You are on page 1of 19

“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE


PORRES FILIAL NORTE”

SEMINARIO Nº 2

Asignatura:
ÉTICA Y DEONTOLOGÍA

Tema:
BIOÉTICA: RESPONSABILIDAD
POR
LA VIDA

Estudiante:
DÍAZ SÁNCHEZ ANITA DEL
ROSARIO

Código:
2006502781

Grupo:

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 1
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

07 “A”

Chiclayo- 2008

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN.....................................................................................................3
OBJETIVOS..............................................................................................................4
BIOÉTICA: RESPONSABILIDAD POR LA VIDA................................................4
BIOÉTICA.............................................................................................................4
¿RESPONSABILIDAD DE QUIÉN Y RESPECTO DE QUIÉNES?..............8
LA MUERTE, LA AUTONOMÍA. LA VIDA, LA LIBERTAD...............................9

EL PRINCIPIO DE LA VIDA DE LA DEFENSA DE LA VIDA, COMO


PRINCIPIO PRECEDENTE...................................................................................11

La Vida y la Salud Preceden al Principio de Autonomía.....................................12

La Vida Precede , La Autonomía o la Libertad. .................................................14


El principio de tolerancia.....................................................................................14
CONCLUSIONES...................................................................................................15
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................16

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 2
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

INTRODUCCIÓN

El ejercicio de la medicina ha planteado siempre problemas éticos y


exigido del médico una elevada calidad moral. Sin embargo en ninguna
otra época como en la nuestra se han planteado tantos y tan complejos
problemas morales a los médicos y nunca como ahora se ha requerido
una adecuada formación ética a los profesionales sanitarios.

Un factor que ha desencadenado una amplitud de problemas y


conflictos éticos ha sido el enorme progreso técnico de la medicina en
los últimos treinta años. La puesta a punto a partir de la década de
1960 de diferentes procedimientos de sustitución de funciones
orgánicas consideradas vitales (la diálisis y el transplante de riñón en el
caso de la función renal; la respiración asistida, en el de la función
pulmonar; las técnicas de reanimación y desfibrilación, en el de la
cardiaca; la alimentación parental, en el de la digestiva.) ha permitido
medicalizar de modo hasta hace poco insospechado en el período final
de la vida de las personas, y hasta replantear la propia definición de
muerte. El nuevo concepto muerte encefálica permite hoy diagnosticar
como muertas a las personas a las que aún les late el corazón y que
por ello y de acuerdo con la definición clásica están vivas.

La Bioética, como es sabido, es una disciplina de reciente data que se


encuentra aún en estado de gestación, en tanto que sus contenidos,
métodos y objetivos siguen experimentando cambios que es preciso
visualizar.

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 3
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

OBJETIVOS

1Aumentar la sensibilidad hacia los aspectos éticos y valorativos que tiene


la Medicina actual.

2Aportar elementos de juicio que permitan afrontar los problemas de una


manera crítica y racional. Perfeccionar la capacidad para darse cuenta de
los conflictos de valores y los dilemas éticos que el ejercicio profesional
encierra.

3Potenciar la habilidad para argumentar y justificar éticamente las


decisiones a tomar.

4Introducir los valores y las actitudes profesionales necesarios para el


mejor ejercicio.

BIOÉTICA: RESPONSABILIDAD POR LA VIDA

BIOÉTICA

El término Bioética fue utilizado por primera vez por Potter en el año
1970.

La Bioética Médica es la parte de la Bioética que intenta poner a punto


métodos de análisis y procedimientos de resolución de los problemas
éticos planteados por las ciencias médico-sanitarias. Estos
procedimientos han de cumplir, como mínimo los siguientes requisitos:

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 4
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

1.La Bioética Médica ha de ser civil o secular, no directamente religiosa.


En un hospital moderno conviven creyentes, agnósticos y ateos, y dentro
de cada uno de estos grupos coexisten códigos morales muy distintos. En
el campo específico de la bioética médica esto significa que si todas las
personas tienen derecho al escrupuloso respeto de su libertad de
conciencia, las instituciones sanitarias están obligadas a establecer unos
mínimos morales exigibles a todos. Éstos ya no podrán fijarse de acuerdo
con los mandatos de las morales religiosas si no desde criterios
estrictamente seculares, civiles o racionales.

2.Ha de ser además una ética pluralista, es decir que acepte la diversidad
de enfoques y posturas e intente conjugarlos en unidad superior. El
pluralismo no tiene por que ser un obstáculo para la construcción de una
ética, sino más bien su condición de posibilidad. Solo el pluralismo
universal puede dar lugar a una ética verdaderamente humana.

3. La Bioética Médica debe ser participativa y deliberativa. Esto no


puede hacerse correctamente más que permitiendo la participación directa
de los afectados por la norma o la decisión en proceso de deliberación
(médico, personal de enfermería., asistentes sociales, administradores
sanitarios, ciudadanos). Las perspectivas de todos ellos son distintas y
complementarias. El objetivo de la deliberación es tomar decisiones
prudentes. La deliberación permite enriquecer el debate con el mayor
número de perspectivas, haciendo presente la mayor cantidad posible de
valores implicados, circunstancias y consecuencias. La deliberación moral
es un proceso racional de búsqueda conjunta y participativa de la verdad.
Por tanto, en el proceso de deliberación debe darse un enriquecimiento
mutuo, de tal modo que el resultado final sea distinto y superior al que en
un principio tenía cada uno de los intervinientes. Ésa es la función de los
llamados comités asistenciales de ética.

4.Ha de ser una ética de la responsabilidad. Las éticas de la


responsabilidad son las propias del siglo XX. Max Weber, el creador del
término opuso las éticas de la responsabilidad tanto a las éticas
meramente estratégicas (para beneficio de algunos) como a las éticas de

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 5
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

convicción (maximalistas). Las éticas de la responsabilidad constituyen de


algún modo un término intermedio entre esos dos extremos. Parten del
principio de que todos los seres humanos son sujetos morales que
merecen consideración y respeto, razón por la cual deben poder participar
en el proceso de elaboración de las normas o en las decisiones que les
afecten o en las que se hallen implicados. De este modo cada uno podrá
hacer presentes sus valores, creencias, necesidades e intereses, dar
razones de ello y tener en cuenta las razones de los demás. Éste es el
modo de asegurar que las decisiones sean responsables y prudentes.

5.Ha de ser Autónoma. El criterio de moralidad no puede ser otro que el


propio ser humano. Es la razón humana la que se constituye en norma de
moralidad y, por ello mismo, en tribunal inapelable: eso es lo que se
denomina conciencia y voz de conciencia.

6.La Ética médica tiene que se racional. Debe tener un carácter abierto y
progrediente, con un momento a priori o principialista y a otro post priori o
consecuencialista. Ha de desarrollarse siempre a ese doble nivel.

7.Finalmente la moderna Ética Médica aspira a ser universal y por tanto a


ir más allá de los puros convencionalistas morales. La razón ética como la
razón científica aspira al establecimiento de las leyes universales, aunque
siempre abiertas a un proceso de continua revisión.

A partir de esos principios formales es preciso formular normas o


criterios concretos, es decir, dotados de contenido material, que nos
digan lo que está permitido o prohibido. Por ejemplo, si debemos
respetar a todos los seres humanos, parece claro que no lo podemos
matar, o que no podemos mentirles. Los principios de respeto de la vida
y de veracidad son materiales, puesto que definen como buenos ciertos
actos humanos concretos y como malos, sus contrarios.

Esos principios tiene pues contenido material y además poseen


carácter deontológico: es decir, mandan hacer ciertas cosas y evitar
otras. Lo que sucede es que ya no tienen la contundencia y el carácter
absoluto del principio formal. Así el principio formal obliga siempre y no

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 6
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

tiene excepciones, en tanto que los mandatos de contenido material no


obligan siempre y tienen excepciones: Hay veces que está moralmente
permitido matar, y otras muchas en que nos vemos obligados a decir la
verdad, en incluso a mentir. Por eso esos imperativos no tienen
carácter categórico ni hipotético; su moralidad depende siempre de las
condiciones materiales, de las circunstancias y consecuencias.

• La ciencia y la tecnología unidas estrechamente en la categoría de las


tecnociencias han posibilitado un progreso sin precedentes en la mayor
parte de las áreas (aumento de la producción industrial, nuevas
tecnologías de la información, biotecnologías, telecomunicaciones, etc.)
Posibilitando el desarrollo de las ciencias (nueva genética, genómica,
vacunas, etc.)

• En medicina se han logrado igualmente metas sorprendentes (nuevas


armas terapéuticas como los antibióticos, erradicación de
enfermedades como la viruela o la reducción drástica de otras como la
parálisis infantil, nuevas armas diagnósticas, cirugía reparadora,
transplante de órganos, terapias génicas, etc.)

• Junto a estos logros indiscutibles subsisten y se acrecientan las


inequidades en salud traducidas en muertes y discapacidades, fruto de
la desidia, de la falta de solidaridad, de la indiferencia y del abandono
de políticas públicas en la materia.

• El exponencial crecimiento de las comunicaciones nos ha convertido en


una aldea global y los riesgos asociados a la salud presentan un perfil
cada vez más universal (aparición de graves pandemias como el SIDA,
recrudecimiento de dolencias que se consideraban vencidas o casi
totalmente dominadas como la tuberculosis, la sífilis, etc., peligro de
pandemias como la gripe aviar, etc.)

• Frente a este panorama tan contradictorio como injusto la Declaración


nos invita a pensar sobre “responsabilidad social en salud”.

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 7
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

¿RESPONSABILIDAD DE QUIÉN Y RESPECTO DE QUIÉNES?

La responsabilidad por la promoción, prevención y atención de la salud


(incluyendo a los factores condicionantes externos) tanto individual
como colectiva, tanto en el orden interno de un estado como en el
planeta es un asunto que nos concierne a todos, sin exclusión alguna
(a la comunidad de naciones, a los estados, a las organizaciones
públicas y privadas, a los dirigentes políticos, gremiales, empresariales,
etc., al individuo del común). Esta responsabilidad importa involucrarse
en los problemas de la salud y tomarlos como propios, con seriedad,
como parte de los deberes que nos competen por el solo hecho de
pertenecer al género humano.

Esta responsabilidad debe orientarse y dirigirse a todos los seres


humanos, sin distinción de nacionalidad, raza, género, educación,
condición económica o social. Por otra parte el énfasis en la tecnología
y en lo individual afecta también las concepciones de causalidad de las
enfermedades, privilegiando en forma dominante los aspectos
biológicos por sobre los sociales.

En este terreno la Bioética no puede quedar ausente. Si se excluyen los


problemas de la salud y sus condicionantes del ámbito que se le
asigna, simplemente habremos mutilado una disciplina que nació con
otros horizontes y con otro vuelo, al seccionarle uno de los capítulos
más nobles y humanos. La salud es un derecho humano básico y en
consecuencia la equidad en salud debe ocupar un lugar de honor. Los
valores humanos como la universalidad, la solidaridad social y la
justicia social proporcionan una base moral efectiva para la equidad
sanitaria mundial. Si la Bioética nació y se desarrolló de la mano de los
derechos humanos es inconcebible que a esta altura de los tiempos no
se ocupe de los temas sociales vinculados a la salud en tanto estamos
hablando de derechos humanos que, cuanto más vulnerable sea el
sujeto, más entidad cobran.

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 8
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

LA MUERTE, LA AUTONOMÍA. LA VIDA, LA LIBERTAD


La vida es precedente a la libertad y la autonomía.

La biología y las ciencias médicas nos enseñan que sobre cada uno
nosotros grava la responsabilidad de defender la vida y la salud, sin
nuestra participación, no se puede avanzar en el campo de la
terapéutica, ni de la prevención, ni de la promoción de la salud. Hay
una dimensión ética de la salud, nosotros podemos escoger hábitos
salugénicos, o hábitos que nos provocan a enfermedades o
padecimientos crónicos.

Nuestros códigos médicos deontológicos nos clarifican y nos obligan a


cumplir con estas obligaciones (en defensa de la vida y la salud). Los
estudiantes de la facultad de humanidades nos criticaban. Se referían a
nosotros como: " Los de medicina que no tenían tiempo para pensar".
Solo teníamos tiempo, el tiempo necesario para leer, 120 páginas
diarios, para tener éxito en los próximos exámenes.

La ética utens del Prof. Garbagni (la ética vivida), nos hacía parecer su
conducta como propia de los profesionales de la medicina, una
herencia, una naturaleza del médico. El médico encarnado por nuestro
profesor parecía tener una predisposición a hacer actos buenos. A
mediados de los 80 se configuraba un nuevo paradigma ético, en los
Estados Unidos de Norteamérica, el Principialismo teorizado por
Childress y Beauchamps, que en 1994 publican la cuarta edición de su
obra titulada " Principles of Biomedical Ethics ", y que en los años
sucesivos es una referencia importante sobre todo para la literatura de
lengua inglesa.

Debía haber sido un paradigma independiente de cualquier sistema de


referencia, o teoría ética de fondo. Este debía suplir una necesidad, un

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 9
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

vacío percibido a nivel internacional, que sería colmado con un lenguaje


internacional común.

PRINCIPIALISMO:

• Principio de Autonomía.

• Principio de no- Maleficencia,

• Principio de Beneficencia

• Principio de Justicia.

Estos principios constituyen el consenso mínimo y primario para los


miembros de una comunidad " plural y civilizada".

Si respetamos la Vida: El valor ontológico del acto tiene primacía


sobre la potencia.

Un acto que realiza un ser para suprimir la vida de otro de manera


directa y deliberada, es un acto malo, disuelve la vida, lleva a
corrupción porque separa de lo principios que hacen al ser existente, tal
acto no es perfección, sino disolución, no puede nunca ser un acto
buenos.

Estos actos merecen una descripción sociológica, psicopatológica: pero


todos estamos claro que suprimir a otro, es un mal moral grave.
(Asesinato, homicidio, infanticidio, no pueden justificarse como actos
buenos, ante la razón).

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 10
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

EL PRINCIPIO DE LA VIDA DE LA DEFENSA DE LA VIDA,


COMO PRINCIPIO PRECEDENTE.

La vida no se puede considerar como algo abstracto, la vida es


corpórea, física, para el hombre no representa algo extrínseco a la
persona, más bien su valor mismo.

Valor fundamental , porque el cuerpo vivo es coesencial, el ser se


encarna , la existencia se realiza por este medio, entra en el tiempo y
en el espacio, se expresa y se manifiesta, se construye y expresa por
medio de el cuerpo vivo. Este ser puede captar los valores y realizarlos:
la libertad, la socialidad, relacionalidad y elaborar su proyectualidad,
que lo autodetermina.

Los animales están determinados. La persona humana es superior


ontológicamente hablando a los otros seres de la creación, por esa
superioridad ontológica, tenemos una dignidad, superior y merecemos
como personas humanas el mayor respeto.

No puede el principialismo ético o cualquier otra teorías ética justificar


la supresión d la vida de alguien, de manera directa y deliberada, para
favorecer la vida de otros, o mejorar la condición política social de
otros, (experimentación sobre ancianos frágiles para obtener una
vacuna para prevenir el sida) , porque la persona es una totalidad
absoluta de valor no una parte de la sociedad, el hombre no es para la
sociedad , esta es para el hombre.

La libertad o la autonomía deben hacerse cargo responsable sobre


todo de la vida propia y de la de los demás. Para ser libres debemos
estar vivos, la vida es una condición, para todos indispensables si
queremos ejercer nuestra libertad.

Todo lo dicho parece obvio, en el campo de la bioética lo discutido


anteriormente es de gran actualidad, por ejemplo el mal llamado "

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 11
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

derecho a la eutanasia ", la proclamas veladas en favor de la eutanasia


social, tema discutido en los actuales en los sistemas de salud : (la
justicia distributiva, los recursos sanitarios, alocación de recursos ,
criterios de costo beneficio, la calidad de vida , la productividad), las
curas obligatorias para enfermos mentales, o los dilemas bioéticos
emergentes cuando (se rehúsa un tratamiento por motivos religiosos).

El principialismo puede conciliarse con las otras teorías éticas, si


respeta la vida y usa una deontología en sentido fuerte que lo obliga a
cumplir con las normas efectivamente y deja de utilizarlas solo como
referencia, en línea de principio, como lo hace actualmente a la luz de
las teorías utilitaristas y contractualistas, que en cada caso concreto
examina subjetivamente, para hacer prevalecer la visión del más fuerte.

En el hombre encontramos una unitotalidad cuerpo y espíritu, el cuerpo


individualizado por la materia "quantitate asignata", y el espíritu que lo
hace ser, que están juntos en la unitotalidad cuerpo espíritu, no dos
principios, sino uno solo.

La Vida y la Salud Preceden al Principio de Autonomía


Los principios de este paradigma ético no están fundamentados en
valores reconocidos universales y aplicables en todas las
circunstancias.

Childress y Beauchamp autores de este paradigma no han podido


establecer cual principio tiene la precedencia sobre los otros en la
diversas situaciones concretas.

Los autores recomiendan que en situación de conflicto se dicte, según


las consecuencias de los actos.

Quiero aprovechar este espacio, para mostrar lo peligroso del


relativismo ético del principialista, este relativismo erode las bases de

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 12
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

nuestra civilización occidental, al no reconocer la Vida como Principio


Precedente Respecto a la Autonomía

La cultura de la autonomía quiere enarbolar su bandera en la cima de


las conquistas humanas, a costa de la vida propia, de la salud personal
y de la comunidad.

El principio de beneficencia, debe prevalecer sobre la autonomía, el


médico debe ayudar al enfermo a enfrentar y resolver su problema de
salud. Se puede discutir, en la sede adecuada, la complejidad de los
programas de recuperación, según los enfoques culturales y científicos.
Este tema no lo trataremos.

El estado debe proteger la vida y la salud de sus asociados, debe obrar


y legislar, para proteger a las personas que no están en grado, de
autogobernarse, que se exponen con sus propias acciones, a provocar
un daño a su integridad física y/o salud.

Esta intervención del estado que deberá ser articulada con todas las
instancias involucradas, es prueba, que en nuestras democracias
occidentales en casos como este el estado, debe dar precedencia a la
vida y no al principio de autonomía.

Debería resultar claro para el médico y para el estado que concebir la


libertad, como libertad de matarse, no es auténtica, ni humana.

Una vida viene primero de la libertad, esta es su fundamento: para ser


libres hay que estar vivos y para respetar la libertad de los demás debo
ante todo respetar la vida del prójimo y defenderla de toda insidia. El
estado debe usar su energía, para defender la vida y luchar contra los
que atentan contra ella, sino el permisivismo se vuelve complicidad. Lo
expuesto antes no es " liberticidio " simplemente la aplicación de un
principio bioético, que la moderna bioética debe configuraría en su
normativa.

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 13
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

La Vida y la Salud de sus Ciudadanos. El estado no puede defender la


libertad de un grupo irresponsable, eso sería permisivismo, atentar
contra la vida, permisivismo igual a complicidad.

Atentando contra la vida el estado negaría su fundamento mismo. En


otras sedes se deberá discutir la oportunidad de una u otra
intervención, regulación o legislación. El estado debe tutelar la vida y la
salud de sus ciudadanos.

La Vida Precede , La Autonomía o la Libertad.


No quiero terminar este tema sin advertir, que nuestra sociedad no
puede rendirse y presentar como remedio a los males como el SIDA
uno de los más graves, la perspectiva de la abdicancia, es decir dejar el
fenómeno antropológico cultural, en un plano inclinado, que aumenta su
momento, con el pasar del tiempo.

Consideraciones similares pueden hacerse sobre el alcoholismo y los


excesos de alimentación, las carreras de automóviles en los bulevares
de la ciudad, etc. La sociedad civil y el estado responsable tenemos la
obligación de intervenir en los niveles correspondientes, no podemos
dejar que los asociados promuevan comportamientos hedonísticos, que
resulten ser de fatales consecuencias para la salud y la vida de los
individuos o de la sociedad en general.

El principio de tolerancia
Al cual generalmente se apela, es válido para la libertad de
pensamiento, para las ideas políticas, pero este principio no puede ser
tomado como justificativo, de los comportamientos que ponen en riesgo
la vida o que deliberadamente la quieren poner en riesgo.

Es claro para los médicos que tenemos un deber moral con estos
enfermos, pero también debemos reconocer que es nuestro deber velar
por los jóvenes, que están a tiempo de evitar el riesgo.

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 14
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

Esta claro que la naturaleza del hecho educativo esta en orientar a los
jóvenes a la realización máxima de los valores, no hacia el mínimo.
(Crisis del Principialismo, ética de los mínimos) Por eso debemos como
médicos asumir y trabajar en la gran campaña pedagógica de toda la
sociedad, educarla a la realización de los valores, hacia una ética de la
virtud, conducir por derroteros ciertos las ciencias de la vida, dándoles
un sólido fundamento.

Para que nuestra bioética siga cumpliendo su función normativa y


pedagógica, reflexionemos sobre el Principio Vida y Salud, para que lo
configuremos como precedente a la libertad y autonomía.

CONCLUSIONES

Los actos médicos han de cumplir siempre dos condiciones básicas,


que son la correlación y la bondad. Un acto es incorrecto cuando no
está técnicamente bien realizado. Si un médico no sabe utilizar
adecuadamente los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, se dice
que los usa “incorrectamente”. La incorrección supone siempre falta de
suficiencia técnica. Por eso, al médico que practica su arte de modo
incorrecto se le califica como “mal médico”. Los malos médicos no se
identifican con los “médicos malos”. Mal médico es el que posee una
capacidad técnica insuficiente o incorrecta, en tanto que el médico malo
es aquel que la utiliza mal porque es moralmente malo, dado que la
suficiencia técnica no conlleva sin más la bondad moral, por lo que al
médico se le deben exigir ambas características.

La responsabilidad social por la salud ha ido descendiendo


progresivamente en el escenario global llegando en la actualidad a ser
también presa del “mercado”. Con la excusa poco creíble de que el
Estado es indudablemente ineficiente en el cuidado de la salud, se
parte de convencer a la sociedad de que sólo aquéllos cuyo objetivo es
ganar dinero pueden diseñar sociedades eficientes y ocuparse de la
salud.

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 15
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

BIBLIOGRAFÍA

Farreras – Rozman; Medicina Interna; 15 Edición; Elsevier Editores;


España 2005; capítulo 7; pp:

http://servicio.cid.uc.edu.ve/derecho/revista/relcrim12/12-7.pdf

http://www.umng.edu.co/docs/revbioetik/vol12/bergel.pdf

http://www.bibmcgrath.usma.ac.pa/asp/glQuery.asp?buscable=S&encab
ezamiento=BIOETICA

http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/832/83210201.pdf

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 16
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

GUÍA DE ACTIVIDADES DEL CURSO DE BIOETICA

Apellidos y Nombres: DÍAZ SÁNCHEZ ANITA Grupo 07A

EL HOMBRE ANIMAL ÉTICO


Correlacione

a. “Deontología Ser moral por naturaleza


b. Etnocentrismo Fin
c. “Telós” Deber
d. Animal ético Hacer de una raza o pueblo el centro de la
humanidad

1. Sin libertad no hay y sin responsabilidad no hay

LLENAR BLANCOS

1. Compare la conducta ética del hombre actual con la de nuestros


antepasados, los incas
Valores Explicación
Moral incaica

Mundo "Moderno"

Sociedad peruana

2. ¿Cree que la moral evoluciona positivamente?, ¿Somos actualmente


mejores?

3. Señale algunas conductas morales que los peruanos hacen comúnmente por
presión social y no libremente.
4.

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 17
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

GUIA DE ACTIVIDADES DE LA ASIGNATURA DE BIOÉTICA

Apellidos y nombres: DÍAZ SÁNCHEZ ANITA Grupo: 07A

BIOÉTICA Y PRINCIPIOS BIOETICOS


1. ¿Defina usted que entiende por bioética?
Es la rama de la Bioética que aspira a proveer los principios orientadores de la conducta humana en
el campo biomédico. Abarca las cuestiones éticas

2. ¿Coloque una breve secuencia histórica de la


Bioética?

1.
2.
3.
4.
5.

3. Complete los recuadros del esquema Adjunto

4. Enumere y explique los principios bioéticos

Principio Interpretación y aplicación


1

5. ¿A que se denominan principios de prima facie? Según Diego


Gracia

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 18
“UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES”

6. ¿Que es la Ética Global (Global Ethics)?

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA 19

You might also like