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INFORME FINAL
CONTENIDO
Pag.
1. INTRODUCCIÓN 3
2. OBJETIVO GENERAL DEL PROYECTO 4
2.1 Objetivos Específicos 4
3. AREA DE ESTUDIO 5
4. SÍNTESIS DE RESULTADOS 7
4.1 Modelo de exploración de aguas subterráneas para 7
zonas de recarga pluvial.
4.2 Cartografía de índices climático, de infiltración 8
superficial, litológico y de lineamientos para cada
microcuenca.
4.3 Cartografía de los índices de recarga (IPRA) y de 10
almacenamiento (IPEA)
4.4 Zonas Probables de Existencia de Aguas Subterráneas 10
(ZPA)
4.5 Cartografía de ZPA jerarquizadas de acuerdo a la 13
capacidad de recarga y de almacenamiento del acuífero
4.6 Cartografía de Zonas Hidrogeológicas Homogéneas 15
(ZHH) para el área de estudio.
4.7 Resultados de validación 17
4.8 Resultados de hidrogeología y la aplicación del 19
MODFLOW
5 SÍNTESIS DE ACTIVIDADES Y MÉTODOS 23
5.1 Etapa 1. Coordinación 23
5.2 Etapa 2. Definición del Método de Exploración 23
5.2.1 Metodología General para la obtención de las ZPA 24
5.3 Etapa 3. Desarrollo del Modelo exploratorio aguas 26
subterráneas
5.4 Etapa 4. Determinación de ZHH y Pozo Modal 27
5.4.1 Metodología General de Zonas Hidrológicas 27
Homogéneas (ZHH)
5.4.2 Metodología de Validación 28
6 CONCLUSIONES 31
ANEXOS
ANEXO 1 RESULTADOS
1. INTRODUCCIÓN
La finalidad del proyecto estuvo centrada en establecer una metodología con base
en la utilización de datos satelitales y auxiliares, considerando como unidad de
análisis las microcuencas, que permitiera maximizar la eficiencia de prospección de
aguas subterráneas en zonas semiáridas (interfluvios), focalizando y priorizando las
zonas con mayor potencial de agua subterránea, y con ello asegurar la disponibilidad
del recurso a las comunidades agrícolas.
La ejecución del proyecto estuvo asesorada en los aspectos técnicos por los
siguientes especialistas:
3. AREA DE ESTUDIO
Cabe señalar que las Comunidades Agrícolas insertas en el área de estudio abarcan
una superficie total de 192.143,3 ha. (figura 2). La diferencia en superficie está
constituida por sectores de comunidades agrícolas que fueron parceladas y pasaron
al sector privado y superficie ocupada por los valles de los ríos principales.
Nombre Superficie
Comunidad (Ha) Subcuenca a la que pertenece
Atunhuaico 4.643,5 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse Cogotí
Blas y Bulrreme 6.687,8 Río Hurtado entre Qda. El Pangue y Río Limarí
Caldera y Damas 17.019,8 Quebrada Higuerilla
Canelilla 2.185,5 Río Hurtado entre Qda. El Pangue y Río Limarí
Carrizo Mendoza y
Romero 3.102,4 Río Hurtado entre Río Chape y Quebrada El Pangue
Castillo y Mal paso 5.451,6 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse Cogotí
Cerro Blanco 1.257,8 Estero Punitaqui entre Quebrada Espinal y Río Limarí
Chacarillas 1.759,0 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse cogotí
Chirrilla 345,7 Río Grande entre Río Ponio y Río Guatulame
Cuarto Cajón 736,6 Estero Punitaqui entre Quebrada Espinal y Río Limarí
El Altar 6.425,0 E. Punitaqui entre Qda. Los Mantos y E. Las Majadas
El Divisadero 2.217,9 E. Punitaqui entre Qda. Los Mantos y E. Las Majadas
El Olivo 1.338,1 Río Hurtado entre Qda. El Pangue y Río Limarí
El Tome 2.752,6 Río Guatulame
Fernando Álvarez 822,8 Estero Punitaqui entre Quebrada Espinal y Río Limarí
Guanillas 6.610,6 Río Guatulame
Higueritas Unidas 4.383,1 Quebrada El Ingenio
Huampullas 4.518,0 Río Hurtado entre Qda. El Pangue y Río Limarí
Huana 2.353,6 Río Grande entre Río Ponio y Río Guatulame
Jara o Laja 5.298,8 Río Guatulame
Jarrilla y Azogue 5.855,1 Quebrada Higuerilla
La Coipa 4.263,0 Río Hurtado entre Qda. El Pangue y Río Limarí
La Verdiona 3.095,7 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse Cogotí
Lagunilla 1.064,7 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse Cogotí
Las Cardas 3.417,4 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse Cogotí
Las Damas 1.640,7 Estero Punitaqui entre Quebrada Espinal y Río Limarí
Lorenzo Araya 860,1 Estero Punitaqui entre Quebrada Espinal y Río Limarí
Los Morales 2.528,3 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse Cogotí
Los Pozos 1.034,0 Estero Punitaqui entre Quebrada Espinal y Río Limarí
Los Trigos 1.942,2 Estero Punitaqui entre Quebrada Espinal y Río Limarí
Manquehua 24.194,3 Río Cogotí entre Río Guatulame y Embalse Cogotí
Minillas 3.397,2 Río Hurtado entre Río Chape y Qda. El Pangue
Monte Patria 10.113,1 Río Grande entre Río Ponio y Río Guatulame
Potrerillo Alto 5.055,1 E. Punitaqui entre Qda. Los Mantos y E. Las Majadas
Punitaqui 23.431,6 E. Punitaqui entre Qda. Los Mantos y E. Las Majadas
Quitallaco 4.347,6 Estero El Culebrón y Qda. El Romeral
Rinconada de Punitaqui 5.533,8 Estero Punitaqui entre E. Las Majadas y Qda. Espinal
Romeralcillo 2.703,7 Quebradas Higuerilla y del Ingenio
Tambillo 7.756,0 Estero El Culebrón y Qda. El Romeral
Superficie Total 192.143,3
4. SÍNTESIS DE RESULTADOS
ICLI = PP - ETp
IPRA
1 2 3 4
IPEA
1
1 1 2 2
2
2 2 3 3
3
2 3 3 3
4
2 3 4 4
Clase N° Superficie
ha
1 379 124.839,1
2 196 95.363,2
3 139 41.241,9
4 31 12.506,9
Total 745 273.951,1
Del total de 745 ZPA del área de estudio, alrededor del 50% de ellas se clasifican
como área con escasa a baja probabilidad de existencia de agua subterránea
correspondiendo también a casi el 50 % del área de estudio y sólo alrededor del 5%
de la superficie se clasifica en clase 4 correspondiente a las zonas de Muy alta
probabilidad (Tabla 4).
Porcentaje Porcentaje
Clase ZPA Superficie
1 50,9 45,6
2 26,3 34,8
3 18,7 15,1
4 4,2 4,6
Total 100,0 100,0
Cabe recordar, que del total de la superficie del área de estudio (273.951 ha.) las
Comunidades Agrícolas insertas ocupan 192.143,3 ha.. La diferencia corresponde a
propiedad privada correspondiente a 81.807.2 ha.
Del total de 39 Comunidades Agrícolas en el área, en sólo 8 existen ZPA con muy
alta probabilidad correspondiente a alrededor de 7 mil ha. y el sector privado en esta
misma clase tiene 5 mil ha. (Tabla 5).
- ZHH II. Esta zona hidrogeológica esta conformada por roca meteorizada e
intensamente fracturada, cuyos afloramientos se presentan en varios sectores del
área de estudio. Los cambios producidos en estas rocas, tanto por la meteorización
como por la tectónica, le confieren a esta zona un potencial variable para conducir y
almacenar agua subterránea, llegando a constituir acuíferos de mediana
productividad en los sectores de alta permeabilidad y potencias considerables. De
acuerdo a estos antecedentes, al construir un pozo en la zona hidrogeológica II con
una profundidad entre 10 y 30 m, se debiera extraer un caudal entre 1 y 10 l/s.
- ZHH III. Esta zona hidrogeológica esta conformada por depósitos coluviales y
abanicos aluviales situados, principalmente, en los alrededores de las localidades de
Tambillo y Punitaqui, y en menor escala por el río Guatulame y en la quebrada del
Ingenio. Estos materiales presentan permeabilidades variables, sin embargo la
ocurrencia de agua subterránea en esta zona es mediana a baja, debido a
disponerse en las secciones altas y medias de los valles, lo que hace que la recarga
y el flujo subterráneo producido por las precipitaciones pasen por estos depósitos
hacia los sectores más bajos (Zona Hidrogeológicas Homogéneas IV). Así se tiene
que un pozo construido en esta zona, con una profundidad entre 40 y 60 m, debiera
entregar un caudal entre 0.5 y 10 l/s.
- ZHH IV. Esta unidad esta compuesta por depósitos fluvioaluviales que se
disponen en terrazas a lo largo del valle que conforma la Quebrada de Punitaqui,
teniendo su mayor extensión y potencia al lado este de la quebrada. Con los
antecedentes disponibles, es posible estimar que un pozo construido en esta zona
hidrogeológica, con una profundidad entre 40 y 60 m tendría un caudal de producción
entre 5 y 20 l/s.
- ZHH V . Esta zona, al igual que la ZHH III, esta constituida por depósitos
aluviales y coluviales, ubicados en la localidad de El Palqui, en la ribera este del
tranque La Paloma, conformando una unidad propia, debido a las características
hidrogeológicas particulares de esta zona, la que se encuentra influenciada por este
cuerpo de agua. Los pozos en este sector tienen productividades sobre 1l/s/m, por
tanto, es posible estimar que un pozo construido en esta zona hidrogeológica, con
una profundidad entre 40 y 60 m tendría un caudal de producción entre 20 y 60 l/s.
a) Análisis entre ZPA y ZHH. Al realizar una regresión entre las clases de
ZPA y el promedio de ZHH se obtuvo un coeficiente de correlación de 0,94
que indica una fuerte tendencia entre ambas variables. Cuando se
establece la relación entre el índice jerárquico de ZPA de cada
microcuenca con el promedio de ZHH, el coeficiente de correlación
disminuye a 0,71 lo que mantiene la tendencia general. Esto valida la
metodología de ZPA.
En la Tabla 8 se entregan los datos de caudal, nivel estático y nivel dinámico cuando
corresponde de cada pozo además de la clase de ZPA y ZHH donde se ubica.
El modelo aplicado para la simulación del acuífero de un sector del área de estudio
correspondió al denominado MODFLOW, desarrollado por el U.S. Geological Survey,
el cual ha sido ampliamente aplicado y probado mundialmente. Es el modelo de
aguas subterráneas que más se utiliza en la actualidad a nivel internacional.
Las curvas correspondientes a los niveles freáticos del área fluctúan entre 17 a 20
metros (figura 17).
Dado que este informe corresponde al Final del proyecto, se presenta una revisión
de lo que constituyó el proyecto a través de un resumen de sus etapas.
5.1. Etapa 1. Coordinación. Fue ejecutada durante todo el desarrollo del proyecto
5.2. Etapa 2. Definición del Método de Exploración. Se ejecutó desde el inicio del
proyecto hasta Mayo del 2002 y estuvo orientada a definir la metodología a
desarrollar por el proyecto.
Por otra parte, en esta etapa se realizó la capacitación del equipo técnico en
manejo de datos satelitales, SIG y modelamiento; en softwares específicos como
el MOD Flow junto con la adquisición de equipos computacionales de alta
capacidad y velocidad de procesamiento que permitieran el manejo de datos
satelitales.
De acuerdo al modelo definido en la etapa anterior, una vez obtenidos los datos
bases se construyeron los índices climáticos, de lineamientos, de infiltración
superficial y el litológico para cada microcuenca, a partir de los cuales se derivó
los índices de recarga (IPRA) y almacenamiento (IPEA) para cada unidad de
análisis. Estos dos últimos índices fueron clasificados en 4 clases (1. Baja; 2.
Media; 3. Alta y;4. Muy Alta) los que a través de una relación matricial originaron
las Zonas Probables de Existencia de Agua (ZPA) clasificadas en las mismas
cuatro clases anteriores.
Cabe señalar, que en el modelo preliminar que se aplicó, las ZPA eran obtenidas
a través de la suma de la recarga y el almacenamiento. Sin embargo, luego de la
verificación en terreno se concluyó que era necesario ajustar los datos litológicos
y geológicos a una escala de mayor detalle e incorporar la variable de pendiente
al índice litológico. Por otra parte, se concluyó que la relación entre recarga y
almacenamiento era una relación matricial de la forma presentada en la Tabla 2
del punto 5.2.1.
5.4. Etapa 4. Determinación de ZHH y Pozo Modal. Esta etapa estuvo orientada a
validar la metodología de ZPA a través del método tradicional de exploración. Se
inició con la recopilación de la información de pozos y norias del área de estudio.
En aquellas áreas con información de pozos y/o norias insuficiente se realizó
exploración geofísica mediante la aplicación de los métodos de Transiente
Electromagnética TEM, en 18 líneas, y Ohm-mapper, con 6 perfiles (ver anexo 2).
ii) Distribución
Con la información de los pozos se calculó el caudal específico, el cual resulta ser el
mejor parámetro de comparación ya que indica la cantidad de litros por segundo que
entrega un pozo por metro de agua que se deprime a causa del bombeo. Este
parámetro es independiente de la profundidad que tiene el pozo, por lo que se
pueden comparar pozos situados en diferentes lugares.
Determinadas las ZHH para la totalidad del área de estudio, el siguiente paso fue
validar las ZPA. Para ello se determinó el siguiente procedimiento:
6. CONCLUSIONES
La metodología definida por el estudio resultó ser valida, de acuerdo a las ZHH, a la
distribución de pozos y norias existentes y a los perfiles geofísicos realizados en
terreno. Sin embargo, en zonas con predominancia de rocas fracturadas requieren
de un análisis de ZHH y de la construcción de perfiles con técnicas tradicionales, de
mayor detalle para la localización de pozos.
b) Los datos satelitales del sensor TM del LANDSAT, incluyendo las bandas
termales y, los datos de radar, entregan datos imprescindibles para
determinar las ZPA, de igual forma contar con datos sistemáticos de
precipitación resultan ser relevantes para determinar el potencial de recarga
de cada microcuenca, la data termal y la generación de Modelos Numéricos
de Terreno (MNT) son la base para lograr la espacialización, tanto de la
variable temperatura como la propia precipitación.
ANEXOS
ANEXO 1. RESULTADOS
ANEXO 1. RESULTADOS
1. Etapa 1. Coordinación
e) Reuniones de trabajo entre los profesionales y técnicos del proyecto con los
asesores técnicos.
Esta etapa fue terminada en Mayo del año 2002 y se informó en el IAT 1. Las
actividades que consideró fueron las siguientes:
Este índice recoge la capacidad de infiltración probable y relativa que tienen los
procesos de superficie de un determinado lugar y que influyen en la recarga de
acuíferos.
DDREN= L / A
CO = Hm * tg α
IIS
IPRA = -------
ICLI
La amplitud de los rangos se establece a partir del histograma obteniendo los puntos
modales.
A partir del índice litológico (ILIT) y de lineamientos (ILIN) descritos anteriormente, se obtiene el índice
potencial de existencia de acuífero (IPEA) a través de la siguiente expresión:
Al igual que lo realizado con el índice de recarga, este índice se espacializa por cada
microcuenca, en función de una unidad de terreno de 625 m2 y se normaliza por el
valor máximo. Luego, se jerarquiza en 4 rangos de probabilidad: 1.Baja; 2. Media; 3.
Alta y; 4. Muy Alta y la amplitud de los rangos se determina a partir de los puntos
modales del histograma.
IPRA
1 2 3 4
IPEA
1
1 1 2 2
2
2 2 3 3
3
2 3 3 3
4
2 3 4 4
A partir del DEM y con los límites de las microcuencas se obtuvo un mapa de
pendiente (figura 5) y de altitud (figura 6) para toda el área de estudio. El Coeficiente
Orográfico (Co) se calculó como la resultante de la multiplicación entre la altura
promedio y pendiente media de cada microcuenca.
Las clases de Cobertura Vegetacional y Uso Actual utilizadas y los pesos asignados
a cada una de ellas, desde la perspectiva de la capacidad de infiltración, se indican
en la Tabla 2 (en escala de 1 a 10), considerando que la mayor capacidad de
infiltración está dada por bosques adultos y terrenos de uso agrícola.
Obtenido el mapa de déficit hídrico se obtuvo el valor para cada una de las
microcuencas, el que luego fue relativizado por el valor máximo obtenido, todo ello
multiplicado por 100.
Al igual que los índices anteriores, los colores oscuros representan las áreas de
mayor índice correspondiendo a sectores donde existe la mayor longitud de
lineamientos, de cruces, de interconexiones y dirección Este –Oeste. Las áreas en
tonos claros corresponden a las microcuencas donde ocurre lo inverso.
Finalmente se obtuvo este índice para cada microcuenca (Figura 10). En tonos
oscuros se presentan los mayores índices que corresponden a áreas con mayor
La metodología de ZPA determinó dos índices finales, uno de recarga (IPRA) y otro
de almacenamiento (IPEA), los que se presentan en las figuras 11 y 12
IPRA
1 2 3 4
IPEA
1
1 1 2 2
2
2 2 3 3
3
2 3 3 3
4
2 3 4 4
Superficie
Clase N°
ha
1 379 124.839,1
2 196 95.363,2
3 139 41.241,9
4 31 12.506,9
Total 745 273.951,1
Cabe señalar que de las 745 microcuencas, correspondientes a 2.739,5 km2 que
abarca el área de estudio, 591 microcuencas pertenecen a terrenos de las
Comunidades Agrícolas correspondientes a un total de 1.723,8 km2 La diferencia
está constituida por terrenos privados, embalses y las cuencas propias de los ríos
(1.015,6 km2).
Figura 14. Zonas de ZPA Altas y Muy Altas (4 y 3) por Comunidades Agrícolas.
En el área de estudio existe una gran variedad de depósitos (figura 20), o mejor
dicho formaciones geológicas, con características litológicas propias y distintos
rangos de pendiente, a causa de los distintos ambientes geológicos de formación.
Estos depósitos corresponden a rocas volcánicas, intrusivos, coluvios, aluvios,
fluvioaluviales y rocas meteorizadas y fracturadas.
Así se tiene que las formaciones compuestas por materiales gruesos, como arenas y
conglomerados tienen mejor permeabilidad que formaciones que contienen gran
cantidad de arcillas o que están compuestas por roca no meteorizada ni fracturada.
ii) Distribución
Esta unidad hidrogeológica esta compuesta por una serie de depósitos consolidados
cuyas edades van desde el Cretácico hasta el Terciario. Estas unidades son
principalmente volcánicas y graníticas, y no presentan fracturamiento o una
meteorización de importancia. A continuación se nombran las distintas unidades que
componen esta zona hidrogeológica y su distribución dentro el área en estudio.
Los depósitos más antiguos lo componen las rocas volcánicas, andesíticas, y rocas
sedimentarías marinas de los Estratos del Reloj. Esta unidad se localiza en la parte
más occidental del sector en estudio, conformando una franja N-S que va desde el
sector de las Perdices, en la quebrada del Ingenio, hasta el sector de la mina el
Delirio, al sur de Punitaqui.
A medida que lo depósitos consolidados son más jóvenes, estos se van alineando en
franjas N-S en dirección al Este, de igual forma como se traslado el cordón volcánico.
Sobre los depósitos de Estratos del Reloj se disponen, de manera concordante, los
depósitos volcánicos de la Formación Arqueros. Esta unidad esta conformada por
rocas volcánicas andesíticas con intercalaciones de rocas sedimentarias marinas, y
se pueden localizar desde el sector de El Peñon, al norte de la zona de interfluvios y
donde es una de las unidades más extensas, hasta la localidad de El Altar (noreste
de Punitaqui).
Por las razones anteriores, todas las microcuencas que se localicen íntegramente al
interior de esta unidad tienen poca probabilidad de contener acuíferos, lo cual
coincide con el rango de ZPA asignado a estas microcuencas, todas las cuales caen
dentro del rango 1.
Los cambios producidos en estas rocas, tanto por la meteorización como por la
tectónica, le confieren a esta zona un potencial variable para conducir y almacenar
agua subterránea, llegando a constituir acuíferos de mediana productividad en los
sectores de alta permeabilidad y potencias considerables.
Todos los perfiles que se realizaron en esta unidad hidrogeológica tienen en común
ciertas unidades geoeléctricas como se observa en las figuras 22 y 23.
En general, tal como lo muestra la figura 22, existen tres unidades geoeléctricas de
importancia al interior de esta zona hidrogeológica. La primera de ellas y más
superficial, corresponde a una unidad de alta resistividad, que normalmente supera
los 5.000 ohm-m. Esta unidad se relaciona a suelos meteorizados secos con alto
contenido de arcillas.
En algunos sectores esta unidad no es posible reconocerla muy bien mediante los
perfiles TEM, debido a lo reducido de su espesor y a su poca continuidad lateral, es
por eso que se realizaron perfiles con el método del Ohm-mapper, el cual es mucho
más útil para este tipo de ambiente geológico.
En estos perfiles se puede observar claramente, y de mejor forma, los tres estratos
geoeléctricos que se encuentran en estos sectores. En especial se puede observar lo
irregular de la forma del estrato saturado, lo que es normal en estos sistemas
fracturados.
Los lugares con mayor información geofísica son en los alrededores del poblado de
Manquehua, donde se realizaron los perfiles TEM 11 y 12, en este último también se
realizó Ohm-mapper, y en las cercanías de Media Luna donde se hicieron las líneas
de exploración 9 con TEM y Ohm-mapper, y 10, sólo TEM.
En estos lugares, se cuenta además con información de norias, más de 150, y del
pozo MAN 1. (Tabla 7)
El pozo y las norias presentan caudales específicos menores a 0.5 l/s/m, con niveles
estáticos entre los 1.5 y 6 metros. Los perfiles realizados nos muestran lo
heterogéneo que pueden ser estos sistemas fracturados, con zonas donde se llega a
tener 4 metros saturados a otras cercanas donde se alcanzan los 40 metros.
Al noreste de la localidad de Media Luna, se localiza Los Maitenes donde existen los
pozos M1, M2 y M3. Estos pozos presentan caudales específicos que van entre los
0.5 a los 1.5 l/s/m, con profundidades entre los 7 y 4 metros, y niveles estáticos
variantes entre los 1.5 y 4 m. Lo anterior se explica por la variabilidad de los sistemas
fracturados. (Tabla Nº 7)
Al Oeste del área de exploración existe el mismo ambiente geológico que en el área
de las localidades de Manquehua, Media Luna y Los Maitenes. En este sector se
realizaron los perfiles de exploración geofísica 4 y 5 cerca de la localidad de Cerro
Blanco. Estos perfiles muestran cerca de 20 metros de espesor saturado, el cual no
es constante a lo largo de todo los perfiles.
En esta área no se cuenta con información de pozos, solo de algunas norias que
muestran un nivel estático cercano a los 8 metros.
Información de norias en el sector oeste de Punitaqui, nos dice que los niveles
estáticos se encuentran entre los 5 y 15 metros.
Por el sector del río Guatulame, se realizó el perfil de exploración 14, según este
perfil los espesores saturados varían entre los 10 y 20 metros. La variabilidad de esta
unidad hidrogeológica queda en evidencia al ver la información de los pozos Ter 1,
Ter 2, Ter 3, Ch 1 y Tot 1. Estos pozos presentan caudales específicos que varían
entre los 0.2 a 8 l/s/m, con profundidades variables entre los 70 y 80 metros. El nivel
estático también sufre una gran variación, estando entre los 1 y 40 m. (Tabla Nº 5)
En esta figura se puede apreciar un estrato superficial con una resistividad alta,
normalmente por sobre los 2.000 ohm-m. Este estrato se correlaciona con
sedimentos como arenas y gravas secas.
Bajo este estrato se localiza una capa geoeléctrica con una resistividad mediana
de unos cientos de ohm-m. Esta unidad se considera como gravas y arenas
saturadas.
La capa mas profunda presenta resistividades altas que se relacionan con las
rocas del basamento rocoso En la figura 27 se observa la interpretación del perfil
TEM.
En general se toma a como parte de esta unidad hidrogeológica los tres primeros
estratos y como acuífero, al segundo estrato que se interpreta como arenas y
gravas saturadas.
En el sector se encuentran los pozos 248, 249, T3, T4, T5 y T6, (Tabla 8) los
cuales presentan profundidades entre los 15 y 80 metros, niveles estáticos que
van desde los 5 a 35 m y caudales específicos entre los 0.01 a 0.8 l/s/m. Estas
bajas productividades de los pozos se deben a la presencia de lentes
limoarcillosos, a la pobre estratificación y a los reducidos espesores saturados.
Al observar, tanto los pozos como los perfiles, se puede decir que los puntos más
cercanos a las quebradas (Tambillo y del Ingenio) presentan los niveles estáticos
menos profundos, un menor espesor de relleno y mayores caudales específicos.
Tal como se observa en el perfil esquemático de esta ZHH.
En los sectores donde no existen pozos o perfiles geofísicos para poder analizar
esta unidad hidrogeológica, como es el caso de los depósitos localizados en el
valle del río Guatulame o en quebradas en el resto de la zona de los interfluvios,
se espera encontrar espesores y caudales parecidos a los encontrados donde si
se tiene estos análisis. Así en el caso, de los depósitos que se encuentran al norte
del tranque Recoleta, los pozos deberían tener similares características a los
pozos P4 y P5.
Así se tiene que un pozo construido en esta zona, con una profundidad entre 40 y
60 m, debiera tener un caudal entre 0.5 y 10 l/s.
En esta zona hidrogeológica las comunidades pueden hacer pozos aunque con el
debido resguardo de que las extracciones producto de la explotación del acuífero
no sobrepasen la recarga en las diferentes cuencas.
En esta zona hidrogeológica se cuenta con la información del pozo P1, ubicado al
norte de Punitaqui, y de los pozos P2, P3 y 364, que se localizan al sur de la ciudad.
(Tabla 9)
Estos pozos presentan profundidades que van desde los 25 a los 50 metros. Esta
diferencia se debe a que la potencia de esta unidad varía dentro del valle, siendo
bastante más potentes en la parte central, donde se ubica el pozo P1, y
disminuyendo su espesor a medida que se acerca a las laderas de los cerros que
circundan el cauce o quebrada central. El espesor máximo se estima que se
encuentra cerca de los 60 metros.
Centro de Información de Recursos Naturales CIREN
Determinación de Existencia de Aguas Subterráneas, en los Interfluvios de los Ríos Elquí, Limarí y Choapa
Los niveles estáticos también presentan variaciones encontrándose entre los 0.5 y
3.5 metros. Por lo general, los niveles se encuentran más someros mientras más
cerca se encuentra el pozo de la quebrada principal.
Los caudales específicos que se presentan en los pozos localizados en esta unidad
presentan caudales específicos que se encuentran entre los 0.1 y 0.5 l/s/m, lo que le
otorga a esta zona una productividad mediana que va a depender de la
permeabilidad de los estratos perforados y habilitados.
Con los antecedentes disponibles, es posible estimar que un pozo construido en esta
zona hidrogeológica, con una profundidad entre 40 y 60 m tendría un caudal de
producción entre 5 y 20 l/s.
Esta zona, al igual que la ZHH III, esta constituida por depósitos aluviales y
coluviales, ubicados en el localidad de El Palqui, en la ribera este del tranque La
Paloma, conformando una unidad propia, debido a las características
hidrogeológicas particulares de esta zona, la que se encuentra influenciada por este
cuerpo de agua.
La conexión hidráulica que existe entre los sedimentos que conforman esta unidad y
el tranque, originan una mayor recarga, debido a que el agua del tranque se infiltra
en estos sedimentos otorgando una recarga adicional al acuífero de esta zona. Este
efecto se reconoce en el aumento de la productividad de los pozos construidos con
posterioridad al tranque, es así como los pozos en este sector tenían productividades
entre 0.1 y 1 l/s/m, las que aumentaron a valores sobre 1l/s/m, en los pozos
construidos después del tranque.
Para esta unidad no fue necesario hacer líneas de exploración geofísica debido a la
gran concentración de pozos que existen en los alrededores del tranque. Los pozos
utilizados para el análisis de esta zona hidrogeológica fueron los que se indican en la
Tabla 10.
Con los antecedentes de los pozos construidos en esta zona, se estiman espesores
máximos para los depósitos que conforman esta unidad, cercanos a los 40 metros y
niveles estáticos que se encuentran entre los 3 y 6 metros de profundidad.
Las zonas III se encuentran más distribuidas, al igual que la zona II, siendo la zona I,
claramente, la que ocupa mayor superficie y constituye la base donde se distribuyen
las zonas anteriores.
La regresión entre las clases de ZPA y el promedio de ZHH (figura 29) por clase
indica un coeficiente de correlación de 0,94 que indica una fuerte tendencia entre
ambas variables (figura 30). Cuando se establece la relación entre el índice
jerárquico de ZPA de cada microcuenca con el promedio de ZHH el coeficiente de
correlación disminuye a 0,71 (figura 31) lo que mantiene la tendencia general. Esto
valida la metodología de ZPA, propósito del estudio.
Figura 32. Distribución de pozos y norias en relación con las clases de ZPA.
La figura 32 indica que los pozos se distribuyen en su mayoría (tabla 11) en las
clases 3 y 4, mientras que las norias se concentran en la clase 2. Esto sin duda se
encuentra en relación con el resultado de ZHH obtenido y con las propias clases de
ZPA.
Este punto se ubica en las siguientes coordenadas UTM (Datum PSAD 56).
Figura 35. Vista Figura 36. Maquinaria Figura 37. Prueba de Air.Lift
Romeralcillo de perforación
El punto seleccionado para la perforación (figura 39) quedó localizado en una ZPA
clasificada de Alta Probabildad (3), en el sector de ZHH clasificado en nivel 4. El
predio corresponde a un goce singular cuyo propietario es el Sr. Isodoro Guerrero.
Este punto se ubica en las siguientes coordenadas UTM (Datum PSAD 56).
En este punto se encontró agua a los 8 metros con un gasto aproximado de 4 lt/s. Se
perforó hasta los 35 metros dado que la fuerza del agua no permitió seguir
perforando.
Figura 40. Vista sector Rinconada de Figura 41. Pozo de estudio Rinconada
Punitaqui de Punitaqui
Profundidad Descripción
(m)
0,0 a 1,0 Terreno Vegetal
1,0 a 12,0 Arcillas y arenas finos
12,0 a 36,0 Arenas y poca arcilla
Este punto se ubica en las siguientes coordenadas UTM (Datum PSAD 56).
- Limitaciones
- Sugerencias
El nivel dinámico llego hasta los 7.97 metros después de los 120 minutos que duró la
prueba de gasto variable
- Limitaciones
Al igual que en el caso de Romeralcillo, la falta de una prueba de bombeo con caudal
constante en un pozo de explotación y un pozo de observación, hace difícil conocer
las constantes elásticas del acuífero, lo que complica saber cual seria su
comportamiento si existen una mayor cantidad de pozos de explotación dentro del
mismo acuífero.
- Sugerencias
Las acciones exteriores al sistema son las que actúan sobre él y lo modifican
(entradas y salidas del sistema) y pueden ser controlables o incontrolables. Las
acciones controlables son las que se utilizan para medir un comportamiento de
acuerdo con los objetivos y pueden ser bombeos, drenajes, etc., y las incontrolables
pueden ser determinísticas y estocásticas. Las primeras dependen del estado del
sistema, como puede ser un drenaje, y las estocásticas dependen de factores
hidrológicos y climatológicos, como la recarga natural del acuífero, infiltración desde
un río, etc.
Para simular el sistema se tiene que partir por definir sus componentes físicos y
geométricos, y un estado inicial. Al sistema se le aplica una serie de acciones de las
que se quiere conocer su reacción y, si se parte de una situación histórica conocida,
a la que le aplicamos acciones conocidas del periodo simulado, se tiene como
resultado situaciones del sistema que se pueden comparar con mediciones directas
efectuadas en el pasado. Así se puede conocer la calidad del método empleado, el
cual se mejora modificando en cierta medida las hipótesis sobre el sistema o los
parámetros físicos o geométricos definidos inicialmente. Este proceso se denomina
calibración del modelo de simulación.
El modelo aplicado para la simulación del acuífero del área de estudio corresponde al
denominado MODFLOW, desarrollado por el U.S. Geological Survey, el cual ha sido
ampliamente aplicado y probado mundialmente. Es el modelo de aguas
subterráneas que más se utiliza en la actualidad a nivel internacional. El procesador
del modelo, que maneja la entrada y salida de datos, es el Visual Modflow (versión
3.1).
Los parámetros que requiere el modelo, los cuales son ajustados mediante la
calibración, son la permeabilidad y los caudales subterráneos que ingresan al
sistema. El otro parámetro requerido es el coeficiente de almacenamiento, el cual
es cuantificado en base a mediciones existentes y a la experiencia previa según
características hidrogeológicas.
La base de información para el modelo está constituida por todos los antecedentes
hidrogeológicos del sector, extraídos principalmente de informes anteriores y la
nueva información aportada por la División, y básicamente se refieren a la geología
del área en estudio, características hidrogeológicas del acuífero, estudios geofísicos,
pruebas de bombeo, niveles de agua subterránea, explotación de pozos, etc.
Área de Imagen Satelital 104
Centro de Información de Recursos Naturales CIREN
Determinación de Existencia de Aguas Subterráneas, en los Interfluvios de los Ríos Elquí, Limarí y Choapa
• Conductividad (K)
• Coeficiente de Almacenamiento
• Recarga
La recarga del área a modelar no se sabe con precisión, pero se estima en 42,59 l/s
con una precipitación de 32 mm/año
Desde el sector sur entra un caudal de 88.45 l/s, mientras que por la parte oeste del
área a modelar la recarga asciende hasta los 28.02 l/s.
• Descarga
Hay que tomar en cuenta que dentro del área a modelar hay una cantidad
indeterminada de pozos que no están catastrados y que no se sabe el caudal de
extracción, por lo que no se sabe cual es el caudal de salida exacto debido a los
pozos.
• Superficie Piezométrica
5. ANALISIS Y CONCLUSIONES.
La microcuenca se entiende como una unidad territorial definida por las aguas que
drenan a un curso principal de cuarto o quinto orden, considerando el curso de mayor
extensión y que drena en el Océano Pacífico como curso de primer orden. Esta
unidad del punto de vista del comportamiento del ciclo hidrológico se comporta como
un sistema, por consiguiente las entradas y salidas de agua se entienden y
funcionan bajo este concepto sistemático.
Los resultados obtenidos indicaron, en un primer análisis una clara relación con las
observaciones realizadas en las campañas de campo, en términos positivos.
El equipo de trabajo que realizó las ZHH fue distinto al que ejecutó la primera etapa,
aunque se realizaron reuniones técnicas para concordar criterios generales en
función del propio objetivo general del proyecto, que estaba centrado en la
validación de la metodología de ZPA.
Obtenidos los resultados de ZPA por un lado y las ZHH por otro, la etapa de
validación consistió en encontrar la relación entre ambos resultados, lo que se realizó
a través de dos regresiones, las que entregaron una tendencia general entre ambas
cartografías de una alta correlación, la que se mantuvo al realizar una regresión a
nivel de microcuencas, aunque con un menor coeficiente, explicable por las zonas
de transición que se producen entre las clases de ZPA.
Los resultados de esta validación final arrojaron la existencia de agua en dos de los
tres puntos. En punto negativo está asociado a zonas de rocas fracturadas, zonas
donde, según la experiencia de los geólogos, es complejo precisar (en terreno) el
lugar de perforación, aún cuando se realice al interior de una ZHH de buena calidad.
h) Los datos satelitales del sensor TM del LANDSAT, incluyendo las bandas
termales y, los datos de radar, entregan datos imprescindibles para
determinar las ZPA, de igual forma contar con datos sistemáticos de
preciptación resultan ser relevantes para determinar el potencial de recraga
de cada microcuenca, la data termal y la generación de Modelos Numéricos
de Terreno (MNT) son la base para lograr la espacialización, tanto de la
variable temperatura como la propia precipitación.