llamados así por su localización alrededor del núcleo.
Para el estudio de las anemias, el aspirado y biopsia de médula debe realizarse siempre ante la
sospecha de anemia aplásica y otras enfermedades con fallo medular o anemias arregenerativas
no debidas a un déficit. También es imprescindible para el diagnóstico de los síndromes
mielodisplásicos; como parte del estudio de una anemia de enfermedad crónica, buscando una
neoplasia o una infección y ante la sospecha de una mielofibrosis por un cuadro leucoeritroblástico
con dacriocitos en sangre periférica. No se realiza para el estudio de las anemias ferropénicas o
hemolíticas, excepto la hemoglobinuria paroxística nocturna y algunas anemias hemolíticas
autoinmunes que puedan ser secundarias a linfoma u otra neoplasia. No siempre se realiza en las
anemias megaloblásticas.
• Determinación de enzimas eritrocitarias. Hay un método rápido cualitativo para el diagnóstico del
déficit de G6PD y la piruvato quinasa que son los más frecuentes.
• Análisis del DNA para el estudio de los genes de las cadenas globínicas a y b en las talasemias.
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SISTEMA HEMOSTATICO
El sistema Hemostático permite a la Sangre mantenerse dentro del árbol vascular y en estado fluido. es decir
por un lado previene la extravasación (hemorragia) y por otro previene interferencias en el flujo(Trombosis)
manteniendo la irrigación tisular y asegurando el retorno de la sangre al corazón.
Existe entonces en condiciones fisiológicas normales un equilibrio dinámico que previene la hemorragia y la
trombosis.
Cuando estamos frente a un daño vascular es decir hay sangramiento espontaneo o traumático, interno o
externo, la respuesta hemostatica se puede clasificar en::
1.-Primaria (celular)
2.-Secundaria (plasmática)
3.-Fibrinolisis ( remodelación , una vez regenerado el tejido)
La Primera fase depende de los vasos afectados, y de la estructura muscular de su capa media.. pudiendose
producir una vasoconstricción refleja que reduce la presión en el sitio de daño.
sin embargo el componente más importante lo constituyen las plaquetas,que son fragmentos celulares
anucleados que provienen de los megacariocitos en la médula ósea.
Las Plaquetas se activan en presencia de componentes del subendotelio, se agregan secretan su contenido y
taponan el sitio dañado.
Objetivo: freno inicial de la hemorragia.
Una vez que está asegurada la integridad vascular, se produce la tercera etapa, esta consiste en la
reabsorción gradual del Coágulo..
La activación de mecanismo de destrucción de un Coágulo
se denomina Fibrinolisis..
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de la pared vascular (factor de crecimiento plaquetario) y suministran localizaciones en la superficie
de la membrana y componentes para la formación de complejos enzima-cofactor en las reacciones
de coagulación de la sangre.
Pruebas de laboratorio
(1) Las pruebas de detección miden los efectos combinados de los factores que influyen
sobre una fase particular de la coagulación (p. ej., el tiempo de sangría). (2) Las pruebas
específicas miden el nivel o la función de un factor hemostático (p. ej., la determinación
del factor VIII). (3) Hay también pruebas que pueden medir un producto o el efecto de
la activación patológica in vivo de las plaquetas, la coagulación o la fibrinólisis (p. ej., el
nivel de productos de degradación de la fibrina). Como guías para seleccionar pruebas
más específicas, en el diagnóstico se emplean el patrón de resultados de las pruebas de
detección junto con los datos clínicos de la enfermedad.
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Otras pruebas adicionales para investigar determinados pacientes incluyen el tiempo de lisis de la
euglobina, si se sospecha una fibrinólisis excesiva, y la determinación de los productos de
degradación de la fibrina o del dímero D si se sospecha una CID.
El tiempo de sangría debe determinarse con un manguito de PA sobre el brazo con una presión
de 40 mmHg, que hace que los tapones hemostáticos se mantengan contra una presión
retrógrada. Existe en el mercado un dispositivo desechable de muelles para determinar el tiempo
de sangría, efectuando una incisión de 9 mm por 1 mm sobre la cara volar del antebrazo. Se
absorbe la sangre hacia el margen de un pedazo de papel de filtro a intervalos de 30 s hasta que la
hemorragia se detiene. Con este método, el límite superior normal del tiempo de sangría es de 7
1/2 min.
(Dado que los reactivos comerciales y la instrumentación varían ampliamente, cada laboratorio
debe determinar sus propios límites de normalidad; los más característicos son los comprendidos
entre 28 y 34 s.)
El TTPA es sensible a déficit por debajo del 30-40 % de la normalidad de todos los factores de la
coagulación, con excepción de los factores VII y XIII. Con raras excepciones, una prueba normal
descarta la presencia de hemofilia A, B C y en general de la Vía intrinseca.
El TTPA se utiliza también con frecuencia para monitorizar el tratamiento con heparina.
La Heparina es un fármaco que existe en forma natural en la sangre y funciona mediante
complejos inhibidores de la coagulación.
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Tiempo de Protrombina o TP
Muestra: sangre con citrato.
según el tipo de reactivo de factor tisular que se emplee y, también, de otros detalles técnicos. Un
TP 3 2 s más largo que el valor de control normal, debe considerarse anormal y requiere
explicación. El TP se utiliza para investigar alteraciones de la coagulación en diversas
enfermedades adquiridas (p. ej., déficit de vitamina K, hepatopatía, CID). También se emplea para
monitorizar el tratamiento con anticoagulantes cumarínicos.
Tiempo de Trombina TT
Tiempo de trombina. El plasma a analizar y un plasma control normal se coagulan añadiendo un
reactivo de trombina bovina diluido para obtener un tiempo de sangría de aproximadamente 15 s
para el plasma control. Dado que la prueba es independiente de las reacciones implicadas en la
generación de trombina, investiga de forma específica las anomalías que afectan la reacción
trombina-fibrinógeno: heparina, productos de degradación de la fibrina de gran tamaño y anomalías
cualitativas del fibrinógeno. Resulta particularmente útil establecer que una muestra de plasma
contiene heparina (p. ej., heparina residual no neutralizada tras una operación con circulación
extracorpórea o contaminación de plasma por heparina obtenido a partir de una vía que sea
permeable mediante irrigaciones de heparina). En el plasma que contiene heparina, el tiempo de
trombina estará prolongado, pero cuando se repite la prueba, ésta será normal al sustituir la
trombina por el reactivo batroxobina (Reptilase®, una enzima de veneno de serpiente insensible a
la heparina que convierte directamente el fibrinógeno en fibrina).
La lisis del coágulo incubado en una solución de NaCl es indicativa de fibrinólisis excesiva. Sin
embargo, una prueba normal no descarta la presencia de una anomalía leve de la fibrinólisis, pero
potencialmente significativa desde un punto de vista clínico (p. ej., una reducción del nivel
plasmático de antiplasmina a2 hasta un 10-30 % del valor normal).
En la prueba del dímero D se mezclan plasma de prueba no diluido y diluciones de éste (las
que sean necesarias) con partículas de látex recubiertas de anticuerpos (Ac) monoclonales que
reaccionan exclusivamente con los derivados de la fibrina que contienen el dímero D (materiales
formados cuando la plasmina degrada la red de fibrina). Se observan luego las muestras en busca
de la aglutinación de las partículas de látex. Los Ac no reaccionarán con el fibrinógeno (motivo por
el cual la prueba puede realizarse en el plasma) ni tampoco con los productos de degradación del
fibrinógeno, dado que éstos no forman una red. Por lo tanto, la prueba es específica para los
productos de degradación de la fibrina. Con el plasma no diluido de personas normales, la prueba
será negativa (< 0,25 mg/mL de dímero D).
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TROMBOCITOPENIA
La trombocitopenia puede originarse por el fracaso en la producción de plaquetas, secuestro
esplénico de éstas, aumento de su destrucción o de su utilización o por su dilución
Independientemente de la causa, la trombocitopenia grave produce con frecuencia un patrón
hemorrágico característico: múltiples petequias a menudo más evidentes sobre la parte inferior de
las piernas, pequeñas equimosis diseminadas en zonas expuestas a traumatismos menores,
hemorragias mucosas (epistaxis, hemorragias de los tractos GI, GU y vaginal) y hemorragias
excesivas tras la cirugía. La hemorragia GI intensa y las hemorragias en el SNC pueden ser
manifestaciones de la trombocitopenia que entrañan peligro de muerte. No obstante, la
trombocitopenia no causa hemorragias masivas en los tejidos ni hemartrosis, como puede suceder
en los déficit de factores plasmáticos de la coagulación (p. ej., hemofilia).
Debe efectuarse una historia farmacológica completa para descartar la exposición a fármacos que
se sabe producen un aumento de la destrucción de plaquetas en los individuos susceptibles.
Pueden presentar trombocitopenia alrededor del 5 % de los que reciben heparina (v.
Trombocitopenia inducida por heparina,
En algunas enfermedades, el número de plaquetas puede ser normal, pero éstas son incapaces de
formar tapones hemostáticos normales, por lo que el tiempo de sangría estará prolongado. La
alteración de la función plaquetaria puede deberse a un defecto plaquetario intrínseco o a un factor
extrínseco que altere la función de unas plaquetas por lo demás normales. Los defectos pueden
ser hereditarios o adquiridos.
Las causas adquiridas incluyen algunos fármacos de uso frecuente. Las pruebas de la fase
plasmática de la hemostasia (p. ej., el TTP, el TP) son normales en muchos casos (pero no en
todos) (p. ej., v. Enfermedad de von Willebrand, más adelante).
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el trastorno hemorrágico hereditario más frecuente (v. más adelante) o (2) un trastorno plaquetario
hereditario intrínseco, que es menos frecuente. Para establecer el diagnóstico son necesarios
estudios especiales (p. ej., determinación del Ag vW, estudios de Función tales como la
agregación plaquetaria).
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de coágulos hemostáticos produciendo una prolongación del tiempo de sangría y un aumento de la
tendencia hemorrágica. El AAS, que prolonga moderadamente el tiempo de sangría en individuos
normales, puede aumentar en forma notable el tiempo de sangría de los pacientes que presentan
una segunda causa subyacente de disfunción plaquetaria o que padecen una alteración grave de la
coagulación de la sangre (p. ej., pacientes que han recibido dosis terapéuticas de heparina o que
presentan una hemofilia grave). Las plaquetas pueden volverse disfuncionales, con lo que el
tiempo de sangría se prolonga, mientras la sangre circula a través de un oxigenador de bomba
durante una intervención cardíaca con circulación extracorpórea. En consecuencia,
independientemente del recuento plaquetario, a los pacientes que sangran en exceso tras la
cirugía cardíaca y que tienen un tiempo de sangría prolongado, se les debe administrar
concentrados de plaquetas. Al parecer la disfunción plaquetaria tiene principalmente su origen en
una activación de la fibrinólisis en la superficie de las plaquetas, con la consiguiente pér-dida en la
membrana de éstas del receptor GP Ib para el factor vW. Se ha comunicado que la administración
de aprotinina (un inhibidor de las proteasas que neutraliza la actividad de la plasmina) durante la
circulación extracorpórea previene la prolongación del tiempo de sangría y reduce la necesidad de
la reposición de sangre.
HEMOFILIAS
La hemofilia puede tener su origen en numerosas mutaciones diferentes de los genes de los
factores VIII (hemofilia A) y IX (hemofilia B): mutaciones puntuales que afectan a un solo
nucleótido, deleciones de partes del gen y mutaciones que afectan la regulación del gen. Dado que
tanto los genes del factor VIII como los del factor IX se localizan en el cromosoma X, la hemofilia
afecta casi exclusivamente a los varones. Todas las hijas de hemofílicos serán obligatoriamente
portadoras, pero todos los hijos serán normales. Cada hijo de una portadora tendrá un 50 % de
posibilidades de ser normal o de ser hemofílico, y cada hija tendrá una posibilidad del 50 % de ser
normal o portadora. Determinando el nivel de factor VIII y comparándolo con el nivel de factor
antigénico de vW, con frecuencia (pero no siempre) es posible determinar si una mujer con
antecedentes de riesgo es una portadora verdadera de la hemofilia A. De forma similar, la
determinación del nivel de factor IX a menudo identificará a los portadores de hemofilia B. Raras
veces, la inactivación al azar de uno de los 2 cromosomas X en fases tempranas de la vida
embrionaria hará que una portadora tenga niveles de factor VIII o IX suficientemente bajos para
presentar hemorragias anormales.
En unos pocos centros especializados es posible efectuar el análisis del ADN en el gen del factor
VIII amplificado en los linfocitos, mediante la reacción en cadena de la polimerasa. Con una
precisión cada vez mayor, esta técnica permite la identificación del portador de la hemofi-lia A,
tanto directamente por demostración del defecto genómico específico cuando se conoce el defecto
genético de los antepasados, como indirectamente mediante el estudio de los fragmentos de
restricción de longitud polimórfica ligados al gen del factor VIII. Estas técnicas se han aplicado
también para el diagnóstico de la hemofilia A en el feto de 8-11 sem, mediante la biopsia de las
vellosidades coriónicas.
Los típicos hallazgos de laboratorio en la hemofilia son un TTP prolongado, un tiempo de sangría
normal y un TP también normal. Las determinaciones específicas de los factores VIII y IX
determinarán el tipo y la gravedad de la hemofilia. Como los valores de factor VIII también pueden
estar disminuidos en la enfermedad de vW (v. antes), debe determinarse asimismo el Ag vW en
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pacientes con hemofilia A de descubrimiento reciente, particularmente en aquellos con hemofilia A
leve en los que no se puede obtener una historia familiar de transmisión ligada al sexo.
Tras el tratamiento transfusional, aproximadamente el 15 % de los pacientes con hemofilia A
desarrollan Ac frente al factor VIII que actúan como anticoagulantes, inhibiendo la actividad
coagulante del factor VIII adicional administrado al paciente. Se debe investigar la activi-dad
anticoagulante del factor VIII en los pacientes (p. ej., determinando el grado de acortamiento del
TTP inmediatamente después de mezclar el plasma del paciente con partes iguales de plasma
normal y tras la incubación durante 1 h a temperatura ambiente), en particular antes de una
intervención electiva que requiera terapia de sustitución.
PRODUCTOS TERAPEUTICOS.
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